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Guión Aladdin
Guión Aladdin
Aladdin
6º DE PRIMARIA
MAYO DE 2024
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PERSONAJES
Aladdín
Genio
Jasmine
Sultán
Jafar
Loro
Abú
Doncella
Mercader 1
Mercader 2
Cueva
Pretendiente 1
Pretendiente 2
Guardia Real 1
Guardia Real 2
Ladrón/preso 1
Ladrón/preso 2
Aldeana 1.
Aldeana 2.
Aldeana 3.
Escena 1 Mercader que llega a Ágrava - Presentación
Jafar: Sí, solo hay uno que puede cruzar el umbral. Tengo que encontrar a ese diamante en
bruto.
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Escena 2. Escape de Aladdín en el Bazar
Mercader 1: (frunciendo el ceño mientras coloca sus productos en el mostrador) ¡No puedo
soportar más estos robos! Cada día nos quitan más y más mercancía.
Mercader 2: (suspirando pesadamente) Lo sé, amigo. Parece que no hay fin a esta ola de
crímenes. ¿No debería el Sultán tomar medidas más estrictas?
Mercader 1: (agarrando una pieza de fruta con frustración) Oh, te lo aseguro, he intentado
hablar con las autoridades. Pero parece que están más preocupados por los pretendientes
que llegan a cortejar a la princesa Jasmine que por la seguridad del pueblo.
Mercader 2: (asintiendo con resignación) Es verdad. No pasa un día sin que uno de esos
nobles arrogantes llegue a la ciudad con sus lujosos regalos y sus pomposas promesas.
Mercader 1: (con desdén) ¡Como si la princesa Jasmine fuera solo un trofeo que pueden
ganar con su riqueza y sus títulos!
Mercader 2: (asiente) Exactamente. Pero, ¿y qué pasa con el bienestar de Ágrava? ¿Qué
pasa con la seguridad de nuestras calles y la prosperidad de nuestro mercado?
Mercader 1: (apoyando las manos en el mostrador con determinación) Debemos hacer algo
al respecto. No podemos depender de las autoridades. Quizás sea hora de que los propios
mercaderes nos unamos y protejamos lo que es nuestro.
Mercader 2: (asintiendo con determinación) Tienes razón, amigo. Tal vez sea hora de formar
una especie de gremio, unidos para defender nuestros intereses y mantener a raya a los
ladrones.
Mercader 1: (estrechando la mano de su amigo) ¡Por supuesto! Juntos haremos que Ágrava
sea un lugar seguro y próspero para todos, no solo para los ricos y poderosos.
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Aladdín: ¡ Hola señoritas!
Aldeana 1: (susurrando a las otras aldeanas mientras observan a los guardias) ¡Miren, son los
guardias otra vez! Seguro están buscando a Aladdín.
Aldeana 2: (frunciendo el ceño) ¿Por qué estarían buscando a ese pobre muchacho?
Aldeana 3: (mira alrededor con cautela) Dicen que ha estado metido en problemas última-
mente. ¡Pero es tan amable y servicial!
Guardia 1: (acercándose a las aldeanas con autoridad) Disculpen, damas. ¿Han visto a un
joven llamado Aladdín merodeando por aquí?
Aldeana 1: (mirando nerviosa) No, señor guardia. No lo hemos visto por aquí.
Guardia 2: (escéptico) Estamos seguros de que está en el área. Debe responder por sus
acciones.
Aldeana 2: (defendiéndose) Pero ¿qué ha hecho? Aladdín puede ser un poco travieso, ¡pero
nunca haría nada malo!
Guardia 1: (frunciendo el ceño) No estamos aquí para discutir. Si ven a Aladdín, díganos de
inmediato. Es importante que lo encontremos.
Aldeana 2: (asintiendo) Pero tampoco podemos mentirles. Eso solo empeoraría las cosas
.
Aldeana 3: (decidida) Entonces debemos encontrar a Aladdín antes que ellos y advertirle.
Quizás pueda esconderse hasta que esto se calme.
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Guardia 2: (observando a las aldeanas con suspicacia) ¿Qué están murmurando entre uste-
des?
Aldeana 1: (sonriendo nerviosa) Nada importante, señor guardia. Solo discutíamos sobre qué
comprar en el mercado.
Guardia 1: (frunciendo el ceño) Está bien. Pero recuerden, si ven a Aladdín, díganoslo de
inmediato.
Aldeana 2: (asintiendo con falsa serenidad) Por supuesto, lo haremos. Los guardias se alejan,
mientras las aldeanas intercambian miradas preocupadas.
Aldeana 3: (suspirando) Debemos encontrar a Aladdín antes de que los guardias lo hagan.
No podemos permitir que le hagan daño.
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Escena 3. Mientras, en el palacio.
En el palacio del Sultán, durante una audiencia real. Los dos príncipes, acompañados por sus
séquitos, se presentan ante la princesa Yazmín.
Princesa Jasmine: (observando a los príncipes con una ceja levantada) Oh, ¿en serio? Qué
fascinante. Pero me temo que la nobleza y la riqueza no son exactamente cualidades que me
impresionen.
Princesa Jasmine: (riéndose con sarcasmo) ¿Honra7da? Oh, lo siento, ¿es ese el olor de la
arrogancia que percibo en el aire? Pensé que alguien había dejado podrirse las frutas del
mercado.
Príncipe Arrogante 2: (molesto) ¡Cómo te atreves a hablarnos así, insolente princesa! Debe-
rías ser más respetuosa con tu superior.
Princesa Jasmine: (con una sonrisa burlona) ¿Superior? ¡Por favor! Me abruma la magnitud
de su ego, pero lamento decirles que no es suficiente para ganar mi corazón.
Príncipe Arrogante 1: (frunciendo el ceño) ¡Te arrepentirás de tus palabras, princesa! ¡No hay
mujer en el mundo que pueda resistirse a mi encanto!
Princesa Jasmine: (con desdén) Oh, lo siento, ¿era eso tu encanto? Pensé que era solo el
viento quejándose entre las palmeras.
Princesa Jasmine: (con una sonrisa traviesa) Oh, estoy temblando de miedo. Pero me temo
que mi corazón ya está ocupado por alguien que no se siente superior a los demás.
Príncipe Arrogante 1: (con indignación) ¡Qué insolencia! Venimos aquí para ofrecerte todo lo
que podrías desear, ¡y tú te burlas de nosotros!
Princesa Jasmine: (con calma) No necesito de pretendientes presumidos para ser feliz.
Ahora, si me disculpan, tengo asuntos más importantes que atender. Como, por ejemplo,
buscar un buen libro para leer.
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La princesa Jasmine se aleja con gracia mientras los dos príncipes la miran, enojados y
humillados.
Príncipe Arrogante 2: 1: Jamás me habían insultado de ese modo. Buena suerte con ella si
queréis casarla.
Sultán: Querida hija, no puedes asustar y rechazar a todos tus pretendientes. Según la ley
debes...
Jasmine: Debo casarme con un príncipe antes de mi próximo cumpleaños. Esa ley es cruel.
Sultán: No solo se trata de esa ley. Verás, yo no voy a vivir para siempre y quiero asegurarme
que alguien se ocupe de ti, que alguien te proteja.
Jasmine: Por favor, intenta comprenderlo, jamás he podido hacer algo por mí misma. Nunca
he tenido amigos de verdad, ni siquiera he estado al otro lado de los muros de este palacio.
Jasmine: Pues quizás ya no quiera ser una princesa nunca más. (sale con sus doncellas)
Jasmine: Ah, la verdad no sé a quien ha salido, su madre nunca fue tan exigente. (Jafar sale,
estaba escondido) Oh! Eras tú, Jafar, mi más leal consejero. Necesito de tu sabiduría.
Sultán: Es ese asunto de los pretendientes, Jazmín se niega a escoger un marido, me saca de
quicio.
Jafar: Vea mi señor, es posible que encuentre una solución para tan espinoso problema.
Jafar: Sí, pero para eso requeriría el servicio del místico diamante azul.
Sultán: Oh, ¿mi anillo? Pero mi familia lo tiene desde hace años.
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Jafar: Tenemos que encontrar un pretendiente para la princesa, no os preocupéis, todo
saldrá bien (lo hipnotiza)
Sultán: Todo saldrá bien, toma el anillo Jafar, te daré cualquier cosa que necesites.
Jafar: Sois tan generoso mi señor. Ahora vuelva con sus juguetitos.
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Escena 4. Jasmine escapa de noche de palacio
Jasmine: No puedo quedarme aquí y permitir que los demás manejen mi vida.
En el mercado
Jasmine: ¿ pagar ?
Mercader 2: ¡Ladrona!
Aladdin :(Aparece intempestivamente) Oh, muchas gracias señor qué bueno que la encon-
tró, le he estado buscando .
Jasmine: Gracias.
Aladdín: ¡Suéltenme!
Aladdín: ¿Prin-ce-sa?
Guardia 1: Ah, lo haría princesa, pero tengo órdenes de Jafar. Tenéis que hablar con él.
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Escena 5. En el calabozo
Aladdín: Era la princesa, no lo puedo creer debo haberle parecido un completo estúpido –
Abú ven acá. No te preocupes Abú no volveré a verla, soy una rata callejera y hay una ley en
Ágrava que dice que tiene que casarse con un príncipe.
Preso 2 (Jafar disfrazado): un prisionero como tú, no lo ves, pero juntos podemos más.....
Preso 2: ¡ La cueva de las maravillas! Llena de los tesoros más grandes que puedas imaginar,
con los tesoros podrías impresionar incluso a tu princesa, ¿comprendes?.
Aladdín: Pero la ley dice que solo un príncipe puede . . . .¿no conoces la regla de oro o me
equivoco?
Aladdín: ¿ y porque querrías compartir ese gran tesoro conmigo? Si tú sabes donde está
podría ser solo tuyo. ¿Por qué me lo cuentas?
Preso 2: Necesito unas piernas jóvenes y una espalda fuerte para ir por él.
Aladdín: Pues hay un problema, la cueva está allá afuera y nosotros aquí dentro.
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Escena 6. Aparecen en el desierto… Delante de la cueva.
Aladdín: Ves lo que yo veo? Solo con el puñado de estas riquezas sería más rico que el sultán,
tenemos que encontrar esa lámpara. Una alfombra voladora los vigila y persigue sin que se
den cuenta, Aladin la descubre.
Aladdín: Vaya, una alfombra mágica. Acércate, no te haremos daño. Hey! Tranquilízate Abú,
no te va a morder...quizás puedas ayudarnos. Verás, estamos buscando una lámpara.( La
alfombra los lleva hacia la lámpara).
VOZ EN OFF (Aladdin y Abu huyen de la cueva con ayuda de la alfombra mágica)
(Aladdín despierta)
Aladdín: Ese traicionero, quien haya sido tiene la lámpara – ¿Ahhhh?, eres un pequeño pillo
peludo. . . . Pero esta lámpara parece un cacharro sin ningún valor. Creo que tiene algo escri-
to, pero no se ve bien (frota).
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Genio: Aaaaaaaaah!!! Diez mil años dormido, pueden ocasionar fuerte tortícolis, no te quisie-
ra colgar, pero espera,...¡qué bien se siente estar fuera de ahí! Me alegra estar de nuevo con
ustedes damas y caballeros…Y… ¿Usted cómo se llama?
Genio: Aladdín, bienvenido a mi bella genio-entrevista, podría decirte Al, o tal vez podría
decirte Din o tal vez… Firulais, ven bonito, bonito.
Aladdín: Oh, creo que me golpeé demasiado fuerte en la cabeza y estoy viendo visiones.
Genio: Señoras y señores, aquí el siempre imitado, pero nunca igualado . . .¡soy el genio
deeeee laaaaaaaa lámmmmpaaaraaa! Estamos aquí para cumplir sus deseos, gracias, gracias
...
Genio: Tres para ser exactos y ni uno más. Nada, cero, naranjas dulces, treeeeees – 1 2 3 – no
hay intercambios ni devoluciones.
Genio: Amo, creo que no estás captando el momentazo, así que mejor por qué no te sientas
allí, mientras yo ilumino el escenario con mi personalidad y talento Mmmmm. . . .
Aladdín: Ja ja – ¿tú vas a concederme tres deseos de los que quiera, no?
Genio: Ah bueno, casi, casi… hay algunas cláusulas inaccesibles para un genio. ¿o sea?
Regla N° 3 :no puedo resucitar a los muertos del más allá… no me gusta el inframundo, ¡es
horroroso! Fuera de eso, lo que quieras.
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(Al y Abú se miran)
Aladdín: Las cláusulas son limitaciones en deseos – vaya qué genio más poderoso, no puede
resucitar muertos – no sé Abú… no podría sacarnos ni de esta cueva mejor vamos a buscar la
salida.
Genio: Ahora quieres abandonarme – No, fíjate que no, eso sí que no lo acepto. Vas a tener
tus deseos, así que siéntate. En caso de una emergencia las salidas están aquí- aquí – aquí,
están en todas partes, cuidado con sacar los brazos de la alfombra – así que vamos.
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Escena 7. En el palacio
Jasmine: ¡Él dijo que lo apresaran padre, el chico no había hecho nada, solo ayudarme!
Sultán: Jafar esto es un ultraje, si no fuera por todos tus años de leal servicio... de ahora en
adelante consultarás conmigo todas las condenas de prisioneros.
Jafar: Os ruego me perdone por tan desagradable infortunio. Soy el más humilde de sus
servidores.
Sultán: Vale, ya está, arreglado este asunto. Y volviendo al tema de tus pretendientes Jasmi-
ne…¡Jasmiiiiiiiiiine!
Loro: Sí, brillante. Y entonces nos deshacemos del rechoncho suegro y encarcelamos a la
princesita remilgada tras la boda.
Doncella: (Con preocupación) ¿Princesa Jasmine? ¿Estás bien? Te he notado inquieta en los
últimos días.
Jasmine: (Suspira) Oh, mi querida doncella, estoy tan confundida. No sé qué hacer.
Doncella: (Sonriendo) Ah, ¿Aladdín? ¿El valiente joven que conociste en el mercado?
Jasmine: (Asintiendo con timidez) Sí, él mismo. No puedo sacarlo de mi mente. Cada vez
que pienso en él, mi corazón late con fuerza.
Yazmín: (Sonrojada) Sí, creo que sí. Pero, ¿cómo puedo estar segura? ¿Y qué pasaría si mi
padre se enterara?
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Doncella: (Colocando una mano en el hombro de Yazmín) Querida princesa, el amor es un
sentimiento poderoso y hermoso. Si tu corazón late por Aladdín, entonces es real. Y respecto
a tu padre, creo que si le demuestras lo valioso que es Aladdín, podría reconsiderar que
debes casarte por amor y no por esa ley antigua.
Doncella: (Sonriendo) Estoy segura de que lo lograrás, princesa. El amor conquista todo,
incluso los corazones más duros.
Doncella: (Con cariño) Siempre estaré aquí para ti, mi querida princesa.
(Las dos se abrazan)
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Escena 8. En el desierto
Aladdín: Mustafá el incrédulo, sí que me convenciste – ¿y qué hay de mis tres deseos?
Aladdín: Ooohhh no, noooo. Yo nunca te pedí salir de la cueva, eso fue por tu cuenta.
Aladdín: Muy bien, así que tres deseos. No puedo desperdiciarlos. A ver, ¿tú que pedirías?
Genio: ¿Yo? Pues nunca me había preguntado eso. En tal caso...no, déjalo...
Genio: Esto es una forma de prisión, porque no soy libre para hacer lo que quiera. Así que
ansío la libertad. No tener que decir. ¿Qué deseas? ¿Qué deseas? ¿Qué deseas?, ser mi
propio amo, para mí sería más grande que toda la magia y todos los tesoros del mundo. Eso
jamás ocurrirá. Solo seré libre si mi amo lo desea con todo el corazón.
Aladdín: Yo te liberaré. Te lo prometo, cuando haya usado dos de mis deseos, usaré el tercero
para liberarte.
Genio: Trato hecho, pues que venga la magia. A ver, ¿qué es lo que tú más deseas?
¿Es la princesa?
Genio: Es oficial.
Genio: ¡ Sí señor! , Uh…hay no ese traje no me gusta nada, parece del siglo pasado y…¿qué
quieren decir estos parches?, que eres pobre, ay no… Este outfit me encanta ¿falta algo?, Un
medio de transporte, ven acá monito – monito aquí. Y que mejor forma de entrar a la ciudad
de Agrava que montando en un camello último modelo – Mmmmm… No me gusta, ahhhh sí,
1-2-3-4-5-6-7-8, todo Abú, te ves muy bien… tienes el vestuario, tienes el elefante – pero
todavía no hemos terminado – sujétate el turbante muchacho - te voy a convertir en una
estrella.
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Escena 9. En el palacio
Jafar: Mi señor, he encontrado la solución al problema que tenéis con vuestra hija.
Jafar: Aquí está. Si la princesa todavía no ha elegido un marido cuando llegue la fecha límite,
entonces el Sultán elegirá.
Sultán: ¿Pero cómo voy a elegir yo? Si odia a todos los pretendientes.
Jafar: No os preocupéis mi señor, aún hay más. Veréis, en el caso de que no pudiera encon-
trar a un príncipe aceptable, la princesa deberá casarse con.... Hummm qué interesante... (lo
hipnotiza) ¿qué?, ¿con quién?
Jafar: ¡Caramba! Si ese soy yo. Espera, yo creí que la ley ordenaba que solo un príncipe podía
casarse con la princesa, pero situaciones desesperadas, requieren medidas desesperadas
sí... desesperadas. ¡Ordenaréis a la princesa que se case conmigo!
Aladdín: Majestad, vengo de lejanas tierras para pediros la mano de vuestra hija. Soy el prínci-
pe Alí Ababua.
Sultán: Claro, encantado de conocerte. Este, este es mi Visir Real Jafar, él también está
encantado.
Aladdín: Oh bueno, digamos que más lejos de lo que has viajado en vuestra vida, seguro.
Sultán: Este joven es un caballero. Además es un verdadero príncipe. Con un poco de suerte,
ya no tendrás que casarte con Jasmine, Jafar.
Sultán: Tonterías, una de mis mejores cualidades, querido Jafar, es que conozco muy bien a
la gente. Seguro que vas a encantar a Jasmine
Jafar: No alteza. Debo protestar por el bien de la princesa. Este joven es igual que los demás.
¿Qué lo hace pensar que sos digno de la princesa?
Aladdín: Majestad soy el príncipe Alí Ababua, solo presentármela y sabré conquistar su cora-
zón.
Jasmine: ¿Cómo te atreves? Todos habéis pensado en decidir sobre mi futuro. Yo no soy un
premio que se gana o se pierde.
Sultán: No te preocupes príncipe Alí, Jasmine necesita un poco de tiempo para conocerte...
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Escena 10. En la habitación de palacio
Aladdín: ¿Qué puedo hacer? Jasmine no quiere ni conocerme. Genio necesito tu ayuda!
Genio: Bien nené, si quieres cortejar a esa dama debes ser directo como una bala ¿capichi?
Dile la verdad. Debes ser tú mismo.
Aladdín: Eso es lo último que quiero ser… De acuerdo iré a verla. Tengo que ser sofisticado,
hábil, seguro de mí mismo ¿Qué aspecto tengo?
Aladdín: ¿En el bazar? No, no, mis sirvientes son los que van al Bazar. Incluso mis sirvientes
tienen sirvientes que van al Bazar por ellos, así que, no pude estar en el Bazar.
Aladdín: Hermosa…
Jasmine: Así es, un príncipe como tú, y como tantos otros que he conocido, petulantes y
vanidosos.
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Genio: Alerta, alerta, nos vamos a pique…
Jasmine: ¿qué?
Aladdín: eh…no que tienes razón, ya se que tú no eres un premio que hay que ganar, debes
ser libre y decidir tú vida, adiós.
Jasmine: ¡ No!
Jasmine: ¿Cómo?, ¿cómo pudiste hacer eso?¿Es una alfombra mágica? Es tan linda …
Aladdín: ¿quieres?. . . Bueno, podemos dar un paseo si quieres, salir del palacio, ver el
mundo…
Jasmine: ¿Qué?
Jasmine: Sí…
Canción: Un mundo ideal
https://www.youtube.com/watch?v=I7uzNsfhlqc
Jafar: Has agotado la paciencia de tus anfitriones príncipe. Soldados, aseguráos q nunca lo
encuentren.
Aladdín intenta frotar la lámpara, pero tiene las manos atadas y queda inconsciente. El genio
sale de la lámpara al notar un roce.
Genio: Al, por favor, Al pide el deseo. Tengo que salvarlo, piensa genio piensa. Vale, haré
como que este es tu segundo deseo porque es de vida o muerte.
(Genio lo rescataría)
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Escena 11 (Cantando y peinándose)
Sultán: ¡ Jasmine!
Jasmine: papá, acabo de pasar unos momentos maravillosos. ¡Estoy tan feliz!
Jasmine: ¿Qué?
Jafar: Pero qué acusación tan ridícula alteza. Es evidente que no es cierto.
Loro: Bueno ahora sí que estamos muertos, empiecen a cavar dos tumbas (tono dramático)
Aladdín: Hablo en serio, oye lo siento, te lo aseguro. Quieren convertirme en el Sultán. No,
quieren convertir al príncipe Alí en el Sultán. Sin ti ,solo soy Aladdín. (Al genio)
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Escena 12. En palacio.
Aladdín: Solo creen que valgo la pena por lo que tú me has dado, y si se enteran de la verdad,
la perderé. Genio no puedo seguir con esto yo solo, no puedo darte la libertad.
Genio: Está bien, ya le has mentido a todo el mundo, ya me empezaba a sentir discriminado.
Aladdín: Lo siento, pero ¿qué me está pasando? Tengo que decirle la verdad a Jasmine.
Aladdín escucha la voz de Jasmine hablando con la doncella y va a buscarla, en eso, el loro
entra y le roba la lámpara.
Doncella: (Con preocupación) ¿Princesa Jasmine? Te veo muy pensativa otra vez. ¿Qué
sucede?
Jasmine: (Suspira) Oh, mi fiel doncella, estoy tan confundida. No sé qué hacer con mis
sentimientos.
Jasmine: (Asintiendo) Sí, pero... también está el príncipe Alí. Cada vez que lo veo, siento un
cosquilleo en el estómago y no puedo dejar de sonreír.
Doncella: (Con sorpresa) ¡El príncipe Alí! ¿Acaso estás insinuando que también sientes algo
por él?
Jasmine: (Con gesto preocupado) No lo sé. Es tan confuso. Aladdín me hace sentir emocio-
nes que nunca antes había experimentado, pero el príncipe Alí... él es tan encantador y
cortés. No puedo negar que me halaga su atención.
Doncella: (Pensativa) Entiendo tu dilema, princesa. Es natural sentirse atraída por diferentes
personas, especialmente cuando tienen cualidades tan notables. Pero recuerda, lo más
importante es seguir tu corazón y ser honesta contigo misma sobre lo que realmente sientes.
Jasmine: (Asintiendo) Tienes razón, querida amiga. Debo tomar tiempo para reflexionar
sobre
mis sentimientos y decidir qué es lo mejor para mí y para mi corazón.
Doncella: (Con una sonrisa tranquilizadora) Estoy segura de que encontrarás la respuesta
adecuada, princesa. Confía en ti misma y en lo que te dicta tu corazón.
Jasmine: (Con determinación) Sí, lo haré. Gracias por tu consejo, mi leal doncella. Siempre
valoro tu sabiduría y apoyo.
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Escena 13. Aladdín es presentado al pueblo de Ágrava
Aladdín: Jasmine…
Aladdín: No, Jasmine ,escúchame, escúchame por favor, ¡Es que hay algo que no te he dicho!
Jasmine: ¡Suerte…!
Genio: Oye Al–ya sé que estás cansado de que tú…..¡Aaah, tú...eres otro! Esta noche el papel
de Al lo hará un hombre muy feo.
Jafar: Genio – concédeme mi primer deseo – quiero ser el que gobierne aquí – ser el Sultán
(El genio le concede el deseo)
Jafar: Si alguna orden se da aquí, serán mis órdenes y ustedes se inclinarán ante mí.
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Jafar: Si no se inclinan ante el Sultán, se inclinarán ante un gran hechicero - Genio, mi segun-
do deseo es ser el hechicero más poderoso de la Tierra.
Loro: Damas y caballeros, demos una cálida bienvenida al gran hechicero... ¡Jafar!
Jafar: Ahora, ¿dónde me quedé?, Ah sí –tienen que ¡humillarse! - Princesa hay alguien que me
muero por presentarte.
Jafar: Príncipe Alí, ¡claro que sí! – Jasmine, jamás debiste aceptar a quien te vino a engañar,
saluda a tu precioso príncipe Alí.
Jasmine: ¡Alí!
Jafar: Pues Alí, vino a ser simplemente Aladdín. Solo un pobre ladrón malo y ruin. Su vida es
un error. Por eso sin rencor lo lanzaré en un viaje sin fin al futuro. Su gran riqueza será la
pobreza en el fin de la tierra. Ey, adiós ex príncipe Alí.
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Escena 14. Jafar en palacio.
Jafar: M e apena verte humillada así pequeña Jasmine. Una hermosa flor del desierto como
tú, debería estar al lado del hombre más poderoso del mundo. ¿Qué dices querida mía?
¿contigo como mi reina?
Jafar: Te voy a enseñar a respetarme - ¡ Genio!, he decidido hacer mi deseo final, deseo que
la princesa Jasmine se enamore perdidamente de mí.
Genio: Eh, amo. Hay algunas cláusulas inaccesibles para un genio que…
Jafar: No me repliques maldito genio de pacotilla. Tú harás lo que te ordene que hagas,
¡esclavo!
Jasmine: (quien se da cuenta que Aladdin llegó a rescatarla y finje ante Jafar para distraerlo )
¡Jafaaar!, Mmmmm no me había dado cuenta que eres increíblemente apuesto.
Jafar: Mmmmm, así esta mejor, ahora preciosa dime todo lo que ves en mí.
Jasmine: Eres…alto...
Genio: ¡Al, amigo mío je je je.¡Shiiiiiiiiiiiiii! Al, ya no puedo ayudarte, estoy trabajando para el
señor psicópata, ¿ahora qué hago?.
Aladdín: Oye, olvidaste que soy una rata callejera. Voy a improvisar. Continúa con el show.
Jasmine: Y tú barba es tan . . . retorcida, ese bigote delgado te da una apariencia muy distin-
guida y me gusta Jaf...Jaf...
Jafar: No sé . . . ¿Qué rata callejera? Eso fueeee. . . . .¡tú! – Ahora sí que tendré que matarte
muchacho.
Aladdín: ¡Jasmine!
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Loro: ¡Buen tiro su majestad!
Jafar: Y solo me estoy calentando. Tienes miedo de pelear como los hombres maldita ser-
piente.
Jafar: Ja, ja, ja, pequeño tonto. ¿Creíste que podrías vencer al ser más poderoso de la Tierra?
Aladdín: ¿El genio? ¡El genio! – el genio tiene mucho más poder que tú Jafar.
Jafar: ¿Qué?
Jafar: Ah, es cierto, su poder es superior al mío, pero no por mucho tiempo.
Genio: Solo es un chico loco. Está un poco tocado de tantos golpes en la cabeza.
Jafar: Esclavo, debe cumplir mi tercer deseo. ¡Deseo ser el genio más poderoso del mundo!.
Genio: Está bien, tus deseos son órdenes, muy bien Al.
Aladdín: No tan rápido Jafar – estás olvidando una cosa – si quieres ser un genio - ¡ lo serás!
Jafar: ¡ Eh!
Aladdín: Pero con todo lo que eso implica poderes cósmicos fenomenales – y un espacio
chiquitín para vivirrrrr.
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Jafar: ¡Quítate de aquí pájaro inmundo!
Jafar: ¡Cállateeeee!
Aladdín: Bueno creo que es hora de despedirnos… Ah, esa tonta ley. Es que no es justo.
Yo te amo.
Genio: Oigan no hay problema todavía te queda un deseo. Solo pídelo y volverás a ser
príncipe.
Genio: Aah, es solo una eternidad de esclavitud, pero esto es amor. Al, no vas a encontrar a
una joven como ella ni en un millón de años. Créeme yo he estado buscando.
Genio: Eh, eh, ¿soy libre? – ¡Soy libre! – No, no. Tienes que pedir algo increíble. Di que
quieres el río Nilo , di que quieres el Nilo.
Genio: Ni lo sueñes ja, ja, ja. Soy feliz – soy libre – soy libre, por fin me voy de vacaciones hacia
las islas Canarias…ah…..(mira a Al)
Genio: También yo Al. No me importa lo que digan, para mí seguirás siendo un príncipe
Sultán: Hum – Es cierto, tú nos has demostrado que vales mucho jovencito, si lo que impide
su matrimonio es esa ley . . .
Jasmine: ¡Padre!
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Sultán: Bueno soy el Sultán, ¿o no soy el Sultán?. De hoy en adelante ordeno que la princesa
se case con aquel que crea que es digno de ella.
Genio: Eso es, ahora todos por aquí. Vengan, formen grupo. Me voy de aquí. Adiós tórtolitos,
cuídense mucho. Con su permiso chao, yo me voy , soy historia o lo que sea ¡soy libreeee!
FIN
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