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Robert Hooke - Micrographia - 1665 (ESPAÑOL)
Robert Hooke - Micrographia - 1665 (ESPAÑOL)
AL~RA
---)
e---:,
ROBERT
HOOKE
l\IICROGRAFÍA
O ALGUNAS DESCRIPCIONES
FISIOLÓGICAS DE LOS CUER-
POS DIMINUTOS REALIZADAS
MEDIANTE CRISTALES DE
AUMENTO CON OBSERVACIONES
Y DISQUISICIONES SOBRE ELLAS
Prólogo,
Traducción y Notas
Carlos Solís
ALF~
LA MAQUETA DE LA COLECCION
Y EL DISE!ilO DE LA CUBIERTA
ESTUVIERON A CARGO DE
ENRIC SATUE CID
·---J
e-----
TITULO ORIGINAL:
MICROGRAPHIA
DE ESTA EDIClON:
JUAN BRAVO, 38
28006 MADRID
TELBFONO 276 38 00
I.S.B.N.: 84-204-0188-9
DEPOSITO LEGAL: M. 9.985-1989
INTRODUCCIÓN • • • • • • • • • •• • • • • • • • • • • • • • • • • • . • . • • • . • • • 11
Notas a la introducción •. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
CRONOLOGÍA • • • • • • • • • • • • •• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 77
BIBLIOGRAFÍA • • • • • • • • • •• • • • • • .. • • • • • .. • • • • • • •• • • • • • 93
ÍNDICE DE LAS PLANCHAS • .. • • • • • .. • • • • • • • • • • • • . • 112
MICROGRAFÍA • • • • • • • • • • • • •• • • • • •• • • • • • • • • • • • • • • • • • 113
EL ÍNDICE • • • .. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 603
Notas a la Micrografía ........................ 617
ÍNDICE DE NOMBRES • ••••••• ••••• ••• ••• • •• • •• • • • •• 713
ÍNDICE DE MATERIAS ••• ••••••• •• • • ••• ••• • • ... • •••• 719
INTRODUCCIÓN
UN LACAYO PARA LA CIENCIA
1. LA MÁQUINA DE DESCUBRIR
«El Sr. Hooke dijo que pensaba que potlla contribuir a ex·
pl;car 14 causa de 14 grllfletlatl, sugiriendo una hipótesis para
explicar con ella el movimiento de la gravedad» 11.
«Ahora bien, del mismo modo que vemos que las cuerdas mu-
sicales se mueven por unísonos y octavas y también como otras
cuerdas armónicas, aunque no en el mismo grado, así supongo
que las partículas de la- materia se moverán principalmente por
movimientos que son unísonos, si puedo llamarlos así, o de
igual velocidad que sus movimientos, y en menor medida por
otros movimientos armónicos» 88.
INFANCIA EN FRESHWATER
1635
Robert Hooke nace débil y sin muchas esperanzas
de vida el sábado 18 de julio en Freshwater, en la isla de
Wight. Su padre, John Hooke, era desde 1626 cura en la
iglesia de Todos los Santos. Antes había nacido una her-
mana (1628) y un hermano (1630).
Crece con salud débil, alimentándose hasta los siete
años de leche y fruta. Tiene frecuentes dolores de cabeza,
a pesar de lo cual es rápido en la carrera y ágil en el salto
hasta que, a los dieciséis años, comienzan a aparecer las
malformaciones corporales, que empeorarán con la edad.
Su padre, también de salud deficiente, desespera de
78 CRONOLOGÍA
ADOLESCENCIA EN LONDRES
1648
En octubre fallece el padre, dejándole 100 libras de
herencia.
Con trece años se traslada a Londres como aprendiz
del famoso retratista Peter Lely, dejándolo al poco porque
no puede enseñarle nada que no pueda aprender solo, y
además el olor de las pinturas le da dolores de cabeza.
1649
Ingresa como alumno en la escuela de Westminster.
Establece excelentes relaciones con su maestro, el Dr. Busby,
con quien vive y. quien lo orienta a las matemáticas, domi-
nando en una semana los seis primeros libros de Euclides.
Se dedica asimismo a aplicar la geometría a la mecánica
(«SU primera y últhna amánte»), ingeniando varios métodos
para volar. Aprende latín, griego y algo de hebreo. Aprende
asimismo a tocar un poco el órgano.
La guerra civil termina con la ejecución de Carlos 1.
Queda abolida la Cámara de los Lores, iniciándose la etapa
de la República y el Protectorado (1649-1660). Cromwell
inicia la campaña de Irlanda.
1651
T. Hobbes publica Leviathan.
16.52
H. More publica An Antidote Against Atheism con-
tra Hobbes.
CRONOLOGÍA 79
JUVENTUD EN OXFORD
1653
Ingresa hacia esta fecha en Christ Church (Oxford)
con plaza de corista y al servicio de un tal Goodman.
O. Cromwell disuelve el Parlamento y se declara
protector.
1655
Se publica el De corpore de Hobbes, el único tratado
inglés de filosofía natural estrictamente mecanicista.
Hooke asiste al «Club experimental y filosófico» exis-
tente en Oxford en torno a]. Wilkins, que se reunía una vez
a la semana en casa de W. Petty. Entre los jóvenes estaban
R. Hooke, que tenía entonces veinte años; C. Wren, de
veintitrés años; R. Lower, .de veinticuatro, y R. Boyle, que
tenía veintiocho. Los mayores, W. Petty, T. Willis, S. Ward,
l. Goddard y J. Wilkins, andaban entre los treinta y dos y
los cuarenta y un años.
Hooke es ayudante de laboratorio de T. Willis y
recibe orientación de S. Ward, profesor saviliano de astro-
nomía, en estas cuestiones.
Willis lo presenta a Boyle como ayudante de expe-
rimentos químicos, mientras que Hooke trata de enseñarle ·
a Boyle algo de matemáticas, Euclides y la filosofía <.:arte-
siana. (Boyle estaba en Oxfurd desde 1653, habiendo mon-
tado un laboratorio en 1654, en el que trabaja durante los
catorce años más fructíferos de su carrera científica.)
1657
Se crea la Accademia del Cimento en Florencia, que
dura diez años.
1658
Richard Cromwell, protector. Horologium, de C.
Huygens.
Hook~ trabaja en astronomía. Ingenia mecanismos
de relojería como el escape de ancla y resortes para contro-
80 CRONOLOGÍA
1659
H. Moore publica The Inmortality of the Soul, con
fuerte i~flujo cartesiano. l. Barrow es nombrado profesor
de griego y de matemáticas en Cambridge.
1660
Se introduce el té. Se restaura la monarquía con
Carlos 11 (Estuardo). Se disuelve el grupo de Oxford por
pérdida de puestos académicos, debido a sus simpatías par-
lamentarias. La m~yoría se traslada a Londres, donde reanu-
dan sus reuniones en noviembre de 1660, dando lugar a la
creación de la Sociedad Real de Londres.
R. Boyle, R. Moray y W. Brouncker, con medios
económicos, tratan de asociarse con Hooke para patentar y
fabricar el cronómetro marino de éste, que sin duda no
estaba lo bastante desarrollado para ello. No llegan a un
acuerdo.
Boyle publica los New Experiments Physico-Mecha-
nical touching the Spring of the Air, realizados en su ma-
yoría con la bomba Cle vacío inventada por Hooke. Boyle
y Hooke realizan los experimentos que confirman la hipóte-
sis de R. Towneley conocida como «ley de Boyle» sobre
la relación inversa entre volumen y elasticidad del aire.
CRONO LOGIA 81
1661
Hooke formula su teoría mecánica fundamental acer-
ca dd origen de todas las interacciones en la vibración de
las partículas, expuesta en su primera publicación: An At-
tempt for the Explication of the Phaenomena; Observable
in an Experiment Published by the Honourable Robert
Boyle, Esq; In the XXXV. Experiment of bis Epistolical
Discourse touching the Air. In Confirmation of a Former
Con;ecture made by R. Hooke, Londres, 1661. En abril
se discute en la Sociedad Real este escrito de Hooke acerca
del ascenso de líquidos en capilares.
Se publica anónimamente la continuación de la Nue-
va Atlántiáa de F. Bacon, que se ha querido atribuir a
Hooke. Boyle publictt Certain Physiological Essays y The
Sceptical Chemist.
MADUREZ EN LONDRES
1662
T. Hobbes publica Problemata Physica y R. Boyle,
la segunda edición de los New Experiments Physico-Mecha-
nical, en cuyo apéndice se incluyen los experimentos rea-
lizados por Hooke para demostrar la «ley de Boyle».
En noviembre, Boyle cede a Hooke a la Sociedad
Real de Londres, que lo nombra curator de experimentos,
cargo retribuido que mantendrá toda su vida y que entra-
ñaba preparar cada semana- tres o cuatro experimentos pro-
pios, así como realizar cuantos le encargase la Sociedad.
La dispersión que ello entraña lo lleva a formular un sin-
número de ideas brillantes durante quince años, sin llevar
nada a una completa perfección; pero cuando disminuye
la presión sobre él, en 1677, decae su producción.
Trabaja sobre bolas de vidrio, pneumática, peso del
agua a diversas temperaturas. Inicia su teoría de la com-
bustión. Inventa aparatos para medir la refracción de la
luz y la velocidad de los cuerpos que caen. Estudia la dis-
minución de la gravedad con la altura, con péndulos y b~
rómetros de su invención. Desarrolla vehículos rápidos, es-
82 CRONOLOGÍA
1664
1665
En enero sale la Micrografía.
Hooke inicia sus Conferencias Cutlerianas sobre mé-
todo científico. En marzo, Oldenburg es nombrado secre-
tario de la Sociedad Real, y comienza a editar las Philo-
sophical Transactions hasta junio de 1677. Se resuelve a
favor de Hooke el recurso contra el fallo del concurso para
la plaza de profesor de geometría, dotada con 50 libras,
cargo que desempeña con gran dedicación el resto de sus
días, iniciando en junio sus conferencias sobre álgebra. Así,
con casi treinta años es miembro. y curator de la Sociedad
Real, conferenciante cutleriano y profesor greshamiano de
geometría, con alojamiento en el colegio.
Se desencadena una peste en Londres, que causa
una gran mortandad, lo que provoca la suspensión de las
actividades -de la Sociedad Real desde finales de junio hasta
mediadós de marzo del año siguiente. Hooke· deja Londres
con W. Petty y J. Wilkins, trasladándose a Epsom, a la
residencia del conde de Berkeley, donde se entregan al dise-
ño de carruajes, aparejos para navíos y demás medios de
transporte nípido.
Se publica en Bolonia la Physico-Mathesis de lumine,
coloribus et íride, de F. M. Grimaldi, donde se describen
los fenómenos de difracción.
1666
R. Boyle publica The Origin of Forms and Qualities
according to the Mechanical Philosophy.
El 2 de septiembre estalla el gran incendio .de Lon-
dres, que en cuatro días acaba con la city, dentro de las
murallas. El Gresham College queda ocupado por las auto-
ridades municipales. (A partir de enero, las reuniones de
84 CRONOLOGÍA
1667
Los holandeses remontan el Támcsis. Milton publica
El paraíso perdido. Se publican ios Saggi dell'esperienze na-
turali falte nell'Accademia del Cimento. T. Sprat publica
The History of the Royal Society. of London, como defensa
y propaganda de la institución ... ·
Hooke lleva a cabo investigaciones acerca de la pa-
ralaje terrestre, publicadas en 1672 en su primera Conferen-
cia Cutleriana. Inicia sus comunicaciones sobre geología,
recogidas en A Discourse of Earthquakes, publicado pós-
tumamente. Fabrica una campana de vacío con capacidad
para una persona, en la que hará de conejo de Indias el
invierno de 1671. Desarrolla micrómetros y barómetros
marinos.
1668
Hooke inicia la mejora de dispositivos de relojería;
desarrolla trompetillas auditivas e ingenia diversos méto-
dos para medir la longitud de un grado terrestre, entre ellos
un vehículo con odómetro y registro de curvas y cuestas.
Realiza experimentos para mostrar el origen de las inter-
CRONOLOGÍA 85
1669
E. Bartholinus publica Experimenta crystalli islan-
dici didaclastici quibus mira & insolita refractio detegitur.
Newton ocupa la cátedra de matemáticas de l. Barrow e
inicia sus lecciones de óptica en Cambridge. El Journal des
S~avans publica las Regles du mouvement dans la rencontre
des corps, de C. Huygens.
1671
H. More publica Enchiridion Metaphysicum, reac-
cionando contra Descartes.
1672.
El 19 de febrero, Newton publica en las Philoso-
phical Transactions, de H. Oldenburg, su primer escrito
sobre la teoría corpuscular de la luz y los colores. Se le
nombra miembro de la Sociedad Real. Hooke hace un in-
forme sobre el escrito y sigue una polémica con Newton
en ·la que participan G. Pardies, C. Huygens, F. Linus y
A. Lucas.
El 10 de marzo, Hooke inicia su primer diario,
mantenido con continuidad hasta finales de 1680 y esporá-
dicamente hasta agosto de 1693.
Boyle publica sus Tracts, donde ataca la crítica que
había hecho More en el Enchiridion a la posibilidad de ex-
plicar mediante principios mecánicos. C. Huygens publica
Horologium oscillatorium, y Hevelius, la primera parte de
Machina Coelestis.
Hooke critica a Hevelius por no ·usar miras teles-
cópicas en astronomía, desencadenándose una polémica en-
venenada, en la que Hooke tenía razón.
1674
Hooke publica sus Conferencias Cutlerianas, An At-
tempt to Prove the Motion of the Earth from Observa-
86 CRONOLOGÍA
1675
C. W ren comienza a reedificar San Pablo al estilo
italiano. El rey funda el observatorio de Greenwich, sien-
do J: Flamsteed el primer astrónomo real.
Hooke demuestra experimentalmente que la resolu-
ción del ojo humano no pasa de 1', con lo que los esfuer-
zos de Hevelius expuestos en Machina Coelestis son bal-
díos. En marzo. inicia una serie de experimentos sobre mag-
netismo, midiendo la relación de la fuerza con la distancia,
y la variación magnética. estableciendo que el polo magné-
tico está a 10º ·del _geográfico, en torno al cual se mueve.
Desarrolla una teoría hidráulica de la contracción muscular
con vistas a producir músculos artificiales para el vuelo.
Describe fenómenos y realiza experimentos de difracción
de la luz. ·· ·
Se lee en la Sociedad ReaJ la Hipótesis para expli-
car las propiedades de la luz, de Newton, en la que recurre
a un éter elástico dotado de principios de «insociabilidad»
no mecánicos.
1676
O. Roemer comunica a la Academia de Ciencias de
París su demostración de la velocidad finita de luz, junto
con la estimación de dicha velocidad.
A. van Leeuwenhoek inicia en octubre el envío a la
CRONOLOGÍA 87
1677
Hooke publica sus lecciones cutlerianas Lampas,
donde, entre otras muchas cosas, ataca la introducción que
hace H. More de los espíritus hilárquicos contra las expli-
caciones mecánicas en su Enchiridion y en sus Remarks
upon two late ingenious discourses.
Muere H. Oldenburg, sustituyéndolo Hooke como
secretario de la Sociedad Real hasta 1682. En este momen-
to, con cuarenta y dos años, alcanza el culmen de recono-
cimiento social, a la vez ·que se va agotando su capacidad
creadora.
1678
Titos Oates inventa la «Conspiración papista», su-
puestamente orientada a matar al rey, quemar Londres, ma-
sacrar a sus habitantes y restaurar la religión de Roma. Se
promulga la Ley de Inhabilitación, que prohíbe a los ca-
tólicos sentarse en el Parlamento, cerrándoseles las puertas
del poder judicial y del funcionariado civil durante más de
siglo y medio.
Hooke publica sus lecciones cutlerianas De potentia
restitutiva, Cometa y Microscopium. Trata de demostrar
erróneamente que las vibraciones de un resorte espiral que
obedece la ley de Hooke (la fuerza es como la tensión) son
isócronas.
Ingenia explicaciones para la figura oval de los pla-
88 CRONOLOGÍA
1681
Comienza sus conferencias sobre la luz, publicadas
en las Posthumous W orks. Prosigue los experimentos mu-
sicales mediante ruedas metálicas con diferente número de
dientes. Desarrolla nuevos cuadrantes y compases.
1682
Deja 1a secretaría de la Sociedad Real sin pena ni
gloria. Se interrumpen sus Philosophical Collections. El
nuevo secretario, Robert Plot, publica de nuevo las Philo-
sophical Transactions.
1684 .
En enero, E. Halley, C. Wren y R. Hooke discuten
en la Sociedad Real acerca de los principios dinámicos de
los que se derivarían los movimientos planetarios recogidos
en las leyes de Kepler. Hooke pretende que puede derivar-
las de la composición del movimiento tangencial y una fuer-
za centrípeta que varía inversamente al cuadrado de la dis-
tancia, pero no sabe cómo hacerlo. En agosto, Halley visita
a Newton en Cambridge y le plantea el problema, descu-
briendo que lo había abordado y resuelto. Lo incita a pu-
blicar y se inicia así la composición de los Principia.
C. Huygens publica Astroscopia.
1685
Muere Carlos 11 tras haberse confesado como buen
católico, recibiendo una absolución de la que, al parecer,
estaba muy necesitado. Le sucede su hermano el duque de
York, Jacobo 11, otro católico que hace flagelar casi hasta
la muerte al inventor de la «Conspiración papista».
90 CRONOLOGÍA
1686
1687
1688
1691
Hooke patenta un nuevo tipo de vidrio, siendo nom:
brado directivo (Warden) de la Compañía de Vidrieros. Da
conferencias sobre sondas marinas.
El 7 de diciembre recibe el título de Lambeth M. D.
(doctor en medicina), convirtiéndose en el doctor Hooke.
Muere Boyle a finales de diciembre.
1693
Muere J. Cutler sin haber pagado ni un penique a
Hooke por sus Conferencias. Newton sufre en el verano
un episodio de demencia paranoica.
1694
· Se funda el Banco de Inglaterra. El 28 de diciembre
· muere la reina María en una epidemia de viruela, como el
pÍás humilde de sus súbditos. El arte embalsamatorio y el
intenso frío permiten postergar un par· de meses el entierro,
lo que da ocasión a que H. Purcell componga una deliciosa
Música para el funeral de la reina María. (En vida de la
reina le había dedicado seis odas de cumpleaños.)
1695
Henry Hunt, mecánico de la Sociedad Real, manu-
factura el barómetro marino de Hooke.
1696
El día del cumpleaños sexagésimo primero de Hooke,
el tribunal falla a su favor en el litigio COAtra Cutler, quien
se hallaba de cena (no cenando, sino si~ndo cenado) desde
hacía tres años. ·
Newton se traslada a Londres como encargado de
la Casa de la Moneda.
92 CRONOLOGÍA
1697
La escasa salud de Hooke se termina, dando comien-
zo una larga muerte: se le hinchan las piernas, se cae por
las escaleras, empieza a quedar ciego, se pasa la mayor parte
del tiempo en la cama. Cesa toda actividad.
Newton entra a formar parte del Consejo de la So-
ciedad Real.
1698
Da una conferencia sobre la figura y manchas sola-
res, así como sobre la construcción de helioscopios y teles-
copios.
1702
El buen rey Guillermo se abrió la cabeza al tropezar
su caballo con una topera. Le sucede la princesa Ana, a
quien sólo superaba en estupidez su marido, el príncipe Jorge
de Dinamarca. Estalla la Guerra de Sucesión por el Trono
de España.
1703
El 3 de marzo, a los sesenta y siete años, siete me-
ses y trece días muere Hooke ··sin hacer testamento. Lo
entierran en la iglesia de Santa Elena, en Bishopgate Street,
asistiendo a su funeral los miembros de aquella Sociedad
que sin sus desvelos no hubiera sido sino una mera reunión
de conversaciones de cafetería. Se -subastan sus bienes.
Aparece el primer periódico diario de Inglaterra,
The Daily Courant.
1704
Newton acepta la presidencia de la Sociedad Real y
publica la Óptica. Toma de Gibraltar. Muerte de John
Locke.
1705
Richard Waller edita las Posthumous Works o/ Ro-
bert Hooke. Newton recibe el título de Sir.
BIBLIOGRAFÍA
II. FUENTES
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Westfall, Nueva York: Johnson Reprints, 1%9; y con In-
troducci6n de T. M. Brown, Londres: Frank Cass, 1971.
(Contienen escritos sobre las deficiencias de la filosofía na-
tural, la naturaleza de la luz, el funcionamiento de la memo-
ria, la causa de la gravedad, los terremotos, la navegaci6n
astron6mica, instrumentos, invenciones, etc.)
1726. DERHAM, W. (Ed.), Philosophical Experiments and Observa-
tions of the late Eminent Dr. Robert Hooke, S.R.S. and
Geom. Prof. Gresh. and Other Eminent Virtuoso's in bis
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cluidos en R. Waller, 1705.)
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BIBLIOGRAFÍA 97
III. BIOGRAFfA
IV. BIBLIOGRAFtA
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104 BIBLIOGRAFÍA
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106 BIBLIOGRAFÍA
6. MÚSICA
7. ÓPTICA
8. PsICOLOGÍA
23 de Noviem.
1664
1
BROUNCKER, P.S.R.
MICROGRAFIA
O ALGUNAS
DESCRIPCIONES FISIOLOGICAS 2
DE LOS
CUERPOS DIMINUTOS
REALIZADAS MEDIANTE
CRISTALES DE AUMENTO
CON
OBSERVACIONES Y DISQUISICIONES SOBRE
ELLAS
Por R. HOOKE, Miembro de la SOCIEDAD REAL
4
REY
SEÑOR,
R o B .E R T H o o K E.
A LA
SOCIEDAD REAL
PREFACIO
que tanto parece inclinarse nuestro tiempo, pues tal vez sea-
mos capaces de discernir todas las secretas operaciones de
la naturaleza, casi a la manera en que lo hacemos con aque-
llas que produce el arte y que se desa"ollan mediante rue-
das, máquinas y resortes inventados por el ingenio humano.
De este tipo son los imperfectos empeños que aquí
presento al mundo, pues aunque no sean importantes más
que por esto, espero que en cierta medida sean útiles para el
plan fundamental de una reforma de la filosofía, siquiera
sea mostrando que para ello no se precisa tanto la fuerza de
la imaginación, la exactitud del método o la profundidad de
la contemplación (aunque la conjunción de todas estas cosas,
cuando pueda darse, tiene que producir una obra mucho
más perfecta), cuanto una mano sincera y un ojo fidedigno
para examinar y registrar las cosas mismas tal y como se
muestran.
Y ruego a mi lector que me permita la audacia de
asegurarle que en la situación actual del conocimiento, una
persona que, como yo he tratado de hacer, esté dotada tan
sólo de resolución, integridad y la simple iniención de usar
sus sentidos correctame11te, puede arriesgarse a comparar la
realidad y la utilidad de sus servicios a la verdadera filosofía
con los de oúas. personas que, presentando especulaciones
mucho más poderosas y agudas, con todo no utilicen el mis-
. mo método de los sentidos.
lA verdad es que la ciencia de la naturaleza ha ve_nido
siendo durante mucho tiempo obra tan sólo del cerebro y
de la fantasía, siendo ya hora de que retorne a la sencillez
y fundamentación de las observaciones de cosas materiales
y obvias. Dícese de los grandes imperios que la mejor ma-
nera de preservarlos de la decadencia es retrotraerlos a los
primeros principios y artes con los que se iniciaron. Lo
mismo es sin duda cierto de la filosofía, la cual, al extraviarse
en nociones invisibles, casi se ha destruido a sí misma por
completo, no pudiendo recuperarse ni avanzar jamás sí no
es volviendo a las mismas sendas sensibles por las que ini-
cialmente procedía.
Por consiguiente, si el lector espera de mí deduc-
ciones infalibles o certeza de axiomas, he de decir por mi
parte que esas más potentes obras del ingenio y la imagina-
126 ROBERT HOOKE
sólo de todos los demás sentidos, sino también las del propio
o¡o, pues lo que ya se ht1-hecho-no debería dejarnos satisfe-
chos, sino que habría más bien de animarnos a avanzar más
allá, intentando mayores empresas por las mismas y por dife-
rentes vías. 0
y se percibe más que de sobra con los ojos. Los humos pro-
ducides al quemar azufre se huelen y se descubreJ'l también
por la destrucción de los colores de los cuerpos, como el
blanqueado de una rosa roja. Quién sabe si la industria hu-
mana, siguiendo este método, podrá hallar maneras de mejo-
rar este sentido hasta tal grado de perfección que iguale y
aun supere al de los animales.
Tampoco es improbable que nuestro gusto mejore
considerablemente, sea preparándolo para el cuerpo, a la ma-
nera en que tras comer cosas amargas se saborean con mayor
sensibilidad el vino y otros licores alcohólicos; sea prepa-
rando los cuerpos para el gusto, a la manera en que disolver
los metales en ácidos los torna saboreables, siendo así que
antes eran completamente insípidos. De este modo, el plomo
se torna más dulce que el azúcar y la plata más amarga que la
hiel, mientras que el cobre y el hierro presentan los más ho-
rribles sabores. Ciertamente, puesto que la misión de este sen-
tido es descubrir la presencia de cuerpos disueltos en líquidos
puestos sobre la lengua o, en general, descubrir que un
cuerpo fluido posee disuelto en él algún sólido y de cuál
se trata, cualquier dispositivo que realice este descubrimiento
mejora el sentido. A este respecto, las mezclas de líquidos
químicos suministran muchos ejemplos, como cuando el
vinqgre -dulce que se halla impregnado con plomo se descubre
como tal mediante la afusión de una pequeña cantidad de
una solución alcalina; también se puede descubrir que el
licor amargo de agua fuerte y plata se halla cargado con
dicho metal sumergiendo en él algunas placas de cobre. No
es nada improbable que pueda haber multitud de otros modos
de descubrir las partes disueltas o solubles en líquidos; y
qué es ese descubrimiento, sino una espeáe de gusto se-
cundario.
Tampoco cabe duda de que el sentido del tacto se
puede mejorar notablemente, pues, siendo como es un sen-
tido que estima los movimientos más groseros y robustos
de las partículas de los cuerpos, parece susceptible de mejora
y asistencia por muchos caminos. Así, por lo que atañe a
distinguir el calor del frío, lo perfeccionan en extremo el
termoscopio 11 y el termómetro que describo en el tratado
que viene a continuación, mediante los cuales se manifiestan
134 ROBERT HOOKE
quiera otros que nadie haya usado hasta ahora, que yo sepa) resulta
suficiente, sino que, más allá de cierto grado de aumento, nos de-
jan de nuevo en la estacada. Por tanto, sería muy de desear que
se ingeniase algún otro medio de fabricar un objetivo de tal figura
que permitiese convenientemente una apertura grande.
aguja M, de otra, y todo ello sin menear las lentes lo más míni-
mo o muy poco. Asimismo, podía mover la placa aquí y allá a
cualquier parte del pedestal (lo que en muchos casos era muy
cómodo), fijándola asimismo en dicha posición por medio de una
tuerca N atornillada a la parte inferior del pilar C C. Todos los
demás dispositivos' son lo bastante obvios en el dibujo como para
no precisar una descripción.
* Plancha 2, Fig. l.
156 ROBERT HOOKE
E concorteel *másmásagudo
L afilado tenía el mismo tipo de afinidad
punto que el que tiene en matemáti-
cas una línea con un punto, por lo que su tratamiento ha de
venir con toda propiedad después del anterior. Una navaja
parece ser un cuerpo de aspecto muy neto y preciso hasta
* Plancha 2, Fig. 2.
162 ROBERT HOOKE
buen trozo de estera basta y que cada uno de sus hilos son
proporcionalmente cuerdas, nada distintas en forma y tamaño
a las mayores y más groseras hilazas de cordelero de un
solo cabo, con las que se acostumbra a hacer maromas. 19
que hace a la estopilla tan transparente se pone claramente
de manifiesto, no a simple vista, pero sí al microscopio, si
se repara en la multitud de agujeros cuadrados que quedan
entre los hilos, pareciendo haber muchos más huecos con
respecto a las partes interpuestas de los que se dan en una
ventana emplomada, a la que se asemeja un tanto, excepto
en que las partes que se cruzan son redondas y no planas.
Estos hilos que componen tal delicada textura, aun-
que son tan pequeños como los que componep los tipos más
finos de seda, con todo carecen de su reflexión brillante,
grata y viva. Ciertamente, tanto el propio inventor como
muchos otros testigos presenciales me han informado de
que el lino de que está hecha se ha aprestado y preparado
(mediante un arte singular de esa excelente persona y no-
ble virtuoso 2, el señor Charles Haward, hermano del duque
de Norfolk} con tanta habilidad que parece, tanto a la vista
como al tacto, igual de fino y brillante que la seda en rama,
recibiendo también todos los tipos de colores. Mas, a pesar
de ello, cuando este lino sedoso se tuerce, pierda rápidamen-
te su anterior lustré; tomándose en un hilo tan corriente y
humilde como otro del mismo tamaño hecho de lino común.
La razón de tan extraño fenómeno no parece ser otra
que la siguiente, que si bien el lino ingeniosamente apresta-
do posee sus partes tan extraordinariamente pequeñas como
para igualar, cuando no ser mucho menores que las de los
capullos del gusano de seda, especialmente por lo que a la
finura respecta, con todo las diferencias entre las formas
de los filamentos constituyentes son tan grandes y sus sus-
[ 6] tandas tan diversas, que mientras que las de la seda son
pequeñas, redondas, duras, transparentes y tiesas proporcio-
nalmente a su tamaño, de modo que cada filamento conserva
su propia forma, manteniendo en consecuencia toda su re-
flexión aunque se tuerza en el hilo, siempre que no sea
demasiado, las del lino son planas, flexibles, más blandas
y menos trdnsparentes, de modo que al torcerse en el hilo
se unen y están tan próximas que pierden sus propias refle-
MICROGRAFÍA 165
* Plancha 3, Fig. 1.
MICROGRAFÍA 167
Schem:n1
Fig: 1
R
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 169
* Plancha J, Fig. 2.
MICROGRAFÍA 171
p cial*
ARA comprobar la posibilidad de fabricar un poro artifi-
tan pequeño como los naturales que he encontrado,
realicé varios ensayos con pequeños tubos de vidrio fundidos
en la llama de una lámpara y estirados luego muy rápida-
mente hasta una gran longitud. Por este med;:o y sin gran
* Plancha 4.
174 ROBERT HOOKE
Schem:I 11
A D e _Fig:~. _ A
, M-
._·--
F
N
E
H .·
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 177
a ella, sino que caerá fácilmente como una bola sólida. Por
el contrario, si cae sobre lino, papel, arcilla, madera ver-
de, etc., no se desprenderá sin dejar una parte detrás, adhe-
rida a ellos. Asimismo el azogue, que con mucha dificul-
tad se obligará a adherirse a a.ialquier cuerpo vegetal, se
adherirá fácilmente y se mezclará con diversos cuerpos me-
tálicos limpios. .
Y a fin de que podamos hallar con más facilidad cuál
es la causa de la congruencia e incongruencia en los cuerpos,
será preciso considerar primero cuál es la causa de la fluidez,
que entiendo que no es otra cosa que un cierto pulso o
sacudida del calor. Efectivamente, no siendo el calor otra
cosa que una agitación muy brusca y vehemente de las partes
del cuerpo· (cosa cuya plausibilidad he señalado en otro
lugar), las partes de un cuerpo se ven llevadas por él a sol-
tarse unas de otras, de manera que se desplacen fácilmente,
tomándose ·en fluido. A fin de explicar esto un poco me-
diante un símil grosero, supongamos un plato de arena
situado sobre un cuerpo muy agitado y sacudido por cierto
movimiento vibratorio fuerte y rápido, como pueda ser una
muela de molino girando sobre la piedra de abajo con gran
violencia, hasta que se vacía, o sobre un tambor muy tenso
batido muy vehemente o muy rápidamente con las baquetas.
Por este proc_e~imiento, la arena del plato, que antes yacía
como un cuerpo ineTte e inactivo, se convierte en un per-
fecto fluido, de modo que ya no se puede hacer en ella un
aguiero con el dedo sin que sea llenado de nuevo inmedia-
tamente, nivelándose su superficie. Tampoco es posible hun-
dir un cuerpo ligero en ella, pues rápidamente emerge o
nada, por así decir; en la parte superior. Tampoco es posible
poner encima uno más pesado, como un. trozo de plomo,
pues inmediatamente se entierra en la arena, hundiéndose [13]
(como si dijéramos) hasta el fondo. No es posible tampoco
practicar un aguiero en el costado del plato sin que la arena
se vierta por él hasta alcanzar el nivel, lo cual constituye
una propiedad obvia de los cuerpos propiamente fluidos
que éste imita. Y todo esto está provocado tan sólo por la
agitación vehemente del recipiente que la contiene, pues
gracias a ello cada grano de arena adquiere un movimiento
vibratorio o danzarín, de modo que ningún otro cuerpo más
180 ROBERT HOOKE
Scbem.v
Fig: X.
D
MICROGRAFÍA 229
sa, si- bien se puede rajar y escamar como las otras selenitas.
Pero, en cuarto lugar, esta piedra posee una propiedad que,
por lo que atañe al microscopio, es más notable; a saber,
que muestra diversas apariencias de colores no sólo a simple
vista, sino también y de manera mucho más visible al
microscopio. Para ponerlos de manifiesto, tomé un trozo
de cristal de Moscovia y, tras dividirlo y abrirlo en láminas
delgadas, hallé que arriba y abajo, en diversas partes, podía
percibir claramente diferentes motas o faltas blancas, así
como otras muchas coloreadas con todos los colores del
arco iris. Además, con el microscopio podía ver que estos
colores estaban ordenados en anillos que rodeaban las
motas o faltas blancas, los cuales eran redondos o irregu-
lares según la forma de la mancha que limitaban, siendo
la posición de los oolores exactamente la misma que la del
arco iris. La secuencia de dichos colores, desde el centro
al exterior, era azul, púrpura, escarlata, amarillo, verde;
azul, púrpura, escarlata, etc., en ocasiones repetidos media
veintena de veces; esto es, aparecían seis, siete, ocho, nueve
o diez diversos ~nillos o líneas de colores que se rodean las
unas a las otras, a la manera en que frecuentemente he
visto que un ateo iris muy vivo posee .cuatro o cinco diversos
anillos de colores, esto es, contando como una todas las grada-
cionesentre el rojo y el azul. Pero el or-den de los colores en
estos anillos era totalmente contrario al arco iris primario
o interno y el mismo que el de los. colores del arco iris
secundario o exterior. Estas líneas de colores o .iris, si las
puedo llamar así, eran unas mucho más brillantes que las
otras, siendo también algunas mucho más anchas, habiendo
algunas de ellas diez, veinte, es más, creo incluso que casi
cien veces más anchas que otras. Usualmente eran más
anchas las que estaban más próximas al centro o· al medio
de la falta. En ocasiones hallé que estos colores alcanzaban
hasta el mismo centro de la falta, y entonces aparecía allí
en el centro una mancha grandísima en su mayor parte toda
de un color muy vivo, con todos los demás colores que la
rodeaban ascendiendo gradualmente y tornándose más estre-
chos hacia los bordes, manteniendo el mismo orden que
'en el arco iris secundario; esto es, si el centro era azul,
el siguiente que lo rodeaba sería púrpura, el tercero rojo, el
236 0
ROBERT HOOKE
$c;bem,,. VI. E
1
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 255
* Fig. 3 de la Plancha 6. .
256 ROBERT HOOKE
* Fig. 3 de la Plancha 6.
258 ROBERT HOOKE
Schr:Vll
e
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 291
R hallé en sualinterior
OMPIENDO acaso una piedra de pedernal en tr<>Zos,
una cierta cavidad toda incrustada
con una sustancia confitada muy bonita, algunas de cuyas
partes, al cambiar la posición de la piedra respecto a la luz
. incidente, mostraban cierto. número de reflexiones pequeñas
aunque muy vívidas. Echando mano de mi microscopio, pude
percibir que toda la superficie de la cavidad se hallaba com-
pletamente adornada con una multitud de pequeños cuerpos
cristalinos o diamantinos tan perfectamente formados que
constituían un objeto nada desagrádable. ·
Habiendo considerado esas vívidas repercusiones de
luz, hallé que procedían en parte de la superficie plana
externa de dichos cuerpos de forma regtilar (que suministra-
ban las reflexiones vívidas)° y en parte del interior del cuerpo
un tanto diáfano, es decir, de alguna· superficie del cuerpo
opuesta a aquella superficie que se hallaba próxima al ojo.
Dado que estos cuerpos eran· tan pequefios que no
podía arreglármelas bien para experimentar con ellos y exa-
minarlos, me hice con diversas lágrim~s pequeñas de crista-
les o diamantes que se hallan en gJ"&ndes cantidades en
Cornualles, por lo que comúnmente se denominan diamantes
de Cornualles. Siendo éstos muy diáfanos y creciendo en
una cavidad hueca de la roca (como me han informado
muchas veces quienes los han observado) de manera muy
similar a como hacen éstos en el pedernal, y teniendo ade-
más su superficie externa de una forma muy regular, man-
teniendo en gran medida las mismas figuras que algunos de
aquellos que observaba en el otro, constituían una ayuda
conveniente para que yo pudiese examinar las propiedades
de esos tipos de cuerpos.
En primer lugar, por lo que respecta a las reflexio-
nes, en éStos es fácilmente observable que las re.flexiones
más brillantes de la luz proceden del interior del cuerpo
diáfano, ésto es, que los rayos admitidos a través de la
sustancia diáfana, al ir a salir por la cara opuesta, son
vívidamente reflejados por la fuerte superficie reflectante
292 ROBERT HOOKE
I.
Diversos pormenores observables en las figuras de
seis brazos formadas en la superficie de la orina
por congelación.
1 Las figuras * estaban todas congeladas al mismo
nivel que la superficie de la orina en el recipiente, aunque
* Plancha 8, Fig. l.
MICROGRAFÍA 301
Schem·.vnr . O *" ** * * 01 * * ~*
.~
J
P ...
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 303
IL
Pormenores observables en la nieve floreada.
Al exponer * un trozo de tela negra o un sombrero
negro a la nieve que cae, he observado a menudo con gran
placer tal infinita variedad de nieve con. formas delicadas,
que dibujar la figura y forma de todas :ella~ sería tan impo-
sible como imitar· exactamente el mecanismo delicado y geo-
.* Plancha 8, Fig. 2.
MICROGRAFÍA 307
III.
Diversos tipos de figuras en el agua congelada.
* Plancha 9, Fig. 1.
MICROGRAFÍA 311
S"1em. IX.
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 313
. 256
º
Tras guardarla dos días más, pesaba 5 2 2 granos
[0,374 g].
7
Que era O- - de grano [0,002 g] menos que al
256
principio.
Al mantenerla seca algo más de tiempo, no se tor-
naba sensiblemente más ligera.
Al ponerla bajo agua durante una noche, tornándo-
se transparente de nuevo, tras escurrirla, el ·peso fue de
6 _3_granos (0,388 g], lo mismo que la primera vez qu~
256
57 -
se tuvo en agua, y O- - d e un grano [0,014 g] más que
256
el último peso tras dejarla secar.
Otra piedra el mismo tipo, jaspeada de gris y blanco
lechoso como algunas clases de ágatas, mientras estaba
bajo el agua se hallaba siempre rodeada de burbujitas, tal
[99) como las que aparecen en el agua un poco antes de hervir,
próximas a los costados del recipiente.
Había también algunas burbujas similares en la su-
perficie del agua, exactamente encima de ella, como si de
MICROGRAFÍA 321
Scbem:x .
-- ..--
•
••
•
• •
--
•
-••
--.---..
...
- .. •
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 323
entre sí que dejan muy poco sitio o espacio entre ellos para
que lo ocupe un cuerpo sólido, pues los aparentes intersti-
cios o lados que separan tales. poros parecen tan finos en
algunos lúgares que la textura de un panal no puede ser
más porosa, si bien no es así en todas partes, pues en algu-
nos lugares las divisiones interpuestas son mucho más grue-
sas en relación a los agujeros.
La mayoría de los poros pequeños parecían ser muy
redondos, estando dispuestos en filas que irradiaban del
meollo a la corteza. Todos ellos parecían ser poros abiertos
y continuos que iban todo a lo largo del palo. Probé si
estaban completamente perforados desgajando transversal-
mente una astilla muy fina del carbón y mirando luego di-
ligentemente con mi microscopio contra la luz, pues de esta
manera podía ver bastante bien a su través.
Estos poros eran tan extraordinariamente pequeños
y densos que en una línea de una longitud de 1/18 de pul-
gada [1,4 mm] pude contar no menos de 150 poros peque-
ños, de manera que en una línea de una pulgada [2,54 cm]
de longitud ha de haber no ·menos de 2.700 poros y en un
área cirCular de una pulgada de diámetro debe haber unos
·5.725.350 de esos poros. De este modo, un palo de una
p~gada de diámetro ha de contener no meµos de setecien-
tos .cincuenta mil, además de cinco millones de poros, cosa
que sin duda parecería increíble si no fuese que cada cual
pu~e creer a sus propios ojos. Es más: habiendo exami-
nado desde entonces granadilla, ébano neg/o y verde, lignum
vitae 1, &c., hatié que todas estas maderas poseían sus poros
mucho menores que los de la madera blanda y ligera, hasta
tal punto que los del guayaco no parecían ser más de una
octava parte del tamaño de los poros del haya, siendo en-
tonces los intersticios más gruesos; tan prodigiosamente de-
licados son los expedientes, tubos o canales mediante los
que se transporta de un lugar a otro la savia nutricia o jugo
del vegetal.
Esta Observación parece suministrarnos la verdadera
razón de diversos fenómenos de los carbÓn~, como:
Primero, por qué parecen negros. Para ello no es
preciso más que acudir al grabado [Plancha 10], pues, cier-
tamente, un cuerpo que tenga tantos poros como se observa
MICROGRAFÍA 327
duzco oscuro, algunas casi negras, con una forma muy pa-
recida a la de las vainas de semillas del musgo, aunque los
tallos sobre los que crecían eran de una sustancia transpa-
rente muy fina, casi como d tallo del moho,· aunque pa-
recían un tanto más amarillos.
Lo que me hace sospechar que sean vegetales es
haber visto que muchos de esos abultamientos están yermos
o desprovistos de ellos, como si esos cuerpos estuviesen
aún escondidos, al modo de G [en la Figura 2 de la Plan-
cha XII]. En otros estaban empezando a salir de sus abul-
tamientos gomosos y parecían brotar directamente hacia
arriba, como en A. En otros, como en B, los encontré recién
[122] salidos con muy poco o ningún tallo y las vainas de tamaño
moderado; mas en otros, como C, hallé que comenzaban
a presentar pequeños tallos o troncos cortos; en otros,
como D, esos troncos habían crecido y ensanchado, mien-
tras que en otros, como en E, F, H, 1, K, L, &c., esos
troncos y vainas se habían desarrollado mucho, siendo los
tallos más gruesos en tomo a la raíz y mucho más delgados
hacia la parte de arriba, como se puede v~r muy bien
en F y L.
No hallé que ninguno de ellos tuviese semillas o es-
tuviese hueco, aunqué a medida que crecían descubrí que
esas cabezas o vainas empezaban a girar sus puntas hllcia ·
sus raíces, a la manera que he observado que ocurre con
las del musgo, de manera que lo más probable es que la
naturaleza haya dispuesto con tal posici6n lo mismo que
practica con vainas de semillas similares de mayor tamaño;
esto es, que cuando la simiente esté madura se vea sacudida
y dispersada por la punta, tal y como se observa en las
vainas de aguileña y similares.
Todo el óvalo O O O O de la segunda Figura de la
Plancha 12 representa una pequeña parte de una hoja de
rosal del tamaño aproximado dd pequeño óvalo que aparece
en el abultamiento C, marcado con la cifra X 21 en el que
no he señalado con detalle todas las otras formas de la su-
perficie de la hoja del rosal, al carecer de interés para lo
que ahora traigo entre manos.
Ahora bien, si estas vainas contienen una semilla
en proporci6n a la vaina, como las .de las clavelinas, cla-
MICROGRAFÍA 359
S<htm : xn
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 365
LASvarias
manchas mohosas y pilosas azules, blancas y de otras
clases que se pueden observar en diferentes
tipos de cuerpos putrefactos, sean sustancias animales o
vegetales, como el cuero, bruto o curtido, la carne, la sangre~
los humores, la leche, el queso fresco, &c., o la madera verde
podrida, o las hierbas, hojas, corteza, raíces, &c., de las
plantas, no son todas ellas más que difere~tes clases de
hongos con diversas formas que, partiendo de algunos ma-
teriales adecuados de esos cuerpos en putrefacción, se ven
excitados por el calor concurrente del aire a cierta suerte
de vegetación que no será indigna de nuestra más seria
especulación y examen, como mostraré enseguida. Mas antes
he de asentar una breve destripción de este espécimen que
he añadido a este género en. la primera Figura de la Plan-
cha XII, que no es sino el aspecto ofrecido por una ~
queña mancha blanca de un moho piloso, muchas de las
cuales de5cubrí que moteaban y blanqueaban la superficie
de las- pa5tas rojas de un librito que, al parecer, eran de
piel de oveja, la cual es más proclive que otras pieles a criar
moho, incluso en una habitación seca y limpia. A través de
un buen ·microscopio 2, esas manchas se mostraban como un
cuerpo vegetativo de muy bonita forma, el cual, desde casi
[126] la misma parte de la piel, echaba multitud de tallitos ci-
líndricos; largos y transparentes que no eran· completamente
rectos, sino que se hallaban un poco doblados por el peso
de un botón redondo y blanco que crecía en el extremo de
cada uno de ellos. Observé que muchos de los botones
eran muy redondos y de superficie lisa, como A A, &c., otros
eran asimismo lisos, aunque un poco oblongos, como B;
algunos .d~ ellos estaban un tanto rotos o hendidos por
cortes en la parte superior, como e, mientras que otros
estaban por así decir todos rasgados o rotos en pedazos,
como D D. Toda la sustancia de estos bonitos cuerpos era
de una constitución muy tierna, muy a la manera de la
MICROGRAFÍA 367
cfr.. V ll ·.13
A
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 377
Scbem:XJlll.
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 393
Sche-rn.XV.
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 397
'
.
1
l
'
1
r
f
B
J
J
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 403
HAYtales,
cierta pelusa de una plan~
traída de las Indias Orien-
denominada ordinariamente, aunque con mucha
impropiedad, cow-itch 2 , la ra1.Ón de cuyo error es bastante [146]
clara por la descripción que de ell8 pa~e el señor Parkinson 3
en su Herbal, Tribu XI, Cap. 2. Phasiolus siliqua hirsuta;
la ¡udía pilosa, denominada couhage en Zurratte 4, donde
crece: Nos han traído (dice) otra de este tipo de las Indias
Orientales que al plantarla tiene Ún aspecto como la pri-
mera, aunque no alcanza el pleno desarrollo, j>ues la esta-
ción ingrata no le permite florecer; ahora bien, de las vainas
que se tra;eron, algunas eran menores, más cortas y redon-
das que las de la especie de ;ardín; otras eran mucho más
largas, creciendo muchas juntas como si fuese en racimos,
todas cubiertas por un vello corto .y-.pardo, tan fino que si
algo de él se frota o cae sobre el Joiso de la mano u otras
partes tiernas de la piel, provocará una especie de picor,
aunque no fuerte ni duradero, sino que enseguida se pasa
406 ROBERT HOOKE
sin daño ni peligro. Las .judias eran menores que las or-
dinarias y de color negro brillante.
Habiéndome dado una de esas vainas un capitán de
barco que había . frecuentado aquellos parajes, hallé que
se trataba de una vaina pequeña de unas tres pulgadas
[7,6 cm] de largo, muy parecida a la vaina corta de las
judias francesas 5, que contenía seis judías, estando toda su
superficie cubierta de un vello o pelo pardo muy espeso
y brillante que era muy fino y tieso para su tamaño. To-
mando un poco de este vello y ·frotándolo contra el dorso
de mi mano, sentí muy poca o ninguna molestia, notando
tan sólo que con el frotamiento varias de estas pequeñas
partes velludas penetraban y se hundían o clavaban bastante
profundamente en mi piel. Después de haber frotado de este
modo un buen rato, sentí muy poco o ningún dolor, hasta
el punto de dudar de que se tratase de la verdadera pi-
capica; mas cuando estaba dándole vueltas al asunto, noté
que el vello comenzaba a hacer que la mano me picase y, en
algunos lugares, a escocer también, muy a la manera de la
picadura de una pulga o un mosquito, lo que se prolongó
un buen rato, de manera que poco a poco noté cómo la piel
se hinchaba con pequeñas pústulas rojas, pareciendo como
si estuviese sarnosa. Mas como lo aguanté sin frotar o rascar,
el dolor y el picor enseguida remitió y al cabo de una hora
ya no notaba nada, habiéndose desvanecido las pequeñas
protuberancias.
Supongo que la causa de este extraño fenómeno es en
gran medida la misma que la de la picadura de la ortiga,
pues mediante el microscopio descubrí que este vello cons-
taba de una multitud· de cuerpos cónicos pequeños y del-
gados muy similares a las agujas o punzones, tal y como se
representan mediante A B, CD, E F en la primera figura
de la Plancha XVI, siendo sus puntas A A A muy agudas
y su sustancia muy rígida y dura, como la de muchos ti-
pos de espinas y ganchos que crecen en los árboles. Por
más que pareciesen muy claras y transparentes, con todo
no podía ver si estaban o no huecas, aunque me parecían
como cuerpos sólidos transparentes sin cavidad alguna en
ellos. Sin embargo, no fui capaz de examinar si no po-
drían ser una especie de caña llena con algún líquido trans-
.MICROGRAFÍA 407
Schem;xv n .
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 417
Sche~:xx.
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 429
ALcopio
mirar uno de los pelos de mi cabeza con un micros-
muy bueno, noté los siguientes pormenores:
1. Que en su mayoría eran cilíndricos, algunos
un tanto prismáticos, aunque en general eran casi redon-
dos, tal y como se representan en la segunda Figura de la
Plancha 5 mediante los cilindros EEE, sin que me fuera
posible hallar ninguno con ángulos agudos.
[157] 2. Que la parte más próxima a la punta era ma-
yor que la que se encontraba más cerca de la raíz.
3. Que eran transparentes de cabo a rabo, aun-
que no muy claros, apareciendo el extremo próximo a la
raíz como un trozo de cuerno negro transparente.
4. Que las raíces de los pelos eran muy lisas, adel-
gazando hacia el interior casi como una chirivía, sin que
pudiese descubrir que tuviese filamento alguno o cuales-
quiera otros vasos, como las fibras de las plantas.
5. Que cuando se partía la punta (lo que es fre-
cuente en el pelo largo), parecía el extremo de un palo··
golpeado hasta quedar todo desmenuzado, presentando no.
sólo dos astillas, sino a veces diez y más.
6. Que todos ellos, por lo que yo pude ver, eran
cuerpos cilíndricos sólidos, no permeables como una caña
o enea. Tampoco pude encontrar que tuviese una médu-
la o ·rustínguir una corteza o similares, tal como he obser-
vado en las crines de caballo, en los bigotes de gato, en el
pelo del ciervo indio, &c.
E deaguijón
L de una· abeja dibujado en la segunda Figura
la Plancha XVI parece ser un arma ofensiva, sien-
do un ejemplo notable de que la naturaleza es tan venga-
tiva como el que más, pues, en primer lugar, no parece
tener otra utilidad; en segundo lugar, por su admirable
forma, ~e .parece especialmente diseñada para tal fin, y en
tercer lugar,- por la virulencia del líquido que expulsa y los
desagradables efectos y síntomas consiguientes.
Mas, sea cual sea su uso, no cabe duda de que su
estructura es muy admirable. No es preciso que describa
MICROGRAFÍA 443
S chem : XXII .
T•19 ·
LL--T?-111::!::.!l•-~~¡
N o
t.
.. f'
a una 5oo•v• parte de una pulgada [0,05 mm], con todo for-
man una textura tan fuerte que, a pesar de su extremada-
mente rápido y violento batir contra el aire debido a la
fuerza del ala de un ave, se mantienen firmemente unidos.
Asimismo muestran una admirable providencia de la natu-
raleza en su diseño y manufactura, pues su textura es tal
que, por más que debido a un daño externo sus partes se
vean violentamente separadas, de modo que los tallos y
hojas no. se toquen entre sí, por lo que varios desgarrones
de éstos impedirían el vuelo del ave, con todo en su ma-
yoría rápidamente se unen o traban de nuevo por sí mismos,
colocándose y tejiéndose fácilmente en su posición natural
prístina merced al batido de las plumas que practica el ave
o a que las haga pasar a través del pico, pues,· efectivamente,
tal es la infinita cantidad de esas pequeñas fibras en la parte
de abajo de las hojas, la mayoría de las cuales poseen esos
ganchitos en la punta que fácilmente cogen y á8arran los
tallos que tocan.
En vista de esta extraña textura, parece razonable SU·
o
poner que hay cierto tipo de malla agujero _tan pequeño
que el aire no atravesará con facilidad, como también apunté
en la Observación sexta acerca de los tubitos de vidrio,
pues en caso contrario parece probable que la .naturaleza
hubiese extendido por encima algún tipo de ·fina película
que habría cubierto todas esas mallas o agujeros casi cua-
drados, pareciendo a través del microscopio que más de la
mitad de la superficie de la pluma está abierta y es visible-
mente permeable 3 • Esta conjetura parecerá aún más pro-
bable por la textura de las alas velludas de la Tinea f!,rgentea
o polilla alada de pluma blanca, que describiré enseguida 4•
Mas la naturaleza, que conoce mejor sus propiás leyes y las
diversas propiedades de los cuerpos, sabe también cuál es
la mejor manera de adaptarlos y adecuarlos a los fines que
se ha propuesto, y quien quiera conocer esas propiedades
habrá de seguir a la naturaleza en sus obras viendo qué
curso observa. Supongo que los esquemas y estructuras de
los cuerpos animados aportarán al diligente investigador
beneficios nada despreciables, como las instrucciones más
seguras y excelentes tanto respecto a la parte práctica de la
MICROGRAFÍA 451
Fig .1 S cbcm.}J{m
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 457
ala, pero no sólo este borde está así festoneado, sino que
también todo el borde del ala se halla cubierto de un pe-
queño fleco que consta de cerdas cortas y más menudas.
Si dispusiese de tiempo, este tema suministraría
excelente materia para la contemplación de la naturaleza
de las alas y del vuelo 9 ; pero como quizá pueda encontrar
mejor ocasión para proseguir esta especulación y recoger di-
versas observaciones que he realizado sobre el particular,
pasaré ahora a la
C cabeza,
una mosca zángano gris grande que tenía una gran
OGÍ
si bien el_ cuerpo era pequeño y delgado en
relación con ella, y cortándole la cabeza, la fijé sobre mi
portaobjetos con la parte delantera de la cara hacia arri-
ba. (Elegí ésta en lugar de la cabeza de una moscarda azul
grande porque, versando ahora mi investigación acerca de
los ojos, en primer lugar hallé que de todos los tipos pe-
queños de moscas que haya visto nunca, esta mosca pre-
sentaba los mayores conglomerados de .ojos en proporción
a su cabeza, tendiendo un tanto a la estructura de las gran-
des libélulas, y en segundo lugar, porque hay mayor va-
riedad en los botones o bolas de cada conglomerado que
en cualquier otra mosca pequeña.) Examinándola, pues, de
mi manera acostumbrada, cambiando los grados de luz y
alterando su posición respecto a cada tipo de luz, dibujé
esa representación suya que se delinea en la Plancha 24,
hallando estas cosas tan claras y evidentes como notables
y gratas.
Primero, que la mayor parte de la cara, es más, de
la cabeza, no era sino dos grandes y protuberantes grumos
o partes prominentes, A B C D E A, cuyas superficies es-
taban todas cubiertas o conformadas en una multitud de
pequeños hemisferios colocados en un orden triagonal, dis-
poniéndose muy densos y compactos en dicho orden por
MICROGRAFÍA 465
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 467
Schem. XXV.
MICROGRAFÍA 477
E croscopio
tipo de mosca, de la que se traza un dibujo al mi-
STE
en la primera Figura de la Plancha 26, una ~s
bellísima criatura que re~e varias propiedades muy nota-
bles, muchas de las cuales ya he descrito en parte, a saber,
las patas, alas, ojos y cabeza, en las Observaciones pre-
cedentes.
y aunque la cabeza descrita anteriormente es la de
una mosca zángano, a grandes rasgos es muy semejante a la
de ésta. Las cosas en que más difieren se hallarán con bas-
tante facilidad por los siguientes pormenores:
En primer lugar, los racimos de los ojos de esta
mosca son muchísimo menores que los de la mosca zángano
en relación con la cabeza.
[183] Luego, todos los ojos de cada racimo parecen en
gran medida todos del mismo tamaño, no difiriendo como
los de la otra, aunque estaban _dispuestos en el mismo orden
triagonal.
En tercer lugar, entre estos dos racimos había una
frente escamosa y prominente, B, armada y adornada con
grandes cerdas negras agudas que, creciendo en filas por
cada lado, se doblaban unas hacia otras cerca de la punta
de tal modo que formaban una especie de glorieta arqueada
de cerdas que casi cubría la frente antedicha.
En cuarto lugar, en el extremo de este arco, hacia
la mitad de la cara y en una parte prominente C, crecían
dos pequeños cuerpos oblongos, D D, que al microscopio
ofrecían un aspecto no muy distinto· del de los colgantes de
los lirios 2 • Éstos parecían unirse en dos pequeñas partes
en e, que a su vez parecían unirse a la frente.
MICROGRAFÍA 481
5chem/ XXVI.
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 483
E chacriaturita
STA dibujada en la primera Figura de la Plan-
27 era un animalito .con escamas o costra que a
menudo he observado que .se genera en el agua de lluvia.
He observado tal cosa tanto .en agua de charcas como en
agua de río. Algunos suponen que derivan su primera forma
original de la putrefacción del agua de lluvia, en la que, si
ha estado algún tiempo expuesta al aire, difícilmente se
dejará de ver una gran cantidad de ellos retozando aquí
y allá todo el verano.
Se trata de una criatura de forma completamente
distinta de cualquiera que haya observado nunca, siendo no
menos extraño su movimiento. Posee una cabeza muy grande
en proporción a su cuerpo, toda cubierta por una concha
como la de los animales testáceos, aunque difiere en lo si-
guiente: presenta arriba y ·abajo de diferentes partes suyas
diversos penachos de pelos o cerdas, situados en el orden
expresado en la Figura. Tiene dos cuernos que parecen casi
como los cuernos de un buey invertidos y, por lo que pude
conjeturar, vacíos, asimismo con penachos o cerdas en la
cúspide. Podía mover con facilidad estos cuernos en esta
MICROGRAFÍA 487
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 489
Añadido
Un tiempo después de haber escrito esta descripción,
el doctor Peter Ball 16 , un ingenioso miembro de la Socie-
dad Real, me entregó una bolsita de una especie de nueces
que, según me dijo, le había enviado un hermano suyo
del campo, desde Mamhead, en Devonshire. Algunas de
ellas estaban sueltas, supongo que por haberse rot~, mien-
tras que otras aún se hallaban adheridas firmemente a los
costados de un palo que parecía un trozo de la raíz de
un árbol por su corteza y flexibilidad, así como por cier-
tas hebras que crecían en él 11 • Todas ellas estaban secas
y un poco arrugadas, siendo otras más redondas y de un
color pardo. La forma era como la de un higo, aunque
mucho menores, siendo algunas aproximadamente del ta-
maño de una baya de laurel 12 y otras, las mayores, del
498 ROBERT HOOKE
5clwn .xx1x.
MICROGRAFÍA 507
S chem · .xxx
_,...
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 51.3
L teada
tarántula es una pequeña araña gris bellamente mo-
A
con manchas negras por todo su cuerpo y que
el microscQpio descubre que son una especie de plumas
como fas de las alas de las mariposas o las del cuerpo de
la polilla blanca que he descrito últimamente 2• Su paso es
muy veloz, a golpes, ora corriendo, ora saltando casi como
un saltamontes. Quedándose luego quieta y levantándose
sobre sus patas traseras, girará muy vivamente su cuerpo
mirando a su alrededor en todas direcciones. Posee seis
ojos muy conspicuos, dos mirando directamente al frente y
situados delante del todo, otros dos a ambos lados de éstos
mirando al frente y a los ·costados y otros dos hacia el me-
dio de la cúspide de sri espalda o cabeza que miran hacia
atrás y hacia los lados; éstos parecen los mayores. La super-
ficie de todos ellos era muy negra, esférica, perfectamente
pulimentada, reflejando muy clara y distintamente la imagen
de todos los objetos en torno, como una ventana, la mano de
un hombre, un papel blanco y similares. Algunas otras pro-
piedades de esta araña observadas por el muy cabal señor
Evelyn en sus viajes a Italia 3 , se expresan de la manera más
520 ROBERT HOOKE
L cripción
fuerza y belleza de esta criaturita merecería una des-
A
aunque no tuviese ninguna otra relación con
el hombre.
Por lo que atañe a su fuerza, el microscopio no pue-
de hacer mayores descubrimientos que la simple vista, si
exceptuamos que la curiosa disposición de sus patas y ar-
tejos para ejercer dicha fuerza queda claramente de maní-
538 ROBERT HOOKE
Schem XXXVI .
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 551
muy bueno de doce pies [3,66 m], con el que no era difí-
cil verlas, así como varios otros grados de estrellitas, y otras
aún menores que parecían de nuevo aparecer y desaparecer.
Estas últimas, dándole al mismo objetivo una apertura
mucho mayor, podía verlas clara y constantemente· apare-
cer y desaparecer en· sus lugares primitivos, de modo que
he observado unas doce diferentes magnitudes de estrellas,
menores que aqüellas de sexta magnitud normalmente se-
ñaladas en los globos.
Merced a las observaciones más precisas de los me-
jores de nuestros astrónomos modernos, se ha observado
y confirmado que todos los cuerpos luminosos aparecen so-
bre d horizonte cuando en realidad están bajo él. Así, d
Sol y la Luna se han visto ambos por encima dd horizonte [219]
en el momento en que la Luna sufría un eclipse. No insis-
tiré aquí en el caso de las grandes refracciones que se ha
observado que se dan en las cumbres de las montañas vistas
desde lejos, todo lo cual habla a favor de que la refrac-
ción en d horizonte es mucho mayor de lo que normal-
mente se creía hasta ahora.
También· he tenido constancia de que nó sólo d
Sol, la Luna, las estrellas y las altas cumbres de las monta-
ñas han sufrido este tipo de refracciones, sino también los
árboles y varios objetos brillantes del sudo. Me he perca-
tado muy frecuentemente del parpadeo del reflejo del Sol
en los cristales de las ventanas desde una buena distancia,
así como del de una vela en la noche, aunque no es tan
co~icuo. Asimismo, al contempiar la puesta de Sol, me he
dado cuenta muchas veces del temblor de árboles y arbus-
tos, así como de los bordes dd Sol. Muchos han notado
diversos de estos fenómenos, dando diferentes razones de
ellos, si bien aún no me he topado con ninguna plenamente
satisfactoria, si bien algunas de sus conjeturas han sido en
parte verdaderas, aunque en parte también falsas. Plan-
teándome, pues, la investigación de estos fenómenos, traté
primero de tomar nota muy diligentemente de los diferen-
tes detalles y circunstancias op~rvables en ellos," realizan-
do después diversos experimentos .particulares que pudiesen
aclarar algunas dudas, sirviendo para determinar, confir-
mar e ilustrar la verdadera y adecuada causa de cada uno.
558 ROBERT HOOKE
A A
f
\.
E
[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 561
* Fig. 3.
MICROGRAFÍA 565
1
espacio de 1 - de pulgada [29 mm]. Después elevé el tubo
7 .
hasta que. el cilindro tuviese seis pulgadas [ 1.52,4 mm]
de altura, hallando que el aire ocupaba en el tubo un espa-
2 .
cio de 1-de pulgada [31 mm]. A continuación, para 8,
.9
10, 12, &c., hallé que la expansión del aire para cada uno
de los cilindros era la que se expresa en la siguiente Tabla,
donde la primera columna significa la altura del cilindro
mercurial; la siguiente, la expansión del aire; la tercera, la
presión de la atmósfera o el cilindro más alto de mercurio,
que era entonces de cerca de treinta pulgadas [762 mm].
La última indica la fuerza del aire así expan(lido, pues, ha-
biendo hallado que el aire exterior mantendría el azogue a
treinta pulgadas [762 mm], ha de considerarse que todo
lo que falte de esa altura ha de atribuirse a la elasticidad
del aire que presiona hacia abajo. Por consiguiente, teniendo
la expansión en la segunda columna y la altura del cilindro
de mercurio subyacente en la primera, así como la máxima
altura del cilindro de mercurio qne por sí solo equilibra toda
la presión de la atmósfera, restando los números de la pri-
mera columna de ·los de la tercera, se tendrá la medida de
los cilindros así comprimidos y, consiguientemente, la fuerza
<lel aire para las diversas expansiones registradas 9•
MICROGRAFÍA 567
00 01 30 30
02 01'.!16 30 28
04 01! 30 26
1
06 01!, 30 24
08 01! 30 22
J
JO 01! 30 20
j&
12 01! 30 18
J
14 01¡. 30 16
16 02! 30 14
•7
18 02! , 30 12
20· 03 30 10
22 03.; 30 8
24
25
26
05?¡
. 06!
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•
30
30
30
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13
.. 30
30
30
3¡.
3~
27•
3¡.
•s~ 30 3
568 ROBERT HOOKE
E de las vada
STANDO una esquina bastante grande de la plancha
Siete Estrellas, he añadido para llenarla un
pequeño ejemplo del aspecto de las partes de la luna, di-
bujando una pequeña mancha suya que, por más que haya
sido señalada tanto por el excelente Hevelius 1, quien la
denomina ·Mons Olympus 2 (aunque estimo que con cierta
impropiedad, pues es un valle), estando representada en
la Figura X de la Plancha 38, así como también por el
docto Ricciolus, quien la llama Hipparcus, describiéndola
mediante la Figura Y, con todo, cuán lejos están ambos de
la verdad se podrá ver un tanto por el dibujo que he ad-
juntado aquí de ella en la Figlira Z (que tracé con un apa-
rato de treinta pies [915 cm] en octubre de 1664, justo
antes de que la luna tuviese iluminada una mitad), cosa
que se verá aún mejor si el lector la observa él mismo di-
ligentemente en un momento adecuado con un aparato de
esa longitud, y mucho mejo~. todavía si se sirve de uno
de sesenta pies [ 1.830 cm] de longitud. En efecto, con
éstos aparece como un valle muy espacioso rodeado por
·una ~rdillera de montañas no muy altas en comparación
eón otras muchas de la luna ni tampoco muy empinadas.
El valle mismo A B C D tiene en gran medida forma de
pera, y por diversos aspectos que ofrece parece ser un lugar
muy fértil, esto es, parece tener su superficie toda cubierta
de ·algún tipo de sustancias vegetales, pues· en todas las po-
siciones de la luz respecto a él parece producir una reflexión
mucho más débil que las más áridas cumbres de las colinas
circundantes, y ésas, mucho más débil que otras diversas
montañas de la luna escabrosas, gredosas o rocosas. Así pues,
[243] no me niego a pensar que en el valle pueda haber vegeta-
les análogos a nuestra hierba, arbustos y árboles, y la ma-
yoría de esas colinas en tomo pueden estar tapizadas de
una cubierta vegetal tan fina como la que podemos obser-
var que tienen nuestras colinas, al modo del corto pasto
de ovejas que cubre las colinas de las ll~ufas de Salisbury.
Aquí y allá, en diversas partes de· este sitio aquí
descrito (como los que hay muchísimos en otros lugares por
MICROGRAFÍA 595
S c,he-rn . xxwm.
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[Página en blanco correspondiente a la cara posterior de la imagen]
MICROGRAFÍA 599
Esto se puede ver en parte por las colinas que rodean este
valle que aquí he dibujado, pues del mismo modo que en la
tierra la colina que se halla más en el centro parece la más
alta, también eso es patente mCcliante un buen telescopio
en las de la luna. Asimismo, los valles de muchos tienen
en gran medida la misma forma que los de la tierra, incli~
nándome a pensar que, si pudiésemos mirar la tierra desde
la luna con un buen telescopio, podríamos percibir con bas-
tante facilidad que su superficie es muy semejante a la de
la luna.
Ahora bien, que en este dibujito (como el que ha-
bría multitudes si se dibujase toda la luna de esta manera)
haya varias pequeñas ebulliciones o platos incluso en los [246]
propios valles, así como también en las colinas que los
rodean; tal cosa será tremendamente fácil de explicar con
esta sui>osición (que creo haber hecho con muy buenos
fundamentos), pues, como he observado muchas veces tam-
bién en la superficie del alabastro preparado tal como ex-
pliqué antes, las erupciones tardías de los vapores ·pueden
estar incluso en el medio o en los bordes de las anteriores,
y otras que vengan después de estas últimas pueden estar
en el medio o en 1os· bordes de éstas, &c., cosa de la que
hay ejemplos de sobra en diferentes partes del cuerpo lunar,
pudiéndose ejemplificar suficientemente con un pote de ala-
bastro hirviendo.
Por tanto, para concluir, siendo muy probable que
la luna tenga un principio de gravitación, suministra un ex-
celente ejemplo distinguido en la búsqueda de la causa de
la. gravitación o atracción, a saber~ que no depende del ino-
v~iniento diurno o giratorio de la tierra, como algunos un
tanto irreflexivamente han supuesto y afirmado que ocu-
rre 5 • En efecto, si la luna posee un principio atractivo me-
diante el que no sólo adquiere ·una forma redonda, sino
que además contiene y sostiene firmemente unidas todas sus
partes, por más que muchas de ellas parezcan tan sueltas
como la arena de la tierra, y eso a pesar de que la luna
no se mueva en tomo a su centro 6 , entonces ciertamente el
giro no puede ser la causa de la atracción de la tierra. Por
tanto, hay que buscar algún otro principio que concuerde
con todos los planetas secundarios, así como con los pri-
602 ROBERT HOOKE
FINIS.
EL INDICE*
es probable que la luna po- que algunos pozos están unos [246]
sea un principio gravitatorio. dentro de otros. El uso que
Esto se argumenta por diver- se puede hacer de este caso
sos detalles. La raz6n por la de gravedad en la luna.
NOTAS A LA MICROGRAFIA
NOTAS f., LAS DEDICATORIAS Y AL PREFACIO
1 Presidente de la Sociedad Real. William, segundo Vizcon-
de Brouncker (1620-1684), fue el primer miembro de la Sociedad
Real y su Presidente durante los p~ quince años.
2 Fisiológico aludía aún en esta época a algo perteneciente
a la naturaleza (fysis en griego) en general y no sólo, como en la
acepción restringida actual, a la constitución de los organismos
vivos.
3 «Aunque no puedas alcanzar con la vista lo mismo que
Linceo, no por ello vas a dejar de ungirte si tienes legañas»; Hora-
do, Epistolas, Libro I, Epístola 1, 2s;9_ Linceo es un personaje mi-
tológico de visión agudísima, capaz de atravesar, por ejemplo, los
cuerpos opaoos.
4 Sobre el origen de esta obra en el interés del rey, véase la
Introducci6n, págs. 52-56.
s La mayor parte de los dibujos de la Micrografla se presenta-
ron antes de su publicación en sesiones de la Sociedad Real. Véase
la Introducción, págs. 54 y sigs. En la primera nota de cada Observa-
ción se dan detalles, cuando los hay, de sui¡ presentaciones antece-
dentes ante la Sociedad Real.
6 En esta época la Sociedad Real estaba interesada en un
proyecto· irénico consistente en evitar las disensiones científicas, fi.
los6ficas, políticas y religiosas (Inglaterra acababa de salir de tiem-
pos turbulentos), limitando sus actividades a describir hechos, acerca
de los cuales el consenso es fácil de conseguir. En esta misma época
Thomas Sprat redactó bajo la dirección de Wilkins, representante
del grupo más activo de la Sociedad, un libro apologético, History of
tbe Royal Society (1667). En él se expresaba la política dominante
en la Sociedad, un escepticismo mitigado, consistente en rechazar la
filosofía natural «dogmática» que no se basa en los hechos sino en
el ingenio (cuyo modelo es la física cartesiana y en general las hipó-
tesis meramente plausibles). Frente a ello se predica el antídoto
consistente en un baconianismo estrecho y antiteórieo del tipo ejem-
620 NOTAS A LAS DEDICATORIAS Y AL PREFACIO
(T. Birch, History of the Royal Society of London, vol. III, pági-
nas 364-5); vide asimismo sus Lectures of Light (1680), en R. Waller
(Ed.), The Posthumous W orks of Robert Hooke, pág. 72.
11 Ya en 1613, P. Aproino y D. Antonini experimentaron con
una catácoia para aumentar la audici6n, pidiendo ayuda a Galileo
para desattoIIar el sistema. En Inglaterra la idea de aumentar el
alcance del oído humano parece ser baconiana; cf. F. Bacon, Sylva
Sylvarum (1627), Centuria 3, núm. 285, donde llama cgafas de
oído» a la trompetilla utilizada en España. Las «JDáquinas de oír»
hicieron una pronta aparici6n en la Sociedad Real gracias a R. Mo-
ray que tenía una (sesiones del 4-:XIl-1661 y del 1-1-1662; Birch,
History of the Royal Society of London, vol. 1, págs. 66 y 68), pre-
sentando W. Croone un discurso sobre el aparato pbonocampticus
(17-IX-1662, Ibid., pág. 111); sobre el tema relacionado del éco,
cf. también las págs. 120-3, 132, 137-8.
Hooke desarroll6 un tipo de otacústico de vidrio y lo present6
en la sesi6n de la Sociedad Real del 2 de abril de 1668, recomen-
dándosele mejorarlo para la pr6xima sesi6n del día 9, cosa que hizo
(T. Birch, History of tbe Royal Society of London, vol. 11, pági-
nas 261-3). Este aparato se originó en los intentos de mejorar uno
de William Croone para captar los movimientos del aire (Birch, op.
cit., vol 11, págs. 247, 255-8; en· esta última página, puesto que
Hooke había mencionado que el aparato se podía usar para captar
los sonidos, se lee: «se orden6 que el Sr. Hooke preparase para este
fin uñ gran recipiente de vidrio»). En junio y julio de 1672 se exa-
mfuaron otros modelos producidos por Hooke, J. Goddard y J. Co-
nyers, esta vez para aumentar el volumen de emisi6n. El mejor de
estos altavoces fue el de Hooke (Birch, History, vol. 111, págs. 51,
54-56). Cf. P. Gouk, op. cit. en la nota anterior, págs. 163-5, así como
su artículo «The Role of Acoustics an& Music Theory in tbe Scien-
tific Work of Robert Hooke», Annals of Science, 37 (1980): 573-605,
esp. pág. 590.
u En julio de 1687, Hooke desarrolló un sistema similar a
éste para transmitir el movimiento a distancia a través de hilos y
tubos, el cual procedería a una velocidad mayor que el sonido, «in-
cluso tan rápido como el movimiento de la luz». Cf. Waller (Ed.), The
Posthumous W orks of Robert Hooke, pág. xxiv; P. Gouk, op. cit.
en segundo lugar en la nota preced~te, pág. 584.
13 Véase infra la Observaci6n XXV, págs. 400-403 y nota 6.
14 Georgius Agricola o Georg Bauer (1494-1555) fue un mé-
dico alemán dedicado a la metalurgia y minería.· Su obra principal,
De re metallica libri XII (Basilea, ·1556), es un tratado sobre todas
las técnicas y aspectos conectados con la extracción y procesamiento
de minerales. La detecci6n de venas a través del tipo de vegetaci6n
que crece sobre ellas se menciona en el Libro 11, pág. 26.
IS Véase la figUra 1 de la Planclla I, más abajo, pág. 153.
Este es el primer b~metro de rueda, en el que la presi6n se
registra por medio de la rotaci6n de una aguja. Ya el 30 de di-
ciembre de 1663, Hooke present6 a la Sociedad Real un mecanismo
NOTAS A LAS DEDICATORIAS Y AL PREFACIO 623
472, 473, 475, 485, 495, 501, 507, etc.). Moray envi6 a Huygens al-
gunas mediciones, d. C. Huygens, Oeuvres, vol. V: 1767.
11 Op. dt. supra en la nota 29.
31 F.ste método es una adaptaci6n· del usado por Galileo con
sus telescopios. Véase el comienzo de su Gaceta sideral, ed. C. Solís,
El 111emaje 1 el 111e11sa;ero sideral, Madrid: Alianza, 1984: 27-90,
pág. 40_
lS Los miaoscopios compuestos -comenzaron a ensayarse en
la segunda década del siglo diecisiete. A mediados de siglo, los Huy-
gens diseñaron algunos y R. Reeves los vendía entre 3 y 6 h"bras;
pero hasta Hooke no funcionaron satisfactoriamente, copiándose y
adaptándose con frecuencia, como hizo E. Divini en Italia, quien en
1648 había inventado un tipo de microscopio con tubos de cartón
extensJDles y lentes convexas como éste posterior de Hookc.
· La aberraci6n y la mala calidad del vidrio era un problema
más grave en los microscopios que en los telescopios, pues las lentes
de los primeros, al tener un menor radio de curvatura, presentan ma-
yor abernci6n esférica y al ser comparativamente más gruesos, la
imperfea:i6n del vidrio era más notoria. De ahí la tendencia a mejo-
rarlos disminuyendo el número de refracciones y la superioridad de
los microscopios simples de bola que Hooke describe más abajo. Los
había aJD1CDZ11do a hacer J. Hudde en Holanda en 1663, sirviéndose
de ellos los Huygens en sus sofisticados microscopios de los años se-
tenta (C. Huygeos, Dioptrique, Oeuvres, XIII, pág. 520; d. también
M. Dmmas, -Op. cit. en la nota Jl, págs. 56 y sigs,). Quien mejor
partido sacó de estos microscopios simples fue A. van Leeuwenhoek,
quien. para 1674 fabricaba lentes biconvexas de 6· a 7 mm de longitud
focal y 5 mm de di'1netro con las que se acen:aba a 500 X y 1 µ de
resoluci6n, diez veces mejor a este respecto que lo5· compuestos. Los
objetivos y también los oculares de los compuestos aumentaban la
aberraci6n cromática, con lo que su magnificaci6n útil no podía
competir con la de los simples, por más que éstos fuesen de manejo
mucho más engorroso. La superioridad de los microscopios simples
de Lccuwmhock se mantu\ro durante todo el siglo ·dieciocho, prác-
ticamente hasta que en el primer tercio del siglo diecinueve se supe-
raron las aberraciones cromática y esférica, permitiendo el desarrollo
de microscopios compuestos. Ya mencionamos (supra nota 29) el
método de J. J. Lister de 1830 para la aberraci6n esférica. El méto-
do para atacar la cromática (el azul converge antes que el rojo) me-
diante la combinaci6n de una lente positiva y otra negativa de vi-
drio aoum y flint respectivamente con diferente poder de disper-
si6n, fue ingeniado en 1758 por J. Dollond para telescopios; pero la
pequeiíez de los componentes en microscopios retras6 el uso de este
sistema hasta la primera década del diecinueve, cuando van Deijl
comcnz6 a comercializarlos en Holanda. (Cf. G. L'E. Tumer, Collect-
ing Miaoscopes, Londres: Studio Vista, Christie's South Kensington
Collc:ctor Series, 1981, págs. 12-15.)
36 Hooke da a entender aquí que todos los dibujos son su-
yos. La mayoría de ellos (veintid6s de los treinta y tres de tema
NOTAS A LAS DEDICATORIAS Y AL PREFACIO 629
NOTAS A LA OBSERVACION 1
t El 20 de mayo de 1663, Hooke presentó ante la Sociedad
Real «ttes observaciones microscópicas: 1. de la cabe7.a de una hor-
miga; 2. de una extraña mosca como un 1005quito; }. de la punta
de una aguja. (d. Birch, History o/ the Royal Society o/ London,
vol. 1, pág. 24}).
En el Novum Organum (1620), Libro· 11, Aforismo XXXIX
(edición de Miguel Angel Granada, La gran restauraci6n, Madrid:
Alianza, 1985, págs. 291 y sigs.), F. Bacon habla de las instancias de
la puerta que dan acceso a ámbitos a los que los sentidos desnudos
no llegan. En primer lugar alude a cesas lentes recientemente des·
cubiertas» con las que se ven las partes de moscas y pulgas, así como
las líneas de la escritura «enormemente desigual y torcida•. En esta
Observación primera, Hooke incluye la descripción de un punto de
tinta, dibujado en la Plancha 2. Un poco más adelante, Bacon co-
mentaba que «las estructuras naturales son mucho más sutiles que
las artificialesi., idea que. repite Hooke más abajo en esta Observa·
ción (págs. 156-159/[2]). Las.mismas consideraciones se pueden leer
en la Observación XLVIII, sobre cuna línea dibujada sobre el pa·
peli., de la Experimental Philosophy (166}) de H. Power (pág. 53).
2 Alumen plumosflfll: sulfato ferroso-alumínico, un tipo de
alumbre natural rompuesto por una especie de hilos o fibras seme-
jantes a plumas.
3 Una de las mayores dificultades para la aceptación del ato-
mismo eran las agudas críticas formuladas por Aristóteles. Entre ellas
destaca la incompatibilidad ·de la división del continuo de la geome-
tría con la estructura granular de la materia física finita. Así, por
ejemplo, si un cuerpo constase de un número impar de átomos ali-
neados, no se podría bisecar, pues el del centro, al ser at6mico, sería
irrompible. Los corpuscularistas, que deseaban tener a Ja vez la geo-
metría de las magnitudes continuas y el atomismo, se veían en se-
rios aprietos. Eso le ocurría a Galileo en la Jornada Primera de los
Discorsi, así como a todos cuantos aceptaban que la geometría era
una ciencia que descril>ía la naturaleza de la extensión física: T. Hob-
bes es uno de los pri.meros en considerar que las matemáticas son
una invención humana como el derecho, distinta del mundo .real, de
manera que aunque se pueda concebir que una extensión es inde-
finidamente divisible, no tiene por qué serlo un cuerpo natural ex-
tenso (De Corpore,.en The English Works, ed. por W. Molesworth,
Londres, 1839-45, vol. I, págs. 445-448). La distinción que hace aquí
Hooke entre extensi6n. y materia de un cuerpo va en este sentido.
4 El formato original es casi el doble que el de AHaguara. El
aumento de las dos figuras de la Plancha 11 es aproximadamente de
92Xy 46X.
s Sobre el tamaño de los ácaros, véase infra el comienzo de
la Observaci6n LV, pág. .547/[213].
6 En la Observación XLVIII de la Experimental Philosophy
(pág. 5}), H. Power señala que un escribano de su zona, un tal Taylor,
634 NOTAS A LAS OBSERVACIONES I, 11 Y 111
NOTAS A LA OBSERVACION 11
1 Esta observación se presentó a la Sociedad Real el 6 de ju-
lio de 1663 (Birch, History, vol. 1, pág. 273).
2 La irregularidad de la superficie de los siete metales apa-
rentemente bien pulimentados aparece en la Observación XXXVI del
libro de H. Power, Experimental Pbilosophy (1663), pág. 45.
3 Luciano de Samosata, Diálogos de los muertos, Diálogo X
entre Caronte, Hermes y varios muertos, uno de ellos un filósofo cuya
barba pesaba unos 2,160 kg.
NOTAS A LA OBSERVACION IV
1 Relacionadas con ésta y la siguiente observación están las
entradas de las actas de la Sociedad Real del día 8 de julio de 1663
(junto con d filo de una navaja y un milípedo; Birch, History, vo-
lumen 1, pág. 273) y del 30 de septiembre del mismo año (junto con
escamas de lenguado y aristas de avena; Birch, History, vol 1, pá-
gina 308).
2 Supra, págs. 164 y sig./[6].
3 No parece haberse disgustado, ciertamente, Louis Marie
Hilaire Bernigaud, Conde de Chardonnet (1839-1924), inventor en
1884 del rayón o seda artificial. El método patentado ese año y
mejorado durante los cinco años siguientes para reducir la inflama-
636 NOTAS A LAS OBSERVACIONES IV, V Y VI
NOTAS· A LA OBSERVACION V
l El 30 de septiembre de 1663, Palmer presentó ante la So-
ciedad Real dos muestras de seda enviadas por Edward Diggs de
Virginia, recibiendo Hooke una parte para su examen microscópico
(Birch, The History of the Royal Society of London, vol. 1, págs. 306
y sig.).
2 Samuel Purchas (1577-1626) fue un compilador de escritos
de viajes y descubrimientos que prosiguió las colecciones enciclopé-
dicas del geógrafo Richard Hakluyt en Hakluytus Posthumous or
Purcbas bis Pilgrimes: Containing a History of tbe World, in Sea
Voyages and Lande Travells, by Englishmen and Others; 4 vols.,
1625. Hooke poseía un ejemplar de esta obra. En 1613 publicara
Purchu bis Pilgrimage: Relations of the World and the Religions
observed in All Ages and Places Discovereá.
3 Proteo era una divinidad marina griega tan hábil para el
cambio como Mortadelo. Agarrado por Menelao y los suyos cuando
volvían de la guerra de Troya, intentó escaparse convirtiéndose su-
cesi\rameate en le6n, serpiente, pantera, agua y árbol, llegando a ser
símbolo de Ja capacidad de transfonnismo.
NOTAS A LA OBSERVACION VI
1 Esta Observación recoge el primer escrito de Hooke cuando
estaba en Oxford como ayudante de Boyle, trabajando en el la!»
ratorio de la rebotica de Cross, cerca del University College, en High
Street. El opúsculo, publicado en Londres con fecha 1661 (aunque
R. Waller dice que lo fue en 1660, d. The Posihumous W orks of
Rohert Hooke, pág. viii)., llevaba por título An Attempt for the Ex-
pliC4tion of the Phaenomena, Observable in an Experiment Published
by the Honourable Robert Boyle, Esq; in the XXXV. Experiment
of bis Epistolical Discourse touching the Aire. In Confirmation of
a former Conjecture made by R. Hooke; reimpreso en R. W. T. Gun-
ther, Early Science in Oxford, 1935, vol. X, págs. 1-50. El escrito
está dedicado a Boyle y se reproduce aquí a partir de la pág. 177/ [ 11]
con algunas modificaciones y amplios añadidos. La obra de Boyle a
que alude el título es New Experiments Physico-Mechanical touching
tbe Spring of the Air and its Effects, Oxford, 1660; T. Birch (Ed.),
The Works of the Honourable Roberl Boyle, 5 vols., Londres, 1744;
vol. 1, págs. 1-117; el Experimento XXXV ocupa las págs. 79-81.
En él se recogen algunos fenómenos de ascensión de agua en tubos
capilares que, según un «matemático eminente• le comunicó a Boyle,
NOTAS A LA OBSERVACIÓN VI 637
habían sido observados por unos franceses. Boyle realiza los experi-
mentos ante algunos «famosos matemáticos» asombrados (probable-
mente el círculo de Wilkins) y uno de ellos (aparentemente Hooke)
conjetura que ello se debe a la disminución de la presión atmosfé-
rica en los tubos. El experimento en -el vacío para confirmar Is hi-
pótesis, al observar que en esas ciramstancias no hay ascensión capi-
lar, no fue concluyente· porque no se veía el vino del tubo capilar a
través de tanto cristal. Pero la hipótesis se ve apoyada por el descen-
so del líquido al succionar el aire que gravita sobre el recipiente
grande.
La Sociedad Real prestó inuy pronto atención a estos fenó-
menos; vide Is mención de los experimentos de Henshaw el 18 de
marzo de 1661 (Birch, History, vol. 1, pág. 18). El 10 de abril del
mismo año se decidió debatir en la siguiente reunión «el escrito
de Hooke impreso en 1660 sobre la causa de la elevación del agua
en tubos delgadosi.. No hay constancia de que lo hicieran; pero véase
R. Waller, The Posthumous Works of Robert Hooke, ·pág. viü. El
20 de mayo se nombró una comisión para examinar el problema
(Ibid., págs. 21 y 25). Antes de la llegada de Hooke a la Sociedad,
el tema reabió bastante atención (d. ibid., págs. 77, 84, 85, 106, 111
y 115). .
Los fenómenos de ascensión del agua en tubos capilares habían
sido observados por los científicos de la Accademia del Cimento flo-
rentina, algunos de cuyos miembros esgrimieron una hipótesis como
la de Hooke, seg6n la cual la presión atmosférica disminuía en eJ
tubo «por la resistencia que ofrece a su descenso su mayor área de
contacto con la superficie interna del recipiente estrechísimo» (cf.
W. E. K. Middleton, The Experimenters: A Study of the Accademia
del Cimento, Baltimore: The 1ohns Hopkins Press, 1971, págs. 154
y sigs.). Los experimentos hechos por los italianos en junio de 1660
y sep~embrc de 1662 mostraban que el aire nada tenía que ver en
el asunto, pues la altura del líquido en el tubo capilar no variaba al
hacer el vado. Desgraciadamente los Saggi di. naturali esper#e!::e
fatte nell'Accademia del Cimento (Florencia, 1667) .~e publicaron tres
años después de escribirse la Micrografía, siendo comentados por
Pope y Hooke en_ la sesión de la Sociedad Real del 19 de marzo
de 1668 (Birch, History, vol. 11, pág. 257) con un cierto nacionalis-
mo; ya hemos hecho todo eso en Inglaterra y mejor. Hooke no
menciona para nada la refutación de su ·hipótesis atmosférica, lo. que
tuvo sus efectos sobre Newton.
Newton leyó y anotó muy pronto la Micrografía (d. el libro
de título autocontradictorio de A. R. Hall y M. B. Hall (Eds.), Un-
published Scientific Papers of Isaac Newton, Cambridge University
Pn:ss, 1962, págs. 400413), adoptando esta explicación que se ba-
saba en que el agua posee mayor capacidad que el aire para penetrar
en poros, una conjetura que él había apuntado de menera harto con-
fusa en su cuaderno de estudiante en Cambridge (Quei_tiones quaedam
Philosophcae [sic], 1664-5, editado por J. E. M. McGuire y M. Tam-
ny, Certain Philosophicál Questions: Newton's Trinity Notebook,
638 NOTAS A LA OBSERVACIÓN VI
NOTAS A LA OBSERVACION IX
1 Los colores en láminas finas fueron observados antes que
Hooke por l. Marcus Marcí, Thaumantitzs líber de arcu coelesti
deque colorum apparentium natura ortus et causis (Praga, 1648),
págs. 240-4, aunque no extrajo de ellos ninguna conclusión teórica.
También los trata Boyle en sus Experiments and Considerations
Touching Colors (1664), págs. 243-4. Sin embargo, Hooke fue el
primero en ensayar una explicaci6n teórica de los colores, reamo-
ciendo su carácter peri6dico. No obstante, no pudo medir la longi-
tud de dichos pulsos, cosa que hizo Newton, con lo que estos ani-
llos de colores descritos por Hooke se conocen como anillos de
Newton. Aunque éste leyó y anotó la Micrografia en 1666, parece
que había encontrado los fenómenos de los colores en láminas finas
anteriormente; pero fue la_ Micrografía la que le indicó que entraña-
ban una periodicidad. (Cf. el Comentario preliminar de J. E. McGuire
y M. Tamny (Eds.) a Certain Philysophical Questions: Newton's
Trinity Notebook, Cambridge University Press, 1983, págs. 272-4.)
2 La moscovita es una mica potásica dioctaédrica resistente
al calor que aparece sobre todo en rocas plutónicas. Presenta una
exfoliación muy perfecta y en laminillas delgadas es transparente.
3 Espato yesoso.
4 En sentido etimol6gico, historia significa informe. Se aplica
al conjunto de los hechos y fenómenos, contraponiéndose a la teoria
que los explica.
s Véase más abajo la teoría de la combustión de Hooke,
Observación XVI, págs. 329/[103] y sigs.
6 Case hardening es un método de tratar el hierro para en-
durecer su superficie, considerándose un grado menor en el pro-
ceso de la manufactura del acero. Las versiones comerciales de ace-
ro tienen un contenido de carbono que no llega al 2 9ó y cantida-
des menores de otros elementos, mientras que el hierro colado pue-
de llegar al 5 % de carbono, presentando cantidades no despreciables
de silicio y manganeso (1 9ó), y menores de fósforo y azufre.
7 La orina, sal común y hollín eran las substancias a partir
de las cuales se preparaba la sal de orina (carbonato amónico). Los
cascos de caballo y los huesos calcinados eran una fuente de fosfato
cálcico. ·
8 En la Observación VII.
9 Hooke critica aquí la doctrina cartesiana de la formación
de los colores por el límite entre la luz y la sombra. Para Descar-
tes la luz blanca es una presión transmitida a través de un éter elás-
tico, compuesto por bolas que llenan los espacios interplanetarios así
como los poros de los cuerpos. Cuando el pulso se topa oblicuamen-
te con una superficie refractante, las bolas adquieren un giro «apro-
ximadamente igual a su movimiento en línea recta». Ahora bien,
cuando estas bolas limitan por un lado con una parte del medio en
reposo (sombra) y, por otro, con el medio en movimiento (luz), ace-
leran o frenan su giro, lo que da lugar a los colores. Véase Los me-
NOTAS A LA OBSERVACIÓN IX 6.51
12 En la Observación VIII.
13 Era un tipo de piedra descubierta en 1640 junto a Bolo-
nia, <lel tamaño de una nuez y rica en fósforo (suJfmo de bario)
que sé extraía a partir de ella por calcinación. La fosfoicscencia era
bien conocida en Italia en la década de los sesenta. En Inglaterra,
Clayton (vide la nota siguiente) introdujo a finales de 1663 el tema
del brillo del diamante y la piedra bolonesa en la obscuridad, y
Boyle estudió también en 1663 la luminosidad del diamante frotado
(op. cit. infra en la nota 15) y la carne putrefacta («Some Observa-
tions about Shining Flesh», Philosophical Transactions, 16 de diciem·
bre de 1672), lo que dio pie a T. Shadwell en su sátira de la ciencia
experimental (The Virtuoso, 1676) a presentar a su protagonista le-
yendo una Biblia a la luz de una pata de cerdo fosforescente. Vide
también infra, pág. 246/[55].
14 John Oayton (muerto hacia 1710), abogado, fue elegido
miembro de la Sociedad Real el 30 de octubre de 1661, en la que
desplegó bastante actividad hasta 1664, presentando informes va-
riados que describían desde una receta de barniz chino hasta un pollo
·con un cuerno.
El 21 de octubre de 1663 (Bircb, History, vol. 1, pág. 321),
«mostró una especie de diamante que cuando se frotaba con un
guante o una tela, brillaba en la obscuridad, y si se calentaba en
una vela, resplandecía de manera admirable». Ello despertó el inte-
rés de Boyle, quien presentó comentarios el 28 de o.ctubre y el 4 de
noviembre, basta que el 11 de noviembre los virtuoii dieron riendr.
suelta a sus historias sobre diamantes que brillan· en la obsccridaJ:
Hooke mencionó su anillo," Boyle un diamante de un holandés que
iluminaba los objetos del baúl donde lo guardaba y Oayton prome-
tió traer su piedra holonesa (vide nota anterior) para la siguiente
reunión. (lbid., págs. 323, 328, 329, 330 y 333.)
15 Al final de los Experiments and Considerations touching
Colours (1664), Boyle adjuntó una larga carta a R. Moray con ob-
servaciones acerca de un diamante, bajo el título A Short Account
of Some Observationt made by Mr. Boyle, about a Diamond, that
Shines in the Dark (Bircb, The Works of the Honourable Robert
Boyfe, vol. 1: 789-799).
16 Observación XVI, págs. 329/[103] y sigs.
17 La teoría· de la luz 4e origen epicureísta recurre a la emi-
sión de especies o partículas del cuerpo luminoso, mientras que la
cartesiana supone que los cuerpos luminosos están formados de par·
tículas finísimas de fuego que giran en tomo al centro, consistiendo
la luz en su presión centrífuga sobre el éter que forma el medio.
Ambas doctrinas tenían sus representantes en Inglaterra, como, entre
tantos otros, K. Digby en el primero de los Two Treatises (París,
1644) y el T. Hobbe!; del De corpore (Londres, 1655).
1s La transmisión instantánea de la luz era comúnmente a~
tada. Descartes construye su teoría para acomodarla y Hobbes catn-
bió su teoría, tras escribir el Little T reatise, por su incomodidad con
la velocidad finita de la luz. Digby fue el primer filósofo mecánico
NOTAS A LA OBSERVACIÓN IX 653
su parte más espesa,· estando fuera con respecto a los puntos colo-
reados que forman el arm iris intt'rior, el rojo debe aparecer por
la parte exterior y que, estando dentro- cott teSpl!Cto a los que for-
man el exterior, el rojo debe también aparecer por la parte interior.»
30 Hooke compone todos los colores a base de combinar los
pulsos de los dos principales y extremos, el rojo y el azul, explica-
ci6n que l. Sabra estima astuta (Theories of Light from Descartes to
Newton, Londres: 0ldboume, 1967, pág. 258). M. Blay insiste en
la insuficiencia de la doctrina de Hooke que liga cada color a un
estado dinmñco del medio (fuerza del rojo y debilidad del azul)
sin que se comprenda a qué corresponde esa fuerza o debilidad
del impulso, puesto. que la velocidad es la misma y no $e introduce
el concepto de amplitud (cUn exemple d'explication mé_caniste au
XVJie si«le: l'unité des théories hookiennes de la couleur>, Revue
d'Histoire des Sciences et· de leur Application, 34 (1981): 97-121;
pág. 110). No obstante, en un par de ocasiones Hooke atribuye
la debilidad o fuerza de los pulsos a la escasez o abundancia de éter
vibratorio (págs. 249 y sig./[58], 318/[97] y por ende a un concepto
tan mecánico com0 el de cantidad de movimiento. Ahora bien, como
es tan frecuente en Hooke, esta idea en principio matemática no se
desarrolla de manera cuantitativa y precisa para explicar la compo-
sición de los colores.
31 El mecanismo que produce los colores en los prismas (la
oblicuidad del pulso por refracci6n) no es el mismo que produce
los colores de los cuerpos laminados (sucesión de pulsos paralelos
NOTAS A LAS OBSERVACIONES IX Y X 657
NOTAS A LA OBSERVACION X
1 Hooke, que era extraordineriamente hábil con las manos,
aprendió muy pronto a dibujar y a pintar. Cuando era aún niño y
vivía en Freshwater, en la isla de Wight, observó un día trabajar
al pintor J. Hoskins. Según cuenta Aubrey en sus Brief Uves, de-
terminó que todo aquello estaba a su alcance y, tras fabricar sus
propios pigmentos con yeso, almagre -Y carbón machacados, compuso
unos cuadritos muy admirados por Hoskins. La anécdota debió po-
seer su importancia, pues cuando su padre falleció, Hooke que en-
tonces tenía trece años, entró en Londres de aprendiz de Peter Lely,
un pintor de- -la escuela flamenca y retratista de moda. Aunque no
duró mucho con él porque el olor de los óleos le daba dolor de
cabeza, sin duda cobró un temprano interés por los fenómenos de
los. pigmentos que se muestra en esta Observación.
Boyle observó y describió diversos fenómenos relativos a los
colores metálicos tanto en el Sceptical Chymist (1661; v. gr., sobre
el acero templado, The Works, vol. 1, pág. 556) como en Experi-
ments and Consfderations touching Colour (1664; v. gr. Ibid., pá-
ginas 670, 675, 773, etc.).
Hemy Power se ocupó de estos temas antes que Boyle al
final de la Parte 1 de su Experimental Philosophy, redactada hacia
1661 y publicada en 1663: Some Considerations, Corollaries, and
658 NOTAS A LA OBSERVACIÓN X
NOTAS A LA OBSERVACION XI
1En la Observación XIII.
2D. Colwall (muerto en 1690), miembro muy activo de la
Sociedad Real, especialmente en el establecimiento de contactos con
marinos a fin de recabar infoimei exóticos. Asf, por ejemplo, el 18 de
febrero de 1663 se ofrece a entrar en contacto con balleneros de
Groenlandia; el primero de año de 1662, se presentó en la Sociedad
NOTAS A LAS OBSERVACIONES ·xi, XII Y XIII 661
NOTAS A LA OBSERVACION XV
1 La piedra de Kettering parece ser _una caliza oolítica for-
mada por la aaeción de material calcáreo alrededor de un núcleo.
Estos núcleos pueden ser inorgánicos, como arena o mineral de hie-
rro (en Kettering hay una cantera de este mineral) u orgánicos, como
un trozo de concha, siendo importante para la formación del oolito
(lo que parece una condición bastante acorde con la filosofía natu-
ral Hooke) que el núcleo esté en una agitación constante. Así, en
primer lugar, el material calcáreo se deposita uniformemente y, en
segundo, la agitación actúa como mecanismo divisor gradando per-
fectamente las capas del oolitQ.·
Como Hooke, nunca. estuve en Kettering y no sé nada d~
sus piedras. A. R. Hall (Hooke's ldicrographia, Londres: The Athlo-
ne Press, 1966, págs. 18 y sig.) afirma que esta piedra debe proceder
nG de Kettering, sino de Ketton donde aún se explota una cantera.
Asimismo Hall dice que los núcleos de los oolitos de esta piedra son
de origen orgánico.
Sea como sea, Hooke presentó dibujos del corcho y de esta
piedra ante la Sociedad Real el 15 de abril de 1663. La «Piedra de
.Kettering aparece compuesta de glóbulos huecos, teniendo cada uno
de ellos tres capas pegadas entre sí, formiiiido _una piedra firme y
entera• (Biréh, History, vol. I, pág. 218).
2 Free-stone, piedra de grano fino, arenisca o caliza, fácil de
cortar y trabajar, usada en construcción.
3 Forma informans o forma substancial, en la filosofía aris-
totélica es un principio inmaterial que hace que la materia prima
(algo sin atributos, común a todas las cosas) sea una u otra especie
de ser. Aunque aquí Hooke parece atn"buir la organización de los
seres vivos a un principio inmaterial o alma, más adelante, cuando
se ocupe específicamente del tema (v. gr., págs. 495-496/[190] o
503/[194]), dejará claro que todo se produce en virtud de dispo-
sitivos mecánicos automáticos. El único principio inmaterial en todo
esto es el diseñador original de las máq~as" vegetales y animales,
el Dios cartesiano que hace bien su oficio y IUego se ausenta.
4 Véase, más arriba, la nota 18 a la Observación IX sobre
°666 NOTAS A LAS OBSERVACIONES ·XV Y XVI
(D. carota sub. satioa); pero no hay la más mínima garantía de que
sea así.
7 Timoty Clarke (c.1620.1672), médico de Carlos 11 y uno
de los primeros miembros de la Sociedad Real. El interés por las
sensitivas tiene un origen real. El 17 de julio de 1661, «habiendo
mencionado Sir Paul Neile que cuatro días antes el rey había mani·
festado su deseo de que se averiguase la raz6n de por qué las plan·
tas sensitivas se agitan y contraen cuando se las toca, se resolvió que
el Dr. Wilkins, el Dr. Clarke, el Sr. Boyle, el Sr. Evelyn y el
Dr. Goddard fuesen los encargados de examinar los hechos relativos
a esas plantas> (Bitth, History, vol. 1, pág. 34). El 31 de julio le
piden a Moray semilJas de la planta. Finalmente, el 14 de agosto, el
Dr. Clarke leyó el informe que reproduce aquí Hooke, el cual se
recogió en el Libro de registro, vol. VI, pág. 95, publicándose en
las Philosophical Transactions, XI, núm. 137, pág. 927 (Birch, op.
cit., vol 1, pág. 42). ·
a Cranes-biU (pico de cigüeña), nombre dado originalmente
en el siglo XVI a Geranium dissectum, ampliado luego a varias es-
pecies de geraniáceas, especialmente del género Erodium, que en
castellano reo"ben el nombre genérico de alfileres y muchas especies,
d de cigüeñas (como E. malacoides, E. ciconium, etc.).
NOTAS A LA OBSERVACION XX
1 El 22 de abril de 1663, las Actas de la Sociedad Real reco-
gen que «d Sr. Hooke trajo dos observaciones microscópicas, una de
sanguijuelas en vinagre [Anguilula aceti] y otra de un moho azulado
674 NOTAS A LAS OBSERVACIONES XX Y XXI
sobre una trozo de cuero mohoso> (T. Birch, History, vol. I, pági-
na 219). Parece tratarse de un Pbycomycetes, tal vez un mucor o
algo similar.
2 La Figura presenta un aumento de casi 150 X.
3 En Ja Observación XXII.
4 Véase supra, Ja Observación XIII, págs. 295/[85] y sig.
s Pietro Andrea Mattioli (1500.1577), médico y botánico ita·
liano que hizo una recopilación de todos los conocimientos sobre
_materia médica (botánica medicinal) en lengua vemácula para uso
de boticarios. En 1544 sac6 a Ja luz una traducción de Dioscórides,
considerablemente aumentada con sus propias observaciones de es-
pecímenes de los tres reinos, el Comentarü a Dioscoride, traducida
en 1554 al latín, Comentarii in libros sex Pedacii Dioscoridis. Esta
obra, que contenía cerca de 4.000 descripciones con grabados y si-
nónimos en varios idiomas, fue muy difundida y ampliada por gen-
te como J. Camerarius o G. Bauhin. Hooke tenía una edici6n vene-
ciana de 1621: Discori ne i sei libri di.Ped. Dioscorid.
En el libro quinto de los Comentarü, Capítulo 78, de fungi, se
comiema señalando que hay setas comesnbles y nocivas, que crecen
en prados y árboles, y que algunas son resultado del arte (su culti-
vo), como ocurre en Nápoles, tal y como cuenta la cita de Hooke
un poco más abajo.
6 John Parkinson (1567-1650), boticario y herbalista que po-
seía a principios de siglo un jardín con muchas curiosidades. Carlos 1
1() nombró Botanicus regius primarius tras publicar Paradisus terres-
tris (1629), donde describe un millar de plantas. Más tarde, en 1640,
publicó el Theatrum botanicum, The Tbeiltre of Pltmts or an U11.i-
versall a!fd Compleate Herball, donde describía unas 3.800 especies.
Hooke poseía un ejemplar. .
7 R~car es purificar por destilaciones sucesivas. El ·espíritu
de orina es una solución de carbonato amónico obtenido por la des-
tilación de orina podrida. El espíritu de asta de ciervo es una solu-
ción acuosa de amoníaco.
a Véase, v. gr., A. Kircher, Mundus subterraneus (1664-5),
Libro X, Capítulo VI (págs. 431-433): «Sobre los árboles metálicos
y su producción artificial>. Explica allí c6mo realizar estas cristali-
zaciones no nativas que él guarda en su museo y que presentan un
tronco ramificado digno de ver (como ocurre con las cristalizaciones
de soluciones salinas). Véanse concretainente los experimentos IV
y V donde se da la receta para el arbor lunae y el mercurio et luna.
Básicamente hay que disolver los metales (plata y mercurio) en
ácido nítrico y ponerlos al fuego.
9 Vide infra, Observación XXI, pág. 380/[133] y sigs.
antaño como planta medicinal. En español tocias las especies del gé-
nero Ruta se denominan ruda.
3 En la Observación XLI, págs. 478/(181] y sigs.
4 Gallir~m aparine.
s A. Kircher (1602-1680), jesuita alemán estrambótico y po-
ligrafo que escribió sobre matemáticas, astronomía, física experimen-
tal, hístoria natural, gramática-, jeroglíficos, egiptología, óptica, geo-
logía, música, arqueología, química y unas cuantas bagatelas más.
Coleccionaba rarezas y empleó el microscopio, por ejemplo para cues-
tiones médicas, en Scrutinium pbysico-medicum (Roma, 1658), lo
que lo convierte en uno de los escasos microscopistas no italianos
anteriores a Power y Hooke.
En su obra Mundus Subterraneus, Libro XII, Capítulo VI,
«De los insectos», se ocupa de la generación espontánea de los in-
sectos a partir de la materia vegetal. Indica allí que son «orugas de
araña» las bolsitas que aparecen en las lentejas, terebintos, olmos, etc.,
señalando la existencia de larvas en el interior de las agallas. Otro
elemento de juicio al que concede mucho valor es la presencia de
telas de araña y huevos en las hojas de la salvia que ha observado
al inicroscopio, interpretación que Hooke critica ahora.
No obstante, Kircher no leyó (o no hizo caso) a Hooke, pues
años más tarde, en su .ATca Noe (1675), Libro 1, Sección 111, Ca-
pítulo VI, sobre los eStablos y camarotes del arca de Noé, alude a
aquella demostración experimental de la generación espontánea de
insectos ponzoñosos, por lo que no fue necesario meterlos en el arca,
exculpando así a nuestro padre ancestral de las molestias que su-
frimos cuando vamos de excursión.
La obra de Kircher debió de ser bien conocida en Ingla-
terra. Hooke tenía en su biblioteca un ejemplar de la edición de
Amsterdam de 1658 del- Mundus subterraneus. El 20 de mayo
de 1663, Edmund Waller mencionó la observación de arañas en la
salvia (sin indicar la fuente), por lo que el 27 de mayo de 1663,
«se encargó al Sr. Hooke que mirase la salvia con un microscopio,
observando si se esconden pequeñas arañas en las cavidades de las
hojas que pudieran tomarla venenosa». El 17 de junio se lee el deseo
de que «el Sr. Hooke prosiga sus observaciones con un microscopio
en .las hojas de salvia, pues en algunas ocasiones nada vio semejante
a pequeñas arañas en sus cavidades, mientras que en otras vio gran
cantidad de huevecillos en dichas hojas» (Birch, History, vol. I, pá-
ginas 241, 245, 262, 270).
6 Lucífero o luminífero es el nombre que daba F. Bacon
(Novum Organum, I, § 99) a una de las dos grandes clases de expe-
rimentos: los fructíferos son aquellos con los que los artesanos ob-
tienen resultados prácticos aun sin conocer las causas; Bacon, por su
parte, recomienda los lucíferos que «aunque no son útiles por sí
mismos, sirven con todo nada menos que para descubrir las causas
y axiomas».
680 NOTAS A LA OBSERVACIÓN XXV
sopb, (1663), hallando que los del caballo eran huecos y los del
hombre, macizos, si bien admite que pueden ser huecos porque
sangran en los afectados de plica polonesa (véase la nota siguiente).
2 La 'Plica polonesa es una aglomeración de los cabellos por
suciedad, polvo, grasa, costras, etc., que constituye las delicias de
diversos tipos de parásitos. El nombre procede del lugar en que se
observ6 por vez primera.
3 El 9 de diciembre de 1663, el Dr. Ent mencionó en la Socie-
dad Real que las pieles de ciervos flotaban más que las de buey.
Wilkins señaló que, habiendo observado los pdos de las pieles al
microscopio, había descubierto que .los de ciervo eran huecos como
el cálamo de una pluma, mientras que los otros eran macizos, aun·
que porosos. Inmediatamente se le ordenó a Hooke que observara
al microscopio los pdos dd ciervo, prometiendo Oayton suminis-
trarle algunos pdos de ciervo de las Indias (Birch, History, vol. 1,
págs. 342 y sig.). En la siguiente reunión dd día 16 se reiteró la or·
den a Hooke, pidiéndole un informe acerca de si los pelos suministra·
dos por Oayton eran o no como tubos, cosa que hizo el día 23,
dejando claro que eran como una esponja y no como un cálamo
(lbúl., págs. 346 y 348).
4 El vidrio cristal era un vidrio claro y muy perfecto desarro-
llado en Murano (Venecia) a partir, según A. Neri (véase la nota 22
a la Observación X), de una piedra blanca parecida al mármol, ex-
traída del Tesino y llamada cuogolo. El Dr. Merret se ocupó mucho
de est:is cuestiones, recomendando el uso del pedernal.
s Vide infra, Observación XXXV.
6 Sin duda un caribú (Rangifer tarandus).
7 El método de curtir el cuero, tras lavar, afeitar y raspar
los pdos, sangre .y grilsa, implicaba varias operaciones. Durante unos
quince días se mantenfá en agua con cal para eliminar las partes
blandas. Luego, durante una semana más, se vaciaban los poros por
el expediente de meter la5 pieles en agua con estiércol de gallina o
paloma antes de pasarles la cuchilla de curtidor sobre el banco, ope-
ración que se repetía varias veces. Siendo entonces la piel un con·
junto de tubos huecos, se procedía a rellenarlos de una materia
duradera suministrada por el tanino de una infusión de corteza de
roble, operación que duraba tres o cuatro semanas. Luego se deja·
ban. mes o mes y medio apiladas en esa infusión para que se tor-
naran más compactas. · Finalmente, para hacerlas flexibles y de un
grosor uniforme, se escurrían y trabajaban con la cuchilla de diver·
sas maneras, según pieles y usos. En general se igualaban con la
cuchilla por la parte de la carne y se frotaban por el lado del pdo
dejando bien el grano. Por último se aceitaban, se ablandaban sobre
el banco con una plancha estriada para dejarlas flexibles y, si acaso,
se teñían, normalmente con caparrós y campeche. No es de extrañar
que Hooke no pudiera descubrir la textura original de la piel.
s Una lejía obtenida vertiendo algún liquido sobre cenizas de
plantas; esto es, agua con sales alcalinas extraídas p<>r lixiviación.
9 Santorio Santorio (1516-1636), médico veneciano del círculo
686 NOTAS A LAS OBSERVS. XXXII, XXXIII Y XXXV
NOTAS A LA OBSERVACION XL
1 Hooke presentó su observación microscópica de la rádula
de un gasterópodo a la Sociedad Real el 5 de agosto de 1663 (Birch;
History, vol. I, pág. 292). H. Power, en la Observación XXXI de
su Experimentlll Philosophy (1663) describe un limaco o babosa
(Limax maximus) del que dice que tiene «una boca como una liebre
o un conejo con cuatro o seis clientes como agujas, parecidos a los
de las sanguijuelas» (pág. 38). Es casi seguro que Hooke esté ha-
blando aquí de un limaco y no de un caracol (entonces el término
snail cubría ambos tipos de gast~podo); véase la nota siguiente.
2 La 'C' del original mide unos 3 mm de altura y otro tanto
de anchura, dimensiones más propias de la rádula de una babosa que
de un caracol de nuestros jardines, pues Limax maximus puede al-
canzar los 15 cm.
3 Los clientes de los Rhinocerotidae no están soldados en
absoluto, siendo su fórmula dentaria:
(0.2) o (3-4) 3
o (0.1) (3-4) 3
Sin embargo, la especialización hervíbora hace que las coronas de
sus molares lofodontos presenten estrías transversales, y de ahí la
similitud de uno de esos grandes molares con una rádula. A juzgar
por el peso, es posible que la pieza observada por Hooke estuviese
fosilizada, siendo incluso probable que se tratase de una quijada
completa. (Hooke recibió para guardar en el almacén un cliente
petrificado de caballo traído por el príncipe Rupert; Birch, History,
vol. 1, pág. 322.)
29, 88; véase también 117-8, 212, 213). Evelyn reali7.6 experimentos
negativos sobre generación espontánea al mantener materia orgánica
en un frasco tapado (lbid., págs. 217, 238; también Ja 270). Véase
también el frasco de Moray y el dictamen de Hooke (lbid., pági-
nas 444, 448). No obstante esto es de junio de 1664, cuando las
observaciones estaban listas para la imprenta, de modo que no se
incluye aquí una argumentación más positiva; véase asimismo la
observación de diciembre de Hensaw contra la generación espontá-
nea en ranas (Ibid., págs. 501 y sig.).
No obstante, entre la tesis de la generación seminal pura y
la de la generación espontánea hay un tertium quid, cual es la doc-
trina de una semilla genérica que se especializa en función del me-
dio orgánico en que se desarrolla; d. infra, págs. 529 y sig.
' Al reducir progresivamente el tamaño de un cuerpo, las su-
perficies decrecen mucho más despacio que los volúmenes, ya que
aquéllas disminuyen como los cuadrados y éstos como los cubos.
Dado que el peso (que hace descender a los cuerpos) es como el
volumen, mientras que la resistencia del aire (que estorba esa caída)
es como la superficie, el proceso de miniaturización provoca el fenó-
meno de ligereza indicado por Hooke. {Las propiedades geométricas
de la miniaturización se explicaron en los Discorsi de Galileo, Opere,
VIII, 133-4.)
10 Peter Ball (c. 1638-1675), miembro de la Sociedad Real de
Londres donde mantuvo cierta actividad durante los años sesenta
eo cuestiones biológicas. Su hermano estaba siempre dispuesto a
echar una manita a los científicos enviando ora agallas de roble,
como indica Hooke a continuación, Olll las informaciones requeri-
das por éstos. Así, el 6 de abril de 1664, «Robert Moray comentó
que, según un tal Robinson, en Livomo se vendíqn en el mercado
trózos de cierta roca que, al romperla, se hallaban en su interior
mejillones vivos comestibles. Se expresó el deseo de que el Dr. Ball
escribiera a su hermano, a la sazón en Livorno, para más informa-
ción acerca de esta ·historia» {Birch, History, vol. I, pág. 409).
11 Tal vez se trate de las agallas de la raíz del roble, causadas
por la generación asexual de Bio"hiZll pallida y que es bastante
menor que la manzana del roble debida a la generación sexual del
mismo insecto.
12 El fruto en baya del laurel mide entre 1 y 1,5 cm.
13 Véase la nota 6 a la Observación XX.
pero esta última no estaba aún bien dibujada» (Birch, History, vol. I,
pág. 231).
Puede ocurrir también que no fuera realmente una de las
Lycosidae, pero la asimilara a las tarántulas (venatores o lupi, caza.
doras o lobos) que tan vivamente describe- Evelyn más abajo. (El
nombre de tarántula deriva de Tarento, donde al parecer abundaban.)
H. Power describe algunas arañas y opiliones en las Obser-
vaciones VIII-XI de su Experimental Pbilosophy (1663, págs. 11-15).
2 En Ja Observaci6n XLVI.
l Sobre Evelyn véase la nota 2 a la Observación XVI. Tras
estudiar en el Balliol College de Oxford entre 1637 y 1640, dejó
Inglaterra en 1643 para viajar a Francia e Italia. Entre junio de 1645
y abril de 1646 estudió anatomía y fisiología en Padua (aunque di-
fícilmente con más entusiasmo que las arañas en Roma).
4 Tal vez se trate de esas pequeñas arañas que utilizan el
viento como medio de dispersión, ya señaladas por los griegos. Las
de la familia Linypbiidae miden entre 1 y 2 mm y constituyen el
cuarenta por ciento de las 620 especies descritas en las Islas Britá-
nicas. Especialmente en otoño utilizan un hilo corto suspendido de
las hileras para que las transporte el viento, formando agrupacio-
nes considerables, fáciles de observar. Véase el informe enviado a
Oldenburg y leído ante la Sociedad Real el 10 de febrero de 1670
(Birch, History, vol. II, pág. 422).
NOTAS A LA OBSERVACION L
1 El 4 de noviembre Hooke presentó a la Real Sociedad un
ácaro (Birch, History, vol. I, pág. 327). Véase Ja Observación LV
donde se habla de otros ácaros considerados como variaciones am-
bientales de este progenitor común (infra, pág. 529 y sig./[206]). Esta
hipótesis, unida a las dificultades objetivas de la determinación de las.
especies de Acarinae, deben hacer desesperar de poder identificar
razonablemente sus ácaros. Téngase además en cuenta que Hooke
no dibuja ingenuamente sus objetos microscópicos a primera vista,
sino que observa diversos especímenes bajo diferentes condiciones
de luz hasta asegurarse de haber interpretado bien lo que ve. Este
sistema tan razonable de proceder puede producir monstruos cuando
previamente no se está en disposición de seleccionar individuos de
la misma especie.
H. Power describe diversos tipos de ácaros (o lo que él co~
sidera tales, pues parece incluir entre ellos Braula coeca, un díptero,
y muchas cosas más) en las Observaciones XII a XVIII de su Ex-
perimental Philosophy (1663, págs. 16-21).
2 Tal vez Bryobitr praetiosa; véase la nota 4.
3 Tyropbagus casei.
4 Quizá sea Acarus siro o el ácaro de la harina, el más común
en los comestibles, que exhibe unas hermosas patitas rojas. No me-
nos encantadoras son las patas rojas de Bryobia praetiosa, un ácaro
que suele aparecer en gran número en las ventanas de casas con
jardín o césped próximo, a la manera de los que cita Hooke al.
principio de esta Observación.
s Hooke no posee elementos de juicio bastantes para de-
cidir si la generación es siempre a partir de individuos de la misma
especie o si en algunos casos procede de restos orgánicos o de otro
tipo (generación espontánea). Entre tanto se reúnen, lo que princi-
palmente le preocupa es hallar una solución mecánica que cubra esta
última posibilidad sin recurrir a entelequias o causas ocultas, sino
tan sólo a mecanismos ordinarios aunque diminutos. Tal hipótesis
mecánica de la generación espontánea a partir de restos orgánicos
apareció más arriba, en la pág. 380/[133] y sig.; véase también la
discusión que aparece en las págs. 360/[123] ·Y sigs.
La mayoría de las observaciones microscópicas de Hooke se
realizaron en 1663. En la primavera de ese año se discutió sobre
la generación espontánea con ocasión de que Aubrey mencionase el
18 de marzo que el duque de Orleáns poseía un método para ge-
nerar animales a partir de materia vegetal en descomposición. El tema
ocupó a R. Moray, Wilkins, Tuke y Evelyn, quien realizó varios
experimentos negativos (d. Birch, History, vol. I, págs. 212, 213,
217, 238; véase la nota 8 a la Observación XLIII).
NOTAS A LAS OBSERVS. LI, LII., LIII Y LIV 699
NOTAS A LA OBSERVACION LI
1 Danse unas mil setecientas especies del orden Pseudoescor·
piones, de la clase de los Arácnidos, de manera que hay amplio cam-
po donde escoger. El tamaño de estas aíaturitas va de 1 a 7,5 mm,
especializándose una de ellas de tamaño intermedio (4 mm) en los
pequeños parásitos que se esconden en los libros. Por lo que se
nos cuenta, el Chelifer cancroides, muy común en casas y bibliote·
cas, es un excelente candidato a ser el observado por Hooke.
2 En realidad el opistosoma de estos arácnidos consta de doce
somitos, aunque el primero puede estar muy reducido o ausente. El
prosoma consta de seis.
NOTAS A LA OBSERVACION LV
lEn realidad tienen siete artejos más Ja uña tarsal.
2Moutb gjue, pegamento que se humedece con la lengua, he-
cho entonces con cola de pesi:ado.
3 En la Observación L, pág. 529/[206].
NOTAS A LA OBSERVACION LX
1 Johannes Hevelius (1611-1687) astrónomo e instrumentista
polaco casado en segundas nupcias con Caiherina Elisabetha. Hookc
mantuvo oon él poco después de la publicación de la Micrografía
una polémica violenta. Véase la nota 31 a la Observación LVIII.
2 Hipparchus, un cráter situado casi en el centro de la cara
visible de la luna, aproximadamente a unos 100 al SW del Sinus
Medü.
3 Thomas Gage (m. 1656). En 1612 fue enviado por su padre
a España a estudiar con los jesuitas, si bien terminó haciéndose
dominico en contra de la voluntad familiar. En 1625 fue a América
embarcando en .Cádiz como PQlizonte en un barril de galleta, dado
que los extranjeros no podían pasar a las Américas. Estuvo primero
en México y. luego en Guatemala, donde ejerció como profesor de
filosofía en 1627 antes de vivir con los indios, aprendiendo varias
lenguas indígenas. Afectado de problemas religiosos, vuelve a Ingla-
terra, viaja a Loreto. y apostata por la bagatela de constatar que los
milagros atribuidos a Nuestra Señora eran una engañifa.
· Escribió sobre lengUas indígenas, as( como un libro de via-
jes sobre América donde mezcla informes propios y ajenos, que
tiene el valor de ser UJ)a.de las primeras descripciones de las tierras
españolas americanas vedadas a Iris extranjeros: The English-Ame-
rican bis Travail bj Sea and Land; ora New Survey of West India's,
containing a Journall of three thousand antl three hundred miles
within the 111/JÍn ·Land of America (1648). Hooke poseía un ejemplsr.
4 Aristóteles y sus seguidores opinaban que el cambio sus-
tancial (generación y corrupción) s6Io se daba en la parte inferior
del mundo, estando hecha la región de la luna para arriba de éter
perfecto e inmutable. G\)ilc:o encontró por ello algunas dificultades
para hacer aceptar las manchas solares y las irregularidades del re-
lieve lunar (aunque lo péor era su defensa del copernicanismo). A es-
tas alturas, la polémica estaba superada, por lo que Hooke no arros-
tra ningún escándalo, aunque resulte audaz el mecanismo de forma-
ción del relieve .lUtlar.
s Se trata de Descartes y Hobbes, único inglés que elaboró
una filosofía estrictamente mecánica al modo cartesiano. En el De
Corpore (Part. IV, Cap. :xxx; The English Works, págs. 510.513), Hob-
bes trata de explicar la gravedad señalando que el giro diurno de la
tierra centrifuga los CUetpoS. Ú>mO «el aire es más fácil de centrifugar
que la piedru, él se aleja y ella se acerca. Siendo el movimiento
diurno la causa de la· giavedad, las piedras caerán en los planos pa·
ralelos al F.cuador con fuerza decreciente, hasta que en los polos no
descenderán en absoluto o no lo harán por el eje. «Si ello es cierto
o falso, termina, es algo que ha de determinar la experiencia», ele-
gante cláusula mediante la que protegía su doctrina de la falsaci6n
durante dos siglos y medio: R. E. Peary y M. Henson alcanzaron
las proximidades del Polo Norte en trineo de perros en 1909, hacien-
do otro tanto con el Polo Sur R. Amundsen dos años más tarde. Con
712 NOTAS A LA OBSERVACIÓN· LX
todo, hacia 1685 Hooke aitic6 esta idea señalando que en otros
paralelos la tendencia es hacia el centro del globo y no hacia el del
paralelo (Posthumous Works, pág. 183, 202).
6 La fama de ateísmo que aoompañaba a Hobbes encegueció
a sus contemporáneos iDgleses, tornándolos incapaces de apreciar sus
notables méritos así como que no era ateo. Eli este caso, Hooke
lleva su deseo de refutar a Hobbes hasta el extremo de liarse con
el giro de la luna, que tiene un período igual al de la revolución en
tomo a la tierra (de lo contrario veríamos sus dos caras).
7 En este momento, Hooke concibe la· gravedad como un fe-
nómeno local propio de Cllda cuerpo celeste y no como un fenómeno
global (universal) entre ellos. Sin embargo, en 1674, Hooke publicó
su sugerencia de una nueva hipótesis para resolver los movimientos
de los cuerpos celestes (Gunther, Early Science in Oxford, VIII,
páginas 27 y sig.) en la que expone con toda claridad el marco teó-
rico de lo que más tarde sería la solución newtoniana. Los tres pun-
tos de su esquema son: a) que todos los c\ierpos celestes atraen no
sólo a sus partes, sino también a todos los cuerpos celestes; b) que
los cuerpos tienden a moverse inercialmente de manera rectilínea
e indefinida hasta que otra fuerza los desvíe, produciendo un círcu-
lo, una elipse, etc., según el tipo de fuerza que se componga con
el movimien~o inercial; e) que la atracción gravitatoria decrece con
la distancia según una ley aún no descubierta experimentalmente.
Después de esto, lo único que quedaba era computar c6mo se
componen curvas con diversas leyes de fuerza posibles y ver qué
resulta, comparándolo am lo que nos dicen los astrónomos para ver
qué leyes de fuerza rigen en el mundo; esto es, sólo faltaba la
trivialidad de escribir los Principia. Aunque Hooke no tuviese ni
la capacidad. matemática ni la tenacidad en la prosecución de los
problemas que exhibía Newton, ello no debe hacer olvidar la intui-
ción afortunada de Hooke. Para su influencia sobre el planteamien-
to newtoniano de los problemas del movimiento planetario en el
intercambio de correspondencia de 1679-80 enrre ambos, véa~e
R. Westfall, Nef!er at Rest, Cambridge University Press, 1980, pá-
ginas 382-388.
fNDICE DE NOMBRES
H J
HAAK, T., 20, 25, 65, 68. ]ACOBO I, 676.
HAKLUYT, R., 636.
]ACOBO II, 89, 90.
HALL, Ch. M., 49. }ONSTON, J., 350, 672.
IIALLEY, E., 89, 643. Juuo CÉSAR, 65.
HANNoN, 70.
IIARTLJB, S., 65. K
HARVEY, W.,·25, 128, 136, 624
y sig., 6T/. KEPLER, J., 43, 89, 590, 591, 625,
HAUKSBEE, F., 638. 706, 709, 710.
HAOY, R. J., 662. KIRCHER, A., 51, 397", 674, 678,
HENsHAW, N., 637. 679, 709, 710.
HENsHAW, T., 662, 663, 669, KooPMAN, Catherina Elisabetha,
670, 673, 676, 694. 711.
HENSON, M., 711.
HERMES, 634.
ffERóN DE ALEJANDRÍA, 667. L
HEVELIUS, C. E.; véase KooP-
MAN, C. E. LAMARCK, J. B. P. A. de M. de,
HEVELIUS, J., 19, 66, 85, 86 136, 696.
594, 600, 625, 626, 708, 710, LANDOIS, H., 688.
711. LAvoISIER, A., 22, 649, 668.
HrPARCO, 709. LEEU'WENH_OEK, A., 49, 51, 86,
HoBBES, T., 14, 16, 38, 39, 40, 628, 693.
42, 66, 69, 70, 78, 79, 81, 633, . LEIBNIZ,. w., 66, 68, 69, 665.
638, 640, 651-654, 666, 711, WY, P., 78, 657.
712. LIGON, R., 526, 697.
HOLDER, W., 71. LINACRE, T., 677.
HOMERO, 421. LINNEO, C., 677, 684, 6%.
HooKE, Grace, 21, 88, 90. : ~ LrNUs, F., 85.
HoOKE, John (padre de Robert), LISTER, J. J., 49, 626, 628, 702.
77. LocKE, J., 92.
716 ÍNDICE DE NOMBRES
LONG, J., 670, 680, 682. 73, 75, 85, 86, 88-92, 621, 637
LOWER, R., 79, 680. y sig., 639, 641, 642, 650, 653,
LuCAS, A., 85. 655, 657-660, 663, 688, 701,
LUCJANO DE SAMOSATA, 163, 634. 702, 705, 706, 709, 712.
LUCRECIO, 635.
LLOYD, W., 631.
o
M ÜATES, T., 87.
ÜDIERNA, G., 50.
MAIGNAN, E., 651, 666, 682. ÜLDENBURG, H., 13, 15, 18, 19,
MAJOL, 675. 20, 26, 38, 66, 83, 85-88, 624,
MALPIGHI, M., 50, 51. 627, 638, 643, 680, 697, 701.
MARCI, l. M., 650. ÜLIVER, J., 635.
MARÍA 11 (EsTuARDO), 9()..91. ÜRLÉANS, G. J. B., duque de, 698.
MARKGRAAFF, G., 692. ÜVIDIO, P., 70.
MARSHALL, J.,
626, 627.
MArnou, A., 368, 369, 674.
MAYOW, J.,
22, 668. p
MENELAo, 636.
MERRET, Ch., 65, 281, 660, 662, PACKER, P., 670.
663, 685. PALISSY, B., 643.
MERSENNE, M., 25, 28, 71, 324, PALMER, D., 636.
640, 666. PANDORA, 649.
MEY, J., 493, 693. PAPIN, D., 20.
MILTON, J.,
84. PARACELSO, 624, 661, 683.
MOFFETT, T., 50. PARDIES, G., 85.
MOISÉS, 683. PARKER, s.,
631.
MoNTE, G., 25. PARKINSON, J.,
368, 405, 499, 674.
MoRAY, R., 13, 17, 19, 53, 80, PASCAL, B., 702, 703.
194, 352, 622, 624, 626, 627, PASTON, R., 669.
632, 642, 645, 646-648 passim, PEARY, R. E., 711.
652, 667, 670, 673, 678, 694, PEcQUET, J., 136, 624, 703.
698. PELL, J., 676, 686, 691.
Mou, H., 37, 39, 41, 70, 71, PEPYS, S., 56, 73, 74, 76, 626,
78, 80, 85, 87, 639, 651, 663. 688.
MORE, J., 20. PÉRIER, F., 702.
Mou, L. T., 702. PERRAULT, P.• 643.
MoREANUs; véase MERSENNE, M. PERRY, w., 82.
MoRTADELO, 636. PETTY, w., 14, 79, 83, 625, 631,
667, 670.
PlCARD, J., 708.
N Piso, W., 490, 492, 493, 692,
693.
NEILE, P., 626, 646, 673. PLATÓN, 70, 299, 683.
NEILE, w..14, 30, 631. PLINIO, 683.
NERI, A., 281, 660. PLOT, R., 89.
NEWTON, l., 17, 19, 22, 23, 30, PoPE, W., 631, 637.
36, 39, 43, 47, 49, 61, 66, 69, PORTA, G., 48, 411, 682.
ÍNDICE DE NOMBRES 717
PovEY, T., 644, 670. STELLUTI, F., 50, 333, 669, 670.
PoWER, H., 37, 51, 52-54, 56, STENO; vé1JSe Niels STENSEN.
74, 75, 82, 148, 152, 554, 621, STENSEN, N., 19, 22.
623, 626, 629, 632, 633, 634, STEVIN, s.,
198, 642.
648, 657, 658, 661-663, 678, SWAMMERDA_M, 51.J.,
679, 683, 684, 687-691, 696-
700, 702-704, 707.
PROMETEO, 232, 649.
PROTEO, 171, 636.. T
ProLOMEO, C., 48, 709.
Ptra.CELL, H., 91. TAYLOR (escribano), 633 y sig.
Ptra.cHAS, S., 170, 636. ToMPION, T., 19, 20, 86, 635.
TORRICELLI, E., 25, 564, 639,
645, 682, 702.
TOWNELEY, R., 14, 37, 80, 568,
Q 626, 629, 702-704.
TuKE, S., 698.
QuER.CETANUS; véase DuCHES-
NE, J.
V
R
VAN DEIJL, 49, 628.
Rm>1, F., 50. VAN NASSAU, J.
M., 692.
REEVES, R., 140, 626, 627, 628. VAREN, B., 198, 642.
REINHOLD, E., ·589, 709. VEEZAEllDT, P., 693.
Ricc1ou, G., 576, 589, 594, 706, VITRUVIO, P., 667.
709, 710. . VIVIANI, v., 48.
RoBERVAL, G. P. de, 703.
RICHER, J., 708.
RoBINSON, sp., 694. w
ROMER, O., 86, 653.
RooXE, L., 14, 136, 625, 631.
..
WALLER, E.~ 679.
RuPERT,. Princ., 195, 642, 690.
WALLER, R., 21, 39, 72, 92, 670.
WALLIS, J.,
14, 25, 65, 625, 626,
631, 638.
s WARD, s.,
14, 20, 79, 136, 623,
625, 631, 684.
SAGREDO, G., 623. WEBSTER, ]., 683, 684.
SALOMÓN, 374, 382, 675. WENDELIN, G., 589, 709.
SANTORIO, s.,
437, 623, 685, 686. WHITE, T., 20.
SHADWELL, T., 87, 634. WILKINS, J., 14, 15, 20, 21, 25,
SHORTGRAVE, R., 82. 52, 53, 65, 68, 74, 79, 83, 151,
SNELL, w.,
654. 152, 352, 619, 624, 625, 629,
SPARROW, J.,
683. 631 y sig., 637, 644, 670, 673,
SPEED, J.,
200, 644 . 684, 685, 689, 693, 698.
SPINOZA, B., 19, 38, 66, 69. WILLIAMSON, J., 30.
SPRAT; T., 14-16, 26, 30, 32, 35, WILLIS, T., 14, 53, 79, 136, 625,
52, 84, 619, 620, 623, 631, 682. 631.
718 ÍNDICE DE NOMBRES
z
X
ZBus, 649.
XIMÉNEZ, Fray, 692. ZuucHEll; oéase HUYGENS, C.
fNDICE DE MATERIAS
A achicoria, 429.
afinidad, 37, 41.
abedul, 509. agallas (de los peces), 462.
abeja, 400, 442-444, 461, 462, agallas (de las plantas), 494-500,
493, 669, 693. 679, 693; de eglantina, 494; de
aberración: cromática, 49, 628; grosellero, 494; de roble, 397,
esférica, 23, 49, 142, 626, 628, 399, 497-500, 693, 694; de ro-
702; su solución, 581, 582, 702. sal, 494, 693; de sauce, 494.
abeto, 334. ágata, 320, 660.
Academia Real de Ciencias de Pa. agua, 173-194, 197-201, 203-210,
rís, 86, 708. 213-222, 233, 239, 241, 246,
ácaro, 159, 286, 349, 458, 471, 249, 250, 252, 266, 280, 283,
529, 5.33, 534, 545, 547-553, 285, 288, 292-294, 300, 305, 314,
633, 68ll, 6%, 698: errabundo, 3Ú, 318, 320, 323, 327, 337,
528-533, 551, 698; de la -hari- 338, -345, 369, 372, 379, 383,
na, 529, 698; del queso, 528, 389, 390, 399, 400, 407, 408,
698; A. siro, 698. 410, 411, 414, 421, 422, 433,
437, 438, 452, 467, 486, 491,
Jkcaáemia del Cimento (Floren-
492, 494, 496, 497, 499, 519,
cia), 79, 84, 637, 638.
555, 558, 561-563, 573, 574,
Accaáemia dei Lincei, 669. 578, 590, 595, 645, 647, 649,
acedera, 429. 661, 667, 680, 682, 685, 701:
aceite, 178, 183, 187, 188, 193, de Barnet, 691; congelada, 308- ..
198, 203, 280, 293, 294, 354, 310, 662; desalinización, 199,
370, 371, 390, 678. 200; diversos tipos, 676; dulce
aceituna, 429. y salada, 198, 199, 561, 582,
acero, 180, 197, 209, 226, 227, 583; jabonosa, 261; marina,
229-233r 239-242, 244, 337, brillo, 245, 246; mineral, ba-
648-650, 657; colores, 241. ños, 403; petrificadora, 338,
acevo, 438. 342, 371, 372; rarefacción por
ácido, 269, 288, 658; sales áci- calor, 583, 584; refracción, 558,
das, 269. 561, 701. Véase también sus-
Acipenser buso, 646. pensión anómala.
acqua fortis; véase aguafuerte. aguafuerte, 202, 232, 354, 400,
acromatismo, 49. 575, 644.
720 ÍNDICE DE MATERIAS
e
B
cábala, 170.
baconianismo, 24· 36, 121-150, caballo, 430, 432, 433, 435, 459,
619, 620, 665. 520, 684, 685.
bala. 2%, 496. cabeza de Eristalis tenax, 464-
ballena, 474. 476, 480.
balleneros, 660. caeruleum montanum; véase azul
baños en aguas minerales, 403. montano.
Barbula sp., 675. cagastro, 661.
barco, 374. cal, 668, 685: viva, 233, 234.
bardana, 350, 449." cálamo, 685; véase pluma.
bario, 652. calcinación, 240, 272, 274, 652,
barniz chino, 652. 658.
barómetro, 81: marino, 22, 84, calcografía, 667.
90, 91; de rueda, 22, 131-132, calendario juliano y gregoriano,
153, 622-623. 65, 77.
barro, 342. Calisto, 710.
beluga; véase Acipenser huso. caliza, 372, 665, 666.
bermellón, 272, 27}, 278, 279, calor y frío, 134, 179, 180, 183,
283, 658. 185, 193, 201-203, 213-215,
berro, 684. 216 (definición), 217,.219 (nor-
bígaro, 342. ína), 220-227, 230-232, 240,
ÍNDICE DE MATERIAS 723
244-246, 327, 329, 332, 369, sim, 51, 52, · 56, 68, 72, 79,
373, 379, 381, 413, 414, 417, 619, 629, 639, 640, 649-654,
438, 499, 503, 577-580, 583- 663; 666, 672; véase también
585, 638, 639, 648, 669: ani- colores, teoría del límite entre
mal, 668; putrefactor y fermen- la luz y la sombra; luz, teoría
tador, 359. cartesiana.
Calliphora vomitoria, 688, 691. cartón, 412.
camale6n negro (Cardopatium co- Casa de Salomón, 625.
rymbosum), 404, 405, 681. cascos de caballo, 240, 650.
campana de vacío; véase bomba Cassiopeia, 582, 706.
de vacío. catóptrica, 701.
campeche, 181, 685. caurí, 342.
Can (Sirius), 556, 701. cebada, 377.
Canarias, 596. cebolla, 429.
cangrejo, 414, 459, 469-471, 489, cedro, 382, 675.
517-519, 533, 534, 545, 547. celdas, 341, 344-349, 351.
cangrejo de aire; véase opilión. ceniza, 331, 685.
cangrejo de tierra (ácaro), 458, cera, 219, 437, 536.
471, 533, 534. cerámica, 658, 659.
Canis maior, 701. ceraunia; véase piedra del rayo.
caña, 350, 372, 377, 410, 430: cerdas, 407, 409, 430432, 457,
de azúcar, 692. 463, 464, 468, 477, 480, 483,
cáñamo, 537. 484, 486, 489, 490, 504, 510,
cañón; véase pluma. 521, 527-529, 534, 536, 538,
caparrosa, 212, 646, 685. 541, 548, 684.
capilares, 41, 81, 173-178, 189- cerdo, 529.
192, 198, 206, 450, 636-638, cerusa, 659.
645. Cetus, 582.
capilaridad, 41, 174-178, 189-194, ciclo hidrológico, 37, 181, 182,
389, 639. 198-201, 643, 644.
cápsula, 377, 378. cidáridos, 671.
caracol, 690. ciervo, 432, 685: groenlandés,
carámbanos, 156, 299, 308, 373: 435, 685; indio, 430, 432, 685.
petrificados; véase estalactitas. cinabrio, 273, 658, 659.
carbón, 221, 230..232, 334, 657, Cinchona, 684.
668: vegetal, 59, 325-329, 335, circulación: de la sangre, 128; en
349, 351, 649, 667, 668. la sensitiva, 355, 356.
carbonización, 328, 334, 338, 339. círculo; véase vicioso.
carbono, 649, 650. Cisne (Cygnus), 582.
cardencha, 350, 457. clavel, 358-359, 378.
cardenillo, 282. clavelina, 358.
cardo, 397, 468. Club experimental y filosófico
Cardopatium corymbosum; véase (Oxford), 14, 25, 79-80, 625.
camaleón negro. coagulación, 285, 296, 298, 330,
carillón, 362, 365. 334, 338.
carne, 388, 496, 677: de esponja, cobalto, 279, 658.
386, 677; podrida, 366, 495, cobre, 240, 242, 246, 274, 275,
652. 327, 659: cal de, 659; nitrato
cartesianismo, 24, 25, 36-40 pas- de, 659; tintura de, 276.
724 ÍNDICE DE MATERIAS
minio, 274, 658, 672; véllSe tam- 234-239, 243, 263, 287, 292,
bién plomo· rojo. 318, 574, 650, 651, 653-655,
mira telesaSpica, 23, 85, 625, 708. 657; véase también colores en
moho, 59, 76, 286, 306, 310, 359, láminas finas.
368, 373, 381, 383, 538, 663: mosto de cerveza, 239.
azul, 366-368, 673, 674, (gene- mucor, 674.
ración:) 368, 381; tallos, 358. Mucuna pruriens, 681.
molusco, 340, 342, 670. muérdago, 359.
Mons Olympus; vélJSe Hippar- mula, 361.
chus. mulato, 530.
Jlloto5, 530. murciélago, 513.
mosca, 50, 148, 397, 400, 422, músculo, 414, 435, 437, 462, 513,
483, 484, 490, 493, 495, 496, 689: artificiales, para el welo,
503, 504, 507, 514, 520, 521, 135, 514, 624, 631, 689; de
527, 633, 687, 691, 692, 700: cangrejos y bogavantes, 414;
alas y welo, 460464, 513; colores, 242; mecanismo, 414.
como un mosquito, 633; egip- Museum harveanum, 387, 677.
cia, 411; huevos, .362, 479, 480; musgo, 59, 76, 286, 350, 357,
ojos, 148, 464-476, 479, 629; 359, 374-383, 525, 528, 674-
patas, 454459, 6ffl. 676: que crece en el cráneo de
mosca zángano (Eristalis tentVC), los muertos, 378, 676; genera-
464477, 480, 689. ción, 378, 379, 381.
moscas de la c8me (Sarcophagi- música, 42, 47, 71, 89, 183, 639.
dae), 510, 695.
moSc:as· giratorias, 460, 688.
mpscarda ·azul (Calliphora i•omi- N
toria); 460, 464, 470, 480, 527,
688, 691: alas, 484; carácter, naranja, 418, 421.
.485; estructuras de la cabeza, Narcissus pseudonarcissus, 691.
480483, 691; estructuras buca· Nasturtium officinale, 684.
11:!1, 483, 485; estructuras in- naturaleza: continuidad, 361, 362,
ternas, 484, 485; ojos, 480; 662, 663; diseño y finalidad,
tórax y abdomen, 483, 484. 314, 315, 343, 352, 417, 426,
moscardón; véase moscarda azul. 438, 443,. 450, 469, 494, 537;
mosquitas. blanc.as (Aleyrodidae), labc.rinto de la, 299; labores y
508, 695. bordados de la, 394; libro de
mosquito, 60, 406, 407, 490, 494, la, 426; matemáticas de la, 298,
496, 497, 633, 691: -de agua,. 299, 422; mecanismos, 445,
361, 362, 486492, 496, 497, 459, 581; niveles, 309, 310,
500, 691, 692, (aspecto exter- 368, 422, véase globulación,
no:) 486, 488, 490, (aspecto in- cristalización, hongos y mohos,
terno:) 489, 490, (locomoci6n:) y vegetales; observación pertur·
490, 491, (metamorfosis:) 491, bándola, 489; operación de la,
. 492; --eniambres, 502, 503; 300, 359-361, 421, 432, 459,
-hembra, 507, 508.695; -ma- 581, 600; véase también escala
. cho, 500, 507, 694, 695; -de de la naturaleza.
penacho, 483, 500 • 507, 691, nautilo, 34i; 4i6.
694, 695. . navaja, filo de, ·57, 157, 161-163,
Moscovia, cristal de, 169, 232, 635.
7.34 ÍNDICE DE MATERIAS
y refracci6n, 585, 707, 708; 438, 441, 442, 492, 496, 554,
véase también sol, luna, Ve- 678, 692: podrido, 244, 246.
nus, etc. Phalangidae, 696.
parásitos, 678. Phaseolus vulgaris, 681.
Pfll'dosa, 696. Philosophical Collections, 88, 89.
parénquima, 388, 437. Philosophical Transactions, 83,
Paierythropodium coralloides, 88, 89.
véase falso coral. Phycomycetes, 674.
parhelio, 583, 700. picapica (Mucuna pruriens), 397,
parpadeo (de los astros), 555-557, 405-40~, 444, 681.
561, 580, 593. pico Tenerife (Teide), 584, 585,
parselenio, 707. 596, 707.
partfculas; véase átomos y par- pioon, 232, 282, 649.
tículas: picor, 398-400, 404-407, 681.
pata: de ácaro, 528, 529, 547, piedra, 298, J18, 327, 338, 341,
548; de araña, 459; de hormi- 378, 379, 3S3, 578: en espon-
ga, ·526, 527i de insectos, 454, jas, 384-386; con forma, 343,
552; de mosca, 454-459, 468, 682; montón de, 317; partícu-
480, 504; de mosquito, 504; las de, 371-373; véase petrifi-
de opili6n, 517, 519; de piojo, cación.
459, 545; de pseudoescotpión, piedra bolonesa, 244, 652.
534; de pulga, 537, 538. piedra de chispa, 313.
patata, 667. piedra estelar (lapis stellaris), 343,
pavo real, 422: plumas de, 237, 671.
451-454. pie<ha franca, 315, 665.
pececillo de plata; véase lepisma. piedra de fuego. 339, 671.
pechina, 340, 342. piedra imán; véase imán.
pedernal, 194, 229-232, 244, 291, piedra judaica (lapis judaici), 343,
314," 3~5. ·337, 339, 341, 379, 671. .
638, 648, 660, 661, 684, 685, piedra de Kettering, 197, 310-315,
696. 325, 665, 672;
Pediculus humanus, 699. piedra p6mez, 345.
pelo, 54, 166, 191, 350, 386, 394, piedra preciosa, _166, 273, 285,
430-435,- 453, 459, 521, 542, 286, 295: falsa, .659..
545, 684, 685. piedra de Portland, 339; 671.
pelusa; véase vello. piedra de Pmbeck, 319, 666.
péndulo, 44, 45, 209. piedra del rayo, 343, 671.
penumbra, 590, 591. piedra setpentina, 339, 340, 670,
pepino, 399. 671.
perdigones, manufactura de, 194- piel, 389, 399, 400, 403-407, 409,
197, 233. 430, 435-438, 441, 444, 449,
pergamino, 412. 504, 508, 538, 543, 545, 681,
peripatéticos, 124, 186, 629. 685, 686: de ciervo, 685; curti-
perlas, 242, 397. do, 435-437, 685; de lengua-
perro, 485; 680: de trineo, 711. do, 441, 442; de oso blanco,
peso específico y refracción, 145. 435; permeabilidad. 437, 686.
petrificación, 55, 333-343 passim, pigmento, 266-284: passim, 286,
371-373, 387, 669-672 passim. 646, 657-659 passim.
pez, 206, 286, 385, 387, 400, 435, pink, 282, 660.
736 ÍNDICE DE MATERIAS
dera, 429; de achicoria, 429; 381, 413, 499, 503, 562, 573,
de a1mi7.clera. 414, 425; de 575, 577, 578, 583, 589-591,
amapola, 74, 425, 426, 478, 596, 706: bajo el horizonte,
683, 684; de Amlzranthus, 429; 557; deformaci6n, 555, 561,
de cebolla, 429; de espejo de 577, 578; diámetro aparente,
Venus, 417, 418; de geraniá- 576; distancia, 588-590, 708-
ceas,. 356, 413, 673;. de hele- 710; eclipses, 588, 589; ~
cho, 306; de hongo, 368, 369; jecimiento, 556, 573; erupcio-
de insectos, 360; de mejorana, nes; 599; manchas, 711; orto
429; de moho, 367, 368; de y ocaso, 247, 573, 653; refrac-
musgo, 357, 358, 377-379, 675; ci6n y paralaje, 588, 599, 706-
de orégano, 429; de la planta 709.
de las hojas_ del rosal, 357-359; solidez, 180, 184, 324.
de puerro, 429;.sacos de, 385; solución (método), 298, 332, 662.
de seres generadós espontánea- sombrero (de hongos), 370, 371.
mente, 365; _de tomillo, 418- sonido, 71, 72, 89, 90, 129, 245,
421; de verdolaga, 426-429, 622, 639, 641, 653, 688: y fre-
684; de zanahoria, 429. cuencia del aleteo de las mos-
sensaci6n, 368, 676, 688, 689: de cas, 460, 461, 688. ·
l~ aristas, 414; de la esponja, stella martis, 76.
386, 677; ~la sensitiva,.356. sublimaci6n, 272, 369, 660.
sensitiva, 59, 352-356, 361, 673. sublimado, 274, 659.
SerpCntarius, 582. sudor, 404, 681.
serpentina,273,279. sulfúreo, 220,231,232, 246,288,
seta, 367, 369, 674: artificiales, 328, 329, 331, 332, 649, 668.
368, 369, 674; reproducción sin suspensión anómala del agua y
semilla, 369. . el mercurio, 185, 206-209, 640,
sidra, 667. 645, 646, 666.
siempreviva, 377. sutura, 341, 342.
signaturas, doctrina de las, 422, Syrphidae, 688.
425, 426, 662.. 663, 683, 684.
simpatía y antipatía, 37, 41, 42,
185, 635, 6}9, 640. T
Sirius; viase Cm.
sistole y diástole, 640, 641, 651. talco, 234.
Sociedad Real de Londres, 13-21, tallo del musgo (seta), '374-378;
23-26, 30, 32-36, 39, 43, 47, comparado con el tronco de los
52-56, 65-67, 69, 70, 74, 75, árboles, 382.
80-92, 114, 115, 117, 119, 148- tanino, 685.
150, 152, 194, 319, 333, 336, tarántula (Lycosidae), 518-521,
352, 400, 403, 497, 561, 619- 525, 696, 697: codnucta, 519-
622, 624-627, 629-635, 637- 521, 525; ojos, 519.
639, 642-649, 653, 660-662, tártaro, 287, 341, 661: aceite de,
665, 667-670, 672-676, 678, 186, 274, 643, 658, 659; pe-
680, 682, 684-688, 690, 691, trificado, 341; sal de, 486, 659,
693-699, 701, 703, 705, 708, 680; vitriolado, 199, 288, 643.
710. Tauro, 710.
sol, 159, 160, 194, 248, 250, 251, Teide; véase pico Tenerife.
258, 263, 316, 353-355, 373, tela, 57, 405: artificial, 164, 169,
740 ÍNDICE DE MATEllIAS
6.3'. 636; estera, 164, 166; es- 6'3, 704, 707, 709: radio de
topilla o lino, 163-166, 634; la 61bita, 708-710, 712.
felpa. 161, 166; muaré, 170- tierra de Cullen, 282.
173; rayón, 63.5-636; seda y tijereta, 526.
satén, 164, 16,, 634, 63'; tafe. Tinea ng6ltea, 4.50, '08-510, 519,
tán o seda en relieve, 166-169. 695.
telaraiia; tJéflle araña, tela de. tinta, 464: trazos de,,.,, m. 160,
telescopio. 23, 31, 48, 124, 136- 161, 633.
138, 140-142, '"· ,'6, ,61, tinte, 317, 433, 434: negro, 646.
'76, '7M82, '8M88, '92, tintun, 200, 318, 319, 643; t1éase
,93, ,99-601, 624-626, 628, teiiiclo, sustancia tintoria.
634, 641, 706, 708, 709; 1Jl11Se Titán, 110:
liltllbién mira telesc:6pica. tiza, 659.
templado, 212, 213-116, 225, 226, tomillo, 418-421.
232, 239, 241, 6'7. tonel, 661~ mohoso, 360, 529.
tcnac:idad,206-209,223,22',239, torno. 221.
tortuga, 562.
262.
To'r""4 tll#ralis, 675.
tendones. 242.
transfusi6n de sangre, 680.
tcnsi6n, 223-22', 3,6. lransporte, 234, 237, 244, 247,
teñido, 166, 169, 181, 217, 319, 262, 263, 266, 267, 272-274,
'404, 454: del cabello, 433; de 282-285, 287, 291-194, 316,
la seda, 433, 434; sustancia 320-32', 327, 340, 388, 389,
tintoria, 267-271.
394, 397, 430, 433, 489," '"·
terebinto, 640, 679. '76, 647, 658-661.
termémctro, 82, 133, 58,, 623: trayectoria planetaria, 88, 89, 70,,
de alcohol, 647; graduaci6n. 712. .
218-219, 647; sellado, 22, 217- trementina, 206, 239, 293, 294,
219, 623, 647. 318, 536, 640: áccite de, 144,
termoicOpio, 133, ,8,, 623, 647, 145, 186, 239, 294, 318.
707. trigo, 377. • -
terremoto, 334, 342: lunar, '95, trips (fbysanoptera). 510, 695.
'96. trituraci6.n, 272, 273, 279, 285.
testácms, 486. trompa; 1Jé11Se probcSscide.
textura, i29, 296-298, 314, 31', tusflaao, 397.
318, 32', 330, 338, 344, 346, T'Jl'Opbaps casei, 698.
150-152, 362, 378, 383-38,, 387-
390, 393, 407, 414, 430, 431,
43'438, 44,, 4.50, 527, 658, u
662.
Theoboltli4 annulata, 692. ultramarino, 272, 278, 282, 658.
Tbysanoptera, 695. ungüento, 206.
tierra (sustancia), 295, ·330, 334, untuoso. 319.
338, 339, 341, 372, 378, 379, urticante, 405, 681.
421, 422, 499, '78, 649.
tierra (planeta), 159, 160, 194,
248, 316, 346, '71, '73-'75, V
'11-'79, ,80, ,8,, 586, ,88-
,91, 596, ,99-601, 641, 645, vaca, 42'.
ÍNDICE DE MATERIAS 741
vacío, 645, 653, 668, 687: expe- vidrio, 91, 165, 166, 188, 189,
rimental, 637, 639, 703. 193, 194, 203, 204, 207, 208,
vaina, 3.57-359, 365, 397, 405, 213-227 passim, 238-241, 243,
681. 262, 263, 273, 274, 279-281,
válvula, 316, 351. 286, 317, 318, 323, 324, 337,
vapor, 317, 329, 370, 371, .574, 355, 454, 458, 467, 522, 536,
.575, .577-581, 595, 596: putre- 558, 562, 565, 577, 578: anti-
factivo, 362; untuoso, 370; ve- aberración, 581, 582; bola de,
nenoso del aire, 390. 243, 244, 251, 252, 255, 258-
vasos: animales, 349, 351, 387, 260, 275, 563, .574, 583, 584,
388, 403, 430, 437, 446, 485, 649, 6.57, 660, 682; cristal, 292,
545, 680; de savia, 206, 326, 434, 685; fundido (metal), 209,
349, 351, 430, 437. 217, 648; imperfecci6n 6ptica,
vegetaci6n, 60, 76, 366, 368, 374, 628, 582; tubos de, 173-178,
379, 422. 189-192, 217-219, 280, 399,
vegetal, 51, 59, 286, 299, 305, 450, 564-571, 636-638, 702;
333, 349, 351, 352, 358, 3.66, véase también gotas; capilares;
372, 274, 379, 381-383, 385, colores en láminas finas; len-
405, 411, 422, 426, 432, 436- tes; vitrum.
438, 495, 499, 525, 669, 677, vieira, 342, 429, 441.
692; y esponjas, 384; espontá- vinagre, 338, 340, 360, 658, 659,
neo, 548; forma más simple, 676: espíritu de, 338.
306, 360; máquina, 380, 381; vino, 239, 526, 661: espíritu de,
petrificado, 339; putrefactivo, 144, 145, 183, 184, 186, 193,
360; véase también carb6n ve- 203, 217, 239, 319, 417, 486,
~al. 525, 558, 161, 647.
vehículos, 81-84, 624. violeta, 269: tintura de, 658.
vejiga, 204, 216.
violeta de los cereales; véase es-
vello, 394, 397, 405, 406, 417,
pejo de Venus.
446, 681.
vell6n, 223, 224, ·384, 389, 436, virtud plástica, 59, 75, 149, 307,
522. 339, 342, 343; véase también
vena: del ala de los insectos, 462- principio activo; cualidades
464~ "484; véase 111111bién vasos.
ocultas.
veneno, 399, 400, 442-444. virtuoso, 164, 634, 635.
Venus, .577, 586, 708. visi6n: binocular, 473; compuesta
verdete, 273, 282, 659. de los insectos, 472-474; lími-
verdolaga, 426, 429, 684. tes, 474.
verticidad; véase poliridad. vitela, 412.
víbora, 443, 494, 649. vitrificaci6n, 230, 240-242.
vibraci6n, 38-47 passim, 56-58, vitriolo, 273, 274, 297, 647, 659;
72, 75, 80, 85, 87, 89, 134, aceite de, 288, 643, 646, 661;
179, 180, 183-185, 207, 208, verde, 646.
245-247, 460, 461, 635, 638, vitrum, 239, 240.
639-641, 645, 651, 653, 657, volátil, 222, 327, 330-331 (defi-
661. nici6n), 332, 373, 647.
vicioso; véase círculo. volcán, 596, 599.
vid, 551, 553. volumen, 218, 349: razón entre
vida, 374, 381. volumen y fuerza, 459, 701;
742 ÍNDICE DE MATERIAS
,----)
MOsroLES {MADBJD)
___..
EN EL MES DE ABllJL DE 1989.