Está en la página 1de 20

COSTA RICA,

SUIZA CENTROAMERICANA
Mario Sancho
Explicación
Esta visión de conjunto del país en los últimos treinta
años puede que a muchos parezca demasiado pesimística. En
el fondo la creo verdadera y por eso la doy así, sin quitarle ni
ponerle nada, al público. No se me oculta que la tarea de
apuntar faltas y destruir conceptos convencionales no es tarea
simpática en ninguna parte del mundo y menos en Costa Rica.
Tampoco me hago ilusiones del efecto que pueda lograr en la
conciencia pública. Tres años largos de buen batallar contra la
injusticia y la mentira me han convencido de lo difícil que es
mover opinión entre nosotros. La conferencia que sigue es en
gran parte como un compendio de esa campaña estéril, y así el
Sancho, Mario. 1935. Costa Rica, Suiza centroamericana. San lector no debe sorprenderse si encuentra en ella ideas ya
José: La Tribuna. publicadas por mí en artículos de la prensa diaria en la cual he
luchado por desacreditar muchas cosas que aquí critico: el
procedimiento tardo y costoso de nuestra Justicia, los
impuestos que nos encarecen la vida, el cambio alto y el salario
bajo. Casi siempre estuve solo en esos empeños, aun cuando
abogara por darle pan bueno y barato al pobre o protestara
contra el régimen podrido de nuestras instituciones de caridad,
y no me sorprenderá si ahora también me quedo solo, y si los
vivos atribuyen a apasionamiento mis críticas y los tontos lo
creen. En un país donde los más se mueven únicamente por el
interés o la pasioncilla malsana resulta difícil convencer a nadie
de la sinceridad de uno. ¡Qué importa! A mí me basta con
repetirme los versos del Petrarca:
Io parlo per ver dire,
non per odio d'altrui ne per disprezzo.1

M. S.
Cartago, 22 de noviembre de 1935.

1
Italiano: “Hablo por decir verdad, no por odio ni desprecio.” (Petrarca)

1
Costa Rica, Suiza centroamericana costumbres van camino de ser pronto un recuerdo apenas del
pasado. No hemos sabido conservar ese precioso patrimonio y
Desde hace algunos años anda nuestro espíritu
la historia tendrá que acusarnos de haberlo disipado.
buscándose un refugio en el pasado, en parte —¿a qué
negarlo?— por gusto del pasado mismo, pero muy Verdad es que la Costa Rica de antes no nos ofrecía el
principalmente por escapar a la angustia y desencanto del espectáculo de una sociedad adelantada, ni de una vida
presente. Los tiempos que corren son en verdad aflictivos y confortable y llena de refinamientos. Cierto que nuestros
desconsoladores. El país, hombres, instituciones, costumbres, abuelos vivían con poca comodidad y mucha o demasiada
todo anda muy de capa caída. Económicamente estamos a dos sencillez, pero al menos la austeridad de sus costumbres, la
dedos de la bancarrota, endeudados hasta la coronilla, mitad modestia de sus ambiciones, la varonil resignación con que
por improvidencia y mitad por improbidad, con casi todas afrontaban los trabajos y las molestias de una existencia
nuestras industrias arruinadas y con tan poca esperanza de salir bastante primitiva, eran buena escuela para la hechura del
de apuros como mucho peligro de que a la postre el acreedor carácter, tan buena como son malas disciplinas lujos y
extranjero, cuando vea que no podemos cumplirle la palabra, refinamientos, que no riman con nuestros escasos recursos,
irrumpa en nuestras aduanas so pretexto de ponerlas en orden para la edificación moral de las nuevas generaciones.
y de hacerse pagar.
Ya estamos oyéndonos llamar con horaciana ironía:
Pero si el estado de las finanzas del país es malo, sus laudator temporis acti2. No creemos, sin embargo, habernos
condiciones sociales y políticas son peores. Al desbarajuste dejado llevar del encanto que presta a las cosas la lejanía,
económico, ha dicho hace poco don Elías Jiménez Rojas, uno cuando aseguramos que la hombría de bien del costarricense
de los poquísimos ciudadanos que se dan entera cuenta de estas chapado a la antigua no es invento de costumbristas o de
cosas y que no se callan su opinión, corresponde una profunda poetizadores del tiempo pasado, sino un hecho real y
crisis moral, en nuestro concepto más grave aún que aquél, verdadero, con sus naturales excepciones, claro está. Y es
porque asume proporciones más grandes y porque sus lógico que así fuera. Aquella sencillez de costumbres, aquella
consecuencias afectan hasta la propia raíz de la vida nacional. modestia de ambiciones, aquella conformidad cristiana que
informaban la conducta de la gente de antes, contribuían a
No quisiéramos pasar por agoreros de calamidades
hacer de la existencia, si bien dura en el sentido de la
públicas, pero la verdad es que no podemos ver sin aprensión el
comodidad que ahora disfrutamos, algo menos complejo,
porvenir. La República no nos parece segura en este
menos exigente, menos difícil y menos costoso. Por un lado el
desconcierto y en esta lucha de intereses egoístas exacerbados
individuo tenía que tolerar muchas más molestias de orden
bajo el apremio de las circunstancias, y no creemos pecar de
material, pero por otro, su modo de vivir no le exigía tanto
pesimistas si decimos que los ideales de nuestros mayores, de
desasosiego y tanto empeño en obtener el dinero con que es
quienes heredamos patria independiente y digna, están
fuerza pagar el confort con que ahora vivimos. Había menos
sufriendo hoy una baja tanto o más considerable que la de los
demandas a la vanidad, a la sensualidad, a la codicia, que son
títulos de Estado o de la divisa nacional. Y aunque tampoco
los resortes, hay que confesarlo, del progreso, al menos del
nos gustaría sentar plaza de moralistas de clavo pasado, vamos
progreso material, pero que también son responsables de la
a agregar, sin embargo, que al decir ideales entendemos
también las normas de conducta que orientaron la de los
buenos costarricenses de otros tiempos. Moral y buenas 2
Latín: “Adulador del tiempo perdido.” (Horacio)

2
mayor parte de las indignidades y las transgresiones morales gotera”, hombres serios, sobrios, buenos cristianos que vivían
que ocurren con innegable frecuencia en la sociedad moderna. holgadamente, mas sin exceder los límites de la dorada
medianía. Ninguno vivió en grande, ninguno hizo jamás, como
En el caso de Costa Rica este fenómeno parece agravarse
se dice, casa de dos pisos, ni comprometió la solidez de su
por circunstancias especiales que trataremos de señalar aunque
hacienda en locuras fastuosas, convites espléndidos,
sea de prisa. Todos sabemos que nuestra clase media ha sido,
exquisiteces culinarias o esplendores de guardarropía. No hubo
es y será por mucho tiempo más o menos pobre. Pues bien, la
entre los primates de la Colonia o de los primeros años de la
transformación de sus costumbres no ha llevado el paso con el
República nadie que nos recuerde a un José de la Borda, que se
incremento de sus medios pecuniarios. Las comodidades que
gastó parte de las riquezas extraídas a los cerros auríferos de
ha introducido en su vida, aunque pocas, si se las compara con
Tasco en los deliciosos jardines de Cuernavaca que habían
las que disfrutan los individuos de esa misma clase en otros
luego de encantar al alma trágica de Maximiliano; o a un
países, son más y mayores de las que sus entradas pueden
Conde de Rul, constructor magnificente de una iglesia para sus
sufragar. Ninguna observación es tan frecuente entre nosotros
mineros de Guanajuato, que podría servir en cualquier parte
como la de que estos fulanos o aquellos sutanos viven con más
del mundo de hermosísima catedral.
lujo del que debieran. Cuando la palabra lujo no se refiere a
gastos verdaderamente inútiles, como los tragos tomados en el Las casas que habitaban nuestros próceres coloniales son
club o en la cantina (y digamos de paso que aquí sería difícil bien poca cosa al lado de los palacios de México o de Lima,
acentuar mucho la diferencia entre clubs y cantinas), o como cuyas puertas embellecían primores de arte e ilustraban las
las pretensiones elegantes de la hija casadera, si bien muy de armas de añejas estirpes. El tren y el regalo de sus vidas
acuerdo con sus ansias matrimoniales, resueltamente en pugna tampoco iban más allá de la holgura tranquila en que vive
con los recursos del pobre padre de familia, significa cualquier persona de posibles. De sus descendientes, lograron
conveniencias o comodidades que constituyen cada fin de mes conservar el patrimonio los que lo administraron con prudencia
un desequilibrio en el presupuesto doméstico, y son origen las y parsimonia. Quienes excedieron los términos modestos en
más de las veces de trampas, enredos o de otras cosas más que habían vivido los progenitores, comiendo como gran lujo
graves. tortilla con queso, para decirlo al modo pintoresco de don
Nicolás Oreamuno, se arruinaron.
Esto, respecto a nuestra clase media. Vamos ahora con
nuestras llamadas clases altas. Para hacer cumplida justicia a los hombres de antaño,
hay que agregar que si usaban del dinero parsimoniosamente,
Digamos primero que en Costa Rica no ha habido
sin incurrir en las ostentaciones un poco cursis de los
realmente aristocracia, sin que neguemos por esto la existencia,
adinerados de ahora, no cabe duda que eran más generosos y
en lo antiguo de gentes de abolengo aristocrático. Sí que las
que tenían un sentido de cooperación social más fuerte y mejor
hubo, cuya información de sangre hubiera demostrado quizá
cultivado. Para convencerse de esto no tiene uno más que
cualidades de la más rancia nobleza, pero todas vinieron de
preguntarse a quiénes debe el país sus principales instituciones
España sin gran fortuna, y ninguna logró adquirirla aquí. Ésta
de beneficencia: casi todas ellas son de larga data y están,
era una oscura y pobre provincia de la Corona de Castilla,
fundadas sobre un legado y sobre el empeño y la caridad de
donde no había riquezas minerales ni pingües industrias con
hombres pertenecientes a la Costa Rica antigua.
que dorar cuarteles nobiliarios. Nuestros nobles no pasaron,
pues, de ser lo que llaman en la Península “hidalgos de Los ricos de nuestros días, sólo por excepción, legan su

3
nombre y su dinero a una obra de bien común. Los más viven incapacidad para la cooperación social(1). Pues bien,
indiferentes a las necesidades ajenas, y mueren preocupados agreguemos que tan grande como su sordidez es su frivolidad,
con la idea de asegurarse que sus herederos reciban el capital, su necia complacencia en la ostentación del dinero, su mal
libre hasta de los impuestos que la ley destina a fines gusto, sus malas maneras, y sus ridículas y vanidosas
caritativos. Muy rara vez tienen un movimiento generoso. En satisfacciones. Después de ver a estos ricos en la intimidad,
cambio, nuestros viejos casi nunca se despedían de este mundo después de oírles sus chácharas plagadas de chismes y
sin dejar siquiera una manda para ayuda de los pobres o para el superficialidades, en que no apunta una idea generosa ni un
mayor esplendor del culto religioso que había confortado sus sentimiento decente, sino por milagro, después de sufrirles su
almas en la vida y en la muerte. desdeñosa incomprensión de todo lo que no sea pesos y
centavos, hay que convenir necesariamente con el dictamen del
Hay otro punto que no quisiéramos pasar por alto, y que
filósofo francés. A estos hombres les sobra todo, sólo les falta
consiste en el mal uso que nuestros ricos hacen del dinero.
aquel requisito insustituible, aquel savoir vivre5, que es bien
Vamos a hablar de eso, no para describir ese mal uso, que tal
distinto de lo que aquí entienden por esto, aquello que concede
cosa huelga en estas líneas destinadas a ser leídas
simpatía a las personas, distinción a los actos, autoridad a las
principalmente por costarricenses, sino para confirmar la
palabras, y buen tono a las costumbres.
verdad de la observación de Renan3, esto es, de que “el
mejoramiento material de los individuos, cuando no va Nuestros ricos son amigos de viajar. Uno pensaría que
acompañado del grado de educación correspondiente, está lejos esto pudiera darles alguna amplitud mental y mejor
de favorecer su mejoramiento moral”. “El pueblo”, dice aquel entendimiento de las cosas del mundo. Desgraciadamente no
ilustre pensador, (y aquí agreguemos nosotros que pueblo vale es así. Nuestros ricos van y vienen de Estados Unidos y de
decir toda gente ineducada) “es mucho menos capaz que las Europa y siguen siendo los mismos. Están atacados de un
clases elevadas o ilustradas de resistir a la seducción de los incurable provincialismo y de una falta de visión y simpatía y
placeres fáciles que no están libres de inconvenientes más que de curiosidad intelectual grandes. En sus viajes no ven, sino lo
cuando uno está blasé4 de ellos. Para que el bienestar no externo, lo obvio, lo que complace su temperamento comodón
desmoralice es preciso estar habituado a él; el hombre y vanidoso; lo que habla al espíritu se les pasa desapercibido.
ineducado se echa a perder pronto en el placer, lo toma
Algunos habrá que encuentren exagerado y hasta
groseramente en serio, no se aburre de él”.
calumnioso el retrato que hemos trazado, pero salvando a unos
Excusándonos de suscribir a las consecuencias políticas cuantos de nuestros magnates que son personas discretas,
que Renan sacaba de su observación, diremos resueltamente sencillas, modestas, con ideales de trabajo y de progreso,
que la nuestra nos lleva a tenerla como verídica. Ya hemos estamos seguros de que la experiencia y observación de casi
visto que la clase adinerada de Costa Rica, con raras todos nuestros lectores concurren en este punto con las
excepciones, se caracteriza por su falta de altruismo y absoluta nuestras.

(1)
Entre estas excepciones nos complace recordar al finado filántropo Max
Peralta, a quien tanto debe el Hospital de Cartago y al doctor Antonio
3
Joseph Ernest Renan (1823-1892) fue un filólogo, filósofo e historiador Giustiniani, fundador de una Casa de Salud para niños pobres. (Nota del
francés quien, desde el racionalismo, siguió la Escuela Liberal. escritor.)
4 5
Francés: “Hastiado”. Francés: “Saber vivir”.

4
Hemos señalado el mal y nombrado el remedio: por el lado que van nuestros entusiasmos, digamos por caso, en
educación. Desde luego hay que convenir en que nuestras literatura. ¿En qué se cifra generalmente nuestra admiración
escuelas y colegios no están enteramente exentos de culpa a por las letras francesas? En lo peor que esa admirable literatura
este respecto. Su labor educativa no ha sido todo lo vigilante y tiene que ofrecernos, en aquello precisamente que decía
eficaz que era de desearse para contrarrestar el mal. A veces, Ernesto Renan: “sa basse presse, sa petite littérature, ses mauvais
hasta cabe dudar de que se hayan dado siquiera cuenta de él, petits théatres dont le sot esprit, aussi peu français que possible, est le
tal es la indiferencia con que ven esta irrupción horrible de fait d'étrangers”6.
ramplonería, vulgaridad y desmoralización apoderarse poco a
Tal vez habrá quien nos moteje de pedantes. Pero el mote
poco del país.
no nos arredra ni disuade de decir con toda la vehemencia a
Despierten los maestros ante el peligro que nos amenaza. nuestra disposición que no hay nada en la actualidad que logre
No esperen oír la voz de rebato para hacerse cargo irritarnos tanto como esta necia e inconducente admiración de
valientemente de su responsabilidad; entonces, cuando suene la nuestros frívolos afrancesados por toda suerte de futilezas
campana o se encienda la almenara en congojas de alarma, ya galicanas, como no sea el entusiasmo que suscitan entre
será tarde. Despierten desde ahora. Cuiden, defiendan las nosotros las platitudes y chocarrerías que los mal informados
costumbres de los jóvenes y los gustos, hoy solicitados más que toman como producto representativo de los Estados Unidos.
por el libro o la conversación inteligente, por la bobería
Reaccionemos animosamente contra todas estas cosas.
cinematográfica; cultiven en ellos la conciencia de los deberes
No seamos provincianos, mas tampoco hagamos más el
patrióticos y el sentido altruista que ennoblece al individuo y
badaud7 ni en el boulevard ni en Broadway. Vayamos con ojos y
hace grandes a los pueblos. Adoctrínenlos sobre todo en el
mente abiertos por los caminos del mundo observando y
amor de nuestro pasado para que les eche raíces al espíritu en
aprovechando lo bueno de todas partes para volver luego a lo
la patria honesta, trabajadora y dueña de su destino que era la
nuestro fortalecidos con el ejemplo de las serias disciplinas, de
Costa Rica de antaño. Diríjanlos a la conquista del campo que
los arduos esfuerzos y de los ideales que constituyen la
así ayudarán a desarrollar nuevas fuentes de riqueza y
grandeza de esas y otras naciones. Sí, volvamos siempre a lo
escaparán a la humillación de vivir gravitando sobre nuestras
nuestro, estudiemos con amor nuestra historia y nuestra
empobrecidas ciudades. Hay que enseñarles a cultivar la tierra,
lengua, y seamos leales a nuestra ascendencia espiritual. Las
nuestra tierra. Cultivarla es la mejor manera de defenderla de la
piedras itinerarias del camino que se abre ante nosotros son:
asechanza extraña.
Costa Rica, América, España.
Y con las cosas del espíritu hagan los maestros y
*
hagamos todos otro tanto: cultivemos lo propio, defendamos
nuestros ideales de vida, la sencillez de nuestras viejas
costumbres, en vez de dejarnos imponer usos, cursilerías casi
Ya hemos hecho antes referencia a la falta de curiosidad
siempre, de otras partes. No es que queramos cerrarnos a todo
lo extranjero sólo porque es extranjero, aunque de ello
pudiéramos salir beneficiados, pero sí discernir entre lo que 6
Francés: “su baja prensa, su pequeña literatura, sus pobres y pequeños
conviene o no, entre lo sustancial y lo frívolo. Examen, sentido teatros cuyo engaño, tan poco francés como sea posible, todo es causado por
crítico, es la cosa que más falta nos hace. No hay más que ver extranjeros”. (Renan)
7
Francés: “mirón”.

5
y de aptitud intelectivas, esto es, de auténtica cultura, que cultural por poco que rebasen el nivel de su atrasada
manifiesta, salvo pocas excepciones, nuestra clase adinerada. mentalidad, aunque ésta tal vez no sea una característica
Vamos ahora a decir algo de lo que pasa a ese respecto en las exclusiva suya. En efecto, si repasamos la historia del país,
demás clases de la sociedad costarricense. vemos que al costarricense no lo ha trabajado nunca otra
emoción que la religiosa. Esta incapacidad de apasionarse por
Hay, claro está, entre nosotros hombres cultos, amigos
algo más que por los intereses de la religión explica por qué en
del arte y de los libros, comprensivos del verdadero progreso
Costa Rica nunca se produjo ni siquiera un leve movimiento en
social y alentadores de gustos delicados, pero son bien pocos y
pro de la independencia de España, mientras otros pueblos
por tanto nos contentaremos con reconocer su existencia,
dentro de la misma Centroamérica, tan pobres y oscuros como
apuntando de paso la enorme desproporción entre los medios
el nuestro, luchaban por ella con denuedo, y por qué aquí ha
de que disponen y la tarea que para ellos significaría tratar de
fracasado siempre cualquier ideal grande que exija sacrificio y
convertir a la masa popular al evangelio de la cultura. Fuera de
que no cuente con aquel respaldo. La misma guerra contra
estar en franca minoría, no gozan estas personas cultas, para
Walker se hizo, no a base de patriotismo, sino del terror que el
una obra de esta clase, del aprecio y del apoyo de nuestros
Obispo Llorente logró infundir a la gente sencilla, que era
gobiernos, por más que aquí se meta tanta bulla a diario sobre
entonces toda o la mayoría de la gente, de que la Iglesia, el
la protección que se da a las escuelas y colegios. La enseñanza
culto y los sacerdotes iban a ser destruidos si el filibustero
en Costa Rica, mirada de cerca, es apenas una rama de tantas
hereje lograba posesionarse del país.
del burocratismo oficial donde tienen puesto, no la idoneidad
ni el esfuerzo, sino la intriga y los méritos políticos. En el Hoy han cambiado las cosas ciertamente: el sentimiento
fondo, si exceptuamos a un Don Mauro, ninguno de nuestros religioso ha venido muy a menos entre los individuos de las
políticos ha sentido nunca fervor por la educación del pueblo, y clases superiores quienes, si acaso conservan algo de la
cuando accidentalmente han tenido a su lado en el Gobierno a tradición católica, es la práctica de ir a misa de tropa los
alguien que sintiera ese fervor, lejos de comprenderlo y domingos. Los obreros están en este sentido más o menos en
ayudarle de verdad, apenas si !e han dispensado la idéntica situación que los señoritos de las ciudades. A la casi
condescendencia que se usa hacia las personas ideáticas y un generalidad de ellos les falta fe, la fe activa y profunda de sus
poco raras. “Son cosas de maestros”, suelen decir nuestros mayores, aunque algunos, principalmente en provincia, sigan
Presidentes, con un imperceptible rictus irónico, ante todo apegados por rutina a las festividades de iglesia. Los de la
genuino afán de cultura de sus ocasionales cuanto frustrados Capital son, aun sin darse cuenta, francamente agnósticos y se
colaboradores. conducen como tales. No pocos han cambiado la mística
católica por la mística marxista. Entre los señores, en cambio,
Cierto que tenemos ahora muchas más escuelas rurales
no se ve con cuál fuerza espiritual hayan suplido la falta de sus
que antes, pero cualquier abogado o empleado de justicia
antiguas creencias. También el campesino tenga tal vez menos
puede decirnos que los conchitos de las generaciones nuevas
celo religioso que antes, pero como tampoco ha reemplazado
siguen firmando a ruego y considerando las letras del alfabeto
con nada esa merma, se halla hoy más destituido que nunca de
castellano como otros tantos jeroglíficos egipcios. Luego se dirá
móviles espirituales, esto es, del sentido cristiano que antaño
por qué.
daba el tono a sus costumbres, y que hoy difícilmente podría
Nuestro campesino, por otra parte, da la sensación de ser hallar ni en las prédicas ramplonas de curas, faltos también de
perfectamente inmune a las ideas y emociones de orden fervor para toda cosa que no sea las campañas políticas de cuyo
6
éxito esperan la obtención de una curul en el Congreso. escuelas rurales. Rurales únicamente de nombre, pues al
contrario de lo que se hace donde se entienden estas cosas
Si a esto agregamos su género de vida que le ofrece
rectamente, nuestras escuelas de los campos adolecen del
escasísimas oportunidades de poder interesarse en algo capaz
mismo mal que las urbanas, su falta de sentido práctico. En
de mejorar su entendimiento y afinar su sensibilidad, quizá
esto también México podría darnos más de una lección
quede explicada esa apatía y sordidez que algunos consideran
provechosa. Aquel país ha organizado sus escuelas rurales con
una cuestión de índole y de temperamento congénito.
programas y métodos adecuados, tendientes a desarrollar en el
Imposible que un hombre que vive en la pobreza, mal comido
campesino una mayor aptitud fabril y agrícola de acuerdo con
y no pocas veces enfermo, desarrolle interés y gusto en nada,
los distintos cultivos e industrias de cada región. Mientras aquí
sobre todo si nadie cuida de suscitárselos. Ya hemos visto a
no sigamos ese ejemplo, el dinero invertido en la educación del
qué se reduce la obra de la Iglesia: al sermón y al rosario. El
campesinaje será dinero tirado a la calle.
Gobierno por su parte cree haber hecho mucho cuando le ha
enseñado al pequeño campesino a leer y a escribir, o mejor Claro es que el problema educacional está involucrado en
dicho, a cancanear8 y a hacer palotes. En seguida, le abandona el problema económico, de suerte que aquél no logrará una
a su suerte y no vuelve a acordarse de que existe, excepto en resolución satisfactoria hasta que éste haya sido también
tiempo de elecciones. Al niño del campo le urge ponerse resuelto. Precisa primero que mejoremos la condición física del
pronto a trabajar, y como en la mayoría de los casos no vuelve campesino, higienicemos su casa, fortalezcamos su salud y
a toparse en el resto de su vida con un libro, y a veces ni con un elevemos su standard de vida. Sólo así será posible la tarea de
periódico, olvida lo que aprendió y gracias si puede distinguir educarlo.
al cabo de los años la O por lo redonda.
Desgraciadamente, a juzgar por las pocas muestras de
En otros países de América, en México, por ejemplo, se espíritu de cooperación y asistencia social que da nuestra clase
le suministra gratuitamente al hombre de los campos lectura dirigente, no puede uno hacerse grandes ilusiones de que
adecuada a fin de que no olvide lo aprendido y de que el nuestro concho vea mejores días.
trabajo y el gasto empleados en desanalfabetizarlo no resulte
Dos cosas serían indispensables a efecto de aliviar su
baldío; allá hay el empeño de que hasta el último indio del más
suerte: buena moneda y una equitativa distribución de las
humilde villorrio de la montaña más remota reciba y lea en El
cargas públicas. En ambas el país, en vez de adelantar, ha ido
Libro del Pueblo (tal es el nombre de la revista publicada por la
para atrás.
Secretaría de Educación), noticias de la vida nacional,
conocimientos útiles sobre higiene, agricultura, veterinaria, etc. El colón desde hace mucho tiempo va cuesta abajo
Aquí, por falta de una cosa parecida, y por la deficiencia de la inconteniblemente hacia tipos ínfimos de cotización en el
escuela, se da el caso, que ya observaba el Doctor Ferraz en mercado de valores, con evidente perjuicio del jornalero que
1905, de que a nuestros jóvenes del campo les suceda firmar a continúa ganando prácticamente el mismo salario, mientras la
ruego más frecuentemente que a sus padres y abuelos, después moneda sigue perdiendo capacidad adquisitiva.
de casi cincuenta años de educación común. A fin de evitar que nuestra unidad monetaria cogiera este
En otra oportunidad volveremos a hablar de nuestras desguinde de la depreciación incontenible, había antes una
Junta de Control de Cambios. De más está decir que ni su
8
Arcaísmo (C. Rica): “tartamudear”. funcionamiento ni su organización eran perfectos. Como todas

7
las cosas del país, aquello había sido ingeniado a la carrera, provecho propio es un juego conocido del capitalismo que,
para salir del paso, al propio tiempo que se ordenaba una entre nosotros, sin embargo —ignorantes como vivimos de las
emisión de billetes con el objeto de que Don Cleto9, ese gran nuevas orientaciones de la sociedad y la economía— aún surte
maestro del pasteleo político, del derroche y del desorden, efecto. En otras partes del mundo, donde es ya un principio
pudiese pagar a los empleados públicos en las postrimerías de reconocido y acatado el derecho que asiste al Estado a limitar y
su segunda e inolvidable administración. Pero así y todo, el controlar el interés privado en beneficio del interés público, se
control de cambios servía de freno a los desmanes de la ríen de quienes pretendan proteger la mercadería averiada de
especulación y, bien que mal, con él íbamos capeando la su rapiña con la bandera de un liberalismo anacrónico e
tormenta. inconsecuente. Los pueblos civilizados saben hoy muy bien
que “mientras el hombre de negocios se opone vigorosamente a
Los cafetaleros, que aquí son los principales productores
toda intromisión del Estado en la economía, no cesa de
de oro, no cesaban, claro está, de combatir un momento aquel
intervenir en la política, de ejercer su influencia sobre las
organismo moderador de sus apetitos, alegando que la
instituciones públicas y hasta de complicar más de lo debido
existencia de ese control era contraria a los principios liberales
los motivos y argumentos que inducen a los políticos y
y a la buena doctrina económica que sobre estos principios se
funcionarios a tomar decisiones”. Saben también —y seguimos
funda. Quienes tal decían, quienes tanto trinaban contra la
citando a Salvador de Madariaga11, hombre de ideas más bien
intervención del Estado en relaciones que, según ellos, deben
conservadoras— que “cuando los negocios van bien se exige
estar sólo regidas por la ley de la oferta y la demanda, no se
que el Estado no intervenga, mientras que cuando van mal, se
acordaban por supuesto de que en Costa Rica ni el Gobierno ni
reclama su ayuda en operaciones urgentes de salvamento; y
nadie profesa un criterio ortodoxo al respecto, y que son
que, consecuente con su criterio de predominio del interés
precisamente los Presidentes de la República de tipo
privado, el hombre de negocios estima que ha de dejársele solo
manchesteriano10 los que aquí mandan a paseo a menudo los
cuando se trata de repartir dividendos, pero que la
principios liberales, siempre que hay de por medio algún
participación del Estado es indispensable cuando se trata de
interés fuerte, cuando no un simple pretexto. Así les hemos
distribuir pérdidas”.
visto dar leyes proteccionistas que encarecen al pueblo la
manteca, el azúcar, la carne y otros artículos de primera En Costa Rica acabamos de tener un ejemplo de esto
necesidad, para fomentar esas industrias o acrecer simplemente último. ¿Acaso el arreglo propuesto por el señor Presidente
las ganancias de los negocios particulares. Jiménez12 sobre el servicio de las deudas contraídas con el
Banco Internacional, Banco de Estado, no estuvo inspirado
El juego de invocar los dogmas de la escuela liberal en
exactamente en esa idea? ¿Acaso no se beneficiaron con la
9 rebaja del principal o perdón de intereses en esos créditos a
Cleto González Víquez. Presidente de Costa Rica de 1906 a 1910 y de 1928
a 1932. favor del Erario, no sólo gentes verdaderamente necesitadas de
10
La Escuela de Mánchester es una escuela económica con origen en la muy 11
industrializada ciudad de Mánchester, Inglaterra. Se origina como un Salvador de Madariaga y Rojo (1886-1978) fue un escritor e historiador
movimiento sociopolítico librecambista y antiimperialista, ligado a la español. Publicó notables ensayos sobre historia de España e
Cámara de Comercio de la ciudad, sobre todo durante el período 1825-1845. Hispanoamérica, así como ensayos acerca de Don Quijote y Cristóbal Colón.
12
Encabezado por Richard Cobden y John Bright, el manchesteria-nismo Ricardo Jiménez Oreamuno. Presidente de Costa Rica de 1932 a 1936.
promueve una libertad económica ilimitada con base en el egoísmo como Éste fue su tercer y último periodo. Anteriormente había ejercido la
única fuerza motriz de la economía y de la sociedad. presidencia de 1910 a 1914 y de 1924 a 1928.

8
ayuda, sino hasta tagarotes que, cuando se trataba del control, de rosas, y de cuando en cuando volviendo la mira a
ponían el grito en el cielo vociferando su criterio egoísta de que contemplar el río y ver correr sus cristales. Dábale voces un
la función del Estado no debe ir más allá de mantener lo que cuerdo acordándole su peligro y convidándole a pasarse a la
ellos llaman, a boca llena, el orden social, esto es, el bellísimo otra banda, con menos dificultad hoy que mañana. Mas él,
cuadro que ofrece una sociedad organizada sobre el principio muy a lo necio, respondía que estaba esperando acabase de
de que el pez grande se come al chico? correr el río para poderle pasar sin mojarse”.
Los tagarotes de todos modos se salieron con la suya y el El sistema rentístico es otra cosa que hace tiempo pide
cambio ha llegado en estos días hasta el setecientos, sin que reforma, pero que tendrá que esperarla quién sabe hasta
haya esperanzas, ya no digamos de bajarlo a un tipo cuándo, quizás hasta que acabe de pasar el río que dice
moderado, pero ni siquiera de estabilizarlo en un término Gracián, o pasen si no estos políticos nuestros tan parecidos al
medio que concilie la angurria de los cafetaleros y las necio de su cuento.
necesidades del pueblo. El Congreso nombró una comisión
Para nadie es un secreto que el rico no tributa aquí en la
encargada de estudiar el problema, pero nosotros sabíamos ya
justa medida de sus capacidades. Nunca ha tributado ni hay
de antemano por dolorosa experiencia el resultado de tales
esperanza que tribute equitativamente, mientras nos gobiernen
comisiones. Los diputados a cuyo cargo estaba proponer el
los próceres del capitalismo.
remedio se contentaron con la excusa que invalida aquí todas
las cosas referentes al bien público: hay que aguardar, el Sólo una vez en toda la historia de Costa Rica se ha
momento no es oportuno, el gobierno actual está dando las hablado de establecer un tímido impuesto sobre la renta: en el
boqueadas, la resolución de este asunto es mejor que quede tiempo que fue Presidente de la República don Alfredo
para el futuro Presidente, etc. Luego, cuando éste llegue se dirá González. Todos sabemos cómo se frustró ese intento y cómo
que conviene esperar que coja los estribos, y así éste y los aquel estadista pagó tamaño pecado14. Pero al menos, en
demás problemas vitales de la República seguirán en la misma tiempos pasados los ricos sabían eso; comprendían que estaban
situación de ahora. Nuestros congresales nos recuerdan el rehuyendo el hombro a las cargas del Erario, que por otra parte
apólogo del necio que descansaba junto al río que leímos en no eran tan pesadas como son ahora, y se echaban sobre sus
Gracián13. “Pasaba un río entre márgenes opuestas, coronada espaldas, para hacerse perdonar su renuencia, de Dios y de los
de flores la una y de frutos la otra; prado aquélla de deleites, así hombres, el trabajo de fundar y de mantener hospitales, asilos y
como ésta de seguridades. Escondíanse allí, entre los rosales las demás obras caritativas. En cambio, ¿qué vemos ahora? Los
serpientes, entre los claveles los áspides, y bramaban las ricos persisten en su vieja táctica de rehusarse todo lo más que
hambrientas fieras rodeando a quien tragarse. En medio de tan pueden a contribuir a las expensas del Estado. Ésa es la actitud
evidentes riesgos estaba descansando un hombre, si lo es un natural en ellos, aquí y en todas partes. “Nunca se ha visto
necio. Pues pudiendo pasar el río y meterse en salvo de la otra —escribe el ilustre Carlos Pereyra15— que una clase dominante
parte, se estaba muy descuidado, cogiendo flores, coronándose
14
Alfredo González Flores fue derrocado por su Secretario de Guerra y
Marina, Federico Tinoco Granados el 27 de enero de 1917. Tras dicho golpe,
13
Baltasar Gracián y Morales (1601-1658) fue un escritor español del Siglo de Tinoco estableció una dictadura que duraría hasta 1919.
15
Oro que cultivó la prosa didáctica y filosófica. Su producción intelectual se Carlos Pereyra Gómez (1871- 1942) fue un abogado, diplomático, escritor
adscribe a la corriente literaria del barroco, específicamente en su tendencia e historiador mexicano. Su formación corresponde cronológicamente a la
conceptista. corriente positivista de finales del siglo XIX.

9
pague los gastos públicos si puede eximirse de ellos. El gran No hay dinero ni para las instituciones de caridad. Los
señor de la tierra es en México lo que en todo el mundo”. Y en hospitales rechazan a los enfermos por falta de medios. Los
otra parte agrega aquel agudo historiador: “Los grandes ricos lo saben muy bien, pero no acuden con su bolsa a la queja
propietarios mexicanos han preferido vivir bajo el terror de los de los desvalidos, ya que no al llamamiento de la justicia que
despotismos anárquicos antes que cumplir con los deberes debiera hacerles el Gobierno. ¿Qué se hace entonces a fin de
inherentes al papel de clase directora y aceptar las remediar tan angustiosa situación? Se piensa en gravar más a la
consecuencias pecuniarias que ese papel entraña. La pobretería, en encarecerle el pan que se come, con tal de no
Federación en tanto ha vivido de las aduanas y del timbre, es tocar al sagrado e intangible capital, y de esa cobardía por un
decir, de los impuestos indirectos que recaen por fatal lado y de la complicidad nefasta de nuestros estadistas con el
incidencia sobre la gran masa de los desposeídos”. Allá en rico, por otro, surge una ley para que de un nuevo impuesto
México, hubieron los ricos de aceptar al fin la parte de aduanero, del impuesto de la harina, esto es, del hambre del
responsabilidad económica que les tocaba, pero a la fuerza, pueblo, se saquen los dineros destinados a la beneficencia
obligados por ese desorden revolucionario que tanto espanto pública, una ley que es la mayor infamia que se ha cometido en
pone en el corazón de los pusilánimes y que es mil veces esta tierra donde se han cometido muchas y muy grandes.
preferible en nuestro concepto a una paz cobarde que no se
Sería curioso averiguar si en algún otro país ha
funda en la justicia. Allá el pueblo se convenció de la necesidad
consentido la gente un tributo semejante que no se ajusta a la
de exigir por las malas lo que el capitalista egoísta no quería
justicia en manera ninguna, que no es ni equitativo ni honrado.
dar por las buenas. Aquel es uno de esos pueblos que los ticos
El impuesto de consumos resulta ya una rareza paleontológica
solemos llamar epilépticos porque no se han avenido a vivir en
que condenan todos los tratadistas de la materia y “no tiene
la mansa resignación nuestra, calentando su pobreza y
defensa en el terreno científico”, y el mismo autor de quien
desconsuelo con los ideales de un moribundo individualismo
tomamos este último concepto agrega: “es antieconómico y
liberal y las cosas sucedieron de diferente manera. En Costa
pudiera decirse antihumano, por gravar precisamente los
Rica siguen lo mismo: el rico se ha dejado imponer al fin, es
artículos necesarios para la vida, y no reúne ni una sola de las
cierto, un impuesto de cédula personal, hecho a la carrera, sin
condiciones esenciales de todo impuesto, dando lugar a una
estudio científico y con la mira de sacar de apuros en sus
injusta distribución de las cuotas, pues grava más a los pobres
postrimerías a un Gobierno despilfarrador y entregado al
que a los ricos”. Proudhon16 lo calificó de homicida, y más
peculado. Ese impuesto, como era natural, no da siquiera el
antes, Juan Jacobo Rousseau y otros filósofos y economistas de
rendimiento mezquino que buscaban sus autores, y no ha
la escuela clásica, cuyas ideas nadie tacharía de radicales, lo
servido en resumidas cuentas más que para desacreditar entre
condenaron también. Oigamos lo que dice al respecto
nosotros la tributación directa. El Gobierno sigue en apuros,
Rousseau17: “El pobre que sólo gasta en lo indispensable, es
sin otra fuente considerable de ingresos que las aduanas. Con
ella, esto es, con un impuesto atrasado, injusto, insuficiente, el
16
Erario vive y vivirá en eterna angustia, hasta que venga un Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865) fue un filósofo político y
hombre al Poder que, en vez de alargar lastimosamente su revolucionario francés. Junto con Mijaíl Bakunin y Piotr Kropotkin, es uno
de los padres del pensamiento anarquista y de su primera tendencia
mano en demanda de préstamos vergonzosos a los bancos para económica, el mutualismo.
apuntalar las finanzas del Estado, se decida a imponer al país 17
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) fue un escritor y filósofo franco-
un sistema fiscal equitativo y decente. helvético definido como ilustrado, a pesar de que tuvo profundas
contradicciones que lo separaron de los principales representantes de la
10
decir, en los artículos cuyo consumo está gravado, tiene que De los tres dones que el grande hombre decía haber dado
convertir en impuesto la mayor parte de su haber, mientras que al pueblo en sus anteriores administraciones, en ésta sólo le
para el rico lo que gasta en pan, sal, etc., en los artículos que queda realmente la paz, aunque no tan blanca y pura como la
son objeto de imposición, representa una parte pequeñísima de describe el himno, pues el pan voló al cielo, y la libertad está
su fortuna”. Hace casi dos años nos tocó decir estas mismas tan renca y tan maltrecha, después de promulgada la ley
cosas contra este renglón de nuestro sistema tributario y Gurdián19, del rechazo de Alberti y de los permisos negados
predijimos también lo siguiente: Hoy, decíamos, con la harina para manifestaciones antiimperialistas, que pronto tendremos
desvalorizada en Estados Unidos, ese impuesto nos parece que enterrarla. Pero no hay miedo, nuestro pueblo se
soportable, especialmente sobre las calidades inferiores que se contentará con la paz y con su dieta de tortilla y agua dulce,
importan. En cuanto el bushel18 de trigo deje de valer allá mientras el Gran Lama que ocupa la Presidencia20 seguirá
ochenta centavos oro veremos irse el pan por las nubes y haciendo frases y reportajes y aspirando a bocanadas el
volverse un artículo de lujo, aun para muchos de los que ahora incienso que los acólitos a sueldo le queman en derechura de
lo comemos. Entonces se verá si el maíz puede suplir, siquiera sus narices. ¿A santo de qué ha de interesarse él en que el
en parte, el valor nutritivo del trigo, y el aspecto de horrible pueblo coma pan bueno y barato? ¿Acaso vale la pena que él
injusticia que el gravamen entraña será evidente para todos. Ya pierda su serenidad de Buda porque el pueblo degenere debido
no valdrá la excusa de la destinación caritativa de los dineros a una alimentación insuficiente? Lo importante es que haya
obtenidos en esa forma, la misma excusa en sustancia de la bastantes individuos que paguemos, queramos o no, las
filantropía del famoso don Juan de Robres. contribuciones fiscales, aunque algunas de éstas sean
“verdaderos tributos sobre los huesos y los músculos del
El alza de los precios en Estados Unidos y la elevación
pueblo”. Tampoco hay riesgo de que los señores congresales,
del cambio en Costa Rica sacaron verídica aquella predicción:
ni siquiera porque ahora estamos en vísperas de elecciones, se
el bulto de harina que valía ya treinticinco colones vale ahora
sientan obligados a hacer algo por abolir o rebajar el impuesto
setentidós. Las gentes pobres de los campos, y no sólo de los
de la harina. A la mano tienen la excusa: es mejor que
campos, sino hasta de las ciudades, no pueden comer pan. El
aguardemos con paciencia la instalación del nuevo Gobierno.
pan para ellas será pronto una simple figura retórica, pues
En el entretanto al pueblo se le alimentará con hojas sueltas,
únicamente podrán verlo haciéndole compañía a la paz y a la
con discursos chirles, con insultos y calumnias. Eso es todo
libertad en la frase histórica con que nuestro don Ricardo
cuanto los Padres de la Patria pueden ofrecerle a sus electores.
terminó uno de sus anteriores mensajes: paz, pan y libertad.

19
Ilustración. Sus ideas políticas influyeron en gran medida en la Revolución “… la llamada ley Gurdián (así denominada porque fue presentada por el
francesa, el desarrollo de las teorías republicanas y el crecimiento del Secretario de Relaciones Exteriores, Raúl Gurdián). En buena medida, dicha
nacionalismo. ley era parte de la estrategia para controlar mejor a los comunistas mediante
18
El bushel es una unidad de capacidad para mercancía sólida en los países vías legales e institucionales, ya que permitía castigar con multas y prisión a
anglosajones. Es extremadamente variable pues depende tanto del país donde quienes por vías de hecho, de palabra o por escrito, ofendieran a una nación
se use, como del peso del grano que se vaya a medir. Por ejemplo, un bushel amiga, a su gobierno o a sus representantes.” (Iván Molina. “Ricardo
de avena en Estados Unidos equivale a 32 libras, pero en Canadá equivale a Jiménez y los comunistas en la Costa Rica de la década de 1930”. En:
34 libras. Más aún, un bushel de cebada equivale a 48 libras, uno de cebada inter·c·a·mbio, Año 4, Nº 5 (2007): 71-100) La Ley Gurdián fue aprobada en
malteada a 34 libras, uno de maíz a 56 libras y uno trigo a 60 libras. En 1934.
20
general se considera equivalente a una fanega. Sancho se refiere a Ricardo Jiménez Oreamuno (véase la nota 8).

11
Tal es la situación en esta Costa Rica nuestra, o tal vez finca del Guayabo; un don Chico Fuentes que hizo a expensas
más bien, de una docena de riquillos o ricachos, ya sea que se suyas un camino para habilitar, en provecho de otros, regiones
les mire el tamaño de sus fortunas con o sin el sentido de la feracísimas; ni un Dolores Gutiérrez, a quien nosotros todavía
relatividad, riquillos o ricachos que han venido mandándola alcanzamos a ver ya viejo, pero aún activo y lleno de fibra,
desde hace tiempo por procuración a través de nuestros montado, no en cómodo automóvil sino en fatigosa
llamados hombres de Estado. Riquillos será mejor llamarlos, cabalgadura, camino de su hacienda de Orosi; y por qué no
pues que, bien mirado, su mediocridad no admite decirlo, un Carlos Sancho, autor de nuestros días, el cual, casi
aumentativos, ni siquiera con la connotación de desprecio. En al cabo de su vida, fue a tentar fortuna en las remotidades de
todo ha sido en verdad mediocre esta nuestra aristocracia Chitariá y a establecer allá la primera finca y el primer
terrateniente. Ni aun el interés egoísta que la domina ha beneficio de café de ese lugar. Allí han ido luego también otros,
podido moverla a hacer cosas grandes, a emprender en nuevos pero que no son por cierto renuevos de la estirpe cafetalera,
comercios o explotaciones, a salir de la rutina, a renovar los sino comerciantes colombianos o sirios a quienes la ocupación
métodos por demás conservadores del único cultivo que ha sedentaria no les había matado el espíritu de empresa.
tentado su codicia; mediocre en lo que respecta a sacar riqueza
Al señorío de la Meseta Central no le tienta el oficio de
de la tierra; mediocre, irremisiblemente mediocre en todo,
pioneer22 ni le ha urgido nunca el deseo de extender sus
menos en lo de estrujar al pequeño productor y en hambrear al
propiedades de la altiplanicie privilegiada, a menos que se
infeliz peón. No les habléis a estos señores de la nobleza
presentaran gangas especiales. ¿A qué comprar tierra a precios
territorial criolla de abrir nuevas zonas al trabajo e
de bonanza? Mejor negocio era seguir comprándole barato al
incorporarlas al organismo económico de la nación. Ellos no
productor feudatario el café para venderlo luego en Londres
querrán otras, que están demasiado contentos de sus bonitas
con un buen margen de ganancia, y aguardar un poco a que la
haciendas de la Meseta Central, a la oreja de San José, con
propiedad se desinflara para así adquirir por nada título de
todas las comodidades urbanas y con todas las facilidades de
propiedad sobre el cafetalito que el cliente había cultivado y
una carretera automovilística, hecha expresamente a la mira de
administrado todo el tiempo por él y para él. Ésa es la clase de
beneficiarlos, para pensar en la aventura romántica de
negocios que tienta y satisface a nuestros barones de la tierra.
desarrollar riqueza en regiones desprovistas de confort y de
Que dure un tiempo más esta crisis y habrá desaparecido en
comunicaciones fáciles. En esto también ha degenerado de su
Costa Rica la pequeña propiedad y los propietarios lugareños
antiguo tipo el hacendado costarricense. Ya no hay hombres
que antes constituían la base de nuestra economía, habrán
como aquellos Bonillas, Peraltas, Guzmanes, Aguilares y
quedado confundidos para siempre en la gran masa jornalera.
Jiménez de antaño que fueron a colonizar Turrialba y
El desarrollo del latifundio es tal que el mismo Presidente
Tucurrique en lucha abierta con la montaña, las enfermedades
Jiménez ha tenido que confesar su existencia cuando habló del
y el clima; hombres, dije, y mujeres habría debido decir
Condado Lindo de Juan Viñas, con lo cual pareciera don
también, mujeres como una doña Ramona Jiménez que
Ricardo haber reconocido hasta la absorción de su ilustre
rayando el día montaba aquí a caballo para descabalgar
nombre operada por el acaparador extranjero. Ya después de
oscureciendo en Pejivalle21. Ya no se ven un Manuel Bedoya,
esto, aquello no se llamará más Cantón Jiménez.
cuya pasión de trabajo le llevó a fundar la que es hoy hermosa
21
Grafía errónea: la ortografía correcta es „pejibaye‟. Probablemente una falsa
22
etimología (una composición de „valle‟) lleva a Sancho a cometer el error. Inglés: “pionero”.

12
Antes de ser reformado el Control, la emisión fue por tampoco nos hace falta el circo. Y menos ahora que nunca, que
mucho tiempo el sueño dorado de los cafetaleros. Sus a más de los reportajes presidenciales con que sabrosamente se
personeros en la prensa publicaron numerosos y largos entretienen las gentes de las ciudades, la política ha plantado
artículos para probarnos su necesidad y los maravillosos efectos también sus tiendas en los campos para diversión de la murria
que tendría en el resurgimiento agrícola. El Gobierno no quiso campesina. Diversión nada más, ya que un pueblo desnutrido,
al fin correr la aventura, tal vez porque parecía demasiado expuesto, a causa de su mala alimentación, de sus viviendas
evidente el interés de los exportadores de café y el perjuicio que antihigiénicas y de la falta de calzado a serias enfermedades;
se derivaría de la emisión para el consumidor. Pero la medida inculto, pues no es posible creer que sea educarlo enseñarle,
tuvo más ambiente en las alturas de lo que haría suponer su como dijimos antes, cuando mucho a medio leer y escribir, si
muerte ignominiosa a manos del mismo Ministro de Hacienda después a esa capacidad por lo general puramente mecánica no
que la vio nacer en los conciliábulos congresiles y que la se le da empleo con lectura adecuada a fin de ir desarrollando
apadrinó en el Congreso, aunque fríamente y en sepulcral en él poco a poco la inteligencia y el gusto de las cosas que
silencio. constituyen la verdadera educación; un pueblo así —atrasado,
rutinario, sumido en la oscuridad de supersticiones y
La codicia cafetalera que intentaba engendrarla en
prejuicios, a quien el Gobierno ofrece, como único derivativo
desgraciado contubernio con el Ejecutivo quedó luego
de su miseria, el alcohol—, no puede, por más que se diga,
satisfecha en otra forma. La reforma a la ley de control elevó
formarse opinión de nada ni tener ningún interés serio en lo
automáticamente el cambio que era cuanto los cafetaleros
que pasa fuera del restringidísimo radio en que se desarrolla, o
deseaban, mas los jornales, a pesar de la ridícula estipulación
mejor dicho, se atrofia su existencia.
del salario mínimo, quedaron al mismo nivel, si no más bajo de
antes. En cuanto a los sueldos de empleados y salarios de ¿Qué interés de verdad puede alentar la masa campesina
obreros, ni siquiera se ha pensado en mejorarlos. Todo lo que por las cosas de un régimen social que la tiene reducida a la
importaba era hacerles el caldo gordo a los cafetaleros, y pobreza e ignorancia? ¿Qué van a importarle a ella los enredos
conseguido eso, el Presidente ha vuelto a su ocupación políticos y las bullas en que anda metida la gente de los centros
favorita: el comentario periodístico sobre la inmoralidad de las urbanos? ¿Cómo habrá de interesarse en lo más mínimo por la
apuestas políticas, su absoluta neutralidad en la contienda lucha que se libra cada cuatro años alrededor del puesto, del
electoral, el dolor que experimenta cada vez que para mantener contrato y de la prebenda en las ciudades? ¿Acaso su
el fiel de la balanza se ve obligado a destituir a un guarda, experiencia no le dice que de esa lucha nunca ha sacado ni
dolor inmenso sólo comparable al que le produce la ingratitud sacará jamás nada en su provecho? Mucho hace, al contrario,
de sus amigos renuentes a aprobar el contrato del atún, en fin, con tolerar que le vengan los propagandistas a hablar de
toda suerte de tópicos interesantísimos para los costarricenses, política en el Club del partido o en la plaza del pueblo. A buen
a quienes, como dijo Manuel Mora23, no nos sobra el pan, pero seguro que si no viviera tan falta de diversión como vive, el
espectáculo de la propaganda no lograría entretenerla y echaría
23
Manuel Mora Valverde (1909-1994) fue un político costarricense de a palos, convencida como está del engaño y la falacia de la
tendencia comunista. Junto con varios intelectuales como Carmen Lyra, farsa electoral, a estos vociferadores políticos de un patriotismo
Carlos Luis Fallas, Jaime Cerdas y Arnoldo Ferreto, fundó el Partido intermitente-bilioso, pues que sólo lo sienten a fecha fija, con
Comunista de Costa Rica, en 1931, que —tras la proscripción del comunismo
intervalos de tres años, en tanto que andan devengando sueldo
realizada por José Figueres Ferrer— luego se convertiría en el Partido
Vanguardia Popular. por decir discursos tan llenos de viento como faltos de
13
sustancia, o por hacer prosélitos y merecimientos con el ¿Por qué se hicieron las carreteras de la Meseta Central
candidato a efecto de asegurarse, una vez obtenido el triunfo, que pudiéramos llamar de lujo, no sólo por su costosa
un hueso que roer. Como nosotros, la gente campesina los ve fabricación sino porque, construidas en casi todo su trayecto a
después que pasa la campaña recaer en un silencio tan !a orilla del ferrocarril, no respondían a una necesidad real y
profundo como gritona, gesticulante, aguardentosa y ruin era urgente? ¿Por qué está ya al terminarse la del Sanatorio Durán,
su garrulería en los días que ellos llaman de lucha, y ha de cuando el camino que había, por lo menos hasta Cot, era
reírse con desdén recordando la estridencia patriotera de sus bastante cómodo y perfectamente practicable? ¿Por qué no se
arengas, de acento tanto más grandilocuente cuanto mayor era ha hecho todavía ni una mala trocha a Santa María y al
la oquedad de su argumentación. Nuestro campesino no tendrá General? ¿Por qué cantones de gente trabajadora, como
letras, pero es de natural taimado y advierte por instinto el Puriscal y Tarrazú, y regiones de buena tierra como San
aspecto ridículo de la postura enfática y de la palabra Carlos, están aun prácticamente desconectados del centro de la
altisonante, en abierto contraste con el objetivo egoísta, de República? Porque ni los colonos valientes de San Carlos, de
quienes se desgañitaban antes hablándole de patria, libertad, Santa María o El General, ni los pequeños arrendatarios de
ayuda a la agricultura y otras zarandajas por el estilo, y luego Puriscal están preocupándole gran cosa al Gobierno, ni pueden
no chistan ni se mueven desde el rincón de la oficina pública a suscribir tampoco bonos para que éste les haga caminos a
donde lograron aportar. A nosotros esto en cambio nos causa cuenta del país y les pague además buen interés sobre sus
francamente disgusto. Nos sofoca sobre todo saber que el préstamos.
mediquito o el señoritingo recién graduado de leyes, que suele
En pasados tiempos de abundancia se hicieron
atronarnos ahora por la radio con voz enardecida en el calor de
ciertamente cañerías al por mayor, pero en esta época de crisis
la defensa de las instituciones y el orden, estará pronto
se dejan de hacer hasta las más indispensables y
calladito en cuanto consiga prenderse, tal es el término
requeteprometidas como la del distrito del Carmen de Cartago,
vernáculo para el caso, de la ubre nacional, y apenas si le
a pretexto de que no hay fondos, aun cuando se siga
oiremos de nuevo cuando deglute la leche deliciosa. El
malgastando dinero en otras cosas.
campesino, más filósofo, contempla la comedia eleccionaria
con ojos sonreídos de malicia. Comprende que en tal cosa a él Cierto es también que los gobiernos han mantenido y
no se le toma en cuenta más que a efecto de sacarle el voto, y hasta aumentado el presupuesto de Salubridad Pública desde
que, conseguido esto, los políticos se acuerdan tanto de que que fue creada esta cartera. Las estadísticas de muertes, sin
existe como nosotros de la lista de faraones egipcios aprendida embargo, trepan a la par de los gastos, de tal modo que en
en el colegio. punto a mortalidad, sobre todo infantil, ocupa Costa Rica uno
de los primeros puestos entre los países civilizados. Datos de
El campesino sabe efectivamente que las cosas no se
un informe del Patronato Nacional de la Infancia arrojan
hacen en atención a su comodidad y a su provecho; que los
asimismo un enorme porcentaje de personas que mueren sin
caminos se hacen, cuando se hacen, si el interés de los grandes
auxilio médico, a pesar de que el Estado paga numerosas
así lo dispone; que el puente se coloca sobre el río, no para que
plazas de médicos de pueblo. Esto a nadie debe sorprender en
él pueda cruzar este a pie enjuto y sin peligro, sino porque hay
un país donde hasta ese mismo Patronato no escapa del
necesidad de darle acceso fácil al finquero poderoso. Esto cree
contagio nefando del burocratismo y destina a sueldos —no
él y esto creemos nosotros también y quien lo dude o quiera
por cierto muy modestos— gran parte del dinero que debía
atribuirlo a demagogia, contéstenos:
14
gastarse en socorrer a los niños pobres, y donde hasta las diez por ciento nada menos), honorarios excesivos si se atiende
mandas de caridad sobre las herencias que ordena una ley al trabajo que representan, y reprobables si se considera el daño
—dada en tiempo de don Alfredo González, mantenida casi que causan, quedaría dicho todo.
por milagro contra la oposición de nuestros ricos y no pocas
Pero hay más, y ya que hablamos de abogados, tal vez
veces burlada por ellos— tampoco logran librarse de la
venga al caso decir algo sobre la justicia en relación con la
angurria de los abogados que intervienen en las mortuales a
gente desvalida, que también en esto priva el interés de los de
nombre, ¡oh sarcasmo!, de las Juntas de Caridad.
arriba sobre el interés de los de abajo. Ya en una ocasión
Patronatos, Juntas de Caridad, todo degenera entre dijimos cómo son de largas y tortuosas las incidencias de la vía
nosotros en mafias que no difieren en nada de las de los Bancos legal y cuánto tiempo y dinero tienen que gastar para defender
de Estado. Se imponen gravámenes al pueblo con miras al sus derechos los pobres que la trajinan, a causa de un
parecer altruistas. En el fondo con la idea de repartirse unos procedimiento especialmente hecho con ese fin. El agua que
cuantos el dinero. Ahora mismo acaba de imponerse uno sobre mana de nuestros tribunales es bien escasa y no siempre limpia,
el guaro a fin, según se dijo, de distribuir más leche a la de suerte que cuando llega al cabo a los labios sedientos del
infancia desvalida. ¿Y qué ocurre? Pues que la leche se litigante, ha sido casi toda absorbida por el abogado y el fisco.
evapora, aunque venga en polvo, y el impuesto sólo sirve para Y para que se vea que no exageramos, vamos a dejarle la
poder nombrar empleados que no son indispensables ni están palabra a persona mejor enterada de esas cosas que nosotros.
tampoco tan necesitados de ayuda como los niños. En Cartago, Oigamos lo que don Víctor Guardia decía no hace mucho: “Se
por ejemplo, hay no sabemos cuántas personas que devengan dan cuenta los costarricenses de que su justicia penal —sin
sueldos, algunas hasta de ciento cincuenta colones, por salvedad— es restringida y de clase, desde que nunca se aplica
aparentar hacer el trabajo que una sola cocinera hace en fuera del gremio campesino u obrero; jamás a los pillos de
realidad: repartir a la chiquillería raciones de arroz y de frijoles, influencias sociales. Pero lo que no saben bien es que la justicia
y se habla todavía de pagar más empleadas que indaguen las civil, cuando se ejercita contra los pudientes, anda coja, si es
necesidades de la gente pobre, lo que hasta aquí habían venido que anda”.
haciendo gratis, por puro espíritu cristiano, las señoras
Volvamos al campesino. No obstante que ya nos
vicentinas; y aún más, se ha pensado en estos días instalar esa
referimos antes a la parte que le toca en eso que aquí llamamos
cocina de chiquillos hambrientos en casas de costoso alquiler y
educación nacional, quisiéramos agregar algo. A nuestro
hasta en comprar una, a todas luces inconveniente, únicamente
concho siempre le complace que su pueblo tenga una iglesita,
para hacerle el negocio a su dueño.
una escuela y una plaza, en esta escala de interés, aunque a
Tal es nuestra beneficencia pública: un organismo decir verdad, no profese generalmente mucha fe en el bien que
sostenido por el pueblo y administrado por individuos de las la escuela puede hacerle a su hijo, por las razones que
clases superiores en beneficio propio. Con decir que ni aun en apuntamos antes al hablar de la deficiencia de la enseñanza
presencia de la apuradísima situación por que atraviesan los rural, y por lo pronto que el niño, llamado de la necesidad
hospitales, donde no hay ya lugar ni medios para atender desde muy temprano a ayudar al padre en el cerquillo propio o
tantos enfermos, ningún gobierno ha querido intentar ni el más en el cafetal ajeno, olvida lo poco que aprendió, y tenga al
tímido recorte de los honorarios que cobran los representantes contrario una vaga sospecha de que la escuela no se abre tanto
legales de las Juntas de Caridad en los juicios sucesorios (un con el objeto de realizar una verdadera obra educativa como de

15
dar plaza al maestrito o a la maestrita que le puso sitio al amigos las jefaturas políticas, las agencias de policía y demás
Inspector, al Jefe Técnico, al Ministro del ramo y hasta al empleos administrativos y mantener, mitad por vanidad, mitad
Presidente de la República, en demanda de un enganche en el por conveniencia, cierto predominio en la localidad. También
campo para mientras puede hallar otro en la ciudad o en la alguno que otro campesino desarrolla a veces interés en la
villa. propaganda por complacer al abogado que le anduvo el
negocito, o al médico que le salvó una vez la vida. Pero el
A veces ni siquiera puede el campesino mandar a su hijo
resto, la gran masa jornalera, ve estas cosas con indiferencia y a
a la escuela, ya sea porque lo necesita en el trabajo o ya porque
menudo con desdén, no obstante lo cual el día de la elección
el chico carece de ropa o está enfermo de anquilostoma o de
los patrones logran fácilmente, ya por medio de amenazas de
malaria, o simplemente de hambre; pero así y todo le gusta
despido o ya por ofrecimiento de paga, llevarlos a votar por
saber que a un lado de la plaza de su pueblo se levanta la casa
quien ellos desean; y eso es tan cierto, que los distritos donde
de escuela, aunque adentro la vida escolar languidezca
hay fincas grandes se dan ganados de antemano para el
lamentable, y del otro la iglesia, aunque por lo general la vea
candidato que cuenta con la adhesión de los dueños.
cerrada e indiferente a sus congojas.
El gamonal y la autoridad del pueblo, que a veces son
Tampoco abriga nuestro concho esperanza de que en
dos personas distintas, pero siempre una sola influencia
ningún sentido mejore su existencia. Quizá no esté al tanto de
verdadera, el doctor, el abogado y el patrón de la ciudad, el
la carrera ascensional de los cambios, porque no lee periódicos
patrón sobre todo, son pues los únicos que pueden influir en los
ni siquiera sabe de esto, mas sí nota que la manteca con que
campesinos y determinar sus votos, pero como se ve ninguno
cocina sus frijoles y la manta con que cubre su cuerpo suben
lo hace en virtud de persuasiones y argumentos acerca de la
cada vez más arriba de donde alcanzan sus jornales. Del pan ya
ventaja de éste sobre el otro candidato. Aquello es pura y
dijimos que no hay ni para qué hablar. Dígasenos si el concho
simplemente una influencia personal ejercida por la sujeción
que ve coger a los políticos sabroso acomodo en el regazo del
del patrón sobre el jornalero, o del gamonal, que casi siempre
Estado mientras él sigue bajo el sol y la lluvia haciendo hoyos
da dinero al interés, sobre el deudor pobre, y en el mejor de los
en los cafetales por un colón cincuenta al día, para luego
casos, por la gratitud a los servicios del médico o del licenciado
recogerse en una casucha de piso de tierra y de techo que se
que compromete al cliente.
llueve, verdadera pocilga donde el humo escuece los ojos, el
olor ofende las narices, y donde la escasez y la incomodidad Ni el periodista, ni el maestro de escuela del lugar, ni el
han hecho su asiento, puede tomar en serio la mascarada orador que llega en comisión, tienen verdadero efecto sobre la
electorera. masa, por la sencilla razón de que al periodista no lo leen, al
maestro no lo entienden y al orador no le creen. Los oradores
No. Al campesinado no es posible que le importen un
de plaza pública han perdido el crédito, si es que alguna vez lo
pito nuestras reyertas electorales. Salvo contadas excepciones,
han tenido, hasta con las gentes del pueblo. No en vano les han
los pueblos no logran interesarse de verdad en un juego de
escuchado tantas mentiras y sandeces. Oyéndolos ponderar los
apetitos que concierne solamente a los hombres de las
méritos y grandezas de su candidato y los errores y defectos del
ciudades, una especie de tómbola o agencia de empleos y
contrario, fácilmente se dan cuenta de que estos charlatanes no
granjerías, que es a lo que se reduce nuestra política. En los
sienten ni creen una sola palabra de lo que dicen. Muchos de
campos, quienes suelen tomarse algún empeño por ella son los
ellos son simples vividores, sin oficio ni beneficio, que
gamonales, porque están interesados en distribuirse con sus

16
encuentran en la política un medio de sacar dinero para tragos idas y venidas, de tantas vueltas y revueltas en que andan
y una oportunidad para vagabundear por pueblos y ciudades, y ahora los politiqueros grandes y chicos, de tanto discurso
que miran con dolor la hora de concluirse la contienda, pues, si tonto, de tanta hoja suelta mentirosa, de tanta palabra vana,
para entonces no han conseguido algún hueso, han de volver a torpe y ruin, dan ganas de llorar, o quizás más bien de maldecir
su primitivo estado de parásitos molestos y cazadores de a esta horrible Celestina de la política, maestra de embustes y
pesetas. Los partidos, sin embargo, insisten en movilizar tales necedades, y causa de males tan grandes como pequeños son,
elementos de propaganda, no porque realmente logren estos si miramos al fondo de las cosas, sus resultados prácticos.
peroradores de aire caliente convencer a nadie, sino porque Porque vamos a ver: ¿acaso ignora nadie que esta costosa y
sirven para divertir a cuantos papanatas concurren a las ruin comedia no es más, a pesar de sus apariencias
reuniones políticas. Desempeñan la misma función que democráticas, que un camouflage de la oligarquía egoísta que
desempeñaban las victrolas en las cantinas antes del domina a Costa Rica desde hace mucho tiempo? ¿Acaso no
advenimiento del radio: hacen bulla y congregan a la gente. Y sabemos todos que el factor determinante en las elecciones es el
los políticos, a sabiendas de que con ello contribuyen más a la dinero y la simpatía más o menos franca del Gobierno? ¿Puede
estultificación del pueblo en vez de ayudar a su mejoramiento, alguien, sin estar loco o interesado en mentir, hablar aquí de
pagan a estos saltimbanquis para que vayan vociferando por opinión pública? En países como el nuestro tal opinión no está
todas partes inepcias, falsedades y calumnias. Y no contentos organizada, y es dudoso que siquiera exista, de suerte que la
con enviar tales mensajeros de cultura de la ciudad al campo, única forma posible de política es el caciquismo. Al campesino
los políticos llevan todavía más lejos su obra de corrupción del le compra o extorsiona el voto, cuando no el patrón, el cacique
pueblo. Contratan en cada lugar individuos de la clase de su pueblo; éste se lo vende a cambio de algo, un
campesina para propagandistas a sueldo encargados de nombramiento o una promesa de influencia, al cacique de la
distribuir entre los vecinos y de leerles a quienes no saben leer ciudad; y el cacique de la ciudad lo negocia a su vez, por una
una balumba enorme de hojas sueltas estúpidas, como si los curul en el Congreso o un sillón ministerial, con los políticos de
discursos no fueran ya bastante a confundirlos y a dejarles, aun San José, caciques también de la República. En otras partes los
cuando les merezcan poco o ningún crédito, un sedimento de partidos se forman de individuos que suscriben una doctrina
escepticismo, una sensación de caos, de cansancio y de política determinada. Aquí se ha dicho que los promotores de
disgusto, de cuyas resultas no sabrán luego distinguir entre el las agrupaciones políticas son fulanistas que deciden su
acento genuino del hombre sincero y la estridencia del farsante. adhesión a éste o al otro candidato en un plano de simpatías y
diferencias personales. No hay tal. No son ni siquiera
Dificultamos que haya en la farmacopea universal una
fulanistas. A ellos lo mismo les da irse con el amigo que con el
droga que, como la política, esta política nuestra, entontezca
enemigo a quien la víspera combatían e injuriaban. Lo único
tanto a los hombres, ni un tósigo que les envenene tan
que les importa es triunfar y coger mando o prebenda. ¿Quién
profundamente el alma. Cuando se piensa que en esto gastan,
piensa entre nosotros, si exceptuamos a los comunistas
los partidos miles y miles de colones, que hacen falta para
rebeldes, en principios doctrinarios ni en métodos de gobierno,
obras de verdadera utilidad, para construir caminos, para la
cuando ni los mismos candidatos se sienten obligados a
higienización de los poblados, para la mejora de los colegios y
formular, aunque sea a la ligera y de broma, un programa, y se
de las escuelas, para el desarrollo de la agricultura, el progreso
contentan con enunciar generalidades económicas y sociales en
del país y la salud del pueblo, y que al fin y al cabo somos los
sus ramplones discursitos, mientras al pueblo se le encarece la
empleados públicos los que hemos de pagar la cuenta de tantas
17
vida a fuerza de impuestos y alzas de cambio? Los jefes de incapacidad de realizar el bien común. La sola diferencia que
partido piensan que con aquello y con decir el nombre de la existe entre estos empíricos doctores de la economía nacional
agrupación y los colores de la bandera basta y sobra. Si acaso, estriba en que los unos proponen por todo remedio a la
como ahora, hablan de buscarles trabajo a los desocupados y necesidad del pueblo la opiata, y los otros el aceite de ricino,
de ver de aliviar la condición de los trabajadores, lo hacen en aunque ambos coincidan desde luego en la defensa del orden.
términos tan vagos y en un tono tal de graciosa Sí, el orden es otra de sus cantadas favoritas y el pretexto
condescendencia, que tales ofrecimientos mal pueden satisfacer socorrido para condenar cualquier intento de justiciera
a quienes aquí se han atrevido a sustentar sus demandas de evolución. A nuestro juicio el orden no puede ser más que la
trabajo y mejoras de salario sobre una base de justicia y no equidad, y así como sería absurdo esperar que tenga salud un
sobre consideraciones de carácter benéfico, especialmente si a individuo, cuyos órganos andan mal, es también absurdo
la oferta vaga y misericordiosa se sigue la amenaza de una esperar que haya orden verdadero dentro de una sociedad,
acción represiva del incipiente disgusto popular, que es en cuyo mecanismo funcional está desarreglado y produce a cada
definitiva lo único que se perfila con alguna claridad en la paso fricciones cada vez más graves. El orden, que es la salud
presente campaña24: la política de mano fuerte en contraste con del cuerpo social, difícilmente existe donde no hay armonía y
la política de mano suave, ambas sin embargo, al servicio del la armonía a su vez tampoco puede haberla sin que haya antes
sentimiento egoísta de una clase empeñada en mantener el justicia. No obstante lo dicho, aquí no se ve por el momento
cuadro social de principios del siglo pasado en que como ya riesgo de grandes trastornos, y los políticos lo saben. Hasta
apuntaba Tocqueville25, “el patrón no pide al trabajador más aquellos que manifiestan tendencias represivas comprenden
que su trabajo, y el trabajador no espera del patrón más que su que la represión huelga cuando sobra la paciencia, o es inútil
jornal”, con la agravante de que aquí el patrón también le pide cuando el descontento surge de veras, y piensan que en nuestro
el voto al trabajador y el salario que le paga es las más veces caso no necesitarán probablemente echar mano a la violencia
insuficiente para las necesidades de su vida. Ésta es la para acallar la protesta y para acabar de convencer a quienes ya
preocupación única de nuestros políticos en lo que se refiere al no lo estuvieran de que el Estado, como andan gritando los
país. Todo lo demás es cuento. Cuento la libertad, cuento la comunistas, es un aparato de fuerza al servicio de una clase. A
democracia, cuento la renovación, que aquí tan conservadores fin de cuentas el Comunismo no habrá servido por lo pronto
resultan en el fondo los que hablan de renovación sin decir qué más que para asustar a unos cuantos señores y señoras
van a renovar, como los que ofrecen mantener las tradiciones nerviosos incapaces de acostarse a dormir sin antes registrar
sin decir tampoco cuáles tradiciones, pues las conocidas de debajo de la cama por si hay allí un comunista escondido, y
nosotros son el desorden, el peculado, la trapisonda y la para decidirlos a ofrecer dinero al candidato que les ha
prometido la exterminación del peligro bolchevique.
24
Sancho se refiere a la campaña electoral por la cual llegaría a la presidencia Porque el dinero sí que lo necesitan los candidatos, y su
León Cortés, quien contribuyera al partido nazi de Adolfo Hitler y cuyo obtención constituye el trabajo más serio de las organizaciones
desempeño gubernamental popularmente se explicaba diciendo que era políticas. Para ello hay que tocar muchas puertas y ofrecer
“León con los pobres y Cortés con los ricos”. Su periodo presidencial fue de seguridades a nuestros capitalistas que, como se sabe, no
1936 a 1940.
25
gustan de inversiones arriesgadas y quieren ir a la segura y
Alexis de Tocqueville (1805-1859) fue un pensador, jurista, político e
recobrar luego su plata con todo e intereses. Estas seguridades,
historiador francés, precursor de la sociología clásica y uno de los más
importantes ideólogos del liberalismo; obtenidas después de un período de intenso brujuleo, consisten
18
en asegurarles por dónde va la simpatía del Presidente. Si el masa”. Sin embargo, en países donde hay alguna opinión
favor oficial se ve claro, los capitalistas aflojan la bolsa, y el pública, aunque ésta no haga directamente el escogimiento de
partido o la partida está ya organizada para el asalto del Poder sus representantes, exige para votarlos que reúnan ciertas
y el reparto del presupuesto. Tal parece más bien la formación cualidades indispensables de talento y probidad. Los
de una sociedad por acciones en que los dividendos están costarricenses en cambio no somos nada exigentes en ese
graduados en una escala muy extensa que va desde la pequeña particular, y así contemplamos sin disgusto que los Congresos
ganga para el caciquito lugareño, pasando por las Secretarías se llenen de notabilidades de villa, de charlatanes y de pícaros
de Estado, las curules congresiles, la contrata de guaro o de de ciudad, que no tienen una vez allí otra preocupación y otra
alimentación de presos para los politiqueros de alguna cuantía, idea que la de ser reelectos.
hasta el mantenimiento del cambio, del sistema rentístico y de
Nuestro sistema antiguo de elecciones no era
todos los demás desafueros de nuestro régimen liberal.
seguramente bueno, pero con todos sus defectos creemos que,
Como quiera que el funcionamiento de los partidos se de no cambiar rumbo la dirección de nuestra política, quizá
hace a base de dinero, con exclusión de ideas y de principios, fuera preferible a éste. Antes como ahora el pueblo iba siempre
los que facilitan ese elemento indispensable a nuestras a rastras de la clase dirigente. El pueblo elegía sólo electores;
propagandas electorales son tanto o más que los propios éstos eran por lo general gamonales, es decir, hombres
candidatos quienes en definitiva hacen las promesas y conocidos suyos que, si no tenían entonces, como tampoco
conceden las granjerías y dignidades de la República. Así, por tienen hoy, gran sentido político, al menos mostraban un
ejemplo, en Cartago sabe todo el mundo cómo en las criterio moral, un temple de hombres de trabajo y un tono
elecciones de hace cuatro años un ricacho de la localidad austero de costumbres tal que hace suponer no se avinieran tan
impuso el nombre de un su amigo y doctor en la papeleta de fácilmente, como se aviene ahora la masa, a elegir de Padres de
diputados al Congreso. la Patria a un borrachín, a un petardista o a un simple vividor.
Al pueblo no se le da ningún chance de escoger ni a sus La trayectoria era distinta, aunque el resultado en cuanto
presidentes ni a sus representantes. Cierto es que él tampoco lo al interés del Gobierno y de la clase adinerada igual, pero el
exige. El candidato sale de los conciliábulos plutocráticos de la procedimiento no hay duda de que resultaba menos caro y
Capital, y los diputados surgen después de las imposiciones del menos ocasionado a prácticas corruptoras de la gente y al
dinero. Esto es lo que algunos cándidos llaman a boca llena relajamiento de la conciencia pública que se ha acostumbrado a
sufragio directo y lo que constituye el orgullo del actual ver sin sobresalto el soborno, el oportunismo y la traición. En
mandatario, quien sí debiera estar enterado, por su larga aquella época una campaña de Presidente (la de Esquivel en
experiencia en estas andanzas y cuchubales, de que aquí el Cartago, por ejemplo) costaba mucho menos de lo que cuesta
pueblo elige al parecer a sus gobernantes y diputados, pero no en estos tiempos una elección de un solo diputado a medio
escoge a los candidatos para tales posiciones. período. Y esto es tal que hoy día quien pretenda una
diputación y no disponga de ocho o diez mil colones con que
Más que en ninguna parte del mundo, en Costa Rica
engordar la caja del partido, o falta de esto, de la protección de
viene muy a pelo lo que a este respecto dice Madariaga: “Toda
un rico, está soñando en lo imposible.
elección es elección de segundo grado, si bien el sufragio
directo invierte el orden de las elecciones comenzando por la Cuando se piensa en tales cosas y en que las Presidencias
elección restringida y poniendo después la ratificación por la de don Cleto y don Ricardo han costado alrededor de un

19
medio millón cada una, sin que sus resultados justifiquen ni
por mucho precio tan subido, cuando se contempla este
desmoralizante espectáculo del pueblo y los políticos
vendiéndose al mejor postor, da ganas de volver a aquellas
ollas de Egipto. Pues que un pueblo que tiene en nada el voto y
lo vende a cambio de una paga miserable, y unos políticos que
toman la política como expediente para vivir sin trabajar, no
constituyen por cierto un espectáculo muy edificante.
Tal es en síntesis, ni punto más ni punto menos, la
verdad de nuestra famosa democracia.

20

También podría gustarte