Módulo II:

Conducta natural

Del bovino

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 "Mirar es una cosa. Ver lo que se está mirando es otra. Entender lo que se ve, es aún
otra. Llegar a aprender de lo que se entiende, es algo más. Pero llegar a actuar en base a
lo que se ha aprendido, es todo lo que realmente importa".
Winston Churchill.

Concepto de Etología e implicancias

En su etimología, la palabra Etología nos remonta al griego, pues está integrada por
“ethos” con el significado de costumbre; y por “logos” que alude al estudio o
al conocimiento. El objeto de estudio de esta ciencia son los hábitos y costumbres de los
animales, con inclusión del hombre (etología humana); viendo cómo se involucran con su
medio y las respuesta a los estímulos que en ellos se generan, tanto las innatas como las
aprendidas, observando si van cambiando con el paso del tiempo o con la variación de
circunstancias.
Si bien la etología hace años que está desarrollándose en las distintas especies animales,
fue en los últimos años que comenzó a tomarse en cuenta la conducta normal de los
bovinos, no solo por su relación con el Bienestar Animal sino como una buena
herramienta para hacer más eficiente y seguro el sistema de producción de carne. Las
ventajas que se observaron al respetar y utilizar los patrones normales de conductas de
un bovino se tradujeron en grandes mejoras en el manejo, los empleados, el producto y la
comercialización de los mismos. Siendo más específicos podemos hablar de:
• Un menor número de accidentes laborales
• Una menor rotura de instalaciones
• Una disminución del estrés causado a los animales
• Una disminución del tiempo que se necesitaba para desarrollar las tareas con los
animales
• Un aumento de producción (número de terneros y/o ganancia diaria de peso)
• Un producto (carne) sin machucones ni lesiones.
• Un mejor pago por rendimiento y calidad de la carne

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Estos son sola algunos de los beneficios que comenzaron a observarse al utilizar la
conducta normal de los bovinos como una herramienta para el manejo de los mismos,
utilizando sus hábitos y costumbres normales para lograr que hagan lo que nosotros
necesitamos, evitando como ya dijimos, el miedo, stress y malos tratos por parte del
personal que en definitiva produce pérdidas productivas generando un sistema ineficiente
en nuestros campos.

¿Cuál es la conducta normal del Bovino?

Los bovinos son animales considerados gregarios, ¿qué quiere decir esto?, que les gusta
vivir y desplazarse en grupo. Viven en sociedades o manadas donde desarrollan un orden
jerárquico, de animales dominantes y un grupo de animales dominados que los siguen.
Según investigaciones realizadas, se considera que pueden reconocer al 90% de sus
compañeros. Por lo tanto, el tratar de separar animales y alejarlos del grupo al que
pertenecen es obligarlos a realizar una conducta anormal, lo que los lleva a un estado de
disconfort y miedo que puede traer consecuencias perjudiciales tanto para los animales
como para los trabajadores. Lo mismo ocurre al mezclarlos para generar nuevos lotes y
de esta manera romper ese orden jerárquico ya establecido.
Otra característica importante de los bovinos es que son animales presa, es por esto que
su visión hacía nosotros y otras especies de animales es de temor, ya que somos
considerados predadores para ellos y por consiguiente tratarán de alejarse de nosotros
siempre que puedan.

Con respecto a la visión de los Bovinos, podemos considerar que tienen una visión
amplia y periférica de 360°. Este campo visual tan amplio se debe a su característica de
ser animales presa y les permite de esta manera estar siempre vigilando. Se sabe que el
sentido de la vista está más desarrollado que el de la audición, si bien son animales muy
sensibles a los ruidos (especialmente los de alta frecuencia). La sensibilidad auditiva del
ganado alcanza su máximo a los 8000 hz, mientras que los humanos somos más
sensibles entre los 1000 y 3000 hz. El bovino se moverá con mayor facilidad si se reducen
los gritos y otros ruidos, incluyendo los perros y sus ladridos.

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Las investigaciones han demostrado que los vacunos pueden distinguir colores, incluso
poseen una visión dicromática con mayor sensibilidad a la luz amarillo-verdosa y azul-
purpúrea, lo que le permitiría tener una mejor visión nocturna para detectar movimiento.

Visión panorámica de 360º

Los animales de pastoreo poseen un sistema óptico muy sensible al movimiento y a los
contrastes de luz y sombra. Son capaces de visualizar permanentemente el horizonte
mientras pastorean, pero pueden tener dificultades para enfocar rápidamente la vista en
objetos cercanos, debido a que sus músculos oculares son débiles (Coulter y Schmidt,
1993). Esto explicaría por qué se sobresaltan cuando algo se mueve repentinamente en
su entorno.

Los bovinos también tienen una fuerte tendencia a moverse desde las zonas de escasa
iluminación hacia otras mejor iluminadas pero no se acercarán a una luz cegadora.

Es importante conocer que solo pueden ver bidimensionalmente, es decir, tener una
verdadera idea de tamaños y dimensiones en un ángulo de unos 25° a 50° por delante de
sus ojos, como muestra el área más oscura del gráfico. El resto del campo puede verlo sin
un detalle acabado de profundidad y tamaños, es decir de manera monocular. Es

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 fundamental conocer que en la zona trasera del animal, a la altura de la cadera, los
bovinos tienen una zona ciega donde no pueden ver nada. Es por ello que ante la
sospecha de la presencia de una persona, tratará de girar para poder ver que es lo que
pasa, y en caso de no poder realizar este movimiento, es posible que puedan patear a la
persona ante cualquier estímulo o maniobra que éste realice.

Fuente: Gimenez Zapiola y Cam. Arg. De Consig. De Hac.. 2006.

El ganado bovino, al igual que otros ungulados, se asusta ante las novedades cuando
éstas se le presentan súbitamente. Las sombras, charcos, rejilla, chapas que encuentren
en su camino interrumpirán sus movimientos. En las áreas donde se trabaja con animales,
la iluminación debe ser uniforme, para impedir que haya sombras, y las instalaciones
deben estar pintadas de un mismo color para evitar contrastes visuales.

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Es frecuente observar que al retroceder el primer animal de un grupo, la situación se
vuelva un problema colectivo. Una vez que un animal se rehúsa, la tendencia a hacerlo se
manifiesta en el siguiente, que está parado detrás de él en la manga. Cuando los
animales son colocados en una manga de una sola fila, no se les debe forzar a avanzar, a
menos que puedan ver un espacio abierto hacia donde dirigirse. Un animal que se rehúsa
a moverse una vez, continuará haciéndolo con cierta frecuencia.

Zona de fuga y zona de lucha

Las investigaciones pudieron constatar que los Bovinos presentan lo que se denomina
una zona de fuga. Existe un área que rodea a los animales que al ser invadida por otro
animal o persona genera en los bovinos el impulso de fugarse o alejarse de esta situación
por considerarla una amenaza. La zona de fuga no es igual para todos los animales,
influyendo en sus dimensiones diversos factores como la genética (ejemplo las razas
continentales son más ariscas), el carácter individual, el contacto habitual con humanos,
experiencias anteriores, el ambiente, etc.

Existe otra zona o área mucho más cercana al animal que se conoce como Zona de
lucha y que si es invadida por una persona u otro animal puede generar una reacción de
lucha y defensa, ya que el bovino considera que el predador está demasiado cerca y corre

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riesgo su vida. Al igual que la zona de fuga, las dimensiones de la zona de lucha varían
en cada animal por los factores que nombramos anteriormente.

Líneas de Balance

Existe una línea o punto de balance que pasa por la cruz del animal y que según la
posición del ganadero en relación a ella, generará la dirección de movimiento del bovino.
Conocerla permitirá que los animales se muevan naturalmente por su conducta innata
pero siendo dirigidos hacia donde el ganadero necesita que vayan. ¿Cómo funciona este
concepto?: los animales se moverán hacia adelante si la persona está ubicada detrás del
punto de balance (hacia la izquierda de la línea en el esquema) y retrocederán si está
ubicado delante de dicho punto (hacia la derecha de la línea en el esquema).

Existe otra línea que se encuentra a la altura de la cadera del animal por detrás de a cuál
los bovinos no pueden ver al ganadero (como se explicó anteriormente) y por lo tanto no

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se generará ningún tipo de movimiento o muy por el contrario el animal tenderá a darse
vuelta para poder ver, si percibe que hay ruidos o movimientos en esa zona.

Con respecto a la línea de la frente o línea media que se observa en el esquema, se

considera que el ganado bovino no puede percibir objetos ubicados por encima de la línea
de la cabeza, a menos que éstos se muevan. Por otro lado, la posición del ganadero de
un lado u otro de esta línea generará el movimiento contrario por parte del animal. Es
decir, si nos colocamos hacia la derecha de la línea media en frente del animal y en su
zona de fuga, el animal se alejará de nosotros yendo hacia la izquierda y viceversa.

Es decir, que el manejar los conceptos de las líneas o puntos de balance nos permitirá dar
la dirección al movimiento que comenzó a realizar el animal cuando ingresamos a su zona
de fuga.

Conducta natural y Manejo

Los conceptos compartidos anteriormente nos servirán para poder trasladar a los
animales hacia donde necesitamos de una forma rápida y eficiente, evitando miedo,
stress, accidentes y pérdidas de tiempo.

Al combinar los conceptos de zona de fuga y lucha con puntos o líneas de balance
lograremos que los animales avancen o retrocedan tanto en una manga como en medio
del campo o cerca de los alambrados. ¿Cómo sería esto?

El ganado puede ser movido con la máxima eficiencia si el ganadero trabaja en el borde
de la zona de fuga. Los animales se moverán cuando se penetre en su zona de fuga, y
se detendrán cuando la persona retroceda. Hay que aclarar que el borde de la zona de
fuga no es una línea nítida (Smith ,1998) y si la persona se aproxima rápidamente al
animal, o haciendo contacto visual con él, su zona de fuga se ampliará. Recuerden que la
zona de fuga será más grande si estamos frente a un animal asustado, recién parido, con
escaso contacto con personas, etc. Un animal acostumbrado al contacto con personas,
que en general fue respetado y bien tratado como por ejemplo el ganado lechero, tendrá
una zona de fuga menor o incluso pueden llegar a no presentar una zona de fuga.

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Para que un animal se mueva hacia adelante, el ganadero debe ubicarse en el sector
oscuro de la figura, entre los puntos A y B, y mantenerse fuera del punto ciego que está
detrás del animal. Para hacer que el animal se adelante, el ganadero debe estar detrás
del punto de balance del hombro del animal, y para hacer que retroceda, debe ubicarse
adelante de dicho punto (Kilgour y Dalton, 1984).

Para reconocer la zona de fuga de un animal la persona debe acercarse a los mismos en
un corral de forma lenta, sin gritos ni ruidos ni perros y cuando los animales dejan de
mirarnos y se empiezan a alejar de nosotros quiere decir que atravesamos el límite de su
zona de fuga.

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Los animales se moverán hacia la derecha si uno se mueve hacia la izquierda y
viceversa. Los animales que están en un corral de encierre u otras áreas de
confinamiento pueden ser girados fácilmente sacudiendo un palo con tiras plásticas cerca
de sus cabezas, lo que habitualmente se reconocen como banderas.

El objetivo de las banderas es aprovechar la visión deficiente del bovino por fuera del
ángulo de 25-50° de visión bidimensional, para hacer que la persona que la porta tenga
un mayor tamaño para el animal (predador mayor) y manejando los conceptos que
venimos repitiendo (visión, fuga y líneas de balance) pueda hacer que los animales se
desplacen hacia nuestro objetivo, ya sea en la manga, corrales, toriles o carga y descarga
de los camiones ante este estímulo visual. En general basta con mostrarle la bandera
para conseguir que se muevan o paren, lo que la convierte en una gran herramienta para
orientar al animal, lejos está su uso para asustarlo o golpearlo. En este punto es donde
hay que trabajar mucho con el personal que comienza a utilizarlas porque tienden a
manejarla como una picana sin electricidad o palo y no como una verdadera herramienta
de ayuda para movilizar al animal sin violencia.

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¿Cómo mover grandes grupos de animales?

Desde hace miles de años los ganaderos han arriado centenares de cabezas bovinas por
los campos argentinos montados en sus caballos utilizando los conocimientos aprendidos
sobre la conducta bovina en parte por la tradición y en parte por la observación. Si
analizamos la forma de trabajar de los antiguos arrieros veremos que no hacían, ni más ni
menos, que utilizar los mismos conceptos de los que venimos hablando hasta este
momento, es decir, visión - fuga - líneas de balance. Siempre debemos recordar que
manejando la zona de fuga haremos que los animales se muevan y combinándolo con el
manejo de las líneas de balances le daremos la dirección a ese movimiento.

El ganadero debe caminar entre los animales de modo que éstos lo perciban como un
“no predador” (que los persigue dentro de los corrales) ni tampoco como una fuente de
alimento. Todos los movimientos del ganado se deben hacer a paso lento y sin gritarles.
Es importante darles tiempo para que los animales actúen naturalmente, si el estímulo
visual va seguido inmediatamente de gritos, golpes y perros no es posible que el bovino
actúe naturalmente.

Cuando se va a manejar una tropa de animales debe hacerse considerándolos como si

fuese un gran único animal y trazando las líneas de balance podemos dividirlos en una
cabeza, cuerpo y cola. Los animales dominantes se encuentran en el cuerpo, los animales
rezagado se ubican en la cola y los punteros en la cabeza (como indica la figura), es por
esto que las maniobras que tienden a adelantar a los rezagados o enlentecer el camino
de los punteros genera confusión y desconcierto en la tropa y probablemente no podamos
hacer mover a esa tropa de manera ordenada y rápida. Es importante respetar las
posiciones que ocupan los animales para que el grupo se desplace sin altercados, rápida
y ordenadamente.

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Los gráficos muestran como debe ser el movimiento del personal para mantener a una
tropa en una marcha ordenada. Sirven tanto para marchar contra un alambrado, una
manga así como para hacerlo a campo abierto.

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El principio consiste en moverse hacia adentro de la zona de fuga en dirección contraria a
la deseada en la marcha del ganado, y a salir de la zona de fuga moviéndose en la misma
dirección que se quiere mantener en el ganado. Una presión constante hará que la tropa
se disperse. A medida que la manada avanza, el ganadero deberá seguir repitiendo esta
secuencia de movimientos.

Los bovinos son animales que se sienten a gusto con las rutinas y le temen a lo
novedoso. Tienen buena memoria, lo que genera que animales que han tenido buenas
experiencias previas de manejo sean más fáciles para trabajar que aquellos que
provengan de un manejo agresivo, ruidoso y desordenado. La genética y la experiencia
influyen en la forma que los animales reaccionarán ante el manejo del ganadero. Una
buena comprensión de los patrones de comportamiento natural facilitará el trabajo con
animales y esto traerá como resultado unos mejores índices productivos (mayor
porcentaje de destete, alta ganancia diaria de peso, etc).

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El utilizar estas herramientas como verdaderos aliados permite generar sistemas
productivos de carne eficientes y esto repercutirá en el bolsillo del productor.

La conclusión que debemos hacer de este capítulo es que el conocimiento y la utilización

de los patrones de conducta natural de los bovinos solo pueden traer beneficios para los
animales, el personal y el productor.

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