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12 RE\î5TA de LlBR05
País de eS111eraldas... y escritores
rER~~ANDO EMMER1CH
Sostienen, orgullosamente, que
son el cst.:ldo que: másy mejo[cs ('5-
crJtorcs Ie ha da.do, eî1 conjunto, al
Brasil. Y posibJemente se trate de
lIll Ofgu1l0 justificado. Mim'irus
son, entre mlH.:hus otros escritofl'S
notables de la rcgîón, Guimar;?\cs
Rosa (l90B-1967) y Carlos Drum-
mond de Andrade (1902-1987),
considl'radus, rcspcctivaml'nte, cI
ll1l'jor novelista y el mejor poeta
del Brasil del siglo veinte.
Se pucde hablar, con propiedad,
de un.) "litefatur" mineira". Ya en
1963 eI profesor Martins de Olivei-
ra pubJinj en segunda ediciÖn una
Historia da Literatura Mineha, 1i-
teratma que Clienta entre sus fjgu-
0\
î
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fas más rcprescntativas, adcmás de
los ya nombrados, a Henriqueta
;
@
Li~boa, el novelista Roberto Drum-
mond, Muri]o Rubiao, Rubem Fon-
seca, Ivan Angelo, Luis Vile la,
,-
",'
Mi1rla José (k Queiroz, Yeda Prates
Bemis y Jusé Afrania 1'v1oreira.
Duarte.
Pero no sóln escritores Ie ha
dado a] Brasil este riquisimo esta-
do que hace mils de dos sig]os <ltra-
jo o]eadð" migratorias luego que en
una de SWi épicas y terribles expe-
, diciones <.11interior, Jas "entradas",
]os "bandeirantes" de Sao Paulo
descubricron el oro del Rio das Vel-
has, convirtiendo a Minas Cerais
en una California sudamericana, ell
que se agregaron
posterionnente los de
diamantes y otras Roberto Drummond pertenece a la estirpe de los
piedras preciosas, es-
escritores que resultan revolucionatios par oponerse
pecîalmentc esmeral-
das. Y dctrás de 105
buscadorcs Ilegó 13
colonización, y con
ella ]a civilización y la cultma, de
10 qut:' hay bellísimos testimonios,
sabre todo arquitectónicos, princi-
palmente en Ouro Preto, que fue
capital de la c.-1pitanfa hasta fines
del siglo diecinueve, cuando Ie
cedi6 eSe1 calidad a Ja pujante Belo
Horizonte. Además se dcsarroll6
tm marcado espiritu literario yaca-
démico, que se refleja hoy en que
Belo Horizonte, la capital, sea Ia
sede de tres prestigiosas Acade-
mias de Letras: la Mineira (funda.
da en 1909), la Municipalista y la
Femenina.
Las "Cartas Chilenas"
En Minas Gerais surgió, en
1788, el pdmer movimiento inde-
pt:'ndista brasileño, ]a Inconficlen-
cia Mineira, encabezada por Tira-
dentes, un militar apodado así por-
qut:' además dedicaba a sacar
51.'
muelas. Abortada, esta intentona
de los jóvenes mineiros terminÖ
I SABA DO
En este riquísilllo estado de BI'asil ha surgido la ''!itel'atura mineira" con nombres tan
destacados como Guimaraes Rosa 0 Drummond de
. Andrade. Adelllás, Belo Horizonte es sede de tres
prestigiosas Academias de Letras.
PATRIA CHICA.- ~c:h",r1Ç} CII,rnlìlord
Lrágicamente (on e] crut'] ajusti<.'Î;l-
m iento de Ti radentes.
También a fines del siglu diecio-
cho hubo otro conato de rebeidía
contra las autoridades portugue-
sas, cuando ..~rarecieron unas anÓ-
nimas Cartas Chilenas, sobre cuya
autorÍa ]os inveshgadores han
planteado numerosas hipótesis.
Las cartas acus.an los abusos y cd.
menes dirigidos por el gobernador
ala rewlución en boga
de la capitanía de Ouro Preta, Luiz
da Cunga Pacheco e Meneses, alln-
que simubndo referirsc a una tira-
nía que rcinaba en Chile. Así "0
País das Esmeraldas ficara scndo
com 0 desgraçada Chile segundo a
imagem do autor", sci'iala Martins
de Oliveira.
Era frecuente entonces, sabre
todo en Europa, utilizar este recur-
so, estas Cartas que, como indica
Cadalso "se suponen escritas en
este 0 en aquel paÍs por viajeros na-
turales de reinos no só]o distantes,
sino opuestos en religión, clima y
gobiemo". A este género pertene-
cen las Cartas Persas (1721), en las
que Montesquieu criticó el "An.
cien Régime". En 1734 SlI compa-
triota Voltaire publicó sus Cartas
Inglesas, provocando tal escándalo
que tuvo que huir de París y refu-
giarse en el castillo de Cirey, del
marqués de Chatelet, el marido de
Sll amante. En tanto, el español Just'
Cadalso es e1 autor de las Cartas
."
MINAS GERAIS
!-Intr
'
~
0939-;?DO?J tarrlbiéri era CriLHIdo del ,:,stadu de \i1ìna~ Ger-ais. el quinto mås extenso de Br'J:;íl.
MaTTtlecas, crÍtica visión de Espa-
na, que en vida del autor círcularon
manuscrjtas. Coronel de caballería,
Cadalso murió en 1782 alcanzado
por una granada disparada desde
las baterías brit.ánicas dur.ante el
bloqueo de Gibraltar. Las Cartas
Marruecas fueron publicadas des-
pulis de] fallido intento de su
amigo Me1éndez Valdés que las
quiso editar conjuntamente con
unas Cart as Turcas
que se supone eran
origimles de este ú]-
Limo. Otm españo],
Ángel Ganivet, cscri-
biÖ "us agudas Car-
tas Finlandesas.
No será esta 1a úl~
tima vez que se recurra a tal estra-
tagema. Durante la redente entre-
ga de 10s prcmios con que 1a Aca-
demia Mineira de Letras homena-
je-Öa diversm; escritores, unn de los
galardonados anunció que- próxi-
mamente publicará unas nuevas
Cartas Chilenas, que volverán a
criticar a1 Brasil, pero al actual. Y
que obviamente ahora no serán
anóTIÎmas.
Alma brasileña
Durante el año 2002 Minas Ge-
rais lamentó la pérdida de su no-
velista más popular: Roberto
Drummond. Así como Eça de
Queiroz deda de uno de 5US per-
sonajes que por llamarse don Juan
debfa ser galante por atavismo del
nombre, Roberto por apdlidarse
Drummond tenfa que ser esuitor
(no se ha realizado todavía, que yo
sepa, el censo de 105 numerosos
Drummond de 1a literatura brasile-
,
~r, ~';:"'?A'
'i' ~~':'
'"
'"
:
.
iìa). Adcmás, era mineiro. Y fanáti-
co del ftitbo! (adicción explicable
en un país cuyo.<; futbolistas no se
cansan de ser carnpeones). Indusu
Roberto Drummond se inició como
cronista deportivo. Un brasî1eño
genio y figura, a pcsar de su rostrn
de doble de Heinrich &'Il1.
Y
un escritor genio y Jigura.
Contestando, en clerta ocasión, a [a
pregunta por qué e5cribía, dio,
entre otras razones, la siguiente.
"Yo diría que el acto de escribir,
para mC es nilturaL cumo andar,
hablar. (umen/,ó cuando yo er<l
niiìo en Sao Migup] y A!mas de
Guanhaes, en eI Valle de!. Río
Dulce, una de las regiones más-vio-
lentas de Minas Gerais. Una región
de pistoleros de alquiler, que co-
bran, en dólares 0 en reales, por
muertes encomendadas. En las no-
ches de luna,I05 scresteiros k,s can-
taban a sus amadas, on ingratas!,
que no abrían las ventanas por
miedo. Porque, cuando callaban 105
seresteiras, comenzaban 10s tiros
en 1.1 noche. Encogido en mi carna,
ya escuchaba los tiros y Ie pregun-
taba a rni COraWn: lQuién habrá
muerto?".
Y agreg6: "Me levantaba tem-
prano a 1.1 mañana siguiente para
saber quién había muerto y creo
que fue entonces que me conwrti
en escritor, porque tenía que hacer
algo por ]05 muertos de Sao Miguel
y Almas de Guanhaes".
Roberto Drummond nació en la
Fazenda do Salta, en un municipio
del Valle del Río Dulce, en 1939.
Por 105 relatos de A marte de D.J.
em Paris fue señalado a principios
de 105 70 como 1a gran revelacìón
en las letras brasilcñas. Asentaron
". ,. ..,
.,.
II
EL MERCURIO
OE ENEKO [)E 2003
I
su film.J. las ni..l\"elas 0 dia em que I
Ernest Hemingway morreu crud. '
ficado (1978, ya "esgotado"), San-
gue de Coca-Cola (1980), Hitler
manda lenbranças (1984) y el yo.
lumen de cucntos Quando fUL
morto em Cuba (1':182). Éxitos de
crilica y ventas, traducciones a va-
rios idiomas. En 1991 J.pan.'ció su
novela Hilda Huracán, best seller
en el Brasil. A propósito de su tra-
ducci6n .11 france's, Jorge Amado
declani: "(t's! Ill! taITt'IIt otí passe
tOllt Ie ßrisil de fí'poque". Este éxito
espectacular motivó su adaptación
a 1.1 te]evisión, en una ærie de la
red O'Glubo que ya sc ha proyec-
,.
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tad.,)cn
num erosos países.
En cuanto a Roberto
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Drummond,
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neee d 1<1 estirpe de
los escritores que
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resultan revolucio-
narios por oponer-
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'/.,,:, f/jj<4 .
sc a 1a revolución
en boga. Se definía
como rebe]de ante
1.1
manera antitradiciona] ùe narrar.
"EI/ persiKo 0 rmrllH1CC cIcissico-1Jtís-
l1/odcnw".
Murió hact' algunos meses en ja
forma más brasileña que cabe im.1-
ginar, a causa del Üllimo partido
que ju~ó Brasi] en las elirninatorias
y que 1c permitiÚ cJasificarsc dra-
máticamente para eI Mundia! del
cllal finalmente fue campeón. Jo.sé
Afranio Moreira DU<1rte comunicÖ
conmovedofi1mente su n1l!l'rtc.
"Sucedió acci una COM que me dcjÓ
rnui tristl': mi gran amigo y gran
escritor brasill'Jìo RoberLo Drum.
mond se murió a consecuencia del
fanatismu por los esportes- En la
vispera de clasificarse Brasil para
las finales de la Copa Mundial de
fútbol él æ sintió mui nervio5o du-
rante tado el día y tanLo que alas
siete de la noche fue necesMio in-
ternarlo de urgencia en una dínica
dande se murió en ]a madrugada
del dia siguiente".
Y en estas noches c.1lientes de
Belo Horizonte, en la terraza de
Geraldo Moreira Duarte, ante esta
ciudad de calles pavimentadas con
piedras en mosaicos y con avenidas
cuyas palmeras tocan el cielo -"en
1a que se ven las más hermosas
puestas de sol del Brasil", consigna
Stefan Zweig-, ya atendidos en el
comedor can la exquisita gastrono-
mía mineira par Aparecida, 10.1 go-
bemanta de 1a casa, y mientras mis
anfitrîones acceden a mi pcdido de
escuchar "Tko tico no fuba", de
Zequinha de Abreu, y el cora de Ia
hilandera de ]a película ,,0 cJ.ngJ.-
ceiro", siento 1a ausencía de Ro-
berto Drummond, presente, sin
embargo, en ]05 estantes de la es-
pléndida biblioteca.
EL MERCURIO
SABA DO 11 DE EN r:RO DE 2n{)1 R[ì'I5TA d~ LlßRC15 I 11
~

JOSÉ MINDLIN

La seducción de 105 libros

1 Curiosas ediciones pueblan los estantes del gran lector
y bibliófilo bl'asileño. que se inició en su am or por los
libros cuando apenas tenía siete u ocho años de edad.
el de su forma, 5US inscripÖones,
las eSCrituras al margen, ]ucgo eI
que está en 5US páginas y final.,
mente el que su .voz cálida ..:a rela-
tando respecto de l.a búsqueda y el
ANA PIZARRO tos de rara belleza que la compo- encuentro del ejemplar. Es como
nen: incunables, primeras edicio- un "garirnpagem", col trabajo de
He tenido tres bib]iotecas en ]a nes, ediciones anotadas, manuscri- quienes buscan pepitas de oro en
vida. La primera tenía 105 libros de tos, como 105 del Gran sertón: ve- el interior de la Arnazonía. Las
estudio comunes en ]a universi- redas, de Guimaraes Rosa anécdotas de su relaciÖn con algún
dad, pero ya algunos textas más gran nanadar del nordeste-,
-d escritor se interrumpen con 13 Jl'C-
defjnitivos: una ediciÓn rouy anti- entre otros, ediciones curiosas tura sorprendida y sorprendente
gua de] Quijote, de Ediciones Ca- como una de Machado de Assis de algún texto tornado al azar.
lleja, regalada por mi padre. Otra can equívocos tipográficos que Ahora es el Padre Anchieta 0 t's
que amaba, de poernas de Apolli- producen risa, edicîones con dedi- Montaigne. Es Drummond de An-
naire, de La Pléiade. Muchos textos catoria de autor, otras de un ~lo drade, que en la edidón facsimilar
sobre América Latina de ]os años ejemplar como 1a de poemas eróti- de una obra prirncra suya Ie escri-
scsenta y las infaitab]es obras de cos de Drummond de Andrade. Es be, a modo de dedicatoria: "Gra-
Marx, de las que leí algunas partes, una biblioteca fundamentalmente das, José Mindlin, ror traerme este
pero en general me aburrían. En- de autores brasileños y de viajeros -
libro de mi juventud. iPor qué no
gels escribía mejor. Esta bibJioteca en el Brasil, como los relatos c1ási- 2 me trajiste mi juventud?"
me fue anancada de casa en 105 cos de Léry y Thévet. Pem va ~ Anécdotas que son la metáfora
días del golpe militar. La segund."1 mucho más allá, hay allí un ejem- ~ del espíritu de taJ 0 cual
escritor,
fue ]a que arrné en el exilio francés. plar de Las Flores del Mal, Baude- PARA TODOS LOS GUSTOS.- Primrras ediciones, edicíones anotadas, curiosas 0 con de ta] 0 cual escritura 0 del carác-
Era una biblioteca dE' dásicos del laire, con los poemas candenados dedicatoria del autm manuscntos 0 libros "rarlJc," forman parte del patrimonio de Mindlin., ter del indiscìplinado lector que ha
siglo XX, Cendrars, rnás algún por la censura, otro de Las Tlumi- construido a 10 largo de más de se-
Fanon, y empezaba a descubrir en- naciones, de Rimbaud, en su pri- bros. "Más al1á del contenido gico. Grande además por su re1a- tenta años esta biblioteca.
tonces una incipiente literatura de 5ó10
mera edición, doscîcntos -dice- edici6n, encuadernación, ción como tal con la cu]tura~ im- Otra vez es la visita de Cortázar,
árabe post-coluniaL Debí dejarla cjcmplares. diagramación, tipografía, ilustra- pulsor de ediciones faesimilares, .11
que al atrave5<"\r por e1 jardín J '3
en Paris, en un s6tano, con la espe- De padres l"U50S inmjgrantes al ción 0 pape1, el lîbro ejerce sobre conscjero nacional e internacional la biblioteca pregunta par el nom-
ranza de recuperarla, porque en Brasil en la segunda década del mí una atracción físka". de museas, fundadones, bibliote- bre de una flor. Guita, que es res-
e50S años cuando me fui a Vene- siglo XX, José experîment6 e1 pla- Pem no hay que equivocarse: cas públicas, de programas sociales tauradora y es Ia esposa de Jo:;é, ~-
zuela no tenia dinero para trans- cer dellibro alas siete ocho años,
u josé no es un coleccionista, es un para estimular la re]ación con la confundida, Ie responde: "No sé", .1
portarla. La tercera es la que he ido en que se arreglaba para eonse- lector, que además de leer, mira .II cultura del libm, ]a preservación Entonces Cortázar la tranquiliza:
armando hasta hoy, y soy toea e1 texto, disfrutando del patrimonio. Y es que para José "No importa
-Ie dice- ella tam-
muy celosa cun ella. de su textura, su color, ]a empresa es instrumento, no fi- poco 10 sabe".
Debc ser por eso que Una edición de 1740 del <<Discurso sabre la su forma, de aque]]a otra na1idad en ~í misma. "Instrumento Entonces el placer de compartir
surgió nuestra cá]ida parte dellibro que ellec- de progreso colcctivo estas anécdotas es inmenso, por-
historia universal>>, de Bossuet, fue el inicio de -dice-, no
amistad con José Mindlin, tor comím no ve, aquella sõlo individual", porque además que se asienta en 13 complicidad
eI gran bibJiófilo del Bra- que hoy 1a 1eetura infor- de las tamas peopias de ella "tiene que entrega 1a lectura, en el placer
esta coIección de veinte 0 treinta millibros.
sil. Digo una, porgue la mática, con toda 1a utili- obligaciones sociales que no pue- dellibro como objeto y en todo 10
seducción de su persona- dad que presta, no da. den ser ignoradas, inclusive can la que 10 rodea. Pem lambién en el
lidad es tan fuertc como la de la bi- guirJos en las librerías de viejo. A Sin embargo, para quien piensa cuItura". placer de com partir, can quien
blioteca que ha ido construyendo a los trece fue el de los libros raros: que 1a vida intelectual no es com- EI tiempo que se pasa en la bi- liem' como principia la frase de
10 largo de más de setenta años de una edición de 1740 del Discurso patible can la empresariaJ, hay que blioteca de José es un tiempo de Mantaigne "No hago nacta sin a1e-
intenso amor allibro y al hábito de sobre la historia universal, de Bos- decir que José Mindlin, además de placer que se prolonga y parece no gría", casas simples y básicas de [a
la lectura. Hoy José posee una bi- suet, pubJicado en Coimbra, fue el haber hecho periodismo y de ser tener duración definida. Quisiéra- vida, como este "pan de queso" ]
blioteca -que luego será públi- inicio de esta maravillosa y enonne abogado, es un empresario, y ha mos que no tcrmÎnara. Cada libro minero que está esperándonos
ca- única por]a calidad de los tex- colección de veinte 0 treinta mil Ii- sido un gran empresario metalúr- tiene par 10 menos tres discursos: sabre [a mes.:. del comedor.