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Steiner, Rudolf (Ga231) El Hombre Suprasensible Entendido Antroposóficamente
Steiner, Rudolf (Ga231) El Hombre Suprasensible Entendido Antroposóficamente
Rudolf Steiner
b
RS
biblioteca
Rudolf
El hombre suprasensible
entendido
antroposóficamente
Steiner
Su configuración entre la muerte y
el nuevo nacimiento
índice
[01] La Haya, noviembre 13, 1923 (S‑5479) 1
[02] La Haya, noviembre 14, 1923 (S‑5481) 10
GA231
[03] La Haya, noviembre 17, 1923, por la tarde (S‑5486) 18
[04] La Haya, noviembre 17, 1923, por la noche (S‑5487) 27
[05] La Haya, noviembre 18, 1923 (S‑5489) 35
elprofanador
el profanador de
de textos textos primera pedeeficación:
noviembre 13, 2023
confesiones de invierno con respecto a este libro
(¡siempre charly garcía debe estar presente!) actualizaciones:
Título: ‘El hombre: Su configuración entre la uerte y el
quiero a los libros —esos seres impresos en árboles muertos nuevo nacimiento‘
profanador, ra.
(o debería decir ‘asesinados’)— con ‘sagrado’ respeto, Autor: Rudolf Steiner
(Del lat. profanãtor, -ōris). pero resulta que muchas veces son inhallables… o hallables ISBN: 9 789879 066096
1. adj. Que profana. U. t. c. s. a un precio inalcanzable.
Título original: ‘Der übersinnliche Mensch anthtoposophich
profanar. por eso me convierto en ‘profanador’: ‘deshonro,’ ‘prostitu- erfasst’ [GA231]
(Del lat. profanãre). yo’ la belleza del papel y transfiero la sabiduría a este nuevo
1. tr. Tratar algo sagrado sin ser electrónico. Editorial: Editorial Antroposófica
el debido respeto, o aplicarlo
a usos profanos. Fecha de impresión: 2011
2. tr. Deslucir, desdorar, des- es verdad: dejo sin pan a quien lo creó. pero completo su
honrar, prostituir, hacer uso más profundo deseo: difundir su conocimiento. para colaborar
indigno de cosas respetables. (a mi tampoco me convencen estas ‘razones,’ son puro bla,
bla, bla.) Correcciones: para aportar correcciones a los textos, por favor, enviar un email a elprofa-
Real Academia Española © nadordetextos@yahoo.com, poniendo en el ‘Asunto:’ el nombre de la publicación y
Todos los derechos reservados en el cuerpo, el texto equivocado y el nuevo, con referencia de página. Gracias.
el diseño apaisado es para que sea fácil leerlo en el monitor
de la computadora o impreso en hoja A4, simple o doble faz. Dactilografiado: hay mucho material traducido en forma manuscrita que ‘desea’ ser public-
a fin de cuentas, millones de libros han sido leidos ‘fotoco- cado. Si quieren aportar el tiempo de datilografiado, por favor, enviar un email a elpro-
piados’ en ese formato. (en realidad, los más beneficiados fanadordetextos@yahoo.com, poniendo en el ‘Asunto: Tipear.’ Gracias.
son los que venden recargas truchas de cartuchos.)
GA / S- BM párrafos
Los libros escritos por Rudolf Los Boletines de Meto- Para facilitar las referencias
Steiner y las recopilaciones dología para los presentes y cruzadas, los párrafos son
de conferencias se catalogan futuros maestros Waldorf’ fueron identificados con un número (02)
según el ‘GA,’ ‘Gesamtaus- publicados por Juan Berlín desde o un número y una letra (02c) al
gabe’ [‘Edición Completa’]. México. inicio de los mismos.
Se ha intentado referir al GA Los artículos son identificados En todos los casos, el número
para evitar confusiones. La cita con el número de boletín y una indica el número de párrafo
‘[GAnnn:cc:pp]’ significa ‘párrafo letra según el orden de aparición correspondiente a la edición
pp’ de la ‘conferencia cc’ del GA en el mismo. La cita ‘[BM024c]’ alemana.
‘nnn.’ Hay más de 354 GAs. significa ‘el tercer artículo La letra representa una subdivi-
Cada conferencia se idenitica (letra c)’ del ‘boletín 24.’ sión de dicho párrafo, en caso
con la sigla ‘S-nnnn,’ ’Sch- En el caso de suplementos, se que ayude a la mejor identifica-
midt,’ apellido del autor del usa directamente la letra ‘s’: ción de los temas.
listado. Hay mas de 5.695. [bm011s].
Rudolf Steiner [ga231] ii El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
acerca de este proyecto [01] hombre suprasensible (i) 02c
Dentro de nuestra civilización y del conoci‑
nota de el profanador de textos La Haya, noviembre 13, 1923 (S‑5479) miento usual no se concibe al hombre atravesando
nacimientos y muertes.
02d
En efecto, con el transcurso de los siglos, se ha
hecho corriente el inculcar a los niños desde la
escuela, que la concepción moderna del mundo ha
demostrado que la Tierra es algo así como un grano
de polvo en el Universo, y que sobre ese grano de
polvo, se desplaza el ser humano, desde luego como
un grano de polvo más pequeño aún, insignificante
en sentido cósmico.
02e
Y dado que esa concepción del grano de polvo
De que ‘vamos a morir’ —a dejar esta existencia Para estas conferencias internas se me ha sugerido el terrestre ha anidado en todas las mentes y, con ello,
terrenal— es quizás de lo único que podemos estar tema: ‘El hombre suprasensible, desde el punto de en todos los corazones, se ha perdido por completo
seguros. vista de la Antroposofía.’1 la posibilidad de relacionar al hombre con aquello
01b
Y muchos le tienen miedo ‘a la muerte’ porque Trataremos de iluminar este conocimiento y esta que se halla fuera de lo terrestre.
02f
piensan son ‘sólo materia.’ comprensión suprasensible del hombre desde los Con insistencia realmente inequívoca —aunque
Pero al reconocer que somos espíritus encarna‑ más variados aspectos. la gente no sea consciente de ello—, una voz exhorta
01c
dos, nos sentimos más ‘confortables’ con la muerte Como sólo disponemos de pocas conferencias, hoy enérgicamente al ánimo humano a que vuelva a
física del cuerpo, porque sabemos que cómo cons‑ enfocaré directamente el centro del asunto. dirigir su mirada hacia lo suprasensible de su esencia
02a
ciencia seguimos existiendo. Por el simple hecho de referirnos al hombre su‑ y, con ello, a la esencia del mundo.
02g
Pero entonces nos surge la pregunta: ¿Qué pasa prasensible, entrarnos inmediatamente en conflicto Tengamos presente que en el curso de los últimos
después? con el actual concepto del hombre. siglos, el materialismo3 se ha apoderado incluso del
02b
Este ciclo de conferencias de Rudolf Steiner nos Desde hace bastante tiempo, ese término, ‘hom‑ conocimiento del hombre.
02h
introduce en ese proceso que nuestro espíritu vive bre suprasensible,’ ni siquiera se menciona entre ¿Qué es, en realidad, ese materialismo?
03a
entre una muerte y el nuevo nacimiento. quienes se consideran ‘idealistas.’2 El materialismo es la concepción del mundo que
Espero disculpen mis errores. enfoca al hombre, en su aspecto de criatura origina‑
1
Antroposofía: Rudolf Steiner, su fundador, la caracterizó como: da de las sustancias y fuerzas de esta Tierra.
‘La Antroposofía es un sendero de conocimiento que quisiera 03b
Y si bien no falta quien afirme que el hombre no
conducir lo espiritual en el hombre a lo espiritual en el uni‑
verso. Pueden ser antropósofos quienes sienten determinadas es sólo esto, no tenemos una ciencia que se ocupe de
cuestiones sobre la esencia del hombre y del mundo como una aquella parte del hombre que tiene su origen en algo
necesidad tan vital como la que se siente cuando tenemos que no sean esas sustancias y esas fuerzas terrestres.
hambre y sed.’ [n. del pr.]
2
monismo: Postura filosófica que sostienen que el universo está 3
materialismo: 2. m. Fil. Concepción del mundo según la cual
constituido por una única sustancia (arjé), causa o sustancia no hay otra realidad que la material, mientras que el pensa‑
primaria. El monismo materialista reduce todo a la materia; miento y sus modos de expresión no son sino manifestaciones
el monismo espiritualista o idealista (idealismo hegeliano) el de la materia y de su evolución en el tiempo. Diccionario RAEL
principio único sería el espíritu, o Dios mismo. [n. del pr.] [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 1 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
03c
Por lo tanto, no es del todo sincera la aseveración porque se les escapa el inmenso alcance de toda la ¿Qué es esto?,
de mucha gente —bien intencionada desde su punto información detallada que el materialismo nos ha ¿Qué es lo que así se conoce del hombre?
07a
de vista— de que se puede aceptar lo eterno del suministrado. Lo que se conoce es muchísimo: se conoce todo
03k
hombre de alguna manera, a pesar de todo. Pero tampoco sospechan las consecuencias de la lo que es posible conocer hoy en día.
03d 07b
El materialismo no existe simplemente para que concepción materialista para el cabal conocimiento Pero si salimos de este ángulo médico, y penetra‑
se le refute; el mero deseo de refutar permanente‑ del hombre. mos en algún otro —por ejemplo, consultando a los
03l
mente al materialismo resulta hoy algo diletante. Situemos esto ante nuestra alma, como punto de psicólogos, es decir, a los conocedores del alma—, el
03e
Lo que entra en consideración en primer término partida de nuestras reflexiones. asunto se toma harto dudoso y cuestionable.
04a 07c
es, ante todo, lo grandioso, lo imponente, lo signifi‑ Si observamos al hombre tal como puede cono‑ E inmediatamente nos percatamos de que la
cativo que es el materialismo, en lugar de considerar cerlo la ciencia, y si procedemos con toda sinceridad, ciencia natural —sobre la que descansa el estudio
las teorías que, apoyadas en él, ponen en duda el llegaremos a un descubrimiento interesante, a un serio de la medicina— encierra resultados de inves‑
mundo espiritual, lo niegan totalmente o, por lo hecho muy peculiar. tigación sumamente respetables, tan sólidos que, la
04b
menos, niegan la posibilidad de conocerlo. De todo lo que aportan la fisiología, la biología, mayoría de las veces, quienes los sustentan, no se
03f
¿De qué sirve, al fin Y al cabo, el que la gen‑ la química, etcétera, para explicar al hombre, vemos hallan a la altura de su solidez.
07d
te afirme, basándose en algún estado de ánimo o cómo se combinan las distintas sustancias y fuerzas Los estudiantes se aburren con las materias fun‑
tradición religiosa, que el pensar, el sentir y el querer de la Tierra para elaborar los músculos, el sistema damentales, pero de eso no tiene la culpa la ciencia
del hombre han de existir como algo autónomo, al nervioso, el sanguíneo, los diversos sentidos, sinteti‑ natural, sino quienes la enseñan.
07e
margen del cerebro, para que luego venga la ciencia zando al ‘hombre entero’ del que se ocupa la ciencia. De ahí que nunca debiera hablarse de la ‘aburri‑
05a
moderna y fraccione al hombre y, con ello, fraccione Aquí nos encontramos frente a un hecho singular. da ciencia natural’ sino solamente de los ‘aburridos
06a
también al alma humana? Indiscutiblemente, nuestro primer contacto con profesores’ que la enseñan.
03g 07f
El procedimiento más usual es investigar el encé‑ la ciencia se dirige, con toda razón, a las áreas de su La culpa no es de la ciencia natural que ofrece
falo4 en condiciones patológicas.5 mayor éxito. resultados realmente sólidos.
03h 06b 07g
¿De qué sirve que, basados en algún impulso Indagamos, por ejemplo, la antropología, la Por mucho que los representantes de las ciencias
místico o en la tradición religiosa, hablemos de la ciencia del hombre, que subyace a lo que el médico naturales parezcan lo que los alemanes llaman ‘aban‑
inmortalidad de la vida anímica, si, cuando esa vida tiene que aprender en la universidad como base de donados de todos los buenos espíritus,’ la ciencia
anímica se halla enferma, sólo se nos ocurre atender su misión terapéutica. natural en sí misma trabaja con buenos espíritus.
06c 08a
el sustrato corpóreo, esto es, el cerebro o el sistema Al prepararse para estudiar al hombre, primero Pero si luego pasamos, de los resultados de
nervioso? le informan acera de las ciencias fundamentales, y investigaciones sumamente sólidas, a los psicólogos
03i
Todo esto es herencia del materialismo. luego las ciencia médicas específicas. o filósofos, por ejemplo, y observamos cómo se refie‑
03j 06d
Y muchos de los que hoy día se lanzan a refutar‑ Imaginémonos todos los conocimientos del ren ellos al ‘alma,’ e incluso a ‘lo eterno del hombre,’
lo, verdaderamente no saben lo que están haciendo, médico acerca del hombre, compendiados como si pronto nos percataremos de que —si trascendemos
fuera en un manual. lo que es el legado tradicional de épocas pasadas—
4
encéfalo: 1. m. Conjunto de órganos que forman parte del siste‑ 06e
Ese compendio contendría, en síntesis, todos los todo son palabras, palabras, nada más que palabra,
ma nervioso de los vertebrados y están contenidos en la cavidad
interna del cráneo. Diccionario RAEL [n. del pr.] conocimientos médicos generales, hasta se comienza palabras sin sentido alguno para el hombre.
08b
5
patológico, ca: 1. adj. Med. Perteneciente o relativo a la pato‑ con la especialización. Si el hombre de hoy se acerca a una filosofía o
logía. 2. adj. Med. Que denota enfermedad o que la implica. 06f
Detengámonos ahora y preguntemos: psicología —para satisfacer sus más profundas nece‑
Diccionario RAEL [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 2 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
09j 12c
sidades anímicas— la encontrará además de aburri‑ Por lo tanto, si con esos medios pretendemos He ahí a lo que se puede llegar por medio de la
da, carente de toda respuesta a sus preguntas. captar al hombre, nuestra mirada no puede trans‑ observación o del cálculo; por lo tanto, nada, que
09a
Por lo tanto podríamos decir: sólo la ciencia cender lo terrenal‑material. se vincule con el hombre —podría decirse que, ese
09k
natural ofrece hoy en día verdaderos conocimientos Pues enfocando tan sólo lo terrenal no abarcamos modo de observar no sirve para el hombre—.
13a
a quien los busca. más que lo perecedero en el hombre. La observación suprasensible nos encamina, de
09b 10a
Pero, ¿que es lo que la ciencia natural enseña en Sin embargo, tengamos en cuenta que precisa‑ inmediato, hacia algo distinto.
13b
relación con el hombre? mente lo terrenal en sí, no puede comprenderse en Valiéndonos de ella, nos detenemos en las posi‑
09c
Enseña lo que nace —inicia— con el nacimiento absoluto por sí solo, como veremos más adelante. ciones de los planetas cercanos a la Tierra: Saturno
10b
o la con la concepción, y perece —termina— con la Nos vemos invitados a prescindir de la Tierra y Júpiter, Marte, luego la Tierra misma, Mercurio,
muerte. dirigir nuestra mirada hacia el entorno de la Tierra. Venus, Luna.
09d 10c 13c
¡Eso es todo! Pero si la ciencia actual explora lo que rodea En efecto, ante la observación suprasensible, la
09e
Y es así, porque esto es lo único que ella puede a la Tierra, sólo llega a calcular la distancia de las Luna no ha de considerarse como un simple satélite,
afirmar con honestidad. estrellas, a describir sus trayectorias, a dirigir el sino como un planeta de la misma categoría que la
09f
De ahí que, quien desee proceder con honestidad espectroscopio hacia los astros, y a explicar cómo los Tierra.
13d
en el conocimiento integral del hombre se ve obli‑ fenómenos lumínicos que en ellos se manifiestan, Respecto del movimiento de los planetas, la
gado a dirigir su mirada hacia algo que esté fuera del permiten inferir que los astros contienen las mismas ciencia actual calcula que para dar una vuelta al Sol
alcance de los recursos científico‑naturales usuales. substancias que la Tierra. Saturno, por ejemplo, tiene que recorrer un largo
09g 11a
Esto es, deberá fundar una auténtica ‘ciencia del Esa ciencia de lo supra terrenal o extra‑terrenal camino, y necesita mucho tiempo, treinta años;
alma y del espíritu,’ que descanse en la experiencia y realmente no trasciende el ámbito de la Tierra; no que Júpiter necesita :menos tiempo, y Marte menos
la observación de la realidad espiritual, como antaño puede. todavía.
11b 13e
descansaba en ella el conocimiento del espíritu. Así pues, como referencia inicial de nuestras Así pues, al mirar el cielo estrellado se ve una
09h
Pero esto sólo es posible si se recurre a los pro‑ reflexiones de hoy, quiero presentarles ciertos puntos estrella o un planeta en un lugar o punto determina‑
cedimientos señalados en mis libros: ‘¿Cómo se ad‑ de vista que se irán verificando a medida que avan‑ do; y en algún otro lugar o punto se ve otro planeta
quiere el conocimiento de los mundos superiores?,’6 cemos con nuestras afirmaciones. distinto: Saturno, Júpiter, etcétera
12a 13f
‘La ciencia oculta. Un bosquejo,’7 y otros, que La ciencia actual limita su mirada hacia la Tierra. Pero todo lo que se ofrece al ojo sensible de esta
12b
capacitan al hombre para la visión efectiva de lo es‑ Si dirigimos esa misma mirada hacia afuera, manera —ahí está Júpiter, allá Saturno— todo esto
piritual, y para hablar de ello como la ciencia natural es decir, hacia lo que se ofrece a los sentidos fuera tiene también una esfera etérica; todo se halla cobija‑
habla de lo sensible‑material. del ámbito de la Tierra, hacia el mundo sideral, do dentro de una fina substancialidad, dentro del
09i
Todo lo que en nuestro planeta es accesible a los lo primero con que tropezamos es con el sistema éter.8
13g
sentidos, todo lo susceptible a experimentación, planetario, con los astros que en cierto modo guar‑ De percibir también el éter, se observa, por
todo esto, por parcial que sea, anda por buen ca‑ dan parentesco con nuestra Tierra, y que ejecutan ejemplo, que Saturno —ese planeta que a la mirada
mino; pero sólo suministra conocimientos sobre el movimientos que se suponen similares a los de ella externa ofrece la extraña estructura de una esfera
hombre perecedero, sensible, y temporal. en torno al Sol, o bien movimientos que se despla‑ rodeada de anillos— ejecuta alguna actividad en
6
Steiner, Rudolf. ‘¿Cómo se adquiere el conocimiento de los zan en alguna dirección del espacio, sincronizados 8
Este ‘éter’ es diferente del ‘éter lumínico’: A finales del siglo XIX,
mundos superiores?’ [GA010] [n. del pr.] con los del Sol. se refería al elemento propuesto como medio de propagación
7
Steiner, Rudolf. ‘La ciencia oculta. Un bosquejo.’ [GA013] de la luz. El experimento de Michelson-Morley de 1887 demos‑
[n. del pr.] tró que no existía. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 3 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
13r
relación con el éter que lo circunda, es decir, que Y así, lo que va grabándose de esta manera en el el sistema planetario grabando en el éter cósmico
se halla activo frente a eso que envuelve y contiene éter hasta Mercurio, Venus, Luna, todo esto se inte‑ aquello que, particularizado por las condiciones te‑
toda la esfera planetaria. gra en una grandiosa imagen viva. rrestres, existe como imagen espacial de la superficie
13h 14a
Desde el punto de vista espiritual, Saturno irradia Así llegamos, pues, a diversas imágenes parciales. dérmica, incluyendo los órganos sensorios.
14b 15c
fuerzas, algo que puede percibirse como una forma. Quizás digan: esas imágenes son de tal índole He aquí, pues, el primer resultado: el hombre en
13i
Lo que Saturno ofrece a la observación física es que, en ciertos momentos Saturno, por ejemplo, se tanto criatura de la Tierra, dotado de la figura que
sólo una parte, y no la más importante —es algo que encuentra en un lugar donde no puede coincidir con le es dada en virtud de su envoltura dérmica, queda
va desvaneciéndose ante la mirada espiritual—. la imagen de Júpiter. conectado con el sistema planetario que estructura,
13j 14c
Esta mirada espiritual intuye algo que puede Pero he aquí que incluso esto está previsto, pues modela y forma en el éter su imagen arquetípica
formularse diciendo que los espíritus del mundo lo que ahí se observa, se conjuga de manera extraña: celeste.
16a
desean poner a Saturno en ese lugar para que sirva existe una línea en la Tierra que puede trazarse desde Lo segundo es: vemos cómo se mueven los
de directriz a la mirada que observa. determinado punto del Oriente, en Asia, a través planetas.
13k 16b
Pero si dirigimos la mirada espiritual hacia ese del centro de la Tierra hacia el lado opuesto, y luego Observando a un sólo planeta, obtenemos deter‑
lugar, tenemos una impresión comparable a alguien prolongarla hacia el Universo, y esta línea es de im‑ minada imagen de su trayectoria, según el sistema
que dibujara algo en el pizarrón tan sólo como portancia singular para toda la visión espiritual. ptoloméico,9 y otra distinta según el copernicano.10
14d 16c
punto de referencia, luego dibujara algo en derredor Si Saturno se encuentra fuera de esta línea, quien Aunque así sea, esto no es lo que importa: existen
suyo, y luego borrara los puntos de referencia. contempla se ve motivado a transferir a esa línea las más variadas maneras de interpretar los movi‑
13l
A la mirada espiritual esto se produce por sí solo: la imagen obtenida de Saturno, y ésta queda fijada mientos individuales.
16d
Saturno se extingue, a la vez que cobra más y más sobre ella. Lo que interesa es la capacidad de abarcar con
14e
relieve lo que lo rodea. Para la observación suprasensible, aquellas imá‑ una mirada de conjunto todos esos movimientos.
13m 16e
¡Lenguaje maravilloso! genes se sitúan siempre a lo largo de esa línea. [Hace El de Saturno, con su trayectoria más lenta y que
13n
Si logramos esa extinción de Saturno, y percibi‑ un dibujo.] necesita más tiempo, se coordina con el movimiento
14f
mos lo que partiendo de él se imprime en el entorno Así pues, si en alguna parte se divisa la imagen de Júpiter, e integran una imagen —análogamen‑
en el éter , la impresión se extiende hasta Júpiter. de Júpiter o de Saturno, ciertamente hay que loca‑ te, todos los movimientos planetarios individuales,
13o
Júpiter, a su vez, hace lo mismo: también se lizarlas primero, pero luego ellas se fijan en dicha integran un todo—.
extingue, y aquello que, desde él, se introduce en el línea, y se obtiene una imagen perfectamente ho‑
éter circundante, se expande hacia lo lejos. mogénea: nuestro sistema planetario —considerado
13p
Nuevamente nace una forma etérica, forma que de esta manera— nos ofrece una imagen de forma
integra una imagen junto con la de Saturno. unificada. 9
Claudio Ptolomeo (ca. 100-ca. 170): Astrónomo, astrólogo,
13q
Avanzamos luego hasta Marte, y se repite lo 14g
¿Y qué es esta imagen homogénea? químico, geógrafo y matemático griego. Su modelo del universo
15a define que la Tierra esta inmóvil y ocupa el centro del univer‑
mismo; luego, hacia el Sol donde hemos de tener Al descifrarla, se acierta con lo que significa: una so, y que el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas giran a su
en cuenta la peculiaridad de que en tanto que el Sol réplica de lo que es la epidermis humana, incluyen‑ alrededor. [n. del pr.]
físico externo nos deslumbra, en el Sol espiritual se do los órganos sensorios.
10
Teoría Copernicana o heliocéntrica del sistema solar: Teoría
15b
desarrollada por Nicolás Copérnico, concebida en primera
extingue todo lo deslumbrante. Si estudian la epidermis humana incluyendo instancia por Aristarco de Samos, que coloca al sol como centro
los órganos sensorios, y tratan de expresarla como del universo, presentada en su libro ‘De revolutionibus orbium
imagen celeste, obtendrán lo que acabo de describir: coelestium’ [‘Sobre las revoluciones de las esferas celestes’].
[n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 4 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
16f 17d
Y esa imagen que nace del movimiento de Si ascendemos de la imaginación a la inspiración, porque lo que antes transcurría como ritmo de
los planetas no concuerda con la que ofrece la se extingue la pluralidad de los movimientos indivi‑ azul‑rojo, azul‑rojo, azul‑rojo, etcétera, se convierte
astronomía. duales, hecho sumamente significativo. en melodía.
16g 17e 18g
Existe, por ejemplo, la peculiaridad de que la ob‑ Se desvanece de la imagen aquello que puede Nos vemos, pues, en la necesidad de pintar algo
servación espiritual no registra las imágenes elípticas llamarse visión u observación, en sentido estricto. diferente, de crear la estructura que la melodía nos
17f
que la astronomía exhibe. Pero al mismo tiempo se empieza a oír espiritual‑ canta: ¡ritmos cósmicos!, ¡melodía cósmica!
16h 18h
Si seguimos a Saturno, por ejemplo, reparamos mente, y lo que antes era movimiento se enturbia, Y una vez introducido todo esto en nuestro
en que su movimiento se combina con otros para se hace borroso, hasta culminar en una imagen dibujo, se habría objetivado espacialmente la músi‑
integrar la figura de un ocho, a modo le lemniscata. nebulosa. ca cósmica, tal como se expresa al desvanecerse los
16i 17g
En ésta, a su vez, interfieren, modificándola, toda Pero de ella surge, plasmándose, la música movimientos de los planetas en la niebla.
18i
suerte de otros movimientos planetarios, y ¡surge cósmica —los ritmos cósmicos se tornan audibles La música cósmica se torna audible para el oído
otra imagen! espiritualmente.—. espiritual; en el esquema quedan trazadas las vías
16j 17g
Y esta imagen generada por los movimientos pla‑ ¿Cómo modificar nuevamente nuestra silueta sanguíneas.
18j
netarios se nos insinúa como la imagen cósmica que cósmica, luego de haber hecho lo primero? Si luego llegamos al corazón o a los pulmones
18a
subyace en el hombre en los nervios con las glándu‑ Mucho puede transformarse con ayuda del arte. —es decir, a uno de los órganos que reciben algo del
18b
las adyacentes. Si trazamos el perfil del hombre, y luego en él in‑ exterior del cuerpo, o bien absorben sustancias de su
16k
Así, si de la epidermis y de los órganos sensorios sertamos el sistema nervioso, recibimos la sensación interior— hemos de pintar algo que se adhiera, en
insertados en ella —cuya imagen arquetípica es el de estar dibujando la realidad. cierto modo, a las vías sanguíneas, y así se perfilan
18c
ordenamiento de los planetas tal como se revela En cambio, aquello que oímos como música el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones, el
a la observación espiritual— avanzamos hacia los cósmica no puede expresarse directamente median‑ estómago.
18k
movimientos de los planetas, y los conjugamos en te el dibujo o la pintura, pues se trata de ritmos y Dibujamos, pues, estos órganos que están rela‑
una imagen sintética, podemos trazar una silueta de melodías. cionados con las vías sanguíneas, son los órganos
18d
la figura humana con este sentimiento: ‘esta silueta Si pretendiéramos incluir lo escuchado en dicho secretorios, a los que podemos agregar la secreción.
18l
reproduce al sistema planetario.’ contorno tendríamos que apoyarnos en el trazo Estos órganos surgidos de la música cósmica, los
16l
Y si insertamos en su trazo el sistema nervioso y del sistema nervioso, que ya trazado previamente, dibujamos ahora en el sistema sanguíneo de nuestro
las glándulas secretoras, si procedemos con la certeza tomando el pincel y coloreando rápidamente una esquema.
18m
que dicta nuestra observación, cada trazo nos produ‑ mancha roja en algún lugar, luego rápidamente una Avancemos ahora de la inspiración a la intuición,
cirá el sentimiento: ‘estas delineando el retrato físico azul, luego rápidamente otra roja, luego otra azul, donde la música cósmica origina algo muy peculiar.
18n
del movimiento interplanetario que has percibido.’ siguiendo así a lo largo de todo el sistema nervioso, Los sonidos se conjugan, un sonido ejerce un
17a
Y eso no es todo. hasta llegar a un choque, una detención súbita. efecto sobre el otro, y se empieza a percibir la regu‑
17b 18e
El hombre mismo puede avanzar en su percep‑ No podemos seguir adelante, hemos de pintar laridad intrínseca en esa música cósmica, convertida
ción espiritual del mundo. algo distinto: he ahí la expresión de lo que somos. en lenguaje del Cosmos.
17c 18f 18o
Al trazar los nervios con las glándulas adyacentes Es posible traducir en un dibujo lo que se oye; Se hace audible lo que debiera compendiarse
ha obtenido una imagen del movimiento planetario, pero si se intenta insertarlo en el esquema mencio‑ bajo la palabra ‘lenguaje cósmico,’ y que en tiempos
pero su conocimiento puede trascender ese punto, y nado se percibe la necesidad de ampliarlo en deter‑ primitivos se concebía como ‘Verbo cósmico’—el
así desaparecer los movimientos individuales. minados lugares, de crear un módulo muy distinto, ‘Verbo cósmico’ se hace audible—.
72
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 73
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 74
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 34 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
[05] hombre suprasensible (v) do físico‑sensible, no se pueden adquirir en el ferior, a la vez que la reconquistamos en un aspecto
La Haya, noviembre 18, 1923 (S‑5489) suprasensible. más profundo, desde un punto de vista más elevado,
02c
La forma de aprehender los enigmas del mundo el suprasensible.
04c
suprasensible sería radicalmente distinta si tuviera En efecto, tendríamos que temer toda reflexión
que corresponder a los difuntos, es decir, al alma espiritual si en virtud del conocimiento científico-
humana entre la muerte y el nuevo nacimiento. espiritual tuviéramos que eliminar, por vulgar, toda
02d
Para poder llevar nuestras reflexiones a una con‑ la belleza que invade nuestra alma por la contem‑
clusión, tenemos que pasar revista a lo que ya hemos plación del maravilloso mundo de las plantas, del
aprendido relativo a los secretos del mundo supra‑ mundo floreciente y retoñante de las flores y frutos,
sensible, aplicándolo ahora a la mejor comprensión de todo lo que penetra en nosotros a través de la
de la morada terrena del hombre. hermosura de las restantes manifestaciones de la na‑
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Poniendo ante nosotros al hombre en la vida turaleza, así como de la majestad del cielo estrellado.
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Hemos tratado, lo mejor posible, de enfocar el reco‑ terrena, observamos, en primer término, los senti‑ De ninguna manera hemos de renunciar a todo
rrido del hombre por el mundo suprasensible, que es dos, esos sentidos que nos informan de todo lo que ello.
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aquel donde permanece en forma inmediata durante nos circunda, y que nos causan todo lo que provoca Si en la evolución de la humanidad nos re‑
su vida entre la muerte y el nuevo nacimiento. nuestras alegrías terrenales, nuestra felicidad terre‑ montamos hacia lo que los maestros iniciados de
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Pero a ese mismo mundo suprasensible también nal, así como también nuestro sufrimiento terrenal y las más diversas épocas precisamente han sacado
alcanzan a extenderse las fuerzas humanas, si bien nuestro dolor terrenal. a luz en cuanto al enaltecimiento del valor de la
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sin aflorar a su consciencia ordinaria, cuando el No siempre alcanzamos a comprender todo lo vida humana, encontramos que todas las palabras
hombre se encuentra en la Tierra dentro del mundo que nos significan las impresiones y experiencias que alguna vez pronunciaron coinciden en estimar
físico gracias a su corporalidad física y etérica. sensorias. la belleza, la magnificencia, la majestad de la vida
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En el período terrenal, el ser humano intuye Precisamente el tipo de reflexiones a que nos terrenal‑sensible.
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aquella existencia suprasensible como un enigma hemos dedicado en esta semana y que nos conducen ¡Cuán maravillosas son sus expresiones poéticas o
que le es dado, un enigma sin cuya solución, por lo por encima de la vida sensible, hacia las regiones artísticas para exaltar lo suprasensible más sublime,
menos parcial, es imposible la armonía, el sostén, y espirituales, pueden inducir a creer que la ciencia arrancadas precisamente del mundo sensible!
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la certidumbre internos, ni tampoco la eficacia para espiritual antroposófica subestima la vida sensoria. Ejemplos como la imagen de la flor de loto, u
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la vida ni el verdadero amor hacia el prójimo. Incluso a exclamar: ¡Ah, esa vida sensoria es algo otras similares, acreditan que los iniciados nunca
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Cuando observamos al hombre terrenal con tan subalterna, que el hombre ha de huir de ella ya menospreciaron el expresar el desarrollo de la vida
respecto al hombre suprasensible nos damos cuenta durante su vida terrena! espiritual por medio de imágenes sensibles.
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que el terrenal ilumina al suprasensible de manera No ha de ser éste el sentimiento último que se Al contrario, los iniciados estaban convencidos
tal que nos permite comprender por qué los guías derive de la reflexión científico‑espiritual. de que en la contemplación de lo sensible existe algo
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espirituales divinos hicieron descender al hom‑ Aunque este sentimiento sólo puede mostrarnos que conduce al hombre hacia lo supremo —o, por
bre del mundo suprasensible a nuestro mundo que ciertas formas subalternas de tomar esa vida sen‑ lo menos, podría hallarse algo—.
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físico‑sensible. sible son incompatibles con el valor y con la digni‑ La manera cómo el hombre percibe este mun‑
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Las primeras intuiciones relativas al mundo dad humana; sin olvidar que ha de existir un camino do sensible con su consciencia ordinaria no puede
suprasensible sólo pueden adquirirse en el mun‑ para trascender esa vida sensible en su modalidad in‑ procurarle una satisfacción total, por la simple razón
con cariño
el profanador de textos
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Sea esta cita un recuerdo y agradecimiento a la enorme ta‑
rea realizada por Juan Berlín (Johannes Berlin Neubart) como
editor de los ‘Boletines de Metodología para los presentes y
futuros maestros Waldofr.’ [n. del pr.]
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UNICEF (1946): Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia, encargado de ayudar a los niños y proteger sus
derechos. Originalmente United Nations International
Children’s Emergency Fund [‘Fondo Internacional de las
Naciones Unidad pra los Niños en Emergencia’]. [n. del pr.]
Este trabajo está dedicado a Úrsula Vallendor, Quiero agradecer especialmente a Perejil y a
quien me enseño a amar la pedagogía Waldorf y a Rúcula, sin cuya compañía, colaboración, entusias‑
apreciar la obra de Rudolf Steiner. mo y motivación y — por qué no decirlo— profun‑
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Emil Molt (1876-1936): Gerente de la fábrica de cigarrillos gracias. el profanador de textos do amor y amistad nada de esto existiría.
Waldorf-Astoria en Stuttgart. Inspirado por el movimiento para (Los nombres han sido cambiados para pro‑
la Trimembración del Organismo Social fundó la Escuela Waldorf (Aunque ella reniega —con justa razón— de mi teger a los culpables; Úrsula es Úrsula porque es
en para los hijos de los trabajadores. [n. del pr.]
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Steiner, Rudolf. ‘El genio del lenguaje.Consideraciones científi‑ nombre, la sigo queriendo.) inocente.)
co-espirituales sobre el habla.’ [GA299] [n. del pr.]