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el profanador de textos

Rudolf Steiner
b
RS
biblioteca
Rudolf
El hombre suprasensible
entendido
antroposóficamente
Steiner
Su configuración entre la muerte y
el nuevo nacimiento

índice
[01]    La Haya, noviembre 13, 1923 (S‑5479) 1
[02]    La Haya, noviembre 14, 1923 (S‑5481) 10

GA231
[03]    La Haya, noviembre 17, 1923, por la tarde (S‑5486) 18
[04]    La Haya, noviembre 17, 1923, por la noche (S‑5487) 27
[05]    La Haya, noviembre 18, 1923 (S‑5489) 35
elprofanador
el profanador de
de textos textos primera pedeeficación:
noviembre 13, 2023
confesiones de invierno con respecto a este libro
(¡siempre charly garcía debe estar presente!) actualizaciones:
Título: ‘El hombre: Su configuración entre la uerte y el
quiero a los libros —esos seres impresos en árboles muertos nuevo nacimiento‘
profanador, ra.
(o debería decir ‘asesinados’)— con ‘sagrado’ respeto, Autor: Rudolf Steiner
(Del lat. profanãtor, -ōris). pero resulta que muchas veces son inhallables… o hallables ISBN: 9 789879 066096
1. adj. Que profana. U. t. c. s. a un precio inalcanzable.
Título original: ‘Der übersinnliche Mensch anthtoposophich
profanar. por eso me convierto en ‘profanador’: ‘deshonro,’ ‘prostitu- erfasst’ [GA231]
(Del lat. profanãre). yo’ la belleza del papel y transfiero la sabiduría a este nuevo
1. tr. Tratar algo sagrado sin ser electrónico. Editorial: Editorial Antroposófica
el debido respeto, o aplicarlo
a usos profanos. Fecha de impresión: 2011
2. tr. Deslucir, desdorar, des- es verdad: dejo sin pan a quien lo creó. pero completo su
honrar, prostituir, hacer uso más profundo deseo: difundir su conocimiento. para colaborar
indigno de cosas respetables. (a mi tampoco me convencen estas ‘razones,’ son puro bla,
bla, bla.) Correcciones: para aportar correcciones a los textos, por favor, enviar un email a elprofa-
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a fin de cuentas, millones de libros han sido leidos ‘fotoco- cado. Si quieren aportar el tiempo de datilografiado, por favor, enviar un email a elpro-
piados’ en ese formato. (en realidad, los más beneficiados fanadordetextos@yahoo.com, poniendo en el ‘Asunto: Tipear.’ Gracias.
son los que venden recargas truchas de cartuchos.)
GA / S- BM párrafos
Los libros escritos por Rudolf Los Boletines de Meto- Para facilitar las referencias
Steiner y las recopilaciones dología para los presentes y cruzadas, los párrafos son
de conferencias se catalogan futuros maestros Waldorf’ fueron identificados con un número (02)
según el ‘GA,’ ‘Gesamtaus- publicados por Juan Berlín desde o un número y una letra (02c) al
gabe’ [‘Edición Completa’]. México. inicio de los mismos.
Se ha intentado referir al GA Los artículos son identificados En todos los casos, el número
para evitar confusiones. La cita con el número de boletín y una indica el número de párrafo
‘[GAnnn:cc:pp]’ significa ‘párrafo letra según el orden de aparición correspondiente a la edición
pp’ de la ‘conferencia cc’ del GA en el mismo. La cita ‘[BM024c]’ alemana.
‘nnn.’ Hay más de 354 GAs. significa ‘el tercer artículo La letra representa una subdivi-
Cada conferencia se idenitica (letra c)’ del ‘boletín 24.’ sión de dicho párrafo, en caso
con la sigla ‘S-nnnn,’ ’Sch- En el caso de suplementos, se que ayude a la mejor identifica-
midt,’ apellido del autor del usa directamente la letra ‘s’: ción de los temas.
listado. Hay mas de 5.695. [bm011s].
Rudolf Steiner [ga231] ii El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
acerca de este proyecto [01]    hombre suprasensible (i) 02c
Dentro de nuestra civilización y del conoci‑
nota de el profanador de textos La Haya, noviembre 13, 1923 (S‑5479) miento usual no se concibe al hombre atravesando
nacimientos y muertes.
02d
En efecto, con el transcurso de los siglos, se ha
hecho corriente el inculcar a los niños desde la
escuela, que la concepción moderna del mundo ha
demostrado que la Tierra es algo así como un grano
de polvo en el Universo, y que sobre ese grano de
polvo, se desplaza el ser humano, desde luego como
un grano de polvo más pequeño aún, insignificante
en sentido cósmico.
02e
Y dado que esa concepción del grano de polvo
De que ‘vamos a morir’ —a dejar esta existencia Para estas conferencias internas se me ha sugerido el terrestre ha anidado en todas las mentes y, con ello,
terrenal— es quizás de lo único que podemos estar tema: ‘El hombre suprasensible, desde el punto de en todos los corazones, se ha perdido por completo
seguros. vista de la Antroposofía.’1 la posibilidad de relacionar al hombre con aquello
01b
Y muchos le tienen miedo ‘a la muerte’ porque Trataremos de iluminar este conocimiento y esta que se halla fuera de lo terrestre.
02f
piensan son ‘sólo materia.’ comprensión suprasensible del hombre desde los Con insistencia realmente inequívoca —aunque
Pero al reconocer que somos espíritus encarna‑ más variados aspectos. la gente no sea consciente de ello—, una voz exhorta
01c
dos, nos sentimos más ‘confortables’ con la muerte Como sólo disponemos de pocas conferencias, hoy enérgicamente al ánimo humano a que vuelva a
física del cuerpo, porque sabemos que cómo cons‑ enfocaré directamente el centro del asunto. dirigir su mirada hacia lo suprasensible de su esencia
02a
ciencia seguimos existiendo. Por el simple hecho de referirnos al hombre su‑ y, con ello, a la esencia del mundo.
02g
Pero entonces nos surge la pregunta: ¿Qué pasa prasensible, entrarnos inmediatamente en conflicto Tengamos presente que en el curso de los últimos
después? con el actual concepto del hombre. siglos, el materialismo3 se ha apoderado incluso del
02b
Este ciclo de conferencias de Rudolf Steiner nos Desde hace bastante tiempo, ese término, ‘hom‑ conocimiento del hombre.
02h
introduce en ese proceso que nuestro espíritu vive bre suprasensible,’ ni siquiera se menciona entre ¿Qué es, en realidad, ese materialismo?
03a
entre una muerte y el nuevo nacimiento. quienes se consideran ‘idealistas.’2 El materialismo es la concepción del mundo que
Espero disculpen mis errores. enfoca al hombre, en su aspecto de criatura origina‑
1
Antroposofía: Rudolf Steiner, su fundador, la caracterizó como: da de las sustancias y fuerzas de esta Tierra.
‘La Antroposofía es un sendero de conocimiento que quisiera 03b
Y si bien no falta quien afirme que el hombre no
conducir lo espiritual en el hombre a lo espiritual en el uni‑
verso. Pueden ser antropósofos quienes sienten determinadas es sólo esto, no tenemos una ciencia que se ocupe de
cuestiones sobre la esencia del hombre y del mundo como una aquella parte del hombre que tiene su origen en algo
necesidad tan vital como la que se siente cuando tenemos que no sean esas sustancias y esas fuerzas terrestres.
hambre y sed.’ [n. del pr.]
2
monismo: Postura filosófica que sostienen que el universo está 3
materialismo: 2. m. Fil. Concepción del mundo según la cual
constituido por una única sustancia (arjé), causa o sustancia no hay otra realidad que la material, mientras que el pensa‑
primaria. El monismo materialista reduce todo a la materia; miento y sus modos de expresión no son sino manifestaciones
el monismo espiritualista o idealista (idealismo hegeliano) el de la materia y de su evolución en el tiempo. Diccionario RAEL
principio único sería el espíritu, o Dios mismo. [n. del pr.] [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 1 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
03c
Por lo tanto, no es del todo sincera la aseveración porque se les escapa el inmenso alcance de toda la ¿Qué es esto?,
de mucha gente —bien intencionada desde su punto información detallada que el materialismo nos ha ¿Qué es lo que así se conoce del hombre?
07a
de vista— de que se puede aceptar lo eterno del suministrado. Lo que se conoce es muchísimo: se conoce todo
03k
hombre de alguna manera, a pesar de todo. Pero tampoco sospechan las consecuencias de la lo que es posible conocer hoy en día.
03d 07b
El materialismo no existe simplemente para que concepción materialista para el cabal conocimiento Pero si salimos de este ángulo médico, y penetra‑
se le refute; el mero deseo de refutar permanente‑ del hombre. mos en algún otro —por ejemplo, consultando a los
03l
mente al materialismo resulta hoy algo diletante. Situemos esto ante nuestra alma, como punto de psicólogos, es decir, a los conocedores del alma—, el
03e
Lo que entra en consideración en primer término partida de nuestras reflexiones. asunto se toma harto dudoso y cuestionable.
04a 07c
es, ante todo, lo grandioso, lo imponente, lo signifi‑ Si observamos al hombre tal como puede cono‑ E inmediatamente nos percatamos de que la
cativo que es el materialismo, en lugar de considerar cerlo la ciencia, y si procedemos con toda sinceridad, ciencia natural —sobre la que descansa el estudio
las teorías que, apoyadas en él, ponen en duda el llegaremos a un descubrimiento interesante, a un serio de la medicina— encierra resultados de inves‑
mundo espiritual, lo niegan totalmente o, por lo hecho muy peculiar. tigación sumamente respetables, tan sólidos que, la
04b
menos, niegan la posibilidad de conocerlo. De todo lo que aportan la fisiología, la biología, mayoría de las veces, quienes los sustentan, no se
03f
¿De qué sirve, al fin Y al cabo, el que la gen‑ la química, etcétera, para explicar al hombre, vemos hallan a la altura de su solidez.
07d
te afirme, basándose en algún estado de ánimo o cómo se combinan las distintas sustancias y fuerzas Los estudiantes se aburren con las materias fun‑
tradición religiosa, que el pensar, el sentir y el querer de la Tierra para elaborar los músculos, el sistema damentales, pero de eso no tiene la culpa la ciencia
del hombre han de existir como algo autónomo, al nervioso, el sanguíneo, los diversos sentidos, sinteti‑ natural, sino quienes la enseñan.
07e
margen del cerebro, para que luego venga la ciencia zando al ‘hombre entero’ del que se ocupa la ciencia. De ahí que nunca debiera hablarse de la ‘aburri‑
05a
moderna y fraccione al hombre y, con ello, fraccione Aquí nos encontramos frente a un hecho singular. da ciencia natural’ sino solamente de los ‘aburridos
06a
también al alma humana? Indiscutiblemente, nuestro primer contacto con profesores’ que la enseñan.
03g 07f
El procedimiento más usual es investigar el encé‑ la ciencia se dirige, con toda razón, a las áreas de su La culpa no es de la ciencia natural que ofrece
falo4 en condiciones patológicas.5 mayor éxito. resultados realmente sólidos.
03h 06b 07g
¿De qué sirve que, basados en algún impulso Indagamos, por ejemplo, la antropología, la Por mucho que los representantes de las ciencias
místico o en la tradición religiosa, hablemos de la ciencia del hombre, que subyace a lo que el médico naturales parezcan lo que los alemanes llaman ‘aban‑
inmortalidad de la vida anímica, si, cuando esa vida tiene que aprender en la universidad como base de donados de todos los buenos espíritus,’ la ciencia
anímica se halla enferma, sólo se nos ocurre atender su misión terapéutica. natural en sí misma trabaja con buenos espíritus.
06c 08a
el sustrato corpóreo, esto es, el cerebro o el sistema Al prepararse para estudiar al hombre, primero Pero si luego pasamos, de los resultados de
nervioso? le informan acera de las ciencias fundamentales, y investigaciones sumamente sólidas, a los psicólogos
03i
Todo esto es herencia del materialismo. luego las ciencia médicas específicas. o filósofos, por ejemplo, y observamos cómo se refie‑
03j 06d
Y muchos de los que hoy día se lanzan a refutar‑ Imaginémonos todos los conocimientos del ren ellos al ‘alma,’ e incluso a ‘lo eterno del hombre,’
lo, verdaderamente no saben lo que están haciendo, médico acerca del hombre, compendiados como si pronto nos percataremos de que —si trascendemos
fuera en un manual. lo que es el legado tradicional de épocas pasadas—
4
encéfalo: 1. m. Conjunto de órganos que forman parte del siste‑ 06e
Ese compendio contendría, en síntesis, todos los todo son palabras, palabras, nada más que palabra,
ma nervioso de los vertebrados y están contenidos en la cavidad
interna del cráneo. Diccionario RAEL [n. del pr.] conocimientos médicos generales, hasta se comienza palabras sin sentido alguno para el hombre.
08b
5
patológico, ca: 1. adj. Med. Perteneciente o relativo a la pato‑ con la especialización. Si el hombre de hoy se acerca a una filosofía o
logía. 2. adj. Med. Que denota enfermedad o que la implica. 06f
Detengámonos ahora y preguntemos: psicología —para satisfacer sus más profundas nece‑
Diccionario RAEL [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 2 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
09j 12c
sidades anímicas— la encontrará además de aburri‑ Por lo tanto, si con esos medios pretendemos He ahí a lo que se puede llegar por medio de la
da, carente de toda respuesta a sus preguntas. captar al hombre, nuestra mirada no puede trans‑ observación o del cálculo; por lo tanto, nada, que
09a
Por lo tanto podríamos decir: sólo la ciencia cender lo terrenal‑material. se vincule con el hombre —podría decirse que, ese
09k
natural ofrece hoy en día verdaderos conocimientos Pues enfocando tan sólo lo terrenal no abarcamos modo de observar no sirve para el hombre—.
13a
a quien los busca. más que lo perecedero en el hombre. La observación suprasensible nos encamina, de
09b 10a
Pero, ¿que es lo que la ciencia natural enseña en Sin embargo, tengamos en cuenta que precisa‑ inmediato, hacia algo distinto.
13b
relación con el hombre? mente lo terrenal en sí, no puede comprenderse en Valiéndonos de ella, nos detenemos en las posi‑
09c
Enseña lo que nace —inicia— con el nacimiento absoluto por sí solo, como veremos más adelante. ciones de los planetas cercanos a la Tierra: Saturno
10b
o la con la concepción, y perece —termina— con la Nos vemos invitados a prescindir de la Tierra y Júpiter, Marte, luego la Tierra misma, Mercurio,
muerte. dirigir nuestra mirada hacia el entorno de la Tierra. Venus, Luna.
09d 10c 13c
¡Eso es todo! Pero si la ciencia actual explora lo que rodea En efecto, ante la observación suprasensible, la
09e
Y es así, porque esto es lo único que ella puede a la Tierra, sólo llega a calcular la distancia de las Luna no ha de considerarse como un simple satélite,
afirmar con honestidad. estrellas, a describir sus trayectorias, a dirigir el sino como un planeta de la misma categoría que la
09f
De ahí que, quien desee proceder con honestidad espectroscopio hacia los astros, y a explicar cómo los Tierra.
13d
en el conocimiento integral del hombre se ve obli‑ fenómenos lumínicos que en ellos se manifiestan, Respecto del movimiento de los planetas, la
gado a dirigir su mirada hacia algo que esté fuera del permiten inferir que los astros contienen las mismas ciencia actual calcula que para dar una vuelta al Sol
alcance de los recursos científico‑naturales usuales. substancias que la Tierra. Saturno, por ejemplo, tiene que recorrer un largo
09g 11a
Esto es, deberá fundar una auténtica ‘ciencia del Esa ciencia de lo supra terrenal o extra‑terrenal camino, y necesita mucho tiempo, treinta años;
alma y del espíritu,’ que descanse en la experiencia y realmente no trasciende el ámbito de la Tierra; no que Júpiter necesita :menos tiempo, y Marte menos
la observación de la realidad espiritual, como antaño puede. todavía.
11b 13e
descansaba en ella el conocimiento del espíritu. Así pues, como referencia inicial de nuestras Así pues, al mirar el cielo estrellado se ve una
09h
Pero esto sólo es posible si se recurre a los pro‑ reflexiones de hoy, quiero presentarles ciertos puntos estrella o un planeta en un lugar o punto determina‑
cedimientos señalados en mis libros: ‘¿Cómo se ad‑ de vista que se irán verificando a medida que avan‑ do; y en algún otro lugar o punto se ve otro planeta
quiere el conocimiento de los mundos superiores?,’6 cemos con nuestras afirmaciones. distinto: Saturno, Júpiter, etcétera
12a 13f
‘La ciencia oculta. Un bosquejo,’7 y otros, que La ciencia actual limita su mirada hacia la Tierra. Pero todo lo que se ofrece al ojo sensible de esta
12b
capacitan al hombre para la visión efectiva de lo es‑ Si dirigimos esa misma mirada hacia afuera, manera —ahí está Júpiter, allá Saturno— todo esto
piritual, y para hablar de ello como la ciencia natural es decir, hacia lo que se ofrece a los sentidos fuera tiene también una esfera etérica; todo se halla cobija‑
habla de lo sensible‑material. del ámbito de la Tierra, hacia el mundo sideral, do dentro de una fina substancialidad, dentro del
09i
Todo lo que en nuestro planeta es accesible a los lo primero con que tropezamos es con el sistema éter.8
13g
sentidos, todo lo susceptible a experimentación, planetario, con los astros que en cierto modo guar‑ De percibir también el éter, se observa, por
todo esto, por parcial que sea, anda por buen ca‑ dan parentesco con nuestra Tierra, y que ejecutan ejemplo, que Saturno —ese planeta que a la mirada
mino; pero sólo suministra conocimientos sobre el movimientos que se suponen similares a los de ella externa ofrece la extraña estructura de una esfera
hombre perecedero, sensible, y temporal. en torno al Sol, o bien movimientos que se despla‑ rodeada de anillos— ejecuta alguna actividad en
6
Steiner, Rudolf. ‘¿Cómo se adquiere el conocimiento de los zan en alguna dirección del espacio, sincronizados 8
Este ‘éter’ es diferente del ‘éter lumínico’: A finales del siglo XIX,
mundos superiores?’ [GA010] [n. del pr.] con los del Sol. se refería al elemento propuesto como medio de propagación
7
Steiner, Rudolf. ‘La ciencia oculta. Un bosquejo.’ [GA013] de la luz. El experimento de Michelson-Morley de 1887 demos‑
[n. del pr.] tró que no existía. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 3 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
13r
relación con el éter que lo circunda, es decir, que Y así, lo que va grabándose de esta manera en el el sistema planetario grabando en el éter cósmico
se halla activo frente a eso que envuelve y contiene éter hasta Mercurio, Venus, Luna, todo esto se inte‑ aquello que, particularizado por las condiciones te‑
toda la esfera planetaria. gra en una grandiosa imagen viva. rrestres, existe como imagen espacial de la superficie
13h 14a
Desde el punto de vista espiritual, Saturno irradia Así llegamos, pues, a diversas imágenes parciales. dérmica, incluyendo los órganos sensorios.
14b 15c
fuerzas, algo que puede percibirse como una forma. Quizás digan: esas imágenes son de tal índole He aquí, pues, el primer resultado: el hombre en
13i
Lo que Saturno ofrece a la observación física es que, en ciertos momentos Saturno, por ejemplo, se tanto criatura de la Tierra, dotado de la figura que
sólo una parte, y no la más importante —es algo que encuentra en un lugar donde no puede coincidir con le es dada en virtud de su envoltura dérmica, queda
va desvaneciéndose ante la mirada espiritual—. la imagen de Júpiter. conectado con el sistema planetario que estructura,
13j 14c
Esta mirada espiritual intuye algo que puede Pero he aquí que incluso esto está previsto, pues modela y forma en el éter su imagen arquetípica
formularse diciendo que los espíritus del mundo lo que ahí se observa, se conjuga de manera extraña: celeste.
16a
desean poner a Saturno en ese lugar para que sirva existe una línea en la Tierra que puede trazarse desde Lo segundo es: vemos cómo se mueven los
de directriz a la mirada que observa. determinado punto del Oriente, en Asia, a través planetas.
13k 16b
Pero si dirigimos la mirada espiritual hacia ese del centro de la Tierra hacia el lado opuesto, y luego Observando a un sólo planeta, obtenemos deter‑
lugar, tenemos una impresión comparable a alguien prolongarla hacia el Universo, y esta línea es de im‑ minada imagen de su trayectoria, según el sistema
que dibujara algo en el pizarrón tan sólo como portancia singular para toda la visión espiritual. ptoloméico,9 y otra distinta según el copernicano.10
14d 16c
punto de referencia, luego dibujara algo en derredor Si Saturno se encuentra fuera de esta línea, quien Aunque así sea, esto no es lo que importa: existen
suyo, y luego borrara los puntos de referencia. contempla se ve motivado a transferir a esa línea las más variadas maneras de interpretar los movi‑
13l
A la mirada espiritual esto se produce por sí solo: la imagen obtenida de Saturno, y ésta queda fijada mientos individuales.
16d
Saturno se extingue, a la vez que cobra más y más sobre ella. Lo que interesa es la capacidad de abarcar con
14e
relieve lo que lo rodea. Para la observación suprasensible, aquellas imá‑ una mirada de conjunto todos esos movimientos.
13m 16e
¡Lenguaje maravilloso! genes se sitúan siempre a lo largo de esa línea. [Hace El de Saturno, con su trayectoria más lenta y que
13n
Si logramos esa extinción de Saturno, y percibi‑ un dibujo.] necesita más tiempo, se coordina con el movimiento
14f
mos lo que partiendo de él se imprime en el entorno Así pues, si en alguna parte se divisa la imagen de Júpiter, e integran una imagen —análogamen‑
en el éter , la impresión se extiende hasta Júpiter. de Júpiter o de Saturno, ciertamente hay que loca‑ te, todos los movimientos planetarios individuales,
13o
Júpiter, a su vez, hace lo mismo: también se lizarlas primero, pero luego ellas se fijan en dicha integran un todo—.
extingue, y aquello que, desde él, se introduce en el línea, y se obtiene una imagen perfectamente ho‑
éter circundante, se expande hacia lo lejos. mogénea: nuestro sistema planetario —considerado
13p
Nuevamente nace una forma etérica, forma que de esta manera— nos ofrece una imagen de forma
integra una imagen junto con la de Saturno. unificada. 9
Claudio Ptolomeo (ca. 100-ca. 170): Astrónomo, astrólogo,
13q
Avanzamos luego hasta Marte, y se repite lo 14g
¿Y qué es esta imagen homogénea? químico, geógrafo y matemático griego. Su modelo del universo
15a define que la Tierra esta inmóvil y ocupa el centro del univer‑
mismo; luego, hacia el Sol donde hemos de tener Al descifrarla, se acierta con lo que significa: una so, y que el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas giran a su
en cuenta la peculiaridad de que en tanto que el Sol réplica de lo que es la epidermis humana, incluyen‑ alrededor. [n. del pr.]
físico externo nos deslumbra, en el Sol espiritual se do los órganos sensorios.
10
Teoría Copernicana o heliocéntrica del sistema solar: Teoría
15b
desarrollada por Nicolás Copérnico, concebida en primera
extingue todo lo deslumbrante. Si estudian la epidermis humana incluyendo instancia por Aristarco de Samos, que coloca al sol como centro
los órganos sensorios, y tratan de expresarla como del universo, presentada en su libro ‘De revolutionibus orbium
imagen celeste, obtendrán lo que acabo de describir: coelestium’ [‘Sobre las revoluciones de las esferas celestes’].
[n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 4 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
16f 17d
Y esa imagen que nace del movimiento de Si ascendemos de la imaginación a la inspiración, porque lo que antes transcurría como ritmo de
los planetas no concuerda con la que ofrece la se extingue la pluralidad de los movimientos indivi‑ azul‑rojo, azul‑rojo, azul‑rojo, etcétera, se convierte
astronomía. duales, hecho sumamente significativo. en melodía.
16g 17e 18g
Existe, por ejemplo, la peculiaridad de que la ob‑ Se desvanece de la imagen aquello que puede Nos vemos, pues, en la necesidad de pintar algo
servación espiritual no registra las imágenes elípticas llamarse visión u observación, en sentido estricto. diferente, de crear la estructura que la melodía nos
17f
que la astronomía exhibe. Pero al mismo tiempo se empieza a oír espiritual‑ canta: ¡ritmos cósmicos!, ¡melodía cósmica!
16h 18h
Si seguimos a Saturno, por ejemplo, reparamos mente, y lo que antes era movimiento se enturbia, Y una vez introducido todo esto en nuestro
en que su movimiento se combina con otros para se hace borroso, hasta culminar en una imagen dibujo, se habría objetivado espacialmente la músi‑
integrar la figura de un ocho, a modo le lemniscata. nebulosa. ca cósmica, tal como se expresa al desvanecerse los
16i 17g
En ésta, a su vez, interfieren, modificándola, toda Pero de ella surge, plasmándose, la música movimientos de los planetas en la niebla.
18i
suerte de otros movimientos planetarios, y ¡surge cósmica —los ritmos cósmicos se tornan audibles La música cósmica se torna audible para el oído
otra imagen! espiritualmente.—. espiritual; en el esquema quedan trazadas las vías
16j 17g
Y esta imagen generada por los movimientos pla‑ ¿Cómo modificar nuevamente nuestra silueta sanguíneas.
18j
netarios se nos insinúa como la imagen cósmica que cósmica, luego de haber hecho lo primero? Si luego llegamos al corazón o a los pulmones
18a
subyace en el hombre en los nervios con las glándu‑ Mucho puede transformarse con ayuda del arte. —es decir, a uno de los órganos que reciben algo del
18b
las adyacentes. Si trazamos el perfil del hombre, y luego en él in‑ exterior del cuerpo, o bien absorben sustancias de su
16k
Así, si de la epidermis y de los órganos sensorios sertamos el sistema nervioso, recibimos la sensación interior— hemos de pintar algo que se adhiera, en
insertados en ella —cuya imagen arquetípica es el de estar dibujando la realidad. cierto modo, a las vías sanguíneas, y así se perfilan
18c
ordenamiento de los planetas tal como se revela En cambio, aquello que oímos como música el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones, el
a la observación espiritual— avanzamos hacia los cósmica no puede expresarse directamente median‑ estómago.
18k
movimientos de los planetas, y los conjugamos en te el dibujo o la pintura, pues se trata de ritmos y Dibujamos, pues, estos órganos que están rela‑
una imagen sintética, podemos trazar una silueta de melodías. cionados con las vías sanguíneas, son los órganos
18d
la figura humana con este sentimiento: ‘esta silueta Si pretendiéramos incluir lo escuchado en dicho secretorios, a los que podemos agregar la secreción.
18l
reproduce al sistema planetario.’ contorno tendríamos que apoyarnos en el trazo Estos órganos surgidos de la música cósmica, los
16l
Y si insertamos en su trazo el sistema nervioso y del sistema nervioso, que ya trazado previamente, dibujamos ahora en el sistema sanguíneo de nuestro
las glándulas secretoras, si procedemos con la certeza tomando el pincel y coloreando rápidamente una esquema.
18m
que dicta nuestra observación, cada trazo nos produ‑ mancha roja en algún lugar, luego rápidamente una Avancemos ahora de la inspiración a la intuición,
cirá el sentimiento: ‘estas delineando el retrato físico azul, luego rápidamente otra roja, luego otra azul, donde la música cósmica origina algo muy peculiar.
18n
del movimiento interplanetario que has percibido.’ siguiendo así a lo largo de todo el sistema nervioso, Los sonidos se conjugan, un sonido ejerce un
17a
Y eso no es todo. hasta llegar a un choque, una detención súbita. efecto sobre el otro, y se empieza a percibir la regu‑
17b 18e
El hombre mismo puede avanzar en su percep‑ No podemos seguir adelante, hemos de pintar laridad intrínseca en esa música cósmica, convertida
ción espiritual del mundo. algo distinto: he ahí la expresión de lo que somos. en lenguaje del Cosmos.
17c 18f 18o
Al trazar los nervios con las glándulas adyacentes Es posible traducir en un dibujo lo que se oye; Se hace audible lo que debiera compendiarse
ha obtenido una imagen del movimiento planetario, pero si se intenta insertarlo en el esquema mencio‑ bajo la palabra ‘lenguaje cósmico,’ y que en tiempos
pero su conocimiento puede trascender ese punto, y nado se percibe la necesidad de ampliarlo en deter‑ primitivos se concebía como ‘Verbo cósmico’—el
así desaparecer los movimientos individuales. minados lugares, de crear un módulo muy distinto, ‘Verbo cósmico’ se hace audible—.

Rudolf Steiner [ga231] 5 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


el profanador de textos
18p 22a
Al oírlo, nos sentimos motivados, nos hacemos piritual hemos de poder recordar en todo momento El conocimiento suprasensible nos permite alcan‑
conscientes de que hemos de trazar un nuevo rasgo lo presente en el mundo físico. zar este mundo, ya durante la existencia terrenal.
20f 22b
en nuestro dibujo del hombre. Por lo tanto, si consideramos nuevamente al prin‑ Después de la muerte, todo hombre pasará por
18q
El procedimiento ha de ser similar al que apli‑ cipio plasmador del sistema planetario, olvidaremos ese conocimiento, que será tanto mejor cuanto me‑
camos en la escritura o dibujo cuando queremos momentáneamente lo que existe en la Tierra, lo que jor se haya preparado para ello durante la existencia
expresar algo por medio de letras —así es como nosotros mismos hemos reconocido como los más terrenal.
22c
se expresa el significado de las palabras cósmicas hermosos resultados de la ciencia física. Pero deberá transitar por él.
20g 23a
distintas—. Por excelente que sea nuestro conocimiento de las Cuando el hombre aquí en la Tierra desea reco‑
18r
Y ¿qué resulta? ciencias naturales, cuando nos elevamos a la explo‑ nocer su propia figura se mira a si mismo, o se saca
18s
Cuando expresamos los distintos verbos cósmi‑ ración de lo espiritual hemos de empezar recapaci‑ una foto.
23b
cos, e introducimos su contenido en nuestro dibujo, tando sobre lo aprendido en el campo de lo físico, y Después de la muerte, el único recurso para reco‑
surge el sistema muscular y óseo. reconocerlo como sostén indispensable. nocer la figura humana, propia o ajena, es concen‑
18t 20h
Cuando alguien nos dice algo, lo anotamos A pesar de ello, lo físico se aleja de nosotros, y se trar la atención en la configuración planetaria.
23c
escribiéndolo; de manera similar, cuando el lenguaje convierte en algo así como recuerdo. Lo que le muestran los planetas se le revela como
21a
cósmico nos dice algo, lo anotamos dibujándolo. En cambio ahora surge algo que, comparado con su propia figura: reconoce que lo que ya describí es,
19a
Hemos llegado a perfilar al hombre entero con lo el conocimiento físico, es de vivacidad especial, tan en verdad, la figura humana, en la que se halla en‑
que el mundo extra‑terrenal nos dice. vivaz como un acontecimiento actual en compara‑ tretejido el obrar y entretejer de la Tercera Jerarquía
19b
¡Y esto no es todo! ción con otro que sólo perdure en el recuerdo. —Ángeles, Arcángeles, y Principados—.
19c 21b 24a
En el transcurso de nuestra observación surge Lo que surge es lo que podemos observar como la Pero continuemos ascendiendo.
24b
además un elemento esencialmente distinto. fuerza plasmadora de forma en el sistema planetario. Reconociendo que el entretejer y vivir de los
19d 21c
¿De qué se trata? En este momento estaremos rodeado de un am‑ Ángeles, Arcángeles y Principados se relaciona con la
20a
Retrocedamos a los orígenes de ese todo arque‑ biente totalmente distinto. forma de la epidermis humana y los órganos senso‑
21d
típico del cuerpo humano, es decir, a la forma que Aquí se halla presente lo que en mi libro ‘La rios insertos en ella, podemos avanzar en este cono‑
encontramos grabada en el éter. ciencia oculta’ señalé como Tercera Jerarquía —esto cimiento del hombre y del mundo extraterrestre.
20b 24c
Al llegar a ese conocimiento se nos desvanece lo es, la de los Ángeles, Arcángeles, y Principados Pero antes aclaremos que, aquí en la Tierra, afir‑
terrenal, que subsiste tan sólo como recuerdo. (Espíritus de la Personalidad)—. mamos que el hombre tiene una u otra forma —uno
20c 21e
Es más: es imperativo que perdure como recuer‑ Nos percatamos entonces de que en ese plasmar tiene determinada frente; otro tal nariz; un tercero
do, pues de lo contrario careceríamos del sostén in‑ vive la Tercera Jerarquía —un mundo nuevo que tiene los ojos tristes; un cuarto los tiene sonrientes,
dispensable, incluso, para el investigador espiritual. despunta ante nosotros—. etcétera— y aquí nos quedamos.
20d 21f 24d
Tengamos presente que no es recomendable la Ya no nos limitamos a afirmar que ha surgido Mediante el conocimiento cósmico nos vemos
investigación espiritual al margen del conocimiento ante nosotros la imagen cósmica arquetípica de la llevados a reconocer la acción plasmadora de la
de lo físico. figura humana — nacida del sistema planetario—, Tercera Jerarquía en todo lo que conforma la figura
20e
Así como, al emprender algo en la vida física, sino que ampliamos esta afirmación diciendo que humana.
24e
hemos de poder recordarlo —pues sin el recuerdo de en la figura arquetípica del hombre obran y tejen En realidad, esa figura humana no es producto de
las experiencias físicas no somos individuos sanos— las entidades de la Tercera Jerarquía —Principados, la Tierra; en la etapa embrionaria, lo terrenal sumi‑
del mismo modo para el conocimiento científico‑es‑ Arcángeles, y Ángeles—. nistra tan sólo la materia que le da la estructura.

Rudolf Steiner [ga231] 6 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


el profanador de textos
24f 26d 28c
Los autores auténticos son los Principados, los Es difícil expresar en qué se diferencia el primer Efectivamente, se suele empezar con el esqueleto
Arcángeles, y los Ángeles, quienes elaboran esa figura género de actividad, el que corresponde al sistema aunque eso carezca de sentido incluso para la obser‑
desde el Cosmos. nervioso, del que corresponde al sistema sanguíneo y vación más trivial, pues como se sabe, el esqueleto se
25a
Si damos el siguiente paso ascendente para rítmico. concreta12 a partir del elemento líquido del hom‑
26e
captar la confluencia de los movimientos —de los Quizás acertemos diciendo que en la primera bre; es tan sólo el remanente de lo líquido, no es lo
que son réplica el sistema nervioso y las glándulas actividad, la ‘Segunda Jerarquía’ mira hacia abajo, primero.
28d
secretoras— encontramos a la Segunda Jerarquía — hacia lo terrenal, en tanto que en la segunda activi‑ Sólo así podemos comprenderlo.
28e
Potestades, Virtudes y Dominaciones—, entretejida dad su mirada se dirige hada arriba. Contrariamente ¿qué camino se sigue en
26f
en los movimientos planetarios. La misma jerarquía genera una vez el sistema antropología?
25b 28f
Y como esas entidades de la Segunda Jerarquía se nervioso —dirigiendo su mirada hacia la Tierra—, y Estudiando los brazos, las manos, los huesos del
hallan unidas con la imagen cósmica arquetípica de otra vez el sanguíneo —dirigiendo su mirada hacia brazo, los del antebrazo; los huesos de la mano, de
nuestro sistema nervioso y glandular y trabajan en el mundo espiritual, hacia el cielo—. los dedos, etcétera; y así se suma todo ese sistema
27a
ella, llega la etapa en nuestra existencia postmortem Si de ahí avanzamos a la intuición, percibiendo óseo y se lo memoriza.
28g
—algún tiempo después de haber interpretado la cómo el sistema muscular y óseo del hombre está Y saben que el conocimiento se aplica a los mús‑
figura humana desde su imagen cósmica arquetípi‑ siendo entretejido por la virtud plástica de la pala‑ culos, aunque esto ya sea más difícil.
28h
ca— en que ascendemos a la Segunda Jerarquía, y bra cósmica, del lenguaje cósmico, nos acercamos Siguen después los demás órganos —memoriza‑
comprendemos cómo el hombre terrenal, del que a la Primera Jerarquía —Querubines,Serafines, y dos como siempre— de lo que resulta un revoltijo
entonces nos acordamos, se halla constituido por las Tronos—. de ideas confusas.
27b 29a
Potestades, Virtudes y Dominaciones, en lo que se Así, habremos llegado aproximadamente al mo‑ Pero la mente sana desea aprender algo más sobre
refiere a su pensar, su sistema nervioso y glandular. mento entre la muerte y el nuevo nacimiento que el particular, saber de quién depende todo esto, y
25c
Entonces al contemplar la figura humana, en en mis dramas misterio11 he caracterizado como la qué sucede con los misterios del Cosmos.
29b
cuanto a su apariencia física, la reconocemos escul‑ ‘medianoche cósmica,’ es decir, el momento en que La observación auténtica del hombre usa un
pida por las entidades de la Segunda Jerarquía, no hemos de comprender que son las entidades de la procedimiento distinto: parte de la epidermis y de
como si, de alguna manera, fuera obra de la electrici‑ Primera Jerarquía las que han entretejido, generado, los sentidos insertos en ella, para llegar, ascendien‑
dad, del magnetismo, o de otros factores similares. y creado la posibilidad de que el hombre se mueva do, hasta la jerarquía de los Ángeles, Arcángeles y
26a
Continuamos avanzando y, al ascender a la músi‑ en el mundo, dotándole de la facultad motora. Principados.
28a 29c
ca cósmica, a la melodía cósmica, al ritmo cósmico, Así es cómo observamos al hombre con nuestro Continuará luego penetrando en el interior del
comprobamos nuevamente la realidad de un arque‑ conocimiento suprasensible, y vemos que tras todo hombre, encontrando el sistema nervioso y glandu‑
tipo cósmico del hombre. esto, existe un mundo de entidades espirituales de lar, y enlazándose así con la siguiente jerarquía, la de
26b
Ya les mostré cómo se dibuja en el contorno dimensión cósmica. las Potestades, Virtudes, Dominaciones.
28b 29d
humano. Hoy en día estamos acostumbrados a concebir la Permanece en esa jerarquía al avanzar luego
26c
Pero al llegar a esa etapa no produce ningún figura humana partiendo de una comprensión del hacia el sistema sanguíneo y la organización ya
avance en la contemplación de las jerarquías, pues lo sistema óseo. caracterizada.
29e
que entonces encontramos continúa siendo obra de Finalmente, al llegar al cisterna muscular y óseo,
la Segunda Jerarquía —Potestades, Dominaciones, 11
Steiner, Rudolf. ‘Cuatro Dramas-Misterios.’ I: ‘La puerta de la generado por el sistema sanguíneo, y los demás órga‑
Virtudes—. iniciación’; II ‘La prueba del alma’; III: ‘El guardián del umbral’;
IV: ‘El despertar del alma.’ [GA014] [n. del pr.] 12
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 7 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
31c 32i
nos, y que dota al hombre de movilidad, se asciende Lo que se puede describir por su medio deven‑ Esto no es así en el animal, que no puede sino
a la Primera Jerarquía. drá en visión y experiencia para el hombre —en las plasmar su vida según los movimientos de los plane‑
29f
Y se comprende que el sistema muscular y óseo es próximas conferencias trataremos del modo en que tas, como podemos comprobarlo13 en cada una de
obra de esa jerarquía, la de los Serafines, Querubines esto sucede—. las partes del cuerpo del animal.
31d 32j
y Tronos. Al igual que el hombre percibe durante la vida te‑ Así, por ejemplo, si observamos el esqueleto de
30a
Es así cómo tenernos la posibilidad de describir rrena en torno suyo todo lo que deriva de los reinos un mamífero, vemos que los huesos de la columna
la gradación del orden jerárquico de la Tercera a la mineral, vegetal, y animal, así como del humano en dorsal con su típica forma de vértebra son imita‑
Segunda y a la Primera Jerarquía. lo que tiene de físico, del mismo modo percibe entre ción14 auténtica de los movimientos planetarios.
30b 33a
Si describimos todas las actividades que ellas la muerte y el nuevo nacimiento las influencias que Por muchas vértebras que tenga la serpiente,
realizan en lo extra‑terrenal, y que influyen en lo se dirigen hacia el hombre procedentes de la activi‑ cada una es imagen terrestre de los movimientos
terrestre, se plasma una imagen impresionante. dad espiritual cósmica, y lo identifican como resulta‑ planetarios.
30c 33b
Desde allí se percibe el orden jerárquico. do de los actos de las jerarquías superiores. La Luna ejerce una influencia particular sobre la
30d 31e
A las entidades de la Tercera Jerarquía —Ángeles, Oportunamente veremos también la relación que figura del animal.
33c
Arcángeles, y Principados— trabajando en su nivel existe entre estos actos y la morfología de los demás Por ser la Luna el planeta más cercano a la Tierra
inferior. seres terrestres,’ morfología que sólo se hace com‑ su acción es particularmente intensa: el esqueleto se
30e
Vemos luego a las entidades de la prensible de esta manera. conforma en distintas extremidades, y todo esto se
32a
Segunda Jerarquía —Virtudes, Potestades, y En anticipación de lo que he de decir en los conjuga en la forma vertebral.
33d
Dominaciones—, y la acción concentrada de todas próximos días, quisiera agregar lo siguiente. Después de la Luna, entran en consideración
32b
ellas en el Cosmos. Observemos al animal: el animal tiene algo que los demás planetas que se desplazan en trayectorias
30f
Finalmente, dirigimos nuestra atención hacia las sólo guarda semejanza con la figura humana en sen‑ helicoidales: Mercurio y Venus.15
33e
entidades de la Primera Jerarquía —Querubines, tido restringido. Sigue el Sol que marca, en cierto modo, la culmi‑
32c
Serafines, y Tronos— y recién entonces se yergue ¿A qué se debe? nación en la formación del esqueleto.
32d 33f
ante nosotros una imagen comprensible del cuerpo A que el animal no es capaz de reproducir la En efecto, el Sol obra sobre un punto específi‑
humano. figura planetaria grabada en el éter; sólo el hombre co en la formación de la columna: es ahí donde la
30g
El orden de las jerarquías a las que seguimos hasta es capaz de reproducirla. columna empieza a tender hacia la formación del
32e
en sus actos, actos que luego hacemos desfilar ante ¿Por qué? cráneo —que, en verdad, es una metamorfosis de la
32f
nuestra mirada espiritual. Porque sólo el hombre lleva implícita la tenden‑ formación de las vértebras—.
30h
¡He aquí el hombre! cia hacia aquella línea axial que mencioné, donde se
31a
Así se abre el enfoque que comienza precisamen‑ fija dicha imagen planetaria.
32g
te ahí donde termina el otro, y es el único que nos Si el hombre por disposición congénita permane‑
permite trascender los límites del nacimiento y la ciera para siempre siendo niño, no aprendiendo ja‑
muerte. más a andar, arrastrándose siempre, tampoco podría
31b
Ningún otro método puede suministrarnos infor‑ reproducir las configuraciones planetarias.
32h
mación alguna que vaya más allá; el único es el que Sin embargo, su organización humana lo predes‑ 13
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
acabo de señalar. tina a reproducirlas: y así, ha de introducirse en ellas. 14
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
15
Mercurio, Venus: Primer y segundo planetas desde el Sol; se
encuentran entre el Sol y la Tierra. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 8 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
33g 34d 37a
Finalmente, ahí donde los huesos dorsales se A esto se le debe, con justa razón, su nombre: Cuando el hombre atraviesa el umbral de la
‘inflan’ —como dirían Goethe16 y Gegenbaur17—, y zodíaco. muerte deja de existir su figura física, lo que él perci‑
34e
se transforman en huesos craneanos, asistimos a los La palabra ‘zodíaco’ significa ‘círculo de bía al verse en el espejo o en una fotografía.
37b
efectos de Saturno y de Júpiter. animales.’ Tampoco le interesa mayormente; en cambio,
33h 35a
Si seguimos el esqueleto animal de atrás hacía Lo esencial, sin embargo, es que el animal se concentra su atención en el arquetipo cósmico que
adelante para comprender sus huesos, vamos de la mantiene al margen de las formas inscriptas en el se encuentra graba(jo en el éter.
37c
Luna hasta Saturno. éter. Durante la vida terrena, este arquetipo había
33i 35b
Pero en lo que se refiere a la figura animal no es Sólo el hombre participa de las formas inscriptas estado anclado en su propio cuerpo etérico, pero él
posible seguir la configuración estática que se halla en el éter, y se halla en condiciones de hacerlo por‑ no lo percibía.
37d
grabada en el sistema de los planetas —hemos de que está predestinado a andar erguido. Durante la vida terrena, el arquetipo cósmico
35c
detenemos en sus movimientos—. Así, lo que es arquetípico en el hombre es la se halla dentro del ser físico, pero el hombre no lo
33j
En tanto que el hombre los imprime tan sólo en configuración planetaria, en tanto que el animal sólo percibe; necesita morir para percibir su verdadera
su sistema glandular, el animal los introduce en su llega a la reproducción de los movimientos. figura.
36a 37e
figura global. Sinteticemos: hemos evocado una imagen es‑ Y la imagen que contempla entonces es luminosa;
33k
El animal no tiene la posibilidad de orientarse piritual del hombre, una imagen suprasensible del irradia ciertas fuerzas, y esto tiene una consecuencia
según la configuración del sistema planetario, ¡desde hombre, pues toda la descripción que he dado hasta bien determinada.
37f
un principio empieza con el movimiento! ahora de la envoltura dérmica, del sistema nervioso, Esa irradiación obra con los mismos efectos que
34a
En tiempos antiguos se visualizaba ese movimien‑ del sistema sanguíneo, de los músculos y huesos, se un cuerpo luminoso, si bien a nivel etérico.
37g
to del sistema planetario diciendo: el avance de los refería fuerzas, no a algo material —se trata de una El resplandor del Sol es físico; el de aquella
planetas se efectúa pasando por las constelaciones imagen de fuerzas dinámicas—. imagen cósmica del hombre es espiritual; y por serlo
36b
del zodíaco. Esta imagen se une al embrión físico en la con‑ tiene la capacidad de verter luz incluso sobre los
34b
Se sabe, por ejemplo, que Saturno o cualquier cepción y el nacimiento en la Tierra; admite en sí las objetos que se sustraen a la iluminación ordinaria.18
37h
otro planeta efectúa su trayectoria a través de estas fuerzas y sustancias físicas; se satura de sustancias y Aquí, en la vida terrena, podemos exponer al sol
constelaciones. fuerzas terrestres de manera absolutamente precisa, a un individuo que ha realizado actos buenos o ma‑
34c
Por ello es que el conocimiento zoológico relacio‑ aunque de índole puramente espiritual. los, y todo él quedará iluminado, pero no sus actos
36c
naba con el zodíaco, con las formas animales. Al descender a la Tierra, prefigurado por el Cielo, buenos o malos, como cualidades.
37i
el hombre es primero un ser puramente suprasen‑ En cambio, la imagen luminosa de su propia
sible, puramente suprasensible hasta los huesos; figura que el hombre percibe en el mundo espiritual
16
Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832): Poeta, novelista, luego se une con lo embrionario, es decir, con el después de la muerte, irradia una luz que ilumina
dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el roman‑ germen humano físico que ha de saturar el germen sus actos morales e inmorales.
ticismo. Obras: ‘Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister,’ 37j
‘Fausto.’ Trabajos científicos: ‘Metamorfosis de las plantas,’ espiritual. Así pues, después de la muerte, el hombre se
36d
‘Teoría de los colores.’ [n. del pr.] Al nacer adopta la materialidad, y al morir la ve confrontado, junto con su imagen cósmica,
17
Karl Gegenbaur (1826-1903): Anatomista y profesor alemán vuelve a descartar —al pasar por el umbral de la con ‘algo’ que ilumina su propio obrar positivo y
gran defensor de la teoría de la evolución orgánica de Darwin,
trabajó con Ernst Haeckel. Su libro ‘Grundzüge der verglei‑ muerte, recupera su condición espiritual—. negativo.
chenden Anatomie’ [‘Características principales de la anatomía
comparada.’] (1859 se convirtió en el libro de texto estándar de
la morfología evolutiva. [n. del pr.] 18
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 9 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
37k
Durante la vida terrena, ese ‘algo,’ oculto para [02]    hombre suprasensible (ii) 02b
Lo que en el mundo nos sale al encuentro como
nosotros, resuena delicadamente en forma de nues‑ La Haya, noviembre 14, 1923 (S‑5481) cuerpo físico está totalmente impregnado y saturado
tra consciencia ético‑espiritual; en cambio, después de un elemento anímico‑espiritual.
02c
de la muerte, lo vemos como algo objetivo. Todos los elementos morfológicos del hombre —
37l
Sabemos, entonces, que lo percibido somos noso‑ la forma de su frente, de toda su cara, etcétera— se
tros mismos, y con ello nos encontraremos después deben a las potencias espirituales que le dotan de
de la muerte. ellos.
38a 02d
Entonces nos volvemos inexorables con nosotros Por eso es habitual que el investigador espiritual
mismos. se vea obligado a referirse a la figura humana, inclu‑
38b
Porque esa fuente iluminadora no es compla‑ so cuando el hombre ya ha trascendido el umbral de
ciente con lo que podríamos alegar en disculpa de la muerte.
02e
nuestros errores o en exaltación de nuestras virtudes De hecho, la consciencia imaginativa constata
aquí en la Tierra. Ayer tratamos de vincular el hombre con el Cosmos, que, para la visión física, el difunto nos muestra
38c
La luz que emana de nosotros mismos es juez in‑ y mediante reflexiones pretendimos llegar a un fun‑ una silueta sumamente clara e impresionante, una
sobornable que ilumina y valora claramente nuestro damento que nos permitiera elucidar totalmente la ‘figura’ que, al principio, causa la impresión de ser
obrar. naturaleza suprasensible del hombre. algo externo, pues hemos de imaginar la naturale‑
38d 01b
Tras la muerte, nuestra consciencia ético‑espiri‑ Hoy empezaremos de manera más bien suprasen‑ za anímico‑espiritual del hombre como de índole
tual se convierte, ella misma, en impulso cósmico sible exterior, haciendo algunas observaciones com‑ ético‑espiritual.
02f
que actúa desde de nosotros. plementarias a lo dicho ayer, en cuanto que hemos Sin embargo, sólo podremos llegar a un concepto
39a
He ahí todo lo que conduce del hombre terrenal de enfocar esa naturaleza suprasensible incluso una espiritual sólido si tomamos como punto de partida
al hombre suprasensible. vez abandonado el cuerpo físico, y el etérico que lo esas imaginaciones, esas formas‑figura que el hombre
39b
El terrenal —que entra a la existencia con el acompaña —es decir, cuando el hombre’ ya ha tras‑ sigue portando tras la muerte.
03a
nacimiento y se desintegra con la muerte— puede cendido el umbral de la muerte, y recorre su camino Recordemos que al morir el hombre se desprende
captarse con un enfoque antropológico, como es entre la muerte y el nuevo nacimiento—. de su cuerpo físico; de lo que luego le suceda a ese
01c
costumbre hacerlo; en cambio, el hombre suprasen‑ Trataré de expresar l?n términos descriptivos lo cuerpo podemos hacer perfectamente caso omiso —
sible y superior —que se impregna de las sustancias que la visión imaginativa registra al investigar ese en verdad, la forma en que éste se disgrega es mucho
terrestres tan sólo para manifestarse hacia afuera— tránsito. menos importante de lo que la gente suele creer.
01d 03b
ha de captarse con un enfoque antroposófico. De este modo vamos a establecer precisamente la En realidad, esa desintegración —ya sea por
40a
A ello procederemos en las próximas base que nos permita enfocar la auténtica naturaleza putrefacción o por incineración— sólo tiene signifi‑
conferencias. ♣♣ anímico‑espiritual del hombre. cado para los deudos, no así para el difunto.
02a 03c
Sólo debemos tener claro que es un absurdo Entonces, sólo necesitamos referirnos al cuerpo
referirse separadamente, por una parte, a lo físico físico tal como se nos presenta a la percepción sen‑
del hombre y, por la otra, a lo anímico‑espiritual del sible, como aquello que se disuelve en la naturaleza
hombre. externa, y que se reintegra a las fuerzas naturales.

Rudolf Steiner [ga231] 10 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


el profanador de textos
03d 06e
Sigue después la etapa de disolución del cuerpo ético‑espiritual, de modo que, después de la muerte, Ya durante la vida física es significativo cómo las
etérico, tal como la describí en mi libro ‘Ciencia el individuo malo presenta un aspecto distinto que manos se conforman plásticamente como resultado
Oculta.’ el bueno; quien se ha esforzado mucho en su vida, de su actividad, tanto en el trabajo como en el ocio.
03e 06f
Luego que estas dos envolturas están separadas se ve distinto de quien la ha pasado a la ligereza y No solemos prestar mucha atención a las manos;
del hombre, algo se desprende de ellas, aunque el despreocupado. pero en la mayoría de los individuos la posición y
05c
término ‘envoltura’ no sea totalmente exacto. Todo esto se expresa en todo el ser. el movimiento de sus dedos y manos tendría que
03f 05d
Y así el que posee la correspondiente consciencia El rostro va perdiendo la fisionomía perfilada merecer nuestro interés supremo, pues las personas
imaginativa ve eso que se desprende de dichas dos durante su vida física, si bien en él persiste una parte se descubren a través de ello.
06g
envolturas como si fuera figura (gestalt), figura que de su expresión fisionómica, aunque cada vez más Tras la muerte, todo esto se ve acrecentado inten‑
inmediatamente después de la muerte suele seguir borrosa. samente, lo que implica que efectivamente en ello se
05e
teniendo cierto parecido con la semblanza (morfolo‑ El resto del cuerpo va cobrando creciente expresi‑ puede leer la biografía del hombre, como dije.
07a
gía) física del difunto, si bien dicha figura espiritual vidad, particularmente en la región en cuyo interior Lo mismo sucede en relación a los demás órga‑
se halla en constante transformación. se ubican los órganos respiratorios. nos; después de la muerte, todo se vuelve fisionómi‑
04a 05f
Muchas veces he descrito19 la vida entre la muer‑ En esa región —la que en vida era la parte camente expresivo.
07b
te y el nuevo nacimiento desde variados puntos torácica— se ve la expresión fisionómica, particular‑ Todo esto justifica nuestra afirmación: tras
de vista; y sólo mediante tal enfoque multifacético mente, la de los rasgos permanentes del carácter del la muerte, el hombre muestra su fisionomía
podemos tener una idea congruente de lo que es la hombre. ético‑espiritual.
05g 08a
vida después de la muerte. Se destaca el pecho que adquiere fisionomía mar‑ Ayer nos detuvimos en cómo el individuo, al ser
04b
Hoy quisiera describirla una vez más desde un cada; y según esa fisionomía de la imagen espiritual configurado por el Cosmos, nos ofrece primero su fi‑
punto de vista particular. postmortem, se pone en evidencia si la persona exhi‑ gura, y en cómo, partiendo de lo que queda grabado
04c
Recordemos que a los nuevos aspectos deberá bía valentía o cobardía en los diversos campos de la en el éter universal, la figura halla su expresión en la
agregarse a todo lo anterior pues sólo así logramos la vida —es decir, si la enfrentaba con valor y decisión, epidermis, así como en los órganos sensorios que en
visión completa. o si se mantenía en actitud pasiva—. ella se encuentran.
05a 06a 08b
La figura espiritual del hombre se halla en trans‑ Los brazos y las manos son particularmente ex‑ Tras la muerte, toda la envoltura dérmica —es
formación permanente; podemos decir acertada‑ presivos después de la muerte. decir, toda la configuración peculiar que el hombre
06b
mente que toda ella se convierte en fisionomía,20 En ellos puede leerse incluso la biografía terrena posee durante su vida terrena— se convierte en la
pues tanto la visión imaginativa del iniciado como del hombre. expresión fisionómica ético‑espiritual humana.
06c 08c
la del propio difunto perciben un elemento del Para el observador atento, las manos muestran, ya Y esta fisionomía perdura por un tiempo
hombre para el cual no cabe otro término que en vida, una fisionomía elocuente y significativa. prolongado.22<<
06d 09a
fisionomía, fisionomía que es el hombre entero, no Mucho es lo que revelan las manos; mucho es lo Al entrar en esa etapa de su vida postmortem, el
solamente la mitad del hombre.21 que denuncia el movimiento de sus dedos, el cómo difunto encuentra sobre todo a aquellos con quienes
05b
Ese hombre entero, su figura espiritual, ofrece en‑ alguien ofrece la mano, si al saludarnos nos la tiende había tenido contacto aquí en la Tierra, es decir, con
tonces una fisionomía que es expresión de su esencia tan sólo con la punta de los dedos, o con un cálido quienes había tenido vínculos afectivos, anímicos, e
19
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
apretón. intelectuales.
20
fisonomía: 1. f. Aspecto particular del rostro de una persona. 2.
f. Aspecto exterior de las cosas. Diccionario RAEL [n. del pr.]
21
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 22
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 11 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
09b 10e 10o
En esa etapa, nadie puede fingir o simular nada Por ejemplo, a uno le salen al encuentro aquellos Si muchos de los que limitan su facultad visual a
—todo lo que uno es, toda actitud es auténtica y se quienes no querían saber nada con uno en la vida su afición al cine24 —es decir, los que siempre andan
hace visible fielmente en la fisionomía que acabo de terrena, pero con quienes existía sin embargo un en pos de nuevas impresiones a las que puedan en‑
describir. vínculo kármico. tregarse pasivamente— poseyeran en la Tierra de la
09c 10f
Y en esa etapa de la vida postmortem que sigue a Uno reconoce ahora exactamente sus malas in‑ misma capacidad visual que poseerán después de la
la de prueba, de la que hoy no voy a ocuparme, los tenciones, así como el daño que nos han hecho. muerte, no verían en absoluto a sus congéneres.
10g 10p
hombres tienen contacto preferente con aquellos que Esta apariencia es distinta en cada caso; y entre Tras la muerte, depende de nuestra atención
con él se habían vinculado por su destino23 durante las figuras deambulan, mezclándose con ellas, las en‑ el que veamos o no a los demás, entendiendo que
la vida terrena anterior inmediata. tidades de la Tercera Jerarquía que se destacan como esa atención se hallará arraigada en nosotros por la
09d
Llegan así en esa etapa a conocerse perfectamen‑ figuras gloriosas o solares. peculiar índole del nexo de destino que nos une con
10h
te, en verdad por la autenticidad de sus fisionomías. Sin duda, mis palabras son a modo de compara‑ quienes hayamos de observar.
09e 11a
Traten de imaginar cuán íntima ha de ser esa ción, pero no tenemos más remedio que expresarnos La etapa postmortem a que nos referimos es un
mutua contemplación, palabra acertada por banal en nuestro lenguaje terrenal. período de mutuo conocimiento y, particularmente,
10i
que parezca; cada uno frente al otro, sin velo, con el El que se diga que el hombre en esa etapa se de conocer la forma en que esas almas están siendo
significado pleno de su destino común. encuentra con aquellos con quienes había tenido un admitidas por las entidades de la Tercera Jerarquía
09f
Así es cómo uno convive con el otro o, por el destino común apunta en dirección a la realidad. —Ángeles, Arcángeles y Principados—.
10j 11b
contrario, lo pasa por alto. Por otra parte, también es peculiar de aquella Se observa entonces la mucha o poca alegría que
10a
En esa etapa de la vida postmortem el hombre, etapa, el que el hombre sólo pueda brindar com‑ sienten esas entidades por quienes ascienden al mun‑
en virtud de su modo de ser y de la fisionomía que prensión precisamente a las almas con las cuales la do espiritual.
11c
ostenta, llega a conocer las entidades de la Tercera relación había ya existido. Vemos la impresión que producen los hombres
10k
Jerarquía —los Ángeles, Arcángeles y Principados—, Las demás permanecen invisibles, podríamos en estos seres de la Tercera Jerarquía, que son los más
entidades cuya naturaleza permanente consiste en decir; no hay recurso, posibilidad, o entendimiento cercanos a ellos en el mundo invisible.
12a
ser siempre fisionomía. para sus fisionomías espirituales. Después sigue otra etapa en que los hombres, tras
10b 10l
Son descendientes de las jerarquías superiores, y Las demás personas no se ven, ni pueden verse, haberse conocido de la manera descrita, completa‑
toda su naturaleza anímico‑espiritual se perfila en su porque sólo el nexo del destino común suministra la mente entregados a la contemplación ininterrumpi‑
fisionomía —esto es, en su figura espiritual— para facultad de percibirlas. da, empiezan a comprenderse mutuamente en senti‑
10m
quien es capaz de percibirlas imaginativamente. Si durante la vida terrena quedara a discreción del do espiritual, tal como corresponde a esa existencia
10c
Este encuentro con las entidades jerárquicas es hombre el ver con los ojos físicos del mismo modo postmortem —es decir, llegan a adquirir una cierta
algo que viene a enriquecer la vivencia del difunto, en el que tiene que ver en esa etapa de la vida post‑ forma de comprensión espiritual para dichas fisiono‑
además de la relación con los humanos que integran mortem, mucho le pasaría inadvertido en la Tierra, mías ético‑espirituales—.
12b
su destino. pues el hombre terrenal tiene el hábito de verlo todo En realidad, en la primera etapa se vive en puros
10d
Como es natural, la apariencia de esos humanos pasivamente, es decir, dejar que las impresiones recuerdos; el difunto está reunido con los hombres
con los que existe esa afinidad peculiar, varía de las externas le afecten.
10n
24
afición al cine: Es notable que en 1923 ya había ‘aficionados’
más diversas maneras. Sobre todo en nuestra civilización actual, la dis‑ dado que la primera proyección al público las películas fue
posición para percibir mediante actividad interna lo realizada el 28 de diciembre de 1895 por los hermanos Auguste
que nos rodea es muy poca. y Louis Lumière, en el Salón Indio del Gran Café de París.
23
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 12 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
14c
con los que existe algo en común —se viven natural‑ entablado, y que se revelan a través de las fisiono‑ Entre esas entidades espirituales se mezclan las
mente ‘cosas presentes.’25 mías ético‑espirituales. almas de los difuntos que, de esta manera, entran a
12c 12l
Uno actúa, uno vive, y entreteje en las conexiones Esa prospectiva será progresivamente más y más participar de la existencia solar tanto con sus conte‑
que corresponden a la nueva relación que resul‑ íntima, hasta lograr una auténtica fusión, una autén‑ nidos espirituales particulares así como también con
ta entre los hombres y las entidades de la Tercera tica integración de las almas. su destino común.
12m 14d
Jerarquía, pero se vive constantemente en una espe‑ Y se produce algo más: va desapareciendo la parte Y toda esa integración de almas humanas, con el
cie de recuerdo de la vida terrena pasada. del hombre que, en la Tierra, era la más destacada: juicio que sobre el valor de cada una emiten las enti‑
12d
Entonces llega la etapa siguiente en que se ad‑ ¡desaparece la cabeza, disolviéndose en una especie dades de la Segunda y Tercera Jerarquías, resplande‑
quiere la inteligencia espiritual, en la que se empieza de neblina espiritual! ce hacia el Universo, hacia el Cosmos.
13a 15a
a aprehender — ‘aprehender’ en el sentido indicado En la medida en que tiene lugar esa desaparición Para tener una visión certera del Sol hay que ima‑
para el mundo espiritual— cuál es el significado que de la cabeza se modifican los rasgos de la anterior ginarlo más o menos como sigue: sin duda, desde
tienen todas esas fisionomías ético‑espirituales de los fisionomía ético‑espiritual, y por doquiera empieza la superficie de la Tierra, se nos aparece como una
congéneres, para unos y para otros. a manifestarse algo que apunta desde el pasado hacia esfera luminosa, de la cual incluso podemos hacer
12e
Se aprende a ‘comprenderlos.’ el porvenir. un dibujo esquemático.
12f 13b 15b
¿Cómo? Entonces se ve al hombre introducido en el Asimismo, por lo común, imaginamos que si
12g
Reconociendo: esta fisionomía ético‑espiritual espíritu de los movimientos planetarios, es decir, en ascendiéramos con un globo para mirar el Sol desde
me denuncia esto o aquello, me remite a destinos el espíritu de las fuerzas que imperan en el sistema arriba, el aspecto sería el mismo que desde la Tierra.
15c
que hemos tenido en común en el pasado, y así planetario. Mas no es así: si con los recursos físico‑sensibles
13c
siguiendo. La consecuencia es que, cierto tiempo después de se intentara trazar un dibujo esquemático del as‑
12h
Desde luego que ese ‘percatarse’ ya se vive in‑ la muerte, las configuraciones se acercan a la existen‑ pecto que el Sol ofrece a la visión espiritual, habría
mediatamente después de la muerte, porque ya cia solar espiritual27; las introducen a ella las fuerzas que imaginar radiaciones espirituales que parten
en esa primera etapa se contempla el destino, y se planetarias. del Sol hacia las vastedades del Universo en todas
13d
contempla la comunidad a la que uno pertenece por Todo lo que los hombres vivieron, realizaron, y direcciones.
15d
destino. sufrieron juntos se transfiere a esa existencia solar, Lo que desde la Tierra puede percibirse del sos
12i
Pero en la nueva etapa la vivencia es más amplia; como vivencias comunes, y como gérmenes comu‑ es sólo el aspecto luminoso que ese cuerpo celeste
si hasta ahora hemos convivido como corresponde a nes para futuras vivencias. irradia hacia la Tierra.
14a 15e
la comprensión mutua de las fisionomías, la futura Para un conocimiento auténtico, es pueril el que En cambio, para la visión espiritual va surgiendo,
convivencia habrá de tener lugar de manera distinta. la ciencia actual continúe imaginando al Sol como poco a poco, algo que se convierte en percepción
12j
En otras palabras: se intuirán inteligentemente un globo de gas, ahí fuera en el Universo. espiritual audible; ese impacto en la música cósmica
14b
las posibilidades de la continuación del destino y, Eso no es más que el aspecto que el Sol ofrece ha‑ es muy imponente a veces.
15f
de ahí, se adquirirá el sentimiento certero de cómo cia el exterior, pues tan pronto como se le contempla He ahí el impacto que el hombre experimenta, y
continuar las propias condiciones vitales iniciadas.26 con los ojos espirituales o anímicos —que tenemos sigue experimentando tras la muerte.
12k 15g
Se ve, como en prospectiva, cómo habrán de con‑ tras la muerte— se observa que es un ser espiritual Todo esto es lo que se incorpora al Sol, y de él
figurarse en el futuro los hilos del destino que se han o, más bien, una reunión de entidades espirituales. irradia hacía el Cosmos.
15h
Cuando esto sucede, la figura espiritual del hom‑
25
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] bre que acabo de describir adopta la forma del Sol:
26
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 27
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 13 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
16c 17g
quizás esto suene a paradójico, pero hay que relatar Al penetrar en esa región nos vamos dando Asimismo, la circulación sanguínea denuncia el
estos hecho pues corresponden a la realidad. cuenta, progresivamente, de que podemos prodigar destino interno que el hombre ha creado por sus
15i
Todo lo que tras et tránsito por el umbral de la nuestro interés además de a quienes tienen con no‑ estados anímicos, y por su enfoque de la propia vida.
18a
muerte, era fisionomía expresiva —es decir, figuré sotros un vinculo previo de destino, también a otras Esa carga kármica continúa perceptible por
espiritual— se vuelve esférico; y cuando el hombre almas que aparecen recién ahora, en la vida entre la mucho tiempo después de que el hombre ha entrado
llega al Sol, hablando espiritualmente, se convierte muerte y el nuevo nacimiento, que se vincularán por en la esfera postmortem; propiamente, se aprecia
en esfera espiritual: ¡todo hombre se habrá converti‑ primera vez a nuestra esfera kármica. en la morfología de las extremidades, así como de
16d
do en esfera espiritual! Observamos entonces almas humanas con las que las demás estructuras humanas, con excepción de la
15j
Y en esta esfera espiritual se refleja el Universo. compartiremos nuestro destino en vidas futuras. cabeza y el pecho.
15k 17a 18b
Entonces, convertidos totalmente en órgano Pero debemos comentar algo más: notamos Sin duda, aquí en la Tierra, nos resultaría extra‑
espiritual de percepción nuestro ojo espiritual nos que bajo la influencia de la Primera Jerarquía — ño ver a un individuo sin cabeza y sin torso, pero
transmite la impresión del Universo entero, ya no Serafines, Querubines, y Tronos— se produce una entre la muerte y el nuevo nacimiento, donde todo
tenemos impresiones de la Tierra; nos sentimos uno transformación importante en las almas con las que se halla trocado al nivel ético‑espiritual, el aspecto es
con el Universo entero. nos unía nuestro destino anterior, según el grado de mucho más poderoso de lo que pueda ser el aspecto
15l
Lo que antes éramos como seres terrestres, lo sen‑ intensidad de esa unión, transformación de la que de una cabeza humana aquí en la Tierra.
18c
timos ahora afuera, externo a nosotros, y al reflejar primero quiero describir su apariencia exterior. Ese poderoso aspecto es el que en la etapa en‑
17b
entonces la totalidad del Universo —como desde Si con el ojo físico se observa a una persona que tre la muerte y el nuevo nacimiento experimentan
afuera nuestro en un ojo espiritual— nos sentimos camina por la calle, se la ve colocando un pie delante quienes se hallan unidos por un destino común, y
identificados con los destinos que hemos experimen‑ del otro, y así se traslada de un lugar a otro. tienen una vivencia inmediata de sus nexos kármi‑
17c
tado, tanto los nuestros, como los de otras personas. Tenemos ahí una serie de instantáneas de esa cos, durante la existencia solar espiritual —aspecto
16a
Después de haber vivido un tiempo en esas persona. que en mis Dramas-Misterio describí como ’Hora de
17d
condiciones nos vamos introduciendo, más y más, En cambio si observamos, con visión imagina‑ Medianoche’—.
18d
en la esfera de la Primera Jerarquía —Serafines, tiva, a un difunto en aquella esfera tras la muerte, Entonces, los hombres colaboran en la trans‑
Querubines y Tronos—; nos asociamos con ella. le vemos como si, a cada paso, la configuración de formación de lo que ellos eran en la vida terrenal
16b
Recapitulemos, pues. piernas y extremidades cargara con todo el destino anterior, según el grado de su correlación; enton‑
• Primero, nos asociamos con la Tercera Jerarquía, que el hombre ha vivido y plasmado durante su vida ces es cuando puede observarse el proceso en sus
donde deambulamos entre los hombres con los terrena. pormenores.
17e 18e
que nos une un destino común, esto es, deambu‑ Tanto en las piernas como también en los brazos Por ejemplo, en visión espiritual se ve cómo el
lamos con nuestra fisionomía ético‑espiritual. cargamos lo que es el contenido de nuestro destino, contenido, llamémosle ético, de las piernas está
• Luego, las fuerzas planetarias nos transportan a es decir, cargamos todo lo bueno y malo que nues‑ siendo transformado para la vida terrena futura en la
la existencia del Sol espiritual, donde nos asocia‑ tras manos cometieron en relación con el prójimo. estructura de la mandíbula inferior; cómo los brazos
17f
mos con la Segunda Jerarquía. La manera en que el hombre entra en movimien‑ y manos quedan transformados en mandíbula supe‑
• Y finalmente, cuando gracias a nuestra propia to revela lo que provoca cierto impulso de justicia en rior, y en todo el sistema nervioso adyacente.
18f
existencia solar nos sentimos identificados con el el mundo, insertado en su destino. Toda la parte inferior del cuerpo humano está
Universo total, es cuando nos hallamos unidos a siendo remodelada en parte superior.
la Primera Jerarquía.

Rudolf Steiner [ga231] 14 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


el profanador de textos
19a
Todo esto es un esfuerzo en común de los hom‑ sonido cósmico ofrece de la esencia transformada de otro en sus cualidades ético‑espirituales manifiestas
bres que se pertenecen según el grado de su unión la parte inferior del cuerpo humano; no se trata de en la figura espiritual.
23b
kármica; en manera alguna es trabajo individual. una representación visual del hombre. Tengamos presente que en un principio se trata
19b 21a
El uno influye en el otro; y gracias a esta influen‑ A medida que avanza el proceso, el hombre va de una contemplación que, aunque propicie el acer‑
cia recíproca se plasman las afinidades espirituales convirtiéndose en parte del propio Verbo Cósmico; camiento íntimo de las almas humanas, no deja de
que hacen posible que, en la vida siguiente, el uno en un principio, él era tan sólo un ensamble de ser contemplación.
23c
encuentre al otro. elementos melódicos y armónicos; más adelante, Viene después la etapa de la comprensión mutua;
19c
Esa afinidad, ese parentesco espiritual que nos ese conjunto se estructura en partes articuladas del las almas se comprenden, la una percibe a la otra
conduce hacia el otro de manera más o menos ínti‑ Verbo Cósmico —el hombre llega a enunciar su introduciéndose en ella con comprensión profunda,
ma es, pues, resultado de la acción que tiene lugar propia esencia, como si estuviera hablando desde el y sabiendo cómo el futuro se vinculará con el pasado
entre la muerte y el nuevo nacimiento. Universo—. dentro de la corriente kármica.
19d 21b 23d
Así, por la colaboración de los hombres vincula‑ Así pues, en determinada etapa entre la muerte Luego, en un tercer paso empieza la remodela‑
dos kármicamente, se plasma la figura espiritual de y el nuevo nacimiento, el hombre deviene cósmico, ción basada en esa comprensión; el uno trabaja sobre
la cabeza futura, trabajo en el reino de los espíritus, algo que es sumamente expresivo —no SÓLO la el otro, y lo plástico‑espiritual que el alma ha asimi‑
mucho más variado, mucho más henchido de conte‑ integración de un par de sílabas—, pues contiene lado va siendo transformado en elementos sonoros y
nido, que cualquier trabajo aquí en la Tierra. toda la esencia del ser humano en general así como vocales.
20a 23e
En analogía a como se puede describir en imáge‑ también la del hombre particular e individual. Sigue la etapa en la que el uno además de com‑
21c
nes de la vida física lo que le pasa al hombre entre En dicha etapa, el hombre posee un in‑ prender al otro también le dirige su palabra creadora
el nacimiento y la muerte —la vida en la Tierra—, menso y misterioso saber, y manifiesta hacia el cálida.
23f
también se puede describir, concretamente y en Universo lo que él es, percibido por las entidades Aquí en la Tierra, nos valemos de nuestros órga‑
detalle, lo que le pasa entre la muerte y el nuevo divino‑espirituales. nos vocales para hablar y comunicarles a los demás
22a
nacimiento. De esta manera, cuando, un hombre trabaja los resultados de nuestro conocer.
20b 23g
¡Se puede ofrecer una descripción bien concreta! sobre otro a fin de lograr la metamorfosis de la parte Detrás de aquello que, procediendo de nosotros,
20c
¡Cómo se transforma el sistema motor y el san‑ inferior en la superior —ya que la cabeza y pecho se habla, está el cuerpo físico, vehículo de nuestra pala‑
guíneo‑metabólico es algo magnífico y portentoso! han ido derritiendo poco a poco—, cuando se echan bra ordinaria, que es el elemento fugaz que recibe la
20d
Sin embargo, toda esa transformación en la etapa los cimientos para la correlación futura —según comunicación de algo superior.
23h
media de la existencia entre la muerte y el nuevo el grado de correlación que existía en el pasado—, Así, cuando a través de nuestros órganos vocales
nacimiento se circunscribe a las cualidades ético‑es‑ tiene lugar la acción que modela una ‘materia’ de enunciamos lo que hemos de comunicar, extingui‑
pirituales del hombre. plasticidad espiritual, en sentimientos o sensaciones. mos lo que vive tras la fachada sensible.28
20e 22b 23i
Respecto a los resultados de esa transformación, El hombre hace suyo ese elemento de plasticidad, Tratemos ahora de imaginar que lo que el hom‑
hemos de decir: lo transformado resuena como mú‑ lo reorganiza de modo que se convierta en elemento bre enuncia, lo que se confía a la palabra fugaz, al
sica cósmica; la figura del hombre —réplica del Sol sonoro y, finalmente, en vocal. mismo tiempo fuera auto enunciación del hombre,
23a
a la vez que espejo del Universo— muestra la figura Primero, el difunto empezó por deambular entre su esencia, a la vez que su manifestación.
23j
humana externa convertida en sonido cósmico. las fisionomías espirituales de las personas con quie‑ He ahí cómo se produce el encuentro de los
20f
Debo aclarar que me expreso en sentido com‑ nes había estado unido, contemplándolas: el uno se hombres en la etapa media entre la muerte y el
parativo, que se trata de la representación que el percata del otro; el uno llega al conocimiento del 28
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 15 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
25a 25i
nuevo nacimiento: intuyendo su propia esencia y Trascendida esa etapa, en la siguiente el hombre Lo primario es la figura espiritual que desciende
expresándose. se aleja paulatinamente de la sustancia de la Primera del mundo espiritual a la existencia terrena ,y que
23k
El verbo encuentra al verbo; la palabra articulada Jerarquía Serafines, Querubines y Tronos— para constituye la verdadera esencia del hombre, en tanto
encuentra a la palabra articulada; la palabra anima‑ volver a entrar en la zona de la Segunda Jerarquía, que lo que le brinda el embrión es tan sólo lo que
da interiormente encuentra a la palabra animada la de las fuerzas interplanetarias, que se enriquece, le permite conectarse con las sustancias terrestres y
interiormente; pero las almas humanas son esas pa‑ además, con las primeras percepciones de la futura saturarse de ellas.
26a
labras; su sinfonía es a la vez sinfonía del ente vocal vida terrena, percepciones no existentes antes en la Así, lo que tiene lugar entre la muerte y el nue‑
articulado. misma medida, pues sólo podían observarse a través vo nacimiento es, en verdad, una vida pletórica de
23l
Ahí, los hombres viven en permeabilidad per‑ de las otras entidades. contenido.
25b 26b
fecta, en convivencia genuina, y la palabra que es El mundo vuelve ahora a asumir características El trabajo que las almas humanas realizan se lleva
uno de ellos queda asimilada por la palabra que es el de realidad externa; se llega a conocer relaciones con a cabo en el seno de las entidades de los mundos
otro. entidades con las que nada existe en común; seres superiores, y entre esas almas mismas.
23m 26c
He ahí cómo empiezan a entretramarse los nexos humanos que sólo aparecieron en la etapa media Mas toda la índole de esa vida postmortem es,
kármicos cuyos efectos posteriores persistirán en entre la muerte y el nuevo nacimiento. en cuanto a su configuración externa, distinta a la
25c
la próxima vida terrena, y cuya manifestación será Esa es la etapa en que los hombres, en su descen‑ terrena.
26d
la simpatía o antipatía que sientan los hombres al so, vuelven a entrar en la esfera de los planeas, así Y si queremos avanzar en la captación cada vez
encontrarse. como vuelven a entrar en contacto con las entidades más precisa del hombre suprasensible todavía hemos
23n
Estos sentimientos son el reflejo de aquello que de la Segunda Jerarquía. de aclarar el siguiente aspecto.
25d 27a
se intercambió entre los hombres en la etapa media Ese contacto ya había existido pero ahora la re‑ Por de pronto, vivimos en el mundo terrenal
entre la muerte y el nuevo nacimiento. lación es distinta, porque la Primera Jerarquía se ha físico‑sensorio, y lo percibimos por medio de nues‑
23o
Mientras que en la Tierra nos encontramos tan desvanecido poco a poco, por completo. tros sentidos.
25e 27b
sólo en el borroso reflejo del sentimiento, hemos de En esa esfera se encuentran entonces los gérme‑ Y razonamos: aquello que percibimos es percep‑
tener presente que nuestro intercambio tuvo mayor nes —por de pronto, espirituales — para la modela‑ tible y físico; en efecto, sólo percibimos en la vida
categoría cuando, en el diálogo, nosotros mismos ción plástica posterior del hombre, el nuevo hombre terrenal lo que es perceptible y físico.
27c
éramos la palabra. torácico, y el nuevo hombre metabólico. Por encima de este mundo físico se halla otro al
24a 25f
He ahí, más o menos, lo que el hombre compren‑ Ese hombre va configurándose más y más, según que pertenece nuestro cuerpo etérico que impregna
dería si sus vivencias en contacto con otros hombres su prefigura espiritual. el cuerpo físico; este segundo mundo es inasequi‑
25g
aquí en la Tierra, las sintiera como reflejo emotivo Su enunciación a través de la palabra cósmica, ble a la percepción sensoria; tampoco es físico sino
de aquello que él mismo era entre la muerte y el desciende nuevamente al nivel de la música de las suprafísico.
27d
nuevo nacimiento, cuando se enunciaba a sí mismo esferas, y de esta música surge la imagen plástica de Así pues, con nuestro mundo perceptible y físico,
a través de la palabra creadora. su ser. colinda otro, imperceptible y suprafísico.
24b 25h 27e
He ahí la etapa en la que los hombres existen, El hombre se acerca así al momento de madurez Es el mundo vecino en el que vive la Tercera
propiamente, el uno para el otro. para entrar en relación con la estructura embrionaria Jerarquía —Ángeles, Arcángeles, Principados—.
24c 27f
La fraternidad en la Tierra es la proyección de la que le brindan los padres, y con la que él luego se Para el hombre encarnado, en condiciones físicas,
convivencia substancial en el mundo espiritual. asocia. y que no ha desarrollado la visión espiritual ese

Rudolf Steiner [ga231] 16 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


el profanador de textos
mundo se le sustrae a la percepción; y aunque mani‑ Segunda Jerarquía —Ángeles, Arcángeles y principio físico imperceptible en cuanto a su propia
fieste sus efectos en el mundo físico no es físico. Principados— y de los difuntos cuando están forma!30
28a 30e
Sigue un tercer mundo no físico sino suprafísico, con esa jerarquía. He ahí cómo podemos darnos cuenta de que en
característica que comparte con el etérico, el segun‑ 3 el tercer mundo, suprafísico y perceptible; es nuestro cuerpo tiene lugar una combustión viviente,
do mundo. la morada de la Segunda Jerarquía. es decir, un efecto físico que no percibimos, pero
28b
Su peculiaridad es que ese tercer mundo es 4 el cuarto mundo, fisco e imperceptible. que vive en nuestra voluntad —no llegamos a inter‑
29a
perceptible desde nuestro mundo, y por lo tanto Si agregamos este cuarto mundo físico e im‑ pretarlo como debiéramos, es decir, como algo físico
hemos de ocuparnos de un mundo que se proyecta perceptible a los tres anteriores habremos agota‑ imperceptible—.
30f
en el nuestro, y que es perceptible a pesar de ser do todos los mundo posibles: físico-perceptible, ¡Ese mundo físico e imperceptible es la morada
suprafísico. suprafísico-imperceptible, suprafísico-perceptible, de la Primera Jerarquía —Serafines, Querubines,
28c
De ahí que el hombre no sepa interpretarlo, en físico-imperceptible. Tronos—!
29b 31a
un principio, según su verdadera esencia. ¿Cómo imaginar este cuarto mundo fisco e Llegamos ahora a darnos cuenta de una situación
28d
A ese mundo suprafísico y perceptible pertenece, imperceptible? curiosa.
29c 31b
por ejemplo, lo que fluye hacia nosotros en la luz Existe entre nosotros; existe de manera física, Traspuesto el umbral de la muerte nos adentra‑
solar. pero es imperceptible. mos primero en la región de lo suprafísico -imper‑
28e 29d
Todos los seres espirituales que integran la pobla‑ Observemos lo que pasa cuando levantamos la ceptible —desaparecemos para el mundo en cierto
ción del Sol son suprafísicos, pero podemos percibir‑ pierna: pesa; la fuerza de gravedad actúa sobre la modo—.
31c
los en la Tierra. pierna; una acción física pero inaccesible a la percep‑ Luego avanzamos a la esfera de la Segunda
28f
Antes ya hemos dicho que es absurdo creer que ción sensorial. Jerarquía, la de lo suprafísico-perceptible —esto es,
29e
la luz solar sea tan sólo lo que creen los físicos; es la A la fuerza de la gravedad la percibimos interior‑ vivimos la etapa en la que aprendemos a compren‑
manifestación de los seres solares, que nos son per‑ mente pero es imperceptible físicamente. der nuestros destinos, en algo así como la luz fluyen‑
30a
ceptibles, si bien el hombre sólo capta de ellos una Lo que vale para la fuerza de gravedad, vale asi‑ te del Sol o de las estrellas—.
32a
figura que él es incapaz de interpretar. mismo para otros fenómenos. Quien puede percibir esa esfera, no se detiene
28g 30b
La luz de las estrellas, la de la Luna, así como Experimentamos dentro de nosotros mismos de manera irreflexiva ante las vastedades del mun‑
otras luces, son perceptibles pero el hombre no aquello que la ciencia espiritual de antaño, más do, ante las esferas estelares, o ante el Sol, porque
interpreta correctamente la esencia que se oculta tras intuitiva, llamaba ‘lo mercurial,’29 y que siempre sabe que en esa luz que fluye, se urden los hilos del
ellas. tiende a adoptar forma de gota. destino humano; en ella late una esencia suprafísica-
28h 30c
Por eso afirmo que existe ese tercer mundo, su‑ Esta experiencia se efectúa en sensaciones que el perceptible —allí viven los llamados muertos, los
prafísico y perceptible, y que colinda con el segun‑ hombre no sabe interpretar; de ahí que digamos que aparentemente muertos—.
32b
do, suprafísico e imperceptible físicamente. es físico-imperceptible.’ Cuando a continuación el hombre vuelve a
28i 30d
Es muy importante detenernos en la síntesis que Todos tenemos ese principio mercurial activo realizar esta transformación, esta metamorfosis para
sigue: constantemente en nuestro cuerpo; son los ele‑ lo terrenal, entra en lo que hemos llamado el cuarto
1 el primer mundo, nuestro mundo, físico y mentos proteicos que desean adoptar forma: ¡otro mundo —es decir, se encuentra en la Tierra—.
32c
perceptible; Sólo que el mundo en el que deambula entre la
2 el segundo mundo, suprafísico e impercepti‑ muerte y el nuevo nacimiento se halla en lo físico
ble, colindante con el primero; morada de la 29
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 30
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 17 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
-imperceptible —es decir, ha penetrado en el mundo entre nosotros como contenido importante de subs‑ [03]    hombre suprasensible (iii)
de la gravedad, en el de las formaciones mercurial tancia espiritual.@ La Haya, noviembre 17, 1923, por la tarde
y fosfórica—. [Oportunamente hablaremos de la 33e
El que no nos percatemos de su presencia se (S‑5486)
índole de esas formaciones.] debe a que ellos experimentan la existencia terrena
32d
Así pues, primero nos hallamos desplazados de la a la ‘Hora de la Medianoche,’ , no a la ‘Hora del
vida terrena hacia lo invisible, pero luego volvemos a Mediodía.’
34a
introducirnos en ella imperceptiblemente, para que, ¿Qué significa todo esto?
34b
tras otro alejamiento, nos preparemos para la futura Lo aclararemos en la próxima charla. ♣♣
vida terrena —la vida física y perceptible—.
32e
Entre la muerte y el nuevo nacimiento recorre‑
mos el camino que conduce de la vida terrena física
y perceptible a través de los otros dos estados a la
vida terrena física imperceptible.
32f
Aquí nos encontramos la ‘Medianoche de la En la primera conferencia tratamos de formarnos
Existencia’; tras ella, emprendemos el regreso y vol‑ una idea de las relaciones entre el hombre, morador
vemos a entrar en la existencia terrena física. de la Tierra, y las entidades y fuerzas extraterrenas.
33a 01b
Todo eso es, por de pronto, un bosquejo que En la segunda, procedimos a elaborar una idea
pretendo desarrollar en todos sus pormenores, en la del tránsito del hombre por el mundo suprasensible,
próxima conferencia. desde cierto punto de vista, en el tiempo que trans‑
33b
Mas, por lo que antecede, ya nos damos cuenta curre entre la muerte y el nuevo nacimiento.
01c
de que, en lo que corresponde a la vida del hom‑ Hoy agregaremos algo a lo dicho anteriormente,
bre entre la muerte y el nuevo nacimiento no basta y desarrollaremos los temas en mayor detalle.
01d
predicar algunas ideas abstractas; hay que concretar, Así llegaremos a redondear el tema completo, y
por ejemplo, que el hombre, en anticipación de su obtendremos una visión armónica de conjunto.
02a
vida venidera en el mundo visible, desciende a esta Vimos que el hombre, una vez cruzado el umbral
Tierra de manera invisible entre la muerte y el nuevo de la muerte y llegado al mundo suprasensible, sigue
nacimiento. manifestándose a la visión imaginativa como forma
33c
Cuando profundizamos nuestro conocimiento espiritual, teniendo en claro que esa contemplación
de la vida terrena debemos ser conscientes de la plé‑ de lo espiritual es distinta de la de lo sensible.
03a
tora de espiritualidad que satura la existencia física a Así, por ejemplo, todo vidente espiritual podrá
la hora de la ‘Medianoche de la Existencia.’ decirnos:
33d
Entre nosotros tenemos además de a los hombres
“Sí, efectivamente, vi esto; pero no podría decir
encamados físicamente también a quienes entre la
cuál era el ‘tamaño’ del ‘fenómeno,’”
muerte y el nuevo nacimiento viven su ‘Medianoche
de la Existencia,’ deambulando permanentemente u otras afirmaciones similares.

Rudolf Steiner [ga231] 18 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


el profanador de textos
03b 04g
Obviamente, las cosas espirituales no son, ni Al morir, debemos dejar atrás ese pensar orgullo‑ te señala la dirección; es una simple marca, cartel
pueden ser, tan espaciales como una imagen visual so que nos sirve tan sólo para formarnos representa‑ indicativo.
05e
sensible; con todo, hemos de describirlas de tal ma‑ ciones de las cosas sensibles de la Tierra. Lo que la ciencia física describe de las estrellas
04h
nera que se parezcan a una imagen visual sensible, o Los ‘filósofos’ sólo existen en la Tierra, porque tiene importancia mínima, pues tan sólo trata de se‑
como aquello que corresponda al recurso descripti‑ precisamente la ‘filosofía’ —el pensar abstracto— es ñales o marcas, de letreros que sirven de orientación.
05f
vo, que se usaría normalmente. lo que dejamos atrás al abandonar la Tierra. La dirección, pues, en que vemos una estrella,
03c 04i
Aceptemos entonces las explicaciones que siguen Conforme avanzamos en el mundo espiritual, el significa simplemente que, en esa dirección, está la
en este sentido. suprasensible, toda la vida anímica se convierte en morada de entidades espirituales.
04a 06a
Traspuesto el umbral de la muerte se desvanece representación imaginativa —esto es, se convierte en La primera región en que entra el hombre tras
paulatinamente en esa imagen la forma espiritual de una contemplación con la que captamos, al mismo la muerte es la de la Luna, lo que quiere decir que
la cabeza y, al mismo tiempo, todo el resto de la fi‑ tiempo, los pensamientos contenidos en las cosas—. penetra en la región donde moran las entidades de la
04j
gura humana se convierte en ‘fisionomía,’fisionomía En la Tierra somos quienes formamos los pensa‑ Luna.
06b
que denuncia en qué sentido el hombre antes de mientos; el mundo espiritual son las cosas mismas ¿Qué clase de entidades son estas?
07a
morir había sido persona más o menos buena o las que nos revelan los pensamientos, y éstos se nos Por lo explicado en mi libro ‘Ciencia Oculta. Un
mala, sabia o necia, etcétera, como ya lo hemos acercan. bosquejo’ sabemos que la Luna no siempre se ha
04k
descrito. Insisto: allí el pensamiento es logro de la contem‑ localizado donde está ahora.31
04b
Tras el umbral de la muerte ya no es posible plación; por lo tanto, todo lo que el hombre experi‑
ocultar todo lo que se puede disimular en el mundo mente en el mundo espiritual se le acercará a través
sensible, en donde se puede ser un malvado con la de la contemplación.
05a
cara más inocente. Afortunadamente, la propia contemplación
04c
Una vez traspasado el umbral de la muerte esto sensoria nos ofrece puntos de apoyo con que vincu‑
no es posible porque la cara se desvanece, y el resto larnos para describir el mundo espiritual en el que el
de la figura va adoptando progresivamente expresión hombre vive entre la muerte y el nuevo nacimiento.
05b
fisionómica, no puede negar nada. Así, en el mundo de los sentidos vemos las
04d
Hemos de comprender que al entrar el hombre estrellas.
05c
en el mundo espiritual se altera toda su relación con Para la contemplación sensible, estas estrellas,
el mundo terrestre. incluyendo los planetas de nuestro sistema solar,
04e
Así, hay que aceptar la idea de que en el mundo exhiben tan sólo su superficie externa hacia la Tierra;
espiritual se tiene en muy poca estima lo que se con‑ en su interior son algo totalmente distinto, son un
sidera como supremo tesoro en la Tierra: el pensar, grupo de entidades espirituales que se concentraron
particularmente el pensar abstracto. de la forma más variada en los lugares donde brillan
04f
En el mundo espiritual no se estima aquello para esas estrellas.
05d
lo cual la cabeza es instrumento; no se estima por‑ Dirigir nuestro ojo físico, la vista, hacia alguna
que no hay oportunidad de aplicarlo. estrella significa que en esa dirección del Universo
existe una colonia de entidades espirituales; la
impresión visual que me produce la estrella solamen‑ 31
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 19 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos 08c
Y es que esos primeros guías del género humano
09c
eran entidades de nivel superior al del hombre —no Pero tengamos presente que el hombre no los
07b
No olvidemos que existe una peculiaridad extraña seres humanos como los concebimos—, entidades mira con ojos físico sensorios; percibe a los seres que
en relación con la Luna. que en los Misterios se manifestaban en cuerpo eté‑ entran en su campo empírico como si fuera palpán‑
07c
Y es sumamente raro el que los libros de texto rico —no en cuerpo físico—, del que transcurrido el dolos, pero palpándolos a distancia.
09d
usuales, manuales de consulta, y demás, callen rigu‑ tiempo también se han retirado en su mayor parte, Describámoslo de la siguiente manera: suponga‑
rosamente el hecho de que la Luna se nos acerque para concentrarse en un cuerpo astral hoy en día. mos que en esa región el hombre se acerca efectiva‑
08d
un poquito más cada año.32 Esos protomaestros participaron en el éxodo de la mente a otro ser; tiene su fisionomía propia la cual
07d
Dado que los manuales y enciclopedias no dicen Luna cuando ésta se separó de la Tierra; emigraron es móvil internamente y flexible, en cierto modo.
09e
nada sobre el particular, la mayoría de la gente no lo hacia la Luna, nuestro actual satélite en el Cosmos, Cuando tiene cerca suyo al otro ser trata de darse
nota, porque no aparece en los libros de texto, pero de modo que ese satélite al que hoy damos el nom‑ a sí mismo una fisionomía similar a la del ser en
no deja de ser cierto. bre de Luna, se constituyó en colonia de los proto‑ cuestión.
07e 09f
Como dijimos, la Luna no siempre estuvo allí maestros de la humanidad en el Cosmos. Puede suceder que un individuo, malvado au‑
08e
fuera en el Universo, como lo está ahora. Si miramos burdamente el lado exterior de la téntico durante su vida terrena, atraviese el umbral
07f
Incluso hubo un tiempo —consultar ‘Ciencia Luna sólo nos refleja la luz del Sol; pero una obser‑ de la muerte, llegue al otro lado, tropiece con un
Oculta’— en que estaba con toda su sustancia entro vación es más refinada nos refleja una suma inmensa hombre realmente bueno; al tratar de aplicar aquel
de la Tierra, de la que se separó para emigrar hacia de energías del Universo en general. procedimiento para captar la fisionomía del hombre
08f
afuera, hacia el Universo. Sin embargo, todo lo que así recibimos de la bueno, choca con un imposible: sólo puede darse a
07g
Recién en el transcurso de la evolución terres‑ Luna, energías universales reflejadas, se relaciona con sí mismo la fisionomía de otros malvados.
10a
tre, la Luna se organizó como morada de entidades lo que, en realidad, es subhumano —es decir, lo que De esto puede deducirse que el hombre, cierto
espirituales. el hombre actual tiene en común con la naturaleza tiempo después de la muerte, sólo puede percibir
07h
¿Cuáles son, pues, esas entidades espirituales de la animal—. aquellos otros seres humanos que le han precedido, y
08g
Luna? La Luna reúne, extrañamente, las entidades espi‑ que habían sido similares a él en lo moral.34
08a 10b
En mis libros y conferencias, a menudo he descri‑ rituales elevadas que alguna vez fueron los primeros Esta es la primera impresión que el hombre reci‑
to cómo el hombre se hallaba frente a los maestros maestros de la humanidad, y las fuerzas animales de be—que podemos llamar ‘impresión correctiva’—.
10c
primordiales de la existencia terrena, en las fases la naturaleza humana. Esta impresión ejerce una justicia inclemente
09a
arcaicas de la evolución terrestre.33 He ahí la primera región donde entra el hom‑ porque el hombre está constantemente supeditado a
08b
De echo, si retrotraemos nuestra mirada en la bre al morir, donde tiene sus primeras experiencias tener que reconocer: ‘tú mismo eres como son ellos;
evolución terrestre con comprensión auténtica nos postmortem. sólo puedes moverte entre iguales a tí.’
09b 10d
sentimos saturados interiormente de una veneración Imaginemos vivamente cómo el hombre entra No puede percibir a los demás; por de pronto, le
inmensa hacia la sabiduría que recibió la huma‑ con toda su fisionomía moral o inmoral en la región pasan inadvertidos.
11a
nidad alguna vez de parte de los grandes maestros de la irradiación lunar, la física y la espiritual, e Ese ámbito lunar, en virtud de sus peculiares
suprahumanos. imaginemos cómo el hombre se ve a sí mismo y a los fuerzas, no envía de inmediato al hombre a los
demás con esa fisionomía. Ángeles en su forma bella, porque ¡la Luna es aque‑
llo que la Tierra ha descartado! —no olvidemos, es el
32
Sería interesante conocer esta referencia. — A partir de 1970 satélite que la Tierra ha eyectado hacia el Cosmos—.
se midió que se aleja 3,8 cm por año. [n. del pr.]
33
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 34
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 20 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
11b 14b
Aunque es verdad que los grandes y santos hombres juzguen a semejanza del célebre rey36 de Los hombres saben bien que esas entidades ahri‑
maestros y los sabios de la humanidad acompañaron España al que le fue presentado en cierta ocasión mánicas no vencerán, ¡pero Ahrimán39 no lo sabe!, y
a l Luna en su éxodo, tal como ella se halla ahora un mapa con los movimientos de los astros, y con el lucha infatigablemente en pos de la victoria.
14c
sola en el Universo, ofrece ambiente apropiado a las esquema total del sistema solar. De ese empeño por vence nace la relación pecu‑
13b
figuras ahrimánicas,35 ¡y ahí están! Esto le resultó difícil de comprender, por lo que liar entre las entidades ahrimánicas —que pertene‑
11c
Esto da origen a que cuando el hombre ve a otros dijo: cen preferentemente a la esfera lunar— y los sabios
hombres con fisionomías no buenas, tiene la impre‑ protomaestros de la humanidad a quienes quieren
“Si Dios me hubiera encomendado a mí la
sión peculiar de que se ve a sí mismo en aquellos a conquistar como aliados.
creación del mundo, yo lo habría hecho de manera 14d
los que ve, y que su aspecto es desesperantemente ¿Qué fin persiguen esas entidades ahrimánicas?
más sencilla.” 14e
similar a todas las figuras ahrimánicas que ahí le Su objetivo es detener la evolución de la Tierra en
13c
salen al encuentro. Lo que observaba,le era demasiado complicado. determinado punto; que no avance más allá de ese
11d 13d
No es capaz todavía de percibir a los Ángeles, No es de extrañar que muchas personas expresen punto.
14f
porque carece de afinidad inmediata con la figura de algo parecido; siempre querrían enmendar el plan Es Ahrimán quien siempre proclama:
ellos. divino de la Creación.
11e 13e “¡Hasta aquí han llegado los hombres en su
El difunto ve a los demás hombres como con‑ A este respecto, los hombres tienen un elevado
evolución; ya es hora de que descansen, que se
figuración del Mal, entonces puede comparar y concepto de su propio valer.
13f queden donde están; no sigan evolucionando!
establecer la semejanza con las figuras ahrimánicas. Incluso hubo un filósofo que dijo:
11f 14g
Esta es la segunda impresión que el hombre ¡Que los hombres se endurezcan en ese punto de
“Dadme materia, y yo crearé con ella un
recibe en la esfera lunar: ¡eres muy semejante a las vista, y emprendan luego su viaje cósmico posterior
Universo.”
figuras ahrimánicas! como hombres endurecidos, no susceptibles de evo‑
11g 13g
Otra justicia postmortem sumamente efectiva. ¡Fue Kant37! lución ulterior!”
12a 13h 14h
La tercera impresión consiste en que el hombre Es una suerte que no le hayan dado materia, por‑ He ahí lo que las entidades ahrimánicas tratan de
no puede sustraerse a la impresión: ahí, en la pri‑ que el resultado hubiera sido horroroso.38 insuflar, noche a noche, en el oído del hombre; al
14a
mera región que tiene que atravesar, se encuentran De modo similar, cuando los hombres oyen igual que lo pretenden para la Tierra en general —
los maestros primordiales sabios y buenos de la mencionar a las ‘entidades y figuras ahrimánicas’ no detenerla en determinado punto de su desarrollo—.
15a
humanidad. pueden comprender cómo es posible que ellas no Detengámonos ahora en los protomaestros de la
12b
Esta impresión debe recibirla, ya que existe una hayan perdido toda esperanza de alcanzar la victoria humanidad.
15b
relación peculiar entre las entidades ahrimánicas que sobre los espíritus terrestres. En la Tierra dejaron tras sí todo lo que conoce‑
se le acercan como describimos, y aquellos proto‑ mos como sabiduría primordial,40 sabiduría que ha
maestros de la humanidad. ido agonizando con el correr del tiempo, sabiduría
12c
Comentemos esta relación. que los hombres de hoy ya no la comprenden.
13a 15c
Desde el punto de vista humano en lo que se 36
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] Antaño se enseñaba en los centros iniciáticos.
refiere a esas cosas es muy comprensible que, los
37
Johann Gottlieb Fichte (1762-1814): Filósofo alemán de
gran importancia, continuador de la filosofía crítica de Kant y 39
Angra Mainyu o Ahriman o Arimán [persa: ‘espíritu atormenta‑
precursor tanto de Schelling como de la filosofía del espíritu de dor’]: Jefe de todo mal; ha introducido la limitación, la mancha,
35
Rudolf Steiner describe la potencia de Ahriman (equivalente de Hegel, es considerado uno de los padres del llamado idealismo la enfermedad en la esplendorosa creación de Ahura Mazda.
Satanás) como algo que incita al ser humano a las supersticio‑ alemán. [n. del pr.] [n. del pr.]
nes materialistas. [n. del pr.] 38
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 40
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 21 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
15d
Ya no fue posible continuar transmitiendo esa sa‑ de percibirlos por su propio índole —su mirada se seo; tenemos que querer; tenemos que asemejarnos,
biduría pues si los hombres continuaban recibiéndo‑ pierde en el vacío—. adecuarnos, a lo que pretendemos percibir.
16a 16k
la permanentemente no habrían progresado y, ante Esta es otra impresión de justicia significativa Cuando el hombre ha cruzado el umbral de la
todo, no habrían avanzado hacia la libertad —No que los hombres reciben, y que les lleva a sentir la muerte, es la voluntad la que recibe desarrollo pre‑
habrían conquistado su libre albedrío—. pesadumbre —¡no veo a quienes encaminaron a la ferente, y sobre ella obran asimismo las impresiones
15e
Esa sabiduría era de índole tal que sólo podía humanidad: se apartaron de mi, y estoy sólo!—. del bien y del mal que describimos como caracterís‑
16b
apelar al hombre instintivo, no podía apelar al indi‑ Esta sensación es fuerte y viva en las personas que ticas de la región lunar.
17a
viduo en su discernimiento pleno y autoconsciente. no exhiben la fisionomía del bien. La siguiente región en que el hombre entra es la
15f 16c
Fue por eso que en determinado momento y en Estas son las tres impresiones que acosan al hom‑ región de Mercurio.
17b
bien de la evolución de la humanidad esos maestros bre con fisionomía del mal que ingresa al más allá Al llegar a ella, el hombre ya ha adaptado su
tuvieron que apartarse de ella. después de su muerte. fisionomía a las potencias y fuerzas del mundo
15g 16d
Sin esos protomaestros el hombre no habría Admitamos, sin embargo, que nadie posee sólo suprasensible, hasta el punto de haber eliminado la
podido dar los primeros pasos, iniciar la marcha de elementos positivos —incluso en el mejor de los fisionomía del mal —aunque a veces haya sido en
su propia evolución, pero una vez dado el impulso hombres hay muchos elementos negativos—. forma muy dolorosa— y de haberse asemejado a las
16e
inicial, de modo que los hombres pudieran seguirlo Por consiguiente, serán muchos los que estén figuras de los Ángeles, Arcángeles, y Principados,
en plena autonomía, los sabios guías se retiraron de expuestos, en forma más o menos atenuada, a las aunque para muchos esa adecuación sea lentísima.
17c
la Tierra para incorporarse a la colonia lunar. impresiones a que nos hemos referido. Pero sea como sea, el hombre entra en la región
15h 16f
Mientras los protomaestros estaban todavía en la En la medida en que el hombre mismo puede de Mercurio, y en la de las entidades de la Tercera
Tierra las entidades ahrimánicas hacían los mayores adoptar la fisionomía del bien, más allá de la muerte, Jerarquía —tiene que vivir entre ellas y pasar por
esfuerzos para retenerlos en ella, y así mantener al podrá ver a aquellas almas que le son afines en virtud todas las experiencias descritas—.
17d
hombre en estado de sabiduría instintiva. de su propio bien, a la vez que se le desvanecerá la En la región de Mercurio se adquiere paulatina‑
15i
Hasta nuestros días siguen creyendo que pueden percepción de las figuras ahrimánicas. mente la comprensión de lo que obraba con parti‑
16g
lograr algo luego que el hombre ha cruzado el um‑ Así se habrá eliminado lo procedente de las figu‑ cular intensidad precisamente sobre la esfera volitiva
bral de la muerte y entrado en la esfera lunar. ras arhinánicas, y el hombre agudizará su percepción del hombre, lo que hasta entonces había sido simple
15j
Por eso tratan de inducir a esos protomaestros, de las figuras angélicas que entren en su esfera. contemplación más o menos ciega —en la región de
16h
mediante constante actitud persuasiva, a que se acer‑ El encuentro con los Ángeles infunde al hombre Mercurio se alcanza la comprensión de todo esto,
quen a los recién fallecidos. nuevas fuerzas, que en primer lugar son las fuerzas poco a poco—.
15k 18a
Pero esto no es posible, sobre todo para quienes de la voluntad. En nuestra época actual, el que explora estas cosas
16i
exhiben la fisionomía del mal. Tengamos en cuenta que después de la muerte en por medio de la contemplación imaginativa, vive
15l
Asimismo, las entidades ahrimánicas se acercan el hombre predomina la voluntad, ya no el pensar sensaciones bastante trágicas.42
18b
continuamente al hombre y le instigan insinuándole: reflexivo, el querer que se convierte en sensación La manera como el difunto se interna a esta
“¡Recupera aquella sabiduría!” vital, en mundo vital —para percibir es necesario región de Mercurio depende, en cierta medida, de
15m
Y así surge, como tercera influencia para los ma‑ primero querer percibir—. si en la Tierra el individuo era materialista —que
16j
los, la descripción que las figuras ahrimánicas dan de Si deseamos ver algo, hemos de plasmar primero había rechazado todo lo suprasensible en su pensar y
los protomaestros,41 pero el hombre malo es incapaz la propia individualidad de conformidad con ese de‑
41
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 42
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 22 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
18k
obrar—, o si había adquirido la comprensión de lo Recordemos que ese hombre metabólico‑motor Tierra, que el hombre ha abandonado, pero al que
suprasensible. es, precisamente, el que se transforma en fisionomía tendrá que retomar.
18c 20b
Quien en la Tierra hubo rechazado lo superior, lo integral después de la muerte, y así expresa incluso la La transformación de debe a que la naturaleza in‑
que trascendiera a lo material, se encuentra bastan‑ voluntad. ferior —el sistema metabólico‑motor— está siendo
19a
te perplejo y desamparado ante las entidades de la Sin perjuicio de lo que ya describí —y que aporta convertida en naturaleza superior —cabeza— para la
región de Mercurio. puntos de vista que requieren mayor examen— el próxima vida terrena; las piernas pasan a ser el pro‑
18d
En forma similar, quien en vida terrena era ma‑ hombre continúa desarrollándose en el sentido de totipo espiritual de la mandíbula inferior; los brazos,
terialista se encuentra incapaz de comprender a las asemejarse a las entidades existentes en el Cosmos el prototipo espiritual de la mandíbula superior con
entidades que pertenecen a la siguIente región, la de espiritual. los pómulos.
19b 20c
Venus. De ese modo va internándose en la región del Sol Todo esto implica un trabajo maravilloso a nivel
18e
La región la de Venus también pertenecen toda‑ donde las fuerzas actúan de modo preferente sobre espiritual, en comparación con el cual todo lo que
vía a la categoría de la Tercera Jerarquía —Ángeles, aquello que se refleja en el sentimiento durante la los hombres realizan en el quehacer terrenal es
Arcángeles, y Principados— en superior desarrollo, vida en la Tierra. insignificante.
19c 20d
pues en esta región el individuo se ve envuelto por Al igual que los planetas ya mencionados, tam‑ El trabajo sobre el misterio del hombre se torna
los rayos del amor cósmico. bién el Sol muestra a nuestros ojos físicos única‑ grande y majestuoso, realizado con el concurso de
18f
Si en la Tierra el individuo no ha adquirido la fa‑ mente su superficie, no su substancialidad —inte‑ las entidades espirituales superiores.
20e
cultad de amar, entonces entrará en una región con riormente es la gran congregación universal de todas Todo esto sucede dentro de la esfera solar, en el
la que no sentirá ninguna afinidad. las entidades espirituales cuya función es dirigir los más amplio sentido de la palabra.
18g 21a
Y lo que en la región de Venus envuelve con rayos destinos de la Tierra y del hombre. El hombre tiene aún otra vivencia interna en esa
19d
de poder amoroso al que en la Tierra adquirió la El Sol es, ante todo, centro de reunión de las región del Sol.
22a
facultad de amar, se convierte en iracundia en quien entidades de la Segunda Jerarquía —Potestades Si en la Tierra somos personas de salud excelente
tuvo mucho odió, consciente o inconscientemente. (Exusiai), Virtudes (Kiriótetes), y Dominaciones en lo anímico y en lo espiritual ha de surgir en no‑
18h
El misterio de la estadía en la región de Venus (Dynamis)—. sotros la certeza intuitiva de que existe otro mundo,
19e
consiste en que quien arrastra remanentes del odio Al adentrarse en el Sol se le acerca al hombre espiritual, aunque no podamos penetrar en él con
y rencor que prevalecían durante su vida terrestre todo lo que describimos antes.43 nuestra capacidad cognitiva.
19f 22b
sentirá brotar desde su voluntad fuerzas de amor Mientras que hasta ahora el difunto sólo estaba Así, en cierto modo postulamos ese mundo
desvirtuadas en ira y cólera. en compañía de los seres con quienes le unía un espiritual, y afirmamos que existe una realidad su‑
18i
Se intuye a sí mismo en un elemento del que ha vínculo kármico, ahora otros se le acercan también: prasensible, aparte de la realidad experimentada por
de afirmar: ‘todo esto hay que mitigarlo, armonizar‑ el ‘círculo suprasensible’ de sus conocidos, por deno‑ nuestros sentidos.
22c
lo con el Universo.’ minarlo de alguna forma, va ensanchándose más y Durante la etapa de la existencia solar entre la
18j
En verdad, todo interés particular en esa región más en esa región del Sol. muerte y el nuevo nacimiento tenemos la sensación
20a
gira siempre en torno a la voluntad, esa voluntad En la esfera solar se presenta una transformación contraria: el hombre se ve embargado por la intui‑
que ya en el hombre terrenal se halla anclada en el del hombre —una vivencia interna particularmente ción de la existencia de un mundo ‘del más allá’ ¡que
sistema metabólico‑motor —la parte inferior del intensa—: ahí abajo, existe un mundo distinto, la es precisamente nuestra Tierra!
22d
organismo humano—. Y así llegamos a la vivencia interna: una sensación
vivísima de toda la peculiaridad de lo terrestre, no
43
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 23 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
25e
tanto del destino propio, peculiaridad de la que po‑ tra Tierra material, no como procesos y accidentes Durante la época cultural egipcio‑caldea prevale‑
demos percatarnos —basta con intentarlo; mas por aislados —resulta entonces una conexión muy cían sobre todo las influencias de Venus.47
25f
lo regular, el hombre de hoy todavía no logra hacerlo particular—. Siguió luego la maravillosa época cultural griega,
24c
por sí mismo—. La existencia lunar se halla totalmente saturada cuya continuación es la romana, o greco‑latina, don‑
23a
Si estudiamos alguna obra de historia podemos de los protomaestros de la humanidad. de la influencia solar desde el mundo suprasensible
24d
tener, una y otra vez, la siguiente experiencia. Esos protomaestros han emigrado de la existencia hacia la Tierra alcanza su mayor intensidad, aunque
23b
Ahora vivimos en el año 1923; retrocedamos en terrena en un pasado muy remoto, y se desplazaron es la menos advertida por los hombres.
25g
la historia, y remontémonos al pasado, a la Gran a los mundos cósmicos, a la esfera cósmica de la Y fue en esa época cuando tuvo lugar la simulta‑
Guerra,44 y a todo lo que le ha precedido. Luna. neidad de dos factores.
23c 24e 25h
Puede suceder que, en ese estudio retrospectivo Pero ciertos hombres, los iniciados en los miste‑ Un factor se caracteriza por el hecho de que en el
tropecemos con alguna etapa histórica, digamos la rios, seguían teniendo una visión y audición internas hombre —al pasar por la existencia postmortem y
del año 1500 o 1550, frente a la cual tenemos la vívidas de lo que aquellos protomaestros habían en el momento de entrar en la esfera solar— surge la
sensación de que nos es conocida. transmitido alguna vez en la Tierra. máxima propensión a acrecentar su sensibilidad por
23d 24f
Detengámonos en esto. Así, en la época cultural protohindú existía toda‑ la Tierra, precisamente cuando no se encuentra en
23e
Algo que había existido hace algunos siglos, se vía en los misterios un conocimiento bastante vivido ella.
25i
nos antoja conocido, y llegamos a la conclusión: de la sabiduría de los iniciados lunares.45 El otro factor consiste en que, entre los griegos, lo
24g
‘esto es algo que hemos vivenciado.’ Precisamente lo que en nuestros días puede admi‑ que era de índole solar les afectó superlativamente.
23f 25j
No faltarán quienes afirmen que entonces vivían rarse en las reminiscencias de la sabiduría protohin‑ Lo que la Tierra recibe procedente del Sol tenía
su encarnación anterior. sin premeditación alguna. dú, se ha obtenido de esta manera. para los griegos inmenso significado, particular‑
23g 25a
Por lo general, este no es el caso. Luego sobrevino una condición doble. mente para los atenienses, y un poco menos para los
23h 25b
La mayoría de las veces se trata del año en que el También en las épocas posteriores a la protohin‑ espartanos.
25k
hombre tuvo su más vívida conexión con la existen‑ dú siguen subsistiendo las influencias procedentes En general, el elemento solar que procedía del
cia terrena, hallándose en su existencia solar entre la de lo suprasensible que atraviesa el hombre entre la Cosmos, elemento de índole espiritual, ejercía una
muerte y el nuevo nacimiento. muerte y el nuevo nacimiento; si bien esas influen‑ influencia sumamente profunda sobre la civilización
23i
Es decir, es el año en que en el más allá se le acer‑ cias menguan en intensidad, y así el hombre tiene griega.
25l
ca la vida terrena, en forma inversa a como aquí en cada vez menos consciencia de ellas. Durante todas esas cuatro épocas culturales exis‑
25c
la Tierra se le acerca la vida suprasensible como vida Las influencias mercuriales, por ejemplo, fueron tía en la Tierra la sensibilidad especial por lo pura‑
en el más allá. particularmente intensas durante la época cultural‑ mente espiritual del cielo estrellado.
24a 25m
Una vez que el hombre abandona la Tierra, entra protopersa, pero los hombres tenían escasa conscien‑ En realidad, es recién en nuestra quinta época
en su existencia lunar, en la existencia mercurial, en cia de ellas. cultural postatlante que despunta la sensibilidad por
25d
la existencia venusina, en la existencia solar, y toda‑ A cambio de ello elaboraron el mito de Ahura lo material del cielo estrellado.
vía continúa —hablaremos de ello más adelante—. Mazda,46 que deja entrever todavía un conocimiento
24b
En el mundo espiritual, todos esos episodios confuso de la influencia de Mercurio sobre la Tierra.
ocurren en relación con lo que tiene lugar en nues‑
45
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
44
Gran Guerra, posteriormente Primera Guerra Mundial; Conflicto 46
Ahura Mazda: Entidad suprema del zoroastrismo. Divinidad
armado desarrollado entre 1914 y 1918, en Europa. [n. del pr.] principal de la religión del Imperio persa. [n. del pr.] 47
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 24 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
25n 25w 26h
Esta quinta época empieza en el siglo XV48 de En este momento nos importa más avanzar desde En apariencia, estamos entrando en regiones
nuestra era, es decir, no tiene más que unos cuatro lo que acabamos de aprender sobre el mundo espi‑ harto materiales, que desentonan con lo espiritual
siglos. ritual hacia ciertas influencias que actúan en nuestra que hemos descrito; pero estas reflexiones nos serán
25o
No obstante, ya nos hemos alejado de la etapa quinta época postatlante. de valor para el progreso de nuestras conferencias
cultural anterior en la que los hombres terrenales posteriores.
27a
sentían en correspondencia con aquel sentimiento Planeta Época cultural Conocemos el fenómeno de las manchas solares50
que caracteriza la existencia solar entre la muer‑ Luna Proto India que se produce con cierta regularidad.
27b
te y el nuevo nacimiento, que podríamos llamar Mercurio Persa En la ciencia material externa se discute mucho
geotrópico. Venus Egipcio-caldea sobre esas manchas, así como sobre su significado,
25p
Hoy en día, somos más sensibles a lo que sigue Sol Greco-latina sin detenerse a reconocer que esos portales oscu‑
después. Marte (hierro) ros corresponden al estímulo continuo de lanzar
25q
El hombre entra en la región de la existencia su sustancia solar desde el interior del Sol hacia el
marciana, después de haber vivido algún tiempo su Cosmos.
26a 27c
existencia solar. Hoy en día, nos damos cuenta de lo que es una Esa sustancia solar arrojada del Sol hacia el
25r
Lo cósmico procedente de esa existencia marcia‑ lucha cósmica: ¡la sentimos!49 Cosmos, aparece luego dentro de nuestro sistema
26b
na es lo que ejerce actualmente la mayor influencia La mayoría de los hombres son incapaces de des‑ solar como cometas o meteoritos, así como también
sobre la humanidad. cifrar la lucha que se ha desatado entre toda clase de como bólidos errantes, aerolitos.51
25s 27d
Ya desde el momento en que hemos trascendido espíritus buenos y malos, en el seno de la existencia Las entidades que gobiernan el mundo desde el
el punto culminante central de la existencia entre la cósmica universal. interior del Sol son las que arrojan esas sustancias
26c
muerte y el nuevo nacimiento, y volvemos a acercar‑ Para nuestra época actual cobra particular im‑ a nuestra época —¡sí, particularmente a nuestra
nos a la existencia terrena, podemos trabar conoci‑ portancia lo que hemos designado como existencia época!—.
27e
miento con esas influencias. solar. Los fenómenos no son nuevos, ya lo habían he‑
25t 26d
Mas la proyección de la existencia solar continúa ¡Cuán difícil es imponer hoy en día algún re‑ cho antes, pero ahora cobran un significado que no
aún después del momento en que pasa a la existencia sultado de la ciencia espiritual frente a la ciencia tenían antes.
27f
marciana. materialista! Por esto dijimos que en las épocas de antaño
25u 26e
El Sol extiende su esfera de acción también sobre La gente se siente muy orgullosa de haber explo‑ obraban preferentemente los impulsos espirituales,
los estados planetarios que le siguen, su acción que rado el Sol en su aspecto físico‑material, y de sus presentes en el sistema estelar; ahora es cuando estos
persiste, si bien la existencia marciana es la que manuales científico‑descriptivos; pero esas descrip‑ mismos impulsos —objetivados en el hierro expulsa‑
cobra mayor importancia para lo que acontece en la ciones no ofrecen ninguna idea adecuada de lo que do— empiezan a tener un significado particular para
Tierra a partir de entonces. el Sol es, más bien desvían de lo correcto. el hombre.
25v 26f
En la próxima conferencia nos ocuparemos, en ¿Cuál es el efecto principal que el Sol ejerce sobre
mayor detalle, del paso del hombre por la existencia la condición terrestre?
26g
marciana. Nos limitaremos a insinuar una sola de sus 50
mancha solar: Región del Sol que tiene una temperatura más
proyecciones. baja que sus alrededores, y con una intensa actividad magnéti‑
ca, con una región central oscura, llamada ‘umbra,’ rodeada por
48
En 1413 comenzó la era del Alma Consciente, la época actual. una ‘penumbra’ más clara. [n. del pr.]
[n. del pr.] 49
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 51
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 25 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
27g 29a
Son esos impulsos los que cierto espíritu particu‑ humanidad, contrarrestando así a las potencias hos‑ Hoy día, es posible comprender todo esto por
lar aplica en el Cosmos, al servicio de lo espiritual tiles54 que actúan tras bastidores de la civilización. medio de la ciencia espiritual reconquistada.
27p 29b
que existe en el Cosmos. De modo que por un lado aparecen pugna y Se trata de un redescubrimiento de estas cosas
27h
Y ese espíritu que ahora cobra su significado par‑ lucha, por el otro, los esfuerzos de Micael. desde la propia ciencia espiritual, no de una renova‑
28a
ticular, es el que llamamos el Espíritu de Micael.52 Todo esto se relaciona con el desarrollo de la ción de tradiciones antiguas.
27i 29c
Para nuestra época se presentó en el Cosmos una libertad humana. La concordancia con los tiempos antiguos, en
28b
situación que en épocas pasadas no existía en el mis‑ Recordemos que, como hombres terrestres, tene‑ manera alguna significa que la Antroposofía renueve
mo grado. mos hierro en nuestra sangre. históricamente algo antiguo, sino patentiza que se
27j 28c
Esto es, el hierro cósmico en su significado espi‑ El sentimiento o impulso de la libertad en nues‑ busquen los hechos desde su propia esencia.
29d
ritual le brinda al Espíritu de Micael la posibilidad tras almas aún podría surgir si no tuviéramos hierro, Las verdades recobran su significado si se redes‑
de mediar entre lo suprasensible y lo sensible de la pero careceríamos del organismo para llevar a la cubre que los hombres ya las habían conocido bajo
Tierra. práctica ese impulso. la influencia de la sabiduría divina antiquísima, la
27k 28d
Por un lado, existe algo así como un ‘espíritu El hecho de que además de poder concebir la sabiduría que poseían los seres que emprendieron su
guerrero’ en el mundo al cual se penetra cuando se idea o el impulso de la libertad sintamos que nuestro éxodo a la Luna, y que hoy pueblan la colonia lunar
perfora53 la existencia, sensible en nuestra época. cuerpo puede ser vehículo de ese impulso, se debe a cósmica.
27l 29e
Cuando en la actualidad, en nuestra civilización, que nuestra época ofrece la posibilidad de aprender De este modo, nuestra época actual se relaciona
el hombre alcanza la visión suprasensible — cuan‑ cómo Micael es capaz de poner ese hierro cósmico a con las experiencias que vive el hombre entre la
do trasciende lo sensorio y dirige su mirada a las su servicio —que ya había sido expelido desde siem‑ muerte y el nuevo nacimiento.
29f
cosas que constituyen los grandes temas del mundo pre—, así como aprender a poner nuestro hierro Por eso la vivencia de lo terrenal se halla en su
subyacente, en lugar de a las cosas que le atañen interior al servicio del impulso de la libertad —con‑ apogeo cuando el hombre atraviesa la esfera so‑
en lo humano‑personal de inmediato—, su mirada forme vayamos profundizando nuestra comprensión lar, aunque existe siempre durante toda la vida
penetra en ese mundo donde observa las luchas y del impulso micaélico—. postmortem.
28e 29g
pugnas espirituales. Lo material exterior siempre cobra sentido una Desde la región supraterrenal que recorre entre
27m
Tras los bastidores de la existencia, en el mundo vez que aprendamos a comprenderlo como expre‑ la muerte y el nuevo nacimiento el hombre siem‑
espiritual hay contiendas y guerras. sión de lo espiritual. pre tiene ante sí lo terreno, pues de no tenerlo se
27n 28f
Por otro lado, el hierro que está siendo arroja‑ En ésta, nuestra época, hemos de aprender a usar volvería extraño55 para él durante su paso por el
do al Cosmos por los espíritus solares, alcanzando correctamente el hierro dentro de nuestra sangre, período postmortem que, no olvidemos, tiene cierta
ahí materialidad tangible, se convierte entonces en pues dondequiera que hay hierro, está dado el duración.
30a
armadura cósmica de Micael —en el sentido más impulso para el desarrollo de la libertad, desde el Lo que el hombre experimenta en el mundo
abarcante—. Cosmos y desde el hombre. suprasensible se puede describir de las formas más
27o 28g
En esa lucha cósmica, Micael quien tiene la A partir de un instinto profundo, los antiguos variadas.
30b
misión definida de ayudar al avance correcto de la iniciados correlacionaban el hierro con Marte, pues En mi conferencia anterior los hemos descrito de
con su importancia en la sangre recibe su importan‑ manera distinta; ahora lo enfocamos en su relación
52
Steiner, Rudolf. ‘La convivencia con el ciclo del año en cuatro
imaginaciones cósmicas.’ Conferencia: ‘La Imaginación de cia en el Cosmos, al mismo tiempo. con el mundo estelar, así como en su relación con el
Micael,’ Dornach, octubre 5, 1923 (S‑5446) [GA229]. Steiner, acontecer de las sucesivas épocas culturales terrestres.
Rudolf. ‘La misión del Arcángel Micael.’ [GA194] [N. del Au.]
53
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 54
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 55
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 26 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
30c
Todo lo que exponemos habrá de sintetizarse [04]    hombre suprasensible (iv) del suprasensible con el sensible —a la acción con‑
poco a poco. La Haya, noviembre 17, 1923, por la noche certada, armónica, y unificada de ambos mundos—.
30d
Carece de sentido el que alguien alegue que des‑ (S‑5487) 02d
Podemos afirmar que toda relación entre las
cribimos de varias maneras distintas el período del diversas regiones que atraviesa el hombre entre la
hombre entre la muerte y el nuevo nacimiento. muerte y el nuevo nacimiento, halla su expresión
30e
Si hacemos visitas repetidas a alguna ciudad, exterior en la relación espacio‑temporal que tienen
también describiremos sus rasgos típicos de maneras entre sí los correspondientes astros.
02e
distintas, conforme los vamos conociendo; después, De modo que se logra la imagen correcta de lo
sintetizamos los detalles. que se pretende describir con una descripción ‘ajus‑
30f
De la misma manera, en la ciencia espiritual se tada a la realidad estelar.’
02f
trata de que las diversas descripciones de las viven‑ Al señalar exteriormente en dirección hacia una
cias del hombre en el mundo suprasensible se englo‑ estrella se señala el lugar que corresponde a la región
ben en concepto, visión y pensamiento. suprasensible respectiva.
30g 03a
Sólo entonces se obtendrá una impresión de lo En la conferencia anterior vimos cómo es posible En oposición a esto podría alegarse que todo lo
que es el mundo suprasensible, y de lo que vivencia imaginar la vida entre la muerte y el nuevo naci‑ que se ubica entre la muerte y el nuevo nacimiento
el hombre en él. miento, considerándola un tránsito por regiones no se presta a ser imaginado espacialmente o, por lo
31a
Hasta este punto quisimos llegar en mi espirituales. menos, sólo puede representarse en el espacio hasta
01b
descripción. Vimos asimismo que llegábamos a obtener cierto grado.
31b 03b
En l segunda conferencia del día de hoy, partire‑ puntos de vista válidos para ese tránsito, llamando la Eso es correcto, pero todo se proyecta en el
mos de lo dicho, y describiremos las vivencias pos‑ atención sobre ciertas posiciones de los astros. espacio.
01c 03c
teriores del hombre en su travesía por la existencia Antes de continuar avanzando, tratemos con ma‑ Lo que es supraespacial y supratemporal influye
entre la muerte y el nuevo nacimiento. ♣♣ yor precisión cómo debemos imaginar ese tránsito en el espacio y en el tiempo, y dado que el hombre
a través de las regiones señaladas por las posiciones se halla obligado a orientar sus representaciones se‑
estelares. gún el espacio y el tiempo, la configuración estelar es
02a
Para explicar el paso a través de la existencia la mejor imagen —pues, dado que existe en nuestra
suprasensible entre la muerte y el nuevo nacimiento alma nos reproduce la imagen respectiva de la mejor
podría parecer que, por ejemplo, bastara la descrip‑ manera posible—.
03d
ción que he dado en mi libro ‘Teosofía.’56 Por la física sabemos que los procesos propios
02b
Ese enfoque basta, sin duda, para empezar, pero del mundo físico supeditados a la fuerza de grave‑
hemos de seguir adelante, no hemos de estancarnos dad sufren modificaciones al situarlos en el espacio
en lo conocido. universal.57
02c 03e
De ahí que sea necesario tratar esos temas de Y el físico indica que la intensidad de la fuerza de
modo que efectivamente nos conduzcan a la unidad gravedad disminuye con el cuadrado de la distancia.
03f
La intensidad lumínica también disminuye con el
56
Steiner, Rudolf. ‘Teosofía. Una introducción al conocimiento cuadrado de la distancia.
suprasensible del mundo y del destino humano.’ [GA009]
[n. del pr.] 57
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 27 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
03g 04a 04i
Sin embargo, hay una sola cosa que el hombre no Hemos extendido nuestras reflexiones sobre el Luego, el hombre se va más lejos —podríamos
está dispuesto a admitir, y esto es que todas las in‑ peregrinar postmortem del hombre hasta el momen‑ decir hacia las vastedades del Universo, hacia las
tuiciones de lo sensible adquiridas aquí en la Tierra to en que éste entra en la región solar, donde tiene ondas60 del Universo— donde sigue la remodelación
corresponden a la realidad terrestre —por lo que es lugar lo que describimos como remodelación de la hasta que emprende su camino de regreso.
04j
lógico que lo válido para la fuerza de gravedad, de la forma espiritual inferior del cuerpo humano, para Entonces atraviese la región de Saturno, la de
luz y demás, disminuya en su validez si lo proyecta‑ que sea cabeza en la próxima vida terrestre. Júpiter, la de Marte, la del Sol, y vuelve a llegar a la
04b
mos al espacio universal—. Debemos tener en cuenta que el hombre entre región lunar, en descanso.
03h 04k
Sólo se justifica referirnos a los conocimientos la muerte y el nuevo nacimiento pasa dos veces por Oportunamente nos ocuparemos de las vivencias
generalmente aceptados como válidos si circunscri‑ cada una de las esferas estelares.59 de ese viaje de regreso.
04c 04l
bimos su validez a la esfera de la Tierra. Hasta ahora hemos visto que traspuesto el um‑ Por de pronto, coloquemos ante nuestra alma lo
03i
Así como la fuerza de gravedad disminuye con el bral de la muerte el hombre llega a la cercanía de la que experimenta el hombre tras haber franqueado la
cuadrado de la distancia, así también disminuye el Luna; luego a la cercanía de Mercurio, a la de Venus, región solar.
05a
acierto de nuestros juicios cuando nos alejamos de la y luego a la región del Sol. Antes de llegar a esa región, la mayoría de las ‘vi‑
04d
Tierra. En esa región solar empieza la transformación vencias del hombre giran en torno a lo que todavía
03j
Si el astrónomo o astrofísico moderno quisie‑ efectiva del hombre inferior en el superior —de guarda estrecha relación con él como individuo.
05b
ra determinar por medio del pensar común qué modo que lo que eran extremidades se va transfor‑ Anteriormente describimos que el hombre exhibe
pasa, por ejemplo, en una nebulosa espiral, sería mando en sistema cefálico, a nivel espiritual en esta la fisionomía del bien y del mal y, de este modo,
tan ilógico como el basar el cálculo del peso de una etapa—. adquiere la visión de otros seres de índole similar a la
04e
estrella integrante de esa nebulosa en las condiciones Esa transformación es algo sumamente magnífi‑ suya.
05c
terrestres. ca; y quien contempla la cabeza humana sólo en su Describimos cómo va transmutando más y más
03k
De ahí que nadie debiera sorprenderse de que la aspecto físico no sospecha cuántos factores tienen la figura propia, para asemejarse a las entidades que
ciencia espiritual se vea en la necesidad de afirmar que cooperar en el Universo para lograr ese germen pertenecen al mundo suprasensible, y así divisa las
que las cosas se ven de una manera aquí en la Tierra, espiritual de la cabeza humana. entidades de la Tercera Jerarquía, e incluso de la
04f
pero fuera de ella su realidad es distinta. La acción sobre ese germen de la cabeza —espi‑ Segunda.
03l 05d
Por ejemplo, aquí en la Tierra tenemos una ima‑ ritual al principio, y luego proyectada a nivel físico, Esto implica que para describir al hombre antes
gen de la Luna tal como estamos acostumbrados a en el germen del embrión— empieza cuando el de la existencia solar hay que tomar como punto de
contemplarla; sin embargo, la Luna es en verdad una hombre llega a la región solar en su peregrinación partida su figura espiritual.
05e
colonia cósmica integrada por lo que describimos en postmortem. Pero cuando penetra en la región solar se ve
04g
la conferencia anterior.58 Continúa después en la región de Marte, la de enriquecido por lo que ya describimos antes: la
03m
Algo similar vale para todas las estrellas y las Júpiter y, finalmente, la de Saturno, la última, pues identificación vital con la música cósmica —la cap‑
constelaciones. no entran en consideración ni la de Urano ni la de tación del significado de la acción concertada de los
03n
No podemos dejar de lado lo que antecede al Neptuno. mundos siderales, en las armonías, en las melodías
04h
proceder a la descripción de lo que vamos a estudiar Durante todo el período en que el hombre per‑ cósmicas—.
05f
ahora. manece en esas regiones perdura la acción sobre el Esa acción concertada de los astros culmina en
germen espiritual de su cabeza. el fenómeno cuya expresión es melodía o armo‑
58
Steiner, Rudolf. ‘El hombre suprasensible (iii).’ La Haya, noviem‑
bre 17, 1923, por la tarde (S‑5486) [GA231:03] [n. del pr.] 59
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 60
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 28 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
nía cósmica —que expresa a la vez la conjugación vida terrestre —es decir, lo que había encontrado su de que al pronunciar una ‘a,’ por ejemplo, expresa‑
de todas las entidades que moran en sus’ regiones objetivación anímica viviente en el lenguaje—. mos algo que surge del asombro, de la maravilla, en
07c
respectivas—. Dado que existe una imperfección intrínseca en cuanto a su sustancia fónica; que cuando pronun‑
05g
En verdad, es la vida emotiva en su metamorfosis todo lo terrenal, su recuerdo introduce una especie ciamos una ‘b’ creamos una envoltura, envolvemos
espiritual la que recibe el impulso al entrar el hom‑ de disonancia en la música cósmica. algo.
07d 07l
bre en la existencia solar. Esa disonancia es la consecuencia de arrastrar Las vocales corresponden siempre a sentimientos;
05h
Y todo lo que experimenta, es como si vibrara y hasta la existencia solar los restos de la facultad del las consonantes, a formas.
07m
reverberara en él esa melodía y esa armonía cósmica. lenguaje. La intimidad del alma queda expresada en las
06a 07e
En esta etapa de la vida postmortem, el hombre Las disonancias que el hombre introduce en vocales.
07n
necesita el sentimiento universal de la colaboración la existencia solar por medio del lenguaje ofrecen De ahí que, con el sonido de la ‘b’ se halla origi‑
armoniosa y melodiosa de las distintas substanciali‑ el substrato para que ciertos espíritus superiores nalmente asociado el gesto del envolver, propiamen‑
dades del Universo, saturándole por completo —no puedan trabajar sobre la existencia terrestre desde el te la ‘casa,’ o ‘casita.’64
necesita ni teorías ni nada que pueda expresarse en exterior, desde el Cosmos.
07f
palabras, sino,—. Pues estas disonancias son síntoma de lo que en
06b
Y entonces se produce nuevamente un fenómeno la existencia terrena ha degenerado; y cuya expresión
que nos muestra la relación entre los dos mundos: se encuentra en el lenguaje, sobre todo en su forma
el físico‑sensible y el suprasensible‑suprafísico, en actual—.61
07g
forma elocuente. Hoy en día, el lenguaje humano ya no es algo
07a
En el momento en que entramos en la existencia que aflore del hombre con fuerza primordial, por lo
07o
solar, en el momento en que de todos lados se nos menos en sus modalidades europeas o americanas.62 Si decimos ‘b’ aludimos a lo envolvente pro‑
07h
acerca la melodía y armonía cósmicas, en ese mo‑ Quisiéramos insinuar que quizás, algún día, el tector; si decimos ‘a’ exteriorizamos un asombro
mento sentimos todavía los últimos remanentes del lenguaje pueda recobrar lo que fue alguna vez; algu‑ profundamente arraigado en nuestra alma; si pro‑
lenguaje —el lenguaje que durante nuestra existen‑ nos de nosotros estudiamos hoy la Euritmia.63 nunciamos ‘t’ marcamos un detenerse, pararse súbi‑
07i
cia terrenal poseíamos como una de nuestras faculta‑ ¿Qué sucede, en realidad, cuando los hombres tamente, hacer alto en el camino; si pronuncio ‘d,’ el
des más espirituales—. deciden practicar la Euritmia? alto es más suave.
07b 07j 07p
Cuando durante el intervalo entre la muerte y el Hoy en día, se enuncia cualquier palabra con Así, cuando enunciamos, por ejemplo, la palabra
nuevo nacimiento quedamos despojados de nues‑ total ligereza, sin tener la menor idea de cómo su ‘Bad’ [‘baño’], y nos remontamos a sus orígenes en
tra figura espiritual; cuando durante la existencia forma se relaciona con la vivencia anímica íntima de que todavía se la sentía e intuía en toda su plenitud,
solar nosotros mismos ya somos similares a la esfera quien la pronuncia. tendría que decir: ‘ahí está la envoltura,’ ‘ahí está el
07k
cósmica en lo que se refiere a nuestra propia figura Hoy en día, hablar significa simplemente supedi‑ agua’: ‘b’; cuando siento su agradable calor: ‘ah.’
07q
transmutada en germen cefálico; cuando se han tarse a un convencionalismo; nadie tiene consciencia ¡Ya estoy en ella… ‘a’!
07r
desvanecido los rasgos estructurales que todavía 61
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] Y ahora permanezco en el agua, ‘d’65: la vivencia
recordaban la existencia terrenal; entonces continúa
62
En general, cuando Rudolf Steiner se refiere a ‘América’ se está completa se halla contenida en la palabra.
refiriendo a ‘Norteamérica.’ [n. del pr.]
perdurando lo que se había expresado como facultad 63
euritmia: Rudolf Steiner la definió como el arte del movimiento 64
El texto en alemán cita ‘B-Lauf’ [‘B-corrida’], y ‘Haus’ [‘casa’] y
de expresar en palabras los pensamientos durante esa que hace visible en el espacio y a través del movimiento cor‑ ‘Häuschen’ [‘casita’]. [n. del pr.]
poral aquello que transcurre en el interior del ser humano por 65
El traductor se permite sugerir cierta semejanza entre el valor
medio de la palabra y de la música. [n. del pr.] fónico de la ‘d’ y de la ‘ñ,’ que no existe en alemán. Por lo tanto,
Rudolf Steiner [ga231] 29 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
07s
Hoy en día, una explicación como ésta puede personas en realidad ya no habla, sino escupe las tud de su ser, para que resuene por toda la vastedad
causar, una leve sonrisa, porque la gente ya no tiene palabras. del Universo.
09f 11f
vivencia alguna al contacto con la palabra. ¿Cómo imaginar que pueda saturarse de elemen‑ Así el hombre entra en la región donde la música
07t
Para vivenciar en plenitud el vocablo ‘Bad’ habría to anímico? cósmica se convierte en lenguaje cósmico; donde
09g
que decir: ‘La casa en que se encuentra el asombro y En las lenguas modernas es tan poco lo que aún empezando por oír queda luego entretejido en el
en la que estoy sentado.’ brota de lo anímico. lenguaje cósmico; donde percibe el lenguaje creador
07u 09h
Y así, el lenguaje se halla propiamente impregna‑ Es lamentable que se infunda tan poca alma y de las cosas, el Verbo, no sólo ese lenguaje humano
do de vivencias anímicas por doquiera, vivencias que vida en las palabras, y ¡ya ni siquiera se articulen! puramente imitativo.
10a 11g
se derraman concretamente en el habla. Lo que antecede nos permite apreciar cuán estri‑ Esto corresponde al paso por la región de Marte,
07v
La humanidad tuvo en un tiempo esa sensa‑ dente es la disonancia se introducida en la música la primera región en la que el hombre aprende de
ción del lenguaje; a esa sensación corresponden los cósmica cuando el hombre llega a la existencia solar manera consciente de sus pobladores.
11h
lenguajes originales y primitivos, cuando el habla después de la muerte. La población espiritual de Marte está integrada
10b
era visualización pura de sentimientos y de formas Precisamente por esa configuración del lenguaje por los conocedores del lenguaje cósmico, junto
—de sentimientos en las vocales, de formas en las ciertas entidades espirituales registran los síntomas con las entidades de naturaleza luchadora y otras
consonantes—. de decadencia en la existencia terrestre, y las posibles semejantes.
07w 11i
Hoy todo eso se ha desarticulado; todo se ha medidas para encontrar las fuerzas e impulsos que Pero las de mayor importancia para el hombre
convertido en convencionalismo. permitan iniciar un cierto re‑ascenso. son aquellas cuya substancialidad constitutiva se
08a 11a
Hoy ya vivimos de modo tal que para nosotros Continuando el hombre su peregrinación entre halla entretejida de palabra cósmica pura —son los
las palabras ya casi son tan sólo una cuestión de la muerte y el nuevo nacimiento se interna en la custodios del lenguaje cósmico67—.
12a
memoria. existencia marciana. Y la peregrinación del hombre sigue todavía en‑
09a 11b
La euritmia trata de reconstituir el gesto respecti‑ ¿Qué quiere decir ‘entra en la existencia trando en la región de Júpiter.
12b
vo, lo que es la ‘b,’ la ‘a,’ la ‘d.’ marciana’? En ella moran las entidades guardianas68 de los
09b 11c
Al realizar el idioma ademán el euritmista retorna Ahora ya no podemos referirnos a la figura espiri‑ pensamientos cósmicos.
12c
a la vivencia directa del lenguaje. tual del hombre, porque está completamente trans‑ Las entidades de esa región irradian seres‑pen‑
09c
Y es de esperar que cuando se popularice la eu‑ formado —se ha convertido en réplica de la esfera samiento hacia nuestro sistema planetario y sus
ritmia el hombre encuentre el camino de regreso al cósmica, creada en el mundo espiritual—. regiones vecinas.
11d 12d
lenguaje vivenciado y contemplado, tal como lo eran Entonces continúa la peregrinación a través de Al atravesar esta región el hombre sufre una
las lenguas primitivas. Marte, de Júpiter, y de Saturno, hacia las ondas del transformación sólo podemos insinuar en forma
09d
Confiamos en que la euritmia sea en el futuro Cosmos. esquemática de la manera siguiente.
11e 12e
poste indicador para llevar la vida anímico‑espiritual Pero al entrar en la región de Marte, el hombre Imaginemos que el hombre mismo se convirtiese
sobre las vibraciones del lenguaje, no solamente lo experimenta la población marciana que integran, en una especie de réplica de la esfera cósmica —de
que es hoy. por una parte, las almas humanas desencarnadas y, aquello que es el germen espiritual de su futura
09e
Hoy en día, ya hemos llegado al extremo de que por otra, las entidades ele las jerarquías superiores cabeza terrestre—.
el habla se articula tan poco que gran número de que pronuncian el lenguaje cósmico66 desde la pleni‑
lo dicho a propósito de ‘Bad’ podría aplicarse también a la 66
Steiner, Rudolf. ‘El hombre como sinfonía de la palabra creado‑ 67
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
palabra ‘baño.’ [N. del Tr.] ra.’ [GA230] [N. del Au.] 68
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 30 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
12f 12n 15a
Tras la existencia solar durante la cual el hombre He ahí la experiencia al pasar por Júpiter. Entonces llega el momento en que el hombre
13a
aprendió a desechar el lenguaje terrenal —al entrar La travesía sigue luego por Saturno, el planeta emprende su camino de regreso; retorna primero a la
en contacto con la disonancia estridente del mis‑ que le aporta al hombre lo que pudiéramos llamar región de Saturno; de esto hablaremos más adelante.
15b
mo—, durante el tránsito por Marte el hombre va memoria cósmica. El hecho de que el hombre en la existencia satur‑
13b
identificándose con el lenguaje cósmico, y recibe los Saturno es la esfera de la existencia cósmica don‑ nal asimiló primero el recuerdo planetario ofrece la
primeros rudimentos para su comprensión. de se localizan las entidades espirituales que conser‑ condición previa para recibir inserta en su cabeza la
12g
Esto implica que luego de iniciada la remodela‑ van la memoria de todo aquello que alguna vez ha base de su facultad de recordar, necesaria posterior‑
ción de su organismo interior el hombre elabora el sucedido en nuestro sistema planetario. mente en la Tierra.
13c 15c
germen espiritual de su futura cabeza conjuntamente Saturno es el gran receptáculo de las memorias y Lo que primero se le implanta como memoria
con las entidades de las jerarquías superiores. recuerdos de todos los acontecimientos de nuestro cósmica de hace ‘terrenal’ —la memoria cósmi‑
12h
Y lo primero que se imprime en esta cabeza es sistema planetario. ca se ha reconvertido en capacidad de memoria
13d
el aprehender comprensivamente el Universo, no la Durante su primer tránsito por la existencia humana—.
15d
Tierra. saturnal el hombre va conociendo lo que los dioses Y cuando el hombre ha llegado a la esfera de
12i
Lo primero que la futura cabeza aprende es recuerdan del sistema planetario —en forma similar Júpiter en su re‑descenso, sus logros en cuanto a la
el lenguaje cósmico, los pensamientos cósmicos; a como primero aprende el lenguaje de los dioses en comprensión de los pensamientos divinos quedan
pensamientos y lenguaje cósmicos que se infunden la región de Marte, y los pensamientos de los dioses, reconvertidos en la capacidad de captar pensamien‑
vitalmente en la cabeza humana. en la de Júpiter—. tos humanos, que se reflejan en la consciencia ordi‑
12j 13e
Durante su tránsito por Marte y Júpiter el hom‑ De esta triple manera, queda insertado en su naria cuando el germen cefálico del hombre se une
bre se entera de los secretos del Universo espiritual, cabeza cósmica suprasensible —germen y precursora con el germen del embrión físico.
16a
a semejanza de cómo aquí en la Tierra sabe algo del espiritual de su futura cabeza terrena— todo lo que En este paso por Saturno es posible elaborar más
reino mineral, del vegetal, y del animal. necesita para ser ciudadano del Cosmos, y moverse detalladamente, la transformación del hombre infe‑
12k
El hombre sólo alcanza el sentimiento certero en él entre las entidades de las jerarquías superiores, rior en los elementos de la organización cefálica.
16b
frente a la naturaleza humana cuando cobra cons‑ igual a como en la Tierra vive entre los seres de los He aquí una proeza maravillosa: vemos cómo
ciencia de que durante su peregrinación entre la reinos mineral, vegetal, y animal, inferiores a él. un hombre trabaja sobre otro, cómo esto se lleva a
14a
muerte y el nuevo nacimiento, primero llegó a cono‑ Y cuando el hombre esté interiormente tan cabo en consenso con las entidades de las jerarquías
cer los nombres de las entidades majestuosas de las enriquecido en su existencia espiritual, que ya superiores; cómo, efectivamente, se modela la cabeza
jerarquías superiores; luego aprendió a comprender ha aprendido a comprender el lenguaje del ‘gran humana de modo que la modelación corresponda a
cómo esas entidades emiten su actividad creadora mundo —del macrocosmo en el más amplio sentido la creación de todo un nuevo mundo en sí.
16c
hacia el Universo; luego aprendió a captar juicios no de la palabra— trasciende hacia la región que solfa Observada en la esfera en que se encuentra en la
banales. llamarse la esfera de las ‘estrellas en reposo,’ en tiem‑ región entre la muerte y el’ nuevo nacimiento, toda
12l
Un juicio banal sería, por ejemplo ‘¿cómo recorro pos pasados —es decir, de las estrellas fijas; allí ya no cabeza humana es un mundo prodigioso lleno de
el camino de La Haya a Amsterdam?’ hay actividad planetaria, sólo actúa el sistema de las innumerables detalles.
12m 16d
Los juicios en esa región planetaria se relacionan estrellas fijas—. El trabajo sobre ella, exige justamente la entrega
14b
con temas tales como: ¿cómo nace una época cósmi‑ En sentido estricto, sólo ahí se prefigura todo lo de quienes están kármicamente unidos,69 así como el
ca de otra época cósmica, gracias a los efectos de las que integra el primerísimo rudimento de la cabeza correspondiente trabajo de las entidades de las jerar‑
jerarquías superiores?’ humana desde mundos espirituales infinitos. 69
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 31 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
19b
quías superiores, las que saben y comprenden cómo En esa etapa, ya se le dota del germen espiritual se siente uno con las entidades de las Jerarquías
ha de configurarse semejante cabeza humana, partir del futuro nuevo cuerpo, concretamente el que Superiores, viviendo los pensamientos y el lenguaje
de los secretos del Cosmos. corresponde a los sistemas torácico y motor de la cósmicos; y regresa a la existencia solar.
16e 20d
Es algo maravilloso llegar a saber como es el venidera existencia terrena. Es en ese tránsito cuando el hombre vuelve a in‑
19c
hombre de esta manera. El sistema de las extremidades de la vida terrena dividualizarse, aislándose, cuando surge tenuemente
17a
Todo esto no debiera llevarnos a la presunción, anterior se convierte en el sistema cefálico en la si‑ el sentimiento de su separación del Cosmos.
20e
pues el mundo en que nos encontramos entre la guiente vida, y en el paso por el mundo sideral hacia Esta individualización está relacionada con que
muerte y el nuevo nacimiento, propicia el que no la siguiente vida terrena, se le dota de los sistemas al hombre se le implanta en esta etapa el primerísi‑
sucumbamos a ese peligro. torácico y motor, sólo que todavía enteramente a mo germen del corazón humano.
17b 21a
Sería absurdo que encontrándonos entre las enti‑ nivel espiritual. Y prosigue el retorno descendente a través de las
19d
dades de las Jerarquías Superiores cayéramos en me‑ En esa etapa marciana tiene lugar una transfor‑ regiones de Venus y Mercurio, donde se le incor‑
galomanía humana —ante esas entidades con quie‑ mación significativa: la suprema espiritualidad que poran los primerísimos gérmenes espirituales de los
nes trabajamos ahí, seguimos siendo pequeños—. le fuera insertada al hombre en su primer paso por demás órganos que habrán de integrarle.
17c 22a
Cuando aquí en la existencia terrena finalmente Marte —que significaba la capacitación para percibir Tengamos presente que todo esto requiere inter‑
llegamos a ser conscientes del significado que tiene la palabra cósmica— va siendo modificada, en el valos prolongados, de modo que mucho antes de
el hombre en el macrocosmo entre la muerte y el sentido de que lo espiritual superior desciende a una que entre en la existencia terrena, ya se produce un
nuevo nacimiento en el macrocosmo, reconocemos substancialidad espiritual algo más baja, en la cual se significativo viraje en su destino.
22b
cuán insignificante ha sido nuestro aporte a esta manifestará el Yo humano más adelante. A partir del momento en que el hombre atraviesa
19e
existencia. Durante ese tránsito por la existencia marciana se por segunda vez la existencia solar en que el Cosmos
17d
Por lo tanto, no tenemos por qué presumir de le articula al hombre el germen espiritual de todo lo nos dota del germen espiritual del futuro corazón,
nuestra situación actual; ni tampoco enorgullecernos que se relaciona con el sistema laríngeo y pulmonar. además de estar insinuada su forma física, esa forma
20a
del papel que desempeñamos cuando nos encontrá‑ El siguiente paso de descenso significa el retorno se halla impregnada y envuelta de todos los valores
bamos entre los dioses. a la existencia solar, que tiene un significado muy que conquistó a través de sus vidas anteriores.
18a 22c
No obstante esta reserva, lo que sí puede crecer especial. Lo que es verdaderamente importante es que
20b
gracias a la nueva consciencia de lo que tiene lugar Recordemos que el hombre tuvo en es primer durante esa segunda etapa solar el hombre se va
entre la muerte y el nuevo nacimiento es el sentido paso por la existencia solar el punto de partida para reconcentrando, en relación a lo que hay en él de
humano de responsabilidad que nos transmite. su peregrinación, y atravesó las regiones de Marte, anímico‑moral‑espiritual, ya que todo esto es lo que
18b
Si evaluamos el significado de la condición hu‑ Júpiter y Saturno, hacia el mundo sideral; y se se halla concentrado en el corazón humano —el
mana en comparación con lo que para los propios encuentra ahora en su camino de regreso en sentido hecho que nos sea inculcado el primer germen del
dioses significa aquella proeza sobre el hombre entre inverso, Saturno, Júpiter y Marte. corazón físico es de importancia secundaria—.
20c 22d
la muerte y el nuevo nacimiento, tenemos que hacer Durante ese intervalo se halla enteramente sumi‑ Previamente a la unión del germen del corazón
el mayor esfuerzo para ser dignos de la condición do en el Universo, totalmente unificado con él, vive con el germen embrionario del futuro cuerpo huma‑
humana, incluso en la existencia terrena. en el Cosmos; ha aprendido su lenguaje; entreteje no, el corazón es en el Cosmos una entidad espiri‑
19a
El hombre continúa su viaje de regreso y pasa de en su propio ser los pensamientos cósmicos; en el tual‑moral‑anímica en el hombre, y esta entidad que
nuevo a la existencia marciana, en la cual prosigue el recuerdo de todo el sistema planetario, no vive en él vivencia y recupera durante el retorno a la Tierra,
trabajo sobre él. su recordación personal que reaparecerá más tarde;

Rudolf Steiner [ga231] 32 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


el profanador de textos
es la que vive ahora en él, y que se unifica con el así como corrientes o proyecciones que de él se ex‑ to cósmico preciso en que el hombre puede sentirse
germen embrionario. tienden hacia las entidades de la Segunda Jerarquía. realmente en el corazón espiritual del mundo, su
22e 23g
El hombre vivencia esa concentración de lo Así como en el organismo físico la sangre circula mirada ya se fija en la línea generacional a cuyo ex‑
anímico‑moral‑espiritual en comunidad con los se‑ de los vasos sanguíneos al corazón, de igual ma‑ tremo se halla la pareja humana que habrá de darle
res solares sublimes, en cuyas manos están las fuerzas nera fluye a nuestro ser anímico‑espiritual, ahora nacimiento terrestre.
24b
creadoras del sistema planetario y, con ello, de la localizado en el hombre, lo que esas entidades de la El hombre se halla vinculado a su línea genera‑
vida terrena. Segunda Jerarquía han de manifestar sobre el mun‑ cional desde esa etapa relativamente temprana.
23a 24c
Expresándonos en sentido figurado —los tér‑ do, así como sus juicios sobre el hombre. Nosotros nacemos de padres, que tuvieron pa‑
23h
minos suenan un poco a paradójicos, pero aciertan El espíritu del Cosmos, en sus palabras y sonidos, dres, que tuvieron padres, que tuvieron padres… y
con la verdad — sucede que al recibir su corazón equivale a la circulación que se concentra en el latido así hemos ascendido alrededor de un siglo en la línea
cósmico, el hombre convive con las entidades de las espiritual de ese órgano macrocósmico, es decir, generacional.
24d
Jerarquías Superiores que gobiernan las relaciones en esa entidad anímico‑moral‑espiritual: allí late el Luego si nos seguimos retrocediendo hemos de
entre el sistema planetario y la existencia terrestre. corazón espiritual del hombre. recorrer varios siglos, porque mucho antes de nacer
23b 23i
Debido a esto, nos vemos remitidos a algo suma‑ Ese latido cardíaco es, a la vez, el del propio el hombre ya se ha asociado a la dinastía que culmi‑
mente maravilloso, difícil de explicar en palabras. mundo donde el hombre se halla inserto. na en su familia.71
23c 23j 24e
Los sentimientos humanos durante la peregrina‑ En ese mundo, el quehacer de las entidades crea‑ Desde una etapa temprana el hombre se adscribe
ción postmortem son análogos a los que se experi‑ dores de la Segunda Jerarquía, y las fuerzas que de a esa linea generacional, cuando atraviesa la existen‑
mentan durante la existencia física. ellas irradian, constituyen la corriente sanguínea. cia solar.
23d 23k 24f
Así cómo durante la existencia física el hombre se Así como la corriente sanguínea física confluye Corresponde a la etapa en que atraviesa la región
siente unido con el latir de su corazón, con toda la hacia el corazón donde el hombre la percibe incons‑ cósmica de Venus y Mercurio en su retorno —que
actividad cardíaca, asimismo en el macrocosmos se cientemente, del mismo modo, en ese momento es cuando puede seleccionar, diseñar y elaborar los
siente unido por medio de su corazón espiritual ma‑ entre la muerte y el nuevo nacimiento, le es conce‑ pormenores— el conciliar su destino, hasta donde
crocósmico con su entidad espiritual‑anímico‑moral dido al hombre abrigar dentro de sí, uno de los ór‑ sea posible, con la vivencia externa que le salga al
íntegra. ganos sensorios, uno de los corazones cósmicos, que encuentro por haber elegido determinada familia y
23e
Todo lo que le sucedió en el Cosmos hasta el plasma el latido del corazón macrocósmico, gene‑ determinado pueblo donde nacer.
25a
momento de percibirse a sí mismo como ser aními‑ rado por el quehacer de las entidades de la Segunda Entonces llega una vez más a la región de la
co‑moral‑espiritual se halla presente en él como si Jerarquía. Luna.
23l 25b
fuera latido espiritual del corazón; siente, todo su ser Tengamos presente que el corazón es un órga‑ Tengamos presente que el hombre, durante su
en el Cosmos como si fuera su propio latido cardía‑ no sensorio que registra el movimiento sanguíneo; peregrinación postmortem, al revisar lo bueno y lo
co, así como algo así como una circulación, vincula‑ no lo impulsa, no es una bomba, como creen los malo de su propia vida, atravesó por primera vez
da a ese latido. científicos. por la región lunar, y tuvo que recordar la Tierra,
23f 23m
Del mismo modo que en la Tierra percibimos en La sangre se mueve en virtud de la espiritualidad el origen de la existencia terrena, y a los proto‑
el latido del corazón, la circulación sanguínea, y la y de la vitalidad del hombre.70 maestros que transmitían al hombre la sabiduría
24a
respiración que los originan, asimismo al retroceder Continuando en su retroceso, justo antes de en‑ suprahumana.
a la existencia solar sentimos el latido espiritual de trar en la región de Mercurio y Venus, en el momen‑
nuestro corazón macrocósmico, y vivenciamos algo 70
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 71
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 33 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
25c 26e
Ahora, en su retorno, no existe el mismo grado Al atravesar Mercurio y Venus, crece la lumi‑ lunar,74 en comunidad con los protomaestros de la
de motivación para prodigar su atención a lo que nosidad de nuestra consciencia, y así cada vez que humanidad.
26m
alguna vez existió en la Tierra: el intervalo en esa entramos en una nueva órbita sideral. Esa evolución consiste en que los guías de la
26f
segunda existencia lunar cósmica, es igual al período Inversamente, al regresar de nuevo al encuentro humanidad colaboren en amortiguar la consciencia
que transcurre entre la concepción y el nacimiento de una nueva vida terrena, la consciencia se amorti‑ cósmica propia de la existencia mercurial, hasta el
físicos, de modo que el hombre acompaña su propio gua, paso a paso. grado de consciencia letárgica que prevalece al entrar
26g
período embrional con una evolución cósmica Sin embargo, cuando llegamos a la región de el hombre en la existencia física.
27a
correlativa.72 Mercurio, seguimos teniendo todavía una conscien‑ Todo lo que nos sale al encuentro en el hombre
25d
En la región lunar el hombre pasa por cierta cia más clara de la que pueda existir en la existencia físico‑sensible sólo puede comprenderse enfocándolo
evolución, en tanto que, aquí en la Tierra, se estruc‑ terrena ordinaria. desde el hombre suprasensible.
26h 27b
tura el receptáculo con el que habrá de unirse: el Tras Mercurio, entramos en aquella región de la Y el hombre suprasensible, a su vez, no podrá
embrión. Luna que nos muestra aquello que el hombre era ser comprendido en la Tierra, o a partir de meros
25e
¿Cuál es, entonces, la experiencia macrocósmica en los comienzos del ciclo terrestre; en esa región se fundamentos terrenales, si no se lo enfoca desde la
que vive el hombre durante su segunda estancia en extingue nuestra consciencia. realidad macrocósmica.
26i 28a
la Luna? Sintetizando: en la región donde habíamos Las conferencias hasta la presente, trataron de
26a
La consciencia que el hombre tiene en todas las recibido la primera iluminación relativa al mundo ilustrar cómo el hombre, en cuanto hombre terrenal,
experiencias que hemos venido describiendo, es mu‑ suprasensible, con la consciencia ya más despejada ha de nacer, surgido del Cosmos espiritual, como
cho más clara y despierta que la que normalmente de la que teníamos en la Tierra, en esa región a la hombre espiritual.
28b
tiene en su vida terrestre. hora de nuestro reingreso la consciencia se amor‑ Nos resta el comprender desde el punto de vista
26b
Es de suma importancia que comprendamos tigua hasta el grado letárgico en que ya sólo actúa ya logrado el significado de la propia vida terrenal,
claramente que la consciencia onírica es brumosa; como impulso de crecimiento, a semejanza del que en cuanto que ella incorpora aquella esencia supra‑
que la consciencia de la vigilia es clara; que la cons‑ existe en el niño que sueña.73 humana, y comprender también el alcance del hecho
26j
ciencia después de la muerte es más lúcida todavía, ¡La consciencia disminuye hasta la condición de que el hombre se lleva consigo hacia el mundo
y que todo lo que vivenciamos aquí en la Tierra se somnoliente! espiritual, al dejar la Tierra y atravesar el umbral de
26k
comporta como el sueño respecto a la realidad, en Es necesario llegar primero a esa condición oní‑ la muerte, lo adquirido durante su vida terrena.
29a
comparación con la luminosidad de la consciencia rica para que pueda el hombre unir a su embrión, el Después de haber conocido, siquiera en algunos
que existe en nuestra peregrinación postmortem. fruto de su desarrollo anímico‑espiritual, conforme rasgos, la naturaleza espiritual del hombre, su enti‑
26c
Y esa luminosidad aumenta, a medida que pasa‑ lo describimos. dad suprasensible, volveremos sobre la comprensión
26l
mos de una etapa a otra. Es necesario, pues, para preparar ese instante de la relación entre el hombre suprasensible y el
26d
En nuestra primera travesía por la existencia único, el momento de establecer el debido contacto sensible. ♣♣
lunar, al ascender, se ilumina nuestra consciencia con el embrión físico, que el hombre, análogamente
por la convivencia con los sabios Maestros de la a cómo el embrión pasa por los diez meses luna‑
humanidad. res en el seno de la madre, pase por una evolución

72
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 73
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 74
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 34 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
[05]    hombre suprasensible (v) do físico‑sensible, no se pueden adquirir en el ferior, a la vez que la reconquistamos en un aspecto
La Haya, noviembre 18, 1923 (S‑5489) suprasensible. más profundo, desde un punto de vista más elevado,
02c
La forma de aprehender los enigmas del mundo el suprasensible.
04c
suprasensible sería radicalmente distinta si tuviera En efecto, tendríamos que temer toda reflexión
que corresponder a los difuntos, es decir, al alma espiritual si en virtud del conocimiento científico-
humana entre la muerte y el nuevo nacimiento. espiritual tuviéramos que eliminar, por vulgar, toda
02d
Para poder llevar nuestras reflexiones a una con‑ la belleza que invade nuestra alma por la contem‑
clusión, tenemos que pasar revista a lo que ya hemos plación del maravilloso mundo de las plantas, del
aprendido relativo a los secretos del mundo supra‑ mundo floreciente y retoñante de las flores y frutos,
sensible, aplicándolo ahora a la mejor comprensión de todo lo que penetra en nosotros a través de la
de la morada terrena del hombre. hermosura de las restantes manifestaciones de la na‑
03a
Poniendo ante nosotros al hombre en la vida turaleza, así como de la majestad del cielo estrellado.
05a
Hemos tratado, lo mejor posible, de enfocar el reco‑ terrena, observamos, en primer término, los senti‑ De ninguna manera hemos de renunciar a todo
rrido del hombre por el mundo suprasensible, que es dos, esos sentidos que nos informan de todo lo que ello.
05b
aquel donde permanece en forma inmediata durante nos circunda, y que nos causan todo lo que provoca Si en la evolución de la humanidad nos re‑
su vida entre la muerte y el nuevo nacimiento. nuestras alegrías terrenales, nuestra felicidad terre‑ montamos hacia lo que los maestros iniciados de
01b
Pero a ese mismo mundo suprasensible también nal, así como también nuestro sufrimiento terrenal y las más diversas épocas precisamente han sacado
alcanzan a extenderse las fuerzas humanas, si bien nuestro dolor terrenal. a luz en cuanto al enaltecimiento del valor de la
03b
sin aflorar a su consciencia ordinaria, cuando el No siempre alcanzamos a comprender todo lo vida humana, encontramos que todas las palabras
hombre se encuentra en la Tierra dentro del mundo que nos significan las impresiones y experiencias que alguna vez pronunciaron coinciden en estimar
físico gracias a su corporalidad física y etérica. sensorias. la belleza, la magnificencia, la majestad de la vida
01c 03c
En el período terrenal, el ser humano intuye Precisamente el tipo de reflexiones a que nos terrenal‑sensible.
05c
aquella existencia suprasensible como un enigma hemos dedicado en esta semana y que nos conducen ¡Cuán maravillosas son sus expresiones poéticas o
que le es dado, un enigma sin cuya solución, por lo por encima de la vida sensible, hacia las regiones artísticas para exaltar lo suprasensible más sublime,
menos parcial, es imposible la armonía, el sostén, y espirituales, pueden inducir a creer que la ciencia arrancadas precisamente del mundo sensible!
05d
la certidumbre internos, ni tampoco la eficacia para espiritual antroposófica subestima la vida sensoria. Ejemplos como la imagen de la flor de loto, u
03d
la vida ni el verdadero amor hacia el prójimo. Incluso a exclamar: ¡Ah, esa vida sensoria es algo otras similares, acreditan que los iniciados nunca
02a
Cuando observamos al hombre terrenal con tan subalterna, que el hombre ha de huir de ella ya menospreciaron el expresar el desarrollo de la vida
respecto al hombre suprasensible nos damos cuenta durante su vida terrena! espiritual por medio de imágenes sensibles.
04a 05e
que el terrenal ilumina al suprasensible de manera No ha de ser éste el sentimiento último que se Al contrario, los iniciados estaban convencidos
tal que nos permite comprender por qué los guías derive de la reflexión científico‑espiritual. de que en la contemplación de lo sensible existe algo
04b
espirituales divinos hicieron descender al hom‑ Aunque este sentimiento sólo puede mostrarnos que conduce al hombre hacia lo supremo —o, por
bre del mundo suprasensible a nuestro mundo que ciertas formas subalternas de tomar esa vida sen‑ lo menos, podría hallarse algo—.
06a
físico‑sensible. sible son incompatibles con el valor y con la digni‑ La manera cómo el hombre percibe este mun‑
02b
Las primeras intuiciones relativas al mundo dad humana; sin olvidar que ha de existir un camino do sensible con su consciencia ordinaria no puede
suprasensible sólo pueden adquirirse en el mun‑ para trascender esa vida sensible en su modalidad in‑ procurarle una satisfacción total, por la simple razón

Rudolf Steiner [ga231] 35 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


el profanador de textos
08c 09f
de que lo que le penetra a través de sus ojos, oídos Lo más interesante en ese camino es lo que vamos Ascendemos a la Alta Montaña, y el sílice de
y demás sentidos no le aporta nada que enriquezca a describir plásticamente. cuarzo se nos convierte en vidrio transparente, a la
09a
verdaderamente la certidumbre interna del ser de Si en actitud meditativa —como corresponde a vez que nace en nosotros el sentimiento de que algo
ese Yo, si bien se relaciona con su Yo, con todo su los ejercicios indicados en mis libros75— nos acerca‑ emana de nuestra intimidad y se une con ese sílice
despliegue, con toda la vida de su Yo. mos al mundo imaginativo —es decir, si empezamos de cuarzo.
06b 09g
Dirigimos nuestra mirada hacia lo externo, hacia a configurar nuestro hombre etérico a partir del físi‑ Es precisamente en la corteza exterior de Tierra
la belleza del esplendor floral, donde existe una co, de modo que ese primer aspecto suprasensible de donde mediante una especie de entrega espontánea
variedad infinita; luego dirigimos nuestra mirada la entidad humana alcance una especie de conscien‑ de nuestra consciencia nos identificamos con la
hacia adentro, hacia nuestro Yo, y parece como si cia— nos es posible interceptar el paso intermedio superficie de la Tierra.
09h
este Yo se desvaneciera; se nos antoja como un punto cuando nos hallemos entre la percepción sensible Y entonces sentimos como si nuestro ojo mismo
espiritual en nuestro interior, que apenas es más que ordinaria y la percepción imaginativa —es decir, emitiera corrientes hacia el exterior, corrientes que se
la palabra vacía ‘yo.’ cuando todavía no hayan adquirido la percepción introducen en el sílice de cuarzo.
06c 09i
¡Y no debe sorprendernos! imaginativa en su configuración estructurada, pero sí Y en ese mismo momento empieza a surgir en
06d
Recordemos para que el ojo pueda ver tiene que se encuentran camino hacia ella—.# nosotros un sentimiento que nos identifica con toda
09b
renunciar a sí mismo; para que los sentidos sean me‑ Supongamos ahora que alguien se halla en esta la existencia terrestre.
09j
diadores debidos entre el hombre y el mundo tienen etapa del camino de la percepción sensible ordinaria Por medio de esa identificación con el sílice de
que entregarse al mundo. a la percepción imaginativa, y camina por una cor‑ cuarzo, a la vez que con el Universo entero, pode‑
06e
El ojo tiene que alcanzar transparencia perfecta dillera donde abunda la roca primitiva, los minerales mos alcanzar una primera fusión genuina con el
para que se manifieste a través suyo la magnificencia, de sílice de cuarzo. Cosmos, que no sea simple ensueño o simple pensa‑
09c
grandeza, y belleza del mundo sensible externo en su En ese camino hacia la imaginación, la estancia miento mental abstracto, sino consciencia entraña‑
resplandor y brillo cromático. en una cordillera de rocas silíceas hace al hombre ble, si la ciframos en las palabras:
06f
Lo mismo es válido para los demás sentidos. particularmente apropiado para desplegar sus fuerzas
07a “Tú, Tierra, no estas sola en el Universo; tú,
No sabemos nada de nuestros sentidos. anímicas.76
07b 09d Tierra, junto conmigo y con todos los demás seres
¿Existe, acaso, algún medio para llegar a El haber logrado desarrollar ciertas facultades
que te pueblan, eres Una con el Cosmos.”
conocerlos? anímicas internas al primer intento se debe a que esa
07c 09k
A fin de lograrlo hemos de introducirnos en el persona es particularmente sensitiva a las impresio‑ Gracias a la vivencia que el hombre adquiere por
mundo de lo suprasensible , una vez más. nes que le causa el sílice de cuarzo en la cordillera, su fusión con el sílice de cuarzo, ya no continua‑
07d
Insisto: ¡para saber algo de los sentidos hemos de de entre todo lo demás que integra su ambiente rá considerando a la Tierra separada del resto del
entrar al mundo suprasensible! físico. Universo, sino como una esfera etérica, nacida de la
08a 09e
Ya conocemos cómo hemos descrito los caminos Ese sílice de cuarzo es escasamente transparente esfera etérica universal.
10a
hacia los mundos superiores; tratemos entonces de o translúcido al principio; pero si avanzamos algo, si He ahí el primer sentimiento.
10b
colocar ante nuestro ojo anímico, con toda vitalidad, nos abrimos paso hacia el punto de vista que aca‑ Recordemos que buen número de cánticos
lo que pueda convertirse en cognición imaginativa. bamos de caracterizar, el sílice de cuarzo se vuelve antiguos, de mitos antiguos henchidos de episodios
08b
Al adentramos en esa consciencia es como si completamente transparente.77 y alusiones maravillosos, resuenan hacia nosotros
retrocediéramos un poco ante la percepción del 75
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] partiendo de la época de la clarividencia instintiva.
mundo exterior.
76
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
77
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 36 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
10c
Hoy en día, los hombres los leen, e incluso quizás conocimiento suprasensible en moldes puramente las Jerarquías—, todo eso vive también en el hom‑
se persuaden de que su lectura les despierta sen‑ teóricos. bre cuando se encuentra en la Tierra, insignificante
11d
timientos sublimes; pero no captan la verdad que Oír hablar del mundo suprasensible de manera desde la dimensión espacial, pues se halla encerrado
encierran esos mensajes. teórica actúa como el dolor físico al, digamos, meter en un cuerpo físico y envuelto en una epidermis.
10d 13c
Ni siquiera es posible que el Bhagavad Gita78 u el dedo en una llama, con respecto a dicho dedo. Al penetrar con el conocimiento en lo que vive
11e
otro de los libros sagrados de la literatura hindú, o Tenemos que describir estas cosas si queremos en nosotros como reminiscencia terrenal de lo que
de otra región de Oriente, suscite en nuestra alma describir al hombre suprasensible. fue nuestra propia entidad entre la muerte y el nue‑
12a
un sentimiento auténtico, a menos que, por medio Cuando el hombre avanza algo más en el cono‑ vo nacimiento, y en la medida en que penetramos
del conocimiento espiritual, captemos cuán real‑ cimiento suprasensible; cuando se ha apropiado de en ello, podemos lograr otra cosa en nuestro planeta
mente el hombre puede fusionarse con la Tierra, y lo imaginativo, y ha conocido lo que vive el hombre terrestre: penetrar en sus profundidades, ahí donde
así hacerse Uno con el Cosmos. entre la muerte y el nuevo nacimiento, entonces se moran las vetas metálicas, donde existen los minera‑
10e
En efecto, mucho del estado de ánimo de esos halla en condiciones de comprender lo que corres‑ les de plomo, de plata, de cobre, en fin, de todo lo
cánticos antiguos corresponde a que fueron inspira‑ ponde a la inspiración, por medio de la cual alcanza que vive en las rocas como metálico.
14a
dos por una unión que podríamos concebir como si la visión de lo que él era antes del nacimiento, es Con nuestros sentidos ordinarios lo único que
el hombre acompañara conscientemente la luz, esa decir, antes de descender a la existencia física, y de lo captamos de lo metálico de la Tierra es el indicio de
luz que penetra el cuarzo duro, y lo convierte en ojo que será una vez trascendido el umbral de la muerte. determinado tipo de suelo.
12b 14b
cósmico por el hecho de penetrarlo con la propia En esta segunda etapa del conocimiento su‑ Cuando lo penetramos con la mirada espiritual
alma humana, ojo cósmico a través del cual el hom‑ prasensible, la mirada del hombre puede penetrar agudizada —reveladora de lo humano‑suprasensi‑
bre puede mirar las vastedades del Universo. todo lo que hemos descrito como el tránsito por las ble— todo lo metálico que vive en el interior de la
11a
Podemos decir que si empezamos a describir el diversas regiones —aquella donde se configura la Tierra se convierte en algo muy especial.
14c
conocimiento del hombre suprasensible en plenitud fisionomía humana, aquella donde se transforma el Y lo cúprico, argénteo, áureo, en el seno de la
real, sentimos que nuestras disertaciones dejan de ser hombre de una vida anterior en otra posterior— y la Tierra, empieza a hablar un lenguaje variado y rico
abstractas y teóricas; nos sentimos empujados a un mirada va penetrando en todo lo que corresponde al en misterios.
14d
sistema expresivo que une todo el contenido emoti‑ paso por los diferentes mundos siderales. Sale entonces al encuentro de nuestra observación
13a
vo del alma humana con las ideas. Ese conocimiento que nos lleva a penetrar en suprasensible aquello que nos hace afines con todo
11b
Toda contemplación del hombre suprasensible, nuestro propio mundo interior recibe un matiz que la Tierra es como ser anímico vivo , en cuanto a
ha de conducir a que nuestro corazón sienta que el peculiar si lo acompañamos del sentimiento: moradores de ella.
14e
conocimiento suprasensible exige su plena vincula‑ Los minerales metálicos nos dicen entonces algo;
“Aquello que ahí se describe en relación con el
ción con el hombre entero —la fusión del querer y se nos convierten en reminiscencias cósmicas; y esto
tránsito entre la muerte y el nuevo nacimiento, vive
sentir, con los pensamientos e ideas—. es realmente así.
11c también en nosotros, cuando estamos en el mundo 15a
Sin duda hay mucho que soportar en la vida; Por un momento pensemos en nuestra propia
físico.”
pero lo que es más difícil de soportar para el conoce‑ persona: cuando en paz y descanso, descanso inte‑
13b
dor de todo lo humano en el conocimiento supra‑ Todo lo grandioso, lo cósmico‑majestuoso que riormente activo, dejamos que surjan viejos recuer‑
sensible es que ciertas personas traten de prensar el hay que evocar al describir la verdadera entidad dos introduciendo en nuestra alma toda clase de
humana como integrante de los mundos siderales y estampas, y entonces nos sentimos nuevamente en
78
Bhagavad Gita: Texto sagrado hinduista, considerado uno de los de otros superiores aún —esto es, de los mundos de compañía de vivencias pasadas, reunidos con aque‑
clásicos religiosos más importantes del mundo. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 37 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
16d
llos con quienes habíamos trabado amistad en el Así es cómo lo metálico de la Tierra nos conduce ahora mencionaremos, porque esas rocas hablan un
curso de su vida, personas quizás ya desaparecidas. hacia los recuerdos de su pasado. lenguaje poco elocuente.
15b 17a 18c
Se sienten distantes del momento actual, entraña‑ Llegados al momento de esa vivencia interior El lenguaje claro y elocuente sólo procede de la
blemente unidos a los sufrimientos y gozos de lo que alcanzamos la debida claridad sobre cuál ha sido, percepción prodigiosa de los recuerdos terrestres en
sucedió en tiempos pasados de su vida terrena. propiamente, la razón por la que las entidades divi‑ los filones metalíferos.
16a 18d
Algo parecido, si bien magnificado, tiene lugar no‑espirituales, administradoras del orden cósmico, Ahora estamos en condiciones de poder retroce‑
cuando nos unificamos con las vetas metálicas de la nos hicieron descender a la Tierra. der y comprender algo que en un principio quizás
17b
Tierra, íntimamente penetrados del conocimiento Y entonces vivimos en los recuerdos de la propia no nos era posible comprender, y nos percatamos de
espiritual, de un conocimiento espiritual sentido. Tierra; sentimos nuestro propio pensar, en la medida que en ese proceso de identificamos con el Universo
16b
Entonces surge en nosotros una vivencia distinta debida. entero gracias a la transparencia lumínica del sílice
17c
a la que correspondía a el sílice de cuarzo; en tanto Por haber asido los recuerdos de la Tierra, senti‑ de cuarzo, se encuentran en nuestro derredor las en‑
que la vivencia del sílice de cuarzo nos transporta a mos nuestro pensar unido con la propia Tierra. tidades de la Tercera Jerarquía —Ángeles, Arcángeles
17d
la visión de las vastedades universales, la vivencia de Y al convertir los recuerdos de la Tierra en los y Principados—.
18e
lo metálico nos unifica con el cuerpo terrestre. nuestros propios, estamos rodeados de las entidades Y aprendemos que, en rigor, no es cierto lo que
16c
Al percibir con nuestro oído interior el maravillo‑ de la Segunda Jerarquía —Potestades, Virtudes, y nos transmite la vista ordinaria cuando subimos a la
so lenguaje de las vetas metalíferas intuimos: Dominaciones—. cordillera; y que tampoco es cierto lo que nos revela
17e
He ahí el camino para que en la vida terrena ten‑ cuando descendemos a los filones metalíferos en las
“Soy Uno con el más íntimo latido del alma
gamos en torno nuestro las entidades que volverán a profundidades de la Tierra.
y corazón de la Tierra; percibo recuerdos que no 18f
rodearnos cuando entre la muerte y el nuevo naci‑ ¿Qué llegarnos a conocer en realidad al subir a
son los míos; penetran en mí los recuerdos que la
miento vivamos en la etapa que hemos descrito.79 las cumbres, a las regiones de las rocas silíceas de
propia Tierra conserva de pasadas épocas telúricas, 17f
Así se afianza la convicción de establecer contacto cuarzo?
cuando todavía no era nuestra Tierra actual, 18g
con las entidades de la Segunda Jerarquía, incluso Hacemos el descubrimiento maravilloso de que
cuando todavía no tenía ni en su superficie ni en
durante la encarnación. los picos rocosos se hallan abrazados y circuntejidos
sus entrañas los mundos animal, vegetal, y mineral 17g
Mas esas entidades tienen la misión de trabajar en por las entidades de la Tercera Jerarquía.
actuales. 18h
la organización total del Cosmos, además de trabajar ¿Y qué descubrimos al descender a las vetas
”Junto con ella, recuerdo los tiempos prístinos
con nosotros en la remodelación del hombre entre la metalíferas?
en que era Una con los demás planetas de nuestro 18i
muerte y el nuevo nacimiento. Que ellas están atravesadas por las entidades de la
sistema planetario; recuerdo los tiempos en que 17h
Intuimos que el orden cósmico superior les Segunda Jerarquía , de un extremo a otro.
no era procedente hablar de una Tierra separada, 18j
encomendó a esas entidades de la Segunda Jerarquía Así llegamos a la certidumbre de que nos ha‑
porque no estaba todavía tan condensada como hoy.
realizar en la Tierra todo aquello que procede de los llamos en compañía de las entidades que guardan
”Recuerdo los tiempos en que todo el sistema
impulsos de las vetas metalíferas. tan estrecha relación con nuestra propia naturaleza
planetario era un organismo animado y viviente, 18a
Retrocedamos una vez más. interna durante nuestra existencia terrestre al igual
y en que los hombres vivían todavía dentro de ese 18b
En nuestro ascenso a las rocas silíceas de cuarzo que entre la muerte y el nuevo nacimiento.
organismo, en forma muy diferente a como viven 19a
quizás no hemos captado de inmediato el hecho que Cierto tiempo después de cruzar el umbral de la
hoy.”
muerte, entramos con plena consciencia en la región
79
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 38 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
20b
de la Primera Jerarquía —Ángeles, Arcángeles y Y el hombre comprende que tiene que reencarnar dimos, y que sólo seremos capaces de comprender
Principados (Arkai)—. para percibirlos, recubrirse de un cuerpo físico, y así cuando hayamos pasado al mundo suprafísico.
19b 22a
Cuando esto sucede, hemos alcanzado un estado hacerse partícipe de la percepción sensoria. Algo similar acontece con la Segunda Jerarquía
20c
consciente, incluso desencarnados, en virtud del cual En verdad, los secretos más profundos de la —Potestades, Virtudes, y Dominaciones— en
esas entidades nos rodean, tal como en la Tierra nos percepción sensoria —y nos referimos a todas las medio de las cuales nos encontramos durante cierto
rodean las entidades que integran los tres o cuatro80 percepciones sensorias en general, no únicamente a intervalo84 entre la muerte y el nuevo nacimiento,
reinos de la naturaleza. las de las cumbres81— nos los revelan las entidades y con las que adquirimos una relación muy especial
19c
Al alcanzar la visión superior consciente de los con quienes estamos unidos entre la muerte y el cuando llegamos a los recuerdos de la Tierra misma,
Ángeles, Arcángeles y Principados, los objetos de nuevo nacimiento en maravillosos diálogos. concentrada nuestra luz85 en los filones metalíferos.
20d 22b
nuestra percepción sensoria se han eclipsado, por‑ Y la belleza de la naturaleza sensible —la que, por A semejanza de lo dicho en relación con las ma‑
que los órganos de los sentidos junto con el cuerpo cierto, la consciencia ordinaria no percibe— es tan ravillas del mundo y la Tercera Jerarquía, también en
quedan restituidos a los elementos de la Tierra. grandiosa que los recuerdos terrenales que pueden este caso la comprensión genuina de lo que viven‑
19d
Durante nuestra condición incorpórea postmor‑ surgir en el alma humana después de haber cruzado ciamos en el encuentro con lo metálico sólo nos será
tem no podemos percibir nada de lo que correspon‑ el umbral de la muerte sólo alcanzan su debida luz y posible si es que aquí en la Tierra llegamos a tener
de a los sentidos físicos. colorido cuando el hombre ‘escucha la descripción semejante vivencia cuando pasemos a la región de la
19e
Pero entonces las entidades de la Primera que las entidades de la Primera Jerarquía le dan de Segunda Jerarquía.
23a
Jerarquía nos ‘relatan’ —término que acierta cabal‑ aquello que veían sus ojos, escuchaban sus oídos, y Una de las más bellas vivencias que el hombre
mente con la realidad— lo que hacen en la Tierra percibían sus demás sentidos en la Tierra. puede tener es la capacidad de examinar las diferen‑
21a
que hemos dejado. He ahí la relación de lo físico con lo suprafísico; tes relaciones de los metales con la salud humana
19f
Nos relatan que además de ocuparse de la vida y he ahí también la relación de la vida física humana —y espero que precisamente el movimiento antro‑
en que ahora están en nuestra compañía, también le con la vida suprafísica.82 posófico las ponga de relieve—.
21b 23b
susurran a nuestra alma: En verdad, el mundo está lleno de magnificencia, Todo metal se relaciona en algún aspecto con la
y lo que percibimos aquí en la vida físico‑sensible salud, como así también, todo compuesto metálico.
“Participamos también en la creación 23c
como hombres físicos puede y debe causarnos alegría Cuando el hombre atraviesa la vida en salud y
del Cosmos; somos sus entidades creadoras, y
y enaltecimiento. enfermedad, entra constantemente en relación con
contemplamos ahí abajo en la existencia terrestre 21c
Sin embargo, sólo conoceremos sus verdaderos aquello que verdaderamente le suministra a la Tierra
las hazañas del sílice de cuarzo y de sus parientes,
secretos después de haber pasado por el umbral de la sus recuerdos: los metales y sus compuestos.
modelando la faz de la Tierra.” 23d
muerte. Sin duda, los medicamentos más importantes son
20a 21d
Y es entonces cuando el hombre entre la muerte Cuanta más alegría hayamos sentido por el mun‑ los hechos a base de metales, si sabemos prepararlos
y el nuevo nacimiento comprende la necesidad de su do físico‑sensible, cuanto más nos hayamos deteni‑ correctamente.
23e
redescenso a la Tierra, precisamente al hallarse entre do en todos los goces que el mundo físico‑sensible Al hablar de los efectos terapéuticos del plomo
la Primera Jerarquía, porque se da cuenta de que esas nos ha dado, tanto mayor será la comprensión que y de los compuestos plúmbeos, del cobre y de los
entidades que él conoce en su existencia postmor‑ brindamos al mundo de los Ángeles‚83 dispuesto a compuestos cúpricos, y de otros metales, así como
tem le hablan en forma prodigiosa de sus actos en la narramos lo que en la Tierra todavía no compren‑ de las maravillosas relaciones del mundo de los
Tierra. 81
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
82
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 84
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
80
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 83
¿Sólo Ángeles o toda la Primera Jerarquía? [n. del pr.] 85
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 39 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
26e
metales con el hombre —relaciones sobre las que su preparación en la Tierra, lleva consigo el entendi‑ Traigo el aprendizaje de la lectura a colación a
se vierte un hálito particularmente reverencial si miento necesario. puro título de comparación, no porque sea un pro‑
24g
seguimos las vetas metálicas en el seno de la Tierra— Lo que debemos aprender por medio de la cien‑ ceso de gran calibre.
26f
debiera cultivarse una sensibilidad profundizada cia espiritual antroposófica —además de satisfacer la El lenguaje que llegamos a conocer y que nos
por esa maravillosa relación de lo metálico con el curiosidad humana— es que debe tener un alcance permite comprender a las entidades de la Segunda
hombre, relación que sólo se pone de evidencia al mayor. Jerarquía en determinada región de nuestra pere‑
24h
estudiarla desde el punto de vista del hombre sano Precisamente lo que nos brinda la ciencia espi‑ grinación entre la muerte y el nuevo nacimiento,
y del enfermo —y no sólo hablar de esa relación de ritual antroposófica ha de rendir frutos tras haber ese lenguaje acerca de los metales y su relación con
manera teórico‑abstracta—. cruzado el umbral de la muerte ya que podremos el hombre sano y enfermo, sólo alcanza su debida
24a
Esperamos que en los corazones humanos cun‑ establecer la debida relación con las entidades con categoría cuando logramos elevarlo de prosa a poesía
dan ciertas actitudes de simpatía hacía esos conoci‑ las que habremos de estar en conexión en virtud de cósmica en el Cosmos espiritual, o, mejor dicho,
mientos precisamente gracias al movimiento antro‑ la peculiar configuración de nuestra entidad humana cuando logramos elevarnos nosotros mismos a poe‑
posófico, dado que son importantes. personal entre la muerte y el nuevo nacimiento; ellas sía cósmica.
24b 26g
Este conocimiento no era de tanta importancia constituirán entonces nuestro ambiente cósmico En un principio, escuchamos como escucharía
en tiempos pasados ya que los hombres tenían un necesario. cualquier bobo la recitación de una poesía.
25a 26h
sentimiento instintivo de todo ello; sabían, por En forma concreta podemos destacar la relación Pero así como vamos aprendiendo a apreciar en
ejemplo, que determinados síntomas cerebrales se con esas entidades de las jerarquías entre la muerte y la poesía, a menos que seamos bobos, lo que hay en
relacionan con el proceso del plomo, y que otros el nuevo nacimiento. ella de ímpetu poético, de métrica rítmica, de toda
25b
síntomas o cuadros patológicos con el proceso de la Veamos qué otra cosa se vincula con esto . su plasmación artística, y así vamos avanzando a la
26a
plata. Cuando atravesamos aquellas regiones, para cuya comprensión de lo artístico poético propiamente
24c
Los hombres de la antigüedad hablan mucho de comprensión nos deja preparados lo que antecede, dicho, del mismo modo, cuando ascendemos de
esto. tenemos otra experiencia. lo simplemente prosaico a lo poético del mundo
24d 26b
Los hombres modernos leen lo que está escrito Si captamos la relación entre lo metálico y el metafísico, avanzamos del lenguaje de la Segunda
pero no entienden nada, porque nuestra ciencia con‑ hombre sano o enfermo, se nos revelan ciertos mis‑ Jerarquía que nos informa sobre la relación de los
sagrada se refiere a todo ello como si fueran puras terios de la naturaleza, pero en esos misterios de la metales con el hombre sano o enfermo, a la com‑
abstracciones anodinas e infladas. naturaleza late algo más. prensión de los secretos de la existencia moral en el
24e 26c
Si por medio del conocimiento antroposófico Se nos insinúa lo que las entidades de la Segunda Universo, esa existencia moral que abarca también
se logra que el hombre adquiera de nuevo toda la Jerarquía nos revelan acerca de la esencia del oro, de las almas divinas de todas las jerarquías, no solamen‑
hondura anímica que es posible conseguir cuando la plata, del plomo, del cobre, etcétera, pero enton‑ te las almas humanas.
26i
se habla de la relación maravillosa entre lo metálico ces desarrollamos frente al gran mundo espiritual un En esa región de la existencia moral se revelan
del mundo terrestre y la salud y enfermedad huma‑ sentimiento similar al que tenemos cuando apenas particularmente ante nosotros los enigmas de lo
nas, entonces, al morir el hombre, llevará consigo empezamos a aprender a leer aquí en la Tierra. anímico.
26d 27a
al mundo espiritual algo que le sirva para entender Y cuando, en ese proceso, que gracias al aprendi‑ Y todavía podemos dar un paso más.
27b
particularmente el lenguaje de la Segunda Jerarquía. zaje de la lectura nos percatamos de que adquirimos Lo que hemos dicho hasta ahora podemos expe‑
24f
Y entonces podrán revelársele los mayores enig‑ la facultad de penetrar ciertos secretos del mundo rimentarlo subiendo a las montañas y luego des‑
mas del mundo, precisamente debido a que él, por que sólo la lectura nos puede transmitir. cendiendo al seno de la Tierra donde todo sigue en

Rudolf Steiner [ga231] 40 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


el profanador de textos
28i
reposo, cuando observamos la quietud de las vetas que el animal no logra, y en cómo del lenguaje va La figura espiritual de esa potencia aparece cuan‑
metalíferas, la quietud de las peñas en los riscos. surgiendo el pensar, sólo entonces comprobamos la do la llama se apodera del metal, cuando el metal se
27c
Si de la mirada prosaica del hombre utilitario superioridad del hombre sobre los animales. derrite, y se licúa.
28d 28j
avanzamos y tratamos de observar las cosas sin que‑ Al observar cómo en el niño se inicia toda la Cuanto más líquido y volátil se vuelva el metal,
darnos en lo que ese modo descubre, si observamos orientación de la vida al erguirse el cuerpo, el habla, tanto más surge, de la incandescencia, licuación y
cómo se funde el metal en la llama incandescente el pensar, presenciamos la acción de esas fuerzas volatilización del metal en el fuego, el aprender a
blanca, pasando del estado sólido al líquido, ¡cuántas maravillosas que le permiten al niño acomodarse andar, el aprender a hablar, el aprender a pensar.
28k
revelaciones surgen de procesos como éste! dinámicamente en el mundo. E intuimos el parentesco entrañable de ese metal
27d 28e
No queremos subestimar esa mirada prosaica por‑ Somos testigos del milagro de cómo la orien‑ que vive su propio destino, con aquello que se mani‑
que precisamente cuando pretendemos penetrar en tación de las extremidades infantiles se vuelcan en fiesta en el aprendizaje de las dichas tres habilidades
el mundo espiritual como hombres sanos de cuerpo, la melodiosidad y articulación del lenguaje; vemos del niño, amortiguado y al margen de los poderes
alma y espíritu es necesario que descansemos con cómo se plasma realmente el hombre en el mun‑ ígneos del mundo.
29a
ambos pies en el suelo—. do sensible; vemos el despliegue tranquilo de otras Y llegamos a intuir que las entidades de la
27e
Y si visitamos las plantas siderúrgicas donde el fuerzas. Primera Jerarquía —Serafines, Querubines, y
28f
hierro en estado líquido fluye resplandeciente de Es, en verdad, maravilloso observar cómo el Tronos— presentan su actividad en dos aspectos.
29b
los altos hornos; si participamos particularmente en infante, a través de los meses, avanza del arrastre Un aspecto es cuando nos hablan desde la región
los procesos en que minerales como el antimonio se en el suelo al andar erguido, cómo para orientar del mundo espiritual en el que entramos a la mitad
transforman en estado líquido, y luego paulatina‑ su cuerpo y sus extremidades, se une a la dinámica de la peregrinación entre la muerte y el nuevo naci‑
mente en otros; si dejamos que nos impresione esa del Universo, y cómo, finalmente, hace surgir de su miento, o sea, cuando ellas nos revelan los misterios
transformación de lo metálico por el fuego, entonces corporalidad el hablar, el pensar. de lo planetario y de su accionar cósmico, como ya
28g
otro elemento nuevo, totalmente distinto, penetra Si, por n lado, contemplamos todo esto en su lo describimos.
29c
con gran ímpetu en nuestro conocimiento espiri‑ encanto peculiar dentro del majestuoso sosiego con El otro aspecto es cuando dichas entidades inter‑
tual así generado: recibimos una impresión suma‑ que se nos ofrece; si somos capaces de que impere vienen en el mundo visible, aspecto que, a su vez, se
mente profunda de los secretos de nuestra propia esa misma quietud en la contemplación; descubri‑ subdivide, por un lado en el aprender a hablar, andar
existencia. remos que el espectáculo más hermoso que nos pre‑ y pensar del niño, y, por el otro, en todo lo que
28a
En varias ocasiones hemos insistido en la relación senta la experiencia humana es la evolución del niño subyace en el proceso de nuestra Tierra, por cuanto
que existe entre el hombre y los animales. a través de su aprender a andar, aprender a hablar, el fuego participa en él, y los metales se licúan y se
28b
Sin duda, la comparación anatómica de huesos, aprender a pensar. evaporan por su medio.
28h 29d
músculos, e incluso de la sangre de hombre y ani‑ Si captamos esta hermosura en impresión emo‑ Recordemos que nuestro globo terráqueo se fra‑
mal, tal como se practica en los tiempos modernos, tiva; y si luego, por el otro lado, somos capaces guó a través de tales fusiones y sublimaciones de los
permite establecer un parentesco. de contemplar el metal fundiéndose con el fuego, metales llevadas a cabo por los poderes ígneos.
28c 29e
Sin embargo, si tenemos en cuenta el hecho de entonces vemos irguiéndose ante nosotros la figura Al dirigir la mirada hacia los tiempos pretéritos
que la columna vertebral del animal es, en lo esen‑ espiritual de aquello que conduce al niño hacia el cuando se fraguaba el globo terráqueo vemos una
cial, paralela a la superficie de la Tierra, en tanto aprendizaje del andar, hacia el aprendizaje del hablar. de las intervenciones de los Serafines, Querubines y
que la del hombre está erguida hacia arriba; si nos Tronos en el metal que se derrite ante el poderío del
detenemos en el milagro del lenguaje humano, fuego.

Rudolf Steiner [ga231] 41 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


el profanador de textos
29f
Percibimos entonces a esas entidades de la la transición de lo uno en lo otro, comprende que lo por un lado, el fuego se nos convierte en imagen del
Primera Jerarquía consagradas a esa intervención, uno no es sino otra modalidad de lo otro. destino del metal, y por el otro, el aprender a andar,
30e
apoyándose preferentemente en los Tronos. Y si, luego, nuestra alma se eleva con todo fervor a hablar, y a pensar, se nos convierte en imagen del
29g
En efecto, al dirigir nuestra mirada hacia las a intuiciones como éstas, se produce una atracción destino primitivo del hombre, la que corresponde a
etapas tempranas de nuestro planeta —en que esa que da origen a otras todavía. su descenso a la Tierra.
30f 31e
incandescencia y licuación de los metales por los A esas otras intuiciones podemos llegar aún por Y entre ambas imágenes se nos revela todo lo que
poderes ígneos desempeñó un papel particular en la otro camino distinto. necesitamos saber del enigma del destino para la
31a
génesis de nuestro globo terráqueo— comprobamos Cuando situamos realmente ante nuestra ima‑ plena comprensión de la vida humana.
32a
que los Tronos estaban particularmente activos,86 en ginación las estampas de lo que hoy presentamos Vemos así, que, incluso para el problema del
tanto que los Serafines y Querubines participaban sobre la afinidad prodigiosa de los metales que se destino, recibimos algo así como un mensaje sonoro
en relativo sosiego. funden y se volatilizan bajo el poderío del fuego, del hombre suprasensible, que penetra en el mundo
29h
En cambio, en el aprender a andar, a hablar, y a con el aprender a andar, aprender a hablar y apren‑ en que vive el hombre sensible.
32b
pensar, del niño, los Querubines son los que juegan der a pensar del niño; cuando meditamos en ellas He ahí lo que quisimos agregar como elemen‑
el papel principal. y, colocándolas ante nuestra alma, le damos mayor to suplementario a nuestro estudio del hombre
29i
De todos modos, reconocemos que entre las en‑ hondura, entonces nuestra alma se ve poseída de una suprasensible.
33a
tidades de la Primera Jerarquía, prevalece la armonía potencia que nos permite percatarnos de que se nos No hemos de creer que ese estudio pueda quedar
y la concordancia; cada una de ellas actúa, vibra y está resolviendo un gran enigma vital, para fomento en teorías abstractas.
33b
entreteje, latiendo en las demás. y fecundidad de la vida: es la acción del karma, la Para comprender al hombre, el estudio tiene
30a
Un conocimiento como éste vincula efectivamen‑ acción del destino en el hombre.88 que particularizarse hacia fuera, explorar los secretos
31b
te la muerte física con la resurrección en la vida del Porque entre ese aprendizaje de las tres habili‑ naturales y espirituales del mundo, pues el hombre
más allá.87 dades del niño, y la licuación y volatilización de los se halla íntimamente unido a todos ellos.
30b 33c
Gracias a intuir la afinidad que existe entre las metales por los poderes ígneos; entre la luminosi‑ El ser humano es, en verdad, un microcosmo,
potestades ígneas que toman los metales, y las que dad sulfuro fosfórica, y la sublimación ígnea de los pero sin imaginar que lo extendido ahí fuera en el
logran que los hombres sean hombres, el mundo metales; entre esa ‘prueba’ de los metales en el fuego, macrocosmo, tenga lugar de manera idéntica en el
entero se hace Uno gracias al conocimiento de tales y el tránsito correcto de lo animal a lo humano en microcosmo.
33d
relaciones. el niño mediante el aprendizaje del andar, hablar, Las llamas majestuosas de los poderes ígneos,
30c
Deja de existir la’ diferencia entre la vida física y pensar, entre todo eso se genera la captación del cuando se funden los metales, resplandecen hasta los
y la del más allá, entre la vida desde el nacimiento destino humano, la penetración comprensiva del confines del Cosmos, pues efectivamente hay tales
hasta la muerte y la vida en el mundo espiritual. karma. confines del espacio.89
30d 31c 33e
Entonces, la vida entre la muerte y el nuevo Ya sabemos que el karma es aquello que inter‑ Imaginémoslo con toda vivacidad; tenemos las
nacimiento corresponde a una simple transforma‑ viene directamente en la vida humana activa como potencias del fuego, en las que se funden y volati‑
ción de la vida terrena; y cuando el hombre asiste a elemento suprasensible. lizan los metales; lo metálico que se volatiliza res‑
31d
Si avanzamos de esta manera ascendiendo en la plandece hacia las vastedades del Cosmos, y retorna
meditación, nos familiarizamos con los misterios del a nosotros en forma de poderes luminosos, y de
86
Steiner, Rudolf: ‘La ciencia oculta. Un bosquejo.’ [GA013] destino que urde y trama nuestra vida, gracias a que, radiaciones térmicas lumínicas.
Capítulo ‘La evolución del mundo y el hombre.’ [N. del Au.]
87
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 88
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.] 89
Sería interesante conocer esta referencia. [n. del pr.]
Rudolf Steiner [ga231] 42 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente
el profanador de textos
33f
Y al retornar desde las vastedades cósmicas misterios cósmicos entre los que se encuentra colo‑
convierte al niño que se arrastra, incapaz todavía de cado el hombre.
36a
andar y de hablar en el niño de andar erguido. Esto es lo que pretendimos decirles sobre la natu‑
33g
Insisto: tenemos las corrientes ascendentes, per‑ raleza suprasensible del hombre, en lo que es capta‑
ceptibles en los metales en vías de derretirse; cuando ble por medio de la Antroposofía. ♣♣
llegan a suficiente distancia en el Cosmos, retroce‑
den y regresan, ¡siendo entonces los mismos poderes
que hacen posible que el niño se yerga!
33h
Lo que vemos en un lado, lo encontrarnos de
nuevo en el otro.
33i
Y así, obtenemos una idea de los poderes cósmi‑
cos que ascienden y descienden, que urden y traman
en la esencia cósmica, así como la de las metamorfo‑
sis o transformaciones de esas fuerzas cósmicas.
34a
Por este camino llegamos a conocer asimismo, en
su verdadero sentido, algo que en tiempos antiguos
iba aparejado con la ciencia de entonces: los sacrifi‑
cios antiguos.
34b
En ellos, la llama, y lo que ella transporta, era lo
que se enviaba hacia las vastedades cósmicas, ha‑
cia los dioses, para que volviera descendiendo a la
Tierra, y propiciara los actos de la humanidad.
34c
Frente al fuego inmolador, se encontraba el sabio
sacerdote antiguo, diciendo:
“A ti, oh llama, te hago entrega de lo que
poseo aquí en la Tierra, para que, al ascender la
humareda del holocausto, lo reciban los dioses.
”Lo que así se desarrolla en la llama,
conviértase en bendición divina, para que pueda
descender a la Tierra, en acción creadora y
fecundante.”
35a
Vemos así que incluso las palabras relativas a los
mundos suprasensibles que proferían los sacerdotes
antiguos en el sacrificio estaban relacionadas con los

Rudolf Steiner [ga231] 43 El hombre suprasensible entendido antroposóficamente


notas

L a esencia de la consciencia —en el sentido


espiritual, no la de vigilia— es dar.
Este trabajo está dado para que los ‘presentes
y futuros maestros Waldorf ’1 tengan de donde
abrevar de la fuente.
Si alguno se siente beneficiado por recibir este
material y tiene deseos de dar, por favor done a la
filial de su país de UNICEF.2
Me hará feliz que lo hagan, pero
recordemos…
“3 Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no
sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;
4
así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre,
que ve en lo secreto, te recompensará.” [Mt 6:3-4]

con cariño
el profanador de textos

1
Sea esta cita un recuerdo y agradecimiento a la enorme ta‑
rea realizada por Juan Berlín (Johannes Berlin Neubart) como
editor de los ‘Boletines de Metodología para los presentes y
futuros maestros Waldofr.’ [n. del pr.]
2
UNICEF (1946): Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia, encargado de ayudar a los niños y proteger sus
derechos. Originalmente United Nations International
Children’s Emergency Fund [‘Fondo Internacional de las
Naciones Unidad pra los Niños en Emergencia’]. [n. del pr.]

solicite el enlace de descarga a: elprofnadordetextos@yahoo.com


el profanador de textos recuperación en tributo y agradecimiento a Juan Berlín
confesiones de invierno
(¡siempre charly garcía debe estar presente!)
boletín de metodología para
M uchos de los maestros que intentaban im‑
plementar la pedagogía Waldorf en lengua
castellana allá por los años setenta esperaban men‑
los presentes y futuros maestros Waldorf
sualmente como una ayuda inigualable la llegada
del ‘Boletín de Metodología para los presentes y agradecimiento
futuros maestros Waldorf,’ publicados gratuitamente
por Juan Berlín (Johannes Berlin Neubart) desde Un grupo de personas —quizás representando ins‑
México, desde octubre de 1970. tituciones pero poniendo su corazón en ello— hizo
Los maestros más jóvenes y los nuevos estu‑ posible esta recopilación.
diantes generalmente han ‘escuchado hablar’ de los Sólo nombro a unos pocos:
Boletines, o los ‘berlines,’ como se los nombraba • Yanina Coppoteli Sengali (Juana de Arco)
cariñosamente. • Alejandro Ranovsky (Perito Moreno)
A veces han podido acceder a fotocopias de • Ingrid Simenyi (Rudolf Steiner)
fotocopias de fotocopias, muy deterioradas y muchas • Antonio Malagón Golderos (Centro de
veces incompletas. Formación de Pedagogía Waldorf, España)
Como tributo y agradecimiento a Juan Berlín • Patricia Quiroga Uceda (España)
por su tarea, tengo el agrado de aportar esta versión • Inés Meirelles (San Miguel)
digitalizada, para que cada ‘presente y futuro maes‑ • Úrsula Vallendor (Seminario Pedagógico)
tro’ tenga acceso a toda la información de una mane‑ • Y a todos aquellos maestros que, en su
ra fácil de ubicar y en versión (casi) original. momento, se ‘acordaron’ de devolver a las
bibliotecas los ejemplares que se les habían
prestado.

Y quiero agradecer especialmente a Perejil y a


versión 0.9 - Julio, 2015 Rúcula, sin cuya compañía, colaboración, entu‑
Boletines Suplementos siasmo y motivación y por qué no decir profundo
Publicados 178 15 amor y amistad nada de esto existiría.
Recuperados 161 15 (Los nombres han sido cambiados para prote‑
ger a los culpables.)
Material recuperado de maestros y escuelas gracias
Waldorf de Argentina y España el profanador de textos

solicite el enlace de descarga a: elprofnadordetextos@yahoo.com


el profanador de textos
primera edición completa en castellano
confesiones de invierno
(¡siempre charly garcía debe estar presente!) de la obra pedagógica +de Rudolf
Steiner
H ace más o menos tres años escribí, en un ‘acer‑
ca de este proyecto’…
GA
i [a+i]
GA293
Título
El estudio del hombre como base de
la pedagogía
GA
xiv [i]
GA304a
Título
La antropología y la pedagogía
antroposófica
A casi 100 años de la inauguración de la
primera Escuela Libre en Stuttgart en 1919 y más ii [a] Metodología y didáctica xv [i] Las fuerzas fundamentales anímico-
GA294 GA305 espirituales del arte de educar. Valores
de 75 años de educación Waldorf en Argentina, espirituales en la educación y en la
iii [a+i] Coloquios pedagógicos y conferencias
me llama mucho la atención que no esté traducida GA295 curriculares vida social
todas las conferencias sobre pedagogía de Rudolf iv [a] La educación como problema social xvi [i] La práctica pedagógica desde el punto
Steiner. GA296 GA306 de vista del conocimiento científico-
Antes que tratar de averiguar los motivos —el uni‑ v [i] Idea y práctica de la Educación espiritual del hombre.
verso me los dirá, si necesito saberlos—, creo que GA297 Waldorf xvii [a] La educación y la vida espiritual de
es mejor uso de mi tiempo proveer —o, al menos, v* [i] Educación para la vida, autoeduca‑ GA307 nuestra época
intentar— alguna solución. GA297a ción y práctica educativa xviii [a] La metodología de la enseñanza y las
Y esta es mi ‘solución’… vi [i] Rudolf Steiner en la Escuela Waldorf GA308 condiciones vitales de la educación
Dedicatoria: GA298 xix [i] La pedagogía antroposófica y sus
vii [i] El genio del lenguaje. Con­si­de­ra­cio­ GA309 condiciones previas
Este trabajo fue realizado en agradecimiento a GA299 nes científico-espirituales sobre el xx [i] El valor pedagógico del conocimiento
Úrsula Vallendor, quien me enseño a amar la peda‑ habla GA310 del hombre y el valor cultural de la
gogía Waldorf y a apreciar la obra de Rudolf Steiner. viii [i] Juntas con maestros. Escuela libre pedagogía
gracias. el profanador de textos GA300 Waldorf 1919 a 1924 xxi [a] La educación basada en la naturaleza
ix [i] Renovación del arte GA311 humana
(Aunque ella reniega —con razón— de mi nom‑ GA301 pedagógico-didáctico xxii [i] La educación del niño y conferencias
bre, la sigo queriendo.) x [a] La estructuración de la enseñanza GA034:23++ tempranas en educación
GA302 basada en el conocimiento del ser xxiii [a] Curso de pedagogía especial.
Y quiero agradecer especialmente a Perejil y a humano. Curso de ampliación GA317 Pedagogía curativa
Rúcula, sin cuya compañía, colaboración, entusias‑ xi [a+i] Educación y enseñanza desde el cono‑ xxiv [i] Curso de luz, color, sonido.
GA302a cimiento del hombre GA320
mo y motivación y por qué no decir profundo amor
xii [a] El saludable desarrollo físico-somático xxv [i] Curso de calor.
y amistad nada de esto existiría. GA321
(Los nombres han sido cambiados para pro‑ GA303 como fundamento del libre desplie‑
gue de lo anímico-espiritual xxvi [a] Curso de astronomía
teger a los culpables; Úrsula es Úrsula porque es GA323
xiii [i] Métodos educativos y docentes en
inocente.) GA304 base a la Antroposofía xxvii [a] Curso de pedagogía para jóvenes
[a] por otros del alemán; [i] personal del inglés GA217
solicite el enlace de descarga a: elprofnadordetextos@yahoo.com
el profanador de textos
confesiones de invierno
antroposofía básica
(¡siempre charly garcía debe estar presente!)
para pedagogos
Antroposofía

C uando Rudolf Steiner aceptó la invitación


de Emil Molt1 para dirigir la ‘Escuela Libre
R udolf Steiner, su fundador, la caracterizó
como: GA
i
Título
Teoría del conocimiento basada en la
‘La Antroposofía es un sendero de GA002 concepción goetheana del mundo
Waldorf ’ en Stuttgart en 1919 lo hizo bajo la condi‑
conocimiento que quisiera conducir lo espiritual ii Filosofía de la libertad
ción de que sólo él elegiría a los maestros.
en el hombre a lo espiritual en el universo. GA004
Los seleccionó de entre los más destacados antro‑
Pueden ser antropósofos quienes sienten iii Goethe y su visión del mundo
pósofos de su entorno. Incluso, más adelante, llegó a
determinadas cuestiones sobre la esencia del GA006
decir que “ya no tenía a quién elegir como maestro.”
hombre y del mundo como una necesidad tan iv Teosofía
Y a ellos les enseñó pedagogía.
vital como la que se siente cuando tenemos GA009
En la actualidad, la mayoría de los que se acercan
hambre y sed.’ v Cómo se adquiere el conocimiento de
a la pedagogía Waldorf lo hacen desde la docencia. GA010 los mundos superiores
Esta colección de textos representa el conoci‑
vi La ciencia oculta. Un bosquejo
miento básico para entender la Antroposofía, que es GA013
la base de la pedagogía Waldorf. vii El curso de mi vida
Se intentó lograr un ‘texto en castellano’ y no GA028
un ‘texto en alemán con palabras castellanas,’ tarea
harto difícil2 y de resultados inciertos.
Espero sepan disculpar mis errores. Dedicatoria: Agradecimiento:

Este trabajo está dedicado a Úrsula Vallendor, Quiero agradecer especialmente a Perejil y a
quien me enseño a amar la pedagogía Waldorf y a Rúcula, sin cuya compañía, colaboración, entusias‑
apreciar la obra de Rudolf Steiner. mo y motivación y — ­ por qué no decirlo— profun‑
1
Emil Molt (1876-1936): Gerente de la fábrica de cigarrillos gracias. el profanador de textos do amor y amistad nada de esto existiría.
Waldorf-Astoria en Stuttgart. Inspirado por el movimiento para (Los nombres han sido cambiados para pro‑
la Trimembración del Organismo Social fundó la Escuela Waldorf (Aunque ella reniega —con justa razón— de mi teger a los culpables; Úrsula es Úrsula porque es
en para los hijos de los trabajadores. [n. del pr.]
2
Steiner, Rudolf. ‘El genio del lenguaje.Consideraciones científi‑ nombre, la sigo queriendo.) inocente.)
co-espirituales sobre el habla.’ [GA299] [n. del pr.]

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el profanador de textos

“Sólo aquello que por medio de mi


trabajo se transforma en mí mismo,
sana, nutre y libera al niño.”
Rudolf Steiner

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