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el profanador de textos

Gerbert Grohmann

La enseñanza de
la botánica en la
escuela primaria

Indice
prefacio 1
1  temario del noveno coloquio 2
2  comentarios al noveno coloquio 2
3  temario del décimo coloquio
4  comentarios al décimo coloquio
16
17
Comentarios a los ‘Coloquios pedagógicos’ [GA295]
5  temario del décimo primer coloquio
6  comentarios al décimo primer coloquio
20
20
de Rudolf Steiner con los maestros de la
7  algunas cuestiones de principio
bibliografía 33
31 Escuela Waldorf, Stuttgart, 1919
elprofanador
el profanador de
de textos textos primera pedeeficación:
noviembre 6, 2012
confesiones de invierno con respecto a este libro
(¡siempre charly garcía debe estar presente!) actualizaciones:
Título: ‘La enseñanza de la botánica en la educación pri-
quiero a los libros —esos seres impresos en árboles muertos maria. Comentarios a los Coloquios Pedagógicos de Rudolf
(o debería decir ‘asesinados’)— con ‘sagrado’ respeto, Steiner con los maestros de la Escuela Waldorf, Stuttgart,
profanador, ra. pero resulta que muchas veces son inhallables… o hallables
(Del lat. profanãtor, -ōris). 1919‘
1. adj. Que profana. U. t. c. s. a un precio inalcanzable. Autor: Gerbert Grohmann
ISBN:
profanar. por eso me convierto en ‘profanador’: ‘deshonro,’ ‘prostitu- Traducción: Juan Berlín
(Del lat. profanãre). yo’ la belleza del papel y transfiero la sabiduría a este nuevo Editorial: México, D. F.
1. tr. Tratar algo sagrado sin ser electrónico.
el debido respeto, o aplicarlo
a usos profanos. Fecha de impresión: 1970
2. tr. Deslucir, desdorar, des- es verdad: dejo sin pan a quien lo creó. pero completo su
honrar, prostituir, hacer uso más profundo deseo: difundir su conocimiento. para colaborar
indigno de cosas respetables. (a mi tampoco me convencen estas ‘razones,’ son puro bla,
bla, bla.) Correcciones: para aportar correcciones a los textos, por favor, enviar un email a elprofa-
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piados’ en ese formato. (en realidad, los más beneficiados nadordetextos@yahoo.com, poniendo en el ‘Asunto: Tipear.’ Gracias.
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GA BM párrafos
Los libros y conferencias de Los Boletines de Meto- Para facilitar las referencias
Rudolf Steiner se catalogan dología para los presentes y cruzadas, los párrafos son
según el ‘GA,’ ‘Gesamtausgabe’ futuros maestros Waldorf’ fueron identificados con un número (02)
[‘Edición Completa’]. En todas publicados por Juan Berlín desde o un número y una letra (02c) al
las citas se ha intentado referir México. inicio de los mismos.
al número de GA para evitar Los artículos son identificados En todos los casos, el número
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las traducciones de los títulos. letra según el orden de aparición correspondiente a la edición
Se traduce el título al castellano en el mismo. La cita ‘[BM024c]’ alemana.
para referencia, pero no significa significa ‘el tercer artículo La letra representa una subdivi-
que el libro esté traducido. La (letra c)’ del ‘boletín 24.’ sión de dicho párrafo, en caso
cita ‘[GAnnn:cc:pp]’ significa En el caso de suplementos, se que ayude a la mejor identifica-
‘párrafo pp’ de la ‘conferencia usa directamente la letra ‘s’: ción de los temas.
cc’ del GA ‘nnn.’ [bm011s].
Gerbert Grohmann ii La enseñanza de la botánica en la escuela primaria
el profanador de textos
prefacio del espíritu pedagógico Waldorf; incluso llamarla el privilegio de trabajar como maestro dentro de la
‘protopedagógica.’ orientación steineriana, lo lleva a atreverse a tomar la
Si nos atuviéramos únicamente a los ejemplos palabra.
de los que Rudolf Steiner se valió para ilustrar sus Un problema particular surgió para el autor debi-
ideas, caeríamos en el mismo error en que cayó la do a la circunstancia de que, al redactar el presente
época que no reconoció en Goethe al ‘Copérnico opúsculo, tuvo que preguntarse una y otra vez hasta
y Kepler del mundo orgánico,’ por fijarse tan sólo que punto la era posible hacer referencia al conteni-
en los pormenores aislados de sus descubrimien- do de sus libros anteriores,4 ya que este opúsculo y
tos. Aunque los ejemplos escogidos por Rudolf estos libros se integran; es decir, dudaba de si era su-
Steiner tienen para nosotros un valor incalculable, ficiente mencionarlos o si era necesario repetir lo que
no debemos imitarlos o copiarlos sin preguntarnos en ellos se manifestaba. El presente estudio puedo
Antes de inaugurar la Escuela Libre Waldorf en continuamente: leerse con independencia de todo lo demás; no obs-
Stuttgart, Septiembre de 1919, Rudolf Steiner pre- tante, la lectura de mis obras anteriores sería de gran
paró a los futuros maestros para su nuevo cometido ¿Qué es lo que, en el fondo, se ha estimulado utilidad complementaria para al lector. En mi libro
(21 de agosto al 6 de septiembre). En las mañanas gracias a los consejos de Rudolf Steiner? ‘La planta’ se hallan consignadas las bases científicas
se dieron los dos cursos básicos sobre el ‘Estudio del de una botánica fecundada por la ciencia espiritual;
hombre’1 y ‘Metodología y didáctica,’2 y en las tardes Por esta razón nos hemos impuesto la tarea de en mis ‘Lecturas sobre botánica’ se halla elaborado
tuvieron lugar las prácticas de seminario en forma poner de relieve, en el presente estudio, ante todo, en detalle mucho de lo que aquí sólo puede ventilar-
de coloquios informales, ‘Coloquios pedagógicos.’3 los fundamentos pedagógicos y metodológicos. se desde el punto da vista de los principios metodo-
El presente estudio se ocupará de dichas prácticas, Considerando que en los Coloquios no se trataba lógicos, de manera que las ‘Lecturas’ y los presentes
en la medida en que se refieran a la enseñanza de la de conferencias sino de cambio de impresiones, hay estudios se complementan también por dirigirse a
botánica. que tener en cuanta el estilo libre de la dicción. La diferentes grupos de lectores. Específicamente me
Las sugerencias hechas por Rudolf Steiner son ex- conversación se movía dentro de un constante dar permito recomendar las ‘Lecturas’ en relación con el
traordinarias; a pesar de la sencillez de su forma, en- y recibir, por cuya razón se insinuó a la postre la ‘décimo primer coloquio’ en que se discute la grada-
cierran impulsos pedagógicos, y también científicos, conveniencia de algunos arreglos en al orden crono- ción ascendente del reino vegetal.
en verdad revolucionarios, a cuyo lado resultan páli- lógico de la presentación. Sin embargo, insistimos Hechas estas observaciones, creo poder prescindir
das todas las demás tendencias reformistas que hoy expresamente en que nuestro relato es completo; de la mayoría de las referencias que de lo contrario
día se preconizan. Lo importante es no desfallecer y no hemos omitido ni sugerencia ni tema alguno de hubiera tenido que intercalar en el texto. ♣
asimilar aquellos impulsos, así como elaborarlos en cuantos se trataron. En los casos en que la cita tex- firma
siempre renovado afán. La concepción desarrollada tual de las palabras de Rudolf Steiner parecía impor- Stuttgart, Pascua 1953
por Rudolf Steiner en sus seminarios es asombrosa; tante, la insertamos íntegra. Dr. Gerbert Grohmann
podríamos considerarla como al más puro resultado El autor del presente estudio no tuvo la suerte
de pertenecer al circulo de los participantes en ese
curso. Sólo el hecho de haberse dedicado durante
1 Steiner, Rudolf. ‘Estudio del hombre.’ [GA293] muchos años al estudió del mundo de las plantas, así
2 Steiner, Rudolf. ‘Metodología y didáctica.’ [GA294] como también de haber tenido por mucho tiempo
3 Steiner, Rudolf. ‘Coloquios pedagógicos.’ [GA295] 4 Ver ‘Bibliografía.’
Gerbert Grohmann 1 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria
el profanador de textos
1    temario del noveno coloquio 2    comentarios al noveno
Stuttgart, 30 de agosto de 1919 coloquio Supongamos que el término gráfico-visual se
refiere a la mera descripción de la naturaleza, o a la
rudimentaria observación de la naturaleza tal como
antaño se combinaba con al primer estudio de la
geografía local y cuya primera meta consistía en des-
pertar al niño para la simple percepción y distinción
de árboles, géneros de granos, etc. En esta etapa, ya
la mera mención de los nombres constituye un im-
portante acto de conocimiento. En cambio, después
de los nueve años, ya se trata de una comprensión
más profunda, de una como elaboración mental. El
• Las ciencias naturales sólo pueden enseñarse des- término ‘estudio de la naturaleza’ patentiza asimis-
pués de los nueve años. Rudolf Steiner inauguró las discusiones de este mo que ya no seria indicado continuar con el estilo
• La forma exterior de la planta debe estudiarse seminario sobre la enseñanza de la botánica con las anterior de cuentos y leyendas; ha llegado el mo-
relacionándola con la tierra y el sol. siguientes palabras: mento de presentar la naturaleza en forma científica.
• En la educación primaria no es posible estudiar En muchas conferencias, Rudolf Steiner insistió en
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racionalmente el proceso de la germinación. Pasemos ahora a nuestra difícil tarea de hoy. que, antes de los nueve años, el niño no distingue
• El ejemplo del diente de león. Ayer les supliqué que, dentro del mismo espíritu todavía entre sí y el mundo circundante, por lo que
• El niño no puede comprender el proceso de la que ayer explicamos la zoología, hablando conviene que todo lo relacionado con las plantas se
fecundación de la planta. del pez, del ratón, del caballo y del hombre, revista en esa época de cuentos, imágenes, leyendas.
• Se tiende el puente hacia el hombre. reflexionasen sobre la manera de estructurar una Después de los nueve años, el niño se independiza, y
• Sólo la parte anímica del hombre puede ser obje- clase en la que quisieran estudiar con los niños, liberado interiormente del mundo, quiere enfrentar-
to de comparación con la planta. con base en algún ejemplo, las plantas inferiores se con él como observador.
• Los sentidos humanos ‘rellenados’ dan por resul- y superiores. Sólo me anticipo a decirles que en Fijémonos bien en esta distinción, pues sólo así
tado formas vegetales. una enseñanza fincada sobre realidades objetivas, apelaremos justamente a aquella faceta de la natura-
• Las raíces guardan afinidad con los pensamien- el estudio de los animales ha de preceder a la leza anímica del escolar gracias a la cual se pondrán
tos; las flores, con los sentimientos, afectos, discusión de los aspectos científicos de la planta. saludable actividad sus recién maduradas energías
emociones. para observar y comprender el mundo. Al narrar
• Las diferentes zonas de vegetación de la tierra y Ante todo, hemos de poner en claro, de qué edad cuentos, ya deben ser cuentos ‘verídicos’: pueden
su relación con las zonas sensorias del hombre. se trata aquí. Al final del octavo coloquio, al fijar inventarse y realmente rebosar imaginación, pero
• Sólo las plantas superiores pueden ser objeto de Rudolf Steiner la tarea mencionada, dijo: deben referirse a objetos auténticos y relaciones
comparación con lo anímico del hombre. científicas.
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No me refiero a la enseñanza gráfico-visual, Para la enseñanza antes de los nueve años, dis-
sino a la que sigue después de los nueve años, ponemos de una opinión de Rudolf Steiner suma-
cuando entramos en el estudio de la naturaleza. mente esclarecedora, del año 1917, es decir, dos

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años antes de la fundación de Escuela Waldorf. que los circundan; que se pan contar largas ‘narraciones simbolizadas’ no encierran referencia
Reproduciremos aquí el texto íntegro, aunque sólo historietas sobre lo que pasa con los geniecillos a veleidades juguetonas, sino a una genuina imagi-
parte del mismo se refiere a la botánica: que saltan de flor en flor cuando atravesamos nación gráfica, nacida de una comprensión de los
una pradera, y cosas por el estilo. Esta es la nexos objetivos de la naturaleza.
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En un futuro no muy lejano se llegará botánica que los niños necesitan oír. También La cita data del año de 1917. Es dudoso que
considerar absurdo el enseñarles a los niños lo que hay que contarles de la relación que existe entre Rudolf Steiner en fecha posterior, al elaborar sus
los hombres han de saber de la vida y de las leyes ciertos cristales de color verde, enterrados en el instrucciones concretas para la Escuela Waldorf
de la naturaleza, así como de las leyes científicas suelo, y otros incoloros, o de un cristal cúbico y teniendo en cuenta las diferentes edades de los
abstractas. Por otra parte, cobrará importancia y otro que cristaliza en octaedros. En vez de discípulos, hubiera hablado de ‘niños’ en términos
una especie de contemplación afectuosa de la una cristalografía abstracta que, por desgracia, tan generales, ya que en dichas instrucciones se traza
vida de los animales, de sus condiciones vitales indigesta a los niños en su temprana infancia, nítidamente el límite de los nueve o diez años. Si
particulares, por ejemplo, una descripción gráfica necesitaremos de una descripción simbolizada contemplamos, por ejemplo, la gradación jerárquica
tangible del comportamiento y convivencia de de la vida de los cristales en el interior del suelo. del reino vegetal que en el décimo primer coloquio
las hormigas. En obras del tipo de ‘Vida de Sólo es posible hacer fecundos los conceptos se desarrolla para la edad de once años, ya no en-
los animales’ de Brehm existen los rudimentos sobre lo que sucede en el seno de la tierra, contramos nada de legendario ni mítico; tampoco
para ello, pero no se amplían. Es necesario que si los fecundamos con las descripciones que, pueden calificarse de narraciones simbolizadas las
esas narraciones simbolizadas de episodios de sobre el particular, se hallan consignados en comparaciones con la evolución psíquica del hombre
la vida animal se amplíen y perfeccionen más nuestros escritos. No basta una mera relación de que allí se utilizan. Aquí ya se trata de un auténtico
y más: necesitamos de la narración conceptuosa nombres; lo esencial es que los temas estimulen estudio de la naturaleza. Es necesario tener clara
de cuentos escogidos individuales. Esto es lo la imaginación y que uno sepa decir muchas conciencia de esta diferencia para acertar con el
que hemos de enseñar a los niños, en vez de los cosas sobre la vida común de diamantes y zafiros, temple mental que ha de prevalecer en clase, según
horrores en que hoy día se les ‘prodiga’ la zoología por ejemplo. Si reflexionan sobre lo dicho ya la edad de los discípulos. Después de las palabras
elemental; hemos de contarles de las hazañas del captarán lo que quiero significar. de introducción de Rudolf Steiner, siguieron las
león, del zorro, de la hormiga, de la luciérnaga. aportaciones de varios de los participantes del curso,
No importa el que las cosas sucedan o no; lo Esta manera de hablar de Rudolf Steiner es válida que no as menester reproducir aquí en detalle. En
importante es que sean conceptuosas y henchidas únicamente para la enseñanza antes de los nueve cambio, las respuestas y observaciones marginales de
de significado. años, cuando debe presentarse al niño la naturaleza Rudolf Steiner son muy significativas. Uno de los
El extracto de las ciencias naturales que en forma narrativa. participantes hizo notar que el proceso de crecimien-
hoy se les ‘imbuye’ a los niños deberá reservarse ¡Qué mundo de maravillas surge aquí ante el to propiamente dicho, es siempre velado: la hoja que
para años posteriores, después de que ellos se alma! ¡Qué inventiva se le exige al maestro: ‘No sale del interior de la planta para exponerse a la luz,
hayan deleitado con los cuentos que tratan de lo importa el que las cosas sucedan o no’; lo importan- pierde su vida propia y se encuentra al borde de la
individual da la vida animal. te es que potencialmente podría suceder, es decir, muerte. Rudolf Steiner respondió:
Será de mucha importancia que también que correspondan a la naturaleza intrínseca del
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la vida de las plantas se estudie en torno a objeto biológico respectivo. La exigencia de que la Lo propio acontece con las uñas del hombre. Y
multitud de cuentos sobre la relación de la rosa imaginación debe fecundarse con el estudio de los si estudiamos otra parte, digamos la palma de la
y la violeta, o de los arbustos con las hiervas escritos científico-espirituales, es prueba de que las mano u otras partes más profundas, encontramos

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lo mismo. ¿En qué consiste el crecimiento? […] estudios, y a esa edad podemos contar con que hecho un intento de llevar la planta misma, en sus
Todo crecimiento es una necrotización, un el niño ya ha aprendido en alguna manera las aspectos morfológicos, a la comprensión del niño.
paulatino desprendimiento de lo superficial, cosas que pretendamos aprovechar en nuestras Como veremos pronto, esas palabras no encierran
Por esta razón, nunca puede haber crecimiento conversaciones con él. No deberá omitirse acercar un requerimiento de colocar una seca descripción
que se deba a adición desde fuera; siempre se la planta en su aspecto morfológico a la facultad exterior en el principio de la enseñanza de la bo-
trata de un avance desde dentro hacia fuera que captativa del niño. tánica. En lenguaje de Rudolf Steiner, el estudio
culmina en la descamación superficial. He aquí de la planta en su relación con el sol y la tierra es
la ley general de todo crecimiento, es decir, de la Esta respuesta ya contiene mucho de la botánica que coextensivo con una relación de la cronología de los
relación entre crecimiento y materia. se desarrolló en las clases siguientes, por ejemplo, la órganos, hasta en lo morfológico, de la vida de los
observación de la planta en su relación con el sol y elementos exteriores: agua, aire, luz. Esto es morfo-
Las consideraciones presentadas por otro de los la tierra como base de la morfología, o la inclusión logía adecuada a la facultad captativa del niño a la
participantes dieron origen a que Rudolf Steiner del hombre en el estudio. Rudolf Steiner objetó edad respectiva. Para ilustrar, Rudolf Steiner desa-
hiciera el siguiente importante comentario: ciertas historias utilitarias; pero en sentido superior rrolló el ejemplo del diente de león. La segunda de
no deja de ser utilitario al usar la planta para toda las exigencias contenidas en la cita mencionada, esto
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No cabe duda de que Ud. dijo varias cosas clase de moralejas éticas, por bien intencionadas es, la manera de tender el puente al hombre, recibirá
acertadas. No obstante, seria de desear que, que sean, como por ejemplo —citando las palabras amplio comentario por Rudolf Steiner en páginas
en el curso de una explicación como la que de uno de los participantes— que la planta pura posteriores, por lo que en este momento podemos
Ud. sugiere, el educando llegara a conocer los representa para el hombre una meta, un ideal; que la renunciar a una aportación nuestra.
elementos constitutivos de la planta individual. planta se sacrifica a sí misma al exponerse al sol, o la
Al fin y al cabo, usted se ve precisado a hablar flor, cuando es fecundada. Aunque no hay nada da .  .  .
continuamente de esas partes de la planta: hoja, malo en intercalar ocasionalmente alusiones como
flor, etc. Ahora bien, seria bueno a la enseñanza éstas en la enseñanza. La planta misma siempre ha
de esas partes se sujetara al principio didáctico de ser el tema principal. No hemos de platicar con Uno de los participantes hizo la sugerencia de to-
que usted escogió acertadamente: estudiar la el niño ‘sobre las plantas,’ sino ‘de las plantas.’ La mar como punto de partida un ejemplo del proceso
planta en su relación con el sol y la tierra. Así formación moral del niño deberá lograrse por medio germinativo de la alubia. Rudolf Steiner rechazó esta
se introduce vida en la botánica y desde allí de la metodología de la educación, pero no hemos sugerencia con objeciones de fondo.
se puede tender el puente al hombre. Usted de erigirla en tema de enseñanza —pese a todas las
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todavía no ha logrado hacerlo, pues lo que dijo nobles intenciones. El niño a esa edad requiere cierta Esto es algo que propiamente no debiera
son más o menos historias utilitarias sobre el medida de sano realismo objetivo. estudiarse en forma racional hasta que los
uso que hace el hombre de las plantas, o bien Para ilustrar la importancia que Rudolf Steiner educandos traspasen sus catorce o quince años. Si
comparaciones exteriores. Para que el niño se concedía a la necesidad de una actitud concreta, por lo hiciéramos antes, nos convenceríamos de que
beneficie de ese estudio, es necesario que, después no decir austera, recordemos que Steiner más ade- los niños en la escuela primaria no tienen una
de haber dilucidado la relación del animal con lante, a propósito de los ensayos de otro participante comprensión real para el proceso germinativo.
el hombre, se dilucide también la de la planta en el curso, volvió sobre el mismo tema y observó Desarrollar este tema, es decir, lo de la alubia,
con el hombre. Por lo regular, será alrededor que, pese a lo mucho que se había dicho, no se había con niños menores, es prematuro. El niño no
de los once años que iniciamos este tipo de siente afinidad interna con ello. Tampoco hemos

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de recurrir a representaciones emotivas; no ciende los límites del individuo.’ Para responder a no deberán sacarla de esa su relación con el
encontraríamos eco alguno. las preguntas referentes al de dónde y por qué, ya no mundo. Así lograrán un enfoque que, si le
son aplicables las explicaciones basadas en factores dan la estructura debida, ya encuentra cierta
A pesar de esa negativa categórica, tampoco sería ambientales, de fácil alcance para el niño, pues esas comprensión por parte del niño.
correcto interpretar las palabras de Rudolf Steiner en preguntas apuntan hacia causas del todo distintas,
el sentido de que haya que proteger a los niños con- todavía fuera del ámbito de la experiencia infantil. A continuación trascribimos lo que dijo Rudolf
tra cualquier encuentro con el proceso germinativo: Antes de la pubertad, el niño sólo puede entender Steiner sobre el diente de león:
ya lo han conocido en al jardín, y deberán asom- el crecimiento que se halla encerrado dentro del
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brarse ante el milagro. Lo que no conviene hacer es individuo, lo mismo que su auto-captación se apoya Ustedes empezarán preguntando, más o
tratar de llevar la esencia del proceso a la compren- únicamente en el crecimiento propio. Tanto las bases menos:
sión del alma infantil y, en relación con ello, llegar corporales para un crecimiento que trascienda al “¿Nunca habéis dado un paseo allá por el
al extremo de entrar en el estudio sistemático de los individuo, como también las condiciones anímicas verano?
procesos evolutivos de la planta. de comprender los procesos correspondientes en la ¿No habéis visto en los campos ciertas flores
¿Por qué el niño no está maduro para una capta- naturaleza extra-humana no se forman hasta nacer de las que, cuando uno las sopla, se desprenden
ción efectiva del proceso germinativo? Las razones la capacidad reproductiva. Antes da ese momento, ciertas partes que se alejan volando: pequeños
son muy similares a las que valen para el proceso de un proceso como la germinación ha de ser, necesa- abaniquitos que vuelan?
fecundación del que, como veremos más adelante, riamente, harto extraño para el niño, que no tiene Entonces también habréis visto esas mismas
Rudolf Steiner dijo también que no se encuentra po- afinidad interna con él. flores antes de que el verano llegara. ¿Cómo eran
sibilidad de comprensión en los grados elementales: Ocupémonos ahora del primero de los ejem- entonces? Arriba sólo veía si esas cositas amarillas
plos metodológicos ofrecidos por Rudolf Steiner, el como si fueran hojitas. Anteriormente a esto,
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…el objeto de la botánica en la educación ejemplo del diente de león. Rudolf Steiner lo ofreció hacia la primavera, sólo existían las hojas verdes,
primaria se circunscribe a suscitar una después de que varios participantes habían expresado de forma puntiaguda muy pronunciada.
comprensión de las progresivas metamorfosis su opinión. Detrás de sus respetuosas palabras para Lo que así observamos en tres fases diferentes,
que acompañan al crecimiento de cada planta con la libertad ajena: es siempre la misma planta. En un principio
en particular, comprensión que se logra, como es predominantemente hoja verde; luego
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pronto se pondrá en evidencia, por la alusión a ¿Qué les parece si, por ejemplo, hicieran lo principalmente flor y, al final, principalmente
la relación de la planta con los elementos de su siguiente? fruto, pues lo que vuela son los frutos. Y todo
derredor: luz, humedad, aire, calor. El niño es eso en total recibe el nombra de diente de león.
capaz de abarcar esas relaciones, y su afán de Se oculta, desde luego, su soberano saber del Primero tiene hojas, luego echa flores y al final
conocer queda satisfecho. único método indicado. Poco antes, Rudolf Steiner da fruto.
habla vuelto a insistir sobre el principio que ha ¿A qué se debe el que todo esto suceda?
En cambio, en el proceso germinativo no se de regir el estudio de la planta a esa edad, con las ¿Cómo es posible que el diente de león, que todos
trata de una metamorfosis, sino de una generación siguientes palabras: conocéis, se presente una vez como hojas verdes
original previa fecundación. No es posible separar el únicamente, luego con flores y a la postre con
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proceso germinativo de la fecundación, pues ambos Ustedes deberán situar las plantas en el frutos? Esto se debe a que, cuando las hojas verdes
constituyen, según Steiner, un ‘crecimiento que tras- conjunto de la naturaleza toda, sol, tierra, y salen de la tierra, todavía no hace mucho calor;

Gerbert Grohmann 5 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


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el calor no ha actuado todavía con potencia. menos tiempo. Más bien podríamos decir que el perceptibles y ya conocidos por el niño. Y eso es lo
Pero ¿qué es lo que se halla circundando las tema de estudio es aquí un medio cuyo objeto es importante. El que presentemos la luz, el aire y el
hojas verdes? ¿No lo adivináis? Es algo que desarrollar sanamente las capacidades psíquicas que calor como factores causantes, obedece a considera-
sólo sentís cuando se mueve el viento, pero es, afloran a la superficie según la fase del ritmo vital. ciones pedagógicas, no a razones científicas.
algo que siempre está en torno nuestro: el aire. Para la edad aquí en consideración, esas capacida- Es que el estudio del mundo de las plantas se
Lo conocéis, porque ya hablamos de él. El aire des son las energías mentales. La enseñanza de la presta, como pocos otros, para desarrollar un pensar
provoca principalmente las hojas verdes y luego, botánica al nivel elemental es, efectivamente, una viviente que trate de comprender los fenómenos
cuando se impregna más y más de calor, es decir, gula hacia el pensar: Rudolf Steiner ha insistido particulares como manifestaciones de una conexión
cuando empieza a hacer calor, las hojas ya no reiteradamente sobre ello. Lo es en todo caso aún superestructurada. En dos de sus grandes ciclos de
quedan como hojas: se convierten en flores. Pero cuando cometamos errores, puesto que también conferencias pedagógicas (Ilkley, Agosto de 1923,1
calor no sólo va hacia la planta, sino también es posible que sentemos en el niño las bases para y Torquay, Agosto de 19242), Rudolf Steiner volvió
hacia la tierra, y de allí se regresa. Seguramente una capacidad mental deficiente. En la edad de la a insistir expresamente en que, mediante una acer-
habéis encontrado alguna vez un pedazo de enseñanza primaria, el niño no piensa todavía con tada enseñanza de la botánica en la etapa media de
lámina tirada. Entonces habéis observado que la base en su propio juicio: puesto que guarda una su educación primaria, hacemos al niño ‘realmente
hojalata primero recibe el calor del sol, y luego relación natural y espontánea con el adulto, para él inteligente y bien instruido,’ porque lo conducimos
lo refleja. En realidad, todos los objetos hacen autoridad, y está siempre presto a hacer suyos sus hacia un pensar a tono con la naturaleza misma.
lo mismo. ¿Qué hace, pues, el calor? Cuando pensamientos. Empieza por imprimir en su men- El instinto de causalidad que a esa edad nace, halla
irradia hacia abajo, antes de llegar a calentar te formas mentales ajenas y, utilizándolas como sana satisfacción mediante un acertado estudio de
la tierra el calor forma la flor; luego, al ascender modelo, forma su propio organismo cognitivo. Si la botánica. Nadie deberá engañarse creyendo que
en rayos reflejos de la tierra a la planta, el calor más adelante, en el trance de la pubertad, nace el una materia especializada y aparentemente subalter-
forma más bien el fruto. Por eso, el fruto tiene pensar propio, lo que acontece es que el niño ‘toma na como ella es, no tenga sus repercusiones de gran
que esperar hasta que entre el otoño. posesión de lo que ya posee’ —para utilizar un trascendencia puramente humana.
Si ustedes proceden de esta manera, presentan giro de Rudolf Steiner. Para toda la vida posterior La peor explicación sería la funcional, teleológica.
los órganos, pero los presentan en su relación del hombre es, pues, de inmensa importancia la Y que nadie diga que éste es hoy un punto de vista
con las condiciones atmosféricas y térmicas. A manera en que, de niño, se le condujo a plantear la mandado retirar. No lo es, pues, aunque ocultamen-
continuación podrán dar el siguiente paso y, de pregunta por el ‘por qué’ de un fenómeno, y a dar te, sigue subyaciendo en muchas de nuestras opinio-
la misma manera, tratar de elaborar en mayor respuesta a ella. nes y hábitos mentales. Baste un solo ejemplo:
detalle la idea, la primera entre las que hoy se Más o menos a la mitad de sus explicaciones ¿Por qué florece la planta? ¿Por qué da fruto? Su
mencionaron, de poner la planta en relación con sobre el diente de león, Rudolf Steiner pregunta a colorido, su aroma y su néctar tienen que atraer
los elementos exteriores. Así llegan a establecer los niños: “¿A qué se debe el que todo esto suceda?”, los insectos que su polinización necesita. Así la
contacto entre la morfología de la planta y el esto es, que la planta empiece por tener hojas verdes existencia de la flor parece tener explicación por su
mundo exterior. Traten de hacerlo. únicamente, luego flores y, al final, frutos. Por la objeto. Algo similar puede decirse de los frutos cuya
manera en que Rudolf Steiner inicia la respuesta, el pulpa apetitosa induce a los animales a diseminar
La pedagogía de Rudolf Steiner no es un ‘méto- fenómeno se lleva a la comprensión del niño como 1 Steiner, Rudolf. ‘La educación y la vida intelectual de
do de patente’ para capacitar al niño a que inte- efecto de otro proceso vital de mucha mayor am- nuestra época.’ Ilkley, Agosto 5 al 17, 1923. [GA307]
lectualmente capte mayor cantidad de materia en plitud, cuyos factores, sin embargo, son físicamente 2 Steiner, Rudolf. ‘La educación basada en la naturaleza
humana.’ Torquay, Agosto 12 al 20, 1924. [GA311]
Gerbert Grohmann 6 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria
el profanador de textos
las semillas ocultas en su interior. Sin entrar aquí en al calor un papel esencial en la iniciación de ciertos florecer la planta casi se convierte en mariposa. Una
una discusión de que semejante enfoque destruya procesos. Sería contrario al espíritu de la pedagogía explicación como ésta ya no encierra contradicción
fatalmente toda sensibilidad para lo cualitativo, pues Steineriana esgrimir en clase la falsedad, so pretexto implícita y satisface tanto el afán de conocer como
la mariposa, por ejemplo, dejaría de ser una flor que al niño le es más fácil captarla que la verdad. Lo también el sentido estético del niño.
liberada, de libre movimiento, desprendida de la importante es seleccionar y explotar la faceta de la Sobre el tema del calor reflejado por la tierra,
planta, y se convertiría en simple objeto de explo- verdad que mejor se adecua a la situación psicológi- calor que genera el fruto, Rudolf Steiner habló más
tación, toda esa argumentación adolece, además de ca del niño en desarrollo. Recordemos que Rudolf detalladamente en sus conferencias sobre agricultura.
una grave falla. En efecto, la propia naturaleza nos Steiner dijo que el enfoque postulado por él ya Según esa concepción de la naturaleza, la semilla re-
ofrece pruebas de poder arreglárselas sin toda esa encuentra cierta comprensión de parte del niño, lo cibe toda su energía verticalmente desde la tierra por
aparatosa instalación que, al fin y al cabo, la flor y el que no implica el que haya que decírselo al niño en mediación del tallo: los frutitos del diente de león
fruto constituyen para la planta, pues tanto el polen esta forma. realmente son casi pura semilla. Sin embargo, las
como la semilla pueden propagarse por medio del Si de esta manera, al seleccionar los temas y mé- energías que intervienen en este proceso ascendente
viento. Así, pues, no es posible explicar la flor y el todos de nuestra enseñanza, hemos de preguntar en no son en verdad terrestres, sino cósmicas refleja-
fruto en función da su finalidad; antes al contrario, primerísimo lugar por el valor ‘formador de hom- das. Al final de la segunda conferencia de la llama-
estos dos elementos resultan, desde el punto de vista bres’ que encierran; no es superfluo, por otra parte, da ‘Semana médica de Stuttgart,’ Rudolf Steiner
finalista, como dispositivos sumamente inadecuados examinar más de cerca algunos de los fundamentos explicó cómo la tierra va almacenando en verano y
para su supuesto cometido. He aquí un ejemplo científicos. En su ejemplo, Rudolf Steiner deja que la luz y el calor, calor telúrico que se ofrenda luego,
de cómo podemos inculcar en el niño incluso lo las hojas verdes del diente de león nazcan de la siner- por largos espacios que pueden ser de años, para
ilógico. Cuando, en el ejemplo del diente de león, gía entre agua, luz y aire, en plena concordancia con la formación del fruto y de la semilla. La sencilla
Rudolf Steiner quiso llamar la atención sobre las la concepción corriente. Luego, el calor entra a for- comparación con el pedazo de lámina utilizada por
causas del crecimiento de la planta, no preguntó a mar parte de las energías formativas. Según Rudolf Rudolf Steiner es, pues, en realidad, una imagen de
los niños “¿por qué?” sino “¿a qué se debe que todo Steiner le corresponde un doble modo de acción: conexiones vitales efectivas más profundas.
esto suceda?” Esto es totalmente distinto, pues de primero, como radiación térmica externa directa que Los versados en botánica fácilmente objetarán
esta manera adujo a título de explicación, no espe- origina la flor, y luego, al ser reflejado por la tierra, el que el ejemplo del diente de león, aplicado a otras
culaciones intelectuales, sino factores externos bien calor se relaciona con la fructificación. plantas similares ya no es exacto, pues el tusílago,
concretos. Es obvio que los efectos calóricos en el reino por ejemplo, ya florece en marzo; sus flores amarillas
En una ocasión como ésta, el hombre escrupulo- vegetal deben concebirse del todo distintos de los descansan sobre tallos que tienen escamas en vez de
so y consciente de nuestra época siempre preguntará que se conocen en física. Aquellos operan la delicada hojas, en tanto que las hojas propiamente dichas, las
preocupadamente, si esa conexión causal entre el de- transformación de la hoja verde al pétalo de la flor y, verdes, sólo aparecen mucho más tarde, hojas que
sarrollo de las plantas y los factores ambientales, tal finalmente, al estambre; provocan asimismo el que la sólo alcanzan su pleno desenvolvimiento cuando los
como Rudolf Steiner nos la presenta aquí, resista el planta por pulmerización y aromatización se extien- frutos de la planta ya se los llevó el viento.
escrutinio científico. Esta pregunta puede plantearse da hacia la atmósfera circundante y allí se confunda Como sucede a menudo con Rudolf Steiner, tam-
y también tiene respuesta. Rudolf Steiner no dijo con los mensajeros de la luz y calor cósmicos: abejas bién esta contradicción no es más que aparente. Y es
que la subida estacional del calor es el único factor y mariposas. Así presentada la mariposa ya no es ob- que Rudolf Steiner escogió el diente de león como
que interviene en la floración y fructificación del jeto de una finalidad: es miembro y socio connatural un ejemplo en el que la relación entre los elementos
diente da león, pero no cabe duda que corresponde de la esencia propia de la planta en flor. De hecho, al y el desarrollo de la planta es particularmente simple

Gerbert Grohmann 7 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


el profanador de textos
y fácil de comprender. Esto, sin embargo, no excluye cribir las florestas como si fueran una cama nupcial El fruto es, substancialmente y por excelencia,
el que existan otras plantas donde los ritmos sean permanente; consideraba más importante la idea de de índole vegetal y, en el supuesto de que en clase se
más complejos. Si para el tusílago, en analogía al la metamorfosis. Si bien, en atención a los resultados llegue a hablar del proceso de fecundación, cometi-
ejemplo del diente de león, se define como comien- científicos más recientes, ya no podemos compartir do perfectamente posible según palabras del propio
zo de la planta el despliegue de las hojas, las flores el punto de vista de Goethe —dijo Rudolf Steiner— Rudolf Steiner, conviene relacionarlo con esa signi-
aparecen después de éstas, sólo que ya no alcanzan y no podemos negar la importancia del proceso de ficación semántica original. Tal vez de la siguiente
a hacerlo en el mismo verano. Las flores no se abren fecundación, no obstante sigue siendo una injusticia manera:
hasta después de la hibernación —como flores tem- conceder a ese procese el lugar preeminente que hoy
[13]
pranas. Ya el primer conato de calor primaveral basta día se le otorga en la planta: Todos habéis visto alguna vez una manzana
para sonsacarlas, pues ya están preformadas desde el que de un lado tenía su pulpa redonda y jugosa,
[12]
otoño y sólo les falta dilatarse y florecer. Hemos de relegarlo a segundo término y, en mientras que el otro se veía enjuto y atrofiado.
A continuación de las explicaciones de Rudolf su lugar, colocar las relaciones de la planta con Entonces os habréis fijado que en este segundo
Steiner sobre el diente de león, siguieron nuevamen- el mundo en derredor. Mucho más importante lado, el corazón con las semillas se hallaba
te contribuciones de los participantes en el curso. que ese proceso abstracto de fecundación, tan también atrofiado. Todo eso viene de que las
Rudolf Steiner entresacó un punto de significado de destacado en los actuales libros de texto, es la abejas, al llevar el polen a las flores del manzano
principios para definir su propia posición: el fenó- descripción de la acción que el aire, el calor y en la primavera, sólo alcanzaron a hacerlo a
meno de la fecundación de la planta. Dijo Rudolf la luz ejercen sobre ella. Insisto enfáticamente medias, pues lo que ellas hacen al rodear los
Steiner: sobre este punto. Y por tratarse de un escollo de árboles en flor, llevando el polen de una flor a
particular importancia, les insto a que crucen otra, tiene por resultado el que más adelante se
[11]
No conviene estudiar prematuramente el el Rubicón y sigan ahondando en esa dirección: formen los bellos frutos. Por eso se llama también
fenómeno de la fecundación de la planta; en busquen ustedes la metodología correcta, el modo fructificación o fecundación.
todo caso no a la edad en que se empieza a llevar correcto de tratar las plantas.
botánica, por la simple razón de que el niño no Si se habla a los niños sobre la fecundación en
puede corresponder con ninguna comprensión. Es Notemos que el estudio del fenómeno de la términos como éstos, el concepto se metamorfosea
posible describirlo, pero serán palabras que nada fecundación no se rechaza aquí por reparos de en el de la polenización o aspolvoreación, dando la
revelarán realmente al niño. Esto se relaciona con orden moral, sino simplemente porque el niño no espalda a todo lo que pudiera desviar la atención de
el hecho de que el fenómeno de la fecundación de puede comprenderlo. Ya mencionamos las razones la protoimagen cósmica hacia las regiones bajas de la
la planta dista mucho de tener la trascendencia al referirnos al proceso de germinación. Además, la existencia.
que nuestra época actual científica abstracta le fecundación ni entra en juego en el tipo de estudio En el décimo segundo coloquio, la conversación
atribuye. de la planta adecuado a los grados elementales. Pero tocó el delicado tema de la iniciación en el problema
tampoco puede uno simplemente dejar de hacer sexual. Rudolf Steiner comentó que, si ofrecemos al
Luego Rudolf Steiner hizo mención de los artí- caso a ese proceso, pues muchos niños saben que no niño una presentación correcta del proceso de cre-
culos que Goethe escribió allí por mil ochocientos hay frutos en los árboles si, por condiciones meteo- cimiento de la planta en su conexión con la luz, el
veinte y tantos, en defensa de su concomió de la me- rológicas desfavorables las hojas no pueden volar aire, el agua, asimila conceptos que lo capacitan para
tamorfosis contra el proceso do fecundación propia- durante la temporada de floración. que, más adelante, pueda tender el puente al proceso
mente dicho. A Goethe le repugnaba la idea de des- de fecundación, primero en la planta y luego en los

Gerbert Grohmann 8 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


el profanador de textos
animales y, finalmente en el hombre. De esta manera faltará el alumno que pregunte que, al fin y al cabo, Más adelante, Rudolf Steiner habla de los
pueden crear, desde muy temprana edad, partiendo esos órganos para algo han da servir. sentidos, de los temperamentos, de pensamientos
de representaciones castas y puras, los elementos Entremos ahora a un análisis de la segunda mitad y sentimientos e incluso de afectos y emociones.
necesarios para hacer comprensibles los complicadí- del noveno coloquio, bastante más difícil que el pri- Por consiguiente, sería antropomorfismo mal
simos procesos de la fecundación. Condición previa mero. Como ya anunciamos previamente, se trata da concebido si tratáramos de comparar las ramas
para ello es que la conexión entre luz, aire, agua, etc. tender el puente hacia el hombre. Podemos afirmar de los árboles con brazos que se extienden hacia
y la planta se enfoque en la perspectiva más amplia que, sin la ayuda de Rudolf Steiner, difícilmente el cielo, o las flores con ojos que se pueden abrir
posible. La energía que en la reproducción engendra alguien hubiera encontrado los caminos que segui- y cerrar. Es cierto que semejantes comparacio-
un ejemplar nuevo no es sino una transformación de damente se indicarán: son tan sorpresivamente nove- nes ocurren con cierta frecuencia, sobre todo en
la virtud energética que causa también la progresiva dosos, originales, ya que no asombrosos, que hemos poesía —‘Unidos los brazos, unidas las copas,
transformación de los órganos durante el crecimien- de despojarnos de muchas parcialidades tradicionales el robledo engarzado…’, ’Ya duermen las flore-
to. La reproducción es crecimiento que trasciende al y prejuicios filisteos para siquiera abrirnos paso a la cillas’— y no se nos ocurre rechazarlas. Es más,
individuo. Visto de este manera, la metodología de eminente fecundidad del método. En verdad, se nos no nos oponemos a que los niños se aprendan de
la enseñanza de la botánica puede tener sus proyec- exige bastante. En este caso, Rudolf Steiner no pudo memoria una u otra de esas bellas poesías. Otra
ciones incluso donde nadie lo esperaría. entrar de lleno en la técnica de cómo se trasmite el cosa distinta, sin embargo, sería el tomar esas me-
Para empezar, desacostumbrémonos categórica- tema a los niños, sino que tuvo que empezar por táforas poéticas como punto de partida de la clase
mente a utilizar en clase las palabras masculino y ofrecernos a nosotros mismos una ayuda para que lo de ciencias naturales pues aquí han de aplicarse
femenino tratándose de la planta. Tampoco hable- comprendiéramos primero, y así evitar el peligro de otros puntos de vista: aquí se trata de retrotraer
mos jamás de flores masculinas y femeninas, por una búsqueda en dirección equivocada. Dijo: nuestra atención a las verdades espirituales que
ejemplo, en el caso del sauce o de las coníferas. Es subyacen en los hechos naturales.
[14]
mucho más acertado utilizar en su lugar los términos Llamo su atención sobre la facilidad con que Y es que la palabra comparación deja la puerta
‘flores de polen’ y ‘flores de fruto.’ Se sobreentiende se puede preguntar sobre el parecido que existe abierta a toda clase de malentendidos. Hay una
que en el caso de seres que dejan la unión de sus dos entre el animal y el hombre, a cuya pregunta se diferencia muy grande entre un parecido exter-
‘sexos’ encargada a la intervención de otros seres, puede responder desde multitud de aspectos. En no accidental y una correspondencia intrínseca
como los insectos o los pájaros, o incluso al viento, cambio, el método comparativo falla tan pronto substancial. Las plantas son imágenes de estados
está fuera de lugar cualquier referencia a instintos o como se busquen semejanzas entre la planta y atributos anímicos; pero sólo se puede aceptar
impulsos sexuales. Queda, pues, descartado desde y el hombre. Esto insinúa la pregunta: ¿acaso como imagen auténtica lo que es expresión sensible
un principio, en lo tocante a las plantas, el concepto es equivocada la búsqueda de tales puntos de de una realidad no sensible. Sin duda, al hacer las
de sexualidad que, además, presupone la presencia comparación? comparaciones que Rudolf Steiner exigía, dotamos
de un cuerpo astral. Para ellas, el cielo es el padre de alma a la naturaleza, sin que por ello incurramos
y la tierra es la madre: así es cómo Rudolf Steiner Las comparaciones directas de planta y hombre en un antropomorfismo equívoco: no proyectamos
formuló los hechos con apoyo en los resultados de son, pues, estériles y no conducen a nada. En se- en la naturaleza nada que no exista prefigurado en
la ciencia espiritual. No obstante, hemos de confor- guida veremos que aquello que en el hombre puede ella. Sólo activamos nuestro interés para buscar en
marnos con esas estructuras aparentemente masculi- compararse con la planta, incluso con su forma la naturaleza extra-humana lo que guarde afinidad
nas y femeninas: los estambres y los ovarios, pues no exterior, es de índole exclusivamente anímica. cualitativa con la psiquis humana y, de ser posible,
para darle su nombre. Cada intento nos hará cons-

Gerbert Grohmann 9 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


el profanador de textos
cientes y avergonzados de nuestra propia estolidez e pregunta: ¿qué temperamento se presenta delante La imagen de la esfera incompleta la uti-
inseguridad. de mi? Esas flores pletóricas de energía pueden lizó Rudolf Steiner en sus conferencias sobre
Antes de entrar en mayores consideraciones, compararse a cualidades anímicas. O bien, Antropología General4 que se pronunciaron al mis-
hemos de transcribir textualmente la intervención de ustedes atraviesan un bosque y, al ver los hongos, mo tiempo que los coloquios. En esas conferencias
Rudolf Steiner: preguntan: ¿qué temperamento se presenta se hizo una comparación de la cabeza con el tronco
[15]
No es posible la comparación directa del delante de mí esta vez? ¿Por qué rehuye al sol? humano con miras a la relación entre lo corpóreo
hombre, tal como sale a nuestro encuentro, con la Los hongos son los flemáticos. y lo anímico. La cabeza —dijo Rudolf Steiner—
planta, pero sí existen ciertos parecidos. Ayer traté Pues bien: si ustedes pasan al enfoque es una esfera perfecta, ya que todo en ella se halla
de dibujar el tronco humano como si fuera una anímico, encuentran por doquier los puntos actualizado, ‘incorporado’ y, por tanto, visible. En
esfera incompleta. La parte que ayer no dibujé, de comparación con el mundo vegetal; traten cambio, en el tronco sólo es visible la parte trase-
el complemento para completar la esfera, esa es de cultivarlos. En tanto que el mundo animal ra de la esfera, por lo que uno puede dibujarlo en
la que tiene cierto parecido con la planta en su deberá compararse con los tres aspectos corpóreos forma de una luna creciente, una hoz que se abre
relación recíproca con el hombre. Podríamos ir del hombre, el mundo vegetal ha de compararse hacia adelante. El complemento para hacer la esfera
más lejos y decir —y perdonen la comparación más bien con su anímico, es decir, con lo que lo perfecta permanece invisible, pues corresponde a la
que ustedes mismos habrán de trasponer al nivel invade y lo rellena en la mañana. Si rellenamos contraparte anímica del tronco.
infantil— si rellenáramos de materia los sentidos esas formas, obtendremos las formas vegetales. No hace falta que nos ocupemos aquí en detalle
medios del hombre,3 es decir, concretamente el Similarmente, si fuera posible conservar el de los fundamentos y consecuencias de esa imagen
sentido calórico, la vista, el gusto, y el olfato, hombre como momia en que se dejaran vacíos utilizada por Rudolf Steiner. Basta a nuestro propó-
obtendríamos multitud de formas vegetales; con todos los ductos sanguíneos y nerviosos, y si éstos sito dejar aclarado que lo que pertenece a la esfera
sólo llenar el hombre de materia blanda, ésta se llenaran de alguna materia muy blanda, incompleta del tronco, completándola, no es de
adoptaría forma vegetal. se obtendría toda clase de formas gracias a los índole corpórea, sino que, una vez más, es la parte
El mundo de las plantas es un como negativo moldes vacíos de la forma humana. anímica del hombre. Y lo anímico, según palabras de
del hombre, su complemento. En otras palabras: Rudolf Steiner, ofrece ‘cierto parecido’ con la plan-
a dormirse, lo que propiamente es anímico sale El punto de vista principal que ya anticipamos más ta. En varias ocasiones, Rudolf Steiner ha insistido
del cuerpo; al despertarse, lo anímico, es decir, arriba, o sea, que las comparaciones con la planta sólo sobre el íntimo parentesco entre el tórax humano y
el Yo y el alma propiamente dicha, vuelve a puedan abarcar lo anímico del hombre, lo encon- el proceso formador de las plantas, proceso que debe
instalarse en el cuerpo. Sería disparatado tratar tramos aquí repetido en variadas formulaciones, de anularse e invertirse por completo en el hombre, si
de comparar el mundo vegetal con ese cuerpo modo que difícilmente puede haber algún malen- éste ha de permanecer sano. Piénsese tan sólo que
que descansa tendido en la cama, pero sí es tendido. Pero al mismo tiempo se nos plantean buen la respiración de las plantas es inversa a la humana.
posible compararlo con el alma que entra en número de acertijos. ¿Qué hemos de imaginarnos En nuestro caso entra en consideración aún otro
él. Asimismo, cuando al caminar por campos bajo la imagen de esa esfera incompleta, que necesita factor: que lo anímico del hombre corresponde a
y praderas, una flor resplandeciente llama complemento? ¿Qué significa el ‘relleno’ de los sen- las plantas de la naturaleza extra-humana. Pero no
nuestra atención, es perfectamente válida la tidos? ¿Cómo sorteamos el peligro de excedernos en hemos de imaginar esta correspondencia como si el
situar las comparaciones hacia el lado sensible, lo que
3 Respecto de la clasificación de los sentidos en superiores, finalmente nos haría llegar al mencionado cuerpo que 4 Steiner, Rudolf. ‘El estudio del hombre como base de la
medios e inferiores, compárese Aeppli. ‘El organismo de noche descansa tendido en la cama? pedagogía.’ [GA295]
sensorio.’
Gerbert Grohmann 10 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria
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[16]
hombre proyectara, diríamos, su alma hacia la natu- El mundo de las plantas guarda con el de la Tierra tomara cuerpo para manifestarse a
raleza para allí provocar imágenes exteriores. Rudolf hombre la relación conforme indiqué, y ustedes través de las hierbas, la floración, etc. Utilicen
Steiner sólo habla de cierto parecido. Y es que las habrán de tratar da explicar a los niños que las diferentes regiones de la Tierra: zona caliente,
plantas no tienen sus arquetipos en el alma humana, las raíces tienen afinidad con los pensamientos zona templada, y zona fría, según el crecimiento
sino en los astros, que son a la vez el fontanar ener- humanos, las flores más bien con los sentimientos, de las plantas que en cada una de ellas se dan,
gético del alma humana, de modo que las plantas de hecho ya con los afectos y emociones. Así del mismo modo que en el hombre las diferentes
y los atributos anímicos tienen en común una sola se comprende asimismo que las plantas más zonas sensorias de su alma aportan sus respectivas
base primera cósmica. Comprendido esto, estamos a perfectas, es decir, las flores superiores, son contribuciones. Traten de dilucidar cómo toda
salvo de postular una correlación que sea demasiado las que menos tienen de elemento animal; la una vegetación determinada puede compararse
estrecha. mayor porción de animalidad se halla en los con el mundo sonoro que el hombre asimila en
Ahora también comprendemos mejor el signifi- hongos y las plantas inferiores que no permiten su alma, otra vegetación con el mundo luminoso,
cado de la alusión de Rudolf Steiner a los sentidos comparación con el alma humana, sino en una tercera con el mundo de los olores.
‘rellanados’ (¡no órganos sensorios!). Nuevamente modesta escala. El trabajo de ustedes habrá de
se trata de una virtud puramente anímica —pues consistir en hacer extensiva a una gran variedad Antes de entrar en una discusión detallada de
los sentidos son órganos del alma— adopta forma de plantas ese principio de partir de lo anímico todas estas sugerencias, planteamos la pregunta por
sensible, es decir, se vuelve imagen, ya que todas las y de buscar caracteres en el mundo vegetal. Lo qué todo eso deberá manejarse en la forma indicada.
comparaciones exigidas por Rudolf Steiner estriban característico de las plantas es, precisamente, No cabe duda de que Rudolf Steiner no desarrolló
en el carácter pictórico, imaginativo de la planta. Al que algunas, los hongos, por ejemplo, destacan su método con objeto de que los niños asimilen y sa-
final de la cita referida, Rudolf Steiner menciona que más bien su carácter de fruto; otras, como los boreen el mundo vegetal por toda clase de analogías
hasta los ductos sanguíneos y nerviosas, si pudié- helechos y la plantas inferiores, acentúan su graciosas y divertidas; por otra parte, tampoco los
ramos llenarlos, darían por resultado ‘toda clase de carácter follado, También las palmas tienen sus temas como tales, por serios que los tomemos, nos
formas’ (no se dice aquí formas vegetales), con lo hojas imponentes. Ahora bien, esos órganos se ofrecen una justificación satisfactoria. Sólo al final
que alude al hecho de que en el cuerpo humano por hallan desarrollados de varias maneras. Un cacto del noveno coloquio, Rudolf Steiner dió un atisbo
doquiera que la mera corporalidad retroceda para es cacto debido al crecimiento proliferado de sus puramente pedagógico, explicando que despertamos
dejar lugar a cavidades, pueden nacer formas inde- hojas; su flor y fruto háyanse, como si dejáramos, en el niño los órganos y el sentido de espiritualidad
pendientes, con o sin carácter vegetal. En el caso de intercalados entre las hojas proliferantes.5 si comparamos la correspondencia de cuerpo y alma
los ductos sanguíneos y nerviosos, esas cavidades Traten ustedes, pues, con todo el tino posible en el hombre, con la relación reciproca entre mundo
guardan, además, una íntima relación con lo aními- de traducir al nivel infantil el pensamiento humano y mundo vegetal. De esta manera, llegado
co. Por consiguiente, la afirmación de Rudolf Steiner aludido. Hagan esfuerzo de su inventiva para a adulto, el hombre encontrará un sano acceso a
de que el mundo vegetal constituye una especie de que, en nuestra próxima reunión, puedan los hechos espirituales de la vida. No podrá creer,
negativo, un complemento para el hombre, insinúa describir en lenguaje viviente el manto vegetal por ejemplo, que en cuanto al alma, el hombre deja
el que hayamos de interpretarlo predominantemente de toda la Tierra, presentándolo cono si el alma de existir al dormirse, para volver a empezar en la
en sentido corpóreo. mañana.
5 En el cacto, las hojas proliferantes se encuentran reabsor-
A continuación dijo Rudolf Steiner: bidas en el tallo, con el resultado de que éste puede apare- Mucho más abarcadoras son las exposiciones
cer inflado hasta la forma esférica. En algunos géneros, el de Rudolf Steiner en sus conferencias sobre meto-
propio tallo ha adoptado forma de hoja, ya que todavía la
contiene potencialmente.
Gerbert Grohmann 11 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria
el profanador de textos
dología y didáctica,6 también pronunciadas para- gráfico-visual, sobre todo en la ciencia y en la animales y plantas está todavía despierta, a la vez que
lelamente con los coloquios. Entresacamos de esas botánica. germina ya el juicio en bello equilibrio con aquélla,
conferencias las principales ideas referentes a la entonces, por ingeniosos que sean los métodos que
enseñanza de la botánica. Continuó diciendo que el niño a esa edad, de a la postre inventemos, no lograremos más que una
También en ellas, Rudolf Steiner empezó por acuerdo con su disposición, no busca analogías captación puramente externa, ya que la materia de
manifestar que la genuina enseñanza de la naturaleza externas; no pretende encontrar la forma exterior del enseñanza no habrá podido crecer con el niño.
no debe principiar antes del Rubicón, de los nueve o cuerpo humano en este o aquel árbol; lo que busca Eso que Rudolf Steiner exigió de sus maestras,
diez años. Antes de esa edad, sólo es posible presen- son las relaciones anímicas, y sería un craso error es decir, ‘traducir con todo el tino posible al nivel
tar los hechos de la naturaleza en forma narrativa. dar una minuciosa descripción exterior de la planta, infantil y describir en forma viviente’ la compara-
Para ello, el propio Rudolf Steiner había ofrecido un porque hay que dejar amplio margen para la ima- ción entre la planta y el atributo anímico humano,
ejemplo en el seminario del día anterior: había dado ginación del niño. Debemos crearle la oportunidad son faenas artísticas auténticas. Esas comparaciones
una caracterización del encanto de la violeta a fin de de sumergirse ampliamente en la reflexión intuitiva están tan fuertemente vinculadas con la personalidad
ejemplificar la forma de preparar el terreno para una sobre su relación con el mundo de las plantas, pues creadora de todo maestro en particular que inclu-
célebre poesía del poeta alemán H. von Fallerslehen. de lo contrario atiborramos su incipiente facultad so parece peligroso hacer sugerencias al respecto.
A continuación, Rudolf Steiner entró detalla- intelectiva en botas de tormento y la marchitamos. Afortunadamente poseemos unos cuantos ejemplos
damente en la situación interna del niño de nueve Hasta aquí la reproducción de las ideas principales del propio Rudolf Steiner (girasol, nenúfar, clavel)
a once años. Dijo que situamos la iniciación de relativas a la enseñanza de la botánica contenidas en de modo que no quedamos completamente sin mo-
la zoología y botánica en esa época porque a esa las conferencias sobre metodología y didáctica. En el delo. Los ejemplos del girasol y del clavel se hallan
edad el hombre en cierne todavía conserva cierta décimo coloquio, Rudolf Steiner hizo una observa- en una de sus pequeñas intervenciones en el décimo
captación instintiva para las afinidades existentes. ción que, por relacionarse con nuestro tema, inserta- coloquio, y en esas comparaciones ya se incluye la
Dijo asimismo que, en esa fase media de la ense- mos aquí anticipadamente: vida anímica de la tierra. Dice:
ñanza elemental, hemos de apelar a esos nacientes
[18] [19]
instintos de sentirse emparentado con animales y Todo hombre que en su juventud llega a El mundo de las plantas es el mundo anímico
plantas, y que la zoología ha de preceder a la botá- conocer las plantas con sujeción a puntos de vista de la Tierra hecho visible. El clavel es ‘coqueto.’7
nica porque la sensibilidad para el mundo animal científicos, debiera primero haberlas conocido Los girasoles8 son francamente aldeanos; les
despierta un poco más temprano que para el vegetal. tal y como nosotros las describimos. Tratar gusta lucirse con su resplandor rústico. Las flores
Textualmente dijo: primero de describir las plantas y posteriormente muy grandes significarían al nivel anímico: no
ocuparnos de ellas científicamente, o hacerlo al poder dar cima a nada, tardar mucho, ser torpe,
[17]
En la etapa media de la educación primaria, revés, produce efectos radicalmente distintos. sobre todo eso de no poder llevar nada a su feliz
de los nueve a los once años, existe un bello Se hace un daño enorme al hombre si desde un término.
equilibrio entre lo instintivo y el juicio. Podemos principio se le inculca botánica científica y no
siempre presuponer que el niño nos brinda se le han dado primero los conceptos que aquí Fijémonos en la precisión de las comparaciones;
comprensión, si apelamos a cierta comprensión tratamos de desarrollar. no se trata de sensaciones generalizadas y vagas,
instintiva y si no insistimos demasiado en lo 7 Nótese que en alemán, el clavel, ‘die Nelke’ es femenino.
Si no aprovechamos ese momento singular de la [N. del Tr.]
6 Steiner, Rudolf. ‘Metodología y didáctica.’ [GA294] vida humana en que la identidad emotiva con los 8 Los girasoles también son femeninos en idioma alemán.
[N. del Tr.]
Gerbert Grohmann 12 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria
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más o menos arbitrarias. Es más, la siguiente cita, no se hayan conservado los ensayos de los parti- Nos es relativamente fácil concebir la flor de la
también tomada del décimo coloquio, nos mues- cipantes, así como tampoco los comentarios que planta como imagen de lo anímico. Por sus colores y
tra que las comparaciones escogidas por Rudolf hubiera hecho Rudolf Steiner. aromas, como también por sus formas, nos afecta de
Steiner corresponden positivamente a realidades Cada género vegetal tiene la tendencia de acen- un modo inmediato, en contraste con el verde indi-
suprasensibles: tuar determinada parte y dejar que ésta se convierta ferente del follaje. “Color es el alma de la naturaleza
en rasgo principal. Rudolf Steiner da unos ejemplos, y del todo el cosmos; al vivir lo cromático partici-
[20]
Los sentimientos, pasiones humanas, etc. y no es difícil encontrar otros. Como ya sabemos pamos de esta alma” (Rudolf Steiner). También en
trascienden el sueño; pero ahí adoptarían aspecto que, según él, las raíces tienen afinidad con los pen- el simbolismo de las plantas, esas cualidades desem-
de plantas. Lo que llevamos invisible en el alma, samientos, las flores con los sentimientos e incluso peñan cierto papel; pero no debiéramos perdernos
la coquetería por ejemplo, se vuelve visible en con afectos y emociones, es obvio que las ‘plantas hacia el lado simbólico, pues implicaría peligro de
las plantas. En el hombre no lo vemos, pero mentales’ serán las que la raíz destaca por su impor- vernos desviados de la historia natural. El hablar de
en el hombre dormido se lo podría observar tancia o desempeña un papel dominante en el orga- la lilia ‘casta’ ya es capcioso, pues con ello, en vez de
clarividentemente. Una dama coqueta haría nismo de la planta (genciana). Las ‘plantas afectivas’ caracterizar, inyectamos en la naturaleza apreciacio-
brotar de sus narices clavel tras clavel: un hombre serán aquellas cuyo rasgo sobresaliente es el tamaño nes humanas. Por cierto que más adelante Rudolf
aburrido, si pudieran observarlo, haría brotar de y la variedad de las flores (muchas liliáceas, orquí- Steiner llama al lirio acuático9 un anhelo de la tierra.
todo su cuerpo hojas gigantes. deas). Si arrancamos del suelo una planta de fuerte Pero esto es harina de otro costal.
raíz, tenemos en mano un pensamiento de la tierra Al comparar los sentimientos, afectos y emocio-
Sale sobrando mencionar que sería un error hecho visible. En el caso de las raíces es posible que nes humanos con las flores hay amplio campo para
darles a los niños la impresión que cada planta en ya a partir de la forma exterior ya se insinúe el tipo la proyección sentimental y para el humor. Nos
particular tiene su alma. La planta es inanimada, de pensamiento a que corresponde. En su raíz, toda limitamos aquí a unas indicaciones, reconociéndo-
pero guarda comparaciones con lo anímico. La planta tiene algo de descubridor: ‘sabe’ descubrir la le al lector su derecho de aceptarlas o rechazarlas.
que a través de su forma se manifiesta es ‘el mundo humedad, las sustancias nutritivas, etc. y su creci- Algunas flores, como los pensamientos y los perritos
anímico de la Tierra hecho visible,’ para utilizar la miento se orienta hacia la dirección respectiva. Pero, por ejemplo, tienen algo así como una fisonomía
expresión del siguiente coloquio. Mas eso que se pobre de aquel que su pensamiento tenga forma de que, a pesar de la diversidad del colorido, conserva
ha hecho visible puede a su vez compararse con lo nabo: tosco, uniforme y lerdo. Las raíces troncales su carácter básico. Los niños aprecian ese íntimo
anímico del hombre. Rudolf Steiner quiso que esas como la del diente del león se afanan con energía carácter bonachón y aman esas flores, en tanto
comparaciones se llevaran al extremo de fijar para los para llegar a su blanco; las ramificadas finamente que frente a otras sienten temor. En la familia de
participantes en el curso la tarea de hacer una lista pueden compararse con un pensamiento sensible; las las labiadas se podría estatuir toda una sucesión,
cuya columna izquierda se enumeraría los atributos con rizomas de reserva (en México, camotes) hacen moviéndose entre los contrastes, desde la ortiga
del alma humana ‘comenzando con el pensamiento, lo de una persona que almacena sus experiencias en muerta hasta las flores del romero, pequeñas pero
descendiendo a través de todos los afectos anímicos, la memoria, para posteriormente volver a aplicarlas de impresión ‘emocional.’ La prímula difícilmen-
sentimientos de placer y displacer, afectos activos y en forma planeada y prudencial. En cierta oportu- te se podría situar del lado emocional —más bien
violentos, aflicciones, etc., hasta la voluntad.’ En la nidad Rudolf Steiner dijo que la patata se oculta en
9 El autor cree que Rudolf Steiner se refiere aquí al lirio
columna derecha se anotarían las plantas correspon- la tierra de manera plebeya —esto también ilustra amarillo. Sin embargo, como el término usado en alemán
dientes, empezando con las ‘plantas mentales’ hasta determinado modo de pensar. —‘Wasserlilie’— lo mismo puede corresponder a azucena
las ‘voluntariosas.’ ¡Tarea nada fácil! Sentimos que que a lirio, el traductor utilizó el término ‘nenúfar’ en el
pasaje anterior.
Gerbert Grohmann 13 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria
el profanador de textos
simboliza la apacibilidad y la placidez. En la no- embocara en un afán miniaturista. Es inevitable que tar ese enigmático pasaje se deban, en parte, a que
meolvides se reflejan las amabilidad y la sinceridad en un principio nuestros ensayos se vean matizados depositamos en él algo que en él no está contenido?
hasta la candidez. Asimismo encontramos entre las por una sensación subjetiva en mayor o menor gra- La situación es del todo distinta en lo que se re-
flores representantes de la dignidad e incluso del do, sin que esto altere las leyes objetivas que subya- fiere al texto reproducido en la cita [16]. Ahí Rudolf
orgullo. A propósito de las emociones podríamos cen en los fenómenos, leyes que hemos de afanarnos Steiner fija claramente la tarea de comparar zonas
pensar también en la espuchina, como la ira. Los en descubrir, del mismo modo que Goethe logró, de vegetación (no géneros vegetales particulares)
satiriones de colores claros, sobro todo los blancos, gracias a sus constantes ejercicios, redescubrir las le- con zonas sensorias. Tampoco en este caso la trans-
podrían concebirse como imágenes de distinguida yes objetivas que prevalecen en los efectos, subjetivos cripción contiene la solución de tan difícil tarea, de
arrogancia. Si bien en los ejemplos que anteceden al principio, de los colores. modo que nos hallamos remitidos a caminar a tien-
nos hemos extendido principalmente al carácter En la cita [15] y a la que ahora tenemos que tas en nuestro propio avance. No es hasta el décimo
de las flores únicamente, no hemos de olvidar, sin hacer referencia, Rudolf Steiner habla también de primer coloquio que encontramos una observación
embargo, que Rudolf Steiner siempre se refiere a la los sentidos del hombre y, particularmente, de los a todas luces relacionada con al presente problema.
planta entera, de manera que tendríamos que tomar sentidos medios: el calórico, la vista, el gusto y el Lo que Rudolf Steiner dice en ese pasaje ilumina y
en cuenta no sólo las flores sino también el corte de olfato. En la cita [16] se habla de zonas sensorias, orienta en tal forma que hemos de insertarlo de una
las hojas, el tipo de su transformación progresiva de que deben correlacionarse con las zonas vegetativas vez aquí:
abajo hacia arriba, su posición, la ramificación de de la tierra. Sólo se mencionan el mundo sonoro, Al comentar los ensayos de uno de los participan-
los tallos, etc. Dentro del marco del presente opús- el lumínico y el de los olores. Sin embargo, la serie tes quien, cumpliendo la tarea antes mencionada,
culo no es posible insertar más que alusiones. Si nos no debiera limitarse. Los puntos de vista desde los había preparado una lista de estados de ánimo y de
hubieran sido legadas las soluciones a la mencionada cuales en las dos citas se hace referencia a sentidos y las plantas presuntamente correlacionadas con ellos,
tarea fijada por Rudolf Steiner, poseeríamos la gran a sectores sensorios son del todo diferentes. Rudolf Steiner objetó que “no se debe buscar exte-
ayuda del modelo y a la vez la necesaria corrección. Si empezamos por examinar más de cerca el texto riormente, sino que hay que entrar en el
En mis ‘Lecturas sobre Botánica’ se hallan algunos de cita [15], podría parecer como si se pretendiera interior y describir las condiciones afectivas.” Esta
ensayos míos. buscar en la naturaleza plantas que correspondieran breve y seria advertencia puede abrir nuestros ojos,
En la intimidad del salón de clase son posibles al sentido calórico, al de la vista, al del gusto y al ya que muestra, una vez más, que las comparaciones
muchos logros en esta dirección que, de generali- del olfato, así como introducir su estudio en clase. han de expresar condiciones efectivas, no solamente
zarse, parecerían luego como abstracción vacía. Si Sin embargo, según todo el contexto, del que ya nos sensaciones subjetivas. A continuación dijo:
damos forma a nuestras comparaciones con apoyo hemos ocupado en la cita [16], parece más bien que
[21]
en el espíritu que palpita en las orientaciones dadas Rudolf Steiner quiso utilizar los sentidos tan sólo Si ustedes se atienen demasiado a los sentidos,
por Rudolf Steiner, nuestra labor será fecunda aun para ilustrar con un ejemplo la relación de cuerpo y fácilmente cambiarán de punto de vista. Hemos
cuando no logremos superar completamente un alma con miras a la planta. Dijo que obtendríamos de tenerlos en cuenta, ya que da cada uno de
sentimiento de inseguridad. El niño se deleita con ‘toda clase de formas de plantas’ si logramos ‘relle- ellos vive en nuestra alma algo que es resultado
nuestras comparaciones, sin que por ello debamos nar’ los sentidos, es decir, otorgarles forma visible, y de su percepción Así, por ejemplo, debemos a la
engañarnos respecto de la presencia, a esa edad de que incluso podríamos lograr que los niños lo com- vista cierto número de vivencias anímicas de
once años, de una rigurosa crítica intuitiva que sabe prendieran. Pero no dijo que en clase hubiéramos de origen sensorio. Esto nos permite ‘antedatar,’
distinguir acertadamente entre lo humorístico y lo comparar determinados géneros vegetales con sen- esto es, retrotraer estas vivencias del alma a la
pueril. Tampoco sería procedente que todo eso des- tidos especificos. ¿Acaso las dificultades en interpre- fecha en que sentidos recibieron la impresión que

Gerbert Grohmann 14 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


el profanador de textos
los originó, y así establecer la relación entre el cas, por ejemplo, en la apreciación de los intervalos abunden las plantas fragantes o aromatizantes. Pero
sentido y el alma. Pero no deberíamos afirmar o en el lenguaje; en este mundo subyacen leyes que, podemos partir del hecho de que el olfato nos abre
que las plantas son manifestación de los sentidos sin ser da índole terrestre, ejercen en lo terrestre su acceso a la materialidad terrestre y que psíquicamen-
de la tierra, puesto que no lo son. influencia ordenadora. te nos familiariza con toda su riqueza cualitativa.
Hallar el camino hacia las comparaciones con Por lo tanto, si nos fijamos en una zona del tipo del
Esta indicación vierte luz sobre el texto reprodu- zonas de vegetación partiendo de reflexiones como bosque tropical pluvioso, encontramos allí, al lado
cido en la cita [16]. éstas, simples sugerencias, no es empresa fácil, sino de las plantas odoríferas y aromáticas, la manifes-
Respecto a los sentidos de la tierra se dice que sumamente osada, por no decir capciosa. Con todo, tación inequívoca e impresionante de la actividad
las plantas no son su manifestación, esto es, no les hagamos el intento, teniendo en cuenta que, al fin y material terrestre en sin par plenitud y variedad.
sirven de ilustración. Por consiguiente, la frasee “el al cabo, no se nos exige subdividir la superficie terrá- En la atmósfera invadida por descargas meteóricas
mundo de las plantas es el mundo anímico de la quea según zonas sensorias ni, menos todavía, trazar diarias se desenvuelve una proliferación casi sin
tierra hecho visible” no se refiere a los sentidos. En la un mapa: a pesar de las ‘condiciones efectivas,’ lo límite: tanto los olores como los colores recorren
comparación insinuada en la cita [16], los sentidos que más importa es, también en este caso, el ingenio toda la gama desde la sensualidad bochornosa hasta
sólo desempeñan un papel indirecto. En realidad vivificante que de ahí ha de irradiar a la enseñanza. la delicadeza aérea, por no decir noble, Esa plenitud
tenemos aquí otra comparación con la vida anímica ¿Cuál zona fitogeográfica de la tierra se puede cualitativa, esa inaudita riqueza morfológica serían
del hombre en cuanto ésta contiene experiencias que comparar, por ejemplo, con las vivencias anímicas inimaginables si las energías materiales terrestres
pueden ‘antedatarse’ a determinados sentidos. Se que nos procura la vista? Podríamos pensar en las re- no se hallaran conjuradas, propiciadas, por el clima
hizo mención de las ‘contribuciones’ que las dife- giones árticas donde la zona sensoria correspondien- tropical, para apoderarse del mundo de las plantas y
rentes zonas sensorias suministran al alma humana. te a la luz descuella por su importancia; la propia hallar su despliegue efectivo en el elemento vegetal.
Esas contribuciones deben compararse, no con tierra con su atmósfera resplandece y relumbra en Se entiende que dentro del marco de este ensayo no
plantas individuales, sino con zonas geográficas de todos los colores del arcoíris; el velo floral del verano podemos dar cabida a mayores detalles fitogeográfi-
vegetación. Por consiguiente, hemos de empezar ártico, suave soplo que apenas roza la superficie, cos. El lector encontrará descripciones más extensas
por preguntar cuáles son las contribuciones que invita a la comparación con la retina del ojo, donde y más pictóricas en mi obre ‘La Planta.’
proceden de cada sentido en lo particular y pueden la luz externa e interna se encuentran; las plantas ár- Por último, queda el oído, como tercero de los
retrotraerse a éste. ticas se ven contraídas, a veces de crecimiento enano sentidos mencionados por Rudolf Steiner. En este
Tomemos la vista. En rigor, las únicas impresio- y anquilosado, pero maravillosamente estructuradas caso, más todavía que en los dos anteriores, hemos
nes sensorias que nos trasmite son lo claroscuro y lo hasta en sus últimos detalles. Ese mundo vegetal con de conformarnos con unas cuentas alusiones. El
cromático. Sólo llegamos a vivencias anímicas cuyo sus flores de intenso colorido pero de pureza estelar, mundo de las plantas no emite manifestaciones per-
origen sea una impresión visual pasada si, trascen- puede realmente sentirse como una especie de con- ceptibles a nuestro oído físico, pero ya sabemos que
diendo las meras percepciones sensorias, las eslabo- traimagen de las vivencias anímicas que debemos a no hemos de buscar comparaciones con impresiones
namos con sensaciones como la de la claridad o de la la vista: vivencias de claridad, de orden, pero tam- sensorias exteriores, sino vivencias anímicas para las
ordenada disposición espacial. El olfato nos conduce bién de limitación. Sólo que no hemos de olvidar que el sentido no es más que mensajero. El sonido
hacia la sustancialidad terrestre y, si bien por su que Rudolf Steiner insistió en que no buscáramos nos hace partícipes de algo que no es terrenal y que,
medio tan sólo percibimos su manifestación más exteriormente, sino que penetráramos en lo interior. no obstante, sólo a su través puede manifestarse (el
refinada, nos permita adquirir la experiencia de la Si ahora pasamos al olfato, no por ello hemos sonido de la campana, el llamado del animal). Sin
materia. El mundo sonoro trasmite vivencias aními- de empezar preguntando por una región en que embargo, quien tiene desarrollada su sensibilidad es

Gerbert Grohmann 15 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


el profanador de textos
capaz de tener vivencias sonoras, aun cuando no se tro del conjunto de los temas posteriores. El dormir 3    temario del décimo coloquio
oye ningún sonido exterior. Las coníferas ‘suenan’ y estar despierto de la tierra en verano e invierno, Stuttgart, 1º de septiembre de 1919
distinto de cómo suenan los árboles de fronda; es es el gran tema del coloquio siguiente. Únicamente
más, cada género de árbol tiene su sonido específico, queremos entrar en un breve análisis de la indicación
lo mismo que cada bosque; a los grupos de árboles de Rudolf Steiner de que sólo las plantas perfectas
les correspondes consonancias, accesibles a la per- pueden compararse con el elemento anímico del
cepción anímica objetiva. hombre.
Si en vez de semejantes áreas estrechamente cir- Según lo dicho en la cita [16], las plantas infe-
cunscritas, dirigimos la atención sobre vastas regio- riores son las que más animalidad tienen y, por esta
nes de vegetación hemos de tener en cuenta también razón, no puedan compararse con el hombre. Es
la atmósfera que le pertenece. En regiones esteparias cierto que Rudolf Steiner hizo extensiva a los hongos
con sus inmensas superficies de gramíneas (en rigor, su comparación con el temperamento flemático,
nuestros cultivos de granos son estepas artificiales), pero no es seguro que los temperamentos se consi- • La tierra se duerme en primavera para despertar
el observador atento percibe la sutil resonancia de deren aquí como ‘atributos anímicos’: en la conver- en otoño.
viento y caña, de la que no se puede decir si es per- sación reproducida en la cita [20], donde Rudolf • La imagen de la pradera en flor y del árbol en
cepción sensible o mera vivencia interior. Los nudos Steiner fijó la tarea de la hacer una lista, no aparece flor.
de las cañas en esas regiones gramínea se hallan ningún temperamento. El que nuestras plantas in- • Las plantas compuestas son árboles prematura-
ordenados según ritmos que tienen las características feriores en su metabolismo y reproducción retengan mente espigados.
de musicales. También la estructura y articulación todavía restos de propiedades animales10 se explica • La parte invisible del hongo bajo la tierra es un
de las espigas y panojas que se mecen en el viento por su pasado cosmológico. Nuestros reinos animal árbol.
obedecen a leyes sonoras inaudibles, si bien no he- y vegetal actuales tienen su origen en un reino de • Las plantas veraniegas despliegan en invierno
mos de esperar que esas armonías cósmicas sean las la naturaleza muy anterior a los nuestros, un reino bajo la tierra, la vida anímica de ésta.
mismas de la música humana. intermedio que reunía en uno sólo las características • En lugares de abundante crecimiento de hongos,
Con esto terminamos nuestras disquisiciones de aquellos dos,11 y la planta sólo llegó a su condi- la tierra está despierta en verano.
sobre el difícil capítulo de las zonas sensorias y las ción de planta verdadera al despojarse de la herencia • La formación de árboles significa sueño profundo
plantas. Está lejos de las intenciones del autor, el re- de aquel reino animal-vegetal. Sólo nuestras plantas de la tierra.
clamar para sus ensayos tentativos carácter definitivo. superiores, las que florecen, son plantas cabales; sólo
A nuestro intento de empezar por describir la ‘condi- ellas corresponden al hombre en su grado evolutivo
ciones afectivas,’ le sigue ahora la segunda exigencia, actual, es decir, al hombre terrestre dotado de un yo.
tan difícil como la primera: poner en claro qué se Las comparaciones de las plantas inferiores con los
entiende por ‘traducir, con todo el tino posible, al atributos del alma humana no pueden ser acertadas
nivel infantil y dar una descripción viviente.’ Queda porque no es posible paralelizar dos grados del todo
encomendada al lector la tarea de meditar sobre esto distintos de la evolución cosmológica. ♣
y de hallar la solución para esta parte de la tarea.
La mayoría de las cuestiones pendientes de este 10 Véase: Grohmann, Gerbert. ‘La Planta.’
noveno coloquio, se prestan para una respuesta den- 11 Véase: Steiner, Rudolf. ‘La ciencia oculta. Un bosquejo.’
[GA013]
Gerbert Grohmann 16 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria
el profanador de textos
4    comentarios al décimo racional con la vida del organismo telúrico, desem- leta de marzo, todavía verde, puede compararse con
coloquio peña un papel importante dentro de ese cometido. los sueños; al florecer, ya no. Sólo en la temporada
Nuevamente, pues, el modo de estudiar el mundo de caer las hojas, las plantas pueden otra vez compa-
de las plantas se halla determinado por un designio rarse con sueños.
humano. Pero a la vez podemos decir, el mundo Más adelante en el curso del coloquio, Rudolf
vegetal queda liberado del féretro en que se halla Steiner bosquejó la imagen del árbol florido, recu-
encajado debido muchas concepciones tradicionalis- rriendo nuevamente al estilo directo dirigido a los
tas letales. niños:
Al principio del décimo coloquio (y hagamos
[22]
caso omiso aquí de dos observaciones a las que ya Observa algún ranúnculo, alguna planta
nos referimos con anterioridad), Rudolf Steiner ex- que podamos extraer de la tierra, y en la que
puso que, al acercarse al verano y hasta puede decirse registramos abajo la raíz, luego el tallo, las hojas
desde la primavera, se extiende el sueño sobre la y flores, luego los estambres y el pistilo del que se
Este seminario contiene un plan en sus grandes tierra aumentando progresivamente en profundi- desarrolla el fruto.
lineamientos, para suscitar en el niño, mediante dad. En otoño, al desaparecer las plantas, se termina Mostrémosle al niño una de esas plantas. Y
una metodología adecuada, la captación de que la el sueño. Luego, como base de sus explicaciones, luego mostrémosle un árbol diciéndole:
tierra no es un cuerpo muerto, sino un organismo Rudolf Steiner comparó el sueño del hombre con “Mira, imagínate este árbol al lado de la
impregnado de vida, de alma y de espíritu. Todos los el de la tierra: dijo que el hombre, al dormirse, lleva planta. ¿Qué hay del árbol? Es verdad que abajo
detalles del coloquio se hallan al servicio de este gran consigo al sueño sus sentimientos, pasiones, etc., también tiene sus raíces. Pero no tiene tallo, sino
cometido y deben ser aquilatados de conformidad. donde tienen aspecto de plantas. tronco; éste a su vez se extiende en ramas. Y luego
Asimismo los estampas impresionantes de árboles, A continuación ofreció los ejemplos referidos en parece como si en las ramas crecieran las plantas
hongos, compuestas, etc., no se presentan, ni mucho la cita [20] de la coqueta y del fastidioso. La obser- propiamente dichas, pues hay muchas flores en
menos, por su propio interés específico, puesto que vación clarividente registra en la coqueta que, en el ellas. Si queremos, podemos catar la pradera
el utilizarlas solamente como convenientes ejemplos sueño, brotan de sus narices clavel tras clavel, en tan- constelada de esos renúnculos amarillos creciendo
aislados seria contrario a la profunda intención que to que el hombre aburrido, mientras está durmien- en toda su extensión. La pradera está cubierta
subyace en el haberlas escogido, lo único que les da do, de todo su cuerpo hace brotar hojas gigantescas. de ejemplares de plantas cuyas raíces están en la
verdadero peso. Al dormirse el hombre, continúa diciendo Rudolf tierra y se propagan por toda la pradera. En el
En muchas ocasiones y en los más variados con- Steiner, termina toda su vida anímica; en cambio, árbol, en cambio, es como si hubiéramos cogido
textos, Rudolf Steiner ha señalado la importancia de en el mundo vegetal la vida anímica comienza al la pradera, la hubiéramos subido, doblado, para
que la futura generación comprenda la tierra como dormirse, esto es, en verano cuando la vida anímica que ahí arriba crecieran las muchas flores.”
un organismo, no sólo por razones científicas, sino de la tierra adopta forma visible en las plantas. El
en consideración a la relación interior del hombre mundo vegetal estival no es —como insinúo uno de He, pues, aquí la primera imagen de este co-
con su existencia terrenal. El temple vital positivo, los participantes— sueños de la tierra; ésta duerme loquio: Rudolf Steiner distingue entre el tronco
capaz de vencer las tareas que la vida ofrece, debe ci- en verano; en cambio, el semblante ofrecido por el arbóreo y el tallo herbáceo. Esta distinción no
mentarse emotivamente ya desde los años escolares. mundo vegetal en primavera y otoño es el que sí solamente corresponde a una necesidad objetiva sino
También el estudio de la vida vegetal en su conexión puede calificarse de sueños. Así, por ejemplo, la vio- que también le incumbe importante papel pedagó-

Gerbert Grohmann 17 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


el profanador de textos
gico-metodológico para la posterior elaboración de ellos poseen una captación inmediata de esas imá- esencial del asunto. En realidad, los ejemplos se
concebir los troncos arbóreos como ‘tierra abultada’ genes. Para al adulto, sin embargo, es provechoso presentan porque permiten dar con los niños el paso
o ‘protuberancias de la tierra.’ Si la tierra es capaz que escrute también los fundamentos científicos del de lo sensible a lo no sensible. El hongo actualiza
de henchirse y de amontonar túmulos vivientes o tema.2 solamente la sección floral-frutal de la planta; el he-
semivivientes, ella misma ha de ser viva también. Luego Rudolf Steiner continúa con la misma lecho es constituido de hojas únicamente; las demás
La madera de los árboles es roca a nivel vegetativo; imagen, convirtiendo el árbol en la compuesta del partes ‘se malogran’, no entran a la existencia, las
si la madera se deshace, como sucede en los sauces, tipo del diente de león o de la manzanilla. Más retiene la tierra. Lo que quiere decir que ellas, como
tilos o encinos viejos, se convierte en una especie de adelante, Rudolf Steiner se refiere a las compuestas si dijéramos, permanecen disueltas en el cuerpo vital
tierra —tierra de árbol— al igual que la roca pue- como ‘árboles prematuramente espigados,’ es decir, de la tierra; existen en potencia únicamente, como se
de corroerse y convertirse en tierra. En cambio, el árboles en que no se empieza por formar el tron- dice más adelante.
tallo verde de la planta no pertenece a lo terrestre: es co, ni tampoco la copa, lo que hubiera permitido
[24]
parte constitutivo de la planta propiamente tal, que espaciar las flores individuales, sino que la multitud Y ahora imaginémonos el caso de una planta
da hojas, flores y frutos, y que sólo puede concebirse de florecillas pequeñas, da pura prisa, permanecen que lo retenga todo debajo de la superficie de
como resultado de las energías formativas etéreas apelmazadas en la canastita para formar la cabezue- la tierra; quiere desarrollar la raíz, pero no lo
que proceden de la periferia de la tierra. El tejido la. Termina Rudolf Steiner comparando el árbol, la logra; quiere desarrollar las hojas, pero no lo
vegetativo de los árboles, el cámbium1 que alimenta compuesta y la planta simple: logra tampoco; lo único que se desarrolla es lo
la madera y la corteza del tronco, tiende hacia la de arriba que normalmente se concentra en la
[23]
densificación, ya que no mineralización, por el ca- Pasamos del árbol al diente da león o a la flor. Y… ¡sale un hongo! Otro caso de penuria es
mino más corto, sin antes haberse tomado el tiempo manzanilla. Bajo la superficie de la tierra hay aquel en que se malogra la raíz de abajo y salen
de llegar a la condición de planta. Podríamos llamar un ente raíz del cual brota el tallo, las hojas. las hojas, entonces tenemos el helecho. Todas esas
al cámbium el órgano vital de la tierra dentro de la Más arriba tenemos la cabezuela en que se son formas diferentes, pero todas son plantas.
planta, mediante el cual aquélla hace valer sus dere- reúnen muchas florecillas. El diente de león tiene Enséñenle al niño el ranúnculo con su
chos. En tanto que la tendencia inherente al tronco una como canastilla llena de flores acabadas, manera de extender su raíz y sus cinco pétalos.
arbóreo hállase determinada, inequívocamente, por injertadas en ella. Comparamos al árbol, la Luego el árbol, sobre cuya superficie empieza a
lo terrestre, en la planta verde todo está opuesto a compuesta y la planta simple, es decir, la planta crecer lo vegetal; luego las compuestas, el hongo,
lo terrestre. Podríamos decir que el árbol recibió en de tallo: el árbol nos da la impresión de que las el helecho. No lo hagan muy científicamente que
calidad de ‘préstamo’ del tallo la forma especial de hojas crecen a un alto nivel; en las compuesta la digamos, pero procuren que los niños conozcan la
sus ramas y ramitas (sobre todo de los jóvenes) y flor se halla trasportada a un nivel elevado, pues forma en general.
la forma de columna que tiene su tronco, pues los lo que se ve no son pétalos, sino innumerables
procesos de lignificación y de formación de corteza flores plenamente desarrolladas. En el siguiente pasaje, Rudolf Steiner vuelve al
arrancan de un tallo verde. estilo directo. En cuanto a su contenido no ofrece
Si hablamos a los niños sobra al papel de la tierra En el siguiente párrafo, la comparación se hace nada nuevo, pero nos enteramos de cómo, en su
en la formación de los árboles, probablemente salen extensiva a los helechos y hongos, ambos repre- opinión, debiera hablárseles a los niños sobre las
sobrando reflexiones como las que anteceden, pues sentando parcializaciones de la forma vegetal. Por relaciones que ellos ya han conocido:
ilustrativo que esto sea, no corresponde a lo más
1 Estrato celular de las plantas leñosas, responsable del
engrosamiento de tallos y raíces. [N. del Ed,] 2 Para mayores detalles considérense los libros del autor.
Gerbert Grohmann 18 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria
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[24]
Luego se dirá al niño: “¿Por qué crees tú que tierra, a través de la energía del árbol, envía su permitiera hundirse lentamente, se convertiría
el hongo se ha quedado en hongo, y por qué propia energía hacia las flores y deja que éstas en helechos, musgos, hongos y en su entorno se
el árbol se convirtió en árbol? Comparemos el se desplieguen; en invierno, la recoge. ¿Dónde haría el invierno. Pero en realidad el árbol se
hongo y el árbol. ¿Cuál es la diferencia? ¿No es se halla en invierno esa energía, que en verano sustrae a este descenso invernal general. Ahora
como si la tierra con toda su energía hubiera circula exteriormente en los árboles, que se bien, si pudiera yo asir un hongo o helecho de
pujado hacia fuera, como si en el árbol lo que manifiesta en pequeño en la violeta y en grande su melena y jalarlo, extrayéndolo más y más
le era interior hubiera penetrado en el espacio en los bosques? Debajo de la tierra. Y ¿qué hacen de la tierra para que su parte etérea se aireare,
exterior, hacia las alturas, para allí desarrollar los árboles, las compuestas, en la temporada extraería en realidad todo un árbol: los hongos
sus flores y frutos? En cambio, en el hongo, la invernal? Se despliegan debajo de la tierra, están se convertirían en él. Las planta caducas ocupan
tierra retuvo lo que en otras plantas crece hacia dentro de ella e integran su vida anímica. una posición media, y la flor compuesta es una
arriba de la superficie, y lo único que alcanza “Imaginaos, niños, cómo la tierra siente todo de las forma que pueden adoptar. Si pudiera yo
a asomarse es su parte superior. En el hongo, el esto: pues eso que, en verano, veis rebosando, hacerla descender, se desarrollarían muchas flores
árbol existe en forma subterránea, pero solamente creciendo, floreciendo en las francesillas, en las individuales. La compuesta puede llamarse árbol
en potencia. El hongo corresponde a lo que en el rosas, en los claveles, está en invierno bajo tierra: prematuramente espigado.
árbol es lo más periférico. Cuando muchísimos sintiendo, enfadándose, alegrándose.” No basta, pues, con simples comparaciones, sino
hongos se dispersan sobre la tierra es como si ahí Así es cómo, poco a poco, se logra plasmar el que hemos de considerar las formas reales de las
abajo hubiera un árbol, sólo que dentro de la concepto de la vida que en invierno continúa plantes.
tierra. Si vemos un árbol es como si la propia subterránea. Esta es la verdad. Y es bueno que se También en la tierra puede vivir el deseo, pero
tierra se hubiera erguido para proyectar hacia les enseñe a los niños. Incluso los materialistas no ella tiene necesidad de hundirlo en el sueño. Esto es
fuera lo que está dentro suyo. pueden considerarlo romántico. lo que hace en verano y entonces el deseo se torna
visible, como por ejemplo, en la lilia acuática. Bajo
Esta última frase parece como si fuera una pala- A continuación dijo Rudolf Steiner que de esta la tierra existe como deseo; arriba se convierte en
bra clave. En las plantas podemos verlo: en el inte- manera nos acercamos a la vida anímica efectiva, planta.
rior de la tierra existe algo que es invisible, pero que reflejada en las plantas. Debajo de la tierra existe un
puede pujar hacia fuera y ahí adopta forma visible. árbol gigante; y aquella parte de él que la tierra no es La tierra duerme en verano y está despierta en
Con ello hemos creado los conceptos necesarios para capaz de retener y que sale por la superficie, se trans- invierno; sin embargo, puede, en diferentes lugares
comprender el alma de la tierra, sin habernos aleja- forma, por las fuerzas naturales exteriores, en las al mismo tiempo, dormir, soñar o estar despierta,
do, ni por un momento, de pisar el suelo firma de lo hojas rudimentarias que observamos en los musgos, lo mismo que, en diferentes zonas geográficas, tiene
concreto. Seguidamente Rudolf Steiner dijo: helechos y otros similares. En cambio, lo que esas verano e invierno, primavera y otoño, uno al lado
plantas despliegan bajo tierra, sigue siendo sustancia del otro. También puede suceder que en una región
[26]
Al dejar crecer los hongos, la tierra retiene etérea. Luego Rudolf Steiner vuelve a referirse al correspondiente, en determinado momento, en
dentro de sí la energía del árbol en crecimiento; árbol que crece encima de la tierra. temporada de verano, es decir, en hora de sueño,
en cambio, al dejar crecer los árboles la vuelca esté despierta en algunos lugares, lo que sucede, por
[27]
hacia fuera. Existe pues algo, la energía, que en El árbol es un pedacito de la tierra misma. ejemplo, donde crecen muchos hongos. (No son los
verano se halla fuera de la tierra y en invierno Lo que en hongos y helechos está todavía hongos los que están despiertos, sino la tierra.)
desciende hacia su interior. En verano la sumergido, en él sale a la luz, y si a éste se le

Gerbert Grohmann 19 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


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[28]
El sueño ligero lo podrán ustedes comparar 5    temario del décimo primer 6    comentarios al décimo primer
con las plantas ordinarias; con los hongos, el coloquio coloquio
velar durante el sueño, pues en la parte donde Stuttgart, 2 de septiembre de 1919
hay muchos de ellos, la tierra está despierta en
verano; el sueño profundo puede compararse con
los árboles. Así se puede apreciar que la tierra no
duerme a la manera del hombre, sino que, en
diferentes lugares, ora más bien duerme, ora más
bien vela. Lo mismo sucede con el hombre en
quien, coexisten el dormir, el estar despierto y el
soñar en el ojo y en los demás órganos sensorios.

• La antigua teoría de las signaturas. Rudolf Steiner inició la discusión en torno a la


• Problemas de la sistematización en botánica. botánica de este coloquio con las palabras: “Y
• La planta fundamental y lo anímico. acometamos ahora la tarea sobre la que ya hemos
• Las plantas y los temperamentos. venido rondando tanto tiempo.” En efecto, tres de
• Comparación de los grados ascendentes del reino los catorce coloquios se dedican casi exclusivamente
vegetal con la evolución psíquica del niño. a la enseñanza de la botánica. Y esto es una propor-
- Hongos ción muy grande si lo comparamos con el tiempo
- Algas dedicado a las demás materias. Sin embargo, no ha
- Musgos de extrañarnos que esto haya sido así, pues como ya
- Helechos conocemos el contenido de los dos coloquios ante-
- Coníferas riores, es obvio que a los participantes no les fuera
- Plantas de hojas estriadas (monocotiledóneas) fácil captar inmediatamente el alcance de las suge-
- Plantas de hojas reticulares (dicotiledóneas) rencias de Rudolf Steiner.
Parece que se había programado la comparación
de los grados ascendentes del reino vegetal con los
de la evolución psíquica del niño, como tema prin-
cipal del décimo primer coloquio. Sin embargo, para
empezar, se enfocaron algunas otras cuestiones. Uno
de los participantes había mencionado los escritos
del médico Schlegel, bien conocido en aquella épo-
ca, sobre la llamada teoría de las ‘signaturas.’ Rudolf
Steiner explicó que Schlegel se retrotrae a Jakob
Böhme y a otros antiguos místicos medievales que

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habían conocido ciertas relaciones existentes con el tarde, vuelve sobre el mismo problema. Después con un sentimiento; si descuella la raíz, con el ele-
mundo anímico, y de ese conocimiento habían de- de haber descrito en detalle la comparación de los mento mental. A este respecto dice Rudolf Steiner:
rivado algunos profundos puntos de vista médicos. grados ascendentes vegetales y la evolución anímica
[31]
Así, por ejemplo —dijo Rudolf Steiner— los hongos del niño, dijo textualmente: Si ustedes reconocen la correlación entre la
están con el atributo humano del mucho reflexionar, flor y determinada cualidad anímica, deberán
[30]
es decir, con una ‘vida anímica que no requiere mu- Si algún día un botánico adopta tal punto de asimismo atribuir otros órganos vegetales a
cho del mundo exterior, sino que todo lo extrae más vista de auténtica sistematización, logrará un orden otras cualidades anímicas, de modo que no hay
bien de su propio interior.’ Este atributo psíquico del reino vegetal que corresponda a la realidad. diferencia en establecer esa correlación entre las
tiene estrechas relaciones con las enfermedades cefá- partes separadas y las cualidades anímicas, o
licas, lo que a su vez determina una relación de estas Estas palabras son inequívocas y son las que, establecería para el reino vegetal entero. Este reino
enfermedades con los hongos. Dice a continuación: mejor que otra cosa, ponen de relieve cuán en serio vegetal global es, en el fondo, una sola planta.
tomó Rudolf Steiner su método comparativo, es
[29]
Hasta la fecha nadie ha presentado un decir, que ese método se refiere a conexiones objeti- En una conferencia ante médicos Rudolf Steiner
sistema racional de las plantas: a ustedes les vas (relaciones efectivas), accesibles a la aprehensión mencionó esa tendencia de las plantas de dar promi-
incumbe introducir orden en la vida vegetal, científica. nencia a alguno de sus órganos, y dio como ejem-
precisamente por sus relaciones con el elemento Siguen luego en el coloquio una serie de observa- plo la piña que pretende monopolizar al principio
anímico humano. Es indispensable el orden en el ción es de Rudolf Steiner, sin que en la transcripción troncal, en tanto que la cola de caballo (equiseto) se
reino vegetal. se mencionen las intervenciones de los participantes vuelca en la formación del tallo. El cacto sería otro
a que se refieren. Relatemos aquí brevemente lo ejemplo de una planta en la que el tallo se vuelve
Hoy día se habla de la teoría de las signaturas a observado por Rudolf Steiner. Insistió en que cada tronco. Otros ejemplos se hallan mencionados en la
menudo en forma muy superficial. Es decir, de que especie vegetal tiende hacia el desarrollo preferen- cita de la cita [16].
existe una relación interna entre el parecido de las te de alguno de sus elementos constitutivos. Las El mundo vegetal de la tierra es, en realidad, una
formas o colores de las hojas, raíces, etc. plantas se distinguen entre si en que una vez sobre- sola planta cuyas múltiples actualizaciones visibles
Lo que Rudolf Steiner continúa diciendo sobre la salen las hojas, otra vez los tallos, las raíces, las flores se presentan, en siempre nuevas metamorfosis según
clasificación de las plantas es sorprendente en grado o los frutos, pasando lo demás a lugar secundario. el clima, consistencia del suelo (factores ecológicos),
sumo: aunque necesitamos un orden para el reino El tallo puede llegar a su paralización extrema en el trayectoria del sol y de los astros en las diversas zonas
vegetal, todavía no existe ninguno que satisfaga, y es tronco; otras plantas, en cambio, pueden ser ‘casi geográficas. Lo dicho por Rudolf Steiner se refiere
que ese orden sólo puede obtenerse de la relación del pura flor.’ Los elementos constitutivos básicos de la a esa planta fundamental presente en toda planta
elemento anímico humano con el mundo vegetal. planta: hoja, tallo, raíz, etc., los llama Rudolf Steiner específica, es decir, a la planta genérica dentro de
Es difícil, en un principio, decidirse a suponer que ‘partes legítimas,’ y obtenemos una clasificación de la particular. Si a la flor, como tal, le correlaciona-
Rudolf Steiner, al hablar de orden o de ordenamien- las plantas si destacamos la preponderancia de uno u mos determinada cualidad anímica, hemos de tener
to, se refiera a lo que la gente del gremio llama un otro sistema orgánico. presente que tratamos de la flor de esa planta funda-
sistema. ¿Es posible imaginar un sistema del reino Lo dicho aquí deberá, desde luego, compaginarse mental. Siendo esto así, debería ser posible asimismo
vegetal según las leyes del mundo anímico? Y, sin con las explicaciones referidas en la cita [16], donde indicar las cualidades generales correspondientes
embargo, por extraño que parezca, no creemos haber se trató de una cuestión muy similar: si en una plan- a la hoja, a la raíz, etc. Y eso es lo que hizo Rudolf
malinterpretado a Rudolf Steiner quien, mucho más ta predomina la flor, hemos de comparar esa planta Steiner en el referido pasaje.

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La siguiente intervención de Rudolf Steiner rezó Parece, pues, que lo que subyace en los tempera-
[33]
en esta forma: El asunto toma un sesgo equívoco si mentos es una diferenciación mucho más general,
correlacionamos los temperamentos directamente que se halla extendida sobre todos los reinos orgá-
[32]
Volvamos a lo manifestado anteriormente con el reino vegetal. nicos de la naturaleza. Por consiguiente, si pregun-
sobre el dormir y el estar despierto de la tierra. tamos qué temperamento es, no tiene, un hongo,
En nuestras latitudes la tierra duerme en Ya más arriba hemos mencionado que los tempe- no caracterizamos a éste en forma tan inequívoca y
el verano; en la región de las antípodas está ramentos no se incluyen en la lista de los atributos definida como cuando correlacionamos una planta
despierta y, al despertar, desplazó el sueño al anímicos que Rudolf Steiner deseó que se compa- floral con una cualidad especifica del alma humana.
lado opuesto. Naturalmente, el mundo vegetal rasen con determinadas plantas, aunque, por otra Así es como, a mi parecer, han de entenderse las
participa de este proceso, lo que nos permite parte, en presencia de los hongos silvestres, nos palabras de Rudolf Steiner al decir que los tempe-
establecer una clasificación según la distribución invita a preguntarnos qué temperamento es. Nos ramentos no pueden relacionarse directamente con
geográfica de sueño y vigilia de la tierra, es decir, acercamos a la solución de este problema si tenemos plantas especificas.
según verano e invierno. Nuestra vegetación no es en cuenta que, como ya queda dicho, sólo las plan- Desde el punto de vista de la ciencia espiritual
la misma que la de las antípodas. tas superiores, las florales, resisten una comparación hemos de agregar aquí, a título de suplemento,
con la psiquis humana; las inferiores, por razones que el vehículo del temperamento, lo mismo que
Esta es, pues, otra de las diferencias que nos cosmológicas, no concuerdan con la etapa actual de de todas las dotes e inclinaciones permanentes del
permite derivar una división del reino vegetal sin la humanidad: según Rudolf Steiner todavía no han hombre, es el cuerpo etéreo. En cambio, el receptá-
que esto excluya otros puntos de vista para llevar- actualizado completamente su condición de planta y culo de las cualidades a que Rudolf Steiner se refiere
la a cabo. El que Rudolf Steiner, en ese episodio encierran todavía demasiada animalidad.1 Esto nos arriba: afectos, sentimientos de placer y displacer,
del seminario, mencione esas posibilidades, tiene autoriza a suponer que, al fijar aquella tarea de con- aflicción, etc., es el cuerpo astral, portador del alma.
su causa seguramente en la intervención de uno traponer, en forma de tabla, las plantas y los atribu- De ahí resulta que, efectivamente, los temperamen-
de los participantes, aunque la desconozcamos. tos anímicos humanos, Rudolf Steiner se refería a las tos no se hallan al nivel de aquellas cualidades, ya
Suponemos que Rudolf Steiner, a la vez que co- plantas florales únicamente. que, en sentido estricto, no son cualidades del alma.
rregir, pretendió insinuar que se puede topar con A pesar de todo, se justifica que en un caso
realidades desde muchas direcciones. Semejantes 1 Esa afinidad con el reino animal no debe confundirse particular alguna planta floral se caracterice con al
puntos de vista pueden ser científicamente de con el fenómeno de que algunas plantas, las orquídeas concepto de temperamento. A veces la más acertada
por ejemplo, tienen flores que semejan formas animales.
excepcional interés; para la práctica pedagógica Existen muchos casos en el reino vegetal, concentrados caracterización de una planta se logra aludiendo a un
entran en consideración otros principios distin- en ciertas familias bien determinadas, en que se imitan temperamento, sin mencionarlo por su nombre, El
visiblemente ciertas formas orgánicas o incluso formas en-
tos, y no hemos de suponer que al citado pasaje teras de animales. También ciertos aromas, composiciones gisante de olor, por ejemplo, y también otras papilio-
encierre una exhortación de Rudolf Steiner a de materia, dispositivos para atrapar o polenizar, apuntan náceas parecidas son tan sanguíneos como flemáticos
apoyar la enseñanza elemental de la botánica en en esa dirección. Sin embargo, en todos esos casos se trata son hongos, y nadie debiera amedrentarse de explo-
siempre de semejanzas exteriores a las que no corresponde
métodos distintos del comparativo que él desa- ninguna configuración interna. Téngase en cuenta que las tar esas relaciones en educación. La manera en que,
rrolló para la escuela. plantas son capaces de reflejar en forma de imagen incluso poco después, Rudolf Steiner describió los hongos
lo que se halla del todo fuera del ámbito de lo vegetal.
Cuando uno de los participantes hizo el intento Así, por ejemplo, la planta, por carecer de vida interna es como imagen de la edad de la lactancia es el mejor
de comparar las plantas con los temperamentos, incapaz de tener sentimientos o emociones, no puede sen- ejemplo de como se pueden hacer resaltar los rasgos
Rudolf Steiner objetó: tir placer ni displacer, y no obstante ella es exteriormente esenciales, con apoyo en la idea del temperamento.
comparable a esas cualidades anímicas.
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Con lo cual hemos llegado, en el desarrollo del El crecimiento interno del niño a la luz del alma naturaleza y busquemos algo que está durmiendo
décimo primer coloquio, al punto en que Rudolf corresponde al perfeccionamiento exterior de las en ella tal como vosotros dormíais cuando erais
Steiner tomó la palabra para unas explicaciones plantas a la luz del sol y al contacto con el aire. unos chiquillos. No es posible que acertéis con la
más extensas, estilo conferencia, a fin de presentar A continuación reproduciremos las explicaciones respuesta, pero los que saben de estas cosas, saben
en conjunto su sistema pedagógico: la comparación de Rudolf Steiner, fragmentadas en párrafos para que todos los hongos que encontráis en el bosque
de los grados ascendentes del reino vegetal con la poder intercalar nuestras propias contribuciones y están profundamente dormidos, tal como vosotros
evolución psíquica del niño. Fue el último de los comentarios. Rudolf Steiner empezó diciendo: lo estabais de pequeñuelos.”
grandes proyectos de los seminaristas sobre botá- Los hongos son almas en sueño infantil.
[35]
nica y lo hemos de considerar como culminación Teniendo en cuenta que, según nuestro
y modelo de una concepción admirable y genial. programa de estudios, la enseñanza del reino Aquí se nos presentan, pues, los hongos por
Todo lo que Rudolf Steiner desarrolló anterior- vegetal dará principio cuando los niños se tercera vez y siempre con significado distinto. Es
mente respecto a cualidades anímicas y su reflejo acerquen a sus once años, podemos decirle: necesario mantener bien separados los diferentes
en las plantas, brinda una especia de fundamento “Niños, no siempre habéis sido tan grandes como puntos de vista. En el noveno coloquio, los hongos
para la correcta apreciación de lo que sigue, ya que ahora. Ya aprendisteis muchas cosas que antes se mencionan tan sólo como modalidad flemática de
sin aquellas premisas, las comparaciones que ahora no sabíais. Cuando principió vuestra vida, erais la planta. Son, podríamos decir, demasiado inertes,
se elaboran paso a paso no dejarían de ser simples pequeños y torpes y no sabíais cómo conducir demasiado faltos de interés por su luminoso mundo
analogías que puede uno aceptar como atinadas en vuestra vida; no podíais ni hablar siquiera. en derredor como para animarse a llegar a plantas
mayor o menor grado, sin perjuicio de sustituirlas Tampoco caminar. Mucho de lo que ahora verdes con hojas y todo. Así, se hunden por comple-
por otras consideradas más idóneas o más simpáti- conocéis lo ignorabais entonces. Reflexionemos to en una como actividad digestiva, y lo único que
cas. Fijémonos en lo que el propio Rudolf Steiner ahora todos y tratemos de recordar las cualidades desarrollan debidamente son los frutos.
dijo posteriormente sobre al principio inherente a que teníais de pequeñuelos. ¿Podéis hacerlo? La segunda mención de los hongos la encontra-
su método: ¿Podéis tener presente lo que hacíais entonces?” mos en el décimo coloquio, en conexión con los
Y así se continúa preguntando hasta que todos árboles. Aprendimos allí que en los lugares donde
[34]
Lleven ustedes al alumno a que recapacite comprendan y digan que “no.” crecen los árboles, la tierra se halla en estado de sue-
sobre las cualidades anímicas del niño en cierne, “De modo que nada sabéis de lo que habéis ño profundo, en tanto que, en los sitios de abundan-
y tomen luego todo el crecimiento del alma hecho de chiquillos. Y, ¿no habrá también alguna te crecimiento de hongos está despierta, incluso en
en desarrollo para trasportarlo a la planta, otra cosa en vosotros que no recordáis cómo la verano. Aparentemente, esto está en contradicción
recurriendo además a lo que dije ayer del habéis hecho?” con el pasaje que estamos comentando. Sin embar-
árbol, y así obtendrán las cualidades anímicas Los niños se pondrán a pensar. Tal vez haya go, la contradicción es tan sólo aparente, porque el
paralizadas con las plantas respectivas. uno entre ellos que dé con la respuesta. Si no, les contexto se desprende claramente que en el décimo
En este procedimiento rige un principio conduciremos hacia ella. Puede que uno de los coloquio se trata de los hongos, de esos cuerpos fru-
ordenador; no se paraleliza al antojo una escolares responda: “no recuerdo cómo dormí.” tales, sino de la tierra. No es el hongo, sino la tierra
cosa con otra, así captada al vuelo como “Pues sí: de chiquillos os pasaba lo mismo que la que está despierta en esos sitios.
por casualidad. Hay un principio, hay una anoche cuando estaban en la cama durmiendo. Finalmente, en el décimo primer coloquio se
estructura, y no deben faltar. Dormís cuando nenitos, y dormís asimismo busca en al naturaleza exterior una imagen sensible
cuando estáis en la cama. Salgamos ahora a la de una etapa evolutiva del hombre.

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Uno de los conceptos básicos de la Antroposofía (tallo, hojas) desarrollan el cuerpo frutal.2 Los hon- exterior. La obra de ésta se manifiesta en el perfec-
apoyada en la ciencia espiritual es que en el recién gos son alma en sueño infantil; actualizan el princi- cionamiento morfológico de la planta; la de aquélla,
nacido y también durante los primeros años de vida, pio cefálico, sin que sea forzoso relacionar esa afir- en el perfeccionamiento interno.
la cabeza es centro y punto de partida de las ener- mación con la forma de cabeza que ocasionalmente A primera vista parece contradictorio el que, des-
gías de crecimiento para todo el organismo. Con la tienen, ni con el ‘sombrero’ que llevan puesto. Basta pués de haber manifestado anteriormente que sólo
diferencia de que, a esa edad, a la cabeza todavía no con llamar la atención sobre la afinidad ‘radical’ de las plantas florales pueden compararse con las cua-
le corresponde la función de centro de la conciencia, los hongos, para establecer, siguiendo la teoría de la lidades psíquicas del hombre, traigamos a colación
que tendrá en años posteriores. Todavía predominan estructura ternaria de los reinos de la naturaleza, in- plantas sin flor. En efecto, sólo un discernimiento
en él las fuerzas anabólicas, constructivas, y no las equívocamente, la relación con la cabeza, cabeza que claro permite reconocer en qué consiste la diferencia
catabólicas, destructivas, lo que explica a la vez la se halla sofocada por la exuberancia de fuerzas vitales de los dos puntos de vista.
condición psíquica de sueño en el niño pequeño, ya hostiles a la conciencia. Por una parte, hay que tener en cuenta que las
que el crecimiento constructivo y la conciencia se Estos contextos científicos deberán integrar el plantas sin flor se comparan aquí únicamente con las
excluyen mutuamente. trasfondo contra el cual al maestro describa los etapas de la temprana infancia, antes de la segunda
Sin embargo, también es posible comparar la ca- hongos a los niños, aunque no se les mencione en las dentición, y no con el adulto plenamente desarro-
beza humana con la raíz vegetal. Ésta, en estado ju- comparaciones que se desarrollen en clase. En el re- llado; por otra, es cierto que el término ‘cualidades
venil de eterna renovación, se extiende esféricamente cién nacido apenas sí existen rudimentos de las cua- psíquicas’ tiene efectivamente una connotación
por el suelo, como zona de finísimas raíces capilares lidades anímicas; nada existe que le permita orien- ligeramente distinta en los dos casos. En el primero,
de succión. Esta zona cuasiembrional es la parte más tarse en su medio ambiente o tan siquiera participar los modos de pensar, afectos, sentimientos de placer
vitalizada de toda la planta, pero pronto sucumbe al de él; el sol interno apenas ha empezado a brillar y displacer, aflicción, etc., hasta llegar a la volun-
crecimiento, para convertirse en su parte más tosca y para él. Lo propio acontece con el hongo: es un tad, se yuxtaponen sencillamente como fenómenos
más duradera, susceptible de lignificación, aún cuan- incapaz cabal. Al compararlo con la planta verde, se de autónoma calificación anímica; en el segundo,
do sobre la superficie de la tierra no se desarrollen nota que no tiene tallo, ni hoja, ni flor; únicamente se trata más bien de grados de perfección del alma
partes lignificadas. Aquí es dónde se halla oculto el tiene cuerpo frutal; está completamente embebido infantil capaz o no de desarrollar determinadas
parentesco con la cabeza humana: también ésta pasa, de procesos metabólicos, de modo que podemos vivencias internas. Bien mirada, la comparación se
a temprana edad, de una condición infantil em- decir que, en analogía con el niño de pecho, se halla refiere pues, no a la cualidad psíquica como tal, sino
brionaria dúctil y maleable a una especie de estado entregado por completo a la digestión. En verdad, a la propia alma. Si bien es cierto que Rudolf Steiner
permanente. Se convierte en la sección más endu- la Madre Tierra tiene que alimentar a los hongos, habla ambas veces de cualidades anímicas a secas, es
recida, a la vez que más muerta, del cuerpo, sujeta darles de comer, pues por su falta de clorofila no son necesario fijarse en esa diferencia semántica, so pena
a procesos de desintegración. Así es cómo la cabeza capaces de sintetizar sustancias orgánicas a la luz del de caer víctima de toda clase de incongruencias.
puede convertirse en centro de la conciencia. sol. Su metabolismo se parece al de los animales. Continuemos ahora la reproducción de las palabras
Volviendo nuevamente a los hongos, podemos El hongo sólo alcanzaría los elementos que le textuales de Rudolf Steiner. Sigue usando el estilo
decir, sin forzar los hechos de la naturaleza, que ellos faltan para ser planta auténtica si la luz solar se apo- directo dirigido a los niños:
conservan permanentemente la condición embriona- derara de él. Pero el sol ‘no se ocupa gran cosa de los
[36]
rio propia de la raíz capilar. Los finos filamentos se hongos.’ Así, pues, en las comparaciones se correla- “Luego vino el tiempo en que aprendisteis a
entrelazan, se apelmazan y, en crecimiento acelerado cionan constantemente la luz anímica y la luz solar hablar y a andar. Sabéis de vuestros hermanitos
sin pasar por el estado de planta propiamente dicho menores que primero se aprende a hablar y
2 Cuerpo fructífero.
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andar; ya se primero el hablar y luego el andar, axilar de las plantas superiores. El sistema tallo- formas asombrosas y llega al extremo de una ‘caída
o primero el andar y luego el hablar. Esta es una pedúnculo-hoja-botón no se halla acusado en ellas. de hojas.’ Por ser plantas que flotan en el agua, les
cualidad que recibe vuestra alma por encima de De ahí que incluso haríamos bien en dar el nombre falta a las algas toda virtud de erguimiento. Se pres-
las anteriores; no la poseíais desde el principio. de escamas a las mal llamadas hojitas de los musgos, tan para que se las describa como un diálogo entre
Habéis aprendido algo nuevo; sabiendo andar y puesto que únicamente imitan las hojas. Tampoco la luz del sol y el agua, diálogo en que, por cierto,
hablar y sabéis más que antes. existe en los musgos la ley de ramificación. Medio sus formas blandas y flotantes, indefinidas en mayor
Y ahora salgamos a la naturaleza y arrastrándose, medio irguiéndose; así es como pujan o menor grado, sin raíz ni flor, no representan más
busquemos algo que tiene mayores facultades por emanciparse del suelo terrestre: correspondes a que un primer balbuceo.
que los hongos. Así encontramos las algas y los las primeras, a las primerísimas alegrías del alma, las Se insinúa, desde luego, comparar el erguimiento
musgos.” que aquí hallan su contraparte gráfica. Hacia aba- de los musgos con el del niño, y así coordinarlos
jo, los musgos se confunden con la tierra; sabemos más bien con el andar, en tanto que las algas se
Acto seguido habrá que presentarles a los niños que los cojines musgosos, al descomponerse su capa corresponden más bien con el hablar. Sin embargo,
ejemplares de algas y musgos. inferior, generan humus. En otra ocasión posterior, conviene tener en cuenta que esa clase de compara-
Rudolf Steiner hizo valer también el punto de vista ciones es superficial, no penetran en la médula del
[37]
“Aquí dentro de las algas y los musgos, de que todo perfeccionamiento en el reino vegetal asunto, es decir, en lo anímico.
hay algo que es más inteligente que lo que se tiene pos base el predominio cada vez más pronun- Quien trate de llevar a la práctica las sugerencias
encuentra en los hongos.” ciado de la luz sobre lo oscuro terrestre. Los musgos contenidas en el método comparativo de Rudolf
nos ejemplifican en forma evidente que el sol arre- Steiner, no tardará en tener la experiencia, ya por
Al aprender el niño a andar y hablar, el alma ha bata a las tinieblas la capa superior de la tierra para otros vivida, de que los niños respondan a esas com-
recibido una cualidad por encima de las que poseía despertarla a la existencia vegetal. paraciones con tanta espontaneidad y franco interés,
anteriormente. En el cuadro sinóptico al final de este A los niños, los musgos les causan a menudo una y las acogen y amplían poniendo en juego tanta
coloquio se dice de las algas y de los musgos: ‘pri- alegría peculiar. ¡Qué encanto cuando descubren en imaginación, que al final uno se queda avergonzado
meras alegrías psíquicas infantiles, dolores psíquicos, los tallitos las diminutas estrellas amarillento-rojizas de todas las dudas que en un principio se sintieron.
afectos, etc.’ La comparación no se refiere, pues, al que son como un primer intento primitivo de la plan- El grado siguiente del reino vegetal lo ocupan los
andar y hablar propiamente dichos, sino a las viven- ta musgosa de imitar la flor! Las atrevidas cápsulas de helechos. Continúa diciendo Rudolf Steiner:
cias del alma que aquellas facultades hacen posibles. polen que descansan sobre tallos largos, bien conoci-
[38]
El avance esencial del grado vegetal representado das de los niños, constituyen intentos de compartir Le enseño al niño un helecho y le digo:
por los conceptos de alga y musgo en relación con con los folículos de las plantas florales. Lo mismo que “Mira, el helecho ya sabe mucho más que los
los hongos se manifiesta, ante todo, en el verdecer. en el niño de edad preescolar, en este escalón del reino musgos. Es tanto lo que sabe que parece como que
Debido a esto la planta se halla en adelante abierta vegetal predomina el principio de imitación. tuviera hojas; tiene algo que se le parece a ellas. Tú
a la luz exterior, tal como el niño por el progresivo Algo similar ocurre con las algas, y parece que no te acuerdas de lo que hacías cuando aprendiste
desarrollo de sus sentidos, se abre más y más a su aquí hemos de tener en cuenta, por de pronto, sola- a hablar y andar, porque estabas siempre
mundo en torno. mente los tipos que se alcanzan a ver a simple vista, soñoliento. Ahora bien, si miras a tus hermanitos
El primer resultado es todavía bastante primitivo. es decir, las algas marítimas. u otros niños pequeños, sabes que después ya no
Contemplamos los musgos primero. Las plantitas La imitación de tallos y hojas de parte de un duermen tanto como al principio. Pero vino
musgosas todavía no llegan a poseer la estructura ‘tallus’ apenas susceptible de articulación, alcanza el momento al que alcanza vuestra memoria,

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el momento en que vuestra alma despertó. Para mejor comprensión hemos de anticipar aquí de una vez nuevos helechos. Como resultado de la
¡Recordadlo! Ese momento que entonces estaba en que Rudolf Steiner compara toda la edad escolar, germinación se forma, por de pronto, una estruc-
vuestra alma puede compararse con los helechos. de los siete a los catorce años, con las fanerógamas.3 tura laminar, de aproximadamente un centímetro
A partir de entonces podéis acordaros cada día El nacimiento de la flor que se desprende del or- de tamaño, casi siempre acorazonada: el llamado
mejor de la vida de vuestra alma, cada día más y ganismo vegetal verde corresponde a la liberación progermen o protalo. Invisible a simple vista, el
más. Queremos poner en claro cómo llegasteis a del cuerpo etéreo del niño. Los helechos no tienen protalo lleva verdaderos órganos de fecundación, y
decir ‘yo’: es más o menos el momento hasta el que flores todavía. En el ‘grado helecho’ del reino vege- sólo después de fecundado el óvulo, crece sobre el
alcanza vuestra memoria. El ‘yo’ vino poco a poco; tal, lo que más adelante será flor se halla oculto en protalo, cual parásito, el nuevo helecho. Los detalles
primero siempre decíais que ‘él’ quiere una cosa, las partes verdes, lo mismo que lo que más adelante se hallan consignados en cualquier texto escolar; lo
cuando hablabais de vosotros mismos.” será el elemento psíquico del niño se halla todavía que importa es la interpretación que hemos de dar a
En este momento le pedimos al niño que nos oculto en sus procesos corpóreos. Así, por ejemplo, estos fenómenos.
cuenta algo que recuerda de su infancia, y luego los grandes embudos formados por las frondas del Filogenéticamente, el protalo corresponde al
la decimos: helecho macho constituyen una como anticipación ‘grado alga’ del reino vegetal. Las algas, si se quiere,
“Mira, antes tu alma se hallaba en un estado del cáliz de las fanerógamas. También en otro respec- son protalos inflados a dimensiones gigantescas, mas
como si todo en ella durmiera; era en verdad to aquellos imitan a éstas: Un ejemplo bien conoci- por lo demás concuerdan esencialmente con éstos
noche en tu alma. Pero ahora ella está despierta. do es nuestro helecho florido que utiliza los rabillos en su modo de propagación, de división en segmen-
Estas más despierto que antes, pues de no ser así de sus hojas para simular un tallo. Por lo demás, el tos, etc. También se puede decir que los helechos
no serias más inteligente que antes. Sin embargo, crecimiento superficial de los helechos llega tan sólo repiten, en forma atrofiada, la condición de las algas
todavía continúas durmiendo; no todo en tí ha a hojas, no a tallos. En el helecho florido se da la im- cada vez que una nueva generación de helechos debe
despertado,sólo una parte.” presión como si la planta llevara anchas superficies seguir a la anterior. El helecho se retrotrae una y
de hojas horizontales descansando sobre tallos verti- otra vez a su propio pasado, lo ‘recuerda’ y no puede
El primer chispazo de la autoconciencia tiene lu- cales. No obstante, todo ello no es más que hoja. Ya olvidarlo.
gar en el tercer año de la vida del niño. Es la misma en el ‘grado helecho’ la planta ‘practica,’ como por Aún podemos continuar nuestra reflexión: los
época en que también se firma su facultad retentiva. imitación, el arte de llegar a fanerógama, lo mismo procesos de fecundación que tienen lugar en el
Si para caracterizar esa edad echamos mano de los que el niño practica, imitando, llegar a adulto. protalo son, desde luego, un remanente del anterior
resultados de la ciencia espiritual, hemos de prestar Un vistazo a las condiciones de fructificación estado zoofito. Es sumamente interesante e ins-
especial atención a la relación de cuerpo y alma. El en los helechos completa el cuadro en un aspecto tructivo estudiar la relación que el propio helecho
vehículo del elemento psíquico infantil, esto es, el importante. Es sabido que los helechos producen un guarda con estos procesos: los destierra de su propia
cuerpo etéreo, no ha nacido todavía: las energías fino polvillo fecundante en el envés de sus frondas entidad y los desplaza a un sitio genésico peculiar:
que se emancipan en la segunda dentición y per- que se esparce en el suelo húmedo. Sin embargo, el protalo. Con lo cual el helecho se deshace de su
miten que el párvulo se convierta en escolar capaz de esas partículas de semillas menudas no nacen propio pasado inferior; puja por abrirse paso hacia
de aprendizaje, se hallan todavía ligadas al cuerpo el nivel de la planta genuina, y enunciarnos la pura
y llenan una urgente necesidad para el crecimiento 3 fanerógamo, ma. Se dice de las plantas en que el conjunto verdad si decimos que en el ’grado helecho’ la planta
de los órganos de la reproducción se presenta en forma de
corpóreo. Sólo después del cambio de dientes, es flor, que se distingue a simple vista. En la flor se efectúa la se convierte en lo que es. Si la planta pudiera hablar,
cuando las energías anímicas cobran independencia fecundación y, como consecuencia de esta, se desarrollan aquí es donde ella diría ‘yo’ por primera vez. Si bien
frente al cuerpo. las semillas, que contienen los embriones de las nuevas estas reflexiones no se prestan para su aplicación
plantas. [N. del Ed.]
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total e inmediata en clase, no es superfluo conocer- la corresponde en el reino vegetal la posición de un flores, es otro distinto. La caracterización no alude
las, porque le confieren al docente la seguridad y cer- niño que, por primera vez, se da cuenta de ser po- a los órganos de reproducción de la planta, sino a
tidumbre de tener detrás de sí realidades en mucho seedor de un ‘yo,’ es fácil hacer referencia, en forma la generación de esas cualidades particulares: corola
mayor medida de lo que le es posible decir. apropiada, a aquellas experiencias tenidas en la clase coloreada, fragancia, néctar que comunmente com-
También amerita estudio aparte el peculiar des- da euritmia. pendiamos en el concepto de flor. Esta es la faceta a
pliegue de las frondas de los helechos, tan evidente Después de haber comentado los helechos, a los la que alude el estudio peculiar de las plantas, propio
y notablemente distinta de la de las fanerógamas. que, en clase hay que agregar otras plantas afines, del grado elemental, cuando se hace referencia a la
La fronda del helecho no ‘brota,’ sino que literal- tales como el equiseto o el licopodio, Rudolf Steiner flor. No toma en cuenta —como hemos visto ante-
mente se ‘desenvuelve’ de las cabecitas enrolladas pasó al siguiente grado vegetal, las coníferas, y dijo: riormente— la reproducción por fecundación, sino
a modo de caracol (báculo pastoral): se posa sobre que únicamente describe las transformaciones acce-
[39]
la tierra desde arriba, en tanto que en las faneróga- “Las cualidades de tu alma cuando tenías sibles a la percepción, y trata de explicarlas. Desde
mas las partes vegetativas de la hoja se hallan en su cuatro o cinco años se parecen a lo que ahora te este punto de vista, la flor es supremo acrecenta-
base. Con ello aludimos a un contraste sustantivo voy a mostrar.” miento y manifestación perfecta de lo vegetal como
entre helecho y fanerógama, cuyo estudio detallado tal, de acuerdo con lo que encierra la palabra flore-
rebasaría los límites que nos hemos impuesto para el Hay que presentarles a los niños una planta del cer. Supremo acrecentamiento, refinamiento y hasta
presente opúsculo. Sin embargo, lo poco que hemos grupo de las gimnospermas (coníferas), ‘que sólo se glorificación, para utilizar este término de Goethe, a
dejado consignado ya permite una mejor apreciación dan un poco más perfectas que los helechos.’ la vez que abrirse para que el milagro pueda ponerse
de cierto término utilizado por Rudolf Steiner. Dice, de manifiesto: he ahí la flor tal como hemos de con-
[40]
en efecto, que los helechos se ven como si tuvieran “Mira, más adelante en la vida, al cumplir cebirla, y tal como hemos de presentarla al niño.
hojas, y que hay en ellos algo de hoja. La forma seis o siete años, ya pudiste ir a la escuela, y En cuanto a la forma exterior, es legítimo decir
exterior acabada de abanico corresponde, en efecto, entonces florecieron en tu alma todas las alegrías que las coníferas son un poco, pero no mucho más
a una hoja cuidadosamente elaborada. Podemos que ella te trajo.” perfectas que los helechos. Podemos, por ejemplo,
decirles a los niños que los helechos pusieron parti- llamar la atención de los niños sobre la forma de las
cular empeño en sus hojas, porque todavía no son Volviendo una vez más sobre los helechos y las colas de caballo que se parecen a pequeños pinitos y
capaces de formar flores, y la hoja constituye, por gimnospermas decimos al niño: decirles que depositan su polen en pequeños cuerpos
tanto, su más elevado logro. El polvillo fecundante parecidos a los conos; podemos mencionar asimismo
[41]
es, a la vez, polen y semilla. No obstante, parece que “Ellos todavía no tienen flores; en ese mismo que los poderosos polipodios arborescentes en los
Rudolf Steiner, a juzgar por su expresión peculiar, estado se hallaba tu alma antes que entraras a la climas cálidos tienen troncos de columnas indivisas a
no quiso otorgar a la fronda del helecho categoría de escuela.” semejanza de nuestros abetos y pinos. Existen, pues,
hoja legítima. muchas características que marcan la transición del
Los niños que tienen clase de euritmia conocen Para el botánico no cabe duda de que las coní- ‘grado helecho’ a las coníferas y, no obstante, es en el
bien la voluta propia de los helechos que se desenro- feras pertenecen a las fanerógamas, porque forman tránsito a las gimnospermas donde se opera el paso a
llan; la recorren como espiral envolvente y evolvente. semillas y producen polen. El cono del pino es una las fanerógamas.
Este ejercicio eurítmico tiene por objeto armonizar flor hecha fruto. El contexto que Rudolf Steiner Si una vez más, como en el caso de los helechos,
y, en su caso, corregir, la relación interna del niño tenía en mente al querer que las coníferas se presen- echamos mano de los recursos que nos ofrece el
con su mundo en torno. Al hablar de que al helecho tasen como criptógamas, esto es, como plantas sin estudio científico-espiritual del hombre, resulta lo

Gerbert Grohmann 27 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


el profanador de textos
siguiente: Como hemos visto, lo anímico del niño El Arbolito de Navidad que las estriadas y reticulares tienen, además, mu-
no se emancipa de los procesos corporales hasta la chos otros rasgos que las distinguen entre sí.
segunda dentición. La ciencia espiritual se refie- Érase una vez un pinito Rudolf Steiner dijo con respecto a las
re a este importante evento como el surgimiento con corazoncitos de color café fanerógamas:
del cuerpo etéreo. Antes, el niño es una planta sin y oro centelleante y finas manzanitas
[42]
flores, una criptógama. Pero también en la evolución y muchas y muy coloreadas velitas. “En ese momento en que entraste a la
humana los grandes eventos proyectan su sombra escuela penetró en tu alma algo que sólo puede
anticipada. Esto significa que un vegetal sin flores En Navidad estaba el pinito tan verde compararse con la planta que florece. Pero
visibles puede, no obstante, sufrir su transforma- cual si hubiera empezado a florecer. mira, en un principio, cuando tenías unos
ción interna en planta floral (fanerógama). He ahí ocho o nueve años, no aprendiste mucho.
el caso de las coníferas. Ellas incorporan procesos Pero al cabo de no mucho tiempo, Ahora ya eres una persona muy inteligente:
y sustancias que legítimamente pueden calificarse todo el esplendor ¡ay! se desvanecía ya tienes once. Mira, aquí te doy una planta
y describirse como propias de flores. Encontramos del pinito que estaba ya en el jardín, que tiene hojas estriadas y otra que las tiene
en las hojas puntiagudas los fragantes y volátiles y las otrora verdes agujas morían, más complicadas, reticulares, y si observas
aceites esenciales, en la madera y en la corteza las y velas y corazoncitos desaparecían. las flores de éstas, verás que son distintas
sustancias resinosas. Ambas son aromáticas como las de las que tienen aquel otro tipo de hojas.
sustancias que se extraen de las flores y ambas son Hasta que un buen día vino el jardinero; (Se proyectan dibujos de ambos tipos en el
combustibles. La luz que acompaña a la combustión pues su casa estaba fría y oscura, pizarrón). Y en las que tienen hojas como
es la ‘flor’ de esa sustancialidad; por algo ha de ser y presto al pinito en la estufa metió. estás (las de nervadura reticular) todo está
que, en ciertos idiomas, la palabra luz es sinónima ¡Ah! ¡cómo centellea y chisporrotea, más complicado.” Así es como dejamos que
de flor. Para que florezca hay que encender el árbol cómo jubiloso en llamitas flamea se dividan las plantas en las de envoltura
conífero primero; antes las flores son aprisionadas al y sube al cielo, al corazón de Dios! sencillas —niños de once años— y las de
cuerpo, tal como lo son las facultades anímicas del envoltura doble —niños de trece o catorce
niño antes de la segunda dentición. Sin embargo, ya años.
antes del cambio de dientes, el niño está en espera Con ello hemos llegado al umbral de la edad es-
de convertirse anímicamente, de planta del ‘grado colar, correspondiente al tránsito a las fanerógamas. Rudolf Steiner continúa diciendo que las mo-
helecho,’ a una entidad de un grado de perfección El reino de éstas se divide en dos grandes grupos: nocotiledóneas, el cólquico por ejemplo, en las que
muy superior. las de hojas estriadas (monocotiledóneas: azucena, todo es sencillo, debe compararse con la edad de
Cerramos nuestros comentarios con una poe- tulipán, jacinto y otras plantas bulbosas, cólquico, siete, ocho o nueve años. El niño debe tener opor-
sía de Christian Morgenstern que da expresión azafrán, gladiolo, gramíneas, palmas y otras) y las tunidad de ver plantas en que todavía no se distinga
emotiva al aspecto de las coníferas que aquí nos ha de hojas reticulares (dicotiledóneas: todas las demás entre sépalos y pétalos coloreados, y luego se le dice:
interesado: fanerógamas, incluyendo los árboles). Los perigo-
[43]
nios de las estriadas son sencillos, es decir, no tienen “Eso es lo que tú eres ahora. Más adelante,
todavía cáliz verde (el tulipán); en las reticulares, cuando seas mayor, cuando llegues a los doce,
plantas completas, el perigonio se halla dividido en trece o catorce años, podrás compararte con
cáliz verde y corola coloreada (la rosa). Desde luego plantas que poseen cáliz y flor; entonces tendrás

Gerbert Grohmann 28 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


el profanador de textos
un alma que permite distinguir entre las hojas pubertad. El proceso de fecundación lo dejamos cierta interiorización. El florecer puede concebirse
verdes llamadas cáliz y las hojas coloreadas de lado en presencia de los niños, no nos es útil. como culminación del proceso de crecimiento, no
llamadas pétalos. En eso te convertirás un día.” así la fructificación, ya que lo que sale a la luz como
La comparación con las fases de la evolución fruto ha de arrancar de lo propio interior. Y para
El niño de once años acaba de entrar en la fase psíquica del niño debe, pues, situarse en los ini- ello no hay correlativo en la planta que crece. Sólo
durante la cual la evolución de su alma toma la cios de toda la enseñanza de la botánica. Lo demás con el nacimiento del cuerpo astral en la pubertad
dirección hacia la futura comparación con la dico- —y desde luego no solamente lo dicho a propósito se produce la interiorización del alma infantil que
tiledónea. Este desarrollo apenas empieza a los once del árbol, sino de todo lo que hemos tratado ante- ha considerarse como condición previa para poder
años, de modo que debemos decirle a un niño de esa riormente— debe utilizarse como recurso auxiliar. comprender un proceso del mundo exterior como le
edad: por ahora sigues siendo una planta de perigo- Lo anterior es una sugerencia metodológica muy es la formación del fruto.
nio sencillo. importante, porque implica tener como guión de la Esto no excluye el que el niño pueda tener
Finalmente, a titulo de reconocimiento de con- botánica al nivel elemental una especie de sistema experiencias interiores aun antes de la pubertad. En
junto, hay que volver a presentarles a los niños dos derivado del propio niño. Este método no ofrece, efecto, cada alegría, cada dolor se viven interior-
o tres representantes de los diferentes grupos botá- pues, únicamente la ventaja de una mejor sistemati- mente. Sin embargo, esta clase de estremecimientos
nicos. Al mismo tiempo, el maestro puede darse el zación, lo que no sería una razón pedagógica decisi- mueven al alma infantil y la transforman, tal como
gusto —así lo expresó Rudolf Steiner— de pedirles va: hagámonos la cuenta de que en la confrontación el viento y el sol influyen en la planta. En contraste,
a los niños que recuerden a su hermanito Guillermo del desarrollo infantil con el reino vegetal no es el es otra cosa captar las vivencias y pensamientos y
cuando tenía cuatro años y a Federico cuando tenía ‘hombre en general,’ es decir, el adulto, que se usa elaborarlos mediante los poderes individuales, de
siete, y cada vez mostrar la flor que corresponda. Así como objeto de comparación, sino el propio niño modo que el resultado pueda realmente considerarse
llevamos a los niños a recapacitar sobre las cualida- con su vida propia. Así el niño se une emotivamente como fruto de la propia individualidad. Pese a las
des anímicas del niño en cierne y a aplicar a la plan- a la naturaleza, en forma mucho más estrecha que si apariencias, el niño de edad escolar todavía no es
ta el crecimiento del alma en formación. También procediéramos de manera distinta. El niño no pierde capaz de semejante actividad interna: acepta de buen
hay que utilizar lo que previamente hemos dicho su afinidad psíquica, como, por desgracia del hom- grado los pensamientos, juicios y estados de ánimo
respecto al árbol. bre en cierne, sucede hoy en todas partes. El tomar de las personas amadas y deja que ellos lo formen,
en cuenta esos rasgos sutiles constituye el nervio tal y como la planta se deja formar por los factores
[44]
En esto hay principio. No se paraleliza vital de la pedagogía de Rudolf Steiner. meteorológicos sin ofrecerles resistencia. Así también
arbitrariamente una cosa con otra, así por Ya con anterioridad nos hemos ocupado de la el alma concebida como flor, en proceso de constan-
casualidad. Aplicando este principio se logra imposibilidad de estudiar, al nivel de la enseñanza te perfeccionamiento, va cobrando paulatinamente
una descripción completa del reino vegetal, con primaria, el proceso de fecundación. En verdad, su estructura interna.
excepción de lo que se forma en la planta cuando el niño puede ‘florecer’ psíquicamente cuando En la primera fase, que se extiende hasta el
la flor da fruto. Y el maestro advertirá al niño: sus energías etéreas formativas se emancipan de la Rubicón del décimo año de vida, todo se ha-
“empero, el que las plantas superiores produzcan corporalidad; asimismo, y sobre todo gracias a la lla como si dijéramos incondicionalmente sin
frutos de sus flores no puede compararse con escuela, el alma va diferenciándose en una dirección protección, en analogía a la planta que todavía
vuestra alma hasta que hayáis salido de la comparable al avance del perigonio sencillo al doble; no tiene cáliz verde que la envuelva y oculte en
escuela.” Todo lo que abarca el desarrollo hasta la pero lo anímico no puede fructificar antes de que, estado de botón. Sólo en la segunda mitad de la
flor sólo puede compararse con lo que precede a la por el contacto con lo espiritual, haya tenido lugar enseñanza primaria es cuando el niño empieza a

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el profanador de textos
circundarse de cierta barrera emotiva: empieza observar en Anita o Marianita, tu hermanita Esas largas disertaciones en un principio sue-
a ocultar, como propiedad personal, sus afectos, menor. ¿Qué es lo que le causa más placer? nan a mera repetición. Sin embargo, pronto se
vivencias e inquietudes internas. Piénsese tan sólo Primero el chupete o el biberón. ¿Verdad que pone en evidencie cual fue el objetivo de Rudolf
en la radical diferencia de la manera en que el pu- el alma goza mas que nada con el chupete o el Steiner: desarrollar los conceptos de la planta
dor se siente y manifiesta antes y después de los biberón? Sólo después, cuando el hermanito o la superior y de la inferior. Las bases para juzgar se
diez años: el alma infantil se circunda de un cáliz hermanita ya es mayor, ya no se deleita con esto sacan del contraste luz-oscuridad con lo cual al
externo verde. Estos cambios, premoniciones de únicamente, sino que necesita el juego. Acuérdate mismo tiempo queda abarcado el aspecto moral
las transformaciones mucho más profundas de la que te hablé de los hongos, de las algas, de los del tema. Lo superior no sólo lo morfológica-
pubertad, significan desde luego un enriqueci- musgos: casi todo lo que tienen procede de la mente más perfecto, sino, por su afinidad con la
miento, un proceso de maduración terrenal. Fácil tierra. Para conocerlos hemos de al bosque, ya luz, lo más valioso en comparación con lo oscuro.
sería mostrar lo que aquí importa: que sólo las que crecen en la humedad y en la sombre como Semejantes apreciaciones objetivas, incluso de los
plantas de perigonio doble actualizan cabalmente si no se atrevieran a salir al sol. Así es como era fenómenos naturales, se mueven en la dirección
la planta terrenal. No sólo se unen, mediante sus tu alma cuando todavía no te atrevías a salir a de la concepción cualitativa del mundo cuyo
raíces, más fuertemente con el elemento mineral jugar, si no que te bastaba la leche y el biberón. cultivo ha de ser objeto de la escuela. Las compa-
de la tierra, sino que también sus tallos, hojas, En el resto del mundo de las plantas, tenemos raciones del crecimiento del alma infantil con el
etc. acusan una formación más pronunciada y la situación de que se desarrollan las hojas y perfeccionamiento del crecimiento vegetal estri-
determinada. En contraste, las plantas de hojas las flores, pues la planta ya no posee tan sólo lo ban, desde un principio en la correspondencia
estriadas son mucho menos terrestres. que procede de la tierra y del bosque umbrátil, entre la acción de la luz interna y de la externa.
Una vez puesta en claro la íntima transformación sino que sale al sol, a la luz y al aire. Son las Esto contribuye a que el niño considere apeteci-
del alma infantil a lo largo de la edad de enseñanza facultades del alma que medran gracias a estos ble que en su vida futura su alma se torne más y
primaria, así como su reflejo en el reino de las fane- dos elementos. más emparentada con la luz. En este sentido es
rógamas, sería fácil encontrar también los detalles correcto que el niño considere a los niños mayo-
que sirvan para ilustrar y hacer comprensible a los Luego hemos de mostrarle al niño la diferencia res, y sobre todo a los adultos, como seres supe-
niños su crecimiento interno, así como al desarro- entre, por una parte, los vegetales del tipo de los riores para así derivar de semejantes apreciaciones
llo de sus facultados. Sin embargo, esta parte de la hongos o de las raíces que viven a ras de tierra y que morales el concepto de la planta superior.
labor pedagógica la dejaremos encomendada a cada requieren, además de ella, lo acuoso y la sombre y, No nos ha de sorprender, pues, que acto seguido
maestro en particular. por otra, las estructuras de hojas y flores que nece- Rudolf Steiner animara a los niños como sigue:
Una vez más podemos referirnos a la alocución sitan el aire y la luz. Les diremos más o menos lo
[47]
de Rudolf Steiner dirigida a los niños: siguiente: “Alegraos, un día vuestra alma será tan rica
que os parezcáis a la rosa con pétalo coloreado y
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Todavía les digo más o menos: “Mirad, “Por eso, por amar el aire y la luz, a las su sépalo verde. Esto es algo que sólo será realidad
niños, cuando erais chiquitos, vuestra alma plantas que tienen flores y hojas se les llama en el porvenir; pero alegraos. Es muy hermoso
en realidad estaba durmiendo. (Según sea el superiores, lo mismo que tú, cuando tienes cinco poder alegrarse con anticipación de lo que sólo
caso, se lo recordamos al niño). Y ¿cuál fue tu o seis años, tienes una edad superior a la que será realidad más tarde.” Crear regocijada
placer principal de pequeñuelo? Lo has olvidado tenías en tiempo del chupete.” expectación de lo futuro, esto es lo que importa.
porque estabas dormido, pero ahora lo puedes

Gerbert Grohmann 30 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


el profanador de textos
Con esto terminan las explicaciones en forma de 7    algunas cuestiones de ción de la botánica, en otras palabras, en qué etapa
estilo directo dirigido a los niños. Rudolf Steiner principio el niño saca más partido de ella e incluso la necesita
presentó luego, a modo de resumen de las correla- para desarrollar ciertas energías psíquicas que se
ciones, al siguiente esquema: liberan precisamente entonces y en ningún otro mo-
mento. Esa etapa corresponde aproximadamente a
Alegrías psíquicas del Hongos los once años (quinto grado de la enseñanza prima-
lactante
ria), ni antes ni después, como hemos manifestado
Primeras alegrías del Algas, musgos en detalle al comentar el noveno coloquio. Ahora,
alma infantil: dolores, al acometer la tarea, se plantea la pregunta por el
afectos, etc. método correcto.
La respuesta a esta pregunta sólo pueda obtenerse
Experiencias al contac- Helechos por al íntimo conocimiento de la situación psíqui-
to con el nacimiento
de la autoconciencia Posiblemente el lector se pregunte si los niños ca del niño a esa edad, de ninguna manera por el
instruidos según los métodos que aquí se preconizan conocimiento de la materia de estudio, pues ésta no
Experiencias en las Coníferas aprenden una cantidad suficientemente amplia de tiene, por de pronto, relación alguna con el alma
postrimerías de la edad (gimnospermas) hechos puramente exteriores. Se podría objetar que humana en cierne, mientras nosotros mismos no la
preescolar se concede excesivo valor al cómo, y se descuida un establezcamos primero. Para comprender esto, basta
Primeras experiencias Plantas de nervadura poco el qué. Efectivamente, hemos insistido en que recordar los dos ejemplos mencionados en el nove-
escolares: 7, 8 y 9 años estriada (monocoti- el valor de formación que poseen los temas de la no coloquio: el proceso de la germinación y de la
hasta los 11 ledóneas); plantas de enseñanza es la cuestión primordial de la pedagogía fecundación. Desde el punto de vista del tema como
perigonio sencillo de Rudolf Steiner. ¿No es esto suficiente para oponer tal, difícilmente se encontrarán razones de peso para
ciertos reparos? no tratarlos en la escuela elemental; pero surgirán
Experiencias a los 11 Dicotiledóneas simples Este tipo de objeciones es frecuente en lo tocante
años tan luego como se toma en cuenta el educando.
a la metodología, y no queremos negarles una parte Adviértase que los puntos de vista que deben hacerse
Experiencias escolares Plantas de nervadura de justificación. Sin embargo, considerando que lo valer no son, ni mucho menos, de índole intelec-
de los 12 a los 14 años reticular (dicotile- que importa en la escuela no es la materia, sino el tual. Si no logramos establecer la relación emotiva
dóneas); plantas de ser humano, hemos de preguntar en primer térmi- del niño con la materia de estudio, toda nuestra
cáliz verde y pétalos no por sus leyes evolutivas y sus necesidades. Lo enseñanza cae en erial. Sin duda, a quien todavía no
coloreados
contrario de lo que aquí hemos presentado como el haya comprendido el significado que tiene para la
método correcto seria la fragmentación de la materia vida entera la metodología correcta o errónea, todo
para distribuirla según los diferentes años escolares le parecerá práctico, convincente y consecuente,
Como hemos visto, las sucesivas cualidades aní- en porciones más o menos iguales, en atención a la menos lo que aquí preconizamos.
micas antes de la pubertad pueden compararse con capacidad intelectual de los niños. Las indicaciones de Rudolf Steiner nos capacitan
el reino vegetal. Ahí termina la comparación, porque En verdad, Rudolf Steiner procedió de manera para allanarle al niño los caminos hacia su unión
ahí es donde el niño desarrolla su cuerpo astral a distinta. Empezó por preguntar en qué momento anímica con lo vegetal de la tierra, lo que vale decir
cuya posesión la planta no llega. ♣ de la evolución infantil mejor se acopla la introduc- despertarlo para su apreciación. El secreto de toda

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comprensión reside en esa íntima unión del niño a este respecto se coloca, como si dijéramos, sobre la todo caso. Por otros caminos se pueden producir
con la materia, unión que le permite descubrir que base dorada que significó la primera enseñanza de la conocimientos examinables: se puede lograr que los
existen en el mundo cosas y fenómenos que puede botánica a los once años. Lo que se haya dispuesto y niños escriban composiciones que impresionen y
captar como partes constituyentes de su propio ser y proyectado a esa edad resplandecerá para siempre y que suenen a doctas. Más todo esto no beneficia al
así incorporarlos a la esfera de su propia experiencia por doquiera irradiando su íntima vitalidad. niño, sino a lo sumo, a los adultos que se jactan de
anímica. Este proceso tiene lugar de manera total- A ello se refieren las palabras de Rudolf Steiner el sus éxitos.
mente distinta según los diferentes grados evolu- noveno coloquio: Una y otra vez, bajo la bandera progresista, se
tivos; en la fase media de la educación primaria la yergue la demanda de la enseñanza gráfico-visual.
[48]
sensibilidad desempeña el papel decisivo. Todo hombre que, en su juventud, llega a Pero si semejante enseñanza objetiva consiste tan
Sabido esto, las explicaciones del seminario ape- conocer las plantas según principios científicos, sólo en que se vigila escrupulosamente que el niño
nas si requieren comentario ulterior. Al primer ciclo debiera haberlas conocido primero tal como las lo aprenda todo a través del intelecto banal, se efecto
de la enseñanza de la botánica le incumba la impor- describimos nosotros. Mucho es lo que se echa será necesariamente esclerotizante, pues el alma
tante tarea de echar los cimientos humanos; sólo así a perder en el hombre si desde un principio se infantil anhela precisamente encontrar en el mundo
se logra suscitar el interés verdadero, la participación le inculca la botánica científica, sin que antes sensible aquello que la eleve por encima del mero
auténtica del alumno. No se trata, ni por asomo, de haya recibido los conceptos que hemos tratado de intelecto. En último análisis, el niño busca, si bien
que Rudolf Steiner con sus ejemplos haya querido desarrollar aquí. inconscientemente, en el mundo terrenal, un reflejo
abarcar el tema en su totalidad ni menos todavía, de- del mundo espiritual que con tanta intensidad ha
limitarlo; su propósito fue presentar a los profesores Es algo horroroso si desde el principio de la clase vivido antes del nacimiento y cuyo reflejo pone al
los puntos de vista esenciales y estimular su capaci- se cuelgan en las paredes esos cuadros a colores de alma jubilosa.
dad creadora, de suerte que les bastara abrevarse en plantas y de sus partes, amañados según un criterio En repetidas ocasiones, Rudolf Steiner insiste en
la abundancia de la naturaleza y así siempre saber puramente intelectual, y si la llamada instrucción que al niño se le muestren las plantas estudiadas. No
ayudarse a sí mismos en la situación que fuera. Mal consiste en explicar esos productos anti-artísticos. se trata, ni mucho menos de que en la pedagogía de
indicio de la inventiva y vitalidad del maestro sería El mejor ilustrador es el maestro; el mejor cuadro, Rudolf Steiner, la enseñanza de las ciencias naturales
el que en los libros de apuntes de los discípulos se el pizarrón. ¡Qué expectación, si el grupo puede quede relegada a mera teoría. No obstante, el proce-
hallaran siempre los mismos ejemplos que Rudolf observar un dibujo en el proceso de su paulatina so efectivo aquí es radicalmente distinto puesto que,
Steiner adujo precisamente para que sirvieran de creación! Por rudimentario que salga, en todo caso aún antes de mostrarle al niño algún vegetal, hay
ejemplos. Es más, el significado potencial de esos el dibujo será mejor que cualquier cuadro terminado que suscitar en él los recuerdos de su propia edad
ejemplos sólo se puede apreciar en todo su alcance si que se cuelgue en la pared, pues no obstruye la ima- correspondiente al nivel de la planta que se pretende
uno se arriesga a aplicarlos libremente otros campos. gen interior que los niños, al escuchar las palabras estudiar, cuya evocación bien puede planearse para
Rudolf Steiner señaló como meta deseable el del maestro, están pintando con su imaginación. el día anterior. Está es la única manera de lograr
que los niños conocieran todas las plantas caracte- Y completamente fuera de lugar están los lentes de que la presentación visual tropiece con la correcta
rísticas de su comarca. En los períodos posteriores, aumento en la primera enseñanza de la botánica. actitud anímica en el niño: a esa edad, el reconocer
es decir, a la edad de doce, trece o catorce años, se Las explicaciones impartidas al aire libre son buenas en la percepción exterior lo que ya vive en al alma
estudiarán también algunas plantas extranjeras, para y necesarias: pero después de una buena prepara- significa satisfacción del afán cognoscitivo modo de
lo cual las clases de geografía a veces ofrecen buenas ción; no pueden reemplazar la primera enseñanza proceder bien distinto de arrojar al niño al mundo
oportunidades. Todo lo que posteriormente se haga de la botánica, sino que ésta ha de precederles en

Gerbert Grohmann 32 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria


el profanador de textos
sensible, frío y exánime, y trasmitirle posteriormente dad’ y la pérdida de tiempo que ella aparentemente bibliografía
su mera sombra intelectual. trae arrastrada, se oculta en realidad la metodología otras obras del Dr. Gerbert
Es verdad que la metodología sugerida por verdaderamente racional. El interés legítimo que, Grohmann (en alemán)
Rudolf Steiner poco tiene de ‘científica’; mas para al una vez despertado, se apoya en las virtudes del cora-
niño sería una bendición si los adultos finalmente zón y abarca al hombre en su totalidad, nunca podrá
pudieran encumbrarse a la comprensión de que la fallar posteriormente. Por mudable que sea la forma
escuela cuya función es la formación de seres huma- en que se manifieste, ese interés seguirá siendo un
nos, no es el lugar para la ciencia como tal ciencia. preciado don para la vida. ♣
Casi todo niño ama las plantas y tiene con ellas
una relación afectiva. De ahí que se produzca un
cisma en su alma si se le dejan de lado esos senti-
mientos, por no otorgarles valor real alguno, tan
luego como empieza la clase. El resultado es que
pronto retroceden avergonzados el interés vital y la • ‘La Planta. Vol. 1: Un camino hacia el conoci-
genuina participación humana. Si luego, a la postre miento de su naturaleza esencial’
y de manera artificial, se intenta, como a menudo se • ‘La Planta. Vol. 2: Sobre las fanerógamas.’
hace, insertar el elemento emotivo, surge fácilmente • ‘Las metamorfosis en el reino vegetal’
un sentimentalismo para el cual el niño sano sien- • ‘Lecturas de botánica’
te más repudio que atracción. El sentimentalismo • ‘Lecturas de zoología’
siempre es un substituto dañino, en tanto que a la • ‘Forma animal. Espíritu humano. La introduc-
edad infantil el sentimiento auténtico es la energía ción a la zoología y antropología en la pedagogía
anímica adecuada a la que hay que apelar cuando se de Rudolf Steiner’
trata de explorar las realidades objetivas del universo, • ‘La planta como órgano fotosensible de la tierra’
como creemos que se ha puesto en evidencia a través
de nuestras seminarios.
El ‘no muy científicamente que digamos’ de
Rudolf Steiner, su advertencia contra las descripcio-
nes meramente exteriores, así como su indicación
de que hay que dejar un margen muy amplio para
la imaginación activa del niño, no son postulados
que se hayan planteado para hacer la enseñanza más
fácil y más amena, ni se hallan en contradicción con
la inalienable e indiscutible necesidad de adquirir
conocimientos sólidos. Quien haya aprendido a ha-
cer abstracción de éxitos engañosos y momentáneos,
sabrá asimismo que tras la presunta ‘falta de objetivi-

Gerbert Grohmann 33 La enseñanza de la botánica en la escuela primaria

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