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EL PODER DE LAS PALABRAS Y SU IMPACTO EN EL CEREBRO

Las palabras son reflejos de nuestro pensamiento y sentimiento, de tal forma que
los que te rodean te identifican por tus palabras y acciones, ya que en muchas
ocasiones las palabras se llevan a la acción. La palabra encierra un poder que
trabajan sobre nuestro cerebro.

Cuando se escucha la palabra NO al inicio de una conversación el cerero empieza


a liberar cortisol, la hormona encargada del estrés y que nos pone en alerta,
mientras que cuando escuchamos un SI se activa la liberación de dopamina la
hormona de la recompensa y el bienestar.

Toda la expresión hablada sea positiva o negativa produce una descarga


emocional en nuestro cerebro. Una palabra negativa o insultante activa la
amígdala (alerta) generando una sensación de malestar o ira, es ahí donde la
persona tiene dos posibilidades; responder de la misma manera o acudir a la
razón.

Las palabras positivas o estimulantes son asimiladas por el hemisferio derecho del
cerebro, que es el de las emociones. Por lo tanto, van a generar placer, sorpresa y
alegría. Sin embargo, todo depende del tono, el volumen y el contexto. "Hasta la
ofensa más horrible puede ser asimilada coloquialmente si se dice en tono suave".

La persona siente una emoción, la procesa internamente y luego escoge una


palabra para denominar una emoción, y la comunica, ese proceso es
inconsciente. Por eso, según él, pretender cambiar el lenguaje, "como si fuéramos
grabadoras o loras, no funciona".

Y agrega que lo realmente importante es analizar el estado emocional de las


personas y el porqué de la amargura o agresividad que las lleva a usar malas
palabras. Es decir, tienen que buscar una reparación emocional para que puedan
comunicarse mejor.

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