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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

SUR

DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE CIENCIAS SOCIALES Y


JURÍDICAS

Licenciatura en Derecho
Medios de Control Constitucional

ENSAYO
PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO INľERNACIONAL DE
LOS DERECHOS HUMANOS.

QUE PRESENTA

Ayon Hirales Alexa Magdalena


Turno Vespertino

Profesor: Adrián De La Rosa Escalante

La Paz, B.C.S. Octubre, 2023.


ÍNDICE

ÍNDICE.................................................................................................2
INTRODUCCIÓN...............................................................................3
PLANTEAMIENTO.............................................................................4
CONCLUSIÓN.................................................................................10
REFERENCIAS DE PÁGINAS WEB....................................................11
INTRODUCCIÓN

Los principios generales del derecho internacional de los derechos humanos se


encuentran consagrados en diversos instrumentos legales a nivel internacional.
Uno de los principales tratados en esta materia es la Declaración Universal de
Derechos Humanos (DUDH), adoptada por la Asamblea General de las Naciones
Unidas en 1948. El derecho internacional de los derechos humanos se basa en
una serie de principios generales que buscan proteger y promover los derechos
fundamentales de todas las personas, sin importar su nacionalidad, raza, género,
religión u orientación sexual. Estos principios son fundamentales para garantizar la
dignidad humana y fomentar la igualdad, la justicia y la paz en todo el mundo. Uno
de los principios más importantes es el principio de universalidad, que establece
que los derechos humanos son inherentes a todos los individuos, sin excepción.
Esto significa que todas las personas tienen derecho a disfrutar de los mismos
derechos, sin discriminación ni exclusión. Otro principio clave es el principio de
indivisibilidad, que reconoce que los derechos civiles y políticos, como la libertad
de expresión y el derecho a un juicio justo, están intrínsecamente ligados a los
derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho a la vivienda y a la
educación. Estos derechos se complementan entre sí y no pueden ser separados.
Además, el principio de interdependencia destaca la importancia de la cooperación
y la solidaridad entre los Estados para garantizar la protección efectiva de los
derechos humanos. Los Estados tienen la responsabilidad de respetar, proteger y
cumplir con los derechos humanos, tanto en su propio territorio como en sus
relaciones con otros Estados. Por último, el principio de rendición de cuentas
establece que aquellos que violen los derechos humanos deben ser
responsabilizados por sus acciones. Esto implica que los Estados deben investigar
y sancionar a los responsables de violaciones de derechos humanos, y
proporcionar reparación a las víctimas. En resumen, los principios generales del
derecho internacional de los derechos humanos establecen las bases para
garantizar la protección y promoción de los derechos fundamentales de todas las
personas, con el objetivo de construir sociedades justas, igualitarias y respetuosas
de la dignidad humana.
PLANTEAMIENTO

La adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos por parte de la


Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 fortaleció el
movimiento mundial de derechos humanos. Por primera vez en la historia de la
humanidad, los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales
fundamentales que todas las personas deben disfrutar se describen en la
Declaración como "un ideal común por el cual todos los pueblos y naciones deben
esforzarse". Lo que se esboza en la Declaración ha llegado a ser ampliamente
reconocido como las normas fundamentales de derechos humanos que todos
deben defender. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Declaración
Universal conforman colectivamente la llamada "Carta Internacional de Derechos
Humanos".

El corpus de derechos humanos internacionales ha crecido como resultado de una


serie de tratados internacionales de derechos humanos y otros instrumentos que
se han promulgado desde 1945. Se han aprobado otras leyes a nivel regional que
establecen mecanismos de protección específicos y tienen en cuenta las
características únicas de la región. cuestiones de derechos humanos. La mayoría
de los Estados también han promulgado constituciones y otros marcos legales que
salvaguardan formalmente los derechos humanos básicos. A pesar de que los
tratados internacionales y el derecho consuetudinario constituyen el núcleo del
derecho internacional de los derechos humanos, otros instrumentos, como las
declaraciones, directrices y principios ratificados internacionalmente, tienen un
impacto positivo en la forma en que se entiende, aplica y desarrolla este derecho.
El establecimiento del estado de derecho a nivel nacional e internacional es
necesario para el respeto de los derechos humanos.

Las responsabilidades que los Estados deben cumplir están establecidas por el
derecho internacional. Los Estados asumen sus responsabilidades bajo el derecho
internacional de respetar, defender y hacer realidad los derechos humanos al
aceptar los tratados internacionales y convertirse en parte de ellos. Como parte de
su responsabilidad de defenderlos, los Estados tienen prohibido limitar o interferir
con el ejercicio de los derechos humanos. Los Estados deben dejar de violar los
derechos humanos de las personas, tanto individual como colectivamente, para
poder cumplir con su obligación de protegerlos. Los Estados deben tomar medidas
proactivas para facilitar que las personas ejerzan sus derechos humanos
fundamentales a fin de cumplir con su obligación de hacerlos realidad.

Al ratificar tratados internacionales de derechos humanos, los gobiernos se


comprometen a promulgar políticas y leyes nacionales que estén en consonancia
con las responsabilidades y deberes derivados de los tratados. Existen
mecanismos y procedimientos a nivel regional e internacional para la presentación
de quejas o comunicaciones individuales, que ayudan a asegurar que los
estándares internacionales de derechos humanos sean efectivamente respetados,
aplicados y cumplidos a nivel local. En caso de que los procesos judiciales
nacionales no aborden las violaciones de derechos humanos, estos mecanismos y
procedimientos pueden usarse para ayudar a abordar el problema.

Los derechos humanos son un conjunto de libertades respaldadas por la dignidad


humana y deben ejercerse efectivamente para que una persona se desarrolle
plenamente. Este grupo de derechos están plasmados en el ordenamiento jurídico
nacional, nuestra constitución política, tratados internacionales y otras leyes.

Sin excepción, cada uno de nosotros tiene los mismos derechos humanos
básicos. Estos derechos están entrelazados, son interdependientes e inalienables.
Es común que las leyes, los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los
principios generales y otras fuentes del derecho internacional garanticen y
prevean los derechos humanos universales. Para promover y defender las
libertades fundamentales de individuos o grupos, el derecho internacional de los
derechos humanos impone a los gobiernos la obligación de actuar en
determinadas circunstancias o de abstenerse de actuar en otras. Todo el mundo
tiene el deber de respetar los derechos humanos de los demás. Los derechos
humanos establecidos a favor del individuo deben ser promovidos, respetados,
protegidos y garantizados por todas las autoridades que actúen dentro de los
límites de sus competencias.
El principio general de universalidad es uno de los pilares fundamentales del
derecho internacional de los derechos humanos. Según este principio, toda
persona tiene el mismo e inalienable derecho al respeto y disfrute de la vida.
Reconoce que toda persona tiene derecho a ejercer las mismas libertades y
derechos, independientemente de su nacionalidad, raza, género u orientación
sexual.

La idea de que los derechos humanos son universales implica que son
inalienables e indivisibles. Debido a las conexiones inherentes entre los derechos
económicos, sociales y culturales, así como entre los derechos civiles y políticos,
son inseparables. Todos los derechos están interconectados y se apoyan unos a
otros. Por ejemplo, el derecho a la vida y a la integridad personal están
relacionados con los derechos a un juicio justo y al debido proceso. El derecho a
la participación política y el derecho a una vivienda y educación adecuadas están
relacionados de la misma manera. Los derechos humanos también son
inalienables, lo que significa que no pueden concederse, negarse ni transferirse.
Son parte de la dignidad humana por naturaleza y no pueden ser comprometidos
ni renunciados. Todos los individuos que están bajo la jurisdicción de un estado
tienen derecho a igual respeto, protección y cumplimiento de esos derechos.
Numerosos acuerdos internacionales, incluidos los Pactos Internacionales de
Derechos Humanos, la Declaración Universal de Derechos Humanos y otras
convenciones y tratados regionales, defienden la universalidad de los derechos
humanos. Estos instrumentos establecen requisitos mínimos que los Estados
deben respetar y apoyar en sus leyes y costumbres internas.

La aplicación del principio de universalidad implica que los gobiernos deben


garantizar que todas las personas, independientemente de sus antecedentes o
circunstancias, tengan acceso a las mismas oportunidades y derechos. Además,
implica que los Estados deben tomar medidas para detener y oponerse a la
violencia y la discriminación basada en la pertenencia a cualquier grupo social.
Afirma que todas las personas están dotadas de derechos y libertades
fundamentales inalienables.
El principio general de interdependencia es crucial. Este principio reconoce la
interdependencia y la estrecha conexión entre diversos derechos humanos,
incluidos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Destaca
cómo estos derechos están indisolublemente vinculados entre sí y no pueden
considerarse de forma aislada.

Debido a la interdependencia de los derechos humanos, se deduce que defender


y promover los derechos civiles y políticos, como la libertad de expresión, el
derecho a la libre asociación y el derecho a un juicio justo, es esencial para
garantizar el disfrute efectivo de los derechos económicos, derechos sociales y
culturales, incluido el derecho a un nivel de vida adecuado, educación y salud.
Para promover políticas públicas que garanticen la igualdad de acceso a la
educación y la atención médica, por ejemplo, la participación y la libertad de
expresión son cruciales. La obligación de los Estados de adoptar medidas
progresivas para mejorar el disfrute de los derechos económicos, sociales y
culturales es otro ejemplo de cómo la interdependencia se refleja en esta
obligación. Para garantizar que todos tengan acceso a servicios esenciales y
condiciones de vida dignas, es responsabilidad del Estado utilizar los recursos
disponibles de manera equitativa. Lo mismo ocurre con las políticas e iniciativas
que apoyan la inclusión social, el desarrollo sostenible y la erradicación de la
discriminación y la desigualdad. Además, la interdependencia se extiende a la
esfera internacional porque los Estados deben trabajar juntos para garantizar el
respeto de los derechos humanos. Para fortalecer las capacidades de otros
Estados en la protección y promoción de los derechos humanos, los Estados
deben cooperar en la promoción de normas y principios internacionales de
derechos humanos, así como en la prestación de asistencia técnica y financiera.
El principio general de interdependencia enfatiza la estrecha conexión entre los
diversos tipos de derechos humanos y la necesidad de abordarlos a fondo.
Reconoce que para que las personas disfruten plenamente de sus derechos
civiles y políticos, así como de sus libertades económicas, sociales y culturales, se
deben promover y proteger todos los derechos. Para proteger eficazmente los
derechos humanos y crear sociedades justas y equitativas, este principio enfatiza
la importancia de la cooperación nacional e internacional.
El principio general de indivisibilidad; Este principio reconoce que los derechos
humanos no pueden dividirse ni clasificarse porque son interdependientes e
indivisibles. Todos y cada uno de los derechos de una persona son igualmente
significativos, refuerzan a los demás y forman un todo cohesivo. La indivisibilidad
implica una estrecha conexión entre los derechos económicos, sociales y
culturales, incluido el derecho a la educación, el derecho a la salud y el derecho a
un nivel de vida adecuado, y los derechos civiles y políticos, como la libertad de
expresión, el derecho a un juicio justo y el derecho a participar en política. Por
ejemplo, es un desafío garantizar la rendición de cuentas y la transparencia en la
gestión de los recursos para garantizar el acceso igualitario a la educación y la
atención médica sin libertad de expresión y participación política. Los derechos
humanos no pueden elegirse ni negociarse según el principio de indivisibilidad.
Todos y cada uno de los derechos humanos deben ser respetados,
salvaguardados y realizados por igual por los Estados. Esto sugiere que ni los
derechos civiles ni políticos, ni viceversa, pueden sacrificarse en favor de los
derechos económicos, sociales o culturales. Sin discriminación ni exclusión, los
Estados deben trabajar para garantizar la plena realización de todos los derechos
humanos. Además, la indivisibilidad de los derechos implica que los gobiernos
deben tomar medidas proactivas para garantizar su implementación efectiva. Esto
significa que los Estados deben implementar medidas específicas para aumentar
gradualmente el disfrute de los derechos teniendo en cuenta las limitaciones de
recursos. Los Estados deben crear leyes y planes que promuevan la igualdad,
reduzcan la desigualdad y aborden las causas profundas de la exclusión y la
discriminación.

El principio general de indivisibilidad del derecho internacional de los derechos


humanos reconoce que todos los derechos humanos son interdependientes e
indivisibles. Enfatiza lo crucial que es tratar los derechos de manera integral y
garantizar que se realicen plenamente sin prejuicios ni exclusiones. Este principio
destaca la necesidad de implementar medidas progresivas para mejorar el disfrute
de los derechos y promover la igualdad y la no discriminación en todos los
aspectos de la vida.
El principio general de progresividad, pues según este principio, los Estados
deben tomar medidas proactivas para asegurar y promover el goce pleno y
efectivo de los derechos humanos. Sugiere que los Estados deben avanzar
continuamente hacia la plena realización de los derechos, sin invertirlos ni reducir
su alcance. El principio de progresividad reconoce que todas las personas tienen
derechos inherentes que deben defenderse y promoverse continuamente. Los
Estados tienen el deber de actuar con decisión para mejorar el estado de los
derechos humanos en su territorio, teniendo en cuenta las circunstancias y los
recursos disponibles. La progresividad implica que los Estados deben avanzar
gradualmente hacia la realización total de los derechos humanos. Esto les exige
crear leyes e iniciativas que promuevan la igualdad, reduzcan la desigualdad y
aborden las causas profundas de la exclusión y la discriminación. Los Estados
deben tomar medidas decisivas para garantizar que todos tengan acceso a
necesidades como educación, atención médica y un lugar digno para vivir, así
como para alentar la participación significativa y activa de todos en las decisiones
que tienen un impacto en sus vidas. Además, el principio de progresividad implica
que los Estados deben abstenerse de adoptar cualquier medida que pueda
obstaculizar el disfrute de los derechos humanos. Está prohibido que los Estados
restrinjan o suspendan los derechos humanos de forma arbitraria o injustificada.
Cualquier restricción de derechos debe ser legal, perseguir un objetivo justificable
y ser razonable a la luz de ese objetivo. La idea de progresividad también sugiere
que las naciones deben cumplir sus compromisos con las normas internacionales
de derechos humanos. Esto implica que los Estados deben adoptar medidas para
aplicar los tratados y convenciones de derechos humanos ratificados y trabajar
con mecanismos de supervisión y seguimiento establecidos a nivel internacional y
regional.

El principio general de progresividad en el derecho internacional de los derechos


humanos establece que los Estados deben trabajar continuamente hacia la plena
realización de los derechos humanos. Este principio enfatiza la importancia de
tomar medidas proactivas para proteger y promover los derechos, evitando
cualquier interrupción en su disfrute. Los Estados tienen el deber de respetar los
compromisos internacionales en este ámbito y mejorar la situación de los
derechos humanos.
CONCLUSIÓN

Los principios generales del derecho internacional de los derechos humanos son
fundamentales para garantizar la protección y promoción de los derechos de todas
las personas. Estos principios, como la universalidad, la indivisibilidad, la
interdependencia y la progresividad, establecen las bases para la igualdad, la
dignidad y la justicia en todas las sociedades.

El principio de universalidad nos recuerda que los derechos humanos son


inherentes a todas las personas, sin importar su origen o características
personales. Todos somos titulares de derechos y merecemos su pleno disfrute sin
discriminación. La indivisibilidad de los derechos nos enseña que todos los
derechos son igualmente importantes y se refuerzan mutuamente. No se puede
sacrificar un conjunto de derechos en beneficio de otro, ya que todos son
necesarios para una vida digna y plena. El principio de interdependencia destaca
la relación estrecha entre los diferentes tipos de derechos. La protección de los
derechos civiles y políticos es fundamental para garantizar la realización efectiva
de los derechos económicos, sociales y culturales, y viceversa. Todos estos
derechos son interdependientes y es necesario abordarlos de manera integral. Por
último, el principio de progresividad establece que los Estados deben tomar
medidas progresivas para mejorar el disfrute de los derechos humanos. Los
Estados deben avanzar constantemente hacia la plena realización de los
derechos, sin retroceder ni limitar su alcance. Es importante establecer políticas y
programas que promuevan la igualdad, reduzcan las desigualdades y aborden las
causas subyacentes de la discriminación y la exclusión.

Y finalmente, estos principios generales del derecho internacional de los derechos


humanos nos brindan una base sólida para construir sociedades justas,
equitativas y respetuosas de la dignidad humana. Al reconocer la universalidad de
los derechos, la indivisibilidad, la interdependencia y la progresividad, podemos
trabajar juntos para garantizar que todos los individuos puedan disfrutar
plenamente de sus derechos, sin importar quiénes sean o dónde se encuentren.
REFERENCIAS DE PÁGINAS WEB

 https://www.ohchr.org/es/instruments-and-mechanisms/international-human-rights-law

 https://www.redalyc.org/journal/6002/600263495004/html/

 https://www.cndh.org.mx/derechos-humanos/que-son-los-derechos- humanos#:~:text=La
%20aplicaci%C3%B3n%20de%20los%20derechos,%2C%20interdepend encia%2C
%20indivisibilidad%20y%20progresividad.

 http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2393-61932017000200031

 https://www.oas.org/dil/esp/XXXVIII_Curso_Derecho_Internacional_principios_derecho_i
nternacional_carta_OEA_mauricio_herdocia.pdf

 https://repository.usta.edu.co/bitstream/handle/11634/24138/Capitulo3principios2020da
nielbernal.pdf?sequence=1

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