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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
FACULTAD DE JURISPRUDENCIA CIENCIA SOCIAL Y
POLÍTICA

CARRERA

DERECHO 2018

TEMA

LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHOS


FUNDAMENTALES

INTEGRANTES

• Sleiner Aldair Alvarez Tigrero


• Alvaro Aldair Bermeo Morán
• Waldo Echanique Párraga
• Yolanda Isabel Toapanta Figueroa

DOCENTE
Msc. Jenny Villegas Solis

CURSO

1-30

AÑO LECTIVO

2022-2023
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INDICE

1. INTRUDUCCION

DERECHOS HUMANOS Y DERECHOS FUNDAMENTALES……………… 3

2. DESARROLLO

DERECHOS HUMANOS………………………………………………………..6

DERECHOS FUNDAMENTALES……………………………………………..10

3. CONCLUCION……………………………………………………………….16

4. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………….. ………. …..19


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INTRODUCCIÓN

DERECHOS HUMANOS

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin

distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color,

religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos,

sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e

indivisibles. Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y

garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los

principios generales y otras fuentes del derecho internacional. El derecho internacional de

los derechos humanos establece las obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas

en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin

de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de los

individuos o grupos. El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra

angular del derecho internacional de los derechos humanos. Este principio, tal como se

destacara inicialmente en la Declaración Universal de Derechos Humanos, se ha reiterado

en numerosos convenios, declaraciones y resoluciones internacionales de derechos

humanos. En la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993,

por ejemplo, se dispuso que todos los Estados tenían el deber, independientemente de sus

sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos

humanos y las libertades fundamentales. Todos los Estados han ratificado al menos uno, y

el 80 por ciento de ellos cuatro o más, de los principales tratados de derechos humanos,

reflejando así el consentimiento de los Estados para establecer obligaciones jurídicas que

se comprometen a cumplir, y confiriéndole al concepto de la universalidad una expresión


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concreta. Algunas normas fundamentales de derechos humanos gozan de protección

universal en virtud del derecho internacional consuetudinario a través de todas las fronteras

y civilizaciones. Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en

determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por ejemplo, se puede

restringir el derecho a la libertad si un tribunal de justicia dictamina que una persona es

culpable de haber cometido un delito. La no discriminación es un principio transversal en

el derecho internacional de derechos humanos. Está presente en todos los principales

tratados de derechos humanos y constituye el tema central de algunas convenciones

internacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las

Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de todas las

Formas de Discriminación contra la Mujer.

DERECHOS FUNDAMENTALES

El objeto de este breve ensayo en intentar aplicar algunas consideraciones generales

sobre la cultura de la legalidad al tema de los derechos fundamentales. Concretamente, se

trata de ofrecer algunas evidencias acerca del funcionamiento práctico de los derechos

fundamentales a partir de un contexto social en el que está ausente una cultura de la

legalidad (o mejor dicho, una cultura de la constitucionalidad, que es un término que se

acerca más al propósito y objeto de nuestro análisis: los derechos fundamentales). En

primer término habría que señalar que el interés por los derechos fundamentales –o más

ampliamente por los derechos humanos- es muy reciente en México, lo cual impide hablar

de una asentada cultura jurídica en torno a ellos. Sin embargo, es cierto que desde hace

poco más de una década el debate sobre los derechos en México ha crecido en cantidad y
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en calidad. Una concreción importante de ese debate ha sido la incorporación constitucional

de la figura del ombudsman en 1992 (artículo 102 inciso B), lo cual ha traído un elemento

innovador al ordenamiento jurídico mexicano y ha contribuido para poner en el centro de

interés de la opinión pública varios de los temas de la agenda de los derechos humanos que

llevaban años sin ser discutidos y analizados. Su presencia en los medios de comunicación

masiva ha generado sin duda una mayor difusión de la cultura de los derechos

fundamentales. Lamentablemente, el interés de individuos y organizaciones no se ha visto

siempre y en todos los casos correspondido con una actuación coherente y comprometida

con los derechos por parte de los poderes públicos de los diversos niveles de gobierno, con

excepción de lo realizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que ha servido

como una institución clave para el desarrollo de (y la toma de conciencia sobre) los

derechos en los últimos años.

DESARROLLO

Los Derechos Humanos

Histórico

Los derechos humanos son una idea de gran fuerza moral y con un respaldo

creciente legalmente, se reconocen en el derecho interno de numerosos Estados y en

tratados internacionales. Para muchos, además, la doctrina de los derechos humanos se

extiende más allá del derecho y conforma una base ética y moral que debe fundamentar la

regulación del orden geopolítico contemporáneo. La Declaración Universal de los


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Derechos Humanos se ha convertido en una referencia clave en el debate ético-político

actual, y el lenguaje de los derechos se ha incorporado a la conciencia colectiva de muchas

sociedades Sin embargo, existe un permanente debate en el ámbito de la filosofía y las

ciencias políticas sobre la naturaleza, fundamentación, contenido e incluso la existencia de

los derechos humanos; y también claros problemas en cuanto a su eficacia, ya que existe

una gran desproporción entre lo violado y lo garantizado estatalmente.

El concepto de paz ha tenido un afortunado desarrollo evolutivo, pues llegar a la

elaboración conceptual, por la que ahora tomamos partido, ha sido posible gracias a

estudios profundos. Han sido valiosos los aportes emanados de los investigadores sobre la

paz quienes revolucionaron los estudios sobre la paz, al proponer una visión amplia y

dinámica. De acuerdo con De Souza Santos, hoy es innegable la hegemonía de los derechos

humanos como lenguaje de la dignidad humana. Sin embargo, esta hegemonía debe

convivir en una realidad alarmante. La gran mayoría de la población mundial no es sujeto

de derechos humanos, sino el objeto de los discursos de derechos humanos.

¿Qué son los derechos humanos?

Los derechos humanos son los derechos que tenemos básicamente por existir como

seres humanos; no están garantizados por ningún estado. Estos derechos universales son

inherentes a todos nosotros, con independencia de la nacionalidad, género, origen étnico o

nacional, color, religión, idioma o cualquier otra condición. Varían desde los más

fundamentales el derecho a la vida hasta los que dan valor a nuestra vida, como los derechos

a la alimentación, a la educación, al trabajo, a la salud y a la libertad.


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La Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea

General de las Naciones Unidas en 1948, fue el primer documento legal en establecer la

protección universal de los derechos humanos fundamentales. Cumplió 70 años en 2018,

sigue siendo la base de toda ley internacional de derechos humanos. Sus 30 artículos

ofrecen los principios y los bloques de las convenciones de derechos humanos, tratados y

otros instrumentos jurídicos actuales y futuros.

La Declaración Universal de Derechos Humanos, junto con los dos pactos, el

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos

Económicos, Sociales y Culturales, componen la Carta internacional de los derechos

humanos

Universal e inalienable

El principio de universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del

derecho internacional de los derechos humanos. Esto supone que todos tenemos el mismo

derecho a gozar de los derechos humanos. Este principio, como se recalcó primero en la

Declaración Universal de Derechos Humanos, se repite en numerosas convenciones,

declaraciones y resoluciones internacionales de derechos humanos.

Los derechos humanos son inalienables. No deberían suprimirse, a excepción de

situaciones concretas y conforme a un procedimiento adecuado. Por ejemplo, el derecho a

la libertad puede restringirse si una persona es declarada culpable de un delito por un

tribunal de justicia.

Indivisibles e Interdependientes

Todos los derechos humanos son indivisibles e interdependientes. Esto significa

que un conjunto de derechos no puede disfrutarse plenamente sin los otros. Por ejemplo,
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avanzar en los derechos civiles y políticos facilita el ejercicio de los derechos económicos,

sociales y culturales. De igual modo, la violación de los derechos económicos, sociales y

culturales puede redundar negativamente en muchos otros derechos.

Equiparativo y no Discriminatorio

El artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que:

"todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos". La ausencia de

discriminación, establecida en el artículo 2, es lo que garantiza esta igualdad.

La no discriminación trasciende todo el derecho internacional de derechos

humanos. Este principio está presente en los principales tratados de derechos humanos.

Asimismo, supone el tema central de dos instrumentos fundamentales: la Convención

Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y la

Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la

Mujeres.

Derechos y obligaciones

Todos los Estados han ratificado al menos 1 de los 9 tratados básicos de derechos

humanos, así como 1 de los 9 protocolos opcionales. El 80% de los Estados han ratificado

4 o más. Esto quiere decir que los Estados tienen obligaciones y deberes conforme al

derecho internacional de respetar, proteger y cumplir los derechos humanos.

• La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de

interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos.


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• La obligación de protegerlos exige que los Estados protejan a las personas

y a los grupos contra las violaciones de derechos humanos.

• La obligación de cumplirlos supone que los Estados deben adoptar

medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos.

Mientras tanto, como personas individuales, aunque tenemos derecho a disfrutar de

nuestros derechos humanos, también debemos respetar y defender los derechos humanos

de otras personas

QUE SON LOS DERECHOS FUNAMENTALES


hace referencia a aquellas cualidades o valores esenciales y permanentes del ser humano

que son objeto de protección jurídica. Con esta denominación nos referimos también a los

derechos que están reconocidos y garantizados por la Constitución política del Estado, que es el

nivel superior de toda jerarquía normativa.

DERECHOS Y GARANTÍAS

Tradicionalmente se han identificado o confundido los términos “derechos” y

“garantías”. Actualmente se establece las diferencias entre los conceptos.

Los Derechos son aquellas facultades o valores esenciales que tiene cada persona y que están

reconocidos por el orden jurídico nacional e internacional; el reconocimiento expreso de un

derecho significa que no hay trabas para su ejercicio, salvo las limitaciones establecidas por el

mismo ordenamiento jurídico.

En cambio, las Garantías son los medios o instrumentos jurídicos establecidos para asegurar el

libre ejercicio de los derechos. Es decir, estas garantías están previstas para proteger a los

derechos cuando estos son vulnerados. Por lo tanto, sirven de freno contra la arbitrariedad y la

ilegalidad.
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Las garantías que están determinadas por la propia Constitución, son generalmente de carácter

procesal; así, la acción de amparo o de tutela, el hábeas corpus, hábeas data, acción de

inconstitucionalidad, entre otras.

DERECHOS Y DEBERES

Al hablar del tema de los derechos no podemos dejar de referirnos a los deberes, pues

éstos son el aspecto correlativo de los primeros: a cada derecho corresponde un deber. Se trata de

dos dimensiones de única realidad. Los derechos fundamentales y los derechos humanos en

general tienen que ser concebidos en esta doble e inesperable dimensión de derechos-deberes.

Lo dicho halla su fundamento en la propia naturaleza del ser humano, ser sociable por excelencia.

La misma convivencia social exige la interrelación de los derechos con sus correlativos deberes.

Además, el derecho -o mundo jurídico- no se considera en abstracto, sino conectado con la

sociedad concreta, donde las personas, al interactuar, dan origen a un complejo sistema de

derechos-deberes.

CONCIENCIA Y LUCHA POR LOS DERECHOS

FUNDAMENTALES

Bien se podría afirmar que la lucha por el respeto de los derechos y libertades

fundamentales del hombre se confunde con la historia misma de la humanidad. Desde la

antigüedad más remota, los diversos pueblos y civilizaciones fueron estableciendo estos atributos

humanos esenciales y básicos -vale decir derechos- para hacer posible una vida digna, justa y

libre.
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Esta lucha por los derechos va unida al esfuerzo por limitar el poder de los gobernantes, pues los

principales enemigos de las libertades y derechos han sido, y siguen siéndolo, los despotismo y

totalitarismos de cualquier especie.

Para limitar el poder del Estado se han proclamado diversas doctrinas políticas que luego fueron

recogidas por los ordenamiento jurídicos. Ejemplo de ello es la doctrina de la separación de los

tres clásicos poderes, así como el control ejercido en diversos niveles sobre los órganos del

Estado. Finalmente se ha llegado a la conclusión de que tan sólo un sistema democrático tendrá

vigencia los derechos y libertades fundamentales.

Surgieron, de este modo, diferentes documentos como la Carta Magna Inglesa de 1215 o fueron

algunos españoles de esta misma época.

CARACTERÍSTICAS DE LOS DERECHOS

FUNDAMENTALES

De conformidad con la naturaleza del ser humano, los derechos

fundamentales se caracterizan por ser inviolables e irrenunciables.

Son inalienables en cuanto no pueden ser transferidos a otras personas, a

diferencia de lo que sucede en los demás derechos.

Son, además, imprescriptibles porque no se adquieren ni se pierden por el simple

transcurso del tiempo, como ocurre con el resto de los derechos adquiridos o derivados.

En cuanto a su número, los derechos son ilimitados, lo cual impide

realizar una enumeración taxativa de los mismos; ésta será, necesariamente, enunciativa,

por lo que, en muchas constituciones, al establecer los derechos fundamentales, se deja la

posibilidad de que pueda haber otros derechos. Así lo hace la Constitución del Ecuador

en su Art. 19.
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Los derechos fundamentales no pueden considerarse como absolutos,

como ilimitados en cuanto se refiere a su goce y ejercicio. Como dice un distinguido

autor «no debe haber libertad contra la libertad que ningún individuo ni grupo use sus

derechos y libertades para destruir los derechos y libertades del hombre…» Los límites

están dados por el mismo convivir social: comúnmente suele decirse que el derecho de

una persona termina donde comienza el derecho de los demás.

La Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano expresa que: …el

ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene más límites que aquellos que

aseguran a los demás miembros de la sociedad el goce de los mismos derechos» (Art.4).

Efectivamente se establece como límites: el orden público, la moral, los derechos de

terceros y la seguridad de todos o las justas exigencias del bien común.

Clasificación de los Derechos Fundamentales

Para su estudio los derechos fundamentales han sido clasificados en:

Derechos Civiles y Políticos. - Fueron los primeros en aparecer y en ser

reconocidos, especialmente a partir del constitucionalismo clásico en el siglo XVIII. Están

conformados por los derechos típicamente individuales, es decir, otorgados a la persona con

independencia de su ubicación como parte de un grupo social.

Tienen como fin principal el de garantizar la vida , la libertad en sus diversas manifestaciones, la

igualdad ante la Ley, la seguridad de la libre circulación, reunión y asociación, la propiedad

privada, entre otros derechos.


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A estos derechos civiles se agregan los derechos políticos, es decir aquellos, que poseen

únicamente las personas que ostentan la calidad de ciudadanos, de donde viene la expresión

«gozar de los derechos de ciudadanía».

Derechos económicos, sociales y culturales. - Se caracterizan por

superar el viejo esquema del individualismo al considerarse que estos derechos, en su

mayoría, corresponden a las personas en cuanto forman parte integrante de un grupo

social determinado y tiene la finalidad de asegurar la satisfacción de sus necesidades

vitales.

La propia denominación de estos derechos deja traslucir sus

objetivos.

Tienen que ver con el amplio mundo del trabajo, de la previsión y seguridad social, con

los derechos de la familia y con las exigencias vitales de la sociedad, como son: salarios justos,

salud, educación, acceso a la vivienda y a los servicios públicos, función social de la propiedad y

otras más. A las normas constitucionales que los consagran, solemos llamarlas normas

programáticas.

Al asegurar estos derechos a los miembros de la comunidad se busca implantar la justicia social.

Sin embargo, los derechos económicos, sociales y culturales son de difícil concreción. Su

realización efectiva está condicionada por el grado de desarrollo socio-económico y político de

los Estados.

En cuanto a los derechos civiles y políticos, la protección y garantía que debe dar el Estado se

resume en no violarlos, en no lesionarlos mediante su acción u omisión. Para ello se señalan los

límites de la actividad estatal. Es decir, se establece un Estado pasivo, cuya obligación es la de

abstenerse.
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En cambio, en los derechos económicos, sociales y culturales, la obligación del Estado es crear

las condiciones necesarias para satisfacer los requerimientos de carácter económico, social y

cultural de la población, o de remover los obstáculos que impiden tal satisfacción. Estos derechos

son de aplicación progresiva, mientras que los civiles y políticos son de aplicación inmediata. En

cuanto a los derechos de la tercera generación, que son los más nuevos, necesitan de la

cooperación y solidaridad internacional para ser desarrollados, superando las limitaciones propias

de cada Estado.

No hay duda que todos los derechos forman una unidad indisoluble que fortalece su carácter

indivisible. No se contraponen, más bien se complementan. Entre los derechos fundamentales hay

una estrecha interrelación e interdependencia.

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE LOS DERECHOS HUMANOS Y

FUNDAMENTALES?

Los derechos fundamentales y los derechos humanos se diferencian, principalmente, en

una cosa: el territorio de aplicación. Los derechos fundamentales están incluidos en la

Constitución o carta de derechos de cada país; por su parte, los derechos humanos no tienen

limitación territorial.

Los derechos humanos son atributos que tienen todas las personas del mundo,

independientemente de su territorio, condición económica, social o personal, y son:

• Universales

• Inviolables
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• Intransferibles
• Irrenunciables

• Interdependientes
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CONCLUSIÓN

Durante el último medio siglo, los derechos humanos han ido adquiriendo cada vez

un mayor reconocimiento y aceptación. Sin embargo, es especialmente ahora cuando la

retórica debe dar sus frutos. Cuando la situación se hace ya insostenible es cuando el

auténtico valor de los derechos humanos se manifiesta como algo francamente

irrenunciable. Frente al pensamiento único, frente a los dogmas de la tecnocracia y de los

mercados desregulados, debemos reclamar el valor de la democracia y de lo público, tanto

desde la Ecclesia (instituciones públicas que rinden cuentas ante la sociedad) como desde

el Agora (espacios públicos y abiertos a la participación ciudadana).

Los poderes públicos tienen la gran responsabilidad de impedir que la crisis

económica se convierta en una crisis de derechos humanos. El saneamiento del sistema

financiero, la reducción de la prima de riesgo y el cumplimiento de los objetivos del déficit

no pueden realizarse a expensas de los derechos humanos. Es en periodos de tormenta

cuando los poderes públicos deben hacer valer su liderazgo para responder a las

necesidades de la ciudadanía. Es el momento de decidir si la salud, la vivienda, la educación

o la expresión de ideas en público son derechos humanos o meros privilegios reservados

para tiempos de bonanza económica.

Es bien sabido que el ideograma chino para la palabra “crisis” combina dos

significados: peligro y oportunidad. Está en manos de los responsables públicos aprovechar

esta oportunidad para reivindicar la libertad y la dignidad con más vigor que nunca.

La idea de que todas las personas, por el mero hecho de serlo, son titulares de una

serie de derechos inalienables es hoy por hoy comúnmente aceptada en las sociedades

democráticas y es inspiradora de nuestro ordenamiento jurídico. Además de su atractivo,


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esta idea tiene una serie de consecuencias prácticas y genera unas obligaciones

fundamentales para los poderes públicos.

Más que nunca en tiempos de crisis, los poderes públicos han de guiarse por los

siguientes principios de derechos humanos en el diseño de sus políticas públicas:

• Los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes.

• La igualdad y la no discriminación son el elemento vertebrador de todo el

sistema de derechos humanos.

• Las obligaciones de derechos humanos tienen una triple dimensión. Los

poderes públicos deben respetar, proteger y cumplir o realizar los derechos

socioeconómicos.

• Los derechos socioeconómicos deben ser realizados progresivamente “hasta

el máximo de los recursos” disponibles “por todos los medios apropiados”.

• Las medidas regresivas en relación con los derechos socioeconómicos son

en principio inadmisibles.

• Los poderes públicos deben rendir cuentas por sus acciones, garantizar el

derecho a la reparación, el acceso a la información, y la participación activa de la

ciudadanía.

En la práctica, dichos principios se traducen en las siguientes recomendaciones:


• El desarrollo legislativo de los derechos consagrados en la Constitución y

en el Derecho internacional debe respetar el contenido esencial de todos los derechos

humanos y ajustarse a los parámetros más garantistas del Derecho internacional de los

derechos humanos.
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• Las políticas públicas deben estar encaminadas a garantizar la igualdad,

entendida como capacidad y autonomía personales y como valor vertebrador de una

sociedad democrática. La igualdad socioeconómica es además de un valor en sí mismo, un

medio para asegurar el buen funcionamiento del sistema económico en su conjunto.

• Las políticas sociales son instrumentos necesarios para materializar el

acceso de todas las personas a los derechos socioeconómicos a los que tienen derecho.

Además de ser los vehículos conducentes a la realización de estos derechos, los servicios

de interés general son fuente de desarrollo económico, creación de empleo, prosperidad y

cohesión social.

• Como consecuencia del reconocimiento universal de los derechos humanos,

es necesario que los poderes públicos proporcionen datos desagregados para evaluar el

nivel de acceso y disfrute de los derechos socioeconómicos por parte de la población.

• Son los poderes públicos quienes soportan la carga de probar que los

recortes se justifican a la luz del conjunto de los derechos socioeconómicos y en plena

utilización del máximo de los recursos disponibles. En el caso de que una administración

se muestre dispuesta a adoptar medidas regresivas en términos de derechos, ha de elaborar

y publicar un estudio de evaluación del impacto que dichas medidas previsiblemente

podrían tener sobre los derechos humanos.


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BIBLIOGRAFIA

• https://es.wikipedia.org/wiki/Derechos_humanos

• https://www.un.org/es/global-

issues/humanrights#:~:text=Los%20derechos%20humanos%20son

%20derechos

,religi%C3%B3n%20o%20cualquier%20otra%20condici%C3%B3

n.

• https://www.ohchr.org/es/what-are-human-rights

• https://derechoecuador.com/los-derechos-fundamentales/

• https://blog.oxfamintermon.org/derechos-fundamentales-

cualesson/#:~:text=utilizarlos%20con%20criterio!-

,%C2%BFQu%C3%A9%20son%20los%20derechos%20fundamen

tales%3F,las%20personas%20por%20su%20dignidad

• https://es.wikipedia.org/wiki/Derechos_fundamentales

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