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MIRLA ARCELY RODRIGUEZ

Trastorno por consumo de sustancias y trastornos adictivos.

La característica esencial del trastorno por consumo de sustancias es la


asociación de síntomas cognitivos, comportamentales y fisiológicos que indican
que la persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de los problemas
significativos relacionados con dicha sustancia.

Los trastornos mentales inducidos por sustancias se desarrollan en el contexto


de una intoxicación o una abstinencia a sustancias de abuso, y los inducidos por
medicamentos se observan tras la administración de medicamentos prescritos
o sin receta que se toman en la dosis indicada. Ambos cuadros suelen ser
temporales y desaparecen aproximadamente un mes después de cesar la
abstinencia aguda, la intoxicación grave o la administración del medicamento.
Existen algunas excepciones que tienen lugar en los trastornos inducidos por
sustancias de larga duración: los trastornos neurocognitivo inducidos por
sustancias que se asocian a afecciones como el trastorno neurocognitivo
inducido por el alcohol, el trastorno neurocognitivo inducido por inhalantes, el
trastorno neurocognitivo inducido por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, y el
trastorno perceptivo persistente por alucinógenos. No obstante, la mayoría de
los trastornos mentales inducidos por sustancias/medicamentos,
independientemente de la gravedad de los síntomas, suelen mejorar
rápidamente tras la abstinencia y, en general, no persisten de una manera
clínicamente destacada más de un mes después de cesar el consumo.

Factores de riesgo y pronóstico

Temperamentales: los predictores de la progresión desde la no utilización al


consumo, y desde ahí al trastorno, son los trastornos por uso de sustancias no
inhalantes comórbidos y un trastorno de conducta o un trastorno de la
personalidad antisocial. Otros predictores son el inicio precoz de su consumo y
la asistencia previa a servicios de salud mental.

Ambientales: los gases inhalantes están amplia y legalmente disponibles,


aumentando el riesgo de mal uso. El maltrato o el trauma infantil también se
asocian con la progresión en los jóvenes desde la falta de consumo hasta el
trastorno.

Genéticos y fisiológicos: la desinhibición del comportamiento es una tendencia


general, altamente heredable, a no someter el comportamiento a unas formas
MIRLA ARCELY RODRIGUEZ

socialmente aceptables, a romper las normas y las reglas sociales y a


arriesgarse peligrosamente, en busca en exceso de recompensas a pesar de la
probabilidad de consecuencias adversas. Los jóvenes con gran desinhibición
comportamental presentan factores de riesgo de trastorno por consumo de
inhalantes, tales como, trastorno por consumo de sustancias de inicio precoz,
policonsumo y problemas tempranos de conducta. Debido a que la desinhibición
del comportamiento está sometida a una fuerte influencia genética, los jóvenes
de familias con problemas de sustancias y de comportamiento antisocial están
en especial riesgo de trastorno por consumo de inhalantes

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