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UNIVERSIDAD CONTINENTAL

ASIGNATURA:

DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL II

TEMA:

“TRATA DE PERSONAS”

INTEGRANTES:

DOCENTE:

(Ana Lucia Heredia Muños)


EL DELITO DE TRATA DE PERSONAS Y SUS DIVERSAS COMPLEJIDADES EN LA
LEGISLACIÓN PERUANA

THE CRIME OF HUMAN TRAFFICKING AND ITS VARIOUS COMPLEXITIES IN PERUVIAN


LEGISLATION

Fran Bonet Ramos Mamani*


Facultad de Derecho Universidad Continental

Resumen:
En la legislación peruana, el delito de trata de personas es un delito de naturaleza múltiple y
presenta problemas dentro de su interpretación. Estos problemas obligan al autor a investigar la
delimitación del bien jurídico protegido detrás de este delito, donde descansan a su vez derechos
personalísimos, la relación de dominio que antecede o es provocada por el agresor sobre la
víctima ya sean en mujeres con fines sexuales o fines comerciales. El enfoque probatorio que
supone esta reinterpretación del delito de trata de personas. Según el marco jurídico
mencionado, el autor examina los casos a nivel nacional e internacional y bajo diferentes
perspectivas doctrinales para llegar a una postura propia que es crítica y dar a conocer el delito
interpretando sus aspectos objetivos y subjetivos en sus aspectos doctrinales.

Palabras clave:
Tráfico de personas, tipicidad objetiva, bien jurídico, tipicidad subjetiva, antijuridicidad,
culpabilidad, tentativa y consumación, medios agravantes.

Abstract:
In Peruvian legislation, the crime of human trafficking is a crime of multiple nature and presents
problems within its interpretation. These problems force the author to investigate the delimitation
of the protected legal good behind this crime, where very personal rights rest, the relationship of
dominance that precedes or is caused by the aggressor over the victim, whether in women for
sexual purposes or commercial. The evidentiary approach that this reinterpretation of the crime
of human trafficking entails. According to the aforementioned legal framework, the author
examines the cases at the national and international level and from different doctrinal
perspectives to reach his own position that is critical and make the crime known by interpreting
its objective and subjective aspects in its doctrinal aspects.
Keywords:
Human trafficking, objective criminality, legal good, subjective criminality, illegality, guilt, attempt
and consummation, aggravating means.
1. INTRODUCCCION
El delito de trata de personas comprende el acto ilícito de reclutar, transportar, trasladar,
albergar, acoger, retener personas dentro del territorio de la República o transitar con este
con fines de explotación sexual u otros fines ilícitos. con las mismas características, Por
cierto, puede considerarse válidamente como una nueva forma de esclavitud, un crimen
transnacional o incluso crímenes contra la humanidad, cuya conducta viola derechos
humanos sagrados, en particular el derecho a la libertad, la dignidad, la seguridad de la
persona y el acceso a la justicia, el derecho a no ser vulnerado. el derecho a la esclavitud,
la servidumbre, el trabajo forzoso, el derecho a no ser sometido a tortura, el derecho a no
ser sometido a violencia de género, la libertad de movimiento, la salud física y mental, el
derecho a condiciones de trabajo justas y satisfactorias, el derecho a un nivel de vida
adecuado, el derecho a la seguridad social y el derecho a no ser vendido ni comercializado
entre otros. Por esto La creación de una apreciación personal y funcional del término punitivo
trata no solo para identificar, combatir, sancionar y erradicar esta creciente forma de crimen
organizado, sino también para monitorear de cerca su evolución que viene alcanzando y que
trasciende el ámbito nacional, lo que lo convierte en crimen organizado.

2. DESARROLLO:

2.1. ASPECTOS CRIMINOLÓGICOS DEL DELITO DE TRATA DE PERSONAS

La problemática de la trata de personas o llamado también “trata personas” es un fenómeno


criminal nacional y mundial, que afecta y lesiona a la dignidad de las personas, las cuales no
son más que víctimas, puesto que son afectados en sus derechos personalísimos. Se
considera que más allá de cumplir con sus cometidos, lo generan estas personas es
degradarlos, y humillarlos. Esta modalidad de delitos podríamos generalizarlo como un medio
o instrumento para conseguir objetivos, que por lo general son de carácter lucrativo.
El solo pensar que un ser humano someta a otra persona a un estado de servidumbre,
esclavitud, prostitución, mendicidad y muchas veces usando a otros como objeto para la
extracción de órganos es algo que no es aceptado por la sociedad, considerándose un acto
ofensivo a la a la conciencia humana. En la actualidad ver este tipo de actos no tiene un
argumento técnico, político o ideológico racional que permita este tipo de actividades, puesto
que no es aceptado por las personas por su manera de tratar al ser humano. Este tipo de
actos que en general no solo afectan a múltiples bienes jurídicos de carácter fundamental o
al sujeto individualmente, sino que también afectan a la humanidad entera en un estado de
derecho, toda vez que la sociedad permite el libre desarrollo, en un sentido humanístico, no
tolera y rechaza de manera sensible todo tipo de conductas atroces, que afectan a su
convivencia pacífica, por lo que necesario razonar sobre la victima afectada en su dignidad
ya materializado esta conducta prohibida. Es por ello que actualmente en el Perú y en el
congreso de la república se presentó un proyecto de ley el cual detalla y condiciona el delito
de trata de personas como un delito contra la humanidad, tipificándolo junto a otros delitos
como son el genocidio, tortura discriminación, desaparición forzada entre otros derivándolos
como actos de carácter especial.
Actualmente ante la posmodernidad em la que vivimos, de ninguna forma puede ser aceptada
la trata de personas, inclusive la mayoría de las naciones coinciden ante esta valoración de
este tipo de delitos y hacen lo hacen frente, erradicando o usando como medio racional de
protección de las personas al medio punitivo.
Los agentes involucrados en este tipo de delitos son caracterizados normalmente mediante
una red proactiva, es decir estos sujetos mediante una labor de captación de personas,
seducen, engañan, o usan la violencia para trasladar a sus víctimas a lugares donde son
privados de su libertad personal al punto de no poder ejercerlos con plenitud. Las desarraigan
de sus lugares de origen colocándolos muchas veces en una vulnerabilidad extrema hasta el
punto de explotarlos. Es por ello que son utilizados como objetos, medios de lucro, que mas
allá de atentar al libre ejercicio de su libertad personal, los afectan psicológica y mentalmente
poniendo en peligro su capacidad física. (Salinas Siccha, 2019, p. 668)
Este tipo de fenómenos mundiales no son extraños en el Perú, pues según las
investigaciones realizadas por el INEI en el Perú solamente durante el año 2022 se realizaron
más de 631 denuncias por el delito de trata de personas, esto cada vez va en incremento,
con esto corroboramos que la trata de personas con fines de explotación sexual han arrojado
que el nuestro es considerado como un país de origen, destino y tránsito de la trata de
personas internacional, bajo predominio de la trata interna.
Por otro lado, se ha verificado que, en nuestro país se acostumbra a realizar una gran
variedad de modalidades de tratas blancas bajo diferentes contextos laborales y sociales, por
ello involucra diferentes tipos de coacción y captación que se realizan en la legalidad e
informalidad, es aquí cuando se evidencia las explotaciones domésticas, la mendicidad, y por
ultimo la explotación sexual, identificando como uno de los destinos primordiales a los niños,
niñas y adolescentes. No obstante, parece que las formas sencillas de intervención delictiva
son las más comunes, especialmente en la selva y la sierra del Perú. La realidad peruana a
menudo presenta situaciones de comercio internacional o transfronteriza.
Ante tal preocupación y cruda realidad, en el Perú, se aprobó en el congreso en el año 2001
la resolución legislativa N° 27527 ratificando la convención de las naciones unidas para la
prevención de la delincuencia organizada y de prevención de trata de personas, al igual que
el protocolo Palermo que ratifica sanción para este tipo de actos. Este tipo de normas con
carácter supranacional señalan directrices que se deben implementar en la normativa interna
de los países miembros con la finalidad de ir desarrollando acciones con fin preventivo y
sancionador.
Pero ¿en qué radica la complejidad de la trata de personas? Para dicha respuesta tenemos
que hacer mención del Art. 3 del protocolo de Palermo del año 2000, el cual define ayuda a
“prevenir, reprimir y sancionar el delito de trata de personas”, dando inclinación a mujeres y
niños. Es aquí donde define a la trata de personas como:
a) “La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas
recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto al
fraude, al engaño al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la
concesión o recepción de pagos o veneficios para obtener el consentimiento de una
persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación”. Este tipo de
explotación incluyendo la prostitución ajena, asi como otras formas de explotación de
carácter sexual, también se hace mención a los trabajos o servicios forzados mediante
esclavitud servidumbre y extracción de órganos.
b) El consentimiento de una víctima para la explotación intencional, que es descrita en
el apartado a) del presente artículo no se tendrá en cuenta cuando se haya recurrido
a cualquiera de los medios enunciados en dicho apartado.
c) Por otro lado, habla del transporte, traslado o tipos de acogidas o receptaciones de
menores de edad con fines de explotación sexual o trata de personas.
d) En cuanto al niño se refiere, se entiende a todo menor de 18 años.
Esta disposición supranacional hace reconocimiento al interés de toda persona, por simple
hecho de serlo, a ser tratada como tal mas no como un tipo de objeto o instrumento, más aun
no se permite que estos sean humillados, degradados y cosificados. Por esta razón es de
interés proteger el bien jurídico mediante normas, procedimientos penales y que de ninguna
forma debe de confundirse como un intento de protección de la moralidad ni con una
infiltración encubierta de la moral, en el campo punitivo. (Salinas Siccha, 2019, p. 671)

3. El TIPO PENAL
Este hecho punible en el texto original indicaba en el Art. 153 del código penal como “tráfico
de menores incapaces” que fue objeto de modificaciones por la ley N.° 28950, el 16 de enero
del año 2007. Por esto es por lo que ya no resulta apropiado denominarla “tráfico de menores
incapaces” posterior a esta modificación y aplicación del Art. 153 del código penal, resultaba
adecuado denominarla “delito de trata de personas”, el cual de forma parcial estaba tipificado
en el derogado artículo 182 del Código penal. Por último, la Ley N.° 30251 con fecha de
octubre del año 2014, el legislador, volvió a modificar el contenido del tipo penal adecuando
lo siguiente:

1. El que mediante violencia o amenaza u otras formas de coacción, privación de


libertad, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad,
concesión o recepción de cualquier beneficio, capta, transporta, traslada, acoge,
recibe o retiene a otro, en el territorio de la República o para su salida o entrada del
país con fines de explotación, es reprimido con pena privativa de libertad no menor
de ocho ni mayor de quince años.
2. Para efectos del inciso 1, los fines de explotación de la trata de personas comprende,
entre otros, la venta de niños, niños o adolescentes, la prostitución y cualquier forma
de explotación sexual, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, cualquier
forma de explotación laboral, la mendicidad, los trabajos o servicios forzados, la
servidumbre, la extracción o tráfico de órganos o tejidos somáticos o sus componentes
humanos, así como cualquier otra forma análoga de explotación.
3. La captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención de niño, niña o
adolescente con fines de explotación se considera trata de personas incluso cuando
no se recurra a ninguno de los medios previstos en el inciso 1.
4. El consentimiento dado por la víctima mayor de edad a cualquier forma de explotación
carece de efectos jurídicos cuando el agente haya recurrido a cualquiera de los
medios enunciados en el inciso 1
5. El agente que promueve favorece, financia o facilita la comisión del delito de trata de
personas, es reprimido con la misma pena prevista para el autor.

De todo esto se desprende, que la captación, el transporte, traslado, acogida, recepción o


retención de un niño, de una niña o de un adolescente con fines de explotación es trata de
personas incluso en el caso de que no se utilice alguno de los medios mencionados en el
inciso 1. De igual manera, cuando el agente activo haya empleado cualquier medio coercitivo
mencionado en el inciso 1, el consentimiento otorgado por la víctima mayor de edad a
cualquier tipo de explotación no tendrá ningún efecto legal. (Alonso Álamo, 2006, p. 181)
4. TIPICIDAD OBJETIVA

Para comenzar a analizar este tipo penal es de pertinencia precisar que la modificación
realizada ha tenido como objeto aclarar la definición de trata de personas, a fin de facilitar la
correcta interpretación y aplicación por parte de todo aperador de la justicia, pues se
evidencia que delito proceso y por ello podemos decir que estamos ante un delito de
naturaliza compleja.

En este tipo de delitos podemos encontrar una variedad de eslabones partiendo desde la
identificación, captación, aislamiento de la víctima, esto en casos más próximos puede
incluso llegar a la privación de la libertad de la victima con finalidad de hacer uso de ella para
la producción de bienes o servicios en contra de su voluntad. Lo primero en afectarse es la
libertad personal y la segunda es el sometimiento a explotación de cualquier naturaleza. En
este sentido puede evidenciarse que el primer bien jurídico que se afecta es la libertad
personal, pero es necesario afirmar que este tipo de comportamientos son objeto de
confusión respecto a su aplicación, es por ello que se debe diferenciar la forma adecuada del
bien jurídico que se protege con la tipificación de las conductas anteriores, un claro ejemplo
es el caso de la explotación sexual, el bien jurídico protegido inicial seria la libertad personal,
y la acción posterior seria la afectación a la indemnidad sexual, o en el caso de menores la
extracción de tejidos y órganos.

El bien jurídico protegido inicial es la libertad personal y la acción posterior es la vida el cuerpo
y la salud de la víctima y la privación de libertad es un medio de afectación final del bien
jurídico protegido, pero lo que realmente se afecta seria la dignidad, puesto que estas
víctimas son muchas veces consideradas como instrumentos, mercancías u objetos para
conseguir fines personales y posteriores, con características lucrativas. (Salinas Siccha
2019, p, 674)

4.1. Tipos de conductas típicas y verbos rectores

En primer plano resulta sustancial definir los verbos rectores como núcleo para asi identificar
los supuestos delictivos que podemos atribuir al sujeto activo, o si la conducta se ha
materializado sin alguno de los verbos rectores, para así dar un inicio a la construcción del
tipo penal, asi como dar a conocer la forma de configuración de este tipo de delitos.

Los verbos rectores por los cuales se materializa la conducta típica son: captar, transportar,
trasladar, acoger, recibir o retener a la víctima en el territorio de la republica o para su entrada,
salida del país con fines de cualquier explotación o venta de niños, a continuación, veremos
cada uno de los supuestos de hecho:

a) Captar: la primera conducta que vemos es cuando el agente capta a la víctima, es


aquí cuando el agente atrae engaña, conquista, logra, o cautiva a la victima para
luego, hacer el uso de medios típicos en caso de mayores es el de trabajos con fines
de explotación, y en el caso de niños la captación para la venta. Normalmente el
agente atrae a su victima por medios de apariencia lícitos, legítimos o sentimentales.
Por otro lado, el agente puede realizarlos mediante actos fraudulentos como son la
amenaza, violencia o privándolos de su libertad, etc., los someten a trabajos para la
explotación.
b) Transportar: esta es considerada la segunda conducta que puede realizar el agente,
lo que constituye el transporte de la víctima del delito de un lugar a otro de trata de
personas, donde se realizará el trabajo de explotación o venta de niños. Aquí el
agente se limita a proporcionar el medio de trasporte a fin de que la propia víctima se
traslade por su cuenta o por cuenta de un tercero al lugar donde será objeto de
explotación.

c) Trasladar: Esta conducta se configura cuando el agente lleva, acompaña, traslada


de un lugar a otro a la víctima a fin de que luego, con el uso de los medios típicos
realice trabajos de explotación o venta de niños. Aquí, el agente aparte de
proporcionar el medio de transporte se traslada junto a la víctima al lugar donde esta
desarrollará los actos de explotación lógicamente en beneficio de aquel.

d) Acoger: Se verifica cuando el agente ampara, atiende, hospeda o alberga a la víctima


a fin de que luego, con el uso de los medios típicos en caso de mayores de edad, sea
sometida a trabajos de explotación o venta de niños.

e) Recibir: Otro supuesto que puede realizar el agente es el de recibir a la víctima del
delito. Esta conducta se configura cuando el agente recibe, decepciona, o admite a la
víctima a fin de que luego, con uso de los medios típicos sea sometida a trabajos de
explotación o venta de niños. Aquí, a diferencia del supuesto anterior, el agente recibe
a la víctima y le obliga a efectuar labores de explotación sexual o de otra naturaleza,
pero sin darle necesariamente hospedaje.

f) Retener: Esta conducta aparece cuando el agente retiene, sujeta, secuestra o priva
de su libertad ambulatoria a la víctima a fin de que luego, con el uso de los medios
típicos en caso de mayores de edad, sea sometida a trabajos de explotación o venta
de niños

4.2. El Perú y la trata de personas

En el Perú la trata de personas posee tres tipos de variantes. Este tipo de conductas
pueden efectuarse dentro del territorio nacional (inicia y termina el proceso dentro del
Perú) asi como pueden comenzar y terminar fuera del territorio nacional aquí se
presentan los supuestes siguientes:

El proceso de trata comienza e inicia en territorio del Perú y finaliza en territorio de país
extranjero, puede ser país vecino o país lejano y viceversa cuando comienza en país
extranjero o lejano y termina en el territorio peruano.

Por ejemplo, se puede dar el supuesto delictivo cuando el agente haciendo el uso
amenaza induce o convence a la víctima para que se traslade dentro del territorio
nacional con la finalidad de dedicarse a la prostitución o en otro caso pornografía u otro
tipo de explotación sexual. Otro tipo de casos sucede cuando el agente amenaza o usa
violencia obligando a la victima a salir del Perú, para trasladarse a otro país, para ejercer
la prostitución o pornografía como formas de explotación sexuales. (Salinas Siccha,
2019, p. 676)
4.3. Medios coactivos de ejecución

a) Uso de Violencia: este es un medio usado para facilitar la captación de las víctimas,
es uno de los medios que coadyuva al traslado, transporte, recepción de víctimas o
retención, si por alguna razón se presenta este tipo de situaciones, el agente no tiene
más alternativa que usar la violencia para asi obligar al sujeto pasivo, con una finalidad
especifica, ya que pro el contrario no configuraría el supuesto hecho del delito de trata.

Hablamos de del uso de la violencia cuando esta conducta esta dirigida con la
finalidad de anular la resistencia de la victima o de un tercero para asi facilitar el ilícito
penal, este es usado por el sujeto activo para evitar toda resistencia al traslado o para
evitar que la victima fuge del lugar de los hechos. Es un aspecto menos importante
mencionar que la violencia debe de estar dirigida contra personas y no simplemente
contra objetos o cosas.

Por último, debemos resaltar que la intensidad de violencia no parece estar tipificado
en nuestra legislación, por lo que los operadores jurídicos tendrán que apreciarlo de
una manera diferente en cada caso según su valoración de hechos, para asi
determinar si la violencia aplicada es fue meramente idónea o necesaria para que el
sujeto activo logre sus objetivos propuestos, de evidenciarse una violencia
suficientemente intensa estaríamos ante el delito de trata de personas de manera
agravada.

b) El uso de amenaza:

La amenaza de da ante un mal anuncio o perjuicio inminente ya sea para vida o


integridad física de la víctima, con la finalidad de intimidarla, y asi evitar que se oponga
a la captación, traslado, acogida, recepción, o retención. No existe la necesidad de
que la amenaza sea de tipo vencible, puesto que solo es necesario que esta amenaza
idónea y suficiente para lograr el objetivo que persigue el sujeto. Este tipo de
amenazas pueden ser escritas o efectuadas de manera verbal o cualquier otro medio
suficiente para intimidar a la víctima, encaso contrario es indispensable verificar si la
capacidad psicológica del sujeto pasivo ha sido suprimida en su totalidad o de algún
modo enervada.

La amenaza posee un grado de eficacia según las condiciones y circunstancias en la


que se da, muchas veces influye la edad, su contexto social o familiar por el cual es
rodeado, donde muchas veces concurren amenazas con un factor decisivo para la
intimidación.

Estos supuestos deben requerir condiciones como son: la creencia firme o la


posibilidad de que recaiga dicho mal con que se amenaza, la victima debe creer que
al no poner resistencia y dando su consentimiento para ser trasladado, transportado
acogido o retenido, asumiendo que asi evitara el perjuicio que se le anuncia, en todo
caso es importante que la victima lo crea. Debemos resaltar finalmente, un aspecto
importante es que la amenaza debe de estar dirigida a causar un daño a ya sea ala
vida o integridad física de la persona, ya sea propia o de terceros.

c) Privación de libertad:
se presenta este medio típico cuando el agente primero secuestra o priva de su
libertad ambulatoria a su víctima, luego le obliga a realizar conductas tendientes a
lograr su objetivo. aquí, la víctima tiene la condición de rehén. esta se presenta cuando
por cualquier medio y en cualquier forma, la víctima se encuentra bajo el poder del
agente, ilegítimamente privada de su libertad personal de locomoción. Javier villa stein
enseña que la conducta de mantener en calidad de rehén a una persona implica
violentar la libertad ambulatoria y locomotora del sujeto pasivo o un tercero e invadir
su libre desplazamiento. (Villa stein,2001, p. 154)

d) Fraude

Esta supone una acción contraria a la verdad y a la rectitud que realiza el agente con
la finalidad de perjudicar a la víctima en su libertad y, por ende, en su dignidad de
persona. el fraude puede materializarse por diversas conductas específicas como
astucia, ardid, artificio, embuste, truco, argucia, etc. la astucia es la simulación de una
conducta, situación o cosa, fingiendo o imitando lo que no se es en realidad o lo que
no existe con el objeto de hacer caer en error a la a la víctima. Muchas veces el agente
usa la confianza brindada por la victima o lo realiza mediante astucia,

El ardid es el mecanismo empleado, para lograr que una persona caiga en error. El
artificio es la deformación mañosa de la verdad con el fin de hacer caer en error de
apreciación a otra persona que observa la materialidad externa y aparente de una
realidad. En el artificio va incluida la idea de engaño, pero también la del arte puesto
con juego para que el engaño triunfe, de donde se desprende el aserto que la simple
mentira no constituye engaño o artificio, sino cuando esté acompañada de ciertos
otros elementos que le den credibilidad. Se requiere lo que los franceses denominan
mise in scene.

El único es la apariencia engañosa, hecha con arte para inducir a error a otra persona.
El embuste es una mentira disfrazada con artificio. La argucia es un argumento falso
presentado con agudeza o sutileza cuyo fin es hacer caer en error a la víctima. (Villa
stein, 2001, p. 154)

e) El engaño

El engaño se define como la alteración de algo verdadero o real que puede llevar a
una o varias personas a equivocarse. En otras palabras, el engaño se refiere a la
acción o efecto de hacer creer a alguien algo que no es verdad, con palabras o de
cualquier otro modo.

Sin embargo, para que se produzca el fraude y el engaño en el delito de trata de


personas, los medios comunes empleados deben ser adecuados y suficientes para
inducir al sujeto pasivo a dar su consentimiento para la explotación o venta de niños
mediante la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención. Al evaluar
el comportamiento, el juez debe determinar si el método fraudulento empleado por el
agente fue adecuado y suficiente para llevar a la víctima a cometer un error. El
operador jurídico debe realizar esta evaluación debido a las circunstancias específicas
de tiempo y forma.
f) El abuso de poder

Este medio típico de comisión se presenta cuando el agente que. dentro de un grupo
social tiene cierto poder económico, político, académico o social. se aprovecha de tal
situación y abusando de su poder proceda la promoción, o favorecimiento,
financiación o brindar facilitar la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o
retención de la víctima con fines de explotación o venta de niños.

g) Abuso de una situación de vulnerabilidad

La situación de "vulnerabilidad" se debe entender como la situación de desventaja en


que se encuentra la víctima, ello como consecuencia de la carencia de recursos
económicos, la falta de oportunidades, la violencia política o la violencia familiar, etc.,
que son aprovechadas por las organizaciones criminales para identificar y captar a
sus víctimas o por personas inescrupulosas que a través del engaño someten a una
persona a labores o trabajos de explotación.

h) Concesión o recepción de pagos o cualquier beneficio

Este medio típico se configura cuando el agente ofrece y luego entrega o concede a
la víctima pagos o beneficios que generalmente son dinero. o mejor, cuando el agente
entrega el pago o algún beneficio, y la víctima lo recepciona con la finalidad que no
oponga resistencia y de esa forma facilitar su captación, transporte, traslado, acogida,
o retención dentro del territorio de la República, o para su salida del país con fines de
explotación.

Por disposición expresa del tercer inciso, artículo 153 del CP, la captación, transporte,
traslado, acogida, recepción o retención de niño, niña o adolescente con fines de
explotación se considerará trata de personas, incluso cuando este no concurra dentro
de los medios típicos señalados y explicados. Es decir, asi no utilice la amenaza, por
ejemplo, y por contrario la victima presta su natural consentimiento para ser sometido
a actos de explotación sexual, si es menor de 18 años se configura de igual manera.

4.4. Finalidad del agente

Las conductas desarrolladas por el agente, hasta aquí, tienen su única y primordial
explicación en la finalidad u objetivo que le mueve o guía. La finalidad es lo fundamental para
la configuración del delito y no confundirlo con otros delitos. Si en un caso, por ejemplo, se
llega a verificar que el sujeto activo de las conductas iniciales ya explicadas no tenía como
finalidad someter a la víctima a la explotación, sino solo privarle de su libertad ambulatoria
para obtener luego un rescate, el delito de trata de personas no se configura. El hecho grave
será tipificado como secuestro. En efecto, el desarrollo de las conductas iniciales debe estar
encaminado a conseguir el objetivo al agente propuesto

La respuesta por el sujeto la encontramos activo, pero ¿cuál es la finalidad de guía del agente.
La respuesta la encontramos en el inciso segundo, artículo 153 del Código Penal. Allí se
prescribe que la conducta del agente debe efectuarse en perjuicio de la víctima, con fines de
explotación, lo que comprende, entre otros, la venta de niños, niñas o adolescentes. la
prostitución y cualquier forma de explotación sexual, la esclavitud o prácticas análogas a la
esclavitud, cualquier forma de explotación laboral, la mendicidad, los trabajos o servicios
forzados, la servidumbre, la extracción o tráfico de órganos o tejidos somáticos o sus
componentes humanos, así como cualquier otra forma análoga de explotación.

El delito de trata de personas no requiere para su configuración que la víctima sea


efectivamente explotada, sino, según la redacción de la nueva fórmula legislativa, es
suficiente para efectos de su consumación, que el agente lleve a cabo o realice las conductas
prohibidas (captación, transporte, traslado, etc.) con la intención o pretensión ulterior de
explotar a su víctima. En este sentido, la finalidad de explotación constituye un elemento
subjetivo del tipo penal, en estricto, estamos ante un elemento subjetivo de tendencia interna
trascendente.

En conclusión, el delito de trata de personas sanciona penalmente conductas iniciales de


todo un proceso de explotación humana. Es la primera fase del ciclo de explotación de
personas. De modo que, si el agente luego de los actos iniciales llega a consumar realmente
la explotación de su víctima, el hecho ya no será tipificado como delito de trata de personas,
sino será tipificado como de los delitos de explotación de seres humanos.

4.5. Bien jurídico protegido

El interés o bien jurídico general que se busca proteger lo constituye el derecho a la libertad
personal de las personas, esto es, la libertad ambulatoria tanto de menores o mayores,
capaces o incapaces. Pero en forma más específica, considero que con la tipificación de los
supuestos que conforman en conjunto el delito de trata de personas, se busca proteger la
dignidad de las personas mayores o menores con el sentido de no ser tratadas como
instrumentos o cosas para conseguir algún fin lícito o ilícito. Dignidad que sin duda alguna es
lesionada o puesta en peligro por cualquiera de los supuestos delictivos que comprende el
delito de trata de personas, independientemente de la finalidad que persiga el agente

Si la libertad personal es vulnerada, el sentido de la vida no será la expresión de los reales


deseos de la persona; por tanto, su actuación no representará su voluntad, lo que dañaría de
esta manera la esencia de la personalidad y, así, su condición humana. Esta afectación
recorta las condiciones mínimas que todo ser humano requiere para su normal
desenvolvimiento social, limita la protección de las relaciones entre las personas y de estas
para con su medio social bajo el amparo del Estado. Por ello, en la trata de personas, cuando
se identifica, capta o traslada a víctimas a través de los medios típicos de comisión, se afecta
gravemente el sentimiento de tranquilidad de la víctima, así como su libertad en la formación
de su voluntad, impidiéndole asumir una decisión libre Y espontánea. Incluso, si se trata de
menores de 18 años, la afectación a la toma de decisiones se presume de pleno derecho,
toda vez que su consentimiento no cuenta en estos casos. Así, en los casos concretos, se
verifique que la menor ha prestado su libre y aparentemente espontáneo consentimiento para
ser explotada, el delito se configura debido a que su consentimiento es irrelevante.

En suma, el bien jurídico que se protege con el delito de trata de personas es la libertad
personal en sentido general, y la dignidad de las personas en sentido específico. Y es la
dignidad humana el bien jurídico específico que se pretende proteger con la tipificación de
este grave hecho delictivo, pero no solo por constituir una postura que se concilia con la
perspectiva asumida por diversos instrumentos internacionales de protección frente a los
actos que en conjunto se denomina trata de personas, sino también porque así se impide
considerar a un ser humano como una cosa disponible o instrumento de otro ser humano
4.6. Sujeto activo

El agente o sujeto activo de la conducta delictiva puede ser cualquier persona sea varón o
mujer mayor de 18 años. El tipo penal no exige alguna cualidad o calidad especial en el
agente. Es un delito común o de dominio, por lo que ante una pluralidad de agentes que
hayan participado en la comisión del delito de trata de personas, para determinar quién es
autor y quién es cómplice primario o secundario o instigador, debe hacerse uso de la teoría
del dominio del hecho.

4.7. Complicidad primaria

Entre las novedades criticables de la Ley N. 0 30251, de octubre del 2014, que ha venido a
modificar el artículo 153 del Código Penal' está la separación de lo que antes de la
modificatoria se consideraban autores del delito de trata de personas. Con la modificatoria se
ha separado a los que utilizan los elementos típicos para someter a las víctimas, de los que
promueven, favorecen, financian o facilitan tales actividades ilícitas. A los primeros se les
considera autores; y a los segundos cómplices primarios.

En efecto, en el inciso 5, artículo 153 modificado, el legislador ha establecido que el agente


"que promueve, favorece, financia o facilita la omisión del delito de trata de personas, será
reprimido con la misma pena para el autor". Es decir, según la fórmula legislativa modificada,
aquellos que promueven y financian esta ilícita actividad, tendrán la misma pena que el autor,
esto es, son considerados simplemente como cómplices primarios, si consideramos lo
previsto en el primer párrafo, artículo 25 del Código Penal que señala "el que, dolosamente,
presta auxilio para la realización del hecho punible, sin el cual no se le hubiere perpetrado,
será reprimido con la pena prevista para el autor".

No deja de llamar la atención este tratamiento legislativo, pues cualquier iniciado en derecho
penal sabe perfectamente que el que dolosamente promueve una conducta ilícita posterior
es autor del delito, pues sabe perfectamente que en el acto posterior se hará uso de los
medios vedados para someter a la víctima. El que promueve o favorece sabe perfectamente
que, en la planificación del delito, o mejor, en lo que se denomina reparto de roles, es otro
agente el que tiene el rol de hacer uso de la violencia o amenaza, etc. El que financia o
promueve sabe que según el reparto de roles a él no le corresponde hacer uso de los actos
típicos de sometimiento. Sabe que tiene otro rol cual es captar de buena manera a la víctima.

Es más reprochable la posición asumida por el legislador, cuando bien se sabe que, en el
delito de trata de personas, aquellos que promueve, favorecen, financian o facilitan los actos
de trata de personas, son los verdaderos dueños de estos grandes negocios ilícitos. En este
contexto, es razonable en el Perú, afirmar que al considerarse como autores a los que
promueven, favorecen, financian o facilitan se vulnera "el principio constitucional de
proporcionalidad. pues estas solo son formas de modalidades de participación (complicidad
o instigación) en la captación, transportes, etc. Las conductas de participación son una forma
de ataque al bien jurídico menos grave que las conductas de autor, por lo que el principio de
proporcionalidad exige no penarlas de la misma manera". En nuestro contexto, al
considerarse al dueño del negocio ilícito como simple cómplice sí se afecta en forma flagrante
el principio constitucional de proporcionalidad.

En un delito proceso donde participan muchas personas, existe reparto de roles entre los
autores. Y en este reparto, si ponemos atención de cuál es el rol más importante, llegamos a
la conclusión que el financista, por ejemplo, cumple un rol fundamental al punto que, sin él,
el negocio ilícito no empieza su funcionamiento o, en todo caso, sin el financiamiento, el
negocio concluye. Es totalmente arbitrario separar a los autores de un delito en autores y
cómplices como lamentablemente se ha hecho con la Ley N.° 30251.

Mucho más si se toma en cuenta, tal como lo sostiene Vélez Fernández que la trata de
personas es un delito contra los Derechos cometido por una organización criminal
generalmente con redes internacionales, cuyos miembros suelen ser altamente calificados y
experimentados.

De modo que, haciendo dogmática penal, los siguientes actos son simple complicidad
primaria o, según sea el caso, instigación

a) Promover:
Se configura cuando el sujeto estimula, instiga, anima' induce o promueve la
captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención de la víctima, en el
territorio de la República o para su salida o entrada al país con fines de explotación
de cualquier naturaleza.

b) Favorecer: Sc configura cuando la persona asiste, auxilia, sirve, apoya o ampara la


captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención de la víctima, en el
territorio de la República o para su salida o entrada al país con fines de explotación
de cualquier naturaleza.

c) Financiar: Se verifica cuando el agente financia, coopera o contribuye


económicamente en la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención
de la víctima, en el territorio de la República o para su salida o entrada al país con
fines de explotación de cualquier naturaleza.

d) Facilitar: Se configura cuando el sujeto coopera, ayuda, facilita, secunda o contribuye


a la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención de la víctima, en
el territorio de la República o para su salida o entrada al país con fines de explotación
de cualquier naturaleza.

4.8. Sujeto pasivo


La víctima o el sujeto pasivo también puede ser cualquier persona, sea varón o mujer, mayor
o menor, capaz o incapaz de valerse por sí mismo.

Por otro lado, en este delito el objeto de la acción es la persona sometida a la trata, por lo
que el sujeto pasivo y el objeto material del grave delito coinciden.

5. TIPICIDAD SUBJETIVA
En la conducta desarrollada por el agente se exige necesariamente la presencia del elemento
subjetivo "dolo". No es factible la comisión por culpa.
Además, se exige la presencia de un elemento subjetivo adicional al dolo constituido por el
propósito o intención que motiva al agente, es de captación, transporte, traslado, acoger o
retener a otro con la finalidad que la víctima ejerza actos de explotación.
Si en determinado comportamiento se verifica que dicha intención no existió en la voluntad
del agente al realizar alguno de los supuestos fácticos que recoge el artículo 153 del Código
Penal, el delito no aparece constituyendo una conducta penalmente irrelevante por atípica o,
en su caso, el hecho configurará otro delito.

De modo que se trata de un delito de tendencia interna trascendente, un delito mutilado en


dos actos: el autor debe primero apoderarse de la víctima, "hacerla suya" si cabe la expresión,
retirarla o excluirla del goce de su libertad y de todos los mecanismos de tutela propios del
Estado de Derecho, para luego, en otro momento tener la posibilidad de someterla a las
diferentes formas de explotación que describe la ley.

En la misma línea, García Navarro sostiene que se constata la imputación subjetiva solo a
título de dolo directo mas no eventual, ya que la voluntad del sujeto activo se refuerza con la
necesaria concurrencia alternativa de elementos subjetivos típicos (tipo de tendencia interna
trascendente) ya sea para fines de explotación o venta de niños.

6. ANTIJURIDICIDAD
Una vez que se verifica que la conducta en análisis reúne todos los elementos objetivos y
subjetivos de la tipicidad, corresponde al operador jurídico determinar si en ella concurre
alguna causa de justificación de las previstas en el artículo 20 del Código Penal. Si se verifica
alguna causa de justificación, la conducta será, muy bien, típica pero no antijurídica y, por
tanto, se excluirá del campo de los delitos.

En principio, puede alegarse que el consentimiento expresado por la víctima mayor de 18


años de edad puede convertirse en una causa de justificación, sin embargo, si se verifica que
tal consentimiento se obtuvo a través de cualquiera de los medios de comisión típicos, tal
consentimiento no ampara ni fundamenta la justificante. Esta conclusión se evidencia de la
interpretación del contenido del tipo penal del artículo 153. No obstante, además, así aparece
prescrito en el segundo inciso, artículo 3 del Protocolo de Palermo: el consentimiento dado
por la víctima de la trata de personas o toda forma de explotación intencional no se tendrá en
cuenta cuando se haya recurrido a cualquiera de los medios típicos.

7. CULPABILIDAD
Acto seguido, de verificarse que en la conducta típica de trata de personas para fines de
explotación o venta de niños no concurre alguna causa de justificación, el operador jurídico
entrará al análisis para determinar si la conducta típica y antijurídica puede ser atribuida a su
autor. En esta etapa tendrá que verificarse si al momento de actuar el agente era imputable,
es decir, mayor de 18 años y no sufría de alguna

anomalía psíquica que le haga inimputable. También se verificará si el agente al momento


de exteriorizar su conducta, etiquetada como trata de personas, conocía la antijuridicidad de
su actuar, es decir, se verificará si el agente sabía o conocía que su conducta estaba
prohibida por ser contraria al derecho. Luego, determinará si el agente pudo actuar o
determinarse de modo diferente al de cometer el delito.
8. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
Los supuestos delictivos de captación, transporte, traslado, acoger, recibir o tener a la víctima
se perfeccionan o consuman en el momento en que se verifica el inicio de tales actos
haciendo uso Para tales efectos de los medios típicos de comisión como son la violencia,
amenaza, engaño, fraude, etc. Con la firme finalidad de explotación, la misma que comprende
entre otros, a venta de niños niñas o adolescentes; la prostitución y cualquier forma de
explotación sexual, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud; Cualquier forma de
explotación laboral, la mendicidad, los trabajos o servicios forzados, la servidumbre, la
extracción o tráfico de órganos o tejidos somáticos o sus componentes humanos, así como
cualquier otra forma análoga de explotación.

En consecuencia, no se exige, a efectos de la consumación, que la víctima llegue a practicar


realmente la prostitución, por ejemplo. Es decir, no es necesario en la imputación del
resultado propuestos constatar por que el efectiva-agente mente se ha logrado concretizar
los fines al iniciar y desarrollar su accionar. Si llega a verificarse que la finalidad propuesta
por el agente se produjo en la realidad, estaremos ante lo que se denomina un delito agotado.

En este sentido, Bramont-Arias Torres y García Cantizano comentando el artículo 182 del
Código Penal que regulaba el delito de trata de personas en forma parcial, afirmaban: el delito
se consuma, bien con el logro de la entrada o salida del país de personas para que ejerzan
la prostitución, o bien con su traslado dentro de la República, por lo que es indiferente lo que
ocurra después, es decir, no es necesario para la consumación que las personas practiquen
relaciones sexuales.

De modo que, si se verifica, por ejemplo, que a la víctima se le sometió por la violencia con
la finalidad de explotación sexual y se le estaba trasladando de Lima a Iquitos donde se
realizarían los actos sexuales, y en estas circunstancias es descubierto el delito e intervenido
al autor, este será imputado por el delito de trata de personas consumado. En esa línea, se
configurará la tentativa cuando el agente es descubierto en circunstancias que recién está
realizando actos p lograr la captación de la víctima.

9. PENALIDAD
Una vez que el agente o sujeto activo es sometido al debido proceso penal y es encontrado
responsable penalmente por el delito de trata de personas, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de 8 ni mayor de 15 años, y a los cómplices primarios se les impondrá
la misma pena que al autor por disposición expresa del inciso 5, 153, modificado por la Ley
Nao 30251,

1. CONCLUSIÓN:

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:

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