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Facultad de Educación
Santiago, Chile
2022
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Unidad 2: Planificación y Evaluación del lenguaje oral ambientes e
interacciones que favorecen el desarrollo del lenguaje enprimer y segundo
nivel de Educación Parvularia
Tabla 1
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Sin un dominio disciplinar, un agente educativo podría pensar que este
objetivo sólo apunta a que los niños y niñas se expresen oralmente, es decir,
que hablen. En virtud de lo anterior, es completamente válido y pertinente el
diseño de instancias de conversación libre. Sin embargo, el conocimiento
adquirido en la primera unidad de este hito evaluativo nos permite identificar
que el foco de este objetivo es el nivel morfosintáctico. En palabras sencillas,
se espera que los párvulos construyan oraciones simples (con un verbo) y que
respeten patrones gramaticales básicos. Ante esta situación, cabe
preguntarnos, a nivel gramatical, ¿qué podría esperarse en un niño de 3 años?
Si revisamos los hitos del desarrollo del lenguaje a nivel morfosintáctico vemos
que hacia los 3 años los párvulos son capaces de construir oraciones con una
longitud de 3 a 4 palabras, incorporando nexos gramaticales tales como
conjunciones, preposiciones, incluso artículos y adjetivos. Por tanto, un
educador con dominio disciplinar en el área de lenguaje planificaría juegos o
diversas actividades con la intención de potenciar la longitud de las oraciones
construidas por los niños, o bien, en donde se incorporen diversos tipos de
palabras que cumplan la función de nexos gramaticales, tales como artículos,
preposiciones, conjunciones, entre otros.
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A fin de favorecer el trabajo pedagógico, a continuación, se presentan
algunas sugerencias para potenciar los diferentes niveles del lenguaje.
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Tabla 2
Concepto Definición
Fonema Unidad mínima de sonido de una lengua. En español, existen 24
fonemas totales, sin embargo, en el español de Chile son 22 fonemas
(5 vocálicos y 17 consonánticos). En nuestro país, para diferentes
letras del alfabeto existe un mismo fonema, por ejemplo, B y V; S, C y
Z; K, Q y C. De igual modo, para otros fonemas, no existe una letra
del alfabeto
asociada, como en el caso del fonema /CH/.
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Tal como lo señala la teoría innatista, los niños no necesitan realizar
ejercicios especiales para adquirir el sistema fonológico de su lengua (Monfort,
2016). Sin embargo, los educadores podemos contribuir en este proceso,
especialmente en casos donde los pequeños no cuenten con una estimulación
apropiada en sus hogares o, bien, presenten algunos cuadros de inmadurez o
dificultades articulatorias. Existen 3 grandes aspectos que se deben considerar
a la hora de potenciar el nivel fonológico (Monfort, 2016). El primero de ellos,
la atención y la discriminación auditiva. El segundo, la motricidad bucofacial. Y
la tercera, aunque no menos importante, la motivación.
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Básicamente, en el trayecto pueden escuchar una variedad de sonidos
(naturales o artificiales), que podrían indicar ciertos desafíos, como correr si
identifican un rugido de león, nadar si escuchan la lluvia, reptar si escuchan
una campana, entre otros.
En el mercado, existen algunos recursos didácticos que permiten
trabajar la discriminación auditiva, por ejemplo, los bingos o loterías, tal como
se observa en la siguiente imagen.
Imagen 1
Fuente: https://www.dactic.cl/inicio/3087-material-didacticos-loteria-discriminacion-auditiva-
dactic.html
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Este es el link al canal de YouTube
https://www.youtube.com/watch?v=NH3kqcGDClI
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Estas instancias pueden desarrollarse en cualquier momento de la
rutina, por ejemplo, en transición de una experiencia a otra, en la muda,
ingesta o alimentación, en las experiencias de aprendizajes, incluso en el
patio.
Para que las rutinas de juegos comunicativos tengan éxito, se requiere
de una disposición por parte de los educadores a atender e interpretar los
mensajes de los lactantes, concibiéndolos como actos comunicativos. Lo
anterior, aunque todavía no existan palabras. De igual modo, se requiere de
responsabilidad, es decir, la disposición a responder de manera inmediata y
relacionada con lo que el niño o niña comunica.
Tabla 4
Propósito Definición Ejemplo
Expandir El educador agrega • N: “El elefante tiene una
información nueva a lo que el larga trompa”
niño o niña ha dicho • E: “Efectivamente, el
previamente. elefante tiene una larga
trompa que es un músculo,
por eso es larga y flexible”
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Sondear El educador solicita más • N: “Mi mamá le puso la piel a
información al niño o niña plátano”
para entender mejor lo que • E: “¿Tu mamá le pone la piel
quiere decir o formula algunas sólo a los plátanos o a otras
preguntas para explorar la frutas también?, ¿cómo le
lógica infantil. puso la piel?”
En los días siguientes, se repite la rima, esta vez invitando a los niños
a imitar los sonidos y los movimientos. Es importante tener paciencia y no
corregir a los niños. De igual modo, este ejercicio debe realizarse durante un
mes, de ser posible, siempre a la misma hora. En el siguiente link tendrás
acceso al blog de Tamara Chubarovsky, en donde podrás observar algunas de
las rimas con movimiento que esta pedagoga sugiere:
https://www.youtube.com/watch?v=UJjE3biof6g Otro recurso que favorece
grandemente el desarrollo fonológico en los niños y niñas es el folklore
poético.
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Se ha señalado que uno de los géneros literarios más ricos en la
tradición oral es la lírica infantil, donde encontramos una gran variedad de
formas poéticas, tales como adivinanzas, retahílas, trabalenguas, canciones,
entre otras. Estas manifestaciones se caracterizan por ser juegos fónicos y
semánticos, onomatopeyas y repeticiones, donde el ritmo y la sonoridad
priman por sobre el significado (Belmar, 2011), por consiguiente, son de fácil
memorización. De igual modo, promueven el juego e introducen a los niños y
niñas en el mundo de la literatura.
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Algunos conceptos claves que un educador en formación debe manejar
a fin de potenciar el nivel semántico del lenguaje, se presentan en la siguiente
tabla.
Tabla 5
Concepto Definición
Significante Corresponde a la secuencia de fonemas o de letras que
percibe el hablante, es decir, la palabra. Ejemplo, mesa.
Significado Es la imagen psíquica que está asociada a un determinado
significante. Por ejemplo, la representación mental de un
mueble compuesto por una superficie horizontal, lisa,
sostenida por una o más patas que permite dejar cosas
encima o realizar actividades sobre ella, tales como comer.
Sema Rasgos mínimos en que puede descomponerse el
significado de una palabra. Por ejemplo, silla, es un asiento,
con patas, sin brazos, con respaldo, para una persona.
Vocabulario Corresponde al conjunto de palabras que un
activo hablantecomprende y usa habitualmente.
Vocabulario Corresponde al conjunto de palabras que un hablante
pasivo es capaz de comprender, sin embargo, no usa
habitualmente.
Recuperación Corresponde a la capacidad que poseen los hablantes de
léxica encontrar una palabra en su lexicón, a fin de emitir o
comprender un mensaje. La mayor o menor velocidad de
recuperación léxica dependerá de la frecuencia de uso de
la palabra, de lo concreción de esta, de la capacidad de
relacionarla a otras palabras, de la categoría gramatical a
la
que pertenezca y también a su fonología, es decir, su relación
con otras que “suenen parecido”.
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1.2.1 Redes semánticas, campos léxicos y campos semánticos
Una manera de potenciar el nivel léxico semántico del lenguaje es a
través de redes semánticas, que consisten en trabajar con una palabra clave,
de la cual se desprenden otras palabras asociadas, a semejanza de un mapa
conceptual, como se muestra en el siguiente ejemplo.
Imagen 2
Canin
Mordedur Juego
PERR
Mascot Pase
Guardia
Segurida
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Los campos léxicos o, también llamados asociativos, se entienden como
aquellas palabras que se relacionan debido al conocimiento del mundo o por
la valoración de la realidad, sin tener semas en común. Por ejemplo, vela,
apagón, emergencia, inquietud, pertenecen a un mismo campo asociativo.
Con niños pequeños pueden realizarse diversos juegos de campos
semánticos o campos léxicos, por ejemplo, usando tarjetas con imágenes. De
hecho, en el mercado existe una gran variedad de recursos que potencian este
aspecto del lenguaje, tal como se observa en la siguiente imagen.
Imagen 3
Fuente: https://www.dactic.cl/50-fonoaudiologia
Además del trabajo con recursos didácticos de carácter tangible, es
posible planificar desafíos grupales, de carácter oral. Por ejemplo, mencionar
la mayor cantidad de elementos que pertenezcan a una misma categoría, con
la condición de no repetir las palabras enunciadas previamente por los
compañeros. ¿Te animas?, ¿Qué elementos incorporarías en la categoría
frutas?
1.2.2 Relaciones semánticas
Otra opción pedagógica es trabajar con los niños diversas relaciones
semánticas, tales como, sinonimia, antonimia y también la homonimia. La
primera, se relaciona con diversas palabras que, pese a tener una estructura
diferente, tienen un significado común o parecido, por ejemplo,
belleza/hermosura, boda/matrimonio, entre otras. La segunda, se relaciona
con la oposición de significados, por ejemplo, amar/odiar, abierto/cerrado,
entre otras. En ambos casos, la relación no es totalmente perfecta y pueden
incluirse conceptos afines.
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En la tercera relación encontramos los homónimos, que corresponden
a palabras semejantes en su forma, pero con un significado totalmente
diferente, por ejemplo, sirena (como ser fabuloso, mitad mujer y mitad pez) y
sirena (como aparato que emite un sonido fuerte que puede alertar de alguna
situación). En este caso, hablamos de homógrafos, cuando se escriben y
pronuncian igual y de homófonos, cuando suenan igual, pero se escriben
diferente, por ejemplo, hasta/asta, coser/cocer, entre otras.
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1.2.4 Aprendizaje de nuevas palabras
Partiendo de la base de que la organización semántica se realiza a través
de una serie de adaptaciones entre el niño y el mundo que le rodea (Monfort,
2016), vale decir, desde la representación que el niño se va haciendo de este
mundo y de la comunicación que establece con él, para incorporar nuevos
conceptos al lexicón se requiere del contacto directo con el referente a través
de una experiencia directa, en una primera etapa, de carácter sensoriomotriz.
En ese sentido, y valga como ejemplo, si nuestro objetivo es que los
niños incorporen a su léxico activo la palabra maqui, debemos seguir algunos
pasos. Primeramente, un reconocimiento perceptivo y funcional del objeto,
con preguntas tales como, ¿de qué color es?, ¿qué tamaño tiene?, ¿qué
textura tiene?, ¿a qué huele?, ¿a qué sabe?, entre otras. En segundo lugar, una
identificación de los aspectos relevantes del objeto que permitirán incluirlo en
una determinada categoría, con preguntas tales como, ¿se come?, ¿a qué otro
alimento se parece?, ¿cómo se cultiva?, ¿a qué zona geográfica de Chile
pertenece?, ¿qué se puede preparar con él?, ¿cuáles son sus propiedades?
entre otras. Finalmente, establecer relaciones del objeto con otros, que estén
por sobre o debajo del concepto, con preguntas tales como, ¿es más grande o
pequeño que un arándano?, ¿qué tiene en común con una frutilla?, entre
otras. Sólo de esta manera es posible formar un nuevo concepto.
No se puede dejar de mencionar que si las “palabras nuevas” que se
enseñan a los niños no tienen una ejercitación sistemática, sólo quedarán
guardadas en su lexicón a modo de vocabulario pasivo. Para que pasen del
pasivo al activo, los niños tienen que ser constantemente estimulados a
utilizarlas en contextos comunicativos significativos.
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1.3 Desarrollo morfosintáctico
Antes de conocer la manera de potenciar el desarrollo morfosintáctico,
te invito a observar las imágenes y realizar los siguientes ejercicios extraídos
de Berko (1999).
Imagen 4
¿Cómo fue posible completar las frases, si tanto bure como ricar son palabras
que no existen? Nuestro conocimiento de la morfología es el que nos permite
completar estas frases (Berko, 1999) y es el mismo conocimiento con el que,
de acuerdo con la teoría innatista, todo ser humano viene dotado. La
morfología estudia los morfemas o unidades más pequeñas portadoras de
significado de la lengua. Por su parte, la sintaxis, analiza la estructuración
gramatical de las oraciones, es decir, de cómo al unir diferentes elementos es
posible formar enunciados coherentes.
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Existen otros tipos de gramemas, tales como, los prefijos que van
delante del lexema, los sufijos, que van detrás del lexema, los flexivos que
corresponden a persona gramatical, género y número y también las
desinencias verbales. Retomando el ejemplo del lexema perr, es posible
agregar el prefijo em- y el sufijo -ar y se formaría una nueva palabra, emperrar;
o cambiar el prefijo por a-, obteniendo aperrar. Este ejemplo es una evidencia
de cómo los niños pueden construir diferentes palabras a partir de un
repertorio finito de elementos.
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En este caso, se han incorporado palabras de relación, aun así, no se
cuenta todavía con la exactitud a la hora de usar la preposición.
Las palabras también pueden clasificarse en categorías gramaticales o
categorías morfológicas, definidas tradicionalmente por la gramática
(Bermeosolo, 2016). Es así como algunas de ellas corresponden a artículos,
mientras que otras a sustantivos, adjetivos, pronombres, verbos, adverbios,
preposiciones, conjunciones e interjecciones, las cuales, de seguro fueron
enseñadas a los lectores de este apunte en su etapa escolar. Para un pequeño
recordatorio de las categorías morfológicas, se sugiere revisar el canal de
Youtube de Soy Alba, disponible en el siguiente link
https://www.youtube.com/watch?v=tPHMmrtfUXc
La sintaxis, a diferencia de la morfología, se centra en los enunciados
(Bermeosolo, 2016) y de las relaciones que se establecen entre ellos en las
oraciones. Es así como, pueden establecerse relaciones de concordancia o, en
palabras sencillas, armonía entre diferentes partes de la oración. En el
ejemplo, “Mañana fui a la feria” no existe concordancia entre el verbo y el
adverbio.
Otro tipo de relaciones que analiza la sintaxis tiene que ver con el
régimen o grado de dependencia de elementos dentro de una oración. Por
ejemplo, en la oración “la profesora explica a sus alumnas la importancia de la
sintaxis”, el enunciado subrayado está subordinado a la explicación, es decir,
al verbo. O bien, en un ejemplo más simple como la oración “la pelota azul”,
vemos que el artículo y el adjetivo aluden a la pelota, por tanto, este sustantivo
representa al núcleo o parte más importante del enunciado.
La tercera relación que estudia la sintáctica es la construcción, lo cual
apunta al orden que podemos dar a los diferentes elementos en una oración.
Por ejemplo, en el caso de “el martes iré a la feria” y “a la feria iré el martes”
existe un orden diferente, pero gramaticalmente es correcto y comprensible
para un interlocutor. No ocurre lo mismo con “feria martes el a la iré”, en
donde el orden dado a los elementos hace de esta una oración agramatical.
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Un último aspecto que vale la pena revisar antes de conocer algunas
estrategias que permiten potenciar el nivel morfosintáctico tiene relación con
los tipos de oraciones, lo cual se expresa en el siguiente organizador gráfico,
extraído de (Meneses, 2017).
Imagen 5
Tipos de oraciones
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1.3.1 Estrategias para potenciar el nivel morfosintáctico
A medida que los niños crecen, sus enunciados se van haciendo
sintácticamente más ricos y complejos, lo que se puede constatar, entre otras
cosas, porque se hacen más extensos: cada vez sus frases y oraciones van
siendo, en promedio, más largas (Bermeosolo, 2016). Sin embargo, no basta la
pura longitud para estimar la complejidad y riqueza sintáctica: el tipo de
oración y las relaciones que se establecen entre las oraciones aportan otros
valiosos elementos que dan cuenta del tipo de juicios o los pensamientos
expresados (Bermeosolo, 2016).
En virtud de lo anterior, se sugiere que los docentes planifiquen
instancias que apunten a potenciar la longitud de las oraciones, incorporando
cada vez mayores elementos gramaticales, tales como, artículos,
preposiciones, conjunciones, adverbios, determinantes, entre otros. La
descripción detallada de láminas con imágenes podría convertirse en un
valioso recurso que propicie este ejercicio. Valga como ejemplo, las láminas
educativas de Dactic que se presentan en la siguiente imagen.
Imagen 6
Fuente: https://www.dactic.cl/inicio/1506-material-didacticos-laminas-acciones-dactic.html
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De igual modo, existen otros recursos que permiten construir oraciones
incorporando diferentes elementos gramaticales, tales como “El tablero
morfosintáctico”, disponible en el canal de YouTube de Fonito, en el siguiente
link https://www.youtube.com/watch?v=ngXPCdkph3o
Otra posibilidad didáctica es extraer de un texto leído algunas palabras
clave, con las cuales se puede plantear el desafío de estructurar una oración.
Por ejemplo, del “Willy el tímido” del autor Anthony Browne puede extraerse
la palabra mosca, con la cual los niños podrían construir oraciones, tales como,
“la mosca tiene muchos ojos”, “la mosca se paró sobre la basura”, o incluso,
“mi mamá mata las moscas con una máquina que compró en el mall chino”.
Por su parte, las series lógicas corresponden a secuencias narrativas de
hechos, con las cuales es posible que los niños estructuren un relato y con esto
potencien la organización de sus discursos. Valga como ejemplo, la siguiente
secuencia que forma parte del recurso didáctico titulado Secuencia Cartón de
6 tiempos de la marca Dactic. Con este recurso, los niños podrían crear un
micro relato, teniendo el desafío de incorporar diferentes elementos
gramaticales que le den sentido y claridad a su narración.
Fuente: https://www.dactic.cl/inicio/3104-material-didacticos-secuencia-carton-de-6-tiempos-
dactic.html
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Una variante de este ejercicio es que, posterior a la lectura de un texto,
el educador seleccione ciertas imágenes para que los niños ordenen los hechos
de manera cronológica y con ellas puedan hacer un reconteo.
Cabe destacar que la manera correcta de enseñar gramática a los niños
es desde un enfoque funcional (Meneses, 2017), en donde primeramente se
lea un texto con características auténticas, para luego identificar ciertos
conceptos claves (palabras, oraciones) con los cuales los niños y niñas deberán
inferir la norma, reflexionar en torno a ella para, finalmente, sistematizar la
norma. Todo lo contrario, al enfoque normativo utilizado en algunos
establecimientos educativos en donde primeramente se enseña la norma, se
invita a memorizarla, para recién ahí ejercitar y tener la posibilidad de leer un
texto que contenga dicha norma.
1.4 Desarrollo pragmático
Usamos el lenguaje con diferentes propósitos. Para informar, prometer,
pedir, preguntar, entretener, entre otras funciones. La manera en cómo
utilizamos el lenguaje para obtener diversos objetivos en el mundo que nos
rodea, constituye el dominio de la pragmática (Austin, 1962, citado por Berko,
1999).
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Por tal motivo, se aconseja propiciar instancias comunicativas en el aula,
en donde los niños tengan la posibilidad de escuchar atentamente a diferentes
interlocutores, que les hablen con distintos propósitos y que ellos, a su vez,
deban poner en marcha sus propios recursos lingüísticos para responder a
dichas situaciones. Es así como la manera de hablar en una disertación o
exposición oral ante una audiencia deberá diferir de la empleada para
conversar con los amigos en el patio de juegos. Claramente, la primera
requerirá de un registro formal, en donde las normas de cortesía juegan un
papel fundamental.
Otro aspecto para tener en consideración tiene relación con ir más allá
de los significados literales, ya que buena parte de la interpretación
pragmática del discurso ignora el significado puramente literal (Bermeosolo,
2016) por ejemplo, en donde existe ironía o lenguaje figurado se requiere
prestar atención no sólo a lo que se dice, sino también a cómo se dice.
En virtud de lo anterior, se sugiere introducir a los niños al mundo de las
metáforas, que corresponden a figuras retóricas, en donde se usan palabras
en un sentido diferente del propio, pero guardando alguna relación analógica,
por ejemplo, “Los astros son ronda de niños jugando a la tierra espiar”, verso
del poema “Todo es ronda” de Gabriela Mistral. De este modo, los niños
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1.4.1 Desarrollo de habilidades conversacionales
Existen diversos elementos que se deben tener en cuenta a la hora de
participar en una conversación, los cuales deben ser trabajados con los niños,
ya que estos no se desarrollan de manera innata. El desarrollo de las
habilidades conversacionales (Acuña, 2004) incluye diversos elementos. El
primero, que los niños aprendan a tomar el turno rápidamente, es decir,
resolver en qué momento deben comenzar a hablar o cuándo dejar de hacerlo.
El segundo, evitar el traslapo, las interrupciones y las disfluencias generales a
lo largo del discurso conversacional, es decir, que “hable un hablante cada
vez”.
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La primera de ellas, se denomina agrupamiento enumerativo. Esta
etapa se da entre los 2 y 3 años y se caracteriza porque el niño enumera sucesos y
acciones sin un tema central, ni organización. La segunda etapa, denominada
secuencia de acciones en torno a un personaje, es propia de los 3 años. En
este caso, el niño nombra o describe sucesos en torno a un personaje, un
tema central o un ambiente. Los eventos no se relacionan causal ni
temporalmente, ya que no hay trama, más bien sólo se enumera lo que un
personaje ha hecho.
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Referencia bibliográfica
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