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CAPITULO
1
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L~ de~rotij del s,uieto , \
emancipación, subrayand o la
--- - Cuanto más pre gon a la soc ieda d la
igualdad de todo s frente a la ley, más acentúa
las diferencias. En el cora-
su singula ridad negánd ose a
zón de este dispositivo, cada uno reivindica
con siderad as cad uca s. La
identificarse con figuras de la universalid ad
i
" ciente a una totalidad orgánica. Inmerso en una masa donde cada uno es
ila imagen de un don, ve cómo se le prescribe la misma gama de medica-
! mentes frente a cualquier síntoma. Pero, simultáneam
\~ ente, busca otra
1 salida a su desdicha. Por un lado se encomienda
a la medicina científica, v
(.E.ºE..e~~!r_o aspira a una_te_rª ¡m que ~~e más apr~ ada al reconocimi~
i de J~ identidad. Se pierde entonces en el laberinto d~
l~s mefücmas para-
• lelas.
: - -Asfstimos también en las sociedades occidentales a un increíble auge
~e. ~nsalma_d?res, h~c~iceros, videntes y ~agnetizado~es. Frente al cien~
tific1smo erigido _rehg16n y frente a la[_cíe~ci~~-~~gnitivas; \que v~l~rizan_
¿!_hombre-máguma en detrimento del hombre deseante, vemos florecer,
como co~secuencia, toda clasede¡;'rachcas surgícfas, ya de la prehistorid
del freu_d1smo, ya de una concepción ocultista del cuerpo y del esptritu :
magnetismo, sofr?l~gía, naturopatía, iriología, auriculoterapia, energéti(J
transpersonal, practicas mediúmnicas y de sugestión etc. Contrariamt'íl~
a lo q
ue P0 dnamo,
s creer, estas prácti.cas seducen más ' ·,
a las clas~ mt:'lil.i:,
-empleados, profesiones liberales y ejecutivos- que a los medil)S F'-)pulJ-
4· Empleo
aquí el lérnf " 11. • . , [) ,rrili
Véase la te
rcera parte d ino .L tt.' 1-e n ( 1a" ~n d St ntido t¡ue ll' d ,t J.Kqm' s t.'.
1
_
5L · e este hb ro capítulo 11
. · ª psicofarm acología
cias químicas 5 b
1
• • • · . d ' :i ..; us Kt
es
o reelp ~· · undl d1sn phn,1 t1ue St' dedica ,11est u 10 l " •
l
tru ye la reflex·óe1o específico · de una época a partir de los cual t~· se l'O
p rop1os
C ~ bi
1 •
ada re vo Juct·6n científica
.
Parad•&ma. Sin n.b se traduce por un l.,lnt .
tria Yen psicoanál emi ·argo' en el ámb'ito que nos interesa, en medicma · , en · l
la gen · SL§_¡ e1advenj · l · I
1"'L _ erac1ón Preced - OlJl)nto d~ Wl.nuevo naradu;ma llil.~~~ uy
ente: los t ----- .c.. - .1 ,
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F1anunan uhn, TA Structure :: orna Pª~ª-~ª'!~ ~-!!~ §i_miii~~ió_~ _nu:Vª !'
Fondo d on, 1970. lEd. e ~ . s rét>olutio ns scientifiques (Chicago, 19b-
e Cultura Econó ~t.. LA estructura de las revoluciones científicas , ~ \ \.
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ica. t C>7~ 1
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LA DERROTA DEL SUJETO
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19
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personalidad". El éxito creciente de esta designación muestra que las
~sociea ades democráticas de fines del siglo XX cesaron de privilegiar el
conflicto como núcleo normativo de la formación subjetiva. Dicho de otra
manera, la concepción freudiana de un sujeto del inconsciente,..cons.crente
d e su libertao .E.E:ro atormentado e or el ~exg, 1~ muerte x._!Q_prohibidol_se
sustituyó por la concepción más psicológica de un individuo depresivo
que huye de su inconsciente y que está preocupado por suprimir en él la 1
esencia de cualquier conflicto. 13 i/
Emancipado de las prohibiciones por la igualación de los derechos y la /
nivelación de las condiciones, el deprimido de fines de siglo ha heredado ·
una dependencia adictiva al mundo. Condenado al agotamiento por la
ausencia de perspectiva revolucionaria, busca en la drog~ o la religios~-
dad, en el higienismo O el culto de un cuerpo perfecto, el ideal de la feh-
12. Marcel Francis Kahn, 'Tie notre mal, personne ne s'en rit", Autrement. CE.di-
pe et les neurones nº 117 octubre de 1990, p. 171.
13. Marcel G~uchet ~otó este fenómeno y se enorgullece de an~nciar el fin d:l
poder absoluto del modelo freudiano. Véase "Essai de psychologie contemporai-
ne. 1: Un nouvel a.ge de la personnalité", Le Débat, nº 100, mayo-agosto de 1998.
El filósofo canadiense Charles Taylor analiza igualmente este f~nómeno en Les
Sources du moi. La formation de l'identité moderne (1989), París, Semi, 1998.
20 LA SOCIEDAD DEPRESIVA
r
i cidad imposible: "Por esta razón -const ata Alain Ehren berg-, el drogadicto
es hoy la figura simbólica emple ada para defini r los rostro s de un anti-su-
l jeto. Antes era el loco quien ocupa ba este lugar. Si la depres ión es la his-
toria de un inhallable sujeto, la adicción es la nostal gia de un sujeto
perdid o" .14
En lugar de combatir este encierro, que condu ce a la abolición de la
subjetividad, la sociedad liberal depres iva se compl ace en desarrollar la
lógica. Así, hoy los consumidores de tabaco, alcohol y psicot rópico s son
asimilados a toxicómanos considerados peligrosos para ellos mismos y
para la colectividad. Ahora bien, entre estos nuevo s "enfer mos", los adic-
tos al tabaco y al alcohol son tratados como depres ivos a los cuales se les
prescribe psicotrópicos. ¿Qué medicamentos del espíri tu hará falta inven-
tar en el futuro para curar la depen dencia de aquell os que se habrán
"curad o" de su alcoholismo, de su tabaquismo o de otra adicci ón (el sexo,
la comida, el deporte, etc.) reemplazando un abuso por otro?
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