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~

CAPITULO
1
\
L~ de~rotij del s,uieto , \

la forma de la dep re-


El sufr imi ento psíq uico se manifiesta hoy bajo
año sínd rom e don de se mez-
sión. Her ido en cue rpo y alm a por este extr
d y culto de sí mismo, el
clan tristeza y apatía, bús que da de iden tida
de run gun a terapia. No obs-
hombre dep resi vo ya no cree en la validez
s, bus ca des esp erad ame nte
tante, antes de rech aza r todo s los tratamiento
oanálisis a la psicofarmaco-
vencer el vaá o de su deseo. Así, pas a del psic
tomarse tiempo par a refle-
logía y de la psic oter apia a la hom eop atía sin
tiene, además, tiem po par a
xionar acerca del orig en de su desdicha. Ya no
vid a y el del ocio, el tiem po
nada a med ida que se alar gan el tiem po de la
o. El ind ivid uo dep resi vo
del desempleo y el tiem po del aburrimient
nto ya no sab e hacer uso de
_padece más las libe rtad es adq uiri d~ l?º! cua - • - •
ellas. 1 - - - - --

emancipación, subrayand o la
--- - Cuanto más pre gon a la soc ieda d la
igualdad de todo s frente a la ley, más acentúa
las diferencias. En el cora-
su singula ridad negánd ose a
zón de este dispositivo, cada uno reivindica
con siderad as cad uca s. La
identificarse con figuras de la universalid ad

he Dejours, Souffrance en France.


l. Véase sobre este tema el libro de Chri stop
.
lA banalisation de l'injustíce sociale, París, SeuiJ, 1998
LA socIE DAU lJbl' Kt.~l VA
16
. . idualidad sustituyó : sí ~.!~-~~-~~-subi~!~v~dact:1dá
~de la m~iv : , d una libertad sm coace1ón, de unaJndep~
sí mismo la ilusi~~ t ~icidad süllustorla, el hombre de hoy..d,ey¡n nciasitt
-d v de una is o - - -- . . - o1oco
• t -LeJ·os de constr uir
1

(, ~ t ~ ¡0- de- un. -- su~e.


~ .l- - --
u._ su ser a parttr de la conde . n-
- . es inconscientes que, desconoc1'd as para él lo nc1a t .e
d
7 as detennmac10n . . . d b' 16 . J 1 . , a rav;e.
. d er una indiv1 duahd a 10 g1ca, eJos de querer ªº
1 san, leJOS e s , d 1 . . ~r un
. l'b
suJeto 1 re, desprendido de sus ratees y e su co ectiv1 dad, se irna .
. . .
como el amo de un destino cuya s1gn1 6cac1 6n re d uce .ª una reivindicación g1na
1
\ norma t1·va . Por eso se liga a redes, a grupo .
s,. a colectivos, a comunidad
e~
1 • alcanzar a afirmar su verdadera diferencia. 4

~\' sm Es la inexistencia del sujeto la que determina no sólo las prescripciones


~ psicofarmacológicas actuales,5 sino támbién las conductas ligadas al sufrí.
·miento psíquico. Cada paciente es tratado como un ser anónimo pertene~

i
" ciente a una totalidad orgánica. Inmerso en una masa donde cada uno es
ila imagen de un don, ve cómo se le prescribe la misma gama de medica-
! mentes frente a cualquier síntoma. Pero, simultáneam
\~ ente, busca otra
1 salida a su desdicha. Por un lado se encomienda
a la medicina científica, v
(.E.ºE..e~~!r_o aspira a una_te_rª ¡m que ~~e más apr~ ada al reconocimi~
i de J~ identidad. Se pierde entonces en el laberinto d~
l~s mefücmas para-
• lelas.
: - -Asfstimos también en las sociedades occidentales a un increíble auge
~e. ~nsalma_d?res, h~c~iceros, videntes y ~agnetizado~es. Frente al cien~
tific1smo erigido _rehg16n y frente a la[_cíe~ci~~-~~gnitivas; \que v~l~rizan_
¿!_hombre-máguma en detrimento del hombre deseante, vemos florecer,
como co~secuencia, toda clasede¡;'rachcas surgícfas, ya de la prehistorid
del freu_d1smo, ya de una concepción ocultista del cuerpo y del esptritu :
magnetismo, sofr?l~gía, naturopatía, iriología, auriculoterapia, energéti(J
transpersonal, practicas mediúmnicas y de sugestión etc. Contrariamt'íl~
a lo q
ue P0 dnamo,
s creer, estas prácti.cas seducen más ' ·,
a las clas~ mt:'lil.i:,
-empleados, profesiones liberales y ejecutivos- que a los medil)S F'-)pulJ-

2. Esta transform ·, · . · ~tt'


de ¡ d. id
1•
acion tue celebrada, hace diez años, '='º r ALün R1.'tl..1u t if\ • ·
m IV u París G 1r
Destino,
1993.] ' ª imard, 1989. [Ed . cast. : L,1 t>'ra t dd ir1Llit 1i.Ü,ll,
. l ),(1.l
vJ"-~ \. 1
(l

3. En el sentido en el q r , ... . . . • . l i ll1r1-


naissance d . ue '-'eorg es C,,ngutlh\'m i)mplt'..l t'~ tt> h-\ rmuh\ l n .J
_e 1ª v,e, París
Anagrama,
1976.J ' Vr·m, 1º757
[,
• Ed . (\ls t.: fl ~w1o(i,m,·ntt1tlt· ll1 {'1, af
· ¡ BJf\."'t ll,nJ,
·
1

4· Empleo
aquí el lérnf " 11. • . , [) ,rrili
Véase la te
rcera parte d ino .L tt.' 1-e n ( 1a" ~n d St ntido t¡ue ll' d ,t J.Kqm' s t.'.
1

_
5L · e este hb ro capítulo 11
. · ª psicofarm acología
cias químicas 5 b
1
• • • · . d ' :i ..; us Kt
es
o reelp ~· · undl d1sn phn,1 t1ue St' dedica ,11est u 10 l " •
l

6. Para la hist . s1q~1smo 1umano. /


da parte de este ona de la .) ·
ncia cognit. iva
lihrn. ·· - ~'lt:_
.
y d P Lls n 1' ll l'l)l' .IL' l1C lcl
.
S
~. " 1 ... j
LA DERROTA DEL SUJETO 17

res aún ata~os, a pesar de la precarización de la vida social, a una concep-


ción republicana de la medicina científica. 7
_E~_gtácti~?_!ienen como denominador común o f r e c e r ~
.-:-Ypor_!~!_lto ~na ilt-1sión.de_curació11=. a P.ersonas más bien a~modadas, - J
~pero desestabilizad~s por,)a_cri_§is_econó_mica, i _qu_e_~~ -~!~~!~f! v:~gimas •
tanto de_una _tecnol_2gia rné_dica . de!11él8iac1o _alejada de su sufrimientct ' 4
,
com9 1e ~a ~mpot~!)~!ª re_?}_g~ la m~dici!l~-~ara curar ciertos t~astom~
_funcionales. Así, una encuesta publicada por [ 'Expiéss 8 reveiaque el 25 %
de los franceses busca ahora en la reencarnación y la creencia en las vidas
anteriores una solución a sus problemas existenciales.
La sociedad democrática ~?~e~ uiere borrar de...§._u horizonte la rea-
...~idatde la ~~~gr~cia!j e _l_~_~erte y de l~~ ~-i~l~-~~a, ~µ$_cando integratr.en _
un s1~~ 4n1co,Ja? d~ferenc1as_yJas resistencias.~ nombre de la globa- _
ilzaCÍón y del éxito económico, intentó abolir la idea de conflicto social.
Del mismo mOdo, tiende a crimina]lzar fas revoluéiones y a desheroizar la
guerra a fin de sustituir la ética por la política, la sanción judicial por el
juicio histórico. Así, pasó de la edad del enfrentamiento a la edad de la
evitación, y del culto de la gloria a la revalorización de los cobardes. No es
sorprendente hoy preferir Vichy antes que la Resistencia o transformar a
los héroes en traidores, como se hizo recientemente con Jean Moulin o
Lucie y Raymond Aubrac. Jamás se celebró tanto el deber de la memoria,
jamás hubo tanta preocupación por la Shoah y el exterminio de los judíos,
y sin embargo jamás la revisión de la historia estuvo tan lejana. .
De allí una c~:l~~pción..d e 1~ ~~~ y de 1~ patologí~ ~e. JeP-P~~ob~
un princip¼> intangible: cada in4.iyid11~ .P;~~~ -~Lc!_ere~º.,_ y por tanto eL_
- aeOer, ~de-no·Il)ajlife_sta!Íná~ uft1_m i~.2,--de_!lQ entusiasmarse más por
... él'menorídeal a no ser ~l_g~l pa_rj._fismo o et.~~ _1ªJn9J~ humanitatia .En
-consecuencia, el odio del otro se ha vuelto hipócrita, perverso, y tanto más
temible cuanto que se coloca la máscara de devoción por la víctima. Si el
odio del otro es antes el odio de sí, reposa como todo masoquismo sobre
la negación imaginaria de la alteridad. El otro es entonces siempre una
víctima, y es por esta razón que la intolerancia se genera por la voluntad
de instaurar sobre el semejante la soberana coherencia de un yo narcisista
9
cuyo ideal sería destruirlo aun antes de que pueda existir •

7. En Les Charlatans de la santé (París, Payot, 1998), el psiquiatra Jean-Marie


Abgrall puso el nombre de ''patamedicina" a todas las medicinas paralelas que
pretenden sustituir a la medicina llamada científica proponiendo una visión
"holistaº de la enfermedad, teniendo en cuenta, dicho de otra manera, su dimen-
sión psíquica.
8. L'Express del 30 de enero de 1997. 11

9. Véase sobre este tema et esclarecedor artículo de Fran\oise Héritier, Les


matrices de nntolérance et de la violence", De la violence II, París, Odile Jacob,
l999, pp. 321-345.
LA SOCIEDA D DEPRESIV A
18

]a neurobioJogía parece afirmar que todos los trastom


Puesto que I d l fu . . o
. tá ·elacionados con u na .anoma ía e nctonam1ento de 1as
es n 1
Psíquicos . sas y dado que el medicamento adecuado existe' ¿·por qué
cé1 ulas nerv10 , . . en Jucha con
en tonces inquie_tarnos? Ya no se trata de entrar
.
deberÍamos .. . . d
•no de evitar el ht1g10 aphcan o· huna estrategia de normaliza-
el mun do, si a que tratamo s de exorcizar
. N orprenderá entonces que la desdtc d .
c1ón. ode s manera fulminante en eI campo e 1as re1ac1ones sociales y
retorne d _ d'f .
. as· recurrir a lo irraciona1, cu1to e pequenas I1 erenc1as , valoriza-
fect1v .
ªción L • 1enc1a · d a ca1ma 10 es a veces
e
del vacío y de la estupidez, etc. a vio
más terrible que la travesía de la tempestad. .
Forma atenuada de l_a antigua Ulelan~p!f.ª,Jª c!e12res19~~ ~na la sub-
. JetL~i_gªgs oñtemp9rá~ea,-como la histeria de _fines del _sjgJo XIX ;r:efñab~
en Viena a_tra~és de~Anna,__O~, la famosa pac1ent_~ de J_~~ef Breuer, 0 en
París con Augustine, la célebreloca de Charcot en la Salpetriere. En la vís-
pera del tercer milenib, la dep_Ees~ e_vinoJ a _gpjde_m~ -~ í~~_ca de J..~_
sociedades dem.9frf.~ gJ~ vez qµeJQs t,r_atanuen~g_s_~ _.!rultip!1can par~
ofrecerM ~ª..9ª-~Q.Ilsuqu,dor.Jma..solución QOO.Qtal:>Je:...Por cierto, la histeria
· -~ ~apareció, pero es, cada vez más, vivida y tratada como una depre-
11
sión. Ahora bien, este reemplazo de un paradigma por otro no es ino-
cente.
1 La sustitución se acompaña, en efecto, de una valorización de los pro-
cesos psicológicos de normalización en detrimento de las diferentes for-
mas de exploración del inconsciente. Tratado como una depresión, el
conflicto neurótico contemporáneo parece no depend er de ninguna cau-
salidad psíquica que provenga del inconsciente. Y sin embargo, el incons-
ciente resurge a través del cuerpo, oponiendo una fuerte resistencia a las
disciplinas y a las prácticas destinadas a eliminarlo. De aquí, el fracaso
relativo_ de las terapias proliferantes. Por más que éstas se indinen con
compasión sobre el sujeto depresivo, no llegan ni a curarlo ni a captar las
ve~daderas causas de su tormento. No hacen más que mejorar su estadl'
deJ~dolo en la espera de días mejores: "A los deprimidos les dueli toJ{_)
~scnbe el reumatólogo Marce} Francis Kahn- esto es muv sabiJ,.1. f ~I'l'
J .,

10· Véase Viviane F .


11 Llam orrester, lA Vw/ence du calme París St'ui1, t'-)80.
cio~ 0 al ; :s paradig~a a) marco de pensami@~to, al conjunto d~ ~r~t~
1

tru ye la reflex·óe1o específico · de una época a partir de los cual t~· se l'O
p rop1os
C ~ bi
1 •
ada re vo Juct·6n científica
.
Parad•&ma. Sin n.b se traduce por un l.,lnt .
tria Yen psicoanál emi ·argo' en el ámb'ito que nos interesa, en medicma · , en · l
la gen · SL§_¡ e1advenj · l · I
1"'L _ erac1ón Preced - OlJl)nto d~ Wl.nuevo naradu;ma llil.~~~ uy
ente: los t ----- .c.. - .1 ,
• 1mrnas l(
F1anunan uhn, TA Structure :: orna Pª~ª-~ª'!~ ~-!!~ §i_miii~~ió_~ _nu:Vª !'
Fondo d on, 1970. lEd. e ~ . s rét>olutio ns scientifiques (Chicago, 19b-
e Cultura Econó ~t.. LA estructura de las revoluciones científicas , ~ \ \.
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LA DERROTA DEL SUJETO
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V ,
19

lo es menos que vemos también síndromes de conversión tan espectacu-


lares como los observados por Charcot y Freud. La histeria siempre puso
en primer plano el aparato locomotor. Es impresionante ver cómo puede
ser olvidada. Cómo también el hecho de evocarla provoca, en el personal
sanitario médico Yno médico, inquietud, rechazo, hasta agresividad hacia
el paciente pero también hacia quien da el diagnóstico" .12
Sabemos que la invención de Freud de una nueva figura de la psique ~ _
suponía la exist_encia d~ un sujeto capaz de interiorizar las prohibiciones. vJ
Inmerso en el mconsa ente y desgarrado por una conciencia culpable,.
0
y~
este sujeto, librado a sus pulsiones por la muerte de dios, se encuentrayv
siempre en guerra contra sí mismo. De esto proviene la concepción freu-
diana de la neurosis, centrada sobre la discoidia, la angustia, la culpabi-
li_grui,,Jos~to rnos de la sexualidad. Ahora bim es esta idea de la.
Q:ibjeti~ ~ caract~tisti~-ª del_~~venimie~!9 g_eJas s9ci~dad_~§_d~_!llo- ......
~ crátícas, ~~~a_d ª~ _a_filJ... vez _s,2h.r~ la confr:_o!}!ación,_~ r~!fl~nte entre lo _
?tismo y Jo o~o, !a que tiende ~!,..o~rarse de la o~ganización ~ e~Jaréon- ~ ~
temporánea en beneticio de la noción psicológica de..personalida~t<i~E!~-- _
··~- - . ..
siva.
Surgida de la neurastenia, noción abandonada por Freud, y de la psi-
castenia descrita por Janet, la depresiQ,n no es ni una _neurosis, ni l;l~é!..IWi- ..
cosis, ni una melancolía, sino una entia ad blanda que remite a un "estado"
~~
- - - - - - - - II - - - -II -- ~ -- -

pensado e1__1 términos de fatig!'~e déficit" o de__::g.~ bilitamiento


- "'n' .

-~J~..
personalidad". El éxito creciente de esta designación muestra que las
~sociea ades democráticas de fines del siglo XX cesaron de privilegiar el
conflicto como núcleo normativo de la formación subjetiva. Dicho de otra
manera, la concepción freudiana de un sujeto del inconsciente,..cons.crente
d e su libertao .E.E:ro atormentado e or el ~exg, 1~ muerte x._!Q_prohibidol_se
sustituyó por la concepción más psicológica de un individuo depresivo
que huye de su inconsciente y que está preocupado por suprimir en él la 1
esencia de cualquier conflicto. 13 i/
Emancipado de las prohibiciones por la igualación de los derechos y la /
nivelación de las condiciones, el deprimido de fines de siglo ha heredado ·
una dependencia adictiva al mundo. Condenado al agotamiento por la
ausencia de perspectiva revolucionaria, busca en la drog~ o la religios~-
dad, en el higienismo O el culto de un cuerpo perfecto, el ideal de la feh-

12. Marcel Francis Kahn, 'Tie notre mal, personne ne s'en rit", Autrement. CE.di-
pe et les neurones nº 117 octubre de 1990, p. 171.
13. Marcel G~uchet ~otó este fenómeno y se enorgullece de an~nciar el fin d:l
poder absoluto del modelo freudiano. Véase "Essai de psychologie contemporai-
ne. 1: Un nouvel a.ge de la personnalité", Le Débat, nº 100, mayo-agosto de 1998.
El filósofo canadiense Charles Taylor analiza igualmente este f~nómeno en Les
Sources du moi. La formation de l'identité moderne (1989), París, Semi, 1998.
20 LA SOCIEDAD DEPRESIVA
r
i cidad imposible: "Por esta razón -const ata Alain Ehren berg-, el drogadicto
es hoy la figura simbólica emple ada para defini r los rostro s de un anti-su-
l jeto. Antes era el loco quien ocupa ba este lugar. Si la depres ión es la his-
toria de un inhallable sujeto, la adicción es la nostal gia de un sujeto
perdid o" .14
En lugar de combatir este encierro, que condu ce a la abolición de la
subjetividad, la sociedad liberal depres iva se compl ace en desarrollar la
lógica. Así, hoy los consumidores de tabaco, alcohol y psicot rópico s son
asimilados a toxicómanos considerados peligrosos para ellos mismos y
para la colectividad. Ahora bien, entre estos nuevo s "enfer mos", los adic-
tos al tabaco y al alcohol son tratados como depres ivos a los cuales se les
prescribe psicotrópicos. ¿Qué medicamentos del espíri tu hará falta inven-
tar en el futuro para curar la depen dencia de aquell os que se habrán
"curad o" de su alcoholismo, de su tabaquismo o de otra adicci ón (el sexo,
la comida, el deporte, etc.) reemplazando un abuso por otro?

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