Está en la página 1de 2

SEMANA 2

Comunidad “Un Avivamiento en el Corazón de las Mujeres”

Un estilo de vida

Esta semana, Vale y yo compartíamos sobre nuestras experiencias de enero y febrero.


Reflexionamos sobre nuestros encuentros con Jesús y cómo el Espíritu Santo se ha
manifestado en nosotras. Hemos vivido momentos que han tocado nuestros corazones de
una manera sobrenatural, llevándonos a enfocarnos en una sola cosa: Jesús.

Aquí están algunas lecciones que hemos aprendido:

Señor, anhelo desesperadamente tu toque.... ¡No te abandonaré! No importa lo que tenga


que hacer, ¡no voy a comer hasta que me toques!

Lo que más debemos anhelar es una "relación íntima" con Jesús, más que cualquier otra
cosa.

El "secreto" de una persona llena de pasión reside en vivir en el "poder continuo del
Espíritu", no sólo como una gran impartición o encuentro, sino como un estilo de vida.

No es suficiente haber recibido el bautismo en el Espíritu Santo; debemos continuar


siendo llenos de Espíritu. No es suficiente haber recibido una impartición del Espíritu;
necesitamos vivir en su poder continuo.

Estoy emocionada por lo que Dios está haciendo en sus vidas y sé que esto es solo el
comienzo de una vida llena de encuentros. Sé que Él aumentará en proporción a la unción
que ha depositado en tu vida. Creo que cada una de vosotras está pasando por un proceso
de equipamiento para hacer lo que Él te ha llamado a hacer en la tierra. Los dones son
gratuitos; la madurez es costosa. Busca a Dios en secreto. Clama específicamente por lo
que Su corazón anhela. No puedes desear su voz sin tener pasión por su voluntad.

También quería hablar sobre el ayuno. El ayuno no es una huelga de hambre. No es un


momento en el que le hacemos saber a Dios lo que queremos y amenazamos con no
comer hasta obtenerlo. Eso sería manipulación. Dios responde a las personas que
cooperan con sus promesas y con la naturaleza de su reino. Nos muestra posibilidades,
nos convoca a través de oportunidades y nos invita a colaborar con Él para ver Su reino.

El verdadero ayuno es cuando anhelamos el mundo de Dios más que este mundo. No es
escapismo. Es reconocer una realidad superior y no conformarse con menos. Muchas
personas a lo largo de la historia han ayunado hasta obtener un avance.
El hambre suele ser el precursor del avance. ¿De qué tienes hambre?

El hambre no se trata de ayunar, sino de enfoque. A veces, no se trata de decir "no" a mil
opciones, sino de decir "sí" a una cosa. "Sí" a una cosa y se niega a cambiar de tema, sin
importar lo que sea popular o cuál sea el último tema demandado.

Es hora de que nos dirijamos una vez más por completo a la única cosa que nada más
importa. Desde esa postura, vemos y pensamos de manera diferente, vivimos de manera
diferente.

También podría gustarte