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ENCENDIENDO

CORAZONES
¡Bienvenido!
Estamos muy contentos de tenerte por aquí. El que estés leyendo este
e-book habla de tu deseo por conocer, escuchar y vivir en el Espíritu.

Queremos acompañarte en la preparación para la fiesta de Pentecostés


pero, ¿qué recordamos en Pentecostés? ¿Por qué celebramos esto?

Pentecostés es una fiesta que celebramos en memoria del día que Jesús
se presentó ante sus discípulos y les dejó el Espíritu Santo:

Jesús les dijo de nuevo: ¡La paz esté con ustedes! Como el Padre
me envió a mí, yo también los envío a ustedes. Al decirles esto,
sopló sobre ellos y añadió: Reciban al Espíritu Santo.
Jn 20, 21-22

Somos corazones encendidos que desean que más corazones se


enciendan de amor por el Espíritu Santo, por eso hemos armado este
e-book basado en la catequesis del Papa Francisco para que te prepares,
te formes y ores meditando en cada uno de los dones del Espíritu Santo
los días previos a esta fiesta.

En este e-book encontrarás medios para tu oración y para tu formación,


experiencias de diferentes personas con distintas vocaciones que han
vivido en el Espíritu y que esta experiencia ha cambiado y solidificado su
relación con el Espíritu Santo.

Te invitamos a que compartas este e-book con tu comunidad, con tu


familia, con tus amigos, reúnete con ellos y decídanse a preparar el
corazón para la llegada del Espíritu Santo a sus corazones.

Los equipos de New Fire y Un Corazón que Arde estamos pidiendo por ti
y por tu comunidad para que este medio les ayude a conocer, amar y vivir
cada día más en el Espíritu Santo.
DON DE SABIDURÍA
DOMINGO 16 DE MAYO
ORACIÓN INICIAL

Espíritu Santo, hoy te queremos invitar al inicio de este camino, acompáñanos,


inspiranos tu don de sabiduría, abre nuestra mente y corazón para que por tu gracia
seamos capaces de ver la vida con los ojos de Dios.

Se reza un Padre Nuestro y un Ave María

CONOCIENDO EL DON

Este don no es lo primero que vendria a tu mente si te preguntaran lo que es para ti


sabiduría, esta sabiduría no se reduce a una sabiduría humana.

El don de sabiduría que recibimos del Espíritu Santo es la gracia de poder ver la vida
con los ojos de Dios. Al recibir esta gracia puedes ser capaz de ver las adversidades, las
situaciones, los problemas, las alegrías, todo, con los ojos de Dios.

Hay ocasiones en donde ves y evalúas las cosas según tu criterio y esa no es sabiduría.
La sabiduría es el obrar del Espíritu Santo en ti para poder ser capaz de ver el presente
con los ojos de Dios.

Esta gracia deriva también de una relación íntima con Dios. Cuando se tiene esta
relación y comunión profunda con Dios, el Espíritu Santo concede el don de la sabiduría.

Al recibir la gracia de este don se es capaz de saber cómo actúa Dios, se es capaz de
discernir cuando una cosa es de Él y cuando no viene de Él. Sepamos que el corazón del
hombre es sabio a medida de que gusta y distingue el sabor de Dios en su vida diaria.

SABIDURÍA
TESTIMONIO

¿Cómo se hace presente el don


de SABIDURÍA en la vida?

Hace un año estando de colaboradora en Chile, recibí


la gracia de empezar a vivir una vida nueva en el
Espíritu. Dios me arrebató de todos los apegos
materiales que tenía en ese momento, me desprendió
de todo lo que estaba estorbando para que pudiera
vivir con Él y en Él. Me quedé literalmente con 3 t-shirts,
2 pantalones y la providencia de Dios.

Digo la providencia de Dios porque realmente fue


empezar a verlo a Él en todo lo que estaba pasando a
ALEJANDRA PLANAS
mi alrededor. Un día me desperté con unos ojos
nuevos, con una mirada que lo veía a Él a través de
todo lo que estaba pasando en el mundo. La frase “Solo Dios basta” cobró sentido,
porque era a través de los paisajes, a través de las personas, a través de los retos, de los
dones que yo empezaba a verlo a Él, más allá de la situación. Me quedé atorada en Chile
sin poder salir, sin mis cosas y saber cómo era Él el que movía todo para que yo
empezara a vivir en plenitud, fue saber que era Él la señora que me donó ropa, saber que
era Él el que estaba cocinando a través de la consagrada que le tocaba cocinar, saber
que Su Mirada y Su Amor estaban presentes en las personas con las que hablaba.

Tuve la gracia de empezar a saber todos los misterios de Dios a través de la naturaleza,
como una cascada mostraba esa abundancia de gracias que caen de la herida del
costado de Cristo en la cruz, como los colores de un atardecer son los mismos que los
de Su Misericordia, como una flor enseña la delicadeza que tiene al crear, como una
montaña muestra su grandeza y tuve la gracia de poder empezar a verme a mí y a los
demás con sus ojos, saber lo que Dios piensa de alguien, entenderlo y sentirlo. Esto ha
sido clave para poder interceder con una mirada diferente, sabiendo que es lo que Dios
tiene y quiere para el otro, ser capaz de ver cómo actúa en la vida de los demás a pesar
de que ellos lo ven gris, poder ver cómo actúa a través de mi y como ha actuado a través
de otros para que yo me encontrara con Él.

Cuando recibimos un don es para ponerlo al servicio, muchas veces me he dejado ganar
por la autosuficiencia, la vanidad, el egoísmo, entre otras cosas, pero siempre Él
encuentra la manera de regresarme a Él, de dejarlo todo otra vez, de desprenderme
nuevamente de esos ídolos o apegos que tengo y volver a unirme a Él para poder
llevarlo a más personas. Me recuerda lo que es saber saborearlo en todo y regresarme
al punto cero de que sólo Él podrá saciar los anhelos más profundos que tienen nuestros
corazones.

SABIDURÍA
VIVIENDO EL DON

Te compartimos los siguientes medios para vivir el don de sabiduría:

1. Esforzarse en ver todas las cosas desde el punto de vista de Dios.

2. No aficionarse demasiado a las cosas de este mundo, aunque sean buenas y


honestas, sino, ver y hacer todo con un sentido de eternidad.

3. Llevar hasta el heroísmo la virtud de la caridad, para actuar siempre cómo lo


haría Dios.

Te invitamos a que el día de hoy pidas este don al Espíritu Santo, para ponerlo en prácti-
ca. Hoy, toma una decisión que lleves posponiendo un buen tiempo, pidiendo este don
para saber discernir entre lo que te mantiene atado a lo terrenal en contra de lo que Dios
quiere para ti.

ORACIÓN FINAL

Gracias Espiritu Santo, gracias por presentarte ante nosotros con este don. Danos la
gracia de la sabiduría, danos el don de ver con los ojos de Dios, escuchar con los oídos
de Dios, hablar con las palabras de Dios, sentir y amar con el corazón de Dios. Danos la
gracia de ser imitadores fieles para amarte más.

¡Ven Espíritu Santo!

SABIDURÍA
DON DE ENTENDIMIENTO
LUNES 17 DE MAYO
ORACIÓN INICIAL

¡Ven Espíritu Santo! Te invitamos a este momento de oración, ven y acompáñanos a este
momento de encuentro, de encuentro conmigo mismo, con mis hermanos, contigo. Te
ofrezco mi estado, te ofrezco todo lo que me preocupa y todas mis alegrías. Todo lo
pongo en tus manos.

Se reza un Padre Nuestro y un Ave María

CONOCIENDO EL DON

Hoy te contamos del don del entendimiento, este, al igual que la sabiduría, no
simplemente se reduce a la capacidad humana, ni a la capacidad intelectual. En cambio,
este don de entendimiento se refiere a una gracia que despierta en el corazón cristiano
la capacidad de ir a profundidad y no quedarse en solo lo externo. El entendimiento es
una gracia que nos permite indagar en las profundidades del pensamiento de Dios y de
su designio de salvación.

En las Sagradas Escrituras, Pablo nos cuenta lo que el don del entendimiento puede
hacer en nosotros, y nos dice: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo
que Dios ha preparado para los que lo aman. Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu.»
(Co 2, 9-10)

El entendimiento nos da la gracia de comprender las cosas como las comprende


Dios, con Su entendimiento. La posibilidad de comprender una situación con la
profundidad con la que el mismo Dios la puede comprender es efecto de este don.

Otro efecto de este don es la intimidad que genera en nuestra relación con Dios, este
don nos hace partícipes del designio de amor que Él tiene con nosotros.

Es importante saber que este don está relacionado de manera importante con la fe.
Cuando el Espíritu Santo habita en tu corazón e ilumina tu mente, te hace capaz de
crecer cada día en la comprensión del mismo Jesús. Jesús nos envía al Espíritu Santo
para comprender todo lo que Él nos ha enseñado.

ENTENDIMIENTO
TESTIMONIO

¿Cómo se hace presente el don de


ENTENDIMIENTO en la vida?
Hace 8 años, en misa de domingo, tuve el regalo
inesperado de vivir la presencia y el amor del Espíritu
Santo.

Los primeros meses, o quizás años, pensé que Dios


Padre quiso demostrarme que Él existe, pero con el
paso del tiempo, me di cuenta que fue mucho más que
una experiencia… Algo en mi había cambiado por
completo y para siempre. Entendí las palabras: «Les
daré un corazón nuevo… Infundiré mi espíritu en ustedes…» RODRIGO PÉREZ
(Ez 36, 26-27).

De la noche a la mañana se transformó mi vida. Empecé a leer la Biblia y el Catecismo,


los minutos se me pasaban en segundos.

Todos esos misterios de la Fe que antes no entendía y que me costaban creer, les
encontré sentido. Tenía mucha emoción de ir descubriendo el plan que Dios ha tenido
con la humanidad, desde la Creación hasta la venida de Jesús. Además, con mucha
facilidad y pasión podía transmitirlo a los demás.

Muchas cosas en mi vida se empezaron a enderezar. Aunque la vida es difícil y está llena
de retos, de la mano de Dios he vivido los mejores años de mi vida.

Fue un regalo del Espíritu Santo. Lo recibí para amar más a Jesús y para ponerlo al
servicio de su Iglesia.

ENTENDIMIENTO
VIVIENDO EL DON

Te compartimos los siguientes medios para vivir el don de entendimiento:

1. Invocar al Espíritu Santo, cada vez que tu razonamiento humano no pueda com-
prender las señales divinas.

2. Mantener una perfecta pureza de alma y cuerpo, para poder acoger las ver-
dades reveladas.

3. Diariamente, hacer un recogimiento interior para escuchar la voz de Dios y no


caer en una ceguera espiritual.

Te invitamos a que el día de hoy pidas este don al Espíritu Santo, para ponerlo en prácti-
ca. Hoy, lleva a la oración esa situación qué tanto te ha costado entender y ver en ella la
mano de Dios. Pídele al Espíritu Santo que te ayude a descubrir el sentido oculto detrás
de esta situación, para poder acoger con amor la realidad.

ORACIÓN FINAL

Espíritu Santo, permítanos recibir de ti el don del entendimiento para compartirlo con
cada uno de nuestros hermanos. Que este don no se quede en mi, sino que con tu gracia
llegue y sea yo capaz de compartirlo con la gente que me rodea.

Permite que el don de entendimiento ilumine y nutra mi relación con Dios, que me per-
mita conocerlo más para imitarlo y amarlo cada día más.

¡Ven Espíritu Santo!

ENTENDIMIENTO
MARTES 18 DE MAYO
DON DE CONSEJO
MARTES 18 DE MAYO
ORACIÓN INICIAL

Espíritu Santo, hoy nos unimos en oración y te pedimos que abras nuestro corazón para
estar atentos y ser sensibles a lo que nos quieres revelar a través de tu don de consejo.
Transmítenos cómo actuar, cómo responder a las situaciones en las que nos encontra-
mos, habita en nosotros para que ya no seamos nosotros, sino que tu seas en nosotros.

Se reza un Padre Nuestro y un Ave María

CONOCIENDO EL DON

Seguramente has estado en una situación en donde necesitas el consejo de alguien, de


un amigo, de un guía, de una persona que busca tu bien. Pues bien, a través del don de
consejo, Dios mismo es quien ilumina tu corazón con su Espíritu, es Él quien nos trans-
mite el modo justo de actuar, de hablar y de comportarse, nos muestra el camino a
seguir.

Es importante reconocer que al momento en que aceptamos al Espíritu Santo en nues-


tro corazón, el Espíritu nos permite ser cada vez más sensibles y estar atentos a su voz.
Esto nos permite orientar toda nuestra persona, nuestros pensamientos, nuestros
actos, nuestras intenciones y nuestros sentimientos según el corazón de Dios. Esto
naturalmente genera que nuestra mirada interior se dirija hacia Dios y nos inclina a tener
siempre a Dios como modelo al actuar y en las propias relaciones.

El don de consejo es el don con el cual el Espíritu Santo capacita nuestra conciencia
para hacer una opción concreta en común con Dios. Para conservar este don es nece-
sario recurrir constantemente a la oración, cuando surja una duda sobre que hacer
pregúntale al Señor, “Señor, ¿qué debo hacer?” A veces perdemos tiempo y nos con-
fundimos pensando en las posibilidades o en los escenarios que pueden surgir y nos
preocupamos por las decisiones que requerimos tomar pero cuando invitas a Dios y le
pides luz Él te da el don de su consejo.

A medida que frecuentas las Sagradas Escrituras, los sacramentos y la oración, vas
dejando de lado la lógica personal cegada por los prejuicios y las ambiciones y vas
dejando más espacio a escuchar a Dios y ser capaz de preguntarle: “Señor, ¿cuál es tu
deseo para mi?” Recuerda las palabras de Jesús en el evangelio de Mateo:
«Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que
deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que
hablarán, sino que el Espiritu del Padre hablará en ustedes.» (Mt 10, 19-20).

Dejemos espacio en el corazón y en nuestra vida para ir a la oración, al silencio, en esos


momentos recibiremos el consejo del Espíritu.

CONSEJO
TESTIMONIO

¿Cómo se hace presente el don


de CONSEJO en la vida?
En mi vida he tenido que hacer muchas elecciones,
unas más grandes y otras más pequeñas, pero al igual
que todos, he tenido que elegir una opción y de esta
forma renunciar a las demás. Lo más común es que
cuando vayamos a tomar una decisión, pensemos en lo
que ya sabemos, lo que nos han contado, los miedos o
inquietudes que tenemos y nuestros deseos. Pero hay
un factor que es mucho más importante y que a veces
se nos olvida tomar en cuenta al momento de elegir, la
voluntad de Dios. LEONARDO ARZAMENDI

Hay momentos en los que gracias a Dios he podido


tener más certeza de lo que me está diciendo y he
podido ver cómo me está ayudando a tomar una decisión. Por ejemplo hace 6 años
cuando empecé un proceso de discernimiento vocacional con los consagrados del
Regnum Christi, la pregunta que le hacía a Dios para que me ayudara a tomar una
decisión era “¿Dónde y cómo te puedo amarte más?”, y al final, Dios siempre nos habla,
en mi caso me ha mostrado que el lugar donde quiere que lo ame es teniendo una
familia y llevando su palabra al mundo.

Esta experiencia de dejarme guiar por Dios me ha ayudado a poder acompañar a otras
personas en su escucha de la voluntad de Dios. El Espíritu Santo nos da el don de
Consejo para que nosotros podamos elegir según los planes de Dios, pero también nos
lo puede dar para que ayudemos a otros a que también elijan según los planes de Dios.
Como responsable de otros jóvenes, he tenido la gracia de acompañarlos de forma
personal en su búsqueda por alcanzar la santidad. Y es el Espíritu Santo, con su don de
Consejo, quien me ha permitido ayudar a otras personas a elegir según la voluntad de
Dios.

CONSEJO
VIVIENDO EL DON

Te compartimos los siguientes medios para vivir el don de consejo:

1. Acostumbrarnos a proceder y actuar siempre con reflexión y sin apresuramien-


to, para poder juzgar rectamente.

2. Pedir los medios más oportunos para guiar por un camino santo a aquellos que
se nos presentan en el camino.

3. No tener exceso de confianza en uno mismo y en las cosas del mundo, sino
confiar más en todas aquellas cosas que provienen de Dios.

Te invitamos a que el día de hoy pidas este don al Espíritu Santo, para ponerlo en prácti-
ca. Hoy, mantén una escucha atenta a tu prójimo, para buscar una oportunidad de dar un
buen consejo que guíe a esa persona a optar por una decisión santa.

ORACIÓN FINAL

Espíritu Santo, hoy venimos a ti con sed, con sed de escucharte, con sed de recibir tu
don de consejo. Recuérdanos que cuando más nos sentimos solos o desesperanzados
más estás ahí y más buscas darnos tu consejo y hablar al corazón. Infunde en cada cora-
zón la certeza de que eres el consolador y de que somos capaces de recibir tu consuelo
si somos dóciles a ti.

¡Ven Espíritu Santo!

CONSEJO
DON DE FORTALEZA
MIÉRCOLES 19 DE MAYO
ORACIÓN INICIAL

Espíritu Santo, hoy nos dirigimos a ti para agradecerte todos los dones que nos has dado
la gracia de conocer y profundizar más. Ponemos en tus manos los días que quedan de
este camino de conocimiento de cada uno de los dones que nos das y te pedimos el don
de fortaleza para seguir perseverando durante esta preparación de Pentecostés.

Se reza un Padre Nuestro y un Ave María

CONOCIENDO EL DON

Jesús nos comparte la parábola de la semilla en las Escrituras. Recordemos que en esta
parábola hay diferentes lugares en donde la semilla puede caer, lugares en donde da
fruto y lugares en los que no da fruto o le es más difícil crecer.

Esta parábola revela mucho sobre nuestro corazón, en esta parábola el sembrador rep-
resenta al Padre que esparce su Palabra, que es la semilla y la tierra donde la semilla cae
representa nuestro corazón. ¿Cuántas veces nuestro corazón no está preparado para
recibir la Palabra del Padre? ¿Cuántas veces no somos capaces de acoger su Palabra? Es
en estas circunstancias difíciles en donde el don de fortaleza se hace presente y se nos
puede dar a través del Espíritu Santo.

Con este don, el Espíritu Santo es capaz de liberar el terreno de nuestro corazón, nos
libera de la tibieza, del miedo, de las confusiones que puedan frenar nuestro corazón
de acoger la Palabra del Padre, hacerla parte de nuestra vida y vivir conforme la Palabra
que recibimos.

Este don lo vemos más de lo que creemos. Piensa en las personas que conoces, cerca-
nos o no tan cercanos a ti. El don de fortaleza está en ese hermano que lucha por sacar
a su familia adelante, en las personas que siguen perseverando en su vocación, en el
joven que se entrega en sus estudios. Estas personas son santos, santos en su trabajo,
en sus estudios, en su familia y en su fe y en todas estas áreas el don de fortaleza se nos
es dado.

Para alcanzar la santidad el don de fortaleza lo necesitamos siempre, no en ocasiones


especiales o en situaciones extremas porque todos los días en la vida cotidiana necesi-
tamos ser fuertes para llevar adelante nuestra vida, nuestra familia y nuestra fe.

FORTALEZA
TESTIMONIO

¿Cómo se hace presente el don


de FORTALEZA en la vida?
Les puedo decir que el año más difícil de mi vida, ha
sido el año en que más he experimentado el amor de
Dios. Mientras cuidaba a mi mamá con cáncer terminal,
me diagnosticaron cáncer y empezó una aventura.

“Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del


mundo”, la certeza de la presencia de Dios en mi vida
fue lo que me dio la fuerza para vivir estos momentos
de dolor con mucha serenidad. El don de la fortaleza va
más allá de la fortaleza humana. Hubo momentos en los
que yo pensaba que no iba poder, lloraba, me sentía TICHO SOSA
muy débil, muy cansada, pero en los momentos de
mayor debilidad experimenté la fuerza de Dios que me
sostenía y me impulsaba a seguir luchando. “No hay nada imposible para Dios”, yo no
podía, pero Él sí, Él seguía haciendo su obra en mí.

Después de unos meses de luchar contra el cáncer, a medio tratamiento, falleció


inesperadamente mi papá, este ha sido uno de los dolores más grandes de mi vida. Sólo
la fuerza y el consuelo de Dios me ayudaron a confiar, a abrazar mi dolor y seguir
adelante. Es increíble ver como Dios no nos suelta, nos acompaña y nos da la fuerza para
enfrentar situaciones que nos parecen desbordantes. Su fuerza se mostró y se sigue
mostrando en mi debilidad.

Definitivamente en esta aventura he sentido una fuerza sobrenatural que me ha


permitido vivir los momentos de dolor con gozo y alegría. No tengo más que gratitud
con Dios por sostenerme con el don de la fortaleza y con tantas personas que me
demostraron su amor y su apoyo.

FORTALEZA
VIVIENDO EL DON

Te compartimos los siguientes medios para vivir el don de fortaleza:

1. No pedirle a Dios que nos quite nuestra cruz, sino que nos de la fuerza
necesaria para sobrellevarla santamente.

2. Buscar en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía y en la confesión, la


fortaleza para nuestra alma.

3. Acostumbrarnos al cumplimiento de nuestro deber cristiano, proporcionando


a nuestra alma el heroísmo de lo pequeño y de lo grande.

Te invitamos a que el día de hoy pidas este don al Espíritu Santo, para ponerlo en
práctica. Hoy, piensa en algún pecado que te ha costado trabajo vencer estos últimos
meses, y pide al Espíritu Santo que te de ese heroísmo en lo pequeño y en lo grande,
para poder resistir la tentación de caer nuevamente en ese pecado.

ORACIÓN FINAL

Espíritu Santo te pedimos que te hagas presente en nuestras vidas con este don. Cada
vez que queramos rendirnos, que sintamos no poder mas, recuerdanos invocarte y
pedirte el don de fortaleza. Te pedimos nos acompañes en cada decisión y en cada
situación que nos encontremos. Acompáñanos con tu don de fortaleza todos los días.

¡Ven Espíritu Santo!

FORTALEZA
DON DE CIENCIA
JUEVES 20 DE MAYO
ORACIÓN INICIAL

Espíritu Santo, dirige mi mirada hacia las maravillas de la Creación. Abre mis ojos, ante
todo mi alrededor, e impulsa mi entendimiento, para ver la inmensidad de Dios. Per-
míteme entender cuánto Dios me amó, para pensar en mí. Abre mis sentidos, para
reconocer a Dios a mi alrededor, e inspira mis acciones, para que sean de su agrado.

Se reza un Padre Nuestro y un Ave María

CONOCIENDO EL DON

El don de ciencia, va más allá del conocimiento humano, es la capacidad que nos otorga
el Espíritu Santo, de comprender la obra de Dios en nuestras vidas. Desde el Génesis,
Dios nos enseña en todo momento la maravilla de la Creación.

Dios nos encomendó a sus hijos, toda su obra. Sin embargo, debemos estar alertas de
no caer en actitudes erróneas ante la encomienda y la confianza que Dios nos dejó.
Debemos ver con ojos de humildad todo aquello que nos rodea, no podemos cegar
nuestros ojos con egoísmo. Debemos entender, que todo nos fue entregado por Dios, y
es nuestro deber rendirle homenaje a Él por medio de su creación.

Igual que en la Parábola de los talentos, «Porque el reino de los cielos es como un hombre
que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes» (Mt 25, 14), debemos poder
rendir cuentas de lo que Dios nos otorgó, y demostrarle lo que obtuvimos de su
encomienda. Esto es lo que nos permite de el don de ciencia, reconocer la creación
como encomienda de Dios, y comprender cómo debemos utilizarla en nuestra
misión.

El último llamado que nos hace el Espíritu Santo, por medio de este don, es reconocer
la mano de Dios, en medio de su obra. Contemplar la perfección de su trabajo, y otorgar-
le el sentido de trascendencia el cual representa. No debemos quedar nos, en lo superfi-
cial, debemos ver la obra de Dios por lo que es: el regalo de amor hacia nosotros sus
hijos.

CIENCIA
TESTIMONIO

¿Cómo se hace presente el don


de CIENCIA en la vida?
Tengo la oportunidad de acompañar espiritualmente a
jóvenes universitarios, en todas ellas nos encomenda-
mos al Espíritu Santo para que sea un diálogo hecho
oración. Cuando el dirigido comienza a platicarme de su
vida y lo que le ha sucedido las últimas semanas, tam-
bién voy pidiéndole a Dios que me vaya diciendo por
dónde orientar a la otra persona. Dios es fiel y siempre
guía, siempre nos va diciendo por dónde podemos
caminar para ser felices.
SERGIO CARVALLO
Con el don de ciencia, el Espíritu Santo nos va ayudando
a discernir y reconocer cuáles son los movimientos del
alma y aquello que nos va iluminando para decirle al dirigido. Hay ocasiones que uno
recibe inspiraciones, en donde no tiene nada que ver con lo que la otra persona está
contando, las comparte al dirigido y realmente Dios da en el punto exacto en donde se
necesitaba dar. Hay que recordar que somos medios, por donde el Espíritu Santo quiere
actuar y darse en abundancia.

Desde el inicio de mi día me ayuda mucho a ponerme en manos de Dios, para que todo
lo que haga, lo haga con Él y para Él. Recomiendo que le tengamos muy en cuenta a lo
largo de nuestro día, pues lo único que busca es que seamos felices, le amemos y nos
sintamos amados e inspirados por Él.

CIENCIA
VIVIENDO EL DON

Te compartimos los siguientes medios para vivir el don de ciencia:

1. Acostumbrarse a relacionar con Dios todas las cosas creadas.

2. Ver la mano de la providencia en todos los acontecimientos, ya sean prósperos


o adversos, de mi vida.

3. Desprendernos de las cosas de la tierra, para discernir todo desde lo divino.

Te invitamos a que el día de hoy pidas este don al Espíritu Santo, para ponerlo en prácti-
ca. Hoy, te invitamos a que enlistes todas las bendiciones que has recibido en este año
presente. En un momento de oración, reconoce cómo cada una de estas bendiciones
fueron obra de Dios. Él quiere que lo reconozcas como Creador y dador de todas estas
cosas buenas, y hacerte sentir cómo su hijo muy amado.

ORACIÓN FINAL

Gracias Espíritu Santo, por guiar mis pasos, por demostrarme el camino hacia Dios. Por
favor, nunca te apartes de mí, sigue guiándome, ilumina mi camino y lleva mi mirada
hacia el Cielo. Llena mi corazón de humildad, para reconocer la grandeza de la obra de
Dios, y la pequeñez del hombre, pero más importante aún, llena mi corazón de agradec-
imiento por todo lo que me rodea.

¡Ven Espíritu Santo!

CIENCIA
DON DE PIEDAD
VIERNES 21 DE MAYO
ORACIÓN INICIAL

Espíritu Santo, te pedimos que hoy nos acompañes con tu don de piedad, con este don
que al ser conscientes de nuestro vínculo profundo y nuestra identidad de hijos de Dios
nos lleva a la alabanza y la alegría. Infunde en nosotros este don, que nuestros cora-
zones no se cansen de alabarte.

Se reza un Padre Nuestro y un Ave María

CONOCIENDO EL DON

Aunque todos los dones son importantes y necesarios, los efectos que genera en
nosotros el don de piedad tocan el corazón de nuestra identidad y nuestra vida cristiana.

El don de piedad a veces se puede confundir con tener compasión de otros, pero el don
de piedad nos indica nuestra pertenencia a Dios y nuestro vínculo profundo a Él. Este
vínculo da sentido a nuestra vida y nos da la gracia de perseverar y mantenernos firmes
en nuestra relación con Dios aun en los momentos más difíciles.

Este vínculo con Dios que el don de piedad permite no es una imposición, al contrario,
este vínculo nace del corazón, del deseo puro de vivir una relación con Dios con el cora-
zón. Esta relación cambia nuestra vida, llena de entusiasmo y genera gratitud y alabanza
al Señor.

El Espíritu Santo nos hace sentir el amor que Dios nos quiere dar y al recibir este amor
somos movidos naturalmente a la oración, a la gratitud y a la alabanza. Esto quiere
decir que el don de piedad es un espíritu auténtico de confianza filial con Dios, se man-
ifiesta como la capacidad de dirigirnos a Dios con sencillez y humildad.

Gracias a que este don nos hace crecer en relación y comunión con Dios, recibimos la
gracia también de reconocernos hijos de Dios y eso nos lleva a amar a nuestros her-
manos.

PIEDAD
TESTIMONIO

¿Cómo se hace presente el don


de PIEDAD en la vida?
Hace unos meses tuve la oportunidad de irme a ejerci-
cios espirituales y de vivir unos días muy cerca de la
Santísima Trinidad. Desde muy pequeña el Espíritu
Santo me dado la gracia de saber reconocer su voz en
mi corazón y de ser muy dócil a sus palabras y luces
durante mi día a día.

En ejercicios luego de estar un rato en silencio fui


sintiendo en mi corazón ese don de piedad, sentía
como Jesús me iba hablando e iba sanando muchas
heridas y recuerdos que tenía en mi corazón y que me MARÍA VALENTINA
hacían mucho daño, sin saberlo me estaban alejando TORTOLERO
de Jesús y de su voluntad. Ser templo del Espíritu es
algo magnífico, un misterio difícil de explicar, pero que con la Gracia De Dios y del Espíri-
tu se puede entender.

Ese momento de gracia, con el regalo de experimentar el don piedad, me permitió


verme como Dios me veía, con sus ojos llenos de amor y Misericordia, sentir su abrazo y
la seguridad de que Él está conmigo y de que vive en mí en Espíritu, alabarlo y agrade-
cerle fueron la manera en como mi corazón reaccionó a esa gracia.

Que alegría ser católica y vivir llena del Espíritu de Jesús, de poder amarlo y acogerlo
hasta el punto de que las palabras se quedan cortas y contemplarlo es la manera de
responder a ese amor.

El don de piedad me regala muchos aprendizajes, me hace acércame a Jesús, amarlo,


acogerlo, alabarlo y su vez da las ganas de querer compartir ese amor con todas las per-
sonas que nos rodean.

Gracias Señor Gracias, por el regalo de vivir en tu Espíritu de Piedad.

PIEDAD
VIVIENDO EL DON

Te compartimos los siguientes medios para vivir el don de piedad

1. Cultivar en nosotros un espíritu de fraternidad universal con todos los hombres.

2. Considerar todas las cosas, aún las puramente materiales, cómo pertenecien-
tes a la casa del Padre.

3. Sabernos en todo momento Hijos de Dios, merecedores de amor y misericor-


dia.

Te invitamos a que el día de hoy pidas este don al Espíritu Santo, para ponerlo en prácti-
ca. Hoy, piensa en alguna persona, que te haga constantemente desesperarte, que te
haga sentir rabia o intolerancia. Pon a esta persona en manos de Dios, pídele a su Espíri-
tu Santo que infunda en ti el don de la piedad, para reconocer que esa persona también
es hijo amado de Dios, y que estás llamado a tener misericordia y compasión.

ORACIÓN FINAL

¡Gracias Espíritu Santo!


Gracias por hacerte presente en estos momentos de oración y de compartir. Te pedimos
que cada dia nos recuerdes nuestra identidad de hijos y nos envíes a amar a nuestros
hermanos. Danos la gracia para que cada día se afiance más nuestro vínculo profundo
con Dios.

¡Ven Espíritu Santo!

PIEDAD
DON DE TEMOR DE DIOS
SÁBADO 22 DE MAYO
ORACIÓN INICIAL

Espíritu Santo, te rogamos abras nuestro corazón para reconocernos hijos de Dios. Crea
en nosotros, una sed insaciable de Dios, para que nunca nos cansemos de buscarlo.
Siembra en nosotros humildad, para reconocer nuestros errores, y la fortaleza para
seguir buscarlo. Permítenos alcanzar un verdadero Temor de Dios.

Se reza un Padre Nuestro y un Ave María

CONOCIENDO EL DON

A diferencia de lo que muchos creen, el temor de Dios no es temerle a Él, sino temer a
ofender y faltarle. Este don, presentado por el Espíritu Santo, es el recordatorio de cuán
pequeños somos al lado de Dios, es reconocernos como hijos suyos, y como todo hijo,
darle el respeto que merece Nuestro Padre Celestial.

Como humanos, necesitamos de este don, para reconocer la grandeza de Dios, y como
Él es el único que puede otorgarnos la verdadera felicidad. Es Jesucristo, quien nos con-
duce a los brazos de su Padre, y el Espíritu Santo, quien nos otorga los dones y virtudes
para lograrlo.

Es por eso que, tomando conciencia de la grandeza de Dios Padre, podremos abrir
nuestros corazones para reconocer su magestad, y recibir de Él, la fuerza para aban-
donarnos a nosotros mismos, y adentrar nos en su misericordia y amor, reconociéndo
nos como hijos amados.

Pero no olvidemos, este don no es para volvernos hijos sumisos ni pasivos, sino crisitia-
nos convencidos del amor del Padre hacia nosotros, y nos vuelve entusiastas en
nuestro camino de la fe. Este don nos sirve de alarma, contra los efectos del pecado,
nos lleva a amar tanto, que sería impensable hacer algo para ofenderlo, y mucho menos
para separar nos de Él.

TEMOR DE DIOS
TESTIMONIO

¿Cómo se hace presente el don de


TEMOR DE DIOS en la vida?
Hay veces que caemos y cuando lo hacemos, nos
duele porque sabemos que le hemos hecho daño a
Jesús, quien en la cruz se entregó por nosotros.

Caer no siempre implica el cometer algún pecado: el


simple hecho de no voltear a ver a Dios, procrastinar, no
orar, no encomendarle tu día, todo esto y más nos
vuelve vulnerables a que podamos caer en pecado y
fallarle a Dios. ( Y así empieza, primero dejas de hablar
con Él, dejas de encomendarle tu vida, tienes tenta-
ciones presentes, te resistes por un tiempo pero como MAX CANTÚ
no estás en oración, eventualmente caes en ellas y
cuando te das cuenta ya estás en pecado y no sabes
cómo regresar a la gracia. No sabes cómo voltearlo a ver y pedirle perdón. Él nos perdo-
na pero su amor es tan grande que nos es increíble pensar que a Él solo le importa que
regresemos a Él.)

El temor de Dios implica que tengamos el sentimiento de no querer fallarle, no querer


alejarnos por miedo a perdernos en el camino. En lo personal, siento que siempre estoy
fallándole. Quiero hacer mucho y siento que siempre termino haciendo poco. Quiero
estar todo el tiempo en su presencia y no alejarme pero muchas veces esto me ha
hecho caer en el orgullo, ya que busco ser perfecto a sus ojos, y cuando no lo logro,
duele porque me doy cuenta que no soy perfecto, y aunque quiera serlo sé que no voy
a poder, pero esa es la mejor parte porque Él me ama así, para el soy perfecto así, Él me
invita a dejar todo en sus manos, a dejarme ser amado, ser moldeado aunque esto impli-
que tener que reconstruirme muchas veces.

Él quiere que seamos vulnerables ante sus ojos, que vayamos hacia Él y pidamos
redención y misericordia que por gracia, ya tenemos.

Aunque en ocasiones sigo llenándome de orgullo, por temor a alejarme de Él y de su


camino de amor y salvación siempre regreso. Aunque caiga, siempre quiero volver a Él.
No hay mejor lugar que estar en Su presencia y el estar bajo Su protección.

El temor de Dios se refleja en las decisiones que tomamos todos los días, en ser integro
y decidir por el mejor camino aun cuando nadie esté viendo, porque cuando decides no
fallarle a Dios por temor a alejarte, crecemos en sabiduría; tal como dice en el libro de
Proverbios: “El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento" y en nosotros
está el entregarnos completamente a Él, dejar que obre en nosotros y que nos regale
este increíble don que nos llama a caminar en Santidad, pureza, humildad y entrega, de
la mano del Espíritu Santo.

TEMOR DE DIOS
VIVIENDO EL DON

Te compartimos los siguientes medios para vivir el don del temor de Dios

1. Acostumbrarnos a tratar a Dios con confianza filial, pero también a tratarlo con
reverencia y respeto.

2. Meditar con frecuencia en la infinita malicia del pecado y concebir un gran


horror hacia él.

3. Poner un especial cuidado en la mansedumbre y humildad en el trato con el


prójimo.

Te invitamos a que el día de hoy pidas este don al Espíritu Santo, para ponerlo en prácti-
ca. Hoy, proclama a Dios con el Rey y Señor de tu vida, para que gobierne todos aquellos
aspectos de tu vida que necesiten la presencia de la templanza, y qué con el don del
temor de Dios, puedes conseguir someterte totalmente a su divina voluntad.

ORACIÓN FINAL

Espíritu Santo, llena nuestro corazón de entendimiento y pequeñez, danos la fortaleza


para no cansarnos en nuestra búsqueda de Dios. Ayúdanos a reconocernos hijos obedi-
entes y amados de Dios. Con tu pronta llegada, llena nuestros corazones de fuego vivo,
y pon en nuestro camino las herramientas para alcanzar la Santidad.

¡Ven Espíritu Santo!

TEMOR DE DIOS
PLEGARIA DEL CARDENAL MERCED

“Les voy a revelar un secreto de santidad y de felicidad. Si dejan


descansar todos los días su imaginación durante cinco minutos,
cierran los ojos a todas las cosas de los sentidos y los oídos a
todos los ruidos de la tierra, de manera que sean capaces de
retirarse al santuario de su alma bautizada que es el templo del
Espíritu Santo, y hablando al Santo Espíritu le dicen:

Espíritu Santo, alma de mi alma


Te adoro, iluminame, guíame,
Fortaléceme y consuélame.
Dime todo lo que debo hacer y mandame a hacerlo.
Te prometo someterme a todo lo que me pidas
y a aceptar todo lo que permitas que me suceda.
¡Indicame solamente cual es tu voluntad!

La vida de ustedes transcurre alegre y serena, abundará el


consuelo aun en medio de las tribulaciones, pues la gracia se les
concederá proporcionalmente a las pruebas junto a la fuerza para
soportarlas, conduciéndolos hasta las puertas del Paraíso, llenos
de merecimientos. Esta sumisión al Espíritu Santo es el secreto de
la santidad.”
REFLEXIÓN Y EJERCICIO DE CIERRE

Hemos llegado al final de esta semana de preparación para Pentecostés, te invitamos a


que mañana que es la fiesta de Pentecostés sigas siendo dócil a las inspiraciones que el
Espíritu Santo te ha dado a partir de esta preparación.

Para ayudarte a concretar estas inspiraciones y enseñanzas te invitamos a escribir cada


una de ellas, cada deseo que ha brotado de tu corazón a partir de esta experiencia. Te
invitamos a agradecer cada gracia, cada luz, cada impulso del Espíritu Santo.

¿Qué inspiraciones he tenido a partir de esta preparación para Pentecostés?

¿Qué deseos han brotado de mi corazón a partir de esta experiencia?

¿Qué medios quiero adoptar para seguir cultivando mi relación con el Espíritu
Santo?

¿Qué agradezco de este caminar?

BIBLIOGRAFÍA
Philippe, J. (1995). Plegaria del Cardenal Merced (Ed. 3), En la escuela del Espíritu Santo (3 ed., Vol 1., pp.
71-72). EDITORIAL ALBA.

Papa Francisco. (2014). Catequesis sobre los dones del Espíritu Santo.
https://odnmedia.s3.amazonaws.com/files/Catequesis-sobre-los-dones-del-Espi%CC%81ritu-Santo-Papa-
Francisco20210118-202951.pdf

Royo Marín, A. (1958). Teología de la perfección cristiana. Biblioteca de autores cristianos.

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