El texto presenta una crítica fundamentada sobre la enseñanza de la Constitución y las competencias
ciudadanas en instituciones de educación superior no relacionadas con el Derecho o ciencias afines.
Se destaca la ineficacia de la metodología pedagógica tradicional para este propósito, resaltando la falta de conexión entre los objetivos de aprendizaje y las necesidades de los estudiantes, así como la desconexión entre la teoría y la práctica. Uno de los puntos principales de la crítica es la falta de adaptación de la enseñanza a las necesidades y características del estudiantado, que en su mayoría no proviene de disciplinas relacionadas con el Derecho. Se señala que la metodología tradicional, basada en clases magistrales y enfoques teóricos, no motiva la participación ni la aplicación práctica del conocimiento constitucional. Además, se resalta la excesiva carga memorística y la falta de estructuración en los planes de estudio como aspectos negativos de la enseñanza tradicional. El texto propone la necesidad de un enfoque pedagógico novedoso que se adapte a las formas de comunicación y participación actuales de los estudiantes, utilizando herramientas como internet, tecnología, medios audiovisuales y música para transmitir la información y desarrollar competencias ciudadanas. Se destaca la importancia de incluir vías de participación e identificación dentro de la comunidad estudiantil, reconociendo la diversidad y promoviendo la inclusión. Además, se subraya la importancia de enseñar la participación ciudadana, los valores éticos asociados y las técnicas para participar de manera efectiva en un contexto diverso e inclusivo. Se propone un modelo que fomente el diálogo y la colaboración entre los diferentes grupos sociales presentes en la comunidad estudiantil, sin discriminación alguna. El texto presenta una reflexión interesante sobre la importancia de enseñar la Constitución Política y fomentar competencias ciudadanas en todas las instituciones educativas en Colombia, como lo establece la Constitución de 1991. Se destaca la necesidad de un modelo pedagógico diferente al tradicional, especialmente diseñado para ciudadanos comunes que no están adscritos a facultades de Derecho o ciencias afines. El autor argumenta que la enseñanza de la Constitución y las competencias ciudadanas es esencial para el desarrollo individual y colectivo de los ciudadanos y los Estados. Se señala que la Constitución es la norma de normas y que su conocimiento es fundamental para la participación activa en la sociedad y la construcción del Estado. Se plantea la necesidad de una metodología pedagógica distinta para enseñar sobre la Constitución a estudiantes de instituciones de educación superior no vinculados a áreas afines. Se mencionan tres ejes centrales para justificar esta necesidad: los objetivos de enseñanza son diferentes, el perfil del alumnado es variado y las competencias a desarrollar también varían. Además, se critica el método tradicional de enseñanza del Derecho y la Constitución, principalmente la clase magistral, por ofrecer poca participación al estudiante, tornarse teórica y alejar al estudiante de la aplicación práctica de los conocimientos. Se destaca que muchos alumnos universitarios no familiarizados con esta metodología se sienten alejados de la temática.
En general, el texto plantea de manera clara y fundamentada la necesidad de repensar la forma en
que se enseña la Constitución y se fomentan competencias ciudadanas en las instituciones educativas. Se destaca la importancia de adaptar las metodologías de enseñanza a las necesidades y perfiles diversos de los estudiantes, buscando promover un aprendizaje más participativo, práctico y significativo para todos los ciudadanos.