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Maltrato infantil (MTI)

OMS: se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los
tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro
tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su
supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia
de pareja también se incluye, a veces, entre las formas de maltrato infantil.
El MTI está en la base de muchos problemas, incluido el suicido. No hay salud física sin salud mental, y no hay
salud mental de adulto si no la ha habido en la infancia.
Es más fácil definir el MTI por el buen trato: conjunto de cuidados que satisface las necesidades de las personas,
para sobrevivir de forma plena.
● Necesidades biológicas → bienestar físico corporal
● Necesidades mentales → considerar el mundo como un lugar acogedor
● Necesidades emocionales → sentirse querido, querer, no sentirse marginado ni abandonado ni rechazado.
Sentirse seguro en la familia
Estas necesidades son derechos.
Derechos del niño:
1. Participación: los niños, como personas y sujetos de derecho, pueden y deben expresar sus opiniones en
los temas que los afecten.
2. Supervivencia y desarrollo: las medidas que tomen los Estados Parte para preservar la vida y la calidad de
vida de los niños deben garantizar un desarrollo armónico en el aspecto físico, espiritual, psicológico,
moral y social de los niños, considerando sus aptitudes y talentos
3. Interés superior del niño: cuando cualquier otra entidad deba tomar decisiones respecto de los niños y
niñas, deben considerar aquellas que les ofrezcan el máximo bienestar
4. No discriminación: ningún niño debe ser perjudicado de modo alguno por motivos de raza, credo, color,
género, idioma, casta, situación al nacer o por padecer algún tipo de impedimento físico
Factores de riesgo:
● Del niño: tener en cuenta que nunca se los puede culpar ya que son las víctimas.
○ < 4 años
○ Adolescencia
○ No ser deseados
○ No cumplir las expectativas de los padres
○ Necesidades especiales
● De los padres o cuidadores:
○ Dificultad para establecer vincula afectivos con el RN
○ No cuidar al niño
○ Antecedentes personales de MTI
○ Falta de conocimientos o expectativas no realistas sobre el desarrollo infantil.
○ Consumo de alcohol o drogas (ppalmente durante la gestación)
○ Participación en actividades delictivas
○ Dificultades económicas
● Relacionales:
○ Problemas físicos, mentales o de desarrollo de algún miembro de la familia
○ Ruptura de la familia o la violencia entre otros miembros de la familia
○ El aislamiento en la comunidad o la falta de una red de apoyos
○ La pérdida del apoyo de la familia extensa para criar al niño.
● Sociales y comunitarios:
○ Falta de vivienda adecuada o de servicios de apoyo
○ Desempleo y pobreza
○ Facilidad de acceso a sustancias
○ Falta de programas de prevención de MTI
○ Pornografia, prostitucion y trabajo infantil
○ Rigidez de papeles asignados a cada sexo
○ Desigualdad o inestabilidad social, económica, sanitaria o educativa.
Factores protectores o compensadores:
● Vinculación afectiva positiva en la familia
● Existencia de una red de apoyo psicosocial
● Seguridad económica, la autonomía;
● Apoyo de la pareja en la crianza
● Integración social del menor y de sus padres con su grupo de iguales
● La resiliencia es un FP de primera magnitud. Es la capacidad de un niño para resistir el daño causado por
los factores adversos de su vida.
Epidemiología: la negligencia es el tipo de maltrato más frecuente, seguido de abuso emocional y posteriormente
maltrato físico.
Consecuencias:
● Efectos emocionales: se perturba el proceso de formación de vínculos de apego y regulación de las
emociones. Son más propensos a tener problemas para relacionarse.
○ Niñas: vergüenza y culpa
○ Niños: agresivos
● Efectos cognitivos: carecen de creencias positivas acerca de sí mismos y del mundo, lo que influye en la
interpretación de las actitudes de otras personas y predispone a la depresión y miedos (internalización) así
como violencia (externalización)
● Efectos conductuales:
○ Maltrato físico: niños agresivos con los demás.
○ Maltrato psicológico: problemas de rendimiento académico y para relacionarse con los demás.
○ Abuso sexual: comportamiento sexual inapropiado para la edad y conductas antisociales
○ Negligencia: retraídos y evitan las relaciones.
● Efectos neurobiológicos: anomalías cerebrales por los golpes y el estrés crónico consecuencia de un daño
permanente en la estructura neuronal y funcionamiento de un cerebro aún en desarrollo. Problemas
cognitivos y del lenguaje.
● Hijos de madres maltratadas: alto riesgo de padecer problemas cognitivos, emocionales y conductuales. En
cuanto a los efectos cognitivos, pueden presentar retraso en el desarrollo, problemas de aprendizaje y de
atención, sintomatología ansiosa o depresiva, y estrés y ansiedad anticipatoria ante la posibilidad de nuevas
agresiones En cuanto a los efectos emocionales, experimentan sentimientos de inseguridad y baja
autoestima.
● Transmisión intergeneracional

Tipos de maltrato infantil: segun la OMS son 4 (abuso sexual, fisico, emocional y psicologico, y desatención)
1. Maltrato físico: comportamiento que provoca daño físico o riesgo de padecer una enfermedad física en el
niño. Pueden ser consecuencia de una disciplina mal entendida, expresión de rechazo, rasgos sádicos del
agresor o impulsividad incontrolada.
a. Signos de alerta: existencia de accidentes previos, discordancia entre lo relatado por los padres o
tutores y los hallazgos clínicos, evidencia de negligencia, poca higiene o desnutrición, retraso en
solicitar servicios asistenciales, hematomas múltiples, hemorragias internas o externas, lesiones o
fracturas inhabituales en la infancia, lesiones específicas, como: quemaduras, señales de golpes con
la mano, cinturón.
b. Traumatismo de cráneo abusivo pediátrico: lesión en el cráneo o del contenido intracraneal, en
menores de 5 años, debido a un impacto con algún objeto contundente y/o sacudidas violentas.
Incluye el síndrome del bebé sacudido. Quedan excluidas de esta definición las lesiones no
intencionales como resultado de una supervisión negligente, las heridas de arma de fuego, heridas
de arma blanca y el trauma penetrante.
2. Maltrato emocional: rechazo, abandono, insultos. Signos de alerta:
a. Rechazo:
i. < 2 años: aposición a aceptar sus impulsos primarios de apego
ii. 2-4 años: exclusión del niño de las actividades familiares.
iii. Etapa escolar: valoración negativa constante del niño
iv. Adolescencia: rechazo a aceptar los cambios.
b. Aterrorizar: amenazas de castigo extremo o humillaciones.
c. Aislamiento: privarlo de una vida social satisfactoria.
d. Violencia doméstica extrema o crónica
3. Negligencia: en uno o más de los aspectos siguientes: salud, educación, desarrollo emocional, nutrición,
hogar y condiciones de vida seguras.
a. Física: inexistencia de condiciones que respondan al bienestar del niño. Signos de alarma: cuidado
físico deficiente, alteraciones del crecimiento por causa externa e intencionada, como: la
alimentación inadecuada, ausencia de vacunaciones o cuidados médicos básicos, repetidas
ausencias escolares no justificadas o falta de estímulos suficientes que garanticen una autoestima
mínima.
b. Psíquica o emocional: falta persistente de respuesta a expresiones emocionales, conductas de
proximidad e interacciones iniciadas por el niño. Signos de alarma: ausencia de disponibilidad de los
padres hacia el niño; frialdad y falta de afecto; fracaso en la protección al niño ante amenazas
externas o inacción ante su demanda de ayuda; renuncia a intervenir por parte de los padres o
tutores en casos de interés del menor; suspender un tratamiento que se ha comprobado como
eficiente.
4. Maltrato prenatal: inexistencia de cuidados (trabajo excesivo de la madre, tbq, alcohol, drogas, ambientes
tóxicos, no hacer los controles necesarios)
5. Trastorno facticio impuesto por otro: síndrome de Munchausen por poderes. Síntomas inducidos por los
cuidadores. Signos de alerta: consultas recurrentes por síntomas parecidos o iguales. Uso de múltiples
servicios sanitarios, incluidas urgencias. Discordancia entre los síntomas y signos relatados fuera del
ambiente médico y los hallazgos en la exploración clínica y analítica. Relativa tranquilidad de la madre ante
las dudas del diagnóstico. En otras ocasiones, inquietud exagerada. Insistencia en realizar pruebas, aunque
estas conlleven riesgo. Antecedentes de rasgos psicopatológicos en la familia.
6. Explotación laboral
7. Adopción maligna: situación forzada de adopción o de ocultamiento de sus orígenes o identidad.
8. Corrupción: tanto en lo sexual, como el consumo de sustancias o agresión.
9. Violencia doméstica y de género
10. Acoso escolar: es más frecuente a menor edad. Genera rechazo al colegio, mal rendimiento escolar,
ansiedad, depresión, baja autoestima e ideaciones suicidas.
11. Ciberacoso
12. Grooming y sexting: delitos.
a. Grooming: conjunto de técnicas que emplea un adulto para seducir a un menor con fines sexuales.
Entre las técnicas están: la mentira, el engaño y la ficción hasta conseguir la confianza del menor
13. Violencia de género entre adolescentes: Entre los factores de riesgo destacan: la influencia del grupo
de iguales, el uso de sustancias, las actitudes de tolerancia y aceptación de la violencia implícitas en la
sociedad y que pueden llevar a la normalización de la misma, así como variables que tienen que ver con el
ajuste psicológico (hostilidad, agresividad, hiperactividad, baja empatía, ánimo depresivo, escasa capacidad
de control de la ira, celos, impulsividad, etc.)
14. Maltrato institucional: cuando las instituciones no tienen en cuenta las necesidades de los niños para
su atención y tratamiento. Signos de alerta: abuso de pruebas diagnósticas; no pedir consentimiento
informado; dedicación insuficiente de tiempo en la consulta; hospitalizaciones innecesarias; parques
infantiles con riesgo de accidentes o daños; descuidos en el mantenimiento o diseño del entorno urbano o
rural frecuentado por niños
Signos y síntomas de sospecha de maltrato:
● Si existiera retraso en la solicitud de atención médica o la historia aportada por el tutor no explica la lesión
identificada o la historia de la lesión cambia significativamente con el tiempo.
● Lesiones importantes sin historia de trauma, especialmente en niños muy pequeños; la información no es
compatible con la edad y habilidades del niño.
● Ausencia del adulto en el momento del accidente
● Ingestión de bebidas alcohólicas o sustancias así como trastornos psiquiátricos en adultos responsables.
● Niño sumiso, retraído, soporta sin llorar procedimientos dolorosos o existe un lenguaje violento hacia el
menor, o falta de afectividad materna.
● Reacción familiar anormal; atribuir las lesiones a otros niños; antecedentes de hospitalizaciones por
trauma; antecedente de hijo fallecido no explicado.
● Lesiones concurrentes o negligencia
● Lesiones centinelas: patognomónicas de maltrato
○ Presencia de lesiones en múltiples órganos, hematomas o escaras, incluyendo lesiones que se
presentan en distintos estadíos de evolución. Fracturas en los menores de 2 años, asociadas con
otras en estadíos de formación de callos. Quemaduras simétricas en ambas manos y pies que
sugiere que las extremidades fueron sumergidas forzosamente en líquidos calientes. Quemaduras
viejas al examen físico y referidas por el familiar como recientes.
● Abuso sexual
Distribución de las lesiones: accidentales (A) y no accidentales (B)

Intencionales: ojos, boca, orejas, hematomas parietales, manos y muñecas, glúteos, región lateral y posterior de
muslos, pies, tórax y espalda.
Diagnóstico diferencial:
Cómo actuar:
● Primero asegurar la seguridad del niño → internar si es necesario. Criterios: Lesiones que requieran
intervención médica; menores de 3 años con lesiones sospechosas; todo niño mayor de 3 años con
diagnóstico presuntivo de abuso sin posibilidad de seguimiento ambulatorio; ausencia de adultos
responsables; todo niño con episodios reiterados de algunos de los tipos de maltrato.
● El interlocutor con la familia debe ser siempre el mismo profesional. No se tienen que repetir las
preguntas y, en ningún caso, se debe mostrar desconfianza o incredulidad ante las respuestas
● Es muy importante evitar acusaciones entre los miembros de la familia, sobre todo, si se trata de una
familia inestable, o con problemas judiciales, o de separación y divorcio, y eludir asuntos de la familia que
no tengan que ver con el tema.
● Poner todo por escrito (incluso el pensamiento médico)
● Hay dos objetivos primordiales: proteger al niño lo antes posible, para evitar nuevos abusos, y evitar
conflictos si en el entorno del niño se ha reaccionado con hostilidad.
● Una función importante del profesional es facilitar los movimientos de los menores para que encuentren
la persona de su confianza, con la que dialogar abiertamente de lo ocurrido y, de este modo, liberar a la
víctima de la incapacidad de hablar. Se puede acudir a un centro de información o a profesionales
expertos para solicitar ayuda.
● No alejar al niño de la familia, ni hablar directamente con el presunto agresor. Una confrontación
prematura, sin poner al niño a salvo, podría producir una regresión
● Asegurarnos que el niño comprenda que sabemos lo que le pasa y que estamos dispuestos a ayudarlo.
● En el caso de que el maltrato lo haya causado una persona ajena a la familia, esta debe ser informada. Si
se trata de un familiar directo, hay que comunicárselo a los padres, si ello no merma las condiciones de
seguridad para el niño o niña. Puede darse una situación en que no sea posible y haya que recurrir a los
servicios de protección a la infancia, con tal de evitar que la situación quede oculta en el ámbito
intrafamiliar.
● La notificación de un caso sospechoso es obligatorio para el personal de salud ya que es un delito de
acción publica (se encuentran liberados de guardar secreto profesional en estas situaciones; El médico
tratante denuncia como representante de la institución no como una persona única. No existe sanción de
los Colegios Profesionales por haber realizado denuncia alguna de sospecha de maltrato, aun no
habiéndose confirmado el mismo.)
Prevención:
● Población general: recabando información de aspectos psicosociales, dinámica familiar, etc. (para buscar
posibles indicadores protectores y de fragilidad) de la población infantil atendida. Evaluar calidad del
vínculo, cuidados del niño, actitud de los padres ante el establecimiento de normas y límites. Promover la
lactancia materna.
● Población de riesgo:
○ Consultar con el servicio de protección al menor y equipo de trabajo social
○ Remitir a programas de apoyo social psicológico y de educación parental
○ Remitir a centros de salud mental o unidades de tratamiento de conductas adictivas
○ Realizar visitas domiciliarias de enfermería a familias de alto riesgo.
● Actuaciones ante la sospecha de MTI:
○ Tratar las lesiones y sus secuelas físicas.
○ Establecer medidas de protección contra posibles contagios (tétanos, hepatitis B, enfermedades
infecto-contagiosas o por lesiones físicas, enfermedades de transmisión sexual).
○ Disponer medidas de prevención de embarazo secundario a una agresión sexual.
○ Asegurar el tratamiento emocional y psicológico del niño
○ Compaginar las actuaciones con los servicios sociales de la zona
○ Hacer un seguimiento de la familia y el niño y, en su caso, tratar las secuelas, repeticiones del
maltrato o problemas de salud asociados.
○ Proporcionar a las familias grupos de ayuda mutua, educadores y psicoterapeutas
○ Procurar atención al grupo familiar
○ Favorecer la atención del menor en su propia familia, siempre que ello sea posible, tratando de
que los padres y familiares próximos participen en el proceso de normalización de su vida social.
MTI leve o puntual → comunicarlo a los servicios sociales más próximos (trabajadores sociales, equipos
psicopedagógicos o servicios de psiquiatría infanto-juvenil)
Casos graves y repetidos → denunciar

Síndrome del bebe sacudido


Signos y síntomas, características clínicas, radiográficas y, a veces, los resultados de la autopsia, producto de las
sacudidas violentas de un bebé o niño pequeño.
Este síndrome es encontrado en niños de 2 a 3 meses más frecuentemente pero ha sido documentado en niños
de hasta 5 años.
La mortalidad es aproximadamente del 25- 30% y típicamente ocurre en los primeros días después del daño, más
frecuentemente por aumento de la presión intracraneal debido al edema cerebral o a hemorragia.
Hay llanto inconsolable del bebé. Las lesiones son producidas por los movimientos de aceleración y
desaceleración rotacional de la cabeza que produce ruptura de las venas mediales en su sitio de unión con la hoz
del cerebro.
Estudios:
● TAC: preferida como método para evaluar efectos de masa o hemorragia extra-axial.
● Hacer RX de huesos largos, craneo y torax → Las fracturas pueden no ser visibles en radiografías hasta que
el proceso de curación empieza, aproximadamente 7 a 10 días después de la lesión
● Ecografía: es útil junto con la TC y la RNM en el monitoreo de la progresión de lesiones en el SNC.
● PL: sangre en LCR indicativo de hemorragia subaracnoidea
● Fondo de ojo (hemorragias retinianas)
Tratamiento:
● Es necesaria la internación del niño, con medidas de sostén y/o quirúrgicas en la etapa aguda y la
rehabilitación para las secuelas
● Tratamiento anticonvulsivante puede ser necesario al inicio y continuar un tiempo después de producida
la lesión.
● La estrategia terapéutica con la familia intentará reducir el riesgo ulterior y el retorno del niño al hogar
evitando la revictimización.
Cualquier niño que presente hemorragia subdural sin historia de trauma mayor debe ser evaluado
cuidadosamente como un probable niño maltratado.
En la evaluación de una primera convulsión se debe incluir al trauma no accidental como causa.

Abuso sexual infantil AAP- ¿Qué hacer cuando se sospecha que un niño es abusado sexualmente?
¿Qué hay que saber sobre el abuso sexual infantil?
Abuso sexual infantil (ASI): compromiso de un niño en actividades sexuales que no corresponden a su etapa
evolutiva, es decir, a su desarrollo psicosexual; siendo por definición emocionalmente inmaduro y dependiente,
no está capacitado para dar su consentimiento a acciones que violan los tabúes de los roles familiares y de la
cultura a la que pertenece.
Se entiende como abuso sexual la penetración oral, anal o vaginal y toda forma de toqueteo,
exhibicionismo,masturbación, pornografía, etc., o sea toda forma que sobrepase el tono erógeno tolerable para
un niño.
Se considera abusivo el trato sexual aun entre niños que por estar en distinta etapa evolutiva se encuentran en
una relación asimétrica, lo cual genera una situación de poder y coerción de uno sobre el otro (ante esta situación
pensar en la posibilidad de que un adulto haya abusado previamente del niño “abusador”).
Hay que diferenciar 3 situaciones:
1) Abuso sexual por un extraño: implica, en general, el uso de la fuerza física y suele ser denunciado por la
familia del niño. El niño suele pedir inmediatamente auxilio a sus protectores y éstos, a su vez, pueden
recurrir a un organismo competente
2) Abuso sexual extrafamiliar por alguien emocionalmente significativo para el niño: generalmente no existe
fuerza física, predomina la seducción y suele mantenerse en secreto; pero una vez conocido por los adultos
responsables, acuden a la consulta.
3) Abuso sexual intrafamiliar: es la forma más frecuente, la de más difícil diagnóstico y tratamiento, dado que
el abuso es mantenido en secreto por el grupo familiar

Factores de riesgo (no excluyentes):


1. Características individuales del niño: niñas, menores de 5 años, pasividad, sumisión, introversión, discapacidad.
El desamparo afectivo es el gran factor de riesgo y puede producirse por rechazo o ausencia de los padres, es
decir, todo factor que anule al niño como sujeto de necesidades y conflictos.
2. Características familiares: pueden ser coyunturales; divorcios controvertidos, nuevas uniones
de grupos familiares o crónicos. Los hábitos familiares, como colecho, cohabitación, exhibicionismo, pornografía,
etc., al producir sobreestimulación, generan a la vez sentimiento de desprotección.
3. Factores socioeconómicos: pobreza, promiscuidad, aislamiento social, así como toda situación que produzca
una grave depresión, pueden ser causa de que el niño sea tomado como productor de
libido o sea de vitalidad para los adultos. Es necesario destacar que esto también puede ocurrir en cualquier
situación socioeconómica, en cuyo caso el factor clave es la desprotección emocional.

Los niños por su inmadurez, dependencia y necesidad de afecto tienden a confiar en los mayores, por ende
pueden ser engañados con facilidad. Para que un episodio abusivo se transforme en una situación crónica se
requieren otros ingredientes: la tendencia familiar a mantener los secretos mediante ocultamientos y mentiras
hace que se instalen refinados mecanismos de comunicación familiar que conducen, indefectiblemente, a la
distorsión de las percepciones de todos los integrantes

Tipos de maltrato sexual infantil (MSI):


1. Los matrimonios concertados de menores prepúberes o adolescentes por parte de personas adultas.
2. Los abusos sexuales a una persona menor que no puede consentir, dada su edad (o sus limitaciones
mentales y sociales) o que es sometido/a cualquier conducta sexual sin su consentimiento.
3. Sexting y el grooming
4. Las diferentes formas de explotación sexual comercial de menores: prostitución infantil y pornografía
infantil.
5. La no aceptación de la identidad sexual, incluidas la transexualidad y transgénero de un niño o una niña.
6. La no aceptación de la homosexualidad o la bisexualidad en la infancia o la adolescencia.
7. La negación a las personas con discapacidad de la educación sexual.
8. Las diferentes formas de negligencia sexual, como no ofrecer información y educación adecuada en la
familia y escuela para su salud sexual.
9. La violencia de género y todo tipo de violencia intrafamiliar puede tener graves consecuencias para niñas,
niños y adolescentes.
Definición de MSI: según
● Edad de la victima: < 15-17 años (meyor a esto es acoso sexual)
● Edad del agresor: 5-10 años más que la víctima
● Conducta sexual
¿Qué sucede en el niño abusado?
El abuso sexual produce un grave daño psicológico. Conjunto de conductas que el niño adopta frente al problema:
1) Sentimiento de desprotección: a medida que el niño va descubriendo el significado de lo sucedido,
sentimientos de profunda desprotección lo paralizan, queda inmóvil e incapaz de resistirse aunque la
madre se encuentre en la habitación contigua ; esta incapacidad natural de pedir ayuda, por la
dependencia al grupo abusivo. Sus defensas quedan anuladas, lo conducen a la desilusión, a la
desesperanza y a exagerar su propia responsabilidad y, por lo tanto, a tener sentimientos de culpa sobre
los hechos.
2) Se mantiene el secreto por vergüenza, culpa, temor al castigo o pérdida del afecto por parte del ofensor
inclusive. Temor a la ruptura y pérdida del hogar. Estos temores se ven reforzados y sugeridos por las
amenazas directas de los agresores o partícipes.
3) Actitud de acomodación: el niño vive dos realidades contradictorias: o bien los adultos responsables son
figuras llenas de maldad, incapaces de quererlo y preservarlo, sentimientos o pensamientos intolerables
con respecto a las personas de las que espera todo lo contrario dada su indefensión, o bien, él mismo se
siente malo, sucio y merecedor de castigo. Suele elegir la segunda opción para sobrevivir
emocionalmente.
4) Denuncia tardía y conflictiva: se rompe el silencio cuando alguno de los mecanismos de acomodación
dejan de ser efectivos pasado un determinado tiempo, por ejemplo, en la pubertad, con los reclamos de
libertad que puede hacer sobre todo una niña. En esa situación, su denuncia no es creíble pues se
considera que miente para lograr su libertad y, más aún, cuando comunica que el abuso es de larga data.
5) Retractación de la denuncia: asustado por las consecuencias de su denuncia, confronta como reales los
tan imaginarios temores amenazantes :divorcio de los padres, abandono económico, etc. En muchos
casos, se produce un incremento del maltrato por haber denunciado; puede agregarse aquí la
revictimización si existe mal manejo institucional del niño que ha revelado su caso. Ante esta situación,
intenta retirar su denuncia.

¿Existen configuraciones familiares facilitadoras del abuso sexual infantil?


1. Padre autoritario, tendencias de personalidad psicopática, madre débil y muy dependiente que no puede
proteger al niño. (dependendencia económica tamb)
2. Madre independiente, padre débil y dependiente de su mujer para su orden emocional
3. Otros patrones:el abuso sirve al propósito de evitar un conflicto abierto entre los padres y no se habla de
los hechos abusivos; el abuso sexual del niño se utiliza para lo que se supone una regulación, o sea que se
habla abiertamente de todo pero no se cambia (perverso)

Ante el develamiento de los hechos abusivos, es frecuente que las familias se disgreguen, al menos
temporalmente.
¿Existe un perfil de abusador? (no existe un perfil exacto pero…)
1. En más del 90% de los casos se trata de varones.
2. En el 70% de los casos superan los 35 años de edad.
3. Puede tratarse de profesionales cualificados.
4. Con frecuencia buscan trabajos o actividades que les permitan estar cerca de los niños.
5. Su nivel social puede ser medio o medio-alto.
6. En el 75% de los casos no tienen antecedentes penales.
7. Su nivel de reincidencia es altísimo, aun después de ser descubiertos y condenados.
8. No suelen ser conflictivos en la cárcel y muestran buen comportamiento.
9. No reconocen los hechos ni asumen su responsabilidad.
10. Normalmente tienen una familia a su cargo y, con frecuencia, hijos pequeños.
11. En más del 30% de los casos se trata del padre, el tío o el abuelo de la víctima.

¿Qué nos pasa a los pediatras cuando nos enfrentamos a un caso de abuso sexual infantil?
El niño abusado se encuentra en un estado de absoluto desamparo. El ASI como forma de maltrato es una noxa
que resquebraja la infancia, daña su salud, su dignidad, su libertad; es una situación de enfermedad generada por
un otro, generalmente cercano y amigable.

¿Nos pasa lo mismo que cuando nos encontramos con un caso de maltrato físico? ¿Son las mismas sensaciones?
No. Generalmente el abuso sexual infantil genera más temor, más angustia. En el maltrato físico las
manifestaciones suelen ser visibles, no así en el abuso intrafamiliar, por lo que es difícil su documentación. En la
entrevista, es más difícil de abordar la sospecha de abuso. El incesto es intolerable para todo ser humano. Va en
contra de nuestra cultura. Nos genera rechazo.
En los casos de ASI un examen clínico normal no descarta la posibilidad de que el abuso haya existido.

¿Cómo nos damos cuenta que se trata de un abuso sexual infantil?


Dos situaciones básicas para sospecharla:
a) Consulta de los padres o cuidadores:
- por haber visto al menor en una situación abusiva
- porque el niño se lo expresó a alguien del entorno familiar o cercano
- porque le encontraron algún signo o síntoma que los preocupó.
- porque en la escuela el niño comentó algo o los docentes detectaron algún síntoma sospechoso
b) A partir de signos o síntomas orientadores de ASI.
La sospecha de un pediatra puede ser debido a:
- actitudes específicas durante la consulta
- lesiones anales o vulvares
- laboratorio indicativo de abuso sexual.

¿Cuáles son las conductas sospechosas de abuso sexual infantil?


- Actitud muy sumisa o reflejar una conducta llamativamente rebelde.
- Cambio abrupto en la conducta habitual
- Conducta de pseudomadurez: niños que miran, hablan y actúan de un modo no acorde con su desarrollo
evolutivo. Asumen tareas cotidianas que no le corresponden por la edad que presentan

Los niños en etapas tempranas de la vida presentan generalmente las siguientes manifestaciones:
- En los lactantes: irritabilidad y llanto injustificado.
- En la primera infancia:
● Masturbación compulsiva.
● Juegos sexuales inapropiados para la edad del niño.
● Trastornos del sueño (pesadillas, terrores nocturnos).
● Miedos intensos (para ir a la cama, acercarse o permanecer con ciertas personas).
● Cambios notorios en los hábitos alimentarios (por exceso o restricción en la ingesta).
● Crisis de llanto sin explicación.

Los niños en edad escolar pueden presentar:


● Trastornos del aprendizaje.
● Dificultades en la integración al grupo de pares.
● Cefaleas o dolores abdominales que no corresponden a causa orgánica.
● Fobias escolares.
● Miedos.
● Enuresis o encopresis secundaria.
● Dificultades para aceptar compartir un vestuario con sus pares por temor a ser visto sin ropa.
● Conductas hipersexualizadas.

En la adolescencia se manifiestan a través de:


● Cefaleas o dolores abdominales que no corresponden a causa orgánica.
● Patología alimentaria manifiesta, como anorexia o bulimia.
● Fugas del hogar.
● Consumo de alcohol o drogas.
● Manifestaciones autoagresivas de distinto tipo.
● Intentos de suicidio.
● Comportamientos sexuales promiscuos.
● Conductas antisociales.
● Mal rendimiento escolar/deserción escolar.

Clasificación de los hallazgos anogenitales en niños con sospecha de abuso sexual infantil:
- Categoría o Clase 1: Sin datos de abuso sexual infantil. Examen genital normal. (Recordar que la ausencia
de signos físicos no invalida la posibilidad de ASI).
- Categoría o Clase 2: Hallazgos inespecíficos de abuso sexual infantil (abuso posible) Signos físicos que
podrían estar causados por ASI o por otra causa: vulvitis, lesiones por rascado, aumento de la
vascularización del introito vaginal, fisuras en la piel o abrasiones en la horquilla vulvar, coalescencia de
labios menores, presencia de secreción o flujo vaginal, existencia de condilomas en niña menor de dos
años. En la zona anal: presencia de hiperpigmentación o eritema perianal, apéndices cutáneos perianales,
disminución de Ios pliegues perianales, congestión venosa, fisuras anales, dilatación anal menor de 20 mm
sin materia fecal en la ampolla rectal.
- Categoría o Clase 3: Hallazgos específicos de abuso sexual infantil (abuso probable) Presencia de uno o
más signos sugestivos de ASI: desgarros recientes o cicatrizales del himen, aumento del diámetro del
orificio himeneal para la edad, desgarro de la mucosa vaginal, marcas de dientes u otros signos
traumáticos como laceraciones o equimosis en la vulva, presencia de gérmenes de transmisión sexual,
condilomas en niñas mayores de dos años. En la zona anal: desgarros superficiales o profundos, cicatrices
o tunelización, laxitud del esfínter anal, presencia de condilomas o de otros gérmenes de transmisión
sexual, dilatación anal mayor a 20 mm sin materia fecal en la ampolla rectal.
- Categoría o Clase 4: Hallazgos de certeza de abuso sexual infantil (evidencia definitiva) Presencia de
espermatozoides o líquido seminal en el cuerpo de la niña. Embarazo (por coito no consensuado).
Evidencia del uso de la fuerza brusca o traumatismo penetrante, tal como la laceración del himen hasta la
base o “hendidura completa”. Cultivos positivos para Neisseria gonorrhoeae, serología positiva para sífilis
o para VIH (descartada la transmisión vertical). Abuso con testigos o la existencia de fotografías o videos
que prueben el AS. Confesión del supuesto agresor de los hechos que describe. Enfermedades de
transmisión sexual

Pasos a seguir
El primer paso debe ser la protección del niño.
El procedimiento implica la permanencia del paciente únicamente con adultos capaces de resguardar su
integridad psicofísica y evitar exponerlo a sufrir malos tratos o presiones que respondan a las necesidades de los
adultos.

¿Es necesario entrevistar al niño?


Es poco frecuente que el niño se exprese verbalmente sobre el abuso durante la consulta. Evolutivamente puede
no hallarse maduro o bien estar emocionalmente imposibilitado para la expresión verbal (por eso se deben
evaluar las capacidades cognitivas del menor). Esto debe ser tenido en cuenta, sobre todo cuando en los peritajes
judiciales se espera, como dato confirmatorio de diagnóstico, la comunicación verbal del niño sobre el hecho de
haber sido abusado. No debemos confundir expresión con verbalización.
El profesional que realiza la entrevista tiene que estar entrenado en habilidades de comunicación con niños, y
conocer las señales del lenguaje no verbal. Por ejemplo, debe evitar el contacto visual cuando la víctima está
relatando el abuso.
Primero se debe interrogar al adulto que trae al paciente a la consulta. En la entrevista con el niño el pediatra no
debe interrogar con preguntas dirigidas, las preguntas deben ser neutras ya que pueden influir en su respuesta. Es
mejor no preguntar ni interrogar, que hacerlo de manera inconveniente. Cuidado con inhibir al niño con muchas
preguntas.
Es importante considerar:
1. Escuchar y contener. Demostrar que se lo comprende y se toma muy en serio lo que dice.
2. Reconocer el esfuerzo que está haciendo al exponer el tema. Asegurar al niño que hace bien en decirlo. Si el
niño tiene una relación cercana con el que lo abusa, se sentirá culpable por revelar el secreto. El niño se sentirá
aterrado si ha sido amenazado con un posible daño a él o a su familia como castigo por divulgarlo.
3. Mostrarle que se le cree (para ello, hay que creerle realmente).
4. Aclararle que lo que le sucede no es su culpa.
5. Aclararle sus derechos; que lo que le sucede no debería sucederle.
6. Expresarle que se está dispuesto a seguir escuchándolo cuantas veces sea necesario.
7. No expresar sentimientos negativos hacia los victimarios, que perjudiquen los acontecimientos posteriores. No
hay que olvidar que puede existir un vínculo íntimo con la figura agresora.

El diagnóstico de abuso sexual se realiza mediante la sumatoria de elementos.


El examen es necesario por lo tanto, pero realizado en tiempo y forma, y muchas veces la revisación inoportuna
de la zona genital y anal, en forma prematura y sin aviso, ni aceptación por el niño, representa para éste
experimentar una nueva situación abusiva, que reedita las ya vividas como traumáticas.
En algunas ocasiones es necesario realizar en forma urgente el examen físico:
- Agresión reciente (menos de 72 h), donde es posible tomar muestras para analizar de modo de evitar la
pérdida de pruebas.
- Necesidad de tratamiento médico, psicológico o quirúrgico de urgencia, por las lesiones halladas.

¿Qué debemos hacer si estamos solos en el consultorio?


• Documentar toda la información de manera detallada sin confrontar con los padres.
• Es conveniente avisar que la información obtenida puede ser compartida con otros profesionales.
La premisa número uno es: nunca trabajar solo.Toda demanda merece ser canalizada por un equipo
interdisciplinario. Un equipo interdisciplinario ideal estaría conformado por un médico pediatra, un ginecólogo
infantojuvenil, un psiquiatra, un psicólogo, un trabajador social y un abogado.

¿Existe una ley sobre la violencia familiar? Desde 1992


- medidas proteccionales, urgentes y provisorias
- medidas terapéuticas para la rehabilitación de las víctimas, del grupo familiar y de los ofensores.

¿Cómo interviene la justicia en los casos de abuso sexual infantil? El ASI es considerado por las leyes de
protección contra la violencia familiar como una forma de maltrato infantil. Por tanto, aquéllas resultan aplicables
en los casos de ASI intrafamiliar. Lo relativo a la eventual intervención de la justicia penal por la comisión de los
delitos de abuso sexual simple, abuso sexual agravado, violación o corrupción de menores, corresponde con
exclusividad a la actividad de dicho fuero y, por tanto, son ajenos en principio a la incumbencia del pediatra.

¿Los profesionales de la salud están obligados a denunciar? Sí, los profesionales de la salud están obligados a
denunciar.
Según la ley, la sospecha seria o fundada es motivo suficiente para denunciar. La denuncia supone dar aviso a la
Justicia sobre una situación de riesgo y brindar así la oportunidad de que ésta intervenga. Por lo tanto, la
denuncia, junto a la intervención del equipo de salud, cumple una función protectora y preventiva: protectora
frente al peligro o riesgo actual en que se encuentre la persona menor de edad y preventiva porque debe evitar
el acaecimiento de nuevos daños en aquélla.
El Código Penal prevé que las personas que son víctimas de delitos sexuales pueden optar entre iniciar y proseguir
una acción criminal o no, pero cuando las víctimas son menores, la responsabilidad de tomar esa decisión recae
en sus representantes legales (padres o tutores).
Ahora bien, cuando el ASI hubiera sido cometido presumiblemente por sus padres o representantes
legales, o cuando se trate de un menor abandonado, rige la obligación de denunciar por parte de los
profesionales de la salud o de los funcionarios públicos.
El secreto profesional apunta a proteger a la persona a quien la revelación injustificada del obligado a guardar
secreto podría causarle o le causa un daño.
El secreto existe siempre solamente en relación al autor o perpetrador, pero, dado el interés superior
y público que tiende a la protección psicofísica de niños y niñas, el obligado a guardar secreto se ve
relevado de dicha obligación.

“Miedo al abogado”
Existen reticencias en denunciar por parte de los/las profesionales de establecimientos públicos, y esto se vincula
con el hostigamiento abogadil que sufren médicos y médicas.
La omisión de denunciar constituye un acto de mala praxis profesional en cuanto existe una negligencia, una
impericia o una inobservancia de los deberes propios del profesional, que puede generar un daño cuyas
consecuencias pueden ir desde una lesión física hasta la muerte de la víctima, pasando por toda la gama de daños
emocionales.

“Mi jefe no me deja”


No se podrá alegar como defensa el impedimento del superior jerárquico.
- No judicialicemos a los pobres”
Lo cierto es que esta confusión entre pobreza y negligencia lleva a situaciones realmente peligrosas
e incluso de verdadero desamparo para niños/as abusados/as, lo que agrava la situación de niños en
riesgo e, incluso, plantea la inmunidad de los ofensores, sea por privilegiar la integridad y la intimidad familiar, o
por considerar que la situación de pobre o marginado justifica la comisión de ASI.
- “Es una cuestión cultural”
- “Nunca mejor que con la familia”

Legal: consentimiento a partir de los 16 años;


● Excepción: en el caso de que se trate de relaciones consentidas con una persona próxima al menor por
edad y grado de desarrollo o madurez.
● Agravantes: si concurre violencia o intimidación, o si los abusos con- sisten en acceso carnal por vía
vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras
vías. En el caso de los menores de edad –de menos de dieciocho años–, pero mayores de dieciséis años,
consti- tuirá abuso sexual: la realización de actos sexuales interviniendo engaño o abusando de una
posición reco- nocida de confianza, autoridad o influencia sobre la víctima.
Profilaxis y tratamiento de ETS:
● Profilaxis hepatitis B: sin vacunación previa o en
● individuos vacunados sin títulos de anticuerpos conocidos, indicar vacuna antiHBV (3 dosis: una en el
primer momento, la siguiente al mes y la última a los 6 meses).
● Vacunación antitetánica: si no tuviera vacuna en los últimos 10 años o doble adulto.
● Tratamiento antirretroviral.
Comenzar desde las 2 horas de producida la situación de abuso sexual y hasta las 72 hs, luego de ese lapso evaluar
el riesgo/beneficio.
El riesgo de transmisión del VIH por una sola agresión sexual que implica la transferencia de secreciones y/o
sangre es bajo.

ACO de emergencia: hasta 5 días despues de la violación (Levonorgestrel)


Embarazo producto de una violación: derecho a aborto no punible + acompañamiento psicologico

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