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Guillermo de Ockham, fue un filósofo, teólogo y

fraile franciscano nacido en el siglo XIV en el Reino


de Inglaterra.
Contexto Histórico
• Para comprender la importancia de Ockham, es fundamental tener en
cuenta el contexto histórico en el que vivió. Nació en un periodo
marcado por grandes cambios sociales, políticos y culturales. Europa
estaba inmersa en la crisis del feudalismo y experimentaba el
surgimiento de nuevas corrientes filosóficas y científicas. Este
período, conocido como la Baja Edad Media, también fue testigo de
tensiones entre la autoridad de la Iglesia y el florecimiento del
pensamiento secular.
Principales Ideas y
Contribuciones
Principio de la Navaja de Ockham: Quizás la contribución más famosa
de Ockham sea el principio de parsimonia, también conocido como la
"Navaja de Ockham". Este principio establece que, entre dos explicaciones
igualmente válidas para un fenómeno, la más simple es preferible.
En otras palabras, abogaba por evitar la multiplicación innecesaria
de entidades o hipótesis para explicar un fenómeno.
Crítica a la Metafísica
Escolástica
Ockham desafió muchos de los supuestos metafísicos de la escolástica
medieval, especialmente la filosofía de Santo Tomás de Aquino. Rechazó la
idea de que la razón humana pudiera demostrar la existencia de Dios o la
naturaleza de la realidad última. Argumentó que la fe y la revelación eran
las únicas bases sólidas para la teología.
Nominalismo
Ockham es considerado uno de los fundadores del nominalismo, una
corriente filosófica que sostiene que los universales, como las ideas o
las formas, no tienen existencia real fuera de la mente humana. Para
Ockham, los universales eran simplemente nombres o términos
lingüísticos que se aplicaban a múltiples objetos individuales debido a
su similitud.
Separación entre Fe y Razón

Ockham defendió la separación entre la fe y la razón,


argumentando que la teología y la filosofía debían
ocuparse de dominios diferentes y utilizar métodos
diferentes. Esta postura contribuyó al desarrollo del
pensamiento secular y al eventual surgimiento de la
ciencia moderna.
Legado y Relevancia
• El legado de Guillermo de Ockham es profundo y duradero. Su énfasis
en la simplicidad y su crítica a la metafísica medieval sentaron las
bases para el pensamiento moderno. Su principio de parsimonia sigue
siendo fundamental en la ciencia y la filosofía contemporáneas,
influyendo en áreas que van desde la física hasta la teoría de la
información.
Además, su defensa de la separación entre fe y
razón allanó el camino para el desarrollo del
pensamiento laico y racionalista. Su nominalismo
también tuvo repercusiones significativas en la
filosofía posterior, influyendo en figuras como
John Locke y Bertrand Russell.

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