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Expediente 1388-2007 1

APELACIÓN DE SENTENCIA EN AMPARO

EXPEDIENTE 1388-2007
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, veintidós de noviembre de
dos mil siete.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de trece de
noviembre de dos mil seis, dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de
Amparo y Antejuicio, en la acción constitucional promovida por Agencia Farmacéutica
Internacional, Sociedad Anónima, por medio de su Gerente General y Representante
Legal Fernando Jarquin Pira, contra la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de
Trabajo y Previsión Social. El postulante actuó con el patrocinio del abogado Alfonso
Novales Aguirre.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el cinco de agosto de dos mil cinco, en el
Juzgado Primero de Paz de Turno Ramo Penal Grupo "A". B) Acto reclamado:
sentencia de diecisiete de febrero de dos mil cinco, por medio de la cual la autoridad
impugnada confirmó la emitida por el Juzgado Sexto de Trabajo y Previsión Social, que
declaró con lugar la demanda ordinaria de cobro de prestaciones laborales promovida
por Mercedes del Rosario Montúfar Dardón de Sánchez contra la amparista. C)
Violaciones que denuncia: a los derechos de defensa y justicia y al principio jurídico
del debido proceso. D) Hechos que motivan el amparo: lo expuesto por la
postulante se resume: D.1) Producción del acto reclamado: a) ante el Juzgado
Sexto de Trabajo y Previsión Social. Mercedes del Rosario Montúfar Dardón de Sánchez
promovió juicio ordinario laboral en su contra, reclamando el pago de prestaciones
laborales en virtud de haber laborado como Regente y Gerente Técnica; b) al
notificársela el trámite de la demanda promovió incidente de incompetencia por razón
de la materia, el cual fue declarado sin lugar, por lo que interpuso recurso de apelación
que fue desestimado por la autoridad impugnada; c) por no estar de acuerdo
promovió conflicto de jurisdicción, el cual fue desestimado por el Tribunal competente,
seguidamente, contestó la demanda en sentido negativo e interpuso excepciones
perentorias y reconvino a la actora. Al resolver, el juez declaró sin lugar las
excepciones promovidas y desestimó la reconvención, en sentencia de nueve de
octubre de dos mil tres la cual fue confirmada por la autoridad impugnada al emitir el
acto reclamado. D.2) Agravios que se reprochan al acto reclamado: estima la
amparista que el acto reclamado viola sus derechos enunciados por lo siguiente: a) en
el proceso ordinario antecedente de este amparo se probó que la relación que tenía
con la demandante era de carácter profesional y no laboral, lo que se acreditó con
facturas extendidas por la misma demandante en las que constaba que le prestó
servicios, lo que permite presumir que tenían una relación civil y no laboral y, como
consecuencia, provocaba la incompetencia del juzgado de primera instancia de trabajo
para resolver la contienda; b) por otra parte, también se probó que la relación entre
ella y quien le demandó el pago de prestaciones laborales no era de esa naturaleza,
porque la actora en el juicio reveló que en alguna ocasión tuvo oportunidad de dejar
en el puesto que ejercía a otra persona, lo cual no es viable en una relación de trabajo;
y c) considera que el hecho de haberse utilizado el Arancel de Sueldos Mínimos del
Colegio de Farmacéuticos para el cálculo de las prestaciones laborales, atenta contra el
estado de derecho, en virtud que dicho arancel no es ley en el país, y por ello, en todo
caso debió hacerse el cálculo respectivo por medio de lo establecido en el Código de
Trabajo para la aprobación de salarios mínimos. E) Uso de recursos: ninguno. F)
Casos de procedencia: cito el artículo 10 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y
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de Constitucionalidad. G) Leyes violadas: citó los artículos 2° y 12 de la Constitución


Política de la República de Guatemala; 16 de la Ley del Organismo Judicial; y 18 del
Código de Trabajo.
II. TRÁMITE DEL AMPARO
A) Amparo provisional: no se otorgó. B) Tercero interesado: Mercedes del
Rosario Montúfar Dardón de Sánchez. C) Remisión de Antecedentes: a) juicio
ordinario laboral identificado con el número noventa – dos mil (90-2000) del Juzgado
Sexto de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica; b) expediente de
segunda instancia identificado con el número diecinueve – dos mil cuatro (19-2004) de
la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. D) Pruebas:
a) acta de nombramiento de fecha veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa
y cinco, autorizada por el notario Iván Antonio Vargas, inscrito el tres de marzo de mil
novecientos noventa y cinco con el número ciento doce mil ciento cuarenta y seis, folio
doscientos ochenta y dos, libro sesenta y ocho de auxiliares de Comercio; b) los
antecedentes del presente amparo; y c) presunciones legales y humanas. E)
Sentencia de primer grado: la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y
Antejuicio, consideró: "...Esta Cámara al hacer el análisis respectivo de la presente
acción constitucional, de los argumentos sustentados por la postulante y de los
expedientes que sirven de antecedentes de la misma, no constata la existencia de la
violación que se denuncia, encontrando que la actuación de la autoridad impugnada,
se enmarcó dentro de las facultades que por ley le son señaladas, ya que en el fallo
proferido la Sala resolvió y analizó todos los puntos que fueron sometidos a su
conocimiento, ejerciendo de manera correcta la función jurisdiccional que según lo
establece el artículo 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala,
corresponde con exclusividad absoluta a los tribunales de justicia. De lo anterior, se
determina que la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social
al emitir el acto que la postulante estima constitutivo de violación constitucional, actuó
dentro del ejercicio de las atribuciones que el artículo 372 del Código de Trabajo le
otorga, con base en el cual la Sala de Apelaciones puede confirmar totalmente la
sentencia de primera instancia, circunstancia que no permite que el amparo pueda
constituirse en una instancia revisora de lo resuelto porque, como se ha sostenido en
reiteradas oportunidades, en el amparo se enjuicia el acto reclamado, pero no se
puede entrar a resolver sobre las proposiciones de fondo, debido a que es a la
jurisdicción urisdicción ordinaria a la que corresponde valorarlas o estimarías, ya que
no es posible trasladar al plano constitucional la discusión de temas que ya fueron
debatidos ante los órganos de la jurisdicción ordinaria y sobre los cuales ya se obtuvo
pronunciamiento en esa vía. Por ello, acceder a revisar la resolución que constituye el
acto reclamado, como lo pretende el postulante, sería sustituir al juez ordinario en la
función que legalmente tiene atribuida, lo que en el presente caso no es procedente.
Aunado a lo anterior, del análisis de los antecedentes se determina que en el proceso
de mérito se observaron todas las formalidades establecidas para el juicio ordinario de
trabajo y la postulante tuvo a su alcance todos los medios de defensa que el Código de
Trabajo le confiere para hacer valer sus pretensiones, lo cual conlleva el respeto a la
garantía del derecho de defensa, que denuncia como transgredido. Lo anteriormente
considerado evidencia la notoria improcedencia del amparo, porque no ha habido
restricción ni limitación alguna de los derechos que la Constitución Política de la
República de Guatemala y demás leyes garantizan; en consecuencia debe denegarse y,
por imperativo legal, condenar en costas a la entidad postulante y sancionar con multa
al abogado patrocinante...". Y resolvió: I. DENIEGA, por notoriamente improcedente
el amparo planteado por Agencia Farmacéutica Internacional, Sociedad Anónima, por
medio de su Gerente General y Representante Legal Fernando Jarquin Pira; lo condena
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en costas al postulante; III) le impone al abogado Alfonso Novales Aguirre, la multa


de un mil quetzales, que deberá hacer efectiva en la Tesorería de la Corte de
Constitucionalidad dentro de los cinco días siguientes de estar firme este fallo, que en
caso de insolvencia se cobrará por la vía legal correspondiente. Notifíquese...”.
III. APELACIÓN
La postulante apeló.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) La postulante afirmó que: a) se le restringe el ejercicio de sus derechos
enunciados, porque no se valoraron los medios de prueba debidamente aportados y
diligenciados en el proceso de conocimiento sometido a su jurisdicción, con los que
acreditaba que la relación que sostuvo con la demandante fue de índole profesional, no
laboral; b) por otra parte, alega que el tiempo transcurrido entre la terminación de la
supuesta relación laboral y el momento en que se promovió la demanda excedió el
plazo legal para reclamar el pago de indemnización, por lo que era procedente en
cuanto a ese rubro la excepción de prescripción que promovió, sin que ello implique su
aceptación sobre la naturaleza laboral que se pretende dar a la relación que tuvo con
la demandante; c) por otra parte, considera que el arancel del Colegio de
Farmacéuticos y Químicos de Guatemala, no es un arancel aprobado por el Congreso
de la República, por lo que no se le puede obligar a cumplirlo. Solicitó que se declare
con lugar la apelación promovida y, se revoque la sentencia impugnada otorgándosele
amparo. B) La autoridad impugnada no alegó. C) El Ministerio Público, por
medio de su Agente Fiscal abogado Salvador Ariel Obregón Castro, manifestó que está
de acuerdo con lo resuelto en primera instancia, porque la autoridad impugnada actuó
en ejercicio de la función de juzgar que le otorga la Carta Magna en el artículo 203,
razón por la cual si se accediera a la petición de amparo, se constituiría la jurisdicción
constitucional en revisora de la ordinaria, situación prohibida en el artículo 211 de la
Constitución, de manera que, en el presente caso, es válido que el tribunal de amparo
no entre a conocer el fondo de la sentencia venida en grado, porque generaría una
tercera instancia, lesionando los fines para los que se ha constituido la jurisdicción
constitucional. Solicitó que se declare sin lugar el recurso de apelación interpuesto y se
confirme la sentencia venida en grado.
CONSIDERANDO
-I-
Es criterio reiterado de esta Corte que el agravio, por constituir una lesión
susceptible de causarse a quien reclama, en sus derechos o intereses, se convierte en
elemento esencial para la procedencia de esta garantía constitucional y, sin su
concurrencia, no es posible otorgar la protección constitucional que conlleva, pues no
habría derecho que reparar.
- II -
La postulante reclama contra la sentencia de segundo grado emitida por la
autoridad impugnada, por medio de la cual se confirmó la condena a la accionante al
pago de prestaciones laborales a favor de Mercedes del Rosario Montúfar Dardón de
Sánchez. Fundamenta sus razonamientos para evidenciar los agravios denunciados, en
el hecho de que tanto la autoridad impugnada al emitir el acto reclamado y el tribunal
que conoció en primera instancia, no valoraron correctamente las pruebas que
supuestamente evidenciaban que la relación existente entre ella y la persona que le
demandó el pago de prestaciones laborales, no era de carácter laboral sino
profesional; además, aduce la peticionaria que se hizo una incorrecta ponderación de
los hechos al desestimarse la excepción de prescripción que promovió respecto de la
indemnización reclamada.
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Revisadas las actuaciones conducentes, esta Corte constata que el tribunal de


trabajo de primera instancia y la autoridad impugnada, desvirtuaron la posibilidad de
que la relación existente entre la amparista y la persona que demandó el pago de
prestaciones laborales, fuera civil y no laboral; para ese efecto, las autoridades
ordinarias competentes analizaron la prueba aportada al juicio y privilegiaron la que
estimaron que acreditaba la relación de trabajo entre la demandante y la ahora
accionante. Sobre ese tema en particular, esta Corte estima que para constatar si
efectivamente existe relación laboral entre quien demanda el pago de prestaciones
laborales y la persona a quien se le requiere dicho pago, el juez natural, debe ser muy
cuidadoso y ha de tomar en cuenta la mayor cantidad de evidencia que sea vertida al
proceso, pues se trata de un presupuesto que resulta esencial para poder hacer una
condena en esta materia, que debe estar a cargo de la persona que realmente haya
tenido la calidad de patrono en una relación de trabajo pura, que como tal, revista las
características que le impone la legislación sustantiva del trabajo. Por lo anterior, esta
Corte reconoce que el vínculo jurídico que caracteriza la relación laboral, no puede ser
evaluado liminarmente sino sólo en aquellos casos en que exista una evidencia
irrefutable que lo permita, lo cual no ocurre en la mayoría de ocasiones. En el caso que
se analiza, la argumentación de la accionante en su planteamiento de amparo, más
que reprochar el reconocimiento de que hubo relación laboral entre ella y la persona
que la demandó por parte de los tribunales de trabajo que conocieron el caso, se
enfoca en que el proceso laboral no debió tramitarle porque el asunto era competencia
de autoridades judiciales de otro orden, considerando inconcebible que se haya
desestimado sus planteamientos de incompetencia del juez y el conflicto de jurisdicción
correspondientes; sin embargo, ello no constituye una situación que cause agravio
alguno, puesto que, como se ha expuesto, el vínculo que genera la relación de trabajo
muchas veces amerita un estudio profundo que justifica llevar el caso a sentencia y, en
ella, hacer el análisis que permita despejar las dudas que puedan existir sobre la
naturaleza de la relación entre partes que haya dado lugar a la demanda laboral;
además, la cuestión de incompetencia y el conflicto de jurisdicción que fueron los
mecanismos procesales a los que acudió inicialmente la demandada, no tienen como
objeto especial dilucidar la naturaleza de una relación que se repute de carácter
laboral. Analizado el caso concreto, se constata que las autoridades judiciales
competentes, en su función natural verificaron que la relación existente entre la
amparista y la persona que la demandó, era de carácter laboral, reconociendo
preeminencia a ciertas evidencias vertidas en el proceso sobre las facturas que alude la
amparista para acreditar la supuesta relación de carácter civil que dijo tener con la
demandante, actuación en la que esta Corte no advierte violación a leyes ordinarias ni
constitucionales de la peticionaria. De la misma manera, respecto al terna de la
prescripción que se hizo valer por la accionante para oponerse al pago de la
indemnización reclamada, los tribunales competentes desvirtuaron que hubiere corrido
el plazo de treinta días entre la fecha de la terminación de la relación de trabajo y el
momento en que se promovió la demanda. Cabe resaltar que para acreditar dicha
situación, la amparista se basó en una carta firmada por la demandante, en la que
supuestamente revelaba tener conocimiento de que iba a ser sustituida en la plaza que
ejercía; sin embargo, esa situación, en todo caso habría que reconocerla como una
amenaza y no como una efectiva terminación de la relación de trabajo, que es el hecho
que debe concurrir para que inicie el plazo de treinta días antes aludido. Al revisar
dicha situación, los tribunales ordinarios concluyeron que la hoy postulante nunca
rebatió la fecha referida por la demandante como momento en que terminó su relación
de trabajo y, luego de constatar que la demandada no probó que dicha terminación se
hubiere generado en otro momento, concluyeron en desestimar la excepción de
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prescripción correspondiente, conclusión que esta Corte estima, por las condiciones
particulares del caso, que no causa agravio a la peticionaria, quien tuvo la oportunidad
debida para acreditar que la terminación de la relación laboral se dio en otro momento
y no lo hizo. Las razones anteriores llevan a concluir que la autoridad impugnada al
emitir el acto reclamado, no provocó las violaciones que denuncia la peticionaria sino
que se ajustó a la Constitución y las leyes ordinarias aplicables; en consecuencia. El
amparo promovido resulta notoriamente improcedente y, habiendo resuelto en ese
sentido el tribunal de amparo de primera instancia, por las razones aquí expuestas
debe confirmarse la sentencia apelada.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265, 268 y 272 inciso c) de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 1º, 2º, 8º, 10, 42, 49, 50, 52, 53, 54, 55, 60, 61, 62, 63, 64,
67, 149, 163 inciso c) y 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad, y 17 del Acuerdo 4-89 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,
resuelve: I) Confirma la sentencia apelada. II) Notifíquese y, con certificación de lo
resuelto, devuélvanse los antecedentes.

MARIO PEREZ GUERRA


PRESIDENTE

GLADYS CHACÓN CORADO ROBERTO MOLIANA BARRETO


MAGISTRADA MAGISTRADO

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE HILARIO RODERICO PINEDA SANCHEZ


MAGISTRADO MAGISTRADO

CARLOS ENRIQUE LUNA VILLACORTA JOSE ROLANDO QUESADA FERNANDEZ


MAGISTRADO MAGISTRADO

MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ


SECRETARIO GENERAL

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