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Partes: Inspección Provincial del Trabajo de Los Andes y otro c/ Codelco Chile División Andina
| Primacía de la realidad - Elemento subjetivo en prácticas antisindicales
Fecha: 3-abr-2017
Producto: LJ
Doctrina:
2.- La otra arista del recurso, traída a colación por los dos denunciantes, se refiere al elemento
subjetivo o intención antisindical o lesiva de derechos fundamentales, como requisito de
existencia de los atentados del artículo 289 del Código del Trabajo. Menester es comenzar
precisando que los juzgadores dejaron claramente puntualizado que no resulta necesario que
el sindicato deba acreditar intencionalidad para que se configure la práctica antisindical, lo que
no quiere decir, agregan, que del mérito de los antecedentes no haya de surgir tal
intencionalidad. Sin embargo, tal como ocurrió con respecto a la primera de las materias
motivo de unificación, tampoco existe en ésta un pronunciamiento sobre lo que se dice
haberse resuelto, esto es, la obligatoriedad del denunciante de probar la intencionalidad
maligna de parte del empleador, en los comportamientos que configurarían lesiones a
derechos fundamentales y/o prácticas antisindicales, igualmente, en razón de no haberse
dirimido una causal invalidatoria que autorizase entrar al examen del asentamiento de los
hechos a los que se aplicó el derecho. Al carecer la resolución que da origen a esta
convocatoria, de pronunciamiento sobre los dos temas de derecho en torno a los que,
supuestamente, los tribunales superiores de justicia mostrarían discrepancia hermenéutica, no
cabe otra cosa que desestimar los recursos.
3.- Si bien es efectivo que la renuncia de los trabajadores cumplió formalmente con los
requisitos establecidos en el artículo 177 del Código del Trabajo, para los efectos del análisis
no se puede pasar por alto el hecho de que en primer lugar todos los trabajadores recibieron
una carta en la que se ponía término a la relación laboral por la causal de necesidades de la
empresa, ocasión en la que el empleador «ofreció» una serie de mejores condiciones para que
los treinta y un miembros del sindicato presentaran su renuncia. Atendido lo reflexionado no se
puede sostener que la renuncia a la que se le dio valor por los jueces de base fuera voluntaria,
requisito fundamental para los efectos de darle validez, teniendo en cuenta que fue el
empleador quien «sugirió» a los trabajadores que presentaran la dimisión sobre la base de
ofrecer mejores beneficios económicos, y así, evitarse, posibles demandas cuestionado la
desvinculación por necesidades de la empresa. De este modo, aparece de lo referido que se
resolvió la controversia aplicando un criterio civilista desatendiendo el principio de la primacía
de realidad, por cuanto en los hechos, lo que se configuró fue un despido colectivo por la
causal de necesidades de la empresa, para luego ofrecer la compañía un pago adicional a su
indemnización a cambio de la firma de las cartas de renuncia elaboradas por la propia
demandada, circunstancia que puede pretender ocultar un despido discriminatorio colectivo, y
la consecuente configuración de prácticas antisindicales (del voto de disidencia del Ministro Sr.
Blanco).
4.- Al estimarse en la sentencia impugnada que no se configuró una práctica antisindical por el
hecho que los treinta y un miembros del sindicato demandante renunciaron en circunstancias
que fueron despedidos por necesidades de la empresa, desvinculación que no fue justificada,
se han vulnerado las normas denunciadas en el recurso de nulidad interpuesto por la
recurrente, infracciones que han influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, ya que
condujeron a rechazar la demanda en ese aspecto (del voto de disidencia del Ministro Sr.
Blanco).
VISTOS:
En estas causas acumuladas RIT T-4 y T-5 /2.016, RUC 16-4-0004404-3 del Segundo
Juzgado de Letras de Los Andes, denuncia por vulneración de derechos fundamentales y
prácticas antisindicales, incoada la primera -RIT T-4-2.016- por el Sindicato de Trabajadores
Supervisores Rol A de la empresa Codelco y la segunda -RIT T-5-2.016- por la Inspección
Provincial del Trabajo de Los Andes, cada una de las denunciantes, separadamente,
comparece requiriendo la unificación de jurisprudencia sobre las materias que más adelante se
precisa, con motivo de la sentencia emitida el veintiuno de julio de dos mil dieciséis por la Corte
de Apelaciones de Valparaíso, que desestimó sendos recursos de nulidad que las mismas
partes habían deducido contra el laudo de primer grado, que por su parte había descalificado
las denuncias.
Los sentenciadores, tanto de instancia como de revisión jurídica, no tuvieron por establecidas
esas conductas.
Pues bien, una sola de ésas es la que menciona el recurso gremial, a saber, la relativa al
despido de treinta y un socios del sindicato Rol A.
Por consiguiente, corresponde centrarse en ese presupuesto fáctico de la acción tutelar, sin
perjuicio de lo que se expresará más adelante; 3°.- A su respecto, la sentencia del juzgado
tiene por establecidos los siguientes hechos:b) no es efectivo que exclusivamente se haya
desvinculado a treinta y un socios del sindicato demandante,
d) no hay ninguna prueba o elemento que acredite se haya usado fuerza o alguna conducta
dolosa por parte de la empresa para obtener las renuncias,
f) el Sindicato Rol A del que formaban parte los treinta y un supuestos exonerados, aumentó
su afiliación en un cuarenta y nueve por ciento (49%) entre los años dos mil diez y dos mil
quince, pasando desde 2.620 a 3.907 socios, en circunstancias que el Rol B descendió en un
nueve por ciento (9%), desde 15.306 a 13.930 afiliados,
g) los treinta y un socios en referencia recibieron avisos de término del contrato de trabajo, por
necesidades de la empresa, el veintinueve de octubre de dos mil quince, misma fecha que la
empresa les ofreció interesantes beneficios económicos si se acogían a un plan de renuncia
voluntaria,
i) ninguno de ellos ejerció acciones para reclamar contra el aviso de término del contrato por
necesidades de la empresa;
4°.- El recurso de nulidad que contra ese fallo enderezó el Sindicato, esgrimió como única
causal la del artículo 477 del Código del Trabajo que, en lo que viene a lo que ha sido motivo
de la presente vista, acusa haberse infringido el principio de primacía de la realidad, al
establecerse los hechos a los que los juzgadores aplicaron el derecho, específicamente
cuando asumen que las cartas de renuncia de tales treinta y un trabajadores cumplen las
formalidades legales, pues ello denota, afirma, un criterio civilista opuesto al principio que
informa esta rama del derecho social, como el de la primacía de la realidad de los hechos por
sobre las formas y las apariencias.
5°.- El fallo de la Corte razona sobre el particular, diciendo que "el recurso (de nulidad) se
construye contra los hechos así determinados, pretendiendo una modificación de las
conclusiones fácticas a las que arribó la sentenciadora, lo que se aleja de la finalidad de la
causal invocada, que por su naturaleza supone la intangibilidad de los hechos establecidos por
la sentencia cuya nulidad se pretende." (fundamento sexto), por manera que al haber quedado
plasmada la renuncia en forma legal, vedado quedaba a la Corte "proceder a revisar si, de
acuerdo al mérito de los antecedentes, la conclusión fáctica señalada... se encuentra ajustada
al mérito del proceso, pues aquello implicaría realizar una revisión de las probanzas allegadas
al juicio, facultad de la cual carece ante un recurso de derecho estricto como lo es el de
nulidad" (razonamiento séptimo).
Consiguientemente, al no haberse tenido por probado el hecho del despido por la causal del
artículo 161 del código, sino la mentada renuncia, la Corte de Apelaciones de Valparaíso
descartó el atentado a los artículos 159, 161, 220 Nos.3° y 4° y 489 que, como más arriba se
dejó dicho, eran aquellos que, entre otros, dieron pábulo a la invocación de la causal del
artículo 477 en relación con el principio de primacía de la realidad, acotando que si lo que
pretendía el Sindicato era la reversión de los hechos que venían establecidos o cuestionar la
forma en que se valoró la prueba que condujo a los jueces a esa conclusión, debió haberse
hecho valer otra causal que la del artículo 477 y que autorizase adentrarse en el derecho
probatorio propiamente tal;
6°.- Es por ello que la sentencia que da origen a este recurso no contiene pronunciamiento
sobre el ámbito de aplicación del principio de primacía de la realidad, menos en cuanto a su
naturaleza, efectos, elementos constitutivos y otros aspectos de interés a su respecto.
Si tal aserto no fuere desacertado, nada extraño habría de resultar, entonces, un discurso
según el cual el tema de la aplicación o falta de aplicación del principio de primacía de la
realidad está relacionado con las causales de invalidación que el código contempla con miras a
una injerencia en la inteligencia con que el juridiscente ha ponderado y desentrañado el sentido
de las evidencias que le han sido propuestas, aún en el precario nivel del indicio.
Por lo mismo, llama poderosamente la atención que se haya acusado únicamente infracción
de ley por parte de la sentenciadora del grado si, como lo observan los jueces colegiados, lo
quese buscaba era modificar la circunstancialidad establecida, entre otros motivos y en lo que
aquí exactamente interesa, por no haberse considerado, a juicio del acusador, aquella
relevante inspiración;
7°.- Esto acarrea el fracaso del alzamiento, en lo tocante al consabido principio de primacía de
la realidad.
Por lo que se ha visto, no es así, dada la ausencia de un pronunciamiento sobre esa cuestión.
Consecuentemente, no hace falta examinar los fallos que se trae a modo de "contraste", como
quiera que éste supone, por definición, una diferencia, contraposición, contrariedad u
antagonismo.
8°.- La otra arista del recurso, traída a colación por los dos denunciantes, se refiere al
elemento subjetivo o intención antisindical o lesiva de derechos fundamentales, como requisito
de existencia de los atentados del artículo 289 del Código del Trabajo.
En opinión de los recurrentes la resolución en examen deja sentada la idea que para que se
configure una práctica antisindical es necesaria la prueba del dolo o intencionalidad lesiva de
parte de quien la actúa, lo que constituye un grave error, desde que el enunciado del exordio
del a rtículo 289 presupone una antijuridicidad, prescindentemente de aquella intencionalidad,
resultando innecesaria esa actividad probatoria;
9°.- Menester es comenzar precisando que los juzgadores dejaron claramente puntualizado
que ellos coinciden con esa apreciación, en cuanto no resulta necesario que el sindicato deba
acreditar intencionalidad para que se configure la práctica antisindical, lo que no quiere decir,
agregan, que delmérito de los antecedentes no haya de surgir tal intencionalidad (fundamento
décimo).
De manera que, precisan, una cosa es que no haya de exigirse de los denunciantes la
acreditación de propósito malévolo en las prácticas que se denuncia, de cara al derecho de
sindicalización; y otra diversa, que ese elemento subjetivo fluya por sí solo de los
comportamientos puestos en tela de juicio: "Desde dicha perspectiva entonces, es necesario
que a partir de ese mérito -el del proceso- el juez a cargo de ponderarlo concluya que la actitud
de la empresa se corresponde con una práctica antisindical." (idem) Añade el argumento
undécimo del veredicto de la Corte "Que corresponde, entonces, al juez de la causa analizar
los medios de prueba allegados a ella y a partir de los mismos, analizar si (en) los hechos que
de ese análisis puede dar por establecidos, concurre o no la intención precisa del empleador de
atentar contra la libertad sindical. Lo anterior no implica que se exija al sindicato, como lo cree
el impugnante, acreditar esa intencionalidad, sino sólo, a partir de los hechos establecidos,
determinar si de ellos se desprende la intención del empleador de atentar en contra de la
libertad sindical.";
10°.- Esa perspectiva tiene influencia en el resto del planteamiento de los jueces, por cuanto
recuerdan que como la jueza tuvo por establecido el hecho de la renuncia de los treinta y un
trabajadores afiliados, y no el del despido basado en la causal del artículo 161 y, de parecida
manera, no dio por acreditado ninguno de los restantes hechos a los que los acusadores
atribuían finalidad antisindical o atentatoria de derechos fundamentales, obviamente no aceptó
la tesis de la prueba de la subjetividad.No hubo para la jueza, manifiesta la Corte, indicios
suficientes para apreciar objetivo disociador en las performances de la parte patronal;
11°.- De ahí que en el segundo apartado del mismo motivo undécimo el fallo haya concluido
que "De lo anterior fluye que, una vez más, el recurrente pretende que esta Corte revierta esas
conclusiones, para lo cual resulta necesario analizar la prueba allegada al proceso, lo que,
como ya se dijo, no es parte de la actividad que el legislador permite a este Tribunal a través
del recurso y de la causal en análisis.";
12°.- En el libelo de la Inspección del Trabajo se considera que los hechos que se dio por
acreditados en la sentencia constituyen indicios suficientes para otorgar certeza respecto de la
vulneración de derechos fundamentales, particularmente el de la vida privada de los
trabajadores, aparte de prácticas antisindicales.
Los hechos a que hace directa alusión el escrito pertinente son:a) haberse exigido únicamente
a los socios del sindicato Rol A, una declaración de patrimonio, y b) haberse discriminado entre
los diversos sindicatos existentes, otorgando a unos facilidades o concesiones que no al
denunciante;
13°.- Ocurre que la sentencia de base descartó todas y cada una de las conductas imputadas
a Codelco y que configurarían atentados a derechos fundamentales y/o prácticas
antisindicales, entre las cuales, va de suyo, las recién mencionadas; 14°.- El recurso de
nulidad abierto por la Inspección del Trabajo acusó la infracción del artículo 478 c) : necesidad
de alterar la calificación jurídica de los hechos "sin modificar las conclusiones fácticas del
tribunal inferior".
Sobradamente dicho se encuentra, a estas alturas, que las conclusiones fácticas de la
sentencia que es causa de este afán uniformador fueron enteramente negativas para las
pretensiones de los denunciantes, lo que indefectiblemente implica su fracaso, habida cuenta
que no hay hechos establecidos -los que especifica el recurso- susceptibles de ser
jurídicamente recalificados;
15°.- Sostiene la Corte, en el fundamento vigésimo primero de su laudo "Que los hechos así
sentados... no pueden ser modificados a través de la causal invocada y, por el contrario, se
entienden aceptados por el recurrente... De manera que el recurso se estructura sobre hechos
que no se han establecido en el fallo.Lo anterior, evidentemente no constituye la causal que se
ha invocado, pues lo que se cuestiona no es la calificación jurídica que se atribuyó a los
hechos probados, sino las conclusiones fácticas que la juez, luego de apreciar las pruebas, dio
por sentadas, lo que no es propio de esta causal.";
16°.- Tal como ocurrió con respecto a la primera de las materias motivo de unificación,
tampoco existe en ésta un pronunciamiento sobre lo que se dice haberse resuelto, esto es, la
obligatoriedad del denunciante de probar la intencionalidad maligna de parte del empleador, en
los comportamientos que configurarían lesiones a derechos fundamentales y/o prácticas
antisindicales, igualmente, en razón de no haberse dirimido una causal invalidatoria que
autorizase entrar al examen del asentamiento de los hechos a los que se aplicó el derecho;
17°.- Al carecer la resolución que da origen a esta convocatoria, de pronunciamiento sobre los
dos temas de derecho en torno a los que, supuestamente, los tribunales superiores de justicia
mostrarían discrepancia hermenéutica, no cabe otra cosa que desestimar los recursos.
Acordada con el voto en contra del ministro señor Blanco, quien fue del parecer de acoger el
recurso de unificación de jurisprudencia interpuesto por el demandado Sindicato de
Trabajadores Supervisores Rol A Codelco Chile, y dictar sentencia de reemplazo sin nueva
vista, pero separadamente, haciendo lugar al recurso de nulidad deducido por la misma parte,
teniendo para ello presente las siguientes consideraciones:
1°.- Que el legislador laboral ha señalado que es susceptible del recurso de unificación de
jurisprudencia la resolución que falle el recurso de nulidad, indicando que es procedente
cuando "respecto de la materia de derecho objeto del juicio existieren distintas interpretaciones
sostenidas enuno o más fallos firmes emanados de Tribunales Superiores de Justicia" -inciso
2º del artículo 483 del Código del Trabajo-, constituyendo requisitos de admisibilidad que deben
ser controlados por esta Corte, su oportunidad -inciso primero del artículo 483 A del mismo
cuerpo de leyes- y la existencia de fundamento, debiendo incluir una relación precisa y
circunstanciada de las distintas interpretaciones respecto de las materias de derecho objeto de
la sentencia, sostenidas en diversos fallos emanados de los Tribunales Superiores de Justicia,
y acompañarse copia del o de los fallos que se invocan como fundamento -inciso 2° de la
disposición citada-.
2°.- Que el recurrente sostiene que la "materia de derecho objeto del juicio" que se pretende
unificar es aquella referida a "la aplicación del principio de la primacía de la realidad al despido
de treinta y un socios del sindicato demandante", como también "la teoría de la prueba o no de
la intención antisindical o de vulneración de derechos fundamentales de los trabajadores".
3°.- Que el demandante explica que el 12 de noviembre de 2015 interpuso ante la Inspección
Provincial del Trabajo de Los Andes una denuncia por vulneración de Derechos
Fundamentales en contra de Codelco que dio origen a una investigación a raíz de la cual
dedujo demanda ante el tribunal competente atendida la transgresión al derecho a la no
discriminación. Los hechos que se estimaron vulneratorios fueron: 1°.-Solicitar a los
supervisores Rol A que realicen en forma obligatoria una declaración de su situación
patrimonial, cosa que no se hizo con los supervisores Rol B; 2°.- Despedir a treinta y un socios
del sindicato que representan el 99 % del total de los trabajadores despedidos a cuatro meses
de la entrada en vigencia del nuevo convenio colectivo, y a cuarenta y cinco días de la
renovación del directorio, sin que la misma situación se produzca respecto de los ejecutivos
Roles E ni B; 3°.- Despedir a treinta y un socios del sindicato y no de otras organizaciones
sindicales.Se sostuvo que la actitud de la demandada ha provocado un perjuicio a la
organización sindical, ya que ha dejado de percibir los ingresos por las cuotas sindicales.
Luego de transcribir los considerandos décimo a decimoctavo del fallo de base y los
razonamientos segundo a undécimo de la sentencia de la Corte de Apelaciones, asegura que
este fallo ratificó que no es aplicable el principio de la primacía de la realidad en materia laboral
para determinar cuál es el acto que puso término al contrato de trabajo de treinta y un socios
del sindicato, si la cartas de despido fundadas en el artículo 161 del Código del Trabajo o las
renuncias suscritas con posterioridad a dicha desvinculación, y por otra parte, también ratificó
que en este tipo de procedimientos, es el demandante quien debe acreditar la intencionalidad
para concluir que se ha configurado una vulneración de los derechos de los trabajadores.
4°.- Que al hacerse cargo del recurso de nulidad interpuesto por la parte recurrente en lo que
concierne al arbitrio en análisis, el fallo impugnado indicó que la sentencia de base dio por
establecidos los siguientes hechos:a).- Treinta y un trabajadores del sindicato denunciante
recibieron avisos de término de contrato por necesidades de la empresa el 29 de octubre de
2015; b).- El mismo día la empresa demandada ofreció que el vínculo laboral podía terminar, si
así lo querían los trabajadores, por la causal de renuncia, lo que traería aparejados mayores
beneficios económicos por los planes de egreso disponibles; c).- Ante la oferta efectuada por la
empresa demandada, la totalidad de los trabajadores aceptaron y firmaron la renuncia
voluntaria y ninguno cuestionó o ejerció acciones para reclamar contra el aviso de término de
contrato por necesidades de la empresa que, previamente, se les había anunciado; d).- En
definitiva, el término de la relación laboral lo fue por renuncia voluntaria, la que cumplió con
todas las formalidades legales.
En relación con la denuncia de infracción al artículo 159 N° 2 en vinculación con los artículos
161, 220 Nos. 3 y 4 y 486 inciso segundo, todos del Código del Trabajo, el fallo impugnado la
desestimó, teniendo en consideración que ella iba en contra de los hechos establecidos por el
fallo de base, esto es, que la relación laboral terminó por renuncia. Finalmente en cuanto a la
infracción al principio de supremacía de la realidad, en primer término, se desestimó el arbitrio
por estimar que la vulneración que habilita a la nulidad formal es sólo la de ley, y, por otro lado,
porque como ya se dijo, se estableció que la relación laboral concluyó por renuncia voluntaria
de los trabajadores.
En cuanto a la transgresión del artículo 289 inciso primero letras e) y f) y al artículo 493 en
cuanto a la prueba de la intencionalidad de las prácticas antisindicales, el fallo de la Corte de
Apelaciones desestimó la configuración de la causal teniendo en consideración que si bien no
resulta necesario que el sindicato deba acreditar la intencionalidad de la práctica antisindical,
es imprescindible que de los antecedentes probatorios ella aparezca.En la especie, agregó, la
juez a quo concluyó que no se divisa esa intencionalidad, primero, porque las renuncias fueron
de carácter voluntarias y, segundo, porque el sindicato Rol A ha visto incrementada su
afiliación, tanto en el número de dotación de sus trabajadores como en su tasa de
sindicalización, añadiendo, además, que si bien ahora la mayoría de los despidos
correspondían a trabajadores del Sindicato demandante, en años anteriores los demás
estamentos soportaron la disminución de su dotación, particularmente el Rol B.
5°.- Que el recurrente señala que la materia de derecho ha sido objeto de interpretaciones
diferentes a la sostenida por los sentenciadores de esta litis, por sentencias de los Tribunales
Superiores de Justicia, según las cuales es labor de los sentenciadores resolver sobre la base
del principio de la primacía de la realidad, y que el artículo 289 del Código del Trabajo no
establece la obligación de acreditar la intención antisindical.
Cita, en primer término, una sentencia de esta Corte, de 1 de abril de 2015, Rol N° 11.584-
2014, referida a un recurso de unificación de jurisprudencia interpuesto por la parte
demandante, por medio del cual se solicitó que se aúne la jurisprudencia en relación con los
elementos y requisitos de un "contrato de honorarios" permitido por el artículo 4° de la Ley N
°18.883, entre una Municipalidad y una persona natural y determine los alcances de dicha
norma frente al artículo 7° del Código del Trabajo, para efectos de determinar la naturaleza de
una relación existente entre una persona natural y una Municipalidad.El recurrente destaca
que el considerando séptimo de la sentencia de reemplazo se refiere a la materia de derecho
cuando señala que " ... también es útil a la labor encomendada a la sentenciadora, la
conjugación de los principios que informan el ordenamiento jurídico laboral, entre ellos, el
principio de la primacía de la realidad, que, en la dogmática se la define como aquel suceso
que en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de documentos o
acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a lo que sucede en el terreno factual,
el que, indudablemente, debió conducir a la existencia de un vínculo de naturaleza laboral entre
las partes, sin que pueda admitirse que el Municipio demandado se asile en la imposibilidad
legal que lo ampara de contratar personal sometido al Código del Trabajo, para celebrar
convenciones fuera de los casos permitidos por la ley e invocar esa misma ley con fines ajenos
a su naturaleza".
6°.- Que en relación con la obligación de los sentenciadores de resolver dando aplicación al
principio de la primacía de la libertad, sin bien el marco fáctico que determinó la decisión del
conflicto planteado en autos, es aparentemente distinto del que se presenta en el fallo
aparejado para los efectos perseguidos en el arbitrio en análisis, ambos casos se refieren a la
confrontación que se produce entre la realidad propuesta por los demandantes versus aquella
propuesta por los demandados. Es así como en este juicio se sostienen por la recurrente que
los trabajadores fueron despedidos por la empresa por necesidades de la empresa, en tanto
que ésta asegura que lo que se configuró fue la renuncia de aquellos.Por su parte, en el fallo
de contraste las tesis que se contraponen es la existencia de una relación laboral en los
términos del artículo 7 del Código del Trabajo frente a una de carácter civil no regida por el
Derecho Laboral.
9.- Que uno de los hechos en los que se fundó la denuncia de práctica antisindical materia de
esta litis decía relación con la desvinculación de treinta y un socios del Sindicato de
Trabajadores de Supervisores Rol A de Codelco por la causal de necesidades de la empresa,
fundados en un proceso de racionalización, lo que se probó con la carta que la demandada
envió dando aviso de término de la relación laboral. Además se acreditó que inmediatamente
después, y ante el ofrecimiento efectuado por el empleador, la totalidad de los mismos
trabajadores presentaron renuncia voluntaria a sus cargos, cumpliéndose todas las
formalidades establecidas en el artículo 177 del Código del Trabajo, con excepción de la
anticipación de treinta días.
Teniendo en consideración la circunstancia fáctica refer ida, el tribunal de base concluyó que la
relación laboral terminó por renuncia voluntaria de los trabajadores, y no por el despido por
necesidades de la empresa, de manera que no se puede considerar que se haya configurado
una conducta antisindical por parte del empleador si se considera que fueron los trabajadores
quienes decidieron desvincularse.
10°.- Que si bien es efectivo que la renuncia de los trabajadores cumplió formalmente con los
requisitos establecidos en el artículo 177 del Código del Trabajo, para los efectos del análisis
no se puede pasar por alto el hecho de que en primer lugar todos los trabajadores recibieron
una carta en la que se ponía término a la relación laboral por la causal de necesidades de la
empresa, ocasión en la que el empleador "ofreció" una serie de mejores condiciones para que
los treinta y un miembros del sindicato presentaran su renuncia y no se hiciera efectiva el
despido antes referido.
11°.- Que atendido lo reflexionado no sepuede sostener que la renuncia a la que se le dio valor
por los jueces de base fuera voluntaria, requisitos fundamental para los efectos de darle
validez, teniendo en cuenta que fue el empleador quien "sugirió" a los trabajadores que
presentaran la dimisión sobre la base de ofrecer mejores beneficios económicos, y así,
evitarse, posibles demandas cuestionado la desvinculación por necesidades de la empresa.
12°.- Que, de este modo, aparece de lo referido que se resolvió la controversia aplicando un
criterio civilista desatendiendo el principio de la primacía de realidad, por cuanto en los hechos,
lo que se configuró fue un despido colectivo por la causal de necesidades de la empresa, para
luego ofrecer la compañía un pago adicional a su indemnización a cambio de la firma de las
cartas de renuncia elaboradas por la propia demandada, circunstancia que puede pretender
ocultar un despido discriminatorio colectivo, y la consecuente configuración de prácticas
antisindicales.
14°.- Que, en cambio, en relación con la otra materia de derecho propuesta por el recurso de
unificación de jurisprudencia no puede prosperar, desde que en la sentencia de contraste no
se propone, como lo pretende el recurrente, que el análisis de una práctica antisindical es una
cuestión objetiva en tanto no requiere prueba de la intencionalidad de la conducta atentatoria,
por cuanto lo que ella establece es que "no es posible unificar la jurisprudencia, como se
pretende, en el sentido que, por esta vía, se instaure un concepto unívoco para todas ellas,
porque importaría desconocer lo dispuesto en el mismo artículo 289 en el cual
convivenhipótesis que pueden ser consideradas objetivas y otras que requieren un elemento de
imputación subjetivo, lo que impide unificar la noción como lo plantea el recurrente a la
multiplicidad de situaciones fácticas que pueden concurrir al efecto".
Redacción del ministro señor Cerda y el voto en contra, su autor.
Regístrese y devuélvase.
Rol N° 55.135-16
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señor Ricardo
Blanco H., señoras Gloria Ana Chevesich R., Andrea Muñoz S., señor Carlos Cerda F., y el
Abogado Integrante señor Carlos Pizarro W. No firma el Abogado Integrante señor Pizarro, no
obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, por estar ausente. Santiago, tres
de abril de dos mil diecisiete.
Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema En Santiago, a tres de abril de dos mil
diecisiete, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente.