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CUADERNILLO

LENGUA Y
LITERATURA

1° AÑO B

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UNIDAD I.

GRAMÁTICA Y MORFOLOGÍA.

EL SUSTANTIVO.

Se denomina sustantivo a la clase de palabra que sirve para nombrar los objetos físicos
(“casa”, “hombre”), imaginarios (“duende”), psíquicos (“inteligencia”, “afecto”) o ideales (“virtud”
“elegancia”). Se puede estudiar cómo son los sustantivos desde distintos puntos de vista: sintáctico,
morfológico y semántico.

ASPECTO SEMÁNTICO

Al estudiar el sustantivo desde el punto de vista semántico, se tiene en cuenta su significado.


Así existen sustantivos concretos y sustantivos abstractos.
Los sustantivos concretos nombran objetos o seres de existencia real o que pueden
imaginarse como tales (por ejemplo: “perro”, “hada”). Hay dos clases:
a) Sustantivos comunes: se refieren a individuos u objetos que se distinguen por un
número de características comunes. El sustantivo “perro”, por ejemplo, designa a
todos los individuos de esa especie.
A su vez, los sustantivos comunes pueden ser:
* Individuales: nombran a un solo individuo u objeto cualquiera de la especie. Por ejemplo:
“perro”.
* Colectivos: designan en singular, un grupo de seres u objetos de la misma especie. Por
ejemplo: “jauría” es un grupo de perros.
b) Sustantivos propios: nombran un ser u objeto determinado dentro del grupo
genérico al que pertenecen y lo distinguen así de otros de su misma clase. Se
escriben con mayúscula. Por ejemplo: Río Negro, Aconcagua, Julieta.
Los sustantivos abstractos se refieren a cualidades, propiedades o fenómenos que no tienen
existencia independiente, sino que se remiten siempre a individuos u objetos con los cuales se
relacionan esas cualidades, propiedades o fenómenos. Muchos derivan de adjetivos y verbos. Por
ejemplo: el sustantivo “belleza” deriva de “bello” y el sustantivo “pisada” deriva del verbo “pisar”.
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ASPECTO MORFOLÓGICO.

Desde el punto de vista morfológico, el sustantivo se caracteriza por presentar flexión en


género (femenino y masculino) y número (singular y plural).

El género.

1) Los sustantivos que designan personas y animales presentan, en general, dos


formas: el masculino y el femenino. Estos sustantivos siguen estas reglas:
 Si el masculino termina en –o, el femenino se forma agregando –a. Por ejemplo: perro,
perra.
 Si el masculino termina en consonante, el femenino se forma agregando –a.
 Algunos sustantivos forman sus femeninos con terminaciones diversas: -ina, -iz, -esa, -
isa. Ejemplos: emperador-emperatriz, conde-condesa.
 En otros casos, el femenino es una palabra totalmente distinta del masculino: yerno-
nuera, toro-vaca, papá-mamá, hombre-mujer.
 Algunos sustantivos son invariables, lo que hace necesario el agregado del artículo
femenino o masculino para determinar el género utilizado, o el agregado de las palabras
“macho” o “hembra”. Por ejemplo: el presidente, la presidente; ballena macho/ballena
hembra.
2) Los sustantivos que designan cosas tienen un solo género, determinado por el uso
y manifiesto, en muchos casos, por los artículos “el”, “la”. Estos sustantivos no
siguen una regla general, pero hay algunos criterios para determinar su género:
 Básicamente, los sustantivos terminados en –o son masculinos y los terminados en –a
son femeninos. Ejemplos: “la comida”, “el apetito”. Excepciones: “el día”, “la mano”.
 Los sustantivos de las demás terminaciones son, en su mayoría, masculinos, pero hay
excepciones femeninas, especialmente los terminados en –d y –z. ejemplos: “pared”,
“redondez”.
 Algunos sustantivos cambian de significado según sean femeninos o masculinos.
Ejemplos: “el Papa”/ “la papa”, “el pendiente”/“la pendiente”.

El número.

El número de un sustantivo indica la referencia a un objeto o ser (singular) o a más de uno


(plural). Estas son algunas reglas de número que siguen los sustantivos.
 Cuando el singular termina en vocal, el plural se forma agregando una –s- Por ejemplo:
perro-perros.
 Cuando el singular termina en consonante o en vocal acentuada (excepto la -e), el
plural se forma agregando –es. Ejemplo: tenedor-tenedores, ají-ajíes. Excepciones:
“papá”, “mamá”, “sofá” que siguen la regla anterior.
 El singular y el plural son iguales cuando el sustantivo es una palabra grave o esdrújula
terminada en –s. En estos casos, el número se distingue por el artículo singular o plural
que se les antepone. Ejemplos: “la dosis/las dosis”, “el tórax/los tórax”.

ASPECTO SINTÁCTICO.

Desde el punto de vista sintáctico, la función del sustantivo es ser núcleo de una
construcción nominal, también llamada construcción sustantiva. Para formar una construcción

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nominal, un sustantivo tiene que estar acompañado por una serie de palabras que contraen con él
relaciones sintácticas, es decir, que lo modifican.

ACTIVIDADES.

1) Anoten en sus carpetas el femenino de: caballo, padre, carnero, marqués, actor,
cantante, deportista, rey, poeta. Indiquen en cada caso a qué regla responde la
formación del femenino.
2) Escriban en sus carpetas dos sustantivos para cada una de las reglas de número.
3) Formen el plural de los siguientes sustantivos: prócer, crisis, caries, esquí, café,
espectador.
4) En esta lista de sustantivos, subrayen con un color los que nombran objetos o
seres de existencia real y con otro, los que se refieren a cualidades, propiedades o
fenómenos.
Zorra

Racimos

Habilidad

Paciencia

Juan Pérez.

5) Escriban los sustantivos abstractos que derivan de los siguientes verbos: mentir,
alabar, valer.
6) Investiguen y anoten en sus carpetas cuáles son los sustantivos colectivos
correspondientes a: estrellas, libros, álamos, barcos, cerdos, personas, ovejas.

ADJETIVOS

Se llama adjetivo a la clase de palabra que acota o restringe el significado, añadiéndole una
cualidad o característica descriptiva o no descriptiva. Se puede estudiar cómo son los adjetivos
desde distintos puntos de vista: sintáctico, morfológico y semántico.

ASPECTO SINTÁCTICO.

Desde el punto de vista sintáctico, entonces, la función del adjetivo es la de modificar al


sustantivo y brinda información sobre el mismo.

ASPECTO MORFOLÓGICO.

Desde el punto de vista morfológico, el adjetivo manifiesta género y número, pero no de


modo independiente, sino en concordancia con el sustantivo al que modifica.
Género.

El género femenino se los adjetivos se obtiene de la siguiente manera:

 Los adjetivos terminados en –o, cambian en –a para formar el femenino


 Los adjetivos terminados en –an, -on, -or agregan una –a a la forma masculina.
 Los adjetivos de cualquier otra terminación, ofrecen una forma genérica única, es decir,
se utilizan de la misma forma para el masculino y para el femenino.

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Número.

Los adjetivos forman su plural de la misma manera que los sustantivos:

 Agregando una –s si terminan en vocal. Ejemplo: largo/largos


 Agregando –es cuando terminan en consonante. Ejemplo: personal/personales.

Gradación de los adjetivos.

Muchos adjetivos expresan una cualidad que puede presentarse en distintos grados.

La cualidad “rica” de la sopa se manifiesta en una escala que va desde su expresión mínima
(grado positivo) hasta su grado más alto (grado superlativo).

 Grado positivo: el adjetivo aparece en su forma normal: “La sopa estaba rica”.
 Grado comparativo: las cualidades presentes en dos o más objetos o seres pueden
aparecer en mayor grado uno que otro (“La sopa estaba más rica que el pan”); en el
mismo grado en ambos (“La sopa estaba tan rica como el pan”); o en menor grado uno
que otro (“La sopa estaba menos rica que el pan”).
 Grado superlativo: el adjetivo aparece en su mínimo o máximo nivel. Y lo manifiesta
por medio de : las terminaciones “ísimo-ísima” y “érrimo/arrima”: “La sopa estaba
riquísima” o el agregado de los adverbios “más” o “menos” al adjetivo en su grado
positivo: “Esta sopa es la más/menos rica de todas”.

Algunos adjetivos forman su grado comparativo y superlativo de manera particular:

POSITIVO COMPARATIVO SUPERLATIVO


Bueno Mejor Óptimo
Malo Peor Pésimo
Alto Superior Supremo
Bajo Inferior Ínfimo
Grande Mayor Máximo
Pequeño Menor Mínimo

ASPECTO SEMÁNTICO.

Desde el punto de vista semántico, los adjetivos se dividen en descriptivos y no descriptivos.


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Adjetivos Descriptivos.

Los descriptivos son aquellos que describen de una u otra manera al sustantivo al que
modifican. Hay dos clases: calificativos y numerales.

Descriptivos calificativos: los adjetivos de este tipo describen al sustantivo al que alguna
cualidad interna o externa.

Descriptivos numerales:
Dentro de los adjetivos numerales se encuentran:
* Cardinales, la serie de los números naturales ( “un/una”, “dos”, “tres”….)
* Ordinales: que añaden la idea de disposición sucesiva ( primero/a”,
“segundo/a”,”tercero/a”….)
* Partitivos: que expresan división (medio/a…)
* Múltiplo: que indican multiplicación de la serie natural de los números (“doble”,
“triple”….)

Adjetivos no descriptivos

Los adjetivos que no agregan una cualidad al sustantivo ni significan número se llaman
adjetivos no descriptivos.

 Adjetivos gentilicios: expresan procedencia, el origen o la nacionalidad. Ejemplo:


europeo, porteño.

ACTIVIDADES:

1) Propongan en sus carpetas tres ejemplos de adjetivos para cada una de las reglas
de género y número.
2) Investiguen y anoten en sus carpetas los superlativos de: célebre, sabio, cruel,
reciente, pobre, amable, noble, libre.
3) Subrayen con dos colores distintos los adjetivos calificativos y los numerales.

Calle alegre noche estrellada primeros pasos

Media manzana vecina hospitalaria dos cucharitas.


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4) Este es un fragmento de una carta dirigida a una revista. Agreguen los adjetivos
descriptivos calificativos y numerales que faltan.

En ……………………lugar, debo felicitarlos por la…………………..nota sobre ecología


del número……………….de la revista. Se trata de una………………..crónica que describe
con exactitud los………………….riesgos que corre la humanidad si no tomamos
conciencia del………………..peligro que nos acecha. En………………lugar, quiero saber
cómo debo hacer para conseguir……………………..revistas que me faltan y que deseo
agregar a mi colección.
5) Investiguen y averigüen el adjetivo gentilicio de los siguientes países y
provincias:
a) Rusia
b) Suiza
c) Brasil
d) Chile
e) Neuquén
f) Mendoza
g) Buenos Aires
h) Salta
i) Santiago del Estero
j) España
k) Francia
l) Estados Unidos
m) Japón
n) China

PREPOSICIONES.

Las preposiciones son palabras invariables y casi siempre átonas que se caracterizan por
introducir un complemento, que en la tradición gramatical hispánica se denomina término.
Las preposiciones forman una clase gramatical cerrada. Sin embargo, el inventario que de
ellas se hace no siempre coincide en las diversas gramáticas, ya que algunas preposiciones son de
escaso uso, otras han ingresado no hace mucho en este paradigma y otras, finalmente poseen solo
algunas de las propiedades que caracterizan dicha clase de palabras. En la actualidad suele aceptarse
la relación siguiente: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta,
mediante, para, por, según, sin, so, sobre, tras, versus y vía.

Algunos usos de las preposiciones más importantes:

A: En general indica una inclinación, movimiento o punto de referencia. Con ella


indicamos:
I) la dirección, el punto de destino: En Navidad iremos a Bariloche
II) la situación espacial en relación con otro elemento: Mi oficina está a la
derecha del ascensor
III) indica la fecha o el día de la semana con el verbo estar (no se usa con años):
Estamos a 20 de septiembre/ Estamos a miércoles.
IV) indica el precio variable o por unidades con el verbo estar: Las manzanas
están a 12 pesos el kilo.
V) introduce el objeto indirecto: Le he dado el libro a Héctor.
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VI) introduce el objeto directo cuando es persona o animal conocido o
individualizado: He visto a María.

Con: En general, sirve para expresar que una cosa acompaña a otra. Con ella indicamos:
I) Compañía: Estoy con Pedro.
II) Acompañamiento: No me gusta el té con leche.
III) Instrumento: Lo escribió con lapicera.
IV) Manera en que se hace algo: Silvia escucha con mucho esmero.

De: En general, sirve para especificar o determinar un nombre. Con ella indicamos:
I) El tipo o clase de objeto: máquina de escribir.
II) El material del que está hecho algo, el contenido: Esa camiseta es de algodón.
III) La posesión: Ese libro es de José Luis.
IV) Las relaciones entre personas: Es el amigo de David.
V) La procedencia y lugar de nacimiento: Ese tren viene de Segovia/ Soy de Argentina.

Desde…hasta/de…a:
I) Para hablar de horarios: Desde las ocho hasta las cinco está abierto/ De ocho a cinco.

En: En general, sitúa dentro de un espacio concreto o temporal. Con ella indicamos:
I) Lugar=dentro de/encima de: El libro está en el cajón.
II) Tiempo=dentro de un período: En enero/ en verano/ en 1982/ en vacaciones.
III) El medio de transporte: en avión.

Entre: indica el espacio o el tiempo estableciendo lo límites.


I) Espacio real: El tercer piso está entre el segundo y el cuarto.
II) En medio de otras cosas o personas: Aquí estamos entre amigos/ El informe debe
estar entre estos papeles.
III) Tiempo: Entonces quedamos entre ocho y ocho y media, ¿de acuerdo?
IV) Indica que hay varios sujetos en una acción: Entre Mariela y Bruno organizaron la
cena.
Para:
I) Expresa finalidad, objetivo: La lapicera sirve para escribir.
II) Destinatario: Estas flores son para mi mamá.
III) Límite temporal: ¿Para cuándo tendrán el auto arreglado?/ Para el martes.
IV) Opinión: Para mí lo más importante es la familia.

Por:
I) Causa, razón, motivo: Me cambié de casa por el ruido
II) Localización espacial=recorrido, lugar por el que se pasa: Voy a casa por el centro.
III) Localización espacial aproximada: Esa calle está por ahí abajo.
IV) A través de: Mira por la ventana/ habla por teléfono.

Sin:
I) Indica lo contrario de con: ¿Tomás el café con azúcar o sin azúcar?
II) Sin+infinitivo indica modo: habla sin parar.

Sobre:
I) Indica localización espacial=encima de: El libro está sobre la mesa.
II) Indica localización temporal=tiempo aproximado: Llegaron sobre la hora de cierre.
III) Indica el tema de algo: La conferencia fue sobre el uso de las nuevas tecnologías y la
energía.

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OJO:
A+ ARTÍCULO EL: AL
DE+ARTÍCULO EL: DEL

Actividades:
1) Elija la respuesta correcta:
a) Voy a invitar de/ con/ a Mercedes y a/ con/ en su hija Ángela.
b) ¿Va a pagar con/ en /a efectivo o con/ en / a tarjeta?
c) Estamos a/ en 20 de septiembre, estamos a/ en verano todavía.
d) Mañana te llamo a las ocho de/ en/ por la mañana
e) Todos los años iba en/ por/ con avión.
f) Hemos enviado la información por/ con/ a correo electrónico.

2) Complete las frases con la preposición correcta.


a) -¿Qué hacés?
-Estoy escribiendo……………. una amiga de Irlanda.
b) -¿Has visto mi libro?
-Está……………….la mesa de la cocina.
c) -¿Hacemos la tortilla de papas…………….cebolla o …………….cebolla?
d) -¿…………….qué hora es la clase……………….conversación?
-……………….las 10……………..la mañana.
e) -¿Cuánto tiempo va a estar la exposición?
-…………………….el 20 de mayo…………………..el 15 de octubre.
f) -¿Dónde está sentada Carolina?
- Carolina está sentada……………….Paula y Mariela.
g) -¿Estás…………….vacaciones?
-Sí, ………………….el lunes. Todo lo bueno se acaba.

3) Escriba cuatro frases con elementos de las tres columnas.

La semana pasada fue El pueblo en tren

En los bares siempre pide él los tragos A El cine

Los fines de semana Sole se encarga DE El jardín


Siempre viaja El camarero

Vuelvo El trabajo a las ocho.

CONJUNCIONES.

Son una clase de palabras que cumplen con la función de conectores. Funcionan como nexos
coordinantes, es decir, como elementos de unión entre otras palabras u oraciones del mismo nivel.

Clasificación de conjunciones.
CLASE FUNCIÓN EJEMPLOS
Copulativas Expresan unión, suma Y, e, ni, también.
Disyuntivas Expresan opción O, u.
Adversativas Expresan una objeción Pero, mas, sino, aunque
Causales Expresan una causa o Pues.
motivo
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Consecutivas Expresan una consecuencia Luego.
Actividades:

1) Completá las oraciones con las conjunciones adecuadas.


a) Viajo hasta Corrientes…………….Callao.
b) Tarde……….temprano se va a disculpar.
c) Voy con seguridad…………..más tarde.
d) No sé si iré en ómnibus, en tren…………….en avión.
2) Subrayá las conjunciones y determiná de qué tipo son.
a) No es valiente sino atrevido.
b) ¿Querés azúcar o edulcorante?
c) Pintar y dibujar son sus dos pasiones.
d) No son válidas ni tus excusas ni tus disculpas.
e) Caminaba sin prisa pero sin pausa.
f) Fueron al club y se divirtieron.
g) Sus ojos eran azules y con destellos dorados.
3) Tachá los conectores que no correspondan.

En Europa central es muy raro encontrar un aviso que diga “no hay agua potable”, y/
por lo tanto/ sin embargo, en el mundo, millones de personas carecen de agua
potable o/ y tienen que hervirla para poder utilizarla. El problema parecía no tener
solución; no obstante/ y una empresa ha desarrollado dos sensores que permiten
establecer cuándo el agua resulta apta para el consumo humano. Uno de los sensores
analiza el Ph y el contenido del cloro; el otro, el color y la turbidez. Los sensores son
fáciles de instalar pero/ también/ y además su fabricación es económica.

PRONOMBRES.

En nuestra lengua cada clase de palabra tiene una forma, cumple una función en la oración y
tiene un significado propio. Pero también existen algunas que varían su forma y cumplen distintas
funciones en la oración, pero que no tienen significado por sí mismas. Estas palabras se denominan
pronombres. Para definirlo con precisión, el pronombre es una clase de palabra que no porta
significado (palabra no descriptiva), sino que tiene significado ocasional, lo adquiere en función de
la situación comunicativa o en función con el contexto en el que aparece.

A) Pronombres del primer grupo.

Los pronombres del primer grupo se refieren específicamente a tres elementos de la


situación comunicativa: emisor, receptor, referente. Por ejemplo:

María:-Sofía, ¿viste a Juan?


Sofía:- Yo no lo vi, pero él me dijo que no venía.

Los pronombres son una parte esencial de la escritura ya que evitan las repeticiones y logran
lo que se llama cohesión: que el texto tenga una forma comprensible, pero económica y eficaz para
la comunicación.

La clasificación semántica y morfológica.


Al igual que otras clases de palabras, los pronombres pueden estudiarse desde el punto de
vista del significado y de la forma:

* Los pronombres personales designan el emisor, el receptor y el referente. Por ejemplo:

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Martín:-¡Hola, sos vos!
Marina:- Sí Martín, soy yo, Marina, ¿le abrís la puerta a Javier, por favor?

Morfológicamente, los pronombres personales se clasifican de la siguiente manera:


Forma nominal Forma objetiva Forma terminal
Yo Me Mí/ Conmigo
Tú/Vos/Usted Te Ti/Contigo
Él/Ella Se/Le/La/Lo Sí/Consigo
Nosotros/Nosotras Nos Nosotros/as
Vosotros/Ustedes Os/Se Vosotros/as
Ellos/Ellas Les/Las/Los Ellos/Ellas.

Por ejemplo:

Él entró en una librería a robar. (Forma nominal)


A Sofía le parece que esto está mal. (Forma objetiva)
Para mí, esta historia no va a terminar nunca. (Forma terminal).

* Los Pronombres posesivos expresan la relación de pertenencia respecto del emisor, del
receptor y del referente. Por ejemplo:
-Javier trajo su computadora nueva.
-Que la ponga en nuestro escritorio.

Morfológicamente los pronombres posesivos se clasifican de la siguiente manera:


Persona Posesivo
Yo Mi/Mis/Mío/Mía/Míos/Mías.
Tú/Vos Tu/Tus/Tuyo/Tuya/Tuyos/Tuyas
Él/Ella (Usted) Su/Sus/Suyo/Suya/Suyos/Suyas.
Nosotros Nuestro/Nuestra/Nuestros/Nuestras
Vosotros Vuestro/Vuestros/Vuestras/Vuestros.
Ellos/Ellas (Ustedes) Su/Sus/Suyo/Suya/Suyos/Suyas.

* Los pronombres demostrativos expresan la distancia de las personas o de los objetos


respecto del emisor. Por ejemplo:

-Ese señor era el peluquero que me cortaba el pelo cuando yo era chico.
-¿Éste?
-No, aquél.

La clasificación de pronombres demostrativos es:


Cercano al emisor A media distancia del emisor Lejano del emisor
Este, esta, estos, estas, esto Ese, esa, esos, esas, esos, eso Aquel, aquella, aquellos,
aquellas, aquello.

OJO: Cuando los demostrativos van junto a un sustantivo no llevan tilde, pero si el
referente está elidido (no está) llevan tilde obligatoria. Por ejemplo:

-Este niño
-¿Ése?

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B) Pronombres del segundo grupo.

Los pronombres del segundo grupo son aquellos, cuyo significado no depende de las
personas que intervienen en la situación comunicativa. Estos pronombres adquieren su significado
en función de la oración en la que aparecen

Aspecto semántico.

PRONOMBRE DEFINICIÓN EJEMPLO


Indefinido Señalan personas y objetos de ¿Alguien podría decirme
manera general e imprecisa. algo?
Relativo Evitan la repetición de un Las sillas que compramos, las
sustantivo ya presente en el que estaban pintadas de verde,
texto. desaparecieron.
Enfático (Interrogativo y Expresan pregunta o ¿Quién vino?, ¡Qué obra
exclamativo) exclamación y siempre llevan maestra!
tilde. Aparecen en
interrogaciones o
exclamaciones directas e
indirectas.

PRONOMBRES INDEFINIDOS: uno, unos, una, unas, algún, alguno, algunos, alguna,
algunas, algo, ningún, ninguno, ninguna, nadie, cualquier, cualquiera, mucho, muchos, mucha,
muchas, poco, pocos, poca, pocas, otro, otros, otra, otras, todo, todos, toda, todas, bastante,
bastantes, demás, varios, demasiado, demasiados, demasiada, demasiadas.
PRONOMBRES RELATIVOS: que, cual, cuales, quien, quienes, cuyo, cuyos, cuya, cuyas,
donde, como, cuando, cuanto. Algunos pueden ir precedidos por un artículo (el que, la que, lo
que, etc.)
PRONOMBRES ENFÁTICOS: qué, cuál, cuáles, quién, quiénes, dónde, cómo, cuándo, cuánto.

La clasificación morfológica.

Los pronombres de este grupo presentan un comportamiento muy irregular respecto de su


forma:
 Algunos tienen variación de género y número. Por ejemplo: todo-s/toda-s; poco-s/poca-
s.
 Otros sólo varían en género. Por ejemplo: ninguno-ninguna.
 Otros, sólo en número. Por ejemplo: quién/quiénes
 Algunos son invariables. Por ejemplo: cómo, demás, que.

Actividades:

1) Subrayen todos los pronombres que aparecen en el siguiente texto y clasifíquelos


semántica y morfológicamente.

En una carta al director del Museo […] el “autor” se defiende señalando que él nunca
mencionó a ese elefante, sino a un gato. La obstinación de “Muñoz” en designar a su mascota como
un gato llega al extremo de incluir la existencia de una trompa en estos animales, dado que el suyo
(su gato) tiene una […].

2) Completen el siguiente fragmento con los pronombres indicados.

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Muchas son las versiones que se hicieron sobre Cenicienta. Los clásicos dan para todo. Sin
embargo, hay algo extraño y ciertamente arriesgado en…………………..(demostrativo) nueva
versión dirigida por Andy Tennant. Digo, si Cenicienta es un relato donde lo mejor está dado por el
ingrediente mágico que…………..(personal) hace ser un cuento maravilloso, ¿por qué sacar
justamente……………(demostrativo) En Por siempre Cenicienta, la protagonista se mueve en
principio, por venganza: quiere, fundamentalmente, recuperar……………..(posesivo) tierras
que………………(personal) ha robado………….(madrastra).

3) Escriban un breve texto sobre su película o programa de televisión preferido en el que


incluyan los pronombres estudiados.
4) Lean los siguientes fragmentos y clasifiquen los pronombres destacados.
a) En su época de auge, las compañías hacían giras por todo el país y presentaban versiones
teatrales en ciudades y pueblos.
b) Pero también sufrían desilusiones, cuando el aspecto físico de los actores no coincidía
con lo que se imaginaban a partir de sus voces bellas y agraciadas.
c) Sin embargo, otros consideran a la historieta como un producto cultural de la modernidad
industrial.
d) La fase tres es la de remodificación, donde el impulso eléctrico se transforma en impulso
luminoso.
e) En el siglo XX, algunos de los interrogantes son: ¿Cómo emitir imágenes
transoceánicas?

VERBOS.

El verbo es la parte de la oración que tiene mayor número de accidentes: tiempo, modo, aspecto,
persona y número.
Los modos son tres:
 Indicativo: enuncia el hecho como real.
 Subjuntivo: presenta el hecho como una posibilidad.
 Imperativo: presenta el hecho como una orden.
Los tiempos fundamentales de una conjugación son:
 Presente: lo expresado por el verbo sucede en el momento en que se habla.
 Pretérito: lo expresado por el verbo es anterior al momento de habla.
 Futuro: lo expresado por el verbo es posterior al acto de habla.
La conjugación de los tiempos castellanos comprende tiempos simples y tiempos compuestos. A
cada tiempo simple le corresponde un tiempo compuesto con la sola excepción del imperativo. Los
compuestos se forman con el verbo auxiliar haber y el participio del verbo conjugado.
Los aspectos son:
 Perfectivo: alude a una acción terminada.
 Imperfectivo: alude a una acción en transcurso.
Las personas gramaticales son tres y el número puede ser singular o plural, obteniendo:

SINGULAR 1º YO
2º TÚ/VOS/USTED
3º ÉL/ELLA
PLURAL 1º NOSOTROS
2º VOSOTROS/USTEDES
3º ELLOS/ELLAS

CONJUGACIÓN:

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Es la serie de todas las formas de un verbo determinado. En la conjugación de un verbo deben
distinguirse la raíz o base y la terminación o desinencia. Ej: AM- (RAÍZ O BASE) -O, -AS/-ÁS, -A, -
AMOS, -ÁIS/-AN, -AN (TERMINACIÓN O DESINENCIA)
La raíz o base contiene la idea fundamental del verbo. Se obtiene separando del infinitivo las
terminaciones -ar, -er, -ir.
La conjugación completa de un verbo comprende dos grandes grupos:

FORMAS NO PERSONALES

a) Infinitivo: es el nombre del verbo. Termina en -ar, -er, -ir. Ej. : amar, temer, partir.
b) Participio: tiene forma masculina y femenina, singular y plural. Termina en -ado, -ido.
Ej. : amado, temido, partido.
c) Gerundio: indica una acción secundaria que se suma a la del verbo principal,
modificándola o describiéndola. Termina en -ando, -iendo. Ej. : amando, temiendo,
partiendo.

FORMAS PERSONALES
Son las que resultan de conjugar los verbos usando los pronombres personales yo, tú, vos, él, etc.
Los verbos castellanos se agrupan en tres conjugaciones, primera, segunda y tercera, según si su
infinitivo termine en -ar, -er, -ir, respectivamente.
1° conjugación, –ar: amar
2° conjugación, -er: temer
3° conjugación –ir: partir.

Actividades:

1) En las siguientes oraciones, subrayen los verbos y anoten al lado su infinitivo.


a) Federico desconocía el lugar.
b) ¿De dónde venían los pistoleros?
c) No estaba en Belgrano, sino en Chicago.
d) Era el primo de Sofía.
e) Fuimos al cine.
f) El martes llovió mucho.
g) Juan me prestó su bicicleta nueva.
h) Los ciudadanos exigen respuestas.
i) El jefe propuso una nueva tarea.
j) Pedro se cansó de esperar.
2) Den tres ejemplos de verbos de 1°, 2° y 3° conjugación.

NORMATIVA:
USO DE B/V.

1) Se escriben con “b” los verbos terminados en bir y sus voces afines (escribir, escribiendo,
escribiré). Con excepción de los verbos hervir, servir y vivir y sus voces afines.
2) Se escriben con “b” los verbos terminados en aber y eber (saber, haber, deber, etc.).
3) Se escriben con “b” después de m, es decir, mb (ambulancia, tambo, etc.)
4) Se escriben con “b” las palabras que empiezan con las sílabas bu, bur y bus (bucear,
burbuja, buscar).
5) Se escriben con “b” las palabras con sonido bi y bis cuando significan dos y dos veces
(bimensual, bisílabo, etc.).
6) Cuando aparecen dos “bes” seguidas, siempre antes de “v” se escribe la “b”. Ejemplo:
Obviamente, subversión, etc.
7) Llevan “v” las palabras que empiezan con la sílaba ad (advenedizo, adverbio,
adversidad).

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8) Llevan “v”, las palabras terminadas en vira, viro, ívora, ívoro (Elvira, triunviro,
carnívora, herbívoro, etc.)
9) Llevan “v” después de n, nv: envejecer, envidiar, etc.

USO DEL DICCIONARIO.

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USO DE LA COMA.

En el segundo caso se usa para separar una aposición del resto de la oración.
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 Para separar conectores ubicados al principio de la oración. Por ejemplo: Por eso, es
necesario actualizarse.
 Separar la invocación o vocativo. Por ejemplo: Usted, Mario, realizará la entrevista
mañana por la tarde.
 Por alteración del orden regular de los componentes de una oración. Por ejemplo: Con la
debida anticipación, debe concertarse la cita con el entrevistado. (El orden normal sería:
La cita con el entrevistado debe concertarse con la debida anticipación.)

ACTIVIDADES:

1) Colocá las comas donde corresponda.


a) A la hora de escribir una entrevista es necesario redactar una breve introducción
en la que se consignen breves datos biográficos del personaje se destaque su
perfil profesional y sus actividades actuales.
b) Por otra parte hay que transcribir con fidelidad las ideas del entrevistado respetar
su manera de expresarse pero pueden intercalarse algunos comentarios de hechos
sucedidos durante la entrevista aunque no se vinculen directamente con el tema.
2) Hacé una lista de los usos de la coma que señalaste en el texto anterior, indicá los
que faltan y escribí un ejemplo de cada uno.

LITERATURA.

LA NARRACIÓN.

Se denomina narración al relato de hechos en los que intervienen personajes y que se


desarrollan en el espacio y en el tiempo. Estos hechos son contados por un narrador. Toda
narración se caracteriza por responder a una estructura básica formada por una serie de categorías
fijas: el marco, el suceso y el episodio. Todas juntas componen la trama.
El marco está compuesto por los personajes que intervienen en una narración, el tiempo y el
lugar donde transcurre la acción.
Cuando se cuenta algo, se supone que va a resultar interesante para quien lo escuche. Por
eso, en las narraciones se introduce siempre una complicación. Toda complicación lleva consigo
una resolución. Ambas componen el suceso.
La suma del marco y del suceso forma un episodio de la narración. Hay narraciones que
tienen un solo episodio, pero hay otras que tienen más de uno.
Por otra parte, se denomina trama al orden en el que se presentan en un texto los diferentes
episodios de una narración. Por lo tanto, la trama de un texto tendrá tantos marcos y sucesos como
episodios la compongan.

DIFERENCIA ENTRE CUENTO Y NOVELA.

El cuento.

Es un relato creado por un autor, en el que ocurre solamente un hecho importante y en el que
intervienen personajes ubicados en un tiempo y en un espacio. Hay un narrador que va contando los
hechos.

Tipos de cuentos.

Hay distintas clasificaciones de los cuentos. Se optará por la siguiente:


a) folklóricos y literarios
b) realistas y no realistas.
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Los cuentos folklóricos son anónimos, populares y se han transmitido oralmente. En esta
categoría entran los cuentos maravillosos, los de animales, etc.
Los literarios tienen autor y se transmiten en forma escrita
Los cuentos realistas presentan un mundo con personajes y circunstancias posibles en la
realidad cotidiana. Se pueden clasificar en: costumbristas (personajes y hechos propios de una
región), humorísticos, sentimentales y policiales.
Los cuentos no realistas introducen elementos que no pertenecen al mundo conocido. Se
clasifican en: maravillosos (con la presencia de dragones, hadas, duendes, etc.), fantásticos
(producen la duda en el lector sobre hechos fuera de lo común en un contexto real), de ciencia
ficción (se basan en conocimientos o en hipótesis científicas), de terror (con fantasmas, monstruos,
zombies)

La novela.

Es el género literario de ficción más flexible. Admite todas las creaciones innovadoras que
la imaginación del autor pueda concebir. Pueden enumerarse las siguientes características:
a) narración larga (más que el cuento)
b) escrita en prosa.
c) Sobre cualquier tema: histórico, social, policial, etc.
d) De estructura flexible.
e) Con propósito artístico.
f) Posee, en comparación con el cuento, mayor número de episodios y de personajes, dada
su extensión.

Diferencia entre autor y narrador.

La persona real que escribe un texto es llamada autor. Cuando el autor es conocido (y no
anónimo), su nombre y su apellido, así como sus datos biográficos y los títulos de las obras que ha
publicado, suelen figurar en el paratexto (la tapa, la contratapa, la solapa, la cita a pie de página y
demás).
En las narraciones ficcionales, como el cuento y la novela, el autor se diferencia del
narrador, es decir, de quien relata los hechos. El narrador es una construcción ficticia hecha por el
autor que nos brinda el punto de vista desde el cual se narra la historia.

Tipos de narrador:

 1º persona protagonista: los hechos están contados en 1º persona del plural o del
singular por el personaje que vive los hechos.
 1º persona testigo: observa y participa de los hechos como testigo.
 3º persona testigo: observa los hechos como testigo.
 3º persona omnisciente: observa desde afuera la historia, pero sabe todo lo que
pasa, lo que piensan y sienten los personajes.

Núcleos narrativos y acciones menores.

Una narración no presenta un solo hecho. La respuesta a la pregunta ¿qué ocurrió? (por
ejemplo: hubo un choque de autos) resume un hecho general que, en el texto, es descompuesto en
una serie de hechos principales (un auto cruzó un semáforo en rojo, se encontró con otro, chocaron,
los conductores se hirieron levemente, los vecinos llamaron a la ambulancia, llegó la ambulancia, se
llevó a los heridos, etc.). Se trata de hechos principales o núcleos narrativos, porque no se los puede

24
suprimir sin que el relato se modifique sustancialmente. Esos hechos se relacionan entre sí
temporalmente: uno se produce después del otro.
Identificar la serie de núcleos que presenta un texto narrativo permite, entre otras cosas,
trazar un esquema de la narración. La diferencia entre este esquema y un relato está en que éste
puede descomponer los núcleos en una multiplicidad de acciones. Las acciones menores retardan la
aparición del próximo hecho principal y, por lo tanto, crean suspenso. Además, en general, hacen
interesante el relato. El modo en que se despliegan esas acciones menores puede hacer que dos
relatos de los mismos hechos principales resulten totalmente diferentes.

Estructura narrativa.

La estructura de una narración puede resumirse en tres momentos básicos: una situación
inicial o introducción, un conflicto o nudo y una resolución o desenlace. En la situación inicial
puede anticiparse, a veces, todo el cuento, a través de claves cuyo sentido se irá revelando
paulatinamente a lo largo de la historia.
El conflicto o nudo se sitúa entre el personaje y su objetivo por acción del oponente. Pueden
establecerse tres tipos básicos de conflicto: el personaje se enfrenta con una fuerza de su misma
naturaleza; con una fuerza no humana; o con una fuerza interior.
En cuanto a la resolución, tiende a ser breve y cumple la función de cerrar definitivamente o
provisoriamente el conflicto.

Conectores temporales y lógicos.

Habitualmente, en las narraciones, las relaciones que se establecen entre los hechos están
explicitadas y reforzadas mediante el uso de una clase particular de palabras: los conectores
narrativos. La relación temporal y lógica existe independientemente del uso de conectores, entonces
la función de los conectores es expresar o hacer evidente la relación o conexión existente.

Conectores y relaciones que establecen Ejemplos


Aditivos: suman elementos. Y, además, incluso, Juan estudió y también jugó al fútbol,
igualmente, asimismo, también, del mismo modo. durante el fin de semana.
Contrastivos: oponen ideas o hechos. Pero, sin Juan se fue a la fiesta, sin embargo, ella
embargo, no obstante, sin, en cambio. no lo vio.
Causativos: señalan una relación de causa (lo que Juan se fue a la fiesta porque quería
aparece antes del conector es la consecuencia). Porque, verla.
por eso, ya que, a causa de, debido a, puesto que, por el
hecho de que, dado que.
25
Consecutivos: introducen una relación de consecuencia Juan quería verla; por lo tanto, fue a la
(lo que aparece antes del conector es la causa). Por lo fiesta.
tanto, por eso, por consiguiente, en efecto, de este modo,
así, entonces.
Finales: introducen la meta o el propósito perseguido. Juan fue a la fiesta con el propósito de
Para que, a fin de que, con el propósito de. verla.
Temporales: introducen relaciones temporales entre las Juan se fue a la fiesta cuando deseaba
partes del texto (lo que aparece antes del conector verla.
sucede antes o simultáneamente en el tiempo). Cuando,
de pronto, en ese momento, entonces, luego, mientras
tanto, una vez.
Espaciales: introducen relaciones espaciales. Arriba, Él se sentó en un sillón y
abajo, detrás, enfrente, por encima. enfrente se ubicó ella.

El tiempo de la historia y el tiempo del relato.

En una narración conviven dos tiempos: el relato de la historia y el tiempo del relato. En el
tiempo de la historia se presentan las acciones en una sucesión cronológica: se establece una
relación causa-consecuencia entre todas ellas. Sin embargo el narrador puede decidir en qué orden
presentará los hechos de la historia. Ese orden es el tiempo del relato. Éste puede coincidir con el
orden lógico y lineal del tiempo de la historia o no, ya que el narrador puede mezclar el relato de las
acciones pasadas y futuras. Puede invertir el orden y relatar, en el comienzo del cuento, un hecho
que de manera cronológica sucede al final. Por ejemplo:

No exagero si afirmo que voy a narrar una de las aventuras más extraordinarias que pueden
haberle acontecido a un ser humano, y ese ser humano soy yo, Juan Jefries. Y también voy a contar
por qué motivo desenterré un cadáver del cementerio de Tánger.

Arlt, Roberto. “Historia del señor Jefries y Nassim, el egipcio”. En El criador de gorilas,
Buenos Aires, Losada, 2000.

Tiempo, lugar y participantes.

Un texto narrativo presenta hechos que ocurren en un tiempo (o, en algunos casos, en más
de uno) y en un lugar (o en más de uno). Esos hechos son protagonizados por participantes. Así el
texto narrativo no sólo responde a la pregunta qué ocurrió, sino también a cuándo y dónde ocurrió y
a quiénes protagonizaron lo ocurrido.
Identificar a quienes protagonizan los hechos narrados es lo mismo que encontrar los
elementos que dan unidad o un hilo conductor a un relato.
En las narraciones, los participantes desempeñan diferentes funciones. Cada uno de ellos
persigue un objetivo. La consecución del objetivo se ve favorecida por la intervención de algunos
participantes (los ayudantes) y obstaculizada por otros (oponentes).
Hay algo o alguien que impulsa a los participantes a buscar lo que buscan; llamaremos
destinador a esa fuerza. Además, un personaje puede pretender alcanzar cierto objetivo para sí
mismo o para otro personaje, se trata de los destinatarios.

EL RELATO REALISTA.

26
Los cuentos realistas son relatos que narran historias en las que los hechos son presentados
como reales: no se trata de que sean verdaderos o exactos, sino de que resulten creíbles para el
lector. Este rasgo se denomina verosimilitud. Para conseguirla, el escritor utiliza varios recursos:

 La descripción de los personajes. Son presentados como seres reales, con actividades o
características reconocibles (estudian, trabajan, etc.). Por ejemplo:

Se llamaba Pedro. Era alto, muy flaco, de uñas siempre quebradas y sucias, los ojos
hundidos en un universo de arrugas. Todos los sábados y martes, excepto en pleno invierno o en
épocas de sequía, llevaba el carro hasta el borde de la feria, junto al puesto de doña Rosita, la de las
plantas, y vendía tomates, lechuga, rabanitos, manzanas, cebollas y zanahorias de la quinta. El carro
era largo, destartalado y, por alguna razón, hermoso. Había sido azul en su infancia, hacía siglos, y
le quedaban jirones de esa piel anterior en los ejes de las ruedas y en el pescante. Era un carro
fuerte, y Pedro le tenía confianza.

 El lenguaje imita el uso de la lengua en la vida real: aparecen modismos, formas


coloquiales, expresiones de la oralidad, el diálogo. Niní Marshall, una gran actriz cómica
argentina, compuso algunos de sus personajes observando la realidad: paseaba en
colectivo, iba al mercado y hablaba con la gente. Esta misma técnica usaban los
escritores realistas. Su recordado personaje Cándida se expresaba así:

Hola Dolores-dice la gallega Cándida, hablando por teléfono-. ¿Sabés quién se está por
morir? Paco, el relojero. Se le está acabando la cuerda. Anda medio muerto, por eso la mujer se ha
puesto de medio luto. Y la que se murió fue la Firmina, ¡De un aire! ¡Qué cosa más tonta! Se
hobiera muerto de un ventarrón.

 La descripción de los espacios en los que transcurre la acción siempre resultan familiares
para el lector. Por ejemplo, los hechos suceden en un barrio, en una escuela, en un club.
Así el mundo narrativo refleja ciertas características de una época, un lugar y de las
personas que lo habitan. Por ejemplo:

El jardincillo, tan ancho como larga es la fachada, se encuentra encajado entre el muro de la
calle y el muro medianero con la casa vecina […]. Cada uno de estos muros aparece tapizado de
espalderas y de parras, cuyos frutos raquíticos y polvorientos son objetos de las quejas de madame
Vauquer.
Balzac, Honoré. Papá Goriot. Editorial Norma, Bogotá, 1993.

 La mención de algún hecho histórico real. En el siguiente ejemplo, se hace referencia a


las medidas económicas tomadas en Argentina en el año 2001.

Y cuando ya estaba dispuesto a pagar la primera cuota del auto, la decisión gubernamental
de robarnos nuestros ahorros dio por tierra con la idea.

Actividades:

1) Escriban un breve cuento realista. Deben situarlo en Neuquén, en el año 2014 e


incluir dos hechos de actualidad política, cultural, deportiva, etcétera, para darle
verosimilitud.

27
UNIDAD II.

LA ORACIÓN, EL PÁRRAFO Y EL TEXTO.

El texto se define como una unidad de comunicación lingüística con sentido completo. El
mismo presenta, básicamente, dos propiedades: coherencia (relación y distribución de la
información) y cohesión (relación que se da entre palabras o grupos de palabras de la misma o de
distintas oraciones).
Los textos escritos están organizados en párrafos. Éstos, semánticamente, son considerados
“unidades de información completa” (desarrollan una idea); el cambio de párrafo marca el inicio de
otra idea relacionada con el tema global del texto. Sintácticamente, se los distingue porque están
formados por varias oraciones y, gráficamente, se los reconoce porque a su inicio se deja sangría,
comienza con mayúscula y termina con un punto y aparte.
La oración es una unidad de sentido que tiene autonomía sintáctica y sentido completo. En
la lengua oral su límite lo marca el descenso de voz. En la lengua escrita, empieza con mayúscula y
termina con un punto.

Actividades:

1) Indica cuál de los siguientes ejemplos constituye un párrafo. Justifica tu respuesta.


a) Los vegetales son organismos verdes pluricelulares. Algunas especies de plantas han
perdido la clorofila y se han transformado en saprofitas o parásitas ue absorben los nutrientes que
necesitan de materia orgánica muerta o viva. Los hongos, también eucarióticos y considerados
durante mucho tiempo miembros del reino vegetal. Los hongos no sintetizan el alimento que
necesitan, sino que lo absorben de materia orgánica viva o muerta. También los diversos grupos de
algas se clasificaban antes en el reino vegetal, porque son eucarióticas y porque casi todas tienen
paredes celulares rígidas y realizan la fotosíntesis.

b) A nivel global los bosques reducen el calentamiento de la atmósfera y regulan el clima de


la tierra. En las ciudades, la pérdida de árboles eleva las temperaturas y la evaporación del suelo. La
falta de árboles suficientes en varios cuadros de la ciudad permite que las islas de calor sean más
severas. Las temperaturas en las calles del centro de la ciudad en primavera y verano pueden ser
hasta de 3ºC más en promedio que en las de los parques y alamedas de la ciudad; el equivalente a
200 m de elevación por cada grado centígrado.

2) Ahora, lee el siguiente fragmento que trata sobre “El ciclo del agua”. Delimita los párrafos
con corchetes [ ] y cuenta cuántas oraciones hay en cada uno de ellos.

El ciclo del agua

El agua existe en la Tierra en tres estados: sólido (hielo, nieve), líquido y gas (vapor de
agua). Océanos, ríos, nubes y lluvia están en constante cambio: el agua de la superficie se evapora,
el agua de las nubes precipita, la lluvia se filtra por la tierra, etc. Sin embargo, la cantidad total de
agua en el planeta no cambia. La circulación y conservación de agua en la Tierra se llama ciclo
hidrológico, o ciclo del agua.
El ciclo hidrológico comienza con la evaporación del agua desde la superficie del océano. A
medida que se eleva, el aire humedecido se enfría y el vapor se transforma en agua: es la
condensación. Las gotas se juntan y forman una nube. Luego, caen por su propio peso: es la
precipitación. Si en la atmósfera hace mucho frío, el agua cae como nieve o granizo. Si es más
cálida, caerán gotas de lluvia.
28
Una parte del agua que llega a la tierra será aprovechada por los seres vivos; otra
escurrirá por el terreno hasta llegar a un río, un lago o el océano. A este fenómeno se le conoce
como escorrentía. Otro poco del agua se filtrará a través del suelo, formando capas de agua
subterránea. Este proceso es la percolación. Más tarde o más temprano, toda esta agua volverá
nuevamente a la atmósfera, debido principalmente a la evaporación.
Al evaporarse, el agua deja atrás todos los elementos que la contaminan o la hacen no apta
para beber (sales minerales, químicos, desechos). Por eso el ciclo del agua nos entrega un
elemento puro. Pero hay otro proceso que también purifica el agua, y es parte del ciclo: la
transpiración de las plantas.
Las raíces de las plantas absorben el agua, la cual se desplaza hacia arriba a través de los
tallos o troncos, movilizando consigo a los elementos que necesita la planta para nutrirse. Al llegar
a las hojas y flores, se evapora hacia el aire en forma de vapor de agua. Este fenómeno es la
transpiración.
www.explora.cl/otros/agua/ciclo2.html -

FORMACIÓN DE ORACIONES.

Para que una oración esté bien formada, deben seguirse ciertas normas que regulan las
posibilidades de combinación de palabras. Por ejemplo, el núcleo del sujeto debe concordar con el
verbo en persona y número.

Actividades:

1) Reunidos en pequeños grupos, expliquen por qué “Yo vieron subir la luna”, “Nos me
duele en el fondo de los ojos” y “Tú la mujer rubia eran las nubes que siguen corriendo delante de
mis tus sus nuestros vuestros sus rostros” no son oraciones.
2) Reescriban los tres ejemplos de manera tal que constituyan “verdaderas” oraciones.

Estructura de la oración.

La oración bimembre es aquella que puede separarse en dos miembros, el sujeto y el


predicado; mientras que la oración unimembre es la que no admite esa partición, es decir, consta de
solo un miembro (que no es sujeto ni predicado)

Estructura de la oración bimembre.

Sujeto y Predicado son funciones interdependientes, es decir, se necesitan una a la otra, por
lo que no puede haber sujeto sin predicado, ni predicado sin sujeto.
El Sujeto es aquella parte de la oración que concuerda en persona y número con el núcleo
del predicado verbal, y es un sustantivo o construcción equivalente, sustituible por un pronombre
personal.

Se parten en dos miembros: Sujeto y Predicado:

____P__ ___S____
Llegaron los niños

____P_____S_______P_________
Llegaron los niños inesperadamente

___S________P___
Los niños llegaron

29
 El sujeto puede aparecer al comienzo, al final de la oración
o intercalado en ella.

EL núcleo del sujeto es siempre un sustantivo


_______S_____________P_____
Los niños traviesos duermen ahora.
md n md

El castellano o español es una lengua “prodrop”, es decir que puede carecer de un sujeto
explícito, puesto que el verbo aporta información respecto de la persona y del número. En estos
casos, el sujeto suele estar omitido, porque puede ser repuesto a partir de la desinencia verbal. En
este caso, el sujeto se denomina tácito. Por ejemplo:

Lo mismo pasa con construcciones denominadas “impersonales” dado que sus verbos,
debido a su significado, no hacen referencia a personas o seres reales. Esto sucede con los verbos
meteorológicos (llover, nevar, granizar, refrescar, etc.), o las formas impersonales del verbo haber
(hay, hubo). En estos casos, se postula la existencia de un sujeto tácito forzado que siempre se
corresponde con una tercera persona del singular. Por ejemplo:

Entonces, en este tipo de oraciones analizamos el Predicado y postulamos la existencia de un


Sujeto Tácito Forzado en 3° persona singular, por lo cual, nuestra oración con verbos impersonales
o meteorológicos sería bimembre.

Si el sujeto está formado por más de una palabra sustantiva o construcción equivalente
(ejemplo: Juan y María; Él y yo) se dice que el sujeto es compuesto. Si el sujeto sólo tiene una
palabra que concuerde con el verbo, es un sujeto simple.

30
Por otra parte, el predicado es aquella parte de la oración que, como su nombre lo indica,
predica o “dice” algo respecto del sujeto. De acuerdo con la naturaleza de su núcleo, puede ser
verbal o no verbal. De acuerdo con la cantidad de núcleos simple o compuesto.

La construcción sustantiva o nominal.

Especificador: son los que determina o especifican a la construcción sustantiva, pertenecen a


clases de palabras cerradas, tales como: pronombres demostrativos (ese, este, aquel), pronombres
posesivos (mi, tu, su, etc.), artículos (la, las, lo, los, el), cuantificadores (cardinales, ordinales, etc.)

Modificador: los sustantivos comunes van asociados a una denotación, es decir a una clase
de entidades de las cuales puede predicarse ese sustantivo (x es una manzana). Los modificadores
permiten restringir esa clase por medio de predicaciones que especifican un subconjunto dentro de
ella (x es un manzana verde rionegrina). Los modificadores del sustantivo son:

a) Modificador Directo (MD): son los adjetivos. Por ejemplo: manzana verde.
b) Aposición (Ap.): sustantivo o construcción nominal, semánticamente equivalente al
núcleo al que modifica, intercambiable por él y omisible, generalmente va encerrado
entre comas (aposición no restrictiva). Por ejemplo: Luis, el almacenero, es un buen
tipo.

Complemento: algunos sustantivos comunes tienen una estructura argumental, es decir,


pueden seleccionar uno o más argumentos. Esto ocurre fundamentalmente en el caso de sustantivos
derivados de verbos, quienes heredan los argumentos del verbo. Van encabezados generalmente por
preposiciones. Por ejemplo: El viaje del estudiante.

Las preposiciones son: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre,
hacia, hasta, mediante, para, por, sin, sobre, según, tras.

La construcción verbal.

Especificador: en el caso de la construcción verbal, se trata de ciertos adverbios que


restringen la significación de la acción denotada en el predicado. Por ejemplo, no es lo mismo decir:
siempre viene a las seis a viene a las seis. En el primer caso restringe, limita las posibilidades de la
acción, mientras que en segundo la acción queda indefinida (viene a las seis esta vez pero no
sabemos si viene todas las veces a las seis).

Modificador/ Adjunto/ Circunstancial: se trata de un adverbio o de una expresión similar


que especifica las circunstancias de tiempo, modo, lugar, cantidad, frecuencia, compañía,
instrumento, fin, causa, de la acción, estado o proceso indicados por el verbo. Por ejemplo:
Caminaba alegremente.

Complementos: su cercanía de modificación del verbo es mayor. Estos son:


a) Objeto Directo (OD): sustantivo o construcción equivalente reemplazable por los
pronombres “lo, la, los, las”. El objeto directo se convierte en sujeto al pasar la
oración a voz pasiva. Puede llevar la preposición “a” cuando se refiere a persona
o cosa animada. Por ejemplo: Juana cocinó un pollo, Juan vio a María.
b) Objeto Indirecto (OI): complemento construido con la preposición “a” (o
“para”), que se reconoce porque puede ser reemplazado por los pronombres “le,
les, me, te, se, nos, os”. Sólo aparece en la oración si también hay un objeto
directo (explícito o tácito). No sufre modificaciones al pasar la oración a voz
pasiva.
31
c) Predicativo Subjetivo Obligatorio (PSO): complemento bivalente que actúa a la
vez sobre el núcleo del sujeto y del predicado. Se lo pude reconocer porque está
acompañado por un verbo copulativo, a saber: ser, estar, parecer, resultar,
semejar, lucir. Si manifiesta género y número, éstos deben concordar con el
núcleo del sujeto. Puede ser un sustantivo, un adjetivo o construcción equivalente.
d) Complemento Agente (CAg): complemento que sólo aparece cuando el verbo
está en voz pasiva. Se construye con la preposición “por” y, en algunos casos, con
la preposición “de”. Se reconoce porque se convierte en sujeto al pasar la oración
a voz activa.

¿CÓMO ANALIZAMOS UNA ORACIÓN?

Para poder analizar una oración correctamente, sin equivocarnos, podemos seguir una serie
de pasos que nos van a llevar a buen puerto, a saber:

1°: Leer bien la oración y encerrarla entre corchetes.


2°: Buscar el verbo conjugado (ojo, si termina en –ar, -er, -ir, NO ESTÁ CONJUGADO).
Ejemplo:

3°: Buscamos el sujeto a partir del verbo. ¿Cómo? Nos preguntamos quién/quiénes
compraron (en este ejemplo). La respuesta en este caso es “Los hijos de María”. Entonces esa
construcción se corresponde con el Sujeto y el resto sería el Predicado. (Nota: en caso de sujeto
tácito, colocamos “S. T. y la persona y número con que concuerde el verbo)

4°: Analizamos los componentes de cada miembro. Por ejemplo:

32
5°: Por último, agregamos la información faltante, es decir, indicamos si el sujeto y el
predicado son simples o compuestos y si es una oración bimembre.

NOTA: EN EL CASO DE SER UNA ORACIÓN UNIMEMBRE, NO LA


ANALIZAREMOS. SÓLO INDICAREMOS QUE ES UNA O. U.

La oración unimembre.

Las oraciones unimembres no pueden dividirse en Sujeto y Predicado. Éstas se pueden


formar de varias maneras. Veamos los siguientes ejemplos:

a) Un sustantivo o construcción sustantiva. Por ejemplo: Libros. / Una lectura


placentera.
b) Un adjetivo o una construcción adjetiva. Por ejemplo: Valiosos. /Muy delicados.
c) Un adverbio o una construcción adverbial. Por ejemplo: Aquí. / Exactamente
aquí.
d) Una construcción preposicional. Por ejemplo: ¡A la lectura!/ ¿Al museo?
e) Interjecciones o expresiones de sorpresa o pregunta. Por ejemplo: ¿Qué?/ ¡Qué
frío!/ ¡Ay!

ACTIVIDADES:

1) Analiza la siguientes oraciones e indica si son bimembres o unimembres.


a) La noticia del tesoro entusiasmó a Aladino.
b) El hueco abierto mostraba escalones descendentes.
c) El libro de historia está roto.
d) Esa película, “El corazón de piedra”, me gustó mucho.
e) Las clases de biología son interesantísimas.
f) Esa campera es bastante linda.
g) Estaba muy enojado.
h) Un nuevo proyecto de auto presenta la carrocería de aluminio.
i) La vida sobre la tierra presenta una enorme variedad.
j) El chico le dio un manotón al mosquito.
k) Un hermoso sillón.
l) El diario está sobre la mesa.
m) El ave vuela sobre las casas.
n) El perro de mi vecino ladró toda la noche.
ñ) Los albañiles trabajaron a la hora de la siesta.
o) Jorge, el almacenero, se compró una nueva camioneta en Buenos Aires.
p) ¡Qué sueño!

COHERENCIA Y COHESIÓN.

Los textos
Las personas nos comunicamos verbalmente por medio de textos, que están formados por una o por
muchas palabras. Ahora bien, no todo conjunto de palabras forma un texto. Un texto es una unidad
de sentido autónoma, es decir que tiene un principio y un fin y debe cumplir ciertas condiciones,
tales como:
- el tema de un texto debe ser fácilmente reconocible
- el texto debe estar completo, es decir que no debe faltar información
- la información que brinda debe estar bien distribuida, organizada en oraciones y párrafos
ordenados y bien relacionados.
33
Todos estos aspectos contribuyen a que un texto tenga coherencia.

Actividad 1
1) Lean los escritos siguientes. Indiquen cuáles son textos y cuáles no, teniendo en cuenta si
cumplen con las condiciones para serlo. Fundamenten su respuesta en cada caso.
a) Estimada Srta. López: Por la presente le comunico que, a partir de mañana, los perros son
mamíferos. La Secretaría de Cultura planificó muchas actividades para festejar el día del
libro. El próximo parte médico brindará más información.
b) Llegué tarde porque me sucedió lo siguiente.
c) Ayer, investigadores estadounidenses anunciaron el hallazgo de un tesoro increíble;
diecisiete toneladas de oro y plata en un barco hundido en el Atlántico. El tesoro está
conformado por miles de monedas de plata, cientos de monedas de oro y objetos de arte. Por
la cantidad de piezas halladas, se considera que es el más grande “botín” encontrado jamás
entre los restos de un navío hundido.
d) Una alimentación sana
Algunos nutrientes son:
De esos nutrientes, el cuerpo obtiene la materia y la energía necesarias para un desarrollo sano y
armónico.
Los alimentos proporcionan nutrientes indispensables para el cuerpo humano. Proteínas,
hidratos de carbono, vitaminas, minerales, lípidos y agua.

2) Transformen los ejemplos que no cumplen con las condiciones de coherencia textual hasta
convertirlos en textos.
Intencionalidad del texto:
Todos los textos tienen una intención, es decir, un propósito específico: informar, dar una orden,
expresar un deseo, hacer un pedido, preguntar, entretener, etc. Esas variadas intencionalidades
pueden agruparse en tres grandes grupos:
Intencionalidad Intencionalidad Intencionalidad
informativa expresiva apelativa
Objetivo Transmitir Expresar Influir en el
información emociones, receptor para que
sentimientos, realice alguna
estados de ánimo acción o cambie su
del emisor forma de pensar
sobre un tema.
Ejemplos Enciclopedias, Diarios íntimos, Órdenes, afiches
noticias…………… cartas publicitarios………

Actividad 2
1) ¿Cuál es la intencionalidad de los siguientes textos? Fundamenta tu respuesta en cada caso.

a. –Acabo de ver por la tele un documental sobre la caza de ballenas. ¡Uf! Mostraba cosas
terribles. Qué triste me quedé….
b. La ecología es la ciencia que estudia las relaciones existentes entre los seres vivos y el
medio que habitan. El conocimiento de estas relaciones permite tener información sobre la
naturaleza y la forma de vida de las poblaciones de un determinado ecosistema.
c. ¿Podrías vivir sin respirar? El planeta tampoco. Las selvas son nuestros pulmones.
Preservarlas es una obligación de todos y para todos.

2) El siguiente grupo de oraciones no forma un texto. Expliquen por qué.

34
Entrenamos todos los días. Las ballenas están en peligro de extinción. Tengo la vista cansada. No
pude para de leer esa novela. Estamos preparadísimos para el intercolegial, ser realizan campañas
para protegerlas.
3) Escribí tres textos con diferentes intencionalidades. Tené en cuenta que tengan coherencia y
cohesión.

LA COHERENCIA TEXUAL
Coherencia de contenido
No todo conjunto de oraciones forma un texto. Para ello, es imprescindible que ese conjunto tenga
un tema o sentido global. La coherencia es una propiedad de los textos que se refiere a la
continuidad del sentido.
Para que un texto sea coherente, el teórico Charolles propone cuatro reglas a considerar:
- Regla de repetición: la coherencia de un escrito se basa en la repetición de los referentes
fundamentales.
- Regla de progresión: el tema debe desarrollarse agregando información nueva en forma
constante.
- Regla de no-contradicción: No Introducir elementos que contradigan lo anteriormente
dicho.
- Regla de relación: todos los hechos o puntos presentados tienen que estar relacionados entre
sí.

Progresión temática: tema y rema


Desde el punto de vista de su contenido, en todo enunciado podemos reconocer dos tipos de
información: una información compartida por el emisor y el destinatario, y una información nueva
referida a la anterior, que es lo que el emisor pretende hacer saber al destinatario. Ej: Los
dinosaurios colonizaron la tierra firme.
Aquello de lo que se habla, es decir, la información que se da por conocida o que ya fue presentada
en enunciados anteriores del texto, recibe el nombre de tema. En el ejemplo anterior el tema es los
dinosaurios.
La información que aporta el emisor recibe el nombre de rema. En el ejemplo anterior, el rema es
colonizaron la tierra firme.
Para que un conjunto de enunciados resulte coherente, la información nueva que aporta cada uno de
ellos debe estar vinculada de algún modo con la información dada en los enunciados anteriores.
Este proceso de agregar información nueva a la ya dada se denomina progresión temática.
Entonces, un texto presenta un tema principal y luego cada párrafo desarrolla subtemas,
relacionados con el principal. Esta progresión temática nos permite comprender gradualmente la
información y le otorga coherencia al texto, pues hace que todas sus partes se relacionen como una
unidad.

Ej. Tema
principal: el león
1º Párrafo: Clasificación biológica del león
2º Párrafo: Características físicas del león
3º El hábitat del león
4º La reproducción del león
5º La alimentación del león

Coherencia pragmática:
Los seres humanos logramos comunicarnos no sólo porque poseemos un conjunto de saberes
comunes sobre el mundo a partir del estudio y de nuestras experiencias de vida. Ese saber
compartido es fundamental para producir y comprender textos, ya que funciona como un acuerdo
previo entre emisor y destinatario. Esa información que no se dice explícitamente pero que ambos
conocen se denomina presupuestos. Como ejemplo, podemos observar los siguientes enunciados:
35
El primo de Emma volvió de su viaje de egresados.
El primo de Emma no volvió de su viaje de egresados.
Además de la información explícita que brindan los dos enunciados, en ambos hay una información
que no está dicha, pero que es esencial para que esos enunciados puedan ser interpretados como
correctos o normales. En los dos casos, es necesario que Emma tenga, efectivamente, un primo. Si
así no fuera los enunciados serían absurdos o sin sentido. Por esta razón se dice que la información
Emma tiene un primo está presupuesta en los enunciados anteriores.
Podemos decir que la coherencia pragmática es la propiedad que nos permite recuperar la
información presupuesta en un texto y completar su sentido.

Actividad 3
Escribí en tu carpeta un párrafo para cada subtema, de manera tal que todos constituyan un texto
coherente.
- El campamento
- La organización
- El viaje
- Un suceso divertido
- El regreso

La adecuación
La adecuación es la propiedad del texto por la cual este se ajusta a la situación en la que se
produce, a las características del destinatario y a la intencionalidad comunicativa.
Los hablantes variamos el lenguaje según la situación comunicativa en las que nos encontramos.
Usamos un registro formal si la relación entre los participantes de la comunicación es de confianza
y familiaridad, y utilizamos un registro formal si no existe ese tipo de relación.
Ejemplos:
- “No, che, en serio ¿tan temprano querés salir?”
- “¿Sería posible salir un poco más tarde?”

Actividad 4
1- De a dos, propongan dos situaciones de la vida cotidiana: una en la que se emplee un
registro formal y otra en la que se utilice un registro informal. Mantengan un breve diálogo.
Escríbanlo en la carpeta.

2- Leé estos mensajes y señalá quién puede ser el emisor, a qué destinatario se dirige, con qué
propósito y en qué circunstancias. Además, indicá en cada caso si el texto resulta adecuado
(A) o inadecuado (I)

- A los clientes, ya se hizo re tarde, vayan saliendo así cerramos.


- ¡Che, señor, decime qué hora es!
- Disculpe, señorita, ¿me podría decir a qué hora llega el doctor Rinaldi, por favor?
- Estimados niños, Joaquín tiene el agrado de invitarlos al festejo de su cumpleaños número 6
a realizarse el sábado 29 de 16 a 18:30 hs, a realizarse en el salón Piojitos Piolas, sito en
Rivadavia 71. Desde ya agradecemos su presencia.
- Má: me fui un rato a lo de Juli. No vuelvo tarde… besotes!
- Lucho Gutierrez > Fran Ríos: Hola, amigo, ¿Cómo estás? Ha pasado tanto tiempo desde la
última vez que nos vimos. Sería bueno que me respondas para saber algo de vos. Un gran
abrazo.

3- Reescribí en tu carpeta los mensajes inadecuados de manera tal que se ajusten a la situación
comunicativa.

Trabajo intencionalidad, temas y subtemas


36
- Llevar revistas en las que encuentren textos, analicen el texto y el paratexto.
- Llevar tarjetas con información disparadora para que escriban textos con distintas
intencionalidades.
- El compañero le corrige la coherencia y la cohesión, con otro color, antes de entregar.

ACTIVIDAD 5

Lean el siguiente texto y respondan:


a- Por qué este fragmento es un texto coherente? ¿Se
cumplen cada una de las reglas de Charolles?
Fundamentar con ejemplos (coherencia de
contenido)
b- Cuál es la información presupuesta que debe tener
el lector para comprender el texto? (coherencia
pragmática).
c- Indique el tema y el rema de cada párrafo.

El aniversario este mes de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki provoca una sombría reflexión
y la más ferviente esperanza de que el horror no se repita jamás.
En los 60 años siguientes, esos bombardeos han afligido la imaginación mundial, pero no tanto
como para frenar el desarrollo y la propagación de armas de destrucción masiva
infinitamente más letales. […]
Se han realizado esfuerzos para fortalecer la delgada cuerda de donde cuelga la supervivencia. El
más importante es el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNPN), que se puso en práctica en 1970.
La conferencia regular del TNPN, convocada cada cinco años para reconsiderarlo, se realizó en
mayo en las Naciones Unidas.
El TNPN está cerca del colapso porque los Estados nucleares incumplen sus obligaciones […] La
probabilidad de un cercano apocalipsis no puede ser estimada con precisión, pero es demasiado
alta como para que cualquier persona en su sano juicio la contemple con ecuanimidad. Noam
Chomsky. “Desactivar la amenaza de otro Hiroshima”.

LA COHESIÓN TEXTUAL

La cohesión es un elemento fundamental de un hecho comunicativo; es una de las manifestaciones


más importantes de la coherencia, identificable a partir de elementos lingüísticos, verbales y
materiales. Se da en el orden interior del texto y funciona a modo de enlaces intratextuales que
posibilitan un texto bien construido.
La cohesión es una propiedad del texto que interviene en la construcción del sentido global porque
relaciona las partes que lo componen. Para establecer esas relaciones, hay un conjunto de recursos
cohesivos. Estos recursos apelan a los conocimientos de los destinatarios para producir textos
económicos, es decir, que “ahorran” palabras, y por ello lo usamos permanentemente. Hay dos tipos
de recursos cohesivos: los de cohesión léxica y los de cohesión gramatical.

1- Cohesión léxica
Los recursos de cohesión léxica relacionan partes del texto semántica o temáticamente, es decir, a
partir del significado o del tema. Consisten en la repetición y sustitución de palabras y/o
expresiones que ofrecen indicios sobre el tema global del texto y construyen su unidad de sentido.

- Sustitución: consiste en reemplazar una palabra o expresión por otra equivalente semántica
o temáticamente. En estos procedimientos, la palabra o expresión sustituida se denomina
referente. Según la relación entre una palabra o expresión y su referente, la sustitución es
por sinónimos, hipónimos, hiperónimos y palabras generales.
37
a- Sustitución por sinónimos: se trata del reemplazo de una palabra por otra con forma
distinta pero con significado semejante o idéntico; por ejemplo: el tren llegó a la
estación dos horas tarde. La empresa explicó que el ferrocarril se atrasó debido a un
desperfecto.
A veces se recurre a una expresión constituida por dos o más palabras. Por ejemplo, el
tren se demoró por un desperfecto. La falla en el sistema eléctrico duró casi dos horas.
b- Sustitución por hipónimos, hiperónimos y palabras generales. Los hipónimos
denominan a los elementos que integran un conjunto y por eso pueden reemplazarlo.
Así, “Tierra del fuego”, “Santa Cruz” y “Chubut” son hipónimos de “algunas provincias
patagónicas” en el siguiente ejemplo: En algunas provincias patagónicas se registraron
temperaturas bajas. A raíz de ello, en Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut se
produjeron intensas nevadas.
Los hiperónimos designan una clase o conjunto que engloba a los respectivos
hipónimos y por eso pueden reemplazarlos. Así, “Argentina” y “España” son hipónimos
del conjunto “ambos países” en el siguiente ejemplo: Argentina y España suscribieron
un acuerdo. Ambos países acordaron una estrategia conjunta sobre inmigración. Otro
ejemplo, “descapotable” es el hipónimo del hiperónimo “automóvil”.

2- Cohesión gramatical
Los recursos de cohesión gramatical permiten relacionar partes del texto por las funciones
sintácticas que desempeñan.

- Cohesión por pronombres. Este procedimiento consiste en referir, mediante pronombres


demostrativos, personales o posesivos, a una palabra o expresión anterior o posterior en el
texto, denominada referente. Por ejemplo: Una característica importante de las memorias
con realimentación es que se desconectan cuando hay un fallo en la alimentación de
energía. Esto es una condición de seguridad muy importante, ya que al restablecerse la
alimentación, la máquina se quedará parada. En el ejemplo, el pronombre demostrativo
esto refiere a “se desconectan cuando hay un fallo en la alimentación de energía”.

ACTIVIDADES:

1- Rescriban los siguientes textos usando el recurso cohesivo indicado:


a- A mi me gusta la primavera, el invierno, el otoño y el verano (SUSTITUCIÓN POR
HIPERÓNIMO)
b- Las fallas estructurales en la edificación ponen en peligro a los transeúntes.
Concretamente, las fallas se han extendido por le revoque del frente (SUSTITUCIÓN
POR SINÓNIMO)
c- Existe un conjunto de recursos cohesivos que establecen relaciones dentro del texto. Los
recursos cohesivos apelan a los conocimientos del destinatario (SUSTITUCIÓN POR
PRONOMBRE)

d- Hace frío, llueve, es tarde, estoy por engriparme. Mejor me quedo en casa (sustitución
por hiperónimo)
e- Mi prima se llama Clara. Mi prima es más grande que yo. Pero, a pesar de la diferencia
de edad, me llevo muy bien con mi prima. (sustitución por pronombres).
f- En casa de mis abuelos hay un hermoso vivero. En el vivero hay malvones, alegrías del
hogar, helechos, margaritas y cactus. Mi abuela y la vecina de mi abuela se ocupan de
cuidar los malvones, alegrías del hogar, helechos, margaritas y cactus. (sustitución por
hiperónimos y pronombres).

38
NORMATIVA.
USO DE G/J.

Se escribe con "g":

1) Las palabras que empiezan con in; menos: injerto, injertar. Ejemplo: indígena, ingeniero.

2) Las palabras que empiezan con gen; menos: jenable, jengibre. Ejemplo: genio, gente,
gentil, generoso.

3) Las palabras que terminen en gen, gente; menos: comején, jején. Ejemplo: imagen,
urgente.

4) Las palabras que terminan en ger, gis, gerar; menos: mujer, tejer, crujir, desquijerar.
Ejemplo: proteger, afligir, aligerar.

5) Las palabras que empiezan con geo. Ej.: geometría, geología, geografía.

6) Las palabras que terminan en –logía. Ej.: astrología, geología, biología.

Se escriben con "j":

7) Las palabras que empiezan por aje, eje; menos: agencia, agenda, agente. Ejemplo:
ajedrez, ejercer.

8) Las palabras que terminan en aje, eje; menos: protege. Ejemplo: coraje, hereje.

9) Las palabras que terminan en jero, jera, jería; menos: aligero, flamígero, belígero, ligero.

10) Las palabras que terminan en jear. Ejemplo: canjear, cojear, hojear.

LITERATURA.
LOS RELATOS POPULARES.

Desde épocas remotas, las personas se han contado unas a otras distintos tipos de historias.
Muchas de ellas fueron pasando de boca en boca y cada narrador, al volver a relatarlas, les cambió
algunos detalles. Surgieron así distintas versiones de una misma historia. Luego algunas de estas
versiones se escribieron y se publicaron en libros.
“Blancanieves”, “Caperucita Roja” o las historias de Pedro Urdemales son ejemplos de
cuentos populares (también llamados tradicionales o folclóricos), y son conocidos por toda una
comunidad y que se transmiten de generación en generación.
El cuento popular es un relato relativamente breve, anónimo, en el que se desarrolla una
serie de acciones ficticias que terminan en un final feliz. Este cuento se transmite oralmente, de
generación en generación.

Las características formales de los cuentos populares son:

 No hay grandes descripciones. En los cuentos populares, los personajes y los escenarios
son caracterizados mínimamente, con apenas algún rasgo esencial, un atributo único.
Esta ausencia de detalles permite la fácil individualización y reconocimiento de la
historia y los personajes.

39
 El espacio y el tiempo son indeterminados. En los cuentos populares no hay indicaciones
espaciales ni referencias geográficas. Los hechos suceden en lugares imprecisos como
“un lejano reino” o “un país remoto”. Aunque se mencionen lapsos determinados (como
los cien años que duerme la Bella Durmiente), no hay fechas ni posibilidad de fijar en
qué época transcurre la acción.
 Se usan fórmulas y repeticiones. Muchos de los cuentos populares comienzan con la
expresión “Había una vez” y en ellos se reiteran ciertos elementos: tres (o siete)
hermanos, tres pruebas que deberá pasar el protagonista, tres regalos o dones que
reciben.

Actividades:

1) Releer los cuentos de “Blancanieves”, “Caperucita Roja” y “Cenicienta”, compilados por


lo hermanos Grimm.
2) Anoten en sus carpetas los rasgos que caracterizan a esos personajes de los cuentos
populares: Blancanieves, Caperucita Roja y Cenicienta.
3) Nombren cuentos populares en los que aparezcan algunos de estos elementos: presencia
del número siete, presencia del número tres.
4) Escriban de a dos su propia versión de “Blancanieves”, “Caperucita Roja” o la
“Cenicienta”.

LA FÁBULA.

Hay un tipo de relato popular en el que aparecen personajes muy especiales. Se trata de la
fábula, un género que tiene un nacimiento remoto en la India, China y Persia. En el siglo VI a. C., el
griego Esopo retomó los temas antiguos, los recreó y divulgó la primera colección de fábulas de
Occidente.
Las fábulas tienen ciertos elementos en común con los cuentos populares: al igual que éstos,
se transmitieron en forma oral a través del tiempo y luego muchas de ellas fueron recopiladas y
publicadas. Por eso, existen distintas versiones de una misma fábula y se conocen fábulas con temas
similares en las que cambian los personajes o el contexto.
Pero si bien las fábulas y los cuentos populares comparten esas características, existen entre
ellos diferencias bien claras: las fábulas suelen presentar animales humanizados como personajes y,
además, tienen un propósito moral explícito, es decir que de ellas se desprende una enseñanza
llamada moraleja. De todas maneras, una fábula no se propone solamente enseñar, sino también
agradar a los lectores.
No todas las fábulas están protagonizadas por animales. En algunos casos, los personajes
son seres humanos o elementos abstractos personificados (como la muerte, por ejemplo).
Los personajes animales se presentan humanizados y funcionan así como símbolos de las
distintas conductas humanas. En estos personajes suelen destacarse dos cualidades principales: la
inteligencia y la fuerza. La inteligencia es la virtud más importante y la más valorada. La fuerza, en
cambio, aparece en un segundo plano.
En general, los animales responden a una serie de características fijas que se repiten en las
distintas versiones. Cada uno de los animales suele representar una cualidad o un defecto
determinado. Por ejemplo, la zorra encarna la astucia; la hormiga, el esfuerzo; la rana, la
presunción.
EL MITO.

Los mitos son relatos sagrados que nacieron en las distintas comunidades como respuesta a
lo inexplicable. Se transmitieron oralmente, por eso llegaron hasta nosotros en versiones diferentes.
Cuentan historias que van más allá del mundo real. En muchas ocasiones encarnan los
valores más elevados. En otras, el mito cumple la función de explicar la naturaleza moral del
hombre, el bien, el mal, el engaño, etc.
40
Decimos que se trataba de relatos considerados sagrados por estos pueblos porque para ellos
tenían carácter de verdad y eran el fundamento de sus creencias religiosas. Constituyeron un
elemento esencial en su cultura. Para nosotros, lectores del siglo XXI, el mito perdió el valor
religioso y se transformó en un relato de ficción.
Los protagonistas de los mitos son los dioses y los héroes:

 Los dioses mitológicos tienen poderes y son inmortales. Son seres superiores que
intervienen en la vida de la comunidad y manejan los destinos de los hombres. Aunque
adoptan la forma humana, siempre son más bellos o más fuertes. Sin embargo, tienen
también todos los defectos del ser humano: sufren los celos y la envidia o son
vengativos. Para los pueblos antiguos cada dios regía un determinado ámbito en la vida
de los hombres. Por ejemplo, Neptuno era el dios del mar, Afrodita, la diosa del amor y
Cronos, el dios del tiempo.
 Los héroes, también llamados semidioses, nacieron de la unión de los dioses y los
mortales. Son representantes de su comunidad y por ellos siempre queda claro en estos
relatos cuál es su origen y a qué lugar pertenecen, ya que los pueblos se sienten
orgullosos de que un héroe los represente. El héroe suele poseer algún rasgo destacado:
como la fuerza en Hércules, la valentía y la rapidez en Aquiles, o la astucia en Sísifo y
en Ulises.
 En algunos mitos, otros seres fantásticos acompañan o se oponen al protagonista. Entre
ellos se destacan las sirenas, los centauros, el Minotauro, Cancerbero, la Hidra, etc.

LA LEYENDA.

A veces usamos las palabras mito y leyenda como sinónimos. Sin embargo, se trata de tipos
de relatos que tienen semejanzas y diferencias.
La leyenda es un relato de tradición oral que narra en forma fantástica episodios que tienen
en muchos casos una base histórica y un carácter simbólico. Algunas de las similitudes y diferencias
son:
 En la leyenda se pierde el carácter sagrado de la historia que era una característica
excluyente del mito. Pueden aparecer seres sobrenaturales o acontecimientos
maravillosos pero no se consideran hechos sagrados.
 Por lo general, la leyenda brinda una explicación acerca de la presencia de algún
elemento de la naturaleza. Por ejemplo, el origen de una determinada flor, una roca, la
confluencia de dos ríos. En nuestro país son muy conocidas las leyendas “de la flor del
ceibo”, “de la yerba mate”, “del chajá”, “del puente del Inca”.
 Aunque no siempre sucede, la leyenda permite establecer la época a la que se refiere el
relato, mientras que en el mito los hechos se narran en un tiempo remoto, muy
impreciso. Por ese motivo se dice que la indeterminación temporal es una de las
características de estos relatos.

Leyendas urbanas.

Las ciudades también van creando sus propias historias. Seguramente algún amigo te contó
alguna vez una historia que le sucedió al amigo de su amigo, o al primo de un familiar suyo y te
juró que era cierta. Pero vos ya habías escuchado esa historia a través de otras versiones.
Las leyendas urbanas son relatos orales que se difunden con mucha rapidez. A veces son
historias tristes, otras graciosas y hasta hay algunas que tratan de enseñar algo.
Siempre ocurren en lugares conocidos por todos: supermercados, lugares de venta de
comida rápida o cines. Les suceden a personas que uno podría conocer pero no conoce, o a alguien
cercano pero no se puede precisar a quién. Son relatos posibles, que conmueven, no necesitan
comprobación y se extienden rápidamente.

41
Actividades:

1) Hacé una lista en tu carpeta de las creencias populares que recuerdes.


2) Elegí una de las creencias anteriores y transformala en leyenda urbana. Tené en
cuenta: qué explicaciones brinda; qué personajes intervienen.
3) Elegí un personaje que se haya transformado en mito para la gente de tu ciudad y
escribí brevemente su historia.

42
UNIDAD III.

LA CORRELACIÓN VERBAL EN LA NARRACIÓN.

Los tiempos verbales sitúan la acción en diferentes momentos: presente (coincide con el
momento en el que se enuncia el mensaje), pretérito (anterior al momento en que se enuncia el
mensaje) y futuro (posterior al momento en que se enuncia el mensaje)
En una narración, el tiempo base-es decir, el que se utiliza para relatar las acciones
principales-puede ser el presente o el pretérito de modo indicativo.

A) La narración en presente.

Cuando el tiempo base de una narración es el presente, las acciones anteriores se expresan
en pretérito perfecto compuesto o pretérito perfecto simple, y las acciones posteriores, en futuro o la
forma perifrástica que lo puede reemplazar. Por ejemplo:

Ana escribe una carta para Miguel, como lo ha hecho todos los martes en los últimos seis
años. Guarda la carta en el sobre, coloca adentro algunas flores de lavanda, lo cierra. Ana imagina
que, en unos días, Miguel va a leer esa carta: una a una, sus palabras lo traerán de vuelta y, otra
vez, ella verá su silueta en el muelle, tal como apareció aquella mañana fantasmal hace ya seis
inviernos.

ACCIONES ANTERIORES TIEMPO BASE ACCIONES POSTERIORES


Pretérito Perfecto Compuesto: Futuro Imperfecto: traerán
ha hecho.
Presente: escribe
Pretérito Perfecto Simple: Forma perifrástica
apareció ir+a+infinitivo:
va a leer.

El presente que se usa en algunos relatos en lugar del pretérito se denomina presente
histórico. El efecto que produce es que “acerca” las acciones pasadas al momento en que se narran
y el relato adquiere así una mayor vivacidad. Incluso, aunque los hechos hayan ocurrido en un
pasado lejano, la narración en presente los actualiza y los aproxima al presente del lector.

B) La narración en pasado.

El tiempo base más usado en la narración es el pretérito, dado que, por lo general-se relatan
hechos ya ocurridos.
Los tiempos que predominan son dos: el pretérito perfecto simple y el pretérito
imperfecto. El pretérito perfecto simple se emplea para narrar las acciones principales, es decir,
las que se sitúan en un primer plano del relato.

El hombre pisó algo blancuzco y enseguida sintió la mordedura en el pie. (Horacio Quiroga,
“A la deriva”)

El pretérito imperfecto, en cambio, se usa para señalar las acciones que se sitúan en un
segundo plano del relato: pueden ser descripciones (La dueña de casa era de baja estatura y tenía
el pelo color azabache), acciones habituales (Regaba sus gardenias todas las tardes) o acciones que
se realizan en simultáneo con la acción principal (Mientras desayunaba, alguien llamó a la puerta).

43
Para indicar que un hecho ocurrió antes que otro en el pasado, se emplea el pretérito
pluscuamperfecto.

Cuando llegué al cine, ya se habían agotado las entradas.


P. P. S. P. Pluscuam.

Para anticipar acciones o estados futuros en el pasado se usa el condicional:

Anunciaron que la boda sería en diciembre.


P. P. S. Condic.

Actividades:

1) Escribí un relato breve que incluya estas acciones, tomando como tiempo
base el presente: llegar, encontrar, subir, abrir, entrar, descubrir, volver.
2) Narrá una anécdota personal empleando los tiempos verbales de la
narración en pasado.
3) Completá el texto con los verbos indicados entre paréntesis, en los
tiempos que correspondan.

Cierta vez, el zorro y el quirquincho-que……………………(ser) vecinos del monte-


…………………………..(decidir) formar una sociedad para conseguir alimentos.
Mientras……………………..(ir) por un camino, …………………………..(ver) a
una mujer que………………………..(pasar) por allí todos los días, con una cesta
llena de empanadas. Entonces, el quirquincho se……………………..(adelantar) y se
……………………….(atravesar) en una parte del sendero por donde, poco después,
………………………(pasar) la mujer, y se………………………(hacer) el muerto.
Cuando la mujer lo……………………(ver), lo……………………..(alzar) y
lo…………………….(ubicar) dentro de la cesta. El quirquincho, luego de
alimentarse bien, se……………………………(colgar) de una rama
y…………………(regresar) con el zorro.
Al día siguiente, el zorro………………………(querer) imitar al quirquincho. Pero la
noche anterior, al revisar su canasta, la mujer……………………..(descubrir) que el
quirquincho se…………………….(comer) todas sus empanadas, y
…………………(estar) furiosa.
(“El zorro y el quirquincho”, cuento tradicional. Fragmento)

VERBOS: CONJUGACIÓN. MODO INDICATIVO.

44
45
46
PARADIGMA VERBAL.

FORMAS NO PERSONALES

FORMAS SIMPLES

INFINITIVO AM-AR/TEM-ER/PART-IR
GERUNDIO AM-ANDO/TEM-IENDO/PART-IENDO
PARTICIPIO AM-ADO/TEM-IDO/PART-IDO

FORMAS COMPUESTAS

INFINITIVO HABER AMADO/ TEMIDO/PARTIDO


GERUNDIO HABIENDO AMADO/TEMIDO/PARTIDO
47
FORMAS PERSONALES.

MODO INDICATIVO

Presente

Yo am-o/tem-o/part-o
Tú am-as/tem-es/part-es
Vos am-ás/tem-és/part-ís
Usted am-a/tem-e/part-e
Él/ella am-a/tem-e/part-e
Nosotros am-amos/tem-emos/part-imos
Vosotros am-áis/tem-éis/part-ís
Ustedes am-an/tem-en/part-en
Ellos/ellas am-an/tem-en/part-en

Pretérito Imperfecto

Yo am-aba/tem-ía/part-ía
Tú am-abas/tem-ías/part-ías
Vos am- abas /tem- ías /part- ías
Usted am-aba/tem-ía/part-ía
Él/ella am-aba/tem-ía/part-ía
Nosotros am-abamos/tem-íamos/part-íamos
Vosotros am-abais/tem-íais/part-íais
Ustedes am-aban/tem-ían/part-ían
Ellos/ellas am-aban/tem-ían/part-ían

Pretérito Perfecto Simple

Yo am-é/tem-í/part-í
Tú am-aste/tem-iste/part-iste
Vos am-aste/tem-iste/part-iste
Usted am-ó/tem-ió/part-ió
Él/ella am-ó/tem-ió/part-ió
Nosotros am-amos/tem-imos/part-imos
Vosotros am-asteis/tem-isteis/part-isteis
Ustedes am-aron/tem-ieron/part-ieron
Ellos/ellas am-aron/tem-ieron/part-ieron

Futuro

Yo am-aré/tem-eré/part-iré
Tú am-arás/tem-erás/part-irás
Vos am-arás/tem-erás/part-irás
Usted am-ará/tem-erá/part-irá
Él/ella am-ará/tem-erá/part-irá
Nosotros am-aremos/tem-eremos/part-iremos
Vosotros am-aréis/tem-eréis/part-iréis
Ustedes am-arán/tem-erán/part-irán
Ellos/ellas am-arán/tem-erán/part-irán
48
Pretérito Perfecto compuesto

Yo he amado/temido/partido
Tú has amado/temido/partido
Vos has amado/temido/partido
Usted ha amado/temido/partido
Él/ella ha amado/temido/partido
Nosotros hemos amado/temido/partido
Vosotros habéis amado/temido/partido
Ustedes han amado/temido/partido
Ellos/ellas han amado/temido/partido

Pretérito Pluscuamperfecto

Yo había amado/temido/partido
Tú habías amado/temido/partido
Vos habías amado/temido/partido
Usted había amado/temido/partido
Él/ella había amado/temido/partido
Nosotros habíamos amado/temido/partido
Vosotros habíais amado/temido/partido
Ustedes habían amado/temido/partido
Ellos/ellas habían amado/temido/partido

Pretérito Anterior

Yo hube amado/temido/partido
Tú hubiste amado/temido/partido
Vos hubiste amado/temido/partido
Usted hubo amado/temido/partido
Él/ella hubo amado/temido/partido
Nosotros hubimos amado/temido/partido
Vosotros hubisteis amado/temido/partido
Ustedes hubieron amado/temido/partido
Ellos/ellas hubieron amado/temido/partido

Futuro Perfecto

Yo habré amado/temido/partido
Tú habrás amado/temido/partido
Vos habrás amado/temido/partido
Usted habrá amado/temido/partido
Él/ella habrá amado/temido/partido
Nosotros habremos amado/temido/partido
Vosotros habréis amado/temido/partido
Ustedes habrán amado/temido/partido
Ellos/ellas habrán amado/temido/partido

Condicional

Yo am-aría/tem-ería/part-iría
Tú am-arías/tem-erías/part-irías
49
Vos am-arías/tem-eríaspart-irías
Usted am-aría/tem-ería/part-iría
Él/ella am-aría/tem-ería/part-iría
Nosotros am-aríamos/tem-eríamos/part-iríamos
Vosotros am-aríais/tem-eríais/part-iríais
Ustedes am-arían/tem-erían/part-irían
Ellos/ellas am-arían/tem-erían/part-irían

Condicional compuesto

Yo habría amado/temido/partido
Tú habrías amado/temido/partido
Vos habrías amado/temido/partido
Usted habría amado/temido/partido
Él/ella habría amado/temido/partido
Nosotros habríamos amado/temido/partido
Vosotros habríais amado/temido/partido
Ustedes habrían amado/temido/partido
Ellos/ellas habrían amado/temido/partido

Actividad:

1) Subrayar los verbos del siguiente verbo y reconocer sus modos y tiempos.

50
NORMATIVA.
REGLAS DE ACENTUACIÓN.

Las palabras agudas son aquellas que tienen el acento prosódico en la última sílaba.
 con-ver-sar
 pas-tor
 o-ra-ción
 com-pe-tir
 va-lor
 Or-le-ans

Las palabras graves son aquellas que tienen el acento prosódico en la penúltima
sílaba.

 pro-tes-tan-te
 li-bro
 di-fí-cil
 ra-bi-no
 bí-ceps
 án-gel

Las palabras esdrújulas son aquellas que tienen el acento prosódico en la antepenúltima
sílaba.
 prés-ta-mo
 hi-pó-cri-ta
 ag-nós-ti-co
 cré-di-to
 lle-gá-ba-mos

Las palabras sobreesdrújulas son aquellas que tienen el acento prosódico en una
sílaba anterior a la antepenúltima sílaba. Se trata de dos tipos de palabras:

 adverbios de modo terminados en -mente (palabras con dos acentos):


o di-fí-cil-men-te
o e-vi-den-te-men-te
o fá-cil-men-te
o ob-via-men-te
 formas verbales formadas por la composición de dos pronombres personales
átonos con una forma verbal:
o có-me-te-lo
o trá-e-me-la

Reglas básicas

51
Los monosílabos (sean átonos o no) no llevan tilde. Se exceptúan aquellos monosílabos
tónicos que coinciden en su grafía con otros átonos, en cuyo caso se coloca tilde en el
monosílabo tónico. Esta tilde se denomina tilde diacrítica.

Se acentúan todas palabras agudas que terminan en vocal, o en n o s solas.

 tam-bién
 ja-más
 lec-ción
 se-gún
 a-de-más

Las palabras agudas que no terminan en vocal, o en n o s solas, nunca se acentúan.

 vir-tud
 na-cio-nal
 re-loj
 a-co-me-ter
 Or-le-ans
 fe-liz

Nunca se acentúan las palabras graves que terminan en vocal, o en n o s solas.


 me-dios
 lla-na
 re-ve-la
 mo-do
 sub-jun-ti-vo

Las palabras graves que terminan en otras letras siempre se acentúan (a estos efectos no
se considera la letra x representada por los fonemas /k/ + /s/, sino como tal, y por tanto,
las palabras graves terminadas en x llevan tilde).

 di-fí-cil
 cár-cel
 au-to-mó-vil
 bí-ceps
 Gon-zá-lez
 i-nú-til
 án-trax

Todas las palabras esdrújulas se acentúan.


 ás-pe-ra
 es-drú-jula
 ca-tó-li-co
 pro-pó-si-to
 éx-ta-sis

Tilde diacrítica

52
La tilde diacrítica se coloca sobre ciertas palabras para distinguir entre diversos
significados del vocablo, según que sean tónicos o átonos. La tilde se coloca sobre la
palabra tónica aunque según las reglas generales no corresponda colocar tilde. Hay
varias categorías:
a. monosílabos tónicos que coinciden en su grafía con otros átonos:
o más (adverbio de cantidad): Quiero más comida.
o mas (conjunción adversativa con el significado de pero): Le pagan, mas
no es suficiente.
o tú (pronombre personal): Es preciso que vengas tú.
o tu (adjetivo posesivo): Dale tu cartera.
o él (pronombre personal): ¿Estuviste con él?.
o el (artículo): El vino está bueno
o mí (pronombre personal): Todo esto es para mí.
o mi (adjetivo posesivo): Trae mi calendario.
o mi (nombre común): Concierto para oboe en mi bemol mayor.
o sí (adverbio de afirmación): Él sí quería.
o sí (pronombre reflexivo): Lo atrajo hacia sí.
o si (conjunción condicional): Vendrá si quiero.
o si (conjunción de interrogativas directa): Pregúntale si quiere venir.
o si (nombre común): Concierto para piano y orquesta en si bemol.
o dé (del verbo dar; cuando se le une algún pronombre, también se
acentúa): Déme ese dinero.
o de (preposición).
o sé (de los verbos ser o saber): Yo no sé nada, Sé un poco más educado.
o se (pronombre personal y reflexivo).
o té (nombre común): Póngame un té.
o te (pronombre personal): Te voy a dar.
b. para evitar confusiones, lo que se conoce como anfibología (en caso de que no
existiese confusión, podemos prescindir de la tilde):
o aún (adverbio temporal o de modo con el significado de todavía): ¿Aún
no ha llegado?.
o aun (resto de casos): Ni aun él pudo hacerlo.
o sólo (adverbio equivalente a solamente): Sólo me quieres para eso.
o solo (adjetivo con el significado de sin compañía): No estés sólo.

1) Señala en las siguientes palabras la sílaba tónica. Marca aquellas que lo


requieran, el acento ortográfico y clasifíquenlas según el tipo de acentuación (graves,
agudas o esdrújulas).

a) arbol b) construccion c) historico d) sinalefa e) cesped

f) audaz

53
ANEXO – CUENTOS
LECTURA ANUAL

LAS MEDIAS DE LOS FLAMENCOS - Horacio


Quiroga (CUENTOS DE LA SELVA)

Cierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y los sapos, a los
flamencos, y a los yacarés y los pescados. Los pescados, como no caminan, no
pudieron bailar; pero siendo el baile a la orilla del río, los pescados estaban asomados
a la arena, y aplaudían con la cola.

Los yacarés, para adornarse bien, se habían puesto en el pescuezo un collar de


bananas, y fumaban cigarros paraguayos. Los sapos se habían pegado escamas de
pescado en todo el cuerpo, y caminaban meneándose, como si nadaran. Y cada vez
que pasaban muy serios por la orilla del río, los pescados les gritaban haciéndoles
burla.

Las ranas se habían perfumado todo el cuerpo, y caminaban en dos pies. Además,
cada una llevaba colgando como un farolito, una luciérnaga que se balanceaba.

Pero las que estaban hermosísimas eran las víboras. Todas sin excepción, estaban
vestidas con traje de bailarina, del mismo color de cada víbora. Las víboras coloradas
llevaban una pollerita de tul colorado; las verdes, una de tul verde; las amarillas, otra
de tul amarillo; y las yararás, una pollerita de tul gris pintada con rayas de polvo de
ladrillo y ceniza, porque así es el color de las yararás.

Y las más espléndidas de todas eran las víboras de coral, que estaban vestidas con
larguísimas gasas rojas, blancas y negras, y bailaban como serpentinas. Cuando las
víboras danzaban y daban vueltas apoyadas en las puntas de la cola, todos los
invitados aplaudían como locos.

Sólo los flamencos, que entonces tenían las patas blancas, y tienen ahora como antes
la nariz muy gruesa y torcida, sólo los flamencos estaban tristes, porque como tienen
muy poca inteligencia, no habían sabido cómo adornarse. Envidiaban el traje de todos,
y sobre todo el de las víboras de coral. Cada vez que una víbora pasaba por delante
de ellos, coqueteando y haciendo ondular las gasas de serpentina, los flamencos se
morían de envidia.

Un flamenco dijo entonces:

–Yo sé lo que vamos a hacer. Vamos a ponernos medias coloradas, blancas y negras,
y las víboras de coral se van a enamorar de nosotros.

54
Y levantando todos el vuelo, cruzaron el río y fueron a golpear en un almacén del
pueblo.

–¡Tantan! –pegaron con las patas.

–¿Quién es? –respondió el almacenero.

–Somos los flamencos. ¿Tiene medias coloradas, blancas y negras?

–No, no hay –contestó el almacenero–. ¿Están locos? En ninguna parte van a


encontrar medias así.

Los flamencos fueron entonces a otro almacén.

–¡Tantan! ¿Tiene medias coloradas, blancas y negras?

El almacenero contestó:

–¿Cómo dice? ¿Coloradas, blancas y negras? No hay medias así en ninguna parte.
Ustedes están locos. ¿Quiénes son?

–Somos los flamencos –respondieron ellos.

Y el hombre dijo:

–Entonces son con seguridad flamencos locos.

Fueron entonces a otro almacén.

–¡Tantan! ¿Tiene medias coloradas, blancas y negras?

El almacenero gritó:

–¿De qué color? ¿Coloradas, blancas y negras? Solamente a pájaros narigudos como
ustedes se les ocurre pedir medias así. ¡Váyanse enseguida!

Y el hombre los echó con la escoba.

Los flamencos recorrieron así todos los almacenes, y de todas partes los echaban por
locos.

Entonces un tatú, que había ido a tomar agua al río, se quiso burlar de los flamencos y
les dijo, haciéndoles un gran saludo:

–¡Buenas noches, señores flamencos! Yo sé lo que ustedes buscan. No van a


encontrar medias así en ningún almacén. Tal vez haya en Buenos Aires, pero tendrán
que pedirlas por encomienda postal. Mi cuñada, la lechuza, tiene medias así.
Pídanselas, y ella les va a dar las medias coloradas, blancas y negras.

Los flamencos le dieron las gracias, y se fueron volando a la cueva de la lechuza. Y le


dijeron:

55
–¡Buenas noches, lechuza! Venimos a pedirle las medias coloradas, blancas y negras.
Hoy es el gran baile de las víboras, y si nos ponemos esas medias, las víboras de
coral se van a enamorar de nosotros.

–¡Con mucho gusto! –respondió la lechuza–. Esperen un segundo, y vuelvo


enseguida.

Y echando a volar, dejó solos a los flamencos; y al rato volvió con las medias. Pero no
eran medias, sino cueros de víbora de coral, lindísimos cueros recién sacados a las
víboras que la lechuza había cazado.

–Aquí están las medias –les dijo la lechuza–. No se preocupen de nada, sino de una
sola cosa: bailen toda la noche, bailen sin parar un momento, bailen de costado, de
pico, de cabeza, como ustedes quieran; pero no paren un momento, porque en vez de
bailar van entonces a llorar.

Pero los flamencos, como son tan tontos, no comprendían bien qué gran peligro había
para ellos en eso, y locos de alegría se pusieron los cueros de las víboras de coral,
como medias, metiendo las patas dentro de los cueros que eran como tubos. Y muy
contentos se fueron volando al baile.

Cuando vieron a los flamencos con sus hermosísimas medias, todos les tuvieron
envidia. Las víboras querían bailar con ellos, únicamente, y como los flamencos no
dejaban un instante de mover las patas, las víboras no podían ver bien de qué estaban
hechas aquellas preciosas medias.

Pero poco a poco, sin embargo, las víboras comenzaron a desconfiar. Cuando los
flamencos pasaban bailando al lado de ellas, se agachaban hasta el suelo para ver
bien.

Las víboras de coral, sobre todo, estaban muy inquietas. No apartaban la vista de las
medias, y se agachaban también, tratando de tocar con la lengua las patas de los
flamencos, porque la lengua de las víboras es como la mano de las personas. Pero los
flamencos bailaban y bailaban sin cesar, aunque estaban cansadísimos y ya no
podían más.

Las víboras de coral, que conocieron esto, pidieron enseguida a las ranas sus farolitos,
que eran bichitos de luz, y esperaron todas juntas a que los flamencos se cayeran de
cansados.

Efectivamente, un minuto después, un flamenco, que ya no podía más, tropezó con el


cigarro de un yacaré, se tambaleó y cayó de costado. Enseguida las víboras de coral
corrieron con sus farolitos, y alumbraron bien las patas del flamenco. Y vieron qué
eran aquellas medias, y lanzaron un silbido que se oyó desde la orilla del Paraná.

–¡No son medias! –gritaron las víboras–. ¡Sabemos lo que es! ¡Nos han engañado!
¡Los flamencos han matado a nuestras hermanas y se han puesto sus cueros como
medias! ¡Las medias que tienen son de víbora de coral!

Al oír esto, los flamencos, llenos de miedo porque estaban descubiertos, quisieron
volar; pero estaban tan cansados que no pudieron levantar una sola ala. Entonces las
víboras de coral se lanzaron sobre ellos, y enroscándose en sus patas les deshicieron
a mordiscones las medias. Les arrancaban las medias a pedazos, enfurecidas, y les
mordían también las patas, para que se murieran.

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Los flamencos, locos de dolor, saltaban de un lado para otro, sin que las víboras de
coral se desenroscaran de sus patas. Hasta que al fin, viendo que ya no quedaba un
solo pedazo de media, las víboras los dejaron libres, cansadas y arreglándose las
gasas de su traje de baile.

Además, las víboras de coral estaban seguras de que los flamencos iban a morir,
porque la mitad, por lo menos, de las víboras de coral que los habían mordido, eran
venenosas.

Pero los flamencos no murieron. Corrieron a echarse al agua, sintiendo un grandísimo


dolor. Gritaban de dolor, y sus patas, que eran blancas, estaban entonces coloradas
por el veneno de las víboras. Pasaron días y días, y siempre sentían terrible ardor en
las patas, y las tenían siempre de color de sangre, porque estaban envenenadas.

Hace de esto muchísimo tiempo. Y ahora todavía están los flamencos casi todo el día
con sus patas coloradas metidas en el agua, tratando de calmar el ardor que sienten
en ellas.

A veces se apartan de la orilla, y dan unos pasos por tierra, para ver cómo se hallan.
Pero los dolores del veneno vuelven enseguida, y corren a meterse en el agua. A
veces el ardor que sienten es tan grande, que encogen una pata y quedan así horas
enteras, porque no pueden estirarla.

Esta es la historia de los flamencos, que antes tenían las patas blancas y ahora las
tienen coloradas. Todos los pescados saben por qué es, y se burlan de ellos. Pero los
flamencos, mientras se curan en el agua, no pierden ocasión de vengarse,
comiéndose a cuanto pescadito se acerca demasiado a burlarse de ellos.

EL AHOGADO MÁS HERMOSO DEL MUNDO – GABRIEL


GARCÍA MÁRQUEZ

LOS PRIMEROS NIÑOS que vieron el promontorio oscuro y sigiloso que se


acercaba por el mar, se hicieron la ilusión de que era un barco enemigo.
Después vieron que no llevaba banderas ni arboladura, y pensaron que fuera
una ballena. Pero cuando quedó varado en la playa le quitaron los matorrales de
sargazos, los filamentos de medusas y los restos de cardúmenes y naufragios
que llevaba encima, y sólo entonces descubrieron que era un ahogado.
Habían jugado con él toda la tarde, enterrándolo y desenterrándolo en la
arena, cuando alguien los vio por casualidad y dio la voz de alarma en el pueblo.
Los hombres que lo cargaron hasta la casa más próxima notaron que pesaba
más que todos los muertos conocidos, casi tanto como un caballo, y se dijeron
que tal vez había estado demasiado tiempo a la deriva y el agua se le había
metido dentro de los huesos. Cuando lo tendieron en el suelo vieron que había
sido mucho más grande que todos los hombres, pues apenas si cabía en la
casa, pero pensaron que tal vez la facultad de seguir creciendo después de la

57
muerte estaba en la naturaleza de ciertos ahogados. Tenía el olor del mar, y sólo
la forma permitía suponer que era el cadáver de un ser humano, porque su piel
estaba revestida de una coraza de rémora y de lodo.
No tuvieron que limpiarle la cara para saber que era un muerto ajeno. El
pueblo tenía apenas unas veinte casas de tablas, con patios de piedras sin
flores, desperdigadas en el extremo de un cabo desértico. La tierra era tan
escasa, que las madres andaban siempre con el temor de que el viento se
llevara a los niños, y a los muertos que les iban causando los años tenían que
tirarlos en los acantilados. Pero el mar era manso y pródigo, y todos los hombres
cabían en siete botes. Así que cuando se encontraron el ahogado les bastó con
mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que estaban completos.
Aquella noche no salieron a trabajar en el mar. Mientras los hombres
averiguaban si no faltaba alguien en los pueblos vecinos, las mujeres se
quedaron cuidando al ahogado. Le quitaron el lodo con tapones de esparto, le
desenredaron del cabello los abrojos submarinos y le rasparon la rémora con
fierros de desescamar pescados. A medida que lo hacían, notaron que su
vegetación era de océanos remotos y de aguas profundas, y que sus ropas
estaban en piitrafas, como si hubiera navegado por entre laberintos de corales.
Notaron también que sobrellevaba la muerte con altivez, pues no tenía el
semblante solitario de los otros ahogados del mar, ni tampoco la catadura
sórdida y menesteroso de los ahogados fluviales. Pero solamente cuando
acabaron de limpiarlo tuvieron conciencia de la clase de hombre que era, y
entonces se quedaron sin aliento. No sólo era el más alto, el más fuerte, el más
viril y el mejor armado que habían visto jamás, sino que todavía cuando lo
estaban viendo no les cabía en la imaginación.
No encontraron en el pueblo una cama bastante grande para tenderio ni
una mesa bastante sólida para velarlo. No le vinieron los pantalones de fiesta de
los hombres más altos, ni las camisas dominicales de los más corpulentos, ni los
zapatos del mejor plantado. Fascinadas por su desproporción y su hermosura,
las mujeres decidieron entonces hacerle unos pantalones con un pedazo de vela
cangreja, y una camisa de bramante de novia, para que pudiera continuar su
muerte con dignidad. Mientras cosían sentadas en círculo, contemplando el
cadáver entre puntada y puntada, les parecía que el viento no había sido nunca
tan tenaz ni el Caribe había estado nunca tan ansioso como aquella noche, y
suponían que esos cambios tenían algo que ver con el muerto. Pensaban que si
aquel hombre magnífico hubiera vivido en el pueblo, su casa habría tenido las
puertas más anchas, el techo más alto y el piso más firme, y el bastidor de su
cama habría sido de cuadernas maestras con pernos de hierro, y su mujer

58
habría sido la más feliz. Pensaban que habría tenido tanta autoridad que hubiera
sacado los peces del mar con sólo llamarlos por sus nombres, y habría puesto
tanto empeño en el trabajo que hubiera hecho brotar manantiales de entre las
piedras más áridas y hubiera podido sembrar flores en los acantilados. Lo
compararon en secreto con sus propios hombres, pensando que no serían
capaces de hacer en toda una vida lo que aquél era capaz de hacer en una
noche, y terminaron por repudiarlos en el fondo de sus corazones como los
seres más escuálidos y mezquinos de la tierra. Andaban extraviadas por esos
dédalos de fantasía, cuando la más vieja de las mujeres, que por ser la más
vieja había contemplado al ahogado con menos pasión que compasión, suspiró:
—Tiene cara de llamarse Esteban.
Era verdad. A la mayoría le bastó con mirarlo otra vez para comprender
que no podía tener otro nombre. Las más porfiadas, que eran las más jovenes,
se mantuvieron con la ilusión de que al ponerle la ropa, tendido entre flores y con
unos zapatos de charol, pudiera llamarse Lautaro. Pero fue una ilusión vana. El
lienzo resultó escaso, los pantalones mal cortados y peor cosidos le quedaron
estrechos, y las fuerzas ocultas de su corazón hacían saltar los botones de la
camisa. Después de la media noche se adelgazaron los silbidos del viento y el
mar cayó en el sopor del miércoles. El silencio acabó con las últimas dudas: era
Esteban. Las mujeres que lo habían vestido, las que lo habían peinado, las que
le habían cortado las uñas y raspado la barba no pudieron reprimir un
estremecimiento de compasión cuando tuvieron que resignarse a dejarlo tirado
por los suelos. Fue entonces cuando comprendieron cuánto debió haber sido de
infeliz con aquel cuerpo descomunal, si hasta después de muerto le estorbaba.
Lo vieron condenado en vida a pasar de medio lado por las puertas, a
descalabrarse con los travesaños, a permanecer de pie en las visitas sin saber
qué hacer con sus tiernas y rosadas manos de buey de mar, mientras la dueña
de casa buscaba la silla más resistente y le suplicaba muerta de miedo siéntese
aquí Esteban, hágame el favor, y él recostado contra las paredes, sonriendo, no
se preocupe señora, así estoy bien, con los talones en carne viva y las espaldas
escaldadas de tanto repetir lo mismo en todas las visitas, no se preocupe
señora, así estoy bien, sólo para no pasar vergüenza de desbaratar la silla, y
acaso sin haber sabido nunca que quienes le decían no te vayas Esteban,
espérate siquiera hasta que hierva el café, eran los mismos que después
susurraban ya se fue el bobo grande, qué bueno, ya se fue el tonto hermoso.
Esto pensaban las mujeres frente al cadáver un poco antes del amanecer. Más
tarde, cuando le taparon la cara con un pañuelo para que no le molestara la luz,
lo vieron tan muerto para siempre, tan indefenso, tan parecido a sus hombres,

59
que se les abrieron las primeras grietas de lágrimas en el corazón. Fue una de
las más jóvenes la que empezó a sollozar. Las otras, asentándose entre sí,
pasaron de los suspiros a los lamentos, y mientras más sollozaban más deseos
sentían de llorar, porque el ahogado se les iba volviendo cada vez más Esteban,
hasta que lo lloraron tanto que fue el hombre más desvalido de la tierra, el más
manso y el más servicial, el pobre Esteban. Así que cuando los hombres
volvieron con la noticia de que el ahogado no era tampoco de los pueblos
vecinos, ellas sintieron un vacío de júbilo entre las lágrimas.
—¡Bendito sea Dios —suspiraron—: es nuestro!
Los hombres creyeron que aquellos aspavientos no eran más que
frivolidades de mujer. Cansados de las tortuosas averiguaciones de la noche, lo
único que querían era quitarse de una vez el estorbo del intruso antes de que
prendiera el sol bravo de aquel día árido y sin viento. Improvisaron unas
angarillas con restos de trinquetes y botavaras, y las amarraron con carlingas de
altura, para que resistieran el peso del cuerpo hasta los acantilados. Quisieron
encadenarle a los tobillos un ancla de buque mercante para que fondeara sin
tropiezos en los mares más profundos donde los peces son ciegos y los buzos
se mueren de nostalgia, de manera que las malas corrientes no fueran a
devolverlo a la orilla, como había sucedido con otros cuerpos. Pero mientras
más se apresuraban, más cosas se les ocurrían a las mujeres para perder el
tiempo. Andaban como gallinas asustadas picoteando amuletos de mar en los
arcones, unas estorbando aquí porque querían ponerle al ahogado los
escapularios del buen viento, otras estorbando allá para abrocharse una pulsera
de orientación, y al cabo de tanto quítate de ahí mujer, ponte donde no estorbes,
mira que casi me haces caer sobre el difunto, a los hombres se les subieron al
hígado las suspicacias y empezaron a rezongar que con qué objeto tanta
ferretería de altar mayor para un forastero, si por muchos estoperoles y
calderetas que llevara encima se lo iban a masticar los tiburones, pero ellas
seguían tripotando sus reliquias de pacotilla, llevando y trayendo, tropezando,
mientras se les iba en suspiros lo que no se les iba en lágrimas, así que los
hombres terminaron por despotricar que de cuándo acá semejante alboroto por
un muerto al garete, un ahogado de nadie, un fiambre de mierda. Una de las
mujeres, mortificada por tanta insolencia, le quitó entonces al cadáver el pañuelo
de la cara, y también los hombres se quedaron sin aliento.
Era Esteban. No hubo que repetirlo para que lo reconocieran. Si les
hubieran dicho Sir Walter Raleigh, quizás, hasta ellos se habrían impresionado
con su acento de gringo, con su guacamayo en el hombro, con su arcabuz de
matar caníbales, pero Esteban solamente podía ser uno en el mundo, y allí

60
estaba tirado como un sábalo, sin botines, con unos pantalones de sietemesino y
esas uñas rocallosas que sólo podían cortarse a cuchillo. Bastó con que le
quitaran el pañuelo de la cara para darse cuenta de que estaba avergonzado, de
que no tenía la culpa de ser tan grande, ni tan pesado ni tan hermoso, y si
hubiera sabido que aquello iba a suceder habría buscado un lugar más discreto
para ahogarse, en serio, me hubiera amarrado yo mismo un áncora de galón en
el cuello y hubiera trastabillado como quien no quiere la cosa en los acantilados,
para no andar ahora estorbando con este muerto de miércoles, como ustedes
dicen, para no molestar a nadie con esta porquería de fiambre que no tiene nada
que ver conmigo. Había tanta verdad en su modo de estar, que hasta los
hombres más suspicaces, los que sentían amargas las minuciosas noches del
mar temiendo que sus mujeres se cansaran de soñar con ellos para soñar con
los ahogados, hasta ésos, y otros más duros, se estremecieron en los tuétanos
con la sinceridad de Esteban.
Fue así como le hicieron los funerales más espléndidos que podían
concebirse para un ahogado expósito. Algunas mujeres que habían ido a buscar
flores en los pueblos vecinos regresaron con otras que no creían lo que les
contaban, y éstas se fueron por más flores cuando vieron al muerto, y llevaron
más y más, hasta que hubo tantas flores y tanta gente que apenas si se podía
caminar. A última hora les dolió devolverlo huérfano a las aguas, y le eligieron un
padre y una madre entre los mejores, y otros se le hicieron hermanos, tíos y
primos, así que a través de él todos los habitantes del pueblo terminaron por ser
parientes entre sí. Algunos marineros que oyeron el llanto a distancia perdieron
la certeza del rumbo, y se supo de uno que se hizo amarrar al palo mayor,
recordando antiguas fábulas de sirenas. Mientras se disputaban el privilegio de
llevarlo en hombros por la pendiente escarpada de los acantilados, hombres y
mujeres tuvieron conciencia por primera vez de la desolación de sus calles, la
aridez de sus patios, la estrechez de sus sueños, frente al esplendor y la
hermosura de su ahogado. Lo soltaron sin ancla, para que volviera si quería, y
cuando lo quisiera, y todos retuvieron el aliento durante la fracción de siglos que
demoró la caída del cuerpo hasta el abismo. No tuvieron necesidad de mirarse
los unos a los otros para darse cuenta de que ya no estaban completos, ni
volverían a estarlo jamás. Pero también sabían que todo sería diferente desde
entonces, que sus casas iban a tener las puertas más anchas, los techos más
altos, los pisos más firmes, para que el recuerdo de Esteban pudiera andar por
todas partes sin tropezar con los travesaños, y que nadie se atreviera a susurrar
en el futuro ya murió el bobo grande, qué lástima, ya murió el tonto hermoso,
porque ellos iban a pintar las fachadas de colores alegres para eternizar la

61
memoria de Esteban, y se iban a romper el espinazo excavando manantiales en
las piedras y sembrando flores en los acantilados, para que los amaneceres de
los años venturos los pasajeros de los grandes barcos despertaran sofocados
por un olor de jardines en altamar, y el capitán tuviera que bajar de su alcázar
con su uniforme de gala, con su astrolabio, su estrella polar y su ristra de
medallas de guerra, y señalando el promontorio de rosas en el horizonte del
Caribe dijera en catorce idiomas: miren allá, donde el viento es ahora tan manso
que se queda a dormir debajo de las camas, allá, donde el sol brilla tanto que no
saben hacia dónde girar los girasoles, sí, allá, es el pueblo de Esteban.

La cazadora de mariposas – CUENTO POPULAR


(ANÓNIMO)

Hace muchísimos años, vivía en los alrededores de Buenos Aires, una familia
acaudalada poseedora, entre otras fincas hermosas: de un jardín que parecía de
ensueño.

En él había macizos de cándidas violetas, escondidas entre sus redondas hojas;


olorosos jazmines blancos; rojos claveles, como gotas de sangre; altaneras rosas de
diversos colores, pálidas orquídeas de imponderable valía; grandes crisantemos y
moradas dalias que recordaban a países remotos y pintorescos.

Es natural que, al abrirse tantas flores de múltiples coloridos y perfumes, existiera


también la corte de insectos que siempre las atacan, para alimentarse con sus
néctares o simplemente para revolotear entre sus pétalos.

De día, el jardín era visitado por miles de bichitos de variadas especies, entre los que
sobresalían las mariposas de maravillosas alas azules, blancas y doradas.

Pero estos hermosos lepidópteros tenían un gran enemigo que los perseguía sin
tregua y con verdadera saña y sin ninguna finalidad práctica.

Este enemigo era la hija del dueño de la casa, llamada Azucena, como cierta flor, pero
menos pura que ésta, ya que no se conmovía ante la belleza y la fragilidad de las
pobrecitas mariposas, y con su red, en forma de manga, las cazaba para después
pincharlas sin piedad con alfileres y colocarlas en sendos tableros, donde las
coleccionaba, por el sólo placer de mostrar a sus amistades el curioso y cruel museo.

Cierta noche, después de una fructífera caza, Azucena soñó con el Hada del Jardín.
Esta era una mujer blanca, como los pétalos de las calas, de cabello dorado como la
espuela del caballero y de ojos celestes como las pequeñas hojas de las dalias. Vestía
un manto soberbio de piel de chinchilla, adornado con flores de lis hechas de láminas
de oro, y su mano derecha sostenía una vara de nardo en flor, que derramaba sobre el
jardín una pálida luz como la reflejada por la luna.

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Su corte era numerosa, y tras el hada, en disciplinadas filas, llegaban toda clase de
insectos, abejas, escarabajos, grillos, mariposas, avispas, cigarras, hormigas y miles
de otras especies, que en perfecto orden, caminaban a paso de marcha, portadoras de
armas de los más variados tipos.

El hada se acercó a la cama de la cruel niña y luego de tocarla con la olorosa vara de
nardo, le dijo con su voz suave como la brisa del jardín:

- ¡Azucena! ¡Tú eres una niña educada y de buen corazón! ¡Tus crueldades para con
algunos hermosos habitantes de mis canteros, son producto de tu inconsciencia!
¡Todos los animalitos de mis dominios son buenos e inofensivos y llegan hasta mis
flores para alimentarse y embellecer mi reino! ¡No les hagas daño! ¡Tú eres una
enemiga despiadada de mis mariposas! ¡Las persigues y las matas entre los más
atroces suplicios! ¿Qué te han hecho ellas? ¡Nada! ¡Su único pecado consiste en ser
bellas y tener alas de divinos colores! ¡Piensa que son hijas de Dios, como tú y como
todo lo creado, y desde mañana debes dejar de perseguirlas y ser amiga de todo lo
que existe en mi hermoso jardín!

- Hada divina -respondió la niña.- ¡Tus mariposas son tan bellas que yo deseo
coleccionarlas para enseñárselas a mis amigas!

- ¡Tú eres también bella! -le respondió el hada,- pero no te gustaría que, por serlo,
alguien te hiciera sufrir y te matara pinchándote en la pared.

- ¡Oh, no! -contestó la niña asustada.

- ¡Pues bien! ¡Lo que no quieres para ti, no lo hagas a los demás y seguirás tu vida
feliz y contenta, querida por todos y bendecida por los inofensivos animalitos de mis
dominios!

La pequeña Azucena prometió enmendarse, jurando no perseguir más a las


multicolores mariposas, pero a la mañana siguiente, en presencia del follaje que le
brindaba mil placeres, olvidó las palabras del hada y prosiguió su incansable
persecución de tan encantadores lepidópteros.

La noche siguiente soñó algo que la llenó de miedo.

Estaba en presencia de un tribunal de insectos, en medio de un macizo de violetas,


presidido por el hada que dominaba el cuadro, sentada sobre un sillón de oro,
adornado con varas de nardo y tapizado con pétalos de rosa.

El acusador era el grillo, que agitaba sus élitros como un loco, señalando al
aterrorizado reo.

- Esta mala niña -decía el grillito,- no ha hecho caso de los ruegos de nuestra hada.
Desde hace mucho tiempo persigue a nuestras amigas las mariposas, que embellecen
el jardín con sus maravillosas alas multicolores. Sin piedad, llevando en sus crueles
manos una gran red para cazarlas, las mata entre los más atroces suplicios que, si se
cometieran entre los humanos, levantarían un clamor por el crimen y la alevosía. El
reo tiene en su contra el haber sido perjuro.

Un griterío ensordecedor apagó la vibrante voz del grillo.

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Éste continuó:

- ¡El reo, he dicho, es perjuro, ya que ha cometido la enorme falta de engañar a


nuestra reina, la hermosa y buena Hada del Jardín!

- ¡La muerte! ¡La muerte! -aullaban los insectos.

El hada levantó su vara de nardo e impuso silencio.

- ¡Debe pagar sus culpas, con la peor de las penas -terminó el acalorado acusador,- y
por lo tanto, solicito del tribunal que me escucha, la de muerte, para la niña mala y
cruel!

Las últimas palabras del grillo, produjeron un verdadero alboroto y todos los animalitos
gritaban en sus variadas voces, solicitando un ejemplar castigo, ante el terror de
Azucena que contemplaba todo aquello, atada a un árbol y vigilada por cien abejas de
puntiagudos aguijones.

Una vez hecha la calma, se levantó el defensor, un escarabajo cachaciento y grave


que comenzó diciendo:

- Respetable tribunal. ¡Francamente no sé qué palabras emplear para defender a tan


temible monstruo que asola nuestro querido país! ¡Su majestad, nuestra hada, me ha
designado para que defienda a esta niña mala y no encuentro base sólida para iniciar
mi defensa! ¡Sólo sé decirles, que esta criatura, como ser humano de pocos años,
quizá no tenga aún el cerebro maduro para reflexionar en los graves daños que
comete y persiga a nuestras mariposas con la inconsciencia de su corta edad! ¡Pero…
creo que no es ella la única que ha faltado a sus deberes de la más simple humanidad,
sino sus mayores, que han descuidado conducirla por el buen camino y hacerle ver
con suaves palabras que martirizar a los débiles es un pecado que ni el mismo
Creador perdona! ¡Por lo tanto, solicito seáis clementes con ella!

Acallados los silbidos y los aplausos motivados por la feliz peroración del escarabajo,
mucho más elocuente que la de algunos mortales que llegan a altas posiciones, se
reunió el tribunal para deliberar sobre el castigo que merecía tan despiadada
muchacha.

Breves momentos después, el ujier, que para este caso era un alargado alguacil, leyó
gravemente la sentencia…

“¡La niña Azucena, será condenada a sufrir los mismos martirios que ella ha impuesto
a las indefensas mariposas!”

Una salva de atronadores aplausos siguió a la lectura y los insectos todos, ante la
orden del hada, se encaminaron a sus respectivas tareas, ya que las primeras
claridades del día anunciaban bien pronto la llegada del sol.

Azucena, aquella mañana se levantó del lecho algo preocupada con el sueño, pero
ante la presencia de los padres y con la confianza que inspira la luz, olvidó la pena
impuesta por los insectos y reinició la cruel cacería con la temible red, que no paraba
hasta atrapar los hermosos lepidópteros.

Pero la fría cazadora no contaba con la ejecución de la sentencia del tribunal nocturno.

64
No bien comenzó su inconsciente persecución, fue atacada por un verdadero ejército
de miles de abejas y de avispas, que bien pronto convirtieron la cara de la muchacha
en algo imposible de reconocer por el color y la hinchazón.

En vano la infeliz gritaba pidiendo socorro y tratando de defenderse de tan brutal


ataque. Las abejas y avispas, poseídas de un ciego furor, continuaron su obra hasta
que la niña, casi desvanecida, fue sacada de tan difícil situación por los padres, que
inmediatamente la condujeron a su habitación para hacerle la primera cura de
urgencia.

Azucenita, tardó varios días en mejorarse de tan terribles picaduras y cuando volvió a
su jardín recordó la dura lección de los insectos y nunca más volvió a cazar mariposas
ni cometer actos de crueldad con los indefensos animalitos de los dominios de la
hermosa hada, que tan bien la había aconsejado.

Cuento de Navidad

Ray Bradbury (Ciencia Ficción)

El día siguiente sería Navidad y, mientras los tres se dirigían a la estación de naves
espaciales, el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo que el niño
realizaría por el espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que fuera lo más
agradable posible. Cuando en la aduana los obligaron a dejar el regalo porque excedía
el peso máximo por pocas onzas, al igual que el arbolito con sus hermosas velas
blancas, sintieron que les quitaban algo muy importante para celebrar esa fiesta. El
niño esperaba a sus padres en la terminal. Cuando estos llegaron, murmuraban algo
contra los oficiales interplanetarios.

-¿Qué haremos?

-Nada, ¿qué podemos hacer?

-¡Al niño le hacía tanta ilusión el árbol!

La sirena aulló, y los pasajeros fueron hacia el cohete de Marte. La madre y el padre
fueron los últimos en entrar. El niño iba entre ellos, pálido y silencioso.

-Ya se me ocurrirá algo -dijo el padre.

-¿Qué...? -preguntó el niño.

El cohete despegó y se lanzó hacia arriba al espacio oscuro. Lanzó una estela de
fuego y dejó atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar
donde no había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros
durmieron durante el resto del primer "día". Cerca de medianoche, hora terráquea
según sus relojes neoyorquinos, el niño despertó y dijo:

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-Quiero mirar por el ojo de buey.

-Todavía no -dijo el padre-. Más tarde.

-Quiero ver dónde estamos y a dónde vamos.

-Espera un poco -dijo el padre.

El padre había estado despierto, volviéndose a un lado y a otro, pensando en la fiesta


de Navidad, en los regalos y en el árbol con sus velas blancas que había tenido que
dejar en la aduana. Al fin creyó haber encontrado una idea que, si daba resultado,
haría que el viaje fuera feliz y maravilloso.

-Hijo mío -dijo-, dentro de medía hora será Navidad.

-Oh -dijo la madre, consternada; había esperado que de algún modo el niño lo
olvidaría. El rostro del pequeño se iluminó; le temblaron los labios.

-Sí, ya lo sé. ¿Tendré un regalo? ¿Tendré un árbol? Me lo prometieron.

-Sí, sí. todo eso y mucho más -dijo el padre.

-Pero... -empezó a decir la madre.

-Sí -dijo el padre-. Sí, de veras. Todo eso y más, mucho más. Perdón, un momento.
Vuelvo pronto.

Los dejó solos unos veinte minutos. Cuando regresó, sonreía.

-Ya es casi la hora.

-¿Me prestas tu reloj? -preguntó el niño.

El padre le prestó su reloj. El niño lo sostuvo entre los dedos mientras el resto de la
hora se extinguía en el fuego, el silencio y el imperceptible movimiento del cohete.

-¡Navidad! ¡Ya es Navidad! ¿Dónde está mi regalo?

-Ven, vamos a verlo -dijo el padre, y tomó al niño de la mano.

Salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los
seguía.

-No entiendo.

-Ya lo entenderás -dijo el padre-. Hemos llegado.

Se detuvieron frente a una puerta cerrada que daba a una cabina. El padre llamó tres
veces y luego dos, empleando un código. La puerta se abrió, llegó luz desde la cabina,
y se oyó un murmullo de voces.

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-Entra, hijo.

-Está oscuro.

-No tengas miedo, te llevaré de la mano. Entra, mamá.

Entraron en el cuarto y la puerta se cerró; el cuarto realmente estaba muy oscuro. Ante
ellos se abría un inmenso ojo de vidrio, el ojo de buey, una ventana de metro y medio
de alto por dos de ancho, por la cual podían ver el espacio. El niño se quedó sin
aliento, maravillado. Detrás, el padre y la madre contemplaron el espectáculo, y
entonces, en la oscuridad del cuarto, varias personas se pusieron a cantar.

-Feliz Navidad, hijo -dijo el padre.

Resonaron los viejos y familiares villancicos; el niño avanzó lentamente y aplastó la


nariz contra el frío vidrio del ojo de buey. Y allí se quedó largo rato, simplemente
mirando el espacio, la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil
millones de maravillosas velas blancas.

Nido de avispas
Agatha Christie (Cuento policial)

John Harrison salió de la casa y se quedó un momento en la terraza de cara al jardín.


Era un hombre alto de rostro delgado y cadavérico. No obstante, su aspecto lúgubre
se suavizaba al sonreír, mostrando entonces algo muy atractivo.
Harrison amaba su jardín, cuya visión era inmejorable en aquel atardecer de agosto,
soleado y lánguido. Las rosas lucían toda su belleza y los guisantes dulces
perfumaban el aire.
Un familiar chirrido hizo que Harrison volviese la cabeza a un lado. El asombro se
reflejó en su semblante, pues la pulcra figura que avanzaba por el sendero era la que
menos esperaba.
-¡Qué alegría! -exclamó Harrison-. ¡Si es monsieur Poirot!
En efecto, allí estaba Hércules Poirot, el sagaz detective.
-¡Yo en persona. En cierta ocasión me dijo: "Si alguna vez se pierde en aquella parte
del mundo, venga a verme." Acepté su invitación, ¿lo recuerda?
-¡Me siento encantado -aseguró Harrison sinceramente-. Siéntese y beba algo.
Su mano hospitalaria le señaló una mesa en el pórtico, donde había diversas botellas.
-Gracias -repuso Poirot dejándose caer en un sillón de mimbre-. ¿Por casualidad no
tiene jarabe? No, ya veo que no. Bien, sírvame un poco de soda, por favor whisky no -
su voz se hizo plañidera mientras le servían-. ¡Cáspita, mis bigotes están lacios! Debe
de ser el calor.
-¿Qué le trae a este tranquilo lugar? -preguntó Harrison mientras se acomodaba en
otro sillón-. ¿Es un viaje de placer?
-No, mon ami; negocios.
-¿Negocios? ¿En este apartado rincón?
Poirot asintió gravemente.

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-Sí, amigo mío; no todos los delitos tienen por marco las grandes aglomeraciones
urbanas.
Harrison se rió.
-Imagino que fui algo simple. ¿Qué clase de delito investiga usted por aquí? Bueno, si
puedo preguntar.
-Claro que sí. No sólo me gusta, sino que también le agradezco sus preguntas.
Los ojos de Harrison reflejaban curiosidad. La actitud de su visitante denotaba que le
traía allí un asunto de importancia.
-¿Dice que se trata de un delito? ¿Un delito grave?
-Uno de los más graves delitos.
-¿Acaso un ...?
-Asesinato -completó Poirot.
Tanto énfasis puso en la palabra que Harrison se sintió sobrecogido. Y por si esto
fuera poco las pupilas del detective permanecían tan fijamente clavadas en él, que el
aturdimiento lo invadió. Al fin pudo articular:
-No sé que haya ocurrido ningún asesinato aquí.
-No -dijo Poirot-. No es posible que lo sepa.
-¿Quién es?
-De momento, nadie.
-¿Qué?
-Ya le he dicho que no es posible que lo sepa. Investigo un crimen aún no ejecutado.
-Veamos, eso suena a tontería.
-En absoluto. Investigar un asesinato antes de consumarse es mucho mejor que
después. Incluso, con un poco de imaginación, podría evitarse.
Harrison lo miró incrédulo.
-¿Habla usted en serio, monsieur Poirot?
-Sí, hablo en serio.
-¿Cree de verdad que va a cometerse un crimen? ¡Eso es absurdo!
Hércules Poirot, sin hacer caso de la observación, dijo:
-A menos que usted y yo podamos evitarlo. Sí, mon ami.
-¿Usted y yo?
-Usted y yo. Necesitaré su cooperación.
-¿Esa es la razón de su visita?
Los ojos de Poirot le transmitieron inquietud.
-Vine, monsieur Harrison, porque ... me agrada usted -y con voz más despreocupada
añadió-: Veo que hay un nido de avispas en su jardín. ¿Por qué no lo destruye?
El cambio de tema hizo que Harrison frunciera el ceño. Siguió la mirada de Poirot y
dijo:
-Pensaba hacerlo. Mejor dicho, lo hará el joven Langton. ¿Recuerda a Claude
Langton? Asistió a la cena en que nos conocimos usted y yo. Viene esta noche
expresamente a destruir el nido.
-¡Ah! -exclamó Poirot-. ¿Y cómo piensa hacerlo?
-Con petróleo rociado con un inyector de jardín. Traerá el suyo que es más adecuado
que el mío.
-Hay otro sistema, ¿no? -preguntó Poirot-. Por ejemplo, cianuro de potasio.
Harrison alzó la vista sorprendido.
-¡Es peligroso! Se corre el riesgo de su fijación en la plantas.
Poirot asintió.
-Sí; es un veneno mortal -guardó silencio un minuto y repitió-: Un veneno mortal.
-Útil para desembarazarse de la suegra, ¿verdad? -se rió Harrison. Hércules Poirot
permaneció serio.
-¿Está completamente seguro, monsieur Harrison, de que Langton destruirá el
avispero con petróleo?
-¡Segurísimo. ¿Por qué?

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-¡Simple curiosidad. Estuve en la farmacia de Bachester esta tarde, y mi compra exigió
que firmase en el libro de venenos. La última venta era cianuro de potasio, adquirido
por Claude Langton.
Harrison enarcó las cejas.
-¡Qué raro! Langton se opuso el otro día a que empleásemos esa sustancia. Según su
parecer, no debería venderse para este fin.
Poirot miró por encima de las rosas. Su voz fue muy queda al preguntar:
-¿Le gusta Langton?
La pregunta cogió por sorpresa a Harrison, que acusó su efecto.
-¡Qué quiere que le diga! Pues sí, me gusta ¿Por qué no ha de gustarme?
-Mera divagación -repuso Poirot-. ¿Y usted es de su gusto?
Ante el silencio de su anfitrión, repitió la pregunta.
-¿Puede decirme si usted es de su gusto?
-¿Qué se propone, monsieur Poirot? No termino de comprender su pensamiento.
-Le seré franco. Tiene usted relaciones y piensa casarse, monsieur Harrison. Conozco
a la señorita Moly Deane. Es una joven encantadora y muy bonita. Antes estuvo
prometida a Claude Langton, a quien dejó por usted.
Harrison asintió con la cabeza.
-Yo no pregunto cuáles fueron las razones; quizás estén justificadas, pero ¿no le
parece justificada también cualquier duda en cuanto a que Langton haya olvidado o
perdonado?
-Se equivoca, monsieur Poirot. Le aseguro que está equivocado. Langton es un
deportista y ha reaccionado como un caballero. Ha sido sorprendentemente honrado
conmigo, y, no con mucho, no ha dejado de mostrarme aprecio.
-¿Y no le parece eso poco normal? Utiliza usted la palabra "sorprendente" y, sin
embargo, no demuestra hallarse sorprendido.
-No lo comprendo, monsieur Poirot.
La voz del detective acusó un nuevo matiz al responder:
-Quiero decir que un hombre puede ocultar su odio hasta que llegue el momento
adecuado.
-¿Odio? -Harrison sacudió la cabeza y se rió.
-Los ingleses son muy estúpidos -dijo Poirot-. Se consideran capaces de engañar a
cualquiera y que nadie es capaz de engañarlos a ellos. El deportista, el caballero, es
un Quijote del que nadie piensa mal. Pero, a veces, ese mismo deportista, cuyo valor
le lleva al sacrificio, piensa lo mismo de sus semejantes y se equivoca.
-Me está usted advirtiendo en contra de Claude Langton -exclamó Harrison-. Ahora
comprendo esa intención suya que me tenía intrigado.
Poirot asintió, y Harrison, bruscamente, se puso en pie.
-¿Está usted loco, monsieur Poirot? ¡Esto es Inglaterra! Aquí nadie reacciona así. Los
pretendientes rechazados no apuñalan por la espalda o envenenan. ¡Se equivoca en
cuanto a Langton! Ese muchacho no haría daño a una mosca.
-La vida de una mosca no es asunto mío -repuso Poirot plácidamente-. No obstante,
usted dice que monsieur Langton no es capaz de matarlas, cuando en este momento
debe prepararse para exterminar a miles de avispas.
Harrison no replicó, y el detective, puesto en pie a su vez, colocó una mano sobre el
hombro de su amigo, y lo zarandeó como si quisiera despertarlo de un mal sueño.
-¡Espabílese, amigo, espabílese! Mire aquel hueco en el tronco del árbol. Las avispas
regresan confiadas a su nido después de haber volado todo el día en busca de su
alimento. Dentro de una hora habrán sido destruidas, y ellas lo ignoran, porque nadie
les advierte. De hecho carecen de un Hércules Poirot. Monsieur Harrison, le repito que
vine en plan de negocios. El crimen es mi negocio, y me incumbe antes de cometerse
y después. ¿A qué hora vendrá monsieur Langton a eliminar el nido de avispas?
-Langton jamás...
-¿A qué hora? -lo atajó.
-A las nueve. Pero le repito que está equivocado. Langton jamás...

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-¡Estos ingleses! -volvió a interrumpirlo Poirot.
Recogió su sombrero y su bastón y se encaminó al sendero, deteniéndose para decir
por encima del hombro.
-No me quedo para no discutir con usted; sólo me enfurecería. Pero entérese bien:
regresaré a las nueve.
Harrison abrió la boca y Poirot gritó antes de que dijese una sola palabra:
-Sé lo que va a decirme: "Langton jamás...", etcétera. ¡Me aburre su "Langton jamás"!
No lo olvide, regresaré a las nueve. Estoy seguro de que me divertirá ver cómo
destruye el nido de avispas. ¡Otro de los deportes ingleses!
No esperó la reacción de Harrison y se fue presuroso por el sendero hasta la verja. Ya
en el exterior, caminó pausadamente, y su rostro se volvió grave y preocupado. Sacó
el reloj del bolsillo y los consultó. Las manecillas marcaban las ocho y diez.
-Unos tres cuartos de hora -murmuró-. Quizá hubiera sido mejor aguardar en la casa.
Sus pasos se hicieron más lentos, como si una fuerza irresistible lo invitase a regresar.
Era un extraño presentimiento, que, decidido, se sacudió antes de seguir hacia el
pueblo. No obstante, la preocupación se reflejaba en su rostro y una o dos veces
movió la cabeza, signo inequívoco de la escasa satisfacción que le producía su acto.

Minutos antes de las nueve, se encontraba de nuevo frente a la verja del jardín. Era
una noche clara y la brisa apenas movía las ramas de los árboles. La quietud
imperante rezumaba un algo siniestro, parecido a la calma que antecede a la
tempestad.
Repentinamente alarmado, Poirot apresuró el paso, como si un sexto sentido lo
pusiese sobre aviso. De pronto, se abrió la puerta de la verja y Claude Langton,
presuroso, salió a la carretera. Su sobresalto fue grande al ver a Poirot.
-¡Ah...! ¡Oh...! Buenas noches.
-Buenas noches, monsieur Langton. ¿Ha terminado usted?
El joven lo miró inquisitivo.
-Ignoro a qué se refiere -dijo.
-¿Ha destruido ya el nido de avispas?
-No.
-¡Oh! -exclamó Poirot como si sufriera un desencanto-. ¿No lo ha destruido? ¿Qué
hizo usted, pues?
-He charlado con mi amigo Harrison. Tengo prisa, monsieur Poirot. Ignoraba que
vendría a este solitario rincón del mundo.
-Me traen asuntos profesionales.
-Hallará a Harrison en la terraza. Lamento no detenerme.
Langton se fue y Poirot lo siguió con la mirada. Era un joven nervioso, de labios finos y
bien parecido.
-Dice que encontraré a Harrison en la terraza -murmuró Poirot-. ¡Veamos!
Penetró en el jardín y siguió por el sendero. Harrison se hallaba sentado en una silla
junto a la mesa. Permanecía inmóvil, y no volvió la cabeza al oír a Poirot.
-¡Ah, mon ami! -exclamó éste-. ¿Cómo se encuentra?
Después de una larga pausa, Harrison, con voz extrañamente fría, inquirió:
-¿Qué ha dicho?
-Le he preguntado cómo se encuentra.
-Bien. Sí; estoy bien. ¿Por qué no?
-¿No siente ningún malestar? Eso es bueno.
-¿Malestar? ¿Por qué?
-Por el carbonato sódico.
Harrison alzó la cabeza.
-¿Carbonato sódico? ¿Qué significa eso?
Poirot se excusó.
-Siento mucho haber obrado sin su consentimiento, pero me vi obligado a ponerle un
poco en uno de sus bolsillos.

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-¿Que puso usted un poco en uno de mis bolsillos? ¿Por qué diablos hizo eso?
Poirot se expresó con esa cadencia impersonal de los conferenciantes que hablan a
los niños.
-Una de las ventajas o desventajas del detective radica en su conocimiento de los
bajos fondos de la sociedad. Allí se aprenden cosas muy interesantes y curiosas.
Cierta vez me interesé por un simple ratero que no había cometido el hurto que se le
imputaba, y logré demostrar su inocencia. El hombre, agradecido, me pagó
enseñándome los viejos trucos de su profesión. Eso me permite ahora hurgar en el
bolsillo de cualquiera con solo escoger el momento oportuno. Para ello basta poner
una mano sobre su hombro y simular un estado de excitación. Así logré sacar el
contenido de su bolsillo derecho y dejar a cambio un poco de carbonato sódico.
Compréndalo. Si un hombre desea poner rápidamente un veneno en su propio vaso,
sin ser visto, es natural que lo lleve en el bolsillo derecho de la americana.
Poirot se sacó de uno de sus bolsillos algunos cristales blancos y aterronados.
-Es muy peligroso -murmuró- llevarlos sueltos.
Curiosamente y sin precipitarse, extrajo de otro bolsillo un frasco de boca ancha.
Deslizó en su interior los cristales, se acercó a la mesa y vertió agua en el frasco. Una
vez tapado lo agitó hasta disolver los cristales. Harrison los miraba fascinado.
Poirot se encaminó al avispero, destapó el frasco y roció con la solución el nido.
Retrocedió un par de pasos y se quedó allí a la expectativa. Algunas avispas se
estremecieron un poco antes de quedarse quietas. Otras treparon por el tronco del
árbol hasta caer muertas. Poirot sacudió la cabeza y regresó al pórtico.
-Una muerte muy rápida -dijo.
Harrison pareció encontrar su voz.
-¿Qué sabe usted?
-Como le dije, vi el nombre de Claude Langton en el registro. Pero no le conté lo que
siguió inmediatamente después. Lo encontré al salir a la calle y me explicó que había
comprado cianuro de potasio a petición de usted para destruir el nido de avispas. Eso
me pareció algo raro, amigo mío, pues recuerdo que en aquella cena a que hice
referencia antes, usted expuso su punto de vista sobre el mayor mérito de la gasolina
para estas cosas, y denunció el empleo de cianuro como peligroso e innecesario.
-Siga.
-Sé algo más. Vi a Claude Langton y a Molly Deane cuando ellos se creían libres de
ojos indiscretos. Ignoro la causa de la ruptura de enamorados que llegó a separarlos,
poniendo a Molly en los brazos de usted, pero comprendí que los malos entendidos
habían acabado entre la pareja y que la señorita Deane volvía a su antiguo amor.
-Siga.
-Nada más. Salvo que me encontraba en Harley el otro día y vi salir a usted del
consultorio de cierto doctor, amigo mío. La expresión de usted me dijo la clase de
enfermedad que padece y su gravedad. Es una expresión muy peculiar, que sólo he
observado un par de veces en mi vida, pero inconfundible. Ella refleja el conocimiento
de la propia sentencia de muerte. ¿Tengo razón o no?
-Sí. Sólo dos meses de vida. Eso me dijo.
-Usted no me vio, amigo mío, pues tenía otras cosas en qué pensar. Pero advertí algo
más en su rostro; advertí esa cosa que los hombres tratan de ocultar, y de la cual le
hablé antes. Odio, amigo mío. No se moleste en negarlo.
-Siga -apremió Harrison.
-No hay mucho más que decir. Por pura casualidad vi el nombre de Langton en el libro
de registro de venenos. Lo demás ya lo sabe. Usted me negó que Langton fuera a
emplear el cianuro, e incluso se mostró sorprendido de que lo hubiera adquirido. Mi
visita no le fue particularmente grata al principio, si bien muy pronto la halló
conveniente y alentó mis sospechas. Langton me dijo que vendría a las ocho y media.
Usted que a las nueve. Sin duda pensó que a esa hora me encontraría con el hecho
consumado.
-¿Por qué vino? -gritó Harrison-. ¡Ojalá no hubiera venido!

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-Se lo dije. El asesinato es asunto de mi incumbencia.
-¿Asesinato? ¡Suicidio querrá decir!
-No -la voz de Poirot sonó claramente aguda-. Quiero decir asesinato. Su muerte seria
rápida y fácil, pero la que planeaba para Langton era la peor muerte que un hombre
puede sufrir. Él compra el veneno, viene a verlo y los dos permanecen solos. Usted
muere de repente y se encuentra cianuro en su vaso. ¡A Claude Langton lo cuelgan!
Ese era su plan.
Harrison gimió al repetir:
-¿Por qué vino? ¡Ojalá no hubiera venido!
-Ya se lo he dicho. No obstante, hay otro motivo. Lo aprecio monsieur Harrison.
Escuche, mon ami; usted es un moribundo y ha perdido la joven que amaba; pero no
es un asesino. Dígame la verdad: ¿Se alegra o lamenta ahora de que yo viniese?
Tras una larga pausa, Harrison se animó. Había dignidad en su rostro y la mirada del
hombre que ha logrado salvar su propia alma. Tendió la mano por encima de la mesa
y dijo:
-Fue una suerte que viniera usted.

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