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MEDCLI-4727; No. of Pages 3 ARTICLE IN PRESS


Med Clin (Barc). 2018;xxx(xx):xxx–xxx

www.elsevier.es/medicinaclinica

Editorial

La detección precoz en los trastornos del espectro autista


Early detection in autism spectrum disorders
Yolanda de Diego-Otero a,b,∗ y José María Salgado-Cacho a,c,d
a
Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental, Hospital Regional Universitario de Málaga, Málaga, España
b
Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), Málaga, España
c
Hogar Abierto, Málaga, España
d
Universidad de Málaga, Málaga, España

Los trastornos del espectro autista (TEA) son patologías del neu- el condicionamiento operante, donde se utilizan recompensas para
rodesarrollo caracterizadas por manifestar deficiencias en algunas fomentar el buen comportamiento y los castigos para desalentar
áreas fundamentales. Los requisitos para incluir a una persona el mal comportamiento. La mayor crítica a este tipo de interven-
en este grupo de trastornos se han modificado con la reciente ción es la dificultad para extrapolar lo aprendido a otros contextos
publicación del DSM-5, pasando de los tres criterios —reciprocidad distintos al de aprendizaje. Por otra parte, está la terapia cognitivo-
social, intención comunicativa y comportamientos restringidos conductual, que se centra tanto en los pensamientos como en los
y repetitivos— definidos en el DSM IV-TR, a solo dos criterios comportamientos, lo que se supone que minimiza el problema.
—comunicación social/interacción y comportamientos restringidos Se destaca también el entrenamiento de habilidades sociales, que
y repetitivos— en el manual de diagnóstico vigente. puede ayudar a los niños con autismo a mejorar su funcionamiento
Se han publicado trabajos de investigación que apoyan un interpersonal; además, esta intervención puede ser complementa-
aumento en el número de casos al analizar las últimas décadas. ria a las anteriormente expuestas6 .
Algunos estudios sitúan la prevalencia en uno de cada 68 niños1 en Los síntomas centrales del TEA comienzan a ser evidentes entre
el 2012, o en uno de cada 59 en 20142 . Se ha propuesto que la edad los 6 y 24 meses de edad, siendo permanentes a lo largo de la vida y
media del diagnóstico estaría sobre el tercer o cuarto año, siendo con una etiología multifactorial en la que intervienen factores gene-
incluso más tardía para niños de bajo nivel socioeconómico o sin ticos de predisposición y factores ambientales que desencadenan o
antecedentes familiares3 . modulan la gravedad7 . Se han descrito innumerables ventajas tras
El TEA afecta al desarrollo evolutivo con un inicio en la primera una identificación temprana de estos trastornos, ya que se reduce la
infancia y se mantiene en la vida adulta, por lo tanto, se presenta angustia, la incertidumbre y la desorientación de las familias desde
como una condición intrínseca de la persona que lo padece. A el momento en que existe una sospecha sobre que algo no marcha
pesar de que algunos informes indican la posibilidad de recupe- bien en el desarrollo del hijo hasta que llega el diagnóstico8 . Pero
ración, las deficiencias metodológicas y la falta de una definición quizás la razón más crucial que justifica la necesidad de detectar
clara de «cura» en esos estudios comprometen la interpretación los primeros síntomas es que posibilitará una intervención tem-
de los hallazgos de la investigación4 . En la actualidad se pue- prana intensiva que pueda conducir a un mejor pronóstico a largo
den encontrar distintas opciones de tratamiento para el autismo, plazo6 . Las investigaciones realizadas hasta la fecha indican que la
siendo la terapia farmacológica y las intervenciones conductua- intervención que comienza a los 6 meses de edad podría conducir
les las más utilizadas. La medicación se usa principalmente para a mejoras observables en áreas centrales del TEA9 .
tratar algunos síntomas como la irritabilidad, agresión, autolesio- La información para el cribado puede obtenerse a través de los
nes, ansiedad, hiperactividad, falta de atención o insomnio. A pesar cuidadores primarios, de la que ofrecen los trabajadores de guarde-
de ello, ninguna medicación ha demostrado eficacia para norma- rías o a través de la observación que realiza el profesional sanitario
lizar completamente los síntomas centrales de estos trastornos5 , en las revisiones periódicas del niño sano. A pesar de que el cribado
por lo que las intervenciones conductuales son cruciales en la evo- del TEA se realiza a los 18 meses de edad, se ha encontrado eviden-
lución del TEA y en el grado de adaptabilidad que se pueda llegar cia suficiente para afirmar que existen marcadores conductuales
a conseguir. Entre los dos tipos de tratamientos conductuales más diferenciales hasta 6 meses antes, por lo que adelantar la edad en
validados están, por una parte, las intervenciones que se basan en la que se busca detectar las señales de alarma está plenamente
justificado10 .
Se cuenta con dos métodos eficaces para poder realizar la detec-
∗ Autor para correspondencia. ción de riesgo de TEA. El primero es la utilización de herramientas
Correo electrónico: yolanda.dediego@ibima.eu (Y. de Diego-Otero). de cribado específicas, lo que significa que están diseñadas para

https://doi.org/10.1016/j.medcli.2018.11.023
0025-7753/© 2018 Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.

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2018. https://doi.org/10.1016/j.medcli.2018.11.023
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identificar niños que presenten señales de riesgo de TEA. Pero Recherches et d’Etudes sur l’AUTisme (PREAUT Grid); Checklist for
también hay una segunda opción, que es la utilización de las Early Signs of Developmental Disorders (CESDD); Autism Parent
herramientas de cribado de intervalo amplio. Estas herramientas Screen for Infants (APSI)6 .
detectarán en una primera fase a niños con cualquier desviación Teniendo en cuenta todo lo comentado hasta ahora sobre las
o dificultad en el desarrollo, siendo necesaria en una segunda fase características que debe reunir una herramienta eficaz, se pro-
la aplicación de herramientas específicas de TEA en el grupo de pone el ITC/CSBS-DP para ser utilizado como cribado dentro del
«riesgo»11 . Las ventajas que tiene la utilización de las herramientas programa rutinario de revisión de los 12 meses en España, como
de intervalo amplio radican en que no es necesario pasar diferen- elemento que puede mejorar la detección del TEA. A pesar de poder
tes pruebas para descartar distintos trastornos, lo que requiere una aplicarse desde los 6 meses de edad, la recomendación de esta
mayor inversión de tiempo y gasto sanitario. Teniendo en cuenta lo herramienta es que se utilice a los 12 meses, donde ha demos-
expuesto, el gran reto es encontrar el instrumento que pueda dis- trado mejores valores predictivos17 . El ITC/CSBS-DP fue diseñado
criminar el máximo número de casos que tengan riesgo de tener por Amy Wetherby y Barry Prizant en 2002, para identificar signos
asociado un TEA y que además se pueda utilizar a la menor edad de alarma en el desarrollo infantil de los 6 a los 24 meses; es una
posible. La complicación que conlleva una detección muy temprana herramienta disponible en castellano, corta, de fácil aplicación y
sería asumir un mayor número de falsos positivos, por lo que hay aplicable por el pediatra en la consulta del niño sano. Puesto que
que atender a las implicaciones éticas de la detección precoz. Un culturalmente en España no asisten todos los niños a los centros
falso positivo supondrá un inútil sufrimiento familiar y un gasto infantiles antes de los 3 años, no sería recomendable establecer
innecesario para el sistema sanitario. Pero a pesar de esos riesgos, como sistema general de cribado instrumentos como el CESDD, que
los considerables beneficios de la intervención temprana y lo poco se sustentan en la información de los trabajadores de guarderías,
invasiva de esa intervención justifican mejorar esta estrategia de ya que supondría dejar fuera de este cribado a un número conside-
detección precoz12 . Junto con la mejora en la detección, hay que rable de niños. Se recomienda el ITC/CSBS-DP por encima de otras
dedicar esfuerzos también a establecer una buena red de apoyo herramientas como el PREAUT-Grid por la facilidad en la utilización
psicosocial que ayude a la familia a integrar la noticia de «riesgo de al ser aplicado directamente a los padres y no requerir un sistema
TEA», evitando así un impacto emocional excesivo13 . de evaluación por observación que necesite un entrenamiento pre-
Adelantando la edad de identificación de las señales de riesgo vio del profesional. También se recomienda esta herramienta por
del espectro autista se lograría mejorar la metodología de detección encima del FYI porque, a pesar de sus buenos datos predictivos, la
que utiliza el sistema sanitario público español para este trastorno. longitud de la prueba es muy superior al ITC/CSBS-DP (63 items
Con el actual sistema, mientras los padres no tengan una preocu- frente a 24), facilitando su aplicación en las consultas rutinarias.
pación respecto a su hijo o sea muy evidente para el profesional Con el mismo razonamiento se descarta el BDI-2, que si bien tiene
sanitario un retraso en el desarrollo durante la revisión del niño asociada una sensibilidad muy alta —aunque a costa de una muy
sano, una gran parte de niños que presenten marcadores tempra- baja especificidad—, podría ser una herramienta adecuada como
nos de riesgo de TEA pasarán inadvertidos. En los protocolos de cribado de intervalo amplio, pero el tiempo que requiere para su
cribado universal, como ocurre en España, los niños con sintoma- aplicación dificulta que sea elegida como elemento universal de
tología TEA se deberían detectar entre los 18 y 24 meses, aunque cribado.
algunos hallazgos indican que la edad promedio del diagnóstico El ITC/CSBS-DP es una herramienta diseñada inicialmente
ocurre mucho más tarde, reduciéndose el acceso a la atención que para evaluar el lenguaje, contemplando comportamientos
será fundamental en los primeros meses de vida14 . sociales y de comunicación, pero que no atiende a otros fac-
Para que una herramienta de detección sea efectiva, no solo tores específicos de TEA como son las conductas repetitivas o las
necesita tener fuertes propiedades psicométricas, sino que también reacciones sensoriales inusuales. Investigaciones previas ya han
debe ser práctica para su uso en entornos sanitarios e integrarse demostrado que las personas con TEA tienen más dificultades en
fácilmente en procedimientos cotidianos, sin olvidar además el las habilidades adaptativas que otros niños con desarrollo típico
entorno cultural donde se utilizará. Debido a los limitados recursos o atípico no TEA18 , por lo que esta herramienta sería adecuada
disponibles para los profesionales de atención médica pediátrica también para detectar el trastorno.
(por ejemplo, tiempo por paciente o personal de apoyo disponible), En el caso de una detección de riesgo, es recomendable evaluar
las herramientas de detección deben ser cortas, fáciles de entender al menor posteriormente con otras herramientas de segundo nivel
para los padres y rápidas para corregirse15 . Un programa de cribado ya específicas de TEA, recomendando en este caso la entrevista de
no puede ser puesto en marcha sin considerar además todas las seguimiento M-CHAT-R/F, útil a partir de los 16 meses de edad8 .
características del contexto en el que se va a implantar. El programa Una identificación de riesgo con el ITC/CSBS-DP debería ser sufi-
de «niño sano» implantado en España evalúa de forma periódica ciente para iniciar la atención temprana, teniendo el objetivo de
a todos los niños desde su nacimiento, siendo un marco excep- mejorar las áreas afectadas mediante intervenciones terapéuticas
cional para el cribado universal. El programa actual se analizó en en pacientes con TEA en etapa preescolar19 . Y a pesar de la poca
2012, calculándose que el cribado de cada niño cuesta 7,2 D , con investigación en esta área, se debe contribuir también a mejorar la
un gasto de 1.641 D por caso detectado, lo que supuso 4,43 minu- calidad de vida de los cuidadores, ya que se ha detectado afectada
tos de esfuerzo profesional. El cuestionario Q-PED muestra que el en estudios previos20 . La evaluación posterior con la herramienta
74% de los profesionales encuestados consideraron viable el pro- de segundo nivel ayudaría a identificar la patología asociada que
grama, así como que las familias cuyos niños fueron detectados explique esos síntomas.
precozmente mediante cribado expresaron una mayor satisfac- La propuesta de adelantar la edad de detección del TEA con un
ción y calidad de vida que las de los no detectados mediante el cribado poblacional a los 12 meses de edad a partir del instrumento
programa16 . ITC/CSBS-DP está suficientemente justificada por el alto beneficio
Entre los distintos instrumentos que se utilizan en población que la atención temprana supone para el futuro de los afectados por
menor de 15 meses de edad destacan por su valor predic- trastornos del neurodesarrollo. La herramienta propuesta también
tivo y su aplicación temprana los siguientes: Inventario de cumple criterios de bajo coste, está adaptada al entorno cultural
Desarrollo de Battelle, segunda edición (BDI-2); Brief Infant-Toddler y es fácil de utilizar, siendo idónea para su aplicación en entornos
Social and Emotional Assessment (BITSEA); First Year Inventory pediátricos. Dado que actualmente no existe aún validación de la
(FYI); Infant-Toddler Checklist/Communication and Symbolic Beha- escala en población española, además de proponer el uso de este
vior Scales-Developmental Profile (ITC/CSBS-DP); Programme de instrumento como cribado, también proponemos el gran interés de

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valorar su validez y propiedades psicométricas en nuestra pobla- 6. Sacrey LR, Bryson S, Zwaigenbaum L, Brian J, Smith IM, Roberts W, et al. The
ción, lo que supondría un avance significativo en la atención que Autism Parent Screen for Infants: Predicting risk of autism spectrum disorder
based on parent-reported behavior observed at 6-24 months of age. Autism.
recibe la población de riesgo que manifiesta a los 12 meses signos 2018;22:322–34.
de alerta de trastornos del neurodesarrollo infantil. 7. Hernández JM, Artigas-Pallarés J, Martos-Pérez J, Palacios-Antón S, Fuentes-
Biggi J, Belinchón-Carmona M, et al. Guía de buena práctica para la detección
temprana de los trastornos del espectro autista. Rev Neurol. 2005;41:
Financiación 237–45.
8. Green J, Aldred C, Charman T, Le Couteur A, Emsley RA, Grahame V, et al. Paedia-
El presente trabajo ha sido financiado por la Fundación Ali- tric Autism Communication Therapy-Generalised (PACT-G) against treatment
as usual for reducing symptom severity in young children with autism spec-
cia Koplowitz, y por la Consejería de Innovación de la Junta de trum disorder: Study protocol for a randomised controlled trial. Trials. 2018;
Andalucía a la consolidación de grupos de investigación de exce- 19:514.
lencia (PI10-CTS-05704) y PAIDI CTS546 (parcialmente financiado 9. Bradshaw J, Steiner AM, Gengoux G, Koegel LK. Feasibility and effectiveness
of very early intervention for infants at-risk for autism spectrum disorder: A
con fondos FEDER de desarrollo regional-EU). La Dra. Yolanda de
systematic review. J Autism Dev Disord. 2015;45:778–94.
Diego-Otero es receptora de un contrato (S-C011. RC-0006-2015) 10. Jones EJH, Gliga T, Bedford R, Charman T, Johnson MH. Developmental pathways
del Programa Nicolás Monarde (Servicio Andaluz de Salud, Conse- to autism: A review of prospective studies of infants at risk. Neurosci Biobehav
Rev. 2014;39:1–33.
jería de Salud, Junta de Andalucía, España).
11. Zwaigenbaum L, Bryson S, Garon N. Early identification of autism spectrum
disorders. Behav Brain Res. 2013;251:133–46.
Conflicto de intereses 12. Crais ER, Watson LR. Challenges and opportunities in early identification and
intervention for children at-risk for autism spectrum disorders. Int J Speech
Lang Pathol. 2014;16:23–9.
Los autores declaran no tener conflicto de intereses. 13. Estes A, Vismara L, Mercado C, Fitzpatrick A, Elder L, Greenson J, et al. The impact
of parent-delivered intervention on parents of very young children with autism.
J Autism Dev Disord. 2014;44:353–65.
Agradecimientos
14. Shattuck PT, Durkin M, Maenner M, Newschaffer C, Mandell DS, Wiggins L, et al.
Timing of identification among children with an autism spectrum disorder:
Agradecemos el apoyo de D.W.E. Ramsden y M.P. Moreno Jimé- Findings from a population-based surveillance study. J Am Acad Child Adolesc
nez en la revisión crítica del manuscrito. Psychiatry. 2009;48:474–83.
15. Barton M, Dumont-Mathieu T, Fein D. Screening young children for autism spec-
trum disorders in primary practice. J Autism Dev Disord. 2012;42:1165–74.
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