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CARRERA DE CONTADURÍA PUBLICA

ENSAYO:
VACUNARSE COMPROMISO U OBLIGACION

DOCENTE: Lic. Nadia Diaz Montenegro


UNIVERSITARIO: Raul Alvarez Mercado
Ervin Alvarez Noco
MODULO I: Deontología y Prosocialidad

Trinidad-Beni Bolivia
VACUNARSE COMPROMISO U OBLIGACION

DIFICULTAD DE LA POBLACIÓN EN CUANTO AL MANEJO DE LA

INFORMACIÓN DE LAS VACUNAS, PARA LLEGAR A UN COMÚN ACUERDO Y

EVITAR LLEGAR A LA VIOLENCIA Y CONFRONTACIÓN.

La pandemia causante de la enfermedad del Covid-19, ha sido uno de los eventos

de mayor impacto global en las últimas décadas, cuyas consecuencias en

la economía, el transporte, la política y la sociedad podrían durar más allá de la

propia enfermedad. La libertad de desobedecer la cuarentena, tan defendida por los

ciudadanos, acaba entonces siendo una forma más de privilegio de clase, en la

medida en que los países más pobres no tienen otra alternativa que reprimir a la

población para prevenir el contagio.

Como bien sabemos, el Covid-19 es una enfermedad respiratoria de muy fácil

contagio entre una persona y otra, especialmente en ambientes cerrados y con

poca ventilación. Se estima que basta un contacto estrecho a menos de dos

metros durante 15 minutos entre un individuo contagiado y uno sano para que la

enfermedad se propague a este último y, en su gran mayoría, los casos de

contagio pueden rastrearse a un entorno concreto y determinado como una

reunión social, una visita a un pariente, un concierto, etc.

La enfermedad puede no resultar muy letal para poblaciones enteras, pero sí hará

estragos entre aquellos que padezcan otras enfermedades o sean personas de

edad avanzada.
La insolidaridad durante la pandemia no es exclusiva de la juventud, ni tampoco

de las militantes anti vacunas que no están de acuerdo con la vacuna contra el

coronavirus o de otros medios en las sociedades amparados en la libertad de la

información científica que, si están de acuerdo con la vacuna, pero se respeta

ambas opiniones y la libertad de cultos. Pero hoy en día en la sociedad hay

personas que manejan muy mal la información en el tema de las vacunas, son

opiniones de personas que no están de acuerdo en que sea obligatorio la vacuna

en la población, algunos no quieren vacunarse por miedo o por temas religiosos,

como también hay personas que si apoyan la vacunación ya que a principios de la

pandemia no se tenía una vacuna y por tal efecto muchas personas murieron con

la esperanza de que se encuentre la vacuna para el Covid-19, ya que por no tener

la vacuna murieron millones de personas, y hoy en día ya que se tiene el arma

para combatir el Covid-19, que es la vacuna, aún hay personas que no quieren

recibir su dosis a pesar de los antecedentes de la pandemia, que son millones de

muertes, y el no querer recibir la vacuna es por la mala información que tienen y

por temas religiosos de las personas.

Y hoy en día que se tiene la vacuna el método de distribución es muy malo ya que

hay países que cuentan con la vacuna y sus habitantes en su totalidad ya están

vacunados y se puede decir que tienen vacunas de sobras que ya no van a

utilizar, como también hay países que no cuentan con la cantidad de vacunas

requeridas para su población.

Basta echar un ojo a la distribución mundial de vacunas para darnos cuenta de

que los gobiernos de todo el mundo operan de un modo equivalente: mientras 15

millones de dosis de vacunas estadounidenses contra el Covid-19 son


desechadas ante una abrumadora falta de demanda, otras naciones del mundo

enfrentan la pandemia incapaz de vacunar ni al 2% de sus respectivas

poblaciones.

Una sombría conclusión

Es muy poco probable que el Covid-19 desaparezca por arte de magia en los

próximos meses o años. Las herramientas de las que disponemos para combatirlo, sin

duda, se irán afinando, de la mano de la tecnología y la innovación que caracterizan a

nuestra época: eventualmente se desarrollará una mejor y más eficaz vacuna, o se

hallará un tratamiento eficaz contra el virus. Pero mientras ello no ocurra, la vida de

las personas más débiles está en riesgo, por lo tanto, vacunarse debe ser un

compromiso de cada persona y no obligación, compromiso con las personas que

fallecieron esperando una vacuna, compromiso con nuestros familiares que tenemos

en casa, compromiso con la sociedad, porque si queremos ver a nuestros familiares y

a la sociedad sana primero tenemos que estar sanos nosotros mismo, aunque existan

personas que no desean vacunarse por miedo o por la mala información que

recibieron respecto a la vacuna, al no saber qué es lo que le están inyectando en su

cuerpo, ahora hay que preguntarnos si las vacunas que ya nos han puesto, vacunas

que hemos recibido con el consentimiento en anteriores casos, ya sea por

enfermedades leves, las hemos recibidos y aceptado sin la más mínima queja sin

saber que nos están introduciendo en nuestro organismo, las aceptamos por el simple

hecho de que eso te receta el doctor, pero ¿son buenas o malas?, aun así en la vida

de cada persona ya cuenta con una o varias vacunas sin saber que es lo que le

introducen en el cuerpo, y por esa razón tiene que ser un compromiso el vacunarse,

ya que la vacuna es la única arma que tenemos para combatir el Covid-19.

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