UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER

ESCUELA DE INGENIERIA QUIMICA

CORROSIÓN Y SU CONTROL

Integrantes: Luis Carlos Lizarazo 2190608

Jairo Alexander Ardila 2204560

Docente: M. Sc. Ing Javier Enrique Gómez Ramírez

Nombre: Broca tricónica de perforación petrolera.

La pieza está ubicada en la entrada del edificio Jorge Bautista Vesga de la

Universidad Industrial de Santander, en Bucaramanga, Colombia. Se trata de una
broca de perforación tricónica que fue utilizada en la industria del petróleo y gas
durante los años 2012 y 2013, específicamente en los pozos estratigráficos Patía-
ST-P y Bvtura-1-ST-P. La composición principal de esta broca es de acero al
carbono o acero aleado, con dientes o insertos fabricados en carburo de tungsteno.

Esta estructura fue empleada en operaciones de perforación con baja

velocidad de penetración, alcanzando profundidades de hasta 12,000 pies. Este tipo
de herramienta es comúnmente utilizada en suelos duros hasta muy duros. Durante
el proceso de perforación, la broca desempeña funciones cruciales al romper, cortar
y triturar las rocas del suelo. Actualmente, la estructura se encuentra actualmente
expuesta sobre una base cubierta por roca sedimentaria (piedra de Barichara), en
un entorno urbano rodeado de paredes, aunque no cuenta con protección bajo
techo.

TIPOS DE CORROSIÓN VISTOS EN LA ESTRUCTURA

1. CORROSIÓN POR DETERIORO UNIFORME
2. CORROSION POR PICADO
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1. CORROSION POR DETERIORO UNIFORME

En la imagen, se aprecia una corrosión que se desarrolla de manera uniforme

en toda la superficie de la estructura expuesta. Este fenómeno es atribuido a la
exposición constante a la atmosfera, por lo cual conduce a la uniformidad del
proceso corrosivo. Este tipo de corrosión suele caracterizarse por ser una reacción
electroquímica que afecta al material expuesto con el agua y el oxigeno del medio.
En este proceso, el material experimenta una reducción gradual, mientras que el
óxido formado se adhiere progresivamente a la estructura.

• Procedimiento para prevenir y/o corregir la corrosión uniforme.

Inicialmente, al tratarse de un tipo de corrosión uniforme, este fenómeno tiende

a formar una capa protectora de manera natural. Por lo tanto, se recomienda
intervenir a menos que sea necesario realizar un traslado. El control ambiental
desempeña un papel importante, debido a eso se debe evitar la exposición
prologada a la lluvia o al sol para preservar la integridad de esta.
En caso de que una broca en operación inicie a presentar signos de corrosión
uniforme, se aconseja realizar una limpieza meticulosa en la zona afectada de forma
periódica como medida preventiva.
El manejo de la corrosión uniforme generalmente implica el control del pH y la
desaireación del entorno. Para un enfoque más proactivo, se pueden aplicar varias
estrategias tales como, recubrimientos protectores, uso de inhibidores y si es
necesario técnicas electroquímicas como la protección catódica.
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2. CORROSIÓN POR PICADO.

En la evidencia fotográfica aportada, se identifica la presencia de corrosión por

picado, manifestada por la formación de diminutos orificios en áreas criticas de la
pieza. Este fenómeno se manifiesta como un ataque localizado, en el cual se
observa la disolución del metal debido a la interacción entre los iones metálicos de
hierro y el oxígeno presente en el entorno.

• Procedimiento para prevenir la corrosión por picado.

Para prevenir la corrosión por picado resulta imperativo aplicar recubrimientos

protectores que establezcan una barrera eficaz frente al ambiente corrosivo al cual
se enfrenta. Este proceso debe llevarse a cabo en un ambiente controlado,
siguiendo técnicas de pintura óptimas para reducir factores de riesgo.
Adicionalmente, se puede considerar el ajuste del pH del entorno como otra medida
preventiva, respaldado por inspecciones regulares. Es importante abordar esta
forma de corrosión de manera proactiva, ya que su gravedad aumenta
significativamente una vez iniciado el proceso corrosivo localizado.

En el caso de presencia de corrosión por picado, es crucial evaluar la distancia

entre agujeros y el espesor de la zona afectada. Si la profundidad del picado supera
el 20% del espesor, es recomendable reemplazar la pieza. Así mismo, si la distancia
entre agujeros excede tres veces el espesor, las afectaciones pueden fusionarse,
intensificando el daño a la estructura. Durante la inspección física de la broca, se
observó que las afectaciones eran limitadas y no tendían a coalescer, dado el
considerable espesor en comparación con la separación entre las afectaciones.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, si se desea que la broca vuelva a

operaciones y reparar la zona afectada, el proceso resulta relativamente sencillo.
Se procede a picar la zona afectada, se aplica soldadura y se nivela con un esmeril.
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Es fundamental tener en cuenta que la exposición a la lluvia puede aumentar la

acidulación del entorno dentro del agujero, acelerando la velocidad de corrosión y
generando agujeros de mayor tamaño, lo que potencialmente compromete la
integridad de la zona afectada.
• ¿La estructura puede volver al servicio?

La broca de perforación se mantiene en un estado general positivo, con

afectaciones mínimas evidentes. En virtud de las pruebas presentadas, es plausible
reintegrar la broca al servicio. Sin embargo, se aconseja abordar los pequeños
daños causados por el tiempo de inactividad y las condiciones ambientales a la cual
fue expuesta en estos años, asegurando así un retorno eficiente y óptimo al servicio
del servicio petrolífero.

Bibliografía
• Grupo de Investigación: Perforación Jorge Luis Ramos Ramos. (2011).
Estado del arte de brocas de perforación. Revista de investigación, 4(2).
• Corrosion Atlas: A Collection of Illustrated Case Histories (3a ed.). (2018).
Elsevier Science.