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Introducción a los

Estudios del
Lenguaje y la
Comunicación
Resumen programa 2020

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UNIDAD 1
Lingüística: estudio científico del lenguaje

Según Lyons, por estudio científico del lenguaje se entiende su investigación a través de las
observaciones controladas y empíricamente verificables y con referencia a alguna teoría
general sobre la estructura del lenguaje (Cap. I). Para abordar los estudios acerca de la
problemática del lenguaje, se debe abordar el problema del objeto, cuyo inicio fue en el siglo
XX al darse estatuto científico a los estudios lingüísticos.

Saussure, lingüista ginebrino, en su “Curso de lingüística general”, plantea la necesidad de


terminar cual es el objeto de la lingüística:

- “La materia de la Lingüística está constituida en primer lugar por todas las
manifestaciones del lenguaje humano, teniendo en cuenta todo tipo de pueblos,
épocas, formas y medio de expresión” (Cap. II).
- Objeto no planteado de antemano: “Es el punto de vista el que crea al objeto” (Cap.
III). Además plantea las polaridades permanentes, complejos acústico-vocal,
fisiológicomental, social-individual, sistema establecido- evolución.

El fenómeno del lenguaje, a través de una definición operacional, puede ser distinguido de
forma objetiva, con una metodología determinada (método necesario para generar un
conocimiento empírico, objetivo y verificable). Además, se emplea un sistema de conceptos y
de categorías, con los cuales se genera un metadiscurso. Es decir, mediante procesos
metódicos, con intenciones de validad, utilizando una reflexión sistemática y razonamientos
lógicos se responde así a una búsqueda intencional.

La lingüística es una disciplina que abarca muchos contenidos, porque cubre un espectro muy
amplio de cuestiones relacionados con el lenguaje y la comunicación. Hay varios enfoques a la
hora de estudiar el lenguaje o de las lenguas en profundidad:

- Primero hay que distinguir entre objeto de la realidad y objeto de conocimiento, esto
implica un recorte y una construcción teórica.
- Si sostenemos, en términos generales, que el OBJETO de la lingüística es el Lenguaje,
nos referimos al objeto empírico que luego se recorta de diferentes maneras según el
enfoque que se tome para constituir el objeto de conocimiento.

¿Qué es el lenguaje?

Al no tener un objeto concreto, la lingüística siempre posee distintas teorías llevadas mediante
diferentes enfoques.

1) Nivel general: la capacidad humana Lenguaje.

Según Sapyr (1921) “el lenguaje es un método puramente humano y no instintivo para la
comunicación de ideas, emociones y deseos por medio de símbolos producidos
voluntariamente…” Según Lyons, la definición de Sapyr posee defectos. Los términos “idea,

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emoción y deseo” son muy amplios e imprecisos y gran parte de lo que se comunica por medio
del lenguaje no queda cubierto.

Según Bloch y Troger: “La lengua es un sistema de símbolos vocales arbitrarios por medio del
cual coopera un grupos social.” Se resalta su uso social.
Según Hall (1968), el lenguaje es “la institución con que los humanos se comunican e
interactúan entre sí por medio de símbolos arbitrarios orales y auditivos de uso habitual”

Según Robins (1979): “tienden a ser triviales y carentes de información, a menos que
presupongan alguna teoría general sobre la lengua y el análisis linguistico” Esto referido a las
demás definiciones, ya que Robins no da una propia.

Según Chomsky (1957): “de ahora en adelante considerare una lengua como conjunto (finito o
infinito) de oraciones, cada una de ellas finita en longitud y compuesta por un conjunto finito
de elementos.”

2) Menos general: sistema concreto Lengua natural.

Se debe diferencias los sistemas de comunicación animal del lenguaje humano por su relación
con el pensamiento (que contenidos se puede manifestar en cada sistema) y con ello si hay
posibilidad de realizar producciones nuevas o si hay un limita para tal producción, es decir, el
aspecto creativo. Finalmente, qué relación tienen con el estímulo, cuando una institución crea
un sistema de comunicación lo hace con un objetivo predeterminado.

Lenguas naturales: tienen una aparición espontanea, sin fines específicos e independientes del
estímulo. Según Lyons, el lingüista se ocupa primordialmente de estas lenguas.

Lenguas artificiales: creadas intencionalmente con un fin específico.

Lenguas animales o “lenguaje” animal: con aparición espontanea, con fines específicos y
dependientes de los estímulos.

El lenguaje animal más estudiado es aquel de las abejas por parte de Karl Von Frisch. Este
sistema lo utilizan las especies para informar a sus semejantes la distancia de la fuente, la
dirección a la que se debe volar según la posición del sol, y el tipo y cantidad de alimento
hallado. Otros funciones son la proximidad del peligro, la intención de apareamiento, y la
orientación en el espacio. Las abejas utilizan movimientos circulares que varían por la
orientación, tiempo y la intensidad de ese movimiento. El contenido del mensaje depende de
lo nombrado y solo lo da quien hizo el descubrimiento del alimento. Las abejas no crean
nuevos significados, no pueden mentir y no pueden referirse a una realidad que no se sujete a
estímulos inmediatos.

En conclusión, el lenguaje animal está sujeto al presente, a las circunstancias y necesidades


inmediatas, tienen poca posibilidad de creatividad y es de carácter innato. Mientras que, el
lenguaje humano, es abierto y multifuncional, el comportamiento linguistico está en control
del usuario y es una herramienta versátil y flexible que permite que el usuario comparta sus
estados mentales y exprese o contemple la realidad de distintas perspectivas. El lenguaje es un
poderoso sistema generativo de infinita construcción.

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Con respecto a los lenguajes artificiales tales como el sistema de escritura, el lenguaje de
computación o el código de señas, son sistemas de signos al igual que el lenguaje humano. La
principal diferencia está entre lo artificial y lo natural, el primero fue creado con un fin
específico mientras que el natural está en nuestro organismo, es algo biológico.

Los lenguajes artificiales se clasifican en:

1) Lenguas auxiliares: pretenden un medio de comunicación para individuos de distintas


lenguas maternas. Tales como el esperanto, creado por Zamenhof para ser fácil de
aprender y neutral para comunicaciones internacionales. Otro ejemplo es la
interlingua (ILA).
2) Lenguas experimentales: pueden ser lógicas o filosóficas. Dentro de las lógicas, el
Loglan, fue creado para la investigación lingüística, intentando demostrar la hipótesis
de Sapyr-Whirf. Mientras que las filosóficas reflejan algún aspecto de la filosofía.
3) Lenguas artísticas o ficcionales: fin estético del entretenimiento, como el simlish.

En síntesis, las lenguas artificiales son productos de creación consiente e intencional con una
función determinada. Su empleo se restringe a dominios específicos, que pueden ser científico,
técnico, comercial o artístico, y que exigen un aprendizaje deliberado. Por otro lado, las
lenguas naturales son producto de programación biológica y no dependen de un acto de
voluntad, además de no tener un propósito determinado.

Acerca de las lenguas naturales: podemos sostener que la lingüística “desea saber si todas las
lenguas naturales tienen algo en común que al propio tiempo no esté presente en los demás
sistemas de comunicación humanos, algo tan especifico que autorice la aplicación del término
“lengua” en forma exclusiva…” (Lyons, Cap. I)

La prioridad de la lengua hablada sobre la escritura:

Las gramáticas tradicionales se limitaron a describir la lengua escrita con fines normativos. La
escritura es semejante a una lengua artificial, como sistema secundario, imperfecto (porque no
puede manifestar todo lo que manifestamos desde la oralidad) y está creado con un fin
específico como la perduración y la trascendencia de la oralidad.

La tradición gramatical ha sido prejuiciosa por su tendencia normativa y jerarquizadora de la


lengua escrita. Aun así, la lingüística científica ha intentado modificar el equilibrio en favor de
la oralidad. Para los estudios lingüísticos es necesario priorizar la oralidad.

Según Lyons, se siguen cuatro principios para demonstrar la prioridad de la lengua hablada:

1. Prioridad histórica: la escritura surgió en el 3500 A.C. en Mesopotamia, donde los


sumerios la utilizaron para realizar intercambios económicos. Por otro lado, sabemos
que antes de tal fecha el hombre habló. Pueden existir culturas sin escritura pero si o si
con cultura oral, nunca hubo escritura sin oralidad.
2. Prioridad estructural: en cualquier sistema de escritura la combinación de letras no es
predecible. No podemos determinar, a partir de grafemas, cuál será su combinación.
En cambio, oralmente, es predecible ya que no podemos pronunciar muchas

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consonantes juntas. Las combinaciones son dependientes de las propiedades del
medio mismo en que se manifiesta y por las restricciones de la lengua.
3. Prioridad funcional: la lengua oral posee más uso que la escrita. La escritura nace como
un instrumento de comunicación con características de lengua artificial. La oralidad
comparte funciones sociales con la escritura, pero no comparten la función social
básica y fundamental de la oralidad, la cual permite las relaciones sociales. Por su
parte, la escritura ha sido instrumento o vehículo de expresión política, jurídica,
administrativa, instancias reguladoras de la vida social y también de la expresión
cultural, como la literatura, la ciencia, y la comunicación periodística. Sin embargo, las
funciones múltiples de la oralidad superan la presencia que tiene la lengua escrita.
Gracias a las nuevas tecnologías, la oralidad supera a la escritura en situaciones o
ámbitos mencionados como medios de comunicación audiovisual o llamadas
telefónicas conocidas como oralidad secundarias.
4. Prioridad biológica: la oralidad es involuntaria y no requiere entrenamiento especial,
mientras que para escribir necesitamos instrucciones, entrenamiento y maduración
motriz. Nadie decide que hablar ni que lengua será la materna, la oralidad está
condicionada genéticamente.

La escritura es otro sistema de representación, siempre imperfecto porque no puede


representar todos los significados de la oralidad. Es un sistema secundario cuyo fin es
preservar la oralidad, es artificial y, al igual que la imprenta o computadoras, la escritura es una
tecnología que necesita herramientas tales como la pluma, una estructura, papel, etc.

Objeto de estudio Lengua natural:

El primer problema del objeto fue la elección entre la oralidad o la escritura, el cual ya ha sido
explicado. El segundo problema son las variedades que las lenguas naturales poseen en el uso.

Ficción de homogeneidad es la idealización metodológica de la ciencia en la construcción del


objeto de conocimiento. Al objeto de estudio, lenguas naturales, se le abstrae aquellas
propiedades que no estén sometidas a variación. Se debe recordar que las lenguas naturales
no son homogéneas, entre los hablantes de una mismas lengua existen diferencias fonológicas
(iueve/yueve), léxicas (computadora/ordenador) y sintácticas (la quiero mucho/le quiero
mucho).

Propiedades de las lenguas naturales: (al abstraer las variaciones)

1. Transferibilidad: independientes del medio en el que se manifiestan, es decir, el canal


de comunicación. Son trasferibles de un medio a otro, el hecho de poder escribir y
hablar en español no cambia sustancialmente la lengua natural. Se puede transferir al
sistema braille o al morse sin inconvenientes.
2. Reflexibilidad: un sistema semiótico es reflexivo cuando puede referirse a sí mismo.
Benveniste dice que la lengua es el único sistema que habla de sí mismo con sus
propios elementos, la función metalingüística. Por ejemplo, antes de “p” y “b” se
escribe “m”, “rojo” tiene 4 letras.
3. Arbitrariedad: propiedad de todos los signos, no hay una relación natural o lógica entre
forma y significado. Tiene que ver con una convención o algo “inmotivado, no hay
vinculo necesario entre significado y significante” (Saussure).

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4. Doble articulación o dualidad: toda lengua presenta unidades en dos niveles, por si
solas no tienen significado (unidades distintivas-fonemas-) y otras que si tienen
significados (unidades significativas como morfemas, palabras y oraciones-). Esto
posibilita la economía de elementos del sistema, de una gran combinación obtiene
más infinitos elementos. Las unidades distintivas, o secundarias, componen unidades
significativas, o primarias.
5. Discreción: la lengua humana tiene carácter discreto, de una cantidad finita de
elementos puedo crear una cantidad infinita de enunciados gracias a que es posible
segmentar. La lengua es segmentable, se discrimina o se separa en oraciones, estas en
palabras, luego en morfemas y por último en fonemas. Esto se opone a lo continuo, no
se pueden separar elementos de la danza de las abejas. La discreción de la lengua
actúa en conjunto con la arbitrariedad para aumentar la versatilidad de la lengua.
6. Productividad: aspecto creativo que se constituye de la diferencia más llamativa entre
humanos y animales o maquinas. Los seres humanos no nos limitamos a repetir lo que
oímos. Generamos siempre frases nuevas que no hemos escuchado y son adecuadas a
situaciones determinadas. La llamada infinitud discreta, propiedad de los números que
los niños traen consigo, toda lengua es un conjunto infinito de elementos generados a
partir de un conjunto finito de elementos menores.
7. Dependencia estructural: las lenguas humanas se organizan en un orden jerárquico, no
siempre lineal. Hay reglas linguisticas que no siguen una lógica lineal, hay una jerarquía
dentro de los elementos de la lengua que permite ciertos movimientos dentro de la
oración. Los movimientos no son por linealidad, sino por estructura jerárquica. Las
reglas y procedimientos de la sintaxis se realizan de a cuando a la estructura.
8. Movimiento de constituyentes: escuchar un sintagma en un lugar de la oración e
interpretarlo en otro. Un constituyente puede moverse de su posición sintáctica si lo
requiere. Por ejemplo, los pronombres interrogativos o el ascenso del sujeto con verbo
parecer.
9. Indecencia de los estímulos: las lenguas humanas están libes del control de los
estímulos del medio. Es posible la prevaricación, dos enunciados falsos o ficticios,
opuestos a la realidad. Además del desplazamiento, referirse al estado de cosas
presentes o no en el entorno inmediato. Estos últimos dos elementos no están
presentes en lenguas animales.

Los estudios sociolingüísticos reconocen diferencias en pronunciación, vocabulario y gramática


en una comunidad hablante, realizado mediante la extracción de variaciones de un objeto
teórico llamado lengua estándar (objeto artificial).

- Dialectos: variación de una lengua en determinadas zonas geográficas. De donde


deriva depende de cuestiones políticas e históricas. Especie de sistema menos de
lengua donde todas las variantes de una lengua son dialectos pero uno puede ser el
oficial o el más usado.
- Sociolecto: variedades de la lengua relacionado a los aspectos sociales del usuario y su
nivel educativo.
- Cronolecto: variedad por edad del usuario o variación por época.

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- Jergas: lenguaje técnico en grupos sociales y profesionales como médicos, lingüistas,
etc. El argot son palabras, frases o enunciados de personas de una misma posición,
rango, que favorece la identificación de sus miembros. El argot es más social y la jerga
es más profesional.
- Registro: variación dependiente de situaciones comunicativas y el tipo de
comunicación que se establece en cada uno de ellos como formal, informal, técnico,
coloquial, etc.
- Idiolecto: variación de un individuo en concreto, cada uno tiene una manera
característica de hablar diferente a los demás hablantes. Una delimitación extrema de
los lectos de una lengua.
- Acentos: distinciones de pronunciación y variaciones por zona geográfica, conjunto de
particularidades fonéticas que caracterizan a una región geográfica por una descendía
cultural, ritmo, sonidos, melodía.

Las variaciones son abstraídas en la construcción del objeto “lengua estándar”. La


estandarización es la intervención humana directa y deliberada que consiste en seleccionar
una variedad dialectal como lengua oficial.

Los procesos de lengua estándar son:

- Proceso de codificación: fijar un diccionario y establecer una gramática normativa,


hablar bien o mal depende de consideraciones normativas y sociales históricamente
determinadas.
- Proceso de elaboración funcional: relacionada a elites nacionales, grupos prestigiosos
que toman decisiones estatales, también relacionado a la literatura.
- Proceso de aceptación: por parte de la comunidad, por decisión propia o
gubernamental como lengua nacional y elemento unificador.

Teorías linguisticas:

“Las teorías y sus ideologías esenciales” de Parret H. (1984), aborda los presupuestos
ideológicos de las teorías linguisticas, es decir, aquello ideológico del discurso linguistico. Para
ello distingue entre la ideología interna y externa.

La ideología externa se refiere a aquella ideología empleada para fines determinados o


precisos, uso ideológico de una teoría lingüística. En un sentido concurrente, Parret se refiere a
Chomsky como socialista que tiene una ideología determinada, no hay conexión lógica entre la
idea sobre el lenguaje y la ideología política.

La ideología interna, los lingüistas adoptan aun a su pesar por sus disposiciones
paradigmáticas. Parret toma el sentido de paradigma según Kuhn y Foucault, para ellos hay
periodos paradigmáticos que tienen rupturas y cambios de paradigma. Un paradigma se define
como un modelo de descripción y explicación donde surgen las teorías y no pueden ser
cuestionados por estas. Los paradigmas naturalmente están insertos en la historia de una
sociedad y su cultura, las teorías nacen dentro de una de ellos y no pueden evitarlo ni
modificarlo.

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Las posiciones paradigmáticas de las teorías linguisticas contemporáneas: una responde al eje
de la función representativa del lenguaje y otra concierne a la función comunicativa del
discurso. Ambas funciones son reconocidas por todas las teorías del lenguaje.

La función representativa es la relación del lenguaje con el pensamiento, contenido


privilegiado en el que la validez cesta dada por la adecuada representación del mismo. Es el eje
paradigmático que puede encontrarse en cualquier teoría lingüística y surgen dos
concepciones distintas: la expresionista y la articulista.

La función comunicativa del discurso tienen que ver con la interdiscursividad, es decir, el uso
que le dan los individuos al lenguaje en situaciones contextualizadas. También con dos
concepciones: formalista y funcionalismo.

Función representativa:

1. Posición articulista o estructuralismo que ve el lenguaje como modelador del


pensamiento, antes solo hay caos, no hay pensamiento antes del lenguajes. El signo
denominado “articulus”, siempre considerado en un sistema que representa como
molde del contenido mental. Saussure, en su “Curso de lingüística general” expone
desde esta posición la teoría de la lengua y el signo linguistico, antes de él lo hizo el
filósofo del siglo 18, Codillac, para el cual no hay pensamiento sin lenguaje ni
conocimiento fuera del lenguaje. Conocer la verdad es conocer lo discursivo. Se debe
recordar el desarrollo de esta teoría sobre el objeto de la lingüística, la lengua, la parte
sistemática del lenguaje como principio de organización de todas las manifestaciones
del lenguaje, un sistema de signos lingüísticos y la teoría sobre el signo como entidad
psíquica de dos caras -concepto, significado- , y una huella psíquica del sonido o
imagen acústica –el significante-. Todo esto de una serie de polaridades que se
abordan para dar cuenta del desarrollo de la propuesta, lengua,-habla, sincronía-
diacronía, significado-significante, sintagma-paradigma, etc. Para este enfoque el
lenguaje articula
el pensamiento, Parret les llama articulista debido a que Saussure, en un fragmento de
su texto, nombra al signo como articulus, es decir, el molde de una idea lo que articula
el pensamiento.
2. La concepción expresionista o generativismo, para lo que representación es expresión,
concibe que el lenguaje representa, expresa el pensamiento como espejo o reflejo de
la mente. Esta concepción está representada por Chomsky, iniciado en la década de los
50 y surge en el marco de la perspectiva cognitivista. Hubo un cambio de perspectiva
en este enfoque porque se pasa del estudio del comportamiento y los textos al estudio
de los mecanismos internos que participan en el pensamiento y la acción. Surge contra
las premisas del empirismo conductista de la época. Esta idea de representación como
expresión fue adoptada por descartes en el sigo 17 y en el siglo 20 por Chomsky, para
quien la gramática expresa la realidad mental de una hablante ideal, hablar es
desarrollar una facultad mental. La teoría generativista, es la gramática universal la
que recoge los principios y propiedades que poseen todas las lengua. La competencia,
lo que sabe el hablante de su lengua, una gramática, es el centro de atención; mientras
que la actuación, el uso de eso que sabe el hablante, es para Chomsky, lo que debe ser
abordado por estudios de otra índole que no interesan en este enfoque.

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Función comunicativa:

1. Representada en Wittgenstein, para quien el lenguaje se presenta como una forma de


vida, un hecho social cuyo exponente se da en el lenguaje ordinario, el de todos los
días. Para Wittgenstein, el lenguaje es una ciudad antigua, sin planificación, donde lo
nuevo va rodeando a lo viejo, no es algo geométrica ni una estructura acabada, es
abierto, heterogéneo y diversificado como todas las prácticas sociales. A esta posición
funcionalista podemos ponerle la perspectiva formalista, en el sentido de considerar
un lenguaje formal y gramaticalizado por una parte, y por otra como algo individual e
internalizado, anterior a las comunicaciones sin ninguna relación directa con esta.

Tenemos entonces dos ejes paradigmáticos con cuatro posiciones diferentes. El primer eje
articulista o expresionista, el segundo formalista-funcionalista. Una posición paradigmática es
una posición ideológica.

Palací, en “Perspectivas sobre el lenguaje” (2003), plantea también dos paradigmas del
lenguaje:

1er paradigma: concibe el sistema de manera autónoma llamado lingüística de la lengua, en


donde se incluye al igual que Parret, al estructuralismo y al generativismo (Saussure y
Chomsky, respectivamente) y agrega el distribucionalismo de Bloomfield. El punto de partida
del distribucionalismo es la psicología behaviorista, extrae ante todo un método para
descomponer los enunciados del corpus para hacer un análisis en constituyentes inmediatos.
Bloomfield propone que la lingüística se limite a describir el lenguaje al margen de toda
consideración mentalista y sobre todo absteniéndose del sentido de las palabras.

2do paradigma: parecido al de Parret en tanto paradigma de función comunicativa, es el que


Palací llama lingüística del discurso, enunciado o mensaje. Perspectiva innovadora que
manifiesta a mediados del siglo 20 como revolución al punto de vista filosófico del lenguaje, es
decir, como reacción contra ciertas posturas estáticas de la filosofía. Su objetivo es prestar
atención a las formas en que se utiliza el lenguaje según su contexto en el que se da la
situación comunicativa e intentar comprender los rasgos de esa situación, lo que para
Wittgenstein es el lenguaje ordinario. En otras palabras, se enfoca en los significados que se
desprenden de los hablantes, las circunstancias, los motivos, las actitudes que se manifiestan al
poner en acción el lenguaje.

A diferencia de Parret, Palací detalla más perspectivas, como el funcionalismo de Jakobson-


Trubetzkoy, la etnografía del habla de Hymes y los enfoques ideológicos de Bajtín - Bourdieu
(se verán en unidad 5).

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UNIDAD 2
Modelo estructuralista

Empieza a tomar forma a principios del siglo XX con una serie de cursos que Ferdinand de
Saussure dio en 1906 y 1911 y luego sus discípulos publicaron en 1916 como “Curso de
lingüística general”

El estructuralismo es el primer intento teórico que intenta organizar los hechos del lenguaje.
Antes existían estudios variados sobre las lenguas pero, a fines del siglo IXX, aparecieron leyes
que intentaron explicar el desarrollo y evolución de las lenguas, logrando que los estudios del
lenguaje adquirieran un matiz científico.

Saussure marca un hito en los estudios lingüísticos ya que recorta un objeto de estudio,
establece un método de análisis y se propone a incluir la lingüística a un marco científico
determinado. La primera idea de Saussure fue que la lingüística, a diferencia de las otras
ciencias, no tiene un objeto de estudio dado de antemano, sino que va a ser el punto de vista
que adoptemos lo que determine cuál es el objeto de estudio. “Es el punto de vista el que crea
el objeto” (Introducción Cap. 3)

Los fenómenos del lenguaje presentan siempre dos aspectos, siendo el planteo de dualidades
lo que es constitutivo del pensamiento de Saussure. Los fenómenos del lenguaje pueden verse
desde dos puntos de vista. Saussure propone delimitar el objeto de estudio que él denomina la
lengua. Ésta siendo una parte esencial del lenguaje, producto social, como conjunto de
convenciones necesarias en el sentido de una práctica socialmente aceptada a partir de la
costumbre. La lengua es exterior al individuo, el mismo no puede crearla ni modificarlo, objeto
que se denomina LENGUA-E, lengua externalizada que existe con independencia de los
hablantes, ajena al sujeto que es en definitiva una práctica social.

Para caracterizar el objeto, Saussure lo pone en relación con los conceptos de lenguaje y habla,
a los que no les dedica mucho análisis. Saussure caracteriza al lenguaje como una facultad
natural heteróclita, multiforme, física-fisiológica y psíquica y perteneciente al dominio
individual y social.

1- Es heteróclita porque es extraña y poco habitual por las dualidades que posee.
2- Es multiforme porque:
A- Incluye procesos psíquicos ósea un estímulo determinado que, al escuchar una
palabra, nuestro cerebro asocia un concepto o significado con una imagen acústica
lo cual sería una representación mental del sonido.
B- Procesos fisiológicos porque, una vez producida la asociación psíquica, el cerebro
transmite un impulso a los órganos de fonación así articulamos y pronunciamos
una palabra a través de nuestro aparato fonador.
C- Procesos físicos porque las ondas sonoras se propagan de la boca de un individuo
al oído de otro.
3- Es social-individual porque incluye a la lengua, caracterizada como la parte social del
lenguaje, y al habla, como la parte individual.

La lengua es un objeto bien definido que Saussure la caracteriza como:

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1- Homogénea: porque es psíquica.
2- Psíquica por aquellas porción determinada del circuito de la palabra, como una imagen
acústica o representación mental de un sonido se asocia con un concepto.
3- Es social porque existe en virtud de un contrato establecido entre los miembros de una
comunidad. Si bien se presenta en el cerebro, solo se completa en los individuos de
una misma comunidad en la práctica del habla.
4- Es resultado de un registro pasivo, no depende del acto de voluntad ni de reflexión
individual.
5- Es sistemática, un sistema, un todo organizado y no un simple conjunto desordenado
de unidades. Es decir, es una estructura en la que cada uno de los elementos se define
por su relación con los otros elementos del sistema.

En contra posición a la lengua, se puede caracterizar al habla, el cual es heterogéneo porque es


psicofísico al intervenir la lengua y además el aparto fisiológico, aquel que permite
exteriorizarla ósea aparato de emisión y audición. Es individual porque es un acto de voluntad
del individuo que la pone en práctica y por lo tanto tiene realización variadas, no todos
hablamos igual más allá que el sistema de lengua que utilicemos el mismo. Finalmente se
deduce que para Saussure el habla no es un todo organizado es asistemático.

La lengua es el objeto de estudio y es entendida como un sistema organizado de signos, ósea la


unidad de la lengua es el signo. Saussure lo define como una entidad psíquica que tiene dos
caras. Es psíquica porque se produce en el cerebro, la asociación de una imagen acústica,
representación mental del sonido, y un concepto.

Estas dos partes del signo son indisociables, las cuales llama el significante ósea parte
materialacústica en el caso de la oralidad, y el significado o concepto. Ambas partes
constituyen el signo.

Saussure sostiene que el signo NO ES la unión de una palabra con una cosa u objeto del
mundo, sino que es la unión producida en el cerebro de la representación mental de una
sonido y de su significado como entidad general y abstracta de la que puede ser.

Se puede comparar los signos lingüísticos con los signos de otros sistemas como por ejemplo
los signos gráficos. Los signos gráficos poseen como significante o soporte material a imágenes
visuales que me remite algún tipo de significado.

Propiedades del signo lingüístico:

1- Arbitrariedad: en el sentido de carencia de lógica, referido a que no hay relación


alguna de ningún orden entre significado y significante, el signo lingüístico es
inmotivado no tiene razón de ser, es el resultado de una convención que nosotros
emitamos la cadena sonora “gato” para representar el concepto de felino, mamífero,
cuadrúpedo, etc. Otras lenguas pueden utilizar otra imagen acústica para emitir el
mismo u otros conceptos.
2- Linealidad del significante: el significante o imagen acústica se da en el desarrollo
temporal, es decir se puede medir solo en la línea de tiempo, por eso los signos
lingüísticos aparecer en una sucesión lineal, uno tras otro sin superponerse. Si se lo

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compara a otros sistemas como los signos gráficos, estos admiten superponer signos,
esta superposición en la cadena oral no es posible.
3- Mutabilidad e inmutabilidad: dualidad del signo lingüístico, aparente contradicción o
paradoja. La mutabilidad el cambio y la inmutabilidad algo que no cambia, se
desprenden de la arbitrariedad. El signo es inmutable según Saussure porque todo
sistema lingüístico tiene un gran número de signos que se relacionan entre sí de
manera compleja, aun así no hay relación lógica para que una imagen acústica tenga
determinado significado, otro motivo es que en general la comunidad hablante tiende
a ser conservadora y finalmente, el signo permanece inalterable porque los cambios
afectarían la comunicación. Esta idea nos pone en el punto de vista del hablante y la
estructura organizada de la lengua en un momento determinado.
La mutabilidad se puede observar si nos posicionamos desde el punto de vista de los
individual y lo temporal, el cambio es el resultado del efecto del habla + tiempo. Se
produce un desplazamiento entre la relación del significado y significante, cambia
partes del sistema a partir de este desplazamiento que se da en el desarrollo del
tiempo, por ejemplo, el significante enervar en el siglo 16 se utilizaba con el significado
de apaciguar contrario al día de hoy que se utiliza con el significado de irritar. El paso
del tiempo produjo que se desplazara un significado adjudicado a un mismo
significante.

Diacronía y sincronía: dos puntos de vista para los estudios del lenguaje según las perspectivas
que adoptemos, siguiendo las dualidades que plantea Saussure.

La Diacronía o estudios diacrónicos implican observar los cambios que pueden sufrir partes del
sistema con el paso del tiempo, es decir, de las relaciones de términos sucesivos que no
forman un sistema. Los cambios ocurren en partes de la lengua, no en todo el sistema.

En cambio la sincronía o estudios sincrónicos abordan un estado de lengua, se analizan las


relaciones que permiten unir términos que coexisten y que forman un sistema en un momento
determinado. Es decir, con este estudio hacemos un corte en el tiempo, a ver como es el
sistema de la lengua española en tal siglo, y estudiamos en ese corte un sistema determinado
que aparece como tal ante la conciencia de los hablantes. Los hablantes al hacer uso de la
lengua no prensamos de donde viene y como era antes, por eso Saussure concluye que lo
propio de la lengua en tanto sistema es lo sincrónico, es decir, importa un estado de lengua en
un momento determinado tal como aparece ante la conciencia de los hablantes. El estudio de
la lengua como sistema es sincrónico.

La noción de valor: una propiedad del sistema.

La lengua en cualquier momento de su existencia, al hacer un corte sincrónico para estudiarla,


se presenta ante los hablantes como un todo organizado. Saussure le llama SISTEMA a esta
organización, sus sucesores utilizaron frecuentemente el termino ESTRUCTURA. Las unidades
del sistema son los signos, unidades con significante y significado. Es un sistema o estructura,
ósea como un orden y regulación de las unidades. Un elemento lingüístico no es un dato
asilado, no vale por sí mismo, porque las operaciones necesarias para determinar una unidad

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presuponen que esa unidad sea puesta en relación a otras. Por ejemplo la palabra joder la
ponemos en relación con signos como estorbar o molestar, o con bromear o hacer un chiste,
sin embargo, en otro estado de lengua como el español en España, el significante joder puede
referirse a un significado de copular o tener relaciones sexuales.

En un momento determinado de la lengua no percibimos algo de este estilo, solo percibimos el


valor que tiene un elemento al ponerlo en relación con otros términos sistemas.

En definitiva para Saussure existen dos tipos diferentes de significación, el signo en forma
aislada como contraparte del significante o imagen acústica. La otra forma es el valor que surge
de la relación y oposición de un signo con otros dentro del sistema, la lengua es un sistema
donde todos los términos son solidarios, donde el valor de uno va a derivar de la presencia
simultánea de otros. El valor es una propiedad del sistema, no del signo, porque es un
resultado de la presencia simultánea de otros signos con los que se establecen relaciones.

La noción de valor es central en la propuesta de Saussure para comprender a la lengua como


sistema. Si se lo compara con otros sistemas, por ejemplo, el sistema de valores cromáticos y
acromáticos, el valor cromático del color rojo se determina en relación con un anaranjado
intenso o purpura, o escalas de valores de acromáticos que van desde el blanco hasta el negro
pasando por varios tonos de gris, donde la intensidad de cada gris es determinada en su
relación con los otros grises.

El valor es neutro respecto a la relación de significado y significante porque es una oposición


entre los signos tomados como una totalidad pero también se da como la oposición entre los
significados o entre los significantes. En ese sentido, el valor tiene dos aspectos, un aspecto
material referido al significante, y un aspecto conceptual que corresponde al significado o
concepto.

En el aspecto material no importa el sonido, sino las diferencias fónicas que nos permiten
distinguir de una palabra u otra, sala y mala se diferencian a partir del cambio de un fonema, la
pronunciación puede ser flexible mientras haya distinción entre los sonidos. En español
podemos alargar los sonidos vocálicos y no surge diferencias, pero en el inglés hay diferencias
fonológicas entre las vocales dependiendo de su duración.

En el aspecto conceptual, Saussure dice que la unidad lingüística es un valor constituido por:

1- Una cosa desemejante susceptible de ser trocada por otra cuyo valor está por
determinar, es decir, algo que no pertenece al mismo sistema pero adquiere valor
en el cambio que se establece. Por ejemplo, si compramos dos caramelos con un
peso, siendo que los caramelos no son unidades que correspondan al sistema
monetario, el valor del peso se determina en la posibilidad de trueque o cambio.
2- Cosas similares que se pueden comparar con aquella cuyo valor está por ver, es
decir, elementos del mismo sistema que se puede realizar una comparación para
establecer el valor de una unidad. Por ejemplo, el peso se puede comparar con el
dólar, en la medida que funciona como referente del sistema monetario
internacional para determinar el valor de otras monedas, en este caso el peso.
Un ejemplo lingüístico de la noción de valor, el valor de rock se puede comparar
con un sistema de ideas o enciclopédicos que se caracteriza por ciertas melodías o

1
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por su ritmo fuerte o transgresor, pero si lo relacionamos con otros términos del
sistema de la lengua, el rock es lo que no es pop.

El valor es el resultado de las relaciones que establecen los signos dentro del sistema, acerca
de esas relaciones existen dos tipo según Saussure. Por un lado las relaciones sintagmáticas,
los signos se organizan en una cadena basada en la linealidad del significante que prohíbe que
pronunciemos dos fonemas al mismo tiempo, relaciones que se establecen entre dos o más
unidades consecutivas vinculadas en un encadenamiento que se da en presencia, es decir que
los términos se hacen efectivos, se realizan en la cadena. En “descubrimiento” tenemos el afijo
“des” el núcleo del verbo “cubrí” y el sufijo “miento”. Saussure toma a la lengua como objeto y
al analizar estas relaciones, estas no exceden el ámbito de los signos o frases hechas que
equivalen a un signo, Jakobson aplica estas relaciones al habla y al discurso planteando que
toda oración o enunciado es una combinación lineal de unidades o sintagma.
Las relaciones paradigmáticas o asociativas se establecen por asociación y se dan en ausencia,
las unidades instauran relaciones asociativas por similitud o por diferencia en la memoria
virtual del hablante es decir si asociamos un signo con otros, esos otros no se hacen efectivos
en el sintagma sino que se mantienen en la mente. Por ejemplo frente al termino mansión,
podemos asociarlo mentalmente con otros términos de la lengua, en cuanto relaciones de su
significado podría ser con cualquier signo que designe viviendas como casa o palacio, y si nos
basamos en su significante podemos asociarlo que termine con la misma imagen sonora que
terminen, en este caso “sión” como puede ser pasión, canción, revolución, etc.

Relaciones sintagmáticas (combinación lineal en presencia) y paradigmáticas (asociación


mental en ausencia) son mecanismo que actúan permanentemente en el sistema de la lengua
y de forma muy productivas, cuando creamos nuevas palabras a partir de préstamos con otras
lenguas, lo hacemos sobre la base de ambas relaciones. Clickear, chatear o stalkear son
combinaciones sintagmáticas formadas a partir de una base del inglés + el sufijo español –ear
que significa acción o causa y esa combinación resulta de asociar en nuestra mente verbos del
español con la misma combinación que implica que poseemos un paradigma como por
ejemplo gol-ear, cabec-ear, etc. Además del paradigma que ya tenemos en la mente con
terminaos que se originan en base al inglés.

Sucede algo similar cuando producimos términos como distraimiento, garantizacion o


escritamente, en la que podemos decir que hay un error sistemática es decir es un error
producido por el sistema mismo, estas combinaciones que aparecen en la fluidez y
espontaneidad del hablar surge de asociar con la formación de otros signos como por ejemplo
para distraimiento tenemos pensamiento y sentimiento, para garantizacion, organización y
civilización.

El método estructural de Benveniste: Los niveles de análisis lingüístico.

(Problemas de lingüística general 1)

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La segmentación en la oralidad es un problema a abarcar. La segmentación de un sintagma se
puede desarrollar gracias a las sustituciones posibles en el sintagma. El procedimiento es la
base del análisis distribucional, como afirma Benveniste, consiste en segmentar una extensión
en porciones cada vez más reducidas hasta llegar a elementos no descomponibles.
Paralelamente se identifican esos elementos por las sustituciones que admiten en un lugar
determinado del sintagma, este procedimiento se basa en dos operaciones, la segmentación y
la sustitución. El método de distribución en el análisis consiste en definir cada elemento a
partir del entorno lingüístico que se encuentra, y se realiza mediante una doble relación, por
un lado una relación sintagmática de la unidad, vemos la unidad dentro del sintagma que la
contiene y la ponemos en relación con las otras unidades presentes en el sintagma. Por otro
lado una relación paradigmática asociativa de la unidad, ponemos esa unidad en relación a
otras unidades posibles por la cual pueden ser sustituidas dentro del lugar del sintagma.

La segmentación permite delimitar unidades y establecer o determinar su forma, se puede


segmentar en palabras, después segmentar en morfemas de unidades de significado y por
ultimo identificar unidades de sonidos o fonemas. Cada una de estas unidades que se
segmentan, corresponden a formas diferentes. La operación de sustitución permite definir las
unidades por el contexto que aparecen y permite establecer la función de cada unidad, como
pronombres, desinencias verbales, adjetivos, etc.

En relación con lo anterior, Benveniste plantea que la noción de nivel es esencial en la


determinación del procedimiento de análisis y establece 4 niveles diferentes de análisis.

1- Merismático, que viene del griego merismo: delimitación, constituido por


rasgos distintivos, es decir, características sonoras que permiten diferencias
morfemas clasificados por el modo de articulación, punto de articulación y por
la actividad de las cuerdas vocales (si vibran o no vibran). Por ejemplo, la
primera “p” en “pop” es oclusiva, porque primera creamos una obstrucción y
luego liberamos el aire, es bilabial, porque se produce juntando los labios, y es
sorda porque no implica vibración de las cuerdas vocales. Además de ser
identificables, son sustituibles, es decir que la “p” puede ser sustituida por “b”
pero no son segmentables ya que es la unidad menor o nivel mínimo.
2- Fonemático: los fonemas, unidades de sonido efectivamente aislables que
admiten segmentación en rasgos distintivos y son sustituibles. Las
sustituciones producen cambios en el siguiente.
3- Del signo o nivel léxico: está constituido por formas libre como palabras o
formas ligadas ósea morfemas, que se ligan a otra unidad. Las unidades de
este nivel tienen significados, son segmentables en unidades menores y
sustituibles. Por ejemplo en “in-sol-ar” la palabra sol puede ser sustituido por
“corp” para crear “in-corp-ar”.
4- Categoremático: viene del griego y significa predica, participa en otra orden de
nociones, ya que una frase es un todo cuyo significado no resulta de la suma
de sus partes, el sentido del todo está repartido en el conjunto de sus
constituyentes. Por ejemplo en “Todos los soles no son iguales” es posible
segmentar constituyentes, más allá del significado de cada signo, la frase tiene
un sentido a partir de la relación de sus constituyentes, pero si cambiamos un
constituyente o si invertimos sus posiciones, el significado cambia totalmente.

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Nivel superior del análisis, una frase es segmentable pero no sustituible, se
caracteriza por presentar una variedad infinita de posibilidades a partir de la
frase se sale del dominio de la lengua como sistema de signos y se ingresa en
el de la lengua como instrumento de comunicación, al dominio del discurso.

El nivel es un operador del análisis ya que permite definir la distribución de un elemento y sus
posibilidades de combinación, una unidad determinada se clasifica como unidad cuando
podemos integrarla en un nivel superior de análisis.

Cada unidad entra en dos formas de relación, entre los elementos del mismo nivel las
relaciones son de distribución o relación distribucional, las unidades se distribuyen dentro de
un sintagma. Las relaciones integrativas son entre unidades de diferentes niveles donde una
unidad se integra en un nivel superior, podemos reconocer una unidad como parte en un nivel
determinado solo si podemos identificarla como integrante de un nivel superior.

Benveniste: Los sistemas de signos y sus relaciones. (“Semiología de la lengua” de 1974)

Desde la perspectiva del modelo estructuralista, la lengua es un sistema semiótico, pero dentro
del estructuralismo se plantean problemas sobre cierta noción. ¿Es único? ¿Cuál es el estatuto
de la lengua y que relación establece con los otros sistemas? ¿Qué tiene de particular?
Saussure deja abierta una problemática para la semiología “la lengua es un sistema de signos
que expresan ideas, y por eso comparable a la escritura, el alfabeto de los sordomudos, a los
ritos simbólicos, a las formas de cortesía, a las señales militares, etc. Solo que es el más
importante de todos los sistemas.” La semiología es la ciencia general que estudia la vida y el
comportamiento de los signos dentro de la sociedad. Si admitimos lo de Saussure como válido,
una de las tareas del lingüista es definir qué es lo que hace de la lengua un sistema especial en
el conjunto de los hechos semiológicos. Para descubrir la verdadera naturaleza de la lengua
hay que descubrir que tiene de particular y que similitudes tiene respecto a otros sistemas.

El objeto de estudio de a semiología está compuesto por los sistemas de signos (SS) y sus
relaciones dentro de la sociedad. Siendo que la sociedad está rodeada por SS, el problema
central es el estatuto de la lengua entre los demás sistemas de signos.

Benveniste plantea tres tipos de relaciones entre los distintos SS:

1- Engendramiento: un sistema engendra a otro, como la lengua a la escritura. Se trata de


una relación que se da entre dos sistemas distintos y contemporáneos pero de igual
naturaleza. El sistema engendrado se construye a partir del primero pero desempeña
funciones específicas. Un sistema desaparece en algún momento del desarrollo
histórico si cumple la misma función que otro sistema, de allí que un tipo especial de
engendramiento que Benveniste llama derivación. La derivación supone evolución y
transición histórica entre sistemas semióticos que poseen la misma función por
ejemplo la escritura ideográfica deriva en la escritura silábica y esta luego en la
escritura alfabética.
2- Homología: mientras el engendramiento es objetivo y verificable, esta es una relación
establecida por un sujeto que encuentra conexiones entre partes de dos SS diferentes.
Por ejemplo, Benveniste encuentra relación entre perfumes y colores en la poesía de
Baudelaire, relación sin límites y no garantizada por adelantado ya que es subjetiva.

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3- Interpretancia: relación establecida entre un sistema interpretante y otro sistema
interpretado. Interpretación en el sentido de explicación, un sistema explica a otro,
relación semiótica que determina si un sistema puede ser interpretado por sí mismo o
si necesita ser interpretado por otro. Los SS de la sociedad pueden ser todos
interpretados por el sistema de la lengua pero los SS de la sociedad no pueden explicar
la lengua. Esto significa que la lengua es el único sistema interpretante de todos los
sistemas semióticos y de sí misma, tiene que ver con la propiedad metalingüística de
las lenguas naturales, en este sentido la lengua ocupa una posición particular entre
todos los sistemas semióticos de la sociedad.

Todos los sistemas de signos tienen significación. Existen dos modos de significación:

1- Semiótico: designa el modo de significancia que es propio del signo como unidad.
Consiste en identificar y reconocer las unidades, por ejemplo reconocer un gesto de
desprecio o saluda en el sistema de cortesía. Es percibir una identidad, cada signo
existe cuando es reconocido por un conjunto social, un significado que evoca en la
mente, en términos generales, un mismo concepto.
2- Semántico: es el modo específico de significación que se genera a partir del sentido
global del mensaje en su conjunto. Requiere comprensión, siendo comprender el
percibir la significación de una totalidad, por ejemplo la sensación de euforia o soledad
que puedo percibir por una melodía determinada.
Según el sistema de significación, los sistemas de signos son semióticos sin semántica, por
ejemplo los sistemas de gestos o señales de tránsito, donde reconocemos un signo pero no
podemos armar mensajes complejos que resulten de combinación de signos; o semánticos sin
semiótica, por ejemplo, las expresiones artísticos donde las notas en las música por separados
no tienen significado, lo mismo que un punto o una línea en las pinturas, deben ser
comprendidas en una composición.

A diferencia de los demás sistemas de signos, la lengua posee doble significancia porque posee
los dos modos de significación. El semióticos es propio del signo lingüístico y es lo que lo
constituye como unidad, y para reconocer un signo debemos identificar si existe o no existe,
por ejemplo ojo, ajo y hoja existen y tienen significado pero “oje” no existe. Esto consiste
entonces en identificar las unidades y en describir las marcas distintivas como los fonemas que
generan diferentes significados, este modo se ajusta a la caracterización de la lengua de
Saussure como sistema de signos convencional, homogéneo y externo al individuo. El modo
semántico es engendrado por el discurso y tiene que ver con la lengua como productora de
mensaje, un mensaje no se reduce una combinación de unidades que podemos identificar,
separar o aislar, ya que no es la suma de signos de palabras lo que produce el sentido sino que
es el sentido en su totalidad el que se hace efectivo y se divide en signos, el sentido de una
frase es diferente al significado de las palabras que la componen.

En conclusión, el privilegio que tiene la lengua como SS, es ser el único sistema interpretante
de todos los demás sistemas y de sí mismo, esto se debe a ser el único sistema con doble
significancia, la semiótica recae sobre el significado de los signos y la semántica sobre la
significación propia de los enunciados organizados en un discurso. En definitiva, Benveniste se
distancia de Saussure, supera la dicotomía lengua-habla y plantea la necesidad de identificar
dos dominios, el semiótico como propiedad de la lengua como sistema cuya unidad es el signo,

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y el semántico que tiene que ver con la lengua en uso con el sentido producido por un
hablante en un momento determinado. De este modo abre un nuevo campo de investigación y
define un nuevo objeto de estudio que es el discurso.

UNIDAD 3
Modelo generativo

La perspectiva biolinguistica es un enfoque sobre los estudios del lenguaje que surge a
mediados del siglo 20, a partir de un gran desarrollo de las ciencias como biología y psicología
cognitiva. Lo que hoy llamamos biolinguistica es una forma de denominar a la teoría
generativista o modelo generativo, se inicia a fines de los 50 con una serie de planteos del
lingüista Noam Chomsky, en el marco teórico del mentalismo contemporáneo o perspectiva
cognitivista. Los principios centrales se inscriben del racionalismo filosófico que inicia en el
siglo 17, ideas encarnadas por pensadores como Descartes, Leibniz, Cudworth y Russell. Este
modelo posee algunos aspectos de la filosofía de Hume, referido a la idea de que existen
estructuras innatas que son específicos. Además posee líneas de pensamiento con los estudios
de biología humana de Lenneberg, otros de neurología como los de Gregory, Hubel y Wiesel, y
estudios de genética.

Esto significa que el modelo retoma una tradición del pensamiento y la renueva, a mediados
del siglo 20, marcando un importante desplazamiento del estudio de las estructuras del mundo
a la estructura de la mente.

El modelo generativo surge en un momento donde prevalecían las teorías conductistas. En la


lingüística, entre los años 30 y 50, se desarrolla el estructuralismo norteamericano conocido
como distribucionalismo con su representante Leonard Bloomfield, este se basa en la
psicología conductista con representantes como J. Watson, B. F. Skinner e I. Pavlov. El
conductismo trato de establecer una psicología objetiva que permitiera estudiar el
comportamiento humano sin realizar análisis sobre la mente, solo podemos investigar lo que
vemos, lo observable -lo observable es la conducta humana que no se diferencia mucho de la
conducta animal- y su metodología era la observación y experimentación sobre animales para
determinar las conductas que manifestaban en respuesta a los estímulos externos sometidos.
El esquema básico que utilizaban para explicar cualquier tipo de aprendizaje era el de
estímulo-respuesta, el estímulo puede ser cualquier señal que produce una reacción o
respuesta en un organismo determinado que se manifiesta en algún tipo de conducta
observable. Lo más llamativo de la psicología conductista es que partían de supuesto con que
la mente no se podía estudiar porque la consideraban una caja negra, ya que nada de lo que
ocurre en ella es observable, resultando en que las hipótesis que podrían formularse sobre la
mente no serían científicas.

A partir de los supuestos de la psicología conductista, el distribucionalismo de Bloomfield


consideró a la lengua como una forma más de conducta, un comportamiento lingüístico, algo
que hacemos con el lenguaje, por eso se estudiaba un conjunto de enunciados efectivamente
proferidos, es decir, de actos de habla. Una lengua es entonces, dentro de esta perspectiva,
una actividad observable en actos de habla, una forma determinada de comportarse. Según
Bloomfield, la lingüística debería limitarse a una descripción de todos los actos de habla de una

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comunidad en un momento determinado independientemente de sus significados, con este
enfoque explícitamente anti mentalista, la lengua se convierte en una colección de enunciados
que se someten a una descripción mecánica con absoluta independencia de los factores
internos que hacen posible su producción. El objeto de estudio es la Lengua-E, la lengua
externalizada, una conducta observable.

Desplazamiento del objeto de estudio:


En palabras de Noam Chomsky: “Hubo un importante cambio de perspectiva: del estudio del
comportamiento y sus productos (como los textos, por ejemplo), se pasó al estudio de los
mecanismo internos que participan en el pensamiento y la acción” (1997).

Este planteo fue un gran cambio de perspectiva tanto en lingüística como en la psicología,
hasta el momento se planteaba que lo que ocurría en la mente no se podía estudiar, pero en la
perspectiva generativista el lenguaje es el espejo de la mente como una manifestación de una
estructura de conocimiento. La Lengua-I pasa a ser un elemento fundamental para el estudio
de la mente, es entendida como un objeto real, que podríamos ubicar en la coordinada
mentecerebro. El cerebro es la base física, mientras que la mente seria las propiedades
abstractas que resultan de los mecanismos cerebrales.

La Gramática Generativa (GG) estudia un algo caracterizado como órgano mental, un sistema
de la mente, la Lengua-I. Es un “órgano mental” porque al entender la mente como las
propiedades abstractas que resulta de los mecanismo físicos del cerebro, entonces la mente es
parte del mundo orgánico, natural, y no algo ajeno o diferente. La GG es por lo tanto una
gramática natural, dado que sería la descripción y explicación de una parte de un sistema de la
mente, la Lengua-I. De esta manera el enfoque generativo implica avanzar en la asimilación de
la lingüística a la psicología cognitiva y a las ciencias de la naturaleza.

El objetivo básico de la GG, el propósito, es el de poder caracterizar la capacidad lingüística del


ser humano llamada Facultad del Lenguaje (FACLE). La FACLE tiene un estado inicial o estado
cero que es aquel con el que nacemos y un estado estable o final que se desarrolla a partir de
los estímulos que recibimos del medio. Dados los objetivos, el centro de la investigación de la
GG es la FACLE, ese órgano mental del lenguaje que sería similar a cualquier sistema biológico.
Los principios que guían la investigación dependen de un marco teórico, en el caso del
racionalismo o neocartesianismo, si tenemos en cuenta los planteos de Eguren y Soriano en el
libro “Introducción a una sintaxis minimista”, podemos sintetizarlos en 2:

1- El internismo: tiene que ver con la idea de que la FACLE es una propiedad de la mente
y posee un aspecto genético.
2- El naturalismo: se relaciona con el supuesto de que la FACLE se puede estudiar de la
misma manera que se estudian los objetos de las ciencias naturales. Naturalismo a
nivel metodológico, se utiliza la lógica y los procedimientos que se utilizan en las
investigaciones de ciencias naturales. Esto tiene que ver con la idea de que las lenguas
son estados relativamente estables de la mente y deben y pueden investigarse al igual
que los objetos del mundo. Esta perspectiva teórica naturalista es utilizada por la GG.

1
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La GG y los problemas que investiga:

En los estudios lingüísticos existen dos problemas clásicos que pueden ser explicados desde
una concepción internista y naturalista. Uno de ellos es el conocido “Problema de Descartes” o
uso creativo del lenguaje, el otro es el “Problema de Platón” o insuficiencia de los estímulos.

- Problema de Descartes, uso creativo del lenguaje. (Discurso del Método, 1637)
¿Cómo se usa el lenguaje? Descartes hace observaciones acerca del lenguaje,
concretamente plantea que el uso de los seres humanos sobre el lenguaje nos permite
diferenciarnos de cualquier otro ser, animal o máquina. Mientras los seres humanos
actuamos por conocimiento, racionalmente, los animales son autómatas ya que sus
actos son hechos naturales y necesarios, resultado de un mecanismo que funciona en
base a impulsos corporales. De ahí para Descartes, la razón es igual a la libertad,
porque obrar por conocimiento, es decir, racionalmente, significa que no se necesita
de estímulos y que no actuamos mecánicamente según una serie repetitiva de
respuestas. A partir de estas reflexiones de Descartes, Chomsky aborda el aspecto
creativo del lenguaje. El lenguaje es creativo en la medida en que tiene un alcance
ilimitado, no precisa de estímulos y además se adecua a las circunstancias. El problema
de descartes incluye 3 aspectos:
1. La capacidad de entender y producir infinitas expresiones, Chomsky lo llama la
infinitud discreta. Por un lado está el problema de la percepción, como los
hablantes interpretamos lo que escuchamos o lo que leemos, es decir, tiene que
ver con cuales son los procesos que utilizamos para poder asignarle una
interpretación determinada a una expresión en una situación concreta, sobre todo
teniendo en cuenta que siempre estamos en la posibilidad de escuchar nuevos
enunciados. Por otro lado el problema de la producción, el modo en que utilizamos
la lengua para expresar pensamientos. El hablante no se limita a repetir lo que
escucha sino que permanentemente produce formas nuevas, y no existe ningún
límite para esta innovación. Podemos decir que la teoría que abordamos es
generativa, en relación con las funciones recursivas que aplica la lengua, recursivas
en el sentido que se repiten, el sistema de la lengua puede generar un número
infinito de oraciones por aplicación consecutiva de determinados procedimos
como la coordinación y la subordinación.
2. No hay condicionamiento del estímulo, las producciones lingüísticas no responden
de manera uniforme a los estímulos. Por ejemplo, no necesitamos estar cansados
para decirle a alguien que estamos cansados.
3. Las expresiones son coherentes y apropiadas a la situación. Retomando el ejemplo
anterior, puedo no estar en un contexto para estar cansado pero la expresión aun
así puede ser coherente y apropiada en un sentido que el hablante quiera que el
otro se vaya.
- Problema de Platón. Insuficiencia de los estímulos. (Crátilo, 360 AC)
Platón refleja una discusión que tiene su maestro Sócrates con un esclavo, el esclavo
Crátilo sabe mucho más de los temas tratados que lo que la experiencia le permitió
aprender, sabe cosas que nadie le había enseñado. Este problema fue reformulado por
Bertrand Russell (1948) “¿Cómo ocurre que seres humanos, cuyos contactos con el
mundo son breves, personales y limitado, son capaces, sin embargo de llegar a saber

2
0
tanto como saben?” Esto fue retomado por Chomsky (1975) “¿Cómo podemos
alcanzar sistemas de conocimiento tan ricos a partir de nuestra fragmentaria y
depauperada experiencia?
Se plantea que sabemos más de lo que se nos enseña o de lo que está en el entorno.
Este problema es principal para la lingüística desde la perspectiva de como los niños
adquieren una lengua, ya que al observar el proceso de adquisición vamos a ver que, a
pesar de que nadie le enseñe, la experiencia es bastante pobre incompleta y a veces
insuficiente pero los niños desarrollan estructuras muy complejas en poco tiempo y
llegando a resultados bastante homogéneos sin ninguna enseñanza sistemática. Nadie
le explica a un niño como realizar una subordinada, por ejemplo, aun así aprende a
partir de lo que escucha en el medio aunque muchas veces escuche enunciados
incompletos, pobres e insuficientes.
La pobreza de los estímulos (Problema de Platón) y la riqueza de las manifestaciones de una
lengua (Problema de Descartes) muestran la necesidad de proponer hipótesis que expliquen la
lengua dentro de los sistemas de conocimiento.

Las hipótesis son conjeturas que, según alguna teoría determinada, buscan darle respuesta a
los problemas que se presentan. En el marco del racionalismo, la explicación que propone la
GG se basa en la suposición de que existen ciertos conocimientos innatos. Por supuesto, estos
conocimientos no son las lenguas humanas, no nacemos sabiendo determinada lengua, el
aspecto genético sería un estado cero o estado inicial de la FACLE que llamamos Gramática
Universal es una capacidad característica de la especia humana que nos permite a adquirir
lenguas particulares. De esta manera, la hipótesis central del modelo generativo se resume en
la idea de que la FACLE es una estructura cognitiva de conocimiento que es específica y
biológicamente determinada, propia de exclusiva de la especie humana. La FACLE es una
estructura cognitiva, un sistema de conocimiento que me permite conocer una lengua, un
sistema biológico, forma parte de la programación genética de la especie humana y solamente
los seres humanos usamos este tipo de estructura, y finalmente, es de dominio específico, es
decir, no recae sobre cualquier tipo de objeto, no se relaciona con el aprendizaje de cualquier
tipo de objeto ni aprendemos a manejarnos en el espacio o cuestiones lógicas y matemáticas
con la FACLE, solo cae sobre objetos lingüísticos.

El objeto de estudio de una gramática generativa, según Chomsky, persigue delinear


exactamente qué es lo que alguien sabe cuándo conoce una lengua, que ha aprendido de
acuerdo con ciertos principios innatos. Ese objeto de estudio es lo que llamamos una gramática
particular, una competencia o una Lengua-I, es decir, un estado estable de la mente de los
hablantes. Se trata de un objeto del mundo real, una gramática mental, que es interna,
individual e intencional. La Lengua-I posee “I” de interna, ya que es una propiedad de la
mentecerebro, no es una colección de sucesos ni una práctica social externa a los individuos,
“I” de individual, porque es un estado mental de los individuos y no un código compartido por
la comunidad, y finalmente, “I” de intensional (con “s” como opuesto a extensión), se trata de
un mecanismo finito que opera sobre un conjunto de elementos también finitos y no un
conjunto potencialmente infinito de enunciados o actos de habla, es decir, la lengua es una
estructura compuesta por un número limitado de elementos, por ejemplo reglas, que nos
permiten general infinitas expresiones.

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1
Acerca de los temas de investigación de la GG, si el lenguaje es un órgano, se plantearía los
mismo problemas para el lenguaje de tal manera como lo hace un biólogo. Esto significa que el
estudio de la mente debe investigar los mismos temas que las ciencias de las naturalezas
abordan en el estudio de sus objetos científicos. Estos temas para la GG serían:

1. La estructura del órgano: en el caso de las lenguas esto sería cual es la naturaleza de
una lengua, cuales son las propiedades que permiten caracterizar la lengua.
2. La función: como se usa una lengua.
3. Desarrollo en el individuo: como se adquiere una lengua en particular.
4. Desarrollo evolutivo en la especie humana: como la especie humana llega a desarrollar
la capacidad del lenguaje.
5. Base física: cuál sería la base neurológica de la FACLE.

La búsqueda de respuestas para estos temas nos lleva a analizar datos concretos en las lenguas
particulares para poder formular hipótesis que puedan explicar los mismos.
La estructura o naturaleza: si los órganos mentales son similares a los corporales deben tener
propiedades exclusivas y un desarrollo en el individuo, lo cual llamamos especificidad de
dominio en el lenguaje. Esto se trata de encontrar propiedades del lenguaje que permitan
suponer que no fueron aprendidas y que no aparecen en otros sistemas, existen dos
fenómenos en todas las lenguas que responden ciertas características. La dependencia
estructural y el desplazamiento de constituyentes, fenómenos que ocurren en
desplazamientos en interrogativas o a la hora de referencia de verbos subordinados, siendo
ambas propiedades de la Lengua-I. La hipótesis es que una Lengua-I es un conocimiento no
consiente y complejo que se caracteriza por organizarse de reglas o principios abstractos que
determinan la forma y el significado de oraciones como lo son la dependencia estructural y el
desplazamiento de constituyentes.

La función (Problema de Descartes): Es posible investigar la función o uso que damos de una
lengua, algo que se puede hacer luego de estudiar la Lengua-I, lo cual es lógico porque
podemos saber una lengua y no utilizarla como es el caso de lenguas que ya no se utilizan pero
no dejan de ser lenguas humanas. Otro problema se relaciona con la función del lenguaje, se
piensa que es la comunicación pero no es la única posible y es bastante difícil de determinar si
es la principal. La lengua se puede utilizar para pensar, para hablar solo o hablar con alguien
más allá de si nos va a entender o escuchar o para buscar reconocimiento o afecto. Las
propiedades vistas anteriormente no parecen tener como propósito la comunicación porque
son muy complejas para esa finalidad, si la naturaleza del lenguaje dependiera del propósito
comunicativo entonces sus reglas deberían de ser más sencillo como es el caso de sistemas
artificiales. La investigación del uso de la lengua forma parte del Problema de Descartes y el
principal inconveniente es su independencia con los estímulos, porque los seres humanos
podemos mentir y esta independencia hace bastante difíciles saber que mecanismo de la
FACLE intervienen en el uso. La hipótesis se trata de crear una teoría explicativa sobre el modo
en que el conocimiento lingüístico entra en la expresión del pensamiento, en la comprensión
de expresiones estructuradas y, por último, en la comunicación y otros usos del lenguaje.

Desarrollo en el individuo/adquisición (Problema de Platón): Una explicación de este problema


supone la existencia de un estado inicial fijo que estaría genéticamente determinado, una

2
2
gramática universal. Una estructura que permite el desarrollo de una lengua posible. Lo que se
debe determinar es que es innato (parte de la GU) y que es propio del ambiente (estímulos o
datos lingüísticos primarios: DLP). Los DLP que recibe un niño son pobres en al menos 3
aspectos:

1. Los datos pueden ser imperfectos y deficientes, los enunciados que un niño escucha
pueden ser sintácticamente erróneos o incompletos. A pesar de esto, los niños son
capaces de producir expresiones completas y bien formadas.
2. Los datos recibidos son limitados o finitos pero la producción es potencialmente
infinita. Los niños son capaces desde muy pequeños de producir y entender
producciones que son nuevas. (Relacionado al problema de Descartes).
3. Los niños son capaces de juzgar la gramaticalidad de las oraciones, la buena formación
de una, a pesar de no haberla escuchado antes. Los juicios de buena o mala formación
no dependen de la instrucción que los niños reciben o escuchan.

Los DLP dan lugar a generalizaciones y múltiples estructuras posibles, que sin embargo no
ocurren, por lo que es razonable suponer que existen restricciones específicamente lingüísticas
que se aplican al procesamiento de los datos. La hipótesis de Chomsky fue que es probable que
exista un generador de hipótesis, el cual tendría un alcance amplio para adquirir distintos tipos
de conocimiento, es decir, que no sería exclusivo de la FACLE. Este generador de hipótesis
permite formular conjeturas a partir de los datos que recibo, estaría restringido por la GU que
contendría las posibilidades estructurales de las lenguas y restringe el generador de hipótesis
en el procesamiento de los datos.

Una hipótesis explicativa sobre este tema es cuando la etapa inicial (GU) interactúa con los DLP
del medio, se adquiere una lengua particular, una Lengua-I, una competencia que constituiría
el estado relativamente estable de la FACLE. Esta hipótesis permite explicar que un niño
normal, sin patologías que afecten su desarrollo e independientemente de su cociente
intelectual o su entorno sociocultural, adquiere una lengua en base a experiencia limitada. Sin
mayor esfuerzo o atención, sin instrucción especial, en poco tiempo, pasando por estadios
similares a cualquier lengua, un niño llega a resultados bastante uniformes en lo que respecta
a las estructuras sintácticas.

Según Lighfoot (1982), explica lo anterior haciendo correlación con la genética y plantea que la
GU sería el genotipo, los principios codificados genéticamente que vienen en la programación
de la especie. Mientras que la Lengua-I, es el fenotipo, resultado de lo genético más el medio
ambiente, es lo que el hablante sabe y conoce de su lengua.

Desarrollo en la especie/origen: es un problema aun no resuelto, se sabe poco acerca de


cuándo ha surgido el lenguaje en la especie humana porque se presentan algunos
inconvenientes: El lenguaje tiene propiedades que no se encuentran en otros sistemas, como
el movimiento de constituyentes e infinitud discreta. Es disfuncional, en principio por estas
propiedades mencionadas que son bastantes complejas y se llega a la suposición de que el
lenguaje no fue diseñado o no lo está para un fin comunicativo, porque o sino sería más
simple. Por otro lado, lo que se usa de la Lengua-I es poco y es trivial, es decir, no se generan
todas las expresiones de una lengua que podrían generarse. Finalmente, se conjugan
diferentes factores, como mutaciones, selección natural o ciertas leyes físicas independientes a

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3
la selección. La hipótesis supone que el lenguaje es el resultado de una exaptación o
adaptación secundaria, es decir, un órgano cuyas propiedades en su origen tenían otros fines, y
posteriormente, se convirtieron para desempeñar funciones diferentes. Por ejemplo, el
lenguaje no tiene soporte motor o perceptivo específico, usamos el aparato respiratorio y el
digestivo para la producción de expresiones y el sistema auditivo para la recepción, pero
ninguno de ellos es exclusivo de la FACLE. Por otra parte, la infinitud discreta pudo haber
aparecido con la capacidad de calcular y posteriormente haberse adaptado al lenguaje.

La noción de exaptación fue introducida por Stephen Gould (1991) y es equivalente a la


preadaptación de Darwin. La conjetura básica es que una determinada propiedad podría ser
útil para cierto organismo, ya que en un momento dado no se originó como una adaptación
para satisfacer su necesidad actual, es un ejemplo para entender de la existencia de
“protoalas” en algunas especies, lo cual es bastante razonable pensar que las mismas se
originaron con una función diferente al vuelo porque no estaban equipadas para volar, ya que
en etapas iniciales de su desarrollo podrían haber tenido la función de regular la temperatura
del organismo y posteriormente se habrían empezado a utilizar para el vuelo. Por esto, es
difícil explicar las estructuras solo a partir de la selección natural. Acerca del lenguaje, la
hipótesis de Chomsky sostiene que es razonable sostener que, por alguna razón en un
momento determinado de la evolución, el cerebro posiblemente se haya reestructurado quizás
como resultado de una mutación se hizo más grande y adquirió rasgos útiles para desarrollar la
FACLE. Uno de estos rasgos útiles puede ser la operación de ensamble, el ensamble es una
operación primitiva que consiste en tomar objetos previamente construidos y construir uno
nuevo, por ejemplo, la construcción de “el libro” puede pasar a ser “el libro que me regalaste”
tomando otra construcción y ensamblándola a la primera y, a la última, podemos seguir
agregando otra construcciones. Esto trata de un procedimiento recursivo que va uniendo,
ensamblando, expresiones que se organizan jerárquicamente, esta operación de ensamble y la
posibilidad de recursividad, de reiteración indefinida de una misma operación, serian la base
de la propiedad de la infinitud discreta que caracteriza a las lenguas humanas y es rara en el
mundo orgánico.

Base física/mecanismos: estudio inscripto en la discusión mente-cuerpo y consiste en


establecer si los fenómenos mentales deben y pueden explicarse con los mismos recursos que
se utilizan para explorar los fenómenos físicos. Con la revolución de Newton, se superó la
concepción mecanicista que explicaban los fenómenos del mundo a partir de la mecánica de
contacto de la materia y se introduce la noción de que existen ciertas fuerzas inexplicables
para la comprensión del hombre, por ejemplo, la fuerza de gravedad, que es una evidencia que
pone en manifiesto la existencia de acciones a distancia a través del vacío si no hay posibilidad
de contacto mecánico entre la materia, esto rebatiría la explicación mecanicista y abre el
camino a una explicación teórica que lleva a las ciencias a cuestionarse ¿Qué es la materia?

Según Chomsky, la revolución de Newton anula las categorías cartesianas de la materia, esto es
poseer tres dimensiones y ocupar un lugar en el espacio. Si podemos considerar que un
electrón es materia, no tenemos un concepto preciso del cuerpo que nos permita diferenciar
de forma tajante los fenómenos físicos cerebrales de los mentales. La mente sería una
propiedad emergente del cerebro y el lenguaje se inserta en la relación mete-cerebro porque
estaría relacionado con dos factores: uno físico, la base cerebral de los mecanismos cerebrales,
y otro psicológico, la mente. Si bien esto no es un tema específico de la lingüística, el estudio

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del lenguaje puede ser útil para el desarrollo de investigaciones de las investigaciones de
mecanismos cerebrales, los avances de la neurociencia también puede proporcionar aportes
valiosos a las ciencias del lenguaje.

Eguren y Soriano en su libro “Introducción a una sintaxis minimista” hablan de las líneas
maestras de la GG. Durante el desarrollo de la GG, existieron dos ejes fundamentales en el
desarrollo histórico del modelo. Por un lado, una gran preocupación por caracterizar, describir
y analizar la FACLE. Por otro lado, explicar cómo se adquiere la lengua materna. Estos ejes
esenciales estuvieron imbuidos por la búsqueda de adecuaciones, una descriptiva y otra
explicativa respectivamente. Una gramática es descriptivamente adecuada cuando caracteriza,
define, un conjunto potencial de oraciones gramaticales de una lengua en particular, mientras
que es explicativamente adecuada cuando puede caracterizar las propiedades universales que
están en todas las lenguas humanas.

La búsqueda constante de una adecuación explicativa para dar razón de la adquisición de una
lengua produjo sucesivas reformulaciones a lo largo de la historia del modelo en la concepción
de la FACLE, podemos distinguir dos grandes modelos y cada uno constituido por dos etapas o
momentos:

1. Modelo Reglar: comienza en la década del 50, alrededor del 1955 con los primeros
trabajos de Chomsky, denominada Teoría Estándar. A partir de los años 60, desarrolla
una segunda etapa conocida como la Teoría Estándar Extendida, modelo muy centrado
en la descripción del sistema de reglas que formaría parte de las lenguas particulares.
2. Modelo principios y parámetro (PP): comienza en la década de los 80, como Principios
y Parámetros. A partir de 1995, se inició aquel que está en actual desarrollo, el
denominado Programa Minimalista, centrado en la adecuación explicativa y trata de
caracterizar la FACLE e investigar las propiedades universales de todas las lenguas
humanas con el fin de poder explicar el problema de la adquisición.

Núcleo firme en GG: es aquello que permanece invariable en el desarrollo histórico de la


teoría. Según Chomsky (1995), una suposición que recorrió todas las etapas y modelos es que
la FACLE es un componente de mente-cerebro que interactúa con otros sistemas, como los
sistemas de actuación que nos permiten usar el lenguaje como el sistema articulatorio
perceptual -que actúa en la producción y la percepción de los sonidos-, el aparato fonador
como la audición, y el sistema conceptual intencional. El último está relacionado con el
pensamiento. Toda esta suposición es lo que Eguren y Soriano llaman “núcleo duro” o “núcleo
firme” de la GG, expresado en la concepción de la FACLE como un órgano mental.

La concepción del lenguaje como órgano combina dos hipótesis básicas y centrales. Por un
lado, la concepción de que las lenguas son estados relativamente estables de la mente-cerebro
de los individuos, y por otro lado, las capacidades mentales son sistemas biológicos específicos.
Por lo tanto, la FACLE es un fenómeno interno, genético y mental.

La FACLE posee un Estado inicial (Ei) que atraviesa Estados transitorios (Enn) a partir de su
interacción con el medio, con los estímulos o DLP, y llega a un Estado estable constituido por
una Lengua-I que nos posibilita producir infinidad de Expresiones estructuradas.

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La búsqueda de adecuación explicativa, conduce a determinar, a partir del modelo de PP, cuál
sería el contenido de ese Ei de la FACLE, ósea la GU. La hipótesis es que estaría constituida por
principios, condiciones de buena formación de las estructuras, y parámetros, que son valores u
opciones de realización de los principios. Por ejemplo, el principio de predicación, donde las
estructuras de todas las lenguas humanas están organizadas en sujeto y predicado, por esto
debe de haber algún componente genéticamente determinado que determine que esto sea de
este modo y no de otro. El principio de predicación tiene dos formas diferentes de realización,
lo que se conoce como el parámetro “pro drop” que refiere a la caída del pronombre que
cumpliría la función de sujeto, el pronombre en función de sujeto debe realizarse
fonéticamente o no, lo cual logra que el parámetro esté marcado positiva o negativamente. En
el caso del inglés, este parámetro de “pro drop” está marcado negativamente, es decir, es
obligatoria la realización fonológica del sujeto, lo cual difiere del español donde estaría
marcado positivamente porque podemos omitirlo dada la morfología verbal del español.

En conclusión, la GU estaría constituida por una serie de pocos principios muy generales y
abstractos que se parametrizan, ósea que ya vienen marcados con opciones de realización
según cual sea la lengua particular.

El “núcleo duro” se relaciona con una serie de ideas o suposiciones esenciales acerca del
pensamiento Chomskiano que recorrieron históricamente el modelo pero se mantuvieron
estables. Estas ideas son denominadas “líneas maestras” según Eguren y Soriano en la
concepción de la FACLE. Estas son:

1. La especificidad de dominio del conocimiento lingüístico: esta idea tiene que ver con la
suposición de que la FACLE es un sistema autónomo en la medida de que es un órgano
innato y tiene un desarrollo idiosincrático, es decir que tiene rasgos y carácter que le
son propios y distintivos de otros. Esto se opone a las suposiciones de otras teorías del
siglo XX, como las teorías conductistas o las de Piaget, que planteaban la existencia de
un mecanismo general y uniforme de aprendizaje para cualquier dominio de
conocimiento, la misma estructura de aprendizaje que nos permite adquirir una lengua
también nos permitiría desarrollar el conocimiento espacio-temporal o
lógicomatemático. El hecho de que sea de dominio específico no tiene que ver con ser
innato, y tampoco significa que no esté en interacción con otros dominios de
conocimientos, en realidad tiene que ver con una concepción modular de la
mentecerebro, que sigue algunos de los presupuestos fundamentales que plantea
Fodor en su concepción de la modularidad de la mente, donde sostiene que la mente
estaría constituida por ciertos sistemas centrales y una serie de módulos.
Fodor en su trabajo de la modularidad de la mente (1983), define los módulos como
mecanismo que manipulan símbolos, es decir, son sistemas de entrada que analizan
datos provenientes del medio, los transforman en algún tipo de representación, y los
envían a los envían a los sistemas centrales que se encargarían de la elaboración de
contenidos, creencias y conocimientos. Son mecanismos de dominio específico, son
simples y elementales: son específicos porque no procesan cualquier tipo de datos, y
simples y elementales porque actúan automáticamente, no dependen de un acto de
voluntad. Fodor los define como “rápidos y estúpidos”. En cambio, los sistemas
centrales no son de dominio específico, sino que están encargados de procesar en

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forma consciente los pensamientos, las creencias, cualquier tipo de procesos
reflexivos. Son entonces, general y complejos, Fodor los define como “lentos y listos”.
Jakubowicz en “Mecanismo de cambio cognitivo y lingüístico” plantea a la FACLE como
un equipamiento genético y autónomo por algunas razones fundamentales. En
principio, porque no existen correlatos o correspondencias formales no lingüísticas de
los principios lingüísticos, por ejemplo, el caso de la dependencia estructural y el
movimiento de constituyentes que están en las lenguas naturales pero no en otros
sistemas de conocimiento. Por otro lado, se corrobora que la capacidad del lenguaje
puede permanecer selectivamente intacta, como un caso de pérdida de memoria o
síndrome de Down. Además, existe un periodo crítico que finaliza hacia la pubertad,
como es el caso de alguien que estuvo encerrado durante este periodo sin recibir DLP
y tuvo problemas para adquirir estructuras sintácticas nucleares de su lengua.
Finalmente, se corrobora que no existen generalizaciones inadecuadas en la
adquisición de una lengua, los datos que un niño recibe pueden dar lugar a
generalizaciones pero aun así no ocurren.
2. La distinción entre conocimiento y uso de una lengua: competencia y actuación. Es una
distinción basada en el hecho de que en el uso entran en juego factores de distinta
naturaleza, es una dicotomía. Estos factores no son específicamente lingüísticos, por
ejemplo, la velocidad de emisión, intencionalidad del hablante, el grado de atención o
interés que pongamos, las limitaciones de memoria y el funcionamiento del sistema
articulatorio-perceptivo.
Los conceptos relacionados con competencia y actuación son los de aceptabilidad y
gramaticalidad. Acerca de la noción de gramaticalidad, uno de los propósitos básicos
de un análisis lingüístico es separar las oraciones, las secuencias gramaticales de una
lengua (estructuras de una lengua en particular) de las oraciones agramaticales
(estructuras que trasgreden las reglas), el objetivo último es estudiar la constitución de
las secuencias gramaticales. La gramaticalidad depende de la competencia del
hablante, de su conocimiento lingüístico de la lengua y, por lo tanto, es un concepto
intuitivo, no es semántico porque no hay que confundirlo con lo significativo que tiene
que ver con la actuación. La capacidad de gramaticalidad no depende de la aparición
de un corpus de datos, no es un concepto estadístico ya que si aparece varias veces
como gramatical no significa que lo sea siempre.
Respecto a la noción de aceptabilidad, está determinada por la actuación, uso o
comportamiento lingüístico, la determinación de aceptabilidad o no de una secuencia
depende de factores externos a la lengua como la memoria inmediata que nos permite
procesar una oración que nos puede parecer muy larga o compleja.
Entre estos dos conceptos se producen cruces que nos permite evaluar las oraciones
como gramaticales o agramaticales o aceptables e inaceptables. No existen grados de
gramaticalidad, un enunciado se adecua a las reglas o las trasgrede, pero si hay grados
de agramaticalidad, donde un enunciado puede llegar a un gran punto de
agramaticalidad.
3. Componente central: la sintaxis. Es el resultado de una concepción computacional del
cerebro que se desarrolló en las ciencias cognitivas a partir del avance que tuvo la
inteligencia artificial, la neurología y la genética, se parte del supuesto de que los
sistemas de conocimiento son mecanismos computacionales. Esto en la medida que se

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entenderían como un conjunto de algoritmos que conectan materiales de entrada con
materiales de salida. Un algoritmo es una lista definida, ordenada y finita de
operaciones que nos permiten arribar a la solución de algún tipo de problema, es
decir, dados ciertos elementos de entrada a través de una serie de pasos sucesivos, los
algoritmos, llegaríamos a un elemento de salida. En GG, se entiende estos mecanismos
computacionales como mecanismos simbólicos, esto en medida de que los algoritmos
operan o actúan sobre representaciones, una representación lingüística es un conjunto
organizado de símbolos o unidades portadores de información de algún tipo.
4. La sintaxis autónoma del significado y del uso: noción que apunta a la idea de que no
es posible reducir totalmente los conceptos formales a nociones de índole semántica,
ósea cuestiones de significado. Si se analiza un enunciado con significado difuso, se
puede encontrar nociones formales en la estructura oracional, como sucede en la
poesía. Se corrobora casos de dependencia de la semántica a la sintaxis. Otro
fenómeno en el que podemos corroborar esta idea de la autonomía es el que
encontramos en casos donde la semántica, la interpretación que le demos a una
secuencia, depende de la estructura sintáctica, depende de nociones formales que
hagamos. Los últimos son casos de ambigüedad estructural, la interpretación
semántica depende de la asignación de estructura sintáctica. En resumen sobre ésta
noción, tiene que ver que las gramáticas están constituidas por un conjunto de
operaciones combinatorias primitivas y de principios que no podemos derivar en
cuestiones semánticas o de significado.

En resumen, la GG atravesó diferentes modelos y etapas como resultado de cambios y


replanteos importantes sobre nociones esenciales (determinación de unidades, operaciones
gramaticales, componentes de la FACLE), con el propósito de caracterizar el órgano del
lenguaje y de explicar el problema de la adquisición. Las nociones centrales en el desarrollo
histórico que se mantuvieron con muy poca variación son: el centro firme o “núcleo duro” que
es el lenguaje como órgano de la mente/cerebro; y las líneas maestras, que son la especificidad
de dominio, distinción entre conocimiento y uso, centralidad de la sintaxis y autonomía con
respecto al significado.

UNIDAD 4
Gramática

En la gramática dependiendo del campo teórico, en este caso desde la GG, existen dos puntos
de vista aplicables. El punto de vista del hablante es uno, en el cual la gramática es un saber
inconsciente, una competencia, un conjunto de reglas que generan el conjunto de oraciones
potenciales de una lengua. Desde el punto de vista del lingüista, la gramática es un saber
científico, un constructo teórico, pretende describir y explicar que sabe un hablante, por lo que
esta perspectiva se basa en el punto de vista del hablante y tiene el objetivo hacer explicita la
competencia del hablante.

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La gramática en tanto constructo teórico, la gramática se formula mediante reglas, principios y
leyes. Se trata de un saber proposicional, explicito, que se formula mediante proposiciones que
dependerá de una teoría lingüística determinada, y aspira a ser una formulación corroborable
del conocimiento del hablante.

Dado que la gramática es el conocimiento o formulación teórica del conocimiento de una


lengua, la definición de una lengua variara dependiendo de la perspectiva teórica adoptada.
Para el estructuralismo, una lengua es un sistema de signos social, mientras que para el
distribucionalismo es un comportamiento observable. Para la GG, es una estructura de
conocimiento que poseen los individuos.

Cuando alguien conoce una lengua significa que conoce su gramática, el cual es un sistema
integrado en el que no se pueden desvincular por completo sus partes. El diseño de la
gramática dependerá del supuesto teórico adoptado, en las gramáticas tradicionales, la unidad
básica es la palabra, se las conoce como gramáticas morfológicas porque parten de las
categorías léxicas y de ahí hacia las construcciones sintácticas. En cambio, para la GG, la unidad
básica es la oración, porque su elemento centrar es la sintaxis.

Las cuatro partes tradicionales constituyentes de la gramática son:

1. Morfología: tiene que ver con la forma de las palabras, con la estructura interna que
tienen. La unidad de análisis el morfema como la unidad significativa mínima.
2. La sintaxis: combinatoria de las palabras y frases dentro de la oración, sus relaciones y
estructuras jerárquicas. La unidad máxima es la oración.
3. La semántica: tiene que ver con el significado lingüístico de las expresiones, este
significado es considerado independiente del contexto.
4. La fonología: el nivel de representación sonora, aborda la unidad del fonema y sus
posibles combinaciones, además se ocupa de unidades llamadas supra segmentables o
pro sódica como, por ejemplo, la entonación y las pausas.

En la GG, los componentes gramaticales son los cuatro mencionados y se los considera como
componentes básicos de una gramática, estos componentes intentan representar a una lengua
como un conjunto organizado de sonidos que expresan significados. El componente central es
la sintaxis, el cual interactúa con el componente léxico y produce representaciones
interpretadas por el componente fonológico (forma fonética o FF) y por el componente
semántico (Forma lógica o FL) que nos permite acceder a las interpretaciones conceptuales.

La sintaxis: etimológicamente deriva del verbo griego sintaxis que significa ordenamiento. La
función principal es combinar unidades léxicas para formar sintagmas, y su primer objetivo
básico es discriminar las oraciones gramáticas de una lengua de aquellas que no lo son. Lo
último se relaciona con las reglas de una lengua determinada para que una oración sea
gramatical o no. La sintaxis parte de la noción básica de que las oraciones tienen una
estructura interna regida por principios de jerarquía y linealidad. La linealidad refiera a la
sucesión de un elemento tras otro en la cadena, mientras que la jerarquía refiere a relaciones
de dominio y de dependencia que se establecen en la combinatoria.

La oración como componente sintáctico: existen numerosas definiciones acerca de la


definición, en términos generales desde un punto de vista estructural, la oración es una

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estructura jerárquica. Una oración es una combinación en diferentes niveles de unidades
sintácticas menores, llamadas constituyentes de la oración. Es una construcción que posee
constituyentes pero no es constituyente de una unidad mayor.

Desde un punto de vista semántico, se considera a la oración como una estructura que
contienen una expresión predicativa y uno o más argumentos. Los argumentos son definidos
como uno de los términos de la relación de predicación, satura por completo una relación de
predicación. Un argumento es una expresión referencial que permite identificar identidades
del mundo, tener referencia parece central para determinar si algo es o no un argumento. De
una forma intuitiva, los argumentos designan los participantes del evento, acción o estado que
expresa un predicado. El predicado es un elemento que atribuye una propiedad a un
argumento determinado o describe una relación entre dos argumento, en términos generales,
un predicado es un elemento lingüístico que designa una acción, evento, estado o algún tipo
de relación. El predicado es aquel que determina cuantos son los argumentos necesarios para
completar una expresión predicativa.

En resumen, la concepción de la gramática, su delimitación, sus componentes y las unidades


básicas dependerá del marco teórico. En el caso de la GG, una gramática es el conocimiento
del hablante sobre su lengua, y por otro lado, un constructo teórico que se propone explicar
ese conocimiento. Los componentes están organizados en torno al Componente Sintáctico, el
cual es el componente central que interactúa con el léxico del cual selecciona unidades para
combinarlas y producir representaciones con sonidos y significados. La unidad es la oración,
entendida como una representación que, por el lado estructural está constituida por
constituyentes en relación lineal y jerárquica, y por el lado semántico, está organizada como
una expresión predicativa que contiene uno o más argumentos.

El léxico: considerando que conocimientos adquiere un niño con cada una de las unidades
léxicas, por ejemplo, “matar”. El niño incorpora primero el aspecto de los sonidos, como la
palabra termina igual o que rima con otras palabras como saltar, cantar o jugar, y que empieza
igual que otras como mamá, mano y manta. También adquiere cuestiones de significados,
matar significa que alguien produce o causa un cambio de estado en otro, esto le permite
diferenciarla de otra con un contenido similar como “Morir”, ya que en el último el cambio de
estado se experimenta, no se produce. Otros conocimientos adquiridos tienen que ver con la
formación de oraciones, sabe inconscientemente que “matar” produce oraciones como
“alguien mata a alguien”, en términos más formales, hay un sintagma nominal – ese alguien
que mata- y un sintagma preposicional – a quien se mata-, esto lo diferencia de “morir” porque
sencillamente es “alguien muere”. Por último adquiere conocimientos acerca de la forma, es
decir, va a saber que “matar” va a cambiar su forma para indicar tiempo, persona y número.
Con cada unidad léxica, el niño va adquiriendo, respectivamente, conocimientos de fonología,
semántica, sintaxis y morfología, ósea las partes tradicionales de una gramática.
El ejemplo sucede de tal forma porque los distintos niveles de conocimiento lingüístico que los
hablantes poseemos respecto a nuestra lengua, forman parte o están comprendidos en cada
una de las unidades léxicas que adquirimos. En relación con la sintaxis, las unidades léxicas
constituyen lo que llamamos primitivos, las unidades básicas, de las estructuras sintácticas.

Cuando hablamos del componente léxico de la gramática mental, nos referimos a una lista no
ordenada de elementos léxicos de la Lengua-i, es decir, un conjunto de unidades, morfemas y

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palabras que almacenamos en nuestra mente. Cada unidad léxica es una matriz, ósea un
conjunto de diferentes tipos de rasgos, un elemento léxico está compuesto por rasgos
fonológicos, semánticos y formales o sintácticos.

Los rasgos fonológicos tienen que ver con las unidades mínimas de la cadena oral, es decir, los
fonemas. Son rasgos relacionados con el punto de articulación, el modo de articulación y con la
vibración de las cuerdas vocales.

Los rasgos semánticos son de dos tipos, por un lado, los rasgos intrínsecos son los que forman
parte de la unidad léxica este donde este en la estructura sintáctica que caracterizan su
significado de alguna manera, por otro lado, los rasgos temáticos son asignados dentro de una
estructura sintáctica por un núcleo, y son denominados papeles semánticos o temáticos.

Por último, los rasgos formales o sintácticos corresponden a diferentes clases, los rasgos
categoriales tienen que ver con la categoría de la unidad léxica (N, V, Adj…), los rasgos F o
lexivos son los rasgos de la flexión gramatical ósea las opciones posibles que tiene una unidad
léxica para indicar información gramatical (persona, numero, genero), y los rasgos de selección
categorial, son aquellos que determinan el contexto sintáctico que requiere la unidad léxica, es
decir, que tipo de categorías deben realizarse en la estructura que son núcleos, si requieren un
sintagma nominal o un sintagma adjetivo.

Las piezas léxicas se atraen, realizan selecciones sintácticas a partir de los rasgos categoriales y
semánticos. De esta forma, existen dos tipos de selecciones: la selección-C, que tiene que ver
con los rasgos categoriales, y la selección-S, depende de los rasgos semánticos de la unidad
léxica. La selección-C es una selección o atracción léxica que un predicado realiza a partir de los
rasgos categoriales, por ejemplo el predicado “plasmar”, éste predicado selecciona un
sintagma nominal – aquel que plasma-, otro sintagma nominal – aquello que se plasma-, y una
sintagma preposicional –lugar donde se plasma-. La selección-S, referido al mismo ejemplo de
plasmar, la selección semántica del predicado “plasmar” requiere que haya un agente, un
tema, y una locación.

Las piezas léxicas seleccionan semántica y categorialmente los argumentos que van a constituir
la estructura sintáctica que nuclean, llamado estructura argumental de un predicado, por
ejemplo “plasmar”, donde primero se especifica la cantidad de argumentos – en este caso
serían 3-, la selección categorial –las categorías que lo acompañan-, y por último, la selección
semántica, es decir, los papeles temáticos que van a cumplir los argumentos seleccionados por
el predicado. Ésta selección que hacen las unidades léxicas se proyecta en la estructura
sintáctica.

En GG, la proyección del léxico estaría regulada por la denominada Teoría Temática (Teoría T),
teoría constituida por ciertos principios que regulan la buena formación de la representación
sintáctica de los argumentos seleccionados por los predicados, es decir, la teoría temática
explica la proyección del léxico en la estructura sintáctica. Ésta teoría pretende dar razón de la
noción de que un elemento léxico es un argumento de otro elemento, el valor semántico de
una expresión referencial dentro de una sintagma está determinado por su contenido
intrínseco y por un valor relativo, funcional, asignado por el predicado que lo selecciona. El
valor relativo que el predicado otorga al argumento que selecciona se denomina papel
temático. Los papeles temáticos de un sintagma van a depender del predicado que lo

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seleccione. La noción del Papel temático es muy utilizado en diversas teorías semánticas, hasta
el momento, no existe una lista acabada de todos los papeles posibles, y depende de
cuestiones informales o intuitivas a partir del contenido semántico que adquieren en la
estructura, es una información profunda, tanto que no se altera en las transformaciones
morfológicas de la unidad léxica.

La relación gramatical entre un predicado que selecciona y el o los argumentos seleccionados,


se expone en lo que se conoce como Criterio Temático, que contiene principios o condiciones
de buena formación semántica de las oraciones. El primer principio tiene que ver con la idea de
que un argumento, para poder ser interpretado, tiene que recibir al menos un papel temático.
El segundo principio explica el hecho de que si un predicado asigna papel temático, tal papel
puede ser asignado a un solo argumento. Los principios del criterio temático buscan detectar la
agramaticalidad en algunas secuencias formadas por hablantes.

La noción de asignar papeles temáticos representa el hecho de que ciertas piezas léxicas
seleccionan argumentos que se proyectaran en la sintaxis como sujetos o complementos. Los
argumentos pueden ser internos o externos, por un lado, los externos se ubican fuera de la
proyección formada por un núcleo y sus complementos (caso típico de los sujetos), en cambio,
los internos se generan en la misma proyección del núcleo que los selecciona (caso de los
complementos).

Los selectores: principales categorías que actúan como predicados que seleccionan
argumentos, a los que se le asignan papeles temáticos. Por excelencia, todos los verbos son
selectores, pero algunos adjetivos, como “harto de” o “cercano a”, seleccionan argumentos al
igual que aquellas preposiciones que encabezan adjuntos y algunos sustantivos como los que
derivan de verbos, llamados deverbales, tales como construcción, estudiante, lectura, etc.

En resumen, la relación entre léxico y sintaxis es muy estrecha, esto ocurre porque las
unidades léxicas son primitivos, unidades básicas de la sintaxis, conformadas por distintos tipos
de rasgos, y son algunos de estos rasgos lo que permiten la selección o atracción entre las
diferentes unidades léxicas, tal selección que realizan las unidades léxicas que actúan como
predicados se proyecta en diferentes posiciones sintácticas. La representación sintáctica
resultante, está regulada por los principios de buena formación de Teoría Temática.

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El caso:
Componente
Léxico

Componente
Sintáctico

CC

Componente Componente
fonológico. Semántico.
Forma Forma Lógica (FL)
Fonética (FF)

Éste es un esquema explicativo de los componentes de la gramática según la GG, hay un


componente central que es el Componente Sintáctico que accede al léxico, listo no ordenada
de elementos que es un conjuntos de rasgos, donde el CC combina esos elementos de una
manera para producir representaciones para el componente fonológico, representaciones de
sonidos, y para el componente semántico, representaciones conceptuales lógicas. Puede
ocurrir que el FF no se represente por diversas razones, es decir, se interpreta una
representación semánticamente sin que tenga una realización fonológica. Una de las razones
para tal situación se relaciona con la teoría del Caso.

El caso regula la distribución dentro de las oraciones (O) de los sintagmas nominales (SSNN)
que se realizan fonéticamente, es decir, tienen una representación en sonidos. El caso es la
materialización de ciertos rasgos que permiten identificar la relación sintáctica, la función que
un SSNN tiene con otros constituyentes dentro de la oración. Si esa marca no está, entonces el

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3
SSNN no puede ser interpretado en la relación de función sintáctica. Las marcas de caso
dependen de la estructura sintáctica, de la posición.

Las lenguas varían respecto del tipo de marcas que utilizan para expresar el caso, algunos
tienen marcas morfológicas, es decir, hay una flexión, un cambio en la forma de toda categoría
nominal, llamado caso morfológico como en el quichua, latín y griego. Otras lenguas utilizan
estrategias sintácticas porque no tienen flexión nominal, lo llamamos caso estructural, donde
el orden en la estructura determina la marca de función, determina el caso que depende de
cuestiones como ante posiciones, preposiciones o post posiciones. El castellano es una lengua
que deriva del latín, el latín tenia marca morfológica del caso y en el castellano solo sucede en
el caso de los pronombres personales. Los pronombres que actualmente utilizamos tienen
flexiones de caso, “yo-me-mí” son tres pronombres personales de primera persona singular,
sin embargo la diferencia ocurre en que uno es caso nominativo con función de sujeto (yo),
otro acusativo o dativo que va a ser objeto (me), y el tercero es el caso preposicional u oblicuo
que será complemento de una preposición (mí).

La asignación de caso está regulada por condiciones de buena formación de las oraciones, la
más importante es la condición de visibilidad, la cual intenta explicar el hecho de que un
argumento tiene que tener un caso asignado para que sea visible, es decir, para poder
interpretar su papel temático y, a partir de ahí, tener una función sintáctica determinada, en
otras palabras, un sintagma nominal que funcione como argumento debe tener marca de caso
para que pueda ser realizado en la representación sonora o FF e interpretar su papel temático.

Las transformaciones morfológicas son diferentes para cada tipo de palabra, los adjetivos
necesitan de una preposición para marcar caso y para que se interprete el papel temático, en
cambio, los verbos asignan directamente el caso acusativo para marcar, con función de objeto
directo, al argumento que seleccionan. Por ejemplo, en los verbos se interpreta lógicamente el
sujeto pero no se realiza en la representación sonora porque al no estar conjugado el verbo, no
tiene marca de caso. En el caso de los sustantivos, estos no asignan caso, para lograrlo debe de
aparecer la preposición con la que interpretaremos el papel temático del siguiente SSNN, por
ejemplo “el artículo de Gutiérrez”

Los principales elementos lingüísticos en la asignación de caso, entendiendo caso como una
marca de función que tienen que tener los SSNN para poder realizarse en la representación
sonora de las estructuras, son aquellos núcleos de una proyección. Un verbo, asigna caso
acusativa a su complemente-OD, la flexión del verbo con el rasgo +tiempo (+T) asignara caso
nominativo al especificador (sujeto). Las preposiciones también son núcleos asignadores de
caso, llamado caso oblicuo, terminal o preposicional, al complemento que la preposición
seleccione.

Estructuras sintácticas: Hipótesis X/barra

El hablante conoce inconscientemente, forma parte de su competencia, que existen ciertas


sustituciones posibles dentro de las relaciones sintácticas, que hay relaciones jerárquicas
donde se determina un orden, si hay precedencia posible o si pueden coaparecer dos
elementos o no, conoce que existen niveles de estructuras internas en los constituyentes. La
sintaxis opera fundamentalmente a partir de dos unidades, las piezas léxicas y las operaciones
o principios que permiten combinar esas piezas. Los principios combinatorios deben poder

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explicar las relaciones gramaticales que se dan entre los sintagmas y que forma parte de la
competencia de los hablantes. Desde un punto de vista científico, desde una gramática
entendida como una construcción teórica por parte del lingüista, se trata de hacer explicita
ciertas nociones, nociones como las de concordancia, complementación o predicación. Estas
nociones que deben explicitar las formas en que se organiza la información gramatical como la
estructura argumental del predicado o la estructura que tienen los constituyentes por ejemplo.

Los constituyentes sintácticos son unidades lingüísticas que se integran unas en otras. La teoría
X/barra es una hipótesis general sobre las estructuras sintácticas de todos los sintagmas en
todas las lenguas humanas, se propone explicar la posición y las relaciones de todos estos
elementos de acuerdo a ciertos principios generales. Según esta hipótesis toda estructura
primero es expresada en una representación en corchetes y luego en una estructura de árbol.
Los árboles son una de las formas posibles de graficar la relación sintáctica que existe entre las
estructuras, permiten visualizar con mayor claridad la relación entre los constituyentes, a
diferencia de los corchetes que a veces puede resultar más dificultoso. Se debe tener en
cuanto que lo representado por “X” es una variable, es decir, X puede ser cualquier categoría
que pueda actuar como núcleo y proyectar un sintagma. Los sintagmas son expansiones,
proyecciones de un elemento central o núcleo que suele ser representado como X°, en torno al
núcleo se articulan otros sintagmas que cumplirán la función de especificadores,
complementos o modificadores. Los llamados nudos o nodos son los elementos que aparecen
conectados en un árbol, las líneas que salen de un determinado nudo se conocen como ramas,
el núcleo se expande en una o más proyecciones intermedias X’, nivel donde el núcleo toma
uno o más elementos, la expansión culmina en lo que llamamos proyección máxima del
sintagma X” donde la proyección intermedia toma un especificador. Las categorías que
funcionan como complemento y especificador son también proyecciones máximas por lo que
cada una de ellas puede tener la misma estructura de X°, además el complemento y
especificador van a estar determinados por la categoría del núcleo.

Lo que el esquema de la teoría X/barra representa se puede representar a partir de ciertos


principios universales:

1. Principio de endocentricidad: Toda construcción sintáctica tiene un núcleo, donde todo


se articula alrededor del mismo y da nombre al sintagma que proyecta. El núcleo va a
ser una categoría de nivel 0 que proyecta el sintagma con el cual va a compartir rasgos
categoriales, es decir, si el núcleo es un verbo, todo el sintagma que proyecte va a ser
un sintagma verbal.
2. Principio de proyección: explica el hecho de que las propiedades del léxico, la
estructura argumental, debe satisfacerse ósea proyectarse en todos los niveles de
representación sintáctica para que la oración este bien formado. Por ejemplo, si el
verbo romper selecciona 2 argumentos, un sujeto que realiza la acción y un objeto que
se rompe, ambos se proyectarán en las posiciones de especificador y complemento
respectivamente.
3. Principio de predicación: todo predicado tiene al menos 1 argumento.
4. Principio de proyección extendido (PPE): la suma del principio de proyección y de
predicación. Este principio permite explicar el hecho de que toda oración tiene sujeto,
el cual es especificador por excelencia y queda en el cruce entre la exigencia del léxico,

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regulada por la teoría temática, y la estructura oracional, establecida o regulada por la
hipótesis X/barra.

En el esquema X/barra el eje principal es el núcleo, en torno al mismo núcleo se organizan o


desarrollan las siguientes tres funciones:

- Especificador (ESP): depende de la proyección máxima o SX, va a estar seleccionado


por el núcleo y lo va a preceder.
- El complemento (COMPL): depende de la proyección intermedia X’, es decir, una
proyección intermedia es el núcleo + COMPL. Va a estar seleccionado por el núcleo,
ósea va a depender de las propiedades de selección de la unidad léxica, y va a estar en
una posición adyacente al núcleo, si ésta posición precede o sigue al núcleo es una
cuestión de parámetros, de valores de realización del principio que va a depender de
cada lengua. Por ejemplo, el inglés, francés y español son lenguas llamadas de núcleo
inicial, primero está el núcleo y luego está el COMPL. En otras lenguas existe el núcleo
final, en donde primer aparecen los complementos y luego el núcleo, como en el
quechua o el japonés.
- Adjuntos (ADJU): son modificadores que no están seleccionados por la unidad léxica,
no están exigidos y por lo tanto aparecen en posiciones periféricas.

Las oraciones responden a condiciones de buena formación semántica reguladas por la teoría
temática y a condiciones de buena formación estructurales formales reguladas por la teoría
X/barra. Ambas hipótesis interactúan. En la teoría X/barra, los argumentos externos se
proyectan en la posición de especificador, y los argumentos internos se proyectan en la
posición de complementos.

Los argumentos internos forman parte de la proyección intermedian y reciben el papel


temático directamente del núcleo que los selecciona, en algunos casos y por distintas razones
puede ocurrir que no se proyecten en la forma fonética, es decir, en sonidos.

El argumento externo se sitúa fuera de la proyección intermedia y recibe papel temático


composicionalmente a partir de toda esa proyección intermedia. A diferencia del argumento
interno, su presencia en la configuración es requerida por Principio de Proyección y por
Principio de Predicación.

En síntesis, la teoría de X/barra es una explicación de la propiedad que está presente en todas
las lenguas naturales de formar sintagmas. Es una hipótesis, dentro de la GG, que estable las
condiciones de buena formación de las estructuras sintácticas y asigna un mismo esquema
estructural universal a todos los sintagmas. El esquema que se propone es endocéntrico, se
articula en torno al núcleo. Es el núcleo el que se expande en proyecciones sucesivas en las que
puede existir ESP, COMPL y ADJ. La representación esquemática de X/barra aporta el
andamiaje estructura (condiciones formales) en el que puede proyectarse las exigencias del
léxico (condiciones semánticas) reguladas por la teoría Temática.

Categorías léxicas y funcionales.

Categoría viene del griego y significa predicación, atribuir propiedades a los objetos o
conceptos. Categorizar es incluir un elemento en una clase determinada en función de ciertos

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criterios establecidos. En el ámbito de la lengua, la competencia lingüística de los hablantes
está constituida por dos clases de elementos, las unidades léxicas y ciertos principios o reglas
que utilizamos para combinarlas, estos principios o reglas serian formas de agrupar las
unidades léxicas y nos permiten interpretar el significado de sus combinaciones.

Las unidades se organizan en categorías que dependen del marco teórico que adoptemos.
Según la GG, las unidades se clasifican en categorías léxicas, y en categorías gramaticales o
funcionales (utilizamos más el término funciones, sencillamente porque gramaticales son
todas). Ésta distinción de categorías tiene una larga tradición, Aristóteles ya distinguía entre las
palabras con significado y las palabras sin significado. Las unidades léxicas refieren a realidad
que no forman parte del sistema gramatical, es decir que designan objetos, personas, eventos,
estados, etc. Estas tratan de palabras con contenido semántico o conceptual, podemos decir
que las categorías léxicas son las palabras que encontramos definidas en un diccionario. Por
otro lado, aunque las unidades funcionales también pueden aparecer definidas en el
diccionario, esto sucede con dificultad y solo a partir de conceptos propios de la gramática.
Dentro de las unidades funcionales entran los auxiliares, determinantes, un subordinante o
flexión verbal, y ponen en manifiesto las propiedades y las relaciones gramaticales que se dan
entre las unidades léxicas, se tratan de nociones como tiempo, modo, persona, número, entre
otros, y constituyen los materiales fundamentales con los que trabaja la sintaxis. Según una
metáfora bastante clara que utilizas Bosques y Gutiérrez en “Fundamentos de sintaxis formal”
las categorías léxicas son equivalentes a las piezas de las maquinarias, mientras que las
funcionales están más cerca de los engranajes, tornillos, engarces y lubricantes.

Las categorías léxicas fueron tradicionalmente denominadas como partes de la oración o


clases de palabras. Actualmente, se caracterizan como principales categorías léxicas al
sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio y la preposición. Aunque hay que aclaras que las dos
últimas no son homogéneas porque hay casos donde los adverbios y las proposiciones
funcionan como parte de la categoría funcional. Las propiedades que permiten caracterizar a
las categorías léxicas son, en principio, que son clases abiertas, en permanente cambio y
renovación, no podemos precisar con exactitud el número de sustantivos de una lengua.
Además, tienen contenido semántico conceptual, y por esa razón van a desarrollar una
estructura argumental que va a variar según la clase de la categoría. La estructura argumental
se proyecta en la sintaxis y por lo tanto pueden tener o no especificador o un complemento o
más de uno. Por último, pueden aparecer de forma aislada, es posible que funcionen como
respuesta a preguntas. Nada de lo nombrado anteriormente llega a ocurrir con las categorías
funcionales.

Con respecto a las categorías funcionales, son clases cerradas porque constituyen listas
reducidas de elementos que los hablantes conocemos y adquirimos en estados iniciales de la
adquisición de la lengua materna, no son categorías que se tomen prestadas de otras lenguas y
tampoco cambian sustancialmente, si eso sucede lo hacen en elementos aislados después de
largos periodos de tiempo. Las categorías funcionales aportan a las estructuras sintácticas
información de tipo gramatical, no tienen contenido conceptual, por lo tanto no desarrollan
una estructura argumental. Sin embargo, necesitan que otras categorías, generalmente
categorías léxicas, saturen ciertos espacios sintácticos que proyectan, porque seleccionan un
COMPL de forma obligatoria y, según la clase que se trate, pueden seleccionar un ESP. No
pueden aparecer de forma asilada porque necesitan de otros elementos que saturen las

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posiciones que proyectan, su papel gramatical es el de establecer relaciones, determinar o
negar, entre muchas cosas. En muchos casos son elementos morfológicos que aparecen
ligados a una base léxica, como por ejemplo las desinencias de verbos en español que indican
tiempo, número y persona.

Se concluye en que la forma temporal de una oración puede determinar la forma temporal de
otra, lo que llamamos concordancia temporal. También, el tiempo y el modo son
informaciones esenciales que nos permiten identificar una oración como tal y también
relacionarla con otras, como las subordinadas. Por otra parte, hay transformaciones
estructurales, movimientos como ocurre con las interrogativas, en donde son las formas
temporales las que se desplazan a otra posición de la estructura, esto es más visible en algunas
lenguas que en otras, en el inglés los auxiliares como “did” son los que se mueven mientras
que en el español las formas del verbo “haber” son los que se mueven como portadores de
información gramatical para encabezar la información en interrogativas. De tal manera, el
tiempo y modo son tipos de información que sin duda deben formar parte del núcleo de la
oración, ya que participan en procesos estructurales y de selección.

El núcleo de la oración es una categoría funcional denominada flexión (flex) o tiempo (T), está
constituida por dos conjuntos de rasgos que aparecen contenidos en lenguas como el español,
en la desinencia del verbo en morfemas flexivos o en los verbos auxiliares. La información que
contiene este elemento es de tiempo y modo pero también tiene formación esencial de
número y persona que permite activar los procesos de concordancia con el sujeto de la
oración. En la teoría X/barra, esta categoría del núcleo de la oración seria lo que constituye el
sintagma tiempo o flexión, que tiene un núcleo información de tiempo, modo y concordancia
que selecciona de complemento al sintagma verbal desde el cual se proyecta el resto de la
oración.

Los elementos como que, quien, cuando, como, donde, y si, constituyen una categoría
funcional llamada categoría complementante (C), esta categoría determina el tipo y modalidad
de la oración, es decir, si son interrogativas, exclamativas o subordinadas. Además, determinan
la interpretación de la oración subordinada en declarativa o interrogativa. También determinan
si las subordinadas son temporales, causales, condiciones, etc. Esta categoría funcional está
constituida por un conjunto de rasgos gramaticales contenidos en elementos denominados
sintagmas Q, se utiliza el termino Q porque estos elementos suelen comenzar con estas
formas. En inglés se utiliza el termino WH ya que esos elementos suelen comenzar con esas
letras. Si tenemos en cuenta que la modalidad de la oración la determina el complementante y
no los rasgos flexivos y de tiempo, entonces se trataría de una posición que es superior a la del
sintagma tiempo al que selecciona y lo toma como complemento.

La semántica básica del sustantivo no tiene propiedades referenciales, como si las tiene el
conjunto constituido por un artículo + sustantivo. Esto es motivo de que la distribución del
sustantivo dentro de una oración no coincida con la del conjunto formado por articulo +
sustantivo, ya que no puede desempeñar las mismas funciones sintácticas. Se postula la
existencia la categoría funcional de determinante (D) que actúa como núcleo de una
proyección. Si partimos de la base que un núcleo es aquel que determina el tipo semántico y la
distribución sintáctica del sintagma que proyecta, es posible sostener que el determinante es
el núcleo de una proyección sintagma determinante ya que determina la semántica referencial

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del sintagma que nuclea y las posiciones y funciones sintácticas que puede cumplir dentro de
la oración. Esta categoría determinante está constituida por artículos, demostrativos,
posesivos, numerales, no selecciona ESP y toma como complemento a un sintagma nominal.

CATEGORIA LÉXICA CATEGORIA FUNCIONAL


Piezas léxicas con contenido conceptual Conjuntos de rasgos con información
gramatical (palabras, morfemas)
Desarrollan estructura argumental (EA) Elementos relacionales sin EA
Pueden seleccionar ( o no) ESP y más de un Proyectan un solo COMPL obligatoria y
COMPL opcionalmente un ESP
Clase abierta Clase cerrada

Movimiento de constituyentes:

El movimiento de constituyentes, también conocido como desplazamiento de constituyentes,


propiedad exclusiva de la FACLE, solo presente en las lenguas humanas. Consiste en producir,
escuchar, un sintagma en un lugar de la oración pero interpretarlo en otro. Un determinado
elemento aparece en una determinada posición en su FF, es decir, interpretación sonora, pero
se interpreta en FL en otro lugar. Se trata de la existencia de posiciones estructurales
diferentes de pronunciación/percepción e interpretación. En la GG, se busca una respuesta
coherente a este fenómeno.

Los movimientos obligatorios en la gramática pueden ser de dos clases. Si observamos la


categoría desplazada, aquella que se mueve, tenemos movimientos de núcleos (X) y
movimientos de proyecciones máximas (SX). Si observamos la meta, el destino del
movimiento, tenemos movimientos que van a posiciones argumentales (movimiento A) y
movimientos que van a posiciones no argumentales (movimiento A’), el movimiento refiere a si
el elemento movido se va a una posición seleccionada por algún núcleo léxico, posición
argumental, o si va a una posición que no está seleccionada por un núcleo léxico.

Existen tres tipos de movimientos:


1. Elevación del sujeto: movimiento de sintagma X (proyección máxima) que va a una
posición argumental seleccionada por un núcleo léxico. Por ejemplo, en una oración
agramatical como “Parece Juan cantar muy bien”, Juan es el agente que selecciona el
verbo cantar para proyectarse en la posición de sujeto, pero para realizarse en FF debe
recibir caso nominativo. El elemento que asigna caso nominativo es la flexión, en este
caso el verbo no está flexionado pero Juan recibe papel temático por estar
seleccionado por el núcleo léxico, pero no tiene caso. Como el verbo “parece” está
flexionado, puede asignar caso nominativo, es necesario que el sujeto “Juan” se mueva
a ESP del sintagma tiempo para realizarse en FF. En el lugar de origen, ESP del verbo
“cantar”, queda una huella de su presencia marcado con la letra H. Por cuestiones
teóricas se opta comúnmente representar a la huella como el elemento que se mueve
tachado, en lo que se llama copia. La huella o la copia pretende representar que el
sintagma movido posee representación lógica en el lugar donde es seleccionado por el
núcleo, es una posición que no puede ser ocupada por otro elemento. Es importante

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destacar que el sintagma “Juan” se mueve a una posición donde se le asigna caso, pero
que no esté marcado temáticamente. El ESP del verbo “parecer” no tiene papel
temático, porque al ser impersonal no lo asigna. El movimiento de voz pasiva es muy
similar a este mismo movimiento.
2. Interrogativas totales: respondidas por sí o no. En el inglés la flexión del verbo es
aquello que se mueve a la posición inicial en el auxiliar, en cambio, en el español, la
flexión es un morfema que se adjunta a la base léxica, el movimiento de la flexión
arrastra consigo a la base léxica del verbo. La huella que ocurre es la base léxica del
verbo, la cual asciende al núcleo tiempo para adjuntarse a la flexión y, por ser
interrogativa, de allí se va al núcleo del sintagma complementante.
3. Movimientos de SQU-: son fenómenos que se dan en las interrogativas parciales, es
decir, se pregunta sobre una parte del enunciado, u en oraciones relativas, oraciones
adjetivas que actúan como modificadores de un sustantivo. Por ejemplo, en la oración
“¿Qué libros compró Juan?”, el verbo comprar selecciona al menos dos argumentos,
un agente y un tema, donde el verbo asciende al igual que en las interrogativas totales
y donde el argumento tema “que libros” asciende a una posición más alta aún que la
del verbo comprar. En teoría X/barra, se expresa el movimiento del SQU a ser ESP de
un SC (lugar donde se puede representar una proyección máxima como SQU-),
mientras que el verbo se mueve a ser núcleo del SC (arrastrado por la flexión), cada
uno dejando su respectiva huella en posición de complementante del verbo y núcleo
del SV respectivamente.

Las condiciones o restricciones que actúan sobre los movimientos: en primer lugar, todo
movimiento tiene como meta una posición vacía que sea del mismo nivel de proyección, por
ejemplo, un núcleo yendo a una proyección de núcleo, mientras que una proyección máxima
va a una posición donde se pueda proyectar una proyección máxima. Por otro lado, solo se
pueden mover constituyentes completos y no parte de ellos. Es importante aclarar que, dentro
de las investigaciones actuales del modelo generativo, concretamente en el programa
minimalista, se postula la existencia de principios universales que pretenden reducir el costo
que pueden producir algunas operaciones sintácticas, llamados principios de economía. El
movimiento de constituyentes es un fenómeno de procesamiento cognitivo muy costoso por lo
que debe estar restringido de alguna manera, existen dos últimas restricciones que estarían
impuestas por los principios de economía. Primero, que un constituyente se mueve solo para
satisfacer un requisito de buena formación de la estructura, llamado principio de último
recurso. Por último, otra restricción es que un constituyente se mueve a la posición más
cercana en la que pueda satisfacer sus requerimientos, conocido como principio de
movimiento más corto o condición de eslabón minino.

Acerca de la huella o copia, son conceptos que refieren a distintos momentos de la GG, donde
el concepto de huella corresponde a principios y parámetros que se lo consideraba una
categoría vacía, y el concepto de copia se plantea a partir del programa minimalista. Ambos
conceptos expresan que todo constituyente que se mueve, deja en la posición de “salida” u
“origen” una huella o copia que representar la FL del elemento que se movió. Se plantea en
Principios y Parámetros que la huella forma una cadena con el constituyente movido, está
representado por ese subíndice “j” o “i”, se forma una cadena en el sentido de que refieren a
lo mismo. Mientras que para la copia, el programa minimalista plantea que la posición de

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origen se representa con el elemento tachado. El fundamento más importante para plantear
estos conceptos, es el hecho de que el lugar donde esté la huella o copia no puede estar
ocupado por ningún constituyente.

En conclusión, los argumentos seleccionados por las unidades léxicas se proyectan en


posiciones estructurales determinadas por el principio de proyección, en esas posiciones
cumples las funciones sintácticas asignadas por la teoría de X/barra. Si los argumentos no
aparecen en la posición proyectada, y no es posible omitirlos, aparecerán en otras posiciones
proyectadas por otros núcleos, ya sean léxico o funcional, esto se explica a partir de la teoría
del movimiento de constituyentes. El movimiento es un fenómeno que resulta de la
interacción de las propiedades gramaticales expresadas por la teoría temática, la teoría
X/barra, la teoría del caso y la teoría de las categorías funcionales. La teoría de movimiento
explica el hecho de que un elemento no pierde las propiedades asignadas por ocupar una
posición distinta en la que adquiere otras propiedades gramaticales necesarias, como ocurre
con la marca de caso en la elevación de sujeto. Por lo tanto, las propiedades gramaticales de
las piezas léxicas se asocian con posiciones estructurales que son distintas.

UNIDAD 5: Pragmática y Discurso.


Paradigma comunicacional de los estudios del lenguaje.

Función comunicativa:

Eje paradigmático donde el lenguaje es una forma de vida, como un hecho social cuyo
exponente se da en el lenguaje ordinario. Para Wittgenstein, figura del funcionalismo desde
una posición Wittgensteiniana, el lenguaje es una sociedad antigua sin planificación donde lo
nuevo va rodeando lo viejo, no es geométrico, es abierto, heterogéneo, diversificado, como
todas las prácticas sociales. Las ideas de Wittgenstein dieron lugar a la Teoría de los Actos de
habla, donde el proceso de significación no está en la conexión del significante con el
significado, ni la manera en que se elabora el significado, la cuestión no es como se reproduce
el signo ni como se codifica ni como se decodifica. Lo importante es como se habla y hablar es
una acción equivalente a cualquier otra, por eso está regulada como todas las acciones del
individuo, cuando hablamos no expresamos significado, sino que estamos haciendo alguna
cosa. Por otro lado, en la misma línea del funcionalismo, se debe mencionar los estudios del
discurso que como disciplina es reciente y surge en el marco de la crisis del paradigma
estructuralista de las ciencias sociales, son el resultado de diversas perspectivas sobre los
fenómenos estudiados.

El giro lingüístico es clave, no porque plantee que el lenguaje es importante o postule que la
mayor parte de las acciones humanas son lingüísticas, sino porque resulta fundamental al
oponer el lenguaje cotidiano al lenguaje científico especializado y formal. Surge la pregunta de
si hay que crear un lenguaje propio para poder explicar cómo es el mundo. Richard Rorty fue
quien le dio nombre a este debate que se dio entre los 60 y 70 y cuestionó la idea de crear un
lenguaje formal para explicar el mundo, un lenguaje tan alejado del lenguaje cotidiano. A partir
de estas ideas se dignifica el lenguaje cotidiano, y se va a convertir en el único lenguaje posible,
rebajando el lenguaje formal al espacio del lenguaje cotidiano. Esto tuvo consecuencias

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1
importantes en tanto se abren puertas en dos dimensiones fundamentales, una en convertir el
trabajo de la ciencia en una práctica social más, y otra la fundamentación epistemológica de la
ciencia social critica, que es lo antirepresentacionista de Rorty. El antirepresentacionismo va a
deslegitimar la labor de construcción de los lenguajes formales como la mejor manera de dar
cuenta de la realidad y poner esa acción en el lenguaje cotidiano, además otra cuestión dada
por el giro linguistico es que se dignifica también la acción social porque da la posibilidad de
pensar toda acción humana en el mismo plano, considerando que no hay operación de habla
que no sea una acción en sentido estricto. En conclusión podemos decir que en las
investigaciones del lenguaje se produce un desplazamiento desde el estudio de las ideas
realizadas por medio de un discurso mental de carácter privado de introspección hacia el
estudio de los enunciados lingüísticos públicos objetivados para dar cuenta de su estructura.
No es dentro de nuestra mente donde tenemos que mirar para saber cómo pensamos, sino
que debemos mirar hacia nuestros discursos, como dice un filósofo del lenguaje Hacking en su
texto de 1975 “¿Por qué el lenguaje importa a la filosofía?”, el mismo dice que un Descartes
jamás habría pensado que una teoría es un sistema de enunciados.

Desde el punto de vista linguistico, hay tres factores claves en la conformación del discurso
como objeto de análisis:
1. El abandono de la oración como unidad de análisis; modelo teórico de Harris que
propone una teoría a analizar encadenamientos de enunciados y no el funcionamiento
interno de la oración. Más allá de lo que se haber criticado de su modelo, tuvo impacto
en el análisis del discurso y fue fundamental para lo que se denominó después en el
área anglosajona la gramática textual y la lingüística del texto.
2. La “redescubrimiento” y la redefinición del sujeto; muchas de las perspectivas que se
abrieron con las investigaciones de Benveniste sobre como la subjetividad se
encuentra lingüísticamente, y el aparato formal de la enunciación, es decir, la lengua,
apropiada por un sujeto de la enunciación, pone sus marcas y da cuenta de esa
subjetividad. Fueron centrales para entender la lengua como sistema de signos y que
solo puede ser aprendida en relación a determinados parámetros situacionales o a una
determinada enunciación.
3. La preocupación por el uso del lenguaje en la comunicación, donde, a partir de los
trabajos de Jakobson, la comprensión del lenguaje y la naturaleza comunicativa de los
signos, fue la problemática central desde distintas disciplinas como la biológica, la
sociolingüística y la etimología del habla o de la comunicación.

Sucedieron tres acontecimientos que confluyeron en la constitución del análisis del discurso,
desde el campo de la filosofía:

- La pragmática y la teoría de los Actos de Habla (J. L. Austin – J. L. Searle): la teoría de


Austin sobre la dimensión accional del lenguaje, donde el uso del lenguaje no consiste
en decir sino que también es hacer. Esta teoría la retoma Searle.
- La perspectiva arqueológica de Foucault. Desplaza el interés de la historia de las ideas
al campo de los dispositivos de enunciación en su arqueología del saber, da una serie
de conceptos clave como formación discursiva, práctica discursiva, dispositivo, sistema
de dispersión, etc. Tales conceptos fueron apropiados por los analistas del discurso.
- El principio dialógico desarrollado por el denominado grupo Círculo de Bajtín.

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Establecen la naturaleza social del signo linguistico aproximadamente en entre 1920 y
1930. Nuestros enunciados son vistos como ecos de otros enunciados, nunca asilados,
están siempre situados, no existen las palabras neutras. Estas ideas desde un principio
dialógico permitieron entender a la función comunicativa como algo inherente al
lenguaje, lo cual implica la imposibilidad de estudiarlo fuera de su contexto social,
fuera de su uso. Relacionado a este principio, se encuentra el concepto de género
discursivo, es decir, la idea de que cada esfera de la actividad humana configura
conjuntos de tipos de enunciados más o menos estables que constituyen géneros
discursivos, concepto central para el análisis del discurso.

Durante la década de 1970, se conforman dos corrientes principales de análisis del discurso
hasta hoy. Por un lado la Escuela Francesa de Análisis del Discurso y, por otro lado, la llamada
Análisis Crítico del Discurso. Las dos son distintas en termino metodológicas, en cambio, tienen
algunos presupuestos básicos que comparten acerca de cómo definir el objeto discurso, como
una articulación que es compleja de una superficie lingüística textual con las condiciones
extralingüísticas que la hacen posible. Esto implica que no se puede realizar un análisis
discursivo de un texto sin analizar su contexto, y la idea de contexto es algo laxo, que
solamente puede ser definido en función de los objetivos de la investigación, desde el punto
de vista de las distintas teorías de las ciencias sociales que intervienen en ellas y ese es el
verdadero desafío epistemológico y metodológico que plantea el análisis del discurso.
Construir un objeto que tiene una materialidad lingüística y esa materialidad no tiene que
borrar su materialidad socio histórica y a su vez definir una metodología que no privilegie un
aspecto sobre otro.

Cada perspectiva teórica, de acuerdo con el marco interpretativo que le materialidad


sociohistórica al texto, determina cuales son las propiedades relevantes del contexto de un
discurso:

PERSPECTIVA TEÓRICA UNIDAD DE Características Analistasinvestigadores


ANÁLISIS
Etnografía de la Evento Acróstico Hymes
comunicación comunicativo SPEAKING
Lingüísticofuncionalista Texto Campo-Tenor- Halliday
Modo
Análisis crítico del Conjunto de -Construcción a Wodak
discurso propiedades priori del corpus a Van Dijk
lingüísticas y analizar.
textuales de una -Mayor atención a
serie de los fenómenos
materiales, políticos que a los
explicadas por las funcionamientos
relaciones de discursivos.
poder en una
coyuntura
especifica.
Escuela Francesa de Dispositivo de Propiedades Maingueneau

4
3
Análisis del Discurso enunciación. relevantes de
(vinculación prácticas para la
dialéctica entre formulación de los
regularidades textos:
lingüísticas y Condiciones socio-
textuales con históricas de
actores y producción.
prácticas sociales)

La reformulación del esquema de la comunicación por Kerbrat-Orecchioni:

En el marco de los estudios lingüística, Jakobson busca las particularidades que hacen que un
mensaje pueda ser considerado poesía. El plantea un modelo teórica que observa los
diferentes usos y funciones a los que se presta el lenguaje en la diversidad de acciones que
hacen a la cotidianeidad de la vida, a partir de estas consideraciones, él señala seis funciones
que realizamos en el medio del lenguaje asociadas a los seis elementos que constituyen hecho
discursivo. Estas funciones son planteadas como estructuras del lenguaje que se activan en
distintas situaciones en las que el lenguaje se pone en funcionamiento, priorizando unas
funciones sobre otras. La orientación del lenguaje hacia cada uno de los componentes señala o
hace prevalecer una función, cuando se orienta hacia el emisor, la emotiva o expresiva, y
cuando se orienta hacia el receptor, la cognitiva o apelativa. También puede haber orientación
hacia el código, lo cual hace prevalecer la función metalingüística, cuando se orienta hacia el
canal, la fática, cuando se orienta hacia el contexto, la representativa referencia o informativa,
y finalmente cuando se orienta hacia el mensaje entendido como el cómo, hace prevalecer la
función poética. Se puede concluir que una siempre se impone sobre las demás. El esquema de
Jakobson contempla una enorme extensión y heterogeneidad del lenguaje que permite la
expresión de subjetividad, la referencia al mundo exterior, las interacciones de códigos y
canales que permiten la comunicación, y finalmente, no deja de estar sujeto a una dimensión
estética que observa este juego de la forma, es decir, la cuestión poética. Este esquema puede
dar cuenta de diferentes aspectos que se dan en diversas situaciones comunicacionales.

Sobre el modelo de Jakobson, la lingüista Kerbrat-Orecchioni, realizó una reformulación con el


propósito de interpretar la complejidad del hecho comunicativo. Tal reformulación no se
vincula específicamente con las funciones del lenguaje en la comunicación, sino con los
factores del circuito y produce una nueva perspectiva para comprender como se construyen y
se interpretan las comunicaciones verbales presenciales y no presenciales, escritas y
sostenidas por soportes distintos. Podemos decir que, a partir de la visión de Jakobson,
Kerbrat-Orecchioni elabora una aproximación que profundiza también en el carácter subjetivo
del lenguaje, observa las características que asume la relación de los sujetos particulares con
esas estructura abstracta que es el lenguaje. Ella plantea que el modelo de Jakobson da cuenta
de diferentes usos del lenguaje, pero no es suficiente para explicar las relaciones que se
estableces, por ejemplo, a escala personal, formulando una serie de observaciones que se
complementan con ese modelo, considerando las características de la personalidad de los
sujetos, que hace que cada individuo establezca una relación diferente con lo que se dice en
cada situación comunicativa.

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La atención de Kerbrat-Orecchioni está puesta en la noción de código, código considerado por
Jakobson como algo homogéneo y exterior. La consideración del código como homogéneo
implica identificar la competencia del hablante con la del oyente, es inexacto que los dos
participantes de la comunicación, aun de una misma comunidad lingüística, hablen
exactamente la misma “lengua”. En otras palabras, la comunicación no se funda sobre un
código único compartido por ambos participantes de la comunicación, sino que en cada
participante posee su propio idiolecto, que puede ser o no compatible con otro. La
homogeneidad del código invisibiliza las tensiones, los enfrentamientos, las nominaciones que
se realizan en la lengua. Si bien, la posibilidad de la comunicación se basa en un consenso de
significaciones que permite una inter comprensión parcial, en el intercambio verbal se juegan
siempre relaciones de poder y, generalmente, es el idiolecto fuerte el que se impone sobre el
idiolecto más débil. Los problemas de ambigüedad del código se multiplican si consideramos
las apropiaciones individuales que hace cada sujeto del lenguaje, diferente en cada persona
determinada por un conjunto de competencias.

La autora agrega el concepto de competencia, la suma de todas las posibilidades lingüísticas de


un sujeto, todo lo que es susceptible de crear desde la emisión e interpretar desde la adopción
o recepción. Entonces podemos hablar de una competencia desde el punto de vista de la
producción propia del locutor o emisor, y una competencia desde el punto de vista de la
interpretación propia del alocutario o receptor, por lo que siempre hay que considerar ese
desdoblamiento por un lado en la codificación y por el lado de la decodificación.

Otra noción agregada por Kerbrat-Orecchioni es la del universo del discurso, las limitaciones
que poseen los hablantes para expresarse ya que es inexacto pensar a un emisor como alguien
que elige tal y cual ítem léxico como si los tomara de un conjunto de actitudes linguisticas.
Depende de dos tipos de factores:

1. Las condiciones concretas de la comunicación.


2. Los caracteres temáticos y retóricos del discurso, es decir, grosso modo, las
restricciones de “género”.

Para comprender el modelo con las competencias linguisticas es necesario referirse a estas
restricciones del discurso que operan como filtros en el discurso, en el sentido que limitan lo
que puede y debe ser dicho según la situación de inscripción de los enunciados. Es posible
hablar, por ejemplo, de restricciones de género discursivo, en sentido de que tema, estilo,
léxico o qué tipo de texto, que también actúa como filtro. Los tipos de texto son componentes
de un género discursivo, por ejemplo, la conversación, la explicación, la argumentación, el
relato, el último lo puedo encontrar en una novela pero también en una conversación.
Entonces hay una dimensión textual o lingüística que se relaciona con la competencia
lingüística. Además, el universo del discurso constituye una dimensión institucional o social
relacionada con las competencias culturales e ideológicas.

A las ambigüedades del código, se suman los condicionamientos dados por el universo del
discurso que habla de datos situacionales concretos de la comunicaciones y determina
caracteres temáticos y retóricos, restricciones de género, pero, también, competencias no
linguisticas. Las competencias no linguisticas se dividen en dos: Por un lado, las
determinaciones psicológicas, determinaciones psi, que desempeñan un papel importante en

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las operaciones de codificación y decodificación, aquellas determinaciones individuales de las
que tampoco el hablante es completamente consciente y pueden alterar en diferentes
sentidos los mensajes y la interacción comunicativa. Son determinaciones psi porque tiene
componentes psicológicos, psicoanalíticos y psiquiátricos, no se trata de una competencia que
el participante adquiere, sino una determinación a la que se está sujeto. Por otro lado, las
competencias culturales e ideológicas, con culturales nos referimos al conjunto de
conocimientos implícitos sobre el mundo, las facilidades o dificultades para interpretar el
universo simbólico. Con competencias ideológicas, refiere a conjunto de los sistemas de
interpretación y evaluación del universo referencial que mantiene relaciones con las
competencias linguisticas y que tiene una especificidad que contribuye a acentuar las
diferencias, por ejemplo, de los intelectos.

Por último, Kerbrat agrega los modelos de producción y de interpretación, no hay variaciones,
no son más que procesos y reglas generales que se ponen a funcionar cuando los individuos se
acercan a un acto enunciativo, estos modelos son comunes a todas las personas, ya que todos
realizamos los mismos procedimientos para producir mensajes y para recibir e interpretar,
decodificar mensajes.

Autocriticas de Kerbrat-Orecchioni:

Autocriticas fundadas en propiedades de la comunicación verbal como la re flexibilidad, es


decir, el emisor del mensaje es al mismo tiempo su primer receptor; la simetría del mensaje
pide generalmente una respuesta, ósea que todo receptor funciona al mismo tiempo como un
emisor en potencia; y la transitividad, propiedad fundamental que tiene el lenguaje humano, a
diferencia de las abejas, es un instrumento privilegiado de transmisión del saber, porque
podemos reproducir sin haber experimentado lo que decimos. Estas cuestiones no figuran en
el cuadro. Por otro lado, el esquema no deja constancia de la complejidad que pueden
entrañar las instancias remisora y receptora en distintas situaciones comunicativas.

Acerca de la complejidad de la instancia emisora, Kerbrat da cuenta de que en ese esquema


solamente se presenta un caso simple y en cuestión, es el más raro del a comunicación, que es
el de la comunicación dual cara a cara. Entonces se ponen en cuenta varios ejemplos para ver
de qué manera la instancia emisora puede atravesar estas complicaciones. Por ejemplo, el
discurso literario, donde hay una instancia emisora y una receptora que se encuentran
desdobladas, tenemos un autor y lectores pero, por otro lado, sabemos que el autor no es el
narrador y que el lector no es el narratario, entonces hay muchas situaciones comunicativas
que se desvían de la que nos muestra el esquema como comunicación dual cara a cara.

En cuanto a la complejidad de la instancia receptora, no es tan simple porque hay una


intervención de distintos ejes. Kerbrat propone una distinción entre alocutario y no alocutario,
elije el término alocutario frente al de receptor porque la idea de receptor tiene esa cuestión
pasiva que el término alocutario no tiene, aparece la idea de lo locuaz, lo locuente. Un
alocutario puede ser singular, plural, nominal, anónimo, real o ficticio, se lo va a definir porque
es a quien considera explícitamente el locutor, lo que atestigua el empleo de las marcas de
segunda persona o la dirección de la mirada en las conversaciones cara a cara. El no alocutario
previsto por el locutor sería un destinatario indirecto, sin estar integrado en la alocución, es un
testigo del intercambio verbal y de alguna manera influye decisivamente en lo que previsto por

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el locutor. Por otro lado, el no alocutario no previsto por el locutor es el espía, la existencia de
receptores aleatorios o adicionales que el locutor no puede prever y por lo tanto tampoco
puede prever como se van a interpretar los mensajes. Para cada una de las categorías de
receptores, hay un variable número de elementos que pueden comprender y, por lo tanto,
hacen varias las propiedades internas del mensajes y, además, estos destinatarios directos o
indirectos pueden estar presentes o ausentes. Entonces, los destinatarios pueden tener o no la
posibilidad de responder, la comunicación puede ser simétrica unilateral, con una respuesta
inmediata o diferida en el tiempo. Estas cuestiones sobre la posibilidad de respuesta y la
presencia física, permite fundar cuatro clases de receptores: El receptor presente y locuente,
físicamente presente y tiene capacidad de respuesta; puede estar presente y no locuente,
como en una conferencia donde no hay un intercambio; puede ser ausente y locuente como en
una conversación telefónica; y ausente y no locuente como en la mayoría de comunicaciones
escritas como el mail o el correo.

El aparato formal de la enunciación, en “Problemas de Lingüística General II” de Benveniste:

El empleo de la lengua es un mecanismo total y constante que de una manera u otra afecta a la
lengua entera, la dificultad es captar este fenómeno trivial que parece confundirse con la
lengua misma. La enunciación implica a poner a funcionar la lengua por un acto individual de
utilización, es un acto individual de apropiación del código de la lengua por parte de un
individuo que se constituye como sujeto a partir del acto enunciativo. Toda enunciación es un
acto de conciencia por parte del individuo, la situación de enunciación es un acto de
apropiación, un acto de consciencia y un acto inaugural desde el centro de referencia interna,
en el cual el locutor se asume como locutor e implanta un alocutario, de ahí que todo acto de
locución es a la vez un acto de alocución. El discurso es producido cada vez que se habla, es la
manifestación de la enunciación, no es sencillamente el habla, hay que atender a la condición
específica de la enunciación, es el acto mismo de producir un enunciado y no el texto del
enunciado.

La enunciación es definida como una instancia intermedia entre la lengua, en el sentido


Saussureano como un sistema de signos, y el habla, en idéntico sentido como manifestación
expresa de la lengua. Consiste, en principio, en poner a funcionar la lengua por un acto
individual de apropiación de la lengua por un individuo concreto, la condición especifica de la
enunciación es el acto mismo de producir un enunciado y no el contenido específico de ese
enunciado, distinción importante entre acto y producto resultante porque sobre el último
trabaja la concepción estructural clásica. Antes de la enunciación, la lengua no es más que la
posibilidad de la lengua, después de la enunciación la lengua se manifiesta como una instancia
del discurso que emana un locutor. Esta apropiación individual lleva implícita otra de las
características esenciales de la enunciación, la instauración del receptor; la enunciación lleva
implícita la alteridad por esa razón su dominio especifico es el dialogo. Otra característica
esencial de la enunciación, y la más destacada, es su capacidad “transparente” de permitir una
relación con la realidad, con el mundo, sustituyendo mediante signos los objetos de percepción
y de conocimiento. El objetivo de Benveniste es el de caracterizar formalmente la instancia de
la enunciación, descubrir sus huellas, sus manifestaciones implícitas, en este sentido distingue
dos tipos de recursos que se clasifican como permanentes y los que son variables o
incidentales. Entre los primeros (los permanentes) figuran en primer lugar las marcas de
personas, en su manifestación verbal o pronominal; en segundo lugar, las marcas de tiempo, el

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presente tiene razón de ser como indicador temporal que establece la enunciación y sirve para
organizar el tiempo en pasado y futuro; y en tercer lugar las marcas de espacio,
manifestaciones de tiempo y lugar que tienen una manifestación gramatical variada, deícticos,
siendo su característica principal su significado variable, yo, aquí y ahora cambian su significado
denotativo en denotativo en cada enunciación. Las características variables de la enunciación
dependen del deseo de todo sujeto hablante de implicar o influir sobre el interlocutor, se
explican así las diversas intenciones comunicativas, aseverativas, afirmativas y negativas,
exhortativa, interrogativas, dubitativas, etc. Estas diversas intenciones suelen explicitarse por
medio de los recursos supra segmentables por la modalidad verbal, las tradicionales
consideraciones del subjuntivo como manifestación de deseo y duda, y por el significado de
determinados adverbios, quizá, probablemente, posiblemente, etc.

El “YO” denota al individuo que pronuncia la enunciación, el “TU” representa al individuo


presente como alocutario, tanto el “YO” como el “TU” son signos vacíos según Benveniste, que
se vuelven llenos cuando un locutor los asume en cada instancia del discurso. Respecto a lo
vacío, refiere a que no denotan de manera estable, ya que el referente varía con la situación. El
“YO” es una realidad de discurso, no remite a un concepto o a un individuo, no puede ser
definido más que en términos de locución, no puede ser identificado más que por la instancia
del discurso que lo contiene y solo por ellas, no tiene otra referencia que la actual y
momentánea, es una instancia única por definición, valida solo en su unicidad, no hay un
concepto “YO” que englobe todos los “YO” que se enuncia en todo instante en boca de todos
los locutores. Cada vez que se dice “YO”, éste se llena de un significado diferente, existe una
definición simétrica para “TU”, es el individuo al que se dirige la locución en la presente
instancia de discurso que contiene la instancia lingüística “TU”, por eso se lo denominan al “YO
y al “TU” como deícticos puros, la referencia constante y necesario en la instancia del discurso
constituye el rasgo que contienen estos a una serie de indicadores participantes, adverbios,
locuciones adverbiales.

Por otro lado, “EL” es la tercera persona, forma que no remite a persona por estar referida a
un objeto situado fuera de la locución “YO+TU”, existe solo por la oposición a la persona “YO”
del locutor quien, enunciándola, la sitúa como la no persona. Es el miembro no marcado de la
correlación de personas según Benveniste, necesita recibir un contenido referencial preciso,
necesita determinaciones contextuales de las cuales pueden prescindir el “YO” y el “TU”.

También podemos encontrar en la enunciación el pronombre de la primera persona del plural


“nosotros” que incluye al “YO + NO YO” y se puede tratar de un nosotros inclusivo (YO + TU) o
de un nosotros exclusivo (YO + EL). El nosotros inclusivo es aquel que incluye al receptor y es el
puramente deíctico porque solamente se atiene a la situación comunicativa, el nosotros
exclusivo le hace falta una referencia para saber de qué se trata “EL”. También existe el
“YO+TU+EL” que sería una referencia determinada por el contexto.
Otros indicadores que se unen al “YO” y al “TU” y cuya referencia también surge en la
instancia discursiva, son los deícticos que organizan el espacio y el tiempo en torno al “YO”,
aquí y ahora. Los índices de ostensión del tipo este o ese, suponen un tipo de señalamiento del
objeto designado por ellos y lo ubican en referencia con el lugar del “YO”. Benveniste los
denomina como aquellos que delimitan la instancia temporal y espacial coextensiva y
contemporánea de la presente instancia del discurso que determina el “YO”. Son términos que
implican un gesto que designa el objeto al mismo tiempo que es pronunciada la instancia del

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término, son también signos de ex provistos de referencia fija, tales como los adverbios de
tiempo hoy, ayer, mañana, ahora o dentro de tanto; los adverbios de lugar; los verbos de
movimiento; los pronombres demostrativos y todo el sistema de coordenadas espaciales,
ordenan el espacio a partir de un eje central y permiten ubicar el lugar del sujeto de la
enunciación.

Cabe recordar que Benveniste establece una distinción entre tiempo lingüístico, tiempo físico
línea, continuo e infinito, y el tiempo crónico, construido institucionalmente, es el tiempo
socializado del calendario que nos permite vivir en sociedad. De acuerdo a Benveniste, la
expresión de la experiencia humana solo es posible mediante el tiempo lingüístico, que es el
tiempo en el discurso, de la palabra, cuyo centro axial es el presente de la enunciación, el
momento donde el locutor habla. Solo en función de éste presente y solo por referencia de él,
puede comprenderse el pasado y el futuro. En otras palabras, ésta conceptualización supone
una construcción temporal lingüística y un acuerdo entre los interlocutores. La temporalidad es
producida por la enunciación, de ella procede la instauración de la categoría de presente, el
tiempo presente es el tiempo en el que se está pero solo se indica por el tiempo en que se
habla. El presente formal no hace sino explicitar el presente inherente a la enunciación y es, a
la vez, tiempo de base del discurso definido por su coincidencia con el momento de
enunciación, y término no marcado del sistema del indicativo. Por eso es polivalente: posee
tanto un valor deíctico que lo opone a los otros tiempos, pasados y futuros, como un valor
notemporal, ligado a su estatuto de forma “cero” del sistema. Por otra parte, el presente
también es una forma verbal abierta y flexible por su propia función de marcar simultaneidad
con el momento de la enunciación.

El valor más específico del presente es el que marca una acción que sucede en el momento de
hablar, el presente actual llamado puntual, pero también tiene otros usos, como el presente
genérico que hace referencia a hechos de validez permanente y atemporal, es decir, fuera de
un marco temporal concreto, tiene muy poco valor deíctico. Por otro lado, encontramos el
presente histórico, el presente utilizado con valor de pasado, estrategia de actualizar hechos
del pasado a través de su uso verbal pero tiene un valor de pasado. Otro es el presente
habitual, aquel que hace referencia a un comportamiento usual y acostumbrado, diferente al
presente genérico, es un discurso donde la referencia temporal es un lapso de tiempo donde
se repite un hábito y equivale a una construcción como la que se usa con el verbo “soler”. Por
último, tenemos un uso de presente con valor de futuro, que se denomina presente
prospectivo, se da en variados tipos de discursos hablados con un marcador que denota un
tiempo posterior a la enunciación.

La enunciación da las condiciones necesarias para las funciones sintácticas, según Benveniste,
desde el momento en que el enunciador se sirve de la lengua para influir de alguna manera en
el comportamiento del alocutario o para acentuar la relación discursiva entre ambos, dispone
para ello de un aparato de funciones. Tales como la interrogación, enunciación construida para
suscitar una respuesta; la intimación, ordenes o llamados concebidos en categorías como el
imperativo, el vocativo, que implican una relación viva e inmediata del enunciador y el otro, en
una referencia necesaria al tiempo de la enunciación; y la aserción, la cual apunta a comunicar
una certidumbre, es la manifestación más común de la presencia del locutor en la enunciación,
posee instrumentos específicos que la expresan o la implican, como las palabras “si” y “no”
(asertan positiva o negativamente una proposición)

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Las modalidades: El término modal o modalidad proviene de la lógica que, como disciplina
filosófica se desempeñó en la relación entre el mundo y el lenguaje estableciendo una
oposición entre DICTUM (contenido representado o mundo) y MODUS (lenguaje
representante). Este presupuesto que sostiene esta división es que hay una existencia clara y
distinta del mundo previo al lenguaje que funcionaría como vehículo de ese mundo, de ahí la
idea de transparencia, que supuso una reducción de la lengua a la mera función de
comunicación. De tal jerarquía, al DICTUM le corresponde todo lo que tiene que ver con el
entendimiento, el contenido, y al MODUS le corresponde la voluntad y afectividad. Según
Charles Bally “Lo dicho o DICTUM, y el modo de decir o MODUS”, él entendió que en toda frase
hay un contenido intelectual representado y una operación psicológica que modaliza ese
contenido, por eso distingue entre el DICTUM que sería la función de comunicación y
modalidad, a la que define como “forma lingüística de un juicio intelectual, de un juicio
afectivo o de voluntad que un sujeto pensante enuncia a propósito de una percepción o de una
representación espiritual”. Bally considerada que la modalización estaba siempre presente e
incluso en el enunciado aparentemente más neutro, también planteada que la relación entre
modalidad y DICTUM puede ser ubicado en una escala de lo implícito a lo explicito, del
implícito el MODUS se confunde casi con el DICTUM (grado cero de la aserción), de lo explicito
podríamos ver el énfasis en la aserción, marcas del sujeto explícitamente responsable,
despliegue de subjetivemas, marcas claras de modalización con adverbios modalizadores,
empleos de verbos de creer y suponer, duda, posibilidad, etc.

Maingueneau reformula el problema de la modalidad refiriéndose a tres tipos de modalidades:


de enunciación, de enunciado y de mensaje.

1. Modalidad de enunciación: plantea una relación que, en el texto, el sujeto de la


enunciación establece con el interlocutor, alocutario o con el auditorio. Puede haber
una sola modalidad por proposición gramatical. Benveniste hace mención a las
funciones sintácticas que hacen posible el aparato formal de la enunciación.
Maingueneau coincide al nombrarlas como declarativa, interrogativa, imperativa y
agrega la exclamativa.
2. Modalidad de enunciado: manera en la que se presente el contenido del enunciado en
relación con la verdad o la falsedad o según juicios apreciativos. Se refiere a la manera
en la que el sujeto de la enunciación sitúa el enunciado en relación con verdad,
falsedad, certidumbre, duda, posibilidad y probabilidad en tanto modalidades lógicas.
Por otro lado, en modalidades apreciativas el enunciador no moraliza desde el punto
de vista asertivo de su realización, sino que expresa juicios de valor en categorías de
apreciación.
3. Modalidades de mensaje: tiene que ver con el enunciado enfocado desde su
organización en tanto construcción del mensaje, alteran el orden canónico de la
oración, dan cuenta de determinadas variaciones a nivel sintáctico y producen
variaciones a nivel semántico. Se relaciona con la distribución de la información, como
relación tema-rema, las construcciones pasivas y también con las nominalizaciones.

Competencia comunicativa y el Mercado lingüístico:


La competencia lingüística es una noción introducida por Chomsky, en el marco del cambio de
enfoque que produce en los estudios lingüísticos de la GG. Se refiere a la habilidad de los

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hablantes de una lengua para interpretar y producir textos, consiste en un conocimiento
semántico, sintáctico y léxico de una lengua. Al considerar al lenguaje como competencia, la
lengua deja de ser un objeto externo que no está fuera del individuo, para a ser interna, una
capacidad cognitiva, una potencialidad del ser humano. La competencia es una capacidad
potencial y la actuación es el uso de esta capacidad.

Un hablante sabe una lengua, conoce su gramática, tiene competencia lingüística. Hay distintos
factores que intervienen o condicionan el uso de tal conocimiento, por eso el estudio de esos
factores llevó a ver que la noción de competencia lingüística era insuficiente para aplicarla a
fenómenos discursivos y de comunicación y a desarrollar un concepto derivado competencia
comunicativa. Hacia fines de los 70, se empieza a percibir la lengua en su funcionalidad
comunicativa y en el marco de un contexto social, deja de ser la oración para determinar el
objeto de distintos enfoques.

El concepto de competencia comunicativa se formula en dos enfoques distintos de lenguaje y


comunicación. Por un lado tenemos una corriente anglosajona llamada Etnografía del habla
cuyo representante es Dell Hymes. Por otro lado, la Escuela sociológica francesa cuyo
representante es Pierre Bourdieu.

Desde que Hymes acuña el concepto competencia comunicativa, todos los modelos propuestos
coinciden en que conocer el sistema, el código y que es la competencia lingüística es necesario,
pero no suficiente, se requiere el conocimiento y la habilidad para utilizar conversiones
discursivas, son sociales, culturales y forman parte de nuestras estrategias de intercambio que
surgen siempre en el marco de una comunidad. Hymes sostiene que para la comunicación
integral es necesario dominar la lengua, ese dominio implica una capacidad de
contextualización, adecuar el discurso a la situación en la que se produce. El elabora el modelo
SPEAKING: conjunto de elementos que intervienen en cualquier acontecimiento o evento
comunicativo. Es un acróstico en inglés referido a situation, participants, ends, acts sequences,
key, instrumentalities, norms, and genre; en español sería situación, participantes, finalidades,
secuencias de actos, clave/ tonos, instrumentos, normas y género. Situación referido a donde y
cuando se produce el intercambio comunicativo, no realizamos un intercambio verbal en todos
los lugares y momentos; participantes por quienes intervienen; finalidades, para qué;
secuencias de actos, que elementos, que forma y que contenidos tiene ese mensaje;
claves/tonos, de qué manera se transmite; instrumentos, es decir, cual es el canal; normas, las
creencias acerca de la interacción e interpretación; y género, restricciones al enunciados
dependiendo del género que sea.

Bourdieu, por su parte, desplaza los conceptos de otro modo. Primero que no se trata de la
gramaticalidad, término Chomskiano, aquello que está en la lengua, lo que la lengua me
permite, sino sobre l aceptabilidad, referido a los grados de aceptabilidad de un enunciado en
el acto del habla. Acerca de la lengua, en el modelo de Bourdieu, se habla de lengua legítima o
discurso legítimo. Ya no se trata de relaciones de comunicación, sino de relaciones de fuerza
simbólica; lo mismo para significado y sentido, lo trata como valor y poder, cual es el lugar, la
situación de intercambio desde la relación de fuerza. Por último, no nos referimos a
competencia, sino a capital simbólico o lingüístico.

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El mercado lingüístico: el lenguaje se utilizan en funciones más allá de la comunicación o la
simple expresión del pensamiento, porque el dominio de la lengua es un instrumento de
poder. Un discurso, además de ser oraciones bien formadas, es un conjunto de enunciados que
se adecuan a una situación y es aceptado por receptores, es decir, se integra a un mercado
lingüístico con relaciones de producción similares a las que se producen en el mercado
económico, donde los discursos circulan y son apreciados o no, ósea se les da un precio según
la oferta y demanda. Bourdieu da dos definiciones acerca del mercado linguistico.

Por un lado, en un sentido concreto, es cualquier situación de intercambio linguistico entre dos
o más personas con cierta jerarquía de manera más o menos oficial que intervienen. En un
sentido más abstracto, serían las leyes de formación de precio que se van a generar a partir de
situaciones sociales, que tienen que ver con la interacción comunicativa, y que no se imponen,
no hay en ese sentido una imposición de una clase dominante. Para formas estas leyes de
precios, quienes participan de las leyes de formación de precios son aquellos que tienen
acceso a estar cerca de las producciones, de los lugares de poder donde determinados
discursos son relevantes. Por ejemplo, en el mercado económico, quienes están en ese circuito
donde se dan las leyes de formación de precios son aquellos que más poder capital tienen,
para así estar más cercano a esas leyes; en el mercado linguistico los que oponen un discurso
son aquellas empresas que tienen distintos canales para difundir su versión de la realidad, ya
que tienen acceso a mas receptores.

El discurso es igual a habitus + mercado linguistico. Habitus refiere a la capacidad de hablar


más la capacidad social (adecuación), se trata de la producción de discurso que se ajusta a una
“situación” a un mercado linguistico. Es una especie de maquina transformadora que hace que
“reproduzcamos” las condiciones sociales de nuestra propia producción, de modo imprevisible.
El mercado linguistico es una situación social determinada, más o menos ritualizada, donde
existen leyes de formación de precio de producciones linguisticas.

El mercado linguistico es regulado por los que poseen capital linguistico, por aquellos
considerados locutores legítimos que determinan quien puede hablar, para que y como. Los
locutores legítimos, como periodistas, empresarios de medios o políticos, determinan que
discurso merece ser escuchado y por lo tanto creído. Hay un conjunto de determinaciones
institucionales que las situaciones sociales proyectan sobre las interacciones linguisticas y la
producción discursiva, esto es lo que conceptualista Bourdieu como mecanismo de mercado.
Los mercados de interacción no son un intercambio de valores iguales, son situaciones sociales
desiguales que implican procesos de dominación y censura, censura estructural de unos
discursos sobre otros, no hay comunismo en un mercado linguistico, ya que los productos
lingüísticos tienen un valor social, un precio al adecuarse a las leyes de un mercado en
particular. Las leyes de formación de precios de cada mercado son las que van a dictar la
aceptabilidad de los discursos y quien es el locutor legítimo, tal autoridad se construye en
contextos socio-históricos concretos y en función de prácticas de los sujetos que negocian
valores, donde el poder está siempre marcado por una posición estratégica en el espacio
social. La circulación de “bienes discursivos” trata a los discursos como los productos, a los
locutores como sus productores, y a los receptores como los consumidores.

El capital simbólico o capital linguistico es la capacidad de dominar la lengua y las situaciones


de comunicación, donde el hecho de poseerlo supone un locutor legítimo, es tener derecho a

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la palabra y tener poder en las relaciones de fuerza simbólica, sobre los mecanismo de
formación de precios y permite imponer la recepción, lo cual no implica ser comprendido,
porque puede ser recibido y aceptado aunque no se comprenda. Bourdieu ejemplifica con la
misa en latín durante siglos, era aceptada y recibida pero no era entendida en absoluto.
Entonces, la estructura social de un mercado linguistico determina que es lo que tienen más
valor en el intercambio linguistico y, por lo tanto, los discursos no serán más que jugadas
practicas con las que los sujetos que intervienen tratan de aumentar sus beneficios simbólicos,
adoptándose a las leyes de formación de precios y poniendo en juego capital linguistico que
está social y culturalmente codificado. El discurso, lejos de cualquier código formal, lleva a
Bourdieu a ver la marca social, poder y valor en la situación que se produce. La misma
producción del discurso se hace anticipante las condiciones de recepción en el mercado
linguistico, en tal sentido, esas leyes de aceptación de discursos y prácticas linguisticas se
constituyen como un conjunto de relaciones de fuerza y dominación, donde se hacen valer
capitales lingüísticos y simbólicos que provienen de posiciones sociales consolidadas.

Por lo tanto, los discursos solo cobran valor en relación con un mercado, que se construye por
un conjunto de leyes concretas de formación de precios. El valor real del discurso solo depende
de las relaciones de fuerzas que se establecen entre los locutores, no solo como la capacidad
de producción, sino también como la capacidad de apropiación de los capitales simbólicos que
circunscriben el campo donde se realiza la interacción comunicativa. Las interacciones
linguisticas son tipos de micro mercados, siempre dominados por las estructuras globales. La
competencia solo tiene valor si tiene mercado, un capital solo se define, funciona como tal y
proporciona ganancias, en un mercado determinado. Existen monopolios en el mercado
linguistico, determinar que se dice y quien lo dice en determinado momento depende de
relaciones de fuerza objetiva (=mercado económico) que provocan que los productores y sus
productos no sean todos iguales. Bourdieu utiliza de ejemplo al alcalde de Pau, la gente le
agradece por dar su discurso en el dialecto del pueblo, se expresa un acto de demagogia por
parte del alcalde quien baja de su jerarquía, dejando su dialecto de lado, para dar un discurso
en el dialecto del pueblo. Otro ejemplo es aquel del franquismo, cuando Francisco Franco
prohibió el uso de lenguas y dialectos regionales, no se trata de una lengua siendo mejor que
otra, sino de la posición de autoridad de Franco. Además, hay una relación de dependencia
clara entre mecanismos de dominación política y mecanismos de formación de precios
lingüísticos.

Pragmática:

La pragmática estudia los principios generales que regulan el uso del lenguaje en la
comunicación, hablamos de condiciones que regulan en una situación concreta el uso en un
hablante concreto de enunciados concretos y la interpretación por parte de su destinatarios.
La pragmática intenta dar respuestas acerca de las problemáticas que plantea la complejidad
de la interacción verbal. Escandell Vidal concibe que una teoría general del lenguaje debe dar
respuestas a las siguientes preguntas:

1. Como es posible que lo que decimos y lo que queremos decir puedan no coincidir.
2. Como es posible que a pesar de todo nos sigamos entendiendo.
3. Que parte de lo que no entendemos depende del significado de las palabras que
usamos.

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3
4. Que parte depende de otra cosa.
5. De qué otra cosa.

Que la pragmática deba considerar factores extra lingüísticos a los que no se puede referir un
estudio puramente gramatical, emisor, destinatario, intención comunicativa, contexto verbal,
situación o conocimiento del mundo. Vidal propone un modelo de análisis pragmático que está
conformado por dos clases de elementos, uno de naturaleza material, ósea que son entidades
que se pueden describir que son objetivas; y otro de naturaleza inmaterial, es decir, tipos de
relaciones que se establecen entre los elementos materiales.

Los de naturaleza material son:

1. Emisor: cuando hablamos de emisor nos referimos a un sujeto real que tienen
creencias, tiene actitudes y que puede tener diferentes relaciones con su entorno.
2. Destinatario: quien se dirige el enunciado, es un receptor elegido por el emisor.
3. Enunciado: lo que se construye según un código linguistico, el mensaje, la expresión
lingüística que produce el emisor.
4. Entorno: contexto o situación espacio-temporal, el soporte físico o también podríamos
hablar de decorado en el que se realiza la enunciación.

Los componentes inmateriales son:

1. Información pragmática: todos esos conocimientos y creencias, opiniones,


sentimientos que tiene un individuo en cualquier situación de comunicación verbal.
Tiene sus sub componentes, un subcomponente general sería un conocimiento del
mundo, de todo lo que tiene que ver con lo cultural o las características naturales de
ese conocimiento del mundo. Un subcomponente situacional, tiene que ver con el
conocimiento derivado de lo que los interlocutores perciben durante la interacción.
Por último, un subcomponente contextual, que incluye lo que se deriva de las
expresiones linguisticas intercambiadas en el discurso inmediatamente precedente.
2. Intención: en la relación que se establece que siempre es dinámica entre el emisor y su
información pragmática, por una parte, y el destinatario y el entorno, por otra.
3. Relación social: la relación que existe entre los interlocutores por pertenecer a una
sociedad, a una estructura social, que implica que se impongan una serie de
selecciones que determinan la forma del enunciado.

La teoría de los actos de habla: cuando Austin se propone como objeto de análisis la
significación, lo fundamental en el proceso de la significación no es ni la conexión del
significante con el significado, ni la manera en la que se elabora el significado, la cuestión no es
ni como se produce el signo ni como se codifican o decodifican, cuestiones que están presentes
en todos los debates típicos de la lingüística tradicional. Lo importante, según Austin, es como
se habla, y hablar es una acción equivalente a cualquier otra, está regulada del mismo modo en
que están reguladas todas las actividades humanas. Al hablar no estamos expresando un
significado, sino que estamos haciendo una cosa. Austin es el iniciador de la pragmática
moderna cuya teoría fue perfeccionada por John Searle.

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Austin distingue dos tipos de enunciados: Primero las emisiones declarativas o constatativas,
que se caracterizan por admitir asignaciones de verdad o falsedad. Por otro lado, las emisiones
perfomativas o realizativas, en este tipo de emisión se hace exactamente lo que se dice, ciertos
verbos funcionan como performativos explícitos, nombran la acción que se hace mientras se la
dice mediante una palabra, enunciados afortunados/desafortunados.

Los enunciados constatativos describen un estado de cosas, son verdaderos o falsos, mientras
que los enunciados realizativos son evaluados como adecuados o inadecuados. Se puede decir
que las diferencias son que el enunciado realizativo es una oración declarativa en primera
persona del singular del presente de indicativo y no puede ser evaluado en términos de verdad
o falsedad sino como adecuado/inadecuado-afortunado/adecuado. Además, el enunciado
realizativo tiene condiciones especiales para su emisión. Austin declara que para realizar un
enunciado realizativo, además de pronunciar las palabras correspondientes, es necesario que
en muchas otras cosas anden bien y salgan bien para decir que la acción tenga éxito. Esas cosas
las describe Austin al ir examinando y clasificando los tipos de casos en los que “algo sale mal,
y como consecuencia de ellos, el acto asumir un cargo, aportar, legar, bautizar o lo que sea, es
un fracaso o por lo menos lo es en cierta medida”. En tales casos se puede decir que “la
expresión lingüística no es en verdad falsa sino en general desafortunada, por tal razón
llamaremos a la doctrina de las cosas que pueden andar mal y salir mal en oportunidad de
tales expresiones, la doctrina de los infortunios.

Para Austin, los infortunios son las diferentes maneras en que una emisión realizativa puede
ser desafortunada, es decir, no cumple su objetivo porque se rompe determinadas reglas. Para
evitar que se den los infortunios, Austin anuncia algunas de las cosas que son necesarias para
el funcionamiento afortunado o sin obstáculo de un realizativo, o al menos de un realizativo
explícito. Esto lo lleva a formular una serie de condiciones o reglas de producción para el acto
realizativo conocida como la doctrina de los infortunios:

A.1 Existencia de un procedimiento convencional- con un efecto también convencional-


que incluya la emisión de determinadas palabras por parte de determinadas personas y en
determinadas circunstancias; además,

A.2 las personas y circunstancias que ocurren deben ser las apropiadas para el
procedimiento.

B.1 Todos los participantes deben actuar de la forma requerida por el procedimiento; y
además

B.2 deben hacerlo así en todos los pasos necesarios.

r.1 Cuando el procedimiento requiere que las personas que lo realizan alberguen ciertos
pensamientos o disposiciones de ánimo, deben tenerlos; además

r.2 los participantes deben comportarse efectivamente de acuerdo con tales


pensamientos.

Los tipos de infortunios que reconoce son los siguientes:

1. En caso de violar las reglas A y B, se dan los desaciertos:

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A) En dos casos de A1 y A2, se da una mala apelación a un procedimiento, sea porque
no hay tal procedimiento o porque el mismo no puede hacerse valer en la forma
en que se intentó. En consecuencia, los infortunios de la clase A pueden ser
denominados malas apelaciones, donde entre ellos, el caso del segundo tipo A2,
cuando el procedimiento existe pero no puede aplicarse como se intenta hacerlo,
puede denominarse malas aplicaciones.
B) Ocurre que, en los casos B, existe el procedimiento y es aplicable a la ejecución,
pero falla en la ejecución del rito, por ello los casos B por oposición a los casos A,
pueden llamarse malas ejecuciones. En esos casos, el acto que se intento está
afectado, ya sea porque hay un vicio en la realización de la ceremonia o porque
ésta no se llevó a cabo en forma completa. La clase B1 da lugar a los actos
viciados, y la clase B2 a los actos inconclusos.
2. En el caso de incumplimiento de las reglas gamma (r) se da lo que se denomina abusos,
es decir, cuando el acto pretendido es hueco. En el caso de la regla r1 se darían los
actos insinceros, y en el caso de r2 a los incumplimientos.
Cuatro de estos infortunios son tales que convierten a la expresión en un desacierto, y al acto
que se intentó hacer en nulo y sin valor, esto es un acto que no tiene efecto. Los otros dos, por
el contrario, solo hacen que el acto que pretendió realizar configure un abuso de
procedimiento, por ejemplo, un acto nulo sería alguien que diga “te bautizo en el nombre del
padre, del hijo y del espíritu santo” pero sin ser un curo, sin estar en la ceremonia, sin tener
ninguno de los requisitos que tal rito requiere.

Cuando Austin analiza situaciones que involucran actos realizativos, encuentra cuestiones que
tiene que distinguir, por ejemplo, enunciados realizativos sin efecto realizativo, enunciados
realizativos que no siguen la forma canónica (no están en primera persona del presente
indicativo), acciones linguisticas sin realizativo explicito, ambigüedades sin contenido
proposicional. La dicotomía constatativas/realizativas es insuficiente para establecer una
distinción clara entre verbos realizativos explícitos y verbos realizativos implícitos en tanto
puede haber más de un implícito. Entonces la dicotomía va a ser subsumida por una unidad
mayor, el acto de habla, dos dimensiones dentro de la misma unidad, donde en vez de haber
dos tipos de enunciados, los constatativos y los realizativos, hay actos lingüísticos que incluyen
enunciados tanto realizativo como constatativo, no como equivalentes, hay un cambio en el
enfoque. Se diluye la distinción entre constatativo y realizativo, porque cada vez que se realiza
un acto constatativo, siempre está implícito el “yo creo”.

Entonces el acto linguistico se vuelve tríadico, todo acto linguistico expresa tres actos a la vez:

1. Acto locutivo: se realiza por la mera acción de decir algo, tiene significado y
comprende tres tipos de actos: Fónico ( secuencia de sonidos) / Fático (enunciado que
permite el acto de referir y predicar) / Rético (acto elocucionario)
2. Acto ilocutivo: al decir algo puedo realizar distintas acciones (prometer, amenazar,
etc.) Tiene fuerza ilocutiva y es una emisión de enunciados con intención.
3. El acto perlocutivo: refiere a los efectos producidos por haber dicho algo. Emisión de
enunciados que influyen y logran efectos.

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Ejemplos de actos de habla con fuerza ilocutiva: ¿Tenés hora? (realizamos una petición);
¿Cuántos años tenes? (realizamos una pregunta); ¿Siempre sos tan antipático? (realizamos un
reproche)

La contribución de Searle la realiza en su libro “actos de habla”, “hablar una lengua es tomar
parte de una forma de conducta (altamente compleja) gobernada por reglas. Aprender y
dominar una lengua es haber aprendido y dominado tales reglas”. El acto de habla es la unidad
mínima de comunicación lingüística. Los actos de habla se realizan de acuerdo con una serie de
reglas: condiciones preparatorias y condiciones de sinceridad.

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