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TEMA 2. DERECHO AMBIENTAL I.

PRIMERA PARTE: UNA APROXIMACIÓN A LA INTERVENCIÓN ADMINISTRATIVA EN LA


PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE.
1. ASPECTOS INTRODUCTORIOS
A pesar de que existan ciertos precedentes históricos en relación a la toma de decisiones gubernativas dirigidas
a la salvaguarda de los recursos naturales (agua, montes, caza, pesca) por motivos de salud pública, utilidad
económica o de su aprovechamiento comunal, no sería hasta mediados del siglo XX cuando se asiste en los
países desarrollados a una preocupación generalizada por la protección del medio ambiente.
A este hecho contribuirían decisivamente los grandes avances de la ciencia y el desarrollo tecnológico que
evidenciaron la existencia de tres fenómenos interrelacionados: a) el fuerte impacto de la actividad humana
en su propio entorno, b) el constante aumento de su degradación y c) el carácter limitado de la capacidad de
regeneración de los recursos naturales
En los años 70 se produjo una fuerte reacción social y política ante la proliferación de graves episodios de
desastres ambientales a escala mundial: extinción de numerosas especies de fauna y flora, deforestación, lluvia
ácida, polución atmosférica, contaminación de ríos y mares por vertidos, desertización, destrucción de la capa
de ozono, etc.
En esta época se produce también el nacimiento del movimiento ecologista: ONGs conservacionista (WWF),
partidos verdes, comités científicos internacionales
Asimismo, se produce la aprobación, en la década de los 70-80, de los primeros tratados internacionales para
la defensa de la naturaleza (mares, especies amenazadas, humedales, contaminación nuclear, etc.)
A partir de la segunda mitad del siglo XX se asiste a una intensa e imparable incorporación a los Derechos
internos nacionales de la problemática ambiental por la vía de la legislación sectorial (espacios naturales,
montes, aguas, urbanismo, etc).
La ONU ejerce un papel esencial en la concienciación e internacionalización de la problemática ambiental:

• Conferencia de las Naciones Unidas sobre la conservación y utilización de los recursos naturales de 1949
• Convenio de Ramsar de 1971 sobre protección de aves migratorias
• Punto de inflexión: Conferencia de Estocolmo de 1972, marca un antes y un después en la protección del
entorno natural. Por vez primera un foro internacional reconoce la protección del medio ambiente como una
política transversal. La conocida como "Declaración de Estocolmo" proclama que "El hombre tiene el
derecho fundamental (...) al disfrute de condiciones de vida adecuadas en un medio de calidad tal que
permita llevar una vida digna y gozar de bienestar, y tiene la solemne obligación de proteger y mejorar el
medio para las obligaciones futuras".

A nivel internacional es en la conferencia de Estocolmo, donde se establece una distinción entre “lo que
había antes del 1972 y lo que va a haber después de 1972” y es la primera vez que se habla de que el
medio ambiente es una cuestión transversal, es decir que no se trata de montar un subsector del derecho
internacional, sino que se concibe como una lluvia que debe mojar toda la actuación administrativa, esto
es, la rama del derecho administrativo que se tiene que subsumir en cualquier actuación administrativa.
La conferencia de Estocolmo dice que el ser humano tiene derechos fundamentales.
LA PAC (POLÍTICA DE ÁREA COMUNITARIA) EL PROBLEMA ESTÁ EN QUE SE HA
CONVERTIDO EN UNA POLITICA AMBIENTAL MÁS QUE EN UNA POLITICA AGRARIA DE
PRODUCTOS

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Por otro lado, aparece la necesidad de delimitar el concepto de medio ambiente como ámbito objetivo del
Derecho Ambiental (DA: instrumento de intervención administrativa en el medio ambiente):

• Concepto jurídico indeterminado: institución común a cualquier rama del derecho + la norma

Casi todos los conceptos jurídicos son indeterminados. Ha sido definido por la jurisprudencia y la
doctrina. Se van llenando de contenidos hasta cubrir aquellas zonas libres, es reiterativo acaso ¿el medio
y el ambiente no es lo mismo? el medio apunta a un espacio y es donde se desarrolla algo o se va a
desarrollar; y el ambiente es lo que rodea. El medio donde se hace algo es el lugar, y el ambiente es la
circunstancia que rodea a algo o a alguien, de ahí que se identifique con el entorno.

• Carácter redundante del término “medio ambiente”.


• Se identifica con el entorno (lo que envuelve o rodea a algo o a alguien)
• STC 102/1995: "cada cual tiene el derecho inalienable a habitar en su entorno de acuerdo con sus
características culturales"
• Se subraya su componente pasivo o subjetivo: aquel o aquello que es rodeado.
• En esencia, el Medio Ambiente es un sistema que reúne a su vez dos subsistemas esenciales para la
existencia de la vida: el de los elementos naturales no vivientes (agua, aire y suelo) y el de los seres vivos
(flora y fauna)
• Estos dos subsistemas se completarían con la acción transformadora del propio ser humano sobre esa
realidad natural.
• Dos concepciones complementarias de Medio Ambiente:
a) Una ecocéntrica o restringida centrada en los recursos naturales (art. 45.2 CE) – defiende que hay que
basarse en lo que preocupa y se debe dejar un poco de lado el ser humano-
b) y otra antropocéntrica o concepción amplia en la que se incluiría además elementos culturales, sociales y
económicos como factores o circunstancias del entorno donde se desenvuelve la vida humada (STC
102/1995; art. 45.1, 46 y 47 CE).
1.1. CONCEPTO DE DERECHO AMBIENTAL.
➢ Según CONDE ANTEQUERA, el DA sería el sistema normativo cuyos fines son la preservación del
MA, garantizar el uso sostenible de los recursos naturales y mantener el entorno en condiciones
adecuadas para ofrecer calidad de vida a las personas.
➢ Por su parte, LOZANO CUTANDA lo define como un sistema normativo dirigido a la preservación
del entorno humano mediante el control de la contaminación y la garantía del uso sostenible de los
recursos naturales y de los ecosistemas de la biosfera que sirven de soporte a la vida.
➢ ▪ Finalmente ESTEVE PARDO considera el DA como un Derecho posmoderno que bajo el paradigma
de la sostenibilidad o desarrollo sostenible tiene como objetivo corregir los excesos del progreso
tecnológico e industrial y sus efectos negativos sobre el MA. El DA se presenta así como un factor de
moderación, limitación o exclusión, en su caso, del propio desarrollo.
El derecho ambiental se concibe como una herramienta del derecho público para corregir los riesgos del
progreso tecnológico e industrial.
1.2. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO AMBIENTAL. (Diferenciar de los princ informadores E)
a) El ecologismo como fundamento básico del DA: los planteamientos ecologistas (protección de la
naturaleza en sentido estricto) presiden las bases éticas del sistema ambiental que no deben estar enfrentados
con su finalidad antropocéntrica de preservación de las condiciones actuales de la vida humana.
b) Vocación universalista: el DA aspira a resolver problemas ambientales a escala global (filosofía think
global, act local) en coherencia con la escala internacional de la mayoría de las amenazas ambientales.
Importancia del Derecho Comunitario e Internacional
c) Primacía de los intereses colectivos: el DA no se configura como un sistema de protección para garantizar
derechos subjetivos individuales sino el entorno vital de toda la humanidad (la presente y la futura). Por ello

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se conceptúa es como un principio rector de la política social y económica. No se analiza como un derecho
mínimo.
d) Énfasis preventivo: aunque no dejen de existir los normales mecanismos correctores de los daños
ambientales ya producidos, la prioridad es evitar que éstos se produzcan
e) Interdisciplinariedad: el DA no puede prescindir para el cumplimiento de sus fines de su interrelación con
otras disciplinas sociales y científicas (economía, sociología, biología, química, física, ciencias de la
naturaleza, geografía, etc.) - el derecho ambiental se tiene que nutrir de otras disciplinas sociales y
científicas de ahí que sea una rama del derecho con un gran componente de interdisciplinaridad-.
f) Complejidad técnico-científica y el entorno de incertidumbre del DA: el DA requiere un alto nivel de
especialización científica y técnica en continua evolución; sin embargo, hay que advertir que en muchos
casos aun contándose con todos los avances de las ciencias no se pueden aportar certezas exactas ni
evidencias a determinadas cuestiones ambientales complejas, por lo que el resultado vendrá más bien
adoptado desde un acuerdo o convención social y política. Importancia del principio de precaución.
g) El paradigma del riesgo. El DA como Derecho de regulación y gestión de riesgos. El DA encuentra su
sentido en el actual modelo de la sociedad posmoderna en la que los avances tecnológicos y el desarrollo
industrial han multiplicado exponencialmente los efectos negativos que la actividad humana produce sobre
el MA (sociedad del riesgo). A diferencia de los peligros que tienen un origen natural (terremotos,
inundaciones, tornados, sequías), los riesgos tienen un origen en la actividad humana y por ello el DA debe
primeramente valorar y decidir sobre los riesgos que se admiten y los que se rechazan. Una vez que se ha
decidido los riesgos con los que se ha de convivir, la otra tarea esencial del DA es arbitrar las fórmulas y
técnicas de control, seguimiento e inspección para gestionar esos niveles de riesgos asumidos.
h) Configuración en varios niveles: la propia estructura del DA se compone de normas internacionales,
estatales, regionales, locales, institucionales e incluso privadas.
i) Dispersión normativa: el DA se compone de normas muy dispares según el organismo que las aprueba
según la distribución de competencias y el ámbito de actuación.
j) Flexibilidad: a pesar de que el DA recurre normalmente a los instrumentos administrativos de control
previo, limitación y de carácter sancionador, actualmente están proliferando otros mecanismos más flexibles
de naturaleza negocial, autoregulatoria y estimulatoria.
k) Eficacia limitada: elevado grado de incumplimiento de la normativa ambiental por el desconocimiento y
resistencia social frente a las cargas y limitaciones que impone el DA, la permisividad de algunas
Administraciones y la imperfección técnica de muchas normas
1.3. PRINCIPIOS FUNDAMENTADORES DEL DERECHO AMBIENTAL.
A) PRINCIPIOS ESTRUCTURALES
▪ Horizontalidad: Las exigencias de la protección del medio ambiente deberán integrarse en la
definición y en la realización del resto de las políticas de todas las Administraciones competentes. El
conjunto de todas las actuaciones públicas están cruzadas de ese modo por el valor ambiental.
▪ Sostenibilidad: compatibilización del crecimiento económico con la protección de los recursos
naturales (Informe Brundtland de 1987).
▪ La transición a una economía descarbonizada y circular: si bien el DA y las técnicas protectoras
que ha arbitra se han sustentado en gran parte en la reducción del impacto ambiental de las actividades
productivas, en los últimos años se puede observar un cambio de tendencia muy sustantivo que parte
no sólo de la intervención sobre dichas actividades para que sean lo más sostenibles posible, sino que
encierra una clara intención de transformar las estructuras del propio modelo económico para
neutralizar el cambio climático. En esta línea se manifiestan las recientes la Ley 7/2021, de 20 de mayo,
de cambio climático y transición energética y la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos
contaminados para una economía circular
▪ Responsabilidad compartida: la preservación del MA es un deber de todos los sujetos, públicos y
privados, desde las Administraciones públicas a los ciudadanos (art. 45.1 y 2 CE in fine).
B) PRINCIPIOS FUNCIONALES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO
▪ Principio de prevención: Las medidas de protección del MA se han de adoptar antes de que se haya
producido una lesión al mismo, por la constatación de la existencia de un peligro real de deterioro

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ambiental y la contribución de la medida para evitarlo. Supone que la acción se dirija preferentemente
no tanto a reparar el daño ambiental una vez producido, sino a aplicar medidas para prevenir que dicho
daño se produzca.
▪ Principio de precaución o cautela: Cuando haya peligro de daño grave e irreversible, la falta de certeza
científica absoluta sobre el riesgo que supone para el MA un determinado fenómeno, actividad o
producto, no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces para impedir
la degradación del medio ambiente. En caso de incertidumbre científica sobre la naturaleza y el alcance
del daño, las autoridades podrán tomar medidas preventivas proporcionadas y de carácter provisional.
▪ Principio de corrección en la fuente: en virtud del cual, cuando la contaminación se ha producido, se
deben aplicar medidas de corrección lo antes posible y en el lugar más próximo al de la fuente de
contaminación. De esta forma el principio exige la corrección, no sólo en la fuente de la contaminación,
sino también en el momento más inmediato al que se produjo la misma. En este sentido se ha
pronunciado el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. El tribunal afirmó que los residuos,
dada la importancia que tienen para el medio ambiente, deben gestionarse lo más cerca posible del
lugar de producción, a fin de limitar al máximo su traslado.
▪ Principio “quien contamina paga”: supone que los costes de la aplicación de medidas contra la
contaminación deben ser asumidos por el causante de la misma (“agente contaminante” como la
persona física o jurídica que directa o indirectamente deteriora el MA o crea las condiciones para que
se produzca dicho deterioro). Se trata pues de que contaminar no salga gratis ni rentable y se beneficie
y estimule, por el contrario, a quien no contamina.
▪ Principio de subsidiariedad: La toma de decisiones respecto a un determinado problema ambiental debe
producirse en la instancia más próxima al problema en sí, siempre y cuando la misma esté
suficientemente capacitada para resolverlo (si el problema es local, la decisión ha de depender
preferentemente de la autoridad local).
▪ Principio de participación y transparencia: participación ciudadana en los procedimientos de toma de
decisiones públicas con incidencia ambiental/acceso a la información ambiental.

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SEGUNDA PARTE: MARCO CONSTITUCIONAL DEL DERECHO AMBIENTAL.
A. EL ORDEN CONSTITUCIONAL SUSTANTIVO.
Art. 45 CE:

1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así
como el deber de conservarlo.
2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de
proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la
indispensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán
sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.

Pocos de los principios rectores recogidos en la CE requerirán un mayor esfuerzo para su realización y serán
tan relevantes para el bienestar de las generaciones futuras.
Recoge el derecho de los ciudadanos a gozar de una calidad de vida que sea coherente con la dignidad de la
persona reconocida en el artículo 10 de la Constitución (STC 102/1995)
Su equivalente en el EAA lo encontramos en el art. 28 EAAnd.
Precedentes en otros textos constitucionales europeos: (1) Constitución de la República Italiana de 1947, (2)
Ley Fundamental de Bonn de 1949 y, especialmente, (3) en la Constitución portuguesa de 1976 (art. 66: “todos
tendrán derecho a un ambiente humano de vida, salubre y ecológicamente equilibrado y el deber de
defenderlo”)
Actualmente el Tratado de la Unión Europea (TUE) incluye entre sus objetivos en el art. 3 el establecimiento
de "un nivel elevado de protección y mejora de la calidad del medio ambiente". En un sentido similar, el art. 11
Tratado de Funcionamiento de la UE (TFUE) señala que "las exigencias de la protección del medio ambiente
deberán integrarse en la definición y en la realización de las políticas y acciones de la Unión, en particular
con objeto de fomentar un desarrollo sostenible".
El TFUE reconoce el medio ambiente como competencia compartida de la Unión en el artículo 4, y
posteriormente regula las políticas medioambientales en sus artículos 191 a 193.
Entre los objetivos que se enumeran encontramos (1) la conservación, la protección y la mejora de la calidad
del medio ambiente; (2) la protección de la salud de las personas; (3) la utilización prudente y racional de los
recursos naturales y (4) el fomento de medidas a escala internacional destinadas a hacer frente a los problemas
regionales o mundiales del medio ambiente y en particular a luchar contra el cambio climático.
◼ NATURALEZA JURÍDICA DEL ARTÍCULO 45.1. CE:
Nos encontramos ante uno de los principios rectores de la política social y económica (Capítulo III, Título I)
Ello significa que la conservación del medio ambiente se convierte en un verdadero fin transversal que inspira
la actuación de todas las autoridades.
Su reconocimiento, respeto y protección deberán, pues, informar la legislación positiva, la práctica judicial y la
actuación de los poderes públicos de acuerdo con el artículo 53.3 de la Constitución.
La protección del medio ambiente es un deber finalista que se proyecta sobre cualquier decisión de índole
pública (STC 126/2002)

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STC de 2 de febrero de 1981: “los principios. rectores no constituyen una invitación a los poderes públicos,
sino un auténtico mandato que debe traducirse en normas y medidas que le den contenido especifico” (se le
exige que se inventen medidas para que esto se lleve a cabo)
No se trata en sí mismo de un auténtico derecho subjetivo, sin embargo, en los últimos años se aprecia una
tendencia a reconocer que bajo el artículo 45 subyace el derecho de todos los individuos a desarrollarse en
un medio ambiente adecuado susceptible de ser protegido por las vías que establezca el legislador.
Se trataría de un derecho de tercera generación que requiere para su realización plena tanto una actuación
específica de los poderes públicos como la participación de su titular (derecho-deber). Implica solidaridad
colectiva. ¡OJO! Los derechos de primera generación son los derechos fundamentales, mientras que los derechos
de tercera generación son los derechos de naturaleza política.
Tendencia de la jurisprudencia a vincular el derecho al medio ambiente con el derecho a la intimidad y a la
integridad física y moral.
De esta forma se dota a los derechos medioambientales de las más enérgicas vías de protección que reconoce
nuestro ordenamiento (No es objeto de recurso de amparo).
o La STEDH López Ostra c. España, de 9 de diciembre de 1994, resuelve que la inmisión de malos olores
es contraria al derecho a la inviolabilidad del domicilio reconocido en el artículo 8.1 del Convenio Europeo
de Derechos Humanos.
o La STC 119/2001 da la razón al demandante de amparo (recurso admitido no en base al 45 – que ya hemos
visto que no sería posible-, si no relacionado con el medio ambiente) al indicar que unos niveles de ruido
excesivos pueden conculcar el artículo 15 de la Constitución.
Por tanto, podemos afirmar que los malos olores y los ruidos excesivos vulneran nuestro derecho a la
inviolabilidad del domicilio.
En la concepción amplia del MA el contenido del art. 45 hay que ponerlo en relación con las determinaciones
incluidas en los arts. 46 y 47.

• No se trata preceptos aislados; su significado y alcance resultan de su situación en el conjunto de la CE,


especialmente por su relación directa con las bases de la ordenación económica:
- Arts. 38, 40, 130 y 131 CE. (hablan de economía)
- De esta relación resulta una compatibilización entre protección ambiental y desarrollo económico (es lo que
decía el informe Brutland)
- STC 64/1982, de 4 de noviembre: desarrollo sostenible, equilibrado y racional. ¡OJO! Desarrollo sostenible,
equilibrado y racional son términos que hacen referencia al derecho a disfrutar de un medio ambiente
adecuado.
- La relativización y compatibilización entre economía y protección del medioambiente se produce por la
penetración del valor “desarrollo” por el medioambiental.
- Se trata de verdaderos principios jurídicos. que informan la actuación de todos los poderes públicos (art.
53.3 CE).
- Informe Brundtland de 1987.
• Art. 45.2:
- Mandato específico de acción a los poderes públicos para que velen por una “utilización racional de todos
los recursos naturales” (concepto amplio de MA; ppo. de desarrollo sostenible). ¡OJO! El concepto amplio
de Medio Ambiente hace referencia a los recursos vivos y a los no vivos (es decir, incluye: suelo, agua,
fauna, flora, etc.).
- Los poderes públicos tienen la obligación de velar por su protección en su doble finalidad de proteger y
mejorar la calidad de vida y defender y restaurar el MA
- Implica la elaboración de políticas y aprobación de normas que implementen las técnicas jcas adecuadas
para asegurar dicha racionalidad en su uso

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- Aunque es un mandato dirigido a los poderes públicos, se insiste en la participación de todos (solidaridad
colectiva)
• Art. 45.3:
- Doble dimensión administrativa (sanciones) y penal (delito penal del 325 y ss. del CP) de la infracción
ambiental
- Reserva de ley
- Responsabilidad por daños ambientales (Ley 26/2007, de 23 de octubre, modificada por Ley 11/2014, de 3
de julio)
• Art. 46 CE:
- Extiende el mandato de protección (preservación) y mejora al patrimonio histórico artístico y cultural
• Art. 47 CE:
- Derecho a la utilización racional del recurso específico suelo
- Estrecha relación del medioambiente con la OT y el Urbanismo
• Conclusión general:
- Existe un verdadero orden constitucional sustantivo de carácter ambiental que va más allá del contenido del
art. 45
- El orden constitucional habilita potestades públicas de intervención desde los principios que define este
sector de actuación administrativa
- La acción de los poderes públicos debe basarse en la ponderación de los intereses concurrentes sobre la base
de los conocimientos técnicos/científicos existentes en cada momento (componente técnico reglado del DA)
B. EL ORDEN CONSTITUCIONAL ORGANIZATIVO.
B.1. DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS ENTRE EL ESTADO Y LAS CCAA:

• Art 149.1.23 CE: “El Estado tendrá competencia exclusiva sobre "legislación básica sobre protección del
medio ambiente, sin perjuicio de las facultades de las Comunidades Autónomas de establecer normas
adicionales de protección". El objeto es proteger el medio ambiente, y para ello se otorga competencia
exclusiva al Estado, pero permitiendo el refuerzo por las CCAA de esa protección dada por el Estado.
• Art 148.1.9 CE: “Las CCAA podrán asumir competencia en la gestión en materia de protección ambiental”
(art. EAA). El Estado va a ser un mínimo, y nunca se va a permitir que se baje ese mínimo.
Hay que señalar que en la jurisprudencia constitucional acerca de la interpretación de ambos preceptos han
existido dos etapas o fases diferenciadas:
➢ En un primer momento se le reconoció al Estado un protagonismo muy amplio en el dictado de la normativa
ambiental básica, siendo en la mayoría de los casos sumamente en aras de garantizar el debido respeto al
medio ambiente en todas las CCAA (SSTC 227/88, 149/91) pudiendo aprobar cualquier normativa que se
considere indispensable para su protección.
➢ A partir de mediados de los 90 se observa un cambio significativo en esta tendencia ya que se va
reconociendo que la normativa básica estatal debe ser mejorable por las CCAA para adaptarla a sus propias
circunstancias (STC 156/95), no pudiendo suponer en ningún caso un vaciamiento de las competencias
autonómicas, es decir, que el Estado no se extienda tanto en detalle sin dejar margen de mejora a las CCAA
(STC 102/95). Las CCAA empiezan a introducir el medio ambiente en muchas materias que le eran propias.
Junto con a una numerosa legislación de desarrollo de la normativa básica estatal, las CCAA aprobaron un
amplia gama de normas propias de protección al amparo de otros títulos competenciales relacionados con el
MA (OT, urbanismo, agricultura, turismo, etc.)
Conforme a la más reciente jurisprudencia constitucional (por todas, STC 109/2017,118/2017), el contenido y
alcance del art. 149.1.23ª. CE puede sintetizarse del modo siguiente:

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- La legislación básica del Estado sobre medio ambiente habilita al Estado para proceder al
encuadramiento de una política global de protección ambiental, habida cuenta del alcance no solo
nacional sino internacional que tiene la regulación de esta materia.
- El carácter básico de la normativa estatal cumpliría una función de ordenación mediante mínimos que
han de respetarse en todo caso, pero que no impide que las CCAA establezcan niveles de protección
más altos.
- La delimitación de esta competencia como básica no supone la exclusión de actuaciones estatales de
carácter ejecutivo (autorizaciones, sanciones, inspección), si bien constituye una solución excepcional
limitada a los casos en que no pueda establecerse ningún punto de conexión que permita el ejercicio de
competencias autonómicas o cuando el fenómeno objeto de la competencia tenga carácter
supraautonómico (gestión de bienes de dominio público, evaluación de impacto ambiental).
Por otra parte, hay señalar que debido al carácter transversal que presentan las cuestiones ambientales y su
necesaria incorporación a las demás políticas públicas, es fácil que el Estado (ex art. 149.1.23), pueda afectar y
condicionar competencias sectoriales de las CCAA relacionadas con el MA. Por ejemplo: en turismo las CCAA
hacen sus legislaciones propias, pero el Estado puede repercutir por vía de su competencia en una materia propia
de la CCAA.
Dicha afectación sólo será conforme al orden constitucional de competencias cuando se traduzca en la
imposición de límites a las actividades sectoriales en razón de la apreciable repercusión negativa que el ejercicio
de la actividad sectorial de que se trate pueda tener (SSTC 5/2016, 69/2013 y 141/2014).
Un cuadro funciones relacionados con la protección ambiental tan complejo y amplio como el descrito no está
exento de continuos episodios de conflicto competencial entre el Estado y las CCAA que se han potenciado
especialmente como consecuencia de la difícil articulación del deber de trasposición de la normativa europea
donde ambas instituciones no se coordinan en la mayoría de los casos.
B.2. COMPETENCIAS LOCALES SOBRE MEDIO AMBIENTE:
Sin perjuicio de la garantía institucional de la autonomía local que al igual que en el resto de las de competencias
han de respetar el Estado y las CCAA, el artículo 25 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, de Bases del Régimen
Local, consagra numerosos preceptos ambientales, si bien destaca el del apartado f en el que se incluye la
competencia propia "protección del medio ambiente”.
En la práctica esto se plasma en numerosos servicios obligatorios de los incluidos en el artículo 26 (recogida de
residuos, limpieza viaria, alcantarillado, etc.).
Los municipios mayores de 50.000 habitantes realizan con carácter obligatorio la protección del medio
ambiente.
En la medida en que son la Administración territorial más cercana al ciudadano y al territorio, observamos cómo
las entidades locales realizan una ingente cantidad de tareas relacionadas con el medio ambiente, como la
ordenación del tráfico viario, la gestión del transporte público, la prevención de incendios, disciplina urbanística,
etc.
B.3. ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA AMBIENTAL:

• Ámbito estatal (Ministerio para la Transición ecológica y el Reto Demográfico):


https://www.miteco.gob.es/es/ministerio/funcionesestructura/organigrama/default.aspx
• Ámbito autonómico (Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de
Andalucía): https://www.juntadeandalucia.es/organismos/sostenibilidadmedioa
mbienteyeconomiaazul/consejeria/centros-directivos.html
• Ámbito local (Ayuntamiento de Jerez de la Fra.): https://web.jerez.es/webs-municipales/medio-ambiente

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TERCERA PARTE: DESARROLLO LEGISLATIVO.
1. TÉCNICAS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL: CUADRO GENERAL.
En virtud del art. 45 de la CE, llegamos a la conclusión de que la política medioambiental (en España y en la
UE) es una responsabilidad de los poderes públicos. La Administración Pública queda así apoderada para la
ordenación y ejecución de determinadas técnicas para la protección del medioambiente
Hablamos entonces de un conjunto amplio y diverso de herramientas, instrumentos y mecanismos que las AAPP
tienen que arbitrar para poner en práctica dicha política ambiental. Nos situamos por tanto en el ámbito de la
llamada actividad material de la AP en el sector medioambiental.
Previo a la actividad material, existe una actividad formal. Dentro de la misma, existe una herramienta que es
el procedimiento y el acto.
La implementación de dichos instrumentos protectores y el despliegue, en sentido amplio, de la acción
administrativa sobre la actividad de los particulares relacionadas con dicho sector, deberá de cumplir los
principios generales de actuación contenidos en el art. 3 de la LRJSP (servicio efectivo a los ciudadanos,
simplicidad, participación, transparencia, buena fe, responsabilidad por la gestión pública, eficacia en el
cumplimiento de objetivos, eficiencia en la utilización de los recursos públicos y colaboración entre AAPP)
Para una mejor comprensión de ese extenso conjunto de técnicas de protección ambiental, debemos traer a
colación el cuadro general de las distintas modalidades de la actividad administrativa clasificadas a partir
del criterio tradicional de la incidencia de la actuación sobre el ámbito derechos e intereses de los particulares.
Este cuadro sería el siguiente:

• Actividad de intervención (limitación o de policía): es aquella que limita, o condiciona el ejercicio de un


derecho o el desarrollo de una actividad particular para adecuarlo a la protección de un interés general
(reglamentación, planificación, autorizaciones, sanciones, prohibiciones, mandatos, inspecciones, registros,
evaluaciones de impacto ambiental, declaraciones y comunicaciones. etc.). Por los efectos negativos que
producen sobre el patrimonio jurídico de los particulares, esta modalidad de actuación se somete a una serie
de condiciones muy específicas:
▪ Especial referencia hay que hacer al principio de proporcionalidad (deber de elección por la AP de
la medida menos restrictiva para la protección del interés público del que se trate -art. 4 LRJSP).
▪ Reserva de ley (necesidad de habilitación legal previa para que la AP pueda aplicar medidas de
limitación de la actividad privada).
▪ Necesidad de indemnizar cuando la actuación suponga privación de bienes o derechos particulares.
• Actividad de fomento: aquella actuación de la AP que, sin usar la coacción, estimula o impulsa una
actividad particular para el logro de un determinado interés público, para lo cual otorga ventajas y ayudas
(medidas de fomento positivas; ej. subvenciones, distinciones, participación ciudadana) o constituye
obstáculos y cargas (medidas de fomento negativas; ej. impuestos ecológicos). La más importantes son las
medidas de incentivo económico.
• Actividad de servicio público: aquella mediante la cual la AP asume directa o indirectamente (gestión
directa o indirecta del servicio público) la satisfacción o prestación una necesidad o interés público por
considerarlo imprescindible para la todos los ciudadanos (información ambiental, servicio de extinción de
incendios, inspección ambiental, vigilancia y protección ambiental -agentes forestales, SEPRONA-,
educación ambiental, justicia ambiental, etc.).
2. PRINCIPALES TÉCNICAS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL:
A) DEMANILIZACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES. Con el dominio público, la titularidad de
ese bien está afectada al interes general o dominio público.
Es reiterada la doctrina y la jurisprudencia que entiende que la inclusión de ciertos bienes en el dominio público
debe ser entendida como una técnica de protección de los mismos.

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Su regulación constitucional se refleja en el art. 132 CE donde se dispone: “Son bienes de dominio público
estatal los que determine la ley y, en todo caso, la zona marítimo-terrestre, las playas, el mar territorial y los
recursos naturales de la zona económica y la plataforma continental”.
La STC 227/1988, establece que la afectación de los bienes al demanio es “una técnica dirigida primordialmente
a excluir el bien afectado del tráfico jurídico privado, protegiéndolo de esta exclusión mediante una serie de
reglas exorbitantes diferentes de las que son comunes en dicho tráfico privado”. El bien de dominio público es
así ante todo una res extra commercium, y su afectación puede perseguir diversos fines como garantizar la
gestión y utilización controlada o equilibrada de un recurso esencial y la protección del medio ambiente. -
Idéntica doctrina: STC 233/2015 -
Recursos naturales demanializados: aguas (Ley 29/1985, de 2 de agosto; RDL 1/2001, de 20 de julio, de TR
de LA), costas (Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, modificada por Ley 2/2013, de 29 de mayo, de protección
y uso sostenible del litoral, RD 150/2023, de 28 de febrero, de planes de ordenación del espacio marítimo) y
montes de utilidad pública (Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, modificada por Ley 21/2015, de 20
de julio)
B) AUTORIZACIONES Y LICENCIAS. ESPECIAL CONSIDERACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN
AMBIENTAL INTEGRADA.
Los conceptos de autorización, licencia, permiso, etc., se pueden relacionar con el principio de intervención.
La autorización en sentido amplio (permisos, licencias, concesiones, declaraciones responsables,
comunicaciones) se concibe como la técnica de control preventivo de las actividades con incidencia ambiental.
En la mayoría de los casos son autorizaciones operativas o de funcionamiento, siendo muy general una clara
tendencia a un enfoque integrado. Como un caso particular está la licencia municipal de las actividades
clasificadas ya que desde la práctica derogación total del Reglamento de 1961 no existe una legislación básica
estatal, por lo que las soluciones dadas por las CCAA en sus respectivas legislaciones de prevención ambiental
suelen ser bastante dispares.
Especial consideración a la regulación de la prevención y control integrados de la comunicación: RDL
1/2016, de 16 de diciembre, por el que se aprueba el texto refundido de Ley 16/2002 de prevención y control
integrados de la contaminación (https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2016-12601). Dicha regulación
se completa con lo establecido en el Reglamento de emisiones industriales aprobado por RD 815/2013.
El objetivo es evitar o, cuando ello no sea posible, reducir y controlar la contaminación de la atmósfera, del
agua y del suelo, mediante el establecimiento de un sistema de prevención y control integrados de la
contaminación, con el fin de alcanzar una elevada protección del medio ambiente en su conjunto.
Se aplica a las instalaciones de titularidad pública o privada en las que se desarrolle alguna de las actividades
industriales incluidas en las categorías enumeradas en el Anexo 1 y que, en su caso, alcancen los umbrales de
capacidad establecidos en el mismo
El núcleo de la norma se basa en la necesidad de que dichas actividades requerirán para su funcionamiento una
autorización ambiental integrada:
- La Autorización Ambiental Integrada (AAI) es una figura de intervención administrativa que, para las
instalaciones afectadas, sustituye al conjunto de autorizaciones ambientales existentes hasta la entrada en
vigor del Real Decreto Legislativo 1/2016, de 16 de diciembre,
- Establece un condicionado ambiental (en base a la presencia de sustancias contaminantes) para la
explotación de las actividades e instalaciones contempladas en el Anexo I del Real Decreto Ley.
- Esta autorización se otorga con carácter previo a cualquier otra autorización o licencia sustantiva exigible,
y es de carácter vinculante para todo lo relativo al condicionado ambiental. Esto no sustituye a otras
licencias.

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- Incluye todos los aspectos ambientales, y aquellos otros relacionados que consideren las autoridades
ambientales competentes, de acuerdo con la legislación básica estatal y las correspondientes autonómicas.
- Concepto: resolución del órgano competente de la comunidad autónoma en la que se ubique la instalación,
por la que se permite, a los efectos de la protección del medio ambiente y de la salud de las personas,
explotar la totalidad o parte de una instalación, bajo determinadas condiciones destinadas a garantizar
que la misma cumple el objeto y las disposiciones del RDL.
- Su otorgamiento se somete a una serie de principios definidos en la Ley: aplicación de mejoras técnicas
para evitar contaminación, optimización del consumo energético, la prevención de accidentes, el reciclado
de materiales y garantías para evitar contaminaciones después del cese de a la actividad.
C) EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL.
➢ Se trata de una de las más importantes consecuencias de la nuestra adaptación a la normativa
comunitaria.
➢ Regulación actual: Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental:
o Por primera vez reúne en un único texto el régimen jurídico de la evaluación de planes, programas
y proyectos, y simplifica el procedimiento de evaluación ambiental, estableciendo un esquema
similar para los procedimientos de evaluación ambiental estratégica (políticas, planes y
programas) y evaluación del impacto ambiental (proyectos de actividades y obras singulares).
o Objetivo: establecimiento de una legislación homogénea en todo el territorio nacional (se dicta al
amparo del art. 149.1.23ª. CE), definiendo los principios a los que debe someterse la evaluación
ambiental.
o Concepto: "procedimiento administrativo instrumental respecto del de aprobación o de adopción
de planes y programas, así como respecto del de autorización de proyectos o, en su caso, respecto
de la actividad administrativa de control de los proyectos sometidos a declaración responsable o
comunicación previa, a través del cual se analizan los posibles efectos significativos sobre el
medio ambiente de los planes, programas y proyectos”.
o La Ley, por tanto, se basa en relatar una serie de planes y proyectos -enumerados en los dos
primeros anexos- para cuya prosecución es preciso realizar una evaluación ambiental, así como
las características y parámetros de dicho estudio.
o Para que la evaluación ambiental no se quede en una simple autorización, se han intensificado las
funciones de seguimiento, inspección y sanción de las actuaciones evaluadas en caso de no
cumplir las determinaciones ambientales.
D) PARTICIPACIÓN, INFORMACIÓN Y ACCESO A LA JUSTICIA EN MATERIA DE MEDIO
AMBIENTE.
La creciente preocupación pública por el medio ambiente trae como consecuencia un claro reforzamiento de
los mecanismos de participación de la sociedad civil en la toma de decisiones que tengan un impacto
medioambiental como la vía más efectiva de proteger los recursos naturales.
Importancia del Convenio de Aarhus de 1998 (ratificado por España en 2005): en el mismo se reconoce el
derecho de todos a obtener información medioambiental, intervenir en la toma de decisiones y acceder a la
justicia en defensa del patrimonio natural.
Regulación comunitaria: Directivas 2003/4 y 2003/35, traspuestas a nuestro ordenamiento por la Ley 27/2006,
de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de
acceso a la justicia en materia de medio ambiente.
La Ley establece tres medidas fundamentales:
- El Título II se dedica a imponer un régimen especialmente abierto de difusión de la información
medioambiental, en consonancia con la tendencia dominante de la jurisprudencia comunitaria (STJCE
Comisión c. República Francesa, de 26 de junio de 2003).
- El Título III obliga a que cualquier decisión de una autoridad pública relativa al medio ambiente cuente
con un acentuado mecanismo de participación pública

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- El Título IV crea vías específicas de acceso a la justicia y a la tutela administrativa en materia
medioambiental (acción pública).
E) RESPONSABILIDAD MEDIOAMBIENTAL.
Regulación: Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental, modificada por Ley 11/2014,
de 3 de julio.
➢ Es una responsabilidad de carácter objetivo e ilimitado, basada en los principios de prevención y de
quien contamina paga, procedentes del Derecho comunitario (Directiva 2004/35/CE).
➢ Es una responsabilidad ilimitada porque el contenido de la obligación de reparación que asume el sujeto
responsable consiste en devolver los recursos naturales dañados a su estado original, sufragando el total
de los costes a los que asciendan las correspondientes acciones reparadoras.
➢ Es de carácter objetivo en tanto en cuanto las obligaciones de actuación se imponen al responsable al
margen de cualquier culpa, dolo o negligencia que haya podido existir en su comportamiento.
Se entiende por daño: el cambio adverso y mensurable de un recurso natural, tanto si se produce directa como
indirectamente.
La ley se aplicará a los daños medioambientales y a las amenazas inminentes de que tales daños ocurran, cuando
hayan sido causados por las actividades económicas o profesionales enumeradas en el Anexo III de la misma.
Se establecen las obligaciones de los operadores en materia de prevención, de evitación y de reparación, así
como las que corresponden a las Administraciones Públicas y las potestades que les reconoce la ley para llevar
a cabo su cumplimiento.
Asimismo, se impone la constitución de garantías financieras para el ejercicio de las actividades profesionales
relacionadas en el citado Anexo II
F) LA REGULACIÓN DE LOS RESIDUOS.
Regulación: Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Regula las obligaciones de los sujetos intervinientes en la cadena de producción y gestión de residuos,
simplificando las cargas administrativas sobre los operadores mediante la sustitución de parte de las
autorizaciones existentes en la normativa anterior por comunicaciones.
Los productores u otros poseedores iniciales de residuos deberán asegurar el tratamiento adecuado de sus
residuos, acreditando documentalmente las operaciones.
Se establecen obligaciones específicas para la entrega de residuos domésticos, comerciales y de carácter
peligroso.
La ley delimita el ámbito de la responsabilidad ("ampliada") de los productores, tanto en la fase de diseño y
producción de sus productos como durante la gestión de los residuos que deriven de su uso.
Se regulan también las obligaciones relativas a la recogida, mantenimiento y transporte de residuos por parte de
los gestores, que deberán constituir fianza o suscribir un seguro cuando realicen operaciones de tratamiento de
residuos peligrosos.
Con el fin de aumentar la transparencia en la gestión de los residuos y posibilitar su trazabilidad, se regula el
Registro de producción y gestión de residuos que incorpora la información procedente de los registros de las
Comunidades Autónomas.
G) ENVASES.
➢ Regulación: RD 1055/2022, de 27 de diciembre, de Envases
➢ Se incorpora al ordenamiento jurídico español: La Directiva (UE) 2018/852 del Parlamento Europeo y
del Consejo, de 30 de mayo de 2018, por la que se modifica la Directiva 94/62/CE del Parlamento

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Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 1994, relativa a los envases y residuos de envases y la
Directiva (UE) 2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de junio de 2019, relativa a la
reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medioambiente, en lo que se refiere
a los requisitos en materia de responsabilidad ampliada del productor adicionales a aquellos que figuran
en la Directiva 2008/98/CE, para aquellos envases incluidos dentro de su ámbito de aplicación.
H) LA INTERVENCIÓN ADMINISTRATIVA AMBIENTAL RELACIONADA CON LA ENERGÍA
NUCLEAR.
➢ Regulación: Ley 15/80, de Creación del Consejo de Seguridad Nuclear, modificada por la Ley
33/2007, que se configura como un ente de derecho público independiente de la Administración que
ejerce las más importantes competencias relacionadas con la materia.
➢ Para reforzar su independencia, la Ley prevé que el Congreso de los Diputados, manifieste su
aceptación o veto razonado, por mayoría de tres quintos, a los miembros del Consejo, que son
nombrados por el Gobierno.
I) LA PROTECCIÓN CONTRA EL RUIDO.
La vinculación del derecho al medio ambiente con el derecho a la intimidad y a la integridad física y moral ha
tenido especial impacto en la legislación sobre el ruido.
- La Ley 37/2003, del Ruido, que transpone diversas normas comunitarias sobre evaluación y gestión del
ruido ambiental, contiene medidas preventivas, correctoras y de delimitación territorial de las fuentes de
ruido.
- A esta regulación se unen diversas y numerosas reglamentaciones autonómicas en la materia conforme a lo
establecido en el art. 1
3. INTERVENCIÓN ADMINISTRATIVA PARA LA PROTECCIÓN DE LOS PRINCIPALES
RECURSOS NATURALES:
A. AGUAS.
Regulación: RDL 1/2001, que aprueba el Texto Refundido de la Ley de Aguas.
Desde el punto de vista medioambiental podemos destacar una serie de principios que entre los que cabe
destacar los de unidad de gestión, tratamiento integral, economía del agua, respeto a la unidad de la cuenca
hidrográfica... La Ley hace especial hincapié en el principio de planificación que deben ser realizada teniendo
en cuenta aspectos como la armonía medioambiental, la sostenibilidad o la calidad de las aguas.
La planificación hidrológica se ha concretado en la Ley 10/2001, de 5 de julio, por la que se aprueba el Plan
Hidrológico Nacional, así como los respectivos Reales Decretos reguladores de los planes hidrológicos de
cuenca.
La Ley de Aguas establece otros instrumentos de protección del dominio público hidráulico como las
prohibiciones de determinados vertidos; la limitación de explotaciones de aguas subterráneas; la autorización
de ciertas actividades o la obligación de saneamiento de las aguas residuales.
B. AIRE/CLIMA.
Debido a la prevención del constatado fenómeno del cambio climático, es el recurso en torno al cual han
aparecido un mayor número de instrumentos normativos nacionales e internacionales en los últimos años.
Según los informes del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático creado en el seno de Naciones
Unidas, a lo largo de este siglo se generará un aumento en las temperaturas de entre 1,6 y 4º C, dependiendo de
las medidas que se adopten para evitarlo, siendo España es un país especialmente vulnerable a este grave
problema.
La creciente gravedad de la situación ha provocado la aparición numerosos Convenios Internacionales:

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a) El Convenio de Ginebra de 1979 sobre contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia y,
en el marco de éste, el Protocolo de Gotemburgo de 1999;
b) el Convenio de Viena de 1985 para la protección de la capa de ozono, complementado con el Protocolo
de Montreal de 1989;
c) la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992 y
d) el Protocolo de Kyoto de 1997.
En diciembre de 2015 se adoptó, a partir de los trabajos realizados en el marco de la Convención, el Acuerdo
de París sobre el cambio climático, que supone un gran paso en el proceso internacional de acción contra el
cambio climático, en la medida en que pretende acelerar e intensificar las acciones y las inversiones necesarias
para alcanzar un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono.
En el ámbito de la UE, la normativa internacional más reciente ha tenido reflejo en el Reglamento (UE)
525/2013, para el seguimiento y notificación de gases de efecto invernadero, así como en la Directiva (UE)
2016/2284, relativa a la reducción de las emisiones nacionales de determinados contaminantes atmosféricos (la
conocida como Directiva de Techos Nacionales de Emisión).
La próxima Cumbre sobre el Cambio Climático se celebrará en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre
en la que no se esperan sustanciosos avances en las acciones de los gobiernos para reducir la emisión de gases
de efecto invernadero en durante la próxima década.
En España el texto normativo de referencia es la Ley 1/2005, de 9 de marzo, por la que se regula el régimen
del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
La Ley establece que la realización de las actividades enumeradas en el anexo I y que impliquen la emisión de
dióxido de carbono requerirán una autorización del órgano competente de la Comunidad Autónoma, el cual
comunicará al Registro nacional de derechos de emisión las resoluciones de otorgamiento, modificación y
extinción de las autorizaciones.
Estos derechos de emisión son a su vez susceptibles de transmisión y objeto de comercio, con lo que se genera
un incentivo para su explotación sólo en actividades rentables que compensan el daño ecológico que generan.
Corresponde al Gobierno aprobar el Plan Nacional de asignación, que establece el número total de derechos de
emisión que se prevé asignar para cada periodo de vigencia.
También debemos hacer referencia a la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección
de la atmósfera. Ésta tiene por objeto: establecer las bases en materia de prevención, vigilancia y reducción
de la contaminación atmosférica.
Tras distribuir las competencias en la materia entre el Estado, las Comunidades Autónomas y las entidades
locales se emplean diversas técnicas con el fin de reducir la emisión de gases a la atmósfera.
La Ley impone la realización continuada de evaluaciones sobre la calidad del aire, permite que el Gobierno
establezca límites absolutos para la generación de determinadas sustancias, obliga a los titulares de
instalaciones contaminantes a que cumplan ciertos requisitos y contiene además un detallado régimen
sancionador.
C. FLORA Y FAUNA.
Regulación: Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, recientemente modificada por la Ley
33/2015, de 21 de septiembre.
Tiene por objeto establecer el régimen jurídico básico de la conservación, uso sostenible, mejora y restauración
del patrimonio natural y de la biodiversidad.

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La Ley recoge una serie de principios en su artículo 2 tales como (1) el mantenimiento de los procesos
ecológicos y ecosistemas; (2) la utilización ordenada de los recursos; (3) la conservación y preservación de la
variedad y la biodiversidad; (4) la integración de la biodiversidad en las políticas sectoriales; (5) la precaución
en las intervenciones que puedan afectar a espacios naturales o especies silvestres; (6) la garantía de información
y participación de los ciudadanos en la elaboración de las políticas públicas; (7) o la prevención de los problemas
emergentes consecuencia del cambio climático.
La Ley incorpora además diversas técnicas de protección, como la creación del Consejo Estatal para la
protección del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, órgano consultivo que informará las normas de carácter
general vinculadas con la materia; la introducción del Plan Estratégico Estatal del Patrimonio Natural y de
la Biodiversidad, que contendrá un diagnóstico de situación con la evolución histórica del patrimonio natural
y la regulación de la red de espacios naturales protegidos.
Estos espacios naturales protegidos quedan clasificados en cinco categorías:
1) Parques
2) Reservas naturales
3) Áreas marinas protegidas
4) Monumentos naturales y
5) Paisajes protegidos.
Los Parques Nacionales se regulan en la Ley 30/2014, de 3 de diciembre, que mantiene el modelo de gestión
por las Comunidades Autónomas y de coordinación en la Red de Parques Nacionales.
Finalmente tenemos que hacer referencia a la Red Natura 2000, creada a partir de la Directiva Comunitaria
Hábitat (92/43/CE). Se trata de una red ecológica de ámbito europeo que abarca diversos espacios naturales
europeos con el fin de la protección de la biodiversidad.

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