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Inteligencias Múltiples
Las personas que poseen una inteligencia intrapersonal notable poseen modelos viables y
eficaces de sí mismos. Pero al ser esta forma de inteligencia la más privada de todas,
requiere otras formas expresivas para que pueda ser observada en funcionamiento.
Entre los afásicos que se han recuperado lo suficiente como para describir sus experiencias
se han encontrado testimonios consistentes: aunque pueda haber existido una disminución
del estado general de alerta y una considerable depresión debido a su estado, el individuo
no se siente a sí mismo una persona distinta, reconoce sus propias necesidades, carencias,
deseos e intenta atenderlos lo mejor posible.
La inteligencia naturalista permite reconocer las diferencias entre especies y entender cómo
se relacionan entre sí.
"Querida Bárbara, no te preocupes por tus dificultades con las matemáticas. Te puedo
asegurar que las mías son aún mayores". Esta frase, perteneciente a una carta enviada a una
niña, fue escrita por alguien que representa la cima de la inteligencia humana: Albert
Einstein. Y es que, aunque además de físico era un matemático brillante, Einstein nunca
habría podido sacar adelante su teoría de la relatividad si no fuese por el trabajo de
matemáticos más dotados que él, como por ejemplo Bernhard Riemann.
Al igual que ocurre con las personas con síndrome de Savant, capaces de memorizar libros
enteros palabra por palabra, pero incapaces de relacionarse con los demás, la relación de
Einstein con las matemáticas es un buen ejemplo de que la inteligencia no es un conjunto
unitario que agrupa diferentes capacidades específicas, sino una red de conjuntos
autónomos relacionados entre sí. Esta es, al menos, la teoría que expuso en 1983 Howard
Gardner, profesor de la Universidad de Harvard (EE. UU.), en su famoso libro Inteligencias
múltiples: la teoría en la práctica (1983).
En esta obra, que repercutió en la mejora del sistema educativo y le valió el premio
Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2011, Gardner definía siete tipos de
inteligencia: lingüística, musical, lógico-matemática, espacial, corporal-cinestésica,
interpersonal e intrapersonal. Para el desarrollo de la vida, según Gardner, necesitamos
hacer uso de varios tipos de inteligencia. Cuantas más inteligencias desarrolle uno en
profundidad, mayores serán sus oportunidades de prosperar. Por eso, 12 años después de la
publicación de su obra magna, Gardner añadió un octavo tipo de inteligencia: la
inteligencia naturalista.
VER INFOGRAFÍA: Tipos de inteligencia del ser humano [PDF] Enlace externo, se
abre en ventana nueva.
Generalmente, los niños con inteligencia naturalista manifiestan una inclinación hacia el
mundo natural, así como hacia lo que ha creado el ser humano. No se quedan en la
superficie de lo que observan, sino que profundizan y hacen deducciones sobre la
naturaleza y el funcionamiento de las cosas. También tienen tendencia a clasificar los
objetos y ordenarlos en categorías.
En cuanto al reino animal y vegetal, los niños con este tipo de inteligencia manifiestan su
deseo de tener mascotas y sienten fascinación por el crecimiento de las plantas. Les gusta
explorar y descubrir ambientes naturales y otras formas de vida. Y a menudo se
entretienen observando detalles como hileras de hormigas, el vuelo de los pájaros o los
quehaceres de los insectos. Además, no es extraño encontrarlos llevando a cabo
improvisados experimentos.
La inteligencia espacial está relacionada con la capacidad que tienen las personas de
procesar información en tres dimensiones, para lo cual se requiere de un conjunto de
habilidades mentales que se pueden desarrollar a través de ciertas actividades y ejercicios.
Desde Logos Nursery School, escuela infantil situada en Las Rozas de Madrid, en este
artículo te explicaremos qué es la inteligencia espacial y cómo desarrollarla en niños, así
como sus características y algunos ejemplos específicos para mejorarla.
En un principio se pensaba que este tipo de inteligencia se refería a las capacidades innatas,
producto de la genética, pero lo cierto es que pueden desarrollarse con ciertos
entrenamientos realizando algunos ejercicios específicos, por ejemplo:
Jugando al ajedrez.
Volando un dron.
Realizando dibujos espaciales.
Haciendo rompecabezas.
Jugando con legos.
Realizando una maqueta.
Muchas personas tienen la capacidad de visualizar objetos en su cerebro con gran precisión
gracias a una gran interpretación de señales visuales, por ejemplo: movimiento, color,
forma, entre otros. También es importante destacar que existen niños y adultos cuyo
aprendizaje se realiza de forma más natural visualmente, ya que piensan en términos de
espacio, por lo que es fundamental el uso de estrategias visuales como: gráficos, dibujos,
fotografías, modelos, vídeos o diagramas, entre otros.
Vocabulario espacial
Este tipo de inteligencia está relacionada directamente con un vocabulario espacial, por lo
que se recomienda introducir en los niños este tipo de lenguaje. Investigaciones han
demostrado que niños que manejan mejor una terminología espacial pueden resolver
problemas de esta índole con mayor eficacia, como armar figuras con bloques. No se trata
de que el niño memorice algunos términos, es necesario ayudarle utilizando un vocabulario
descriptivo, por ejemplo, “busca el cubo que se encuentra en el tercer cajón detrás del
armario” o “en el estante superior derecho”.
Ejercicios de rotación
Son variadas las actividades y ejercicios que se pueden realizar para desarrollar la
inteligencia espacial, que se reflejará en la capacidad para dibujar, relacionar objetos,
orientarse en el espacio, entre otros, destacando en diversos campos profesionales, como
arquitectura, diseño, publicidad, decoración, fotografía, programación, etc.
Alude también a las habilidades de canto sin importar el género musical, a la capacidad de
tocar instrumentos musicales a un alto nivel, a la utilización de destrezas en agrupaciones
musicales (orquestas, bandas, grupos de canto, etc.), en la dirección de grupos musicales
(como director musical) y a la estimación de melodías.
Hace referencia a la habilidad para crear piezas musicales. Ello incluye obras
instrumentales u obras de canto.
Indica la expresión musical en cualquiera de sus formas. Por ejemplo: Canciones,
vals, preludios, conciertos, sinfonías, himnos, dúos, baladas, cánticos, óperas, ballet,
cuartetos, serenatas y monumentos musicales.
Puede percibir y valorar el nivel de una determinada composición musical.
Alude a la destreza para manejar instrumentos musicales a un gran nivel.
Señala el gusto que poseen las personas con esta inteligencia para trabajar mientras
se reproduce algún tipo de pieza musical en el ambiente.
redacciongestion@diariogestion.com.pe
Lima, 12/08/2021 09:42 p.m.
MÁS INFORMACIÓN: Tips para que el equipo sea más inteligente, feliz y productivo
sin gastar un centavo
En ese sentido, es importante explicar que una persona puede presentar una habilidad lógica
bastante superior a la matemática y viceversa. La inteligencia lógico-matemática constituye
una habilidad compleja y se compone de los cálculos matemáticos, el pensamiento lógico,
el razonamiento inductivo y deductivo, la resolución de problemas, la identificación de
patrones y relaciones, el planteamiento y la verificación de hipótesis.
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Es la capacidad que se relaciona con el uso del propio cuerpo para la acción, para la
consecución de objetivos, así como para la manipulación y transformación de elementos, es
todo lo que podamos realizar de forma corporal.
La capacidad para el uso de nuestro físico para expresar sentimientos e ideas por medio de
la coordinación, el equilibrio, la velocidad, la flexibilidad, etc. (Foto: Getty Images)
La inteligencia corporal kinestésica es la encargada de la gestión de la fuerza, coordinación,
equilibrio, velocidad, flexibilidad, etc. Asimismo, de ella depende la expresión corporal y la
percepción de medidas y volúmenes, así como permite el aprendizaje y automatización de
habilidades.