Traducción Informe Genero

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La igualdad de género no se ha logrado en ningún país del mundo y las mujeres y las niñas en todas partes siguen
siendo objeto de discriminación.
Desplácese hacia abajo para leer más sobre los desafíos que enfrentan las mujeres y las niñas, así como lo que es
posible si se eliminan todas las formas de discriminación.
Acerca de este sitio web
La igualdad de género no se ha logrado en ningún país del mundo y las mujeres y las niñas en todas partes siguen
siendo objeto de discriminación. El Grupo de Trabajo sobre Discriminación contra Mujeres y Niñas tiene la misión de
cambiar esto. Cada año, el WGDAWG de la ONU investiga las muchas formas en que existe la discriminación contra
las mujeres y las niñas en diferentes esferas (desde el trabajo hasta las políticas públicas y la atención médica) y crea
conciencia sobre estos problemas en la comunidad internacional.
Situación de las mujeres y niñas en Afganistán:

Mujeres y niñas en Afganistán sobre la discriminación generalizada y sistemática y la necesidad de actuar ahora.
Las mujeres y las niñas en Afganistán enfrentan una discriminación generalizada y sistemática, particularmente desde
la caída de la República Islámica de Afganistán el 15 de agosto de 2021.
En ningún otro lugar del mundo los ataques recientes a los derechos de las mujeres y las niñas han sido tan
generalizados, sistemáticos y abarcadores como en Afganistán.
Todos los aspectos de la vida de las mujeres y las niñas están siendo restringidos bajo el pretexto de la moralidad y
mediante la instrumentalización de la religión.
Es imposible que las mujeres y las niñas ejerzan sus derechos humanos: el entorno discriminatorio y restrictivo, el
clima de miedo y la falta de recursos lo hacen imposible.
La privación grave y sistemática de los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas debido a sus características
sexuales y su género, perpetrada por las políticas discriminatorias y misóginas de los talibanes y apoyada por duros
métodos de aplicación de la ley, constituye persecución de género: un crimen contra la humanidad.
Esa privación de derechos también constituye un marco institucionalizado de apartheid de género, que necesita un
mayor desarrollo normativo.
Conocimos y entrevistamos a decenas de mujeres afganas: defensoras de derechos humanos, periodistas, abogadas,
académicas, empresarias, docentes, estudiantes, proveedoras de servicios sociales y empresarias. También
utilizamos una encuesta realizada a más de 2000 mujeres afganas en el país.*
Vimos represivos
condiciones – sin embargo, nuestra
conversaciones con mujeres
y las niñas resaltaron su
resiliencia y fuerza.
Las mujeres y niñas afganas siguen resistiendo. Luchan por su dignidad. Con fuerza y determinación, continúan
ejerciendo sus derechos a través de iniciativas creativas y pacíficas.
La comunidad internacional debe seguir comprometida con las mujeres afganas y apoyar la rendición de cuentas por
las graves violaciones de derechos humanos que están ocurriendo. "Habla con nosotros, no sobre nosotros".
Discriminación sistémica por motivos de género

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Toda persona tiene el derecho fundamental a la igualdad y la no discriminación, incluido el derecho a no
experimentar ninguna distinción por motivos de sexo y/o género.
Las autoridades de facto afirman que respetan los tratados ratificados por Afganistán de conformidad con la sharia,
una declaración vaga que no aclara su relación con el derecho internacional de los derechos humanos.
Perpetúan las formas más extremas de discriminación por motivos de género y censura generalizada a través de
edictos restrictivos dirigidos a mujeres y niñas, la abolición de protecciones legales y mecanismos de rendición de
cuentas por la violencia de género y la continua negación de derechos.
Edictos, decretos, declaraciones y directivas restringen derechos
La libertad de movimiento, vestimenta, comportamiento y acceso a la educación, el trabajo, la salud y la justicia han
sido restringidos por más de 50 edictos desde septiembre de 2021.
Las restricciones han aumentado, hasta que:
Todas las formas de educación posteriores al sexto grado están prohibidas para las niñas.
A las mujeres se les prohíbe entrar a los parques en Kabul; a las mujeres se les prohíbe el uso de gimnasios; A las
mujeres de Faryab se les prohíbe la entrada a baños públicos, gimnasios, clubes deportivos y parques de atracciones.
A las mujeres se les prohíbe abordar vuelos nacionales e internacionales, o viajar en automóvil más de 72 kilómetros,
sin un 'maharam' (pariente masculino)
A las trabajadoras del gobierno se les pidió quedarse en casa y no ir a trabajar.
Derecho de las mujeres a trabajar con organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales

“suspendido”
Prohíben a las mujeres afganas trabajar en las Naciones Unidas
Escuche a las mujeres: sobre los edictos
"Día a día, los muros se cierran."
“Día a día, los muros se cierran”, nos dijo una mujer afgana sobre el efecto de los edictos.
Las mujeres han descrito sentirse "asfixiadas" por los anuncios en curso, quedadas "sin esperanza".
Representación en la vida política y pública.
Antes de agosto de 2021, las mujeres comprendían:
27% de los miembros de la cámara baja del parlamento
22% en la cámara alta
30 % en la función pública
Las mujeres desempeñaban funciones clave en el Gobierno, las comisiones independientes y el poder judicial.
Ahora, las mujeres están totalmente excluidas de la vida política y pública en Afganistán: no hay una sola mujer que
ocupe un cargo público o político.
El 18 de septiembre de 2021, las oficinas del Ministerio de Asuntos de la Mujer se convirtieron en las oficinas del
Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, conocido por su notorio historial de supresión
de los derechos de las mujeres.
Escuche a las mujeres: sobre la participación
"En las primeras conferencias de prensa preguntábamos '¿Cuál es su intención para las mujeres y las niñas?'",
explicó una periodista que monitorea las restricciones. “Nos dijeron: 'espera, espera, entenderás nuestra posición
sobre las mujeres'. Inicialmente, pensamos que esto significaba que algunas pequeñas cosas cambiarían y que
podríamos seguir trabajando, yendo a la escuela, etc. Pero con el tiempo, nos dimos cuenta de que su intención era
borrar lentamente a las mujeres”.
Participación en la vida política y pública.
Las mujeres representaron más del 30% de los votantes entre 2004 y 2019.
Hoy están excluidos de toda forma de participación en la vida política y pública.
Desde agosto de 2021, las mujeres han liderado manifestaciones públicas pacíficas exigiendo derechos a la
educación, el trabajo, la participación en la vida pública y la libertad de movimiento y expresión.
Arrestos y detenciones
Las protestas pacíficas de mujeres han sido respondidas con uso excesivo de la fuerza, intimidación, arresto y
detención arbitraria, lo que posiblemente equivalga a desaparición forzada.
Octubre de 2022: Zarifa Yaqubi arrestada con cuatro hombres en una conferencia de prensa aprobada sobre un
movimiento de protesta de mujeres. Mantenida en régimen de incomunicación durante 40 días a pesar de que no
hay cargos contra ella.
Marzo de 2023: Arrestan a Matiullah Wesa, fundadora de una ONG local que defiende los derechos educativos de las
niñas.
A pesar de las constantes amenazas, intimidaciones y miedo a ser arrestadas, torturadas y detenidas, las mujeres
siguen siendo las principales defensoras de sus derechos y se manifiestan de manera adaptativa, creativa y valiente.
Desigualdades de género
de la pobreza:
Feminista y humana
enfoques basados en derechos
Las mujeres y las niñas sufren pobreza y desigualdad debido a
fallas sistémicas que violan sus derechos humanos.
Las causas profundas de la disparidad socioeconómica basada en el género se encuentran dentro
sistemas económicos, sociales, políticos y culturales.
Los modelos económicos dominantes han exacerbado la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas a la pobreza. Al
mismo tiempo, las experiencias únicas de pobreza de las mujeres no han sido visibles en los métodos tradicionales
utilizados para medir y abordar la pobreza y la desigualdad.
Acción urgente, utilizando enfoques feministas e interseccionales basados en los derechos humanos.
Es necesario abordar la pobreza y la desigualdad como preocupaciones globales.
Así es como se ve.

Contexto: la política y las decisiones
creando pobreza y desigualdad
Las mujeres y las niñas están sobrerrepresentadas entre los pobres del mundo, y los factores que impulsan sus
experiencias de pobreza y desigualdad residen en las estructuras políticas y económicas.
Echemos un vistazo al contexto dentro del cual se toman esas decisiones políticas y económicas:
Las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada por la pobreza y la desigualdad
1. Las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada por la pobreza y la desigualdad
En 2022:
388 millones de mujeres y niñas vivían en la pobreza extrema
El 62,8% de estas mujeres y niñas vivían en África subsahariana
El 20,9% vivía en Asia central y meridional.
La desigualdad extrema también se ha profundizado desde 2020.
El 1% más rico del mundo se ha apoderado de casi dos tercios de toda la nueva riqueza.
Eso es casi el doble de dinero que el 99% restante de la población mundial.

Las prioridades políticas no son neutrales en cuanto al género
La mayoría de los problemas del mundo son causados por la pobreza
-niña activista africana, consulta con mujeres jóvenes africanas
Las mujeres y las niñas enfrentan desigualdad y pobreza debido a políticas economicas
3 El neoliberalismo alimenta la desigualdad
La influencia de las políticas económicas neoliberales durante los últimos 40 años ha llevado a una mayor pobreza y
desigualdad, particularmente para las mujeres y las niñas.
Estas políticas han resultado en recursos económicos limitados disponibles para apoyar políticas, servicios y
programas que promueven los derechos de las mujeres y la igualdad de género, como la protección social y los
servicios públicos.
Las desigualdades se ven agravadas por enfoques macroeconómicos como el ajuste estructural, las medidas de
austeridad o aquellos destinados a garantizar el pago de las deudas nacionales, que han aumentado las
desigualdades dentro y entre las naciones.
4 La pobreza se cruza con otras formas de discriminación
Las mujeres y las niñas experimentan la pobreza de manera diferente según:
• Carrera
• Etnicidad
• Estado migratorio
• Edad
• Discapacidad
• Religión
• Ubicación
• orientación sexual
• Identidad de género
La reciente oposición a la igualdad de género destaca la importancia de priorizar los derechos humanos y los
enfoques feministas interseccionales para abordar la pobreza y las desigualdades asociadas.
5 Los sistemas son desiguales y deben cambiar
Históricamente, las políticas económicas se han centrado en integrar a las mujeres en sistemas desiguales en lugar de
transformar esos sistemas para promover y proteger los derechos humanos.
Las intervenciones que abordan la pobreza de las mujeres a menudo adoptan una visión estrecha de la pobreza como
una mera falta de recursos económicos y simplifican demasiado las experiencias de las mujeres.
Es crucial desafiar y transformar estos sistemas para abordar las desigualdades interseccionales, promover la
igualdad socioeconómica y de género y combatir la pobreza de manera efectiva.
5 Nuestra propuesta a la crisis deja de lado los derechos humanos
En tiempos de crisis, como las crisis económicas, los enfoques de seguridad a menudo pasan por alto los derechos
humanos, afectando desproporcionadamente a mujeres y niñas. Reconocer que la seguridad está entrelazada con los
derechos humanos ayudaría a abordar los mayores riesgos de pobreza y desigualdad de género causados por las
crisis.
La crisis de la COVID-19 ha provocado una reevaluación de cómo valoramos los diferentes trabajos y roles en la
sociedad, destacando la centralidad de las funciones de cuidado para la sociedad y el papel del Estado en la
definición y financiación de los servicios públicos.
Tenemos la oportunidad de reconsiderar un modelo económico que prioriza el crecimiento económico ilimitado a
expensas de los derechos humanos, la igualdad, la protección social y el medio ambiente.
Desigualdades de género y
derechos humanos internacionales
El derecho a vivir libre de pobreza y desigualdad va más allá de abordar las privaciones económicas: debe examinarse
como un derecho civil, político, social, ambiental y cultural.
Las desigualdades interseccionales y de género configuran las experiencias de pobreza de las mujeres y las niñas. La
pobreza persiste debido a las acciones de los Estados y los actores económicos, junto con la falta de políticas
específicas que aborden las desigualdades sistémicas.
Los órganos regionales de derechos humanos han adoptado conceptos integrados de derechos humanos,
enmarcando la pobreza y la desigualdad como abusos de múltiples derechos y, a menudo, como formas de violencia
estructural que socavan la dignidad humana.
Derecho a la igualdad y a la no discriminación
“Los trabajadores migrantes están excluidos de la legislación laboral... tienen un acceso limitado a la justicia y
están excluidos de la protección de las leyes sobre acoso sexual. "
– Participante, consultas MENA
• Las mujeres y las niñas que viven en la pobreza se enfrentan a una aplicación desproporcionada de las leyes
penales.
• Las mujeres indígenas, migrantes, de minorías étnicas y sin hogar, así como las trabajadoras sexuales, no
tienen igual acceso a la justicia.
• Es posible que estas mujeres tampoco puedan obtener derechos sobre la tierra o la vivienda, condiciones de
trabajo seguras o seguridad social.
Derecho a la protección social
"Los hombres blancos, ricos y sin discapacidades deciden lo que es valioso".
– Participante, consultas europeas
Los instrumentos de derechos humanos y la meta 5.4 de los ODS exigen que
los servicios públicos y la protección social reconozcan, valoren, reduzcan y
redistribuyan el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.
• Se estima que 4.100 millones de personas en todo el mundo no están

cubiertas por ninguna protección social, la mayoría mujeres mayores en
África.
• La mayoría de los sistemas de seguridad social siguen sin tener en
cuenta las cuestiones de género.
• Las mujeres y niñas con discapacidad, los migrantes, los refugiados y
las personas de minorías étnicas y comunidades indígenas son con
frecuencia el blanco del "estigma del bienestar".
Derechos a la autonomía e integridad corporal y a vivir libres de toda forma de

violencia
"La pobreza lleva a la gente a hacer cosas en contra de su voluntad".
– Joven activista africana, durante consultas con mujeres jóvenes africanas
La negación de la autonomía sexual y reproductiva priva a las mujeres de su

derecho a la integridad personal e impide su derecho a una participación
igualitaria en la vida pública, la educación y el empleo.
• 164 millones de mujeres en todo el mundo tienen una necesidad

insatisfecha de planificación familiar.
• Los servicios y productos de salud reproductiva privatizados son
inasequibles para las mujeres y niñas de bajos ingresos.
• La criminalización de mujeres y niñas que buscan atención médica
afecta de manera desproporcionada a quienes no tienen medios para
viajar a otras jurisdicciones.
• La esterilización forzada es el resultado de la discriminación y la
violencia interseccionales que experimentan las mujeres y niñas que
viven en la pobreza.
Violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres
“No somos pobres; nos estamos empobreciendo”
– Participante, consultas europeas, sobre el trabajo de las mujeres del Sur Global
El derecho a un nivel de vida adecuado es crucial para que las mujeres y las niñas vivan con dignidad. Esto
incluye el acceso a la alimentación, la vivienda, la electricidad, el agua, el saneamiento y el derecho al descanso y al
ocio.
• El 31,9% de las mujeres y niñas del mundo padecen inseguridad alimentaria moderada o grave, en
comparación con el 27,6% de los hombres.
• La pobreza menstrual se ve agravada por los impuestos sobre los productos menstruales.
• Las mujeres y niñas pobres de países de bajos ingresos tienen un 70% más de probabilidades de morir por
complicaciones evitables del embarazo, el parto y el aborto inseguro.
• Las mujeres tienen un 9% menos de probabilidades que los hombres de tener una cuenta bancaria.
• 300 millones menos de mujeres que de hombres tienen acceso a Internet móvil
Cómo construir una

economía feminista basada en los derechos humanos
Debemos ir más allá de simplemente evitar la discriminación y crear sistemas más justos que generen y
distribuyan recursos de manera más equitativa.
La igualdad real significa movilizar y compartir recursos dentro y entre los países, en línea con las obligaciones
internacionales sobre derechos socioeconómicos y el ODS 10 para reducir la desigualdad dentro y entre los países.
Las actuales crisis globales deberían impulsar un examen del impacto de nuestros sistemas económicos en
los derechos humanos y el planeta.
Las políticas económicas neoliberales de los últimos 40 años han reducido la base impositiva, dejando a los
contribuyentes individuales cargando con la bolsa, mientras que las contribuciones de las grandes corporaciones y las
personas con altos ingresos han disminuido.
Esto significa menos recursos económicos para invertir en servicios públicos esenciales y protección social, que son
fundamentales para abordar la pobreza de las mujeres y las niñas y reducir la desigualdad. La
tributación proporcional
y progresiva es clave para la redistribución de recursos y para avanzar en la igualdad de género.
En los países de bajos ingresos, en 2021, los pagos de la deuda equivalieron al 171% de todo el gasto en atención
médica, educación y protección social combinados. En 2022, el costo del servicio de la deuda entre los países de
bajos ingresos a nivel mundial se estimó en 43 mil millones de dólares.
Hemos visto el impacto de desviar el costo de la deuda hacia programas sociales en los últimos años.
La cancelación o el alivio de la deuda es un requisito previo para
políticas públicas redistributivas justas y basadas en los derechos humanos.
Estas son sólo algunas de las formas en que las decisiones políticas podrían impulsar la igualdad; otras
incluyen reparaciones transformadoras con perspectiva de género, equidad y transparencia en los sistemas de
comercio e inversión, y
una mayor responsabilidad corporativa para ejercer la debida diligencia y proteger los derechos humanos, así
como remedios en caso de fracaso.
Los Estados deben tomar medidas positivas para la realización de toda la gama de derechos humanos
internacionalmente reconocidos de las mujeres y las niñas, para eliminar la pobreza y lograr la igualdad sustantiva,
incluyendo:
• Fundamentar todas las leyes y políticas en los principios básicos de derechos humanos de igualdad y no
discriminación.
• Garantizar una protección social universal, accesible, adecuada, disponible, con perspectiva de género e
integral.
• Garantizar la igualdad de derechos a la tierra, la vivienda y la propiedad.
• Prevenir y mitigar los riesgos agravados de pobreza y responder a la discriminación interseccional.
• Reconocer y desarrollar marcos, políticas y programas regulatorios y económicos integrales y con perspectiva
de género.
• Hacer realidad los derechos de las mujeres y las niñas a la autonomía corporal y a estar libres de violencia.
• Garantizar la disponibilidad, asequibilidad y accesibilidad de los derechos, la información y los servicios y

bienes de salud sexual y reproductiva.
• Prevenir y responder a la discriminación y la violencia de género.
• Llevar a cabo una redistribución de recursos con perspectiva de género.
• Garantizar el acceso a la justicia, incluidas las violaciones de los derechos socioeconómicos, el derecho al
desarrollo y el derecho a un medio ambiente seguro, saludable y sostenible.
• Derogar o modificar leyes que penalizan actos asociados con la pobreza y actividades para sustentar la vida,
el ejercicio de los derechos de autonomía sexual y reproductiva, incluido el aborto, y otros delitos de estatus
que afectan desproporcionadamente a mujeres y niñas pobres y marginadas.
• Adoptar un enfoque feminista y basado en los derechos humanos para medir las formas interseccionales de
discriminación.
Las instituciones económicas, financieras y monetarias internacionales y regionales y sus Estados

miembros deberían:
• Cambiar los paradigmas neoliberales y centrados en el crecimiento por

enfoques feministas y basados en los derechos humanos
• Diseñar, construir e implementar presupuestos con perspectiva de
género.
• Garantizar la participación y consulta de diversos grupos de mujeres y
niñas en el diseño, preparación e implementación de leyes y políticas
económicas y sociales.
• Recopilar y difundir públicamente con regularidad datos desglosados en
todas las métricas clave, especialmente aquellas relacionadas con los
Objetivos de Desarrollo Sostenible que se centran en la pobreza y las
desigualdades.
• Identificar y modificar sesgos fiscales implícitos y explícitos contra
mujeres y niñas, grupos específicos o países.
• Adoptar medidas holísticas y sensibles al género de la pobreza y la
desigualdad que capturen experiencias diversas.
• Desarrollar e incorporar prescripciones de políticas macroeconómicas
con perspectiva de género y basadas en los derechos humanos sobre el
ajuste estructural y el pago de la deuda nacional.
• Contribuir a la realización de los derechos de todas las mujeres y niñas.

• Implementar procesos participativos de impacto y debida diligencia en
materia de género y derechos humanos.
• Garantizar que los mecanismos de reclamación y los remedios para los
abusos relacionados con las empresas sean accesibles, eficaces y
transformadores de género.
• Garantizar la responsabilidad corporativa y la justicia fiscal.
• Incorporar un enfoque feminista y basado en los derechos humanos en
sus planes de acción nacionales y otros mecanismos nacionales de
seguimiento sobre empresas y derechos humanos.
Así es como puedes marcar la diferencia
Todas las acciones contribuyen al cambio. Aquí hay cuatro que puedes tomar hoy.
Las niñas y las jóvenes lideran muchos esfuerzos

para hacer del mundo un lugar más justo y seguro.
Pero debido a su género, edad y otras características, muchos enfrentan desafíos únicos para ejercer su
derecho a participar en la vida pública y política: su derecho a ser escuchados.
Desplácese hacia abajo para descubrir qué cambios se necesitan para garantizar que se escuche la voz de
todas las niñas y mujeres jóvenes, y qué puede hacer usted para marcar la diferencia.
Cómo las niñas y las jóvenes
luchan por el cambio
El activismo adopta muchas formas. Los activistas trabajan para cambiar la sociedad. Para mejor: social,
cultural, política, económica o ambientalmente. Pero en esencia, el activismo implica participar en la vida política y
pública, ya sea formal o informal.
Cuando las niñas y mujeres jóvenes activistas trabajan para promover los derechos humanos, se convierten
en defensoras de los derechos humanos.
La forma en que las niñas y las jóvenes participan en el activismo varía enormemente. Pero hay algunos
elementos comunes:
Comprometidas con sus derechos
"No hay justicia para uno sin justicia para todos".
Las niñas y mujeres jóvenes activistas están presionando por cambios en muchas áreas. Esto incluye:
• justicia climática
• igualdad socioeconómica
•
salud y derechos sexuales y reproductivos
• igualdad de género
• Derechos LGBTIQ
• Derechos de los niños
• justicia radical
A menudo, trabajan en más de un tema y en conjunto con otros, porque saben que diferentes problemas
pueden tener las mismas causas fundamentales y requieren enfoques interseccionales y solidaridad entre
movimientos.
Impulsando un cambio en todos los niveles desde local a internacional
Las niñas y mujeres jóvenes activistas trabajan en todos los niveles, desde distribuir artículos sanitarios en escuelas
locales y centros de refugiados hasta llamar la atención nacional sobre el acoso sexual en las escuelas o presionar
para que se modifiquen las leyes.
Los grupos estudiantiles o comunitarios suelen ser el lugar donde comienza su activismo, pero muchos llegan
a tener un impacto internacional.
Creciendo en su activismo
“Cuando era joven vivía en la opresión sin darme cuenta. Lo vi como algo normal antes de saber más”.
Las niñas y mujeres jóvenes que trabajan para mejorar el mundo a menudo afirman que ese trabajo las
empodera.
El activismo aumenta su confianza. Les hace sentir más en control de sus vidas y capaces de influir en sus
comunidades y sus carreras.
Activismo desdenncadenado por algo que les sucedió o a personas que conocen:
"Convertirse en activista no fue tanto una inspiración como una respuesta a una necesidad".
Para muchas niñas y mujeres jóvenes, el activismo comienza porque experimentan discriminación o
violencia, a menudo en sus propias familias y comunidades.
Para otros, la motivación proviene de las injusticias que ven que otros experimentan.
La inspiración a menudo también proviene del activismo de otros, en su propia comunidad o en el extranjero.
Crean sus propias plataformas para ser escuchados
“Nosotros mismos hemos ido abriendo espacios. No hemos esperado a que otros vinieran y nos dieran la
oportunidad”.
Debido a que a menudo quedan excluidas de los procesos formales, las niñas y mujeres jóvenes activistas se
destacan en el uso de diferentes formas de generar impacto.
A menudo, esto se logra mediante el uso inteligente de espacios en línea, como plataformas de redes
sociales, o mediante la expresión artística.
Los desafíos enfrentados
Además de los prejuicios generales, las niñas y las jóvenes enfrentan barreras específicas para participar en la
toma de decisiones.
Éstas incluyen:
Discriminación x genero y edad
“Nos toman como si no supiéramos lo que queremos, pero lo sabemos. Simplemente no nos creen”.
Los estereotipos dañinos sobre el sexo, el género y la edad significan que las niñas y las mujeres jóvenes a
menudo son tratadas como si no pudieran tomar decisiones.
Muchas de estas actitudes se basan en interpretaciones culturales y religiosas y comienzan en el hogar. La

religión, la cultura y la ley se utilizan indebidamente para reducir la libertad que tienen las niñas y las jóvenes, incluso
en torno a las decisiones sobre sus cuerpos, su educación o sus relaciones.
Esto hace que abordar la discriminación dentro de las familias sea difícil, pero esencial para la igualdad de
género en la sociedad en general. Si las niñas no tienen los mismos derechos dentro de sus familias, no puede haber
igualdad en otras áreas de la vida.
Exclusión de espacios públicos
Muchos movimientos políticos están dirigidos por adultos y a menudo son ciegos a las necesidades y puntos de vista
de las niñas y las jóvenes.
Las organizaciones dirigidas por niñas y mujeres jóvenes a menudo no forman parte de movimientos
convencionales más amplios y luchan por obtener el apoyo que necesitan.
La propia ONU es de difícil acceso para las niñas y mujeres jóvenes. Por lo general, no se les incluye en el
establecimiento de agendas o en el diseño de soluciones. Se las encasilla en “cuestiones de niñas” o se las trata de
manera paternalista.
Todos estos problemas son aún peores para las niñas y mujeres jóvenes que pertenecen a grupos
desfavorecidos, como los jóvenes pobres, rurales, LBTIQ, desplazados, minorías étnicas o indígenas.
Acoso y violencia:
"A veces no podemos involucrarnos en temas que nos apasionan porque son demasiado peligrosos".
Muchos activistas enfrentan acoso y ataques cuando viajan fuera de sus hogares, cuando participan en
movimientos y organizaciones políticas, e incluso por parte de trabajadores gubernamentales (incluidas las fuerzas
del orden).
La mayoría de las niñas y mujeres jóvenes activistas han sufrido abusos en línea. Debido a esto, muchos
limitan lo que dicen o abandonan por completo los espacios en línea.
Las amenazas de violencia y la violencia real suelen tener como objetivo silenciar a las niñas y mujeres
jóvenes. Esto es especialmente cierto cuando luchan por la igualdad de género.
Ambientes hostiles:
Las niñas y mujeres jóvenes activistas se enfrentan a una vigilancia y un control excesivos, que incluyen
espionaje, intimidación, arresto o secuestro.
Las fuentes de estas amenazas van desde parientes varones hasta los gobiernos.
El activismo también puede provocar que las niñas y las jóvenes sean condenadas al ostracismo o excluidas
de sus comunidades, y que sus acciones sean vistas como una amenaza a la religión, el “honor”, la cultura o el modo
de vida.
Las represalias (en el hogar, la escuela o el trabajo) por hablar o presionar por un cambio son comunes.
Estas condiciones también significan que muchos activistas enfrentan agotamiento y estrés.
Obstaculos legales:
En algunos lugares, a las niñas se les prohíbe participar en reuniones públicas. En otros, no se permite hacer
campaña sobre la diversidad sexual y de género.
A menudo se impide a las niñas y mujeres jóvenes aprender sobre sus derechos humanos y las opciones
disponibles para ellas. También enfrentan obstáculos para establecer organizaciones activistas debido a los
restrictivos requisitos de registro.
Falta de fondos:
En todo el mundo, las organizaciones de mujeres carecen de fondos suficientes y las niñas y mujeres jóvenes
enfrentan dificultades adicionales.
Se destinan menos donaciones a sus causas. Muchas de sus organizaciones no están registradas, lo que las
excluye de muchas fuentes de financiación. Los requisitos que establecen algunos donantes pueden dificultar el
acceso a los fondos.
Debido a esto, algunas organizaciones de niñas y mujeres jóvenes cobran honorarios, lo que excluye a
algunos activistas potenciales.
Las niñas tampoco pueden abrir cuentas bancarias si son menores de edad, lo que limita la forma en que
pueden recibir fondos.
¿Qué necesita cambiar?
Es vital no sólo respetar el derecho de las niñas y mujeres jóvenes a participar en la vida pública, sino
también promoverlo activamente.
Esto significa eliminar las barreras que interfieren con el activismo de las niñas y las jóvenes. También
significa crear formas de garantizar que estén incluidos, en un entorno seguro y propicio, y que tengan influencia en
la toma de decisiones.
Fomentar vínculos entre movimientos y generaciones
Los activistas mayores pueden ser increíblemente eficaces a la hora de ayudar a los más jóvenes a fortalecer
sus voces.
Las ONG internacionales y locales pueden desempeñar un papel clave al proporcionar plataformas para
establecer contactos, capacitar y apoyar a las niñas y jóvenes activistas. Estas plataformas también pueden ayudar a
proteger a los activistas de la intimidación y el acoso.
¿Cómo puede verse?
En la región de Asia y el Pacífico, un foro de mujeres y un foro de mujeres jóvenes crearon un programa
intergeneracional de liderazgo femenino, compartiendo conocimientos y experiencias.
Impulsar el apoyo familiar y comunitario
Los padres, maestros y otras personas en posiciones de influencia deben educar y empoderar a los niños
para que ejerzan sus derechos. Esto incluye el derecho a participar en las decisiones que les afectan.
Algunas familias y comunidades pueden necesitar apoyo en esta función. Los esfuerzos para mejorar la
igualdad económica y social general pueden ayudar en esto.
El acceso a la riqueza y los privilegios a menudo puede determinar si alguien es capaz de participar en el
activismo. Debido a esto, a menudo no se escucha a las niñas y mujeres jóvenes de grupos desfavorecidos.
Los espacios públicos para niñas de entornos rurales, pobres o indígenas –así como las becas o el apoyo de
patrocinadores y mentores individuales– han desempeñado un papel importante a la hora de permitir el trabajo de
muchas activistas.
Reducir la brecha digital
A nivel mundial, las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de tener acceso a Internet o a
teléfonos móviles. Además de carecer de acceso físico a dispositivos conectados, muchas niñas y mujeres jóvenes
también carecen de capacitación sobre cómo utilizarlos en su máximo potencial.
Internet y las redes sociales brindan a muchas niñas y mujeres jóvenes una forma de construir redes y usar
sus voces. Por esta razón, garantizar la igualdad de acceso es vital. Esto significa brindar acceso y capacitación.
Una organización sin fines de lucro en el sudeste de África dirige una academia dedicada a capacitar a niñas y
mujeres jóvenes sobre cómo contar sus propias historias utilizando la tecnología digital. La organización también
facilita una comunidad en línea donde las niñas pueden comunicarse en un ambiente positivo.
Garantizar una educación de calidad
Las escuelas suelen ser el primer lugar donde las niñas participan en la toma de decisiones, el liderazgo y la
oratoria.
Es fundamental que las niñas y las jóvenes reciban una educación inclusiva, con perspectiva de género y
culturalmente sensible. Es necesario
fomentar su participación en la vida pública .
Las lecciones escolares deberían cubrir los derechos humanos, los daños causados por los estereotipos de
género y el pensamiento crítico.
Un proyecto del sur de Asia ejecuta programas de aprendizaje acelerado para niñas y mujeres jóvenes que
nunca asistieron a la escuela o la abandonaron prematuramente. Los graduados de los programas tienen casi seis
veces menos probabilidades de casarse jóvenes.
Construyendo los marcos adecuados
Los gobiernos y los organismos de derechos humanos pueden construir estructuras que garanticen que los
niños y los jóvenes –incluidas las niñas y las mujeres jóvenes en toda su diversidad– participen en la toma de
decisiones.
Estos pueden incluir:
• consejos juveniles
• subvenciones para el activismo
• programadores para desarrollar habilidades y liderazgo
• Requisitos legales para consultar a los jóvenes sobre asuntos que les afectan.
Una nación de Europa occidental exige que todos los gobiernos locales
tengLas niñas y las mujeres jóvenes ya están desempeñando un papel
importante en la transformación positiva de las
sociedades. Están ayudando a crear un mundo más justo y democrático.
Pero muchos enfrentan Múltiples obstáculos para tener voz en las

decisiones sobre sus propias vidas y sobre los mundos en los que
viven.
Garantías del derecho internacional de los derechos humanos. los

derechos de las niñas y mujeres jóvenes a participar en la vida política y
pública, la libertad de expresión y opinión, y la libertad de reunión y
asociación pacífica.
Para garantizar que esto suceda para todos, debemos:

Derribar las barreras ( culturales, legales, administrativas, financieras, estructurales) que limitan la voz y la
capacidad de acción de las niñas y las jóvenes
Construir estructuras y sistemas que empoderen a todas las niñas y mujeres jóvenes para que sean
participantes activas en sus propias vidas y en los asuntos públicos.
INFORME DEL GRUPO DE TRABAJO DE LA ONU SOBRE DISCRIMINACIÓN CONTRA MUJERES Y NIÑAS
Los derechos de salud sexual y reproductiva de mujeres y niñas en crisis
Desde los estigmas en torno a la menstruación hasta el riesgo de embarazos no deseados, la criminalización del
aborto, la falta de atención médica materna, la desinformación y la negación de la autonomía reproductiva , las
mujeres y las niñas enfrentan una cruda realidad en lo que respecta a sus derechos de salud sexual y reproductiva.
La violencia sexual aumenta su vulnerabilidad, y cuando ocurren ciertos eventos, estos problemas se intensifican.
Más allá de los impactos en la salud y el bienestar inmediatos de las mujeres y las niñas, existen efectos dominó
que contribuyen y profundizan las desigualdades y la discriminación de género .
¿Qué necesita cambiar? Desplácese hacia abajo para obtener más información y ver cómo puede marcar la
diferencia.
Reconociendo la crisis
No hay dos crisis iguales : pueden abarcar desde conflictos armados hasta desastres naturales, agitaciones
económicas o sociales y pandemias globales. Sin embargo, un punto en común es que a menudo afectan de manera
desproporcionada la salud, el bienestar y la seguridad de las mujeres y las niñas . Los impactos de los esfuerzos por
resolver las crisis tampoco se distribuyen de manera equitativa y, en ocasiones, incluso pueden profundizar las
disparidades y amplificar el daño a las mujeres y las niñas.
Se necesita un cambio radical en la forma en que los gobiernos clasifican y responden a las crisis. El
enfoque debe ser interseccional, tener en cuenta las cuestiones de género y reconocer los impactos a largo plazo de
negar a las mujeres y niñas el pleno disfrute de sus derechos de salud sexual y reproductiva.
La desigualdad de género es una crisis en sí misma , una crisis que se ha normalizado para muchas mujeres y
niñas tras siglos de patriarcado, colonización y racismo sistémico, y se ha profundizado por la falta de protección
legal.
El cambio comienza con el reconocimiento de la desigualdad de género , sus causas fundamentales, como la
discriminación, y sus síntomas, como la violencia, como una crisis .
Primero, echemos un vistazo a algunos de los problemas que obstaculizan el progreso :
LEYES, POLÍTICAS Y PRÁCTICAS DISCRIMINATORIAS
MÁS DE 200 MILLONES DE MUJERES QUE QUIEREN EVITAR EL EMBARAZO NO UTILIZAN ANTICONCEPTIVOS
MODERNOS DEBIDO A BARRERAS LEGALES Y CULTURALES.
Las barreras formales que impiden que las mujeres y las niñas accedan a una gama completa de servicios de salud
sexual y reproductiva son discriminatorias y exacerban la desigualdad de género. Esto puede incluir leyes que
restrinjan el acceso a abortos y anticonceptivos seguros. La violencia obstétrica también es una práctica
discriminatoria.
NO PRIORIZAR LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA DE LAS MUJERES
A NIVEL MUNDIAL, SE ESTIMA QUE CADA DÍA OCURREN 810 MUERTES MATERNAS Y CADA 16 SEGUNDOS HAY UNA
MUERTE FETAL.
(Desplácese por el texto a continuación para leer más)

En general, no se da la prioridad adecuada a los servicios de salud sexual y reproductiva, lo que hace que las mujeres
y las niñas sean especialmente vulnerables cuando ocurre una crisis relacionada con un evento. De hecho, a menudo
son lo primero que se descarta y se consideran "no esenciales".
El acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva sigue siendo en gran medida insatisfecho en entornos
humanitarios y tiempos de crisis. Por ejemplo, los cierres y perturbaciones causados por la COVID-19 dieron lugar a la
suspensión o aplazamiento de una amplia gama de servicios y bienes esenciales de salud sexual y reproductiva, entre
ellos:
• información y servicios anticonceptivos;
• servicios de aborto seguro y atención postaborto;
• mamografías, exámenes de detección de cáncer de cuello uterino, pruebas y tratamiento de VIH e ITS;
• servicios de apoyo para mujeres y niñas sometidas a mutilación genital femenina; y
• tratamientos de fertilidad.
La salud mental y la creciente intoxicación del planeta también tienen graves consecuencias para la salud
reproductiva. Sin embargo, son crisis menos visibles y, por lo tanto, tienden a pasarse por alto.
POCA O NINGUNA INVERSIÓN EN SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA
SIETE DE LOS 11 PRINCIPALES DONANTES GUBERNAMENTALES ASIGNARON SOLO EL 2% DE LOS FONDOS A

PROGRAMAS ESPECÍFICOS DE IGUALDAD DE GÉNERO, A PESAR DE QUE LAS MUJERES Y LAS NIÑAS REPRESENTAN EL
50% DE LA POBLACIÓN.
El gasto gubernamental en salud sexual y reproductiva podría duplicarse, al menos en los países de ingresos
medianos bajos, si los países priorizaran cada vez más la salud dentro de su propio presupuesto. Sin embargo,
muchos países han demostrado una falta de capacidad o voluntad para comprometer recursos para la salud sexual y
reproductiva.
No se priorizan la anticoncepción, el aborto y la salud de los adolescentes. Apenas se abordan la salud menstrual y el
manejo del dolor. En algunos casos, ni siquiera la atención de maternidad está suficientemente financiada. Los
supervivientes de la violencia con frecuencia se quedan sin acceso a servicios cruciales, incluidos la anticoncepción
de emergencia, los servicios de aborto seguro y el asesoramiento psicológico.
NO HAY APOYO PARA LAS DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS
EN SITUACIONES DE CRISIS, LA FINANCIACIÓN PARA LOS DERECHOS DE LAS MUJERES ES UNA DE LAS PRIMERAS
PARTIDAS PRESUPUESTARIAS QUE SE REDUCEN.
Las organizaciones comunitarias que apoyan los derechos de las mujeres desempeñan un papel vital para garantizar
el acceso a la atención sanitaria sexual y reproductiva. Muchos participan directamente en el suministro de
información y servicios, e intervienen cuando los bienes y servicios públicos ya no están disponibles. Sin embargo, a
menudo se ignoran sus conocimientos y experiencia.
Los líderes y organizaciones que trabajan en primera línea no están incluidos en los procesos de toma de decisiones.
Las defensoras de los derechos humanos también enfrentan sus propias amenazas. A menudo son amenazadas y
sometidas a intimidación o violencia debido a sus esfuerzos por garantizar los derechos de salud sexual y
reproductiva de las mujeres y las niñas.
EXCLUSIÓN DE LA TOMA DE DECISIONES
EN TODO EL MUNDO, LAS MUJERES Y LAS NIÑAS ENFRENTAN BARRERAS IMPORTANTES PARA HACER OÍR SU VOZ EN
CUESTIONES DE POLÍTICAS Y TOMA DE DECISIONES.
Sin total autonomía y control sobre su salud reproductiva y sus vidas, las mujeres y las niñas continúan enfrentando
barreras para desarrollar todo su potencial: se les niega de hecho su capacidad para participar en la vida pública y
servir como líderes.
Se utilizan valores culturales y tradicionales para justificar restricciones legales a las mujeres que desempeñan
funciones políticas y públicas, y se utiliza ideología similar para negar a mujeres y niñas sus derechos de salud sexual
y reproductiva. Por ejemplo, se utilizan estereotipos dañinos que describen el papel más importante de la mujer
como el de la maternidad para excluir sus puntos de vista y preocupaciones del discurso público
FALTA DE COMPROMISO Y RENDICIÓN DE CUENTAS POR PARTE DE LOS HOMBRES
LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA NO ES RESPONSABILIDAD EXCLUSIVA DE LAS MUJERES.
Los hombres ejercen un mayor poder de toma de decisiones en las esferas pública y privada, lo que los convierte en
aliados importantes en la lucha por hacer realidad los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres y las
niñas. Su participación activa es la única manera de abordar y superar las mentalidades patriarcales y la masculinidad
tóxica.
OPOSICIÓN MEDIANTE EL MAL USO DE LA IDEOLOGÍA Y LA RELIGIÓN
SE ESTÁN UTILIZANDO ACTIVAMENTE IDEOLOGÍAS CONSERVADORAS, RELIGIOSAS Y RADICALES PARA SOCAVAR LA

IGUALDAD DE GÉNERO.
Los fundamentalistas religiosos y sus aliados políticos han liderado un ataque global organizado y bien financiado
contra la igualdad de género invocando la libertad religiosa y los "valores tradicionales". Deben eliminarse las
prácticas discriminatorias, represivas y violentas contra las mujeres y las niñas, cualquiera que sea su origen, incluidas
las que se basan en determinadas interpretaciones de la cultura o la religión.
DESAFÍOS ADICIONALES EN TIEMPOS DE CRISIS
COMO RESULTADO DE LA COVID-19, LOS AVANCES PARA PONER FIN A LA VIOLENCIA DE GÉNERO PARA 2030 SE HAN
VISTO RETRASADOS.
Las crisis pueden imponer presiones adicionales a los sistemas de salud que ya están luchando por brindar servicios
esenciales de salud sexual y reproductiva.
Los trabajadores de la salud podrían estar luchando contra amenazas de violencia o interrupciones repentinas en la
cadena de suministro.
Los gobiernos también pueden imponer medidas que retrasen avances cruciales logrados en materia de derechos de
salud sexual y reproductiva de mujeres y niñas.
Por ejemplo, se estima que, debido a las medidas de contención asociadas con la pandemia de COVID-19, podrían
producirse 13 millones de matrimonios infantiles adicionales para 2030
Capas de complejidad
Si bien las crisis afectan negativamente el acceso de las mujeres y las niñas a la atención sanitaria sexual y
reproductiva, ciertos grupos de mujeres y niñas enfrentan barreras adicionales.
Las desigualdades preexistentes –como la discriminación basada en la edad, la raza, el estatus socioeconómico y el
origen étnico– pueden amplificar los riesgos y desafíos que enfrentan algunas mujeres y niñas. Por lo tanto, es
importante ver los desafíos a los derechos de salud sexual y reproductiva a través de una lente interseccional .
SI ES NIÑA O ADOLESCENTE
DURANTE EL BROTE DE ÉBOLA, LAS ADOLESCENTES DE COMUNIDADES AFECTADAS POR LA CRISIS QUEDARON
EMBARAZADAS A UNA TASA DOS VECES MAYOR QUE LAS DE COMUNIDADES MENOS AFECTADAS.
Las niñas –especialmente las adolescentes– corren un mayor riesgo de sufrir violencia sexual, embarazos precoces y
no planificados, relaciones sexuales bajo coacción y otras prácticas nocivas.
Los cierres y confinamientos de escuelas durante la crisis de la COVID-19, por ejemplo, provocaron una pérdida
crucial de acceso a información sobre salud sexual y reproductiva y la pérdida de oportunidades para detectar y
denunciar casos de violencia.
Durante una crisis, muchas familias también concertan matrimonios para sus hijas adolescentes para hacer frente a
la pobreza y las preocupaciones por su seguridad. Durante una crisis, aumentan los matrimonios concertados y
forzados, impulsados por prácticas tradicionales nocivas en un contexto de pobreza e inseguridad agravadas.
SI VIVE EN UNA ZONA RURAL
LA INCIDENCIA DE FÍSTULA OBSTÉTRICA, PROLAPSO UTERINO Y MUERTES FETALES ES ESPECIALMENTE ALTA ENTRE
LAS MUJERES Y NIÑAS DE LAS ZONAS RURALES.
Las zonas rurales están desatendidas, lo que hace que las mujeres y las niñas que viven allí estén aún más expuestas
a violaciones de sus derechos de salud sexual y reproductiva. El acceso a anticonceptivos es bajo y la mortalidad y
morbilidad maternas son altas.
Las barreras que comúnmente enfrentan las mujeres y niñas rurales incluyen:
• largas distancias de los centros de salud;
• falta de proveedores capacitados; y
• las limitaciones de otras cargas de trabajo o responsabilidades.
Muchas de estas barreras entran en juego de manera más aguda cuando ocurre un evento relacionado con una crisis.
SI ELLA TIENE UNA DISCAPACIDAD
LAS NECESIDADES DE SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA DE LAS MUJERES Y NIÑAS QUE DESARROLLAN
DISCAPACIDADES DEBIDO A LESIONES EMOCIONALES Y FÍSICAS CAUSADAS POR CRISIS COMO CONFLICTOS ARMADOS
O DESASTRES NATURALES SON AMPLIAMENTE IGNORADAS.
Las mujeres y niñas con discapacidad enfrentan barreras adicionales para acceder al apoyo. Por ejemplo, es posible
que haya pocas o ninguna adaptación para brindar acceso a los centros de salud. A menudo corren un mayor riesgo
de sufrir abusos y violencia, y los estereotipos negativos sobre su estado de salud sexual y reproductiva pueden
conducir a una mayor marginación.
SI ES REFUGIADA, MIGRANTE O DESPLAZADA
LAS MUJERES MIGRANTES CORREN EL RIESGO DE SER DETENIDAS POR LAS AUTORIDADES LOCALES E INCLUSO
PUEDEN SER SOMETIDAS A PROCEDIMIENTOS DE SALUD REPRODUCTIVA NO CONSENTIDOS Y MÉDICAMENTE
INNECESARIOS.
Las mujeres y niñas migrantes, refugiadas y desplazadas internamente cargan con el trauma de la violencia, la
persecución, el conflicto y la pobreza. Muchos viven en campos bajo una amenaza persistente de violencia, incluso
por parte de sus parejas íntimas; mientras tanto, la salud sexual y reproductiva suele considerarse un tema tabú. Las
barreras culturales y lingüísticas impiden el flujo de información crucial.
Muchos dependen del “sexo transaccional” para satisfacer sus necesidades materiales básicas, o se puede exigir sexo
a quienes huyen de una crisis mientras están en tránsito, lo que aumenta la probabilidad de embarazos no
planificados y otros riesgos para la salud reproductiva.
SI ELLA ES DE UN GRUPO HISTÓRICAMENTE OPRIMIDO Y MARGINADO

LAS MUJERES DE GRUPOS Y MINORÍAS RACIALES Y ÉTNICAS SUELEN SER OBJETO DE ABUSOS Y PERMANECEN EN UN
PROFUNDO ESTADO DE CRISIS CARACTERIZADO POR UN TRAUMA INTERGENERACIONAL.
Hay comunidades históricamente oprimidas de mujeres y niñas cuyas vidas han sido moldeadas por la discriminación
y la exclusión sistémicas, lo que las coloca en un “estado persistente de crisis”.
• Las mujeres y niñas indígenas enfrentan un espectro complejo de abusos contra los derechos humanos que
involucran prácticas discriminatorias y coercitivas, esterilización forzada y violencia sexual sistémica, muchas
veces vinculada a la presencia de industrias extractivas. La ausencia de servicios de salud que incorporen
específicamente los conocimientos y las cosmovisiones indígenas contribuye a unos peores resultados en
materia de salud reproductiva.
• Las mujeres y niñas afrodescendientes todavía enfrentan los legados de la esclavitud, el racismo sistémico y
la discriminación estructural al acceder a la atención médica sexual y reproductiva. Las disparidades son
claramente visibles en las tasas significativamente más altas de mortalidad materna entre las mujeres
negras.
• Las mujeres y niñas romaníes de toda Europa han sido objeto de antigitanismo y de violaciones atroces de
sus derechos de salud sexual y reproductiva, incluidas esterilizaciones forzadas y acceso desigual a los
centros de atención sanitaria y separación forzosa de sus hijos.
• Las mujeres de grupos y minorías raciales y étnicas como las dalit, rohingya, yazidí y uigures, entre otras, han
sido sometidas a diversas formas de violencia sexual y reproductiva
¿Qué necesita cambiar?

Los acontecimientos de crisis no siempre se pueden prevenir, pero sus efectos devastadores sobre los
derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas se pueden prevenir si se toman medidas
para mitigar los daños.
Sin embargo, lograr esto requerirá acciones específicas. ¿Qué deben hacer los gobiernos, con la participación
de individuos y comunidades, para respetar, proteger y cumplir adecuadamente estos derechos básicos?
Priorizar los derechos de salud sexual y reproductiva
• Reconocer que los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas son esenciales e
integrarlos plenamente en los planes de crisis.
• Garantizar el acceso oportuno a medicamentos e intervenciones que salvan vidas.
• Garantizar la seguridad y las condiciones laborales decentes de los trabajadores de la salud en las
comunidades locales en todo momento, promoviendo al mismo tiempo la atención y el apoyo comunitarios.
• Aumentar la financiación pública para organizaciones comunitarias que se centren en los derechos y servicios
de salud sexual y reproductiva de mujeres y niñas.
• Ampliar la disponibilidad de servicios de salud sexual y reproductiva a través de telemedicina y clínicas

móviles para llegar a poblaciones diversas.
• Invertir más en infraestructura física, incluidos agua y saneamiento, transporte público y telecomunicaciones,
y en sistemas de salud.
• Aprovechar los acuerdos, redes e instalaciones institucionales existentes para garantizar la distribución de
productos e información sobre salud sexual y reproductiva en las comunidades locales.
• Hacer de la provisión de bienes y servicios integrales de salud sexual y reproductiva un componente central
de los programas de ayuda humanitaria.
• Cumplir con el umbral del 0,7% del PNB para la ayuda y cooperación internacional sin restricciones
perjudiciales a los derechos de salud sexual y reproductiva. Hacer de la provisión de bienes y servicios
integrales de salud sexual y reproductiva un componente central de los programas de ayuda humanitaria.
Cómo podría verse esto
• Algunos países han reconocido formalmente los derechos de salud sexual y reproductiva en sus
constituciones nacionales, mientras que otros los han reconocido como esenciales a través de los
tribunales nacionales.
Eliminar leyes, políticas y prácticas discriminatorias.
• Garantizar el acceso a una gama completa de información y servicios anticonceptivos.
• Despenalizar el aborto, ampliar el acceso a servicios de aborto seguro y eliminar las barreras legales al
aborto en situaciones de crisis.
• Garantizar el acceso oportuno a los servicios de salud materna y atención obstétrica de emergencia.
• Realizar una auditoría nacional para evaluar las necesidades de salud sexual y reproductiva de mujeres
y niñas, incluidas las cuestiones desatendidas relacionadas con la violencia y la pobreza temporal, entre
otras.
• Hacer que la autonomía, la privacidad y el consentimiento informado de las mujeres y las niñas sean
centrales en todas las leyes y políticas de salud sexual y reproductiva.
• Abordar la excesiva medicalización y el enfoque paternalista de los servicios de salud sexual y

reproductiva de mujeres y niñas y reorientarlos en torno a la salvaguardia de la integridad corporal, la
autonomía y la agencia de las mujeres.
• Garantizar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva respetuosos y no coercitivos para todas
las mujeres y niñas y tomar medidas adicionales para generar confianza en las comunidades que han
sido históricamente marginadas.
• Adoptar un enfoque intercultural y participativo de la salud sexual y reproductiva para garantizar que las
mujeres y niñas indígenas y de minorías étnicas participen activamente en la configuración e
implementación de los programas de salud que se les ofrecen.
• Desarrollar políticas y comprometer recursos adicionales para abordar formas múltiples e

interseccionales de discriminación.
• Eliminar los estereotipos discriminatorios de las mujeres y las niñas y el estigma y los tabúes asociados
con la salud sexual y reproductiva en la legislación, las políticas y la práctica.
• Las organizaciones feministas y de derechos de las mujeres que trabajan a nivel comunitario están a la
vanguardia para garantizar los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas.
Muchos participan directamente en la prestación de servicios e información sobre salud sexual y
reproductiva y abogan contra leyes y prácticas discriminatorias.
Institucionalizar y fortalecer el seguimiento y la rendición de cuentas
• Adoptar y hacer cumplir marcos legales y políticos claros y coherentes para guiar la prestación de
servicios de acuerdo con las obligaciones de derechos humanos.
• Recopilar datos desglosados por sexo, género, raza, origen étnico y otros motivos para determinar el
estado y las necesidades de los derechos de salud sexual y reproductiva de diferentes poblaciones de
mujeres.
• Reconocer e implementar legalmente un amplio conjunto de reparaciones por violaciones de los
derechos de salud sexual y reproductiva.
• Tomar medidas efectivas para poner fin a la violencia y el acoso contra los defensores de los derechos
humanos que defienden los derechos de salud sexual y reproductiva.
• Tomar medidas para garantizar que los proveedores de servicios de salud realicen sus deberes
profesionales de acuerdo con los derechos humanos y cumplan con sus obligaciones éticas.
• Algunos lugares han implementado un “círculo de rendición de cuentas”, que reúne a comunidades
locales, gobiernos y otros actores en un esfuerzo de monitoreo liderado por la comunidad para
garantizar la rendición de cuentas por los derechos de salud sexual y reproductiva.
Garantizar la participación de mujeres y niñas y promover la responsabilidad masculina.
• Incrementar la representación y la participación efectiva de las mujeres y las niñas en los procesos de
toma de decisiones en todos los niveles;
• Involucrar sistemáticamente a diversas organizaciones feministas y de derechos de mujeres y niñas en

el desarrollo, implementación, monitoreo, evaluación y mejora constante de las leyes, políticas y
prácticas relacionadas con la salud sexual y reproductiva;
• Construir procesos participativos que sean empoderadores, inclusivos, accesibles y no discriminatorios,

con especial atención a las mujeres y niñas desproporcionadamente afectadas por las crisis.
• Integrar una perspectiva de género, edad, discapacidad e intercultural en todas las políticas y prácticas,
y promover el liderazgo de las mujeres y los jóvenes.
• Promover el compromiso y la rendición de cuentas de los hombres para abordar el sexismo

generalizado, la misoginia, la violencia y la masculinidad tóxica, y promover los derechos de salud
sexual y reproductiva de mujeres y niñas.
• Algunos parlamentarios y activistas masculinos han comenzado a promover mensajes positivos sobre
cómo los hombres y los niños pueden ser participantes activos para poner fin a la masculinidad tóxica y
fomentar comportamientos positivos entre los hombres en tiempos de crisis, como se hizo durante los
confinamientos relacionados con el COVID-19.
Rechazar las ideologías conservadoras y anti-derechos humanos
• Rechazar activamente las ideologías políticas racializadas y religiosas conservadoras que socavan la
igualdad de género.
• Oponerse a la desinformación y las posiciones religiosas que subvierten los derechos de salud sexual y
reproductiva de las mujeres y las niñas.
• Garantizar que la ayuda y asistencia internacionales, incluida la asistencia humanitaria, se proporcionen

de conformidad con las normas de derechos humanos.
• Apoyar al sistema de las Naciones Unidas en la lucha contra las ideologías religiosas que se oponen a
los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas.
• Abstenerse de utilizar influencia política y financiera con Estados y actores no estatales para socavar y
hacer retroceder los derechos de las mujeres y las niñas.

• Algunos gobiernos han rechazado las agendas conservadoras y contrarias a los derechos de las
mujeres. Por ejemplo, 58 gobiernos emitieron una declaración conjunta condenando los esfuerzos por
socavar los derechos humanos de las mujeres y las niñas e identificando la importancia de los derechos
de salud sexual y reproductiva para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES

EN EL CAMBIANTE
MUNDO DEL TRABAJO
Reimaginar el mundo
del trabajo para que sea igual
para todos
El mundo del trabajo no es un campo de juego nivelado para las mujeres .
Una proporción importante trabaja en empleos vulnerables y mal remunerados, sin derechos ni prestaciones, y
la brecha salarial mundial sigue siendo persistente en un 20%.
Desplácese hacia abajo para descubrir qué cambios se necesitan para que el mundo laboral sea igual para todos
y qué puede hacer usted para marcar la diferencia.
Desafíos: persistentes y nuevos
La desigualdad de las mujeres en el trabajo está impulsada por la discriminación y estereotipos de género definidos,
incluidas las mujeres que asumen la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado.
Si no se toman medidas, la desigualdad de las mujeres en el lugar de trabajo será cada vez mayor. Los avances
tecnológicos, el cambio demográfico, la globalización y el cambio climático están transformando la forma en que
trabajamos y vivimos. Sin embargo, sus impactos –tanto buenos como malos– no se distribuyen equitativamente, lo
que significa que pueden amplificar las desigualdades que enfrentan las mujeres.
El cambio comienza por dar prioridad a los derechos humanos de las mujeres en el mundo del trabajo. Pero primero
debemos comprender qué se interpone en el camino del progreso.
A NIVEL MUNDIAL, LAS MUJERES REALIZAN TRES VECES MÁS TRABAJO DOMÉSTICO Y DE CUIDADOS NO
REMUNERADO QUE LOS HOMBRES.
Incluso después de tener hijos, las mujeres enfrentan una "penalización por maternidad", lo que conduce a una
mayor brecha salarial y reduce drásticamente los ahorros para la jubilación o las contribuciones a las pensiones,
dejándolas más vulnerables a la pobreza.
Las mujeres también asumen la mayor parte de las responsabilidades de cuidado. En todo el mundo, 606 millones de
mujeres en edad de trabajar (21,7%) realizan trabajos de cuidados no remunerados a tiempo completo, en
comparación con 41 millones de hombres (1,5%). Esto deja un tiempo limitado para realizar un trabajo remunerado.
EL 92 % DE LAS MUJERES EN LOS PAÍSES DE BAJOS INGRESOS ESTÁN EMPLEADAS INFORMALMENTE (COMPARADO
CON EL 87,5 % DE LOS HOMBRES)
Las mujeres se concentran en las formas de trabajo informal más vulnerables y peor remuneradas. Por ejemplo, se
encuentra una gran brecha de género entre mujeres y hombres empleados informalmente en roles como
trabajadores no remunerados en granjas y empresas familiares (28,1% de las mujeres frente a 8,7% de los hombres).
Esto deja a muchas mujeres sin acceso a los derechos y prestaciones de los que disfrutan los trabajadores del sector
formal.
EL 92 % DE LAS MUJERES EN LOS PAÍSES DE BAJOS INGRESOS ESTÁN EMPLEADAS INFORMALMENTE (COMPARADO
CON EL 87,5 % DE LOS HOMBRES)
Las mujeres se concentran en las formas de trabajo informal más vulnerables y peor remuneradas. Por ejemplo, se
encuentra una gran brecha de género entre mujeres y hombres empleados informalmente en roles como
trabajadores no remunerados en granjas y empresas familiares (28,1% de las mujeres frente a 8,7% de los hombres).
Esto deja a muchas mujeres sin acceso a los derechos y prestaciones de los que disfrutan los trabajadores del sector
formal.
LA MITAD DE LAS MUJERES EUROPEAS HAN EXPERIMENTADO ACOSO SEXUAL AL MENOS UNA VEZ DESDE LOS 15
AÑOS.
Como se ha visto con #metoo y otros movimientos, el acoso sexual es una experiencia cotidiana para muchas
mujeres. La mitad de las mujeres europeas han sufrido acoso sexual al menos una vez desde los 15 años. En más del
30% de esos casos, el perpetrador fue alguien con quien trabajaban.
Las mujeres que trabajan en el sector informal corren un riesgo aún mayor de sufrir acoso y violencia. La tecnología
también crea nuevos riesgos y desafíos, exponiendo a mujeres y niñas a la violencia y el abuso en la esfera digital.
Cada vez se comprende mejor el papel del lugar de trabajo a la hora de abordar la violencia doméstica. Aunque
algunos gobiernos y empleadores ofrecen cada vez más licencias remuneradas por violencia doméstica, las mujeres
que trabajan en la economía informal y en el trabajo informal no tienen acceso a esas políticas.
90 PAÍSES TIENEN AL MENOS UNA RESTRICCIÓN LEGAL SOBRE LOS TRABAJOS QUE PUEDEN TENER LAS MUJERES.
Las mujeres todavía enfrentan barreras importantes para la progresión profesional. A nivel mundial, sólo el 27,1% de
los directivos son mujeres, cifra que se mantiene estática desde hace 27 años.
Menos de la mitad de los 190 países estudiados por el Banco Mundial tienen leyes que exigen igualdad de
remuneración por trabajo de igual valor.
La baja representación de las mujeres en industrias dominadas por hombres como la ciencia, la tecnología, la
ingeniería y las matemáticas, impulsada por estereotipos de género, tiene efectos indirectos en la participación
igualitaria de las mujeres en el diseño de los sistemas y tecnologías que están dando forma al futuro del mundo.
Al mismo tiempo, las industrias dominadas por mujeres, por ejemplo la salud y la prestación de cuidados, siguen
estando significativamente infravaloradas, lo que significa un estatus y salarios más bajos.
Sin una acción concertada, los sectores emergentes caerán en los mismos patrones.
LA MITAD DE LAS MUJERES EUROPEAS HAN EXPERIMENTADO ACOSO SEXUAL AL MENOS UNA VEZ DESDE LOS 15
AÑOS.
Como se ha visto con #metoo y otros movimientos, el acoso sexual es una experiencia cotidiana para muchas
mujeres. La mitad de las mujeres europeas han sufrido acoso sexual al menos una vez desde los 15 años. En más del
30% de esos casos, el perpetrador fue alguien con quien trabajaban.
Las mujeres que trabajan en el sector informal corren un riesgo aún mayor de sufrir acoso y violencia. La tecnología
también crea nuevos riesgos y desafíos, exponiendo a mujeres y niñas a la violencia y el abuso en la esfera digital.
Cada vez se comprende mejor el papel del lugar de trabajo a la hora de abordar la violencia doméstica. Aunque
algunos gobiernos y empleadores ofrecen cada vez más licencias remuneradas por violencia doméstica, las mujeres
que trabajan en la economía informal y en el trabajo informal no tienen acceso a esas políticas.
MUCHAS MUJERES SE ENFRENTAN A MÚLTIPLES FORMAS DE DISCRIMINACIÓN, LO QUE RESULTA EN

VULNERABILIDADES ESPECÍFICAS Y DIFERENCIAS EN LOS RESULTADOS EN EL EMPLEO
– Para las mujeres romaníes en muchas partes de Europa, la falta de acceso a la educación, sumada a la segregación
residencial y la discriminación, las excluye del mercado laboral formal. Esto los obliga a aceptar trabajos inseguros y
mal remunerados, lo que puede atraparlos en la pobreza.
– Las mujeres dalit en la India experimentan niveles desproporcionadamente altos de discriminación en el trabajo,
incluso en entornos urbanos y en empleos calificados. Normalmente, las mujeres dalit ganan la mitad del salario
diario promedio de las castas no dalit.
– Las mujeres indígenas de todo el mundo enfrentan discriminación a la hora de acceder y progresar en el lugar de
trabajo.
– Las mujeres transgénero experimentan mayores niveles de pobreza e inseguridad económica debido a la
discriminación que enfrentan en el acceso al empleo.
– Las personas con discapacidad –especialmente las mujeres jóvenes– tienen más probabilidades de sufrir pobreza y
exclusión social.
MUCHAS MUJERES SE ENFRENTAN A MÚLTIPLES FORMAS DE DISCRIMINACIÓN, LO QUE RESULTA EN

VULNERABILIDADES ESPECÍFICAS Y DIFERENCIAS EN LOS RESULTADOS EN EL EMPLEO
– Para las mujeres romaníes en muchas partes de Europa, la falta de acceso a la educación, sumada a la segregación
residencial y la discriminación, las excluye del mercado laboral formal. Esto los obliga a aceptar trabajos inseguros y
mal remunerados, lo que puede atraparlos en la pobreza.
– Las mujeres dalit en la India experimentan niveles desproporcionadamente altos de discriminación en el trabajo,
incluso en entornos urbanos y en empleos calificados. Normalmente, las mujeres dalit ganan la mitad del salario
diario promedio de las castas no dalit.
– Las mujeres indígenas de todo el mundo enfrentan discriminación a la hora de acceder y progresar en el lugar de
trabajo.
– Las mujeres transgénero experimentan mayores niveles de pobreza e inseguridad económica debido a la
discriminación que enfrentan en el acceso al empleo.
– Las personas con discapacidad –especialmente las mujeres jóvenes– tienen más probabilidades de sufrir pobreza y
exclusión social.
EN TODO EL MUNDO, LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS DE LAS MUJERES ESTÁN RESTRINGIDOS.
La falta de acceso a servicios sexuales y reproductivos, combinada con prácticas nocivas como el matrimonio infantil,
restringe las opciones de las mujeres y las niñas sobre sus propios cuerpos y crea barreras a la igualdad de acceso a la
educación y el empleo.
Cambio necesario
Garantizar que tendencias futuras como la automatización, la globalización, el cambio climático y el cambio
demográfico no profundicen la discriminación existente contra las mujeres requiere acciones específicas. ¿Cómo
podría verse esto? Afortunadamente, ya existen ejemplos de progreso.
Si los gobiernos abordan

la violencia y el acoso
en el lugar de trabajo
QUÉ CAMBIO SE NECESITA:
Fortalecer las leyes existentes para prevenir y responder eficazmente al acoso sexual, garantizando cobertura para
todos los trabajadores y lugares de trabajo.
Introducir leyes para abordar la violencia doméstica como un problema en el lugar de trabajo y proporcionar
licencia remunerada por violencia doméstica para todos los trabajadores.
Exigir a los empleadores que informen sobre sus acciones para abordar el acoso y la violencia sexuales y que
pongan sus informes a disposición del público.
Implementar una mayor regulación para que los proveedores de tecnología detengan el acoso en línea.
CÓMO PODRÍA SER ESTO:
Algunas fábricas de ropa en el sur de Asia establecieron comités de acoso en el lugar de trabajo y han visto una
disminución en el número de trabajadores que denuncian acoso verbal, abuso psicológico y físico, y un aumento en
la disposición de los trabajadores a hablar sobre abuso sexual.
Si se valoran adecuadamente los cuidados y

el trabajo doméstico no remunerados
Proporcionar acceso universal a licencias remuneradas de maternidad, paternidad y paternidad para todos los
trabajadores, independientemente de su género, incluidos aquellos con empleos atípicos y trabajos informales.
Incrementar la inversión para proporcionar cuidado infantil universal y otros servicios de cuidado.
Garantizar que las mujeres y las adolescentes tengan acceso a servicios de salud sexual y reproductiva que les
permitan autonomía en la toma de decisiones.
Invertir en infraestructura que libere tiempo para que las mujeres puedan realizar trabajos remunerados.
Algunos países ofrecen hasta 69 semanas de licencia de maternidad remunerada, algunas de las cuales están
reservadas a los padres. Las políticas de 'úsalo o piérdelo' en torno a la licencia de paternidad para los padres han
experimentado un aumento en su adopción.
Si se alteran los patrones de "trabajo de mujeres

" y "trabajo de hombres"

Establecer cuotas y objetivos para aumentar la representación de las mujeres en sectores de alto crecimiento
como la tecnología y las energías renovables.
Establecer cuotas y objetivos para aumentar la representación de mujeres y niñas en ciencia, tecnología, ingeniería
y matemáticas.
Introducir programas para recapacitar a las mujeres en roles en riesgo de automatización.
Implementar salarios mínimos para todos los trabajadores.
Exigir a las empresas que informen sobre sus esfuerzos para cerrar la brecha salarial de género.
Introducir medidas para aumentar la participación de los hombres en sectores dominados por mujeres y viceversa.
Una organización sin fines de lucro en Europa occidental está trabajando para aumentar el reclutamiento masculino
en la industria de la asistencia social a través de campañas en escuelas y universidades, así como dirigiéndose a los
veteranos.
Si se conceden derechos y prestaciones a

los trabajadores informales
Garantizar que los trabajadores informales y atípicos tengan acceso a los mismos derechos que otros trabajadores,
como atención médica y licencias remuneradas.
Brindar protección a los trabajadores migrantes contra la discriminación y el abuso, y garantizar el acceso a
derechos y prestaciones.
Eliminar toda discriminación contra las trabajadoras migrantes.
Garantizar la igualdad de derechos de las mujeres a poseer, controlar y acceder a la tierra, al crédito y a otros
recursos productivos.
Un país de Centroamérica aprobó una legislación en 2019 que reconoce a los trabajadores domésticos como
empleados formales con beneficios y protecciones. El empleador de un trabajador doméstico ahora está obligado a
formalizar el empleo con un contrato y ofrecerle los mismos derechos que a otros empleadores, incluido un salario
basado al menos en el salario mínimo, alta en la seguridad social y atención médica, bonos de vacaciones, días libres,
licencia de maternidad. y periodos de descanso garantizados.
Si las mujeres pueden organizarse

y participar en
la acción colectiva
Alentar a los sindicatos a garantizar la igualdad de representación de las mujeres en la toma de decisiones.
Garantizar que los sindicatos aborden las preocupaciones específicas de las mujeres al negociar con las
organizaciones, y también abordar la violencia y el acoso dentro de los sindicatos.
Garantizar condiciones propicias para la acción colectiva de las mujeres, como el derecho a la libertad de
asociación, y ampliarlo a las mujeres que realizan trabajos atípicos e informales.

Un país latinoamericano con una gran población de trabajadores domésticos creó una aplicación para ayudar a estos
trabajadores a comprender sus derechos en el lugar de trabajo. La aplicación incluía una calculadora de salarios y
beneficios, así como detalles del sindicato más cercano al usuario.
El efecto dominó
La igualdad de las mujeres en el trabajo tiene

efectos más allá de ellas como individuos.
El acceso al trabajo y a unos ingresos dignos los saca a ellos y a sus familias de la pobreza, aumenta su poder de toma
de decisiones en el hogar y garantiza su independencia económica.
Sin embargo, si no se presta atención urgente, existe un peligro importante de que las desigualdades y la
discriminación existentes que enfrentan las mujeres no sólo continúen sino que se exacerben en el cambiante mundo
del trabajo.
Crear un mundo laboral en el que las mujeres se beneficien y contribuyan en igualdad de condiciones con los
hombres requiere reimaginar la estructura del trabajo y la economía, colocando los derechos humanos de las
mujeres en el centro. Un mundo del trabajo que haga realidad los derechos humanos de las mujeres no sólo
beneficiará a las mujeres sino que también beneficiará a todos.
¿Cuál es tu papel en esto?
Así es como puedes marcar la diferencia
Todas las acciones, grandes o pequeñas, generan cambios. Aquí hay tres cosas que puedes hacer hoy para ser
parte del cambio.

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https://unworkinggroupwomenandgirls.

Acerca de este sitio web

Situación de las mujeres y niñas en Afganistán:

condiciones – sin embargo, nuestra

conversaciones con mujeres

y las niñas resaltaron su

Discriminación sistémica por motivos de género

Edictos, decretos, declaraciones y directivas restringen derechos

Las restricciones han aumentado, hasta que:

A las trabajadoras del gobierno se les pidió quedarse en casa y no ir a trabajar.

Derecho de las mujeres a trabajar con organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales

Prohíben a las mujeres afganas trabajar en las Naciones Unidas

Escuche a las mujeres: sobre los edictos

"Día a día, los muros se cierran."

Representación en la vida política y pública.

Antes de agosto de 2021, las mujeres comprendían:

27% de los miembros de la cámara baja del parlamento

22% en la cámara alta

Escuche a las mujeres: sobre la participación

Participación en la vida política y pública.

Hoy están excluidos de toda forma de participación en la vida política y pública.

enfoques basados en derechos

Las mujeres y las niñas sufren pobreza y desigualdad debido a

fallas sistémicas que violan sus derechos humanos.

Las causas profundas de la disparidad socioeconómica basada en el género se encuentran dentro

sistemas económicos, sociales, políticos y culturales.

Es necesario abordar la pobreza y la desigualdad como preocupaciones globales.

Así es como se ve.

Contexto: la política y las decisiones

creando pobreza y desigualdad

388 millones de mujeres y niñas vivían en la pobreza extrema

El 62,8% de estas mujeres y niñas vivían en África subsahariana

El 20,9% vivía en Asia central y meridional.

La desigualdad extrema también se ha profundizado desde 2020.

Eso es casi el doble de dinero que el 99% restante de la población mundial.

Las prioridades políticas no son neutrales en cuanto al género

La mayoría de los problemas del mundo son causados por la pobreza

-niña activista africana, consulta con mujeres jóvenes africanas

3 El neoliberalismo alimenta la desigualdad

4 La pobreza se cruza con otras formas de discriminación

Las mujeres y las niñas experimentan la pobreza de manera diferente según:

5 Los sistemas son desiguales y deben cambiar

5 Nuestra propuesta a la crisis deja de lado los derechos humanos

Derecho a la igualdad y a la no discriminación

– Participante, consultas MENA

Derecho a la protección social

"Los hombres blancos, ricos y sin discapacidades deciden lo que es valioso".

– Participante, consultas europeas

• Se estima que 4.100 millones de personas en todo el mundo no están

Derechos a la autonomía e integridad corporal y a vivir libres de toda forma de

"La pobreza lleva a la gente a hacer cosas en contra de su voluntad".

– Joven activista africana, durante consultas con mujeres jóvenes africanas

La negación de la autonomía sexual y reproductiva priva a las mujeres de su

• 164 millones de mujeres en todo el mundo tienen una necesidad

Violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres

“No somos pobres; nos estamos empobreciendo”

Cómo construir una

• Garantizar la igualdad de derechos a la tierra, la vivienda y la propiedad.

• Prevenir y mitigar los riesgos agravados de pobreza y responder a la discriminación interseccional.

• Garantizar la disponibilidad, asequibilidad y accesibilidad de los derechos, la información y los servicios y

• Prevenir y responder a la discriminación y la violencia de género.

• Llevar a cabo una redistribución de recursos con perspectiva de género.

Las instituciones económicas, financieras y monetarias internacionales y regionales y sus Estados