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FACTORES BIOLÓGICOS Y PSICOLÓGICOS 1

TEORÍA CRIMINOLÓGICA

TEMA 4

1. FACTORES BIOLÓGICOS
1.1. El renacimiento de los factores biológicos
En los últimos 20 años sobre todo se ha producido un regreso a las variables de
naturaleza biológica para el estudio del delito. De acuerdo con un concepto amplio de
biológico como el que propugnan Vold y otros, hay factores:
1. Genéticos y heredados. Mutaciones genéticas, pero que no son genéticas
sino heredadas.
2. Derivados de mutaciones genéticas, pero que no son genéticas sino
heredadas.
3. También a lo largo de la vida de las personas pueden producirse alteraciones
biológicas.
Las variables de tipo biológico han topado en Criminología para su aceptación con
ciertos reparos de naturaleza ideológica. Históricamente se relacionan con el trabajo
de Lombroso, quien publicó “El hombre criminal” y fue el fundador de la Escuela
italiana. Propugnó la existencia de un tipo criminal que denominó nato y que formaba
parte de un grupo subhumano que se había estancado en el camino de la evolución.
De este modo creía que era posible identificar a los criminales natos por señales físicas.
Esta idea del criminal nato puede considerarse refutada desde 1909 gracias a trabajos
sistemáticos de base positiva. Antes pensaban que el delito estaba causado por
variables de diversa naturaleza. Lombroso y su escuela tienen el mérito de haber
consolidado nuestra disciplina.
Rechazo anterior y posterior resurgimiento de las variables biológicas por varios
motivos:
1. El positivismo se ha relacionado con abusos como la eugenesia y con un
respaldo acrítico de privilegios de clase y Estados abusivos.
2. Puesto que las orientaciones biológicas tienen un componente empírico y
cuantitativo determinante debido a que son relativamente sencillas de medir,
es comprensible que hayan sido rechazadas por el antiempirismo que todavía
prevalece en el ámbito mediterráneo europeo, en particular en España, y en
América latina.
3. Diversas disciplinas en el ámbito del estudio del delito rivalizan por sus
puntos de vistas y sus variables. Este fenómeno puede desembocar en lo que
han llamado la destrucción del conocimiento. Allí donde han prevalecido

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posturas más jurídicas o sociológicas, se ha tendido a no tomar en cuenta los


hallazgos de naturaleza biológica.

Hasta hace relativamente poco tiempo ha predominado un rechazo a la influencia de


factores biológicos en la criminalidad:

1. Las teorías de orientación sociológica (teoría del aprendizaje, frustración y


control); no son totalmente satisfactorias, por eso en la actualidad existen
muchos modelos. No son capaces de explicar diferencias individuales. Sujetos
mismo ambiente se comportan de manera distinta; sujetos en ambientes
criminógenos no delinquen, y viceversa.

2. Los siglos XX y XXI han sido testigos de decisivos avances tanto en el


conocimiento biológico de los seres vivos del ser humano en concreto como en
técnicas de investigación. No es extraño, pues, que avances de ambos tipos
hayan repercutido en una reivindicación de las eventuales influencias biológicas
en diversas facetas de la vida humana y de su comportamiento.

3. En ocasiones se recurre al auge de la derecha y de los gobiernos conservadores


que en los años 80 experimentaron algunos de los países con mayor tradición
criminológica, como los Estados Unidos o Gran Bretaña, para explicar, al menos
en parte, este renacimiento de los enfoques biológicos.

4. También ha habido importantes hallazgos en Criminología que apuntan


diferencias de carácter biológico en la criminalidad. Este es el caso de
investigaciones clásicas como la de Robins y las de Wolfang y sus asociados. El
hallazgo fundamental de este trabajo, para lo que ahora nos interesa, es la
existencia de una cierta continuidad en el comportamiento antisocial desde la
infancia hasta la edad adulta. Es decir, cuando se mira retrospectivamente,
casi todos los que tienen problemas de comportamiento antisocial de adultos
también los tuvieron en su infancia. Moffitt sugiere expresamente que “el
síndrome del comportamiento antisocial persistente a lo largo de la vida […]
tiene una base biológica en sutiles disfunciones del sistema nervioso”. Esta idea
de una continuidad tan fuerte entre la edad infantil y la adulta sugiere la
posibilidad de que factores de naturaleza biológica, a la vez que siembra ciertas
dudas sobre otros factores y la criminalidad, a la vez que siembra ciertas dudas
sobre otros factores y teorías tradicionales del paradigma sociológico. Sería
dejar muy incompleta la exposición de Robins si no se hiciera referencia a otro
hallazgo, paralelo al anterior, aunque también menos desarrollado por la
autora. El mejor predictor de una personalidad sociópata es el grado de
comportamiento antisocial juvenil eventual en la naturaleza genética del
problema, incluso en los casos de separación o abandono del padre. Posibles

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disfunciones del sistema nervioso. También muchos niños con


comportamientos antisociales abandonan tal comportamiento al llegar a la
edad adulta “paradoja de Robins”

Una teoría es la denominada " paradoja de ROBINS ". Lee N. Robins, fue una psiquiatra
americana, escribió " Deviant children grown up, a Sociological and Psychiatric study of
sociopathic personality ". Esta autora plantea la existencia de dos fenómenos antagónicos
vinculados al transcurso del tiempo (de ahí "paradoja"). ROBINS se centró en el estudio de la
personalidad psicopática - sociópatas (trastorno antisocial de la personalidad), estudiantes
tanto adultos que de niños presentaron ya problemas y conductas antisociales, cuantos adultos
que no fueron niños con factores de riesgo.

5. Otro hecho que se ha logrado establecer sobre el delito es que las tendencias
delictivas parecen quedar fijadas muy pronto en la vida de las personas.

6. Wolfang y sus asociados reunieron en 1972 una serie de datos oficiales, que
incluían el número de arrestos, de todos los chicos que habían nacido en 1945 y
que habían vivido en la ciudad de Filadelfia al menos entre los 10 y los 18 años.
Resultaron 9945 muchachos en total, todos varones. Uno de los principales
hallazgos empíricos fue la existencia de un pequeño grupo de individuos, a los
que denominaron delincuentes crónicos, que era responsable de un número
desproporcionado de todos los delitos que había cometido la cohorte de
muchachos en su conjunto. En un estudio posterior de 1990, Tracy, Wolfang y

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otros lograron replicar estos hallazgos. Estos hallazgos han sido replicados en
diversas ocasiones.
7. En los últimos años se vienen defendiendo en criminología teorías que
permiten la integración de variables biológicas, son las llamadas teorías
integradas. Esto es especialmente importante para nosotros debido a que las
investigaciones de la criminología biológica se han centrado mucho más en
descubrir variables relacionadas con la criminalidad que en construir teorías
propiamente dichas.

1.2. Pruebas empíricas sobre la relación de invariables biológicas con la criminalidad


En la actualidad existe un importante cuerpo de evidencia empírica que sugiere que
factores genéticos y biológicos intervienen en la criminalidad. Esta evidencia es sólida y
consistente en particular por su procedencia de metodologías diversas.
1. Diversos estudios sobre gemelos y sobre adoptados han alcanzado una cierta
fama. Su ventaja metodológica es que permiten separar el efecto de las variables
biológicas y de las ambientales que en condiciones normales se encuentran
íntimamente unidas e interrelacionadas. Son una especie de experimentos
naturales.

Los estudios sobre gemelos comparan parejas de gemelos monocigóticos


(genéticamente idénticos) y dicigóticos (no idénticos) y observan qué pares han
seguido comportamientos semejantes, asumiendo que la educación que han
recibido es muy parecida. De existir influencias genéticas, el comportamiento de
los gemelos monocigóticos debe ser mucho más semejante entre ellos que el de
los dicigóticos; en caso de me encontrase diferencias significativas entre ambos
grupos sería improbable que lo biológico influyese en la criminalidad.

Los estudios de adoptados analizan el comportamiento de individuos que al poco


de nacer son dados en adopción. Si existen influencias biológicas, entonces
debería encontrarse una correlación entre el comportamiento delictivo de los
padres biológicos y el de los hijos, y ello independientemente del eventual
comportamiento delictivo de los padres adoptivos.

Uno de los estudios más conocidos fue llevado a cabo por Mednik, Hutchings y
sus colegas recurriendo a la población de hombres dados en adopción que
habían nacido entre 1927 y 1941 en la ciudad y condado de Copenhague,
Dinamarca, que sumaban 1145 casos. El trabajo encontró una correlación entre
el comportamiento delictivo del padre biológico y el del hijo dado en adopción,
mucho más importante que la correlación existente con el del padre adoptivo.

Puestos en comparación los efectos del padre biológico con los del adoptado,
Mednick y sus colegas encontraron que los del primero eran superiores: cuando

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el padre biológico tenía antecedentes y el adoptivo no, había un 22% de hijos


que había delinquido; cuando era el padre adoptivo el que tenía antecedentes,
pero no el biológico, solo el 11.5% de los hijos había delinquido.

En un meta-análisis que incluía 103 investigaciones con gemelos y adoptados y


34 muestras, Burt encontró que los comportamientos agresivos tenían una clara
influencia de la herencia, algo que no ocurría con los elementos ambientales.

Estas investigaciones deben ser recibidas con muchas cautelas, no puede


interpretarse ni como evidencia de una influencia directa de factores biológicos
ni como evidencia de que los mismos te dan un peso mayor que las
ambientales.
2. Diversas investigaciones han encontrado una relación entre sustancias
bioquímicas del cuerpo humano y el comportamiento criminal. Este es el caso
de algunos neurotransmisores como la dopamina (niveles elevados), la
noradrenalina y la serotonina (niveles bajos).La monoamino-oxidasa es un tipo
de enzimas que desactiva a los neurotransmisores, esto es la información deja
de trasmitirse. Así, cuando los niveles de esta enzima son bajos y la dopamina
no se desactiva podrían surgir episodios de agresividad.
Dopamina: incentiva a la acción.
Serotonina baja, p.e. tras la ingesta de alcohol: menos control de
tendencias naturales.
Monoamino-oxidasa Una sustancia que ha recibido especial atención es
la monoamino-oxidasa. Se trata de un tipo de enzimas que desactiva a
los neurotransmisores, esto es la información deja de transmitirse. Así,
cuando los niveles de esta enzima son bajos y la dopamina no se
desactiva podrían surgir episodios de agresividad.
Su contribución etiológica procedería de interacciones y no de efectos directos,
inmediatos.
3. Los recientes avances en el estudio del cerebro y la posibilidad de analizar
neuroimágenes también han incentivado el interés por la potencial influencia
de factores biológicos el comportamiento criminal. Existen bastantes pruebas
de una relación en este sentido.

Una forma actual de obtener imágenes del cerebro es la tomografía por


emisión de positrones (PET). Raine & cols. han encontrado mediante esta y
otras metodologías que el lóbulo pre-frontal mostraría una actividad
relativamente baja e incluso podría funcionar de modo incorrecto en algunos
criminales. Esta parte del cerebro está relacionada con los procesos más
elevados de pensamiento.

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4. En nuestro país, Alarcón Bravo y Marco Purón realizaron un riguroso estudio


sobre la inteligencia de los delincuentes sobre una muestra de 350 internos,
comparándolos con un grupo de control, y concluyeron lo que sigue: “La
medida de inteligencia de nuestro grupo de delincuentes, aun apreciada por
test libres de influencias culturales y escalas de performance, es inferior a la de
la población general”.

1.3. Algunas características de los enfoques biológicos contemporáneos


Se aglutinan las diferentes características comunes a ellas.

1 Las nuevas orientaciones muestran un alto nivel de sofisticación teórica,


técnica y metodológica. Desde el punto de vista teórico, algunas ideas son
especialmente complejas: así cuando se defiende no solo que existen
variables tanto biológicas como ambientales, sino que se produce una
interacción entre ellas, interacción que puede incluso ser reciproca y estar
constituida por diversas fuentes.

2 Reclaman la interdisciplinariedad y la interacción de variables de naturaleza


heterogénea. Las nuevas corrientes biológicas reconocen en general, a
menudo insistiendo, que el comportamiento delictivo o desviado es
consecuencia de la interacción de factores de naturaleza biológica con otros
de carácter ambiental.

3 Los enfoques biológicos se centran mucho más en la búsqueda de factores


concurrentes de la criminalidad que en la construcción de teorías
criminológicas en el sentido tradicional del término.

4 Por lo que se refiere a la política criminal que propugnan, en muchos casos


son moderadas.

1.4. Variables biológicas y teoría criminológica contemporánea.

Las teorías generales unitarias no niegan la influencia de factores biológicos, sino que
su principal influencia viene medida por otra variable o bien su influencia no es
decisiva para la comisión del delito.
En la teoría del autocontrol, el papel decisivo es la familia que deja la puerta abierta a
posibles factores de naturaleza biológica. Asimismo sucede en la teoría del control
social.

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La familia juega un papel determinante en la teoría del control social informal


dependiente de la edad de Laub y Sampson, pero ellos mismos destacan que factores
de naturaleza biológica pueden influir en el proceso de socialización en el ámbito
familiar.
Modelo vulnerabilidad de estrés: existen vulnerabilidades biológicas y genéticas de
acuerdo con el entorno en que se vive, estas características son el punto de partida de
los sujetos ante situaciones estresantes.
Merece la pena mencionar algunas explicaciones basadas en la teoría de la evolución,
algunas de las cuales parten de la competencia por la transmisión de genes. En muchos
casos, sin embargo, estas teorías no son refutables.
1.5. Evaluación
Las posiciones biológicas que reclaman la introducción de variables de este tipo en la
criminología contemporánea han sido y son acreedoras de importantes
consideraciones críticas.
1. Quizá el problema principal de la criminología sea el de su objeto de
estudio, o de su variable dependiente. Pero ello es un grave problema
desde una perspectiva criminológica, ya que existen serias dudas sobre la
generalización de hallazgos o teorías sobre otras variables dependientes al
terreno del delito. p.e. la agresión, porque no en todos los delitos existe ese
componente.
2. Los nuevos modelos biológicos conllevan serias complejidades. En
criminología se ha destacado a menudo que un criterio de evaluación de
una teoría es que esta sea lo más sencilla posible: una teoría simple es
preferible a una compleja. Siendo algo más explícitos, a menudo las
interacciones que se sugieren son tan complejas que es difícil no ya
someterlas a test empíricos, sino incluso explicar cómo operan. Se hablan
de interacciones porque no se sabe que ocurre.
3. Ya hemos hecho referencia a que las variables de naturaleza biológica
suelen identificarse más como factores concurrentes o de riesgo que como
elementos de teorías integradas independientes sobre la criminalidad.
4. La literatura ha señalado problemas metodológicos en estas
investigaciones.
5. Algunos partidarios del enfoque biológico mantienen que los efectos de
variables de este tipo son elevadas o incluso muy elevadas. las pruebas de
relaciones causales entre factores biológicos y genéticos y delito son
mucho más precarias.
6. Por último, algún autor plantea programas de control y prevención del
delito incompatibles con un estado democrático de derecho. RAINE:
plantea programas de prevención y control a sujetos que han sido
pronosticados como peligrosos por algunos instrumentos que algún día
podrían ser fiable.

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2. ENFOQUES PSICOLÓGICOS
2.1. La tradición psicológica en criminología

La psicología tiene una gran tradición en criminología. La criminología ha sido


tradicionalmente reacia a aceptar ideas y planteamientos procedentes de la
psicología, debido al triunfo del paradigma sociológico de la lucha por la autonomía
de la criminología. La psicología trabaja en el enfoque de los factores de riesgo.
De acuerdo con Freud, por ejemplo, la vida psíquica se encuentra compuesta por 3 niveles.

1. El ello: en el que se encuentra el lugar de los instintos mas primarios, cuya tendencia
predominante es la supervivencia

2. El yo: representa la identidad del sujeto en cuanto tal

3. El superyó: se instauran los controles de naturaleza cultural y social, así como el


desarrollo de la vida psíquica consciente del individuo.

Como anunciamos, la psicología trabaja fundamentalmente en el enfoque de los


factores de riesgo. La psicología ha otorgado gran atención a la prevención y
tratamiento de la delincuencia, mientras que su influencia se ha visto en muchos
ámbitos de la criminología y del sistema de administración de justicia como el
peritaje, la evaluación del riesgo o la atención a las víctimas.

El siguiente punto que viene en purpura no entra en materia de examen en la edición nueva
del 2021 pero lo presento esquematizado para aquel que tuviere curiosidad.

2.2. La teoria del estilo de vida criminal.

Autor WALTERS.

- “Teoría de la personalidad criminal” existencia de una personalidad/mente criminal.


- La clave está en cómo una persona se enfrenta a los ambientes criminógenos: no se
tienen por qué convertir en delincuentes.
- Hay que aclarar que se refiere a un determinado tipo de delincuentes que llevan un
estilo de vida, y no delincuentes aislados y oportunísimos.
- El estilo de vida criminal es consecuencia de un sistema de 3 conjuntos de influencias:
1. Condiciones: las personas nacen y se desarrollan con unas ciertas condiciones
biológicas y en un ambiente.
2. Elecciones: están presentes en el comportamiento de los individuos.
3. Como consecuencia de las condiciones + elecciones se desarrolla en las personas un
determinado tipo de pensamiento o cognición.
4. Condiciones + elecciones = cognición.
5. Cognición: estilo de vida criminal y tiene 4 características:

1. Irresponsabilidad.No solo respecto al trabajo; también con respecto a la propia


actividad delictiva.

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2. Auto gratificación. Impulsivos, se orientan hacia el placer y suelen ser


caprichosos.

3. Infracción de las normas sociales.

4. Comportamientos violentos hacia otras personas.

- Procesos cognitivos junto a miedo son los motivadores del delito, temor al compromiso,
a la responsabilidad…

Estilo vida criminal:

Estilo de pensamiento característico que se desarrolla en ocho patrones:

1. Aplacamiento: culpar de los actos irresponsables a algunas fuentes externas.


2. Corte: eliminar el efecto de los elementos preventivos.
3. Permiso: genera un estilo de pensamiento que exime del cumplimiento de las normas.
4. Orientación hacia el poder: adoptar la perspectiva de que en la vida solo se puede ser
fuerte o débil.
5. Sentimentalismo: centrarse en los aspectos positivos de uno obviando los negativos.
6. Súper optimismo: ser muy optimista sobre el futuro.
7. Indiferencia cognitiva: ser más bien vago y perezoso con actividades relacionadas con
el pensamiento.
8. Discontinuidad: carecer de constancia para terminar lo empezado.

2.3 la psicopatía

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El análisis de determinados trastornos que podrían estar relacionados con la


criminalidad ha representado también un importante campo de estudio.
Una cuestión importante es, en efecto, la relación entre enfermedad mental o
trastorno mental por un lado y delito por otro. En este ámbito, la investigación
empírica ha tratado de establecer si personas con enfermedades o trastornos
psiquiátricos cometen delitos de modo desproporcionado y si entre las personas
que cometen delitos hay una desproporción de enfermedades o trastornos
psiquiátricos.
En general existe una falta de acuerdo sobre las definiciones de las distintas
enfermedades y trastornos, así como sobre los criterios que se utilizan para
identificar a los individuos con problemas de este tipo. Aparte de la
heterogeneidad, que puede complicar la comparación y generalización de los
estudios, algunas definiciones son excesivamente ambiguas y vagas y conceden
una gran relevancia al criterio subjetivo del investigador. No en vano se ha sugerido
que, al menos en una institución psiquiátrica, casi cualquiera podría ser
identificado con alguna enfermedad o trastorno mental.
Controlando esta tendencia, pues, parece desaparecer cualquier relación entre
enfermedad mental y delito; o, dicho con otras palabras, los enfermos mentales no
parecen tener una mayor tendencia al delito. Algunos estudios apuntan a una
diferencia debido al sexo, en el sentido de que en el caso de las mujeres pudiera,
ahora sí, existir alguna relación.
El propio Blackburn afirma que la vaguedad de los criterios para definir los
desórdenes mentales por un lado y el recurso a muestras de internos o de otro
tipo, por ejemplo, a partir de informes de sentencias, hace que el porcentaje de
delincuentes que pueden recibir un diagnostico psiquiátrico oscile de modo
dramático en las investigaciones.

La categoría del psicópata es una de las más populares de la psicología


criminológica. La caracterización contemporánea más seguida de psicópata es la
ofrecida por Hare.

HARE: Síndrome en torno a dos factores emocional/interpersonal y desviación


social. Aclara que en general puede considerarse el término sinónimo de
sociopatía, pero que no se confunde con el concepto de desorden de la
personalidad antisocial.
Actividad emocional/interpersonal:

• Con mucha labia, graciosos, ingeniosos, se expresan bien, con genuino


atractivo…
• Egocéntricos, narcisistas.
• Carecen de remordimientos.

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• Carecen de empatía.
• Mentirosos, manipuladores y dados al engaño.
• Sus emociones son superficiales.
Los psicópatas son sujetos, caracterizados también por la falta y conciencia. Por
regla, los individuos, según Hare, aprenden, mediante un complejo proceso, a
tener conciencia por lo que hacen y a controlarse a sí mismos, creando una especie
de “policía interior”. De este modo, estos individuos tienen muchas menos
barreras a la hora de infringir las normas, o bien que normas van a respetar y
cuáles no.

La psicopatía es un desorden de la personalidad, según este autor. Se trata de


individuos con un enorme atractivo y grandes habilidades camaleónicas, cuya
principal característica es la falta de conciencia.

Hare y la literatura han prestado bastante atención a las tendencias delictivas de


los psicópatas. Un número importante de estudios se han centrado en la
reincidencia. Esta no es una estrategia metodológicamente libre de problemas,
pero cualquier alternativa parece difícil de implantar en la práctica.

La cuestión probablemente más importante del trabajo de hare sea, sin embargo,
el desarrollo de un instrumento para el pronóstico y la identificación de los
psicópatas. Estas no es una labor sencilla para la que, por ejemplo, es difícil utilizar
las habituales pruebas auto administradas, dada la gran facilidad y tendencia a la
mentira de estos individuos.
En el lado positivo, se trata de un instrumento que ha sido estudiado
concienzudamente y cuyas características y propiedades, ventajas e
inconvenientes, son bien conocidas.
El tratamiento de los psicópatas ha recibido una gran atención teórica y empírica
por parte de los investigadores.
En la actualidad, un gran cuerpo de evidencia empírica sugiere que, al menos
algunos tratamientos, si pudieran ser efectivos con estos individuos.
El concepto de psicopatía y en concreto la posición de hare, pese a su popularidad
y a su atractivo intuitivo, ha sido objeto de muy serias críticas que dificultan
enormemente su relevancia en criminología, si no lo convierten en inservible.
Puesto que muchos de los síntomas que Hare incorpora a la psicopatía, y que se
utilizan para valorar esta, se relacionan con la desviación social, lo cual debería
correlacionar fuertemente con la comisión de hechos delictivos, e incluso uno de
los síntomas que se incluyen bajo ese factor es el comportamiento antisocial
durante la edad adulta, sería de esperar también una fuerte correlación entre
psicópata y delito.

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Un autor que ha planteado hondas críticas a la idea de psicopatía y que parece


considerar incompatible con su propia posición teórica, es Walter. De acuerdo con
este investigador, un problema fundamental de la categoría es uno bien conocido y
habitual en el campo del pronóstico: el de los falsos positivos. Se trata de sujetos
que son diagnosticados psicópatas cuando en realidad no lo son.
Finalmente, el autor insiste en las críticas ya reseñadas sobre que no nos
encontraríamos ante un tipo de individuo o de delincuente, sino ante un continuo
que puede encontrarse, en distintos grados, en muchas personas. De modo algo
cruel concluye con que la psicopatía no es capaz de ofrecer una explicación general
del delito, pero que puede cumplir con una misión relevante, como es mostrar las
cualidades que una buena teoría debería tener… justo aquellas de las que ella
carece.

2.4. La hipótesis del marcador somático

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Un insuficiente efecto de las emociones es consistente con una interesante teoría


que ha sido aplicada también a los psicópatas, la hipótesis del marcador somático,
propuesta por Damásio. De acuerdo con la misma, cuando alguien va a tomar una
decisión sobre alguna cuestión, un mecanismo emocional puede enviar algún tipo
de señal sobre la posible decisión que se va a tomar y sus consecuencias.
Naturalmente, la señal puede ser también positiva. Eso no quiere decir que las
emociones determinen o sustituyan al proceso de razonamiento práctico, sino que
su función es secundaria.
De acuerdo con Damasio el marcador somático se manifiesta, por ejemplo, cuando el
cuerpo presenta sudoración, palpitaciones cardiacas, crispación muscular, agitación, dolor
abdominal, sin haber hecho ningún esfuerzo físico prolongado, sino como resultado de una
sensación o de una emoción al escuchar algo o estar frente a una situación en particular en
la cual el cuerpo reacciona como si realmente existiera un peligro. Este peligro puede estar
físicamente presente o no, pero el cuerpo hace un bucle corporal que lo hace responder del
mismo modo, sin importar si el peligro sea real o imaginario.

Cuando Damasio explica que el cuerpo genera una señal como si algo ocurriera fuera de él,
significa que las cortezas pre-frontales y la amígdala envían la información del mismo
modo que si sucediera la situación que se predice, y se debería tomar las previsiones
necesarias, esto es, responder de acuerdo con el estímulo, sea verdadero o no.

Este planteamiento del marcador somático es también compatible con la noción de


aprendizaje. Las personas a través de experiencias van aprendiendo a afrontar
distintas situaciones. Teorías como la de Akers insisten en este punto, así como en
los concretos mecanismos de aprendizaje.
Herrnstein y Wilson recogen un estudio en esta línea. En una prisión canadiense se
organizaron 3 grupos: individuos con características claramente psicopáticas,
marginalmente psicópatas y claramente no psicopáticas. A todos ellos se le
sometió a una serie de tonos distintos que llevaban aparejado, tras un breve
periodo de tiempo, una tolerable, aunque dolorosa descarga eléctrica, una foto de
contenido erótico y ninguna consecuencia. Una forma de estimar el estado
emocional o de alerta de un individuo es mediante la medición del estado de la piel
(skin conductante), algo que se llevó a cabo en este estudio.
Según se iba pasando por diversos tonos y experiencias y estos se repetían, cuando
llegaban los tonos asociados con la descarga o las imágenes eróticas, se producía
un cambio significativo en las mediciones que se tomaban en los sujetos que
claramente carecían de características psicopáticas. En los otros dos grupos solo se
observaba una pequeña y breve alteración cuando en efecto llegaban las descargas
o las imágenes, pero no antes. Ello sugiere, pues, que experiencias previas no
parecen alterar a las personas con características psicopáticas.

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