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POLICÍA NACIONAL

DEL PERÚ
ESCUELA TÉCNICO SUPERIOR PNP - ETS PUENTE PIEDRA

TEMA

LA CRIMINALIDAD Y EL ASPECTO BIOLÓGICO Y PSICOLÓGICO

CURSO : PSICOLOGÍA DEL DELINCUENTE


CATEDRÁTICO :
PARTICIPANTES:
A-1 PNP

LIMA-2023
La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

Índice

Introducción..................................................................................................... 3

Marco teórico...................................................................................................4

1.1 El aspecto biológico...................................................................................4

1.2 Teoría del Lombroso:.................................................................................4

1.3 Factores Genéticos:...................................................................................5

1.4 Neurobiología y Funcionamiento Cerebral:...............................................6

1.5 Entorno y Genética:...................................................................................6

1.6 Pensamiento freudiano..........................................................................8

1.7 Aspectos sicológicos................................................................................. 9

1.8 Aprendizaje de la delincuencia..................................................................9

1.9 Reacciones a vivencias individuales de estrés y tensión...........................9

1.11Ruptura de vínculos sociales..................................................................10

Conclusiones................................................................................................. 11

Recomendaciones.........................................................................................12

Referencias Bibliográficas.............................................................................13

Anexos...........................................................................................................14

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

Introducción

La criminología se ocupa de investigar las causas de la criminalidad,


centrándose en el criminal, la víctima, el crimen y el control social. Su objetivo
es proporcionar información científica para diseñar políticas criminológicas
eficaces que prevengan, reduzcan y controlen el crimen de manera diferente a
la reacción social vindicativa actual. A lo largo de su evolución, la criminología
ha experimentado diversas corrientes, como la clínica, la psicológica, la
sociológica, entre otras.

Se distinguen dos fases históricas en la criminología: la clásica, enfocada en


las causas del crimen en el individuo, y la nueva criminología, más crítica,
interesada en el proceso de criminalización como atributo del poder político.
Aunque ambas fases no carecen de política, la nueva criminología se
caracteriza por ser más conscientemente política.

La monografía examina el enfoque biológico y psicológico en la criminología,


especialmente desde la perspectiva de la nueva criminología y la criminología
crítica. Se analizan las causas genéticas del crimen y el pensamiento de
Sigmund Freud sobre la violencia. Posteriormente, se explora el nuevo
planteamiento criminológico y se examina el enfoque crítico de la criminología.
La conclusión sugiere que la criminología clínica y psicológica no explican
adecuadamente las causas de la criminalidad en la actualidad.

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

Marco teórico
1.1 El aspecto biológico
El tema de la criminalidad y su relación con aspectos biológicos ha sido objeto
de debate en la criminología y otras disciplinas relacionadas. La pregunta
fundamental es si ciertos factores biológicos pueden contribuir a la
predisposición de una persona hacia comportamientos criminales. A
continuación, se presentan algunos aspectos clave relacionados con la
criminología y el aspecto biológico:
1.2 Teoría del Lombroso:
Cesare Lombroso (1835-1909), considerado uno de los fundadores de la
criminología, dejó una marca significativa en el campo con su controvertida
teoría del "hombre nato criminal". Lombroso, un médico y antropólogo italiano,
desarrolló sus ideas a finales del siglo XIX, un periodo en el que se buscaba
comprender las causas subyacentes de la criminalidad desde un enfoque
científico.
La teoría de Lombroso se basaba en la observación de características físicas y
anatómicas específicas que, según él, estaban asociadas con la propensión
criminal. Creía que ciertos individuos presentaban rasgos atávicos o primitivos
que recordaban a las características físicas de nuestros ancestros más
primitivos. Estos rasgos, según Lombroso, incluían frentes prominentes,
mandíbulas fuertes, orejas de gran tamaño y otras peculiaridades físicas.
Lombroso también introdujo el concepto de "atavismo", sugiriendo que los
criminales eran formas de vida más primitivas que representaban una regresión
a etapas evolutivas anteriores. Creía que la presencia de estos rasgos
anatómicos indicaba una predisposición biológica hacia la criminalidad,
considerando que los criminales eran una especie de "subhumanos".
Esta teoría del "hombre nato criminal" tuvo un impacto significativo en la
criminología de la época, pero también generó críticas considerables. Muchos
cuestionaron la validez científica de sus métodos y la extrapolación de sus
observaciones a conclusiones generales sobre la criminalidad. Además, la
teoría de Lombroso fue criticada por su falta de consideración de factores
ambientales y sociales en la determinación del comportamiento criminal.

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

A medida que avanzó el tiempo, las ideas de Lombroso perdieron prominencia,


y la criminología se orientó hacia enfoques más holísticos que consideraban
una amplia gama de factores, incluyendo no solo los biológicos, sino también
los psicológicos y sociales. Aunque la teoría de Lombroso puede considerarse
anticuada, su legado persiste como un ejemplo de cómo las teorías sobre la
relación entre biología y criminalidad han evolucionado a lo largo de la historia
de la criminología.

1.3 Factores Genéticos:


La investigación sobre la relación entre la genética y la criminalidad ha sido un
tema de interés en la comunidad científica, y se han realizado numerosos
estudios para examinar la posibilidad de que ciertos genes estén vinculados a
comportamientos antisociales o criminales. No obstante, entender la
complejidad de esta relación es un desafío, y existen diversas consideraciones
y limitaciones que deben tenerse en cuenta al abordar este tema.
Uno de los enfoques clave en este campo de estudio es la investigación de los
factores genéticos heredables. Se ha buscado identificar variantes genéticas
que puedan estar asociadas con una predisposición a conductas antisociales o
delictivas. Sin embargo, es esencial destacar que la genética no opera de
manera determinista en el comportamiento humano. La interacción entre los
genes y el entorno es un componente crucial que influye en el desarrollo y la
expresión de rasgos conductuales.

La epigenética, por ejemplo, ha emergido como un campo importante para


comprender cómo las experiencias ambientales pueden modular la expresión
de genes. Cambios en la actividad genética inducidos por factores ambientales

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

pueden influir en la susceptibilidad a ciertos comportamientos, incluidos los


relacionados con la criminalidad.
Es importante señalar que la genética no puede explicar por sí sola la
complejidad de la conducta criminal. Factores como la crianza, el entorno
socioeconómico, la educación y las experiencias personales juegan un papel
significativo en la formación del comportamiento. La teoría de la interacción
gen-ambiente sugiere que la combinación de predisposiciones genéticas y
experiencias ambientales moldea el desarrollo de las personas y puede
contribuir a la manifestación de comportamientos delictivos.
Los estudios gemelares y de adopción han proporcionado valiosa información
sobre la influencia de la genética en la criminalidad al comparar la
concordancia entre gemelos idénticos y no idénticos, así como entre hermanos
biológicos y adoptivos. Estos estudios sugieren una contribución genética, pero
también subrayan la importancia de los factores ambientales compartidos.
En resumen, si bien la investigación genética ha arrojado luz sobre posibles
vínculos entre ciertos genes y comportamientos antisociales, la interacción
compleja entre factores genéticos y ambientales requiere una comprensión
más profunda. La comunidad científica aborda este tema con precaución,
reconociendo que la predisposición genética no determina de manera inevitable
la conducta criminal, y que una comprensión completa implica considerar una
gama diversa de factores.

1.4 Neurobiología y Funcionamiento Cerebral:


La investigación en neurobiología ha examinado cómo ciertas irregularidades
en la estructura o funcionamiento del cerebro pueden estar asociadas con
comportamientos delictivos. Diferencias en la actividad cerebral, el
funcionamiento de regiones específicas o desequilibrios químicos pueden influir
en la toma de decisiones y la impulsividad.

1.5 Entorno y Genética:


La idea de que la predisposición genética interactúa con factores ambientales
para influir en el riesgo de comportamiento criminal refleja una perspectiva más
integral y matizada en la comprensión de la complejidad de este fenómeno.

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

Diversos estudios han sugerido que los genes pueden contribuir a ciertas
tendencias, pero es crucial reconocer que el entorno en el que una persona se
desarrolla desempeña un papel fundamental en la expresión final de su
comportamiento.
La crianza, por ejemplo, juega un papel crucial en la formación del carácter y la
moralidad de un individuo. La calidad de las interacciones familiares, el apoyo
emocional y la consistencia en la aplicación de normas y límites pueden
moldear la conducta de una persona desde una edad temprana. Si bien puede
haber predisposiciones genéticas que afectan la susceptibilidad a ciertos
comportamientos, la forma en que se lleva a cabo la crianza y se brinda apoyo
emocional puede mitigar o exacerbar esas tendencias.
La educación también desempeña un papel significativo en la prevención del
comportamiento criminal. El acceso a una educación de calidad, oportunidades
de aprendizaje y el desarrollo de habilidades sociales y emocionales son
factores que pueden contrarrestar las influencias negativas y reducir el riesgo
de involucrarse en actividades delictivas. La educación proporciona
herramientas para la toma de decisiones informada y contribuye al desarrollo
de una conciencia ética.
El entorno socioeconómico, por su parte, puede impactar la disponibilidad de
recursos y oportunidades. Las comunidades con recursos limitados, altos
niveles de desigualdad y falta de acceso a servicios pueden generar tensiones
y desafíos adicionales, aumentando la vulnerabilidad a comportamientos
delictivos. En este contexto, los factores genéticos pueden interactuar con el
estrés socioeconómico para influir en la forma en que una persona responde a
su entorno.
Es esencial destacar que la interacción entre predisposiciones genéticas y
factores ambientales no sigue un patrón predecible o determinista. La
plasticidad del cerebro humano y la capacidad de adaptación significan que las
experiencias y el entorno pueden modular la expresión de genes y, en última
instancia, influir en el comportamiento.

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

1.6 Pensamiento freudiano


La nueva criminología conceptualiza el crimen como un conflicto interpersonal
o contra la sociedad, en el que interviene la violencia y que se problematiza al
no encontrar solución temprana.

Respecto de los conflictos violentos Freud sostiene en la misiva de respuesta a


Einstein sobre el porqué de la guerra, que esta implica una beligerancia física
que se origina en un conflicto violento, el cual se produce porque el humano,
como los animales menores, usa la fuerza para dirimir un conflicto,
convirtiéndolo en violento. Las modalidades empleadas para el uso de la fuerza
son accesorias y sucesivas, esto es, el uso de la fuerza muscular, el de las
armas o el de la inteligencia. Pero el objetivo perseguido es siempre el mismo,
destruir al enemigo. La finalidad no puede ser otra que la de impedir que ese
enemigo u otros se vuelvan a oponer. Evidentemente, se trata de lo que en
derecho penal se conoce como prevención especial, la dirigida al propio autor
de la infracción; y prevención general, la destinada implícitamente a terceros.

Es un hecho, entonces, que muerto, atemorizado u obligado a realizar tareas


"útiles" a la sociedad, el enemigo queda sometido. Pero en esta sumisión del
enemigo, Freud registra el hecho de que el poderoso pierde una porción de
seguridad, debido al temor que acumula por el deseo de venganza que el
castigo que inflige puede despertar -y de hecho despierta- en el enemigo.

Hasta aquí, el pensamiento de Freud puede perfectamente encajar en el


planteamiento de la nueva criminología y de la criminología crítica, pues éstas
encuentran la causa del crimen en el poder de criminalización, esto es, en el
poder punitivo del estado, en manos de los grupos dominantes.

Más aun, Freud considera que a partir del reconocimiento de que la fuerza
mayor de un individuo puede ser compensada por la asociación de varios más
débiles, la violencia es vencida por la unión, es decir, aparece el derecho de la
comunidad para enfrentar al individuo que se le opone. Empero, la unidad de la
comunidad debe ser permanente para que prevalezca el derecho, de lo
contrario, quien se sienta más fuerte tratará de ejercer su poderío y, con ello,
hacer prevalecer su voluntad sobre el derecho.

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

Freud es consciente, sin embargo, de la existencia de desigualdades de poder,


lo que le hace sostener que en ello se origina el dominio de unos sobre otros,
inclusive y fundamentalmente en la elaboración de leyes, desmantelando así el
dominio del derecho y retornando el dominio de la violencia.

1.7 Aspectos sicológicos


Existen determinadas características y rasgos biopsicológicos que pueden
hacer que los individuos tengan predisposición al delito. Entre éstas se
encuentran una baja activación del sistema nervioso autónomo y leve actividad
del lóbulo frontal.

También, la presencia de lesiones craneales puede hacer que las personas


tengan inclinación por hechos castigados por la ley y mal vistos por la sociedad
en general.

1.8 Aprendizaje de la delincuencia


Sí, la delincuencia se aprende, específicamente el comportamiento delictivo.

Este aprendizaje negativo puede desarrollarse a raíz del crecimiento en


entornos donde existen definiciones y referencias favorables al delito, o por la
imitación de personas modelos (padres, tíos, jefes y otros individuos en
situación de autoridad) con comportamiento prodelictivo, entre otras cosas.

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

1.9 Reacciones a vivencias individuales de estrés y tensión


Diferentes casos de crímenes lamentables, como feminicidios, agresiones
físicas y robos con intimidación, tienen como denominador común que el
delincuente se sintió motivado a generar el daño a raíz de sentimientos de ira,
venganza, ansiedad o desprecio.

Esto hace referencia al impulso que puede sentir una persona por delinquir a
raíz de experiencias individuales negativas y de determinadas vivencias.

Cabe destacar que este impulso puede sentirlo un individuo que no haya
aprendido el comportamiento delictivo ni que cuente con características
biopsicológicas que lo predispongan al mismo.

También, la teoría del delito refleja que la acumulación constante de estrés,


producto de relaciones y situaciones conflictivas, genera un alto nivel de
tensión, que alguno de los involucrados puede intentar aliviar impulsivamente a
través de una agresión o hecho que sea considerado delito.

Esta realidad invita a reflexionar sobre la importancia de construir relaciones


interpersonales sanas y de fomentar el respeto, la tolerancia y la fraternidad.

1.11Ruptura de vínculos sociales


Existen varios ámbitos y contextos en los cuales las personas se integran a la
sociedad desde temprana edad, como la familia, el colegio, los deportes y las
amistades.

En concreto, en estos ámbitos las personas desarrollan apego, empatía,


creencias y otras formas de vinculación. Además, se sienten ¡parte de algo! y,
de alguna forma, perciben aceptación.

Tomando en cuenta esta realidad, cuando estas vinculaciones escolares,


familiares o de otras índoles se rompen y no se recuperan, puede suceder que
el individuo desarrolle una conducta de desprecio hacia los demás, que le haga
más proclive a los delitos.

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

Conclusiones

1. La relación entre la criminalidad y los aspectos biológicos y psicológicos


es intrincada y multifacética. La interacción de la genética, la
neurobiología y los factores psicológicos contribuye de manera conjunta
a la predisposición de un individuo hacia comportamientos criminales.
2. Aunque los factores biológicos y psicológicos pueden desempeñar un
papel en la criminalidad, la influencia del entorno, la crianza, la
educación y las condiciones socioeconómicas es crucial. El contexto
social puede modular la expresión de predisposiciones genéticas y
afectar significativamente el desarrollo del comportamiento delictivo.
3. A pesar de los avances en la comprensión de la biología y psicología
criminal, la predicción del comportamiento criminal sigue siendo un
desafío. La complejidad de la interacción gen-ambiente y la plasticidad
del comportamiento humano hacen que sea difícil prever con certeza
quién desarrollará comportamientos criminales.
4. Abordar la criminalidad requiere un enfoque integral que considere no
solo los factores biológicos y psicológicos, sino también las dimensiones
sociales, económicas y culturales. Las estrategias de prevención y
rehabilitación deben abordar la complejidad de estos factores para ser
efectivas.

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

Recomendaciones

1. Implementar programas de intervención temprana que se centren en el


apoyo a la crianza positiva, la educación y el desarrollo de habilidades
sociales y emocionales puede ayudar a mitigar factores de riesgo y
prevenir la aparición de comportamientos criminales.
2. Invertir en la mejora del sistema educativo y garantizar un acceso
equitativo a recursos y oportunidades puede reducir las disparidades
socioeconómicas que pueden contribuir al comportamiento criminal. La
educación actúa como un factor protector fundamental.
3. Fomentar la comprensión pública de la complejidad de los factores
biológicos y psicológicos asociados con la criminalidad puede ayudar a
combatir la estigmatización de las personas con predisposiciones
genéticas o condiciones psicológicas. La conciencia reduce el estigma y
promueve la empatía.
4. Invertir en investigación que aborde la intersección entre la biología, la
psicología y los factores sociales es esencial. La colaboración entre
científicos, profesionales de la salud mental y expertos en políticas
puede mejorar nuestra comprensión y guiar el desarrollo de estrategias
más efectivas para la prevención y el tratamiento de la criminalidad.

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

Referencias Bibliográficas

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La criminalidad y el aspecto biológico y psicológico

Anexos

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