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SEGUNDA ESTACIÓN
SOLDADO 3 (Niño): ¿Quieres que te ayudemos con ese madero? (Se sigue
burlando y riendo)
Reflexión: Muchas personas son las que cargan con el peso de cruces muy
pesadas, cruces con cargas excesivas que los llevan a la invisibilidad y la
incomprensión en la sociedad. Cruces que, en ocasiones, se sobrellevan en
silencio y dificultan la superación de miedos, lutos, melancolías y demás
sentimientos ligados a las historias increíbles de personas migrantes que
deciden dejarlo todo para que sus hijos tengan mejores oportunidades en la
vida. Por eso, debe ser compromiso de la sociedad evitar cruces
excesivamente pesadas sobre una misma persona puesto que, compartir el
peso de la cruz, motivar encuentros de comunión que les posibilite el arraigo
en esta nueva tierra debería ser nuestra prioridad.
NOTA: Jesús se queda postrado en el suelo mientras los demás por gestos se
burlan.
MARIA (Wendy): Hijo aquí estoy…. Que dolor más grande el verte así. (y cae a
sus pies llorando) mi niño amado.
o SIMON (): Está bien… pero les diré que no tengo nada que ver con este
hombre, soy inocente de cargar la cruz de un condenado (toma la cruz de
Jesús)
NOTA: Jesús con Simón de Cirene siguen caminado hacia la siguiente estación.
Reflexión: A través de la figura de Verónica, ponemos en valor a todas aquellas personas
que se sienten comprometidas con los desfavorecidos, que viven la inclusión como la
mejor opción, que trabajan por no dejarse llevar por las apariencias, por los rostros
desfigurados. Cada vez que alguien observa a otro ser humano por lo que lleva en su
corazón y no por las marcas de su rostro; participa en la construcción de un mundo mejor,
más sensible y más facilitador de la dignidad humana.
SÉPTIMA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
Nota: Al llegar se anuncia primero la estación luego Jesús cae. (Los soldados comienzan
a pegarle y a burlarse de él).
SOLDADO 2 (Nando): Miren al que se llama el Rey de los judíos. ...Mírenlo ya
no tiene fuerza (mirando a la gente)
OCTAVA ESTACIÓN
JESÚS CONSUELA A LAS SANTAS MUJERES
Nota: A dos cuadras de la estación se encuentran todas las mujeres. Cuando se anuncia
la estación salen corriendo llorando y diciendo:
JESUS (Roberto): Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por
ustedes mismas y por sus hijos. Porque si así tratan al árbol verde ¿Qué harán con
el seco?
NOVENA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
Soldado 2 (Nando): y ése se llama Rey… mírenlo, tan débil está… levántate de
prisa…que ya pronto llegamos (le pega y se burla)
DÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
NOTA: Es en este momento cuando llegan a la estación, Jesús cae Simón de Cirene como
puede suelta la cruz en el lugar, un soldado lo obliga a abandonar el lugar, luego Jesús se
pone de Pie, y comienzan a quitarle su túnica.
Reflexión: Cristo Jesús es también la imagen de todos aquellos que son despojados...
despojados de su honor, de su dignidad de persona, de sus trabajos o cualquier otra
circunstancia. Él es el signo de los marginados, de los que en la sociedad no cuentan, de
los despojados de los países poderosos, y no tienen quién por ellos.
UNDÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
DUODÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Narrador: Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, toda la región, se cubrió de
tinieblas. Jesús con imponderable angustia levantó su cabeza, puso su mirada casi sin luz
en el cielo, y con una voz grande, eco de todas las tristezas; exclamó con amargura
infinita:
Narrador: Después de esto, sabiendo Jesús, que todo se había cumplido, dijo:
Reflexión: Estamos ante un mundo cada vez más individual, en el que mirar a otro lado y
no enfrentar las injusticias es la opción, por desgracia, más común. Estamos ante un
mundo que nos indica que seamos rápidos, que nos empuja hacia la inmediatez y que nos
impulsa a vivir por y para cada individuo. Es el momento de reconocer la muerte de
Jesús, pero no la muerte del Amor, no la muerte de la Comunión. Ahora más firmemente
debemos luchar por el triunfo de la Vida sobre la muerte, por el triunfo de compartir Vida
con empatía, justicia y comunicación con los otros.
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ
Narrador: Después de esto, José de Arimatea le pidió a Pilato el cuerpo de Jesús. José
era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos. Con el permiso de
Pilato, fue y retiró el cuerpo. También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de
noche, fue con unos treinta y cuatro kilos de una mezcla de mirra y áloe.
Reflexión: Preparando a Jesús para ser bajado de la cruz y entregado a su madre. Una
madre que recibe a su hijo sin vida, tras haber sufrido… una madre que lucha por la vida
de su hijo y que pierde la vida de su hijo. Madres que por distintos motivos son alejadas
de la vida de sus hijos, deben aprender a vivir sin ellos, deben asumir que su vida sigue
tras la muerte de ellos, que deben continuar haciendo su camino, pero sin tener su mano
cogida. Es muy difícil sobrellevar la pérdida de un hijo porque haya fallecido o porque se
haya marchado por motivos de desprotección del menor. A veces desprotecciones que
son de la familia entera, pero donde el sistema legislativo tan solo contempla ayudar al
menor. Qué tristeza para una madre caminar en la vida sin la compañía de su hijo, de su
olor, de su risa…
Padre Nuestro…Ave María… Gloria.
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO
Narrador: José tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en
un sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca; luego, hizo poner una gran piedra
en la entrada del sepulcro y se fue.
Reflexión: No es suficiente con las acciones individuales de aquellos que desean dibujar
un mundo mejor. Se necesitan personas con un compromiso claro y firme. Este misterio
nos impulsa a crear una alianza entre todos los seres humanos para posibilitar una
convivencia en que todos sumemos; basada en la igualdad, el diálogo y el reparto de las
oportunidades tanto a hombres como a mujeres, independientemente de su origen, su
camino o sus condiciones económicas. Debemos ser comprometidos y coherentes y
luchar por la inviolabilidad del ser humano y poner todas nuestras fuerzas para que la
humanidad sea digna, buena, feliz y, por tanto, plenamente humana.
Oración final: Señor Jesucristo, tú nos has concedido acompañarte, con María tu Madre,
en los misterios de tu pasión, muerte y sepultura, para que te acompañemos también en tu
resurrección; concédenos caminar contigo por los nuevos caminos del amor y de la paz
que nos has enseñado. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén