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Querida comunidad dispongamos el corazón para dar inicio al rezo del Vía Crucis,
recorramos junto a Jesús este camino de la cruz. En el Nombre del Padre, y del Hijo y
del Espíritu Santo. Amén.
1era Estación: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó: «¿Qué hago con el que llaman rey de
los judíos?» (niño pilato hace el gesto de manos)Ellos gritaron de nuevo:
«Crucifícalo»( toda la comunidad grita crucifícalo). Y Pilato, queriendo complacer a la
gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo
crucificaran.
Señor, cuando juzgo a los demás, cuando los condeno y los rechazo, estoy siendo
como Pilatos. Te pido que me enseñes a amar a los demás. Te pido por los niños que,
en tantas partes del mundo, son condenados a la marginación, al desprecio, a la
prisión, y solo por amarte, por servirte, por hablar de Ti y de tu amor. (leer pausado)
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
Persona a cargo de darle al soldado la jarra, fuente y toalla al soldado para que pilatos
se lave las manos:
Música:https://www.youtube.com/watch?
v=RgCVQuU9eCs&list=PLUhTHCxobrPN7JkhmcLhI7GIBG6TrdiWV&index=9
2da Estación: JESÚS CARGA CON LA CRUZ
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
Persona a cargo de entregar la cruz al soldado:
Signo: Cruz de cartulina (cruz de 10cmx5cm 2 cartulinas por persona) con la frase
“fue por a mi” (letra impresa) se entrega antes de la lectura de la reflexión
3da Estación: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
CANCIÓN: Mi peso en tus hombros Mi peso en tus hombros (Estación II) 1min 30
Muchas veces sólo el amor de una madre permanece allí sosteniendo y levantando.
Así como María acompaña a su Hijo en el camino de la cruz, también acompaña
nuestros pasos cansados y nos sale al encuentro para levantarnos.
Reflexión: Que cada uno de nosotros podamos ser como Maria, que salgamos al
encuentro de tantos hermanos caídos y los miremos con ternura
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del
campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
El soldado: busca un cirineo de público para que ayuda a Jesús
6ta Estación: LA VERÓNICA SECA EL ROSTRO DE JESÚS
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
De la planta del pie a la cabeza no queda parte ilesa: heridas y contusiones, llagas
abiertas, no limpiadas ni vendadas ni aliviadas con aceite. Jesus cae por segunda vez
por 2da vez pero nos enseña a levantarnos
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron su ropa, haciendo cuatro partes,
una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de
una pieza de arriba abajo. Y se dijeron: «No la rasguemos, sino la echemos a la
suerte, a ver a quién le toca».
Reflexión: Una vez mas eres humillado Jesus, te dejas sacar todo lo que te cubre,
exponiendo tu cuerpo a la burla de los otros, me pongo a pensar cuantas veces
humillé a mis hermanos hablando mal de ellos, pensando mal , burlándome de sus
condiciones cuantas veces he aportado a las habladurías, pero también pienso las
veces que me he sentido de esa forma, despojada , expuesta, burlada. Aun en esos
momentos guardas silencio, nos sigues amando, pues se está cumpliendo lo
anunciado a los profetas, quieres que se cumpla toda la palabra escrita en el antiguo
testamento… sabiendo que muriendo nos das vida…
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
Conducían también a otros dos malhechores para ajusticiarlos con él. Y cuando
llegaron al lugar llamado «La Calavera», lo crucificaron allí, a él y a los malhechores,
uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no
saben lo que hacen»
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
https://www.youtube.com/watch?v=XipkYbNOcyI
Canción Eli Eli, Lama Sabacctani hasta el seg 48
12ma Estación: JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora
nona, porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús,
clamando con voz potente, dijo: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu». Y,
dicho esto, expiró. (Nos ponemos de rodillas, momento de silencio)
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
Al anochecer llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también
discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato mandó
que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana
limpia.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
Lo puso en su sepulcro nuevo que se había excavado en la roca, rodó una piedra
grande a la entrada del sepulcro y se marchó
Todo ha terminado. Jesús culmina su recorrido de la cruz. Pero este camino no ha
sido en vano, “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, no da fruto”. Es necesario
que los cristianos seamos portadores de esperanza cierta, cuyo destino es la vida que
no se acaba, la vida eterna. Ayúdanos Señor a sepultar nuestro hombre viejo para
resucitar contigo.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo… y los dolores
de su Santísima Madre.
ORACIÓN FINAL
Señor Jesucristo, tú nos concediste acompañarte con María tu madre, en los misterios
de tu pasión, muerte y resurrección, concédenos caminar contigo por los nuevos
caminos del amor y de la paz que nos enseñaste. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.