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Resumen “Desigualdad social, diversidad cultural y

educación” Francesc Carbonell

DAVID OSORIO REYES

1. El estado de la cuestión

Mediante la Comisión Internacional para el siglo XXI se establecieron los 4 pilares de


la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender
a ser. Para ponerse al corriente se hace necesario tener un desarrollo en técnicas de
comunicación e información, en consecuencia se presentan incrementos de nuevas
desigualdades, y con ello migraciones masivas, por otro lado, esto también ha traído
consigo cosas positivas como intercambio de ideas, mensajes y mercancías, entre
otras.

Retomando las inmigraciones, hay que considerar que no todos tienen posibilidad de
ello, por supuesto sólo los que tienen un nivel de desarrollo económico suficiente
pueden hacerlo; ese incremento en las migraciones tienen causas no sólo económicas,
también políticas y sociales, y también vienen en compañía de multiculturalidad, ya
que se encuentran con un ambiente diferente en el que hay costumbres muy distintas a
las suyas.

Lejos de alcanzar un límite, todo parece indicar que estas migraciones van a seguir
aumentando considerablemente en años futuros, según economistas y demógrafos el
porcentaje de adultos trabajando podría disminuir. El crecimiento del
multiculturalismo va a ser un tema a futuro y las escuelas cada vez más acogiendo
extranjeros son una realidad.

2. La falta de modelos y de referentes

En Cataluña la gran mayoría de la población proviene de otras partes, siendo un 75%


de los habitantes con orígenes fuera de dicha provincia, algo que ocurre con la
población gitana es que son un grupo que comúnmente se halla dentro de la categoría
de inmigrantes. Adaptar la realidad de Cataluña a la de otros países supondría grandes
retos al punto de que habría que crear un nuevo modelo, se compara con el caso de
Quebec (Canadá) poniéndolo en contexto de educación, comparando la realidad
lingüística, social y política, se llega a la conclusión de que en estos aspectos ambos
lugares son muy diferentes.

Además hay que considerar que la falta de experiencia supone una reflexión poco
consolidada, los investigadores y educadores tienen pocas herramientas y escasez de
recursos, la falta de modelos y referentes se ha reemplazado por voluntad e
improvisación, esto derivó en discursos y valoraciones algo ingenuas. Entre
profesionales, estas valoraciones se matizan cada vez más, se requieren condiciones
previas y actitudes sociales muy distintas a las presentes para que sea posible.

Esta nueva diversidad no es percibida por la mayoría como riqueza, no hasta que
aprendamos a gestionar los problemas que competen a la convivencia, con esta nueva
diversidad y con la desigualdad social que la aflige.

3. La diversidad cultural como pretexto y legitimación de la exclusión social

La lenta reacción de las instituciones a los conflictos ha llevado a más problemas,


también hay que considerar que la opinión pública presiona sobre los grupos políticos,
que toman decisiones sin parar por falta de modelos y costos electorales. Los malos
resultados parecen ser obra de la exclusión de las minorías.

Hay que reconocer que hemos actuado sin una buena visión a futuro, priorizando
actuaciones preventivas hacia los conflictos, casi siempre se ha actuado bajo presión
de lo más urgente.

Parece ser que se está descuidando los temas importantes, de esta manera uno de los
principales déficit de las propuestas de educación intercultural son los condicionantes
sociopolíticos. Todavía es frecuente que se crea que el enriquecimiento automático es
igual a diversidad, no ven el peligro de reforzar el racismo diferencialista y la
exclusión social.

No deberíamos tratar estos temas como si el problema educativo fuera conseguir la


aceptación de la diversidad cultural en sí misma, el problema educativo principal
radica en identificar y acabar los prejuicios sobre las minorías, en otras palabras: el
punto de partida de la educación intercultural no debe ser el respeto a la diversidad
simplemente, el hecho de ser iguales en dignidad y derechos, la convicción
incuestionable de que somos mucho más iguales que distintos.
A veces se nos olvida que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos, confundimos la palabra diversidad con desigualdad. Casi siempre, una
invitación a la aceptación de la desigualdad, como una manifestación más, como otra
consecuencia natural de la diversidad cultural.

La igualdad de los seres humanos es una convicción, es una tarea mucho más difícil
que la valoración de la diversidad o de la tolerancia. Con mayores dificultades para los
profesionales, también, en su transmisión y educación, ya que exigen una madurez.

4. La piedra angular: el concepto de integración

Por todo lo anterior se deduce que la educación intercultural, creemos, no es un


objetivo pedagógico ni un conjunto de contenidos, uno de los objetivos fundamentales
es lograr que los miembros del grupo mayoritario estén dispuestos a aceptar como
iguales a los de los grupos minorizados, esta es otra propuesta de cambio de estrategia
que nos parece fundamental en la educación para la convivencia intercultural.

Nuestra propuesta consiste en enfocar los grupos mayoritarios, aunque se piense que
estos deben llevar el proceso, son necesarios los recursos para iniciar cambios
mínimos, es necesario para crear condiciones mínimas para el diálogo. Esto implica
más que conocer costumbres y tradiciones, hay que ir más allá de la diversidad
cultural, hay que respetar las diferencias, tener aceptación y considerar las otras
opiniones.

Se busca llegar a una sociedad integrada, con respeto a la diversidad, libertad, además
de acabar con el conflicto, solo se tienen en cuenta aspectos culturales de las minorías
a la hora de integrarlos, no se debe confundir con querer imponer culturas, no se trata
de obligación a adaptarse.

El proceso de integración es un proceso que se logra con valores como la solidaridad,


y también respeto, que se puede lograr a través de la enseñanza aprendizaje que suele
suceder en las escuelas, mediante estos conocimientos en convivencia se puede lograr
una buena interrelación entre los forasteros y propios.

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