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Interculturalidad

2. Justificación temática

"Un fantasma recorre Europa: el resurgimiento del racismo institucional, plasmado en políticas de
gobiernos conservadores como Berlusconi en Italia o Sarkozy en Francia, se extiende lenta y
sostenidamente por toda la geografía europea. Este discurso está generando una alarma social que se
multiplica a través de los medios de comunicación que hacen de amplificadores (Van Dijk, 2010; Olmos
Alcaraz, 2010) ligando migración y delincuencia a la seguridad; minorías y problemas a la “bajada de
nivel” en el sistema educativo; diferencia y amenaza al peligro de la pérdida de identidad. No es de
extrañar, por tanto, que este clima se traslade, casi por ósmosis,al entorno educativo".

Con estas palabras empieza Enrique Javier Díez Gutiérrez su artículo La práctica educativa intercultural
en Secundaria. Sabemos que la escuela no es un ente ajeno a la sociedad en la que se inserta y que por
tanto, para cumplir la función de preparar a nuestros alumnos para ser ciudadanos, debemos ser
conscientes de lo que pasa fuera del aula.

Los centros pueden situarse al lado de las teorías de la reproducción y ayudar a mantener las
desigualdades y el status-quo o darle la mano a las teorías de la resistencia y pensar que la educación es
la mejor herramienta para caminar hacia sociedades más justas e igualitarias. Todos hemos sido testigos
de como en ciertos grupos se maneja la idea de que la diversidad cultural es perjudicial, es un motivo de
conflicto o una amenaza para la cohesión social. No parece haber todavía un consenso respecto a la
interculturalidad como proyecto social y político pero tampoco un acuerdo respecto a la deseabilidad de
la multiculturalidad como el mejor camino a tomar.

Como decíamos, el sistema educativo se limita en muchas ocasiones a legitimar la cultura dominante, lo
que implica dejar al resto de culturas en posición de inferioridad. Esta tendencia ofrece a los alumnos
una visión unilateral del mundo que no facilita la comprensión del mismo. Hablamos de tolerancia,
cooperación y aceptación pero en la práctica diaria no modificamos las prácticas etnocéntricas. Sin que
cambie la escuela, es muy difícil que cambie el rumbo.

Díez Gutiérrez asegura que las investigaciones en España "reflejan una problemática seria de integración
y convivencia entre alumnado de diferentes culturas". Según leemos en el mismo artículo, una encuesta
realizada por el Centro de Estudios sobre Migraciones y Racismo (CEMIRA) en la que se consultó a
10.507 escolares de entre 14 y 19 años de once comunidades autónomas, reveló que un 53% de los
escolares piensa que debería expulsarse a las personas migrantes en situación irregular (“sin papeles”) y
un 51% que éstos “quitan trabajo a los españoles”. También que dos de cada tres estudiantes de
secundaria rechazan trabajar con compañeros gitanos o marroquís.

La encuesta concluye que “está decreciendo el imaginario romántico de una sociedad mestiza y
multicultural”. De hecho la investigación actual (Ortiz Cobo, 2008; Sañudo, 2010) reconoce que una
parte del profesorado considera la presencia de inmigrantes en las aulas como un “problema” añadido y
una fuente potencial de conflictos, cuando no como un entorpecimiento de la marcha general de la
clase.

Es este sentido, pensamos que la interculturalidad debería de ser un eje fundamental en un sistema
educativo en el que cada vez convivien más personas de diferentes backgrounds culturales y en el que
debemos preparar al alumno para enfrentarse a un mundo con estas características.

Al definir los conceptos en el apartado anterior, comentábamos que el término interculturalidad incluía,
por un lado, la búsqueda de aquello que nos une, que es común a varias culturas, y por otro, la relación
entre ellas, es decir, la diferencia como un rasgo positivo en el crecimiento como sociedad.

Estos dos valores de la interculturalidad pensamos que son fundamentales para orientar las prácticas
educativas, independientemente del grado de diversidad de nuestra aula o centro. La educación
intercultural no debería depender del tipo de alumnado sino de un compromiso docente con un mundo
diverso y mejor.

A través de la cultura el alumno define su identidad cultural, aquello que le caracteriza frente a los
demás. Esta búsqueda individual se da sobre todo en los cursos de Secundaria y pensamos que si en
estos niveles educativos se despierta en los alumnos la competencia intercultural, el alumno puede
integrarla en su eterna búsqueda hacia sí mismo.

La interculturalidad no tiene solo que ver con la diversidad de culturas exógenas, sino también con un
sinfin de subculturas que subyacen en nuestros contextos, sobre todo en las ciudades: una lengua
diferente, una manera de vestir, un sentido de pertenencia, una opción de alimentación, etc.

Juan Claudio Silva, en su ensayo Juventud y tribus urbanas: en busca de la identidad, afirma, que esto
tiene que ver con el invento capitalista de la juventud en masa. Dejamos de ser niños y pasamos a ser
jóvenes sin necesidad de tener obligaciones de adulto, generandose así un espacio para el desarrollo y el
crecimiento personal. "Uno de los elementos principales de la experiencia de ser joven- dice Silva- es
sobreponerse al anonimato de las grandes urbes, dejar huella, ser reconocido en existencia. Es decir,
poder reconocerse como sujeto, tener una identidad"

El sistema educativo debe aprovechar este espacio de desarrollo para formentar la compentencia
intercultural. Toda cultura es pluricultural, es decir, se ha ido formando y se sigue formando, a partir de
los contactos entre distintas comunidades de vida que aportan sus modos de pensar, sentir y actuar. La
escuela es un entorno magnífico para propiciar este intercambio y no solo facilitar la convivencia entre
distintas culturas, sino facilitar el crecimiento de jóvenes que puedan nutrirse de experiencias culturales
de todo el mundo e integrar en su propio desarrollo la realidad intercultural.

Si un fantasma recorre Europa, debemos pararle los pies.

BIBLIOGRAFÍA
Con estas palabras empieza Enrique Javier Díez Gutiérrez su artículo "La práctica educativa intercultural
en Secundaria" .

http://www.revistaeducacion.educacion.es/doi/363_168.pdf

Juan Claudio Silva, en su ensayo Juventud y tribus urbanas: en busca de la identidad,

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2256169

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