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EL CUIDADOR PRINCIPAL

“CUIDAR AL QUE CUIDA


Cuidar a un enfermo es uno de los actos de mayor
entrega más duros que pueda experimentar una
persona.

Razón de más para no descuidar al que cuida y


apoyar en todos los frentes
En España en la pasada celebración del Día Mundial de
la Familia aprovechó para realizar un llamado a toda la
población sobre la necesidad de reconocer el trabajo de
estos “héroes silenciosos”.
Que es lo que nos hacen suponer que la persona no
enferma necesita cuidados:
la experiencia cotidiana y la experiencia familiar, además
de toda una serie de personas que, después de terminar
el proceso que se llama “tiempo de cuidar”, llegan a la
consulta con vidas muy desestructuradas y con
problemas de todo tipo, como dolores de cabeza,
dolores musculares etc.
EN C.P.
PREMISAS:

Garantizar la dignidad del enfermo.


Mantener en lo posible la autonomía del paciente.
Potenciar el papel de los cuidadores.
Otras de las carencias tienen que ver con la incapacidad de
hacer la propia vida y conformarse con la que le marca su papel
de cuidador.
Esto supone sumergirse en la dimensión de la enfermedad, de
tal manera que le impide mantener sus relaciones sociales; le
obliga en muchos casos, a abandonar su trabajo y en muchas
ocasiones interfiere su relación de pareja.
Cuando el peso de la atención al familiar es llevado a cabo por un miembro
específico de la familia, este es llamado comúnmente "cuidador principal".

Se define como la persona (familiar o allegado) con mejores condiciones


para asumir responsablemente el cuidado del paciente, por contar con
posibilidades reales y disposición para su atención, poseer una buena
relación afectiva con él o ella, suficiente nivel escolar para comprender y
transmitir la información e instrucciones, así como capacidad para
imprimirle seguridad y bienestar emocional en la mayor magnitud
Las cualidades que debe reunir un
cuidador primario ideal:

Relación afectiva con la persona enferma.


Inspirar seguridad y confianza.
Capacidad intelectual (no deficitaria) y suficiente
nivel cultural.
Sentido de responsabilidad.
Salud mental.
Actitudes para el apoyo, pero no sobreprotectoras
ni paternalistas.
¿Cómo se sabe que puede enfermar
el que “cuida a otro”?

Siempre desde la salud nos preocupamos del paciente, pero, ¿qué


sucede con el agotamiento y soledad que muchas veces experimenta el
Cuidador Principal?
El cuidar a un ser querido puede ser una tarea gratificante ,pero
también puede ser cansadora, generando enojo, irritación, angustia y
estos sentimientos confunden, pero son comunes en los que cuidan a
personas gravemente enfermas.
“Síndrome de sobrecarga del cuidador”

Hace referencia a la desestructuración del entorno


bio-psico-social de quien cuida a un enfermo : A nivel biológico
porque el organismo sufre diversas alteraciones como
trastornos digestivos, pérdidas del apetito o descontrol
alimentario; o todo tipo de dolores sobre todo de cabeza y
musculares. También se tiende al abuso de sustancias como café
tabaco o alcohol, con el fin de palear y evadirse de esos
problemas
sobrecarga del cuidador

El cuidador deja de lado sus necesidades para poder cuidar a la


persona dependiente, pero no tiene presente que su propia salud y su
bienestar benefician directamente a la persona que cuida.

Un nivel de autoexigencia demasiado elevado puede propiciar la


aparición de pensamientos, sentimientos o conductas que se
convierten en señales de alerta de una posible situación de
sobrecarga.
Problemas físicos:

Pérdida de energía, fatiga crónica, cansancio, etc.


Problemas físicos: palpitaciones, temblores de
manos, molestias digestivas, jaqueca, etc.
Aumento o disminución del hambre.
Sensación de empeoramiento del estado de salud
general.
No admitir la presencia de síntomas físicos que se
justifican mediante otras causas ajenas al rol de
cuidador.
Problemas emocionales:
Enfadarse con facilidad, aumento de la irritabilidad.
Mal humor.
Cambios frecuentes de humor o de estado de ánimo.
Sentimientos de tristeza, frustración, culpa...
Sentimientos de preocupación y ansiedad.
Reacción de duelo.
Dar demasiada importancia a pequeños detalles.
Problemas de memoria y dificultades de concentración.
No admitir la presencia de síntomas psicológicos que se
justifican mediante otras causas ajenas al rol de
cuidador.
Determinadas conductas como

Problemas de sueño (despertarse al amanecer,


dificultades para conciliar el sueño, dormir demasiado,
etc.).
Consumo excesivo de bebidas con cafeína, alcohol o
tabaco.
Consumo excesivo de pastillas para dormir u otros
medicamentos.
Trastornos alimentarios.
Actos rutinarios repetitivos como por ejemplo, ordenar
de manera continua.
Hiperactividad desasosegada.
En la interacción con los demás:

Aislamiento.
Tratar a personas de la familia de forma menos amable
de lo habitual.
Menor interés en actividades y personas que
anteriormente eran objeto de interés.
Sentir vergüenza por la conducta del familiar enfermo.
Ausencia de vida social.
La relación de ayuda afecta negativamente a la relación
con otros miembros de la familia.
Problemas en el lugar de trabajo.
¿Cómo prevenir situaciones de sobrecarga?

Cuidarse a sí mismo:
Dormir, Hacer ejercicio
Seguir una dieta equilibrada
Evitar el aislamiento
Mantener aficiones e intereses
Salir de casa, Descansar.
¿ Cuáles son la medidas que se pueden tomar
para prevenir este agotamiento del cuidador
principal?

Comer regularmente, aun sin apetito.


Dormir lo suficiente, más de 5 horas por día,.
Pedir y aceptar la ayuda de los demás, compartir el
cuidado del paciente, organice “turnos”, esté con gente
que lo acompañe y apoye.
Ser abierto, compartir los sentimientos y emociones,
aunque sean dolorosos, ayuda y alivia.
Estar informado sobre la enfermedad y los avances de la
misma, las posibles complicaciones, pregunte a su médico.
VALORACIÓN DE LA SOBRECARGA DEL CUIDADOR ESCALA
DE ZARIT

1. ¿Siente usted que su familiar/paciente solicita más ayuda de la que realmente


necesita?
2. ¿Siente que, por el tiempo que gasta con su familiar, ya no tiene tiempo para
usted mismo?
3. ¿Se siente estresado al tener que cuidar a su familiar y tener que atender otras
responsabilidades?
4. ¿Se siente avergonzada/o por el comportamiento de su familiar/paciente?
5. ¿Se siente irritada/o cuando está cerca de su familiar/paciente?
6. ¿Cree que la situación actual afecta a su relación con amigos / familiares
negativamente?
7. ¿Siente temor por el futuro que le espera a su familiar/paciente?
8. ¿Siente que su familiar/paciente depende de usted?
9. ¿Se siente agotada/o cuando tiene que estar junto a su familiar/paciente?
10. ¿Siente usted que su salud se ha visto afectada por tener que cuidar a su
familiar/paciente?
VALORACIÓN DE LA SOBRECARGA DEL CUIDADOR ESCALA DE ZARIT

11. ¿Siente que no tiene la vida privada que desearía a causa de su familiar/paciente?
12. ¿Cree que sus relaciones sociales se han visto afectadas por tener que cuidar de su familiar?
13. ¿Se siente incómodo/a para invitar amigos a casa, a causa de su familiar/paciente?
14. ¿Cree que su familiar espera que usted le cuide como si fuera la única persona con la que
puede contar?
15. ¿Cree usted que no dispone de dinero suficiente para cuidar de su familiar/paciente, además
de sus otros gastos?
16. ¿Siente que no va a ser capaz de cuidar de su familiar/paciente durante mucho más tiempo?
17. ¿Siente usted que ha perdido el control sobre su vida desde que la enfermedad de su
familiar se manifestó?
18. ¿Desearía poder encargar el cuidado de su familiar a otra persona?
19. ¿Se siente insegura/o acerca de lo que debe hacer con su familiar/paciente?
20. ¿Siente que debería hacer más de lo que hace por su familiar/paciente?
21. ¿Cree que podría cuidar a su familiar/paciente mejor de lo que lo hace?
22. En general, ¿se siente muy sobrecargada/o al tener que cuidar de su familiar/paciente?
VALORACIÓN DE LA SOBRECARGA DEL CUIDADOR ESCALA DE ZARIT

Puntuar de 1 a 5:
1 nunca - 2 casi nunca - 3 a veces
- 4 bastantes veces - 5 casi
siempre.
RESULTADO:
< 46 puntos no sobrecarga
47-55 puntos sobrecarga leve
> 56 puntos sobrecarga intensa
En ese sentido un cuidador con una Red Social,
institucional o afectiva que le sirva de apoyo o contención
puede hacer su labor mucho mejor, porque eso le permite
normalizar su vida eso sí debe desarrollar la capacidad de
pedir ayuda cuando la necesita.
CUANDO EL ENFERMO SE CURA O MUERE NO SIEMPRE
DESAPARECEN LOS PROBLEMAS:
En el 85% de los casos es la mujer la que ejerce la labor de
cuidadora para ello ha ido abandonando facetas de su vida
quedándose sólo con el rol de cuidadora.
Luego tanto en el caso de que el enfermo sane o fallezca,
el cuidador experimenta una sensación de vacío enorme
que acaba por minar la autoestima y el sentido de su vida.
Cuando el enfermo y cuidador han permanecido mucho
tiempo en ese proceso, se genera un vínculo de
“codependencia” que hay que saber cortar para no dar
lugar a que surjan otro tipo de problemas.
Esto en muchas ocasiones requiere intervención
terapéutica tanto para el enfermo que sigue
demandando cuidados sin necesitarlos como para el
cuidador que no sabe abandonar su papel.
DE QUÉ DEPENDE QUE EL PROCESO DE CUIDAR SEA ENRIQUECEDOR O SE
CONVIERTA EN UN CALVARIO

Del vínculo entre el cuidador y enfermo:


Si la relación entre ambos ya estaba basada en el afecto,
en el respeto, el cuidador estará más invadido de un
espíritu positivo en cual puede devolver todo ese afecto,
ese respeto y el reconocimiento que antes recibió.
Si por el contrario vemos que no puede perdonar ni ser
capaces de dejar fuera la mochila del rencor para empezar
un proceso nuevo, deben tener el valor de reconocer que
no van a hacer bien esa tarea y delegar en otra persona.
¿Y EL AMOR QUÉ PAPEL JUEGA EN TODO ESTO?:
El amor juega un papel importantísimo no sólo en cuidar sino en
vivir. La enfermedad nos coloca a todos en otra dimensión cuando
esa enfermedad en realidad nos espera a la vuelta de la esquina,
interrumpe nuestra vida cotidiana y empezamos a movernos por
consultas residencias y hospitales nos vamos dando cuenta de que
la vida es otra y nuestra escala de valores cambia. Y en esa vida
junto a la enfermedad también necesitamos todos algo tan valioso
como es el amor.
Av. Zoquipan No. 1000,
Edificio C
Colonia Zoquipan,
C.P. 45170 Zapopan, Jalisco

Teléfonos:
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