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Plan 91
La Felicidad
Desde el Psicoanálisis Freud nos dice en malestar en la cultura que “lo que en
el sentido más estricto se llama felicidad, surge de la satisfacción, casi
instantánea, de necesidades acumuladas que han alcanzado elevada tensión,
y de acuerdo con esta índole sólo puede darse como fenómeno episódico.
Toda persistencia de una situación anhelada por el principio del placer solo
proporciona una sensación de tibio bienestar, pues nuestra disposición sólo
nos permite disfrutar sino el contraste, pero sólo en muy escasa medida lo
estable”1. Por ejemplo, tener vacaciones luego de un largo periodo de trabajo.
1
Freud, 1930. Malestar en la Cultura Cap. II Pág. 3025, Biblioteca Nueva
2
Bieda, E. Epicuro; Estudio Preliminar. Notas, Selección y Traducción de textos; Cap. II Una ética
hedonista Pág. 23
- Un método eficaz para evitar el sufrimiento que se origina de las relaciones
humanas es el aislamiento voluntario. ya que nuestra cultura es la culpable de
no lograr la felicidad y tal vez si la abandonamos para retornar a condiciones
más primitivas podríamos conseguirla
- En tercer lugar y las radical pero también la más eficaz de todas (a corto
plazo) seria las que influyen en nuestro organismo. La modificación química, la
intoxicación. Sobre las drogas y estupefacientes opina: “los hombres saben que
con ese “quitapenas” siempre podrán escapar del peso de la realidad,
refugiándose en un mundo propio que ofrezca mejores condiciones para su
sensibilidad”3. Se lamenta de que por ellas se pierden grandes cantidades de
energía humana que se podría aplicar en mejorar nuestra suerte. Comenta,
seguidamente, que “la complicada arquitectura de nuestro aparato psíquico
también es accesible a toda suerte de influencias”.
3
Freud, 1930 Malestar en la Cultura Cap. II Pág. 3026, Biblioteca Nueva
Epicuro planteaba que la finalidad de la existencia del ser humano era
conseguir una vida plena, y que esto se logra mediante el placer. La ética
epicúrea asegura que la felicidad es fácilmente alcanzable, y que cuando se
tienen satisfechas las necesidades naturales indispensable, es posible tener un
estado de ánimo tranquilo y libre. Entendía que un resultado placentero a corto
plazo tiene que evaluarse frente a la posibilidad de un placer mayor, más
intenso y duradero o a más largo plazo, aunque este último consista en algo
sencillo. Distinguía dos tipos de placeres que clasifico en cinéticos y
catastemáticos que se complementan para la finalidad de una felicidad
completa.
El placer Cinético tenía que ver con el corporal obtenido por el saciamiento de
alguna necesidad que estaba produciendo un desequilibrio en el cuerpo como
por ejemplo la sed. Mientras que el placer Catastemático tenía que ver con la
sensación después de saciar la necesidad. “En lo que al cuerpo respecta la
felicidad puede ser definida como la sólida estabilidad de la carne. Si a esto
agregamos algo así como la sólida estabilidad del alma o, en términos de
Epicuro, “imperturbabilidad” (ataraxia) podríamos hablar de una felicidad
completa. No obstante, para alcanzar este placer catastemático es preciso
haber sentido antes el placer cinético, producto del saciamiento de las
carencias que lo motivaron, esto es, “no se goza al no experimentar la sed si no
se la ha saciado antes”. Aunque ambas clases de placer se complementan" no
por ello resultan ni equivalentes ni intercambiables. El privilegio está puesto en
el placer catastemático en tanto meta o finalidad del proceso cinético de
recomposición.4
4
Bieda, E. Epicuro Estudio Preliminar. Notas, Selección y Traducción de textos; Cap. II Una ética
hedonista Pág. 26
En cambio, Epicuro toma a la felicidad como algo natural que puede alcanzarse
fácilmente en las cosas sencillas de la vida como la amistad, o lo que el simple
hecho de saciar una necesidad orgánica conlleva. La forma de alcanzar la
felicidad podría verse diferenciada entre estos autores por ejemplo, en que
para Freud había muchas formas de alcanzar esta felicidad esporádica, de las
cuales la más fácil y tentadora seria la satisfacción plena de los caprichos, pero
esto traería aparejado consecuencias, entonces lo mejor seria ir por el camino
de la prudencia y evitar el displacer, lográndose esto de varios modos
(aislamiento voluntario, drogas) todo esto relacionado con que la mayor fuente
de infelicidad era la cultura. Epicuro en cambio pensaba que para alcanzarla no
habría que sentir dolor en el cuerpo ni perturbación en el alma.
Bibliografía: