Está en la página 1de 3

La felicidad es una emoción o estado de ánimo que experimenta un ser consciente

cuando llega a un momento de conformación, bienestar o se han conseguido ciertos


objetivos deseables para el individuo consciente. Se considera que este estado de
ánimo y los factores que lo condicionan son subjetivos, por lo que cada persona
puede tener su propio concepto de felicidad, con ello las razones de porque este
estaría con dicho estado de animo puede llevarse a cabo por experimentación general
(Hobbies, y amistades quienes suelen ayudar a esto; Las acciones de mis amigos me
brindan felicidad; Johnny brinda felicidad a Emilio. (esto diferencia a la
felicidad de otras sensaciones como el dolor, el frío o el hambre, para las que
existe cierta evidencia de ser más parecidas entre individuos).

Algunos psicólogos han tratado de caracterizar el grado de felicidad mediante


diversos textos y han llegado a definir la felicidad como una medida de bienestar
subjetivo (autopercibido) que influye en las actitudes y el comportamiento de los
individuos. Las personas que tienen un alto grado de felicidad muestran
generalmente un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que se sienten
motivadas a conquistar nuevas metas. Al contrario que las personas que no sienten
ningún grado de felicidad que muestran un enfoque del medio negativo, sintiéndose
frustradas con el desarrollo de su vida.

Aspectos generales

La felicidad en el rostro de una niña.


Se entiende en este contexto como un estado de ánimo positivo. Dicho estado de
ánimo es subjetivo y, por tanto, se refiere a un hecho autopercibido. Esto implica
que una misma serie de hechos puede ser percibido de manera diferente por personas
con diferentes temperamentos, y por tanto lo que para una persona puede ser una
situación feliz para otra puede llevar aparejada insatisfacción e incluso
frustración. Es por esa razón, que la felicidad a diferencia de otros hechos
relacionados con el bienestar se considera una situación subjetiva y propia del
individuo (en contraposición a hechos objetivos en los que diferentes observadores
concordarían).

La felicidad frecuentemente se considera positiva ya que permite a los individuos


sacar partido de las condiciones objetivas, favorece la actitud de abordar
diferentes tareas llevándola al término propuesto. La depresión y otros trastornos
psicológicos, por ejemplo, se caracterizan por una notoria falta de felicidad del
individuo, lo cual frustra las posibilidades de los individuos para acometer con
éxito diversas tareas u obtener beneficios de situaciones objetivamente favorables.
Bajo un estado de felicidad los individuos son capaces de llevar a cabo una
actividad neutral constante en un entorno con variables ya experimentadas y
conocidas, los distintos aspectos de la actividad mental fluyen de forma armónica,
siendo los factores internos y externos interactuantes con el sistema límbico. En
dicho proceso se pueden experimentar emociones derivadas, que no tienen por qué ser
placenteras, siendo consecuencia de un aprendizaje ante un medio variable.

Actualmente se conoce que la variabilidad en los niveles de felicidad que


experimentan los individuos se ven influidos por tres grupos de factores (en orden
de importancia):

Factores socioambientales.
Factores genéticos.
Factores asociados a la consecución de objetivos y deseos.
Igualmente es un hecho bien establecido, que el juicio sobre si uno mismo es feliz
está influido por razones culturales: en ciertas sociedades se desaprueba en mayor
medida expresar sentimientos negativos, mientras que en otras la sinceridad y la
autoexpresión fidedigna es valorada en mayor medida. Por eso las comparaciones
internacionales entre países con diferentes condiciones socioeconómicas deben
corregir el sesgo cultural.12
La felicidad, en tanto que estado emocional y autopercibido, es un estado subjetivo
que, sin embargo, puede analizarse mediante procedimientos objetivos. Los
siguientes son ejemplos de disciplinas con aproximaciones objetivas:

La filosofía estudia su concepto y realidad.


La psicología positiva intenta determinar los factores endógenos que el individuo
puede manejar para alcanzar ese determinado estado de ánimo.3
La sociología se ocupa de analizar qué factores sociales determinan los objetivos
que el sujeto se marca como meta para alcanzar estados de felicidad.
La antropología muestra cómo distintas culturas han establecido cánones distintos
al respecto.
Felicidad en la reflexión filosófica
Según la filosofía occidental

Monte de perfección (1579) de San Juan de la Cruz, que describe el camino a seguir
para alcanzar la plenitud espiritual y la felicidad.

Un anciano chileno sonriendo. La sonrisa es una de las expresiones faciales que


denotan felicidad.

Rebecca L. Felton feliz y sonriente.


Artículo principal: Filosofía de la felicidad

La pregunta sobre la felicidad es esencial en el surgimiento de la ética en la


antigua Grecia. Los filósofos encontraron respuestas muy diferentes, lo cual
demuestra que, como decía Aristóteles, todos estamos de acuerdo en que queremos ser
felices, pero en cuanto intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las
discrepancias. En la filosofía griega clásica hay tres posturas:

Ser feliz es autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser humano


(eudemonismo), postura defendida por Aristóteles. En cierto sentido, también Platón
puede ser encuadrado en esta postura, si bien el horizonte de la felicidad, según
Platón, se abre a la vida después de la muerte.
Ser feliz es ser autosuficiente, valerse por sí mismo sin depender de nada ni de
nadie (cinismo y estoicismo).
Ser feliz es experimentar placer intelectual y físico y conseguir evitar el
sufrimiento mental y físico (hedonismo). Es la postura que defiende Epicuro.
Eudemonismo y hedonismo: la felicidad para Aristóteles y para Epicuro
Entre eudemonismo y hedonismo existe un desacuerdo fundamental. Aristóteles
considera que ser feliz es ser humano en el más pleno sentido de la palabra.
Epicuro, por el contrario, se pregunta qué es lo que mueve a los humanos a obrar,
porque la felicidad consistirá en conseguirlo, y esa cosa es el placer.

Para Aristóteles
Aristóteles sostiene que todos los hombres están de acuerdo en llamar felicidad a
la unidad presupuesta de los fines humanos, el bien supremo, el fin último, pero
que es difícil definirla y describirla.

No obstante, para Aristóteles éstos no son más que bienes externos que no son
perseguidos por sí mismos, sino por ser medios para alcanzar la felicidad, puesto
que es ésta la única que se basta a sí misma para ser autárquica y perfecta.

Otras escuelas filosóficas


Existen también otras muchas escuelas filosóficas que han trabajado el tema de
felicidad individual en otros términos. A saber:

el epicureísmo entiende la felicidad como autosuficiencia en el placer moderado;


los estoicos piensan la felicidad como fortaleza en la aceptación de una existencia
determinada;
racionalistas como Leibniz defienden la felicidad como adecuación de la voluntad
humana a la realidad;
utilitaristas como John Stuart Mill defienden un concepto de felicidad como
satisfacción de los placeres superiores;
para algunos autores del New Thought, la felicidad es una actitud mental que el
hombre puede asumir conscientemente, es decir, es una decisión. La idea de que la
felicidad sea una decisión se basa, para ellos, en el hecho de que el individuo
busca muchas formas de encontrar esa felicidad en muchos aspectos, y aun así,
parece esquiva para la mayoría de las personas. Al descubrir que existen seres
felices e infelices en todas las diversas condiciones socioeconómicas, geográficas,
de edad, religión, sexo, estados mentales, estos pensadores concluyen que cuando el
individuo decide aceptar su condición y su pasado, y asumir la vida tal como es en
ese momento y construir su vida a partir de aquellos preceptos, es entonces
realmente feliz.
Según filosofía oriental

Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación


acreditada.
Este aviso fue puesto el 29 de abril de 2013.
En la filosofía oriental, la felicidad se concibe como una cualidad producto de un
estado de armonía interna que se manifiesta como un sentimiento de bienestar que
perdura en el tiempo y no como un estado de ánimo de origen pasajero, como
generalmente se la define en occidente.[cita requerida]

Muchas veces confundida solo con la alegría de carácter emocional y efímero, la


felicidad perdura en el tiempo y se identifica como una cualidad, tal y como ser
alto, fuerte o inteligente una persona es feliz.

Mientras que la alegría se concibe como un estado de satisfacción, la felicidad se


considera un estado de armonía interna.

Así dentro de la filosofía oriental, podemos encontrar términos que abarcan el


concepto de felicidad, tales cómo el término Sukha en la filosofía budista.

Felicidad en psicología
Interacciones
El subconsciente alimenta este estado de ánimo.4 Admitir los límites de la
personalidad facilitará la capacidad de no derrochar recursos en aquello que es
incontrolable.5 Tratar de condicionar el entorno a nuestro deseo6 sólo impedirá que
consigamos atisbar lo que es el flujo4 que nos lleva al estado de ánimo feliz.7
Este estado no se encuentra fuera de nosotros, ni siquiera en nosotros, se
encuentra en nuestra naturaleza interior.8 No depende exclusivamente del entorno,
sino que es la aceptación de que existen factores más influyentes que nuestra
voluntad, modificando nuestra actitud hacia la vida; siendo el pesimismo una
actitud que dificulta la consecución de dicho estado anímico y el optimismo una
actitud favorecedora, pero ninguna de las dos son determinantes.9

La capacidad de dar soluciones a los diferentes aspectos del vivir cotidiano, hace
del individuo más o menos feliz. Esto se pone de relieve cuando entendemos lo que
es la frustración, causa principal de la pérdida de la felicidad. Cabe decir que,
tal sensación de autorrealización y plenitud, confiere a las personas felices una
mayor serenidad y estabilidad en sus pensamientos, emociones y actos; fruto del
equilibrio y la compensación de las cargas emocionales y las racionales. Algunas
emociones asociadas a la felicidad son la alegría y la euforia.

También podría gustarte