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La novela desde 1975 hasta nuestros días: tendencias, autores y obras representativos

Desde 1975 a la actualidad, la narrativa se caracteriza por la pluralidad de tendencias,


géneros, modelos y estilos, como veremos a continuación:

En primer lugar, habría que comentar que, con la llegada de la democracia, se produjo la
irrupción de una generación de novelistas nacidos en los años de las restricciones de la
posguerra, que vivieron las protestas universitarias del 68 contra el régimen franquista. Este
grupo de novelistas es conocido como generación del 66 o del 75. Aunque las primeras novelas
de esta generación nacen bajo el influjo de la novela estructural de los 60 (experimentalismo),
progresivamente irá evolucionando hacia la recuperación de los elementos tradicionales del
relato, como se observa en la obra La saga/fuga de J. B. de Torrente Ballester. Esta línea quedará
asentada con las publicaciones de otros escritores como J. M. Guelbenzu, Félix de Azúa o
Vázquez Montalbán. Asimismo, si bien es cierto que en un primer momento se alejan de la
novela social conducidos por un interés hacia la estructura y el lenguaje novelístico,
gradualmente irá ocupando un puesto relevante en estas obras la temática de los conflictos
personales del hombre aislado de la colectividad al mismo tiempo que se mantiene la
recuperación de los elementos tradiciones del relato (cervantino), sin olvidar los logros
experimentalistas. Dentro de esta línea, tendríamos que mencionar a Eduardo Mendoza, José
María Merino y Juan José Millás.

En segundo lugar, centrándonos en la novela actual, hemos de señalar que la convergencia


de multitud de tendencias y temas, la elevada calidad literaria de todas ellas, la coincidencia de
varias generaciones narrativas, la vuelta de los exiliados y el boom editorial, además de la falta de
perspectiva histórica, dificulta una descripción exacta del panorama existente. No obstante,
trataremos de hacer un recorrido de las tendencias actuales en este género literario, focalizando
nuestra atención en las siguientes líneas:

La metanovela, centrada en incluir la creación literaria, el mismo proceso de la narración,


como tema principal del relato. En esta tendencia, podemos citar como ejemplo Fragmentos de
Apocalipsis de G. Torrente Ballester o Caballeros de Fortuna, de Luis Landero.

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La novela poemática difumina los límites con el género lírico al adquirir un tono subjetivo
más subjetivo, un lenguaje más simbólico y sugerente y una tendencia a la concentración. Un
ejemplo de obra que pertenece a esta línea es Los santos inocentes de Delibes.

La novela histórica, nacida en un momento en el que la libertad democrática y la


desaparición de la censura favorecieron el análisis de algunos períodos con una mayor liberación
ideológica. En especial, son destacables las obras que hacen una revisión de la Guerra Civil y su
impacto: Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez y o La sonrisa etrusca, de José Luis Sampedro.

La novela de intriga y novela negra, en la que se intensifica la intriga a través de la


ambientación policíaca y otros procedimientos de la novela negra. Sobresale, en este sentido, el
jienense Antonio Muñoz Molina con obras como El invierno en Lisboa o Plenilunio. Por otra parte,
también ha alcanzado un gran éxito las novelas de Arturo Pérez-Reverte como, por ejemplo, El
maestro de esgrima o La piel del tambor.

La autoficción, tendencia novelística en la que la vida real del escritor en cuestión es el


elemento inspirador de la obra, que se convierte en la materia novelable. Su denominación
procede de la interrelación entre realidad y ficción. Ejemplos de este tipo de obras, tenemos en
los títulos Soldados de Salamina, de Javier Cercas o La negra espalda del tiempo, de Javier Marías.

La generación afterpop o nocilla se caracteriza por el énfasis que adquiere en estas novelas
la cultura pop de principios del siglo XXI. Se trata de obras interdisciplinares, en las que son
frecuentes las estructuras abiertas, el influjo de una estética híbrida y fragmentaria de las nuevas
tecnologías (Twitter, chats, blogs…). Entre los componentes de esta tendencia, está Vicente Luis
Mora o Lolita Bosch, cuyo precedente más claro es Agustín Fernández Mallo con obras como
Nocilla dream o Nocilla lab.

Para finalizar, consideramos pertinente mencionar a dos novelistas de la actualidad,


aunque ya desaparecidas, como son Almudena Grandes, que se dio a conocer con la novela
erótica de Las edades de Lulú, y Carmen Martín Gaite, autora de la conocida obra El cuarto de
atrás.

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