Está en la página 1de 2

Tema 9

La narrativa desde los 60 hasta actualidad (Martín Santos, Juan Marsé, Juan Goytisolo, Eduardo
Mendoza, Javier Marías, Antonio Muñoz Molina, Pérez Reverte…)

Los años 60

La novela no abandona la reflexión crítica pero su presentación formal es novedosa. Las técnicas
narrativas usadas son: narrador cambiante, importancia del monólogo interior, ruptura de la secuencia
cronológica, el argumento deja de tener importancia, se juega con la división del relato, se insertan
dibujos, informes, etc. La novela que cambia el rumbo es Tiempo de silencio de L. Martín Santos. El
carácter innovador de la obra lo establecen principalmente su riqueza léxica y el empleo de un
vocabulario culto y científico que choca con la realidad que presenta.

Esta línea tiene continuidad en dos generaciones de escritores:

a) Autores de la primera promoción de posguerra.: C.J. Cela, San Camilo 1936, Delibes, Cinco horas con
Mario (monólogo interior de Carmen, frente al cadáver de su marido), G. Torrente Ballester, La saga/fuga
de J.B.
b) Novelistas de la generación del medio siglo: Goytisolo, Señas de identidad, J. Benet, Volverás a región,
J. Marsé, Últimas tardes con Teresa.

Desde los años 70 a nuestros días


El ambiente de libertad en el que comenzó a desarrollarse la cultura española tras la muerte de Franco,
permitió un mejor conocimiento de la literatura española en Europa y de la literatura occidental en
España. A ello contribuyeron la desaparición de la censura y la recuperación de la obra de los escritores
exiliados. Dos son los aspectos más significativos de la novela española en las últimas décadas:

1) El carácter aglutinador. Acoge prácticamente todas las tendencias, temas y preocupaciones personales.

2) La individualidad. Cada novelista elige la orientación que le resulte más adecuada para expresar su
mundo personal y su visión de la realidad.

También tenemos que destacar que la novela se ha convertido en el género estrella por el número de
lectores, por calidad y por negocio. La importancia del mercado condiciona a veces la creación literaria.
Puede decirse que en las últimas décadas conviven:

a) Novelistas importantes de la posguerra: Delibes, Cela y Torrente Ballester sobre todo.

b) Novelistas de la "Generación del 50": Juan Goytisolo, Juan Marsé, Carmen Martín Gaite, etc.

c) Novelistas de la generación del 75. En los setenta hay autores que siguen cultivando la novela
experimental e intelectual que tiene su origen en Tiempo de silencio de Luis Martín Santos. Suelen prestar
más atención a la forma que al contenido, ya que el argumento llega a casi desaparecer. Abundan las
historias fragmentadas y los monólogos interiores. Este tipo de novela está dirigido a un lector con
formación suficiente para comprender las dificultades sintácticas que los autores plantean. Podemos
destacar a E. Mendoza, Félix de Azúa, J. J. Millás, V. Molina Foix y Soledad Puértolas, entre otros. La
mayoría evoluciona hacia formas más tradicionales de contar, a la creación de una historia amena para el
lector. El modelo es E. Mendoza que publicó en 1975 La verdad sobre el caso Savolta, que, en buena medida,
puede considerarse el punto de partida de la narrativa actual. Sin renunciar al empleo de técnicas
experimentales, el autor ofrece en esta novela de corte policíaco un argumento que atrapa la atención del
lector. En obras posteriores, Mendoza ha mostrado su excepcional capacidad paródica: Sin noticias de
Gurb, El laberinto de las aceitunas y El misterio de la cripta embrujada subvierten de forma irónica los tópicos
de tres géneros consagrados: la novela de misterio, la novela negra o policíaca y la novela de ciencia
ficción. Otras obras son: La ciudad de los prodigios, Riña de gatos, o El enredo de la bolsa y la vida.

d) Nuevos escritores dados a conocer ya después del franquismo: M. Vicent, J. Llamazares, J. Marías,
L. Mateo Díez, R. Montero, A. Muñoz Molina, Luis Landero, etc. La obra de J. Marías constituye una
de las apuestas más originales de las últimas décadas. Sus novelas y cuentos se distinguen por la
presencia de una serie de temas obsesivos, como el misterio de la identidad personal y la reflexión
sobre el tiempo. Su estilo, muy elaborado, posee una rara capacidad envolvente, que difumina y
transforma la realidad. Entre sus obras destacan Todas las almas, Corazón tan blanco y Mañana en la
batalla piensa en mí.
Por otra parte, no resulta fácil discernir en la nueva narrativa unas corrientes o escuelas definidas;
aunque sí se pueden identificar ciertas tendencias temáticas. Las más relevantes son:
a)Novela policíaca y de intriga. Entre sus cultivadores destacan M. Vázquez Montalbán, autor de
una serie protagonizada por el detective Pepe Carvalho. A esta tendencia pertenecen también
algunas novelas de A. Muñoz Molina: El invierno en Lisboa, Beltenebros, o Plenilunio. Este autor
también ha publicado El jinete polaco y Sefarad, Todo lo que era sólido y La noche de los tiempos. Otro
autor importante es R. Chirbes, Mimoum. Más actuales son L. Silva, A. Giménez - Bartlett y C. Ruiz
Zafón, La sombra del viento.
b)Novela histórica. Se pueden citar como ejemplos No digas que fue un sueño de T. Moix, El hereje, de
Miguel Delibes, así como la saga protagonizada por el capitán Alatriste, de A. Pérez-Reverte,
ambientada en el Siglo de Oro. En los últimos años son frecuentes las novelas históricas
contextualizadas en épocas cercanas, especialmente en la Guerra Civil, como Soldados de Salamina de
Javier Cercas; La voz dormida de Dulce Chacón, o los relatos breves que componen Los girasoles ciegos
de Alberto Méndez. También destacamos la serie de novelas de A. Grandes como El lector de Julio
Verne o Las tres bodas de Manolita.
c) Novela de la reflexión íntima. Este tipo de narrativa se centra en la búsqueda personal y la
reflexión sobre la propia existencia. Obras representativas son Mortal y rosa de Francisco Umbral,
sentida reflexión sobre la muerte escrita con brillante estilo, o El desorden de tu nombre, de Juan José
Millás, que combina la introspección psicológica con la reflexión literaria. En La lluvia amarilla Julio
Llamazares narra el abandono de los pueblos a través de un largo y emocionado monólogo.
d) Novela de la memoria y del testimonio. La memoria de una generación y el compromiso son los
temas básicos de esta corriente, en la que se encuadran novelistas como Rosa Montero, con Te trataré
como a una reina, defensa de la condición femenina, y la producción novelística de Luis Mateo Díez,
Las fuentes de la edad. Destacamos también R. Chirbes, Crematorio.
e) Novela culturalista. se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental
desde unas posturas bastante eruditas. Eso es lo que hace J. Manuel de Prada con La tempestad.
f) Otra tendencia trata los problemas de la juventud urbana con una estética muy cercana a la
contracultura (Historias del Kronen, de José Ángel Mañas, Ray Loriga con Héroes).
g)Entre las últimas corrientes es frecuente la hibridación de géneros, la influencia de las redes
sociales y la publicación en editoriales independientes como protesta contra el mercado. Destacamos
a los autores de la Generación Nocilla. El nombre del grupo se debe a una trilogía de novelas
llamada Nocilla Project escrita por Agustín Fernández Mallo.
En las últimas décadas asistimos también al auge del cuento y el microrrelato.

También podría gustarte