Está en la página 1de 13

Retos ante el envejecimiento

en orientación y psicoterapia.
Detección de factores de riesgo psíquico
y protectores para el envejecimiento
Graciela Zarebski1
Universidad Maimónides

Citación: Zarebski, G. (2015). Retos ante el envejecimiento en orientación y psicoterapia. Detección de factores
de riesgo psíquico y/o protectores para el envejecimiento. TSOP: Orientación psicológica y adicciones, ix, 1-13.

RESUMEN
El campo interdisciplinario de la psicogerontología aporta una visión compleja del envejeci-
miento humano, al incluir los factores subjetivos y familiares que impactan en este proceso.
Se presentan aquí los elementos de riesgo psíquico patológico y su contracara, los aspectos
protectores, que -basados en condiciones de personalidad- dan lugar a la construcción y apli-
cación de herramientas psicológicas que permiten su detección tanto en jóvenes como en ma-
yores. El gran reto que plantea a los psicólogos es estudio de este proceso es capacitarse en
herramientas psicogerontológicas que permitan intervenir en la orientación y en psicotera-
pia en cuanto a lo que el curso vital suele interrogar, conmover o perturbar a las personas y
a su medio familiar.

Palabras clave: psicogerontología, factores de riesgo psíquico de envejecimiento patológico,


factores protectores, herramientas de detección.

ABSTRACT

The interdisciplinary field of Psychogerontology provides a complex view of human aging,


including subjective and family factors that affect this process. Psychological Risk Factors of
pathological aging and its counterpart, Protective Factors -based on personality conditions-
are presented here, led to the construction and application of psychological tools that allow
their detection in both young and elderly. The challenge posed by aging psychologists is to
prepare psyichogerontologicals tools that allow us to intervene in the orientation and psy-
chotherapy as to what the life course often questioned, move or disturb people and their fam-
ily environment.

Key words:

1
Dra. en psicología (UBA). Vicedecana de la Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y Empresariales. Directora de la Licenciatura
en Gerontología, de la Especialización y de la Maestría en Psicogerontología, Escuela de Ciencias del Envejecimiento de la Universidad
Maimónides, , Argentina. Autora de libros en la especialidad. E-mail: zarebski.graciela@maimonides.edu
Temas Selectos en Orientación Psicológica Vol. ix

INTRODUCCIÓN que tornan insoslayable la convergencia interdis-


ciplinaria. A su vez, la posibilidad de diferenciar
El gran reto que plantea el envejecimiento en el los aspectos subjetivos de los biológicos y socia-
plano personal es cómo posicionarse frente a los les del envejecimiento, permite integrar estos en-
límites a los cuales el curso vital enfrenta a la per- foques en una visión compleja del fenómeno, lo
sona con mayor o menor grado de gradualidad y cual posibilitará tomar en consideración las múl-
previsibilidad. tiples dimensiones que inciden en su armado en
En realidad, una condición constitutiva de cada caso en particular, con el fin de superar de
2 todo ser humano es la aspiración inconsciente a esta manera las visiones generalizadoras que pre-
ser (o bien, a tener) todo siempre. Misma que, dominaban en la gerontología.
a través de una sana maduración, el niño poco a Las distintas calidades de envejecimiento ob-
poco contrasta con los límites que en todos los servadas en estos tiempos corroboran que, aun-
órdenes lo condicionará. En psicoanálisis esto se que el organismo se desgaste e incluso sufra
conoce como: atravesar la castración. Las fallas deterioros, no siempre el sujeto declinará a ni-
en este atravesamiento por motivos diversos, por vel emocional y que, aun en aquellos que sufren
lo regular están sentados en la dinámica familiar condiciones sociales adversas, su fortaleza emo-
que acompaña las épocas primeras de estructu- cional les permitirá seguir en la lucha por su vida
ración del psiquismo y darán lugar a alteraciones y ocupar un lugar en el mundo.
tanto en la construcción de la identidad como en Se ha podido comprobar que el ser humano
el proceso de subjetivación. no es sólo efecto de su cultura y de su biología,
De tal modo, las vicisitudes de la posición de lo que le provoca su medio social y ocasiona
frente a los límites acompañarán al sujeto en to- el deterioro de sus funciones, sino que, al mismo
dos los planos de su transcurrir vital, incluido el tiempo, es un sujeto proactivo, constructor de su
más grande de éstos: la muerte. De este núcleo entorno cultural, de su cuerpo e historia y, por lo
se derivan las diversas posiciones que los sujetos tanto, de su modo de envejecer.
adoptan frente al proceso del envejecimiento y Estas evidencias han delimitado, desde los
los consecuentes factores de riesgo psíquico o últimos decenios del siglo veinte, el campo epis-
bien protectores frente a este proceso, según el temológico de la psicogerontología como abor-
grado de aceptación y adecuación a los límites. daje interdisciplinario del envejecimiento psíquico
Sin embargo, ésta es una dimensión – el pla- normal y patológico, diferenciado de los campos
no de lo subjetivo y lo emocional – que no suele epistemológicos de la biogerontología y de la ge-
ser tomada en cuenta o integrada en los estudios rontología social, con los cuales se encontraba
gerontológicos acerca de los factores de riesgo confundido (Zarebski 1999, 2005, 2007).
y, o protectores para el envejecimiento, o ambos. El enfoque psicogerontológico permite en-
En los últimos decenios y en distintas latitu- tender por qué la riqueza material o las buenas
des, diversas investigaciones y teorías se han en- condiciones sanitarias no garantizan de por sí una
focado en los factores protectores biológicos buena vejez. La comprensión de los distintos mo-
(como actividad física, sana nutrición) culturales y dos de envejecer requiere de un paradigma que
sociales (importancia de los vínculos) y cognitivos abarque la complejidad humana (Zarebski 2011c)
(mantener la actividad mental). lo cual implica que no alcance con los determi-
Sin embargo, ¿qué sucede con la persona?, nantes sociales y biológicos para entender la
¿cómo está posicionada frente al proceso del calidad de vida en este proceso. Es necesario in-
paso del tiempo?, ¿cuál es la calidad del hués- corporar los factores de personalidad y la historia
ped en que se asientan esos procesos? Para lo- de vida particular y vincular, que son los que van
grar una intervención psicológica en orientación a marcar la diferencia entre las distintas vejeces
y psicoterapia que sea eficaz a nivel individual y alcanzadas. Considerar, además, que cada sujeto
familiar, no hay que partir de generalizaciones, construye su cuerpo a partir del modo de llevar-
sino entender el modo particular en que se con- lo y su entorno, a partir de la manera de relacio-
jugan esos factores en cada sujeto. narse con los demás. En este sentido, la vejez es
concebida como un trabajo de construcción que
Surgimiento de la psicogerontología cada persona realizará en su devenir histórico
y desde edades jóvenes, a lo largo del trayecto
El siglo XXI instala con fuerza nuevos paradig- de envejecimiento (Zarebski, 1999, 2005, 2007,
mas en la concepción de salud y enfermedad, 2009a, 2009b, 2011a, 2011b, 2011c).
Retos ante el envejecimiento en orientación y psicoterapia. Detección de factores de riesgo psíquico ...

Este trabajo anticipado del envejecer implica también se desplegarán mecanismos defensivos
un proyecto personal de vejez que –ya sea o no propios del narcisismo (escisión, desmentida) que
consciente– cada sujeto gesta durante el trans- generarán el “desconocerse” frente a ese ser futuro
curso de su proceso vital. El concepto de antici- y provocan efectos del orden de lo siniestro.
pación juega así un papel capital y requiere una ¿A qué se apunta con este desarrollo? A sos-
especial profundización teórica e investigación tener que son las perturbaciones del narcisismo
en el discurso de los sujetos, a fin de poder en- las que preveen una vejez como siniestra y las
tender cuáles serían esos mecanismos psíquicos que condicionarán que en efecto se termine así,
que podrían ser indicativos de la posibilidad de como en una profecía autocumplida. 3
arribar a un envejecer normal o patológico y que En concordancia con Bianchi (1987) en que
servirán de guía en las intervenciones psicológi- la vejez, así como su anticipación, interroga al
cas, tanto preventivas como terapéuticas. yo en sus referencias identificatorias, lo que se
Factores de riesgo psíquico de envejecimien- observa es que en efecto, las personas con un
to patológico y factores protectores narcisismo perturbado no soportan las -a ve-
A partir de la conceptualización de los meca- ces sutiles y otras veces notables -evidencias del
nismos psíquicos diferenciales que llevan a uno u paso del tiempo, con lo cual esos cambios inevi-
otro desenlace, he desarrollado el concepto de: tables, en lugar de ser metabolizados de mane-
factores de riesgo psíquico de envejecimiento ra gradual, sufrirán el efecto de mecanismos de
patológico (Zarebski, 1999, 2005, 2008). Dichos defensa específicos que dificultarán o impedirán
factores son la manifestación de características de su elaboración paulatina. Estas condiciones psí-
personalidad generadoras de condiciones de vul- quicas, operan desde edades jóvenes en contra
nerabilidad emocional y de creencias distorsiona- del paso del tiempo hasta constituirse en facto-
das frente a este proceso, así como problemas en res de riesgo psíquico de envejecimiento pa-
los vínculos durante el envejecimiento. Su contra- tológico (Zarebski, 1999, 2005, 2008), ya que
cara, los factores protectores, son los que permi- la vejez irrumpirá sin una preparación adecuada
tirán resiliencia frente a los avatares del envejecer desde el punto de vista subjetivo, lo cual se verá
(Zarebski, Knopoff & Santagostino, 2004). potenciado por su conjugación con factores de
Enfocados en el acontecer subjetivo, se trata orden biológico y sociocultural.
de entender cómo poder armar el curso de la vida, Por el contrario, un buen envejecimiento será
y cuáles son sus efectos en el modo en que las per- propio de un sujeto que estará en condiciones de
sonas de envejecen (Zarebski, 2005, 2011a, 2011c). poner en cuestión y relativizar los prejuicios y el
Es cotidiano comprobar que el envejecimien- imaginario social en relación al hecho de llegar a
to patológico es uno de los desenlaces posibles en viejo, así como las propias representaciones antici-
la vejez, que se presenta –amén de otros factores- padas respecto a la propia vejez, lo cual por nece-
como culminación de un proceso de claudicación sidad va a implicar el replanteo de la imagen actual
total del sujeto, por lo que es necesario avanzar en que se somete a cotejo. Ese espejo anticipado en
tratar de entender cuáles serían las condiciones psí- que la persona se mira –como un anciano– favo-
quicas que favorecerían ese desenlace, lo cual permi- recerá la realización de un trabajo psíquico a tiem-
tiría, a su vez, conocer cuáles serían las condiciones po que evitará que se refuerce y consolide una
psíquicas que favorecerían un proceso normal. representación siniestra de la vejez, que bloquea-
De este modo, se plantea la cuestión acerca ría la elaboración anticipada de la misma.
de la relación entre: modalidades de anticipación En estos casos, desde edades tempranas es-
–o trabajo psíquico anticipado- y sus efectos en tará posibilitada la realización de un trabajo psí-
los tipos de vejez a las que se arribe. En efecto, la quico, de autocuestionamiento –como puesta en
tarea preventiva se realizará sobre bases más só- cuestión del narcisismo- que reforzará la dimen-
lidas, en la medida que se cuente con una aproxi- sión imaginario-simbólica y abrirá caminos hacia
mación a las condiciones psíquicas que favorecen la creatividad y la renovación del sentido de la
o dificultan este trabajo psíquico anticipado. vida. Éstas serán las condiciones –sobre la base
Aquí se parte del supuesto teórico de que lo de la permeabilidad entre instancias psíquicas,
que está en juego en el envejecimiento es la cons- traducida como flexibilidad– para lograr el senti-
trucción de la propia identidad, la cual se verá ame- do de continuidad en la propia vida y la elabora-
nazada frente a este devenir. En caso de que la ción gradual del envejecimiento.
dimensión narcisista esté perturbada –como luego Es así como la posibilidad de armar un en-
se desarrollará- esa construcción se verá dificultada, vejecimiento normal se corresponderá con
Temas Selectos en Orientación Psicológica Vol. ix

determinadas condiciones psíquicas: autocues- de su vida y los “eventos expectables” del enveje-
tionamiento, capacidad reflexiva y flexibilidad, cer los vivirán como un trauma.
entre otras. Si bien se requiere de un basamento Modos patológicos de apego a los objetos
neuropsicológico para poder planificar la propia como intento de llenar el “vacío”. A todo sujeto
vida de acuerdo al proyecto de envejecimiento se le presentan momentos en los cuales vacila el
que se arme, así como para poder encarar una sentido de su vida, se desestabiliza, pierde el rum-
postura preventiva con relación al envejecer; esta bo, pero por lo regular es capaz de soportar la in-
condición se verá perturbada de no estar acom- certidumbre mientras se logra reconstruir. Para las
4 pañada, desde un punto de vista psicodinámico, personas vulnerables, en cambio, esa sensación
por determinadas condiciones de personalidad. se vuelve insoportable y, se sienten al borde de un
Está comprobado, por otro lado, el efec- abismo; recurren, entonces, a intentos de llenar
to benéfico que produce para la calidad del en- esos vacíos con objetos (son especiales candida-
vejecimiento, una vida diversificada en cuanto a tos para “comprar” los objetos-fetiche que promo-
vínculos, actividades e intereses (Waters & Good- ciona la cultura actual: dinero, poder, ostentación,
man, 1990); Leturia, Yanguas & Leturia, 1994; imagen) o con alguien que les ofrezca una supues-
Sáez, Meléndez & Aleixandre, 1995; Fernández ta completud que les garantice- de manera iluso-
Ballesteros, 2009). Que el logro de una buena ria- que no volverán a enfrentarse a ese vacío.
vejez no se mide sólo por el éxito individual, ya Vínculos dependientes o sobreadaptados. A
que también radica en el armado de vínculos sa- partir de esa condición emocional, los vínculos
tisfactorios con el entorno. Numerosos estudios que arman son dependientes, ya sea por sentir-
de epidemiología social atestiguan que quienes se completados por otro o por vivir para sostener
están más integrados a nivel social muestran ín- al otro como completo, o porque dependen de
dices de morbilidad inferiores y una mortalidad alguna condición, posesión, función, entre otras.
más tardía. La importancia de la afiliación como Esta historia es típica de mujeres que vivieron
recurso en una fase de la vida que requiere más “sobreadaptadas” a las necesidades de los otros,
que ninguna otra cosa la ayuda de los demás, es pendientes de colmar deseos de esposos, hijos,
evidente (Fernández Ballesteros 2009). o de sus propias madres, por lo que llegan a olvi-
A continuación se darán a conocer cuáles darse e de sí mismas, hasta que el otro ya no está
son los condicionantes psíquicos determinan- o deja de necesitarlas, de manera que de nuevo
tes de la vulnerabilidad emocional -más allá de se enfrentan con su vacío.
las condiciones biológicas o sociales- que ope- Bastón o sentido único, puesto en el trabajo, la
ran durante el curso de la vida (Zukerfeld & Zuker- pareja, hijos, imagen, entre otros. De tal modo que
feld 1999; Zarebski, 2009a, Zarebski, 2011b) ante vivieron apoyados en un único apoyo, como ser al-
los eventos del envejecimiento y que llevarán a guien importante en el trabajo (caso típico en los ac-
significarlos como situaciones de adversidad (Za- tuales hombres mayores), o la condición de madre,
rebski, 1999; 2004, 2005; 2008): esposa, ama de casa. Incentivada esta condición
Personas que carecieron de vínculos tem- por mandatos culturales, pero que “prendieron” en
pranos que les hayan proporcionado seguri- personas con una estructura débil y creyeron ga-
dad, es decir, lo que se denomina experiencias rantizar así una vida de realización personal, donde
de ¨apego seguro¨. Son aquellas que vivieron en acataron el lugar que se les adjudicó.
sus primeros años de vida situaciones traumáti- Historia de duelos no elaborados. Este modo
cas y carecieron de un sostén adecuado que les de asumir un rol o de vincularse con otro, de
hubiera ayudado a significarlas y elaborarlas. O modo pegoteado e indiferenciado -ya que de-
también, la característica de este vínculo – por positaron en ello el único sentido de su vida- lle-
exceso o por defecto, esto es, por ausencia o ex- va a que la eventualidad de su pérdida sea vivida
cesiva presencia – hizo que vivieran como trau- como la pérdida de la propia identidad, lo que
máticas algunas situaciones que no siempre lo impedirá la elaboración y superación del duelo.
eran; por lo cual esta circunstancia no les permi- Posición frente a la pérdida. Recuperar todo
tió armar su identidad sobre bases firmes. lo perdido o nada. Dado que se manejan con la
Sucesos o temas del envejecer que se viven lógica del “todo o nada” (Bleichmar, 1981) -vacío
como traumáticos (porque tocan con el desam- o lleno- no hay matices, porque no soportan la
paro originario). Como consecuencia de estas falta apenas ésta asoma. Como puede observar-
experiencias infantiles, no cuentan con la posibili- se, el problema no está en las pérdidas (inevita-
dad de ser resilientes frente a posteriores sucesos bles) sino en el modo de aferrarse a lo perdido.
Retos ante el envejecimiento en orientación y psicoterapia. Detección de factores de riesgo psíquico ...

Carencia de red de apoyo familiar o social. En prejuicios, maltrato, desconsideración para con la
consecuencia, estas personas no pudieron diver- gente mayor– y los factores biológicos, es decir,
sificar sus apoyos, aprender a sostenerse un poco el desgaste inevitable y achaques; sin embargo, lo
en cada vínculo, función o actividad. Ante la pér- que no suele tomarse en cuenta es lo que se acaba
dida, en la vejez, de estas ayudas no aceptan la de describir como factores emocionales, de perso-
mano que se les tiende. Las propuestas nuevas nalidad, que en esencial van a tener que ver con esa
para compartir y armar nuevos lazos, fracasan. característica patológica del narcisismo que no va a
Achatamiento del mundo representacional: permitir realizar los replanteos a tiempo.
escasa mentalización. Debido al modo esque- Una vida de pobreza psíquica, afectiva y esca- 5
mático de resolver sus situaciones vitales, con sa de vínculos presagia un envejecimiento patoló-
vínculos monótonos, casi burocratizados, con gico en mayor medida que la pobreza material y
tendencia a simplificar y a seguir caminos antes cognitiva. Someterse, por diversas circunstancias,
marcados, su mundo psíquico y sus redes neuro- a una vida de autómata, sin autocuestionamien-
nales se llegan a conformar de igual modo: cha- tos, con estímulos ambientales pobres, creencias
tura y pobreza, con escasa o nula creatividad (por rígidas y cristalizadas, excesiva seguridad y mono-
brillantes que pudieran haber sido en algún desem- tonía, es lo que poco a poco favorece las condi-
peño, incluso intelectual). ciones para la depresión y la demencia. Cuando
Tendencia a la descarga somática o com- las circunstancias vitales del envejecer sorpren-
portamental. Como consecuencia de lo anterior, den a las personas sin tener la preparación men-
todo aquello que no se pudo elaborar, poner en tal, afectiva y vincular adecuada para sostener un
palabras y, ensanchar el pensamiento, se descar- cambio ante situaciones de adversidad.
gará por la vía de los síntomas corporales o com- De todos modos, las condiciones enumera-
portamientos desajustados; lo cual se constituye das de vulnerabilidad emocional– y su contraca-
así en la base emocional para las patologías orgá- ra, las de resiliencia – podrían resultar hasta aquí
nicas más comunes en el envejecer. abstractas o difíciles de detectar, si sólo queda-
Empobrecimiento imaginario-simbólico y ran planteadas en un plano teórico. Es por eso
emocional. No sólo los pensamientos se empo- que se han desarrollado una serie de indicadores
brecen, sino que también el mundo de las emocio- que son el modo de manifestarse en el lenguaje
nes, de la imaginación, de los afectos compartidos, y las conductas de las personas desde edades jó-
se hace más angosto. Se trata de personas que no venes, lo cual permitirá su modificación preventi-
aceptarán en los grupos la propuesta de jugar o de va, una vez detectados, en ámbitos profesionales
representar diversos personajes, ya que todo cam- de abordaje individual o grupal.
bio lo vivirán como amenaza de desestabilización. Los ya antes denominados factores de riesgo
¿Por qué estas condiciones de vulnerabilidad psíquico de envejecimiento patológico servirán de
incidirán en el envejecimiento? La respuesta sur- guía, al modo de “señales en el camino” (Zarebs-
ge de lo hasta aquí planteado: la identidad, al es- ki, 2008) que deberán alertar y llevar a revisar el
tar sostenida con fragilidad en algunos apoyos a mapa trazado o a cambiar el rumbo a tiempo.
los que adhería con fuerza, se derrumbará ante Éstos, y su contracara, en tanto factores pro-
las pérdidas de esos sostenes únicos que acarrea tectores- son, por lo tanto, la manifestación del
el paso del tiempo y sus avatares: jubilación, viu- narcisismo patológico, base de la vulnerabilidad
dez, independencia de los hijos, cambios en la emocional señalada, (o bien, del narcisismo nor-
imagen, entre otros y de esta manera la continui- mal, en el caso de los últimos mencionados), que
dad identitaria se quiebra, por lo cual será nece- se acompaña de creencias distorsionadas - como
sario sostenerla a través de los cambios. son: prejuicios y problemas en los vínculos.
Las condiciones de vulnerabilidad que aquí se Si los factores de riesgo son aquellos que
presentan, son las que darán lugar -ante los even- producen un aumento en la probabilidad de
tos expectables del envejecer- al colapso narci- ocurrencia del envejecimiento patológico, los
sista, con sus manifestaciones clínicas, somáticas protectores son aquellos que disminuyen es-
y comportamentales desajustadas, como ser las tas posibilidades, permiten una mejor calidad de
caídas frecuentes, (Zarebski 1994, 1999) cuando la vida y, favorecen el desarrollo psicosocial y la sa-
identidad sostenida de manera férrea en aparien- lud física y mental. De la interacción de ambos, se
cia –aunque en realidad, es frágil–, se derrumba. desprende el grado de vulnerabilidad (potencia-
Es habitual pensar que lo problemático del lidad de que se produzca un riesgo o daño) o de
envejecer son los factores culturales –como los resiliencia frente a los mismos.
Temas Selectos en Orientación Psicológica Vol. ix

A continuación éstos se presentan organi- También implica poder replantearse temas


zados en 10 dimensiones, que dieron lugar a evitados de forma habitual (“de eso no se habla”).
la construcción y aplicación de las herramientas Y en general, aceptar que se replantee, con pers-
psicológicas para su detección, que más ade- pectiva de futuro, la imagen, el rol, la función ac-
lante se detallan. La carencia de los siguientes tual: ser joven.
factores protectores deberá ser leída como pre- Respecto a los cambios en la propia imagen,
sencia de elementos de riesgo de envejecimien- poder autocuestionar la valoración de la imagen
to patológico. externa y los cánones de belleza incorporados.
6 La posibilidad de dialectizarla con el plano de la
Factores protectores para el envejecimiento interioridad, de modo de recuperar bellezas me-
Flexibilidad y disposición al cambio nos efímeras, permitirá reconciliarse con el pro-
pio envejecimiento.
La flexibilidad constituye el principal atributo de un
narcisismo normal. El grado de flexibilidad o de ri- Autoindagación, reflexión y espera
gidez llevará a la aceptación o no de los cambios y
las transformaciones que implica el envejecimiento El autocuestionamiento va de la mano de la po-
para la propia identidad y se pondrá en juego res- sibilidad de un encuentro consigo mismo, que
pecto a puntos de vista, hábitos y rutinas. Asimis- faculte pensar antes de actuar – por lo tanto, to-
mo, implica la apertura a lo nuevo, a aprender, a la lerancia a la espera- y reflexionar, a través de un
búsqueda de nuevas actividades, a generar nuevos proceso de autoindagación.
proyectos. Se desprenden de ella la posibilidad de La actitud reflexiva es indicativa de la posi-
relativizar, de ser selectivo y de reajustar las metas. bilidad de estar a solas y, o compartir los propios
La posibilidad de relativizar, como rasgo de pensamientos, o ambos. Permitirá desarrollar la
sabiduría, está muy bien descripto por los ex- capacidad de realizar una revisión periódico del
pertos en el tema (Hoffman, Paris & Hall, 1996): curso de vida pasada hasta la actualidad, incluidos
“Una sabiduría que se basa, no solamente en la logros y fracasos La importancia de detenerse ha-
experiencia, en la acumulación de conocimien- cer estos balances radica en que “una revisión re-
tos, sino también en la capacidad de relativizar trospectiva de la vida puede llevarlos a reevaluar
los hechos y acontecimientos sociales…” positivamente sus capacidades y a hacer los giros
Respecto a la selectividad y el reajuste de importantes de su existencia, y por lo mismo, ayu-
metas (Carstensen, 1991) se puede decir que será darles a atravesar con éxito las crisis existenciales
la posibilidad de tener en cuenta los límites y la futuras…” (Aguerre & Bouffard, 2008, p. 1155).
disposición al cambio lo que permitirá ser selec- Lo dice muy bien Conde Sala (1997):
tivo en vínculos y actividades, así como reajustar
las propias metas, lo cual otorgará mayor senti- Esta reflexión sobre las cosas que suceden o
miento de eficacia personal, tal como comprue- han sucedido en sí mismo y en su entorno presu-
ba Carstensen. pone una cierta interioridad, un saber estar solo
con uno mismo, para poderlas pensar. Esta acti-
Autocuestionamiento tud que podemos ver frecuentemente en las per-
sonas mayores no hay que confundirla con el
Otra faceta derivada de un narcisismo normal, re- ensimismamiento, con el aislamiento. Es una ac-
lacionada con la disposición al cambio –esta vez titud saludable y necesaria, es la actitud de aquel
en aspectos que hacen a modos de ser del suje- que necesita un cierto silencio para poder pensar
to- es la posibilidad de autocuestionarse rasgos y en algunas cosas importantes. Se trata de una in-
actitudes propios. Estas características se asien- terioridad, que se activa para permitir una tarea
tan en la aptitud para replantearse una identidad de reordenamiento de la propia identidad. Las
unívoca, sostenida con rigidez (“yo soy así”) de personas que no pueden desarrollar esta actitud
modo de poder enfrentarse a las propias fallas, a son aquellas que van a tener más dificultades para
las incompletudes, a las propias carencias. Inclu- elaborar y asimilar su envejecimiento… (p. 81).
ye la posibilidad de superar posiciones omnipo-
tentes y de autosuficiencia o bien de impotencia Es que, como se ha desarrollado aquí, la ame-
generalizada. Se vincula con la apertura a lo nue- naza que representa el envejecimiento a nivel sub-
vo, en cuanto a la posibilidad de enfrentarse a jetivo es la propuesta de metamorfosis para el Yo
nuevas facetas de uno mismo. que implica el paso del tiempo, lo que los autores
Retos ante el envejecimiento en orientación y psicoterapia. Detección de factores de riesgo psíquico ...

antes mencionados plantean como “giros impor- cognitivo desde los estudios pioneros de Baltes &
tantes de su existencia” y “reordenamiento de la Baltes (1990), será una posibilidad no sólo alcanzable
propia identidad”. La disposición reflexiva y de au- con estrategias para desenvolverse en la vida coti-
toindagación permitirá replantearse el sentido de diana, no sólo se referirá al desarrollo de nuevas po-
la vida, condición indispensable para un envejeci- tencialidades que permitan compensar limitaciones,
miento saludable, como demuestran numerosas sino que también se pondrá en juego respecto al uso
investigaciones que hacen hincapié en la realiza- del tiempo libre, a los nuevos horizontes o nuevos
ción de actividades con sentido propio como con- vínculos que podrán compensar otros ya perdidos.
dición para su logro (Colcombe & Kramer, 2003). No quedar adherido al pasado, asentar la 7
La vejez -y sus circunstancias- descubre ver- autoestima en el presente con recuerdos remi-
dades que habían permanecido ocultas y que no niscentes y no nostálgicos, hará que ésta se con-
se habían podido escuchar antes. La posibilidad serve en la medida en que se sostenga en logros
de enfrentar estas verdades y su reconocimiento presentes, sin necesidad de recurrir al relato in-
como parte constitutiva de sí, permitirá ser más terminable de vanaglorias de otra época. Los que
auténticos en el camino a la sabiduría. se aferran al pasado y sienten, desde la nostal-
gia, que ya no hay tiempo para nada bueno, que
Riqueza psíquica y creatividad lo mejor ya pasó, que todo tiempo pasado fue
mejor, no sólo se pierden de vivir lo rescatable
La disposición a los cambios mencionados y la del presente, sino que tampoco serán capaces
capacidad reflexiva se asientan en la riqueza de de elaborar algún proyecto que los motive para
un Yo bastante complejo en cuanto a la permea- seguir. En estos sujetos, a partir del vínculo nar-
bilidad interna-externa y la capacidad elabora- cisista con aquello perdido, nada podrá compen-
tiva, lo que permite poner en juego y expresar sar su pérdida: “o todo lo perdido o nada”. Como
recursos imaginario-simbólicos: acceder a fanta- podrá hacerlo, en cambio, aquél que evoca sus
sear, imaginar, jugar, desear y conectarse con los recuerdos de manera placentera, porque lo rea-
propios sueños. Incluye la posibilidad de poner firman en el presente y los valora como bienes a
en palabras afectos, angustias y preocupaciones. transmitir a las generaciones que le sigan, con lo
Se trata de un psiquismo que fluye a través que adquieren, así, proyección de futuro.
de conexiones internas entre distintas instancias Incluye la posibilidad de soportar momentos
psíquicas y en vinculación fluida con las redes de vacío vital y de incertidumbre. Esta es la cara
externas, en un intercambio recíproco abierto al positiva del envejecer: se abren vacíos que invitan
enriquecimiento y la creatividad, la cual es una a replantearse el sentido de la propia vida y actúan
condición para poder re-crearse a través de los como un desafío a llenarlos de forma creativa.
avatares del envejecer, se vincula con la dispo-
sición al buen humor, rasgo destacado con am- Autocuidado y autonomía
plitud en los estudios de resiliencia (Rodríguez,
2008; Viguera, 2006). A su vez, la riqueza psíqui- Responsabilizarse del cuidado personal en la
ca se conecta con el plano de la espiritualidad, salud y en la enfermedad se asentará en la po-
otro de los aspectos destacados en los estudios sibilidad de tener en cuenta los límites en el des-
sobre sabiduría (Asili, 2004; Rivera Ledesma & empeño corporal, que se pondrán en evidencia
Montero López, 2007). en el proceso de envejecimiento.
Aprender a escuchar las señales del paso del
Pérdidas, vacíos, compensación con ganancias tiempo provenientes del organismo y enlentecer
el paso -en todos los órdenes- hará prevalecer el
Las pérdidas inevitables por el paso del tiempo, autocuidado. Hacerse cargo del sostén de la pro-
característica en la cual los estudios sobre vejez − pia salud, mediante el aprendizaje de los excesos
desde una perspectiva deficitaria− han hecho ya propios y ajenos, será efecto de la posibilidad de
suficiente hincapié, pondrán en juego la posibi- autocuestionamiento. De cómo el sujeto porte su
lidad que tenga el sujeto de elaborar los duelos, cuerpo, lo goce, maltrate o desconozca, va a de-
en la medida en que pueda disminuir su impacto pender en gran parte la adecuación al paso del
negativo a partir de nuevas adquisiciones o for- tiempo y la conservación de la autonomía, aun-
mas de valoración de lo perdido. que se requieran ciertos apoyos.
La compensación de pérdidas con ganan- Las recomendaciones habituales acerca del
cias, mecanismo bastante desarrollado en el plano cuidado de la salud, referidas por lo general a la
Temas Selectos en Orientación Psicológica Vol. ix

actividad física y a una adecuada alimentación, se partir de algún rasgo, la totalidad de lo negativo o
deberían enmarcar en las características de per- despreciable (Bleichmar, 1981). Al depositarlo en
sonalidad que aquí se han comentado. Respecto otro se salvan –tienen la idea ilusa- de serlo. Pero
a la primera, hay interesantes avances en la deter- de ser viejos –a menos que se muera antes- na-
minación del efecto positivo que tiene su prác- die se salva. Con lo que el prejuicioso termina por
tica en el plano cognitivo (Colcombe & Kramer, ser víctima de sus propios prejuicios.
2003), pero también se comprueba que su al- La teoría de la continuidad (Atchley, 1989) ha
cance benéfico en el envejecimiento será mayor destacado la importancia del logro de la continui-
8 si se complementa con la posibilidad de detener- dad en el envejecimiento. El presente marco teó-
se a reflexionar y darle sentido propio a la vida. rico acerca de los factores protectores, que pone
Aunque se tenga alguna enfermedad o dis- el eje en el narcisismo y en la identidad, ha inte-
capacidad, no será lo mismo en condiciones de grado este concepto desde sus primeras investi-
vulnerabilidad emocional que en las otras contra- gaciones (Zarebski, 1999, 2005, 2008) como eje
rias. Funcionar con autonomía a pesar de patolo- definitorio de un envejecimiento normal, en cuan-
gías y de situaciones limitantes e incapacitantes, to a la continuidad identitaria, diferenciado del de-
aun con ciertos apoyos, será efecto del deseo de rrumbe o quiebre de la identidad, propio de uno
seguir adelante y de la posibilidad de despegarse patológico. Además se puede ver su engarce con
de mandatos y modelos impuestos. las otras dimensiones, en el complejo trabajo psí-
La convicción de que nunca se tiene todo, quico que implica el roceso subjetivo del enveje-
que toda persona es un ser incompleto, carente, cimiento que, al enlazar el pasado con el presente
y que de un modo u otro todos recurren a alguna y con proyección al futuro, contribuye al logro de
“prótesis” para sostenerse, ayudará a incorporarla la continuidad identitaria, condición definitoria,
cuando sea necesario usar alguna. Para algunos, como ya se ha mencionado, para la construcción
necesitar un bastón, una silla de ruedas, incluso activa de un envejecimiento normal.
anteojos, será catastrófico, porque sienten me-
noscabada una imagen que pretenden sostener Posición anticipada respecto a la finitud
como completa; en estos casos, incluso prefieren
limitarse, dejar de leer, aunque haya sido su acti- Como se acaba de señalar, la perspectiva de acep-
vidad favorita, o no salir y recluirse en su hogar, tación de todo el curso vital incluye a la finitud
con tal de que nadie descubra lo que viven como como gran límite que acompaña a la vida y por lo
su fracaso. tanto, la muerte propia. Los recursos personales en
el plano espiritual, entre los cuales se destaca la in-
Posición anticipada respecto a la propia vejez corporación del sentido de trascendencia, son los
que posibilitarán su aceptación, aunque ésta no im-
El trabajo psíquico anticipado y gradual respecto a plicará una entrega a la muerte. En palabras de Fer-
la propia vejez desde joven y respecto a la finitud y nando Ulloa (s/f): se trata de “vivir hasta la muerte y
la muerte, conllevará una serie de tareas, como ser: no hacia la muerte”, ya que esto último es entregar-
aceptar pensar o reflexionar de antemano respec- se, bajar los brazos, sentarse a esperarla sin pelear y
to a esa condición futura, incluir al envejecer entre dejar que la muerte se cuele por los resquicios de lo
los ideales a alcanzar (con expectativas positivas de que uno deja sin vivir. Aunque también es pretender
longevidad y de conservación de la autonomía), en no saber de ella y desconocer toda señal, en un ca-
la perspectiva de aprovechar la vejez para el cum- mino que acelera su llegada.
plimiento de deseos, ideales y proyectos. Vivir hasta la muerte implica, en cambio, de
La elaboración gradual de las marcas biológi- la mano de Eros, complejizar el camino, probar
cas y sociales del paso del tiempo y la posibilidad de por otros senderos, de modo tal que aquélla lle-
cuestionar los prejuicios (propios y ajenos) respecto gue en el momento indicado, cansado ya de tan-
a la vejez, son condiciones psíquicas que permitirán to vivir, al final del camino.
cumplir con las otras dimensiones, así como soste-
ner la continuidad identitaria a través de los cambios. Vínculos intergeneracionales
Respecto a la superación de prejuicios y es-
tereotipos, incluida la idealización de la vejez, es La ubicación del sujeto como un eslabón en la
un tema estudiado con amplitud en gerontología cadena generacional, ya sea en lo familiar o en
(Butler & Lewis, 1973). Quienes cuentan con un lo sociocultural, a través de la recuperación del
narcisismo perturbado necesitan atribuir a otro, a legado de los antecesores y de su transmisión a
Retos ante el envejecimiento en orientación y psicoterapia. Detección de factores de riesgo psíquico ...

los que siguen, contribuirá al logro de la continui- Interactuar con otros también provee ma-
dad entre generaciones y, permitirá conservar la yor destreza cognitiva, porque hay una corres-
memoria de los que ya no están como modo de pondencia entre la red interna neurológica y la
construir el futuro para los que vengan después, a de vínculos: la participación en tareas complejas
modo de puentes entre generaciones. exige la puesta en marcha de recursos y capa-
Lo anterior implica ubicarse como mentor cidades cognitivas. Así se comprueba que pasar
y guía de los más jóvenes a través de la gene- algunas horas por día en actividades mentales y
ratividad (Erikson, 1985), que evitará malestares recreativas disminuye el riesgo de demencia (Ca-
intergeneracionales y posibilitará la valoración rey, 2009). Es que lo social y lo cognitivo se co- 9
positiva de los vínculos entre distintos grupos producen, son dos caras de una misma moneda.
etarios. Poder ubicarse como un eslabón más en En el campo de las neurociencias ya está
ese encadenamiento es adquirir la humildad de demostrado con amplitud que el aprendizaje y
saberse ni más ni menos que eso: un simple es- la multiestimulación permiten la producción de
labón en la cadena. Con toda la responsabilidad nuevas células y favorecen la plasticidad neuro-
que le cabe a quien debe contribuir al logro de la nal. Estos avances permiten pasar de una visión
continuidad y evitar que se corte ese encadena- estática del sistema nervioso a una concepción
miento, ya sea en lo familiar o en lo sociocultural. plástica del mismo y del determinismo genético
Aunque no se haya sido padre ni abuelo, la a la determinación del sujeto en el armado de
posibilidad de enlazarse en el vector temporal su curso vital; lo cual representa un aporte fun-
hacia delante y hacia atrás, será una condición de damental para la teoría del curso de la vida (Bal-
crecimiento personal, como destacara Erikson, tes & Schaie, 1973; Neugarten, 1999; Zarebski,
con la vista puesta en un horizonte que irá más 2005, 2011a), desde el momento en que permi-
allá del alcance de la propia mirada. te comprobar por qué al envejecer cada sujeto
Reconocer las diferencias entre generacio- es singular y cada cerebro es único. (Ansermet &
nes supone superar la concepción circular del Magistretti, 2006).
tiempo que lleva a repetir historias ajenas, lo De ahí los efectos positivos de seguir conec-
que permitirá diferenciarse de otros modelos o tado y estimulado, ya que se produce una con-
del modo de envejecimiento de padres o abue- tinua modificación de las sinapsis a lo largo de
los. Abrirse a la construcción del propio camino, toda la vida: el cerebro tiene una estructura y un
será inherente a la aceptación del propio tiempo funcionamiento que se mantienen a través del
como finito, como camino que en algún momen- tiempo en un constante estado dinámico, lo cual
to llegará a su fin. habilita la posibilidad de generar cambios en él
a través de intervenciones psicológicas y modi-
Diversificación de vínculos e intereses ficaciones ambientales. Se comprueba una vez
más que la genética no es lo único ni lo de mayor
Las investigaciones internacionales subrayan la peso en la aparición de la enfermedad, sino que
importancia de la implicación social con el se une a factores de desarrollo y ambientales.
paso del tiempo, a saber: seguir involucrado con La existencia de vínculos e intereses diversos
la familia y los amigos, mantener redes diversas se correlaciona con la diversificación de ideales y
de apoyo, realizar tareas de voluntariado, traba- es indicativa de la superación de vínculos depen-
jar después de la jubilación y, o comenzar nuevos dientes, como factor protector frente a las pérdi-
trabajos, o ambos. Además, Carey (2009) sostiene das. Implica apertura al afuera, a los otros y por
que con cuanta más gente uno tenga contacto, lo tanto, posibilidad de descentramiento. Una
tanto en su casa como afuera, mejor estará en el vinculación diversificada evitará el riesgo de vi-
aspecto físico y mental; asimismo, que para inte- vir centrado excesivamente en uno mismo, con
ractuar con regularidad, con gente incluso con ex- el ensimismamiento narcisista y regresivo que im-
traños, los seres humanos utilizan tantas destrezas plica; porque la dependencia emocional de otro,
mentales como para resolver problemas. de un rol, de una función, lleva en la vejez a dos
La frase alude a la interrelación entre las re- desenlaces por igual temidos: la soledad y el ais-
des externas y las internas: la red psiconeuroin- lamiento por un lado, o bien, la caída en la de-
munoendocrinológica (PNIE) con la del lenguaje pendencia total y, por otro, ante vacíos que se
y las sociales. Se ha demostrado cómo cada una presenta por la pérdida de ese bastón único de
enriquece a la otra y que este entretejido tiene apoyo, mismos que no se podrán recubrir al ca-
efectos a nivel cerebral (Zarebski, 2011d). recer de apertura a lo nuevo.
Temas Selectos en Orientación Psicológica Vol. ix

Hay señales anticipadas que indican cómo ar- Instrumento de Intervención psicogeronto-
mar el propio camino a fin de evitar el desenlace lógica con incumbencia en el área del trabajo
tan temido de llegar a ser una carga para los hijos. preventivo y en el campo de la atención clínica,
No vivir apoyado en un solo bastón, sino diversifi- de uso individual y grupal.
car desde jóvenes las ayudas, de modo tal que, en En la aplicación del CME como herramienta
caso de uno flaquee, se encuentre apoyo en otro. de evaluación, se detectan los psicodinamismos
No esperar nada más el sostén familiar, sino dar- que promueven la elaboración anticipada de la
se cuenta que hay otros que podrían tender una vejez y se puede observar cómo se organizan po-
10 mano. Del mismo modo, no apostar todo a una sicionamientos subjetivos que muestran diferen-
función, ya sea intelectual, maternal o genital, así tes modalidades de envejecer.
como al rendimiento deportivo, entre otras. Como instrumento de intervención, la utili-
También es necesario revisar el modo narci- zación del cuestionario en distintos ámbitos de
sista de ejercer la sexualidad y la abuelidad: si se aplicación ha permitido comprobar que es una
apuesta todo el erotismo al rendimiento genital o excelente herramienta preventiva que permite
a la imagen lozana, la sexualidad se verá menos- poner en juego y promover los mecanismos de
cabada al envejecer. De igual modo, ubicarse en anticipación necesarios para elaborar un enveje-
la familia como padres o madres únicos y omní- cimiento saludable. Así como también potenciar
modos, sin dar lugar a que se reproduzca en los una actitud protagónica en relación al propio en-
hijos la función materna o paterna, no sólo lle- vejecimiento, con despliegue de proyectos con
vará a avasallar su lugar de padres, sino que se base en deseos e intereses actuales.
fomentará un conflicto familiar, al mismo tiempo De modo que el CME en sus dos versiones
que la confusión en la mente de los nietos; con puede ser utilizado tanto en personas mayores
ello, y de manera imperceptible, se gesta para la que se acercan a actividades en ámbitos diversos:
propia persona un futuro de soledad y abando- universidades de la tercera edad, centros y clu-
no por parte de aquéllos. A fin de evitarlo, se de- bes de jubilados, hospitales y centros de día, resi-
berá cuestionar el modo de ser presente desde dencias permanentes para mayores o bien, en el
esa perspectiva futura: construirse, descubrirse ámbito clínico, así como en actividades especial-
y crearse, desplegarse en distintas direcciones y mente destinadas a personas de mediana edad y
generar diversas redes de apoyo. No vivir pen- en alumnos y profesionales interesados en capa-
dientes de un único soporte, más aún cuando citarse y en trabajar con la temática del envejeci-
hoy en día se cuenta con tantas propuestas de miento, a fin de evaluar y reflexionar acerca de su
participación y enlace. disposición personal hacia este proceso.
La brújula que orientará en esta construcción Este instrumento de evaluación, interven-
será el interjuego entre el despliegue de los pro- ción y de aplicación para el trabajo preventivo,
pios deseos y la incorporación de los límites que es concebido en continuidad con el pensamien-
impone el paso del tiempo. to de Bernice Neugarten, pionera norteamerica-
na en el campo gerontológico, según la cual en
Herramientas de detección temprana un futuro inmediato:
Cuestionario ¨Mi envejecer¨ (CME)
“[…] probablemente podremos ganar mucho
Los factores de riesgo psíquico de envejecimien- en nuestra habilidad para predecir resultados si
to patológico (Zarebski, 1999, 2005, 2008) sir- centramos nuestra atención más en las cosas que
vieron de base a la construcción del cuestionario importan a los individuos que estamos estudian-
¨Mi envejecer¨ (CME) (Zarebski, 2014) herramien- do, lo que el sujeto considera importante en su
ta de evaluación cualitativa y de intervención pre- pasado y su presente, lo que planea hacer con su
ventiva, validada a lo largo de 15 años en diversos vida, lo que predice que va a pasar y qué estrate-
ámbitos y latitudes, en sus dos versiones: hasta 59 gias elige; en resumen, si hacemos mayor uso del
años y a partir de 60. individuo mismo como el agente que informa y
El CME es una herramienta de doble alcance predice”. (Neugarten, 1999, p.104).
o propósito:
Técnica de evaluación psicológica para la El cuestionario está diseñado con preguntas
detección temprana de factores de riesgo psíqui- abiertas, que proporcionan información del eva-
co, protectores y de resiliencia frente al proceso luado y que permiten profundizar sobre determi-
de envejecimiento. nados aspectos considerados relevantes. Por lo
Retos ante el envejecimiento en orientación y psicoterapia. Detección de factores de riesgo psíquico ...

regular, dicha técnica es bien aceptada por los compleja del sujeto: “las relaciones sociales in-
sujetos, se presenta en formato de papel y lápiz y crementarían la reserva cognitiva al exigir a los
requiere de unos 30 min para responderse. sujetos una mayor y más eficiente capacidad co-
municativa así como la participación en tareas
Inventario FAPREN (FActores PRotectores complejas que exigen la puesta en marcha de re-
para el ENvejecimiento) cursos y capacidades cognitivas” (Rodríguez &
Sánchez, 2004, p. 178).
A partir de la rica experiencia obtenida con la Esta concepción de reserva es interesante y
aplicación del CME, se ha desarrollado un ins- es necesario ampliarla en los estudios gerontoló- 11
trumento objetivo construido con base en los gicos, según se propone en la anterior edición del
factores protectores para el envejecimiento – libro (Zarebski, 2011c); al que aquí se agrega, des-
contracara de los actores de riesgo- conjuga- de la propuesta acerca del armado de una identi-
do con los rasgos de personalidad propios de la dad y un Yo complejo a lo largo de la vida, es que
sabiduría en la vejez, señalados por diversos in- no es suficiente con poner el foco en la ‘reserva
vestigadores en el tema (Meléndez & Gil, 2004; cognitiva’ o en la ‘reserva cerebral’, pues así sólo
Kunzman, 2009). se pone -como hasta ahora- el acento en cues-
El FAPREN permite evaluar los factores pro- tiones parciales. Lo que aquí se plantea, y se co-
tectores para el envejecimiento a través de 80 rresponde con el enfoque complejo de la PNIE,
reactivos agrupados en 10 dimensiones, que se es la importancia de encarar la construcción por
responden por respuestas cerradas de SÍ o NO. parte del sujeto de un andamiaje constituido por:
A través de la aplicación del CME y del En la construcción de esta reserva huma-
FAPREN se busca detectar los factores de perso- na, se afianzarán los factores protectores para el
nalidad enumerados en las dimensiones presenta- envejecimiento, detectables a través de herra-
das, los cuales inciden en la posibilidad de arribar a mientas como el cuestionario ¨Mi envejecer¨ y el
un envejecimiento normal o bien patológico, e in- inventario FAPREN, que aquí se presentan.
dagar con anticipación cuáles son los mecanismos Hablar de “reserva”responde a una perspecti-
que se ponen en juego en cada sujeto. va futura que podrá ser de carencia. Esto es, a una
Cabe destacar la importancia de que la per- preparación anticipada desde el presente para ha-
sona logre cumplir con armonía la totalidad de cer frente a esa posible y, en algunos aspectos,
la evaluación; es probable que ninguno cumpla previsible carencia: hay desgastes inevitables.
con todos por igual, por eso es importante de- Lo que aquí se postula es que si el sujeto se
tectar los puntos de riesgo, a fin de trabajarlos se- mantiene estimulado, activo, en movimiento, esta
lectiva y preventivamente. Tanto las teorías como renovación del sentido de su vida y de sus redes
los mismos participantes, suelen apoyarse en va- de apoyo tendrá un efecto enriquecedor en las
lorar alguna de sus dimensiones, y dejan de lado redes internas biológicas, emocionales y cogni-
o no consideran otras, lo cual se torna en riesgo tivas. Es decir, que se trataría de incrementar
para el desarrollo armónico del conjunto y po- la complejidad del sujeto para compensar la
drá conducir a desequilibrios ante situaciones pérdida de complejidad de los mecanismos
desestabilizadoras. biológicos, en línea con la idea de que, más que
tratarse de la determinación genética, lo determi-
REFLEXIONES FINALES nante es lo que haga el sujeto con su propia vida.
A través de estas intervenciones, se comprueba
Lo más notable que aportan los avances cientí- que construir resiliencia durante el envejecimiento,
ficos recientes es la evidencia de la interrelación construir un espíritu “joven”, activo, vital, hasta el fin
biopsicosocial a lo largo de la vida: el efecto de las de los días, requiere de plasticidad neuronal, pero
actitudes y de la calidad de los vínculos en el fun- también de la flexibilidad emocional, corporal, vin-
cionamiento cerebral; lo cual es una comprobación cular, espiritual, para armar el propio mundo, reno-
de lo que la autora ha sostenido desde su propia var de manera permanente el tejido, enlazado, sin
experiencia profesional y docente: la correspon- tironeos, sin cortes sino, por el contrario, entretejer-
dencia entre la red interna PNIE y la externa de vín- lo con nuevos hilos y colores.
culos: a mayor riqueza de una, más se enriquecerá Por fortuna en los últimos años fue posible
la otra, en relación recíproca y dialéctica. entender cómo ese desenlace se arma desde la
Lo que importa destacar en estas investiga- juventud, lo cual permite actuar para prevenirlo
ciones es que permiten comprobar la concepción con anticipación o intentar torcer ese destino una
Temas Selectos en Orientación Psicológica Vol. ix

PLASTICIDAD

Reserva cognitiva
+

Reserva cerebral
+ Todo lo cual conformará la

12 Reserva emocional reserva humana


+ para envejecer

Reserva vincular
+

Reserva corporal
+

Reserva espiritual

Figura 1-1. Sumatoria de reservas que, atravesadas por la plasticidad,


conforman la reserva humana (Zarebski, 2011c).

vez que ya está instalado. Hay múltiples ejemplos es necesario que los que no estén formados en
de personas que lo lograron, que pudieron en- el tema, se enfrenten a los propios prejuicios,
contrar una “tabla salvadora” en los grupos y ta- tanto teóricos como personales, con el fin de
lleres, para alivio de sí y de sus familiares. Es decir, superarlos. Asimismo, se necesitan más investi-
lograron hacer replanteos y cambios, aún en sus gaciones que examinen la complejidad dinámi-
años tardíos, a partir de acciones preventivas de ca del envejecimiento subjetivo; éstas, a su vez,
profesionales capacitados que en la actualidad requerirán de la apertura de los clínicos para la
trabajan sobre los factores protectores y de ries- integración de enfoques teóricos diversos, así
go de envejecimiento patológico y utilizan estas como su incorporación a la interdisciplina que
herramientas en sus prácticas como instrumento reclama la salud mental en el envejecimiento.
de evaluación e intervención. El gran reto es que éstos estén capacitados en
Hoy día, los psicólogos, junto con otros psicogerontología, de modo que puedan apo-
profesionales, buscan cuestionar el estereotipo yar tanto en la orientación como en la psico-
social de la persona mayor como individuo ais- terapia en cuanto a lo que el curso vital suele
lado y desinteresado por aquello que lo rodea, interrogar, conmover o perturbar a las perso-
improductivo y en proceso regresivo. Por ello nas y a su medio familiar.

REFERENCIAS
Aguerre, C. & Bouffard, L. (2008). Envejecimiento exitoso: teorías, investigaciones y aplicaciones clínicas. Rev.
Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría, 22 (2).
Ansermet, F. & Magistretti, P. (2006). A cada cual su cerebro. Buenos Aires: Katz.
Asili, N. (2004). Vida plena en la vejez. México: Editorial Pax.
Atchley, R.C. (1989). A continuity theory of normal aging. The Gerontologist, 29, 183-190.
Baltes, P. B. & Schaie, K. W. (1973). Life-span developmental psychology: personality and socialization. Nueva
York: Academic Press.
Baltes, P.B. & Baltes, M.M. (1990). Psychological perspectives on successful aging: The model of selective op-
timization with compensation. En P.B. Baltes & M.M. Baltes (Eds.) Successful aging. Perspectives from the
behavioral sciences (pp.1-34). Cambridge: Cambridge University Press.
Bianchi H. (1987) Le Moi et le Temps. París: Dunod.
Retos ante el envejecimiento en orientación y psicoterapia. Detección de factores de riesgo psíquico ...

Bleichmar H. (1981). El narcisismo. Estudio sobre la enunciación y la gramática inconsciente. Buenos Aires: Ed. Nueva Visión.
Butler, R. N. & Lewis, M. I. (1973). Aging and mental health: Positive psychosocial and biomedical approaches,
St. Louis: C. V. Mosby Co.
Carey, B. (2009). Vida social y actividad, claves para un cerebro lúcido más allá de los 90. En The New York
Times, publicado en Diario La Nación, Ciencia/Salud, 58-59.
Carstensen, L.L. (1991) Selectivity theory: Social activity in life-span context. Annual Review of Gerontology and
Geriatrics, 11, 195-217.
Colcombe, S. & Kramer, AF. (2003). Fitness effects on the cognitive function of older adults: a meta-analytic
study. Psychological Science, 14, 125-130. 13
Conde Sala, JL. (1997). Subjetivación y vinculación en el proceso de envejecimiento. Anuario de Psicología, 73,
71-87, Facultad de Psicología, Universidad de Barcelona.
Erikson E. (1985). The Life Cycle Completed. Nueva York: Norton.
Fernández Ballesteros R. (2009). Psicogerontología: Perspectivas Europeas para un Mundo que Envejece. Madrid: Pirámide.
Hoffman, L., Paris, S. & Hall, E. (1996). Psicología del desarrollo hoy. Madrid: McGraw-Hill.
Kunzman, L. (2009). Desarrollo Adulto y Dinámica emocional-motivacional. En R. Fernández Ballesteros (Dir.).
Psicogerontología: perspectivas europeas para un mundo que envejece. Madrid: Pirámide.
Leturia, F., Yanguas, J. & Leturia, M. (1994). La jubilación laboral y su impacto psicológico: del afrontamiento a
la preparación. Rev. Geriátrika, 10. 55-61.
Meléndez Moral, J.C. & Gil Llario, M.D. (2004). Sabiduría y envejecimiento, Rev. Geriátrika, 20(5), 218-225.
Neugarten B. (1999). Los significados de la edad. Barcelona: Herder.
Rivera L, A. & Montero López L. M. (2007). Medidas de afrontamiento y espiritualidad en adultos mayores
mexicanos. Salud Mental, 30(1), 39-47.
Rodríguez, D. (2008).El humor como indicador de resiliencia. En E. N. Suárez Ojeda, A. Melillo (Comp.). Resi-
liencia: descubriendo las propias fortalezas. pp. 185-196. Buenos Aires: Paidós.
Rodríguez Álvarez, M. & Sánchez Rodríguez, JL. (2004). Reserva cognitiva y demencia. Anales de Psicología,
20(2), 175-186. Disponible en http://www.um.es.
Sáez, N., Meléndez, J. & Aleixandre, M. (1995). La percepción de limitaciones y estereotipos en la jubilación.
Universitas Tarraconensis. 17, 113-22.
Ulloa, F. (s/f). Artículo homenaje a Mimí Langer. Rev. Psyche: Buenos Aires.
Viguera, V. (2006). El afecto y el humor: dos pilares en el trabajo con resiliencia en adultos mayores. Intersalud.
Waters, E. & Goodman, J. (1990). Empowering Older Adults: Practical Strategies for Counselors. San Francisco: Jossey Baass.
Zarebski G. (1994). La vejez ¿Es una Caída? Bs. As: Tekné. Disponible en Facebook: https://www.facebook.com/
pages/Graciela-Zarebski/631445790278999
Zarebski, G. (1999). Hacia un buen envejecer. Buenos Aires: Emecé.
Zarebski, G. Knopoff, R. & Santagostino, L. (2004). Resiliencia y envejecimiento. En E. N. Suárez Ojeda & A.
Melillo. (Eds). Resiliencia y Subjetividad. Buenos Aires: Paidós.
Zarebski, G. (2005). El curso de la vida: diseño para armar. Buenos Aires: Univ. Maimónides Científica y Literaria.
Zarebski, G. (2007). La psicogerontología hoy. En Envejecimiento: Memoria colectiva y construcción de futuro.
IIº Congreso Iberoamericano de Psicogerontología. Montevideo: Psicolibros Universitario.
Zarebski, G. (2008). Padre de mis hijos ¿Padre de mis padres? Buenos Aires: Paidós.
Zarebski, G. (2009a). Vulnerabilidad y resiliencia en el envejecer. En L. Leite Ribeiro do Valle, G. Zarebski & E.
Ribeiro do Valle, (Eds). Neurociências na Melhor Idade, S. Pablo: Novo Conceito Editora.
Zarebski, G. (2009b). Diversidades en la psicogerontología. Revista Tiempo de psicogerontología, 25, http://
www.psiconet.com/tiempo/
Zarebski, G. (2011a). La teoría del curso de la vida y la psicogerontología actual: frutos simultáneos de un mismo
árbol. En J. Yuni, (Comp.) La vejez en el curso de la vida. Córdoba: Encuentro Grupo Editor.
Zarebski, G. (2011b). Campo de la psicogerontología: vulnerabilidad emocional, factores de riesgo psíquico y
resiliencia. En F. Quintanar (Comp.) Atención psicológica de las personas mayores. México: Pax México.
Zarebski, G. (2011c). El futuro se construye hoy. La reserva humana, un pasaporte hacia un buen envejecimiento.
Buenos Aires: Paidós.
Zarebski, G. (2011d). Psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE) y envejecimiento. Enfoque psicogerontológico.
Revista Tiempo de Psicogerontología, 27. http://www.psiconet.com/tiempo/
Zarebski, G. (2014). Cuestionario Mi envejecer (CME). Buenos Aires: Paidós.
Zukerfeld, R. & Zukerfeld, R. (1999). Psicoanálisis, vulnerabilidad somática y tercera tópica. Buenos Aires: Lugar.

También podría gustarte