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1. CLASIFICACIÓN.
En Roma había muchas formas de adquirir la propiedad, pero siempre se exigían unos
requisitos previos:
Existen muchas formas de adquirir la propiedad pero las que nos interesan son:
FORMAS EX NOVO.
1.1. OCUPACIÓN.
1.2. ACCESIÓN.
En terminología latina se denomina ACCESSIO. Sucede cuando una cosa de une a otra por obre
natural o artificial formando un solo cuerpo, de tal modo que en caso de realizar la separación
las cosas no volverán a adquirir su exacta individualidad anterior. El dueño de la cosa principal
se hace dueño de la cosa accesoria.
4. ESPECIFICACIÓN.
La especificación dio lugar a controversias entre los juristas romanos sobre a quien debiera
atribuírsele la propiedad de la cosa nueva.
Pomponio defiende que si la materia elaborada podía recobrar su prístino estado el nuevo
objeto pertenecía al dueño de la cosa antigua. Justiniano lo soluciona diciendo que si el objeto
especial se restituye a su forma anterior, pertenece al dueño de la materia, y no al artífice.
5. CONFUSIÓN Y COMMIXTACIÓN.
Ambas son accesiones industriales que tienen lugar cuando vario cuerpos líquidos o sólidos
fundidos se unen para formar una cosa única, perdiéndose el carácter de la cosa principal.
Diferencias:
A raíz de esta confusión de cosas surge la copropiedad, que si fue causa del azar hay que
distinguir algunas hipótesis:
a. Si era posible separar los cuerpos, cada uno puede reivindicar la cosa, y, si es
físicamente imposible la separación, la accesión es común.
b. Dinero ajeno: era propietario el que tenía las monedas cuando no se podían
identificar las piezas distintas. Cuando este último era realizable, y siempre que la
mezcla fuera por casualidad, era permitida la reivindicación.
Para repartirse las cosas comunes entre los copropietarios se aplica la actio communi
dividendo.
El tesoro oculto era susceptible de ocupación, pues es un antigua depósito de dinero olvidado
un tiempo suficiente para que desaparezca de la memoria del propietario. Es considerado bajo
la condición jurídica de una cosa no perteneciente a nadie, porque una mitad es adjudicada al
que lo descubre en terreno ajeno y la otra parte, corresponde al dueño del terreno. Para que
se produzcan los efectos de la disposición es preciso que el tesoro haya sido encontrado
casualmente, porque si fue intencional el buscador que lo encuentre sin licencia del
propietario pierde todo derecho. Si se vale de sortilegios y brujerías, no se reparte, quedando a
beneficio exclusivo del dueño de la finca.
El Código Civil preceptúa que el tesoro oculto pertenece al dueño del terreno en que se
hallare, pero si fuese descubierto en propiedad ajena o del Estado, la mitad corresponde al
descubridor.
La hembra y la tierra son las cosas productivas, y la prole, el trigo, la lana…son los frutos.
Frutos industriales: los que produce la cosa mecánicamente (leche, mechones, manteca,
lana…).
Los frutos naturales u orgánicos varían según su estado, y pueden ser adheridos a la cosa
productiva, separados, recolectados, por recolectar, aún no usados y destruidos, o sea, que el
poseedor los ha transformado y consumido o enajenado. La adquisición de estos frutos está
regida por las normas que se aplican a los derechos reales y la de los civiles (renta y alquiler).