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DONES CAPITALES O SANTIFICANTES

EXPERIENCIA 2: DONES SANTIFICANTES O CAPITALES


OBJETIVO DEL TEMA: Descubrir y aceptar las acciones del Espíritu Santo a
través de sus dones, carismas y frutos en nuestra vida como cristianos

LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO.


Los dones del Espíritu Santo son capacidades sobrenaturales que nos da el mismo
Espíritu, para la santificación del hombre, el crecimiento y fortalecimiento de la
Iglesia, a través de aquel a quien él mismo capacita y toma como instrumento. Dios
le proporcionó a Moisés ayuda para que no se encargara solo de la responsabilidad
del pueblo y para ello infundió su Espíritu sobre los setenta ancianos Núm. 11,16-
17. Jesús le da poder a sus discípulos que van a anunciar el evangelio Mt. 10,1.5-
9. “Vayan en busca de las ovejas perdidas de Israel, mientras vayan caminando
proclamen que el Reino de Dios se ha acercado, sanen enfermos, resuciten
muertos, limpien leprosos, echen demonios, den gratuitamente, puesto que
recibieron gratis”.

Nuestro servicio es a los necesitados, es a la Iglesia cuerpo de Cristo.


Hay una gran realidad existencial en la Iglesia Católica, la necesidad de sanar sus
vidas y solucionar sus problemas, que a veces pareciera no tener solución en este
mundo. Duele ver a muchas personas con enfermedades terminales, con
desviaciones sexuales, con problemas de adicciones, con posesiones demoniacas,
familias enteras destruidas por el flagelo del individualismo, consumismo,
materialismo. Esto lo digo con convicción, como terapeuta de familia veo esta
realidad existencial a diario, veo la tristeza de muchos, veo como familias se
destruyen por el desconocimiento y la ausencia de Dios en sus vidas
generacionales.

Con todas estas realidades existenciales, es cuando juega un papel importante los
carismas sobrenaturales (porque la guerra es contra seres que dominan este
mundo), es decir, la guerra es contra el enemigo de Dios, y es una guerra intelectual;
los carismas son lo que desarrollan soluciones a todas estas realidades, y es allí
cuando la Iglesia le pide a Dios que haya muchas personas que tengan dones y
carismas para ayudar en esos momentos donde la ciencia y la vida cotidiana se
queda impotente ante el dolor humano, y una de las debilidades dentro de la Iglesia
es la ausencia del ejercicio de estos dones y carismas, que son la manifestación del
Espíritu Santo en la vida de los hijos de Dios, y todo por el desconocimiento de los
mismos; como dice el profeta Oseas:
“Perece mi pueblo por falta de conocimiento. Porque has rechazado el
conocimiento, yo te rechazare de mi sacerdocio; porque haz olvidado la ley
de tu Dios” (Oseas 4, 6).

Por esta razón me dedicare a desarrollar de una manera sencilla las funciones
sobrenaturales de los dones y carismas. Profundizare en el obrar de los dones junto
con los carismas, como epifanías, es decir, manifestaciones o señales que
acompañan a los hijos de Dios que Creen en Jesucristo.
¿Por qué tienen que ser sobrenaturales? “Porque nuestra lucha no es contra
fuerzas humanas, sino contra los gobernantes y autoridades que dirigen este mundo
y sus fuerzas oscuras. Nos enfrentamos con los espíritus y las fuerzas
sobrenaturales del mal” Ef. 6,12. También nos dice la palabra en Col. 1,11. Dios
que tiene todo poder en su gloria, les dará dones de fuerza de toda clase que los
hará firmes y constantes”.

Los dones del Espíritu Santo son clasificados según sea su función para lograr la
salvación del hombre: Dones Santificantes y Carismas. Los dones santificantes
reciben este nombre porque llevan al hombre a la santificación, mientras que los
carismas están destinados al crecimiento de la Iglesia. Los dones santificantes
descritos en libro de Isaías: Is. 11,2-3. CEC 1831 “Sobre él reposa el espíritu de
Yahvé. Espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de fortaleza y de consejo,
espíritu de ciencia y de temor de Dios”.

DONES SANTIFICANTES o CAPITALES Características:


 Los recibimos en el bautismo y en la confirmación los aceptamos libremente.
 Son necesarios para la salvación, (nos llevan a la santificación)
 Son la raíz de todos los carismas.
 Están íntimamente relacionados con los frutos del Espíritu Santo y las
virtudes.
 No pueden ser imitados, ni por el hombre ni por las fuerzas del mal.
 Obran en el interior del hombre (solo sus efectos son perceptibles en la
conducta).
 Cada persona es libre de hacerlos crecer en su interior o ignorarlos.

1. SABIDURIA: Nos da la capacidad para penetrar las cosas de Dios, para


valorarlas y gustarlas. Stgo. 1,5.” Si a alguno le falta la sabiduría, que la pida a
Dios, que da a todos fácilmente sin poner condiciones y él se la dará”.
Sabiduría es ver sabiamente no solo con la inteligencia, sino que también con el
corazón, tratando de ver las cosas como las ve Dios y comunicarlas de tal manera
que los demás perciban que Dios actúa en nuestra persona; en lo que pensamos,
decimos, sentimos y hacemos. Este don perfecciona la caridad y nos hace ver hasta
donde tenemos que llegar en el servicio al prójimo.
Efectos que produce en el alma
 Da a los santos el sentido divino con que juzgan todas las cosas.
 Hace vivir de un modo enteramente divino los misterios de nuestra fe.
 Lleva hasta el heroísmo la virtud de la caridad.
 Proporciona a cada virtud el último rasgo de perfección y acatamiento.

2. CONOCIMIENTO: Es el que nos abre los ojos Espirituales y nos lleva a creer y
comprender la palabra revelada en las escrituras y nos lleva conocer y aceptar mejor
a Cristo y su doctrina. “Esto no te lo reveló la carne, sino mi Padre que está en los
Cielos”. Mt. 16,17. El don de entendimiento nos sirve para penetrar en los misterios
de la fe, las cosas que la iglesia nos enseña y que muchas veces no entendemos
(Dogmas), así como pasajes de la Biblia que no podemos comprender por nuestra
cultura y nuestra generación, Dios nos auxilia y podemos sacar fruto para nuestra
vida.
Efectos que produce en el alma:
 Nos descubre el sentido oculto de las sagradas Escrituras.
 Nos manifiesta el sentido misterioso de las semejanzas y figuras.
 Nos descubre bajo las apariencias sensibles las realidades Espirituales.
 Nos hace ver las causas a través de los efectos.

3. CIENCIA: Es el don que nos ayuda a ver el sendero a seguir para llegar a Cristo,
de acuerdo con nuestra realidad humana y nos advierte sobre los peligros de
nuestra fe. El espíritu de Ciencia nos hace distinguir entre el bien y el mal y nos
hace mirar a las personas con los ojos de Dios, podemos descubrir a través de este
don intenciones para confundirnos a través de teorías engañosas, pero bien
presentadas, camuflando errores doctrinales o para sacar provecho particular de un
servicio prestado.

Efectos que produce en el alma:


 Nos lleva a juzgar rectamente las cosas creadas en orden a Dios.
 Nos guía certeramente acerca de lo que tenemos que creer o no creer.
 Nos hace ver con prontitud el estado de nuestra alma.
 Nos inspira el modo más acertado de conducirnos con el prójimo en orden a
Dios.
 Permite que podamos desprendernos de las cosas de la tierra.
 Nos llena de contrición y arrepentimiento de nuestros errores del pasado.
4. CONSEJO: Nos hace ver con la luz de Dios nuestro propio obrar en cada
momento y situación de nuestra vida, nos hace tomar conciencia de nuestras
acciones a favor o en contra de nuestra salvación. Nos lleva a escuchar al Señor
cuando nos habla y a discernir lo que él quiere y espera de nosotros. Fortalece la
prudencia.

Efectos que produce en el alma:


 Nos preserva del peligro de una falsa conciencia.
 Nos resuelve con inefable seguridad, multitud de situaciones difíciles e
imprevistas.
 Inspira los medios más oportunos para gobernar santamente a los demás
 Aumenta nuestra docilidad y sumisión a la legítima autoridad.
 A este Don se contrapone la precipitación en el obrar, la temeridad por
excesiva confianza en sí mismo y la lentitud excesiva.
5. PIEDAD: Que nos lleva a tener un afecto filial con el Dios Padre, nos permite
acercarnos confiadamente a él, hablarle con sencillez; este don nos motiva a tener
encuentros profundos con el Señor a través de la oración. Nos llena de un inmenso
deseo de servirle a Dios en los hermanos, porque produce un sentimiento de
fraternidad universal que lo hace sentir verdadero hermano de todos los hombres,
Mt. 25,35-36.

Efectos que produce en el alma:


 Una ternura filial con el Padre que está en los cielos.
 Nos hace adorar el misterio inefable de la paternidad divina intratrinitaria.
 Nos hace ver en el prójimo un hijo de Dios. Y como tal lo valora.
 Nos mueve al amor y devoción a las personas y cosas relacionadas con el
Dios Padre (La virgen, los Ángeles, los santos, las autoridades eclesiales
como el Papa, etc.)
 A este don se contrapone la Impiedad o dureza de corazón, ser inflexible,
rigidez.

6. FORTALEZA: Es el don que nos hace actuar con valentía, haciendo siempre la
voluntad de Dios y nos lleva superar todas las pruebas. Stgo 1, 2-4 “Hermanos
estimen como la mayor felicidad el tener que soportar diversas pruebas, ya saben
que al ser probada nuestra fe aprendemos a ser constantes, procuren pues que esa
constancia se verifique en hechos, para que de allí salgan perfectos e
irreprochables, sin que les falte nada”.
Sgto 4, 7-8, “Sométanse a Dios, resistan al diablo y huirá de ustedes, acérquense
a Dios y él se acercará a ustedes”. También en la carta a los Corintios. “1ª Cor
10,13. “Dios no les puede fallar y no permitirá que sean tentados sobre sus fuerzas,
él les dará al mismo tiempo que la tentación los medios para resistir”.
Este don nos lleva a superar los momentos difíciles de tentaciones si recurrimos al
Señor, así como también nos hace tomar misiones y empresas apostólicas con
capacidad de riesgo.

Efectos que produce en el alma:


 Produce en el alma una energía inquebrantable para la práctica de la virtud
de fortaleza.
 Destruye la tibieza al servicio de Dios. Hace al alma valiente ante toda clase
de peligro o enemigos.
 Hace soportar los mayores dolores con gozo, alegría y paz.
 Según San Gregorio se contrapone a este Don, la timidez, la flojera, la
tibieza.
Este Don se fomenta: Tratando de cumplir nuestros deberes a pesar de las
circunstancias.
No rechazando la cruz, sino pidiendo la fuerza para llevarla.
Fortaleciéndose con mortificaciones voluntarias (Sacrificios).
7. TEMOR DE DIOS: Que por la acción del Espíritu Santo nos lleva a reconocer la
soberanía de Dios sobre toda la creación y en especial en nuestra vida, nos lleva a
tener con el Padre una actitud de hijo, nos infunde un profundo respeto hacia Dios
y sus cosas, a rendirle reverencia por su Majestad. Tener el temor de no
desagradarle con nuestras actitudes de pecado. Con este don tenemos la fuerza
para vencer los miedos y aferrarnos al gran amor que Dios nos tiene, nos infunde el
deseo de ser testigos y de vivir en todo momento en gracia.
El Don está relacionado con las virtudes: ESPERANZA que nos lleva a
abandonarnos en la omnipotencia de Dios. La TEMPLANZA que nos previene de
cualquier clase de desobediencia y actitudes pecaminosas. LA HUMILDAD En la
que no solo reconocemos la grandeza de Dios, si no nuestra pequeñez y miseria,
nuestra necesidad de él para salvarnos.

ELABORADO POR: ERIC FLORES.

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