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SANTIGUARSE

01 Consiste en dibujar una cruz sobre nuestro cuerpo mientras rezamos lo siguiente: “En el
nombre del Padre (tocar la frente), del Hijo (tocar el pecho) y del Espíritu (tocar el
hombro izquierdo) Santo (tocar el hombro derecho)“.
Cada vez que hacemos la Señal de la Cruz sobre nuestro cuerpo, recordamos el misterio
de la Santísima Trinidad.
- En el nombre del Padre: Ponemos la mano sobre la frente, señalando el cerebro que
controla todo nuestro cuerpo, recordando en forma simbólica que Dios es la fuente de
nuestra vida.
-...y del Hijo: Colocamos la mano en el pecho, donde está el corazón, que simboliza al
amor. Recordamos con ello que por amor a los hombres, Jesucristo se encarnó, murió y
resucitó para librarnos del pecado y llevarnos a la vida eterna.
-...Y del Espíritu Santo: Colocamos la mano en el hombre izquierdo y luego en el
derecho, recordando que el Espíritu Santo nos ayuda a cargar con el peso de nuestra vida,
el que nos ilumina y nos da la gracia para vivir de acuerdo a los mandatos de Jesucristo.
PERSIGNARSE
01
Al persignaros hacemos tres cruces, una en la frente, otra sobre los labios y
otra sobre el pecho. La primera cruz es para que Dios nos libre de malos
pensamientos, la segunda es para que nos libre de malas palabras, y la tercera
es para que nos libre de malos actos.

“Por la señal de la Santa Cruz”: Le pedimos a Dios que a través de esta señal
obre.

“De nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro”: Le pedimos que nos
libre del enemigo, que son las tentaciones, los pecados, y aquellos que nos
pueden hacer caer en ellos, ya sea personas o entidades.

Y luego invocamos a la santísima trinidad a travez de la señal de la cruz.


SANTISIMA TRINIDAD
Los católicos creemos que la Trinidad es Una. No creemos en tres dioses, sino
en un sólo Dios en tres Personas distintas. No es que Dios esté dividido en tres,
02 pues cada una de las tres Personas es enteramente Dios.

Padre, Hijo y Espíritu Santo tienen la misma naturaleza, la misma divinidad, la


misma eternidad, el mismo poder, la misma perfección; son un sólo Dios.
Además, sabemos que cada una de las Personas de la Santísima Trinidad está
totalmente contenida en las otras dos, pues hay una comunión perfecta entre
ellas.
Para explicar este gran misterio, existen ciertos símbolos que son entendibles a
nuestra razón: La Santísima Trinidad es simbolizada como un triángulo.
Cada uno de los vértices es parte del mismo triángulo y sin embargo cada uno
es distinto
ESPIRITU SANTO
El Espíritu Santo es Dios, no es una fuerza o energía cualquiera. Es la tercera
persona de la Trinidad, compuesta por Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu
Santo. Mora en el corazón del creyente y capacita o empodera al pueblo de
Dios para que realice la obra que el Padre le ha encomendado hacer en este
mundo.
El Espíritu Santo realiza una obra especial en este mundo y dentro del pueblo
de Dios. Es la presencia del Dios todopoderoso en medio nuestro. Él obra de
diferentes formas ayudándonos a sentir al Señor y a andar siempre de acuerdo
con su voluntad.

03
VIRTUDES
TEOLOGALES
-FE
-ESPERANZA
-CARIDAD
DONES DEL ESPIRITU SANTO
De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica, son 7 los dones del Espíritu
Santo: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de
Dios. Estos sostienen la vida moral del cristiano y lo hacen dócil y sensible a la
voluntad de Dios.
Con ellos, Dios infunde su gracia sobre nuestros corazones y, a través del
Espíritu Santo, derrama su gracia sobre nosotros.

1. Consejo
2. Entendimiento
03 3. Sabiduría
4. Fortaleza
5. Ciencia
6. Piedad
7. Temor de Dios
LOS MANDAMIENTOS
1. «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con
todas tus fuerzas»
Amar a Dios sobre todo, es saber hacer renuncias por Él. Comprender que
nada supersticioso condiciona mi futuro, que solamente Dios es lo más
importante para mí, y que estar en buena relación con Él propicia que yo
tenga buen equilibrio en mi vida.

2. «No tomarás en falso el nombre del Señor tu Dios»


Regula el uso de nuestra palabra en las cosas santas. Dios confía su nombre
a los que creen en Él y se revela a ellos en su misterio personal. El
Catecismo nos dice que el nombre de Dios se nos da como signo de
confidencia e intimidad, por lo que no debe usarse mal.

3. «Santificarás las fiestas»


Celebramos el domingo como el día de la nueva creación en la
04 Resurrección de Cristo. Es el día en que nos unimos como comunidad para
celebrar una misma fe en Jesús.
En los domingos y días de precepto, demostramos a Dios nuestro amor y
fidelidad a Él. Además damos testimonio de nuestra fe al no permitir que
las actividades laborales o académicas, impidan nuestra adoración solo a
Dios.
4. «Honrarás a tu padre y a tu madre»
Por medio de nuestros padres hemos recibido la vida y el conocimiento de
Dios. Es por esto que nos pide respetarles y ayudarles en sus necesidades, son
uno de los regalos más hermosos que nos hace Dios. Este mandato lleva
consigo la promesa de obtener grandes frutos espirituales, paz y prosperidad.

5. «No matarás»
La vida debe ser respetada porque es sagrada, cada persona ha sido amada y
creada por Dios a su imagen y semejanza. Acabar con una vida es atentar
directamente a la dignidad de Dios como creador. Este mandamiento es un
fuerte llamado a la paz, a evitar las guerras, a luchar valiente y pacíficamente
contra el aborto, la eutanasia y cualquier medio de explotación humana.

6. «No cometerás actos impuros»


Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo para lo cual tenemos que tenerlo
libre de cualquier acto impuro todo dependiendo con la intensión que se haga.

04 7. «No robarás»
Este mandato está ordenado a vivir en la justicia y la caridad en todo momento,
en especial en el contacto con los demás y sus bienes personales. Por tanto, toda
forma de mal uso del bien ajeno o del bien universal, va en contra del séptimo
mandamiento.
8. «No mentirás»
No basta con guardarse de decir o expresar mentiras, sino que yendo más allá,
es un llamado a vivir en la verdad. No caer en duplicidades, simulaciones e
hipocresías, pues el cristiano no debe avergonzarse de dar testimonio del Señor.

Además, este mandato prohíbe todo tipo de calumnias, chismes, engaños que
dañen la dignidad de la persona o que le ocultan la verdad a la cual tiene
derecho.

9. «No consentirás pensamientos ni deseos impuros»


«La pureza del corazón, nos da la capacidad de ver como Dios». Pero para
purificar el corazón es necesaria la oración, el pudor, la castidad y la pureza de
intención y mirada.

10. «No codiciarás los bienes del prójimo»


«Donde está tu tesoro, allí está tu corazón» Mt 6, 2. El último mandamiento nos
prohíbe el deseo desordenado de poder y riqueza. Y nos alerta sobre la envidia
04 que no es más que la tristeza nacida ante el bien material y espiritual del
prójimo. Para no pecar contra este mandato, el cristiano debe combatir la
envidia mediante la humildad y el abandono en la providencia de Dios.
PRECEPTOS DE LA IGLESIA

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