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2 de Pedro capitulo 1:3-11.

Prologo:

El propósito de esta carta de el apóstol Pedro, es para advertir a los cristianos acerca de los falsos maestros y
exhortarlos a crecer en su fe y conocimiento de Cristo, esta carta está destinada a la iglesia en general y a los
creyentes en todas partes, en el marco histórico Pedro sabía que su tiempo en la tierra era limitado, por lo
tanto escribió lo que sentía en su corazón, les advirtió a los creyentes lo que sucederá cuando deba partir,
sobre todo en relación a los falsos maestros. Les recuerda la verdad invariable del evangelio.

Advertencia:

Las advertencias tienen muchas formas: luces, signos, visión, sonidos, olores, sentimientos, y palabras
escritas. Tienen variados enfoques, pero su propósito es el mismo: aconsejar que se mantengan vigilantes y
cautelosos a causa del peligro inminente. Las respuestas a estas advertencias también varían desde hacer
caso omiso y desinterés hasta tomar una acción evasiva o correctiva. El modo en que una persona reacciona
a una advertencia por lo general se determina por la situación y su origen.

Antes Pedro escribió para consolar y animar a los creyentes que se hallaban en medio del sufrimiento y de la
persecución: un ataque externo. Pero 3 años más tarde, en esta carta que contiene sus últimas palabras,
escribe para advertirles de un asalto interno: la complacencia y la herejía. (Complacencia: actitud de la
persona tolerante que permite que otro haga lo que quiera aunque no sea conveniente). (Herejía: este
término se refiere a un error, desacierto o equivocación sostenido por alguna terquedad y obstinación,
relacionado por una doctrina religiosa. Sentencia de tipo erróneo contra los principios básicos). Habla de
aferrarse a los hechos no negociables de fe, del crecimiento y de la perfección de la fe, y del rechazo al que
distorsione la verdad. Seguir ese consejo da como resultado personan que honran a Cristo e iglesias
cristocéntricas.

Hacer firme vuestra vocación y elección.

3. como todas las cosas que permanecen a la vida y a la piedad (virtud, cualidad esencial, que consiste en la
inspiración, por el amor de Dios, compasión y misericordia) nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,

{El poder para crecer no viene de nuestro interior sino de Dios. Como no tenemos los recursos para ser
verdaderamente espirituales, Dios nos permite ¨ser participantes de su naturaleza divina¨ a fin de
protegernos del pecado y ayudarnos para vivir para él. Cuando nacemos de nuevo, por medio de su Espíritu
Dios nos capacita con su propia bondad moral}.
4. Por medio de las nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser
participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia;(este término se define como el deseo de los bienes terrenales y de manera especial del
ansia o la inclinación desordenada de los placeres inmorales no gratos a Dios como consecuente del pecado
mortal)

5. Vosotros también, poniendo toda diligencia (atención, cuidado actividad de interés y esmero para realizar
con prontitud agilidad) por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud;( actividad o desempeño, fuerza o
potencia de las cosas para producir y ocasionar sus resultados) a la virtud, conocimiento; (es una palabra se
define como la acción y resultado de conocer o de conocerse. Razón, compresión, intelecto, juicio,
inteligencia o de la capacidad)

{La fe tiene que ser más que en hechos ciertos; debe traducirse en acción, en desarrollo del carácter
cristiano y en la práctica de la disciplina moral, o desaparecerá (Santiago 2. 14-17). Pedro hace una lista de
actos de fe: aprender a conocer mejor a Dios, cultivar la paciencia, hacer la voluntad de Dios, amar a los
demás. Esos actos no se producen automáticamente; requieren arduo trabajo. No son opcionales; deben ser
parte constante de nuestra vida cristiana. No terminamos con uno para luego empezar con el otro sino que
nos ocupamos de todos juntos. Dios nos capacita y os autoriza, pero nos da también la responsabilidad de
aprender y crecer. No debemos sorprendernos ni resentirnos por el proceso}.

6. al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, ( el dominio propio es la capacidad que nos permite
controlar a nosotros mismos, nuestras emociones y no que estas nos controlen a nosotros, sacándonos la
posibilidad de elegir lo que queremos sentir en cada momento de nuestra vida) paciencia; a la paciencia,
piedad;

7. a la piedad, afecto fraternal; y al efecto fraternal, amor.

8. porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejara estar ociosos ni sin fruto en cuanto al
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

{Los falsos maestros decían que no era necesario tener dominio propio porque las obras no ayudan a crecer
(2.19). es verdad que las obras no pueden salvarnos, pero es absolutamente falso pensar que no son
importantes. Somos salvos de modo que podemos crecer a la semejanza de Cristo y eso nos ayuda a servir a
los demás. Dios quiere producir en nosotros su carácter amoroso; pero para hacerlo exige nuestra disciplina
y nuestro esfuerzo. Cuando obedecemos a Cristo con la dirección de su Espíritu Santo, cultivaremos el
dominio propio, no solo el respeto de la nuestras concupiscencias, sino con respecto a nuestras emociones.}

9. pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus
antiguos pecados.

10. por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo
estas cosas no caeréis jamás.

11. porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor
y Salvador Jesucristo.
{Nuestra fe debe ir más allá de lo que creemos para convertirse en parte dinámica de nuestra vida,
resultando en buenas obras y en madurez espiritual. La salvación no depende de las buenas obras, pero se
manifiesta en buenas obras. Una persona que dice que es salva, sin manifestar cambios, puede ser que no
haya entendido lo que es la fe o lo que Dios nos ha dado.

Pedro quiso despertar a los creyentes satisfechos de sí mismos que habían prestado a atención a los falsos
maestros y que creían que, como la salvación no se basaba en buenas obras, podían vivir como quisieran. Si
usted es de Dios, dice Pedro, lo probara su arduo trabajo. Si no se esfuerza por cultivar las cualidades ya
antes mencionadas posiblemente no es de él. Si usted pertenece al señor, y su arduo trabajo respalda su
afirmación de haber sido elegido por Dios (vacación y elección) nunca será descarriado por los falsos
maestros o el encanto del pecado.}

1 de corintios capitulo 12. 4-11

4. ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad ministerios, pero el
señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todo, es el
mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del espíritu para provecho. Porque a éste le es dada por
el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo
Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mimo Espíritu, a otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro
discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. Pero
todas estas cosas las hace un mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Efesios 4. 11-13

11. y el mismo constituyo a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y
maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de plenitud en Cristo.

Romanos 12. 4-8

4. porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros tienen la misma función, así nosotros,
siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 5. De manera que
teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de
la fe; o si de servicio, en servir; o l que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que
reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Hebreos 2 1-8

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