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Nombre: Lucas Vera Álvarez

Síntesis: En toda relación terapéutica, se destacan elementos fundamentales que merecen


atención primordial: la construcción de un vínculo sólido (rapport), la definición conjunta de
metas entre terapeuta y cliente, así como la selección de los métodos adecuados para
alcanzar dichos objetivos. En el ámbito infanto-juvenil, se resalta la necesidad de tener una
verdadera vocación por trabajar con niños y adolescentes, además de mantenerse
actualizado en los derechos que les corresponden, lo cual es crucial para promover su salud
mental de manera efectiva.

Asimismo, se hace hincapié en la importancia de comprender las diversas etapas del


desarrollo y las diferencias culturales y sociales que influyen en la experiencia de ser niño o
adolescente en la actualidad. Es esencial adaptarse a las necesidades específicas de cada
etapa y desarrollar una relación auténtica tanto con el niño como con su entorno familiar y
social.

En cuanto al proceso terapéutico en sí, se subraya la necesidad de comprender las causas


subyacentes del comportamiento del niño, en lugar de centrarse exclusivamente en los
síntomas. La escucha activa, la empatía y la conexión genuina son elementos clave para
establecer una intervención terapéutica efectiva. Además, se enfatiza la importancia de la
supervisión, la formación continua y el trabajo personal para abordar cualquier temor o
sesgo que pueda surgir durante el proceso terapéutico (trabajar en la persona del
terapeuta).

Se destaca también la necesidad de permitir que los niños expresen sus emociones de
manera libre y segura, así como la importancia de crear un ambiente propicio para ello. Se
aborda la existencia de "puntos ciegos" en la práctica terapéutica y se resalta la importancia
del autoconocimiento y la supervisión para abordarlos de manera efectiva.

En resumen, se reconoce la influencia que tiene la historia personal del terapeuta en su


práctica, así como la importancia de reconocer y trabajar en los procesos de
contratransferencia. Se enfatiza la necesidad de un crecimiento personal continuo y el
apoyo constante para mantener una práctica terapéutica efectiva y enriquecedora.

Reflexión: Creo que el texto aporta una mirada actualizada en cuanto a lo que implica ser
terapeuta infanto-juvenil a día de hoy. Lo que más destaco está situado en el contexto
chileno, y hace énfasis en el cuestionamiento de nuestro rol y en el autoexamen constante,
pues a veces nos quedamos solamente con la formación académica y con los estándares
científicos y nos olvidamos de nuestra parte humana, la que es muy importante considerar
pues no somos máquinas, y no podemos ser totalmente objetivos. Tenemos una historia
personal, sesgos, prejuicios, y pienso que la clave para ser un buen profesional es ser
consciente justamente de nuestras limitaciones y de cómo lo que somos se verá sí o sí
plasmado en el proceso terapéutico y en el consultante. También me gustó mucho que da
una visión diferente de lo que en el imaginario social se tiene entendido como “trabajo” de
un terapeuta infantil, a veces se cree que solo tiene que ver con test proyectivos, terapia de
juego y con por así decirlo “entretener al niño”, pero en este texto se presenta una mirada
mucho más actualizada y realista, que nos señala que la terapia infanto juvenil implica
necesariamente incorporar en nuestro trabajo una mirada sistémica, pues muchas veces la
conducta o lo que exterioriza el niño es “síntoma” o “signo” de lo que ocurre en su sistema
familiar/social. Esto nos lleva a ser conscientes de la necesidad que tenemos como posibles
futuros terapeutas del área infanto-juvenil, una necesidad de formarse en todas las etapas
del ciclo vital, y además de adquirir competencias de comprensión flexible, mediación y en
muchos casos negociación.

Interrogante: ¿A qué se refiere el “interés superior del niño” del que se habla en el
texto?
R: Si bien este término no tiene ninguna definición concreta, pues la misma depende del
contexto en que se esté usando, se puede decir según (2020), que el principio orientador de
la ley conocido como “interés superior del niño” alude al énfasis que se le da en materia de
derecho nacional e internacional, al hecho de que los estados deben garantizar el pleno
respeto de los derechos esenciales del niño, niña o adolescente con la finalidad de aportar
al desarrollo de los potenciales de los mismos, como “sujetos de derecho”, así como,
satisfacer sus necesidades en los distintos ámbitos de su vida.

El autor destaca que este principio aparece en distintas normativas tanto internacionales
como nacionales y que el concepto ha ido evolucionando a la par con la evolución del
entendimiento que tenemos en materia de infancia y adolescencia, pues debido a los
cambio sociohistóricos y culturales que vienen ocurriendo desde el siglo XVIII hasta la
actualidad, se ha pasado de comprender a los niños, niñas y adolescentes, como sujetos de
“protección” o “tutela”, a entenderlos como sujetos de derecho pleno, es decir, como seres
humanos que por solo tener condición de <persona>, ya tienen la posibilidad de tener
derechos que deben ser respetados independientemente de la edad de estos.

Así mismo, se entiende que este principio debió surgir históricamente debido a las
vulneraciones que ocurrieron y siguen ocurriendo a niños, niñas y adolescentes, estando
presente la necesidad dentro del sistema judicial y el derecho de definir a este grupo como
un grupo en vulnerabilidad o grupo diferenciado, lo que permite realizar normativas,
proyectos de ley, pactos internacionales, etc, que permiten hacer más énfasis en la
protección de los derechos de los mismos, e implican una lucha social y cultural en
temáticas significativas del ámbito tales como; trabajo infantil, explotación sexual comercial,
secuestro, trata de personas, derecho a la educación, etc.

Referencias:

-Bécar, E. (2020). El principio del interés superior del niño: origen, significado y principales
manifestaciones en el derecho internacional y en el derecho interno. Revista de Actualidad
Jurídica, (42), 527-580.
-Capurro Ríos, G., & Ortiz Barrera, J. (2017). Psicoterapia infantil: orientaciones para el
trabajo clínico con niños. Ediciones Universidad Santo Tomás.

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