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PUEBLOS ORIGINARIOS - RECLAMOS DE LOS DERECHOS GARANTIZADOS EN LA

CONSTITUCIÓN NACIONAL

Mutuma Ruteere, el relator especial de la ONU sobre el racismo, en el año 2016 en una
visita a Argentina, reconoció que el país sudamericano cuenta con un marco jurídico
amplio para la eliminación de la discriminación racial y la igualdad de derechos para todos
sus habitantes. Sin embargo, indicó que la aplicación de las leyes es deficiente y persisten
importantes desafíos.
Añadió que “la situación de los pueblos indígenas en ciertas áreas es terrible, ya que
viven en la extrema pobreza, en un aislamiento socio-cultural y sin acceso a servicios
básicos como la salud, una vivienda decente e incluso el agua potable”.
Asimismo, señaló que es alarmante la represión que se hace en distintas partes del
Estado de las movilizaciones de grupos indígenas para reclamar sus derechos
Destacó también la impunidad de la que gozan las fuerzas de seguridad en los casos de
discriminación racial y subrayó que la ausencia de una política eficaz de integración de los
migrantes contribuye aún más a la marginalización de este grupo.
Las principales reivindicaciones por las que, en la actualidad, luchan los movimientos
sociales indígenas son: el reconocimiento del derecho a la autonomía, la propiedad de la
tierra y la reforma agraria; contra la discriminación, y por la protección de las culturas e
idiomas indígenas.

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos ha venido acompañando a los


Pueblos Originarios en sus reclamos de justicia y respeto por sus derechos garantizados
en la Constitución Nacional como en pactos y leyes nacionales e internacionales.

Los problemas que persisten sin resolver son:


● Desconocimiento de sus derechos territoriales comunitarios.
● Dificultades de acceso a la justicia por razones discriminatorias, idiomáticas,
condición social y educativa.
● Apertura de cientos de causas judiciales especialmente en la persona de sus
autoridades, por reclamar lo que les corresponde, incluso defensa de sus
propios territorios por derechos ancestrales.
● Postergación y maltrato en hospitales que perjudican sus condiciones de
salud.
● Carencia de suficientes institutos educativos que reconozcan sus diferentes
idiomas.
● Discriminación por su cultura y marginación por su educación diferente.
● Indiferencia y postergación de sus justos reclamos, ejemplo de esto el actual
acampe indígena sobre Avda.9 de Julio desde hace cinco meses.

Los Pueblos han sufrido:


● Violetas represiones policiales con muertos y decenas de heridos.
● Quema de ranchos, documentos, enseres domésticos, herramientas y otros
bienes.
● Invasión de sus territorios con topadoras por parte de poderosos
terratenientes, empresas agropecuarias, mineras y petroleras
● Destrucción de sus cementerios, corrales, muerte de animales, desmontes y
desplazamiento de comunidades.
● Amenazas por parte de grupos armados que sirven por dinero a fuertes
intereses económicos.

En Salta, en el año 2019, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos reclamó
con urgencia al Estado Nacional, Provincial y Municipal un cambio drástico a las graves
situaciones que desmerecen el estado de derecho democrático que, con gran esfuerzo,
ha sido logrado.
Las organizaciones territoriales de pueblos originarios de Salta que se reunieron en un
encuentro el 10 y 11 de octubre en la Universidad Nacional de Salta (UNSa) emitieron un
pronunciamiento para exigir el pleno cumplimiento de derechos reconocidos pero aún no
garantizados por el Estado argentino.
Reclaman al Estado el reconocimiento de sus instituciones, diálogo intercultural y el
desarrollo de políticas públicas indígenas.
Además hicieron público un documento con todas sus demandas en donde insistieron en
el reclamo de que los frentes políticos asuman “la agenda originaria”. Los conflictos
territoriales están presentes en casi todas las comunidades, por eso reclaman que el
Estado acelere los procesos de ejecución y continuidad de la ley emergencia de la
propiedad comunitaria indígena, 26.160, que dispone un relevamiento territorial de la
propiedad comunitaria indígena. Del mismo modo, solicitaron que se trate el anteproyecto
de la ley de propiedad comunitaria indígena elaborada por el Encuentro Nacional de
Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios (ENOTPO) y presentada en el
Congreso de la Nación.
Tambien requirieron la sanción de una ley nacional de consulta y participación a los
pueblos originarios, “proceso fundamental para la puesta en práctica del diálogo
intercultural” y el cumplimiento del protocolo de consulta y participación elaborado por
ENOTPO y presentado en 2014 en el Congreso.
En materia de vivienda y hábitat reclamaron que se los respete como sujetos de derecho
y que se validen sus saberes sobre sustentabilidad. También instaron a la plena
aplicación de la Ley de Agricultura Familiar, 27.118, con el presupuesto correspondiente y
el establecimiento de políticas públicas específicas.
Asimismo solicitaron la reforma, actualización y reglamentación de la ley provincial 7.121,
de desarrollo de los pueblos indígenas de Salta.
En cuanto a salud, requirieron una atención que responda a las necesidades de los
pueblos indígenas y exhortaron al ejecutivo provincial a que reglamente la ley provincial
7.856, normativa que prevé la conformación de una red de apoyo sanitario, intercultural e
interinstitucional y que haya incluso facilitadores bilingües en los hospitales.
Otro de los reclamos es el acceso a la educación originaria, poder decidir sobre los
contenidos de la enseñanza y que haya docentes idóneos en cada territorio.
Por otra parte, el encuentro de pueblos originarios retomó un viejo reclamo a la provincia
de Salta: “La urgente restitución” de los tres cuerpos de Niños de Llullaillaco, que se
exhiben en el Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM), creado especialmente
para este objetivo.El niño, la niña y la "doncella" fueron encontrados en 1999 cerca de la
cima del volcán Llullaillaco y se conservaron de forma natural por más de 500 años,
debido a las condiciones del lugar, a más 6.700 metros sobre el nivel del mar. Las
organizaciones originarias demandan la prohibición de la exhibición de cuerpos humanos.

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