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Actividad 11 Psicofisiología

1. Investigar que son los tics


Los tics son movimientos o sonidos involuntarios, rápidos, recurrentes y repentinos
que se producen de forma intermitente. Pueden ser motores (movimientos) o
vocales (sonidos), y pueden variar en su complejidad y frecuencia. Los tics pueden
ser simples o complejos:
Tics simples: Consisten en movimientos o sonidos breves y simples, como
parpadear, carraspear o encogerse de hombros.
Tics complejos: Son movimientos o sonidos más elaborados que involucran varias
partes del cuerpo o que son más difíciles de describir, como saltar, tocar objetos
repetidamente o emitir palabras o frases.
Los tics pueden ser transitorios o crónicos. Algunas personas pueden experimentar
tics durante un tiempo limitado, y otras pueden tener tics crónicos que persisten
durante largos períodos. Los tics también pueden variar en su severidad, desde
leves hasta graves e incapacitantes.
Los tics son un síntoma característico del trastorno del tic, que incluye el trastorno
de tic transitorio, el trastorno de tic crónico y el síndrome de Tourette. Estos
trastornos se caracterizan por la presencia de tics motores y/o vocales que causan
malestar o interferencia significativa en la vida diaria del individuo.
Es importante destacar que los tics pueden ser desencadenados o empeorados por
el estrés, la ansiedad, la fatiga o la excitación emocional. Aunque los tics en sí
mismos no son necesariamente indicativos de un trastorno subyacente, pueden ser
un signo de preocupación si causan angustia significativa o interfieren con el
funcionamiento diario. En tales casos, se recomienda buscar ayuda médica para
una evaluación adecuada y un posible tratamiento.
2. Investigar que son las epilepsias
La epilepsia es un trastorno neurológico crónico caracterizado por convulsiones
recurrentes, que son episodios de actividad eléctrica anormal en el cerebro. Estas
convulsiones pueden causar cambios en el comportamiento, sensaciones extrañas,
pérdida de conciencia o movimientos involuntarios.
Las convulsiones epilépticas pueden variar en su presentación y gravedad, y
pueden afectar a diferentes partes del cuerpo dependiendo de la región del cerebro
donde se originen. Algunas personas pueden experimentar convulsiones leves que
pasan desapercibidas, mientras que otras pueden experimentar convulsiones más
graves que requieren atención médica urgente.
Las convulsiones epilépticas pueden clasificarse en dos categorías principales:
Convulsiones parciales (focales): Estas convulsiones se originan en una parte
específica del cerebro y pueden afectar a una sola parte del cuerpo o a un grupo
muscular. Las convulsiones parciales pueden ser simples, donde el individuo
permanece consciente, o complejas, donde el individuo puede experimentar
alteraciones en la conciencia o comportamientos automáticos.
Convulsiones generalizadas: Estas convulsiones afectan a ambos lados del
cerebro y pueden provocar una pérdida completa de conciencia y movimientos
involuntarios en todo el cuerpo. Ejemplos de convulsiones generalizadas son las
convulsiones tónico-clónicas (antes conocidas como convulsiones de gran mal) y las
ausentes (antes conocidas como pequeños males).
La epilepsia puede tener múltiples causas, que incluyen predisposición genética,
lesiones cerebrales traumáticas, trastornos del desarrollo cerebral, infecciones del
sistema nervioso central, tumores cerebrales y trastornos metabólicos. El
diagnóstico de epilepsia se basa en la historia clínica del paciente, los síntomas
reportados y pruebas de diagnóstico como la electroencefalografía (EEG) y la
resonancia magnética (RM) cerebral.
El tratamiento de la epilepsia puede implicar medicamentos antiepilépticos para
prevenir las convulsiones, así como cambios en el estilo de vida y medidas de
seguridad para reducir el riesgo de lesiones durante las convulsiones. En algunos
casos, la cirugía cerebral o la estimulación del nervio vago pueden ser opciones de
tratamiento para pacientes con epilepsia resistente al tratamiento médico. Es
importante trabajar en estrecha colaboración con un equipo médico especializado
para manejar la epilepsia de manera efectiva y mejorar la calidad de vida del
paciente.
3. Cerebro triuno.
El concepto del "cerebro triuno" es una teoría propuesta por el neurocientífico Paul
D. MacLean en la década de 1960. Esta teoría postula que el cerebro humano está
compuesto por tres partes distintas, cada una de las cuales representa una etapa
evolutiva diferente en el desarrollo del sistema nervioso. Las tres partes del cerebro
según esta teoría son:
Cerebro reptiliano (tronco cerebral y sistema límbico primitivo): Esta parte del
cerebro es considerada la más primitiva desde el punto de vista evolutivo y está
asociada con las funciones básicas de supervivencia, como la respiración, el latido
cardíaco, la regulación de la temperatura corporal y los instintos de lucha o huida.
Incluye estructuras como el tronco cerebral y el sistema límbico primitivo, que
controlan las respuestas automáticas y emocionales.
Cerebro límbico (sistema límbico): Esta parte del cerebro se desarrolló en los
mamíferos y está asociada con las emociones y los comportamientos sociales.
Incluye estructuras como el hipotálamo, el hipocampo y la amígdala, que
desempeñan un papel importante en la regulación de las respuestas emocionales, la
memoria y la motivación.
Cerebro neocortical (neocorteza): Esta parte del cerebro es la más reciente en
términos evolutivos y se encuentra en los mamíferos superiores, especialmente en
los humanos. Es responsable de las funciones cognitivas superiores, como el
pensamiento consciente, el razonamiento, el lenguaje, la planificación y la toma de
decisiones. La neocorteza es la capa exterior del cerebro y está altamente
desarrollada en los humanos en comparación con otras especies.
La teoría del cerebro triuno sugiere que estas tres partes del cerebro interactúan
entre sí y se complementan para regular el comportamiento humano. Se cree que el
cerebro reptiliano y el límbico proporcionan la base para las respuestas emocionales
y los instintos de supervivencia, mientras que el cerebro neocortical permite el
pensamiento racional y las habilidades cognitivas complejas.
Aunque la teoría del cerebro triuno ha sido criticada y cuestionada en algunos
aspectos, sigue siendo una metáfora útil para comprender las complejas
interacciones entre diferentes regiones del cerebro y sus roles en el comportamiento
humano. Hay que considerar que el cerebro es mucho más complejo y que las
funciones no se distribuyen de manera tan clara y distintiva como sugiere esta
teoría.

Bibliografía:
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/tics
https://vivirconepilepsia.es/guia-epilepsia-y-vida-laboral
https://desarrollovisual.org/el-cerebro-triuno-de-paul-mclean/

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