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Neurobiología del comportamiento

Es una subespecialidad de la neurología que estudia las bases neurologías


de la conducta memoria y confinación, así como el impacto que el daño cerebral
y las enfermedades neurologías tienen sobre esas funciones.

primeros estudios experimentales para determinar la


funcionalidad neuroanatómica
Busca explicar cómo distintas disciplinas han confluido y aportado en el
estudio y comprensión del cerebro y de la mente, así como plantear y evaluar
algunas cuestiones históricamente centrales en dicho campo. La reseña se
divide en tres partes: la primera aborda las cuestiones que articulan los avances
y cambios históricos, desde la antigua Grecia hasta la mitad del siglo XX, con la
consolidación de las neurociencias como área interdisciplinar; 1 la segunda, trata
los principales desarrollos teóricos y empíricos de la neurociencia sobre los
sistemas sensoriales y la percepción, así como la memoria, las emociones y el
lenguaje. Por último, se aborda el problema "mente-cerebro".
La cuestión planteada sobre la memoria remite al concepto de engrama
("huella mnémica") propuesto por Richard Semon (1859-1918), para referir a los
cambios cerebrales que subyacen en el almacenamiento de la memoria. El autor
nuevamente plantea el análisis de la cuestión en los términos de la discusión
entre localizacionismo y holismo. Con base en la aclaración ya hecha sobre
dichos términos, baste con precisar su uso en el contexto específico:
a) el localizacionismo hace referencia a la posición según la cual se busca
ubicar corticalmente la función de la memoria,
b) por contraste, el holismo sostiene que la función de la memoria es parte del
resultado de la actividad integrada del cerebro.

Lesiones cerebrales y estimulación eléctrica


Las lesiones cerebrales se refieren a cualquier daño o anomalía en el
cerebro que puede ser causado por diversas razones, como golpes en la cabeza,
accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales, infecciones o enfermedades
degenerativas. Las lesiones cerebrales pueden provocar una amplia variedad de
síntomas dependiendo del tipo y la ubicación del daño, que pueden incluir
problemas cognitivos, dificultades de movilidad, trastornos emocionales o
cambios de comportamiento.

La estimulación eléctrica cerebral (también conocida como estimulación


cerebral no invasiva) es una técnica que utiliza corrientes eléctricas débiles para
estimular áreas específicas del cerebro. Se utiliza para tratar una variedad de
trastornos neurológicos y psiquiátricos, incluyendo la depresión, la ansiedad, el
dolor crónico, la enfermedad de Parkinson y la epilepsia.

Existen dos tipos principales de estimulación cerebral no invasiva: la


estimulación transcraneal de corriente continua (tDCS) y la estimulación
magnética transcraneal (TMS). En tDCS, se aplican corrientes eléctricas débiles
a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo. En TMS, se utiliza un
campo magnético para estimular áreas específicas del cerebro.

La estimulación eléctrica cerebral se ha convertido en una técnica de


investigación popular en la neurociencia cognitiva, ya que puede alterar
temporalmente la función cerebral y proporcionar información sobre la función
de diferentes áreas del cerebro.

Es importante destacar que la estimulación cerebral no invasiva debe ser


realizada por profesionales capacitados y bajo supervisión médica. Además, no
se recomienda para personas con ciertos tipos de trastornos neurológicos o
psiquiátricos, como convulsiones o trastornos de la personalidad.

Utilización de técnicas de diagnostico


Las técnicas de diagnóstico son herramientas importantes que se utilizan
para identificar y evaluar diversos trastornos y enfermedades. Estas técnicas se
basan en la observación de los síntomas, el examen físico, la recopilación de la
historia clínica del paciente y la realización de pruebas específicas.

Algunas de las técnicas de diagnóstico más comunes incluyen:

- Análisis de sangre y orina: se utilizan para medir los niveles de ciertas


sustancias en la sangre o la orina que pueden indicar la presencia de una
enfermedad o trastorno.

- Radiografías: se utilizan para tomar imágenes de las estructuras internas


del cuerpo, como los huesos, y pueden detectar fracturas, tumores u otras
anomalías.

- Tomografía computarizada (TC): utiliza rayos X para producir imágenes


detalladas de los órganos y tejidos internos del cuerpo.

- Resonancia magnética (RM): utiliza ondas de radio y un campo


magnético para producir imágenes detalladas de los órganos y tejidos
internos del cuerpo.

- Ecografía: utiliza ondas sonoras para producir imágenes de los órganos


internos del cuerpo y puede detectar tumores, quistes u otras anomalías.
- Endoscopia: utiliza un tubo con una cámara y una luz para examinar el
interior del cuerpo, como el tracto gastrointestinal o las vías respiratorias.

Es importante destacar que la elección de la técnica de diagnóstico


adecuada dependerá del tipo de enfermedad o trastorno que se esté evaluando
y de las características individuales del paciente. Por lo tanto, es esencial que un
médico experimentado lleve a cabo el proceso de diagnóstico y seleccione las
pruebas adecuadas para cada caso.

¿Qué técnicas tenemos?


Podemos considerar las técnicas de imagen desde varias perspectivas.
Una se basa en los instrumentos de detección o tecnología utilizados. Otra es el
tipo de señal que se puede detectar, ya sea estructural, funcional o metabólica.

Bases fisiológicas del aprendizaje y la memoria


El aprendizaje y la memoria son procesos complejos que implican
cambios fisiológicos en el cerebro. A continuación, se describen algunas de las
bases fisiológicas más importantes del aprendizaje y la memoria:

1. Plasticidad sináptica: La plasticidad sináptica se refiere a la capacidad de las


conexiones neuronales (sinapsis) para cambiar en función de la actividad
neuronal. Cuando se produce una actividad repetida entre dos neuronas, las
sinapsis entre ellas se fortalecen, lo que facilita la transmisión de la
información. Este proceso se llama potenciación a largo plazo (LTP, por sus
siglas en inglés) y es un mecanismo clave para el aprendizaje y la memoria.

2. Neurotransmisores: Los neurotransmisores son sustancias químicas que se


liberan en la sinapsis y permiten la comunicación entre las neuronas. La
liberación de neurotransmisores está muy relacionada con el aprendizaje y la
memoria, especialmente en el caso de la acetilcolina, que está implicada en la
memoria a corto plazo y la consolidación de la memoria a largo plazo.

3. Estructuras cerebrales: El hipocampo es una estructura cerebral que se


encuentra en el lóbulo temporal y es esencial para la consolidación de la
memoria a largo plazo. Otras estructuras cerebrales, como la corteza prefrontal
y temporal, también están involucradas en el aprendizaje y la memoria.

4. Neurogénesis: La neurogénesis se refiere a la creación de nuevas neuronas


en el cerebro. Se ha demostrado que la neurogénesis en el hipocampo está
relacionada con el aprendizaje y la memoria, y que el ejercicio físico y la
exposición a ambientes enriquecidos pueden aumentar el número de nuevas
neuronas.
En general, el aprendizaje y la memoria son procesos complejos que
implican una interacción compleja entre múltiples sistemas y estructuras
cerebrales. La investigación en esta área sigue siendo activa, y se están
realizando estudios para comprender mejor las bases fisiológicas del
aprendizaje y la memoria, y cómo se pueden utilizar estos conocimientos para
mejorar la educación y tratar trastornos de la memoria.

Fase biológica de la memoria, almacenamiento y recuperación


La memoria es un proceso complejo que involucra diversas fases y
sistemas biológicos. A continuación, se describen las fases principales del
proceso de memoria:

1. Codificación: esta fase involucra la transformación de la información


sensorial (auditiva, visual, táctil, etc.) en señales neuronales que pueden
ser almacenadas en la memoria. La codificación puede ser automática o
intencional, dependiendo del grado de atención que se le preste a la
información.

2. Almacenamiento: una vez codificada, la información se guarda en


distintas áreas del cerebro, que a su vez están conectadas entre sí
formando redes neuronales. El proceso de almacenamiento es dinámico
y la información puede ser reorganizada o consolidada con el paso del
tiempo.

3. Recuperación: en este proceso se accede a la información almacenada


en la memoria y se trae de vuelta al sistema consciente. La recuperación
puede ser espontánea o inducida por una señal o estímulo asociado a la
información almacenada.

Los procesos biológicos que sustentan la memoria son complejos y aún


no se conocen completamente. Se sabe que la memoria a largo plazo depende
de la formación de nuevas conexiones neuronales (o sinapsis) y de la
plasticidad neuronal que permite modificar estas conexiones. Las estructuras
claves en la memoria son el hipocampo y la corteza prefrontal, que interactúan
en la formación y recuperación de la memoria. Además, la memoria está
influenciada por diversos procesos químicos, como la liberación de
neurotransmisores como la noradrenalina y la acetilcolina, y la activación de
genes y proteínas que controlan la función sináptica.

Amnesia
La amnesia es una pérdida parcial o total de la memoria. Puede ocurrir de
forma repentina o gradual, y afectar tanto la memoria reciente como la memoria
remota. La amnesia puede ser causada por diversas condiciones médicas,
lesiones cerebrales, enfermedades degenerativas o factores psicológicos como
el estrés y la ansiedad.

Existen diferentes tipos de amnesia, que se clasifican según la causa que


las provoca. A continuación, se mencionan algunos tipos de amnesia y los
tratamientos que se pueden utilizar para cada uno de ellos:

1. Amnesia traumática: este tipo de amnesia se produce después de una


lesión o trauma en la cabeza. El tratamiento puede incluir fisioterapia
para recuperar las habilidades motoras, terapia ocupacional para
mejorar las habilidades cotidianas y asesoramiento psicológico para
manejar los sentimientos de ansiedad y estrés.

2. Amnesia anterógrada: es la incapacidad de formar nuevos recuerdos


después de un evento o lesión cerebral. El tratamiento consiste en
terapia cognitiva y conductual, para apoyar el proceso de aprendizaje y
mejorar la memoria.

3. Amnesia retrógrada: es la pérdida de memoria de eventos pasados


antes de un evento traumático o una enfermedad. El tratamiento suele
incluir terapia cognitiva y conductual, así como técnicas de recuperación
de memoria, para ayudar a la persona a recordar eventos perdidos.

4. Amnesia disociativa: es un tipo de amnesia relacionada con el estrés o


traumas psicológicos, en la que la persona olvida eventos específicos. El
tratamiento incluye terapia cognitivo-conductual, hipnosis o técnicas de
terapia narrativa.

En general, el tratamiento de la amnesia puede involucrar terapias de


rehabilitación para mejorar la memoria, así como terapias psicológicas para
tratar las causas subyacentes de la amnesia, como la ansiedad o el estrés. Es
importante que el tratamiento sea adaptado a cada caso en particular y sea
supervisado por un profesional capacitado.

Correlatos Neuronales
Los correlatos neuronales son una herramienta fundamental en la investigación
neurocientífica. Se refieren a la relación entre eventos mentales y los procesos
neuronales que subyacen a ellos. Se utilizan en el campo de la neurociencia
cognitiva para entender cómo la actividad neuronal está relacionada con los
procesos cognitivos, tales como percepción, atención, memoria, emoción y
toma de decisiones.

En términos simples, son la base biológica para los procesos mentales. El


cerebro es una estructura compleja compuesta de trillones de células
nerviosas, o neuronas, que se comunican entre sí para procesar información.
Los correlatos neuronales son el mecanismo por el cual la información es
procesada en el cerebro y nos permite comprender cómo las células nerviosas
trabajan juntas para darnos experiencias y percepciones.

Los estudios de correlación neuronal se basan en la detección y medición de la


actividad neuronal a través de diferentes técnicas de neuroimagen. Por
ejemplo, la resonancia magnética funcional (fMRI) mide los cambios en el flujo
sanguíneo cerebral que están estrechamente relacionados con la actividad
neuronal, y la electroencefalografía (EEG) mide la actividad eléctrica de las
neuronas que están activas en un momento dado.

A lo largo de los años, los correlatos neuronales se han utilizado para investigar
una amplia gama de áreas de investigación en la neurociencia cognitiva,
incluyendo la percepción visual, el procesamiento del lenguaje, la memoria, la
emoción y la toma de decisiones. Por ejemplo, en estudios de percepción
visual, los investigadores han utilizado fMRI para identificar las regiones
cerebrales que están activas cuando un individuo mira diferentes tipos de
estímulos visuales, como caras, objetos y escenas. En estudios de memoria,
los investigadores pueden analizar la actividad cerebral registrada durante la
codificación, el almacenamiento y la recuperación de la información para
comprender el proceso de memoria.

En resumen, los correlatos neuronales son una herramienta esencial en la


neurociencia cognitiva que nos permite examinar el cerebro humano y
comprender su funcionamiento. Permiten a los investigadores entender cómo
los diferentes procesos cognitivos se correlacionan con la actividad neuronal y
cómo las enfermedades neurológicas y psiquiátricas afectan el cerebro y la
cognición. Es probable que el uso de correlatos neuronales siga estando en la
primera línea de la investigación en neurociencias y siga expandiendo nuestro
conocimiento de cómo funciona el cerebro.

Plasticidad Neuronal
La plasticidad neuronal es la capacidad de las neuronas para cambiar y
adaptarse en respuesta a diferentes estímulos y eventos. Este proceso se
produce a nivel molecular, celular y estructural, y permite a nuestro cerebro
aprender, recordar y adaptarse a nuevos desafíos.

Se puede dividir en dos tipos principales: la plasticidad sináptica y la


neurogénesis. La plasticidad sináptica se refiere a la capacidad de las sinapsis
neuronales (las conexiones entre las neuronas) para fortalecerse o debilitarse
en función de la actividad neuronal. Por ejemplo, si una determinada sinapsis
se activa con frecuencia, se fortalecerá a través de un proceso llamado
potenciación a largo plazo (LTP), lo que significa que la siguiente vez que se
activa esa sinapsis, la respuesta neuronal será más fuerte. En cambio, si una
sinapsis no se activa con frecuencia, se debilita a través de un proceso llamado
depresión a largo plazo (LTD), lo que significa que la respuesta neuronal será
más débil la siguiente vez que se active.

La neurogénesis, es la capacidad del cerebro para crear nuevas neuronas.


Durante muchos años, se pensó que los humanos nacíamos con todas las
neuronas que tendríamos en la vida, sin embargo, se ha demostrado que el
cerebro continúa produciendo nuevas neuronas en áreas específicas incluso en
adultos. Este proceso se produce en el hipocampo y en la corteza prefrontal,
regiones del cerebro asociadas con la memoria y la toma de decisiones. La
neurogénesis se puede aumentar a través de factores como el ejercicio, la
exposición a un ambiente enriquecido y la dieta.

La plasticidad neuronal es fundamental en el aprendizaje y la memoria. Cuando


aprendemos algo nuevo, como un nuevo idioma o una habilidad deportiva,
nuestro cerebro forma nuevas conexiones sinápticas entre diferentes neuronas.
Si practicamos y repetimos una actividad con frecuencia, las conexiones
sinápticas entre las neuronas involucradas se fortalecen y se vuelven más
eficientes. Por lo tanto, la capacidad de nuestro cerebro para cambiar y
adaptarse es esencial en nuestro crecimiento como seres humanos.

Además de su importancia en el aprendizaje y la memoria, la plasticidad


neuronal también tiene un papel en la recuperación de lesiones cerebrales y
enfermedades neurodegenerativas. Después de una lesión cerebral, las
neuronas adyacentes pueden asumir algunas de las funciones de las neuronas
dañadas, lo que se conoce como reorganización neuronal. Por ejemplo,
después de un accidente cerebrovascular, las áreas del cerebro que controlan
el movimiento pueden ser reemplazadas por otras áreas, lo que permite al
paciente recuperar gradualmente el movimiento. La neuro plasticidad también
ha sido investigada como una posible forma de tratar enfermedades
neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.

Mecanismos cerebrales de reforzamiento


Los mecanismos cerebrales de reforzamiento se refieren a los procesos que
ocurren en el cerebro cuando se produce un estímulo gratificante, como la
liberación de dopamina en el sistema de recompensa cerebral. Cuando se
experimenta un estímulo gratificante, se activan las neuronas que liberan
dopamina en el cerebro, y la dopamina se une a receptores en las células
cerebrales para producir una sensación de placer y motivación. Este proceso
refuerza la conducta que llevó a la liberación de dopamina y aumenta la
probabilidad de que se repita en el futuro.
Hay varias áreas del cerebro implicadas en el sistema de recompensa,
incluyendo el núcleo accumbens, el hipocampo, la amígdala y la corteza
prefrontal. Estas áreas se comunican entre sí a través de vías neuronales para
producir la sensación de recompensa y motivación. Los estudios han
encontrado que la actividad en el núcleo accumbens y otras áreas del cerebro
se correlaciona con la percepción de gratificación y la motivación para buscar
recompensas. Además, los estímulos gratificantes pueden desencadenar
cambios en la plasticidad sináptica y la neurogénesis, fortaleciendo las
conexiones neuronales asociadas con la conducta de búsqueda de
recompensas.
Además, se han utilizado técnicas de estimulación cerebral no invasivas, como
la estimulación magnética transcraneal (TMS) y la estimulación transcraneal
por corriente directa (TDCS), para investigar los mecanismos cerebrales
asociados con el reforzamiento. Estas técnicas permiten la manipulación de la
actividad cerebral y la evaluación de sus efectos en la conducta de búsqueda
de recompensas. Por ejemplo, los estudios han encontrado que la estimulación
del núcleo accumbens con TMS puede aumentar la sensibilidad a los estímulos
gratificantes y la motivación para buscar recompensas.
En resumen, los mecanismos cerebrales de reforzamiento se refieren a los
procesos que ocurren en el cerebro cuando se produce un estímulo
gratificante, como la liberación de dopamina en el sistema de recompensa
cerebral. Estos procesos refuerzan la conducta que llevó a la liberación de
dopamina y aumentan la probabilidad de que se repita en el futuro. La actividad
neuronal asociada con el reforzamiento se puede medir mediante técnicas
como la EEG y la MEG, y la estimulación cerebral no invasiva se puede utilizar
para investigar los efectos de la manipulación de la actividad cerebral en la
conducta de búsqueda de recompensas.

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