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Objetivos
Que el estudiante:
Formuladas estas precisiones, debería ser claro que nuestro análisis buscará describir y
caracterizar el aprendizaje humano en situaciones escolares: estudiar las condiciones que lo
permiten, inhiben o producen, sus efectos sobre la actividad cognitiva de los sujetos, y las
características del dispositivo escolar como contexto especializado en producir formas
determinadas de aprendizaje. También nos interesará estudiar el tipo de formulaciones
disciplinares y prácticas profesionales que se han desarrollado alrededor del aprendizaje
escolar, porque han contribuido a conformar el campo de nuestra disciplina y, aun cuando en
muchos casos señalaremos sus problemas, no pueden ser ignoradas si queremos entender
mejor las prácticas escolares. ¿Significa esto que una psicología educacional no puede
ocuparse de aprendizajes extraescolares? No, pero estamos formulando precisiones que
señalan las cuestiones que habrán de ocuparnos en este curso, delimitadas por la perspectiva
analítica que, como especialistas del campo, hemos decidido proponer. Usted puede, sin
embargo, tener mucho interés en estudiar con profundidad las diversas teorías que sobre el
aprendizaje humano y animal se han formulado en este siglo.
CARACTERISTICAS DE UN DISPOSITIVO
Por su parte, el español Trilla propone las siguientes notas como distintivas de las
instituciones educativas (Trilla, 1985:20):
•actúa en unos límites temporales determinados,
•define los roles de docente y discente,
•predetermina y sistematiza contenidos,
•propone formas de aprendizaje descontextualizado.
Rivière llama nuestra atención sobre las particularidades de las exigencias que la
escuela genera para la actividad cognoscitiva de los sujetos. La escuela propone maneras
particulares de funcionamiento cognoscitivo. Tomemos uno de los muchos ejemplos que
ofrece Rivière: la atención a las tareas escolares. La escuela exige del niño una atención
mucho más selectiva que la que este empleaba en las exploraciones y juegos preescolares:
pide un filtrado riguroso de la información relevante con respecto a los estímulos que no lo
son desde la perspectiva del sistema escolar, aun cuando puedan serlo desde la perspectiva
del niño. Esta demanda atencional genera habitualmente un criterio para diferenciar a
aquellos niños que se ajustan al dispositivo escolar y los que no: como el mismo Rivière
señala, un retraso de desarrollo de la atención selectiva o un déficit más permanente de la
misma, determinan un gran número de situaciones de fracaso escolar en los años de
incorporación a la escuela (Rivière, 1983), mucho antes de que el TDA o TDAH se convirtiera
en la discutible pandemia escolar en que lo han erigido los actuales procedimientos de
diagnóstico. “Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad” (TDA y TDAH; ADD y
ADHD en sus siglas en inglés), en la actualidad es el diagnóstico más extendido en niños de
edad escolar, frente a manifestaciones conductuales tipificadas como inatención,
impulsividad, e hiperactividad. Desde la perspectiva de Janin, el TDA/TDAH es ejemplo
prototípico del modo en que una diversidad de funcionamientos quedan agrupados en una
sigla diagnóstico que deriva en tratamiento farmacológico. En el abordaje de este trastorno
se repite el viejo esquema lesión orgánica/cuadro psicopatológico/ tratamiento de la
psicología de principios del siglo XX. La respuesta terapéutica es la medicación en tanto el
problema se considera, desde el vamos, de origen orgánico (Janin, 2008), ligado a una falta
de balance en la producción cerebral de ciertos neurotransmisores.
3.
a. Lea el texto de Perrenoud, 1990.
b. Organice una síntesis de los planteos del autor que responda a las siguientes
condiciones: • que contenga, entre otros, los siguientes conceptos: currículum formal u
oficial, currículum real, currículum oculto, éxito escolar, fracaso escolar, oficio de
alumno;
• que contenga una caracterización somera de los principales rasgos de la cultura
escolar;
• que explique qué necesita aprender un alumno para tener una experiencia escolar
positiva.
Inclusive cuando son realizadas dentro del aula, las investigaciones han adoptado
perspectivas limitadas. El aprendizaje escolar ha sido analizado clásicamente con un enfoque
diádico: la relación maestro/alumno, la díada docente/discente, son versiones de esta
mirada que identifica dos sujetos en posiciones diferenciadas. Los análisis de las últimas tres
décadas han tendido a complejizar el enfoque, tratando de captar la multiplicidad de
dimensiones que atraviesan la acción educativa. De la díada docente/alumno, se pasó a la
tríada docente/alumno/saber (Chevallard, 1985). Ahora bien, aunque en la producción de
Chevallard el sistema didáctico estaba fuertemente contextualizado en el sistema de
enseñanza, y más ampliamente en el contexto social, numerosos análisis retomaron el
núcleo básico triádico despojándolo de buena parte de la riqueza de análisis que ofrecía la
propuesta original.
Tal vez esta pérdida de sentido pueda explicarse como una consecuencia del énfasis,
excesivo pero entendible, en la “novedad” de la introducción de un tercer elemento (el
“saber a enseñar”) en la vieja díada docente/alumno. Para sistemas explicativos diádicos que
habían desconsiderado la especificidad del saber, o que habían tomado al contenido como
un objeto inerte que se trabaja en clase y que no presenta incidencias específicas en la
definición de la situación, sin duda la introducción de este tercer elemento en la relación
escolar constituyó una pequeña revolución.
Desde nuestra perspectiva, las peculiaridades del dispositivo escolar y sus efectos
sobre la producción de formas específicas de aprendizaje muestran la necesidad de explicar
nuestro objeto de análisis, el aprendizaje escolar, en función de las características del
dispositivo escolar, incluyendo, pero situándose más allá, de las características que guardan
las relaciones cara a cara, usualmente más identificadas en los análisis diádicos y triádicos.
Se trata, por tanto, de encontrar una unidad de análisis que recupere la mirada sobre los
determinantes duros del dispositivo escolar, que resitúe este dispositivo en el proyecto
político más general establecido por los adultos para los niños, y que contribuya a algo más
que “ponerle el marco” al aprendizaje, mostrando fenómenos capilares de la vida cotidiana y
el aprendizaje que tiene lugar en las escuelas, desde una perspectiva que restituya la
comprensión del papel productivo del proyecto político y de las características estructurales
del dispositivo escolar sobre el aprendizaje mismo, y sobre los cursos del desarrollo infantil.
La necesidad de un abordaje psicoeducativo del aprendizaje escolar que capture lo que se
juzga inherente a este proceso, justifica la revisión de las unidades de análisis tradicionales.
En esta revisión, el concepto de actividad de Leontiev (1978) se propone como posible
unidad de análisis de los procesos de desarrollo y aprendizaje en el contexto escolar. Como
ha sido señalado en Engëstrom (1986) y en Cole y Engeström (2001), los componentes que
intervienen en una actividad consisten al menos en:
Entre las herramientas para producir la clasificación, requiere una referencia especial la
escala métrica de la inteligencia de Binet-Simon, por su enorme influencia en la clasificación
de la población escolar y por constituirse en punto de partida de la elaboración de pruebas
destinadas a producir mediciones de las capacidades intelectuales.
Aceptado el principio de que en toda situación educativa intervienen una serie de variables y
procesos de naturaleza psicológica cuya consideración es imprescindible para comprenderla
y explicarla, el problema actual de la psicología educacional consiste en determinar el papel
que juegan estos procesos y su articulación con el resto de las variables y procesos presentes
en la situación educativa.
9. A lo largo de esta unidad, hemos caracterizado el aprendizaje escolar en función del modo
en que las características del dispositivo escolar inciden en la producción de condiciones y de
efectos formativos específicos. Es importante retener que estas características tan
fuertemente incidentes son peculiares de la escuela como formato de instrucción. Usted
participa en este momento como alumno en un dispositivo instruccional específico que es el
campus. Le proponemos ensayar un análisis del campus en relación con las características del
dispositivo escolar señaladas en esta unidad:
• constituye una realidad colectiva;
• delimita un espacio específico;
• actúa en unos límites temporales determinados;
• define los roles de docente y discente;
• predetermina y sistematiza contenidos;
• propone formas de aprendizaje descontextualizado. Seleccione dos de estos ejes y ensaye
una comparación que identifique similitudes y diferencias entre la escuela y el campus como
contextos instruccionales. Analice también la naturaleza de los intercambios docente-
alumnos y entre pares en el Campus.